Semana 6
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Semana 6
Fecha de elaboración:
Septiembre de 2023
Universidad Nacional de Ingeniería
Facultad de Ciencias y Sistemas
Contenido
I. Información general............................................................................................................3
2. Analisis Gramatical:...........................................................................................................21
I. Información general
2. La concordancia.
2.1 Análisis gramatical.
2.3 Estudio de la oración
Los marcadores discursivos o marcadores del discurso son expresiones como esto es, así las
cosas, sin embargo, por cierto y otras unidades lingüísticas especializadas en encadenar los
diferentes fragmentos discursivos señalando explícitamente el tipo de relación semántica
que existe entre ellos, guiando así la interpretación del discurso que se transmite.
Los conectores y los marcadores discursivos. Los límites entre conectores, conjunciones y
operadores pragmáticos.
y, o, pero, además, incluso, es que, porque, aunque, ahora que, sin embargo, claro que,
vamos (que), por cierto, oye, una cosa, lo que quiero decir, es decir, o sea (que), a ver si me
entiendes, entonces, así (es) que, pues, en fin, bueno, en definitiva, total, pues nada, y
nada, primero... segundo, ¿estás?, ¿entiendes?, ¿eh?, ¿no?
Los elementos que entran en conexión por medio de un marcador discursivo son diversos.
Tanto puede establecerse una relación entre sintagmas (1) o entre dos oraciones (2) como
entre conjuntos de oraciones dentro de un párrafo (3) o, incluso, entre párrafos (4). Puede
darse también el caso de que el marcador discursivo introduzca un elemento lingüístico
que conecta con un acontecimiento extralingüístico (5).
(1) Luego llegó la cena. Y luego los postres, quiero decir, ese momento en que las bocas
se sueltan y los comensales españoles quieren sacar como sea el asunto Clinton-Lewinsky.
(2) Antes de que Obama fuera un presidente con el liderazgo en entredicho, quiero decir,
cuando Obama estaba en la cima de su popularidad.
(3) No, no me fío de las encuestas. Menos aún de las que se hacen en España, donde
mentir se considera un derecho bastante humano. Incluso cuando una señorita
demoscópica llama a casa de un honrado ciudadano interrumpiéndole la siesta para que
confiese qué programa está dormitando en esos momentos hay quien dirá que La 2, que
queda más fino. Yo contesté cuando me tocó que Amar en tiempos revueltos. Con más
orgullo aún desde que leí un estudio que sobre esta serie presentó la hispanista Jo Labanyi
en New York University durante un congreso sobre las emociones en la cultura popular
española. No puedo por más que recomendar la siesta con esta telenovela, en la que los
personajes ríen, lloran, se enamoran o se acodan en la barra del Asturiano sin levantar la
voz, algo que se agradece enormemente dada la hora crítica en la que se produce su
emisión. Pero, para no faltar ahora a la verdad, confieso que cuando la señorita
demoscópica me preguntó la edad, me quité tres años.
(4) Luego llegó la cena. Y luego los postres, quiero decir, ese momento en que las bocas
se sueltan y los comensales españoles quieren sacar como sea el asunto Clinton-Lewinsky.
Hoy es el día en que todavía se cachondean los venerables Vallespín y Westendorp de mis
palabras. No llegué a decir que Clinton había profanado la Casa Blanca, pero estuve en un
tris. Lo menos que se le puede pedir a un presidente, dije, es que para sus infidelidades se
vaya a un hotel o a un apartamento, de la misma manera que al marido infiel o a la mujer
infiel lo mínimo que se le puede exigir es que no retoce con otra/o en el lecho conyugal.
Ellos se rieron mucho, incluso el americano, que a fuerza de rioja se había vuelto un poco
español y ya se le daba todo una higa. Fue bastante cómico y yo me sentía encantada de
estar en franca minoría con caballeros tan humorísticos.
La tradición lingüística consideró que los elementos que integran la clase funcional de los
marcadores discursivos eran expletivos, esto es, elementos gramaticales carentes de toda
función. Los estudios sobre análisis del discurso, lingüística textual y pragmática han puesto
de relieve que los marcadores discursivos desempeñan diferentes funciones, tendentes a
explicitar:
Denominación
Prosodia y sintaxis
Los marcadores discursivos aparecen aislados gráficamente del resto del texto por medio
de los signos de puntuación. Esto no es más que el reflejo ortográfico de una propiedad
prosódica. En efecto, los marcadores discursivos quedan desgajados prosódicamente del
texto del que forman parte, de manera que no forman parte de la oración en la que
aparecen, sino que inciden en el enunciado al completo.
Significado procedimental
Los marcadores discursivos son elementos carentes de una función sintáctica; constituyen
enlaces supraoracionales especializados en la cohesión textual y en favorecer la
interpretación de los enunciados.
Morfología
Desde un punto de vista morfológico, los marcadores discursivos se caracterizan por ser
unidades lingüísticas invariables, pertenecientes a categorías gramaticales diversas.
marcadores discursivos forman una clase funcional, no categorial, es decir, lo que les une
no es la categoría gramatical a la que pertenecen sino la función que desempeñan.
Las clasificaciones que existen de los marcadores del discurso a menudo se basan en
listados muy exhaustivos que tratan de recoger todos los matices significativos expresados
por los marcadores discursivos. Otras, en cambio, tratan de hacer agrupaciones generales.
Así lo hacen Portolés y Zorraquino (1999), autores de la clasificación más extendida para el
castellano. Portolés y Zorraquino (1999) proponen una clasificación basada en la función
discursiva que atribuyen a los marcadores discursivos. Así distinguen entre:
Ordenadores: en primer lugar/en segundo lugar; por una parte/por otra parte; de
un lado/de otro lado, etc.
Conectores (que vinculan un miembro de discurso con otro previo o con una
suposición contextual)
Contraargumentativos: en cambio, por el contrario, por contra, antes bien, sin embargo, no
obstante, con todo, etc.
Una clasificación más reciente es la expuesta por Loureda y Acín Villa (2010), quienes basan
su clasificación en los elementos que intervienen en el hablar, a saber, hablante, oyente y
discurso. Así distinguen entre:
Modalizadores discursivos (que explicitan la actitud del hablante): a decir verdad, desde
luego, sin duda, por lo visto, bien, etc.
Expresión de la actitud del oyente ante lo que oye: ¡vaya!, ¿de verdad?, ¿qué (me) dices?,
¡no me digas!, etc.
Los conectores y los marcadores discursivos. Los límites entre conectores, conjunciones y
operadores pragmáticos
Tampoco resulta fácil establecer unos límites claros entre los elementos que conforman la
clase de los marcadores discursivos. Ni entre estos y otras clases de palabras, como, por
ejemplo, las conjunciones. Así, por ejemplo, la diferencia entre conjunciones y conectores
viene establecida por el alcance de unas y otros. Las conjunciones tienen como alcance las
oraciones. Los conectores, en cambio, enlazan oraciones o párrafos. Pero en la práctica no
resulta fácil mantener esta distinción. Así, las conjunciones y – o, admiten usos que las
sitúan en el ámbito de los marcadores discursivos:
Tampoco está siempre clara la línea divisoria entre conectores y operadores. La definición
de estos últimos los caracteriza como marcadores discursivos que condicionan la
interpretación del enunciado del que forman parte. La diferencia con los conectores estriba
en que los operadores no enlazan miembros discursivos entre sí. Sin embargo,
nuevamente, en la lengua conversacional se encuentran ejemplos en los que un elemento
prototípicamente conectivo presenta el funcionamiento característico de un operador:
En (8) pero no enlaza miembros discursivos entre sí, sino que condiciona la prosecución del
discurso al subrayar la especificidad de la marca de pantalones que el hablante exige.
Los conectores lógicos son palabras o expresiones que sirven para relacionar las ideas
dentro de un texto. En ese sentido, su presencia es fundamental para que un texto sea
mucho más que un conjunto de oraciones independientes y autónomas. La claridad de la
argumentación de un texto depende principalmente del uso adecuado de los conectores;
un conector lógico mal utilizado puede cambiar completamente el sentido del texto. Uno
de los errores más comunes en la escritura académica es el de creer que entre más
conectores lógicos tenga un texto, mejor.
Esto es falso, un texto tiene que tener los conectores apenas necesarios para relacionar las
ideas en la forma en que estas se quieren presentar. En el Centro de Escritura siempre
buscamos que el acercamiento a la escritura no venga de la memorización de un conjunto
de reglas por seguir sino de comprender el sentido que tiene cada elemento de un buen
texto. Los conectores lógicos no son la excepción.
Proponemos a continuación un listado de los conectores que hemos clasificado según el
tipo de relación que se establece entre las partes del texto gracias a la presencia del
conector. Si bien la clasificación que proponemos no es la más extendida entre los
filólogos, confiamos en que sea la más efectiva para el estudiante universitario que siente
que tienen dificultades en este tema.
Por último no está de más recordar que la mejor forma de saber si se está utilizando
correctamente uno de estos conectores es sustituirlo por otro del mismo grupo y verificar
si el sentido se mantiene. Si la idea se pierde lo mejor es buscar un nuevo conector.
Conectores aditivos: Sirven para indicar que la información a continuación añade a lo dicho
antes del conector. Se pueden dividir a su vez en dos subcategorías: De suma: Lo que se
dice a continuación suma a lo anterior en un nivel de similar intensidad. - Ejemplos: y,
además, también, asimismo, por añadidura, igualmente, del mismo modo, de la misma
manera. Matiz de mayor intensidad:
En este caso se refuerza la idea anterior con lo que se dice después del conector.
Ejemplos: encima, es más, más aún, incluso, de hecho.
Conectores opositivos:
Sirven para indicar que la información a continuación modifica lo dicho anteriormente. En
oposición a los aditivos, cuya función es expresar básicamente una noción de igualdad
entre los enunciados, estos conectores sirvan para presentar contraste entre ideas. Se
pueden dividir en dos categorías.
Restrictivos:
Señalan que la información precedente requiere una aclaración en algún aspecto. Son
sinónimos de pero.
- Ejemplos: No obstante, con todo, sin embargo, en todo caso, en cualquier caso.
Exclusivos:
Sirven para indicar que la información precedente no tiene su sentido habitual, tiene un
sentido diferente. Son sinónimos de sino.
- Ejemplos: Más bien, antes bien.
Conectores causales:
Sirven para indicar una relación de causalidad, generalmente que el enunciado precedente
es quien causa al enunciado que sigue.
- Ejemplos: por tanto, por consiguiente, de ahí que, en consecuencia, así pues, por
consiguiente, por lo tanto, por eso, por lo que sigue, por esta razón, entonces, entonces
resulta que, de manera que.
Conectores temporales: Sirven para indicar el orden en el tiempo en que ocurren los
eventos narrados, o se desarrolla la argumentación del texto. Se pueden dividir en tres
categorías que no requieren mayor explicación: Anterioridad.
- Ejemplos: antes, hace tiempo, al comienzo, en primer lugar, inicialmente.
Simultaneidad. - Ejemplos: simultáneamente, al mismo tiempo, entonces.
Posterioridad. - Ejemplos: luego, después, más tarde, en adelante.
Explicativos: Sirve para decir de otra forma lo dicho anteriormente, sin intención alguna
de modificar su sentido o establecer nuevas relaciones. - Ejemplos: es decir, esto es, a
saber, en otras plabras.
De recapitulación o conclusión: Ayudan a sintetizar información dispersa que se ha
presentado antes en el texto.
- Ejemplos: en resumen, en conclusión, en definitiva, finalmente.
Ejemplificación: Señalan que la información a continuación es un ejemplo de lo dicho
anteriormente.
- Ejemplos: así, de esta manera, verbigracia, es decir, concretamente
Definición y uso
Las conjunciones son una parte invariable de la oración, por lo general, no llevan acento y
se definen como palabras o conjunto de palabras que se utilizan para unir dos o más
elementos de una oración o dos o más oraciones, que pueden ser coordinantes (cuando
tienen la misma categoría) o subordinantes (cuando se presentan elementos de categorías
distintas).
La concordancia gramatical es relevante sobre todo en las lenguas flexivas, que utilizan
afijos en las palabras para modificar el significado y adecuarse a la concordancia gramatical.
Fíjate que tanto el artículo La como el sustantivo mariposa y el adjetivo amarilla tienen el
morfema –a que indica el género femenino. Está en singular, y el verbo –vuela– se conjuga
en 3° persona del singular.
2. Analisis Gramatical:
EL ANÁLISIS GRAMATICAL 0. LA ORACIÓN
Es un tipo de enunciado que siempre contiene un verbo conjugado y normalmente se
estructura en torno a un sujeto y un predicado. De este modo, la oración es la unidad
básica para la descripción y el análisis gramatical.