13 Tango Nuestro Julio de Caro
13 Tango Nuestro Julio de Caro
13 Tango Nuestro Julio de Caro
Juuo
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DE CARO
odos los 11 de diciembre festeja-
mos el Día del Tango —institui-
por José De Caro De Sica y Mariana Ricciardi Vi-
llari, en la que otros cuatro bijos —de un total de
do por Ben Molar— por la ca- trece— serían también músicos: Francisco (pianis-
sual coincidencia de que, preci- ta), Emilio, José y Alberto (todos ellos, violinistas).
samente, un A los seis años, junto con sus
11 de di- estudios primarios, co-
ciembre menzaron para Julio los
bayan nacido Carlos Gar- de música. Las primeras
del y Julio De Caro, aunque .ecciones le fueron impar-
en diferentes años. Y aquí se tidas por su padre, que po-
cumple el axioma que dice seía un conservatorio y
"la casualidad no existe", una casa de música en los
ya que ambos estaban pre- sucesivos domicilios de la
destinados a cambiar el tan- familia: Defensa 1020 y
go: el primero en su aspecto Catamarca y México. Con
cantable y De Caro en el él también tomaba clases
modo de interpretarlo ins- su bermano mayor, Fran-
trumentalmente. De este ge- W cisco, con la curiosidad
nial innovador ba dicbo Luis de que éste tocaba el vio-
Adolfo Sierra: "Jerarquizó el lín y Julio, el piano, por
tango en la doble dimen- imposición paterna; más
sión, del refinamiento ar- tarde, cambiarían sus ins-
tístico y del acceso a las po- trumentos. Por supuesto,
siciones sociales que le eran ¡nada de tangos! Sin em-
todavía esquivas". Pero de to- bargo, el pequeño Julio
do esto babrá que bablar en consiguió sustraer de los
su momento. estantes del negocio de su padre las partituras de El
Por abora, digamos que Julio De Caro nació el 11 pibe y El morochito —tangos de Vicente Greco, los
de diciembre de 1899, en la calle Piedad (boy, Bar- dos—, para aprender ambas melodías de memoria,
tolomé Mitre) al 2000, en la familia constituida lejos de los oídos del severo don José.
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Por lo visto, Julio —que a los trece años ya dicta- que las actuaciones correspondían a escapadas iioc-
ba clases de teoría, solfeo y violíii— llevaba el tan- turnas, a espaldas de su padre. El inconveniente
go en el aliña. Y el tango lo acercó cierta noche al surgió cuando don José se enteró de la estratagema
Palais de Glace, cuando andaba por los die- y eclió a su hijo del hogar. Resignado, el mu-
cisiete. La idea era escuchar a Roher- ,4^^fll Ml^fe^. chachito continuó actuando con Aro-
to Firpo, pero los amigos que lo ^r\^^^^i^Hmmm+ *S^^^^^h *as' reiugiado en casa de sus
acompañaban hicieron cono- abuelos maternos, y también
cer al ramoso pianista las cuando debió mudarse a
virtudes musicales del jo- una pensión por la mu-
vencito, de modo que, en danza de éstos a Villa Ba-
cierto momento, aquél llester. Un año después
lo invitó a sumarse a su se iniciaba en la compo-
orquesta. Ante el asom- sición, con Mala pinta,
bro de Firpo, el adoles- con su hermano Fran-
cente ejecutó tres coiitra- cisco —que también pa-
caiitos direrentes cada vez decía el exilio del hogar—,
que se tocaba la primera que estrenó Juan Maglio
parte de La cumparsita. Y qui- "Pacho", en 1918, y que in-
so el destino que, sentado a una corporarían a su repertorio Firpo,
de las mesas, se encontrara nada me- Berto y, por supuesto, Arólas.
nos que Eduardo Arólas, que allí mismo lo En 1919, pasó al cuarteto de José María Riz-
contrató para integrar su cuarteto... zutti, que completaban Pedro Mama (bandoneón)
El conjunto quedó constituido con Arólas (bando- y José Rosito (violín). De aquellos días son los tan-
neón), Ralael Tuegols (violín), José María Rizzutti gos Tiny, compuesto en colaboración con Mailia, y
(piano) y Julio como segundo violín; huelga decir Pulgarín, junto con Rizzutti. Disuelto el conjunto,
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De Caro se sumó a la típica de Osvaldo Fresedo y, deo— y en 1923, al regresar, en el sexteto del pia-
en 1921, se inició como director, al trente de una nista Juan Carlos Cobián, con Mama y Luis Pe-
orquesta de cincuenta y seis músicos, para actuar trucelli (bandoneones), él y Agesilao Ferrazzano
durante los carnavales en el primitivo Teatro San (violines) y Humberto Constanzo (contrabajo).
Martín. Figuró, luego, en el Cuarteto de Maestros Cierto día, ocurrió lo que debía ocurrir para que
—que dirigía Enrique Delrino—, en la orquesta de el tango prosiguiera con su evolución.
Minotto Di Cicco —con la que tocó en Montevi- De Caro nabía escrito una armonía para violines
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Mala junta
1927
Por tu mala junta te perdieron, nena,
y causaste a tus pobres viejos pena,
que a pesar de todos los consejos,
un mal día te engrupieron
y el gotán te encadenó.
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TANGO NUESTRO
Boedo
1928 SUENO DORADO
GRAN TANGO DE MODA
Sos barrio del gotán y la pebeta, r-*»WM *v*MO ir CAttTO
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TANGO NUESTRO
De Caro
me siento escapao,
si el destino quiere, caeré,
pero ¡nunca entregao!
Infeliz de aquél
nes que atorao de hiél
no lo empuja pa'l arranque
^T£S 951 ^\S un cariño fiel.
por Pedro Laurenz), aparecen las primeras inter- Letra: Mario Gomila
Música: Julio De Caro
pretaciones con técnica virtuosa, sin que por ello Fue llevado al disco el 4 de enero de 1934 por De Caro, que vol-
vió a grabarlo el 16 de noviembre de 1951; en ambos casos, ins-
se deje de lado la comunicación, y un modo parti-
trumentalmente.
cularísimo de interpretar el instrumento, que in-
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TANGO NUESTRO
fluiría en toaos los bandoneoiiistas posteriores, in- rué su mejor agrupación, ti 10 de marzo de 1988,
cluido Piazzolla. Como consecuencia de ese modo nos dio el adiós derinitivo, pero nos dejó sus tangos:
de ejecutar, nació la denominada Guardia Nueva, J ierra querida, Boedo, Buen amigo, Guardia Vieja,
en contraposición al anterior periodo, llamado, Joao corazón, Mala junta, Orgullo criollo (ambos,
desde entonces, Guardia Vieja. con Laureiiz), La rayuelo,, Copacabana, El arran-
Julio De Caro tuvo, luego, otras formaciones, co- que, hl malevo, hl monito, Moulin Rouge, El mareo,
mo sus orquestas Siiiróiiica, Melódica Interiiacio Fuego, Cniclana, Olimpia, Batida nocturna, Cnante-
nal, pero esto es ya harina de otro costal Si divi c/er, hl ligre del bandoneón, Al Buenos Aires que se
dio en dos la liistoria de la interpretación del tan fue y, entre mucnos otros, Calla, corazón, calla.
go, rué por su estupendo sexteto, que, sin duda,