ANTROPOLOGÍA
ANTROPOLOGÍA
ANTROPOLOGÍA
ADAPTABILIDAD HUMANA
Los antropólogos estudian a los seres humanos allá donde los encuentran y en
cualquier momento —en el interior de Australia, en un café turco, o en un centro
comercial de cualquiera de nuestras ciudades—. La antropología explora la
diveridad humana en el tiempo ye el espacio y estudia la condición humana de
forma completa: pasado, presente y futuro; biología, sociedad, lengua y cultura.
Le resulta especialmente interesante la diversidad resultante de la adaptabilidad
humana. Los humanos son los animales más adaptables del mundo. En los
Andes, la gente se despierta en poblaciones situadas a más de 4.000 metros
sobre el nivel del mar para ascender todavía varios centenares de metros más y
trabajar en minas de estaño.
Historia de la antropología
Durante el siglo XIX, la llamada entonces «antropología general» incluida un
amplísimo espectro de intereses, desde la paleontología del cuaternario al folclor
europeo, pasando por el estudio comparado de los pueblos aborígenes.
Fue por ello una rama de la Historia Natural y del historicismo cultural alemán que
se propuso el estudio científico de la historia de la diversidad humana. Tras la
aparición de los modelos evolucionistas y el desarrollo del método científico en las
ciencias naturales, muchos autores pensaron que los fenómenos históricos
también seguirían pautas deducibles por observación. El desarrollo inicial de la
antropología como disciplina más o menos autónoma del conjunto de las Ciencias
Naturales coincide con el auge del pensamiento ilustrado y posteriormente
del positivismo que elevaba la razón como una capacidad distintiva de los seres
humanos. Su desarrollo se pudo vincular muy pronto a los intereses
del colonialismo europeo derivado de la Revolución Industrial.
Por razones que tienen que ver con el proyecto de la New Republic, y sobre todo
con el problema de la gestión de los asuntos indios, la antropología de campo
empezó a tener bases profesionales en Estados Unidos en el último tercio del
siglo. XIX, a partir del Bureau of American Ethnology y de la Smithsonian
Institution. El antropólogo alemán Franz Boas, inicialmente vinculado a este tipo
de tarea, institucionalizó académica y profesionalmente la Antropología en
Estados Unidos.
Por otro lado, la reacción romántica contra el movimiento ilustrado —que tuvo su
corazón en Alemania— fue el contexto en el que filósofos como Herder y,
posteriormente, Wilhelm Dilthey, escribieron sus obras. En ellas se puede rastrear
el origen de varios conceptos centrales en el desarrollo posterior de la
antropología.
Todas las viejas industrias nacionales, han sido o están siendo destruidas a diario.
Son desplazadas por nuevas industrias, cuya introducción, se convierte en un
tema de vida o muerte para las naciones civilizadas, por industrias que no trabajan
sólo con materias primas locales, sino también, con materias primas traídas de los
lugares más remotos; industrias cuyos productos, no son consumidos solo por la
población local, sino también por gente de todo el globo.
En lugar de las antiguas demandas de consumo, satisfechas por la producción del
país, encontramos nuevas necesidades, requiriendo para su satisfacción,
productos de lugares y climas distantes. En lugar del antiguo aislamiento nacional
y la auto-suficiencia, tenemos relaciones en todas las direcciones,
interdependencia universal de naciones.
Irónicamente, esta interdependencia universal, en vez de llevar a una mayor
solidaridad en la humanidad, coincidió con el aumento de divisiones raciales,
étnicas, religiosas y de clase, y algunas expresiones culturales confusas y
perturbantes. Estas son las condiciones de vida que la gente en la actualidad
enfrenta cotidianamente, pero no son nuevas: tienen su origen en procesos que
empezaron en el siglo XVI y se aceleraron en el siglo XIX.
Fue durante este periodo cuando los europeos pudieron, por primera vez, rastrear
las migraciones polinésicas a través del océano Pacífico. Finalmente, discutieron
la validez de la raza como criterio de clasificación pues decantaba a los seres
humanos atendiendo caracteres genéticos; pese a coincidir el auge del racismo.
La antropología por esto supera las divisiones entre las ciencias naturales,
sociales y humanas al explorar las dimensiones biológicas, lingüísticas, materiales
y simbólicas de la humanidad en todas sus formas.
Sin embargo, fue sobre todo Claude Lévi-Strauss quien ayudó a institucionalizar
esta ciencia en Francia. Además de la trascendencia del estructuralismo, Lévi-
Strauss estableció vínculos con antropólogos estadounidenses e ingleses.
Al mismo tiempo estableció centros y laboratorios por toda Francia para proveer
de un contexto institucional para la antropología mientras entrenaba a estudiantes
influyentes como Maurice Godelier o Françoise Héritier que se volvería muy
influyente en su escuela.
Boas estudió hijos de inmigrantes para demostrar que las razas biológicas no eran
inmutables y que la conducta y el comportamiento de cada grupo humano eran
resultado de su propia historia y de las relaciones que hubiera establecido a lo
largo del tiempo con su entorno social y natural, y no del origen étnico del grupo o
leyes naturales. Para Boas raza, lengua y cultura eran variables independientes
que no podían explicarse en relación con las demás.
Las dos personas más importantes en esta tradición fueron Alfred Reginald
Radcliffe-Brown y Bronislaw Malinowski, quienes lanzaron sus obras seminales en
1922. Las investigaciones iniciales de Radcliffe-Brown en las islas Andamán fue
realizada al estilo antiguo, pero luego de leer a Émile Durkheim publicó el relato de
su investigación (simplemente titulado The Andaman Islanders) que estaba muy
influenciado por el sociólogo francés.
Su clásico Los argonautas del Pacífico Occidental defendía la idea de que hay que
obtener «el punto de vista del nativo» y un enfoque que buscaba que los
investigadores hicieron su trabajo en la sociedad correspondiente, el cual se
convirtió el estandarte en esta disciplina (Malinowski 1973: Introducción).
Tanto Malinowski como Radcliffe-Brown tuvieron éxito gracias a que, como Boas,
entrenaron activamente a sus estudiantes y desarrollaron instituciones que
ayudaron a sus ambiciones programáticas, en especial en el caso de Radcliffe-
Brown, que esparció sus planes para la antropología social enseñando en
universidades a lo largo de toda la Mancomunidad Británica de Naciones.
Desde fines de los años 1930 hasta el período posguerra se editaron una serie de
monografías y volúmenes editados que establecieron el paradigma de la
antropología social británica. Las etnografías más famosas incluyen Los Nuer,
de Edward Evan Evans-Pritchard, y The Dynamics of Clanship Among the
Tallensi por Meyer Fortes, mientras que los volúmenes más conocidos que fueron
editados incluyen Sistemas africanos de parentesco y matrimonio y Sistemas
políticos africanos.
La antropología en Latinoamérica
La antropología latinoamericana enraíza en la escuela culturalista estadounidense
de Boas. Uno de sus alumnos, Manuel Gamio, fundó la tradición antropológica
mexicana, y el mismo Boas dio clases en ese país.
Acusaban que las teorías ortodoxas ignoraban los factores culturales y sociales en
estos aspectos de la esfera económica social, y que por tanto, sus preceptos no
eran universales. En Inglaterra, el paradigma de la Sociedad Británica de
Antropología fue escindido cuando Max Gluckman y Peter Worsley se inclinaron
hacia el marxismo. Lo mismo ocurrió en el momento que Rodney
Needham y Edmund Leach incorporaron el estructuralismo de Lévi-Strauss a su
análisis antropológico (por ejemplo, en la obra Cultura y comunicación de Leach).
Libros como Anthropology and the Colonial Encounter consideraron los vínculos
entre la antropología y la inequidad colonial, al tiempo que la amplia popularidad
de teóricos como Antonio Gramsci y Michel Foucault llamaron la atención hacia los
temas del poder y la hegemonía.
En los últimos años (1990-2006) los antropólogos han prestado más atención a la
medicina y biotecnología, la globalización, los derechos indígenas y la
antropología urbana. Es importante señalar que, en especial, los dos últimos
temas (derechos indígenas y antropología urbana) se encontraban presentes en la
discusión antropológica de los países latinoamericanos.