Proceso Divisorio en Colombia
Proceso Divisorio en Colombia
Proceso Divisorio en Colombia
El proceso divisorio es una acción civil o demanda con la cual se pretende que el juez
decreta la división de un bien proindiviso, o su venta, según lo solicite el demandante.
Una propiedad o bien, como una casa, por ejemplo, puede pertenecer a varias
personas, donde cada una tiene una parte de ella, sin especificarse qué parte
pertenece a cada uno.
El proceso divisorio lo encontramos en el artículo 406 del código general del proceso
(CGP) que fija las siguientes reglas:
● Todo comunero puede pedir la división material de la cosa común o su venta para
que se distribuya el producto.
● La demanda deberá dirigirse contra los demás comuneros y a ella se acompañará
la prueba de que demandante y demandado son condueños. Si se trata de bienes
sujetos a registro se presentará también certificado del respectivo registrador sobre
la situación jurídica del bien y su tradición, que comprenda un período de diez (10)
años si fuere posible.
● En todo caso el demandante deberá acompañar un dictamen pericial que determine
el valor del bien, el tipo de división que fuere procedente, la partición, si fuere el
caso, y el valor de las mejoras si las reclama.
Por ejemplo, una finca se puede dividir, pero no un apartamento, caso en el cual se
ordenará la venta para dividir el dinero producto de ella.
Los motivos que configuren excepciones previas se deberán alegar por medio del
recurso de reposición contra el auto admisorio de la demanda.
TRÁMITE DE LA DIVISIÓN:
Cuando proceda la división del bien, esta se hará conforme lo señala el artículo 410 del
código general del proceso:
Luego cada comunero, que deja de serlo, se hace propietario único de la parte que le
correspondió.
VENTA DEL BIEN PROINDIVISO EN EL PROCESO DIVISORIO:
El trámite a seguir está regulado por el artículo 411 del código general del proceso, que
comprende el secuestro y remate del bien, remate que se hará conforme se hace en el
proceso ejecutivo.
● Si las partes fueren capaces podrán, de común acuerdo, señalar el precio y la base
del remate, antes de fijarse fecha para la licitación.
● Cuando el secuestro no se pudiere realizar por haber prosperado la oposición de un
tercero, se avaluarán y rematarán los derechos de los comuneros sobre el bien, en
la forma prevista para el proceso ejecutivo.
● Frustrada la licitación por falta de postores se repetirá cuantas veces fuere
necesario y la base para hacer postura será entonces el setenta por ciento (70%)
del avalúo.
● El comunero que se presente como postor deberá consignar el porcentaje legal y
pagar el precio del remate en la misma forma que los terceros, pero con deducción
del valor de su cuota en proporción a aquel.
● Registrado el remate y entregada la cosa al rematante, el juez, por fuera de
audiencia, dictará sentencia de distribución de su producto entre los condueños, en
proporción a los derechos de cada uno en la comunidad, o en la que aquellos
siendo capaces señalen, y ordenará entregarles lo que les corresponda, teniendo
en cuenta lo resuelto sobre mejoras.
● Ni la división ni la venta afectarán los derechos de los acreedores con garantía real
sobre los bienes objeto de aquellas.
Como se puede observar, el proceso puede ser complejo, razón suficiente para que los
comuneros se pongan de acuerdo y vendan ellos mismos la propiedad, o que uno de
ellos compre la parte de los demás.
“El comunero que tenga mejoras en la cosa común deberá reclamar su derecho
en la demanda o en la contestación, especificándolas debidamente y
estimándolas bajo juramento de conformidad con el artículo 206, y acompañará
dictamen pericial sobre su valor. De la reclamación se correrá traslado a los
demás comuneros por diez (10) días. En el auto que decrete la división o la venta
el juez resolverá sobre dicha reclamación y si reconoce el derecho fijará el valor
de las mejoras.
Para evitar lo anterior o hacer más sencillo el proceso, lo ideal es que a cada comunero
le corresponda la parte donde ha realizado la mejoras, una razón más para solucionar
el asunto de forma pacífica sin recurrir a la justicia.
Todos los comuneros tienen derecho a las rentas que genere el bien proindiviso, y si
sólo uno de los comuneros ha administrado y disfrutado de esas rentas, los otros
comuneros tienen derecho a reclamar esos frutos civiles.
Por ejemplo, si un apartamento que pertenece a tres personas está arrendado, el valor
del arrendamiento se debe distribuir entre las tres personas según su participación en
el bien, y si esa distribución no se ha hecho, al hacer la división del bien se pueden
reclamar esos dineros, que se conocen como frutos civiles.
La reclamación de los frutos civiles debe hacerse en el mismo proceso divisorio, y debe
cumplirse con lo señalado en el artículo 206 del código general del proceso.
“Dentro de los tres (3) días siguientes a la ejecutoria del auto que decrete la
venta de la cosa común, cualquiera de los demandados podrá hacer uso del
derecho de compra. La distribución entre los comuneros que ejerciten tal
derecho se hará en proporción a sus respectivas cuotas.
Respecto a la competencia, corresponde al juez del lugar donde esté ubicado el bien
de acuerdo al artículo 28 del CGP.
En cuanto al proceso divisorio como tal, este está regulado en el capítulo III del título III
del código general del proceso, que inicia en el artículo 406.
Señala este artículo que todo comunero puede pedir la división de la cosa común, o en
su defecto, la venta para que se distribuya el producto de esa venta.
La demanda debe dirigirse contra los demás comuneros, debiendo acreditar ser dueño
del bien, y acompañar un dictamen pericial del bien correspondiente.
● Se debe formular la petición por cualquiera de los comuneros con indicación de los
demás
● Dicha petición debe ir acompañada de las pruebas ART 406 del Código General del
Proceso.
● Una vez emitido el auto de la petición, el juez concede tres (3) días para que los
comuneros restantes se opongan y formulen una oposición si desean
● Se les debe notificar personalmente a los comuneros
Los gastos que se causen por la división material o de la venta del bien según el caso
en concreto, serán de cargo de los comuneros en proporción a sus derechos sobre el
bien, salvo que ellos convengan otra cosa.
Por otro lado, el comunero que haga gastos que correspondan a otro comunero, tendrá
derecho si hubiera remate, a que se le reembolsen o a que su valor se le agregue al
precio de aquel al de la compra que se hiciera o adjudicado en la licitación.
Si la división es material, podrá dicho comunero compensar tal valor con lo que deba
pagar por el concepto de mejoras.
CONCLUSIONES:
● La idea sería que la división del bien se hiciera de común acuerdo por escritura
pública ante una Notaría, si no se llega a ningún acuerdo si se deberá ir a un
proceso judicial divisorio.
● Si el predio no se puede dividir porque no se puede hacer en partes iguales como
un apartamento, el juez ordenará que se venta el bien para que se reparta el dinero
entre los dueños.
● Si un predio no tiene certificado de tradición y libertad y está en proceso de
adjudicación ante la Agencia Nacional de Tierras no se podrá hacer el proceso de
división ya que aún no se sabe quien es el dueño real del predio.
● Los gastos causados por la división o la venta del bien están a cargo de todos los
dueños. Si uno de ellos paga los gastos que le correspondía a otro tendrá derecho a
que dichos gastos se le reembolsen dentro del mismo proceso judicial.
● Dentro del proceso judicial el dueño que haya realizado mejoras o arreglos en el
inmueble tiene derecho a solicitar el reembolso de lo pagado por ellas.
Cuando usted solicite las mejoras o arreglo del predio se les correrá traslado a todos
los dueños por 10 días para que ellos estén de acuerdo con lo pedido o para que
argumenten lo contrario.
● En la sentencia del juez se deberán tomar en cuenta las mejoras o arreglos que se
le hizo al bien para que la división sea por partes iguales a todos los dueños.
● El proceso de secuestro y remate del predio que es hacer una subasta pública para
que las personas lo compren es un proceso muy complicado, por lo que se
recomienda que se haga de mutuo acuerdo la venta del predio.
● Todos los dueños del predio tienen derecho a las rentas o ganancias que genere el
bien sea por arrendamiento, por recolecta de frutos o por los animales del predio.
Todo lo que de el bien debe ser repartido en parte iguales a todos los dueños.
Se puede pedir los frutos dentro del mismo proceso judicial para que los demás dueños
puedan revisar la solicitud y el juez pueda tomar una decisión.