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Apuntes - Thinking Time

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THINKING TIME

¿De qué va esto?


De pensar, jajaja

Básicamente consiste en pararte a reflexionar sobre cómo solucionar un problema o bloqueo ya sea de tu trabajo diario, de
negocio, etc.

Esto que verás aquí es una versión simplificada del proceso completo que aprendí en su momento en un mastermind de Javi
Pastor y dependiendo de quién te lo muestre puede tener variaciones.

De todos modos, aquí lo importante es que adquieras el hábito de tener un espacio y tiempo para pensar en cómo
solucionar bloqueos y problemas con los que te encuentras en tu trabajo, pero nunca tienes “tiempo” de solucionar y los
vas dejando para más adelante (hasta que te explotan en la cara).

El proceso inicial en el fondo es muy simple, lo complicado es encontrar la pregunta:

EL PROCESO

1. Define el problema, bloqueo, situación, idea


a validar, etc.
2. Hazte la/s pregunta/s correctas.
3. Piensa y encuentra las respuestas posibles
de manera racional.
4. Documenta el resultado en un informe.
5. Compártelo, que no quede solo para ti.

IMPORTANTE 1: Esta es una herramienta que, de primeras, puede resultarte abrumadora por el proceso y porque es lo que
tiene “pensar” de manera activa. Que no se vuelve natural y sencillo hasta que no lo practicas a menudo y creas tu propia
versión del proceso.

IMPORTANTE 2: Este proceso está muy bien para empezar, pero con el tiempo irás viendo maneras de adaptarlo y optimizarlo
a tu manera de ver las cosas y de pensar. Prueba, rompe, juega… ¡haz lo que te dé la gana con el proceso! Que no te limite.
Siempre y cuando te sirva para encontrar soluciones y racionalizar tu toma de decisiones… estará bien. ;)
#1 Define el problema, bloqueo, situación, idea a validar, etc.
Aquí prácticamente no hay explicación alguna.

¿Te bloquea alguna situación? Sirve.


¿Tienes una nueva idea, pero no sabes si es buena o mala? Sirve.
¿Ha ocurrido un problema y no sabes cómo solucionarlo? Sirve.
¿Tienes que tomar una decisión y no sabes qué camino tomar? Sirve.
¿Algo no ha ido como esperabas? Sirve.
¿Quieres evaluar tu desempeño dentro de la empresa? Sirve.
¿Quieres encontrar puntos de mejora en tu trabajo o el del equipo? Sirve.

¡Opciones infinitas!

#2 Hazte la/s pregunta/s correctas


Una vez hayas definido la situación tienes que plantear la/s preguntas correctas y que te ayuden a desbloquear la situación.

Aquí te pongo un ejemplo con un problema por ser el caso más común y sencillo de ver.

Ejemplo:
- Problema: los alumnos se están quejando de las nuevas rutinas y solo dicen que “no les gusta”. No entiendo por qué si las hemos hecho con todo el
cariño. No podemos permitirnos cagarla así otra vez porque es muy caro en tiempo, dinero y coste de oportunidad.

-Posibles preguntas:
● ¿Qué tipo de rutinas les gustan a los alumnos y así no volver a cagarla?
● ¿Cuál es el elemento concreto que hace que una rutina guste o no guste?
● ¿Qué NO tiene esta rutina que SÍ tienen las demás?
● ¿Qué es lo que NO estoy viendo?
● ¿Puedo afirmar con total certeza que ese problema existe?
● ¿Es un problema real o estoy proyectando mis emociones/sesgos?
● ¿La hipótesis con la que se tomó la decisión es la correcta?
● Bien, lo hecho, hecho está. Sabemos por qué y no volverá a ocurrir. ¿Cómo hago ahora para que no se desuscriban?

A tener en cuenta:

● De una buena pregunta pueden surgirte varias preguntas relacionadas que pueden incluso necesitar su propia sesión. No
te vuelvas loco/a. Usa las preguntas estrictamente necesarias para resolver la situación, pero dedícale el tiempo
necesario a cada una.

● Se dice que la gran mayoría de preguntas surgen de 5 enfoques genéricos del ante una situación, idea, bloqueo o
problema. Te los muestro por encima y en qué casos son más útiles*. *Todos los enfoques son útiles para cualquier problema. Solo
te marco cuáles pueden ser más útiles ante ciertas situaciones, nada más.

TIPOS DE PREGUNTAS GENÉRICOS

1.1. Encuentra la verdadera pregunta


Para cuando crees que el problema no tiene solución o cuando ninguna idea te convence

A. Si, de verdad, no tiene solución → No le des más vueltas y tómalo como una dificultad/oportunidad más. Suele
ocurrir cuando es algo que escapa a tu control. Ej: no puedes evitar una pandemia como el COVID, por ahí no vas
a encontrar ninguna solución.

B. Pero… ¿y si tiene solución, pero lo que ocurre es que no te convence la que tienes en mente?

Muchas veces el problema está en que la primera solución que nos viene a la mente no nos convence y no nos
parece ni siquiera una solución.

Cuando esto te ocurra, párate y analiza bien porque es muy posible que te estés haciendo mal la pregunta.

Un buen truco es hacerte una pregunta de este tipo:

● ¿Cómo podría [lo que debe ser arreglado] y así [el resultado deseado]?
● ¿Qué [lo que debe ser arreglado] debo mejorar para [el resultado deseado]?
● ¿Cuándo [lo que debe ser arreglado] debo mejorar para [el resultado deseado]?
● ¿Qué [lo que debe ser arreglado] debo mejorar para [el resultado deseado]?

Ejemplo:
- Problema: los alumnos se están quejando de las nuevas rutinas y solo dicen que “no les gusta”. No entiendo por qué si las hemos
hecho con todo el cariño. No podemos permitirnos cagarla así otra vez porque es muy caro en tiempo, dinero y coste de oportunidad.

- INCORRECTO → ¿Por qué los alumnos son así?


→ No informa del problema real.
→ No está enfocado en una solución.
→ Se centra en algo no controlable (no puedes controlar cómo es la gente).

- CORRECTO → ¿Cómo podría detectar qué es lo que el alumno quiere y necesita y así poder ofrecerles siempre una rutina que valoren
y, además, les funcione?
→ Informa del problema real; el alumno recibe algo que no quiere/gusta porque no se ha pensado en ello.
→ Se enfoca en encontrar una solución y el resultado deseado.
→ Asume que hay una dificultad (cómo es el alumno) y cómo superarla.

1.2. Separa el “problema del síntoma”


Para cuando no tienes ni idea de qué está causando el problema

Cuando te enfrentas a un problema o bloqueo los síntomas se ven muy claros (bajan las ventas, quejas, etc), pero lo que
no se ve tan claro es qué lo está causando.

Así que un buen thinking time te puede ayudar a encontrar esos problemas:

Preguntas útiles en este sentido:

● ¿Cuáles son las posibles razones de que esté notando estos síntomas?

● ¿Qué NO está pasando que, si ocurriera, haría disminuir o desaparecer dicho síntoma?

● ¿Qué SÍ está pasando que, si no ocurriera, haría disminuir o desaparecer dicho síntoma?

1.3. Verifica tus “suposiciones”


Para cuando te enfrentas a un resultado inesperado o planteas una nueva hipótesis

Hay problemas que se crean a raíz de una hipótesis incorrecta o expectativas irreales.

En especial, cuando en vez de basarte en hechos reales (estadísticamente significativos) te basas en emociones,
fantasías, prejuicios, malas experiencias pasadas, sesgos, proyecciones de tu opinión/emociones, etc.

Si te haces las preguntas correctas, serás capaz de encontrarlos:

La pregunta de fondo es “¿qué no estoy viendo?”.

Pero como es una pregunta muy amplia, aquí te dejo algo más concreto

● Decidimos hacer X por el motivo Y. ¿Puedo afirmar con total certeza que eso es cierto con hechos y datos
contrastables?
● Decidimos hacer X porque esperábamos Y. ¿Puedo afirmar con total certeza que esa expectativa era real o
era más una “corazonada”?
● Siempre digo que [opinión/juicio/afirmación] y hemos trabajado en base a ello. ¿Puedo afirmar con total
certeza que eso es cierto? ¿Estoy generalizando?
1.4. Considera las posibles consecuencias
Para cuando te cuesta “dar el paso” o te frustras mucho cuando los resultados no son los esperados

Este tipo de preguntas son muy útiles si te bloquea la toma de una decisión o sueles encontrarte con muchos problemas
que “no esperabas” después de tomarlas.

Se basan en la necesidad de analizar y entender que es posible que te equivoques y qué ocurriría si fuese así.

Es más, te ayudarán a ver si realmente es una decisión arriesgada o importante (o no) de una manera racional.

● ¿Cuál es la ventaja de la decisión que voy a tomar?

● ¿Cuál es el inconveniente de la decisión que voy a tomar?

● ¿Me puedo “permitir” ese inconveniente o sería una debacle?

1.5. Considera si tu última gran idea es válida o no


Para cuando tienes esa idea brillante y te vienes arriba

Si tienes una idea en mente, pero no sabes cómo ejecutarla… tienes un nuevo problema por solucionar o sigues con el
mismo de antes.

Bien porque te puedes estar generando unas expectativas irreales, porque estés planteando hipótesis no válidas o
porque creas que has solucionado un problema y realmente no lo hayas hecho.

En otras palabras: “una buena idea que no puede ser ejecutada es una mala idea”.

En este caso las preguntas van más por:

● ¿Esta idea que acabo de plantear es viable?

● OK, no sé hacerlo, pero… ¿conozco a la persona que sí sabe?

Y sus derivadas

● ¿Sabría describir el proceso aunque lo tuvieran que hacer otras personas?

● ¿tengo recursos para contratar a esa persona?

● ¿Qué proceso debo seguir?

#3 Piensa y encuentra las respuestas de manera racional.


Aquí llegará el momento en el que tú seas quien cree un proceso más o menos detallado a seguir.

No tiene sentido que te diga “usa un folio”, “luego escribe con colores”, etc…

Eso no te ayudaría en nada porque cada uno tiene una manera de pensar distinta y habrá preguntas que requieran pasarte
todo el tiempo mirando internet, otras preguntando por ahí o mil cosas.

Así que mejor te dejo una serie de consejos que podrían ser comunes a cada pregunta:

2.0 Ten muy claro el objetivo y no te pierdas divagando


Las preguntas requieren de una respuesta útil.
Si una pregunta te lleva a otra, a otra y a otra y no parece tener fin… lo más común es que te estés perdiendo
divagando entre mil opciones. Elige.

Además:

● Una respuesta no es útil si no es viable (ver punto 1.5 anterior)


● Una respuesta no es útil si no es realista (no es aplicable en tu negocio, momento, factores no controlados, azar,
etc.).
● Una respuesta no es útil si no eres capaz de justificarla de manera racional.

2.1 Escribe la pregunta o preguntas sobre la que vas a pensar


Por un simple motivo.

Es muy posible que necesites más de una sesión para responder a todas las preguntas e incluso a cada una. Así que
mejor tenlas apuntadas porque ya sabes lo que ocurre con la memoria.

Es más, es posible que, según vayas respondiendo algunas preguntas las tengas que acabar reformulando.

2.2 Haz sesiones de 45’


Es el tiempo óptimo que se considera.

Eso sí, son 45 minutos dedicados en cuerpo y alma a esto. No vale estar mirando el móvil, pasando perfiles en Tinder o
charlando con el compañero de al lado.

¡Mucho cuidado si usas internet para buscar información!

2.3 Aíslate

● Métete en una habitación donde elimines cualquier ruido, distracciones, etc.


● Pide que no te molesten en ese tiempo.
● Apaga cualquier posible distracción innecesaria (móvil, TV, etc).
● Etc.

2.4 Usa un temporizador


Es mejor ponerte un temporizador de 45 min en lugar de estar pendiente de mirar la hora. Tan simple como eso.

2.5 Ten un espacio para anotar


En 45 minutos te van a surgir muchas ideas, posibles caminos, nuevas preguntas. ¡Que quede por escrito!

2.6 No te juzgues
Que sea un proceso racional no significa que no tenga también su parte creativa.

En el fondo estás buscando nuevas ideas y soluciones que no habías tenido en cuenta antes por lo que estar
constantemente castigándote no ayuda en nada. Es más, es más que posible que introduzca una subjetividad nada
beneficiosa.

No es el momento de encontrar la verdad absoluta ni la respuesta perfecta.

¡Fluye! Ya habrá tiempo de mejorar tu respuesta.


2.7 Crea, al menos, 9 soluciones o respuestas
Dicen que las mejores ideas surgen dentro del patrón conocido como “el tercer tercio”.

Me explico, partiendo de nueve ideas: el primer tercio suelen ser las más obvias. El segundo tercio son variaciones de las
tres primeras y finalmente, las tres últimas resultan ser las más sólidas y donde se encuentra “el oro”.

2.8 Revisa al final de la sesión


Guárdate 15 min después de la sesión para revisar todo lo que has hecho.

En esta parte del proceso te ayudará a organizar todas las ideas en tu mente y encontrar conexiones que, cuando estás
inmerso en el proceso, no son tan obvias.

#4 Haz el informe final y compártelo

De nuevo, aquí no hay estructura.

Va a depender mucho de tu manera de responder a las preguntas, con quién lo vayas a compartir, etc.

Pero hazlo.

Que no se quede en una pregunta y respuesta al aire ni te quedes con la idea en modo Gollum.

Es importante que, dentro del negocio, haya un espacio para volcar todos estos informes y sean accesibles por todas las
personas que se decidan (pueden ser responsables, solo dentro del departamento, todo el mundo… lo que sea).

El resultado de estas sesiones debe ser aplicable de un modo u otro.

Por eso te dejo aquí una idea de estructura:


● Situación.
● Pregunta que te has hecho.
○ Respuestas.
○ Conclusiones.
● Repite si hay más preguntas.
● Conclusiones finales.
● “Plan de acción” o siguientes pasos.

#EXTRA - 34 preguntas para inspirarte cuando ni siquiera sepas plantear un


problema
Si alguna te suena muy, muy rara, quizás sea porque no es una pregunta que te pueda inspirar (porque puede ser para otro
rol/puesto/situación. En cambio, si en poco tiempo te identificas con alguna… pruébala.

1. ¿Qué habilidades tengo que mejorar para alcanzar el éxito que quiero?
2. ¿En qué necesito practicar más para mejorar mi rol y por tanto “merecer” ese éxito?
3. ¿Qué atajos estoy intentando tomar y que no son realmente atajos, sino reflejos de impaciencia, vagueza o codicia…?
4. Concretamente, ¿qué he estado ignorando (en esta situación) y qué necesitaría corregir exactamente?
5. ¿Qué habilidades o herramientas necesito aprender para conseguir los objetivos propuestos/se esperan de mí?
6. ¿Qué deficiencias encuentras en la cultura empresarial (en otras palabras el conjunto de normas, valores, suposiciones,
creencias, formas de actuar, pensar y sentir que comparten los miembros de una organización) que pueden estar haciéndote
caer en el conformismo en lugar de buscar la excelencia?
7. ¿Cuáles crees que son las creencias y valores del resto de compañeros que han llevado a la empresa al momento actual?
8. ¿Qué rituales o hábitos creo que podemos llevar a cabo para ayudar a reforzar o crear una nueva cultura organizacional?
9. ¿Qué “reglas de juego” debo adoptar para intervenir en esa mejora de cultura empresarial donde todos estemos realmente
implicados, comprometidos con la excelencia y dando lo mejor de nosotros?
10. Si pienso en los próximos 100 días y en qué voy a hacer de manera diferente, ¿qué cosas debo hacer menos para dejar
espacio a las cosas que debo hacer más?
11. Los comienzos y “la perfección” raramente ocurren al mismo tiempo. ¿Cuáles son las tres cosas que podría empezar a hacer
y que me llevarían a conseguirlo en, al menos, un 80%?
12. ¿Cuál es mi plan específico para medir resultados?
13. Cuando miro hacia atrás para ver mis pérdidas más significativas, decisiones estúpidas y mis mayores errores, ¿cuáles son
las 50 lecciones más importantes que aprendí?
14. ¿Qué errores cometo una y otra vez?
15. ¿Qué reglas o disciplinas voy a poner en práctica para minimizar las posibilidades de repetir mis errores?
16. ¿Tengo la habilidad y los recursos para construir de manera exitosa esa solución?
17. ¿En algún momento he sustituido lo que el cliente (o mi responsable) realmente quiere recibir por lo que yo juzgo que quiero
entregar?
18. ¿Dónde soy más desorganizado/a, inconsistente y caótico/a?
19. ¿Cuál es el problema al que realmente me estoy enfrentando y en qué se diferencia del que creía que tenía (o solía tener)?
20. ¿Qué estrategias y planes que solía usar ya no me sirven para el problema que ahora estoy identificando?
21. ¿Y qué modelos de conducta que hasta ahora funcionaron, han dejado de hacerlo?
22. ¿Qué conocimientos, capacidades o experiencias antiguas necesito abandonar?
23. ¿Cuáles son las normas no negociables que tengo que imponerme?
24. ¿A quién puedo pedir que me ayude a identificar mis bloqueos o problema real y así evitar engañarme a mí mismo/a y
tomar el punto de partida erróneo?
25. ¿En que momento cometí el fatal error de huir de mis problemas en lugar de afrontarlos y arreglarlos?
26. ¿Qué acciones o decisiones difíciles he ido posponiendo con la absurda idea de que puedo alcanzar mi objetivo igualmente?
27. ¿Qué hice en el pasado que funcionó muy bien?
28. ¿En qué estoy siendo activo pero no productivo?
29. ¿Estoy aprendiendo, entrenando, y evolucionando al mismo ritmo que las cosas están cambiando?
30. ¿Qué cosas estaría haciendo si no tuviese miedo a perder algo?
31. ¿Qué oportunidades tengo delante que requieran información adicional o nuevas habilidades por mi parte?
32. ¿Qué oportunidades de crecimiento profesional he estado posponiendo porque requieren de un esfuerzo extra o por estar
fuera de mi zona de confort?
33. Cuando miro varios años atrás ¿qué ha cambiado tanto externa como internamente que repercuta en mis resultados
actuales?
34. ¿Qué dificultades estoy resolviendo repetidamente o se mantienen sin resolver?

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