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Administrativo Unidad 7

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Macarena A.

Kroneberger 270

5- Reiteró el concepto de “Los Lagos” respecto a que las reglas de las nulidades civiles
deben aplicarse en forma análoga al derecho administrativo, respetando la naturaleza y
particularidades propias de este último.
Por ello, la Corte decidió que la resolución de la Secretaría configuró un acto administrativo que
gozó de la presunción de legitimidad, dado que estaba fundada en la razonable suposición de
que respondía a las normas municipales vigentes al tiempo de ser dictada. Por lo tanto, no había
sido revocada por ser ilegítima, sino por razones de oportunidad o conveniencia, y por ello, se
debía indemnizar a Pustelnik.
▪ Fallo Almagro: (1998). Gabriela Almagro y otra compañera, ambas agentes de la planta de
personal no docente de la Universidad Nacional de Córdoba impugnaron la resolución del
Consejo Superior que dejó sin efecto su designación.
En segunda instancia se falló a favor de las mismas, interponiendo entonces la Universidad un
recurso extraordinario contra tal sentencia; cuya denegación dio origen al de queja que
finalmente fue acogido por la Corte Suprema. En este caso, la Corte dijo que:
1- En el considerando 4°: Se refirió al texto de la ley 19.549 LNPA, en sus Art. 17 y 18: -
a- El Art. 17 de la Ley 19.549 establece expresamente la obligación de la
administración pública de revocar en sede administrativa sus actos irregulares
(los de nulidad absoluta), salvo que el acto se encontrará "firme y consentido y
hubiera generado derechos subjetivos que se estén cumpliendo", supuesto en el
cual "sólo se podrá impedir su subsistencia y la de sus efectos aún pendientes
mediante declaración judicial de nulidad".
b- Por su parte, el art. 18 de esa misma ley dispone que el acto regular del que
hubieren nacido derechos a favor de los administrados no podrá ser revocado
en sede administrativa una vez notificado, salvo -entre otras circunstancias-
cuando el interesado hubiera conocido el vicio.
Es decir:
a- Si es acto irregular, firme y consentido y nacieron derechos subjetivos, la
anulación debe ser necesariamente judicial.
b- En cambio, el Art. 18 (revocación del acto regular) dice que, si se trata de un
acto regular, que genero derechos subjetivos, no se puede revocar en sede
administrativa, salvo que el particular conozca el vicio (entre otras excepciones).
Esto no puede ser así porque la CSJN dice que hay que hacer una interpretación
armónica de estos artículos.
2- En el considerando 5°: Las excepciones a la regla de la estabilidad previstas en el
artículo 18 también se aplican al acto irregular del Art. 17: Es lo más relevante del fallo
Almagro. En este considerando, la Corte sostiene que una interpretación armónica de la
Ley 19.549 conduce a sostener que las excepciones a la regla de la estabilidad en sede
administrativa del acto regular previstas en el Art. 18 -entre ellas, el conocimiento del
vicio por el interesado- son igualmente aplicables al supuesto contemplado en el Art. 17,
primera parte.
De lo contrario, el acto nulo de nulidad absoluta gozaría de mayor estabilidad que el regular, lo
cual no constituye una solución razonable ni valiosa. Una inteligencia meramente literal y
aislada de las normas antes indicadas llevaría a la conclusión de que habría más rigor para
revocar un acto nulo que uno regular cuya situación es considerada por la ley como menos
grave. Es decir: La Corte entendió que el conocimiento del vicio del acto nulo de nulidad
absoluta por parte del interesado, habilita a la Administración a suspender el mismo en sede
administrativa, aun cuando haya generado derechos subjetivos que se estén cumpliendo.

UNIDAD N°7-ACTOS ADMINISTRATIVOS DE ALCANCE GENERAL:


Macarena A. Kroneberger 271

1. El acto administrativo de alcance general. Distinción con el acto de alcance particular. Las diferencias entre el acto
de alcance general y el reglamento. Su relación con la ley. El acto general no normativo. Naturaleza jurídica de las
ordenanzas municipales en la provincia de Buenos Aires.
2. El régimen jurídico de los actos de alcance general. Los efectos de la revocación o declaración judicial de nulidad de
los actos de alcance general.
3. El principio de la inderogabilidad singular de los reglamentos. Fundamentos constitucionales. Comparación entre el
sistema nacional y provincial. Efectos prácticos del principio.
4. Los reglamentos autónomos. Fundamento constitucional. Teorías negatorias.
5. Los reglamentos de ejecución. Noción. Competencia constitucional.
6. Los reglamentos delegados. Concepto de delegación. La reforma constitucional de 1994. Ley 26.122. Requisitos.
Excepciones.
7. Los decretos de necesidad y urgencia. La reforma constitucional de 1994. Ley 26.122. Requisitos. Excepciones.

Punto N°0:
• Introducción:
 Definición: La ley no define al acto administrativo, ni mucho menos su alcance, por una cuestión
metodológica; pero esto no queda allí, si no hay que existe una discusión doctrinaria respecto a su
alcance. Estas posturas son:
1- Postura amplia: Si bien la ley no los define, cierta parte de la doctrina entiende que el concepto
de acto administrativo alcanza tanto a los actos de alcance individual como los de alcance
general, que son los reglamentos. Por lo tanto, el reglamento sería una especie de género del
acto administrativo.
2- Postura restrictiva: Entiende que el acto administrativo es una declaración de voluntad,
realizada en ejercicio de la función administrativa, regida por el derecho público y con efectos
individuales, es decir, que excluye los reglamentos, y a la vez son directos, porque excluyen al
dictamen. Es por eso que no se considera un acto administrativo, si no que es un acto
preparatorio porque no tiene efectos directos.
Esta postura es práctica porque, de acuerdo a todos los principios generales que establece la ley
de procedimientos y su reglamento, se aplicarían tambien a los actos de alcance general. Esto
no quiere decir que el acto administrativo de alcance particular o el de alcance general sean
idénticos, ya que ambos tienen diferencias importantes. Lo que quiere decir es respecto a los
elementos esenciales y a los vicios del acto administrativo individual, que aplica tambien a los
reglamentos.
 Funciones relativas a cada poder del Estado: El Poder Ejecutivo ejerce la función administrativa en
forma dominante, pero residualmente lo hacen tambien el Poder Judicial y el Poder Legislativo.
Ahora bien, de acuerdo a una primera interpretación se entiende que cada poder ejerce exclusivamente
una función, pero estos límites actualmente fueron desdibujados y ahora cada poder ejercer alguna de
las funciones propias de otro poder.
En esta unidad veremos hasta qué punto el Poder Ejecutivo, cuya función propia es la administrativa,
ejerce atribuciones de carácter legislativo y reglamentario. En efecto, en ocasiones el Poder Ejecutivo
puede tomar funciones que le corresponden, en esencia, a otro poder, por ejemplo: el Poder Legislativo.
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Punto N°1:
• El acto administrativo de alcance general:
 Concepto de acto administrativo: Según Dromi, es toda declaración unilateral efectuada en el ejercicio
de la función administrativa, que produce efectos jurídicos individuales en forma directa.
 Concepto de acto administrativo general: No se puede realizar una definición, ya que, si se realiza una
interpretación amplia, se podría incorporar en su definición a los actos administrativos de alcance
individual y de alcance general, compartiendo estos sus principios básicos, o viceversa, incorporar
algunas características y ausentar otras.

• Distinción con el acto de alcance particular: Dependiendo de uno u otro tendrán mayor nitidez de su capacidad
de normar con carácter permanente o no de las situaciones jurídicas.
 Acto administrativo de alcance particular: Por ejemplo: Un acto administrativo.
▪ El acto dice quiénes son los destinatarios, es decir que está individualizado.
▪ El acto administrativo tiene un campo subjetivo cerrado. No se pueden restar o sumarse otros.
 Acto administrativo de alcance general: Por ejemplo: Un reglamento.
▪ El acto administrativo no tiene individualizado su destinatario.
▪ Tiene un campo abierto, por lo que permite que otros se puedan sumar o restar.

• Las diferencias entre el acto de alcance general y el reglamento:


 Alcance de los sujetos destinatarios: El acto administrativo de alcance individual se dirige a un sujeto
particular, mientras que los actos de alcance general (reglamentos) se dirigen a una pluralidad
indeterminada de personas.
 Tipo de casos: El acto administrativo regula casos concretos, mientras que el reglamento regula
situaciones abstractas.
 Forma de publicidad: El acto administrativo se notifica en forma personal a aquella persona a quién está
dirigido; en cambio, el reglamento, considerando su alcance general, es publicado en el Boletín Oficial.
Este reglamento entra en vigencia al octavo día de su publicación, salvo que se disponga lo contrario.
 Posibilidad de revocación: Los dos se pueden revocar, pero difieren entre ellos de acuerdo si se está
frente a un acto administrativo o un reglamento.
▪ Acto administrativo: La administración no puede revocar actos administrativos si generaron
derechos subjetivos, firmes y consentidos, y a la vez, si esos derechos se están cumpliendo,
salvo que el particular conociere el vicio o se otorgare a título precario.
▪ Reglamentos: Pueden ser revocados en sede administrativa mediante el dictado de otro
reglamento, mediante oposición o derogación. Tiene el mismo mecanismo que la derogación de
las leyes.
Por ejemplo: en el caso de que la administración dicte un reglamento y lo quiere revocar, puede
dictar otro acto de alcance general con la misma autoridad, pero en esos casos tiene que dejar
a salvo, reconocer o indemnizar los perjuicios ocasionados al particular por la revocación. Se
trata de un supuesto de responsabilidad del Estado por la actividad lícita. El Estado puede
responder aun obrando dentro del arco del derecho.

• Su relación con la ley-El acto general no normativo: Los reglamentos se relacionan con las leyes porque tienen
carácter normativo. Son normas y, por lo tanto, son reglamentos propiamente dichos; pero, sucede que tambien
pueden existir reglamentos sin tener un carácter normativo, es decir, que alcancen a una cantidad determinada
de personas. Por ejemplo: un acto que se dicta para regir en una determinada categoría de personas y que una
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vez que se ejecuta, cumple su objetivo y se extingue, por lo que no tiene vocación de permanencia, pero eso no
quita que siga siendo general, porque alcanza a una generalidad de personas. Es así, que algunos autores,
realizan una distinción entre reglamentos de carácter normativos y reglamentos de carácter no normativos.
En definitiva, se dice que no todos los actos de alcance general son reglamentos, sino solo aquellos que tienen
carácter normativo; pero, lo cierto es que la ley no distingue este tipo de actos, ni regula un régimen distinto
para cada uno de ellos. Más bien, la LPA y su reglamento, en lo que tiene que ver respecto a la terminología,
indistintamente habla de reglamentos, actos de alcance general y actos de contenido general, pero las tres
denominaciones hacen referencia a lo mismo. Por lo tanto, se trata de una distinción de matices que es
doctrinaria sin tener una recepción legislativa clara.

• Diferencia entre los reglamentos y las leyes: Esta rigidez existía en cuanto a la asignación de que cada poder
tenía una atribución específica, pero con el tiempo se fue desdibujando y cada uno empezó a tener atribuciones
que podrían ser entendidas como propias del Poder Legislativo. Sin embargo, aún caben hacer algunas
distinciones entre los reglamentos del Poder Legislativos y las leyes del Poder Legislativo. Más especificamente:
1- Órgano competente:
a- El reglamento: Lo dicta el Poder Ejecutivo.
b- Las leyes: En sentido estricto, solo son dictadas por el Congreso, ya que este tiene la potestad
para dictarlas y para hacerlo hay que seguir un trámite especial que está establecido por la CN.
2- Esencia: La ley tiene una esencia distinta que el reglamento, ya que proviene de un órgano
representativo y su proceso es mucho más complejo que el del reglamento, que lo hace un solo órgano.
-Balbín entiende que existe una potestad legisferante central en cabeza del Poder Legislativo, pero, a su vez,
existe una potestad periférica del Poder Ejecutivo, que tiene por fin permitir la puesta en marcha de las leyes
que el Congreso dicta.
En efecto, las leyes tienen un amplio sentido de generalidad y para ponerlas en marcha es necesario ir
reglamentándolas. El Poder Ejecutivo complementa las leyes a través del dictado de reglamentos, los cuales
permiten que se pongan en marcha las primeras, siempre teniendo en cuenta los límites que la CN impone a la
reglamentación.
Lo cierto es que, por regla general, existe una relación jerárquica entre la ley y el reglamento. Esta regla puede
sufrir excepciones, en lo que tienen que ver con la jerarquía de los reglamentos.

• Potestad reglamentaria del Poder Ejecutivo:


 Una de las potestades más importantes del Poder Ejecutivo es la reglamentación de una ley.
 El problema es que el Poder Ejecutivo, al hacer uso de sus facultades propias, puede dictar reglamentos
que pueden ser contraproducentes, porque pueden surgir de ellos ciertas contradicciones o
yuxtaposiciones de competencias de reglamentos a la hora de dictarlos. Además, existe la posibilidad
que el Poder Ejecutivo dicte, en el uso de sus atribuciones, ciertas atribuciones que no le son propios, si
no que son propias del Poder Legislativo, pero, por circunstancias excepcionales, se ponen en cabeza del
Poder Ejecutivo. Por ejemplo: en el caso de los Decretos de Necesidad y Urgencia o DNU, que son una
clase de reglamentos que el Poder Ejecutivo puede dictar. En estos casos, el Poder Ejecutivo ejerce una
función que no es suya propiamente, pero por una circunstancia excepcional que impide seguir el
trámite ordinario y complejo que exige el dictado de leyes, es necesario que así sea.
▪ DNU:
o Régimen legal:
✓ Requisitos: Están establecidos en la CN en el Art. 99: “El presidente de la
Nación tiene las siguientes atribuciones: 3. Participa de la formación de las
leyes con arreglo a la Constitución, las promulga y hace publicar. El Poder
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Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e


insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo. Solamente cuando
circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios
previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de
normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o de régimen de los
partidos políticos, podrá dictar decretos por razones de necesidad y urgencia,
los que serán decididos en acuerdo general de ministros que deberán
refrendarlos, conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros. El jefe de
gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días someterá la
medida a consideración de la Comisión Bicameral Permanente, cuya
composición deberá respetar la proporción de las representaciones políticas
de cada Cámara. Esta comisión elevará su despacho en un plazo de diez días
al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento, el que de inmediato
considerarán las Cámaras. Una ley especial sancionada con la mayoría
absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara regulará el trámite
y los alcances de la intervención del Congreso”.
✓ Mecanismos de control: Están establecidos en la Ley 26122. El mecanismo
de control se realiza a través de una Comisión Bicameral Permanente. Este
control es posterior al dictado del DNU por parte del Poder Ejecutivo.
o Antecedentes:
✓ Los DNU hasta 1994 fueron una creación jurisprudencia.
✓ Con la última reforma lo encontramos regulado en la CN en su respectivo
inciso donde encontramos los requisitos para el ejercicio de la potestad del
Poder Ejecutivo, con carácter excepcional y con un trámite sujeto al control
posterior por parte del Congreso.
✓ Estos tienen que cumplir con los requisitos establecidos en la CN y pasar por
el mecanismo de control que establece la Ley 26122.
o Jerarquía: Su jerarquía es la misma que las leyes. Por lo tanto, un DNU puede derogar,
es decir, dejar sin efecto, una ley formal dictada por el Congreso.
Como es una función que está muy por las afuera de las atribuciones permitidas por el
Poder Ejecutivo, tiene que ser ejercida en forma excepcionalísima y cuando sea
realmente imposible de seguir el trámite normal para la sanción de leyes.
En definitiva, por regla general, las normas tienen jerarquía inferior a las leyes, salvo en
algunos supuestos, como los DNU, que tienen jerarquía igual a las leyes.
o Características:
1- Implican el ejercicio de funciones legislativas.
2- Están sometidas al control de la Comisión Bicameral Permanente.
3- Tienen jerarquía igual a las leyes.
o Vigencia:
1- ¿Qué sucede cuando el Poder Ejecutivo dicta un DNU que entra en vigencia?
¿Este debe ser aprobado por la Comisión?: La ley dice que el Decreto entra en
vigencia en forma automática después de que fue dictado. Luego, este DNU va a
pasar por el control de la Comisión Bicameral, pero, mientras tanto, produce sus
efectos.
2- ¿Qué ocurre cuando el Poder Ejecutivo dicta un DNU, pasa por el control, pero
está dictamina que este es inconstitucional porque no cumple con los
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requisitos establecidos en la CN?: Un caso puede ser que no hay una situación
de emergencia que sea realmente relevante para su dictado. En ese caso
subsisten. Esto es porque los DNU están avalados por la CN, tienen jerarquía
legal y tienen un control que es ex post, por lo tanto, la potestad legislativa del
Poder Ejecutivo es muy amplia.
▪ Otros tipos de ejercicio de la potestad reglamentaria:
✓ Decretos de ejecución o reglamentarios:
o Régimen legal: Art. 99 Inc. 2 de la CN. Más específicamente, el Art. 99 Inc. 2 de
la CN dice: “El presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones…2)
Expide las instituciones y reglamentos que sean necesarios para la ejecución de
las leyes de la Nación, cuidando de no alterar su espíritu con excepciones
reglamentarias”.
o Tipo de jerarquía: Estos decretos no tienen jerarquía igual a las leyes.
o Características:
1) Implican el ejercicio de las atribuciones propias del Poder Ejecutivo.
2) Son los que más abundan.
3) Se caracterizan por ser dinámicos y generales de la propia actividad
legislativa, ya que hacen que continuamente las leyes se tengan que
estar detallando para obtener a sí su reglamentación específica.
4) El Poder Ejecutivo va a reglamentar las leyes a través de estos
reglamentos de ejecución.
5) Tienen control ex post.
✓ Reglamentos autónomos:
o Concepto: Existen diversas posturas respecto a su consideración:
1) Algunos argumentan que tienen que ver con un trámite interno de la
administración y, por lo tanto, no se publican porque no están
destinados a regir a la generalidad, si no que funcionan solo en el
ámbito interno de la administración. Son, por ejemplo, las regulaciones
respecto al régimen de los empleados.
Esto hace que esta zona de reserva no da lugar a una zona autónoma,
ya que todo obrar del Estado tienen que estar sujeto a las normas del
ordenamiento jurídico y tener una regulación.
2) Otros autores dicen que si son una categoría autónoma. Esto lo
refuerzan desde la regulación del Art. 99 Inc. 1 de la CN, que dice: “El
presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones: 1) Es el Jefe
supremo de la Nación, jefe de gobierno y responsable político de la
administración general del país…”.
Esta tesis es mayoritaria.
o Características:
1) Implican el ejercicio de las atribuciones propias del Poder Ejecutivo.
2) Son reglamentos considerados de menor importancia.
3) No se refieren a la generalidad de los habitantes, sino que están
destinados al ámbito interno de la administración.
4) Tienen categoría infra legal. Se deben sujetar a las leyes.
✓ Reglamentos delegados:
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a- Régimen legal: Art. 76 de la CN: “Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder


Ejecutivo, salvo en materias determinadas de administración o de emergencia
pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación
que el Congreso establezca. La caducidad resultante del transcurso del plazo
previsto en el párrafo anterior no importará revisión de las relaciones jurídicas
nacidas al amparo de las normas dictadas en consecuencia de la delegación
legislativa”.
b- Discusión sobre su existencia y alcance: Esta discusión nace a partir de la
confusión con los decretos reglamentarios. Lo cierto es que, si bien ambos
ponen en marcha las normas del Congreso, estos últimos lo hacen con un mayor
grado de generalidad, en el sentido de que el Decreto delegado implica la
delegación por parte del Poder Legislativo una porción de sus atribuciones, algo
que podría ser reglamentado por ley, por voluntad propia del Congreso.
c- Materia: Para que sea válido tiene que ser una materia determinada de acuerdo
a la administración y tiene que darse si o si debido a su limitado tiempo para su
ejercicio.
d- Control de la Comisión Bicameral Permanente: Este control es anterior a su
publicación y es el mismo que los del DNU.
La diferencia es que mientras en los DNU el control se hace posteriormente, en
los delegados el control es de manera anticipada, ya que la delegación se hace
de esa forma.
e- Tipo de jerarquía: Tienen jerarquía legal.

• Naturaleza jurídica de las ordenanzas municipales en la provincia de Buenos Aires:


 Concepto de las ordenanzas municipales: Son actos de alcance general que regulan, con carácter
indeterminado y abstracto, una situación dirigida a una generalidad de personas.
 Su relación con los reglamentos y a las leyes: Debido a su parecido, hay que analizar su naturaleza
jurídica para poder distinguirlos.
 Autonomía de los municipios-Discusión: Se discute muchísimo acerca de su autonomía, partiendo de:
1- Si entendemos que el municipio es autónomo, podríamos decir que las ordenanzas son
verdaderos actos legislativos que emanan del Órgano Deliberativo Municipal.
2- Si entendemos que no son autónomos, sino órganos con algún grado de descentralización
administrativa, entonces los actos que emanen de los municipios son actos administrativos de
alcance general.
A partir de allí se encuentran argumentos a favor y argumentos en contra de las dos posiciones. Los
administrativistas dirán que los municipios son autárquicos, que no tienen autonomía; pero, los
constitucionalistas o municipalistas entenderán que son autónomos.
En la doctrina del DA , cuando se analiza su naturaleza se toman a los autores más clásicos como, por
ejemplo, Marienhoff, que entenderán que son actos administrativos de alcance general; pero, después
habrán otros, como los municipalistas Hernández y Rossati, que entenderán que las ordenanzas son
normas dictadas en ejercicio de las funciones legislativas; entonces, si en Nación y en Provincia hay un
poder que dicta las leyes, en el municipio tambien lo hay, que es el Consejo Deliberante, que dicta las
normas locales.
No se trata de una mera discusión teórica, sino que tiene importantísimas consecuencias prácticas. Por
ejemplo: En la impugnación de las ordenanzas. Si yo entiendo que una ordenanza es un reglamento, la
impugno de acuerdo a la receta que da la LPA para impugnar los reglamentos; pero, si entiendo que es
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una ley, tendré que impugnarla como si así lo fuera, teniendo en cuenta otras herramientas procesales y
con otra competencia del fuero que entiende dicha controversia, por lo que no es algo menor que no
tiene relevancia.
 Jurisprudencia
▪ Fallo Rivademar:
✓ Si seguimos este fallo, vemos que desde este caso se viene pugnando por la autonomía
de los municipios.
✓ Luego de la reforma de la CN de 1994, se toma esta jurisprudencia de la CSJN, que
modifica el Art. 123 de la CN para incorporar la autonomía municipal, complementando,
además el Art. 5 de la CN que, si bien no fue modificado, es parte de los argumentos a
favor de dicha autonomía.
▪ Fallo Promenade:
✓ Una ordenanza municipal autorizaba realizar un determinado tipo de construcción.
✓ Dicha ordenanza fue modificada por otra que revoco esa autorización. Las explicaciones
que se dieron fueron por razones de oportunidad, mérito y conveniencia,
produciéndose así un cambio en el interés público.
✓ Sucedió que la empresa Promenade ya había empezado a construir lo habilitado, a la luz
de la ordenanza anterior, por lo que interpuso una acción de daños y perjuicios para que
se le reconozca, requiriendo una indemnización por el cambio normativo.
✓ Cuando Promenade interpone la demanda, la Municipalidad de San Isidro se presenta y
dice que había revocado la Ordenanza anterior porque esta era nula de nulidad
absoluta, ya que iba en contra de una ley de jerarquía superior; pero, había un
problema, que era que la Municipalidad no había utilizado ese argumento en la
motivación de la Ordenanza derogatoria, si no que en su fundamentación dijo que era
por razones de oportunidad, mérito y conveniencia.
✓ Al momento de dictaminar, la CSJN reconoció la naturaleza legislativa de las Ordenanzas
Municipales y hablo del concepto de la “Inderogabilidad singular de los reglamentos”,
que implica que una vez que la administración dicta un acto de alcance general, queda
obligada ella misma al cumplimiento de ese acto, así como todos los sujetos
destinatarios del mismo, y no podría válidamente derogarse ese acto general para un
caso particular.
✓ Fue así que en este fallo se discutió sobre el carácter legislativo o no de las Ordenanzas,
a pesar que tambien se tocaron otros temas.
✓ En definitiva, la CSJN decisión que, si tenía su alcance normativo, por lo que no resultaba
aplicable el principio de la inderogabilidad singular de los reglamentos, que aplica
exclusivamente a los reglamentos, ya que las ordenanzas no lo son.
✓ Especificamente:
a- La SCBA aplicó el principio de “inderogabilidad singular de los reglamentos”
entendiendo que nunca un reglamento podía crear excepciones a una norma
general.
b- La CSJN sostuvo que el principio de inderogabilidad singular de los reglamentos
no se aplica a los actos legislativos de sustancia normativa, como es el caso de
las Ordenanzas Municipales, respecto de las cuales cobran vigencia las reglas
generales de “ley posterior deroga ley anterior” y “ley especial deroga a ley
general”.
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✓ Impugnación de los reglamentos: La LPA y su Decreto Reglamentario establecen un


régimen de impugnación específico para los reglamentos. Es así que las personas
interesadas pueden impugnar directamente el reglamento mediante el reclamo que
prevé el Art. 24 Inc. a de la LPA, donde, en cuyo caso, interpuesto el reclamo impropio, y
luego de transcurridos 60 días, se configura el silencio formal del Estado que debe ser
interpretado como rechazo de las pretensiones del reclamante. Por su parte, el decreto
reglamentario agrega que el reclamo que resuelve la impugnación directa contra el acto
de alcance general no es recurrible en sede administrativa. Sin embargo, si el Ejecutivo
hubiere dado aplicación al reglamento mediante actos individuales y definitivos,
entonces, el particular debe impugnar directamente estos últimos y de modo indirecto
el acto general que les sirve de sustento.
 Provincia de Buenos Aires: Se entendió que los municipios son autónomos. A raíz de ello, se reformó la
Ley Orgánica de Municipalidades, que en su Art. 77 reglamenta: “Las disposiciones que adopte el
Consejo se denominarán: Ordenanza, si crea, reforma, suspende o deroga una regla general, cuyo
cumplimiento compete a la Intendencia Municipal. Las Ordenanzas serán consideradas ley en sentido
formal y material…”.
Lo cierto es que la autonomía municipal de la Provincia de Buenos Aires está lejos de verse concretada
en la realidad. Su autonomía es muy relativa, empezando por el hecho de que los municipios no dictan
cada uno su propia constitución, si no que, a pesar que se reformó la Ley Orgánica, formalmente tiene
tal carácter.
 Impugnación de ordenanzas municipales: El Código Contencioso Administrativo de Buenos Aires, en su
primera redacción, establecía que entre las pretensiones que se pueden interponer en el fuero
contencioso, estaba la “anulatoria”, la cual disponía la anulación de los actos administrativos de alcance
particular, general y las ordenanzas municipales.
Una parte de la doctrina que estaba a favor de la autonomía municipal y el carácter legislativo de sus
ordenanzas, estaba en contra de este texto porque decían que asimilaba la ordenanza a un acto
administrativo, “bajando su categoría”. Sucedía que el texto contradecía lo establecido en el Fallo
Rivademar, la reforma y el posterior fallo Promenade, donde tambien se dijo expresamente que las
ordenanzas tienen alcance legislativo a nivel local.
Con la reforma del Código se modificó este artículo quitando la mención a las Ordenanzas, pero la
reforma dejó de lado algunas referencias a ellas en otros pasajes del Código, ya sea, por error, olvido o
con alguna que otra intencionalidad.
En efecto, el Código habla de las Ordenanzas como si fueran objeto de impugnación ante el fuero
contencioso. Esto desató nuevamente un debate entre los doctrinarios. La duda principal está en ¿Cómo
si impugna una Ordenanza municipal, si el Código ya no la contempla expresamente? A partir de eso, se
determinaron algunas soluciones posibles, que son:
1- Se entiende que están dentro de la categoría de los actos administrativos de alcance general.
2- Se entiende que las Ordenanzas son un tipo de ley en sentido formal y material, por lo que hay
que impugnarlas como se impugnan las leyes.
Actualmente, la CSJN entiende que no se puede ir a la primera instancia. Es decir, no se puede impugnar
directamente la Ordenanza ante el fuero contencioso administrativo, sino que hay que ir por una acción
ante la Suprema Corte de la Provincia. En la práctica, por ejemplo, hay que ir a la ciudad de La Plata.
Lo que si se puede hacer es impugnar la Ordenanza de manera indirecta. Aquí el Consejo Deliberante
dicta una ordenanza, el sujeto que desea impugnarla debe esperar a que el Poder Ejecutivo se la aplique
a él particularmente, dictando un acto administrativo, un acto ejecutivo particular. A partir de allí, lo que
se impugnará será ese acto particular y en forma indirecta a la Ordenanza. Por ejemplo: Imaginemos
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una norma que habilita las construcciones de más de determinada altura en un sector de la ciudad y
sucede que un sujeto “x” cree que es inconstitucional porque viola “x” norma. Sabemos que no puede
impugnar directamente dicha ordenanza, sino que debe hacerlo indirectamente, por lo que tiene que
esperar a que se aplique la ordenanza. Es decir, si el Poder Ejecutivo dicta un acto de aprobación del
proyecto, lo que tiene que hacer el sujeto es impugnar ese acto de aprobación e indirectamente la
ordenanza.

Punto N°2:
• El procedimiento de elaboración de los actos de alcance general (reglamentos): El Decreto 1172/03 establece
el régimen sobre elaboración participativa de los reglamentos. Sin embargo, más allá de este decreto, existe un
profundo vació normativo.
Balbín dice que los pasos centrales a seguir en la elaboración de un reglamento, deberían ser los siguientes:
1- La elaboración del proyecto que explique su objeto y fundamentos (necesidad y oportunidad),
acompañado por un informe técnico, económico y jurídico. En particular, este último debe indicar cómo
el acto repercute en el ordenamiento jurídico.
2- El pedido e incorporación de informes, consultas y dictámenes a otros órganos estatales: Universidades,
asociaciones intermedias y particulares.
3- La publicación y el acceso a tales proyectos y sus antecedentes.
4- El debate mediante la intervención de las áreas competentes del Estado y la participación de la sociedad
civil: Audiencias, consultas, informes, impugnaciones, observaciones.
5- Las respuestas fundadas del Estado.
6- La aprobación y publicación del reglamento.
En síntesis, los aspectos centrales que debemos plantearnos son la necesidad del reglamento; sus efectos
sociales, jurídicos y económicos; el análisis de los distintos intereses afectados; su justificación; y su objeto en
términos claros y simples.

• El régimen jurídico de los actos de alcance general: Los aspectos básicos del régimen jurídico de los
reglamentos son:
1- El postulado de la inderogabilidad singular: Es la prohibición del Poder Ejecutivo de dejar de aplicar los
actos de alcance general sobre un caso particular, creando así un estado de excepción o privilegio
singular.
2- Aplicación de la LPA a los reglamentos: La discusión se basa en si se debe aplicar o no la LPA, pero
específicamente la LPA y su decreto reglamentario establecen de modo expreso en qué casos debe
aplicarse este bloque normativo sobre los reglamentos. Entre ellos está:
a- Art. 11 de la LPA: Establece que el acto administrativo de alcance general adquiere eficacia
desde su publicación.
b- Título IX de la LPA: Regula parcialmente los actos administrativos de alcance general.
c- Art. 103 de la LPA: Dispone que “Los actos administrativos de alcance general producirán
efectos a partir de su publicación oficial y desde el día que ellos se determinan; si no designan
tiempo, producirán efectos después de los 8 días, computados desde el día siguiente de su
publicación oficial”.
Es claro que la LPA debe aplicarse cuando así esta dicho por el propio legislador, pero ¿qué ocurre en
otros casos? Dice Balbín que debe analizarse cada instituto en particular y resolver si procede o no su
aplicación.
3- Impugnación de los reglamentos: La LPA y su Decreto Reglamentario establecen un régimen de
impugnación específico para los reglamentos. Es así que las personas interesadas pueden impugnar
Macarena A. Kroneberger 280

directamente el reglamento mediante el reclamo que prevé el Art. 24 Inc. a de la LPA, donde, en cuyo
caso, interpuesto el reclamo impropio, y luego de transcurridos 60 días, se configura el silencio formal
del Estado que debe ser interpretado como rechazo de las pretensiones del reclamante. Por su parte, el
decreto reglamentario agrega que el reclamo que resuelve la impugnación directa contra el acto de
alcance general no es recurrible en sede administrativa. Sin embargo, si el Ejecutivo hubiere dado
aplicación al reglamento mediante actos individuales y definitivos, entonces, el particular debe
impugnar directamente estos últimos y de modo indirecto el acto general que les sirve de sustento.
4- Legitimación en el trámite de impugnación de los reglamentos: La LPA y su Decreto Reglamentario
establecen expresamente que los recursos pueden ser deducidos por quienes aleguen un derecho
subjetivo o un interés legítimo. Por su parte, el Art. 24 de la LPA señala que el interesado “…a quien el
acto afecte…en forma cierta e inminente en sus derechos subjetivos…” puede impugnar el acto por vía
judicial.
De estos preceptos cabe inferir razonablemente que el título de un Derecho Subjetivo o interés legítimo
puede impugnar un acto de alcance general en sede administrativa, y solo el título del derecho subjetivo
puede hacerlo en sede judicial. A su vez, tras la reforma constitucional de 1994, el marco de la
legitimación debe ampliarse e incorporar entre sus cuadros a los titulares de los derechos de incidencia
colectiva.
5- Los efectos de la revocación: Por el Poder Ejecutivo o la declaración judicial de nulidad de los
reglamentos, ya sean absolutos o relativos.

• Los efectos de la revocación o declaración judicial de nulidad de los actos de alcance general: En el caso de los
reglamentos, los efectos comprendes dos aspectos relevantes, que son: Por un lado, los efectos temporales,
sean retroactivos o no, y, por el otro, los efectos relativos o absolutos. Esto es si la declaración de invalidez del
reglamento solo comprende a las personas recurrentes o debe extenderse sobre todos los afectados.
Cabe aclarar que estamos en el ámbito de expulsión del mundo jurídico de los reglamentos por declaración y
invalidez, y no su derogación.
El primer escalón de análisis es respecto del alcance subjetivo de los reglamentos. Esto es respecto a sus efectos
relativos o absolutos, es importante distinguir entre impugnaciones directas e indirectas:
1- Impugnaciones directas: Ocurren cuando el recurrente decide cuestionar el reglamento por vicios o
defectos inherentes a él.
2- Impugnaciones indirectas: Tienen lugar cuando los interesados cuestionan el acto aplicativo, acto
singular, con sustento en las irregularidades de aquellos, es decir, el planteo se hace por medio de los
actos particulares que aplican el reglamento supuestamente inválido.
El segundo escalón de análisis se basa en distinguir si se trata de una revocación en sede administrativa, o bien
de una declaración judicial de nulidad. A partir de allí se debe analizar lo siguiente:
1- Las impugnaciones indirectas y revocaciones en sede administrativa.
2- Las impugnaciones directas y revocaciones en sede administrativas.
3- Las impugnaciones indirectas y declaraciones judiciales de nulidad.
4- Las impugnaciones directas y declaraciones judiciales de nulidad.
En los dos primeros casos, los efectos extintivos son absolutos. De esa forma, la resolución dictada por pedido
de parte o bien de oficio por el Poder Ejecutivo, trae consigo la extinción del acto con efectos absolutos, pues
este tiene la obligación, en caso de ilegitimidad del acto cuestionado, de: modificarlo, sustituirlo o revocarlo. Es
decir, que el Poder Ejecutivo debe respetar el principio de legalidad sin cortapisas.
En el tercer escalón de análisis, hay que mirar si sus efectos deben ser relativos, es decir, solo entre las partes.
Ya en el escalón cuarto, la decisión que se tome debe tener efectos absolutos; sin embargo, cuando el fallo
Macarena A. Kroneberger 281

judicial crease o mantuviese un estado desventajoso respecto de quienes no fueron parte en el proceso judicial,
sus efectos no pueden desconocer el derecho de los terceros nacidos bajo ese reglamento.
Por último, respecto a los efectos temporales de la revocación y declaración judicial de nulidad de los
reglamentos, hay que analizar si el acto judicial tiene efectos retroactivos. En este punto se debe seguir el
mismo criterio que se aplica en relación a los actos de alcance particular, su invalidez y sus efectos temporales.

Punto N°3:
• El principio de la inderogabilidad singular de los reglamentos: Según Balbín, este postulado establece que el
Poder Ejecutivo no puede dejar sin efecto un acto de alcance general, en el marco de un caso particular, porque
ello desconoce los principios de legalidad e igualdad. Es decir, que el Poder Ejecutivo no puede aplicar el
reglamento, dejar de hacerlo y luego volver a aplicarlo.
Ahora bien, el Poder Ejecutivo si puede dictar y derogar reglamentos, pero lo que no puede hacer, en el marco
de los casos particulares, es aplicarlo o no, según sean las circunstancias del caso y su libre arbitrio.
La derogación singular desconoce el principio de legalidad (la ley no lo autoriza a inaplicar el reglamento en un
caso individual) y el principio de igualdad (crea situaciones desigualitarias entre los destinatarios del
reglamento).
En resumen, es un principio jurídico que tiene receptación jurisprudencial y que tiene vinculación con el
principio de legalidad, que implica que la administración está impedida de modificar o no cumplir el reglamento
cuando dicta un acto particular, a fin de tutelar la igualdad de tratamiento entre los administrados. Esto es así
dado que la administración está tambien sometida al reglamento. Es decir, que el reglamento no puede ser
singularmente derogado.
Este principio, a su vez, establece doblemente dos tipos de límites, que son:
1- Límite sustancial: Impide a la autoridad administrativa crear excepciones a la norma general.
2- Límite formal: Señala un rasgo propio de los reglamentos, su generalidad.

• Fundamentos constitucionales:
• Comparación entre el sistema nacional y provincial:
• Efectos prácticos del principio:
Punto N°4:
• Los reglamentos autónomos: Tambien denominado “Decretos Independientes”.
 Concepto: Es aquella norma de alcance general que dicta el Poder Ejecutivo sobre materias que no son
exclusivas de competencia de ordenación y regulación y que, por ende, excluye la intervención del
legislador. En tal caso, el Poder Ejecutivo regula el núcleo y los detalles de tales normas,
constituyéndose así en una zona propia de él (Zona de Reserva de la Administración) en el ámbito
normativo, es decir, que el decreto autónomo comprende el campo regulatorio, legislativo y
reglamentario. Por ello, es que estos reglamentos tambien son denominados “Decretos Independientes”
porque son decretos que no dependen de las leyes del Congreso.
En otras palabras, este decreto, según quienes creen en él, es el decreto que dicta el Poder Ejecutivo
sobre materias que son exclusivas de competencia regulatoria y que, consecuentemente, comprenden
el núcleo y el complemento del objeto regulado, de modo tal que el Poder Ejecutivo prescinde de las
leyes sancionadas por el Congreso. Más aún, si el Legislador dictase una ley sobre ese objeto y el Poder
Ejecutivo hiciere eso mismo, debe prevalecer el decreto en razón de las materias regladas.
 Fundamentos constitucionales: Su fundamento se encuentra en la Zona de Reserva de la
Administración Pública con sustento en el Art. 99 Inc. 1 y el Art. 100 de la CN, sobre la Jefatura de la
Administración Pública.
Macarena A. Kroneberger 282

Balbín se manifiesta en contra de estos fundamentos constitucionales. Dice que el ejercicio de la


administración general del país no supone ni exige necesariamente el reconocimiento del poder de
dictar decretos con carácter exclusivo prescindiendo de la voluntad del Congreso, menos aún después
de la reforma de la CN en 1994, ya que la Convención reconoció en el Poder Ejecutivo el ejercicio de las
potestades legislativas solo en situaciones excepcionales.
Las facultades constitucionales comprendidas en este apartado comprenden funciones de
administración o ejecución material y no de ordenación, ni de regulación de situaciones jurídicas.
Es más, la Constitución Nacional si establece expresamente, y en sentido contrario, el principio de
reserva legal, o sea, que el poder de regular el núcleo es propio del legislador y no del presidente. Esto
significa que este no puede inmiscuirse en las potestades de regulación del Congreso.
 Teorías negativas: Dice que el Poder Ejecutivo no tiene una Zona de Reserva propia en materia
normativa o regulatoria y, en consecuencia, no puede dictar decretos autónomos o independientes. Es
decir, el ejercicio de las actividades de regulación del presidente está limitado por el núcleo, que es
definido por el Poder Legislativo en todos los ámbitos materiales. Más aún, la potestad regulatoria
reglamentaria que prevé el Art. 99 Inc. 2 de la CN sobre los detalles de la ley, no constituye una Zona de
Reserva propiamente dicha toda vez que, aún en tal caso, el Congreso puede incluir en el texto legal los
detalles o las particularidades de la materia reglada junto con los aspectos más densos y profundos.
La CN establece, entonces, dos centros de producción normativa, que son el Congreso y el Poder
Ejecutivo, que potencialmente concurren en la regulación de cualquier materia en dos niveles de
abstracción, esto es, por un lado, central y, por el otro, periférico. A su vez, el papel de la ley y el decreto
en a la regulación de las materias depende tambien de la decisión del legislador, que puede agotar la
regulación con las particularidades, circunstancias o detalles. Esto es, avanzar sobre el campo periférico.
 En la práctica: Los decretos autónomos, más allá de nuestro rechazo, han sido utilizados en ciertos casos
particulares. Por ejemplo: En la creación de los entes autárquicos. Más reciente, cabe citar los decretos
dictados por el presidente, que han retomado el concepto de Decretos Autónomos, por caso, las
disposiciones sobre el marco del sector salarial en el sector público.
Sin embargo, tambien es cierto que el legislador ha avanzado y regulado estas materias por ley. Por
ejemplo: el marco jurídico legislativo sobre los agentes públicos y el procedimiento administrativo en la
LPA.

Punto N°5:
• Los reglamentos de ejecución:
 Noción: Son los actos que dicta el Poder Ejecutivo con el propósito de fijar los detalles o pormenores de
las leyes sancionadas por el Congreso. Es decir, las reglas de carácter general, abstractas y obligatorias,
pero con alcance específico y periférico.
 Competencia constitucional: El Poder Ejecutivo, conforme al Art. 99 Inc. 2 de la CN “…expide las
instrucciones y reglamentos que sean necesarios para la ejecución de las leyes”.
 Límite: La CN establece que el límite para el ejercicio de estas potestades es la prohibición de alterar el
espíritu de las leyes mediante excepciones reglamentarias.
 Práctica-gráficos de centros normativos (ley y reglamento):
▪ Si tuviéramos que gratificarlo, deberíamos dibujar dos círculos, que podríamos ponerles el
nombre de “central” y “periférico”. El del centro está la ley que compete al Congreso y, por el
otro lado, vamos a tener el campo del reglamento, que es propio del Poder Ejecutivo.
▪ Eso nos sirve para detenernos en el análisis de las competencias entre los Poderes Ejecutivo y
Poder Legislativo.
▪ Para hacerlo, debemos analizar la definición de los conceptos de núcleo y complemento:
Macarena A. Kroneberger 283

a- Núcleo: El alcance de la ley es ilimitado y, por ello, podemos afirmar que el campo de
actuación es residual y limitado, según el mandato constitucional y el alcance de la ley
en cada caso particular.
b- Complemento de la ley: Es un ámbito de regulación que el legislador resuelve llenar o
no discrecionalmente, de manera tal que el Poder Ejecutivo solo puede regular
mediante el reglamento los intersticios que aquel dejó libre al ejercer sus potestades
regulatorias normativas.
▪ Si el legislador deja librado al Poder Ejecutivo del núcleo, entonces el Poder Ejecutivo puede
dictar los decretos reglamentarios. Esto es así por disposición constitucional y no en virtud de
una autorización del legislador.
▪ De esa forma, el título normativo de habilitación es el propio texto constitucional, pero el
ejercicio de la potestad reglamentaria solo es posible si la ley no regulo el circulo periférico del
ordenamiento normativo.
▪ En síntesis, la potestad reglamentaria del Poder Ejecutivo está determinada en el caso concreto
por el alcance de la regulación que hace la propia ley del Congreso.
▪ En caso de que el legislador fije los pormenores en el propio texto legal, su regulación alcanza
rango legal (ilegalización) de manera tal que el Poder Ejecutivo no puede luego modificar o
derogar la ley, ni siquiera en los aspectos complementarios.
 Límite de la potestad reglamentaria del Poder Ejecutivo: Es no alterar el espíritu de la ley, pero hay
excepciones, las cuales se deben interpretar en los siguientes términos:
a- El Decreto no puede modificar, derogar o sustituir la ley so pretexto de la reglamentación, ni
invadir la zona del legislador.
b- El presidente debe observar el trámite que prevé la CN.
 ¿Qué debe incluir el reglamento?: Solo debe incluir lo imprescindible para la aplicación, ejecución,
desarrollo o interpretación de la ley. Es decir, las disposiciones reglamentarias deben limitarse a
establecer reglas cuyo contenido sea la explicación, interpretación, aclaración y precisión conceptual de
la ley de modo de lograr la correcta aplicación y cumplimiento de esta.
A su vez, los decretos no pueden establecer nuevos mandatos normativos, extensivos o restrictivos del
alcance general de la ley, salvo aquellos aspectos meramente instrumentales (de organización o
procedimientos) que no alteren el contenido del texto ni el sentido legal. Asimismo, el decreto no puede
restringir las situaciones favorables creadas por la ley o, en su caso, ampliar las que fueren
desfavorables, por caso limitar más los derechos regulados o exigir otras cargas.
 El grado de extensión de las bases-su relatividad: Su relatividad depende de las siguientes directrices:
1- Criterio de esencialidad o sustantividad del objeto regulatorio y su alcance: Es propio del Poder
Legislativo. Debe definirse por las siguientes pautas:
a- Las reglas constitucionales específicas deben exigir mayor sustantividad. Por ejemplo:
En el campo penal y tributario el grado de extensión del círculo central debe ser mayor
que, por ejemplo, en el marco del empleo público.
b- La distinción entre las actividades de regulación estatal, deben ser de mayor contenido y
desarrollo en su objeto y finalidad, y las actividades de prestación, deben tener menor
sustantividad.
c- Respecto de las características o naturaleza de las materias, si el objeto a regular fuese
cambiante y dinámico, debe reconocer menos sustantividad.
d- Las características del procedimiento de aplicación de la ley, deben tener más o menos
debate, o, más o menos participación. Por tanto, si el trámite de aplicación de la ley es
Macarena A. Kroneberger 284

más particular y más debatido, es posible exigir menos sustantividad, ya que, al fin y a
cabo, este reproduce los valores propios del procedimiento parlamentario.
e- El poder responsable de la aplicación de la ley, así se tratase del Poder Ejecutivo en su
propio ámbito, el poder regulatorio complementario es mayor y las bases menores; por
el contrario, si se aplica sobre situaciones jurídicas o en el ámbito del Poder Judicial, su
alcance (bases) es evidentemente mayor.
2- La previsibilidad del mandato y sus consecuencias: El núcleo o sustancia debe determinar
claramente cuál es el mandato y cuáles son sus consecuencias. Esto es sobre la base de los
principios de certeza y la seguridad jurídica. Mayor regulación sustantiva es, por tanto, mayor
previsibilidad.
 Contrariedades de los Principios de legalidad y el Principio de Reserva de la Ley:
▪ Estas contrariedades son las cláusulas generales, los conceptos indeterminados y los poderes
discrecionales, además de las practicas institucionales.
▪ Ante tales dificultades, se planteó la idea de sustituir el postulado de reserva de la ley por el de
reserva de la norma jurídica.
▪ Cree Balbín que este concepto es insuficiente por cuanto es necesario repensar y reformular el
principio más básico de la división de poderes y no solo el vínculo entre los poderes legislativos y
ejecutivo en el ámbito regulatorio.
 Fallo Gentini: (2008)
▪ En este fallo se sostuvo que “es inherente a la naturaleza jurídica de todo reglamento su
subordinación a la ley de lo que se deriva que con su dictado no pueden adoptarse disposiciones
que sean incompatibles con los fines que se propuso el legislador, sino que solo pueden
propender al mejor cumplimiento de sus fines”.
▪ Se afirmo que “es evidente que el artículo 4 del decreto 395/92, al establecer que las
licenciatarias no están obligadas a emitir los bonos de participación en las ganancias, desatendió
la finalidad de proveer el mejor cumplimiento del mandato legal contenido en el Art. 29 de la ley
23.696 (Emitir bonos de participación en las ganancias), en la medida en que no solo no se
subordinó a la voluntad del legislador allí expresada en forma inequívoca ni se ajustó al espíritu
de la norma para constituirse en un medio que evitase su violación, sino que-por el contrario-se
erigió en un obstáculo al derecho reconocido a los trabajadores, frustratorio de las legítimas
expectativas que poseían como acreedores”.
 Ámbito subjetivo:
▪ Tiene que ver respecto del órgano titular de su ejercicio. Si bien es cierto que el presidente
conserva el poder de dictar los reglamentos de ejecución, según el Art. 99 Inc. 2 de la CN, el jefe
de Gabinete, a su vez, expide los reglamentos que sean necesarios para ejercer las facultades
que reconoce a su favor el Art. 100 de la CN, y las que delegue el presidente.
▪ Aquí, cabe señalar que la potestad de dictar normas de ejecución que compete, en principio al
presidente y al Jefe de Gabinete, puede ejercerse por sí o trasladarse a los órganos inferiores.
▪ En efecto, el legislador puede, entre sus facultades implícitas, delegar el ejercicio regulatorio del
reglamento, que es de carácter concurrente entre este y el Poder Ejecutivo, en los órganos
inferiores de la administración, y, entre ellos, los ministros.
▪ A su vez, el Poder Ejecutivo puede tambien delegar en cada caso particular el poder de fijar los
detalles pormenores de la ley ya sancionada por el Congreso. De todos modos, esta delegación
no puede, en ningun caso, tachar o limitar la potestad reglamentaria del poder jerárquico del
presidente.
Macarena A. Kroneberger 285

▪ En síntesis, el poder reglamentario de los órganos inferiores de la administración no tiene el


alcance de un poder originario sino derivado, en virtud de habilitaciones legislativas o
delegación del propio poder administrador (Poder Ejecutivo) y, además, complementario de la
ley y del decreto reglamentario.

Punto N°6:
• Los reglamentos delegados:
 Concepto de reglamentos delegados: Son los actos de alcance general que dicta el presidente sobre
materias legislativas, previa autorización del Congreso. Aquí, evidentemente el Poder Ejecutivo ingresa
en el círculo central propio del legislador. Esto es así porque el legislador traspasa el Poder Ejecutivo
materias que, en vez de ser regladas por ley y a través del trámite parlamentario, son reguladas por el
presidente por medio de decretos.
 Concepto de delegación: La delegación legislativa es una alteración circunstancial y excepcional del
sistema de división y equilibrio entre poderes que prevé el propio texto constitucional. El instituto de la
“delegación” amplia el ámbito regulatorio del Poder Ejecutivo, exceptuándose así del modelo ordinario
de distribución de competencias constitucionales entre la ley y el decreto.
 Tipos d delegación:
1- Ley de delegación: La ley transfiere competencias legislativas.
2- Decreto delegado: La ley dictada por el Poder Ejecutivo, en virtud de la ley de delegación,
completa el círculo central.
 Diferencia entre reglamentos de ejecución y decretos delegados:
▪ Reglamentos de ejecución: Son los que dicta el presidente en ejercicio de las competencias que
prevé el Art. 99 Inc. 2 de la CN para reglamentar los detalles de las leyes sancionadas por el
Congreso. No se trata de una competencia legislativa asumida por el Poder Ejecutivo en razón
de una habilitación legal, sino de una facultad propia del presidente, donde cuyo rango
normativo debe ubicarse por debajo de las leyes.
▪ Decretos delegados: Son de naturaleza legislativa (círculo central o esencial) y dictados por el
Poder Ejecutivo en virtud de una transferencia de competencias del legislador. Así, los decretos
de ejecución reglan los detalles de la ley y los delegados regulan cuestiones sustanciales de
acuerdo con las bases que fije el propio legislador, y en sustitución de las competencias
legislativas. De modo que aquí el círculo central no está cubierto sólo por la ley, sino por la ley
(ley de delegación) y el decreto delegado. Luego, el Poder Ejecutivo puede dictar el decreto
reglamentario sobre los pormenores (círculo periférico).
 La reforma constitucional de 1994:
▪ Antecedentes:
✓ La CN de 1853/60 nada decía de los decretos delegados; pero, los Tribunales
consideraron durante mucho tiempo que los decretos delegados eran simplemente de
carácter reglamentario y que, por tanto, no alteraban el espíritu de las leyes (círculo
central).
✓ En conclusión, convalidaron las delegaciones desde 1929 hasta 1994, salvo algunos
pocos casos donde hubo una excepción.
✓ Respecto del criterio de la CSJN, históricamente fue la aceptación de las delegaciones,
aunque no de modo abierto y claro, sino justificando el dictado de los decretos
legislativos bajo los términos del Art. 99 Inc. 2 de la CN.
✓ El precedente más paradigmático, que fue seguido por el Tribunal desde entonces, con
contadas excepciones hasta 1994, fue el Fallo Delfino (1927):
Macarena A. Kroneberger 286

- Fue un caso donde el Poder Ejecutivo le aplicó una multa a un barco alemán por
haber tirado residuos a un rio. El dueño del barco interpuso una demanda,
diciendo que se le estaba imponiendo una sanción penal y que el Poder
Ejecutivo no estaba facultado para ello.
- El tribunal advirtió la dificultad de discernir entre el núcleo y el complemento de
las materias a regular. Fue así que dijo que el primero es la competencia del
Congreso, a través de la sanción de las leyes, y el segundo corresponde al Poder
Ejecutivo de sus potestades regulatorias reglamentarias. En efecto, ambos
poderes concurren por mandato constitucional para reglar una materia, pero
con diferente alcance y complementario.
- La Corte determinó que el Poder Ejecutivo no estaba ejerciendo una facultad
delegada, sino una facultad propia, que estaba fundada en el Art. 86, actual Art.
99, de la CN. De esa forma, el Poder Ejecutivo hace las leyes generales y no las
puede casuísticamente tocar cada uno de los puntos de las diferentes
situaciones que regula, y que eso es atribución del Poder Ejecutivo, y, por lo
tanto, no se esta frente a un poder delegado, lo cual estaba prohibido antes de
la reforma, sino que, en este caso concreto, el Poder Ejecutivo está
reglamentando una ley relativa a la contaminación del río, por lo que es una
facultad suya y no una delegación.
- Además, determinó que la diferencia entre la delegación propia e impropia,
diciendo que no puede transferirse una potestad propia del Poder Legislativo al
Poder Ejecutivo para que la use sin parámetros, porque eso sería dar la potestad
de hacer la ley, acto que no se puede llevar a cabo. Lo que si se puede hacer es
realizar una delegación impropia, permitiendo al Poder Ejecutivo reglamentar
detalles o pormenores que permitan poner en ejecución la ley. La actividad
legislativa es tan amplia que sería imposible que regule minuciosamente todas
las cuestiones. Por ello, la ley es más general y permite al Poder Ejecutivo
reglamentar los pormenores.
- En este caso tambien se habla del poder de policía, donde se le da la posibilidad
al Poder Ejecutivo de reglamentar dentro del marco de sus atribuciones,
restringir los derechos de los particulares en post de lograr la vigencia del
ordenamiento jurídico. Los derechos no son absolutos, si no que pueden
limitarse a través de la reglamentación; pero, se debe tener en cuenta que esta
debe ser razonable, es decir, cuidando de no alterar su espíritu.
- En definitiva, la CSJN dijo que en este caso se ejercicio el poder de policía para
lograr la vigencia de la ley.
✓ Otro caso fue el Fallo Prattico (1960):
- Sucedió que el Poder Ejecutivo decretó un aumento salarial en una suma fija.
- El actor tenía una empresa y, conforme al decreto que había dictado el Poder
Ejecutivo, le debían aumentar el sueldo a todos sus empleados. Sin embargo,
esto se objeta, diciendo que el Poder Ejecutivo estaba violando los principios de
contratación, la libertad al derecho de propiedad y la división de poderes,
debido a que tal facultad no era suya, sino del Poder Legislativo.
- La CSJN determinó que la facultad ejercida por el Poder Ejecutivo tenía que ver
con una razón de materia de urgencia, de emergencia económica y que, por lo
tanto, esa facultad era válida. Además, dijo que en el caso de que hubiera un
Macarena A. Kroneberger 287

choque de intereses entre los contratantes y los empleados, prevalecía el


derecho de los trabajadores.
- A raíz de lo anterior, la Corte convalido dicho ejercicio de las potestades
reglamentarias en cabeza del Poder Ejecutivo.
- Nota: Es así que este límite muchas veces se funda en la emergencia y se va a
corriendo cada vez más a lo largo del tiempo.
✓ Por último, se dio el Fallo Cocchia (1993):
- En este fallo, la Corte intentó reformular esos conceptos jurídicos dándole un
nuevo contenido, pero Balbín cree que generó mayor confusión e imprecisión
conceptual.
- Este caso parte de una ley, que surgió en el ’89, que delegaba las funciones
legislativas al Poder Ejecutivo, sin la palabra “delegación”, ya que estaba
prohibida antes de la reforma.
- Su fin era que el Poder Ejecutivo puede administrar determinadas cuestiones en
los puertos.
- A partir de la ley, el Poder Ejecutivo dicto un decreto, que fue recurrido por un
sindicato portuario, diciendo que vulnera sus derechos laborales y que, además,
con el decreto excedía de sus facultades y, por lo tanto, de lo que podía regular.
- En primera y segunda instancia, decretaron la inconstitucionalidad; pero esto no
quedo allí, sino que este caso llego a la CSJN y, como necesitaba encuadrar estas
“delegaciones”, lo hizo dentro del “Decreto de Ejecución”, diciendo que la
delegación impropia podía ser permitida, siempre que la ley diga cómo ejercer
esa facultad delegada, por lo que hizo lugar a la inconstitucionalidad de algunos
artículos relativos a los derechos laborales, pero, lo importante es la distinción
que hace entre facultades delegadas, prohibidas y ejecutorias, conforme a las
cuales el Poder Ejecutivo puede reglamentar pormenores de las leyes.
- Es así que encuadra lo realizado por el Poder Ejecutivo en las acciones
ejecutorias porque la delegación de competencias estaba prohibida, pero había
que “buscarle la vuelta” para admitirlas.
- En este caso se distingue:
1- Delegaciones impropias: Solo habla de las cuestiones a reglamentar-Es
válida.
2- Delegación propia: Cuando se delega para legislar sobre el núcleo y el
fundamento.
- La Corte evito hasta este momento crear categorías cerrados (por ejemplo, el
DNU, que es una delegación, que no se podía hasta ese momento; ejecutorio,
etc.). No lo encuadró fijamente, pero lo hizo a propósito para evitar crear
categorías cerradas.
✓ Principales rectores de la CSJN en los casos Delfino, Arpermar, Cocchia, Prattico, etc.
fueron:
a- El congreso no puede delegar en el Poder Ejecutivo o en otro departamento de
la Administración, ninguna de las atribuciones o poderes que le han sido
expresa o implícitamente conferidos y que, desde luego, no existe propiamente
delegación sino cuando una autoridad in vestida de un poder determinado hace
pasar el ejercicio de ese poder a otra autoridad o persona descargándolo sobre
ella.
Macarena A. Kroneberger 288

b- La ejecución de una política legislativa supone el poder de dictar normas


adaptadas a las cambiantes circunstancias sobre todo en materias sujetas a
constantes variaciones. Sin embargo, no se trata aquí de delegaciones
legislativas sino del ejercicio condicionado y dirigido al cumplimiento de las
finalidades previstas por el Legislador.
c- El Poder Ejecutivo, en ejercicio de las facultades reglamentarias que confiere el
Art. 86 Inc. 2, puede establecer condiciones, requisitos, limitaciones o
distinciones siempre que se ajusten al espíritu de la norma reglamentada o
sirvan razonablemente a la finalidad esencial que la ley persigue aun cuando no
hubiesen sido previstas por el Legislador de modo expreso. Además, la facultad
del ejecutivo comprende las atribuciones de interpretar, completar y asegurar
los fines de la ley.
d- Sin embargo, no es lícito al Poder Ejecutivo, so pretexto de estas facultades
reglamentarias, sustituirse al legislador y por supuesta vía reglamentaria dictar
la ley. e) Si bien los reglamentos integran la ley, ello es así en la medida en que
respeten su espíritu, ya que en caso contrario pueden ser invalidados como
violatorios del Art. 86 Inc. 2.
Es claro que la Corte no ha establecido un criterio que nos permita distinguir en qué
casos el decreto altera el sentido de las leyes y que casos no. Sin perjuicio de ello, el
Tribunal durante este período convalidó de modo indirecto delegaciones cada vez más
amplias de facultades legislativas en el presidente.
▪ Reforma constitucional de 1994: Introdujo otro escenario jurídico, que es que el texto
constitucional dispone:
1- Art. 76 de la CN: “Se prohíbe la delegación legislativa en el PE, salvo en materias
determinadas de administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su
ejercicio dentro de las bases de la delegación que el Congreso establezca”.
-Este artículo ofrece algunas indeterminaciones, pero, siguiendo el principio
democrático, la interpretación más razonable es aquélla que favorece la participación
del Congreso en el dictado de las regulaciones.
2- Art. 100 Inc. 12 de la CN: El jefe de Gabinete debe “…refrendar los decretos que ejercen
facultades delegadas por el Congreso, los que estarán sujetos al control de la comisión
bicameral permanente”.
3- Art. 99 Inc. 3 de la CN: “Una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la
totalidad de los miembros de cada Cámara regulará el trámite y los alcances de la
intervención del Congreso”.

 Requisitos-Excepciones: La CN establece como principio, en el Art. 76, la prohibición del legislador de


transferir potestades regulatorias en el Poder Ejecutivo. A su vez, prevé como excepción, que el
legislador delegue, y, consecuentemente, el Ejecutivo dicte decretos delegados si cumplen con los
siguientes requisitos:
1- Requisito material: La delegación debe tratar sobre materias determinadas de administración o
emergencia pública.
Las materias prohibidas en el ámbito de las delegaciones legislativas son las siguientes:
a- Cuestiones de materia penal, tributaria, electoral y de partidos políticos, excluidas por
aplicación analógica del Art. 99 Inc. 3 de la CN.
Macarena A. Kroneberger 289

b- Las materias sobre las que la CN exige el principio de legalidad con carácter explicito,
específico y formal.
c- Las facultades que prevé el Art. 75 de la CN no están incluidas en este mandato
prohibitivo porque aquí el principio de reserva es genérico y, en ciertos casos, residual.
d- Cuando una de las dos Cámaras del Congreso actúa como Cámara de Origen.
e- Las competencias que, si son ejercidas por el Poder Ejecutivo, resultan desnaturalizadas
en razón de su carácter o contenido. Por ejempl: potestades del control del Congreso.
f- Las facultades materiales administrativas del Congreso. Por ejemplo: Los
nombramientos de los funcionarios, la concesión de amnistías generales, etc.
g- Los actos complejos en los que intervine el presidente y el Congreso. Por ejemplo:
negociación, firma, apropiación y ratificación de TTDDHH).
En síntesis, el Poder Legislativo no puede transferir las atribuciones de gobierno, administración,
jurisdiccionales, de control y las constituyentes. A su vez, el Congreso no puede delegar la
facultad de fijar las bases, ni el plazo de ejercicio del poder regulatorio transferido.
Las materias comprendidas por la administración que prevé la CN como permitidas en el plano
regulatorio, según Balbín, son aquellos donde cuyo núcleo es el conjunto de actividades propias,
habituales y normales del Poder Ejecutivo, según el ordenamiento vigente. Por ejemplo: Son,
entre otras, las relativas a las estructuras administrativas, los procedimientos administrativos,
los agentes del sector público y las contrataciones del Estado.
Solo pueden delegarse al Poder Ejecutivo la potestad de regular las materias en las que el
Estado es parte, esto es, solo en las situaciones jurídicas en que este tiene intereses propios,
exclusivos y directos.
-Concepto de “emergencia pública”: Aquí tambien existe el límite negativo en razón de la
materia. Para el resto de las materias (residuo), es parte de las cuestiones que sí puede delegar
el Congreso en el Poder Ejecutivo y siempre en el contexto de las situaciones de emergencia. Es
decir, aquí no existe contenido positivo (materias comprendidas en el concepto jurídico de
“emergencia”), sino simplemente negativo y residual. Por ello, la emergencia es un concepto
residual, a diferencia de la administración, en los términos del Art. 76. Es decir, el Estado de
emergencia es una situación que comprende cualquier materia, salvo las vedadas por una
interpretación integral del texto constitucional).
La Corte ha manifestado que la emergencia abarca un hecho cuyo ámbito temporal difiere
según las circunstancias modales de época y sitios.
En conclusión, las materias de administración, en el contexto del Art. 76, son actividades
normales u ordinarias del Poder Ejecutivo en su orden interno y en sus relaciones con terceros.
Por su parte, el concepto de emergencia, es el estado de hecho, extraordinario e imprevisible,
creados para situaciones de gravedad y necesidad.
2- Requisito subjetivo y de forma: La CN define el aspecto subjetivo propio de las delegaciones
legislativas. En efecto, por un lado, el órgano delegante es el Poder Legislativo, y, por el otro, el
órgano delegado es el Poder Ejecutivo.
En principio, el presidente, según Balbín, no puede subdelegar en sus órganos inferiores las
potestades legislativas transferidas por el Congreso. Es más, aún cuando el Congreso autorice
expresamente la subdelegación de las facultades legislativas por el presidente en sus órganos
inferiores, este cuadro es inconstitucional. El presidente no puede delegar por decreto las
competencias regulatorias legislativas y, asimismo, la ley de delegación tampoco puede
autorizar a trasladar las potestades materialmente legislativas en sus órganos inferiores.
Macarena A. Kroneberger 290

Otro aspecto tiene que ver en que si el Congreso puede delegar directamente sus facultades en
los órganos inferiores de la administración. Balbín cree que esto tampoco es posible. Sin
embargo, cabe aquí recordar que la Corte convalidó la subdelegación de facultades legislativas
en los órganos inferiores en el Fallo Comisión Nacional de Valores c. Terrabusi (2007). En igual
sentido, el tribunal dijo en el Fallo YPF c. ESSO (2012), que “las atribuciones especiales que el
Congreso otorga al Poder Ejecutivo para dictar reglamentos delegados, pueden ser
subdelegadas por este en otros órganos o entes de la administración pública, siempre que la
política legislativa haya sido claramente establecida. Sin embargo, en esto asiste la razón a los
apelantes, no resulta suficiente invocar una ley genérica o poco específica para justificar que la
subdelegación se encuentra permitida”. Asimismo, tampoco “resulta suficiente la invocación al
Art. 97 de la Ley 17.319 (Ley de Hidrocarburos), pues esta norma se limita a disponer que la
entonces secretaria…es la autoridad de aplicación de dicha ley”. Es decir, la que, según la Corte,
la subdelegación es válida siempre que este autorizada por el propio legislador.
En cuanto al trámite constitucional, cabe señalar que, por un lado, el procedimiento que debe
seguir la ley de delegación es el trámite de formación y sanción de las leyes. Por el otro, está la
pregunta: ¿cuál es el trámite de los decretos delegados? Deben ser firmados por el presidente
con el referendo del Jefe de Gabinete y los ministros de la rama. En particular, el Art. 100 Inc. 2
de la CN establece que el Jefe de Gabinete de Ministros debe refrendar los decretos sobre las
facultades delegadas por el Congreso. A su vez, el Jefe de Gabinete debe elevarlos a la Comisión
Bicameral, en cumplimiento de la obligación que prevé el Art. 100 de la CN, pero, sin embargo,
el texto constitucional no establece el plazo en que debe hacerlo.
3- Requisito de admisibilidad: Las leyes de delegación deben comprender las bases legislativas y el
plazo de la delegación, que es el término en que el Poder Ejecutivo puede dictar la ley. Las bases
son el objeto (materia) y el alcance de este. ¿Cómo se fijan? Por medio de las reglas para el
ejercicio de las competencias delegadas, esto es, los mandatos de hacer (obligaciones de hacer
según el modo, tiempo y lugar) y no hacer (prohibición de hacer) dirigidos al Poder Ejecutivo.
Las bases son el conjunto de directivas singulares e inequívocas que debe seguir el Poder
Ejecutivo en el ejercicio de las potestades legislativas delegadas; sin perjuicio de que el Ejecutivo
pueda optar entre dos o más regulaciones plausibles en el marco de las delegaciones, según el
propio mandato del legislador.
La ley de delegación no solo debe autorizar al Poder Ejecutivo a regular las materias delegadas
de diferentes maneras, sino que fundamentalmente debe fijar los límites que aquel debe
respetar en el ejercicio de las potestades transferidas. Es así que las bases legislativas son:
a- Circunscriben el objeto material del decreto delegado.
b- Definen especialmente como el Poder Ejecutivo debe regular ese objeto.
Por un lado, las bases salvaguardan el principio de división de poderes toda vez que aun cuando
el Poder Ejecutivo ejerza atribuciones legislativas, debe hacerlo según el mandato previamente
impartido por el Congreso; por otro lado, configuran un criterio para el ejercicio de las
competencias legislativas y para el control parlamentario y judicial de los derechos delegados.
El legislador tambien debe fijar el modo de regulación de las materias legislativas delegadas y el
fin que se persigue, esto es, los principios y criterios que ha de seguir el Poder Ejecutivo; son las
reglas de fondo y las directivas. Por ende, el legislador debe:
a- Límite material externo: Fijar las materias y los aspectos a delegar.
b- Límite material interno: Fijar los principios y criterios básicos que debe seguir el Poder
Ejecutivo, entre ellos, el fin que se persigue.
Macarena A. Kroneberger 291

La ley de delegación tambien prevé, por orden del Convencional, el plazo para el ejercicio de las
potestades delegadas. Es decir, el presidente solo puede dictar los decretos delegados dentro de
ese término. Si la ley no establece el tiempo, entonces es, sin dudas, inconstitucional. Además, si
bien el plazo puede ser expreso o implícito, en ambos casos debe ser preciso con respecto a los
términos del inciso y fin del tiempo de su ejercicio.
El plazo de delegación prevé el Art. 76, que solo comprende el término temporal en que el
Presidente puede dictar los decretos delegados, pero el no plazo de vigencia de estos en el
marco del ordenamiento jurídico.
La cuestión está en que si el legislador debe inhibirse de ejercer las competencias transferidas a
favor del Poder Ejecutivo durante el plazo de las delegaciones o no. Balbín dice que no porque el
traspaso solo supone una autorización al Presidente para que este regule determinadas
materias, pero de ningún modo la renuncia al ejercicio de esas potestades por el Congreso.
4- Requisito de control: Tiene que ver con la intervención de la Comisión Bicameral Permanente y
el pleno de las Cámaras. Nuestro ordenamiento constitucional prevé un doble control, que es:
a- El control judicial mediante el debate de los casos concretos.
b- El control legislativo.
En particular, el texto constitucional dice que la Comisión Bicameral Permanente, cuya
composición debe respetar la proporción de las representaciones políticas de cada Cámara,
ejerce el control sobre los decretos delegados.
Asimismo, “una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros
de cada Cámara regulará el trámite y los alcances de la intervención del Congreso”.
Respecto del control legislativo de los decretos delegados, los aspectos más controvertidos son:
a- Si la falta de integración de la Comisión es condición de invalidez del decreto. Esto ha
sido objeto de debate y decisión por la Corte. En efecto, los jueces sostuvieron que la
falta de constitución y reglamentación legal de la Comisión no es óbice para que el PE
ejerza las facultades que reconoce el propio texto constitucional (Fallo Verrocchi, 1999).
Aunque actualmente está constituida la Comisión.
b- Si el control sólo se refiere a la constatación por parte del Congreso del cumplimiento de
los aspectos jurídicos (bases de delegación, plazo y materias vedadas) o también
comprende la oportunidad, mérito y conveniencia del decreto. En cuanto al alcance del
control que ejerce el Congreso, dice Balbin que debe ser el más amplio posible porque el
principio rector es el papel central del legislador en el proceso de formación de leyes.
c- Si el control del Congreso es previo o posterior. El control es posterior, porque el sentido
de este instituto es que el Ejecutivo dicte normas de contenido legislativo por su
celeridad e idoneidad, sin perjuicio del control parlamentario. Por el contrario, ¿cuál
sería el sentido de que el legislador descargue sus competencias en el Presidente si los
actos dictados en su consecuencia sólo comienzan a regir a partir del momento en que
aquél apruebe el acto del Ejecutivo?

 La ley 26.122:
▪ Es la ley sobre el régimen legal de los Decretos de Necesidad y Urgencia, de delegación
legislativa y de promulgación parcial de las leyes, sancionada por el Congreso en el año 2006.
▪ Esta ley establece respecto de los decretos delegados que:
1- Tienen plena vigencia desde su aplicación, según el Art. 5 del CCC, que dice que “…las
leyes rigen después del octavo día de su publicación oficial, o desde el día que ellas
determinen”.
Macarena A. Kroneberger 292

2- Las bases de la delegación no pueden ser reglamentadas por el Poder Ejecutivo.


3- El Poder Ejecutivo debe elevar el decreto a la Comisión Permanente en el plazo de 10
días desde su dictado. La Comisión Bicameral Permanente debe estar integrada por 8
diputados y 8 senadores, designados por el presidente de sus respectivas Cámaras a
propuesta de los bloques parlamentarios, respetando la proporción de las
representaciones políticas. Los integrantes duran en el ejercicio de sus funciones hasta
la siguiente renovación de las Cámaras a las que pertenecen y pueden ser reelectos.
4- La Comisión debe expedirse y elevar el dictamen sobre la invalidez o validez del decreto
y, en particular, la procedencia formal o la adecuación del decreto a la materia y a las
bases de la delegación, así como tambien al plazo fijado para su ejercicio, en el término
de 10 días contados desde la recepción del decreto. Vencido este, sin que la comisión
hubiese cumplido su mandato, las Cámaras se abocaran al expreso e inmediato
tratamiento del decreto que se trate de conformidad con lo establecido en los Arts. 99
Inc. 3 y Art. 82 de la CN.
La Comisión solo ejerce potestades de asesoramiento ante el pleno de las Cámaras y,
por lo tanto, compete a estas aprobar o rechazar los decretos legislativos.
5- Las cámaras deben darle tratamiento expreso e inmediato. La ley agrega que se
pronuncia mediante sendas resoluciones y que cada Cámara comunicará a la otra su
pronunciamiento en forma inmediata. Así, luego del trámite por ante la Comisión o
vencido el plazo respectivo, las Cámaras deben analizar el decreto y expedirse sobre su
validez.
El Congreso no tiene plazo para pronunciarse, si no que el legislador simplemente nos
dice que debe hacerse de manera inmediata y de modo expreso el tratamiento.
6- El rechazo o aprobación de los derechos debe ser expreso, según el Art. 82 de la CN, y
contar con el voto de la mayoría absoluta de los miembros presentes de cada Cámara.
7- Las Cámaras no pueden introducir modificaciones en el texto del decreto.
8- El rechazo por ambas Cámaras del Congreso supone derogar el decreto, quedando a
salvo los derechos adquiridos durante su vigencia.
9- Este régimen no obsta al ejercicio de las potestades ordinarias del Congreso relativas a
la derogación de las normas de carácter legislativo emitidas por el Poder Ejecutivo.
El aspecto más controvertido de la ley es que las Cámaras no tiene plazo para expedirse sobre la validez
de los decretos delegados y que, mientras tanto, éste sigue vigente sin solución de continuidad, creando
así derechos y consolidando situaciones jurídicas. Además, el decreto sólo puede ser rechazado por
mandato expreso de ambas Cámaras. Es decir, el decreto delegado continúa vigente, según el texto de
la ley, salvo que fuese rechazado en términos expresos y por ambas Cámaras del Congreso.
El análisis crítico de la ley que hace Balbin, nos permite decir que:
1- El Legislador solo regulo básicamente el procedimiento de los decretos delegados y no otros
aspectos sustanciales del instituto.
2- En efecto, el texto no incorporó, entre otros, los siguientes asuntos especialmente relevantes,
esto es:
a- El contenido de los conceptos de administración o emergencia pública.
b- El marco y alcance de las bases y el plazo.
c- Las nulidades de los decretos (causales y consecuencias).
d- El criterio a seguir respecto de las subdelegaciones.
3- El legislador no previó el plazo en el que el Congreso debe expedirse y, además, reguló el
instituto del silencio legislativo en términos de convalidación del decreto.
Macarena A. Kroneberger 293

Por último, el legislador regló otros aspectos de trámite que no comparte Balbín. Entre ellos:
1- Los efectos en caso de rechazo del Congreso (reconocimiento de los derechos adquiridos y, por
tanto, el efecto no retroactivo de su invalidez).
2- Las consecuencias en el supuesto de desacuerdo entre las Cámaras legislativas (continuidad del
decreto).
Entiende Balbín que el legislador debió prever el plazo en que el Congreso debe expedirse y, en caso de
vencimiento de éste, interpretarlo como rechazo del decreto. A su vez, el rechazo (expreso o implícito)
de cualquiera de las Cámaras debió entenderse como invalidez del decreto, más allá del criterio de la
otra Cámara. Sin embargo, la ley 26.122 siguió otro camino evidentemente más permisivo.
 Efectos del rechazo del decreto por parte del Congreso: Cabe señalar que si la ley de delegación no
cumple con los recaudos constitucionales es, entonces, un acto legislativo inválido. Es obvio que si el
antecedente es inválido (la ley), el consecuente sigue igual suerte (invalidez del decreto legislativo). Así,
la consecuencia lógica de la nulidad de la ley de delegación es la invalidez de los decretos legislativos
consecuentes. Sin embargo, el aspecto aquí controvertido es cuáles son los efectos en caso de rechazo
legislativo del propio decreto delegado.
Hemos dicho que el Congreso debe decidir de modo inmediato y expreso sobre el decreto y su validez.
En este contexto puntual, el Congreso ya no puede invalidar el decreto por los vicios de la ley de
traspaso de potestades legislativas sino por los vicios del propio decreto.
Cree Balbín que el efecto, en caso de invalidación del decreto por el Congreso (inconstitucionalidad)
debe ser retroactivo, nulificando las relaciones jurídicas nacidas bajo su amparo. Por el contrario, si el
Congreso no comparte el modo en que el Ejecutivo ejerció las competencias delegadas, sin perjuicio de
haberlo hecho en el marco de la legalidad constitucional, el rechazo de los decretos delegados sólo debe
tener efectos hacia el futuro por tratarse de razones de oportunidad.
Por su parte, la ley 26.122, más allá de nuestro parecer, dice claramente que el rechazo del decreto
delegado, sin distinguir entre sus motivos (validez u oportunidad) ni clases de nulidades (absolutas o
relativas), solo tiene efectos en el futuro.
 Los decretos delegados en la jurisprudencia de la CSJN luego de la reforma de 1994 de la CN: La Corte
se expidió después de la reforma constitucional de 1994 por primera vez, y en términos claros respecto
del alcance e interpretación del nuevo Art. 76 de la CN (Delegación de facultades legislativas) en los
fallos:
1- Fallo Provincia de San Luis c. Estado Nacional: (2003) En este fallo, los jueces sostuvieron que la
Ley 25.561 de emergencia delegó en el Poder delegó en el Poder Ejecutivo el ejercicio de ciertas
facultades con múltiples limitaciones, a saber:
a- El ámbito material de emergencia: Materia social, económica, administrativa, financiera
y cambiaria.
b- El plazo: Hasta el 10 de diciembre de 2003.
c- Fines a cumplir: El reordenamiento del sistema financiero, bancario y cambiario, la
reactivación de la economia y el mejoramiento del nivel de empleo.
En particular, la ley de delegación dispuso que el presidente "dispondrá las medidas tendientes
a preservar el capital perteneciente a los ahorristas que hubieren realizado depósito en
entidades financieras a la fecha de entrada en vigencia del decreto 1570/01, reestructurando las
obligaciones originarias de modo compatible con la evolución de la solvencia del sistema
financiero. Esa protección comprenderá a los depósitos efectuados en moneda extranjera”. Por
su parte, el Poder Ejecutivo dictó el decreto 214/02 dentro del ámbito de la emergencia
declarada por el Congreso y, por tanto, debió seguir las bases legislativas respectivas (ley
25.561).
Macarena A. Kroneberger 294

Puntualmente, el decreto estableció que los depósitos en dólares debían ser devueltos en pesos
según el siguiente criterio: por cada dólar depositado, un peso más el coeficiente de
actualización (CER). De modo que al ahorrista que había depositado en dólares se le devolvía
una suma en pesos que le permitía comprar menor cantidad de dólares.
Así las cosas, la Corte señaló que "el Congreso fijó una pauta precisa, que fue desatendida por el
Poder Ejecutivo nacional al dictar el decreto 214/02. El Poder Legislativo, conforme al texto
legal, sólo lo había habilitado a actuar para afrontar la crisis, con la limitación de preservar el
capital perteneciente a los ahorristas".
En el mismo sentido, agregó que "la legislación de referencia sólo ha permitido la pesificación
de las deudas 'con' el sistema financiero y no 'del' sistema financiero".
Es decir, en términos de conclusión, el decreto delegado dictado por el Ejecutivo (decreto
214/02) no respetó las bases ordenadas por el legislador y, consecuentemente, fue declarado
inválido por la Corte.
2- Fallo Bustos: La Corte volvió sobre sus proprios pasos respecto de la constitucionalidad del
corralito y la pesificación de los depósitos. Es decir, que declaro su inconstitucionalidad; pero, es
cierto que no dijo nada sobre los decretos delegados y cómo estos deben interpretarse de
acuerdo al modelo constitucional.
3- Fallo Selcro: (2003) La Corte sostuvo que:
a- "Al tratarse de una facultad exclusiva y excluyente del Congreso, resulta inválida la
delegación legislativa efectuada por el segundo párrafo del artículo 59 de la ley 25.737,
en tanto autoriza a la Jefatura de Gabinete de Ministros a fijar valores o escalas para
determinar el importe de las tasas sin fijar al respecto límite o pauta alguna ni una clara
política legislativa para el ejercicio de tal atribución".
b- "Ni un decreto del Poder Ejecutivo ni una decisión del Jefe de Gabinete de Ministros
pueden crear válidamente una carga tributaria".
c- "No pueden caber dudas en cuanto a que los aspectos sustanciales del derecho
tributario no tienen cabida en las materias respecto de las cuales la Constitución
Nacional… autoriza, como excepción y bajo determinadas condiciones, la delegación
legislativa en el Poder Ejecutivo.
El razonamiento judicial es simple y claro: el Legislador no puede delegar competencias de
regulación en el ámbito tributario porque es uno de los terrenos materiales vedados por el
Convencional en virtud del principio de legalidad.
4- Fallo Mexicana de Aviación S.A. c. PEN-Ministerio de Defensa s/ Amparo: (2008) En este caso
la Corte distinguió entre los conceptos de tasas y precios. Así fue que el Tribunal dijo que la
“tasa se relaciona, primordialmente, con servicios y actividades inherentes a la existencia misma
del Estado, que este no puede dejar de prestar”. Por lo tanto, la estructura jurídica de las tasas
se dijo que es análoga a los impuestos.
Por el contrario, se determinó que el precio se identifica “con una retribución por servicios cuya
causa inmediata se encuentra en la ventaja o provecho económico que se proporciona a quien se
vale de ellos”.
En el marco del presente caso, ciertas tasas bajo análisis, que fueron de aterrizaje, de
estacionamiento y de uso de pasarelas, revisten el carácter del precio y, por lo tanto, “su
determinación no estaba sujeta al principio de legalidad en materia tributaria, de manera que la
declaración llevada a cabo por el decreto 577/02 es el resultado del ejercicio de las atribuciones
reconocidas al Poder Ejecutivo en las leyes 13.041 y 20.393 en las que se lo autorizó tanto a fijar
Macarena A. Kroneberger 295

contribuciones por servicios vinculados a los aeropuertos como a emplear una divisa
internacionalmente aceptada como medio de pago de las tarifas”.
Sin embargo, tambien había otras tasas, tales como protección de vuelo y apoyo al aterrizaje,
que constituyen verdaderas tasas en tato que “el Estado organiza esos servicios en vistas de
finalidades sustanciales colectivas, constituitvas de una de sus funciones esenciales, que
apuntan…a preservar la seguridad de las personas y bienes…y por ello deben ser consideradas
tasas sujetas al principio de reserva legal”. Estas tasas fueron creadas por Ley del Congreso.
Luego, el Poder Ejecutivo solo aclaró que los valores debían ser fijados en dólares. Por lo tanto,
“no creó ni innovó en materia tributaria, sino que tan solo aclaró los criterios aplicables para su
percepción, en ejercicio de las facultades que resultaban del marco jurídico precedente descrito,
de manera que no modificó aspectos sustanciales del tributo…”.
Este caso judicial es sumamente ilustrativo porque el punto en debate es la distinción entre los
aspectos sustanciales y secundarios de los tributos (núcleo y complemento). Así, puntualmente,
el tema controvertido era el siguiente: ¿El poder de fijar las tasas aeroportuarias en dólares
estadounidenses, en tanto el Congreso autorizó al Poder Ejecutivo a emplear una divisa
internacionalmente aceptada como medio de paso, es un aspecto sustancial o simplemente
secundario del tributo creado? Tengamos presente que, si este aspecto es sustancia, entonces,
el legislador no puede delegarlo por tratarse de tributos.
El voto mayoritario sostuve que el Ejecutivo "no creó no innovó en materia tributaria, sino que
tan sólo aclaró criterios aplicables para su percepción", y concluyó que el Poder Ejecutivo "no
modificó aspectos sustanciales del tributo, pues de ser así ello no hubiese tenido cabida".
Este precedente reabrió el cuestionamiento que estaba dado a partir de la CN 1853/60, que
tenía que ver en cómo distinguir entre el núcleo que es propio del Congreso y los detalles que
debe regular el Poder Ejecutivo. Ahora bien, si trasladamos aspectos centrales desde el núcleo
hacia el círculo periférico, trasvasamos competencias legislativas al campo del Poder Ejecutivo
de modo oblicuo y sin delegaciones formales. De modo que si superponemos materialmente
ambos círculos -sea de modo total o parcial, el presidente puede regular el núcleo so pretexto
de dictar los detalles de la ley.
En suma, es una cuestión básica establecer la línea divisoria entre el núcleo y los detalles. Pues
bien, ello depende del mandato constitucional, y las propiedades de las materias objeto de
regulación y las circunstancias del caso.
5- Fallo Colegio Público de Abogados de la Capital Federal: (2008) En este caso sucedió que estaba
en pugna un decreto del Poder Ejecutivo del año 2001 en razón de la crisis económica. El
decreto modificaba una ley que imponía el deber que los abogados paguen un aporte al Colegio
de Abogados. Lo que hacía este el Decreto era eliminar la obligación de los abogados del Estado
de pagar dicho aporte, es decir, que había una ley del Congreso que decía que los abogados
debían aportar al Colegio de Abogados, pero el Poder Ejecutivo había dictado una ley que decía
que esto no debía hacerse con el fin de reducir el gasto público.
El argumento del Colegio de Abogados es que cuando una ley es amplia en la delegación, su
interpretación tiene que ser restrictiva. Además, dicen que el Poder Ejecutivo se excedió en la
interpretación de una ley, que ya de por sí amplia e imprecisa.
En primer lugar, el Tribunal sostuvo que el texto constitucional refleja claramente que la
Convención Constituyente de 1994 mantuvo el principio contrario al ejercicio de facultades
legislativas por el presidente. Fue así, que el Tribunal, en el primero de los argumentos, afirmó
que el ejercicio de la abogacía, ya sea privada o en representación del Estado, “ha sido
Macarena A. Kroneberger 296

materialmente reglada por el Congreso desde los orígenes mismos de la organización nacional”.
Además, según la Corte, el texto de la ley 23.187 no distingue entre abogacía pública y privada.
En consecuencia, el Tribunal dijo que no se trata de una materia cuya regulación sea una
facultad propia y exclusiva del presidente.
Luego, la Corte analizó si el Decreto en cuestión podía estar justificado en el marco de las
facultades delegadas en el Poder Ejecutivo, especificamente por el Art. 1 Inc. f de la Ley 25414.
Al respecto, los jueces dijeron que el Art. 76 de la CN establece tres requisitos básicos que
deben reunir los decretos delegados, que son:
a- Limitarse a “materias determinadas de administración o emergencia pública”.
b- Haber sido dictados dentro del plazo fijado.
c- Respetar las bases de la delegación establecidas por el Congreso.
A ello se le suma un cuarto requisito previsto en el Art. 100 Inc. 2 de la CN, esto es que los
decretos sean refrendados por el Jefe de Gabinete y sometidos al control de la Comisión
Bicameral Permanente.
El Tribunal argumentó que, frente a las delegaciones extremadamente amplias e imprecisas, el
Juez generalmente tiene dos caminos, que son:
a- Anular la ley delegante.
b- Interpretar muy restrictivamente su alcance, ya que, a partir del sentido que se buscó
asignar al texto constitucional argentino, observando las bases formuladas en el
lenguaje, que puede ser genérico o indeterminado, se observará que la actividad
delegada será convalidada por los últimos tribunales si el interesado supera la carga de
demostrar que la disposición dictada por el Presidente es una concreción de la
específica política legislativa que tuvo en miras el Congreso dictada por el Presidente,
que es una concreción de la específica política legislativa que tuvo en miras el Congreso
al aprobar la cláusula delegatoria de que se trate.
Fue así que se dijo que: “Así, por ser amplia e imprecisa, la delegación no confiere atribuciones
más extensas, sino, al revés, a mayor imprecisión, menor alcance tendrá la competencia
legislativa que podrá el Ejecutivo ejercer válidamente". Es decir, cuanto más impreciso sea el
mandato legislativo menor es el alcance del campo delegado y, además, en tales circunstancias
el interesado debe probar con mayores certezas el nexo entre las delegaciones legislativas y el
decreto delegado. En conclusión, el Tribunal sostuvo que el decreto 1204/01 es una disposición
de carácter legislativo dictada fuera de las bases de delegación aprobadas por el Congreso y, por
tanto, "violatorio de la prohibición establecida en el artículo 99, inc. 3°, segundo párrafo de la
Constitución Nacional"
Las bases dadas por el Legislador deben ser claras y precisas, más allá de quien y en qué
términos deba probarse el nexo entre el mandato legislativo y el decreto delegado. Esto es
porque se trata de dos cuestiones distintas, que son:
a- Las bases: El mandato en sí mismo y su definición en términos constitucionales.
b- El vínculo causal: Entre este y el decreto del presidente.
Los constitucionalistas de 1994 querían atenuar el presidencialismo y, por lo tanto, había que
interpretar en forma restrictiva y no amplia como lo hizo el Poder Ejecutivo.
-Disidencia de Elena Highton de Nolasco: Entiende que no hay delegación legislativa, ya que no
hay un Decreto dictado por las facultades delegadas, sino que es una cuestión meramente
restrictiva de la administración, que forma parte de la zona reservada de la administración y la
Corte no puede meterse. Administrar cuestiones inherentes en el marco de sus abogados, es
zona de reserva de la administración porque está dentro de su ámbito interno. El Poder
Macarena A. Kroneberger 297

Ejecutivo está regulando cuestiones de sus propios empleados. Highton encuadra está cuestión
en el Art. 99 Inc. 1, que es el reglamento autónomo.
Es por esto que el Poder Ejecutivo “juega” con no decir qué clases de decretos está dictado,
para luego, depender de cómo viene el “embate judicial”, encuadrándolo en uno u otro lado.
6- Fallo Camaronera: El Poder Legislativo habilitaba al Poder Ejecutivo a dictar decretos. Sucedió
que el Poder Ejecutivo dictó una resolución donde imponía un derecho a las importaciones. Fue
así que se dio una discusión y la Corte determinó que lo legislado era materia tributaria. Como
es materia tributaria, el Poder Ejecutivo tiene facultades reducidas, por lo que hay que hacer
una interpretación de manera estricta.
El problema es que sucede que, con posterioridad a la resolución del Poder Ejecutivo, el Poder
Legislativo dicta una ley ratificando el decreto ejecutivo. Allí se dijo que el decreto no era válido
y que, si bien hubo una ley que lo ratifico, todo lo que pasó entre medio del decreto era invalido
y la ley, no tiene validez jurídica. Todo lo nacido al amparo del decreto no tuvo validez, porque si
bien hubo una ley del Congreso que la ratificó, este no tiene efectos retroactivos, por lo que la
resolución del Poder Ejecutivo era inválida porque la ley del Poder Ejecutivo era muy amplia. No
estaban las bases claramente establecidas.
La Corte señalo que “el derecho establecido por la resolución mencionada es por su naturaleza
un tributo específicamente, un impuesto, más allá de los fines que con él se hayan querido
lograr” (Resolución del Ministerio de Economía, que fijó un derecho de importación).
A su vez, la Corte dijo que: "el principio legalidad o de reserva de ley no es una expresión jurídico
formal de tributación, sino que constituye una garantía sustancial en este campo". Es más, "el
principio de, Es más, "el principio de reserve, de ley en materia en tributaria tampoco cede en
caso de que se actúe mediante el mecanismo de la delegación legislativa previsto por el artículo
76 de la Constitución. En efecto, este tribunal también ha sido contundente al sostener sobre tal
punto que no puedan caber dudas en cuanto a que los aspectos sustanciales del derecho
tributario no tienen cabida en las materias respecto de las cuales la Constitución Nacional (art.
76), autoriza, corno excepción y bajo determinadas condiciones, la delegación legislativa en el
Poder Ejecutivo".
Sin embargo, “en ámbito de los derechos aduaneros, cobra relevancia la doctrina según la cual
tratándose materias que presentan contornos o aspectos tan peculiares y variables que al
legislador le sea posible prever anticipadamente la manifestación concreta que tendrán en los
hechos, no puede juzgarse Inválido, en principio, el reconocimiento legal de atribuciones que
queden libradas al arbitrio razonable del órgano ejecutivo, siempre que política legislativa haya
sido claramente establecida". Así, "resulta inadmisible que el Congreso atribuya al Poder
Ejecutivo ciertas facultades circunscriptas, exclusivamente, al aspecto cuantitativo de la
obligación tributaria, es decir, autoriza a elevar o disminuir las alícuotas aplicables, siempre y
cuando, para el ejercicio de dicha atribución, se fijen pautas y límites precisos mediante una
clara política legislativa".
De todos modos, "la resolución cuestionada no se ajusta a los parámetros señalados, pues el
aspecto cuantitativo del derecho de exportación queda aquí completamente librado al arbitrio
del Poder Ejecutivo". En efecto, "el no ha previsto cuál es la alícuota aplicable, ni siquiera
mediante el establecimiento de unos baremos máximos y mínimos para su fijación”.
Finalmente, la resolución 11/02 es nula, pero la ley posterior 25.645 (más allá de que no haya
identificado en forma particular a las normas aprobadas anteriormente por el Poder Ejecutivo)
es eficaz, "en relación con los hechos acaecidos después de su entrada en vigencia"; sin
Macarena A. Kroneberger 298

embargo, "carece de eficacia para convalidar retroactivamente una norma que adolece de
nulidad absoluta e insanable".
En síntesis, la Corte negó la delegación legislativa en materia tributaria, salvo excepciones (por
caso cuando el legislador estableciese criterios y pautas por ley) y, a su vez, aceptó la
convalidación de normas tributarias dictadas por el Poder Ejecutivo por ley posterior del
Congreso y solo con efectos para el futuro.
Ahora es más fácil controlar si el decreto es o no valido porque ahora la constitución regula
claramente.

Punto N°7:
• Los decretos de necesidad y urgencia:
 Concepto: Son normas de alcance general que dicta el Poder Ejecutivo sobre materias legislativas
(regulaciones), sin autorización previa del Congreso.
Este tipo de reglamentos, al igual que los delegados, tienen contenido legislativo, es decir, la materia
sobre la cual versan, es propia del legislador e integra la competencia de este.
 Diferencia entre los DNU y los reglamentos delegados: La aprobación o ratificación es posterior;
mientras que en los delegados el Congreso habilita previamente al Poder Ejecutivo a dictarlos. Es decir,
cuando la urgencia está de antemano prevista en una ley que faculta al Poder Ejecutivo a adoptar
medidas, el reglamento no es ya de necesidad y urgencia, sino delegado.
 Diferencia entre los DNU y los reglamentos de “ejecución” y los “autónomos”:
▪ Reglamentos de ejecución:
✓ Decretos de ejecución o reglamentarios:
o Régimen legal: Art. 99 Inc. 2 de la CN. Más específicamente, el Art. 99 Inc. 2 de
la CN dice: “El presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones…2)
Expide las instituciones y reglamentos que sean necesarios para la ejecución de
las leyes de la Nación, cuidando de no alterar su espíritu con excepciones
reglamentarias”.
o Tipo de jerarquía: Estos decretos no tienen jerarquía igual a las leyes.
o Características:
1. Implican el ejercicio de las atribuciones propias del Poder Ejecutivo.
2. Son los que más abundan.
3. Se caracterizan por ser dinámicos y generales de la propia actividad
legislativa, ya que hacen que continuamente las leyes se tengan que
estar detallando para obtener a sí su reglamentación específica.
4. El Poder Ejecutivo va a reglamentar las leyes a través de estos
reglamentos de ejecución.
5. Tienen control ex post.
✓ Reglamentos autónomos:
o Concepto: Existen diversas posturas respecto a su consideración:
1. Algunos argumentan que tienen que ver con un trámite interno de la
administración y, por lo tanto, no se publican porque no están
destinados a regir a la generalidad, si no que funcionan solo en el
Macarena A. Kroneberger 299

ámbito interno de la administración. Son, por ejemplo, las regulaciones


respecto al régimen de los empleados.
Esto hace que esta zona de reserva no da lugar a una zona autónoma,
ya que todo obrar del Estado tienen que estar sujeto a las normas del
ordenamiento jurídico y tener una regulación.
2. Otros autores dicen que si son una categoría autónoma. Esto lo
refuerzan desde la regulación del Art. 99 Inc. 1 de la CN, que dice: “El
presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones: 1) Es el Jefe
supremo de la Nación, jefe de gobierno y responsable político de la
administración general del país…”.
Esta tesis es mayoritaria.
o Características:
1. Implican el ejercicio de las atribuciones propias del Poder Ejecutivo.
2. Son reglamentos considerados de menor importancia.
3. No se refieren a la generalidad de los habitantes, sino que están
destinados al ámbito interno de la administración.
4. Tienen categoría infra legal. Se deben sujetar a las leyes.
✓ Reglamentos delegados:
o Régimen legal: Art. 76 de la CN: “Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder
Ejecutivo, salvo en materias determinadas de administración o de emergencia
pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación
que el Congreso establezca. La caducidad resultante del transcurso del plazo
previsto en el párrafo anterior no importará revisión de las relaciones jurídicas
nacidas al amparo de las normas dictadas en consecuencia de la delegación
legislativa”.
o Discusión sobre su existencia y alcance: Esta discusión nace a partir de la
confusión con los decretos reglamentarios. Lo cierto es que, si bien ambos
ponen en marcha las normas del Congreso, estos últimos lo hacen con un mayor
grado de generalidad, en el sentido de que el Decreto delegado implica la
delegación por parte del Poder Legislativo una porción de sus atribuciones, algo
que podría ser reglamentado por ley, por voluntad propia del Congreso.
o Materia: Para que sea válido tiene que ser una materia determinada de acuerdo
a la administración y tiene que darse si o si debido a su limitado tiempo para su
ejercicio.
o Control de la Comisión Bicameral Permanente: Este control es anterior a su
publicación y es el mismo que los del DNU.
La diferencia es que mientras en los DNU el control se hace posteriormente, en
los delegados el control es de manera anticipada, ya que la delegación se hace
de esa forma.
Tipo de jerarquía: Tienen jerarquía legal.
 La ley 26.122:
▪ Es la ley sobre el régimen legal de los Decretos de Necesidad y Urgencia, de delegación
legislativa y de promulgación parcial de las leyes, sancionada por el Congreso en el año 2006.
▪ Esta ley establece respecto de los decretos delegados que:
Macarena A. Kroneberger 300

1. Tienen plena vigencia desde su aplicación, según el Art. 5 del CCC, que dice que “…las
leyes rigen después del octavo día de su publicación oficial, o desde el día que ellas
determinen”.
2. Las bases de la delegación no pueden ser reglamentadas por el Poder Ejecutivo.
3. El Poder Ejecutivo debe elevar el decreto a la Comisión Permanente en el plazo de 10
días desde su dictado. La Comisión Bicameral Permanente debe estar integrada por 8
diputados y 8 senadores, designados por el presidente de sus respectivas Cámaras a
propuesta de los bloques parlamentarios, respetando la proporción de las
representaciones políticas. Los integrantes duran en el ejercicio de sus funciones hasta
la siguiente renovación de las Cámaras a las que pertenecen y pueden ser reelectos.
4. La Comisión debe expedirse y elevar el dictamen sobre la invalidez o validez del decreto
y, en particular, la procedencia formal o la adecuación del decreto a la materia y a las
bases de la delegación, así como tambien al plazo fijado para su ejercicio, en el término
de 10 días contados desde la recepción del decreto. Vencido este, sin que la comisión
hubiese cumplido su mandato, las Cámaras se abocaran al expreso e inmediato
tratamiento del decreto que se trate de conformidad con lo establecido en los Arts. 99
Inc. 3 y Art. 82 de la CN.
La Comisión solo ejerce potestades de asesoramiento ante el pleno de las Cámaras y,
por lo tanto, compete a estas aprobar o rechazar los decretos legislativos.
5. Las cámaras deben darle tratamiento expreso e inmediato. La ley agrega que se
pronuncia mediante sendas resoluciones y que cada Cámara comunicará a la otra su
pronunciamiento en forma inmediata. Así, luego del trámite por ante la Comisión o
vencido el plazo respectivo, las Cámaras deben analizar el decreto y expedirse sobre su
validez.
El Congreso no tiene plazo para pronunciarse, si no que el legislador simplemente nos
dice que debe hacerse de manera inmediata y de modo expreso el tratamiento.
6. El rechazo o aprobación de los derechos debe ser expreso, según el Art. 82 de la CN, y
contar con el voto de la mayoría absoluta de los miembros presentes de cada Cámara.
7. Las Cámaras no pueden introducir modificaciones en el texto del decreto.
8. El rechazo por ambas Cámaras del Congreso supone derogar el decreto, quedando a
salvo los derechos adquiridos durante su vigencia.
9. Este régimen no obsta al ejercicio de las potestades ordinarias del Congreso relativas a
la derogación de las normas de carácter legislativo emitidas por el Poder Ejecutivo.
El aspecto más controvertido de la ley es que las Cámaras no tiene plazo para expedirse sobre la validez
de los decretos delegados y que, mientras tanto, éste sigue vigente sin solución de continuidad, creando
así derechos y consolidando situaciones jurídicas. Además, el decreto sólo puede ser rechazado por
mandato expreso de ambas Cámaras. Es decir, el decreto delegado continúa vigente, según el texto de
la ley, salvo que fuese rechazado en términos expresos y por ambas Cámaras del Congreso.
El análisis crítico de la ley que hace Balbín, nos permite decir que:
4- El Legislador solo regulo básicamente el procedimiento de los decretos delegados y no otros
aspectos sustanciales del instituto.
5- En efecto, el texto no incorporó, entre otros, los siguientes asuntos especialmente relevantes,
esto es:
e- El contenido de los conceptos de administración o emergencia pública.
f- El marco y alcance de las bases y el plazo.
g- Las nulidades de los decretos (causales y consecuencias).
Macarena A. Kroneberger 301

h- El criterio a seguir respecto de las subdelegaciones.


6- El legislador no previó el plazo en el que el Congreso debe expedirse y, además, reguló el
instituto del silencio legislativo en términos de convalidación del decreto.
Por último, el legislador regló otros aspectos de trámite que no comparte Balbín. Entre ellos:
3- Los efectos en caso de rechazo del Congreso (reconocimiento de los derechos adquiridos y, por
tanto, el efecto no retroactivo de su invalidez).
4- Las consecuencias en el supuesto de desacuerdo entre las Cámaras legislativas (continuidad del
decreto).
Entiende Balbín que el legislador debió prever el plazo en que el Congreso debe expedirse y, en caso de
vencimiento de éste, interpretarlo como rechazo del decreto. A su vez, el rechazo (expreso o implícito)
de cualquiera de las Cámaras debió entenderse como invalidez del decreto, más allá del criterio de la
otra Cámara. Sin embargo, la ley 26.122 siguió otro camino evidentemente más permisivo.

 Efectos del rechazo del decreto por parte del Congreso: Cabe señalar que si la ley de delegación no
cumple con los recaudos constitucionales es, entonces, un acto legislativo inválido. Es obvio que si el
antecedente es inválido (la ley), el consecuente sigue igual suerte (invalidez del decreto legislativo). Así,
la consecuencia lógica de la nulidad de la ley de delegación es la invalidez de los decretos legislativos
consecuentes. Sin embargo, el aspecto aquí controvertido es cuáles son los efectos en caso de rechazo
legislativo del propio decreto delegado.
Hemos dicho que el Congreso debe decidir de modo inmediato y expreso sobre el decreto y su validez.
En este contexto puntual, el Congreso ya no puede invalidar el decreto por los vicios de la ley de
traspaso de potestades legislativas sino por los vicios del propio decreto.
Cree Balbín que el efecto, en caso de invalidación del decreto por el Congreso (inconstitucionalidad)
debe ser retroactivo, nulificando las relaciones jurídicas nacidas bajo su amparo. Por el contrario, si el
Congreso no comparte el modo en que el Ejecutivo ejerció las competencias delegadas, sin perjuicio de
haberlo hecho en el marco de la legalidad constitucional, el rechazo de los decretos delegados sólo debe
tener efectos hacia el futuro por tratarse de razones de oportunidad.
Por su parte, la ley 26.122, más allá de nuestro parecer, dice claramente que el rechazo del decreto
delegado, sin distinguir entre sus motivos (validez u oportunidad) ni clases de nulidades (absolutas o
relativas), solo tiene efectos en el futuro.
 Requisitos: Están establecidos en la CN en el Art. 99: “El presidente de la Nación tiene las siguientes
atribuciones: 3. Participa de la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, las promulga y hace
publicar. El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir
disposiciones de carácter legislativo. Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible
seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de
normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o de régimen de los partidos políticos, podrá
dictar decretos por razones de necesidad y urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de
ministros que deberán refrendarlos, conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros. El jefe de
gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días someterá la medida a consideración de la
Comisión Bicameral Permanente, cuya composición deberá respetar la proporción de las
representaciones políticas de cada Cámara. Esta comisión elevará su despacho en un plazo de diez días
al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento, el que de inmediato considerarán las Cámaras.
Una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara
regulará el trámite y los alcances de la intervención del Congreso”.
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 Mecanismo de control: Están establecidos en la Ley 26122. El mecanismo de control se realiza a través
de una Comisión Bicameral Permanente. Este control es posterior al dictado del DNU por parte del
Poder Ejecutivo.
 Excepciones:
 Antecedentes:
▪ Los DNU hasta 1994 fueron una creación jurisprudencia.
▪ Con la última reforma lo encontramos regulado en la CN en su respectivo inciso donde
encontramos los requisitos para el ejercicio de la potestad del Poder Ejecutivo, con carácter
excepcional y con un trámite sujeto al control posterior por parte del Congreso.
▪ Estos tienen que cumplir con los requisitos establecidos en la CN y pasar por el mecanismo de
control que establece la Ley 26122.
 Jerarquía: Su jerarquía es la misma que las leyes. Por lo tanto, un DNU puede derogar, es decir, dejar sin
efecto, una ley formal dictada por el Congreso.
Como es una función que está muy por las afuera de las atribuciones permitidas por el Poder Ejecutivo,
tiene que ser ejercida en forma excepcionalísima y cuando sea realmente imposible de seguir el trámite
normal para la sanción de leyes.
En definitiva, por regla general, las normas tienen jerarquía inferior a las leyes, salvo en algunos
supuestos, como los DNU, que tienen jerarquía igual a las leyes.
 Características:
1. Implican el ejercicio de funciones legislativas.
2. Están sometidas al control de la Comisión Bicameral Permanente.
3. Tienen jerarquía igual a las leyes.
 Vigencia:
▪ ¿Qué sucede cuando el Poder Ejecutivo dicta un DNU que entra en vigencia? ¿Este debe ser
aprobado por la Comisión?: La ley dice que el Decreto entra en vigencia en forma automática
después de que fue dictado. Luego, este DNU va a pasar por el control de la Comisión Bicameral,
pero, mientras tanto, produce sus efectos.
▪ ¿Qué ocurre cuando el Poder Ejecutivo dicta un DNU, pasa por el control, pero está dictamina
que este es inconstitucional porque no cumple con los requisitos establecidos en la CN?: Un
caso puede ser que no hay una situación de emergencia que sea realmente relevante para su
dictado. En ese caso subsisten. Esto es porque los DNU están avalados por la CN, tienen
jerarquía legal y tienen un control que es ex post, por lo tanto, la potestad legislativa del Poder
Ejecutivo es muy amplia.

UNIDAD N°8-CONTRATOS ADMINISTRATIVOS-PRINCIPIOS GENERALES:

1. Contratos de la Administración; públicos y privados. Doctrinas que niegan categoría jurídica independiente del
Derecho Privado. Polémica Mairal -Cassagne.
2. Los elementos del contrato administrativo. El contrato administrativo como acto administrativo. Criterios
jurisprudenciales, en especial el de las "cláusulas exorbitantes" del derecho privado.
3. Ejecución del contrato administrativo: derechos, prorrogativas especiales y deberes de la Administración pública.
4. Principios generales: Continuidad de la ejecución y mutabilidad. Potestades administrativas: Dirección y control;
revocatoria; sancionatoria.
5. Modificación del Contrato: El hecho del príncipe y la teoría de la imprevisión. Papel de la jurisdicción contencioso-
administrativa en su formulación y desarrollo. Fuerza mayor y hecho de la Administración Pública. Intangibilidad de la
remuneración del contratista. Ecuación económico-financiera. Reconocimiento de las variaciones de precios.
6. Extinción del contrato administrativo. Cumplimiento. Incumplimiento. Causas, efectos y medios de extinción.

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