Resistencia de Microorganismos Aislados de Kombucha A Condiciones Del Tracto Gastrointestinal in Vitro
Resistencia de Microorganismos Aislados de Kombucha A Condiciones Del Tracto Gastrointestinal in Vitro
Resistencia de Microorganismos Aislados de Kombucha A Condiciones Del Tracto Gastrointestinal in Vitro
TESIS
PRESENTA
1
FOR-DI-08-43 r.0
Los abajo firmantes miembros del comité tutorial del la estudiante Mónica Aidee
Guzmán Ortiz, una vez leída y revisada la Tesis titulada “RESISTENCIA DE
MICROORGANISMOS AISLADOS DE KOMBUCHA A CONDICIONES DEL
TRACTO GASTROINTESTINAL IN VITRO” aceptamos que la referida tesis revisada y
corregida sea presentada por la estudiante para aspirar al grado de Maestra en ciencias en
innovación biotecnológica con opción terminal en Tecnología Alimentaria durante el
examen correspondiente.
Y para que así conste firmamos la presente al día 3 del mes de diciembre del año dos mil
dieciséis.
2
FOR-DI-08-43 r.0
3
Guadalajara, Jalisco, a 17 de diciembre de 2020
CP/1571/2020
ATENTAMENTE
4
Agradecimientos
A Casa Belot Co. empresa que inspiró el tema de investigación aquí plasmado. Gracias por la
confianza y disponibilidad, por proveernos de muestras y compartir su conocimiento tan
abiertamente con nosotras.
Gracias a mi tutora, la Doctora Claudia Alvarado Osuna, quien me guió con paciencia y
compartió conmigo sus conocimientos, tiempo y confianza para que este proyecto se desarrollara
con éxito. Gracias por la inspiración profesional y personal.
Esta tesis es un trabajo de equipo realizado con mi comité tutorial, la Dra. Anahí Borrás y los
Doctores Juan Campos Guillen, Manuel Reinhart Kirchmayr y Jorge Luis González, quienes me
apoyaron durante todo el proceso. Gracias compartir sus saberes, por su accesibilidad y el tiempo
dedicado que me brindaron para alcanzar este logro.
A mi padre, José Roberto Guzmán Burrola y a mi madre, Norma Aide Ortiz Santiesteban, mis
grandes Maestros de vida, ejemplos de perseverancia y honestidad. Gracias por su amor
incondicional. A mis hermanas y hermano, quienes siempre están acompañando mis pasos y que
siempre van en mi corazón.
A Vaianu Bertin, padre de mi hija y amigo, por su acompañamiento en este proceso, por creer
siempre en mí, por su amor, comprensión y paciencia. A Gaia, nuestra hija, quien es mi estrella
polar, mi más grande inspiración y motivación, gracias.
A mis compañeros de maestría, quienes siempre creyeron en mí, que siempre estuvieron haciendo
brillar mi proceso académico y personal. Gracias por el acompañamiento y por hacer de esta una
experiencia preciosa.
A Arturo Moreno, quien con su amor y paciencia me ayudó a ver mi fuerza y a re-descubrir mi
poder. Gracias por tu amor incondicional, por tu paciencia y tu confianza en mí.
5
Dedicatoria
El tiempo y esfuerzo invertidos y reflejados en este trabajo se los dedico a mi hija, Gaia, quien
llena mi corazón de fuerza y amor para poder seguir mis sueños. Porque de todos mis Maestros
y Maestras tú eres la más grande, de todos mis espejos eres el más claro y de todas mis creaciones
eres la más divina. Espero ser fuente inagotable de inspiración como tu lo eres para mí.
Te amo.
6
I. ÍNDICE DE CONTENIDO
1. RESUMEN………………………………………………………………………… 13
2. INTRODUCCIÓN……………..………………..…….….………………………... 15
3. ANTECEDENTES………………...…..………………………………………….. 17
3.1 Alimentos y bebidas funcionales………………………………………………….. 17
3.1.1 Clasificación……………………………….………………….………………... 17
3.2 Probióticos………………………..……………………………………................. 18
3.2.1 Viabilidad de probióticos a condiciones del TGI………………………………. 19
3.2.1.1 Condiciones de la fase bucal………………..………………………………… 20
3.2.1.2 Condiciones de la fase gástrica ………………..……………………………… 20
3.2.1.3 Condiciones de la fase intestinal………………..…………………………….. 21
3.2.1.4 Características que mejoran la supervivencia de probióticos a condiciones del
TGI..……………..……………………………………………………………………. 23
3.2.2 Mecanismos de acción de los probióticos………………………………………. 24
3.3 Kombucha………………………………………………………..……………….. 25
4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA………………………………………….. 31
5. JUSTIFICACIÓN…………………………………………………..……….……... 32
6. HIPÓTESIS…………………………………………..……………...……………... 33
7. OBJETIVOS………………………………………..……………………..……….. 34
7.1 Objetivo general…………..……………………………………………..……….. 34
7.2 Objetivos específicos…………………………………………………….……….. 34
8. METODOLOGÍA…………….………………………………………..….……….. 35
8.1 Esquema general de la metodología……………………………………...……….. 35
8.2 Materiales………………………………………………………………..……….. 35
8.3 Métodos………………………………………………………………….……….. 37
8.3.1 Muestreo……………………………………………………………….……….. 37
8.3.2 Monitoreo ambiental y caracterización fisicoquímica………………...……….. 37
8.3.3 Análisis microbiológicos……………………………….…..………………….. 37
8.3.3.1 Microbiología sanitaria………………..……………….…………….……….. 37
8.3.3.2 Identificación de microorganismos.……………..………….……….……….. 37
7
8.3.3.3 Dinámica poblacional microbiana…….………………...…………..……….. 39
8.3.4 Propiedades probióticas………………………………………………..……….. 39
8.3.4.1 Resistencia a condiciones del TGI in vitro ………………………….……….. 39
8.3.4.2 Formación de biopelícula en poliestireno…………………………………….. 43
9. RESULTADOS……………………………………………………………………. 44
9.1 Monitoreo ambiental y caracterización fisicoquímica…………………..……….. 44
9.2 Análisis microbiológicos………………………………………………..……….. 46
9.2.1 Microbiología sanitaria...………………………………………………………. 46
9.2.2 Identificación de microorgamismos..………………………………………….. 46
9.2.3 Dinámica poblacional………….……………………………………………….. 47
9.3 Propiedades probióticas………………………………………………….……….. 48
9.3.1 Resistencia de resistencia al TGI in vitro ……………………………..……….. 48
9.3.1.1 Resistencia de levaduras a condiciones del TGI in vitro…………………….. 49
9.3.1.2 Resistencia de bacterias a condiciones del TGI in vitro………………..…….. 52
9.3.2 Capacidad de formación de biopelícula……………………………….………... 55
10. DISCUSIÓN DE RESULTADOS…..…………………………..……..….……… 57
10.1 Monitoreo ambiental y caracterización fisicoquímica…………..……………… 57
10.2 Microbiología sanitaria………….………………………………………….…… 58
10.3 Identificación de microorganismos..………..………………………...………… 59
10.4 Dinámica poblacional microbiana…………………...………………..………… 59
10.5 Resistencia a condiciones del TGI in vitro………………………..…..……….... 61
10.5.1 Resistencia de levaduras a condiciones del TGI in vitro..…………..……….... 61
10.5.2 Resistencia de bacterias a condiciones del TGI in vitro…………..…..………. 64
10.6 Capacidad de formación de biopelícula……………..……………….…………. 66
11. CONCLUSIONES…..…………………………………………………..……..… 69
12. REFERENCIAS………………………………………………………………….. 70
8
II. ÍNDICE DE CUADROS Y FIGURAS
Índice de cuadros
Índice de figuras
9
Figura 4 Registros de temperatura y humedad ambientales durante 240 horas de
fermentación….…..…………………………………………………….. 32
Figura 5 Comportamiento en la concentración de ácidos orgánicos y pH durante
240 horas de fermentación………………...…………………………… 33
Figura 6 Comportamiento de la concentración de azucares reductores totales
(ART) y ºBrix durante 240 horas de fermentación……......…………… 33
Figura 7 Dinámica de desarrollo durante 240 horas de fermentación de
kombucha comercial.………………….……………………………….. 36
Figura 8 Comportamiento de la viabilidad de las levaduras durante la
simulación del TGI in vitro ………………...………………………….. 37
Figura 9 Comparación de la viabilidad de levaduras durante la simulación del
TGI in vitro por fase……………………………………………………. 38
Figura 10 Porcentaje de reducción de viabilidad de levaduras a condiciones del
TGI in vitro por fase de simulación…………………………………….. 39
Figura 11 Comportamiento de la viabilidad de las bacterias durante la simulación
del TGI in vitro…………………...…………………………………….. 40
Figura 12 Comparación de la viabilidad de bacterias durante la simulación del
TGI in vitro por fase……………………………………………………. 41
Figura 13 Porcentaje de reducción de viabilidad de bacterias a condiciones del
TGI in vitro por fase de simulación…………………………………….. 41
Figura 14 Formación de biopelícula por levaduras en microplaca de poliestireno.. 43
Figura 15 Formación de biopelícula por BAL en microplaca de poliestireno…….. 44
Figura 16 Formación de biopelícula por S. hominis en microplaca de poliestireno. 44
10
III. ABREVIATURAS Y SÍMBOLOS
Abreviatura/símbolo Significado
ADN Ácido desoxirribonucléico
APD Agar papa dextrosa
ART Azucares reductores totales
AT Acidez titulable
BAA Bacterias ácido acéticas
BAL Bacterias ácido lácticas
BIF Agar Bifidobacterium
BSH Bile Salts Hydrolase
Ci Cuenta inicial
Cf Cuenta final
Cfb Cuenta fase bucal
Cfg Cuenta fase gástrica
Cfi Cuenta fase intestinal
CV Cristal violeta
D.O. Densidad óptica
D.O.c. Cut off de densidad óptica
EPS Exopolisacáridos
g Gramos
GYCA Glucose yeast and chalk agar
h Horas
HO Hanseniaspora opuntiae
HCl Ácido clorhídrico
L Litros
LF Lachancea fermentati
LM Leuconostoc mesenteroides
M Molar
MALDI-TOF Matrix assisted laser desorption/ionization- Time of
flight
mg Miligramos
mL Mililitros
MRS Agar Man Rogosa and Sharpe
pH Potencial de hidrógeno
PIAB Propionibacterium agar
PM Pichia manshurica
s. fan Sobrevivencia de la fase anterior
11
SC Saccharomyces cerevisiae
SCOBY Symbiotic consortium of bacteria and yeast.
SH Staphylococcus hominis
SII Síndrome de intestino irritable
TGI Tracto gastrointestinal
U Actividad enzimática
UFC Unidades formadoras de colonia
WV Weisella viridiscens
µL Microlitro
µm Micrometro
ºC Grados centígrados
ºBrix Grados Brix
12
1. RESUMEN
La kombucha es una bebida que ha ganado gran popularidad en los últimos años y que
actualmente se comercializa con diversas marcas en México. Esta bebida es producida mediante
la fermentación de una infusión azucarada de té (Camellia sinensis), la cual es inoculada con un
consorcio simbiótico de bacterias y levaduras, denominado SCOBY (por sus siglas en inglés), el
cual transfiere microorganismos potencialmente probióticos a la bebida. Los probióticos son
microorganismos vivos que al ser ingeridos en cantidades apropiadas confieren al huésped
efectos saludables. Las condiciones del tracto gastrointestinal (TGI) pueden afectar la viabilidad
de estos microorganismos, impidiendo que una cantidad adecuada llegue vivo al colon para
ejercer los mecanismos del efecto benéfico. Por lo anterior, el objetivo de la presente tesis fue
determinar la capacidad de resistencia a las condiciones del TGI de los microorganismos aislados
en la kombucha producida a nivel industrial mediante una simulación continua in vitro, así como
su habilidad de producir biopelícula.
13
oxydans, Staphylococcus hominis (SH) y Staphylococcus epidermis. A las 240 h de fermentación
las levaduras alcanzaron una concentración de 7 log (UFC/mL); las bacterias ácido-lácticas
(BAL) de 6.69 log (UFC/mL) y las bacterias ácido-acéticas (BAA) de 6.02 log (UFC/mL).
Quince cepas fueron analizadas para conocer su capacidad de resistencia a las condiciones del
TGI in vitro mediante la simulación de boca, estómago y colon. Las levaduras tuvieron un
porcentaje de sobrevivencia entre 86.96 % y 95.61 %, siendo SC1, LF2 y HO2 las más
resistentes; las bacterias fueron menos resistentes que las levaduras con porcentajes de
sobrevivencia de 67.24 % a 88.26 %, siendo LM2 y LM3 las más resistentes. Con los datos
obtenidos calculamos que una botella de 355 mL de la kombucha estudiada contiene
aproximadamente 5.94x109 UFC de levaduras y 1.48x109 UFC de BAL capaces de llegar vivos
al colon.
14
2. INTRODUCCIÓN
La kombucha es una bebida fermentada tradicional de China que ha ganado una gran popularidad
en los últimos años debido a sus beneficios para la salud. En 2019, el valor de su mercado fue de
1,670 millones de dólares y se estima que para el 2027 alcanzará un valor de 7,050,000 millones
de dólares con un tasa de crecimiento anual de 19.7% (GVR, 2020). El proceso de elaboración
del té de kombucha se basa en la inoculación de un consorcio simbiótico de bacterias y levaduras
(SCOBY) contenido dentro de una matriz de exopolisacáridos microbianos. La inoculación del
SCOBY provoca la fermentación de una infusión de té (Camellia sinensis) azucarada
generalmente con sacarosa, y transferirá algunos de los microorganismos inmersos en él a la
bebida. Entre los microorganismos comunmente encontrados son levaduras de los géneros
Saccharomyces, Dekkra, Lachancea y Hanseniaspora, y bacterias de los géneros Gluconobacter,
Acetobacter, Oenococcus, Bifidobacterium, Lactobacillus, Leuconostoc y Propionibacterium
(Coton et al., 2017; Liu et al., 1996; Marsh et al., 2013). Algunas especies de Lactobacillus,
Leuconostoc y Saccharomyces aislados de fuentes diferentes a la kombucha han sido
ampliamente estudiadas por sus propiedades probióticas (Castro et al., 2019; Gómez et al., 2016;
Kumura et al., 2004; Lee & Kim, 2019; Nayak, 2011). Los probióticos son microorganismos
vivos que, cuando se proporcionan en cantidades adecuadas confieren un beneficio para la salud
del huésped (FAO & OMS, 2006). Estos microorganismos benéficos pueden estar contenidos en
alimentos y bebidas. En bebidas comerciales se requiere una concentración de 1x106 a 1x109
UFC/porción de cepas probióticas para hacer un uso correcto a la declaración de propiedad
"contiene probióticos". Esta concentración es requerida debido a que la viabilidad de los
microorganismos puede verse afectada durante su paso por el tracto gastrointestinal (TGI), en
donde se enfrentan a ambientes hostiles como cambios drásticos de pH, presencia de enzimas y
sales biliares.
15
de resistencia a las condiciones del TGI de los microorganismos aislados en la kombucha
producida a nivel industrial mediante una simulación continua in vitro, así como su habilidad de
producir biopelícula.
16
3. ANTECEDENTES
3.1.1 Clasificación
Los alimentos funcionales pueden ser clasificados bajo varios criterios y un alimento puede
cumplir uno o más de uno de estos. Los alimentos y bebidas funcionales pueden clasificarse de
la siguiente manera:
17
c) Su efecto fisiológico (actividad antioxidante, digestibilidad y actividad anti-tumor)
d) La categoría del compuesto bioactivo:
- Compuestos orgánicos (vitaminas, antioxidantes, lípidos y prebióticos)
- Compuestos inorgánicos (minerales)
- Microorganismos (probióticos)
e) Proceso de producción (fermentado, encapsulado y congelado)
3.2 Probióticos
En el siglo XX, Eli Metchnikoff notó que en las regiones de Bulgaria se consumían leches
fermentadas más de lo habitual y relacionó este hecho con el incremento de la longevidad. Los
trabajos de Metchnikoff fueron premiados con el Nobel de fisiología o medicina en 1908. Por su
lado, Henry Tissier en 1906 observó que en la microbiota en heces de niños sanos se encontraban
abundantes microorganismos, que hoy conocemos como bifidobacterias, mientras en niños
enfermos estas eran escasas. Los conocimientos generados por ambos científicos, así como los
de Fuller, Guarner y Schaafsma fueron fundamentales para la construcción del concepto de
probióticos. La palabra probiótico fue acuñada en 1960 y significa “a favor de la vida” y hace
referencia a “microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades apropiadas,
confieren al huésped efectos saludables” (FAO & OMS, 2006). De este concepto se pueden
enfatizar tres características fundamentales: la viabilidad de los microorganismos, su cantidad de
consumo y el beneficio que proveen al huésped. En México no existe normatividad que regule
parámetros específicos para la producción y comercialización de probióticos, ni en
presentaciones farmacéuticas ni en alimentos y bebidas. Por otro lado, existe mucha información
científica nacional e internacional, así como regulatoria internacional que da pautas para dirigir
el presente trabajo. En el cuadro 1 se muestran algunas de las cepas que actualmente son más
comercializadas como probióticas.
18
Cuadro 1. Microorganismos mayormente comercializados como probióticos
Grupo de
Género y especie
microorganismo
Bifidobacterias B. adolescentis, B. animalis, B. animalis subsp. Lactis (Bb12), B. bifidum,
B. breve, B. longum subsp. infantis, B. longum subsp. Longum (BB536).
Lactobacilos Lactobacillus acidophilus (La5), L. casei (Shirota), L. ‘caucasicus’ = L.
kefiri, L. crispatus, L. delbrueckii subsp. delbrueckii L. delbrueckii subsp.
bulgaricus, L. delbrueckii subsp. lactis, L. helveticus, L. fermentum
(KLD), L. gallinarum, L. gasseri, L. johnsoni (La1), L. leichmanii = del-
brueckii subsp. lactis, L. paracasei (F19), L. plantarum (299v), L. reuteri
(SD2112), L. rhamnosus (GG), L. sakei, L. salivarius (UCC118), L.
sporogenes = Bacillus coagulans).
Otras bacterias Enterococcus faecalis, E. faecium (SF68), Lactococcus lactis,
ácido lácticas Leuconostoc. mesenteroides, Pediococcus acidilactici, P. pentosaceus,
Streptococcus salivarius, S. macedonicus, S. mitis, S. sanguis, S
thermophilu.
Bacilos Bacillus cereus (toyoi), B. clausii, B. coagulans, B. licheniformis, B.
mesentericus, B. subtillis.
Otras bacterias Clostridium butyricum, Escherichia coli (Nissle1917),
Propionibacterium freudenreichii.
Levaduras Saccharomyces cerevisiae subsp. cerevisiae, Saccharomyces cerevisiae
subsp. Boulardii.
(Foligné, Daniel & Pot, 2013; Ouwehand, Salminen & Isolauri, 2002).
19
de acción. En la figura 1 se resumen las condiciones generales del TGI y en el cuadro 2 se
especifica la composición de sales en los jugos digestivos.
20
estado de salud, los líquidos permanecen en el estómago entre 0.5 a 1 hora dependiendo de su
composición. La mezcla resultante de la digestón gástica es el quimo.
21
Fase bucal
Temperatura: 37 ºC
pH: ~ 6.8±0.2
Enzima: Amilasa salival
Mezcla de electrolitos
(Cuadro 2)
Fase intestinal
Temperatura: 37 ºC
Fase gástrica pH: ~ 7±0.2
Temperatura: 37 ºC Enzima: Pancreatina
pH: ~ 2±1 Sales biliares
Enzima: Pepsina Mezcla de electrolitos
Mezcla de electrolitos (Cuadro 2)
(Cuadro 2)
Figura 1. Condiciones generales del TGI que pueden afectar la viabilidad de probióticos.
Cuadro 2. Concentraciones de electrolitos recomendadas para cada fase del TGI basadas en
datos de humanos in vivo
Fase bucal Fase gástrica Fase intestinal
Componente
(mmol/L) (mmol/L) (mmol/L)
K+ 18.8 7.8 7.6
Na+ 13.6 72.2 123.4
Cl- 19.5 70.2 55.5
H2PO4- 3.7 0.9 0.8
HCO3-, CO32- 13.7 25.5 85
Mg2+ 0.15 0.1 0.33
NH4+ 0.12 1.0 -
Ca2+ 1.5 0.15 0.6
Modificado de Minekus et al., 2014
22
3.2.1.4 Características que mejoran la supervivencia de probióticos a condiciones del TGI
Con el objetivo de protegerse de condiciones adversas y distribuir nutrientes y oxígeno, algunos
microorganismos tienen la capacidad de formar biopelículas, “comunidades estructuradas de
células bacterianas inmersas en una matriz polimérica auto-producida y adherida a una superficie
inherte o viva” (Costerton & Greenberg, 1999; Martínez et al., 2018). Esta matriz polimérica está
compuesta principalmente por exopolisacáridos (EPS) (Donlan, 2002). Los EPS forman una red
tridimensional que permite la distribución de nutrientes, oxígeno y agua a microorganismos que
se encuentran organizados y separados por canales o vacíos intersticiales (Lewandowski et al.,
1995). El proceso de formación de biopelícula se lleva a cabo en las siguientes 5 etapas:
1- Adherencia inicial
2- Adherencia irreversible (formación de EPS)
3- Formación de micro-colonias
4- Maduración
5- Dispersión
23
Estudios han sugerido que la capacidad fenotípica para producir biopelícula puede ser una
característica a tener en cuenta al momento de seleccionar probióticos (Aoudia et al., 2016)
debido a que puede estimular la colonización y aumentar la permanencia de las bacterias
benéficas en la mucosa del hospedero (Terraf et al., 2012). Además, Yahav et al. (2018)
demostraron que la biopelícula de exopolisacáridos formada por Bacillis subtilis puede protejer
a probióticos durante su paso por el TGI mejorando su sobrevivencia hasta llegar al colon.
En la etapa temprana de formación de biopelícula se lleva a cabo la adherencia, proceso que está
involucrado en la adhesión de los microorganismos a las células epiteliales y que involucra
mecanismos no específicos y específicos. Las fuerzas físicas de atracción y repulsión
(interacciones electrostáticas y de van der Waals) son mecanismos no específicos que impactan
directamente en la hidrofobicidad de la superficie celular y con ello en la capacidad de adhesión.
(Kos et al., 2003). La capacidad de adhesión de los probióticos se ha relacionado con su
mecanismo de acción contra patógenos por inhibición competitiva de los receptores o
impedimento estérico (Tuomola, Ouwehand, & Salminen, 1999).
24
tratamiento contra intolerancia a la lactosa; en el mantenimiento de la remisión de la pouchitis
después del tratamiento con antibióticos; prevención de infección por Clostridium dificile;
prevención de enterocolitis necrosante en niños prematuros; se sugiere su uso en pacientes con
esteatohepatitis y esteatohepatitis no alcohólica para mejorar la inflamación hepática y resistencia
a la insulina; su uso en el tratamiento de encefalopatía hepática oculta y manifiesta, entre otros
(Valdovinos et al., 2017). Los mecanismos de acción son específicos para cada cepa y deben ser
comprobados.
3.3 Kombucha
La kombucha es una bebida probiótica elaborada mediante la fermentación de la infusión
azucarada de té Camellia sinensis. La fermentación es iniciada por inoculación de una biopelícula
que contiene un consorcio simbiótico de bacterias y levaduras llamado “SCOBY”: Symbiotic
Consortium Of Bacteria and Yeast. Su aprovechamiento como bebida curativa se remonta hacia
el año 221 a.C, en China en donde era apreciada por la dinastía Qin, posteriormente, en el año
414 d.C., el Doctor Kombu lleva la bebida a Japón. Conforme se fueron abriendo las rutas
comerciales, la kombucha llega a Rusia y durante el siglo XX es introducida a Alemania, Francia,
norte de África e Italia. Es en Italia que alcanza una gran popularidad en consumo
aproximadamente en el año 1950 (Jayabalan et al., 2014). En Estados Unidos se comienza a
producir de forma casera y en 1995 se funda la primera empresa familiar de kombucha bajo la
marca GT, que distribuye kombucha en tiendas locales de productos saludables. En 2019 el valor
de mercado global de kombucha fue de 1,670 millones de dólares y se espera aumente a 7,050
millones de dólares para el 2027 con una tasa de crecimiento anual de 19.7% (GVR, 2020). En
México, se ha observado un surgimiento importante de empresas dedicadas a la producción de
esta bebida. Hasta ahora se han identificado 13 marcas de kombucha y en Guadalajara cerca de
70 puntos de venta.
25
lugar a fermentaciones de tipo alcohólica, láctica y acética. Se ha visto que el consumo de la
fuente de carbono incrementa linealmente durante la fermentación de la kombucha y de forma
paralela se forman celulosa, ácido acético y etanol (Kallel et al., 2012). Las levaduras llevan a
cabo la hidrólisis de la sacarosa en glucosa y fructosa mediante la enzima invertasa.
Posteriormente, ambos monosacáridos pueden ser utilizados como sustratos en la glucólisis
produciendo piruvato, el cual durante la fermentación alcohólica es convertido a acetaldehído y
luego a etanol por la enzima alcohol deshidrogenasa. Este proceso libera moléculas de CO2 que
se acumulan en el medio dando lugar a una bebida carbonatada. Otra parte de estos
monosacáridos es utilizada para la producción de ácidos orgánicos y la biosnítesis de celulosa.
La producción de ácidos disminuye el pH del medio permitiendo que las bacterias acido-
tolerantes se vuelven más abundantes. Las bacterias ácido acéticas (BAA) con capaces de
transformar fructosa y etanol en ácido acético mediante la oxidación del etanol durante la
fermentación acética en presencia de O2. Algunos estudios han reportado la presencia de
bacterias ácido-lácticas (BAL), las cuales pueden producir ácido láctico a partir del piruvato por
medio de una lactato deshidrogenasa (Bergström, 2018; Chen y Liu, 2000; Kallel et al., 2012).
26
Agua
Filtración
2 micras
Lámpara UV
Calentamiento
98 °C
Azúcar Vapor de agua
Mezclado manual
Solubilización
Té negro
Té verde
Lixiviación
98 °C/ 5 minutos
Bagazo de
Kombucha hojas
líquida Inoculación
7 días/ 25 °C
SCOBY
Fermetación aerobia
7 días/ 25 °C
SCOBY
Fermentación anaerobia
3 días/ 25 °C
Saborizantes
Saborización
naturales
CO2 Carbonatación
Embotellado
27
Diversos estudios basados tanto en cultivos microbianos como en técnicas moleculares se han
realizado para identificar la microbiota de la kombucha. La mayoría de estos estudios se han
hecho en kombucha producida en laboratorio y se encontró solo un estudio que analizó la
microbiota de kombucha de producción a nivel industrial (Coton et al., 2017). En el cuadro 3 se
enlistan los microorganismos comúnmente encontrados en la bebida y además se presenta la
información sobre la capacidad probiótica de estas cepas de bacterias y levaduras aisladas de
otras fuentes.
28
Acetobacter sp. Hesseltine 1965; No reportado
Sievers et al., 1995
Acetobacter aceti Sievers et al., 1995 No reportado
Acetobacter intermedius, Boesch et al., 1998 No reportado
sp. nov
Acetobacter lovaniensis Coton et al., 2017 No reportado
Acetobacter Dutta & Gachhui, 2006 No reportado
nitrogenifigens
Acetobacter okinawensis Coton et al., 2017 No reportado
Acetobacter pasteurianus Liu et al., 1996; Sievers No reportado
et al., 1995
Acetobacter peroxydans Coton et al., 2017 No reportado
Acetobacter syzgil Coton et al., 2017 No reportado
Acetobacter tropicallis Coton et al., 2017 No reportado
Gluconoacetobacter Coton et al., 2017 No reportado
europaeus
Gluconoacetobacter Coton et al., 2017 No reportado
hansenii
Gluconoacetobacter Coton et al., 2017 No reportado
liquefaciens
Gluconoacetobacter Coton et al., 2017 No reportado
rhaeticus
Gluconoacetobacter Coton et al., 2017 No reportado
saccharivorans
Gluconobacter cerinus Coton et al., 2017 No reportado
Gluconoacetobacter Coton et al., 2017 No reportado
liquefaciens
Gluconobacter oxydans Coton et al., 2017 No reportado
Komagataeibacter Marsh et al., 2014; No reportado
xylinus Sievers et al., 1995
29
Tantichaeroenia Coton et al., 2017 No reportado
sakaeratensis
Allobaculum Marsh et al., 2014 No reportado
Candida boidinii Coton et al., 2017 No reportado
Dekkera bruxellensis Marsh et al., 2014 No reportado
Kluyveromyces Marsh et al., 2014 No reportado
marxianus
Lachancea fermentati Marsh et al., 2014; No reportado
Chakravorty et al.,
2016
Pichia Marsh et al., 2014 No reportado
Saccharimycodes Sinisa et al., 2001 No reportado
ludwiggi
Saccharomyces Liu et al., 1996; Sinisa Sí. Aisladas de fruta, queso azuly cepas
cerevisiae et al., 2001 comerciales (Fakruddin et al., 2017;
Kumura et al., 2004; van der Aa Kühle
et al., 2005)
Saccharomyces bisporus Sinisa et al., 2001 No reportado
Saccharomyces uvarum Coton et al., 2017 No reportado
Torulopsis sp Sinisa et al., 2001 No reportado
Wallemia sebi Marsh et al., 2014 No reportado
Hanseniaspora Marsh et al., 2014 No reportado
30
4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
31
5. JUSTIFICACIÓN
La presencia de probióticos es una de las características que proporciona mayor valor agregado
a la kombucha comercial. El contenido de microorganismos vivos en una bebida fermentada no
garantiza el contenido de probióticos ni su efecto positivo a la salud de quien lo consume. La
funcionalidad probiótica de la kombucha se define por la cantidad de microorganismos
contenidos en ella que son capaces de llegar vivos al colon y que pueden ejercer los mecanismos
necesarios para proveer un efecto positivo a la salud del hospedero. Para que los
microorganismos lleguen vivos al colon, estos deben ser capaces de sobrevivir las condiciones
fisiológicas de la boca, el estómago y el intestino, es decir, al TGI. En el TGI, todo alimento,
bebida y sus componentes -inlcuidos los microorganismos- se enfrentan con amplios rangos de
pH (acidez y alcalinidad), presencia de enzimas y de sales biliares. En esto radica la importancia
de realizar pruebas científicas que permitan generar información sobre la capacidad de
sobrevivencia al TGI de microorganismos de kombucha.
32
6. HIPÓTESIS
33
7. OBJETIVOS
34
8. METODOLOGÍA
8.2 Materiales
El té de kombucha se obtuvo de una empresa local en Guadalajara, Jalisco, México. Para el
cultivo de microorganismos se utilizaron los siguientes medios de cultivos, Agar Papa Dextrosa
(APD) de la marca DIFCO; Man Rogosa and Sharpe (MRS) de Sigma-Aldrich. Tres de los agares
utilizados se elaboraron en el laboratorio: Glucose Yeast Chalk Agar (GYCA); Bifidobacterium
Agar (BIF) y Propionibacterium Agar (PIAB). Los reactivos utilizados para los medios
formulados fueron, para GYCA: agar bacteriológico (MCD LAB), peptona de caseína
(SOLBIOSA), extracto de levadura (Sigma-Aldrich), glucosa (Sigma-Aldrich), carbonato de
calcio (Fermont), etanol al 95%; BIF: agar base Columbia, glucosa (Sigma-Aldrich), lactulosa,
riboflavina (Sigma-Aldrich), HCl cisteina (Sigma-Aldrich), ácido propiónico y; PIAB: agar
bacteriológico, extracto de levadura, peptona de caseína (SOLBIOSA), lactato de sodio (Sigma-
Aldrich), fosfato dipotásico (Jalmek), sulfato de magnesio (Jalmek). MRS, GYCA, BIF y PIAB
fueron adicionados con natamicina (ZHEJIANG). La composición de los medios de aislamiento
se muestra en el cuadro 4. Las soluciones de electrolitos se prepararon con KCl (Fermont),
KH2PO4 (Fermont), NaHCO3 (Fermont), NaCl (Fermont), MgCl2(H2O)6 (Sigma-Aldrich) y
(NH4)2CO3 (Fermont). Las enzimas utilizadas fueron Amylase Licuamil® 1200 (ENMEX),
35
pepsina porcina 1:10,000 (Hycel) y pancreatina (Sigma-Aldrich). Las sales biliares se compraron
en Sigma-Aldrich.
36
8.3 Métodos
8.3.1 Muestreo
Las muestras fueron proporcionadas por la empresa BCC, la cual comercializa kombucha
embotellada en vidrio desde hace 6 años con inóculo original. Cuenta con marmitas de acero
inoxidable y un sistema de producción semi-cerrado. Las muestras se tomaron antes de llegar a
la etapa de saborización de forma estéril para evitar la interferencia de otras materias primas en
el experimento.
37
un equipo Microflex LT/SH MALDI-TOF MS (Bruker Daltonics) con el softwre MALDI-
BIOTYPER RTC por el método de transferencia directa extendida (eDT) con lisis celular parcial
por ácido fórmico. El protocolo para la identificación se describe a continuación:
38
Para la conservación de las cepas aisladas se mezcló el caldo con crecimiento de 18 horas con
glicerol al 50% y se almacenaron a -80 °C.
39
dextrosa, respectivamente. Los jugos salivales, gástricos e intestinales fueron preparados
mediante una mezcla de electrolitos, enzimas, agua y, en el caso del jugo intestinal, sales biliares
(Cuadro 7). Para el ajuste de pH se utilizaron soluciones de HCl 1M y NaOH 1M. Un stock
concentrado de electrolitos se preparó con cloruro de potasio (KCl), fosfato monopotásico
(KH2PO4), bicarbonato de sodio (NaHCO3), cloruro de sodio (NaCl), cloruro de magnesio
hexahidratado (MgCl2(H2O)6) carbonato de amonio ((NH4)2CO3) (Cuadro 8). Todas las
soluciones de enzimas se prepararon en agua destilada estéril. Las soluciones de enzimas se
prepararon a las siguientes actividades enzimáticas: amilasa para la fase oral a 75 U/mL; pepsina
para la fase gástrica a 2000 U/mL y de pancreatina para la fase intestinal a 100 U/mL. A la
mezcla final de jugo intestinal se le agregó un 0.3% de sales biliares. Una solución de cloruro de
calcio (CaCl2) a 0.3 M se adicionó a la mezcla de todos los jugos simulados con el inóculo al
final para evitar su precipitación. Todos los experimentos se realizaron en un ambiente estéril,
los materiales y soluciones se esterilizaron en autoclave a excepción de las soluciones de enzimas
que se esterilizaron por filtración (0.04 µm). Todos los experimentos fueron realizados por
duplicado.
40
Cuadro 8. Composición de soluciones de electrolitos para la simulación de jugos del TGI
Stock Electrolitos Electrolitos Electrolitos
Componente concentrado para JSS para JGS para JIS
g/L mL/L del stock concentrado
KCl 37.3 30.2 13.8 13.6
KH2PO4 68 7.4 1.8 1.6
NaHCO3 84 13.6 25 85
NaCl 117 - 23.6 19.2
MgCl2(H2O)6 30.5 1 0.8 2.2
(NH4)2CO3 48 0.12 1 -
JSS: Jugo salival simulado; JGS: Jugo gástrico simulado; JIS: Jugo intestinal simulado.
Fase oral
Previo a llevar a cabo el experimento de la fase oral, la solución de electrolitos y el medio líquido
con crecimiento de 18 h se precalentaron a 37 °C en baño María. El JSS y el caldo con cada cepa
se mezclaron en un radio de 50:50 (cuadro 7) y cuando fue necesario el pH se ajustó a 7.0. La
simulación de fase oral se incubó en aerobiosis a 37°C durante 5 minutos. La mezcla luego de la
incubación se denominó bolo.
Fase gástrica
Una alícuota de bolo fue inmediatamente mezclada con el JGS precalentado a 37 °C en una
proporción 50:50. El pH se ajustó a 3.0 con HCl 1M (cuadro 7). La mezcla fue incubada durante
2 horas en anaerobiosis a 37 °C. La mezcla luego de la incubación se denominó quimo.
Fase intestinal
Una alícuota de quimo fue mezclada inmediatamente con el JIS precalentado a 37 °C en una
proporción de 50:50 y se ajustó el pH a 7.0 con NaOH 1M (cuadro 7). La mezcla fue incubada
durante 2 horas en anaerobiosis a 37 °C. La toma de muestras para el análisis de resistencia a
condiciones simuladas del TGI se tomaron en cuatro momentos: 1) Recuento inicial: En la mezcla
de fase oral antes de la incubación; 2) después de la incubación de fase oral; 3) después de la
41
incubación de fase gástrica; 4) después de la incubación de fase intestinal. De cada muestra se
sembraron diluciones seriadas por el método de Miles Misra en MRS y APS para bacterias láctica
y levaduras, respectivamente. Los resultados fueron expresados en log UFC/mL. Las fórmulas
utilizadas para la presentación de resultados fueron las siguientes:
Cf
% sobrevivencia = ∗ 100
Ci
En donde:
Cf= Cuenta final (log UFC/mL)
Ci= Cuenta inicial (log UFC/mL)
Cfb − Ci
% reducción Cuenta inicial a fase bucal = ∗ 100
Cfb
En donde:
Cfb= Cuenta fase bucal (log UFC/mL)
Ci= Cuenta inicial (log UFC/mL)
Cfg − Cfb
% reducción fase bucal a fase gástrica = ∗ %s. fan
Cfg
En donde:
Cfg= Cuenta fase gástrica (log UFC/mL)
Cfb= Cuenta fase bucal (log UFC/mL)
% s. fan= % de sobrevivencia de la fase anterior
Cfi − Cfg
% reducción fase gástrica a fase intestinal = ∗ %s. fan
Cfi
En donde:
Cfi= Cuenta fase intestinal (log UFC/mL)
Cfg= Cuenta fase gástrica (log UFC/mL)
% s. fan= % de sobrevivencia de la fase anterior
42
8.3.4.2 Formación de biopelícula en poliestireno
La capacidad para formar biopelícula se determinó mediante el método cristal violeta (CV) en
microplacas de poliestireno según lo propuesto por Ren y cols. (2013) con algunas
modificaciones. De 100 a 600 µL del caldo con un crecimiento de 18 h de los aislados se ajustaron
a densidad óptica (D.O.) de 0.15 a 600 nm (D.O.600) por dilución con medio de cultivo líquido.
En cada pocillo de las microplacas se agregaron un total de 160 µL del medio ajustado y medio
líquido estéril como control. Las placas se sellaron y se dejaron incubar en agitación a 200 rpm
durante 24 horas a 30 ºC. Posteriormente, se realizó un lavado con tampón de fosfato salino (pH
7.2) tres veces para eliminar el medio y las células libres. Se llevó a cabo una tinción con solución
acuosa de 0.1% de cristal violeta y se dejó reposar 20 minutos para después enjuagar tres veces
más en la solución de tampón fosfato salino. Finalmente, se dejó reposar durante 30 minutos con
etanol al 96%. La biopelícula disuelta en etanol se pasó a una nueva microplaca para evitar la
intervención del tinte que puediera haber sido absorbido por las paredes del poliestireno. La
absorbancia se midió a 590 nm en un lector de microplaca BIO RAD xMarkTM (Microplate
Spectrophotometer). La capacidad de formar biopelícula de los aislados seleccionadas se
clasificó, según Stepanovic et al., (2000), en las categorias “No formadora de biopelícula”, “débil
formadora de biopelícula”, “moderadamente formadora de biopelícula” o “fuerte formadora de
biopelícula”. Para las clasificaciones, el cut off de la densidad óptica obtenida (D.O.c.) se define
como tres desviaciones estándar sobre el promedio de la D.O. del control negativo (caldo MRS
sin inocular). Los aislados se clasificaron de la siguiente manera: D.O. ≤ D.O.c = no formadora
de biopelícula; D.O.c. < D.O < (2*D.O.c). = débil formadora de biopelícula; 2*D.O.c. < D.O. ≤
(4*D.O.c) = moderada formadora de biopelícula; (4*D.O.c) < D.O. = fuerte formadora de
biopelícula.
43
9. RESULTADOS
31 74
29 73
Temperatura (ºC)
Humedad (%)
27 72
25 71
23 70
21 69
0 24 48 72 96 168 192 216 240
Tiempo (horas)
Temperatura Humedad
En la figura 5 se grafican los resultados de acidez titulable y pH y en la figura 6 los ART y °Brix,
ambos durante 240 horas de fermentación de kombucha.
La acidez titulable (AT) incrementó un total de 1.3 unidades durante las 240 h de fermentación.
Posterior a la adición de un inóculo líquido (kombucha fermentada de un lote anterior) la acidez
titulable fue de 0.6 g/L. A las 168 h alcanzó los 1.9 g/L, valor que se mantuvo hasta las 240 h
(final de la fermentación). El pH descendió un total de 1.1 unidades durante las 240 h de
fermentación. La infusión de mezcla del tés tuvo un pH de 6 (valor no graficado) y descendió a
4.1con el inóculo líquido. Este valor descendió a 3.5 a las 72 h y a 3.3 a las 168 h. El pH al final
de la fermentación fue de 3.0.
44
2.00 4.50
4.00
1.50
Acidez titulable (g/L)
3.50
pH
1.00
3.00
0.50 2.50
0 72 168 240
Tiempo de fermentación (horas)
Acidez titulable pH
En la figura 6 se muestran los resultados del contenido de azucares reductores totales y °Brix
durantre las 240 h de fermentación para la elaboración de kombucha a nivel industrial. Los
azúcares reductores totales decrementaron 4.6 unidades durante 240 horas de fermentación.
Inicialmente alcanzaron un valor de de 8.82 g/100 mL, a las 168 h fue de 7.73 g/100 mL y de
4.22 g/100 mL al final de la fermentación. Los °Brix disminuyeron un total de 7 unidades durante
las 240 horas de fermentación. Los ºBrix luego de la adición de la sacarosa fue de 12 y disminuyó
a 9 °Brix a las 72 h. A las 160 h el fermento alcanzó los 6 °Brix y al final de la fermentación a
un valor de 5 °Brix.
9 12
11
8
10
ART (g/100mL)
7 9
ºBrix
6 8
7
5
6
4 5
0 72 168 240
Tiempo de fermentación (h)
Azúcares reductores totales ° Brix
45
9.2 Análisis microbiológicos
9.2.1 Microbiología sanitaria
Los resultados de calidad sanitaria de kombucha fueron contrastados con los límites para bebidas
saborizadas no alcohólicas y con los de quesos madurados a falta de normativa que regule una
bebida fermentada similar en México. El recuento de mohos como grupo indicador de prácticas
higiénicas se encontró cercano a lo permitido (Cuadro 9). Por otra parte, las levaduras se
observaron elevadas. Los indicadores de materia fecal, incluida la bacteria Escherichia coli,
fueron inferiores al límite de detección del método. Salmonella spp. estuvo ausente en 25 mL de
la bebida. Con base a los resultados se puede concluir que la kombucha presenta una buena
calidad sanitaria.
46
fermentati, Pichia manshuria y Debaryomyces hansenii) y uno de la familia Tremellaceae
(Cryptococcus flavescens). En el medio de aislamiento GYCA se encontró la presencia de
Gluconobacter oxydans y Staphylococcus hominis y Staphylococcus epidermis. Leuconostoc
mesenteroides y Weissella viridiscens se aislaron del medio MRS. No se identificó la presencia
de propionibacterias ni bifidobacterias los medios PIAB y BIF, respectivamente, durante el
tiempo y condiciones de incubación determinados (cuadro 6).
Lachancea fermentati 12
Pichia manshurica 1
Debaryomyces hansenii 2
Cryptococcus flavescens 2
Leuconostoc mesenteroides 15
Weisella viridiscens 1
Bacterias
Gluconobacter oxydans 7
Staphylocccus hominis 11
Staphylococcus epidermis 1
47
BAL de 2.66 log y las BAA de 2.72. Las concentraciones finales fueron de 7.00 log de levaduras,
6.69 log de BAL y 6.02 de BAA.
6
log (UFC/mL)
3
0 96 168 240
Tiempo (horas)
Levaduras BAL BAA
Figura 7. Dinámica de desarrollo microbiano durante 240 horas de fermentación de kombucha
comercial. BAL: Bacterias ácido lácticas; BAA: Bacterias ácido acéticas. A pie del eje de las
abscisas, líneas horizontales: fermentación anaerobia; líneas verticales: fermentación aerobia.
48
9.3.1.1 Resistencia de levaduras a condiciones del TGI in vitro
Se realizó una simulación del tracto gastrointestinal in vitro de forma continua, es decir, un
volumen determinado fue recuperado de la fase bucal para exponerla a la fase gástrica y
finalmente a la fase intestinal. La figura 8 resume el comportamiento de la viabilidad de las
levaduras durante la simulación del TGI en log UFC/mL. De un total de 9 levaduras, 3 mostraron
una disminución significativa en su viabilidad entre la cuenta inicial y la fase bucal; 8 entre la
fase bucal y la fase gástrica y 4 entre la fase gástrica y la intestinal. De forma general se observó
una tendencia de reducción en la viabilidad de las levaduras al ser expuestas a la simulación del
TGI. La viabilidad de PM1, SC1, SC2, LF2, HO1 y HO2 se mantuvo igual entre la cuenta inicial
y la fase bucal, mientras en la de SC3, LF1 y LF3 se observó una diferencia. La fase gástrica
mostró un efecto reductor significativo para todas las levaduras, con excepción LF1 que se
mantuvo igual que en la fase bucal. La fase intestinal tuvo un efecto de reducción en la viabilidad
de PM1, SC3, LF1 y HO1, mientras SC1, SC2, LF2, LF3 Y HO2 se mantuvieron constantes.
4.00
2.00
0.00
PM1 SC1 SC2 SC3 LF1 LF2 LF3 HO1 HO2
Levadura
Cuenta inicial Fase Bucal Fase Gástrica Fase Intestinal
Figura 8. Comportamiento de la viabilidad de las levaduras durante la simulación del TGI in
vitro. Los resultados se muestran como el promedio de los log UFC/mL de 6 réplicas. Las
diferencias significativas se establecieron con un nivel de significancia P> 0.05 aplicando
ANOVA con la prueba de Duncan. Dentro del mismo aislado, barras con la misma letra son
estadísticamente iguales. PM: Pichia manshurica; SC: Saccharomyces cerevisiae; LF:
Lachancea fermentati; HO: Hanseniaspora opuntiae.
49
iniciales de 7.08 a 7.29 log UFC/mL. En todas las fases PM1 fue la de menor viabilidad al final
del experimento. En la fase bucal HO1 y SC1 tuvieron la mayor viabilidad mientras LF1 fue la
levadura de mayor viabilidad en las fases gástrica e intestinal.
8.00 cc cd cd cd de
bbbccc bc b e d e d c cd d b d cd d e
ab b de
e
Viabilidad (log UFC/mL)
a cc
a a
6.00
4.00
2.00
0.00
Cuenta inicial Fase Bucal Fase Gástrica Fase Intestinal
Figura 9. Comparación de la viabilidad de levaduras durante la simulación del TGI in vitro por
fase. Los resultados de la viabilidad se muestran como el promedio de los log UFC/mL de 6
réplicas. Las diferencias significativas se establecieron con un nivel de significancia P> 0.05
aplicando ANOVA con la prueba de Duncan. Barras con la misma letra son estadísticamente
iguales entre diferentes levaduras en la misma fase. PM: Pichia manshurica; SC: Saccharomyces
cerevisiae; LF: Lachancea fermentati; HO: Hanseniaspora opuntiae.
En el cuadro 12 se muestra el porcentaje de sobrevivencia de cada una de las levaduras, así como
la concentración en log UFC/mL al final de la simulación. Las levaduras tuvieron un rango de
sobrevivencia de 86.96% a 95.61% y concentraciones finales entre 5.70 y 6.65 log UFC/mL.
50
SC2 Saccharmonyces cerevisiae 95.61 6.44±0.02c
Los resultados de la concentración final son el promedio de 6 réplicas ± desviación estándar. Las
diferencias significativas se establecieron con un nivel de significancia P> 0.05 aplicando
ANOVA con la prueba de Duncan. Resultados con diferente letra son estadísticamente
diferentes.
12
9
(%)
6
3
0
PM1 SC1 SC2 SC3 LF1 LF2 LF3 HO1 HO2
Levadura
Figura 10. Porcentaje de reducción de viabilidad de levaduras a condiciones del TGI in vitro por
fase de simulación. PM: Pichia manshurica; SC: Saccharomyces cerevisiae; LF: Lachancea
fermentati; HO: Hanseniaspora opuntiae.
51
9.3.1.2 Resistencia de bacterias a condiciones del TGI in vitro.
En la figura 11 se muestran los resultados de la viabilidad en log UFC/mL de todos los aislados
de bacterias por fase de simulación. La viabilidad de todos los aislados de Leuconostoc
mesenteroides y Weissella viridiscens se mantuvo estable entre la cuenta inicial y la fase bucal,
a diferencia de los dos aislados de SH que tuvieron diferencias significativas en la viabilidad de
estas dos fases. Todas las bacterias, excepto LM3, tuvieron un efecto de reducción en su
viabilidad significativo al exponerlas a la fase gástrica. Ambos aislados de Staphyloccocus
hominis fueron las bacterias más afectadas disminuyendo hasta una viabilidad de 0 en la fase
gástrica. La simulación de la fase intestinal marcó una diferencia significativa en la viabilidad de
todas las bacterias lácticas (LM1, LM2, LM3 y WV). Todas las bacterias lácticas (BAL) tuvieron
diferencias en sus viabilidades entre las fases gástrica e intestinal. LM3 tuvo una diferencia
significativa exclusivamente en la fase intestinal.
10.00 a a a a b a a b a a b
c
Viabilidad (log UFC/mL)
8.00 b c c a a b
b
c
6.00
4.00
2.00
c c c c
0.00
LM1 LM2 LM3 WV1 SH1 SH2
Bacteria
Figura 11. Comportamiento de la viabilidad de las bacterias durante la simulación del TGI in
vitro. Los resultados se muestran como el promedio de los log UFC/mL de 6 réplicas. Las
diferencias significativas se establecieron con un nivel de significancia P> 0.05 aplicando
ANOVA con la prueba de Duncan. Dentro del mismo aislado, barras con diferente letra son
estadísticamente iguales. LM: Leuconostoc mesenteroides; WV: Weissella viridiscens; SH:
Staphylococcus hominis.
52
bacterias de menor concentración en la cuenta inicial y en la fase bucal. La viabilidad e SH1 y
SH2 fue de 0 desde la fase gástrica.
10.00 c c
bc bc bc b b d
Viabilidad (log UFC/mL)
b c c d
8.00 a ab b c c
a a b
6.00
4.00
2.00
a a a a
0.00
Cuenta inicial Fase bucal Fase Gástrica Fase intestinal
Fases gastrointestinales in vitro
Figura 12. Comparación de la viabilidad de bacterias durante la simulación del TGI in vitro por
fase. Los resultados de la viabilidad se muestran como el promedio de los log UFC/mL de 6
réplicas. Las diferencias significativas se establecieron con un nivel de significancia P> 0.05
aplicando ANOVA con la prueba de Duncan. Barras con la misma letra son estadísticamente
iguales entre diferentes bacterias en la misma fase. SH: Staphylococcus hominis; LM:
Leuconostoc mesenteroides; WV: Weissella viridiscens.
En el cuadro 13 se presentan los porcentajes de sobrevivencia de cada una de las bacterias, así
como la concentración en log UFC/mL al final del experimento. Al final de la simulación todas
las BAL tuvieron sobrevivieron entre 67.24% y 88.26% y concentraciones finales entre 5.9 a
8.02 log UFC/mL.
53
LM1 Leuconostoc 77.99 6.61c
mesenteroides
Los resultados de la concentración final son el promedio de 6 réplicas ± desviación estándar. Las
diferencias significativas se establecieron con un nivel de significancia p> 0.05 aplicando
ANOVA con la prueba de Duncan. Resultados con diferente letra son estadísticamente
diferentes.
100
Reducción de viabilidad (%)
80
60
40
20
0
LM1 LM2 LM3 WV SH1 SH2
Bacteria
Figura 13. Porcentaje de reducción de viabilidad de bacterias a condiciones del TGI in vitro por
fase de simulación. LM: Leuconostoc mesenteroides; WV: Weissella viridiscens; SH:
Staphylococcus hominis.
54
9.3.2 Capacidad de formación de biopelícula
En la figura 14 se muestran la capacidad de levaduras aisladas de kombucha para formar
biopelícula en placa de poliestireno. Según su capacidad para producto biopelícula, 4 levaduras
se clasifican como fuertes productoras; 2 como moderadas y 1 como es débil productora. SC1 no
produjo biopelícula en poliestireno.
Figura 14. Formación de biopelícula por levaduras en microplaca de poliestireno. Los resultados
son el promedio de las absorbancias de 5 réplicas. Las diferencias significativas se establecieron
mediante ANOVA con un nivel de significancia de p> 0.05 con la prueba de Duncan. Barras con
la misma letra son estadísticamente iguales. PM: Pichia manshurica; SC: Saccharomyces
cerevisiae; LF: Lachancea fermentati; HO: Hanseniaspora opuntiae.
55
0.400
Absorbancia 590 nm
0.300
b
0.200 ab ab
a
0.100
0.000
WV1 LM3 LM2 LM1
BAL
No productora Débil productora
Moderada productora Fuerte productora
Figura 15. Formación de biopelícula por BAL en microplaca de poliestireno. Los resultados son
el promedio de las absorbancias de 5 réplicas. Las diferencias significativas se establecieron
mediante ANOVA con un nivel de significancia de p> 0.05 con la prueba de Duncan. Barras con
la misma letra son estadísticamente iguales. LM: Leuconostoc mesenteroides; WV: Weissella
viridiscens.
0.300
0.250
Absorbancia 590 nm
0.200
0.150 a
a
0.100
0.050
0.000
SH1 SH2
Staphylococcus hominis
No productora Débil productora
Moderada productora Fuerte productora
56
10. DISCUSIÓN DE RESULTADOS
57
Neffe et al., 2017). Un pH de ~3.0 es utilizado como valor de referencia para determinar el fin
del proceso y se ha comprobado que la calidad sensorial de la kombucha a este pH es adecuada
(Loncar et al., 2006; Neffe et al., 2017). La fuente de carbón más utilizada en kombucha es la
sacarosa que está asociada con los sólidos solubles de la kombucha representados por ºBrix. Los
resultados de concentración de ART y ºBrix se muestran en la figura 7. Luego de la adición de
la sacarosa y del 10% del inóculo líquido se obtuvo un valor inicial de 12 ºBrix, los cuales
disminuyeron 7 unidades a un total de 5 ºBrix a las 240 h. Los ºBrix se utilizan de forma rutinaria
en la industria de bebidas para determinar la cantidad de azúcar disuelta tomando en cuenta que
1 °Brix representa 1 g de sacarosa en 100 mL. El valor inicial en el proceso de elaboración de
kombucha coincide con el 10% de sacarosa adicionada a la bebida más la del 10% del inóculo
líquido. En este sentido, el valor inicial de sacarosa disminuye de 12 g/100 mL a 5 g/100 mL,
que corresponde a un 41%. Estos resultados se acercan a lo reportado por Loncar y colaboradores
(2006) quienes calcularon una reducción en la concentración de sacarosa entre ~33 y 70% según
las variables de tiempo, temperatura y concentración del inóculo líquido. Por otro lado, los
azúcares reductores totales se mantuvieron estables en un valor de 4 g/100 mL hasta las 168 horas
y disminuyeron a 2.08 g/100 mL al final de la fermentación.
58
Los alimentos y bebidas fermentados no pasteurizados son un claro ejemplo de la aplicación de
la tecnología de barreras. La cual inicia con las buenas prácticas de manufactura e higiene en el
proceso de producción de kombucha, limitando el crecimiento de los microorganismos
específicos contenidos en los inóculos. Estos microorganismos son por sí mismos la primer
barrera para el desarrollo de microorganismos no deseados como degradadores de la calidad o
patógenos (Rahman, 2007). Se ha demostrado sensibilidad de Staphylococcus aureus,
Eschericha coli, Enterobacter cloacae, Staphylococcus epidermis, Campylobacter jejuni,
Salmonella spp, Helicobacter pylori y Listeria monocytogenes al incubarlos en presencia de
kombucha (Sreeramulu, et al., 2000). Los microorganismos deseados presentes en el SCOBY y
en el inóculo líquido se incrementan gracias al uso de los di y monosacáridos produciendo ácidos
orgánicos. El efecto bacteriostático de la kombucha se asocia con la presencia de ácido acético
así como con otros compuestos antimicrobianos que aún no se han identificado (Sreeramulu et
al., 2000).
59
de 7.3 log (UFC/mL) a las 168 horas, manteniéndose estable durante el resto de la fermentación
(figura 9). Las levaduras durante su metabolismo hidrolizan la sacarosa en monosacáridos y
producen etanol que son sustratos esenciales para el crecimiento de BAA (Cvetkovic et al.,
2008). En el caso del grupo de las BAA se observa un incremento constante hasta llegar a 6.02
log (UFC/mL) al final de la fermentación (figura 9). El resultado discrepa con el estudio realizado
por Chen y Liu (2000) quienes reportan concentraciones de BAA de 3 a 4 logaritmos en
diferentes muestras de kombucha entre los 6 y 14 días de fermentación. Las BAA son bacterias
aerobias estrictas, por lo que su crecimiento en una fase anaerobia no es de esperarse. Lo anterior
podría explicarse al estudiar la forma en que se lleva a cabo el proceso para realizar la
fermentación anaerobia. Después de las 168 horas la bebida es impulsada por una bomba
acoplada a una manguera hacia el segundo tanque de fermentación, en donde pasará 72 horas
más en fermentación anaerobia. Durante esta manipulación podría haber incorporación de
oxígeno lo que permitiría que las BAA continuaran su crecimiento durante la etapa tardía del
proceso. El aumento de BAA entre las 0 y 96 h fue de 0.17 log, mientras los incrementos mas
importantes de estas poblaciones fueron entre 96 y 168 h con 1.29 log y muy cercano al aumento
entre las 168 y 240 h (fermentación anaerobia), que fue de 1.25 log. Los estudios hasta ahora
encontrados sobre el comportamiento poblacional durante la fermentación de kombucha se han
realizado con muestras de la bebida sin aplicación de anaerobiosis. Los resultados obtenidos
sobre el crecimiento de las BAA en fermentación anaerobia fueron de utiliad para la empresa
para correjir dicho inconveniente.
En condiciones aerobias las BAA producen ácido acético, originando la acidificación del medio
(Chen & Liu, 2000; Kallel et al., 2012). Dicha acidificación pudo propiciar un medio ideal para
permitir que otras bacterias ácido tolerantes como las BAL se desarrollaran. El mayor incremento
de las BAL fue de 1.71 log durante las primeras 96 horas (figura 9), desencadenando por la
disponibilidad de nutrientes y gracias a su naturaleza anaerobia facultativa, lo que le permite su
tolerancia al oxígeno. Al final del proceso este grupo se pudo beneficiar por el aumento de
glucosa que la población de levaduras dejó disponible alcanzando una densidad final de 6.69
logaritmos.
60
10.5 Resistencia a condiciones del TGI in vitro.
La kombucha se ha considerado como una bebida funcional gracias a su contenido en probióticos.
En este contexto, el estudio de la dinámica poblacional podría marcar una pauta para una mejor
manipulación del proceso en dirección al desarrollo de las comunidades microbianas probióticas.
Las bacterias son los microorganismos con más estudios de actividad probiótica, sin embargo
también se han reportado algunas levaduras con dicho efecto (Bonatsou et al., 2018; Castro et
al., 2019; Castro et al., 2015; Fakruddin et al., 2017; Gómez et al., 2016; Kim et al., 2005; Lara
et al., 2019; Le & Yang, 2018; Nayak, 2011; Shukla et al., 2014). Una característica para poder
considerar a un microorganismo probiótico es que se mantenga vivo al final de su paso por el
TGI. En este estudio las levaduras tuvieron una mayor sobrevivencia que las bacterias, ya que
hubo staphylococcus (no lácticas) que cuya viabilidad redujo totalmente (SH1 y SH2), mientras
el menor porcentaje de sobrevivencia en levaduras fue de 86.96% al final de la simulación. Las
BAL sobrevivieron entre 67.24% y 88.26%.
61
se encontró una alta expresión de genes de la bomba de protones en la membrana celular.
También se observó la expresión de subunidades de la ATPasa vacuolar que actúan en conjunto
con la bomba de protones para desacidificar el citosol. Todo este proceso tiene un alto costo
energético y en algún momento la producción de ATP es insuficiente para mantener otras
necesidades metabólicas, provocando la muerte celular. Sin embargo, esta levadura expresó
enzimas relacionadas con la generación de energía a través de la cadena de transporte de
electrones y fosforilación oxidativa, procesos que generan en la mitocondria gran cantidad de
ATP con alta eficiencia, mejorando su sobrevivencia. En P. anómala, es de destacar la presencia
del Complejo I que genera el 40% del gradiente electroquímico necesario para la conversión de
ADP a ATP en la mitocondria (Fletcher et al., 2015).
62
modificación de la composición de membranas mediante la acumulación de triacilgliceroles y la
degradación de estéril esteres (Guo et al., 2018). Una previa adaptación de los microorganismos
aislados de kombucha por el gradual descenso de pH causado por la generación de ácidos
orgánicos durante la fermentación podría ser un factor que mejora la sobrevivencia de estos. En
este sentido, se ha observado que una adaptación a pH bajos con ácidos orgánicos evita la
separación de las células durante el proceso de división celular, lo que promueve la formación
de estructuras multicelulares reduciendo el radio de difusión del ácido al interior de la célula.
También ante ácidos orgánicos, se fortifica la pared celular e incrementa la degradación de ácido
láctico (Fletcher et al., 2017).
El asilado de L. fermentati LF1 tuvo una sobrevivencia de 90.61 %, LF2 fue el aislado más
resistente de esta especie con un 95 % y LF3 sobrevivió en un 92.21 %. La viabilidad de LF1 se
redujo mayormente en la fase bucal con un 5.20 %, mientras las viabilidades de LF2 y LF3 se
vieron más afectadas en la fase gástrica con 3.17 % y 5.0 % de reducción, respectivamente. Se
ha reportado en L. fermentati aislada de kombucha una sobrevivencia de 85 % a 93 % al
exponerla a un pH de 3.0 (con HCl) durante 48 h (Bellut, et al., 2020). Estos porcentajes de
sobrevivencia son muy similares a los obtenidos en el presente trabajo durante la simulación
gástrica. La alta sobrevivencia de L. fermentati a medios ácidos puede estar asociada a su
capacidad para producir grandes cantidades de ácido láctico lo que hace que esté adaptada a la
constante exportación de protones de la célula. Además, se ha demostrado que la capacidad de
sobrevivencia de L. fermentati es menor a un pH de 3 con ácido láctico en comparación con la
encontrada al mismo pH con HCl. Esta diferencia en el efecto de diferentes ácidos se asocia a
sus propiedades químicas. El ácido láctico tiene un Pka de 3.86, mientras el del HCl es de -6.2;
esto implica que la cantidad de ácido láctico necesario para llegar al pH de 3 es mayor que el de
HCl, además de que la mayoría del acido láctico a estas condiciones se encuentra en su forma
protonada. Los ácidos en su forma protonada entran por difusión pasiva a la célula, en donde se
encuentran con un pH más alto provocando su desprotonación (Bellut, et al., 2020). Ante esta
situación la célula debe exportar el proton y el anión, productos de la disociación del ácido, con
un alto costo energético, limitando otras actividades metabólicas escenciales e induciendo a la
muerte de la célula. Al ser el HCl un ácido fuerte por su Pka, resulta más difícil que acidifique el
interior de la célula a un pH de 3.0.
63
Los aislados de H. opuntiae investigados en el presente estudio tuvieron sobrevivencias de 91.11
% y 95.16 % para HO1 y HO2, respectivamente. Ambos asilados de H. opuntiae fueron
mayormente afectados en la fase gástrica con reducciones de 6.62 % y 3.19 %. Lara y
colaboradores (2019) reportaron que H. opuntiae aislada de chile guajillo fermentado
espontáneamente ha demostrado sobrevivir a las condiciones del TGI in vitro. Se ha demostrado
en H. opuntiae capacidad antioxidante y de reducción de colesterol, así como actividad
antimicrobiana contra Salmonella entérica ser. Typhimurium y Candida albicans, sugiriendo que
es una cepa de importante potencial probiótico (Lara-Hidalgo et al., 2019). Dicha cepa también
se ha estudiado como probiótico para otros animales comprobando la estimulación de sistema
inmune y su actividad contra infecciones por Vibrio splendidus (Ma et al., 2013; Ma et al., 2014).
De las 9 levaduras expuestas a las condiciones simuladas del TGI in vitro, 6 presentaron una
mayor pérdida de viabilidad en la fase gástrica con reducciones desde 2.62 % a 6.62%. Según
lo demostrado en este trabajo y en otros estudios ya mencionados, el bajo pH del estómago es
uno de los factores que más afectan la viabilidad de los microrganismos durante su paso por el
TGI. La decadencia en la viabilidad de las levaduras por efecto del pH ácido depende de la
capacidad de cada una de las levaduras para ejercer mecanismos que le permitan mantener la
homeostasis del pH intracelular (Beales, 2004). Como se ha discutido anteriormente, entre estos
mecanismos se encuentran la restricción de entrada de protones a través de membranas altamente
impermeables; la generación de gradientes quimiosmóticos mediante ATPasas de potasio;
modulación del tamaño de los canales de membrana; activación de la bomba de protones y la
modulación de la composición de ácidos grasos en membrana (Guan & Liu, 2020). Además, una
previa adaptación de microorganismos a bajo pH por su exposición a los ácidos orgánicos
producidos durante la fermentación de kombucha pueden brindar una ventaja a los probióticos
para sobrevivir a la acidez del estómago.
64
L. mesenteroides y W. viridiscens son bacterias BAL. Los aislados de L. mesenteroides LM1,
LM2 y LM3 tuvieron una sobrevivencia de 77.9 %, 88.26 % y 84.70 %, respectivamente. Giles
et al., (2016) reportan sobrevivencias de 48.33 % a 74.98 % y en dos cepas de L. mesenteroides
aisladas de pulque luego de una exposición a un pH de 2.5 y concentraciones de 0.3 % y 0.1 %
de sales biliares durante 24 horas a 37 ºC. Los resultados anteriores son contrastantes con los de
Castro et al., (2015), quienes reportan en cuatro cepas de L. mesenteroides una sobrevivencia
máxima de 16.75 % (pH 2, 1 hora, 37 ºC y pH 6.5, 0.5 % de sales biliares, 1.9 mg/mL de
pancreatina, 90 minutos 37 ºC). Los resultados obtenidos en este estudio para W. viridiscens
muestran una sobrevivencia de 67.24%, resultado smiliar a los encontrados por Le y Yang (2018)
que reportan sobrevivencias de 77.4 % a 79.9 %. La fase bucal no afectó negativamente la
viabilidad de ninguna de las BAL, mientras en la fase gástrica todos los aislados de L.
mesenteroides mostraron una reducción en su viabilidad, siendo LM1 la más afectada en esta
fase con una reducción del 17.26 %. Otros estudios similares han mostrado reducciones en L.
mesenteroides de hasta un 39 % (pH de 3 por 3 horas a 37 ºC con 1000 U/mg pepsina) (Shukla
et al., 2014) y 59.10 % (pH 2 por 3 horas a 37 ºC sin enzimas) (Castro et al., 2015). Un menor
tiempo de exposición de los aislados de L. mesenteroides a la simulación gástrica en el presente
estudio (2 horas) podría explicar el menor porcentaje de reducción en comparación con los
estudios anteriormente expuestos (3 horas). Todas las BAL redujeron significativamente en la
simulación intestinal. Las BAL LM2, LM3 y WV1 fueron los aislados más afectadas en esta fase.
Dos de los tres aislados de LM sometidos a este experimento, mostraron reducciones de
viabilidad de 8.13 % a 8.90 %. Estos porcentajes se encuentran entre los 11.85 % a 10.64 % (0.5
% de sales biliares durante 4 horas), y el 0 % de reducción (0.3 y 1 % de sales biliares durante
24 horas) encontrados por otros autores (Castro et al., 2015; Giles et al., 2016). W. viridiscens
redujo un 30.01% de su viabilidad en la simulación del intestino en este estudio. Dichos
resultados contrastan con los de Le y Yang (2018), quienes observaron que dos aislados de W.
viridiscens murieron mayormente en la fase gástrica y no mostraron diferencias significativas al
exponerlas a la fase intestinal. L. mesenteroides ha demostrado inhibir microorganismos
entéricos, (Giles et al., 2016), posee actividad ß-galactosidasa y propiedad anticancerígena
(Shukla et al., 2014), actividad antioxidante, es coadyuvante en la disminución en los niveles de
colesterol (Lee y Kim, 2019) y en la disfunción metabólica en ratones (Castro et al., 2019). Por
65
lo anterior, se considera a L. mesenteroides como una bacteria presente en kombucha con un gran
potencial probiótico.
Ninguno de los aislados de S. hominis sobrevivieron a las condiciones simuladas del TGI in vitro,
ya que la reducción total de la viabilidad se observó en la fase gástrica. Sung et al., (2009)
estudiaron la sobrevivencia de S. hominis a un pH de 2.5 y de forma discontinua, a diferentes
concentraciones de sales biliares (0.3, 1.0 y 5.0 w/v) y observaron porcentaje de sobrevivencia
de 0.53%. Durante la fase gástrica se observó efecto del tratamiento de la fase bucal en la
viabilidad de ambos aislados de S. hominis, al reducirse en 9.82 % y 6.65 % en SH1 y SH2,
respectivamente. En la fase gástrica la viabilidad de ambos aislados redujeron 90.18 % para SH1
y 93.35 % para SH2.
Las sobrevivencias al final del experimento fueron entre 86.96 % a 95.61 % para levaduras y de
67.24 % a 88.26 para BAL. Se encontraron dos estudios realizados que reportan resistencia a las
condiciones de TGI de bacterias lácticas aisladas de kombucha pero hasta el momento ninguno
enfocado en levaduras. Puspawati et al., (2016) realizó un experimento discontinuo para conocer
la resistencia de 20 BALs aisladas de kombucha. Los autores observaron que en la fase gástrica
(pH de 2.0 durante 4 horas a 37 ºC sin enzimas) cuatro aislados resistieron entre 88.65 % y 65.48
%, once de ellas estuvieron por debajo de estos porcentajes y cinco no sobrevivieron. En los
resultados de la resistencia a las condiciones intestinales (4 horas en presencia de 0.5 % de sales
biliares), siete aislados redujeron en concentración en un rango de 0.07 a 6 log UFC/mL y siete
incrementaron. Bogdan et al., (2018) realizaron pruebas de resistencia a sales biliares a cinco
BALs aisladas de kombucha. Los resultados mostraron que a partir de una concentración de 3 %
se 3 aislados fueron altamente tolerantes y 2 fuertemente inhibidos. En dicho estudio se proponen
dos aislados de BAL como potenciales probióticos.
66
las levaduras analizadas en este estudio tuvieron mayor capacidad para formar biopelículas que
las bacterias, las cuales fueron débiles productoras.
P. manshurica tuvo una fuerte capacidad de producir biopelícula en microplaca de poliestireno.
Perpetuini et al. (2018), encontraron que 11 cepas de P. manshurica aisladas de vino fueron
capaces de formar biopelícula en microplacas de poliestireno pero no se clasifican según los
parámetros utilizados en este estudio.
Dos de los tres aislados de S. cerevisae tuvieron baja o nula capacidad de producir biopelícula,
pero uno de los aislados se clasificó como fuerte. Nuestros resultados coinciden con lo reportado
por Sidari et al (2014), quienes encontraron amplias respuestas en la capacidad de aislados de S.
cerevisiae para formar biopelícula; algunos fueron no formadoras y otras fuertemente
formadoras. En dicho estudio analizaron si esta propiedad era afectada por presencia de
catequinas; encontrando que la mayoría de los aislados se vieron afectados en su capacidad para
producir biopelícula por este factor. Lo anterior podría dar indicios sobre una posible explicación
al fenómeno aquí observado, ya que en kombucha el té aporta catequina (Murugesan et al., 2002).
Ambos aislados de H. opuntiae (HO1 y HO2) tuvieron el mismo comportamiento en el
experimento, al igual que los dos aislados de Lachanchea fermentati (LF2 y LF3). HO1 Y HO2
fueron aislados con fuerte capacidad de producir biopelícula, mientras LF2 Y LF3 tuvieron una
capacidad moderada. No se han encontrado estudios para contrastar los resultados aquí obtenidos
de ninguna de las dos especies.
67
una débil capacidad para producir biopelícula pero la mayoría (47.6 %) mostraron una fuerte
capacidad para producirla (Mendoza et al., 2013)
68
11. CONCLUSIONES
Como resultado de los experimentos realizados en este trabajo se describieron los factores
fisicoquímicos durante la fermentación de 240 horas en kombucha, se identificaron
microorganismos que se desarrollan durante dicha fermentación y se generó información sobre
el potencial de algunas de estos microorganismos como probióticos.
La temperatura, el tiempo, la presencia o ausencia de oxígeno y concentración de ácidos
orgánicos son parámetros que influyen en la promoción o inhibición del crecimiento de algunos
microorganismos.
La kombucha estudiada contiene una amplia diversidad de microorganismos que pueden proveer
de un beneficio a la salud del consumidor. Cada probiótico cumple una función diferente en el
organismo por lo que la variedad en el consumo de alimentos y bebidas fermentadas con la
kombucha es importante para aprovechar de sus propiedades benéficas a la salud.
69
12. REFERENCIAS
Abasolo, F. (2015). Selección y evaluación de bacterias del tracto digestivo del pectínido mano
de león (Nodipecten subnodosus) y de la concha de nácar (Pteria subnodosus) con uso
potencial probiótico en la acuicultura de bivalvos marinos. Centro de investigaciones
biológicas del noroeste, S.C.
Aoudia, N., Rieu, A., Briandet, R., Deschamps, J., Chluba, J., Jego, G., Guzzo, J. (2016).
Biofilms of Lactobacillus plantarum and Lactobacillus fermentum: Effect on stress
responses, antagonistic effects on pathogen growth and immunomodulatory properties.
Food Microbiology, 53, 51–59. https://doi.org/10.1016/j.fm.2015.04.009
AOAC "Método oficial 942.15: Acidity (Titatrable) of Fruit Products". Official methods
ofanalysis, 16th ed., 3a rev. Washington, D. C.: Association of Official Analytical Chemists
(A.O.A.C.), 1997.
Beales, N. (2004). Adaptation of Microorganisms to Cold Temperatures, Weak Acid Preserva-
tives, Low pH, and Osmotic Stress.pdf. Comprehensive Reviews in Food Science and Food
Safety, 3.
Bellut, K., Krogerus, K., & Arendt, E. K. (2020). Lachancea fermentati Strains Isolated From
Kombucha: Fundamental Insights, and Practical Application in Low Alcohol Beer Brewing.
Frontiers in Microbiology, 11(April), 1–21. https://doi.org/10.3389/fmicb.2020.00764
Bergström, H. (2018). The effect of the fermented tea beverage kombucha on the gut microflora.
Lunds univeritet.
Boesch, C., Trček, J., Sievers, M., & Teuber, M. (1998). Acetobacter intermedius, sp. nov.
Systematic and Applied Microbiology, 21(2), 220–229. https://doi.org/10.1016/S0723-
2020(98)80026-X
Bogdan, M., Justine, S., Camelia Filofteia, D., Călina Petruța, C., Gabriela, L., Elena Roxana,
U., & Florentina, M. (2018). Lactic acid bacteria strains isolated from Kombucha with
potential probiotic effect. Romanian Biotechnological Letters, 23(3), 13592–13598.
Retrieved from www.srs.ebi.ac.uk
Bonatsou, S., Karamouza, M., Zoumpopoulou, G., Mavrogonatou, E., Kletsas, D.,
Papadimitriou, K., … Panagou, E. Ζ. (2018). International Journal of Food Microbiology
Evaluating the probiotic potential and technological characteristics of yeasts implicated in
cv. Kalamata natural black olive fermentation. 271(November 2017), 48–59.
70
https://doi.org/10.1016/j.ijfoodmicro.2018.02.018
Castro-Rodríguez, D. C., Reyes-castro, L. A., Vega, C. C., & Rodríguez-gonzález, G. L. (2019).
Leuconostoc mesenteroides subsp . mesenteroides SD23 Prevents Metabolic Dysfunction
Associated with High-Fat Diet – Induced Obesity in Male Mice. Probiotics and
Antimicrobial Proteins.
Castro, D., Hernández, H., & Yáñez, J. (2015). Probiotic Properties of Leuconostoc
mesenteroides Isolated from Aguamiel of Agave salmiana. Probiotics and Antimicrobial
Proteins, 107–117. https://doi.org/10.1007/s12602-015-9187-5
Chaia, A. P., Zárate, G., & Oliver, G. (1999). The probiotic properties of propionibacteria. Lait,
79(1), 175–185. https://doi.org/10.1051/lait:1999114
Chakravorty, S., Bhattacharya, S., Chatzinotas, A., Chakraborty, W., Bhattacharya, D., &
Gachhui, R. (2016). Kombucha tea fermentation: Microbial and biochemical dynamics.
International Journal of Food Microbiology, 220, 63–72.
https://doi.org/10.1016/j.ijfoodmicro.2015.12.015
Chen, C., & Liu, B. Y. (2000). Changes in major components of tea fungus metabolites during
prolonged fermentation. Journal of Applied Microbiology, 89(5), 834–839.
https://doi.org/10.1046/j.1365-2672.2000.01188.x
Chenoll, E., Casinos, B., Bataller, E., Astals, P., Echevarría, J., Iglesias, J. R., Genovés, S. (2011).
Novel probiotic Bifidobacterium bifidum CECT 7366 strain active against the pathogenic
bacterium Helicobacter pylori. Applied and Environmental Microbiology, 77(4), 1335–
1343. https://doi.org/10.1128/AEM.01820-10
Costerton, J. W., Stewart, P. S., & Greenberg, E. P. (1999). Bacterial Biofilms: A Common Cause
of Persistent Infections. Science, 284, 1318–1322.
https://doi.org/10.1126/science.284.5418.1318
Coton, M., Pawtowski, A., Taminiau, B., Burgaud, G., Deniel, F., Coulloumme-Labarthe, L.,
Coton, E. (2017). Unraveling microbial ecology of industrial-scale Kombucha
fermentations by metabarcoding and culture-based methods. FEMS Microbiology Ecology,
93(5), 1–16. https://doi.org/10.1093/femsec/fix048
Cvetkovic, D., Markov, S., Djuric, M., Savic, D., & Velicanski, A. (2008). Specific interfacial
area as a key variable in scaling-up Kombucha fermentation. Journal of Food Engineering,
85, 387–392. https://doi.org/10.1016/j.jfoodeng.2007.07.021
71
De La Fuente-Salcido, N. M., Castañeda-Ramírez, J. C., García-Almendárez, B. E., Bideshi, D.
K., Salcedo-Hernández, R., & Barboza-Corona, J. E. (2015). Isolation and characterization
of bacteriocinogenic lactic bacteria from M-Tuba and Tepache, two traditional fermented
beverages in México. Food Science and Nutrition, 3(5), 434–442.
https://doi.org/10.1002/fsn3.236
Donlan, R. (2002). Biofilms: Microbial Life on Surfaces. 8(9), 881–890.
https://doi.org/10.1007/s00330-013-2994-8
Dutta, D., & Gachhui, R. (2006). Novel nitrogen-fixing Acetobacter nitrogenifigens sp. nov.,
isolated from Kombucha tea. International Journal of Systematic and Evolutionary
Microbiology, 56(8), 1899–1903. https://doi.org/10.1099/ijs.0.64101-0
Fakruddin, M., Hossain, M. N., & Ahmed, M. M. (2017). Antimicrobial and antioxidant activities
of Saccharomyces cerevisiae IFST062013, a potential probiotic. BMC Complementary and
Alternative Medicine, 17(1), 1–11. https://doi.org/10.1186/s12906-017-1591-9
FAO & OMS. (2006). Probióticos en los alimentos Propiedades saludables y nutricionales y
directrices para la evaluación: Estudios FAO Alimentación y Nutrición, (85), 52.
https://doi.org/10.1523/jneurosci.0558-05.2005
Fletcher, E., Feizi, A., Bisschops, M. M. M., Hallström, B. M., Khoomrung, S., Siewers, V., &
Nielsen, J. (2017). Evolutionary engineering reveals divergent paths when yeast is adapted
to different acidic environments. Metabolic Engineering, 39, 19–28.
https://doi.org/10.1016/j.ymben.2016.10.010
Fletcher, E., Feizi, A., Kim, S. S., Siewers, V., & Nielsen, J. (2015). RNA-seq analysis of Pichia
anomala reveals important mechanisms required for survival at low pH. Microbial Cell
Factories, 14(1), 1–11. https://doi.org/10.1186/s12934-015-0331-4
Foligné, B., Daniel, C., & Pot, B. (2013). Probiotics from research to market: The possibilities,
risks and challenges. Current Opinion in Microbiology, 16(3), 284–292.
https://doi.org/10.1016/j.mib.2013.06.008
FUFOSE, Europe, P. I., European, T., Concerted, C., Science, F. F., Europe, I., Group, T. (2018).
Scientific Concepts of Functional Foods in Europe Consensus Document. British Journal of
Nutrition, 81(1999), 1–27. https://doi.org/https://doi.org/10.1017/S0007114599000471
Giles, M., Giovanni, J., García, S., Matus, V., Quintana, I. C., Bolívar, F., & Escalante, A. (2016).
In vitro and in vivo probiotic assessment of Leuconostoc mesenteroides P45 isolated from
72
pulque , a Mexican traditional alcoholic beverage. SpringerPlus.
https://doi.org/10.1186/s40064-016-2370-7
Gómez, N. C., Ramiro, J. M. P., Quecan, B. X. V., & de Melo Franco, B. D. G. (2016). Use of
potential probiotic lactic acid bacteria (LAB) biofilms for the control of Listeria
monocytogenes, Salmonella Typhimurium, and Escherichia coli O157: H7 biofilms
formation. Frontiers in Microbiology, 7(JUN), 1–15.
https://doi.org/10.3389/fmicb.2016.00863
GVR. Grand View Research (2020). Kombucha Market Size Worth $7.05 Billion By 2027.
Market intelligence platform https://www.grandviewresearch.com/press-release/global-
kombucha-market Fecha de consulta 5 mayo 2020.
Guan, N., & Liu, L. (2020). Microbial response to acid stress: mechanisms and applications.
Applied Microbiology and Biotechnology, 104(1), 51–65. https://doi.org/10.1007/s00253-
019-10226-1
Guo, Z. P., Khoomrung, S., Nielsen, J., & Olsson, L. (2018). Changes in lipid metabolism convey
acid tolerance in Saccharomyces cerevisiae 06 Biological Sciences 0601 Biochemistry and
Cell Biology. Biotechnology for Biofuels, 11(1), 1–15. https://doi.org/10.1186/s13068-018-
1295-5
Hekmat, S., & McMahon, D. J. (1992). Survival of Lactobacillus acidophilus and
Bifidobacterium bifidum in Ice Cream for Use as a Probiotic Food. Journal of Dairy Science,
75(6), 1415–1422. https://doi.org/10.3168/jds.S0022-0302(92)77895-3
Hesseltine, C. W. (1965). Taylor & Francis, Ltd. (Vol. 57).
https://doi.org/10.1207/s1532690xci1602
Huang, Y., & Adams, M. C. (2004). In vitro assessment of the upper gastrointestinal tolerance
of potential probiotic dairy propionibacteria. International Journal of Food Microbiology,
91(3), 253–260. https://doi.org/10.1016/j.ijfoodmicro.2003.07.001
Invernici, M. M., Salvador, S. L., Silva, P. H. F., Soares, M. S. M., Casarin, R., Palioto, D. B.,
Messora, M. R. (2018). Effects of Bifidobacterium probiotic on the treatment of chronic
periodontitis: A randomized clinical trial. Journal of Clinical Periodontology, 45(10), 1198–
1210. https://doi.org/10.1111/jcpe.12995
Jayabalan, R., Marimuthu, S., & Swaminathan, K. (2007). Changes in content of organic acids
and tea polyphenols during kombucha tea fermentation. Food Chemistry, 102, 392–398.
73
https://doi.org/10.1016/j.foodchem.2006.05.032
Jayabalan, Rasu, Malbaša, R. V., Lončar, E. S., Vitas, J. S., & Sathishkumar, M. (2014). A review
on kombucha tea-microbiology, composition, fermentation, beneficial effects, toxicity, and
tea fungus. Comprehensive Reviews in Food Science and Food Safety, 13(4), 538–550.
https://doi.org/10.1111/1541-4337.12073
Jia, S., Ou, H., Chen, G., Choi, D., Cho, K., Okabe, M., & Suk, W. (2004). Cellulose Production
from Gluconobacter oxydans TQ-B2. Biotechnology and Bioprocess Engineering, 9, 166–
170.
Kallel, L., Desseaux, V., Hamdi, M., Stocker, P., & Hassan, E. (2012). Insights into the
fermentation biochemistry of Kombucha teas and potential impacts of Kombucha drinking
on starch digestion. Food Research International, 49(1), 226–232.
https://doi.org/10.1016/j.foodres.2012.08.018
Kim, S.-J., Ma, S.-J., & Kim, H.-L. (2005). Probiotic properties of lactic acid bacteria and yeast
isolated from Korean traditional food, Jeot-gal. Korean J.Food Preserv., 12(2), 184–189.
Kos, B., Suskovic, J., Vukovic, S., Simpraga, M. ., Frece, J., & Matosic, S. (2003). Adhesion and
aggregation ability of probiotic strain Lactobacillus acidophilus M92. Journal of Applied
Microbiology, 84, 981–987.
Kumura, H., Tanoue, Y., Tsukahara, M., Tanaka, T., & Shimazaki, K. (2004). Screening of Dairy
Yeast Strains for Probiotic Applications. Journal of Dairy Science, 87(12), 4050–4056.
https://doi.org/10.3168/jds.S0022-0302(04)73546-8
Lara-Hidalgo, C. E., Dorantes-Álvarez, L., Hernández-Sánchez, H., Santoyo-Tepole, F.,
Martínez-Torres, A., Villa-Tanaca, L., & Hernández-Rodríguez, C. (2019). Isolation of
Yeasts from Guajillo Pepper (Capsicum annuum L.) Fermentation and Study of Some
Probiotic Characteristics. Probiotics and Antimicrobial Proteins, 11(3), 748–764.
https://doi.org/10.1007/s12602-018-9415-x
Le, B., & Yang, S. H. (2018). Isolation of Weissella strains as potent probiotics to improve
antioxidant activity of salted squid by fermentation. Journal of Applied Biological
Chemistry, 61(1), 93–100. https://doi.org/10.3839/jabc.2018.014
Leathers, T. D., & Bischoff, K. M. (2011). Biofilm formation by strains of Leuconostoc citreum
and L. mesenteroides. Biotechnology Letters, 33(3), 517–523.
https://doi.org/10.1007/s10529-010-0450-2
74
Lee, S. & Kim, M. (2019). Leuconostoc mesenteroides MKSR isolated from kimchi possesses α
- glucosidase inhibitory activity , antioxidant activity , and cholesterol- lowering e ff ects.
LWT - Food Science and Technology, 116(August), 108570.
https://doi.org/10.1016/j.lwt.2019.108570
Lewandowski, Z., Stoodley, P., & Altobelli, S. (1995). Experimental and conceptual studies on
mass transport in biofilms. Water Science and Technology, 31(1), 153–162.
https://doi.org/10.1016/0273-1223(95)00163-H
Liu, C. H., Hsu, W. H., Lee, F. L., & Liao, C. C. (1996). The isolation and identification of
microbes from a fermented tea beverage, Haipao, and their interactions during Haipao
fermentation. Food Microbiology, 13(6), 407–415. https://doi.org/10.1006/fmic.1996.0047
Loncar, E., Djuric, M., Malbasa, R., Kolarov, L., & Klasnja, M. (2006). Influence of workin
conditions upon kombucha conducted fermentation of black tea. Food and Bioproducts
Processing, 84(C3), 186–192.
Ma, Y., Liu, Z., Yang, Z., Bao, P., Zhang, C., & Ding, J. (2014). Effects of Hanseniaspora
opuntiae C21 on the growth and digestive enzyme activity of juvenile sea cucumber
Apostichopus japonicas. Chinese Journal of Oceanology and Limnology, 32(4), 743–748.
https://doi.org/10.1007/s00343-014-3304-2
Ma, Y., Liu, Z., Yang, Z., Li, M., Liu, J., & Song, J. (2013). Effects of dietary live yeast
Hanseniaspora opuntiae C21 on the immune and disease resistance against Vibrio
splendidus infection in juvenile sea cucumber Apostichopus japonicus. Fish and Shellfish
Immunology, 34(1), 66–73. https://doi.org/10.1016/j.fsi.2012.10.005
Marsh, A. J., Hill, C., Ross, R. P., & Cotter, P. D. (2014). Fermented beverages with health-
promoting potential: Past and future perspectives. Trends in Food Science and Technology,
38(2), 113–124. https://doi.org/10.1016/j.tifs.2014.05.002
Marsh, A. J., Sullivan, O. O., Hill, C., Ross, R. P., & Cotter, P. D. (2013). Sequence-based
analysis of the bacterial and fungal compositions of multiple kombucha ( tea fungus )
samples. Food Microbiology, 38, 171–178. https://doi.org/10.1016/j.fm.2013.09.003
Martínez, J., Valenzuela, L., Jayabalan, R., Huerta, J., & Escalante Anayansi. (2018). A review
on health benefits of kombucha nutritional compounds and metabolites. CYTA - Journal of
Food, 16(1), 390–399. https://doi.org/10.1080/19476337.2017.1410499
Mataix, J. & Carazo, E. (2005) Nutrición para educadores segunda edición. Fundación
75
Universitaria Iberoamericana. Ediciones Diaz de Santos. ISBN: 84-7978-676-0
Mendoza-Olazarán, S., Morfin-Otero, R., Rodríguez-Noriega, E., Llaca-Díaz, J., Flores-Treviño,
S., González-González, G. M., Garza-González, E. (2013). Microbiological and Molecular
Characterization of Staphylococcus hominis Isolates from Blood. PLoS ONE, 8(4).
https://doi.org/10.1371/journal.pone.0061161
Milla, C. B., Baffi, A., & Da-silva, E. G. R. (2013). Yeast Diversity Isolated from Grape Musts
During Spontaneous Fermentation from a Brazilian Winery. 356–361.
https://doi.org/10.1007/s00284-013-0375-9
Minekus, M., Alminger, M., Alvito, P., Ballance, S., Bohn, T., Bourlieu, C., Brodkorb, A. (2014).
A standardised static in vitro digestion method suitable for food-an international consensus.
Food and Function, 5(6), 1113–1124. https://doi.org/10.1039/c3fo60702j
Monroe D (2007) Looking for Chinks in the Armor of Bacterial Biofilms. PLOS Biology 5(11):
e307. https://doi.org/10.1371/journal.pbio.0050307
Murugesan, G. S., Angayarkanni, J., & Swaminathan, K. (2002). Effect of tea fungal enzymes
on the quality of black tea. Food Chemistry, 79(4), 411–417. https://doi.org/10.1016/S0308-
8146(02)00157-7
Nayak, S. K. (2011). Biology of Eukaryotic Probiotics. In: Liong MT. (eds) Probiotics.
Microbiology Monographs. Springer, 21, 29–55.
https://doi.org/https://doi.org/10.1007/978-3-642-20838-6_2
Neffe-Skocinska, K., Sionek, B., Scibisz, I., & Kilozyn-Krajewska, K. (2017). Acid contents and
the effect of fermentation condition of Kombucha tea beverages on physicochemical,
microbiological and sensory properties. CYTA - Journal of Food, 15(4), 601–607.
NOM-111-1994 "NORMA Oficial Mexicana NOM-111-SSA1-1994, Bienes y servicios.
Método para la cuenta de mohos y levaduras en alimentos". Diario Oficial de la Federación,
1995.
NOM-210-SSA "NORMA Oficial Mexicana NOM-210-SSA1-2014, Productos y servicios.
Métodos de prueba microbiológicos. Determinación de microorganismos indicadores.
Determinación de microorganismos patógenos". Diario Oficial de la Federación, 2015.
NOM-218-SSA1-2011 "NORMA Oficial Mexicana NOM-218-SSA1-2011, Productos y
servicios. Bebidas saborizadas no alcohólicas, sus congelados, productos concentrados para
prepararlas y bebidas adicionadas con cafeína. Especificaciones y disposiciones sanitarias.
76
Métodos de prueba". Diario Oficial de la Federación, 2011.
NOM-243-SSA1-2010. "NORMA Oficial Mexicana NOM-243-SSA1-2010, Productos y
servicios. Leche, fórmula láctea, producto lácteo combinado y derivados lácteos.
Disposiciones y especificaciones sanitarias. Métodos de prueba". Diario Oficial de la
Federación, 2010.
NOM-086-SSA1-1994, Bienes y servicios. Alimentos y bebidas no alcohólicas con
modificaciones en su composición. Especificaciones nutrimentales. Diario Oficial de la
federación, 1994.
Ouwehand, A. C., Salminen, S., & Isolauri, E. (2002). Probiotics: An overview of beneficial
effects. Antonie van Leeuwenhoek, International Journal of General and Molecular
Microbiology, 82(1–4), 279–289. https://doi.org/10.1023/A:1020620607611
Pavlovic, N., Stankov, K., & Mikov, M. (2012). Probiotics — Interactions with Bile Acids and
Impact on Cholesterol Metabolism. 1880–1895. https://doi.org/10.1007/s12010-012-9904-
4
Perpetuini, G., Tittarelli, F., Schirone, M., Di Gianvito, P., Corsetti, A., Arfelli, G., Tofalo, R.
(2018). Adhesion properties and surface hydrophobicity of Pichia manshurica strains
isolated from organic wines. LWT - Food Science and Technology, 87, 385–392.
https://doi.org/10.1016/j.lwt.2017.09.011
Puspawati, N., & Arihanatana, I. (2016). Viability of Lactic Acid Bacteria Isolated from
Kombucha Tea Against Low pH and Bile Salt Ketahanan Bakteri Asam Laktat yang
Diisolasi dari Teh Kombucha terhadap pH Rendah dan Garam Empedu. Media Ilmiah
Teknologi Pangan (Scientific Journal of Food Technology), 3(1), 18–25.
Rahman, M. (2007) Hadbook of food prservation. Second edition. CRC Press, Tylor & Francis
Group ISBN: 978-1-57444-606-7.
Ren, D., Stenlokke, J., de la Cruz, C., Bergmark, L., Sorensen, S., Burmolle, M. (2013) High-
Throughput screening of multisecies biofilm formation and quantitative PCR-Based
assessment of individual species proportions, usefl for exploring interespecific bacterial
interacitions. Microb. Ecol. DOI 10.1007/s00248-013-0315-z
Shukla, R., Iliev, I., & Goyal, A. (2014). Leuconostoc mesenteroides NRRL B-1149 as probiotic
and its dextran with anticancer properties. J.BioSci. Biotech, 3(1), 79–87.
Sidari, R., Caridi, A., & Howell, K. (2014). Wild Saccharomyces cerevisiae strains display
77
biofilm-like morphology in contact with polyphenols from grapes and wine Rossana.
International Journal of Food Microbiology, 146–152.
Sievers, M., Lanini, C., Weber, A., Schuler-Schmid, U., & Teuber, M. (1995). Microbiology and
Fermentation Balance in a Kombucha Beverage Obtained from a Tea Fungus Fermentation.
Systematic and Applied Microbiology, 18(4), 590–594. https://doi.org/10.1016/S0723-
2020(11)80420-0
Simova, E., Beshkova, D., Angelov, A., Hristozova, T., Frengova, G., & Spasov, Z. (2002).
Lactic acid bacteria and yeasts in kefir grains and kefir made from them. Journal of
Industrial Microbiology & Biotechnology, 28(1), 1–6.
https://doi.org/10.1038/sj.jim.7000186
Sinisa, M., Malbasa, R., Hauk, M., & Cvetkovic, D. (2001). Investigation of Tea Fungus Microbe
Associations. Udc, 32(vi), 133–138.
Sreeramulu, G., Zhu, Y., & Knol, W. (2000). Kombucha Fermentation and Its Antimicrobial
Activity. Journal of Agricultural and Food Chemistry, 48, 2589–2594.
Stepanovic, S., Vukovic, D., Dakic, I., Branislava, S., & Svabic, M. (2000). A modified
microtiter - plate test for quantification of staphylococcal biofilm formation. Journal of
Microbiological Methods, 40, 175–179. https://doi.org/10.1016/S0167-7012(00)00122-6
Sung, C., Kim, B. G., Kim, S., Joo, H. S., & Kim, P. I. (2010). Probiotic potential of
Staphylococcus hominis MBBL 2-9 as anti-Staphylococcus aureus agent isolated from the
vaginal microbiota of a healthy woman. Journal of Applied Microbiology, 108(3), 908–916.
https://doi.org/10.1111/j.1365-2672.2009.04485.x
Terraf, M. C. L., Juárez Tomás, M. S., Nader-Macías, M. E. F., & Silva, C. (2012). Screening of
biofilm formation by beneficial vaginal lactobacilli and influence of culture media
components. Journal of Applied Microbiology, 113(6), 1517–1529.
https://doi.org/10.1111/j.1365-2672.2012.05429.x
Tuomola, E. M., Ouwehand, A. C., & Salminen, S. J. (1999). The effect of probiotic bacteria on
the adhesion of pathogens to human intestinal mucus. FEMS Immunology and Medical
Microbiology, 26(2), 137–142. https://doi.org/10.1016/S0928-8244(99)00131-5
Tur, J. & Bibiloni, M. (2016). Functional foods. In Encyclopedia of Food and Health (1st ed., pp.
157–161). https://doi.org/10.1016/B978-0-12-384731-7.00172-0
Valdovinos, M. A., Montijo, E., Abreu, A. T., Heller, S., González-Garay, A., Bacarreza, D.,
78
Guarner, F. (2017). Consenso mexicano sobre probióticos en gastroenterología. Revista de
Gastroenterologia de Mexico, 82(2), 156–178. https://doi.org/10.1016/j.rgmx.2016.08.004
Valera, M. J., Torija, M. J., Mas, A., & Mateo, E. (2015). Cellulose production and cellulose
synthase gene detection in acetic acid bacteria. Applied Microbiology and Biotechnology,
99(3), 1349–1361. https://doi.org/10.1007/s00253-014-6198-1
van der Aa Kühle, A., Skovgaard, K., & Jespersen, L. (2005). In vitro screening of probiotic
properties of Saccharomyces cerevisiae var. boulardii and food-borne Saccharomyces
cerevisiae strains. International Journal of Food Microbiology, 101(1), 29–39.
https://doi.org/10.1016/j.ijfoodmicro.2004.10.039
Waterman, S. R. (1998). Acid-Sensitive Enteric Pathogens Are Protected from Killing under
Extremely Acidic Conditions of pH 2 . 5 when They Are Inoculated onto Certain Solid Food
Sources. 64(10), 3882–3886.
Xing, Z., Tang, W., Geng, W., Zheng, Y., & Wang, Y. (2017). In vitro and in vivo evaluation of
the probiotic attributes of Lactobacillus kefiranofaciens XL10 isolated from Tibetan kefir
grain. Applied Microbiology and Biotechnology, 101(6), 2467–2477.
https://doi.org/10.1007/s00253-016-7956-z
Yahav, S., Berkovich, Z., Ostrov, L., Reifen, R., Shemesh, M. (2018). Encapsulation of
beneficial probiotic bacteria in extracellular matrix from biofilm-forming Bacillus subtilis.
Artificial Cells, Nanomedicine, and Biotechnology.
https://doi.org/10.1080/21691401.2018.1476373
Zhu, H., Hart, C. A., Sales, D., & Roberts, N. B. (2006). Bacterial killing in gastric juice – effect
of pH and pepsin on Escherichia coli and Helicobacter pylori. 1265–1270.
https://doi.org/10.1099/jmm.0.46611-0
79