Dobletes y Tripletes
Dobletes y Tripletes
Dobletes y Tripletes
En el presente artículo analizaré, en los textos jurídicos, el dilema de carácter etimológico del
traductor cuando debe decidir si reproduce o no en el texto meta en español -según el sistema jurídico
argentino- expresiones lingüísticas como dobletes y tripletes1 (también denominadas binomios y
trinomios o elementos fraseológicos o expresiones binomiales y trinomiales, o parejas de sinónimos 2,
o parejas de tríos y nombres3) que aparecen en dichos textos en inglés y que provienen del sistema
jurídico de Common Law. A tales efectos, popondré estrategias posibles para su solución. Para la
realización de este análisis me he basado en la “Tipología de los textos jurídicos atendiendo a la
situación discursiva”,4 y a la clasificación de los géneros jurídicos escritos 5 según Borja y en las
opiniones de otros autores destacados en lo que respecta a la terminología jurídica.
Para Alcaraz Varó1 los dobletes y los tripletes son elementos fraseológicos constituidos por dos
o tres elementos unidos mediante una cópula coordinada (que enlazan sintagmas y locuciones). Son
frases estandarizadas, fosilizadas y fijas que se utilizan en los escritos jurídicos en inglés. Cabe señalar
que también en el idioma español se observa tal característica. En algunos casos, estas frases formadas
por palabras de la misma clase son meramente repeticiones del mismo término, mientras que en otros
casos son sinónimos parciales y por ello se debe tener especial cuidado al traducirlos. Concuerdo en
este punto con el autor, y a mi juicio lo esencial radica justamente en saber cuándo son sinónimos
parciales y cuándo no lo son para aplicar la estrategia de traducción correcta en cada caso. Alcaraz
Varó también establece que los dobletes semánticos responden a una característica de redundancia
expresiva junto con los tripletes semánticos de los textos de especialidad, y en el inglés jurídico su
aparición es muy frecuente. El autor habla del registro formal y arcaizante del inglés jurídico y establece
que las causas de estas expresiones obedecen al hecho de que son consecuencia del carácter
consuetudinario del derecho inglés, por una parte, y de la presencia de los latinismos y de los términos
normandos y del francés antiguo, por otra.
El latín era el lenguaje de los documentos legales en Inglaterra después de 1066, que fue
reemplazado por el idioma francés en 1275 y posteriormente reemplazado por el idioma inglés a partir
de 1362 por imperio de la Statute of Pleading6, sin embargo, dicha transición no ha sido total y existen
términos que mantienen su origen del latín o del francés en el inglés jurídico actual.
Borja Albi define los dobletes (y los tripletes) como “secuencias de dos o tres palabras de la
misma clase, situadas en un mismo nivel sintáctico y unidas por vínculos léxicos y semánticos”. A los
fines de la traducción, Borja Albi propone simplificarlos y traducirlos en un único término, para evitar
el efecto repetitivo. Considero válida esta propuesta siempre y cuando esa “secuencia de dos o tres
palabras” esté formada por sinónimos y no por sinónimos parciales.
Respecto del origen de los usos de dobletes y tripletes, no hay uniformidad de criterios.
Algunos autores, como Garner7, los atribuyen a cuestiones etimológicas, aludiendo al hecho de que los
escritores de la Edad Media y el Renacimiento utilizaban un término latino o francés acompañado del
término equivalente anglosajón. Otros manifiestan que se debe a una cuestión histórica y social, en la
cual el hecho de utilizar dobletes y tripletes puede obedecer a la fusión de figuras jurídicas
provenientes de dos sistemas jurídicos diferentes: el sistema de Equity y el sistema de Common Law.
idioma era desconocido en Inglaterra y que por lo tanto no entendían qué se decía en su favor o en su contra al ser
juzgados ante un tribunal de justicia.
7 Garner (1987) Legal Writing in plain English: a text with exercises.
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El sistema de Equity se desarrolló en Inglaterra casi paralelamente al sistema de Common Law y surgió
en las cortes reales inglesas en respuesta al carácter tan estricto del sistema de Common Law. En la
actualidad estos dos sistemas están fusionados. Un ejemplo de este caso de doblete es el siguiente:
“goods and chattels” (combinación de inglés antiguo y francés antiguo) [bienes muebles e inmuebles].
Garner7 establece que el fenómeno podría ser también un recurso retórico sin ninguna
finalidad explicativa o deberse sólo a la ignorancia de los juristas que prefieren utilizar todos los
términos sinónimos, por si alguno de ellos no indica exactamente lo que pretenden (Danet, 1984).
Newmark8 dice al respecto del tema en cuestión que es la posibilidad de la conjunción de dos
o más técnicas para solucionar un problema y los llama dobletes, tripletes y cuatripletes; además,
incluye la sinonimia como una categoría.
Otra autora, como Aurora Martínez Ezquerro, propone que a veces se registran dobletes o
tripletes formales para una misma voz como resultados cultos y populares.
Borja propone ejemplos de dobletes cuyos términos tienen el mismo origen, como por
ejemplo: “by and with”, “each and every”, “have and hold” (tomados del inglés antiguo) y “aid and
abet”, “cease and desist”, “null and void” (tomados del francés o del latín a través del francés).
Respecto del doblete “will and testament” es oportuno señalar que son sinónimos parciales en inglés:
“will” hace referencia a los bienes inmuebles cuya titularidad una persona (testador) cede y transfiere,
y “testament” hace referencia a las facultades del testador respecto de sus bienes muebles. Propongo:
o bien una traducción que diga “bienes” sólamente (en forma genérica, y se entendería que abarca
“muebles” e “inmuebles”), o colocar la frase “bienes muebles e inmuebles”; en ambos casos se
respetaría la intención del texto de partida en el texto de llegada. En el caso del triplete “give, devise
and bequeath”, que aparece típicamente en los testamentos en inglés, “give” es genérico ya que hace
referencia, en este contexto, tanto a bienes muebles como inmuebles, a diferencia de “devise”, que
se refiere a los bienes inmuebles y “bequeath” que se refiere a los a bienes muebles. En este caso,
propongo la misma estrategia que en el caso anterior.
Lo que es importante señalar es el hecho de que el traductor, sea cual fuere la estrategia que
utilice, debe ser consciente de no omitir ni añadir significado en su traducción. La elección de estilo ya
es una cuestión personal y a mi criterio es libre, o bien producto de la negociación del traductor con el
cliente según el encargo específico en cada caso, siempre y cuando dicha negociación pueda tener
lugar; en este hecho, en mi opinión, es el traductor quien tiene la última palabra en la decisión.
En resumen, en cuanto a los dobletes y tripletes utilizados en los textos jurídicos escritos en
inglés en documentos provenientes del Sistema de Common Law en relación con su traducción al
español según el sistema jurídico argentino se debe tener siempre presente, y al analizar cada caso en
particular, si los elementos que forman estas expresiones son sinónimos o sinónimos parciales. Si los
términos que forman la locución son sinónimos pueden traducirse con un equivalente de la misma
clase si existiere en la lengua de llegada de especialidad o puede bien adoptarse una traducción libre,
por ejemplo en forma de frase o locución, o se puede traducir la locución por un solo término en la
lengua de llegada, postulado defendido por PEC [Plain English Campaign]9. Si no hubiere equivalente,
propongo que la estrategia traductora más conveniente sea consignar el doblete o triplete entre
8NEWMARK, P. (1987). A textbook of translation. New York-London: Prentice Hall. Peter Newmark. / NEWMARK, P. (1995).
Manual de Traducción. Cátedra, Madrid (edición inglesa de 1987)
9 Plain English Movement, derivado de PEC [The Plain English Campaign], compañía constituída en 1979 con sede en el
Reino Unido que propone un enfoque más simplista del tema a los fines de proporcionar un lenguaje jurídico accesible,
claro y conciso y es justamente la contrapartida del carácter arcaico, pomposo y fosilizado del derecho.
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comillas, o en negrita, o inclusive en letra inclinada y colocar una explicación entre paréntesis o
corchetes inmediatamente después de la locución en inglés, o también en forma de nota al pie o nota
de traductor según la formalidad de presentación del texto a traducir o lo convenido según el encargo,
o utilizar cualquier otra solución traductora posible que se considere conveniente a criterio del
traductor. Independientemente de la estrategia que se utilice es menester mantener la intención de
la locución de la lengua de partida en la lengua de llegada. En cuanto al estilo el traductor es libre de
realizar su elección personal conforme a la finalidad de la traducción.
Se debe tener en cuenta la función comunicativa diferente o no que dichas frases puedan
desempeñar en el texto jurídico de la lengua de partida y de llegada a los fines del encargo y de la
inserción de lo traducido en la cultura de llegada. También agrego la importancia de que el traductor
posea un conocimiento acabado sobre el área de especialidad en particular y sobre el comportamiento
del mercado de la traducción en ese respecto, fundamentales al considerar los sistemas jurídicos
diferentes y las culturas en las cuales están inmersos.
Bibliografía de referencia
Alcaraz Varó, Enrique; Campos Pardillos, Miguel Ángel; Miguélez, Cynthia (2001) El inglés jurídico
norteamericano. Barcelona: Editorial Ariel.
Barber, Steve (1997) Legal writing. Lawyers Cooperative Publishing. Second Edition. Delmar Publishers.
Borja Albi, A. (2000) El texto jurídico inglés y su traducción al español. Barcelona, Ariel.
Borja Albi, A. (ed.) (2005) La traducción y la interpretación en las relaciones jurídicas internacionales, Castelló de
la Plana, Publicacions de la Universitat Jaume I.
Hurtado Albir, Amparo (1994). “Perspectivas de los estudios sobre la traducción”. En Hurtado Albir (ed.).
Hurtado Albir, Amparo (1999) Enseñar a traducir, metodología en la formación de traductores e intérpretes.:
Madrid, España: Edelsa. Estudis sobre la traducció. Castelló: Publicacions de la Universitat Jaume I.
Hurtado Albir, Amparo (2001) Traducción y traductología, introducción a la traductología. Madrid: Cátedra.
Martínez Ezquerro, Aurora (1999) El lenguaje jurídico en documentos de la colección diplomática de Calahorra.
Universidad de La Rioja
MOLINA, L. (2001) Análisis descriptivo de la traducción de los culturemas árabe español. Universitat Autònoma
de Barcelona: Tesis doctoral.
Krois-Lindner, Amy (2006) International Legal English: a course for classroom for self-study use. Cambridge:
Cambridge University Press, 2006. [1st ed.]
*Basado en el trabajo presentado en el Curso: “Competencias culturales, competencias lingüísticas y traducción” dictado y
evaluado por la Dra. María Inés Arrizabalaga correspondiente a la Maestría en Traductología de la Facultad de Lenguas de la
Universidad Nacional de Córdoba.
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