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Guia

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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos


Área de Ciencia de la Salud
1er año sección "3"

SISTEMA DIGESTIVO
(Embriologia Abdominal)

Profesora: Bachilleres:
Dra. Damarys Alarcón 16# Dayana Figuera C.I: 31.168.962
23# Juan Latinez C.I: 31.449.756
36# Oriannys Rojas C.I: 30.410.133
38# Nathalia Ruíz C.I: 31.495.585

Maturín, 2021
DIVISIONES DEL TUBO INTESTINAL

A consecuencia de los pliegues cefalocaudal y lateral del embrión, una parte del
endodermo derivada de la gastrulación se incorpora al embrión para formar el
intestino primitivo. El saco vitelino y el alantoides permanecen fuera del
embrión (Fig. 15.1A-D). En las partes cefálica y caudal del embrión, el intestino
primitivo forma un tubo de extremo ciego: el intestino anterior y el intestino
posterior, respectivamente. La parte media, el intestino medio, permanece
durante cierto tiempo conectado al saco vitelino por medio del conducto vitelino,
llamado también pediculo del saco vitelino (Fig. 15.1D).

El desarrollo del intestino primitivo y de sus derivados suele describirse en cuatro


secciones:

1) el intestino faringeo o faringe se extiende desde la membrana bucofaríngea


hasta el divertículo respiratorio y forma parte del intestino anterior. Esta sección es muy

importante para el desarrollo de la cabeza y del cuello; se explica en el capítulo


17. 2)

El resto del intestino anterior se dispone caudalmente con el tubo faríngeo y se


extiende en esa posiciónhasta la evaginación del hígado.

3) El intestino medio empieza en posición caudal con la yema hepática y en el


adulto se extiende hasta la unión de los dos tercios derechos y el tercio izquierdo
del colon transverso.

4) El intestino posterior se extiende desde el tercio izquierdo del color


transverso hasta la membrana cloacal (Fig. 15.1).
El endodermo produce el revestimiento epitelial del tubo digestivo dando origen a
células específicas (el parenquima) de glándulas: como los hepatocitos y las
células exocrinas y endocrinas del páncreas. El estroma (tejido conectivo) de las
glándulas tiene su origen en el mesodermo visceral. También se originan aquí el
músculo, el tejido conectivo y los componentes peritoneales de la pared intestinal.

MESENTERIOS
Algunas porciones del tubo intestinal y sus derivados están suspendidos de la
pared dorsal y ventral del cuerpo mediante los mesenterios, capas dobles del
peritoneo que rodean un órgano conectándolo con la pared corporal. Esos
órganos se llaman intraperitoneales; en cambio, se consideran
retroperitoneales los situados contra la pared posterior del cuerpo y cubiertos por
el peritoneo en su superficie anterior únicamente (los riñones por ejemplo). Los
ligamentos peritoneales son capas dobles de peritoneo (mesenterios) que pasan
de un órgano a otro o de un órgano a la pared corporal. Los mesenterios y los
ligamentos proporcionan a los vasos sanguíneos, los nervios y los vasos linfáticos
vías de ida y vuelta a las vísceras abdominales (Figs. 15.3 y 15.4). En un principio
el intestino anterior, el medio y el posterior están en contacto amplio con el
mesénquima de la pared abdominal posterior (Fig. 15.3). Sin embargo, hacia la
quinta semana el puente de tejido conectivo se estrecha y la parte caudal del
intestino anterior, del intestino medio y una parte importante del intestino posterior
quedan suspendidas de la pared abdominal por medio del mesenterio dorsal
(Figs. 15.3C y 15.4), el cual se extiende desde el extremo inferior del esófago
hasta la región cloacal del intestino posterior. En la región del estómago forma el
mesogastrio dorsal u omento mayor; en la región del duodeno forma el
mesoduodeno y en la región del colon, el mesocolon dorsal. El mesenterio
dorsal de las asas yeyunal e ilial constituye el mesenterio propiamente dicho.

El mesenterio ventral, que existe sólo en la región de la parte terminal del


esófago, estómago y la parte superior del duodeno (Fig. 15.4), tiene su origen en
el tabique transverso. Cuando el hígado crece dentro del mesénquima del
tabique transverso, el mesenterio dorsal queda dividido en: 1) el omento menor,
que se extiende desde la porción inferior del esófago, el estómago hasta la porción
superior del duodeno, y de allí al hígado; 2) el ligamento falciforme que se
extiende del hígado a la pared ventral del cuerpo (Fig. 15.4).

Volviendo con los intestinos

El intestino anterior da origen a:

- Esófago
- Estomago
- Duodeno
- Hígado
- Vesícula Biliar
- Páncreas

NOTA: Pancreas e hígado derivan del endodermo y van a estar rodeados del
mesodermo

ESOFAGO:

Cuando el embrión tiene cuatro semanas, aparece el divertículo respiratorio o


traqueobronquial en la pared ventral del intestino anterior, en el borde con el
intestino faríngeo, el cual se separa poco a poco de la porción dorsal del intestino
anterior por medio del tabique traqueoesofágico, de tal manera que el intestino
anterior queda dividido en porción ventral (primordio respiratorio) y porción dorsal
(esófago).

En un periodo inicial, el esófago es muy corto, pero al producirse el descenso del


corazón y los pulmones, se alarga rápidamente. La capa muscular, formada por la
mesénquima circundante es estriada en sus dos tercios superiores y esta
invervada por el nervio vago, en el tercio inferior del músculo es liso y esta
inervado por el plexo asplácnico

ESTOMAGO:

En la cuarta semana aparece como una dilatación fusiforme del intestino anterior.
Durante la siguiente semana se modifican apreciablemente su aspecto y su
posición, como consecuencia de diferencias en la rapidez del crecimiento de
diversas regiones de su pared y de cambios en la posición de los órganos
adyacentes. Los cambios de posición del estómago se efectúan suponiendo que
efectúa la rotación de 2 ejes:

- Una rotación longitudinal, donde el estómago rota 90° en sentido horario, de


manera que el lado izquierdo se orienta hacia adelante y el lado derecho hacia
atrás. En consecuencia, el nervio vago izquierdo (que inicialmente inervaba el lado
izquierdo del estómago) se distribuye ahora en la pared anterior y de manera
análoga el nervio vago derecho va a inervar la pared posterior. Durante esta
rotación, la pared posterior del estómago crece con más rapidez que la pared
anterior, de modo que lado izquierdo se orienta hacia adelante y el derecho hacia
atrás, lo cual resulta en la formación de la curvatura mayor y menor.

- Una rotación anteroposterior, en donde la porción caudal se desplaza hacia la


derecha y arriba y la porción cefálica se mueve hacia la izquierda y algo hacia
abajo.

En el mesogastrio ventral la rotación alrededor del eje longitudinal lo posiciona


hacia la derecha y el mesogastrio dorsal lo tira hacia la izquierda formando la
bolsa omental. Cuando se efectúa la rotación anteroposterior del estómago, hace
que el mesogastrio dorsal sobresalga hacia abajo, en donde continuará creciendo,
formando un saco de doble capa. Este saco en forma de delantal, se extiende por
encima del colon transverso y las asas cuelga de la curvatura mayor del intestino
delgado, recibiendo el nombre de omento mayor. Más adelante, sus capas se
fusionaran y formaran una hoja única que del estómago.

Duodeno
La parte terminal del intestino anterior y la parte cefálica del intestino medio
forman el duodeno. La nión de ambas partes está directamente distal del origen de
la yema hepática (Figs. 15.14 y 15.15). Al girar el estómago, el duodeno adopta la
forma de un asa en forma de C y gira hacia la derecha. Este movimiento, junto con
el rápido crecimiento de la cabeza del páncreas, desvía el duodeno de su posición
inicial en la línea media al lado derecho de la cavidad abdominal (Figs. 15.10A y
15.17). El duodeno y la cabeza del páncreas ejercen presión contra la pared
dorsal del cuerpo, y la superficie derecha del mesoduodeno dorsal se fusiona con
el peritoneo adyacente. Más tarde desaparecen ambas capas; el duodeno y la
cabeza del páncreas quedan fijados en posicion retroperitoneal. Así la totalidad
del páncreas ocupa esa posición. El mesoduodeno dorsal desaparece
enteramente, exceptuada la región del píloro del estómago donde una pequeña
porción del duodeno (bulbo duodenal) conserva su mesenterio y sigue siendo
intraperitoneal. Durante el segundo mes la luz del duodeno se oblitera al proliferar
las células en sus paredes. Sin embargo, la luz se recanaliza poco después (Fig.
15.18A,B). Como el intestino anterior está irrigadopor la arteria celiaca y el
intestino medio por la arteria mesenterica superior, las ramas de ambas arterias
irrigan el duodeno (Fig. 15.14).

HIGADO Y VESICULA BILIAR

El primordio hepático (yema hepática) aparece hacia la mitad de la tercera


semana en forma de envaginacion del epitelio endodérmico en el extremo distal
del intestino anterior. Esta envaginacion, denominada divertículo hepático o
esbozo hepático consiste en cordones celulares de proliferación rápida que se
introducen en el septum transversum, es decir, la placa mesodérmica entre la
cavidad pericardiaca y el pedículo del saco vitelino. Mientras que los cordones de
células hepáticas siguen introduciéndose en el septum, la comunicación entre el
divertículo (yema hepática) y el intestino anterior (duodeno) disminuye en calibre,
formándose de tal manera el conducto colédoco. Este produce una pequeña
evaginación ventral, que dará origen a la vesícula biliar y el conducto cístico.
Durante el desarrollo ulterior los cordones hepáticos epiteliales se entremezclan
con las venas onfalomesentericas y umbilicales para formar los sinusoides
hepáticos. Los sinusoides se diferencian en el parénquima y forman el
revestimiento de los conductos biliares. Las células hematopoyéticas, células de
Kupffer y las células de tejido conectivo derivan del mesodermo del septum
transversum

Como consecuencia de su rápido y continuo crecimiento, el hígado se torna


demasiado voluminoso para los límites del septum transversum y comienza poco a
poco a sobresalir en la cavidad abdominal. El mesodermo del septum entre la
pared abdominal ventral y el hígado se torna tenso y se adelgaza, formando una
fina membrana llamada ligamento falciforme. La vena umbilical, que en un
principio se encontraba en el mesodermo del septum transversum, se sitúa ahora
en el borde libre caudal del ligamento falciforme. De manera similar el mesodermo
del septum entre el hígado y el intestino anterior (estómago y duodeno) se torna
tenso y membranoso, y forma el epiplón menor (ligamentos gastrohepatico y
duodenohepático).

En el borde libre del epiplón menor se encuentran el conducto colédoco, la vena


porta y la arteria hepática.

El mesodermo de la superficie del hígado se diferencia en peritoneo visceral,


excepto en la superficie craneal. En esta región el hígado se mantiene en contacto
con el resto del septum transversum original. Esta porción del septum consiste en
mesodermo compacto y formara la porción tendinosa del diafragma. La superficie
del hígado que se halla en contacto con el futuro diafragma nunca esta revestida
de peritoneo y por eso se la denomina área desnuda del hígado.

Se forman los dos ligamentos más importantes: falciforme y omento menor

PANCREAS:

El páncreas se forma por dos yemas: Una dorsal y una ventral, originadas por un
revestimiento endodérmico del duodeno. La yema pancreática dorsal (o esbozo
pancreático dorsal) se encuentra en el mesenterio dorsal y la yema pancreática
ventral guarda intima relación con el conducto colédoco

Cuando el duodeno rota hacia la derecha y adopta la forma de C la yema


pancreática ventral se desplaza hacia la parte dorsal de manera parecida a como
lo hace la entrada del conducto colédoco. Finalmente, la yema ventral (o esbozo
ventral) pasa a situarse justo por debajo y por detrás de la yema dorsal.

Más tarde se fusionan el parénquima y el sistema de conductos de los esbozos


pancreáticos dorsal y ventral. El esbozo ventral forma el páncreas menor o
apófisis unciforme del páncreas y la porción inferior de la cabeza pancreática. El
resto de la glándula se deriva del esbozo dorsal. El conducto pancreático de
Wirsung es formado por la porción distal del conducto pancreático dorsal y su
totalidad del conducto pancreático ventral. La porción proximal del conducto
pancreático dorsal se oblitera o persiste en forma de un canal de pequeño calibre,
el conducto pancreático accesorio o de Santorini. El conducto pancreático principal
junto con el colédoco se introduce en el duodeno en el sitio correspondiente a la
carúncula mayor; la desembocadura del conducto accesorio se halla en el sitio
correspondiente a la carúncula menor

Consideraciones clínicas
Anomalías esofágicas
La atresia esofágica y la fístula traqueoesofágica se deben a una desviación
posterior espontánea del tabique traqueoesofágico o a algún factor mecánico
que empuja la pared dorsal del intestino hacia la parte anterior. En su variante más
común la parte proximal del esófago termina como un saco ciego y la parte distal
está unida a la tráquea mediante un conducto estrecho justo por arriba de la
bifurcación (Fig. 15.7A). Otros tipos de defectos en esta región ocurren con mucha
menor frecuencia.

La atresia del esófago impide el paso normal del líquido amniótico hacia el tubo
intestinal, acumulando así demasiado líquido en el saco amniótico
(polihidramnios). Aparte de las atresias, la luz del esófago puede estrecharse y
causar estenosis esofágica, en general en el tercio inferior. La estenosis puede
deberse a una recanalización incompleta, a anomalías vasculares o accidentes
que comprometen el flujo sanguíneo. En ocasiones el esófago no se alarga lo
suficiente y el estómago es estirado hacia arriba, al interior del hiato esofágico a
través del diafragma. Aparece entonces una hernia hiatal congénita.

Anomalías del estómago

La estenosis pilórica ocurre cuando se hipertrofia la musculatura circular y en


menor medida la musculatura longitudinal del estómago en la región del píloro.
Antaño se pensaba que la estenosis, una de las anomalías más comunes del
estómago en el recién nacido, se presentaba sólo durante la vida fetal, a pesar de
que los casos
más comunes se dan entre 3 y 5 días después del nacimiento. No obstante, los
datos recientes indican lo siguiente: una exposición posnatal (por ejemplo, el
tratamiento con eritromicina en el periodo neonatal aumenta considerablemente el
riesgo de estenosis pilórica, lo cual significa que algunas veces el defecto se
desarrolla más
tarde. La estenosis pilórica se caracteriza por un estrechamiento extremo de la luz
pilórica; además el paso de alimento queda obstruido, lo que ocasiona graves
vómitos en proyectil. En pocos casos el píloro es atrésico. Son poco frecuentes
otras malformaciones del estómago como duplicaciones y un tabique prepilórico.

Anomalías del hígado y de la vesícula biliar


Las variaciones en la lobulación del hígado son comunes pero carecen de
importancia clínica. Los conductos hepáticos accesorios y la duplicación de la
vesícula biliar (Fig. 15.22) también son comunes y en general asintomáticos. Sin
embargo, adquieren importancia clínica en condiciones patológicas. En algunos
casos no recanalizan los conductos que pasan por un estado sólido en su
desarrollo (Fig. 15.22). Este defecto, llamado
atresia biliar extrahepática, ocurre en 1/15 000 nacimientos vivos. Entre 15 y
20% de los pacientes afectados presenta conductos proximales permeables y un
defecto corregible, pero el resto casi siempre muere si no recibe un trasplante de
hígado. Otro problema en la formación de los conductos reside en el propio
hígado: la atresia e hipoplasia del colédoco intrahepático. Esta malformación
poco frecuente (1/100 000 nacimientos vivos) puede deberse a infecciones fetales.
Puede resultar mortal, pero normalmente presenta un curso prolongado benigno.

Anomalías pancreáticas
La yema pancreática ventral consta de dos componentes que normalmente se
fusionan y giran alrededor del duodeno, de manera que se sitúan al final por
debajo de la yema pancreática dorsal. Sin embargo, algunas veces la porción
derecha de la yema ventral migra a lo largo de su ruta normal, pero la izquierda lo
hace en dirección contraria. Por tanto, el duodeno queda rodeado de tejido
pancreático y aparece un páncreas anular (Fig. 15.23). En ocasiones la
malformación constriñe al duodeno provocando una obstrucción total. El tejido
pancreático accesorio puede aparecer en cualquier lugar desde el extremo distal
del esófago hasta la punta del asa intestinal primaria. Por
lo regular se localiza en la mucosa del estómago y en el divertículo de Meckel,
donde puede presentar todas las características histológicas del páncreas.

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