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Subjetividad 2

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EDI: PROBLEMÁTICA DE LA

SUBJETIVIDAD CONTEMPORÁNEA.

Alumnas: Johanna Correa


Sepulveda Paola
Monsalve Carla
Rosas Yesica
Profesor: Seiguer Pablo
Materia: EDI, Problemática De La Subjetividad
Contemporánea. (Lunes 14 a 16hrs)

INSTITUTO DE FORMACIÓN DOCENTE N°12


Descripción de la situación.

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En el contexto de práctica II, realizamos una ayudantía pedagógica en segundo
grado de la escuela Nro. 198, turno tarde de Neuquén capital. Observamos una
nena de 8 años, que gran parte de la jornada escolar se dedicaba a recorrer los
diferentes espacios de la institución, en ciertas ocasiones la directora la
invitaba a realizar juegos de mesa en la dirección, también recorría la biblioteca
en busca de un cuento que la MAP o la bibliotecaria le leían. Se acercaba a la
cocina, visitaba las aulas de plástica y música, interrumpiendo su habitual
desarrollo, corría por el patio y se escondía en el baño.

Al indagar la situación con la docente, la misma expresa que se encontraba


realizando una suplencia y llevaba 3 días con el grupo clase, que le resultaba
casi imposible mantener a la nena en el aula y cuando lo lograba generalmente
era través de colocar llave en la puerta del aula. También nos comentó que
desde dirección no le dieron una respuesta para abordar la situación, sino que
le expresaron que la dejara deambular por la escuela. La docente nos dice que
en diferentes oportunidades, el padre de la alumna se acercó al
establecimiento para reclamar y exigir que mantuvieran dentro del aula.

La docente la describe, como una niña inquieta, peleadora, que molesta al


grupo clase. Durante el recreo observamos una situación donde una docente
se nos acerca y nos expresa que la nena, “era una nena mala” porque lo que
no debía jugar con lxs demás compañerxs, dichos de la docente son
escuchados por la niña que sale corriendo del patio.

Elegimos esta situación porque nos parece interesante analizarla con los
materiales propuestos por el docente, la misma pone en juego las
subjetividades contemporáneas y como son abordadas por las instituciones.

En la modernidad, la infancia era la espera; ser niño/a solamente consistía en


esperar. En la Postmodernidad, la actual infancia hiperrealizada conforma una
demanda de inmediatez, contenida en una cultura mediática de la satisfacción
inmediata; “no sé qué es lo que quiero pero lo quiero ya”. Todo se supone en
un “ya ahora”, sin tiempo de reflexión. El niño/a como consumidor; ser y tener
como equivalentes. El consumo desenfrenado, se puede o no consumir,
aparece como parte del ideal cultural, con la tendencia a llenar todos los vacíos
con objetos. De este modo, los vínculos quedan en un segundo plano, no hay

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tiempo para desear o los deseos son imperativos y cambiantes
permanentemente, obstruyendo el armado de fantasías.

En un contexto neoliberal; necesita una sociedad que todo el tiempo esté en


condiciones de producir y consumir (sobre todo los niñxs y los adolescentes),
las infancias se encuentran bajo amenaza, ya que el neoliberalismo como dice
Bourdieu es una “destrucción de las estructuras colectivas” que instaura un
individuo solo, consumista, e intenta terminar con el sujeto crítico, las
instituciones encargadas de su cuidado y protección están siendo destituidas
de su función.

La escuela funciona como un dispositivo de control y vigilancia sobre la niñez,


es vez de generar verdaderas estrategias de cuidado sobre las infancias. Este
proceso sanciona y expone las diferencias como fallas o fracasos y arrojas
etiquetas “esta niña es mala, inquieta” y pareciera que esta definición deja al
adultx encargadx de esta niña tranquilx, el adulto en esta situación deja de
acompañar, guiar, escuchar, en este caso que la conducta es inmodificable por
lo que no hay nada que hacer, entonces perdemos el concepto de infancia
como un proceso de constitución y construcción que lleva tiempo, que cambia,
se modifica y se reestructura. Todo niño/a, como sujeto en crecimiento, está
sujeto a cambios. Pensar que un niño tiene que poder cumplir con todos lo
logros estipulados socialmente en los primeros años de su vida supone
desconocerlo como sujeto en crecimiento.

Muchos niñxs vienen ya con un “diagnostico”; niñxs desatentos, niñxs que no


hablan, niñxs desafiantes. Es decir, no se consulta con preguntas sino con
supuestos saberes adquiridos por el discurso de otros profesionales, por la
escuela, por la familia. Muchas veces, esos “diagnostico” son realizados de un
modo en el que se desconoce de entrada al niñx como tal. Por lo tanto, se
observa al niñx desde afuera, sin pensarlo en relación de una historia familiar y
a un contexto.

La escuela se sostiene sobre una serie de supuestos, lxs alumnxs que llegan a
la escuela, son tranquilos, prestan atención, se mantienen en el salón de clases
etc. y sin embargo la distancia entre los supuestos y lxs alumnxs es abismal, tal
es la situación analizada, en la cual la niña no permanece en el aula como se

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espera, y al parecer no presta la atención necesaria. Muchos pedagogos han
decidido que, si el alumnx no puede hacerlo, ¿para qué pedírselo? Por ello se
suprimen progresivamente todos los ejercicios que el alumnx ya no puede
realizar. "Es como si el médico rompe el termómetro para curar al enfermo de
fiebre" .Por ello algunos docentes abandonan la manera arcaica de su oficio,
pues cada vez se les dificulta más. Esto ha sido tan bueno como malo.
Analizamos que cuando la docente cierra con llave el aula, está ejerciendo un
dispositivo de control sobre esa niña, podemos catalogar está situación como
Desubjetividad donde la docente se siente imposibilitada de hacer algo con la
situación que le ha tocado. En cambio cuando la directora o bibliotecaria la
incluyen, la contienen generan diferentes estrategias de aprendizajes, logran
hacer algo con las condiciones que le tocaron esto lo vamos a categorizar
como Invensión. En realidad, si muchos jóvenes se ven hoy arrastrados a la
violencia, ello se debe a que el sistema que los adultos instauraron no les deja
ninguna otra opción: fueron producidos para escaparle a la relación de sentido
y a la paciente elaboración discursiva crítica.

La docente y su modo de hacerse presente, debe permitir establecer un


vínculo con los alumnxs, que posibilite el encuentro pedagógico, es decir la
transmisión y apropiación de saberes. La escuela es una institución
fundamental en la vida de los niñxs. Cuanto menos entren en la relación
profesor /alumno, tanto más estarán lo jóvenes sujetos a la violencia.
Si uno sale de la relación de sentido, sólo puede ir a la pura relación de fuerzas
y hacia una era de violencia generalizada (como en el caso del relato,
imposibilidad de enseñar a esa alumna).
Tanto la familia como la escuela, instituyen la figura del infante, que debe ser
amparada, ya que es frágil e inocente. La subjetividad neoliberal no se asienta
lo solido del territorio, sino sobre la fluidez de capitales, en este medio fluido las
conexiones exigen, un trabajo permanente de cuidado de vínculos. La
convivencia entre generación parece ser un desafío en la posmodernidad.

Siguiendo con el análisis de la situación, cuando se refieren a la niña como


inquieta, peleadora, que molesta al grupo clase, nena mala …( Seguir)

Cuando hablamos de familia y escuela nos estamos refiriendo a dos


instituciones o estructuras sociales, la relación entre dos personas que asumen
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determinados roles dentro de una determinada institución. Cada una de las
instituciones y los roles ya tiene representaciones, imaginarios, supuestos,
mitos y teorías implícitas acerca de cómo es y cómo funciona la otra institución
y el otro rol. Las representaciones pueden provenir también de los diferentes
contextos culturales de las familias y sus miembros y de la escuela y sus
miembros, y son las que permiten actuar ante situaciones no conocidas,
otorgando seguridad.

La realidad concreta no siempre es idéntica a estas mutuas representaciones,


las cuales condicionan y muchas veces determinan las modalidades que
asumirán las relaciones vinculares.

Cuando el papa que viene no es igual a la representación que el docente se


había hecho del mismo, esa representación puede ser un obstáculo, siempre
que el docente no esté dispuesto a modificarla: esto sucede cuando el docente
continúa hablándole y actuando con la imagen de padre y no con el padre real
que está allí sentado.

Por otro lado, todo padre que llega a la escuela también viene con una idea
acerca de cómo debería ser un docente y cómo debería actuar, y muchas
veces la realidad no está a la “altura”: o la supera o no condice con las
expectativas. Esto nos lleva a pensar en la importancia de tener en
consideración el inter-juego entre las representaciones y la realidad, para ser
trabajado y abordado, en lugar de ser eludido y ocultado.

Cuando los docentes nos reunimos a conversar con los padres, no es acerca
de las problemáticas del mundo. Cuando nos sentamos a charlar con ellos es
en función de ese hijo-alumno, y puede suceder que lo que devolvemos como
imagen del chico, como dificultad, como problema, como logro, es visto por la
familia de otra manera. La familia y escuela son responsables, no solamente
del aprendizaje de los alumnos, de los contenidos disciplinares, sino de la
formación de un individuo como participante de una sociedad que sea lo más
justa posible.

A modo de cierre, pretendemos instaurarnos dudas allí donde había certezas,


generamos preguntas y posibilitarnos de este modo una transformación en la

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representación de esta niña. Y de este modo intentar decodificar que sentía
aquella niña cada vez que intempestivamente salía a correr.

¿Hacia dónde se dirigía, tras de que corría, de quien huía?, ¿Cómo ayudarla a
permanecer dentro del aula? ¿Y la estamos ayudando manteniéndola en esa
aula? ¿Por qué a esta niña se la sancionada cuando no podía acomodarse a la
situación exigida y jugaba en clase o cuando se tenía que hacer la tarea?

¿Qué pasa cuando entre la familia y la escuela se entrecruzan pedidos de


ayuda? ¿Qué pasa cuando entre la familia y la escuela circula todo tipo de
demandas y exigencias? ¿Qué es lo que la escuela podría hacer para incluir a
esta alumna?

Mirar el mundo de los niñxs implica mirar para adelante; todo niñx debe ser
ubicado en una historia y en un contexto familiar y social y que haya proyectos,
sueños y esperanza que lo lancen hacia un futuro. Apostar a la esperanza y el
cambio es lo opuesto a estigmatizar.

Bibliografía:

5
COREA Cristina, LEWKOWICZ Ignacio.(2004) Pedagogía del Aburrido
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 LEWKOWICZ Ignacio, Capitulo 6 “Entre La Institución Y La Destitución.


¿Qué Es La Infancia?”

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“Medicalización del comportamiento y del aprendizaje. Una coartada
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patologizacion de la infancia (III). Problemas e intervenciones en las
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 FILIDORO, Norma. “Psicopedagogía: pensar la intervención clínica en la
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intervenciones en las aulas. Cap. 8. Ed. Noveduc. 2013.

DUFOUR Dany-Robert (2007).El arte de reducir cabezas - Sobre la


servidumbre del hombre liberado en la era del capitalismo total. Editorial
Paidós, Buenos Aires,

 "El Homo Zappiens en la escuela: La negación de la diferencia


generacional"

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