Mundo Actual Sigrid Alvarado Narro

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“UN PATRIOTA SIEMPRE DEBE ESTAR DISPUESTO A DEFENDER A SU PAÍS DE SU PROPIO

GOBIERNO.”
-EDWARD ABBEY
Ser creyentes de las “teorías de conspiración” siempre abre la puerta a los

demás para pensar que hay algo mal en nuestra noción del mundo. Desde mi
perspectiva, a veces se necesita de mayor fe ciega para creer las historias
oficiales que para hacerle caso a las múltiples evidencias, aunque parezca que
no llevan a ningún lugar.
A favor de las teorías de la conspiración, hay fundamentalmente dos factores
vitales: Primero, una desconfianza generalizada de lo que dicen el gobierno y
los medios. Después de todo, a ninguno se le paga exactamente por decir la
verdad, y detrás de cada declaración casi siempre hay una oscura intención
disfrazada. En segundo lugar, la verdad cristalina, desnuda y cruda, casi
siempre provoca sentimientos de disgusto, el famoso instinto de negación del
que hablan los psicólogos. Frente a una verdad no deseada, es mucho mejor
fantasear con una realidad alternativa que explique un evento dado de manera
más agradable al intelecto mismo.
El 22 de noviembre de 1963, el entonces presidente estadounidense John F.

Kennedy fue asesinado durante un desfile de automóviles. Según la versión
oficial, un loco, con ánimo de aparecer, habría disparado 3 tiros con su rifle,
ubicado en el sexto piso del almacén de la librería que estaba frente a Dealy
Square, en Dallas, Texas.1
Sorprendentemente rápido (menos de una hora y media), la policía pronto

arrestó a un sospechoso: Lee Harvey Oswald quedaría marcado para siempre
como el lobo solitario que asesinó a uno de los presidentes más carismáticos
que jamás haya tenido Estados Unidos. En cuestión de un día, reunió una pila
de pruebas contra el tipo: recibo del rifle, foto con el arma, testimonios de
testigos que afirman que vieron los disparos saliendo de la ventana del almacén
en el sexto piso, etc. Todo indicaba que realmente habría matado a Kennedy y
lo habría hecho solo.
¿Cuál es el problema?
Solo se encontraron tres cartuchos donde se suponía que estaba Oswald.

Además, un transeúnte, Abraham Zapruder, había filmado toda la secuencia.
Mientras dure la película, no habría lugar para un cuarto plano.
1Stone, A. (Productor), Stone, A. (Director). 1991. JFK [cinta cinematográfica]. Estados Unidos:
Le Studio Canal+, Regency Enteprises, Alcor Films, Ixtlan Corporation.
De las tres balas, se sabe que una fue la que mató a Kennedy cuando le explotó
la cabeza.
Quedan dos balas.
Uno de los muchachos que había salido de casa para ver el desfile presidencial,
James Tague, fue alcanzado por un proyectil, a pesar de que estaba a casi 100
metros de la procesión. Según la Comisión Warren, la bala que lo alcanzó habría
sido desviada por un árbol.
Cierto o no, solo queda una bala. Y aquí es donde todo se pone interesante.
Además de la cabeza de Tague y Kennedy, hubo 7 lesiones más esa mañana en
Dallas: 2 en Kennedy y 5 en el gobernador de Texas, John Connally. Había,
entonces, dos posibilidades: 1 - admitir que hubo más de tres disparos; 2 -
encuentre una explicación de por qué una sola bala fue responsable de las siete
lesiones.
El problema con la primera opción era que, suponiendo que hubiera más de tres
disparos, debía admitirse necesariamente que había habido al menos otro
asesino además de Oswald. Y, por definición, una conspiración, una reunión de
dos o más personas con fines criminales, para asesinar al presidente de los
Estados Unidos.
La Comisión Warren decidió tomar la segunda opción. Respaldó la tesis de uno

de sus consultores, un joven abogado llamado Arlen Specter (ahora senador
republicano). Lo llamó la teoría de la bala única.
Según la teoría de la bala única, la tercera bala tendría que haber: 1. Entrado
por la espalda de Kennedy; 2. Dejado por la garganta; 3. Golpear al gobernador
Connally en la espalda, sentado en el asiento derecho frente al auto; 4.
Izquierda por el hombro de Connally; 5. Golpear el puño del gobernador; 6.
Rompiendo los huesos, saliendo del otro lado de la mano; y 7. Si se aloja en el
muslo izquierdo de Connally.
Tras recorrer esta fantástica trayectoria, la bala supuestamente responsable de

las heridas se encontró prácticamente en perfecto estado, a pesar de los
impactos que sufrió. Como dijo el fiscal Jim Garrison en el único juicio
celebrado sobre el caso, eso es una bala.
Desde entonces, han surgido 550 millones de teorías sobre el asesinato de

Kennedy. Algunos dicen que fueron los cubanos. Otros, esa fue la mafia.
Todavía hay quienes dicen ser una trama del sistema militar, junto con la CIA y el
FBI. La única versión que nadie acepta es la respaldada por la Comisión
Warren: Oswald mató a Kennedy.
Jim Garrison recibió ayuda de distintos informantes a lo largo de su

investigación. Sin embargo fue el Señor “X” quien le brindó información desde
una organización que no especifica.
“X” lo busca en el monumento a Lincoln y le cuenta que está muy cerca de
saber la verdad. Este hombre fue soldado en dos guerras y un agente del
Pentágono que suministraba el armamento. Trabajaba en lo que se denominó
Operaciones negras, que buscaban solucionar de manera discreta diversos
asuntos de Seguridad Nacional.
En 1963 se trabaja en el plan de JFK para sacar a las fuerzas de Vietnam para
finales de 1965. El jefe de “X” a quien denomina “Y” lo envía al polo sur cuando
matan al presidente.
En Nueva Zelanda, Oswald ya había sido acusado públicamente mientras que
en Dallas apenas estaban a 4 horas de acusarlo por ese delito.
Parece increíble la cantidad de normas básicas de protección que fallaron ese
día. El cambio de la ruta, que el chofer detuviera el auto, permitiendo que le
dispararan mortalmente al presidente, y como he explicado ampliamente antes:
la trayectoria de las balas.
El papel que los medios juegan en este evento es crucial, siendo que todo el
desempeño de JFK desde su campaña electoral, su gobierno, hasta su
asesinato. Somos capaces de observar de forma relativamente clara su
comportamiento y así nos podemos acercar un poco más a la verdad. O esa es
la idea.
Si bien somos testigos gracias a la tecnología de un gran número de sucesos,
también quiere decir que podemos ser objetos de manipulación por la misma.
Los medios de comunicación masiva se financian principalmente por la
promoción de valores y principios, generalmente sustentados por el gobierno.
Serían pocas las cadenas populares en el mundo que se dediquen a contradecir
los ideales patrios.
Vivimos en nuestra propia caverna de Platón, haciendo historias de las sombras

que nos permiten ver. Sin embargo, cuando alguien pretende sacarnos de la
oscuridad y esclarecer un poco nuestra visión parece que no estamos listos
para verla.
Y así mismo, como un traje del emperador a la inversa, tememos contar que
vimos algo que no se asemeja a la realidad colectiva.
Los medios cuentan con nuestra necesidad de pertenencia y con nuestro miedo
a lo desconocido. Resulta una mejor historia la certeza de que hay “gente mala”
y que nosotros, la “gente buena”, lucha contra ellos y salimos victoriosos.
Porque es mejor pensar que hay unas cuantas manzanas podridas a reconocer
que el sistema que nos rige está podrido por completo. Ni siquiera eso, saber
que no hay un error en el sistema sino que fue construido precisamente con ese
fin.
Las teorías de la conspiración han abundado desde ese día, incluidas las que
rodean a "Babushka Lady", así llamada porque la mujer misteriosa llevaba lo
que parecía un pañuelo ruso en la cabeza. Estaba de pie en el césped entre las
calles Elm y Main, fotografiando el momento en que le dispararon a JFK, y
ahora, 50 años después, todavía no tenemos idea de quién es, y las imágenes
que pudo haber tomado del asesinato del presidente nunca lo han hecho. sido
encontrado.
Varios transeúntes en Dallas tomaron fotos y videos, en diversos grados de

calidad, de lo que se convirtió en el asesinato del presidente, y Babushka Lady
aparece en algunos. En la película de Marie Muchmore, residente de Dallas (que
se ha convertido en una de las principales crónicas de ese día), Babushka Lady
aparece a las 0:41, de pie detrás de un hombre, Charles Brehm, y su hijo de 5
años, Joe. Solo podemos ver la espalda de ella, pero ella usa un abrigo largo de
color canela, sostiene sus brazos cerca de su rostro y se para con una postura
amplia.
En otro video, tomado por el transportista postal estadounidense Mark Bell,

Babushka Lady es visible a las 0:47 después de que se dispararon los disparos
y la caravana acaba de pasar. Está de espaldas a la cámara, pero parece haber
caminado más cerca de la calle y se encuentra frente a la loma cubierta de
hierba. Ella permanece de pie, mientras que otros a su alrededor corren a
cubrirse o se sientan en el suelo en estado de shock. La película de Zapruder,
que se ha convertido posiblemente en el video ciudadano más famoso porque
se considera el más completo, ofrece una vista frontal de Babushka Lady a las
0:37, pero su cámara oscurece su rostro ya borroso.
Siete años después del asesinato, en 1970, una ex bailarina y cantante de un

club de burlesque llamado Beverly Oliver afirmó ser Babushka Lady. Oliver
afirmó que ella fotografió el asesinato con su cámara Yashica Super 8, y dos
agentes del FBI le quitaron la cámara. Oliver también afirmó que conocía a Jack
Ruby, quien supuestamente le presentó al presunto tirador de JFK Lee Harvey
Oswald, diciendo que Oswald era miembro de la CIA. (Ruby, por supuesto,
disparó a Oswald mientras estaba bajo custodia). Sin embargo, la historia de
Oliver tiene algunos problemas serios y, en general, ha sido desacreditada.
Ella era una esbelta joven de 17 años en 1963, lo que choca con la mujer mayor
que aparece en las imágenes de la película Babushka Lady. Además, la cámara
Yashica Super 8 no se fabricó hasta mediados de la década de 1960. Oliver ha
dado marcha atrás en algunas de sus afirmaciones, argumentando que su
cámara era un prototipo que obtuvo antes de que estuviera disponible para el
público en general.
Las teorías de la conspiración que involucran a Babushka Lady proliferan, y

algunas teorías tienen más mérito que otras. Algunos dicen que era una espía
rusa, un asesino con una cámara, un agente del servicio secreto o un hombre
vestido como una mujer mayor (su postura amplia, por ejemplo, como se ve en
la película de Muchmore, podría verse como un poco inusual para una mujer
mayor). mujer en la década de 1960, especialmente una vestida con un vestido
y una trinchera apropiados para el momento). Como había estado lloviendo esa
misma mañana, algunas mujeres en Dealey Plaza llevaban pañuelos en la
cabeza; pero, la lluvia había cesado a las 10 a.m., y dado que los disparos no se
dispararon hasta las 12:30 p.m., Babushka Lady no llevaba una bufanda para
protegerse de la lluvia activa. Quizás sostenía binoculares en lugar de una
cámara, lo que explicaría por qué nunca se han encontrado sus imágenes
fotográficas o de video. Pero debido a que nunca se adelantó para decirle a la
policía lo que vio (a diferencia de otros espectadores que presenciaron los
disparos), su identidad (y lo que puede saber) sigue siendo un misterio.2
2Raga, S. (2016, 22 noviembre). Who Was the Mysterious Babushka Lady at JFK’s
Assassination? Mental Floss. https://www.mentalfloss.com/article/72245/who-was-mysterious-
babushka-lady-jfks-assassination

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