Hemodinamia
Hemodinamia
Hemodinamia
Unidad temática II
Sesión V
Hemodinamia
Objetivos de aprendizaje
• Describe los factores que influyen sobre la presión arterial sistólica, diastólica, del
pulso y arterial media.
Resultado de aprendizaje
• El estudiante analiza los factores físicos y tisulares que influyen en la
hemodinamia.
Glosario de términos
Hemodinamia: Estudio del movimiento de la sangre a través del sistema vascular.
Presión arterial: Es la fuerza de su sangre al empujar contra las paredes de sus arterias.
Presión arterial diastólica (PAD): Presión que se mide al final de la eyección de la sangre desde el ventrículo.
Presión arterial sistólica (PAS): Presión que se mide al inicio de la eyección de la sangre desde el ventrículo.
Presión arterial media: Este parámetro refleja la perfusión constante que reciben los diferentes órganos para
su correcto funcionamiento
Presión del pulso: Es la presión diferencial entre la PAS y PAD.
1. Introducción
La hemodinamia es la parte de la biofísica que se encarga del estudio del flujo de la sangre a través de todo el
sistema circulatorio. Es necesario regular y mantener constante este flujo sanguíneo en valores normales, para
así preservar un entorno apropiado en los líquidos tisulares y como consecuencia todas las células puedan
desempeñar su función adecuadamente.
Es importante recordar cómo está compuesto el sistema circulatorio: Las arterias son los vasos de mayor calibre
y son las encargadas de transportar la sangre a presiones muy altas. Posteriormente, después de numerosas
ramificaciones, las arterias van disminuyendo su diámetro hasta convertirse en arteriolas, que son las últimas
ramas pequeñas del sistema arterial. Las arteriolas tienen la capacidad de regular el flujo de sangre hacia los
diferentes órganos gracias a sus paredes vasculares de gran fuerza. Estas paredes, según la necesidad del
organismo, tienen la capacidad de contraerse y disminuir el diámetro del vaso, o de dilatarse y aumentarlo,
afectando de gran manera el flujo sanguíneo.
Al finalizar el trayecto arterial se encuentran los capilares, los cuales tienen como función intercambiar, desde
el espacio intravascular hacia el espacio intersticial, nutrientes, electrolitos, líquidos, hormonas entre otras
moléculas, necesarias para el adecuado funcionamiento de todas las células que integran el cuerpo humano.
Las vénulas recogen la sangre después de su paso por el intersticio, acompañada de productos de desecho y
con valores de oxígeno mucho menores al del sistema arterial. A medida que van aumentando de calibre estos
vasos, pasan de ser vénulas a venas, que además de funcionar como camino de regreso al corazón para iniciar
el proceso nuevamente, también sirven como un gran reservorio de sangre. Mientras en el corazón, las arterias
Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, UNAM
El flujo de la sangre a través del sistema cardiovascular es posible gracias a la diferencia de presiones que existe
entre el punto inicial del circuito y el punto final. La presión sanguínea va disminuyendo paulatinamente a
medida aumenta la distancia recorrida a partir del ventrículo, independientemente si se habla del lado
izquierdo o del derecho (Figura 1). Por lo tanto, la sangre fluye unidireccionalmente desde los sitios con mayor
presión, localizados en vasos sanguíneos cercanos al corazón, hacia sitios con una menor presión sanguínea, es
decir, los más alejados.
Figura 1. La presión sanguínea disminuye conforme aumenta la distancia desde el ventrículo izquierdo.
Esta diferencia de presiones necesaria para el flujo de sangre a través de la circulación se origina con la
contracción de los ventrículos en la denominada sístole ventricular. En este proceso es necesario vencer la
presión aórtica, que, en un adulto sano, normalmente ronda los 100 mmHg. Debido a que el bombeo cardíaco
es un fenómeno pulsátil, dicha presión aórtica alterna entre valores sistólicos (presión arterial sistólica o PAS)
de 120 mmHg y diastólicos (presión arterial diastólica o PAD) de 80 mmHg en condiciones basales de reposo.
La diferencia entre estos dos valores corresponde a la presión de pulso (PAS-PAD = Presión del pulso), cuyos
valores son directamente proporcionales al volumen expulsado del ventrículo en cada latido (volumen latido)
e inversamente proporcionales a la distensibilidad arterial.
Las arterias tienen un papel fundamental al generar un flujo sanguíneo constante. La gran elasticidad arterial
juega un papel fundamental para hacer posible mantener en valores altos la presión generada originalmente
en el corazón, a pesar de que la presión dentro del ventrículo haya descendido a casi cero.
La presión arterial media (PAM) es definida como el promedio de la presión en las arterias durante un ciclo
cardíaco. Este parámetro refleja la perfusión constante que reciben los diferentes órganos para su correcto
funcionamiento. Valores de PAM mayores a 60 mmHg son suficientes para mantener los órganos de una
persona promedio correctamente irrigados y perfundidos. Si la PAM desciende a valores inferiores por un
tiempo considerable, los órganos no recibirán el suficiente riego sanguíneo y pueden sufrir isquemia e inclusive
necrosis, desarrollando un daño irreversible.
La presión arterial media (PAM) está determinada por el gasto cardiaco (GC), la resistencia vascular periférica
(RVP) y la presión venosa central (PVC). La fórmula que integra estos conceptos es:
Así se puede ver que, cambios en el gasto cardiaco o en la resistencia vascular periférica afectan la PAM, es
decir, si aumenta el GC o la RVP aumenta la PAM (Figura 2).
En la figura 2 y en la fórmula que los tres parámetros son dependientes entre sí, al modificarse uno de ellos se
espera que los otros sufran cambios compensatorios. Por ejemplo, si el gasto cardíaco aumenta, la resistencia
vascular disminuye para mantener la presión arterial media constante. En la práctica clínica es difícil la medición
de la RVP y del GC, por lo que, para obtener una aproximación a su valor en condiciones de reposo, usamos
una fórmula que refleja el hecho de que la PAM suele ser más baja que el promedio de la presión sistólica y la
presión diastólica:
Para términos más prácticos, la fórmula también puede describirse de la siguiente manera:
Si el paciente está en taquicardia, el cálculo es más aproximado al promedio de estas presiones; ya que, al
aumentar la frecuencia cardíaca, se acorta la duración de la diástole en el ciclo cardíaco, y por consiguiente es
menor la duración de las presiones diastólicas.
1Si deseas conocer más a detalle cómo se realiza una adecuada toma de presión arterial puedes
consultar el anexo “Técnica para la medición de la presión arterial”.
Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, UNAM
Cuando el brazalete alrededor del brazo se infla con una presión mayor a la presión sistólica no es posible
escuchar ningún sonido, debido a que se ocluye la arteria y se interrumpe el flujo. A medida que va
disminuyendo la presión y se permite gradualmente un mayor paso de sangre a través de la zona de oclusión
pueden escucharse diferentes ruidos, integrando las siguientes fases (figura 3):
• Primera: es un sonido más fuerte y agudo, el primero en escucharse cuando la presión sistólica es mayor
que la presión del brazalete.
• Segunda: son murmullos oídos en la mayor parte del tiempo entre la primera y las últimas fases (entre los
valores de las presiones sistólicas y diastólicas).
• Tercera y Cuarta fases: se oyen en presiones aproximadamente de 10 mmHg por arriba de la presión
sanguínea diastólica, descritos ambos como "golpeando pesadamente" y "amortiguados".
• Quinta fase: es el silencio que se “escucha” a medida que la presión del brazalete cae a valores inferiores
al de la presión sanguínea diastólica.
Tradicionalmente se tomaba la cuarta fase para determinar la presión diastólica, sin embargo, actualmente se
prefiere usar la quinta fase (silencio) para determinar el valor de la presión diastólica.
Este fenómeno ocurre cuando existe un cambio de un flujo laminar a un flujo turbulento. En una arteria normal,
las paredes son lo suficientemente lisas para que la sangre tenga un flujo laminar en un patrón ordenado en
donde las moléculas de la sangre pegadas a las paredes arteriales prácticamente no se mueven y las partículas
en el centro de la arteria tienen la máxima velocidad de movimiento (figura 4). Al colocar un gran obstáculo en
el trayecto de la arteria, en este caso el brazalete del baumanómetro, el flujo se desordena, la sangre comienza
a formar “remolinos” y a generar ruidos que se pueden percibir con ayuda del estetoscopio.
Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, UNAM
El número de Reynolds se usa para predecir si el flujo de la sangre será laminar o turbulento. La fórmula para
calcularlo considera factores determinantes del fluido: velocidad de flujo, viscosidad del fluido y densidad de la
sangre; así como del tubo por el que fluye: diámetro. La fórmula se describe a continuación:
N = (dρv) /η
Donde:
N = Número de Reynolds
d = diámetro del tubo
ρ = densidad del fluido
v = velocidad de flujo del fluido
η= viscosidad del fluido.
Si el número de Reynolds calculado con la fórmula anterior es bajo, se interpretará como un flujo laminar. Si el
valor es alto, será un flujo turbulento.
En el sistema cardiovascular las principales causas de un flujo turbulento son el aumento en la velocidad de
flujo (v) o la disminución de la viscosidad (η). Cuando se aumenta la presión en el brazalete del
esfigmomanómetro el diámetro del vaso (d) disminuye, por lo que, siguiendo la fórmula, debería reducirse el
número de Reynolds. Esto no ocurre de esta manera debido a que la velocidad (v) es igual al flujo (Q) que pasa
por un área (π*r2) determinada, en otras palabras, la velocidad (v) es directamente proporcional al flujo (Q), e
inversamente proporcional al área (π*r2). Lo anterior se resume en la fórmula siguiente:
v= Q/(π*r2 )
La presión arterial es regulada autónomamente por el sistema nervioso. Los barorreceptores sensan los
cambios de presión en el interior del seno carotídeo y el arco aórtico, posteriormente se envían aferencias a
los centros vasomotores en el tronco encefálico por medio del nervio del seno carotídeo. Los receptores en el
arco aórtico envían su información a través del nervio vago. La información de ambos sitios se integra en el
núcleo del tracto solitario, cuya función es modular la respuesta parasimpática y simpática, ocasionando
vasodilatación o vasoconstricción, respectivamente.
Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, UNAM
2. Actividad en clase
Métodos: Analizaremos los cambios que se presentan en la presión arterial y en la frecuencia cardíaca al realizar
diferentes procedimientos.
Registra para cada ejercicio (descritos abajo), la frecuencia cardíaca, la presión arterial sistólica, la presión
arterial diastólica y calcula la presión arterial media. Utiliza una tabla como la siguiente:
Discute los resultados en relación con el retorno venoso, los reflejos que se presentan ante cambios en la
presión arterial o el volumen sanguíneo, los mecanismos que se activan durante el ejercicio para regular la
presión arterial sistólica y diastólica
Ejercicios
1) Medición de la presión arterial normal: en parejas medir la presión arterial de acuerdo con el
procedimiento que se especifica en los anexos, registrar los valores y graficarlos.
• Evaluar si se encuentran dentro de rangos normales
• Evaluar si hay diferencias entre hombres y mujeres
• Evaluar si hay diferencias individuos sedentarios o que ejercitan más de 3 horas a la semana
• Evaluar si hay una correlación con el IMC
2) Cambios de la presión arterial y FC en respuesta a la elevación pasiva de las piernas (reflejo atrial o reflejo
Bainbridge): Esta maniobra reversible, produce un aumento de la precarga izquierda, con posterior aumento
temporal del volumen sistólico (VS) y gasto cardíaco.
• Comparar la P.A. y la frecuencia cardíaca:
• Después de estar acostado y en reposo (verificar que se alcanzó un estado estable)
• 15 segundos después de elevar pasivamente y de forma rápida (con ayuda del explorador) las
piernas
3) Cambios de la presión arterial y FC en respuesta a cambios posturales:
• Compara la P.A. y la frecuencia cardíaca:
• Después de estar acostado y en reposo (verificar que se alcanzó un estado estable)
• 15 segundos después de ponerse de pie rápidamente
4) Cambios de la presión arterial y FC en respuesta a aumento de la presión intratorácica (maniobra de
Valsalva):
• Comparar la P.A. y la frecuencia cardíaca:
• Después de estar acostado y en reposo (verificar que se alcanzó un estado estable)
• 15 segundos después de no respirar durante 20 segundos (grupo control)
• 15 segundos después de no respirar durante 20 segundos, cerrar la glotis, y hacer esfuerzo
intentando expulsar el aire (grupo experimental)
Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, UNAM
1. La banda de goma debe usarse en el dedo índice, apretando el dedo alrededor de la base para ocluir
el flujo sanguíneo arterial (2 min). Observa los cambios durante la oclusión.
2. Quita la goma elástica y observa inmediatamente los cambios en comparación con la otra mano.
3. Determina el tiempo necesario para que la sensibilidad del dedo y la piel vuelva a su aspecto normal.
4. Responde lo siguiente: ¿qué mecanismo explica los fenómenos observados?
1. Coloca el esfigmomanómetro en el brazo derecho. Observa la piel y las venas del antebrazo y la mano.
2. Infla el manguito colocado en el brazo derecho hasta 40 mmHg y observa durante 3 min el color de
los dedos y las uñas y el contorno de las venas.
3. Desinfla el manguito y observa inmediatamente los cambios durante 1 minuto.
4. Haz una pausa de 3 minutos para permitir que el flujo sanguíneo vuelva a la normalidad.
5. Infla el manguito colocado en el brazo derecho hasta 90 mmHg y observa durante 3 min el color de
los dedos y las uñas y el contorno de las venas.
6. Desinfla el manguito y observa inmediatamente los cambios durante 1 minuto.
7. Determina el tiempo necesario para que los dedos y las uñas y el contorno de las venas vuelven a la
normalidad.
8. Responde: ¿por qué los resultados observados son distintos entre los dos experimentos?
Discusión
● ¿Por qué el brazo adquirió un aspecto cianótico cuando se infló el manguito en el experimento 2 y,
por otro lado, por qué el dedo índice adquirió un aspecto pálido en el experimento 1?
● ¿Qué cambios se pudieron observar después de la liberación del flujo sanguíneo en el experimento 1?
● ¿Por qué en el caso de una pelea nuestra piel puede palidecer?
Consideraciones de seguridad
Se debe advertir a los estudiantes que, si la presión del manguito del esfigmomanómetro/banda elástica se
vuelve dolorosa, deben desinflarla y quitarla del brazo/dedo inmediatamente y no esperar hasta el final del
tiempo de parada del experimento.
Resultados previstos
● En el experimento 1, la presión causada por el uso de una goma elástica en el dedo índice debería dar
como resultado la blancura de la piel y el sujeto debería informar de frialdad y hormigueo en
comparación con la mano en reposo. Después de que se quita el elástico, el dedo se enrojecerá y se
calentará (hiperemia reactiva).
Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, UNAM
● En el experimento 2, una presión moderada de inflado del manguito debería promover la cianosis de
los dedos y los brazos (decoloración azulada de la piel), uñas blanquecinas y venas limítrofes bien
definidas. Esta presión promueve estas alteraciones porque la presión del manguito no ocluye el flujo
arterial pero sí ocluye las venas, evitando que la sangre fluya fuera de la mano y el brazo. Los vasos
venosos están más cerca de la superficie corporal. Atrapar sangre en estos vasos promueve la piel
azulada. En este experimento, el tiempo necesario para que la piel vuelva a su aspecto normal es
breve.
3. Bibliografía
● Actividad (segunda parte) basada en: Altermann, C., Gonçalves, R., Lara, M. V., Neves, B. H., & Mello-
Carpes, P. B. (2015). Observing and understanding arterial and venous circulation differences in a
Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, UNAM
La técnica adecuada para medir la presión arterial se puede dividir en tres aspectos preparatorios
(condiciones del paciente, del equipo y del observador) y la adecuada técnica de medición. A continuación,
describimos cada una de ellas:
Fig.4. Dejar libre la fosa antecubital (colocar el borde inferior del brazalete 2 a 3 cm por encima del
pliegue del codo).
Fig. 7. El centro de la cámara debe coincidir con la arteria braquial. El manguito debe quedar a la altura
del corazón. Establecer la presión arterial sistólica por palpación de la arterial braquial/radial, e inflar el
manguito para determinar por palpación el nivel de la presión sistólica.
Fig. 8. Insuflar rápidamente el manguito hasta 30 o 40 mmHg por arriba del nivel palpatorio de la presión
sistólica para iniciar su auscultación. Desinflar a una velocidad de 2 a 3 mmHg/segundo.