Artemisa
Artemisa
Artemisa
Etimología
Una hipótesis relaciona a Artemisa con la raíz protoindoeuropea *h₂ŕ̥ tḱos, ‘oso’, debido a los ritos de culto
de las Brauronias y los restos neolíticos de la cueva Arkoudiotissa (Creta). Aunque se ha sugerido11 12 y
confirmado una relación con nombres anatolios, a partir un «término de ambos géneros que significa ‘oso’
en hitita»,13 la forma más antigua verificada del nombre «Artemisa» es la griega micénica a-ti-mi-te, escrita
en alfabeto silábico lineal B en Pilos.14 15
16
Artemisa fue venerada en Lidia como Artimus.17 18
En una etimología más tradicional dentro del griego antiguo, el nombre ha sido relacionado19 con ἀρτεμής
artemes, ‘seguro’,20 o ἄρταμος artamos, ‘carnicero’.21
Artemisa en la mitología
Nacimiento
En la mitología griega clásica se dan diferentes versiones acerca del
nacimiento de Artemisa, si bien todas coinciden en que era hija de
Zeus y Leto, y la hermana melliza de Apolo.
Infancia
La infancia de Artemisa no está completamente recogida en ningún
mito conservado. La Ilíada reducía la figura de la pavorosa diosa a
la de una muchacha que, tras haber sido golpeada por Hera en
combate, buscaba consuelo en el regazo de Zeus.28 Un poema de
Calímaco dedicado a la diosa «que se deleita en las montañas con el
arco» imagina algunas escenas encantadoras.
Estatua de Artemisa matando un
A los tres años, Artemisa pidió a su padre, mientras estaba sentada
ciervo (Museo de Delos —Grecia—,
en sus rodillas, que le concediese nueve deseos: permanecer
segunda mitad del siglo ii a. C.)
siempre virgen; tener multitud de nombres para diferenciarse de
Apolo; ser la Phaesporia o ‘Dadora de Luz’; tener un arco y
flechas, y una túnica hasta las rodillas para poder cazar; tener sesenta «hijas de Océano», todas de nueve
años, para su coro; y veinte ninfas amnisíades como doncellas
para cuidar de sus canes y su arco cuando descansase. No pidió
que se le dedicase ciudad alguna sino gobernar sobre las
montañas, y también el poder de ayudar a las mujeres en los
dolores del parto.
Artemisa creía que había sido elegida por las Moiras para ser
comadrona, ya que había ayudado a su madre en el nacimiento de
su hermano. Todas sus acompañantes debían permanecer vírgenes
bajo pena de implacables castigos, y la propia Artemisa guardó
celosamente su castidad. Sus símbolos incluían el arco y las
flechas de plata, el perro de caza, el ciervo y la Luna.
Acteón
En una ocasión, Artemisa se encontraba tomando un baño en el
bosque agora en compañía de su coro de ninfas, cuando el
príncipe y cazador tebano Acteón (hijo de Aristeo y Autónoe), que
pasaba por allí, la vio por casualidad. Las ninfas lo descubrieron y
corrieron a ocultar a Artemisa. Esta se disgustó tanto por haber
sido contemplada desnuda que salpicó con agua al rostro de
Acteón, transformándolo en un ciervo e incitando a sus propios
sabuesos a que lo atacaran. Estos lo destrozaron sin saber que el
ciervo al que daban caza era su propio dueño.30
Alternativamente, Acteón habría alardeado imprudentemente de
ser mejor cazador que Artemisa, y ella, para castigar su jactancia,
Diana y Acteón, obra de Tiziano.
lo habría transformado en un venado que fue devorado por sus
sabuesos.
Adonis
En algunas versiones del mito de Adonis, que fue una adición tardía a la mitología griega durante la época
helenística, Artemisa enviaba un jabalí a matarlo también como castigo por haber presumido de ser mejor
cazador que ella.
En mitos posteriores, Adonis era descrito como favorito de Afrodita, y esta era responsable de la muerte de
Hipólito, a su vez favorito de Artemisa. Para vengarlo, Artemisa dio muerte a Adonis.
Incluso en otra versión, era Ares quien provocaba la muerte de Adonis como castigo por ser amante de
Afrodita.
Orión
Tras abandonar a Eos, Orión se convirtió en un compañero de caza
de Artemisa. Esta terminó por matarlo, aunque las razones dadas
varían:
Los Alóadas
Oto y Efialtes, los Alóadas, eran dos gemelos hijos de Ifimedea y Poseidón que crecían cada año un codo a
lo ancho y una braza a lo alto. Eran agresivos, buenos cazadores, y no podían morir salvo si se mataban
entre sí. A los nueve años quisieron tomar al asalto el monte Olimpo. Lograron secuestrar a Ares y
encerrarlo en una vasija durante trece meses. Oto pretendía a Artemisa y Efialtes a Hera, para tomarlas
como esposas. Artemisa capturó una cierva (o en otra versión, se transformó en una) y la hizo saltar entre
los dos. Los Alóadas, para evitar que huyera, arrojaron sus lanzas y se mataron uno al otro.35
Acoso a Artemisa
Como joven virgen, Artemisa despertó el interés de muchos dioses y hombres, pero ninguno de ellos logró
ganar su corazón.
Alfeo, un dios del río, estaba enamorado de Artemisa, pero sabía que no podía hacer nada para ganarse su
corazón, así que decidió raptarla. Artemisa estaba con su séquito en Letrinos cuando fue al Alfeo, pero
sospechando sus motivos cubrió su rostro con barro para que el dios río no la reconociera. Otra historia
donde aparece el dios es cuando intentó violar a Aretusa, una ayudante de Artemisa. Esta sintió pena por
ella y la salvó transformándola en una fuente en el templo de Artemisa Alfea en Letrinos.
Búfago, el hijo del titán Jápeto, vio a Artemisa y pensó en violarla. Detectando sus pecaminosos
pensamientos, la diosa lo atacó en el monte Foloe.
Sipretes era un muchacho cretense que vio accidentalmente a Artemisa bañándose desnuda o intentó
violarla, y esta lo transformó en una mujer.36
Calisto
Calisto era la hija de Licaón, rey de Arcadia, y también una
ayudante de caza de Artemisa. Como miembro de su séquito, tomó
un voto de castidad. Zeus se le apareció disfrazado como Artemisa
o, en algunas versiones como Apolo que se ganó su confianza y se
aprovechó de ella (o la violó, según Ovidio), y engendró así un
hijo: Arcas. Enfurecida, Artemisa (o Hera, o ambas, según la
versión) la transformó en una osa. Arcas casi la mató mientras
cazaba, pero Zeus lo detuvo justo a tiempo. Compadeciéndose,
Zeus subió a la osa al cielo, dando así Calisto origen a una
constelación. Algunas versiones dicen que subió a ambos,
formando la Osa Mayor y la Osa Menor.37 Diana y Calisto, de Tiziano (1556–
1559).
Níobe
Níobe, la reina de Tebas y esposa de Anfión, alardeó de su superioridad sobre Leto porque había tenido
catorce hijos (los Nióbidas), siete varones y siete mujeres, mientras Leto había tenido solo uno de cada
género. Cuando oyeron esta impiedad, Apolo mató a sus hijos mientras practicaba atletismo y Artemisa a
sus hijas, que murieron en el acto sin un solo sonido. Apolo y Artemisa usaron flechas envenenadas para
matarlos, aunque según algunas versiones dos de los Nióbidas, un varón y una mujer, fueron perdonados.
Al ver a sus hijos muertos, Anfión se suicidó. Una devastada Níobe y sus restantes hijos fueron convertidos
en piedra cuando lloraban. Fueron enterrados por los propios dioses.39
Atalanta y Eneo
Artemisa salvó a la pequeña Atalanta de morir de frío, tras haber sido abandonada por su padre en la cima
de una montaña. Artemisa envió una osa a amamantar al bebé, quien fue luego criado por cazadores. Entre
otras aventuras, Atalanta participó en la cacería del jabalí de Calidón, que Artemisa había enviado para
destruir Calidón, porque el rey Eneo se había olvidado de ella en los sacrificios de la cosecha.
Aura
En las Dionisíacas, de Nono de Panópolis, Aura era la diosa griega
de las brisas y el aire frío, hija de Lelanto y Peribea.40 Era una
cazadora virgen, como Artemisa, y se enorgullecía de su castidad.
Un día, afirmó que el cuerpo de Artemisa era demasiado femenino
y dudó de su virginidad. Artemisa pidió a Némesis que vengara su
dignidad y en respuesta a la demanda de la diosa, la hizo
enloquecer y de este modo se entregó a Dioniso. Aura se convirtió
en una homicida peligrosa. Cuando parió dos hijos mellizos, se
comió a uno de ellos, y el otro, Yaco, fue salvado por Artemisa.
Más tarde, Yaco se convertiría en ayudante de Deméter y en guía de
los misterios eleusinos.
Otros mitos
Zeus persiguió a Táigete, una de las Pléyades, quien rezó a Artemisa. La diosa transformó
a Táigete en una cierva, pero Zeus la violó cuando estaba inconsciente. Así concibió a
Lacedemón, el mítico fundador de Esparta.
Tras la muerte de Meleagro, Artemisa convirtió a sus afligidas hermanas, las Meleágrides,
en pájaros.42
Artemisa mató a Quíone por su orgullo y vanidad atravesándole la lengua con una lanza
que le produjo una herida de la que moriría poco después.43
Culto de Artemisa
Véase también Categoría:Culto de Artemisa
La virginal Artemisa fue adorada como una diosa de la fertilidad y los partos en algunos lugares, asimilando
a Ilitía, ya que según algunos mitos había ayudado a su madre en el parto de su gemelo Apolo. Durante el
periodo clásico en Atenas fue identificada por algunos con Hécate. También asimiló a Cariatis (Caria).
Epítetos
Como Eginea (αιγανέα) era adorada en Esparta, significando el nombre ‘cazadora de
rebecos’ o ‘la que blande la jabalina’.46 47
Como Etole fue adorada en Naupacto, ciudad en cuyo templo había una estatua de mármol
blanco que la representaba lanzando una jabalina.48 Esta «Artemisa Etolia» no había sido
introducida en Naupacto, antiguamente un lugar de la Lócrida Ozoliana, hasta que fue
otorgada a los etolios por Filipo II de Macedonia. Estrabón registra otro recinto de la
«Artemisa Etolia» a la cabeza del Adriático.49
Como Agorea fue la protectora del ágora.
Como Agrotera se la consideraba especialmente como la diosa protectora de los
cazadores.
En Elis fue adorada como Alfea.
En Atenas era frecuentemente asociada con la diosa egina local, Afea.
Como Potnia Theron era la protectora de los animales salvajes; Homero usó este título.
Como Curótrofa (Kourotrophos) era la niñera de los jóvenes.
Como Loquia era la diosa de los partos y las comadronas.
A veces era conocida como Cintia o Delia, por su lugar de nacimiento en el monte Cinto en
Delos.
También como Amarintia, por un festival en su honor originalmente celebrado en Amarinto
(Eubea).
En ocasiones era identificada con el nombre de Febe, la forma femenina del de su hermano
Apolo, Febo.
Fiestas
Artemisa nació el sexto del día del mes, razón por la que le estaba
dedicado. Los festivales en su honor incluían:
Artemisa en el arte
Las representaciones más antiguas de Artemisa en el arte griego arcaico la retratan como Potnia Theron
(‘señora de las bestias’), una diosa alada llevando un ciervo y un leopardo en sus manos, o a veces un
leopardo y un león. Esta Artemisa alada perduró en exvotos como Artemisa Ortia, con un santuario cercano
a Esparta.
En el arte griego clásico suele ser representada como una cazadora virgen, joven, alta y delgada, llevando
un vestido corto,53 con botas de caza, aljaba, arco54 y flechas. A menudo aparece en la pose de disparar, y
acompañada por un perro de caza o un ciervo. Cuando se la representa como diosa de la luna, lleva una
túnica larga y a veces un velo cubriendo su cabeza. Su faceta oscura se revela en algunas vasijas pintadas,
donde aparece como la diosa que trae la muerte, cuyas flechas cayeron sobre doncellas jóvenes y mujeres,
como las hijas de Níobe.
sphyrelaton: martillando láminas de bronce sobre un núcleo de madera que les daba forma.55 56 57 Tiene
40 cm y posee un cuerpo y vestido de estilo geométrico que anticipan ya el estilo dedálico. Hoy se58
Atributos
Arco y flechas
Según el himno homérico a Artemisa, tenía arco y flechas dorados, pues se le aplicaban los epítetos
Khryselakatos, ‘del asta dorada’ e Iokheira (‘que se deleita con las flechas’). Las flechas de Artemisa
también podían causar la muerte inmediata y enfermedades a muchachas y mujeres. Artemisa obtuvo su
arco y sus flechas por primera vez de los Cíclopes, tras haberlos pedido a su padre. El arco de Artemisa
también se convirtió en testigo del juramento de virginidad de Calisto. En el culto posterior, el arco se
convirtió en símbolo de la luna creciente.
Carros
El carro de Artemisa estaba hecho de oro y era tirado por cuatro
ciervos de cornamenta dorada (Elaphoi Khrysokeroi). Sus bridas
también eran de oro.
Lanzas y redes
Lira
Véase también
Dioses olímpicos
Referencias
hizo la electrónica, de la que se ocupó
1. RAMÍREZ SÁDABA, José Luis. «Artemisa» Sander Goldberg desde el 2013 hasta
(https://web.archive.org/web/20130203015 el 2017, y después, desde el 2018, Tim
657/http://ocw.unican.es/humanidades/mitol Whitmarsh.
ogia-greco-romana/mitologia-greco-roman
a/dioses/artemis). Mitología Greco-Romana Howard Hayes Scullard (1903 -
(2009) (http://ocw.unican.es/humanidades/ 1983): historiador británico
mitologia-greco-romana). OCW especializado en la Antigüedad.
Universidad de Cantabria Web site. El diccionario (https://oxfordre.com/s
ISBN 978-84-693-4877-2. Archivado desde el earch), en el sitio (https://oxfordre.co
original (http://ocw.unican.es/humanidades/ m) de la Oxford University Press;
mitologia-greco-romana/mitologia-greco-ro requiere inscripción.
mana/dioses/artemis) el 3 de febrero de
2013. Consultado el 7 de marzo de 2012. 4. «Project Artemis in Arizona: Training and
Transformation for Women Afghan
2. GRIMAL, Pierre (2008). Diccionario de
Leaders» (https://web.archive.org/web/2010
mitología griega y romana (http://books.goo
1204105549/http://knowledge.wharton.upe
gle.es/books?id=0ugaKWx_2icC&lpg=PP1 nn.edu/10000women/article.cfm?articleid=6
&pg=PP1#v=onepage&q&f=false). véase 226). Knowledge@Wharton (en inglés). 1
entrada Ártemis (1ªedición edición).
de diciembre de 2010. Archivado desde el
España: Paidós Ibérica. p. 53. ISBN 978-84-
original (http://knowledge.wharton.upenn.e
493-2211-2. Consultado el 2012.
du/10000women/article.cfm?articleid=622
3. HAMMOND, ed. (1970). The Oxford 6) el 4 de diciembre de 2010. Consultado el
Classical Dictionary (https://archive.org/det 21 de febrero de 2011.
ails/oxfordclassicald00hamm). Oxford:
5. ROSE, H. J. (1959). A Handbook of Greek
Clarendon Press. p. 126 (https://archive.or Mythology (https://archive.org/details/handb
g/details/oxfordclassicald00hamm/page/12 ookofgreekm00rose). Dutton. p. 112 (https://
6). «Su esfera correcta es la tierra, y
archive.org/details/handbookofgreekm00ro
específicamente las zonas sin cultivar,
se/page/112).
bosques y colinas, donde abundan las
bestias salvajes». A Handbook of Greek Mythology
(Manual de mitología griega) es obra
Oxford Classical Dictionary (OCD);
que se publcó por primera vez en 1928.
diccionario de la Antigüedad clásica
que es considerado como el mejor 6. GUTHRIE, W. C. K. (1955). The Greeks
entre los que no son en varios tomos. and Their Gods (https://archive.org/details/g
La primera edición se hizo en 1949, y reekstheirgods00guth). Beacon. p. 99 (http
fue obra de Max Cary con la ayuda de s://archive.org/details/greekstheirgods00gut
H. J. Rose, H. P. Harvey y Alexander h/page/99).
Souter; la segunda, de 1970, fue obra 7. Ilíada xxi.470 y ss.
de Nicholas G. L. Hammond y Howard 8. HAMMOND (ed.). Oxford Classical
Hayes Scullard; la tercera, de 1996, de Dictionary. pp. 970-1.
S. Hornblower y A. Spawforth, y de ella 9. HAMMOND (ed.). Oxford Classical
se hizo en el 2003 otra revisada; la Dictionary. pp. 337-8.
cuarta, del 2012, fue obra de los dos
últimos y Esther Eidinow; en el 2016, se
10. HAMMOND (ed.). Oxford Classical lenguas íbero-caucásicas.
Dictionary. p. 127. «Artemisa es 18. HOUWINK ten CATE, Philo H. J. (1961).
identificada muy a menudo con diosas The Luwian Population Groups of Lycia
extranjeras de tipo más o menos parecido». and Cilicia Aspera during the Hellenistic
11. CAMPANILE, Domitilla. Ann. Scuola Pisa Period (Las poblaciones luvitas de Licia y
(28): 305. Cilicia durante el período helenístico).
Leiden: E.J. Brill. p. 166. Citado en este
Domitilla Campanile: investigadora de contexto por Brown (2004) pág. 252.
la Antigüedad, profesora de historia
19. LiIDDELL, Henry George; SCOTT, Robert
romana en la Universidad de Pisa.
(1940). «Ἄρτεμις» (http://www.perseus.tufts.
12. RESTELLI, Giuseppe. Aevum (37): 307,
edu/hopper/text?doc=Perseus%3Atext%3A
312. 1999.04.0057%3Aentry%3D*%29%2Farte
Aevum: revista de historia, lingüística y mis). A Greek-English Lexicon. Oxford:
filología. Clarendon Press.
Bibliografía
BURKERT, W. (1985). Greek religion (https://archive.org/details/greekreligion0000burk).
Cambridge: Harvard University Press. ISBN 9780674362802.
GRAVES, R. (1955). The Greek myths. Baltimore: Penguin Books. OCLC 656544 (https://www.wor
ldcat.org/oclc/656544).
KERÉNYI, K. (1951). The gods of the Greeks. Londres, Nueva York: Thames and Hudson.
OCLC 387233 (https://www.worldcat.org/oclc/387233).
TELENIUS, S. (2005). Athena-Artemis. Helsinki: Omakirja. ISBN 9789529194674.
Seppo Telenius (Seppo Sakari Telenius, n. 1954): historiador y escritor finlandés.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Artemisa.
OLLER GUZMÁN, Marta: Ifigenia ξενoκτόνoς. Departamento de Ciencias de la Antigüedad y
de la Edad Media, de la Universidad Autónoma de Barcelona. 2009.
Reproducción (https://www.raco.cat/index.php/Faventia/article/view/244480) del 2011,
en PDF.
Obtenido de «https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Artemisa&oldid=159784717»