2005 MX Sexexpl Derechopenal Victimas Es
2005 MX Sexexpl Derechopenal Victimas Es
2005 MX Sexexpl Derechopenal Victimas Es
1
Análisis sobre la situación de las víctimas u ofendidos de la explotación sexual comercial infantil, a la luz del
Derecho Penal
Programa “Apoyo para la Prevención y Eliminación de la Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) y la
Protección de Víctimas o en riesgo de ESCI en México” IPEC/OIT-STPS
Este documento ha sido realizado gracias al financiamiento del Departamento del Trabajo de los Estados Unidos de
América
Las publicaciones de la Oficina Internacional del Trabajo gozan de la protección de los derechos de propiedad
intelectual, en virtud del protocolo 2 anexo a la Convención Universal sobre los Derechos de Autor. No obstante,
ciertos extractos breves de estas publicaciones pueden reproducirse sin autorización, con la condición de que se
mencione la fuente. Para obtener los derechos de reproducción o de traducción deben formularse las correspondientes
solicitudes a la Oficina de Publicaciones (Derechos de autor y licencias). Oficina Internacional del Trabajo, CH-1211
Ginebra 22, Suiza, solicitudes que serían bien acogidas.
Análisis sobre la situación de las víctimas u ofendidos de la explotación sexual comercial infantil a la
luz del Derecho Penal
México Distrito Federal. Oficina para México y Cuba de la Organización Internacional del Trabajo
2005
Las opiniones expresadas en el presente documento reflejan los puntos de vista de los investigadores y no
comprometen la responsabilidad de la STPS o de la OIT.
2
Presentación
Justificación
I. Exposición de motivos
III. Concepto de niño y niña víctima y perjudicado/a por el delito, desde el punto
de vista procesal
V.2.2. Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo
a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la
pornografía
3
V.2.3. Recomendación 190 de la OIT sobre la prohibición de las peores formas de
trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación
V.2.4. Convenio 182 de la OIT sobre la prohibición de las peores formas de trabajo
infantil y la acción inmediata para su eliminación
BIBLIOGRAFÍA
4
Presentación
Al tratarse de personas menores de edad debemos estar concientes que están expuestas a
un mayor grado de vulnerabilidad ante posibles estigmatizaciones, intimidaciones,
amenazas, presiones o manipulaciones.
5
programa de acción específico denominado “Apoyo para la Prevención y Eliminación
de la Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) y la Protección de Víctimas de
ESCI en México”.
Toda vez que entre los objetivos de este Programa de Acción se encuentra la protección
integral de los niños, niñas y adolescentes, y que se requiere desarrollar estudios
especializados dirigidos a presentar propuestas para adecuar la legislación nacional y
estatal a los principios universalmente aceptados sobre la explotación sexual comercial
infantil, la STPS y la OIT, con el apoyo del Instituto Nacional de Ciencias Penales
(INACIPE), elaboraron el presente estudio.
6
Justificación
El objetivo del Derecho Procesal Penal moderno es cumplir con una pronta,
eficaz y gratuita impartición de justicia. Para ello, debe velar por que se cumplan
cabalmente los derechos fundamentales del inculpado y las garantías de la víctima del
delito.
1
Principio establecido por el numeral tercero de la Convención de los Derechos del Niño. Aprobada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con fecha 20 de noviembre de 1989 y ratificada por
México en septiembre de 1990.
7
apartado B, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dispone que
en los casos de violación2, la víctima no estará obligada a carearse, pues dicho precepto
es inadecuado y limitado. Se califica de inadecuado, pues existen métodos alternativos
idóneos que evitan la restricción de los derechos fundamentales del inculpado y que
podrían lograr el desarrollo de la práctica del careo, sin vulnerar los derechos
fundamentales de la víctima. Además, se tilda de limitado, pues la Constitución hace
mención del delito de violación, pero omite, en suma, los ilícitos relacionados con la
explotación sexual infantil.
2
La fracción V del apartado B de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dispone que:
“Cuando la víctima o el ofendido sean menores de edad, no estarán obligados a carearse con el inculpado
cuando se trate de los delitos de violación o secuestro. En estos casos, se llevarán a cabo declaraciones en
las condiciones que establezcan la ley;…”.
3
Previstas en las fracciones III y VI, del artículo 20, apartado B, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.
8
I. Exposición de motivos
4
Por ejemplo, en España la víctima del delito puede convertirse en parte procesal, en carácter de acusador
particular o privado, según sea el caso. Por el contrario, en países como México, la víctima o el
perjudicado por el delito, no tiene carácter de parte procesal, pues su única participación es en calidad de
coadyuvante del Ministerio Público.
5
Véase LANDROVE DÍAZ, Gerardo; Victimología; Editorial Tirant lo Blanch; Valencia, 1990; pp. 43 y
44. La llamada victimización secundaria se da, cuando la víctima o el perjudicado por el delito es
expuesto a malos tratos o abandono por las autoridades encargadas de la investigación, persecución o
enjuiciamiento del delito, o bien, cuando existen carencias legislativas que impiden cumplir con las
necesidades reales de la víctima. A su vez, nos referimos a “victimización terciaria”, como la defectuosa o
carente reparación del daño que al final del andar procesal les debiera corresponder.
9
humanitaria, donde la importancia de la víctima, dentro del sistema de justicia, era
prácticamente nula.
6
Sobre la evolución de la víctima véase CASTELLANOS, Fernando; Lineamientos Elementales de
Derecho Penal; Editorial Porrúa, 30ª ed.; México, 1991; pp. 32-34. La víctima, dentro del desarrollo
histórico de la solución de los conflictos, ha tenido diversos papeles que han venido declinando en
proporción inversa a la evolución histórica de la justicia penal. De esta forma, al comienzo de la
evolución de la convivencia de los seres humanos, se llevaba a cabo una justicia privada o de sangre.
Seguramente ésta era la denominación, pues se piensa que comenzó por delitos de homicidio o lesiones.
No es de extrañar que esta fuese la primera reacción que tuvo el ofendido ante los ataques de otras
personas, pues como dice CASTELLANOS, hay que pensar que cualquier animal responde, ante las
agresiones que se le presenten, de forma instintiva y violenta; es por ello que, naturalmente, el hombre en
sus albores debiera reaccionar de tal manera. Sin embargo, las venganzas privadas no tenían proporción,
sobrepasando el mal inicialmente causado, de tal suerte que comenzó a existir cierta regulación al
respecto; así pues, aparece la ley del talión, es decir, “ojo por ojo y diente por diente”. Con posterioridad a
ello, se comenzó a barajar la posibilidad de ciertas composiciones, entre otras, que el agresor pudiese
“comprar al ofendido o a su familia el derecho de venganza”. Con la justicia de sangre, la figura de la
víctima tiene un papel relevante; sin embargo, a medida que los pueblos se constituyen en organizaciones
teocráticas, se consideraba que el ofendido o el agraviado era la divinidad. En este sentido, el autor citado
señala que “en el período de la venganza divina se estima al delito una de las causas del descontento de
los dioses; por eso los jueces y tribunales juzgan en nombre de la divinidad ofendida, pronunciando sus
sentencias e imponiendo las penas para satisfacer su ira, logrando el desistimiento de su justa indignación;
no sólo en Europa imperó esa concepción, en que la arbitrariedad era la regla única, sino también en
oriente y América, para conseguir de los súbditos, por medio del terror y la intimidación, el sometimiento
al soberano o a los grupos políticamente fuertes”. En la medida en que las sociedades fortalecen su
organización política, se empieza a realizar la distinción entre delitos privados y públicos; es entonces
cuando aparece la etapa llamada “venganza pública” o “concepción política”, donde los tribunales juzgan
en nombre de la colectividad, siendo que para la salvaguarda del orden público, cada vez se imponen
penas más crueles e inhumanas. A raíz de tal violencia represiva surge el período humanitario, con la
finalidad de controlar esa fuerza represiva en contra del que iba a ser juzgado y condenado. Sin embargo,
en dicho período como en el anterior, desconocen o restan importancia al papel de la víctima, dejándola
en un segundo plano, pues parece obvio que la primera situación que tenían que resolver, era el trato al
imputado y las garantías individuales que se le debían conceder, para defenderse del poder estatal. Tuvo
que transcurrir bastante tiempo, hasta el siglo pasado, cuando se comenzó a reflexionar sobre el papel
victimal. Con mayor exactitud, a partir de la segunda mitad del siglo XX, la ciencia criminológica
empezó a simpatizar con la víctima y a inquirir sobre el rol que ésta desempeña dentro del evento
delictivo. Hoy en día, el objeto de su estudio se ha extendido y desarrollado a tal grado que se habla de
victimización primaria, secundaria y terciaria.
10
Específicamente el tratamiento de los niños y niñas víctimas del delito, es hoy en
día un pensamiento dogmático o doctrinal más que legal, pues las pocas normas
existentes no proporcionan una respuesta satisfactoria al tratamiento que se le debe
proporcionar a los niños y niñas víctimas o perjudicados por el delito.
Es pertinente señalar que, aún cuando el tema que nos ocupa ha sido tratado o
puede ser analizado desde otras perspectivas o disciplinas8, los objetivos del presente
trabajo son de una óptica eminentemente procesal, pues consideramos que el
tratamiento procesal de esta clase de delitos se encuentra verdaderamente rezagado,
siendo imperante una pronta, eficaz y profunda reforma legal.
7
El presente trabajo tiene la intención de dar propuestas de cara al legislador, para que enriquezca el
tratamiento hacia las personas menores de edad que hayan sido víctimas de delitos de explotación sexual
comercial.
8
Véase que en materia dogmática penal recientemente se elaboró: GÓMEZ TAGLE LÓPEZ, Erick y
ONTIVEROS ALONSO, Miguel; Estudio Jurídico-Penal relativo a la explotación sexual comercial
infantil. Bases para su unificación legislativa en México; Organización Internacional del Trabajo; 2004.
11
En este sentido, el artículo 30 Bis del Código Penal Federal establece quiénes
tienen derecho a la reparación del daño; por ende se deducen los sujetos que encuadran
los conceptos de víctima y perjudicado por el delito. De esta manera, dicho numeral
señala: “Tienen derecho a la reparación del daño en el siguiente orden: 1. El ofendido;
2. En caso de fallecimiento del ofendido, el cónyuge supérstite o el concubinario o
concubina, y los hijos menores de edad; a falta de éstos los demás descendientes y
ascendientes que dependieran económicamente de él al momento del fallecimiento”.
El artículo en comento es muy poco afortunado, por intentar ser casuístico, poco
aclaratorio y excluyente de supuestos concretamente tipificados en el ordenamiento
penal. En primer lugar, no hay una nítida distinción entre víctima u ofendido y
perjudicado por el delito. En segundo lugar, parece excluir los delitos en los que las
niñas, niños o adolescentes son los que sufren la lesión o la puesta en peligro del bien
jurídico protegido, pues si leemos con atención el citado numeral parece que va
enfocado a que la víctima es una persona casada y con hijos.
“Perjudicado u ofendido por el delito”, en cambio, es aquel sujeto que, sin ser
necesariamente titular del bien jurídico tutelado, derivado de la comisión delictiva, sufre
un daño en su esfera psíquica, moral o intelectual9.
9
SOLÉ RIERA, Jaime; La tutela de la víctima en el proceso penal; J.M. Bosch Editor; Barcelona, 1997;
pp. 20 y 21, señala que “el término ofendido (lo que en nuestro sistema se denomina víctima) parece
referirse al sujeto que sufre directamente la lesión del bien jurídico protegido por el ordenamiento,
mientras que perjudicado sería aquella persona que sufre en su esfera estrictamente patrimonial o moral,
las consecuencias las (sic) ilícito penal cometido. Evidentemente pueden coincidir ofendido y perjudicado
en una misma persona, aunque los textos positivos parecen reservar la figura de los perjudicados a
quienes no sufren el delito en su esfera física (parientes de las víctimas, o inclusive terceros)”.
12
La víctima en estricto sentido y el perjudicado, aunque no en pocas ocasiones se
pueden reunir en una sola persona, en otras tantas no, lo que puede conllevar
expectativas y necesidades distintas frente a la institución procesal, pues no es lo mismo
el sujeto que sufre directamente la comisión delictiva, que aquel sujeto que derivado del
delito, sin ser el titular del bien jurídico protegido, sufre un daño en su esfera
patrimonial o psíquica (Vg. familiares de la víctima). De ahí se deriva la necesidad de
realizar una nítida separación entre “víctima” y “perjudicado por el delito” y, a su vez,
de elaborar una tipología victimal que permita darle un tratamiento especializado a cada
grupo victimal.
10
Véase ROXIN, Claus; Derecho Penal. Parte General. Tomo I. Fundamentos de la estructura de la
teoría del delito. Traducción de Diego-Manuel Luzón Peña, Miguel Díaz, García Conlledo y Javier de
Vidente Remesal; Editorial Civitas; Madrid, 1997, pp. 178 y ss. Así mismo, la iniciativa de decreto que
reforma, adiciona y deroga diversos artículos de la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas,
Niños y Adolescentes, del Código Penal Federal, del Código Federal de Procedimientos Penales y de la
Ley Federal contra la Delincuencia Organizada en materia de explotación sexual infantil, de fecha 9 de
mayo de 2003; p. 11.
11
Desde la concepción de este tipo de víctimas, se puede verificar la inconsistencia de nuestro sistema
jurídico, pues se antoja difícil que la víctima, por sí sola, pueda ejercer algunos de los derechos
fundamentales contemplados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
13
Vg. Es inimaginable que la niña, niño o adolescente que es víctima
del delito de explotación sexual comercial infantil, pueda coadyuvar,
por si sola, con el agente del Ministerio Público, desde ahí comienza
la inconsistencia de nuestro sistema de justicia penal.
Pues bien, casi todos los sistemas prevén funciones similares para la víctima, entre
las cuales se encuentran:
Desde esta perspectiva facultativa de la víctima, tenemos que señalar que, en el caso
de las niñas, niños o adolescentes que son víctimas de explotación sexual comercial
infantil, éstas no pueden ejercer dichas facultades procesales por sí solas, sino que
requieren algún representante ajeno al agente del Ministerio Público que realice la
investigación, así como al servidor público que se encargue del sostenimiento del
ejercicio de la acción penal pública. En este sentido, se ha propuesto en la presente obra
la institución del “abogado victimal”, misma que ha sido tratada en apartados
posteriores.
A su vez, hay que decir que el rol de la víctima se puede ordenar en cuatro
dimensiones, a saber:
• Como víctima-testigo.
12
RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis; Victimología. Estudio de la Víctima; Editorial Porrúa, 6ª ed.;
México, D.F., p. 328.
14
• Como actor independiente (acusador particular, privado y civil).
Sin embargo, no podría haber un estudio serio respecto al tema que nos ocupa, si no
analizamos, en primer lugar, cuáles son las necesidades y expectativas victimales, pues
en función de dicha cuestión podremos ver si el sistema procedimental penal mexicano
es eficaz y garantista, satisfaciendo dichas necesidades y cumpliendo, por ende, con la
expectativa de la víctima u ofendido por el delito.
15
contratación de personal suficiente y plenamente capacitado, contemplación
presupuestal para las posibles indemnizaciones a cargo del estado, etc. En tercer lugar,
las autoridades deben tener una preparación adecuada, para poder cumplir con la
norma que se propone, pues de lo contrario, ni el presupuesto ni la legislación, por si
sola, puede dar correcta solución al problema.
13
Recordemos que los niños, niñas o adolescentes requieren una atención en psicología especializada en
el comportamiento de este tipo de sujetos, pues de lo contrario el auxilio sería limitado y no cumpliría con
el propósito del artículo 20 apartado B, inciso III de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el cual dispone la orden, por parte de la autoridad, de “recibir, desde la comisión del delito,
atención médica y psicológica de urgencia”. En este sentido, si dicha atención psicológica de urgencia no
cumple con la debida especialidad en el caso de los niño, niñas o adolescentes, carecería de utilidad y, por
ende, no cumpliría con el cometido constitucional.
14
Lo anterior se explica en razón de que una persona menor de edad, victimizada por la explotación
sexual comercial, se basa en una responsabilidad compartida por la propia autoridad que ha sido incapaz
de llevar a la ciudadanía protección y seguridad. Puede parecer un razonamiento extremo, pero este tipo
de medidas fomentarían que la autoridad aplicara mayor atención a la disminución de este tipo delictivo.
16
pueda, inclusive, colaborar con posterioridad con la administración de justicia.
En este sentido, un niño, niña o adolescente que se siente amenazado/a o
intimidado/a, difícilmente colaborará con la administración de justicia, lo que
conduciría irremediablemente a un fracaso dentro del proceso respectivo15.
Vg. Pensemos en medidas tales como la restricción de todas las personas que
potencialmente pudiesen causarle un daño a la víctima, de acercarse a ésta, con
la debida vigilancia. También pensemos en casos extremos, en la prisión
preventiva, como medida extrema de protección16.
15
En el caso de los niños, niñas o adolescentes que son víctimas de explotación sexual comercial,
requieren medidas precautorias de carácter personal, que sean verdaderamente eficaces, toda vez que hay
que proteger a la persona menor de edad, en todo momento, de que sufra algún tipo de enfrentamiento
con su victimizador o con algún sujeto relacionado con éste.
16
Es de recalcar que la prisión preventiva no es una medida adecuada para que sea aplicada en todos los
casos. En este sentido, gran parte de la problemática que sufrimos actualmente con los centros
penitenciarios, radica en una sobrepoblación carcelaria, que conduce irremediablemente en una carente
rehabilitación social.
17
PALOMERO, Silvia; Prevención de la revictimización en niñas y niños víctimas de abuso sexual;
http://www.amja.org.ar/Actividades%20realizadas/XI%20Ponencias/Silvia%20Palomero...; recopilado
con fecha 18/02/2005: “No hay consideración general a la situación de la víctima, ni un servicio de
atención que la acompañe desde el procedimiento judicial ni un servicio que medie entre el ciudadano y el
sistema de justicia y lo haga comprensible siendo necesario compatibilizar las garantías procesales con
una protección real de la víctima…”. Es una opinión generalizada que no hay una debida representación
por algún organismo del Estado que se encargue, de forma especializada, en la representación de los
intereses victimales. Por lo anterior, se recomienda la instauración de la institución de la oficina del
“abogado victimal”.
17
• Continuación de la medida precautoria de carácter personal: se vuelve
importante darle seguimiento y perfeccionamiento a cualquier medida
precautoria que se haya establecido, pues de lo contrario, carecerá de eficacia la
misma. Para ello es indispensable que se establezcan mecanismos de vigilancia
del cumplimiento de tales medidas precautorias de carácter personal.
18
Público, los juzgados no cuentan, hoy en día, con las instalaciones adecuadas
para la espera y práctica de las audiencias. A lo anterior hay que sumarle que se
requieren salas especiales para la práctica probatoria testifical, por medio de la
vídeograbación y del circuito cerrado de televisión.
18
En España se han utilizado, con notable frecuencia, las mamparas para evitar que el niño sea
identificado durante el desarrollo de las audiencias. A su vez, en Italia, por conducto, se prevé la
utilización de la distorsión en las imágenes.
19
Como ocurre en España y en Italia.
19
los que el condenado pueda obtener algún tipo de beneficio penitenciario. Lo
anterior, en virtud del principio de igualdad de armas y contradicción.
En este sentido, la víctima lo primero que desea o busca, es una atención adecuada
desde el distinto equipo multidisciplinario que se encarga de atender a los sujetos
victimados. Así pues, debemos decir lo siguiente: todos los puntos señalados como
necesidades se convierten en expectativas, antes de que éstos sean satisfechos. En este
sentido, cada vez que se incumpla alguna necesidad procedimental, se estará
desilusionando a la víctima del delito y, por ende, a la ciudadanía en general, lo que
conduciría a un caos o ruptura en la comunicación entre el poder público y el
gobernado20.
Vg. Hoy en día, cuando llega una víctima del delito o sus familiares a
una agencia del Ministerio Público, lo dejan en una sala de espera
(cuando hay), absolutamente inapropiada, por períodos de tiempo
amplios. Además, en no pocas ocasiones, el tratamiento es
inadecuado, pues el agente del Ministerio Público no está trabajando
en conjunto con los sujetos que proporcionan la atención médica o
psicológica, sino el agente ministerial, en principio, trata con la
víctima, sin que alguien lo asesore sobre cómo hacerlo en cada caso
determinado. Además de lo anterior, cuando se trata de niños, niñas o
adolescentes de explotación sexual comercial, se requiere que existan
agentes del Ministerio Público especializados en el tema, para que,
con independencia de los especialistas, sepan cómo tratar tanto a la
víctima como a sus familiares.
Para evitar esta situación, es indispensable, por un lado, una legislación adecuada y
equilibrada que sea eficiente y garantista, una preparación óptima de los servidores
públicos y una actitud positiva de los mismos, en la que se rompan prejuicios o falsas
20
Sin ánimo de justificar lo ocurrido en San Juan Ixtayopan, Tláhuac, una manifestación clara de
desilusión ciudadana es el linchamiento que fue televisado, el día 23 de noviembre del 2004.
20
creencias de éstos, en determinados asuntos donde se encuentran involucrados niños,
niñas o adolescentes de delitos relacionados con la explotación sexual comercial.
En este sentido, estudios concretos han demostrado que parte de la dificultad para
lograr el cumplimiento de las necesidades y expectativas victimales, se encuentran en:
21
PALOMERO, Silvia; Prevención de la revictimización en niñas y niños víctimas de abuso sexual…
ob. cit.; p.2: “Alrededor del 8% de los delitos de abusos sexuales que se denuncian son alegaciones falsas.
Es un porcentaje bastante reducido pero este hecho ha dañado la credibilidad de la víctima en los casos de
abuso sexual infantil, calando entre los profesionales del ámbito judicial [...] Los profesionales olvidan a
menudo, además, que son muchos más los falsos negativos (retractaciones falsas, por ejemplo) que los
falsos positivos. Son muchos más los casos en los que tuvo lugar el abuso y en los que los niños acaban
retractándose de su historia por presiones y en los que la denuncia es sobreseída por falta de pruebas. Y,
en cualquier caso, se debe recordar que ese niño, aunque la denuncia sea falsa, está siendo sometido a un
maltrato evidente ante el que las instituciones están obligadas a actuar”.
22
Idem, p. 2: “Las investigaciones prueban que los niños tienden a ser considerados testigos menos
fiables que los adultos. En los casos de abuso sexual infantil suele suceder lo contrario, dándose prioridad
al testimonio del menor, pero el problema de los falsos positivos ha generado entre jueces y fiscales
(ministerios públicos), y la población en general, una idea bastante común de que los niños mienten. La
creencia sobre la veracidad del testimonio del menor adquiere una relevancia significativa dado que, al
tratarse de un delito privado, en muchos casos la declaración del niño o niña es la única prueba del caso
contra el presunto agresor. Es su palabra contra la del agresor y, en este caso, la fiabilidad que se le
otorgue como testigo jugará un papel primordial”.
23
Tal cual como se encuentra planteado el sistema procedimental penal mexicano, las primigenias
declaraciones tienen un valor considerable en comparación con retractaciones posteriores, ello derivado
del principio de inmediatez (principio establecido en México que a todas luces es inadecuado). Lo
anterior es tan negativo, como darle valor probatorio a la retractación, sin observar la veracidad de dicha
declaración y su comprobación con el resto del acervo probatorio. Por lo anterior, se debe tener sumo
cuidado al verificar una retractación, en cada caso concreto. En este contexto es acorde lo que señala
PALOMERO, Silvia; Prevención de la revictimización en niñas y niños víctimas de abuso sexual…ob.
cit., p.3, en el sentido de que “cuando el niño se retracta, se tiende a creer con mayor facilidad la
retractación que la versión primera. Para los profesionales y la sociedad es mucho más fácil de creer la
retractación y la absolución del agresor que la responsabilidad de éste en el hecho. No se pone tanto
énfasis en comprobar y validar los motivos que han podido llevar al niño o niña a retractarse como el que
se pone en comprobar la veracidad y fiabilidad de su relato”. A su vez, el estudio en cita señala la
necesidad de implementar atención psicológica especializada para lograr cumplir en cada caso con las
necesidades del niño o niña, que se encuentren en el trance de participar en un enjuiciamiento de carácter
penal.
21
sobre las características del abusador sexual; e) falta de directrices para los
juicios con niños, niñas o adolescentes24.
• Problemas de recursos25.
24
Idem, p. 4. Se han aconsejado ciertas directrices que en la actualidad difícilmente se cumplen a
cabalidad; entre ellas se encuentra: a) la retirada de toga (quitarle formalidad a la figura del juez, para
evitar estigmatizar al menor); b) la explicación a la persona menor de edad del procedimiento; c) el uso de
un lenguaje coloquial y; d) la utilización de los recursos existentes, como el biombo o las salas de
declaración de testigos protegidos, para tomar declaración al menor, si fuese necesario.
25
Idem, p. 4. El estudio en cita únicamente hace alusión a lo que es por todos sabido y esto es la falta de
recursos que se destinan al sistema de impartición de justicia. Esta situación es ampliamente preocupante,
toda vez que es el rubro en el que los estados más deben invertir; ello se debe a que el proceso hay que
entenderlo como un pacificador social. En la medida en la que el estado pueda resolver los conflictos que
en éste se susciten, la sociedad estará en calma; empero, desde el momento en que dicha situación no se
cumpla, es cuando empiezan las revueltas sociales, con independencia del grado de civilización que cada
estado posea.
26
Idem, pp. 4 y 5. Es importante el tema de la problemática probatoria en los asuntos relacionados con
víctimas de explotación sexual infantil; ello se debe a la aparente clandestinidad con la que se cometen
dichos delitos. Sin embargo, es indispensable subrayar que cuando dicha explotación se masifica, dicha
problemática pasa al ámbito de una delincuencia organizada específica y, por ende, se deben utilizar los
mecanismos de investigación para este fenómeno delictivo, a saber: la figura de la víctima-testigo, del
arrepentido, del agente encubierto o con intención supuesta, la infiltración, la provocación policial, etc.
27
Idem, p.5: “Hay casos en los que se retira la tutela y los niños son derivados a centros estatales y en los
casos en que no se retira la tutela, porque el otro progenitor puede seguir haciéndose cargo del niño o
niña, no siempre se toman medidas de alejamiento del agresor y, se dan demasiado a menudo casos de
niños y niñas víctimas de abuso sexual que se ven obligados a seguir conviviendo con éste durante todo el
procedimiento judicial (sea uno de los padres, un profesor, un amigo, etc.). Las medidas administrativas y
de protección no pueden enfocarse sólo y en primer lugar a sacar al niño de casa sino a proteger sus
intereses de manera óptima e impedir el contacto con el supuesto agresor”.
28
Idem, p. 5: “Las entrevistas y declaraciones en varias instancias – policía, hospitales, agencias de
protección, cuerpos periciales, juzgados, etc. – causan un perjuicio psicológico al niño, además de dañar
la credibilidad de su testimonio y la viabilidad del caso. Una vez más, los derechos del niño o niña
víctimas de abuso sexual quedan relegados a un segundo plano". Esta cuestión es un problema
generalizado en todos los sistemas que podamos analizar. Esta cuestión será revisada a profundidad en la
presente investigación.
22
llevó a cabo el VI Congreso de las Naciones Unidas sobre la Prevención del Crimen y
sobre el Tratamiento de los Criminales en el que se proponía más ampliamente la idea
de incluir, en forma clara, un proyecto de código de los derechos de la víctima30.
Asimismo, en el año de 1982, tanto en el IV Simposio Internacional de Victimología así
como en la comisión instituida de la World Society of Victimology, se comenzó a
avanzar en el proceso de formación de los derechos victimales31. Con mayor
concreción, en 1984, en Dubrovnik, Croacia, se realizó una reunión de trabajo sobre los
derechos de las víctimas organizada por el profesor Paul Separovic. Irene Melup, de
Naciones Unidas, realizó una encuesta a nivel mundial, sobre las necesidades de las
víctimas que sirviera de base para la declaración32. Asimismo, el V Simposium
Internacional de Victimología realizado en Zagreb, Croacia, en el año de 1985, se
dedicó, entre otras cuestiones, a estudiar la suerte de la víctima en el proceso penal33
Además, se discutió y perfeccionó el documento, que se presentó ese mismo año al VII
Congreso de prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Milán,
Italia34. En dicho Congreso se debatió y aprobó una "Declaración sobre los principios
fundamentales de justicia relativos a las víctimas de delitos y relativos a las víctimas del
abuso de poder"35, que se dice “...se ha convertido en la ‘Carta Magna’ de las
víctimas...”36. De ahí que parece oportuno citar de forma textual algunos de los puntos
acordados, que son trascendentales para la presente investigación.
“4. Las víctimas serán tratadas con compasión y respeto por su dignidad.
Tendrán derecho al acceso a los mecanismos de la justicia38 y a una pronta reparación
del daño que hayan sufrido, según lo dispuesto en la legislación nacional.
29
GARRIDO, Vicente; y otros; Principios de criminología; Editorial Tirant lo blanch; Valencia; pp. 54 y
55. La celebración del Primer Simposio Internacional sobre Victimología, en el año de 1973; asmismo, el
XI Congreso Internacional de Derecho Penal, celebrado en septiembre de 1974, en Budapest.
30
CORRERA, Michele M. y RIPONTI, Danilo; La vittima nell sistema italiano della Giustizia Penale.
Un approccio criminologico; CEDAM; Padova, 1990; pp. 121 y 122.
31
Idem, p. 122.
32
RODRIGUEZ MANZANERA, Luis; Victimología...; ob. cit., pp. 314 y 315.
33
GARRIDO, Vicente y otros; Principios de criminología...; ob. cit., pp. 660 y 661.
34
RODRIGUEZ MANZANERA, Luis; Victimología...; ob. cit., p. 315.
35
Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia, relativos a las víctimas de delitos y
relativos a las víctimas del abuso de poder; Declaración de la Asamblea General de las Naciones
Unidas de 29 de noviembre de 1985; Resolución40/34;
http://www.unhchr.ch/spanish/htm1/menu3/b/h_copvip49_sp.htm; recopilado con fecha 04/05/2001.
36
RODRIGUEZ MANZANERA, Luis; Victimología...; ob. cit, p. 316.
37
Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia, relativos a las víctimas de delitos y
relativos a las víctimas del abuso de poder...; ob. cit.
38
Este apartado trata todo lo relativo al comportamiento que deben guardar y hacer guardar los servidores
públicos hacia la víctima del delito. El acceso a la justicia y el trato justo se traducen concretamente en
los siguientes derechos: trato a la víctima con dignidad y respeto; derecho a la tutela judicial efectiva:
querellarse o accionar propiamente el órgano jurisdiccional (dependiendo del sistema que se analice).
Derecho a una pronta y efectiva reparación del daño; información adecuada y completa del desarrollo del
procedimiento penal, así como una explicación detallada de las diferentes fases de dicho procedimiento;
23
5. Se establecerán y reforzarán, cuando sea necesario, mecanismos judiciales y
administrativos que permitan a las víctimas obtener reparación mediante procedimientos
oficiales u oficiosos que sean expeditos, justos, poco costosos y accesibles. Se
informará a las víctimas de sus derechos para obtener reparación mediante esos
mecanismos.
6. Se facilitará la adecuación de los procedimientos judiciales y administrativos a
las necesidades de las víctimas:
escuchar a las víctimas, así como prestarles asesoría jurídica completa e integral, durante todo el
procedimiento penal; la guarda de su intimidad; protección a las víctimas, familiares y testigos que
apoyen el dicho de la víctima, evitando cualquier acto de intimidación o represalia; celeridad del
procedimiento penal; establecimientos de instituciones propias del principio dispositivo y de oportunidad
(mediación, arbitraje), para lograr la conciliación y la rápida reparación del daño a favor de la víctima del
delito.
39
RODRIGUEZ MANZANERA, Luis; Victimología...; ob. cit., pp. 409 y 410.
24
acción u omisión victimizadora, el Estado o Gobierno sucesor deberá proveer al
resarcimiento de las víctimas.
12. Cuando no sea suficiente la indemnización procedente del delincuente o de
otras fuentes, los estados procurarán indemnizar financieramente: a) a las víctimas de
delitos que hayan sufrido importantes lesiones corporales o menoscabo de su salud
física o mental como consecuencia de delitos graves; b) a la familia, en particular a las
personas a cargo de las víctimas que hayan muerto o hayan quedado física o
mentalmente incapacitados como consecuencia de la victimización.
13. Se fomentará el establecimiento, el reforzamiento y la ampliación de fondos
nacionales para indemnizar a las víctimas40. Cuando proceda, también podrán
establecerse otros fondos con ese propósito, incluidos los casos en los que el Estado de
nacionalidad de la víctima no esté en condiciones de indemnizarla por el daño
sufrido”41.
Por otra parte, aun cuando no compete a nuestro ámbito de aplicación, cabe
señalar a manera de ejemplo propositivo, lo que se refiere a las acciones adoptadas en
Europa, respecto a la salvaguarda de los derechos de la víctima. La referencia europea
40
La citada Declaración de los Derechos Fundamentales de la Víctima señala dos rubros dispositivos que
permitirían lograr un resarcimiento a cargo del delincuente y, en los casos en los que intervenga un
servidor público en la comisión delictiva, el resarcimiento a cargo del Estado (indemnización). En los
casos en los que no sea suficiente la indemnización procedente del delincuente o de otras fuentes, se
establecen los supuestos en los que se debería basar una posible indemnización a cargo del Estado: A las
víctimas de delitos que hayan sufrido importantes lesiones corporales o menoscabo de su integridad física
o mental, como consecuencia de delitos graves; a la familia, en particular a las personas a cargo, de las
víctimas que hayan muerto o hayan quedado física o mentalmente incapacitadas, como consecuencia de la
victimización.
Para lograr la indemnización a cargo del Estado se propone establecer y reforzar fondos nacionales para
tales efectos, inclusive para los casos en los que el Estado de nacionalidad de la víctima no esté en
condiciones de indemnizarla por el delito cometido.
41
RODRIGUEZ MANZANERA, Luis; Victimología...; ob. cit., pp. 410 y 411.
42
Ibidem.
25
es importante, en el sentido de sondear los lineamientos que se han establecido en
dichos instrumentos internacionales, para realizar un análisis comparativo de los
mismos, con los que a México compete.
En este sentido, la anterior recomendación fue elaborada por considerar que los
objetivos del sistema de justicia penal se expresan tradicionalmente con base a la
relación entre el Estado y el delincuente; por ende, el funcionamiento del sistema tiende
a incrementar y no a disminuir los problemas de la víctima.
Por ello, una función fundamental de la justicia penal se debe basar en la tarea
de responder a las necesidades de la víctima y la de proteger sus intereses, para
incrementar su confianza en la justicia penal y favorecer su cooperación, singularmente
en calidad de testigo. A su vez, el sistema de justicia penal debe atender las necesidades
provocadas directamente por los perjuicios físicos, psicológicos, materiales y sociales
sufridos por las víctimas, sin perjuicio de la satisfacción de todas y cada una de las
necesidades de la víctima que se vayan produciendo a lo largo de todo el procedimiento
penal.
43
Asimismo, el Convenio 116 del Consejo de Europa, celebrado en Estrasburgo, con fecha 24 de
noviembre de 1983, sobre indemnización a las víctimas de delitos violentos.
44
Recomendación N° R (85) 11 “Sobre la posición de la víctima en el cuadro del Derecho y del
Proceso Penal”; aprobada por el Comité de Ministros del Consejo de Europa, con fecha 28 de junio de
1985.
45
Recomendación del Comité de Ministros del Consejo de Europa, para los estados miembros, sobre la
posición de la víctima en el marco del derecho penal y del proceso penal, con fecha 28 de junio de 1985:
“En todas las fases del procedimiento, el interrogatorio de la víctima debería hacerse con respeto a su
situación personal, a sus derechos y a su dignidad. En la medida de lo posible y en los casos apropiados,
los niños y los enfermos o minusválidos mentales deberían ser interrogados en presencia de sus padres o
del tutor o de cualquier persona cualificada para asistirles”.
46
Idem: “La política de información y de relaciones con el público en el marco de la instrucción y el
juicio de las infracciones debería tomar debidamente en cuenta la necesidad de proteger a la víctima de
toda publicidad que implicara un ataque a su vida privada o a su dignidad. Si el tipo de infracción, el
estatuto particular, la situación o la seguridad persona de la víctima requieren de especial protección, el
26
• Protección especial de la víctima en casos de delincuencia organizada (lo cual
pudiese producirse en los casos de explotación sexual infantil)47.
Por otra parte, la Recomendación N° R (87) 21, del Comité de Ministros del
Consejo de Europa, sobre la asistencia a las víctimas y la prevención de la
victimización48, propone, entre otras cosas, que se deben identificar y clasificar a las
víctimas dependiendo de los delitos por los que fueron victimizadas (mencionando de
hecho el supuesto de delincuencia organizada), con la finalidad de darle un tratamiento
de auxilio específico y más profesionalizado49.
Por otra parte, señala que los estados miembros deben velar tanto por las
víctimas como por sus familiares, haciendo hincapié en lo siguiente:
• Ayuda urgente para las necesidades que la víctima pueda tener de forma
inmediata, incluyendo una protección inmediata contra posibles
venganzas del delincuente.
• Medidas para evitar una nueva victimización (por lo que aquí se puede
entender una protección eficaz por parte de la autoridad).
Para que esta ayuda sea eficaz, la propia Recomendación señala la necesidad de
una profesionalización para el personal encargado de prestar el auxilio victimal, además
de coordinar tanto los servicios públicos como privados de asistencia hacia la víctima.
Pero toda esta estructuración de auxilio y protección, para que tenga plena eficacia,
debe de ser informada y explicada de forma más abierta y completa tanto a la víctima
como al público en general; situación en la que también pone hincapié dicho texto51.
proceso penal anterior a la sentencia debería tener lugar a puerta cerrada o la divulgación de los datos
personales de la víctima debería ser objeto de restricciones adecuadas”.
47
LANDROVE DÍAZ, Gerardo; Victimología...; ob. cit., pp. 45-48: "Cuando ello parezca necesario, y
singularmente en los casos de delincuencia organizada, la víctima y su familia deberían ser eficazmente
protegidas contra las amenazas y el riesgo de venganza por parte del delincuente.”
48
Recomendación N° R (87) 21, del Comité de Ministros del Consejo de Europa, sobre “la asistencia a
las víctimas y la prevención de la victimización”; adoptada por el Comité de Ministros el 17 de
septiembre de 1987, en la 410ª reunión de los ministros diputados. CORRERA, Michele M. y RIPONTI,
Danilo; La vittima nel sistema italiano...; ob. cit., pp. 159-161.
49
Véase los artículos 1 y 5 de la Recomendación N° R (87) 21, del Comité de Ministros del Consejo de
Europa, sobre “la asistencia a las víctimas y la prevención de la victimización”; adoptada por el
Comité de Ministros el 17 de septiembre de 1987, en la 410ª reunión de los ministros diputados.
50
Ibidem. Véase el artículo 4 de la citada Recomendación.
51
Ibidem. Véase del artículo 6 al 19 de dicha Recomendación.
27
derechos de la defensa, la cual es una referencia ineludible para el presente trabajo de
investigación52.
Se indica también que los actos de intimidación a los testigos deben ser penados
de una forma separada, es decir como una conducta tipificada por los diversos
ordenamientos penales, con independencia de las medidas de protección que sean
utilizadas a favor de los testigos55.
Respetando los derechos del acusado, los testigos serán proveídos con métodos
alternativos para dar su testimonio, protegiéndolos de intimidaciones que resulten de la
confrontación cara a cara56.
Dentro de las medidas que se aconseja adoptar para el caso de los asuntos
relacionados con el crimen organizado están:
52
Recomendación Nº (97)13 “Of the Committee of Ministers to Member States Concerning
Intimidation of Witnesses and Rights of the Defense; adopted by the Committee of Ministers on 10
September 1997; http://www.coe.fr/cm/ta/rec/1997/97rl3.html; Recopilado con fecha 14 de diciembre del
2001.
53
Ibidem.
54
Ibidem.
55
Ibidem.
56
Ibidem.
28
inminente peligro para la vida, la seguridad del testigo o personas
cercanas a éste.
Señala la Recomendación que el anonimato del testigo ante el acusado debe ser
una medida excepcional. Cuando el ocultamiento de la identidad sea pedido o requerido
por estas personas, o bien, temporalmente garantizado por las autoridades competentes,
la ley deberá proveer de un proceso de verificación, para mantener un balance justo
entre las necesidades del procedimiento criminal y los derechos de la defensa. Esta
última tendrá en este procedimiento la oportunidad de contradecir la necesidad del
anonimato del testigo, su credibilidad y el origen del conocimiento de los hechos58.
Otras medidas se dispondrán para proteger a los testigos, usando por ejemplo
pantallas que desfiguran al testigo o distorsionan su voz. Cuando sea otorgado el
anonimato, la condena o la aplicación de la medida no se basarán únicamente en la
declaración del testigo anónimo.
57
Ibidem.
58
Ibidem.
59
Ibidem.
60
Ibidem.
61
Ibidem.
29
Las medidas que se recomiendan son:
62
Ibidem.
63
Convención de las Naciones Unidas Contra la Delincuencia Organizada...; ob. cit.
30
• Asistencia material, médica, psicológica y social.
En este sentido, establece como principio básico el llamado interés superior del
niño, como presupuesto de partida para el establecimiento de la estructura procesal,
como para todo tipo de resoluciones que se dicten a lo largo del procedimiento penal65.
64
Convención sobre los Derechos del Niño, de la Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas, en su resolución 44-25, 1989. En su artículo 1 señala que: “…se entiende por niño todo
ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya
alcanzado antes la mayoría de edad”.
65
Idem. Artículo 3 de la citada Convención dispone que: “En todas las medidas concernientes a los niños
que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
31
Se establecen, como derechos fundamentales del niño, el derecho a la vida, la
supervivencia y el desarrollo del niño66. De igual forma se establece el derecho a la
identidad67. Este derecho, desde el punto de vista procesal, debe ser protegido de cara a
la sociedad cuando un niño se encuentre inmerso en un proceso penal, pues el
conocimiento de la identidad del niño por parte de la sociedad puede estigmatizarlo,
causando un daño irreparable.
administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés
superior del niño. 2. Los Estados partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que
sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras
personas responsables de él ante la ley y, con este fin, tomarán las medidas legislativas y administrativas
adecuadas”. Así también el artículo 4 de este instrumento indica que: “Los Estados Partes adoptarán todas
las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad a los derechos reconocidos
en la presente Convención. En lo que respecta a los derechos económicos, sociales y culturales, los
Estados partes adoptarán esas medidas hasta el máximo de los recursos de que dispongan, cuando sea
necesario, dentro del marco de la cooperación internacional”.
66
Idem, artículo 6 del citado ordenamiento.
67
Idem, artículo 8.
68
Idem, artículo 12 de la Convención citada.
69
Idem, artículo 16.
32
de aquellos sujetos que los tienen en su custodia70. Asimismo establece la obligación del
Estado para proveerles medios y establecimientos adecuados, donde se les provea de
asistencia especializada para su respectivo tratamiento71. Ello va acorde con el derecho
a la salud que prevé el artículo 24, así como el numeral 39 del citado instrumento, el
cual señala que: “Los Estados partes adoptarán todas las medidas apropiadas para
promover la recuperación física y psicológica y la reintegración social de todo niño
víctima de: cualquier forma de abandono, explotación o abuso; tortura u otra forma de
tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; o conflictos armados. “Esa
recuperación y reintegración se llevará a cabo en un ambiente que fomente la
salud, el respeto de sí mismo y la dignidad del niño”.
70
Idem, artículo 19: “1. Los Estados partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas,
sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o
mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño
se encuentra bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo
tenga a su cargo. 2. Esas medidas de protección deberían comprender, según corresponda,
procedimientos eficaces para el establecimiento de programas sociales, con objeto de proporcionar la
asistencia necesaria al niño y a quienes cuidan de él, así como para otras formas de prevención y para la
identificación, notificación, remisión a una institución, investigación, tratamiento y observación ulterior
de los casos antes descritos de malos tratos al niño y, según corresponda, la intervención judicial”.
71
Idem, artículo 20: “1. Los niños privados, temporal o permanentemente, de su medio familiar o cuyo
superior interés exija que no permanezcan en ese medio, tendrán derecho a la protección y asistencia
especiales del Estado. 2. Los Estados Partes garantizarán, de conformidad con sus leyes nacionales, otros
tipos de cuidado para esos niños. 3. Entre esos cuidados figurarán, entre otras cosas, la colocación en
hogares de guarda, la Kafala del derecho islámico, la adopción o, de ser necesario, la colocación en
instituciones adecuadas de protección de menores. Al considerar las soluciones, se prestará particular
atención a la conveniencia de que haya continuidad en la educación del niño y a su origen étnico,
religioso, cultural y lingüístico”.
72
Idem, artículo 30: “En los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas o personas
de origen indígena, no se negará a un niño que pertenezca a tales minorías o que sea indígena el derecho
que le corresponde, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural, a
profesar y practicar su propia religión, o a emplear su propio idioma”.
73
Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a la Venta de Niños,
la Prostitución Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía. Realizado en la Asamblea
33
sin descuidar los derechos fundamentales del inculpado. Esto es, el propio instrumento
internacional reconoce la necesidad de lograr un sistema de justicia criminal garantista y
eficaz74, de acuerdo a los siguientes razonamientos:
General. Resolución A/RES/54/263 del 25 de mayo de 2000. Entrada en vigor con fecha 18 de enero de
2002.
74
Idem. En efecto, el numeral 8.6 del citado Protocolo, establece que: “Nada de lo dispuesto en el
presente artículo se entenderá en perjuicio de los derechos del acusado a un juicio justo e imparcial, ni
será incompatible con esos derechos”.
75
Idem, artículo 8, inciso a, del citado instrumento internacional.
76
Idem, artículo 8, inciso b, del citado instrumento internacional.
77
Hay que indicar que dicho precepto viene acorde con el artículo 20, apartado B, fracción primera de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
78
Artículo 8 fracción c, del Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño
relativo a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía.
34
Al respecto, es indispensable recalcar que, además de que este precepto es “letra
muerta”, hoy día, en nuestro sistema, dicha tarea debe ser complementada con un
análisis estadístico, que pueda auxiliar a sistematizar las diversas necesidades y
expectativas victimales, respecto a los niños, niñas o adolescentes que son víctimas de
delitos de explotación sexual comercial infantil.
Otro punto que toca el instrumento internacional se refiere a que se logre la debida
asistencia, durante todo el proceso a los niños víctimas79. Esta asistencia debe ser
absolutamente especializada, por medio de un equipo multidisciplinario que permita
atender debidamente a esta clase victimal80. Además, es fundamental destacar la
necesidad de establecer, dentro de las dependencias gubernamentales encargadas de la
investigación y enjuiciamiento, salas adecuadas para realizar este tipo de atenciones y
que también sirvan como lugar de espera cómodo y seguro, que permita transmitir
seguridad a la víctima que va a rendir una declaración testimonial.
Realizado en la Asamblea General. Resolución A/RES/54/263 del 25 de mayo de 2000. Entrada en vigor
con fecha 18 de enero de 2002.
79
Idem, artículo 8 fracción d, del citado Protocolo.
80
Idem, este precepto va acorde con lo señalado en el numeral 8.4 y 9.3 del citado Protocolo.
81
Idem, artículo 8, fracción e, del citado Protocolo.
82
Así lo ha establecido la Convención sobre los Derechos del Niño…ob. cit., en cuyo artículo 3.1.
establece que: “En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o
privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niños”. De igual forma, el artículo
8.3. del Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la Venta de Niños,
la Prostitución Infantil…ob. cit., atiende al principio de interés superior del niño.
83
El artículo 8.5. del Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a
la Venta de Niños, la Prostitución Infantil…ob. cit. Entrado en vigor con fecha 18 de enero de 2002,
dispone que: “Los Estados partes adoptarán, cuando proceda, medidas para proteger la seguridad e
integridad de las personas u organizaciones dedicadas a la prevención o la protección y rehabilitación de
las víctimas de estos delitos”.
84
Idem, Artículo 8, fracción f, del citado Protocolo.
35
aplicado en nuestro país, hasta en tanto no haya una reforma estructural de nuestro
propio ordenamiento (Véase Infra tema VII.)85.
Otra actividad recomendada para los Estados es crear una base de datos
estadísticos, mismos que deben ser confidenciales, que logren sistematizar y
comprender las diversas necesidades y expectativas de esta clase victimal87. Ello es
indispensable para poder lograr un tratamiento adecuado e irlo perfeccionando, en pos
de un sistema eficaz y garantista.
85
En este sentido, el artículo 8.2. del citado Protocolo señala que: “Los Estados partes garantizarán que el
hecho de haber dudas acerca de la edad real de la víctima, no impida la iniciación de las investigaciones
penales, incluidas las investigaciones encaminadas a determinar la edad de la víctima”. Ello conduce a
intentar transmitir una medida que logre una mayor celeridad en las investigaciones, empero ésta se
vuelve ineficaz, derivado del propio sistema de investigación que se encuentra establecido en el
enjuiciamiento penal mexicano.
86
Recomendación sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción
inmediata para su eliminación. Recomendación número 190, Ginebra, 17 de junio de 1999.
87
Idem, artículo 5 señala que: “1) Se debería recopilar y mantener actualizados datos estadísticos e
información detallada sobre la naturaleza y el alcance del trabajo infantil, de modo que sirva de base para
determinar las prioridades de la acción nacional dirigida a la abolición del trabajo infantil, y en particular
a la prohibición y la eliminación de sus peores formas con carácter de urgencia. 2) En la medida de lo
posible, la información y los datos estadísticos antes mencionados deberían incluir datos desglosados por
sexo, grupo de edad, ocupación, rama de actividad económica, situación en el empleo, asistencia a la
escuela y ubicación geográfica… 3) Se deberían recopilar y mantener actualizados los datos pertinentes
en materia de violación de las disposiciones nacionales sobre la prohibición y la eliminación de las peores
formas de trabajo infantil… 6) La compilación y el análisis de la información y los datos a que se refiere
el párrafo cinco anterior deberían llevarse a cabo sin menoscabo del derecho a la intimidad”. A su vez, el
artículo 11 del mismo instrumento señala que: “Los miembros deberían colocar, en la medida en que sea
compatible con la legislación nacional, los esfuerzos internacionales encaminados a prohibir y eliminar
las peores formas de trabajo infantil con carácter de urgencia, mediante: a) la recopilación y el
intercambio de información relativa a actos delictivos, incluidos aquellos que impliquen a redes
internacionales; b) la búsqueda y el procesamiento de quienes se encuentren involucrados en la venta y el
tráfico de niños, o en la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades
ilícitas, la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas, y c) el registro de los
datos de los autores de tales delitos”.
36
internacional judicial y de información, que logre fomentar mayor eficacia en este tipo
de enjuiciamientos88, derivado de la posible transnacionalidad de este tipo delictivo.
Por último cabe señalar que el Convenio 182 de la OIT sobre las Peores formas
de Trabajo infantil89 establece, además de la coherencia idiomática con el resto de los
instrumentos internacionales, que todo Estado miembro deberá designar a una autoridad
competente que se encargue de la aplicación de la asistencia, información, educación,
análisis de este tipo de víctimas e identificación de los problemas específicos. Dicha
autoridad debería dar, entre otras cosas, cabal cumplimiento a los diversos programas de
atención a la víctima del delito, con especial referencia a los niños, niñas o adolescentes
víctimas de delitos de explotación sexual comercial infantil.
Además de sobrepasar los límites del presente trabajo, intentar analizar con
profundidad los diversos programas existentes en atención a las víctimas de los delitos,
sería poco menos que imposible, pues a modo de ejemplo se dice que “en los Estados
Unidos existen al menos 500 programas para las víctimas”90. Lo que sí parece oportuno
es inquirir sobre aquellos que tienen injerencia en la participación victimal en la
impartición de justicia, especialmente en su calidad de testigos o potencialmente
testigos.
88
Idem, el artículo 15, fracciones e) e i), señalan que: “Entre otras medidas encaminadas a la prohibición
y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil podrían incluirse las siguientes: e) simplificar los
procedimientos judiciales y administrativos, y velar por que sean adecuados y rápidos… i) …tomar
medidas para proteger contra la discriminación y las represalias a quienes denuncien legítimamente toda
violación de las disposiciones del Convenio, crear servicios telefónicos de asistencia y establecer centros
de contacto o designar mediadores”. A su vez, el artículo 16 señala que: “Una mayor cooperación y/o
asistencia internacional entre los miembros destinada a prohibir y eliminar efectivamente las peores
formas de trabajo infantil debería complementar los esfuerzos nacionales y podría, según proceda,
desarrollarse y hacerse efectiva en consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores. Esa
cooperación y/o asistencia internacional debería incluir: a) la movilización de recursos para los programas
nacionales o internacionales; b) la asistencia jurídica mutua; c) la asistencia técnica, incluido el
intercambio de información, y d) el apoyo al desarrollo económico y social, los programas de
erradicación de la pobreza y la educación universal”.
89
Convenio 182 de la OIT sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción
inmediata para su eliminación; sesión de la Conferencia: 87; Ginebra; fecha de adopción 17 de junio de
1999; entrada en vigor 19 de noviembre del 2000.
90
SANGRADOR, José Luis; “La victimología y el sistema jurídico penal”, en psicología social y
sistema penal compilación de Florencia Jiménez Burillo y Miguel Clemente; Alianza Universidad Textos;
Madrid, 1986; p. 84. Véase también BOLAND, Mary L.; Crime Victim`s Guide to Justice; Sphinx
Publishing, 2nd ed.; Naperville, Illinois, 2001; pp. 11 y ss.
91
LANDROVE DÍAZ, Gerardo; Victimología...; ob. cit., p. 51, señala que: “Estos programas, y otros que
muy pronto fueron aprobados, tienen por objetivo compensar económicamente las pérdidas producidas
37
Con una visión globalizadora podemos señalar que, hoy en día, por lo que
respecta a Norteamérica, es decir, tanto Canadá, Estados Unidos como México, cuentan
con una multitud de programas de asistencia a las víctimas de hechos delictivos. Por lo
que respecta a Europa, “a partir de la década de los setenta se ha ido consolidando en las
distintas legislaciones nacionales este movimiento de ayuda a las víctimas: en Austria
desde 1972, en Finlandia desde 1973, en Irlanda desde 1974, en Holanda desde 1975, en
Noruega y Alemania Federal desde 1976, en Francia desde 1977, en Suecia desde 1978,
en Luxemburgo desde 1984, en Bélgica desde 1985, etc.”92.
Si bien es cierto que son numerosos y muy variados los programas victimales,
también lo es que este trabajo tiene, por razones lógicas, que dar una visión
globalizadora, proporcionando los principios generales de dichos programas.
por la victimización, sufragar los gastos derivados del tratamiento médico y, en su caso, hospitalización,
resarcir la incapacidad para el trabajo, ayudar a las personas dependientes de víctimas fallecidas y
compensar -de alguna forma- el sufrimiento derivado de la propia victimización”.
92
Idem, p. 71.
93
Idem, p. 73.
38
Respecto a los programas de ayuda a la víctima-testigo, hay que señalar que no
existen como tal en el sistema mexicano, pues el testigo al amparo de nuestro
procedimiento penal está investido de un sinnúmero de obligaciones, pero de pocos
derechos, mal sistematizados.
Por último, referente a los sistemas de protección a testigos, aún cuando la ley
federal contra la Delincuencia Organizada contempla la facultad de la autoridad para
proteger a todo aquel que corra algún peligro, riesgo o intimidación o amenaza, hay que
señalar que dichos mecanismos de protección carecen de una adecuada regulación.
Algunos de estos mecanismos son de difícil aplicabilidad, derivado de la carencia de
infraestructura y recursos.
Aunado a lo anterior, hay que señalar que el Sistema Nacional para el Desarrollo
Integral de la Familia (SNDIF) debería jugar un papel fundamental en apoyo al sistema
de impartición de justicia, en el sentido de fortalecer o colaborar con los diversos
programas de asistencia, ayuda y protección victimal. Sin embargo, si bien es cierto que
dentro de sus facultades se pudiese interpretar la obligación de proveer de auxilio a los
niños, sus atribuciones se encuentran desdibujadas y poco concretas respecto al tema de
los programas con injerencia en el sistema de enjuiciamiento criminal. Todo ello
incumple o deja de observar cabalmente lo previsto en el Convenio 182 de la OIT sobre
la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su
eliminación94, el cual dispone que debe haber una autoridad canalizadora para la
supervisión y exigencia de los derechos de los niños, niñas o adolescentes víctimas de
delitos de explotación sexual comercial infantil.
94
El citado Convenio fue celebrado en Ginebra, en la 87ª Reunión de la Conferencia Internacional del
Trabajo, con fecha de adopción el 17 de junio de 1999 y cuya fecha de entrada en vigor fue el 19 de
noviembre del 2000.
95
Estatuto Orgánico del Sistema Nacional para el Desarrollo integral de la Familia. Publicado en el
Diario Oficial de la Federación con fecha 6 de diciembre del 2001.
96
El artículo 1 del Estatuto Orgánico del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.
39
encuadrar en los supuestos que nos ocupan, esto es, a niños, niñas o adolescentes
víctimas de explotación sexual97.
97
Idem. El artículo 2 señala que: “El organismo, para el logro de sus objetivos, tendrá las siguientes
atribuciones: I. Promover y prestar servicios de asistencia social; II. Apoyar el desarrollo de la familia y
de la comunidad; III. Realizar acciones de apoyo educativo, para la integración social y de capacitación
para el trabajo a los sujetos de la asistencia laboral; IV. Promover e impulsar el sano crecimiento físico,
mental y social de la niñez; V. Promover a la Secretaría de Salud, en su carácter de administradora
del patrimonio de la beneficencia pública, programas de asistencia social que contribuyan al uso
eficiente de los bienes que los componen; VI. Fomentar y apoyar a las asociaciones y sociedades
civiles, así como a todo tipo de entidades privadas cuyo objeto sea la prestación de servicios de
asistencia social, sin perjuicio de las atribuciones que al efecto correspondan a otras dependencias;
VII. Operar establecimientos de asistencia social en beneficio de menores en estado de abandono, de
ancianos desamparados y de discapacitados sin recursos; VIII. Llevar a cabo acciones en materia de
prevención de validez y de rehabilitación de discapacitados, en centros no hospitalarios, con sujeción a la
Ley General de Salud; IX. Realizar estudios e investigaciones sobre asistencia social, con la participación,
en su caso, de las autoridades asistenciales de las entidades federativos y de los municipios; X. Realizar y
promover la capacitación de recursos humanos para la asistencia social; XI. Participar con la Secretaría de
Salud en el Sistema Nacional de Información sobre la asistencia social; XII. Prestar servicios de
asistencia jurídica y de orientación social a menores, ancianos, discapacitados y en general a
personas sin recursos; XIII. Apoyar el ejercicio de la tutela de los incapaces que corresponda al Estado,
en los términos de la ley respectiva; XIV. Poner a disposición del Ministerio Público los elementos a su
alcance en la protección de incapaces y en los procedimientos civiles y familiares que les afecten, de
acuerdo con las disposiciones legales correspondientes;…XVI. Participar en programas de
rehabilitación y educación especial; XVII. Promover, como conducto de la Secretaría de Salud y
coordinadamente con los gobiernos de las entidades federativas y municipales, el establecimiento de
centros y servicios de rehabilitación somática, psicológica, social y ocupacional; XX. Emitir opinión
sobre el otorgamiento de donativos y apoyos a instituciones públicas o privadas que actúen en el campo
de la asistencia social; XXI. Promover dentro de su ámbito de competencia, que las dependencias y
entidades destinen los recursos necesarios a los programas de servicio de salud en materia de asistencia
social…”.
98
LANDROVE DÍAZ, Gerardo; Victimología...; ob. cit., p. 73: “Todas las legislaciones afirman el
carácter subsidiario de la indemnización estatal, es decir, exigen la ausencia de indemnizaciones
alcanzadas por otra vía (caso, por ejemplo, de los fondos nacionales de garantía con relación a los
accidentes automovilísticos). La intervención del Estado en la materia se contempla, pues, como un
último recurso”.
40
real99 (medidas de carácter extraprocesal). A su vez, de forma genérica, los programas
se limitan a la asistencia victimal en los casos de delitos violentos100. Además, los
programas indemnizatorios se aplican por regla general a los daños derivados de delitos
dolosos101; asimismo, no se suelen aplicar las indemnizaciones cuando la víctima
contribuye a su victimización primaria102. También se puede encontrar, como un
denominador común en dichos programas, la ayuda económica inmediata a las
víctimas103. En muchos países, la condición de víctimas que son extranjeros supone un
impedimento para la indemnización104.
99
Ibidem: “Ayudas que –también con carácter general- se conceden incluso en los supuestos en que
resulta imposible perseguir o condenar al autor del hecho delictivo, especialmente en los casos en que éste
se encuentra en paradero desconocido”.
100
Ibidem: “Menos frecuentes son las previsiones indemnizatorias en los supuestos de delitos
patrimoniales; las que existen suelen restringirse a los casos de situación económica desesperada de las
víctimas”.
101
Idem, p. 74.
102
Ibidem.
103
Ibidem. “Con relativa frecuencia, se prevé la posibilidad de conceder, por razones de urgencia, ayudas
provisionales a la víctima o sus derechohabientes y complementos de ayuda, cuando -otorgada ésta- el
perjuicio se hubiere agravado de forma notable. Ambas posibilidades se contemplan, por ejemplo, en la
normativa belga”.
104
Idem, pp. 73-75.
105
Idem, p. 75: “...no faltan los países en los que se requiere una cooperación con la policía en el curso de
las investigaciones o comparecencia para testificar, etc. En definitiva, sólo es indemnizable la víctima
cooperadora. Además de perseguir el reforzamiento de la colaboración ciudadana con la justicia,
exigencias de esta naturaleza se consideran necesarias para actuar como filtro de posibles demandas
fraudulentas”.
106
Ibidem. Este factor es verdaderamente importante ya que es un medio de control para evitar
aprovechamientos victimales, en perjuicio de los procesados injustamente.
107
Idem, p. 76.
41
impuestos estatales se utilizan para distribuir el costo de victimizaciones importantes
entre toda la población”108.
Entre las razones que se esgrimen para justificar este tipo de programas,
Sangrador señala las siguientes:
• Las víctimas de delitos han sufrido, siendo inocentes. Ello puede generar un
sentimiento de injusticia o agravio en la población. Ello se evita a través de
la compensación estatal a la víctima, con lo que se defiende el valor de la
justicia social o reciprocidad equitativa en las relaciones sociales.
Se dice que por medio de la restitución “el culpable del delito es requerido a
reparar el daño causado a la víctima, bien mediante el pago en dinero o a través de algún
servicio. La restitución es realizada (debiera ser realizada110) en el seno del sistema
jurídico penal, lo que en teoría podría conducir a una mejora de las actitudes de los
ciudadanos hacia la justicia y el propio sistema”111.
108
Idem, p. 87.
109
SANGRADOR, José Luis; “La victimología y el sistema jurídico...; ob. cit., p. 84.
110
Hay que precisar que la restitución, que es una consecuencia jurídico-criminal, puede reservarse para
un proceso civil posterior, pues ésta es de naturaleza civil. Ahora bien, lo que se ha querido manifestar en
el párrafo citado es que si dicha restitución se realiza dentro del sistema jurídico penal, repercutiría en la
actitud de los ciudadanos hacia el propio sistema criminal.
111
SANGRADOR, José Luis; “La victimología y el sistema jurídico...; ob. cit., p. 85.
42
Es cierto que los programas de compensación y ayuda a la víctima de delito son
instrumentos de gran envergadura, para lograr una mayor cooperación de la ciudadanía
(víctimas reales y víctimas potenciales) en la impartición de justicia. Sin embargo, no
hay que descuidar la importancia que reviste que un sistema legal se encuentre investido
de fórmulas para lograr una rápida y certera reparación del daño por parte del
delincuente, pues con ello se obtiene un sentimiento de retribución o justicia, lo que
conduciría al fortalecimiento de la confianza ciudadana.
112
Idem, pp. 84 y 85.
113
GARCÍA-PABLOS DE MOLINA, Antonio; Criminología, una introducción a sus fundamentos
teóricos para juristas; Tirant lo blanch; 3ª edición; Valencia, 1996; p. 58
114
SANGRADOR, José Luis; “La victimología...; ob. cit , p. 86.
43
VI.5. Programas de protección para la víctima-testigo
Hoy en día, diversos países cuentan con disposiciones especiales para proteger a
los testigos. Sin embargo, los programas intentan, además de darle salvaguarda tanto a
la persona que depone como a sus allegados, solucionar problemas de la más variada
índole, como pueden ser el laboral, el familiar, etc. Asimismo, se le protege del impacto
negativo que pudiera producirse por los diversos agentes de control formal, o bien,
informal115.
La víctima, aun cuando hoy en día no es parte del el proceso penal, tiene
cubiertos ciertos derechos fundamentales, específicamente contemplados en el artículo
20, apartado B, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
115
GARCÍA-PABLOS DE MOLINA, Antonio; Criminología...; ob. cit., p. 58.
44
• Medidas de protección y auxilio.
C) También, por obvio que parezca, existe la garantía de igualdad ante la ley. Dicha
garantía, que al parecer protege únicamente la igualdad de géneros, también tutela el
principio de necesidad procesal. Esto quiere decir, que en nuestro país no existen, por
regla general, exenciones hacia cierto tipo de sujetos, para ser procesados. Por el
contrario, todo aquel que cometa una conducta delictiva debe ser investigado, procesado
y condenado; ello fomenta la igualdad entre todos los ciudadanos.
45
encargados de impartir justicia. Cabe señalar que en nuestro país no se contempla el
derecho de acción particular o privada, toda vez que en materia penal solamente existe
el ejercicio de la acción pública116.
Esta fórmula tiene el inconveniente de que desplaza a la víctima del delito, como si
ésta fuese ajena a la lesión o puesta en peligro del bien jurídico tutelado y, en
consecuencia, menoscaba una importante expectativa victimal, pues esta expectativa no
forma parte de dicha impartición de justicia.
116
En el caso español, por ejemplo, con la presentación de la querella ante el llamado juez de instrucción,
realmente se esta ejerciendo la acción penal. Además de que en dicho sistema, como en otros tantos, se
contempla la acción particular y la acción privada, instituciones que en México no se encuentran
contempladas.
46
merecer pena privativa de libertad mayor de dos años, tendrá una duración máxima de
un año.
G) Por último, cabe señalar que en los casos de víctimas de explotación sexual
infantil, éstas tienen una triple garantía de privacidad, protección y seguridad, a
saber:
Seguridad, pues a los niños y niñas víctimas de delitos de explotación sexual infantil
no se les constriñe a carearse con el inculpado. Ello se establece con la finalidad de no
volverlos a enfrentar durante la fase del proceso y, con ello, evitar la conocida
victimización secundaria.
47
directo e inmediato de aquel (artículo 21 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos). Se establecen las obligaciones del Ministerio Público de la
Federación, en su función de autoridad investigador durante la averiguación previa; de
tal forma que repercuten directamente en las garantías individuales que a favor de la
víctima consigna la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
I. Recibir las denuncias o querellas que le presenten en forma oral o por escrito sobre
hechos que puedan constituir delito.
II. Practicar y ordenar la realización de todos los actos conducentes a la acreditación del
cuerpo del delito y la probable responsabilidad del inculpado, así como a la reparación
del daño.
VI. Asegurar o restituir al ofendido en sus derechos en los términos del artículo 38…
48
Así pues, entre sus atributos y obligaciones se encontrarían la de verificar que se
proporcione a los niño y las niñas atención médica, psicológica y económica, en su
caso; que se les proporcione protección, cuando esta institución así lo estime pertinente;
verificar que todas las autoridades que intervengan, tanto en la fase de investigación
como de proceso, respeten la dignidad y le proporcionen buen trato a los niños y las
niñas; aportar, durante la averiguación previa, las fuentes de prueba que beneficien los
intereses de los niños y las niñas víctimas; estar presente en todas las diligencias en las
que los niños y las niñas tengan que intervenir a lo largo del procedimiento; sustituir a
los niños y las niñas víctimas del delito, en los casos que sea legalmente posible,
durante la práctica probatoria; poder participar activamente en todas y cada una de las
audiencias del proceso; poder rendir conclusiones finales; hacer uso de la voz en los
casos en los que se pretenda otorgarle algún beneficio penitenciario al condenado;
denunciar cualquier tipo de maltrato hacia los niños y las niñas durante el procedimiento
penal; impugnar todas las resoluciones judiciales que desfavorezcan los intereses de los
niños y las niñas víctimas.
Por su parte, el artículo 3 del C.F.P.P. dispone que: “Dentro del período de
averiguación previa, la Policía Federal está obligada a: I. Recibir las denuncias sobre los
hechos que puedan constituir delitos del orden federal, sólo cuando debido a las
circunstancias del caso aquéllas no puedan ser formuladas directamente ante el
Ministerio Público, al que la Policía Judicial Federal informará de inmediato acerca de
las mismas y de las diligencias practicadas. Las diversas policías, cuando actúen en
auxilio del Ministerio Público Federal, inmediatamente darán aviso a éste, dejando de
actuar cuando el lo determine;…”.
Toda vez que es posible que la policía tenga el primer contacto con la víctima, se
deben agregar las disposiciones necesarias en el artículo de referencia, con la finalidad
de obligar a la policía a que, cuando se encuentre con niños y las niñas víctimas de
algún delito, deba ponerlos a inmediata disposición de un/a especialista que les pueda
brindar las atenciones primarias y perentorias.
“En todo procedimiento penal la víctima o el ofendido por algún delito tendrán derecho
a:
I.- Recibir asesoría jurídica y ser informado, cuando lo solicite, del desarrollo de la
averiguación previa o del proceso.
III.- Estar presente en el desarrollo de todos los actos procesales en los que el inculpado
tenga este derecho.
49
cuenten, que conduzcan a acreditar los elementos del tipo penal y a establecer la
probable o plena responsabilidad del inculpado, según el caso, y la procedencia y monto
de la reparación del daño.
En todo caso el juez, de oficio, mandará citar a la víctima o el ofendido por el delito
para que comparezca por sí o por su representante designado en el proceso, a manifestar
en éste lo que a su derecho convenga respecto a lo previsto en éste artículo”.
50
Público deberá proporcionarle cualquier medio de comunicación de que disponga la
dependencia.
119
El artículo 13 de la L.F.C.D.O. manifiesta: “A las actuaciones de averiguación previa por los delitos a
que se refiere esta Ley, exclusivamente deberán tener acceso el indiciado y su defensor, únicamente con
relación a los hechos imputados en su contra, por lo que el Ministerio Público de la Federación y sus
auxiliares guardarán la mayor reserva respecto de ellas…”. Sin embargo, cabe aclarar que, de forma
inexplicable, la explotación sexual infantil no se encuentra contemplada como una actividad propia de la
delincuencia organizada. El problema radica en que es un error hacer un listado de que pertenece y que no
a la delincuencia organizada, pues toda actividad delictiva donde participen tres o más personas de forma
permanente con propósitos delictivos, con una organización, con la extorsión, la intimidación y la
corrupción como métodos para conseguir dichos fines, será delincuencia organizada.
51
realización de todos los actos tendentes a la acreditación del monto de la reparación del
daño.
Para los efectos de la reparación del daño, los agentes del Ministerio Público de
la Federación deberán, durante la averiguación previa, asegurar o restituir a la víctima
en el ejercicio de sus derechos (de acuerdo al artículo 38 del Código Federal de
Procedimientos Penales). A su vez, en el pliego de consignación (ejercicio de la acción)
deberá señalar el monto de la reparación del daño y los elementos probatorios que
servirán para acreditarlo, a efecto de que en caso de que el inculpado pueda gozar de la
libertada, se le fije una caución acorde a esta cuestión. A su vez, durante el proceso, en
caso de que la libertad bajo caución no proceda, se deberá solicitar el embargo
precautorio del que habla el artículo 149 del Código Federal de Procedimientos Penales.
De igual forma, durante las conclusiones se deberá establecer concretamente el monto
correspondiente a la reparación. En caso de ser posible, se deberá solicitar la restitución
de la cosa obtenida, o bien, el pago del precio de la misma. También se deberá solicitar
la indemnización por el daño material y moral causado, incluyendo el pago de los
tratamientos curativos, tanto médicos como psicológicos.
Por otra parte, en todas las diligencias en las que deba estar presente el sujeto
pasivo del proceso, también deberá estar notificada la víctima del delito. Para efectos de
lo anterior, el Ministerio Público deberá realizar las notificaciones correspondientes. El
problema de esta disposición radica precisamente en los delitos de explotación sexual
infantil, toda vez que la presencia de la víctima se vuelve insostenible. Por ello, se
vuelve indispensable, como veremos a lo largo de la presente investigación, el uso de
los nuevos medios tecnológicos para la realización de la práctica probatoria (Véase Infra
IX.1. de la presente obra).
Por otra parte, para los casos de delitos de violación o secuestro, y en virtud de
la fracción V, apartado B del artículo 20 la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el Ministerio Público deberá informar al representante legal de la víctima u
ofendido sobre la garantía consagrada en la Carta Magna, del derecho de no carearse
con el inculpado, si así lo desea; en este supuesto deberá formular ante la autoridad
judicial la oposición correspondiente al careo.
Así también, en los casos en que la víctima sea niño o niña, se deberán
establecer en el acta las interpretaciones del experto respecto a las declaraciones o
52
comportamientos que éstos pudiesen tener, a lo largo de la práctica de las diligencias
correspondientes.
En otro sentido, se debe agregar un artículo en el Título primero, Capítulo III del
Código Federal de Procedimientos Penales relativo a los intérpretes, en el que se
establezca que, cuando tenga que declarar un niño o niña víctima que pertenezca a una
minoría étnica, deberá estar asistido por un intérprete que tenga conocimientos
especiales relativos a los usos y costumbres del niño o niña, el cual también habrá de
estar asistido en su declaración por un perito experto en la materia.
53
habrá responsabilidad solidaria del Estado y del agente que se negó a llevar al cabo la
restitución señalada.
54
En el Título segundo relativo a la averiguación previa, es pertinente introducir
un subapartado, donde se especifiquen con claridad los diferentes mecanismos de
protección que debe implementar la autoridad investigadora hacia los niños y las niñas
víctimas. Entre estos mecanismos se encuentran la protección policial, el cambio de
identidad de la víctima y de sus familiares, el ocultamiento de ubicación, etc.
Es necesario agregar una fracción posterior al artículo 123 del Código Federal de
Procedimientos Penales, en el sentido de obligar al Ministerio Público a proporcionar
atención médica, psicológica y económica (en caso de necesidad perentoria) a los
niños/as víctimas del delito.
Toda vez que el artículo 127 bis del Código Federal de Procedimientos Penales
señala que: “Toda persona que haya de rendir declaración en los casos de los artículos
124 y 125 tendrá derecho a hacerlo asistido por un abogado nombrado por él. El
abogado podrá impugnar las preguntas que se hagan al declarante si éstas son
inconducentes o contra derecho. Pero no puede producir ni inducir las respuestas de su
asistido”, se extiende la asistencia del abogado hacia los testigos, pues no hace
distinción alguna. En consecuencia, sería pertinente agregar a dicho artículo que, en el
caso de las víctimas, deberán estar asistidas por el abogado victimal y, en caso de que la
víctima sea niño/a, a su vez deberá estar asistido por los integrantes que se consideren
indispensables del equipo multidisciplinario de atención a la víctima.
55
Tal y como se desprende del presente estudio, los capítulos I, II y III del título
cuarto del Código Federal de Procedimientos Penales abarcan el periodo intermedio,
también denominado en nuestro país como “plazo constitucional”. En este sentido, se
tiene que hacer alusión a la posibilidad de instaurar las figuras de la negociación, en el
entendido de que la víctima, específicamente el niño o la niña, por conducto del
abogado victimal, pueda negociar directamente con el inculpado (en los casos de
acusación particular o privada) o bien, por conducto del Ministerio Público, con
supervisión del abogado victimal, en los casos de acusación pública.
Atención psicológica.
Ayuda económica.
Por otra parte, en el artículo 208 del Código Federal de Procedimientos Penales, el
cual señala que “…La inspección debe ser practicada invariablemente, bajo pena de
nulidad, con la asistencia del Ministerio Público o, en su caso del juez, según se trate de
la averiguación previa o del proceso…”, debe haber una reforma, pues según lo
establecido en el cuerpo de esta investigación, en caso de que concurra alguna de las
partes a la inspección, es indispensable que asista también el resto de las partes. En este
sentido, cuando asista a un niño o niña, deberá estar acompañado/a de su abogado
victimal. Éste podrá formular las observaciones que estime pertinentes, para que la
autoridad encargada de realizar la inspección, las asiente en el acta respectivo. Si se
trata de una reconstrucción de hechos, el/la niño/a deberá estar siempre acompañado del
abogado victimal, así como del equipo multidisciplinario de atención a la víctima del
delito.
56
distinta a la de los adultos, pues como se señala, los niños y las niñas deben ser
atendidos con ciertas especificidades para lograr una protección eficaz.
Por otra parte, el artículo 265 del Título sexto, Capítulo VII del Código Federal de
Procedimientos Penales establece que: “Con excepción de los mencionados en la
fracción IV del artículo 20 de la Constitución, que sólo se celebrarán si el procesado o
su defensor lo solicita, los careos se practicarán cuando existe contradicción sustancial
en la declaración de dos personas…”. Si bien es cierto que el numeral citado señala la
excepción obligatoria de carearse para el caso de los menores de edad, también lo es que
dicha medida se encuentra incompleta. Aún así es discutible, ya que, si el/la menor de
edad desea carearse, lo puede hacer. En este sentido, sería necesario adicionar al
precepto invocado que, en caso de que desee carearse el/la menor de edad, deberá
hacerlo asistido del personal del equipo multidisciplinario de atención a víctimas y
acompañado del abogado victimal.
Para lograr lo propuesto, es necesario que todos los artículos actuales de valoración
de la prueba sean derogados, introduciendo en su lugar el concepto de “sana crítica”.
57
el término “indicio”, dogmáticamente, se encuentra mal establecido en la ley, pues
“indicio” en la doctrina dominante significa una prueba indirecta. Ello quiere decir que
cualquier prueba puede ser tanto directa como indirecta y no como actualmente se
encuentra contemplado en nuestro ordenamiento, en el que ciertas pruebas solamente
tendrán un valor indiciario.
58
Que durante la averiguación previa, la autoridad investigadora auxilie a la
víctima para recabar fuentes de prueba.
La regulación sobre el ejercicio de la acción particular o privada por parte de la
víctima o del abogado victimal.
Que como parte del proceso, se le reciban pruebas para acreditar su acción, en
virtud del principio de igualdad de armas.
El derecho de alegar en igualdad de circunstancias que el resto de las partes.
El derecho de impugnar cualquier resolución judicial.
El derecho a ser oída, en caso de que al condenado se le pretenda otorgar algún
tipo de beneficio penitenciario.
59
Es indispensable que se establezca en la Constitución que, siempre que se
encuentre una víctima niño, niña o adolescente, deberá regir el mayor interés del
niño. En este supuesto, se debe restringir el principio de publicidad, para evitar
que el/la niño, niña o adolescente sea estigmatizado/a.
60
Se deben establecer, en la ley, medidas precautorias de carácter personal,
eficaces para evitar una nueva victimización hacia los niños y las niñas que se
encuentren involucrados en un proceso.
Se deben establecer salas e instalaciones especiales en los juzgados para que los
niños/as puedan participar en el proceso en un ambiente adecuado. Esta medida
debe hacerse extensiva a las agencias del Ministerio Público.
A) El juez
Aún cuando sobrepasaría los límites del presente trabajo entrar a fondo al
examen de cada uno de los sujetos que forman la relación del proceso, es necesario y
suficiente, desde las perspectivas adoptadas en este estudio, decir por ahora que,
considerando al juez como aquella persona imparcial que se encuentra única y
exclusivamente supeditada a la ley, en cuyas características se encuentra la potestad
jurisdiccional para decidir sobre cuestiones que afectan a la esfera, tanto patrimonial
como personal, de los justiciables, podemos deducir las siguientes consideraciones:
61
En primer lugar, el juzgador, dada su sujeción a la ley, debe ser el primer garante
de la constitucionalidad y de la legalidad de todos los actos. Por ello, debe velar para
que se cumpla la ley en todo momento, lo que implica la supervisión de que todos los
derechos de la víctima sean cabalmente observados.
Por otra parte, el juez, por sus características inherentes que garantizan sus
valoraciones motivadas y fundamentadas en el derecho, es el único que debiera
determinar una medida de protección en la que, por cualquier motivo, se vean afectados
los derechos fundamentales de alguna persona.
B) El Ministerio Fiscal
120
Directrices sobre la Función de los Fiscales; Aprobadas por el Octavo Congreso de las Naciones
Unidas sobre Prevención del Delito del Delincuente; La Habana, Cuba, del 27 de agosto al 7 de
septiembre de 1990; http://www.unhchr.ch/spanish/htm1/menu3/b/h_comp45_sp.htm. 26/04/2001. Señala
que: “Considerando que los fiscales desempeñan un papel fundamental en la administración de justicia, y
que las normas que rigen el desempeño de sus importantes funciones deben fomentar el respeto y el
cumplimiento de los principios mencionados y contribuir de esa manera a un sistema penal justo y
equitativo y a la protección eficaz de los ciudadanos contra la delincuencia...”.
121
Es el caso de México y de Italia.
122
Directrices sobre la Función de los Fiscales...; ob. cit., Art. 11: <<Los fiscales desempeñarán un
papel activo en el procedimiento penal, incluida la iniciación del procedimiento y, cuando así lo autorice
la ley o se ajuste a la práctica local, en la investigación de delitos, la supervisión de la legalidad de esas
investigaciones, la supervisión de la ejecución de los fallos judiciales y el ejercicio de otras funciones
como representantes del interés público>>. Art. 12: << Los fiscales, de conformidad con la ley, deberán
cumplir sus funciones con imparcialidad, firmeza y prontitud, respetar y proteger la dignidad humana y
defender los derechos humanos, contribuyendo de esa manera a asegurar el debido proceso y el buen
funcionamiento del sistema de justicia penal.>> Art. 13: << En cumplimiento de sus obligaciones, los
fiscales:...b) Protegerán el interés público, actuarán con objetividad, tendrán debidamente en cuenta la
situación del sospechoso y de la víctima, y prestarán atención a todas las circunstancias pertinentes,
prescindiendo de que sean ventajosas o desventajosas para el sospechoso>>.
62
darle asesoría jurídica; tendrá todas aquellas responsabilidades que otorguen las
leyes123.
C) La policía
Por regla general, el primer contacto que tiene la víctima después del suceso
delictivo es con la policía. Ésta tiene una labor fundamental con respecto a la atención
que hay que brindarle, en observar sus necesidades perentorias, en su inmediata
protección, cuando el caso así lo requiera, hasta su puesta a disposición de la autoridad
correspondiente que podrá decidir, en un momento determinado, sobre otra medida de
protección más oportuna o adecuada que la víctima requiera.
123
Idem. Art. 13: “En cumplimiento de sus obligaciones, los fiscales:...d) Considerarán las opiniones e
inquietudes de las víctimas cuando se vean afectados sus intereses personales y asegurarán que se informe
a las víctimas de sus derechos con arreglo a la Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia
para las Víctimas de Delitos y del Abuso del Poder”.
124
En México, antes de la reforma constitucional de 1997, ocurría que la decisión del Ministerio Público
sobre el no ejercicio de la acción penal era inatacable, afectando con ello el interés de la víctima, por no
ser considerada como parte procesal.
63
Estas tareas delicadas exigen una adecuada preparación y formación
profesional125. No debemos, por consiguiente, incurrir en el error de seguir hablando de
una policía implacable y ruda que descubre y persigue a los delincuentes. Debemos, por
el contrario, hablar de una institución policial preparada, conocedora de los derechos
fundamentales y humanos.
D) El abogado de la víctima
Se dice de forma acertada que la figura del “abogado de la víctima”, aun cuando
suena interesante como posibilidad para la adecuada atención del ofendido, “carece aún
de la necesaria definición”126; de ahí la importancia de conocer la finalidad de dicho
sujeto y las facultades y deberes que se le pudieran atribuir, con el objeto de darle un
tratamiento lógico propositivo. Así pues, se podría definir al “abogado victimal” como
aquella institución pública, autónoma y especializada, que brindará a la víctima la
asesoría jurídica integral dentro del procedimiento penal, la representará en el mismo,
velará porque la autoridad (Ministerio Público y Órgano Judicial) le solvente todas las
garantías consagradas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y
denunciará cualquier acto de negligencia, abuso o maltrato hacia la víctima en el
desarrollo del procedimiento penal127. El abogado victimal no depende directamente de
ningún poder, sino su titular es nombrado por el Senado, a propuesta de una terna
enviada por el Ejecutivo, de sujetos de alta honorabilidad y capacidad reconocida.
Aun cuando existe una gran preocupación acerca de la asistencia jurídica que se
le debe de brindar a la víctima128, lo cual a todas luces representa un claro avance, es
125
GARRIDO, Vicente y AA.VV.; Principios de Criminología…ob. cit., p. 676: “Nadie se hace
responsable de las necesidades más urgentes de la víctima del delito. La policía, que normalmente llega a
atender a las víctimas, primero no está bien instruida en lo que debe de hacer con el delincuente,
incluyendo cómo informarle sobre sus derechos, pero no ha recibido formación sobre cómo atender a la
víctima (González Vidosa, 1997b). Se trata, en primer lugar, de reestablecer su seguridad y prestar
primeros auxilios. Después hay que evitar que la víctima de un delito traumático se quede sola, y buscar
familiares u otras personas cercanas que la puedan asistir (Naciones Unidas, 1998). Además de la
asistencia práctica, por ejemplo el traslado y acompañamiento al hospital de una mujer que denuncia una
violación, se ofrece a la víctima para contactar con un cerrajero y un cristalero en caso de robo en casa, o
para establecer contacto con un equipo de terapia de crisis cuando se trata de los supervivientes de un
accidente de circulación”.
126
GARCÍA-PABLOS DE MOLINA, Antonio; Criminología...; ob. cit., pp. 58 y 59.
127
Ibidem: “La finalidad fundamental del abogado de la víctima (abogado que el Estado financia, en su
caso) es dispensar a aquélla el oportuno asesoramiento jurídico y asistencia personal durante todo el
proceso y en las diversas instancias o momentos (ante la policía, la Fiscalía y el Tribunal). Procura evitar,
además, que conocidas estrategias de la defensa del presunto culpable (culpabilización de la víctima),
comportamientos distantes, burocratizados o agresivos de los agentes del control social formal (policía,
fiscal, juez, funcionarios, etc.) o el sensacionalismo de ciertos medios de comunicación incrementen los
padecimientos derivados del delito (victimización secundaria: la víctima como víctima del sistema
legal)”.
128
La preocupación por la asistencia jurídica hacia la víctima, hoy en día, ha tomado una notoria
preocupación internacional. En este sentido, la ONU elaboró los Principios Básicos sobre la Función de
los Abogados; Aprobados por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito
del Delincuente; La Habana, Cuba, del 27 de agosto al 7 de septiembre de 1990.
http://www.unhchr.ch/spanish/htm1/menu3/b/h_comp44_sp.htm 26/04/2001, entre ellos se señala lo
siguiente: “Considerando que en la Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las
Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder se recomiendan medidas que deben adoptarse en los planos
nacionales e internacionales para mejorar el acceso a la justicia y el trato justo, la restitución, la
compensación y la asistencia a favor de las víctimas de delitos. Considerando que la protección apropiada
de los derechos humanos y las libertades fundamentales que toda persona puede invocar, ya sean
64
necesario hacer hincapié en la ventaja de implantar la figura del “abogado de la
víctima”, principalmente por dos razones: en primer lugar, por la especialización que
éstos pueden tener y con ello una mayor calidad en el servicio que puedan brindar. En
efecto, al ser su función principal la atención a la víctima, los profesionales pueden ser
capacitados y sensibilizados, a través de cursos especializados sobre el tema de la
víctima, pues la ciencia se ha desarrollado a tal grado, que es difícil que una institución
o una persona pueda conocer a todas las leyes, tratados, interpretaciones legales, etc.
Con ello queremos hacer hincapié en la inadecuación de tales menesteres para el
Ministerio Público, pues si observamos con atención, algunas legislaciones le otorgan
tantas facultades y obligaciones que difícilmente puedan cumplimentarlas con
propiedad. La segunda razón va enfocada a tener un representante institucionalizado que
sea exclusivamente de la víctima; con ello se pretende adoptar posturas más radicales,
en la defensa de los intereses de la víctima. Por ejemplo, el abogado de la víctima, al ser
una institución ajena al Ministerio Fiscal, puede presionar y hacerle ver a la autoridad
competente, con total rigor, todas aquellas anomalías o carencias que se susciten; con
ello se pueden evitar suspicacias y corruptelas que impidan el desarrollo y la aplicación
de los derechos de las víctimas.
Tal abogado de la víctima debe estar sujeto a una regulación estricta, cuyo
incumplimiento dé lugar a sanciones penales o administrativas, pues el descuido de tales
obligaciones puede ocasionar burocratizaciones y corruptelas, que contribuirían a una
comprensible incredulidad de la ciudadanía con respecto al proceso.
económicos, sociales y culturales o civiles y políticos, requiere que todas las personas tengan acceso
efectivo a servicios jurídicos prestados por una abogacía independiente,...”.
129
GARRIDO, Vicente y AA.VV.; Principios de Criminología...; ob. cit., p. 680: “Mientras que el
acusado siempre tiene el derecho a un abogado de oficio, la víctima del delito no suele recibir ninguna
asistencia de un letrado, salvo que lo cubra una póliza de seguro o que la víctima lo pague de su bolsillo.
Un estudio realizado en los juzgados de Málaga indica que solamente una víctima de cada veinte tiene
alguna representación letrada en el juicio. En el “plan de avanzar en la erradicación de malos tratos”
presentado por la Junta de Andalucía en 1998, se prevén subsidios públicos a abogados de oficio para
mujeres que denuncian malos tratos”.
65
desarrollo de los diversos programas de asistencia, ayuda y protección de la víctima
niño.
66
BIBLIOGRAFÍA
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SOLÉ RIERA, Jaime; La tutela de la víctima en el proceso penal; J.M. Bosch Editor;
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LEYES MEXICANAS
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Ley Federal contra la Delincuencia Organizada
INSTRUMENTOS INTERNACIONALES
Enumeración cronológica
Convención de los Derechos del Niño. Aprobada por la Asamblea de las Naciones
Unidas, Resolución 44/25, con fecha del 20 de noviembre de 1989 y ratificada por
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Directrices sobre la Función de los Fiscales; aprobadas por el Octavo Congreso de las
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del 26 de abril de 2001
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