Gonalgia
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MÓDULO II
PIE Y TOBILLO
Módulo II
1. HALLUX VALGUS.
El hallux valgus es una desviación lateral del primer dedo del pie por prominencia de
la cabeza del primer metatarsiano y angulación inadecuada de la articulación con
superposición del primer y segundo dedo. Frecuente en mujeres de edad avanzada
con pie en pronación, se asocia a deformaciones en varo del primer metatarsiano y
se ha planteado la posibilidad de que sea un trastorno familiar, sobre todo si aparece
en la adolescencia.
Causas.
- Factores extrínsecos:
o Traumatismos
- Factores intrínsecos:
o Anomalías anatómicas:
• Laxitud ligamentosa
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Módulo II
Evolución.
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Módulo II
Clínica.
Existe una tumefacción dolorosa de los tejidos blandos sobre la primera articulación
metatarsofalángica (MTF). El paciente refiere dolor continuo y sordo localizado en la
primera articulación MTF, que empeora con la deambulación y mejora con reposo y
calor local; se puede evidenciar fricción o chasquido y crepitación al mover la
articulación, además de la típica deformidad en hallux valgus.
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Módulo II
• al juanete inflamado,
• a metatarsalgia del primer radio por sobrecarga,
• a metatarsalgia de los restantes metatarsianos por insuficiencia del primer
radio,
• a artrosis secundaria de la primera articulación metatarsofalángica,
• a una uña encarnada.
Diagnóstico.
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Módulo II
Tratamiento.
- Conservador:
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Módulo II
- Quirúrgico:
La corrección quirúrgica en adolescentes tiene una alta tasa de recidivas cuando los
resultados son comparados con los aceptados en el adulto.
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Módulo II
2. METATARSALGIA.
Denominamos metatarsalgia a una lesión por sobreuso, que se caracteriza por la
presencia de dolor en la porción anterior del pie(antepie), que se asocia con un
aumento de la tensión sobre la región de la cabeza del metatarsiano. El dolor se
localiza en la zona límite de los dedos con el resto del pie, generalmente
acompañado del desarrollo de callosidades plantares, que puede dificultar el
caminar y obligor incluso a cojear.
Es la localización más frecuente del dolor en el pie y en el 88% de los casos afecta a
las mujeres. No se trata de una enfermedad específica sino de un síntoma que
puede presentarse en muchas enfermedades.
Causas.
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Módulo II
del antepié).
Fisiopatología.
• Una relativa mayor longitud de alguno de los metatarsianos (MTT) como por
ejemplo el 2º MTT cuando hay metatarso primo varo (hallux valgus).
Clínica.
El dolor se agrava por lo general durante las fases media de apoyo y propulsión al
caminar o correr. El inicio es de forma gradual más que una presentación aguda.
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Módulo II
Diagnóstico.
• Cuando las durezas se sitúan en posición plantar pura con respecto a las
cabezas, lo más probable es que se trate de alteraciones durante el apoyo
intermedio (segundo “rocker”), con el pie en apoyo plantígrado
(metatarsalgias mecánicas estáticas) que se suelen asociar con aumentos en
la flexión relativa de los metatarsianos, equinismo y alteraciones inflamatorias.
Estas últimas se asocian a queratosis que dibujan individualmente las
cabezas, a diferencia de otros procesos en que las queratosis parecen
confluir en una mayor que abarca varias cabezas (síndrome de insuficiencia
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Módulo II
Tratamiento.
Tratamiento conservador
• Reposo. Para proteger el pie de una lesión mayor. Elevar el pie después de
estar parado o caminando. Puede que sea necesario evitar alguna actividad
deportiva, pero se puede mantener la forma con ejercicios de bajo impacto,
como nadar o andar en bicicleta.
• Hielo en el área afectada. Aplicar hielo envuelto con alguna compresa para
proteger la piel, en la zona afectada durante unos 20 minutos varias veces al
día.
• Analgésicos antiinflamatorios.
• Calzado adecuado. El uso de tacones altos o zapatos demasiado pequeños
puede sentar las bases para una serie de problemas en los pies, incluyendo
la metatarsalgia. Buscar zapatos con una puntera amplia y una suela de
balancín, que redistribuyen el peso en la parte inferior del pie sería una Buena
opción de tratamiento.
• Suelas amortiguadoras. Estos insertos, a menudo hechos de corcho, plástico,
goma o silicona, se ajustan en el interior de los zapatos y ayudan a minimizar
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Módulo II
el choque de la pisada.
• Almohadillas metatarsianas. Se colocan justo por delante de las cabezas
metatarsianas para ayudar a desviar la tensión lejos de la zona dolorosa.
• Mantener un peso saludable. Disminuye la carga que soportan los pies.
• Infiltraciones. Los individuos con metatarsalgia primaria reciben pocos
beneficios de este tipo de inyecciones.
• Otros tratamientos: No se recomienda el quitar los callos (queratosis plantar)
debido a que son una respuesta a la presión y no es la enfermedad primaria.
Se puede conseguir un alivio temporal con el afeitado suave de la
hiperqueratosis, sin embargo se debe evitar causar sangrado por un
desbridamiento excesivo o por el uso de ácidos y otros productos químicos.
Tratamiento quirúrgico
La modificación del apoyo con una ortesis puede ser el único tratamiento necesario
para la metatarsalgia. En los casos graves, la realineación quirúrgica de los
metatarsianos puede ser necesaria para equilibrar la carga de peso entre las
cabezas de los mismos.
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Módulo II
3. DEDOS EN MARTILLO.
Causas.
Así por tanto las causas principales del dedo en martillo son:
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- Factor congénito: hay un aumento de incidencia familiar, siendo los mas frecuentes
el 2º y 3º dedo.
- Factor mecánico:
Clínica.
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Módulo II
Diagnóstico.
Aunque los dedos en martillo son evidentes, para llegar a un diagnóstico se debe
obtener una historia completa de lo síntomas y un examen completo del pie y el
tobillo.
Tratamiento.
En etapas iniciales se trata con AINEs, calzado fisiológico y ejercicios para fortalecer
los músculos lumbricales e interóseos. Además, pueden colocarse almohadillas en
la cara dorsal y bajo la falange ungueal del dedo afectado para enderezarlo durante
la marcha.
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Módulo II
4. NEUROMA DE MORTON.
Los síntomas de este trastorno fueron descritos por primera vez por el pedicuro de la
reina de Inglaterra Durlacher, en 1845, quien lo describió como una forma de
afectación neurálgica que afecta al nervio plantar entre el tercer y cuarto
metatarsianos". Posteriormente, ésta entidad fue llamada después neuroma o
metatarsalgia de Morton, debido a que T.G. Morton en 1876 amplió la descripción y
postuló que el neuroma era provocado por el choque de la rama digital común del
nervio plantar externo del cuarto espacio interdigital contra las cabezas del 4º y 5º
metatarsianos.
Los nervios interdigitales son ramas distales del nervio plantar medial y el nervio
plantar lateral y se elongan sobre los bordes anteriores del ligamento metatarsiano
transversal y la parte fusionada de la fascia plantar. Son sensoriales para los dedos
de los pies.
Causas.
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Módulo II
Clínica.
Diagnóstico.
Al examen físico se detecta dolor al palpar el espacio entre las cabezas de los
metatarsianos del espacio afectado.
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Módulo II
Una inyección de anestésico local con una técnica estéril puede ser útil en la
evaluación diagnóstica del neuroma de Morton. La resolución temporal del dolor,
parestesias, o ambos, en respuesta a la inyección puede confirmar la localización de
la patología. Una respuesta positiva a la inyección tiende a ser predictivo de
resultados satisfactorios posquirúrgicos.
Debe diferenciarse de: fracturas de los huesos sesamoideos, fracturas del pie por
sobrecarga, artritis degenerativa o inflamatoria del pie, tendinitis y bursitis del pie.
Tratamiento.
Tratamiento Conservador.
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Módulo II
Los pacientes que no responden a las medidas anteriores se utiliza una infiltración
con un anestésico local y un corticoide para reducir la inflamación. Conviene revisar
al paciente después de una o dos semanas para valorar el resultado. Si la respuesta
es positiva se puede intentar seguir con el tratamiento conservador y las medidas
ortopédicas antes descritas.
Tratamiento Quirúrgico.
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Módulo II
5. FASCITIS PLANTAR.
La fascitis plantar (FP) es la inflamación del tejido de la parte inferior del pie (fascia
plantar) que causa dolor en la planta y en el talón. La fascia o aponeurosis plantar es
un tejido fibroso organizado en bandas que se extiende desde la tuberosidad
anterior del calcáneo hasta los dedos.
En un tercio de los casos la FP es bilateral, más frecuente entre los 40-60 años y
supone hasta un 15% de los motivos de consulta relacionados con los pies.
La obesidad, las profesiones que precisan estar mucho tiempo de pie (deportistas,
militares, bailarinas, etc.) y los pies planos o excesivamente cavos son factores de
riesgo.
Las mujeres se ven afectadas por la fascitis plantar el doble de frecuencia que los
hombres. En los jóvenes, la enfermedad ocurre por igual en ambos sexos. La raza y
la etnicidad no juegan ningún papel en la incidencia de la fascitis plantar
Causas.
3. Secuelas infecciosas.
4. Anomalías biomecánicas.
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Módulo II
El uso excesivo: Estar de pie durante largos períodos, ya sea de pie, caminar o
correr, especialmente en superficies duras. Los errores de entrenamiento están
entre las principales causas de la fascitis plantar.
Factores de riesgo estructurales incluyen pie plano, pie cavo, pronación, excesiva
pronación o supinación, discrepancia en longitud de la pierna, excesiva torsión tibial
lateral y torsión femoral excesiva.
Fisiopatología.
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Módulo II
Clínica.
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Módulo II
Además del dolor, los pacientes pueden quejarse de rigidez en el pie e hinchazón
localizada en el talón.
Diagnóstico.
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Módulo II
Las imágenes por resonancia magnética se reservan para los raros casos en los que
se necesitan estudios de imagen para confirmar la fascitis plantar o ruptura parcial y
completa de la fascia plantar. El engrosamiento de la fascia plantar y edema
circundante también se pueden detectar en la resonancia.
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Módulo II
• La bursitis calcánea
• Contusiones
• Radiculopatía lumbosacral
• Osteomielitis
• Artritis Reactiva
• Bursitis retrocalcánea
Pronóstico.
Tratamiento.
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Módulo II
o Plantillas: útiles sólo cuando se asocia a pie plano (apoyo del arco
longitudinal) o cavo (aumenta área de apoyo). También se ha usado la
ortesis UCBL (cazoleta talón).
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Módulo II
§ Reposo real.
Protocolo de tratamiento:
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Módulo II
6. TENDINITIS AQUILEA.
Es la inflamación aguda del peritenón que recubre al tendón de Aquiles. Este tendón
está constituido por la convergencia de los músculos gastronecmio y sóleo,
comienza en la zona media de la pantorrilla y continúa hacia abajo, insertándose en
la región posterior del calcáneo. Se vuelve redondeado y estrecho por encima del
calcáneo (aproximadamente a 5 cm por encima de éste) que es donde se suele
establecer la tendinitis y luego se ensancha, uniéndose perpendicularmente al
calcáneo posterior.
Causas.
Suele ocurrir tras abuso o mal uso de la articulación del tobillo. Son factores
predisponentes actividades como la carrera, especialmente de largas distancias o en
cuesta, la parada y el arranque brusco (tenis), el estiramiento incorrecto antes del
ejercicio o el incremento de la distancia por parte de corredores a fondo.
Como todos los trastornos por “uso excesivo”, la tendinitis y la tendinosis aquilea
generalmente son causadas por el repentino aumento de una actividad repetitiva
que incluye al tendón de Aquiles. Dicha actividad aplica un esfuerzo excesivo sobre
el tendón de forma muy rápida, lo que ocasiona microlesione en las fibras. Debido a
esta tensión continua, el cuerpo no puede reparar el tejido lesionado. Por ello se
altera la estructura del tendón y resulta en dolor continuo.
Además, las personas con pronación excesiva (aplanamiento del arco) tienen la
tendencia de presentar tendinitis y tendinosis aquilea debido al mayor esfuerzo que
se ejerce sobre el tendón al caminar.
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Módulo II
Clínica.
El comienzo de los síntomas suele ser agudo, con dolor constante e intenso
(interrumpe el sueño), localizado en la región posterior del tobillo, frecuentemente al
levantarse de la cama o después de estar tiempo sentado. El paciente adopta una
marcha con el pie plano para evitar la flexión plantar del tendón.
El dolor suele reproducirse con la flexión plantar del pie contra resistencia y puede
evidenciarse sensación de fricción o crepitación durante la flexión plantar pasiva del
pie, además de edema y calor local, con engrosamiento de la parte posterior del pie
que dificulta el uso de calzado.
Diagnóstico.
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Módulo II
Tratamiento.
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Módulo II
Situaciones especiales.
Tendinitis/Peritendinitis agudas
- Clínica:
- Tratamiento:
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Módulo II
o Medios físicos con hielo, fisioterapia, férulas nocturnas, elevación del tacón.
Tendinitis crónica
Se localiza en la misma zona que las roturas (unión miotendinosa) y los factores
predisponentes son los mismos.
- Clínica:
-Tratamiento:
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Módulo II
7. ARTRITIS GOTOSA.
Es una enfermedad frecuente que afecta sobre todo a los varones entre los 30 y 50
años.
Causas.
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Módulo II
No todos los gotosos tienen elevado en sangre su ácido úrico, así como no todas las
hiperuricemias se siguen, necesariamente, de un ataque de gota.
Clínica.
Ataques agudos.
El primer acceso de gota es, con frecuencia, súbito y agudo, y por lo general afecta
la articulación del dedo gordo del pie. Como consecuencia, se produce una
inflamación, que se denomina "podagra", acompañada de otros signos, como un
dolor muy intenso y el enrojecimiento de la piel de la zona afectada.
El dedo gordo del pie sufre una sensibilización extrema, y resulta doloroso incluso el
roce de las sábanas. También se percibe que la piel de la zona inflamada está seca,
roja y brillante, y las venas de la parte dorsal del pie pueden estar distendidas.
Además del dolor, pueden presentarse otros síntomas, como fiebre de hasta 38,5ºC,
cefalea, náuseas e inapetencia.
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Módulo II
El primer ataque afecta una sola articulación y dura unos pocos días, tras los cuales
desaparecen las molestias, en la articulación baja la inflamación y recupera su color
habitual, mientras que la piel presenta descamación y picor.
Tras el primer ataque puede no presentarse ningún otro, pero por lo general
sobreviene un segundo acceso, si bien puede transcurrir meses, o incluso años,
antes de su aparición.
Gota crónica.
Esta enfermedad se conoce como gota crónica o artritis gotosa cuando se prolonga
durante mucho tiempo y los ataques agudos son frecuentes y periódicos.
En los casos crónicos de gota los cristales de las sales del ácido úrico pueden
depositarse en las articulaciones, en la piel o en los riñones, causando lesiones que
son permanentes.
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Módulo II
Las mayores deformaciones en esta fase de gota crónica aparecen en las manos,
cuyos dedos se presentan deformados, pudiendo llegar a producirse una inmovilidad
articular (anquilosis). Hoy en día y con los tratamientos actuales es muy inusual que
el paciente llegue a este estado.
En los casos de gota severa, pueden dañarse los riñones de dos maneras: cuando
los depósitos de ácidos úrico bloquean el mecanismo de filtración, y se origina una
progresiva insuficiencia renal, y cuando el ácido úrico está concentrado en exceso, y
cristaliza formando cálculos renales.
Diagnóstico.
Tratamiento.
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Módulo II
Es importante tomar un analgésico adecuado, tan pronto como sea posible, ya que
el retraso en su administración disminuye su efectividad.
Para controlar la inflamación suele recomendarse fármacos por vía oral, sobre todo
colchicina o indometacina. Nunca debemos utilizar hipouricemiantes en la fase
aguda, pues empeorarían el cuadro.
Para calmar el dolor puede aplicarse una compresa caliente o hielo en la articulación
afectada, aunque puede ser necesaria una evacuación articular seguida de
infiltración.
Cuando remitan los síntomas del primer ataque, se deberá efectuar uno o varios
análisis de sangre para determinar si son necesarios tratamientos posteriores, y
prevenir una posible gota crónica.
del medicamento adecuado depende siempre de varios factores, entre los cuales se
debe tener en cuenta el comportamiento bioquímico de cada organismo.
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Módulo II
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Módulo II
Causas.
Los huesos de los pies no pueden soportar tensiones repetidas más allá de un
umbral por encima del cual se producen fisuras óseas microscópicas, que pueden
extenderse hasta formar fracturas evidentes. El esfuerzo repetido causa un
desequilibrio en el remodelado óseo, por lo que la reabsorción perióstica ocurre con
mayor rapidez que la formación ósea, lo que ocasiona una corteza debilitada que
cede con el esfuerzo. Pueden ser la primera manifestación de osteoporosis u
osteomalacia.
Clínica.
El paciente refiere dolor mal definido en el antepié que aumenta con la actividad y
disminuye con el reposo, en ausencia de antecedentes traumáticos. Al examen físico
suele haber dolor a la presión en el antepié.
Las fracturas del escafoides tarsiano ocurren con más frecuencia en el plano sagital
en el tercio central del hueso. Producen dolor más solapado, localizado en la cara
interna del mediopié, se irradia hacia el primer o segundo MTT, empeora al correr o
saltar y mejora con el reposo. Al examen físico, existe dolor al palpar la cara
proximal del escafoides y el salto en posición equina es muy doloroso.
Diagnóstico.
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Módulo II
Tratamiento.
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