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Ensayo Del Caso Gonzalez y Otras vs. Mexico

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE TAMAULIPAS

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS

SOCIALES

TEMA
ENSAYO DEL CASO:
GONZÁLEZ Y OTRAS VS. MÉXICO
(“CAMPO ALGODONERO”).

MATERIA
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y
CONVENCIONALIDAD.

MAESTRO
DR. HUMBERTO RUBEN DRAGUSTINOVIS PERALES

EQUIPO CONFORMADO POR:


LIC. MARIA GUADALUPE MORALES RUBIO
LIC. JESSICA ISABEL PÓLITO CRUZ
LIC. LESLIE ALEJANDRA SALAS SILVA

División de Estudios de Posgrado e Investigación


Maestría en Derecho y Procesos Orales.

Tampico, Tamps.,
Miércoles, 28 de Febrero del 2024.
ÌNDICE

INTRODUCCIÓN....................................................................................................................3
GONZÁLEZ Y OTRAS VS. MÉXICO (“CAMPO ALGODONERO”).................................6
LA....SITUACIÓN DE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN MÉXICO DURANTE
LA DÉCADA DE 1990 Y PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI....................................................7
MÉXICO: EVOLUCIÓN DE LAS TASAS NACIONALES DE DEFUNCIONES
FEMENINAS CON PRESUNCIÓN DE HOMICIDIO, SEGÚN AÑO DE OCURRENCIA
1985-2020.................................................................................................................................9
MÉXICO: NÚMERO DE MUERTES DE MUJERES ACCIDENTALES Y VIOLENTAS
(SUICIDIOS Y DEFUNCIONES CON PRESUNCIÓN DE HOMICIDIO), 1990-2020......10
FACTORES QUE PUDIERAN HABER CONTRIBUIDO AL AUMENTO DE LA
VIOLENCIA O FEMINICIDIOS. (HABLAR EN GRAL DE DESIGUALDAD DE
GENERO, DISCRIMINACION, CULTURA MACHISTA Y MISOGINA, IMPUNIDAD,
ANOMIA, FALTA DE CAPACIDAD PARA INV EFECTIVA Y ASI)..............................11
HECHOS DEL CASO EN ESPECIFICO...............................................................................13
DERECHOS VIOLADOS......................................................................................................17
LA SENTENCIA DE CAMPO ALGODONERO, UN ANTES Y UN DESPUÉS PARA LA
VIOLENCIA DE GÉNERO EN MÉXICO............................................................................18
PROTOCOLO.........DE ACTUACIÓN POLICIAL EN MATERIA DE VIOLENCIA DE
GÉNERO.................................................................................................................................18
CONCLUSIONES..................................................................................................................20
BIBLIOGRAFÍA....................................................................................................................21
INTRODUCCIÓN

Es ampliamente reconocido que en México se enfrenta una situación crítica en materia de


derechos humanos, la cual surge de la interacción de múltiples y variados factores,
incluyendo la influencia del crimen organizado, la disparidad social, la impunidad y
corrupción, así como la fragilidad institucional del Estado mexicano.

En esta ocasión hablaremos del caso González y otras vs. México, mejor conocido como el
caso “Campo Algodonero”, fue una de las controversias resueltas por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, sentencia emitida en 2009, la cual forma parte de la
jurisprudencia internacional a la que está obligado observar y es vinculante para el Estado
Mexicano.

Este caso puso de manifiesto la grave problemática de la violencia de género y


feminicidios, o como la corte lo determina en su sentencia, “homicidio a mujeres por
razones de género”.

Su nombre proviene de un lugar ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, México, pues fue
en un “Campo Algodonero”, en donde fueron encontrados ocho cuerpos de mujeres que
fueron secuestradas, torturadas, violadas y asesinadas por una pareja mexicana de asesinos
seriales constituida por Edgar Álvarez Cruz y José Francisco Granados De La Paz.

A partir del año 1993 en Ciudad Juárez, Chihuahua, la ola de violencia, desaparición y
homicidios contra mujeres se fue acrecentando, situación que advirtió la Comisión
Nacional de Derechos Humanos. Solicitando al Estado Mexicano, tomara las medidas
necesarias para tratar de revertirlas, sancionarlas, prevenirlas para la disminución de dicho
fenómeno.
Es importante mencionar que en esos tiempos la industria maquiladora en Ciudad Juárez,
Chihuahua, fue tomando una importante relevancia, por lo que solicitaban la contratación
de mujeres para desarrollar las actividades laborales dentro de la industria relegando un
poco la figura masculina. Siendo aquí un importante razonamiento que al ser la mujer la
proveedora mayoritaria en el hogar o al aportar una cantidad económica mayor a la casa, el
rol del hombre se pudo ver afectado de cierta manera dejando evidente una actitud machista
y discriminatoria hacia las mujeres, y dar pie a una especie de rebelión o venganza hacia
ese poderío que estaba adquiriendo la mujer en las cuestiones laborales mencionadas,
reflejándose así en la desaparición, violencia y homicidios hacia mujeres y niñas.

Es relevante mencionar que, en la sentencia emitida por la Corte, fueron tres mujeres las
víctimas de desaparición y homicidio por razones de género, cuyos nombres eran
Esmeralda de 15 años de edad, Laura que tenía 17 años y cursaba el quinto semestre de
preparatoria y Laura de 20 años.

Ante su evidente desaparición, sus madres tomaron la decisión de acudir al Ministerio


Público a levantar una denuncia por desaparición, fue en ese momento en donde se
encuentran con impedimentos, pues recordemos que para denunciar la desaparición de una
persona tenían que esperar 72 horas para corroborar la misma, y así destacar cualquier otro
elemento ajeno a esta. Ante esta situación las madres toman la decisión de pegar volantes
por la ciudad, realizar llamadas a centros de atención médica, situación que resultó
infructífera porque pasaron las primeras 72 horas para poder optimizar la investigación.

Fue el 6 de noviembre de 2001, cuando los cuerpos de estas tres mujeres fueron
encontrados en un campo algodonero en las afueras de Ciudad Juárez, Chihuahua y fue
ordenado hacer el levantamiento de los cuerpos y recabar las
evidencias. Situación que el Estado reconoce en la investigación que fue realizado en dos
etapas el primero del 2001 al 2003 y el segundo del 2004 al 2009.

El caso atrajo la atención a nivel nacional e internacional, generando presión sobre las
autoridades mexicanas para investigar adecuadamente y llevar a los responsables ante la
justicia. La falta de resolución de muchos de estos casos y la impunidad han sido objeto de
críticas hacia el sistema de justicia en México.

En 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un fallo en el caso


Campo Algodonero contra el Estado mexicano, encontrándolo responsable de violar los
derechos humanos de las víctimas y de no brindar la debida diligencia en la investigación y
persecución de los responsables.

Este caso destacó la necesidad de abordar y prevenir la violencia de género, así como
mejorar el sistema de justicia en México para garantizar que los responsables de tales
delitos sean llevados ante la justicia y se protejan los derechos humanos de las mujeres.
GONZÁLEZ Y OTRAS VS. MÉXICO (“CAMPO ALGODONERO”)

En un lapso de 16 años, es decir, desde 1993, cuando comienzan a documentarse los


primeros homicidios de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, hasta noviembre de 2009,
cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos condena a México a reparar a las
víctimas del caso "Campo Algodonero", la realidad de las mujeres no mejoró
sustancialmente como se hubiera esperado, lamentablemente es el caso contrario. Es
evidente para todos que las mujeres vivimos aún en una cultura marcada por el miedo
constante, una situación que no pasa desapercibida.

En Chihuahua, la violencia y la discriminación contra las mujeres persisten como una


lamentable realidad. Entonces, ¿por qué la sentencia de la Corte IDH en el caso "Campo
Algodonero” ha adquirido tanta relevancia si existen numerosos y diversos casos de
violencia y discriminación contra las mujeres en México, particularmente en Ciudad Juárez,
¿Chihuahua? Las razones son múltiples. La sentencia era esperada, considerando que
transcurrieron más de 15 años desde 1993, cuando la tasa de homicidios de mujeres se
duplicó en comparación con la de hombres en Ciudad Juárez, hasta 2009, año en que la
Corte IDH emitió su fallo. Además, el contexto de violación de los derechos de las mujeres
en Ciudad Juárez trascendió fronteras, como lo demuestra la gran cantidad de informes
enviados a la Corte IDH por diversas instituciones y organizaciones.

Aunque no es la primera vez que un tribunal internacional de derechos humanos condena a


un Estado por no prevenir actos de violencia de género perpetrados por particulares o
personas no identificadas como funcionarios estatales, nunca antes un tribunal en este
ámbito había abordado un caso enmarcado en un fenómeno de tal magnitud.
En este análisis, además de considerar el entorno social, económico y cultural de México, y
la Ciudad Juárez de manera puntual, se abordarán las razones que se consideran relevantes
desde una perspectiva jurídica basándonos claramente en la sentencia de la Corte IDH.

En primer lugar, destaca que esta sentencia representa un hito al ser la primera vez que la
Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) interpreta minuciosamente su
competencia para declarar violaciones al artículo 7º de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como la
"Convención de Belém do Pará". Además, es una de las primeras ocasiones en que la Corte
IDH atribuye responsabilidad internacional a un Estado por violar los derechos a la vida,
integridad y libertad personal, tal como se establece en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, al no cumplir adecuadamente su deber de prevenir acciones cometidas
por personas no vinculadas directamente al Estado.

En segundo lugar, es relevante mencionar que esta sentencia marca un precedente al


adoptar una "perspectiva de género", especialmente en lo que respecta al diseño de
reparaciones.

LA SITUACIÓN DE VIOLENCIA CONTRA LAS


MUJERES EN MÉXICO DURANTE LA DÉCADA DE 1990 Y
PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI.

Con el propósito de ofrecer una representación más clara y una mejor comprensión de la
problemática, presentaremos información extraída del estudio titulado "Violencia
Feminicida en México: Aproximaciones y Tendencias". Dicho
estudio fue elaborado en colaboración por la Entidad de las Naciones Unidas para la
Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres México), el
Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y la Comisión Nacional para Prevenir y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM). Se ha establecido un compromiso
explícito de mantener actualizado y ampliado este estudio de manera periódica, en
concordancia con los avances en la producción de estadísticas de género en este ámbito.

El informe completo documenta de manera detallada la situación de la violencia feminicida


en comparación con otros delitos contra las mujeres que han tenido lugar en el país a lo
largo de un período histórico. En él se recopilan una serie de datos y evidencias oficiales
que sirven como base para respaldar y fomentar la elaboración de políticas públicas
destinadas a erradicar la violencia feminicida. Asimismo, proporciona orientación y
criterios para evaluar las medidas y acciones actualmente implementadas en este sentido.

“Violencia Feminicida. Es la forma extrema de violencia de género contra las mujeres,


producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado,
conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social
y del Estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres.

Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia

Este breve informe se enfoca en los homicidios de mujeres, utilizando datos provenientes
de los certificados de defunción recopilados por el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI), así como de los casos clasificados como feminicidios por las fiscalías
estatales y recopilados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Pública, dependiente de la Secretaría de
Gobernación, así que podemos confiar en la veracidad de lo expuesto. Se ofrece un
resumen conciso de la evolución de los homicidios femeninos con sospecha de ser
homicidios, abarcando el período de 2005 a 2020, tanto a nivel nacional como en las
distintas entidades federativas. Se analiza la ocurrencia de estos crímenes tanto en
contextos domésticos como en espacios públicos, además de proporcionar cifras
relacionadas con homicidios dolosos y feminicidio.

México: evolución de las tasas nacionales de defunciones


femeninas con presunción de homicidio, según año de ocurrencia
1985-2020.

Se presentan los datos relativos al total de feminicidios y homicidios dolosos de mujeres


reportados en las estadísticas de incidencia delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los cuales pueden considerarse equivalentes a
los Delitos Feminicidas por Homicidio (DFPH) antes de que se inicie formalmente el
proceso de investigación con la
apertura de carpetas de investigación en las fiscalías estatales. En 2020, se registraron 3,770
víctimas, cifra ligeramente inferior a la de los DFPH (3,839), lo que indica que las
autoridades iniciaron menos investigaciones formales con información adicional a la
registrada en los certificados de defunción. Durante ese año, se reportaron 975 feminicidios
y 2,795 homicidios dolosos de mujeres, sumando un total de 3,770 mujeres víctimas de
homicidio, lo que equivale a un promedio de 10.3 mujeres asesinadas diariamente. Aunque
la cifra de 2020 es preocupante, el año con el mayor número de casos fue 2019, con 3,840
víctimas, según datos del periodo de 2015 a 2020.

Es relevante destacar que, en 2019, las DFPH reportadas por el INEGI fueron menores que
la suma de las víctimas de homicidios dolosos y feminicidios provenientes de las carpetas
de investigación abiertas. Sin embargo, en 2020, la cifra de DFPH fue mayor que la
reportada por el SESNSP. Hasta septiembre de 2021, el SESNSP registró 762 feminicidios
y 2,104 víctimas de homicidios dolosos, totalizando 2,866 mujeres asesinadas en promedio
durante los primeros nueve meses del año, es decir, un promedio de 10.5 víctimas diarias.

México: número de muertes de mujeres accidentales y violentas


(suicidios y defunciones con presunción de homicidio), 1990-
2020.
Observando esta segunda gráfica, las muertes violentas de mujeres pasaron de 9,573 en
1990 a 12,122 en 2020.
Incluso en el estudio se atreven a expresar que esta tendencia permite sugerir, las fallas u
omisiones durante la fase de investigación de las instituciones que procuran justicia al
investigarlos. En este sentido se ha pronunciado la SCJN al señalar que fallas de origen en
las investigaciones pueden ocultar la comisión de feminicidios.

FACTORES QUE PUDIERAN HABER CONTRIBUIDO AL AUMENTO


DE LA VIOLENCIA O FEMINICIDIOS. (HABLAR EN GRAL DE
DESIGUALDAD DE GENERO, DISCRIMINACION, CULTURA
MACHISTA Y MISOGINA, IMPUNIDAD, ANOMIA, FALTA DE
CAPACIDAD PARA INV EFECTIVA Y ASI)

El hablar de la sentencia de González y otras (Campos de Algodoneros) VS México, resulta


a la fecha ser un tema controversial por las consecuencias jurídicas que desencadenó en el
país y la visibilidad internacional que obtuvo Cd.
Juárez como una cuna de violencia hacían la mujer y cómo surge la discriminación por
motivos de género.

A lo largo de la historia nacional han existido y prevalecido estereotipos que han


encasillado al hombre en el aspecto de mantener y proveer al hogar, dejando a la mujer a
cargo de las responsabilidades de la misma junto con la crianza de los menores hijos. ¿Pero
qué ocurre cuando la historia cambia y los papeles se invierten? Cd. Juárez al ser una
ciudad fronteriza con Estados Unidos de América fue un principal exponente del sector
industrial, por lo cual la mujer en esta zona pasó de ser una administradora de los recursos
traídos por el hombre a la encargada de proveer al hogar, desplazando el papel del
hombre en cuestión.
¿Pero qué tiene que ver el empoderamiento femenino con la desaparición de tres mujeres y
los feminicidios?

La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso "González y otras


vs. México", conocido comúnmente como el caso "Campo Algodonero", representa un
pronunciamiento judicial revolucionario y es reconocido como un antecedente histórico en
el ámbito de los derechos humanos, particularmente en la materia de la violencia de género
y la obligación estatal de prevenir, investigar y sancionar adecuadamente dichos actos.

Este panorama nos muestra un espacio en el cual la mujer tiene más y mejor trabajo que el
hombre, alejándola del consumo de drogas (contrario a lo que sostuvieron en el pasado
autoridades locales, que atribuyeron las muertes a la vida "licenciosa" de las jóvenes
asesinadas, como si ello fuera excusa para crímenes tan terribles). A la vez, el arraigo y los
lazos familiares, como consecuencia de la migración, son muy débiles. Los hombres, con
menores posibilidades de trabajo, se han ido involucrando cada vez más en el ámbito del
narcotráfico y consumen con regularidad una cantidad mucho mayor de drogas
que las mujeres. Se escenifica una guerra de narcotraficantes con sus secuelas de armas,
violencia y desprecio por la vida. En ese escenario, el asesinato de mujeres se ha
convertido en una realidad casi cotidiana.

HECHOS DEL CASO EN ESPECIFICO.


Si bien es importante describir a las principales víctimas de este asunto, el caso inicia con la
desaparición de Laura Berenice Ramos Monárrez, quien en vida fue una estudiante de
preparatoria de 17 años de edad cuyo último acercamiento fue el 22 de septiembre de 2001
consistente en una llamada telefónica a una de sus amigas. La denuncia de su desaparición
fue interpuesta el 25 de septiembre de 2001.

Claudia Ivette González, era trabajadora en una empresa maquiladora al momento de su


desaparición tenía 20 años de edad. Desapareció el 10 de octubre de 2001, ya que ese día
que no se le permitió el ingreso a la maquiladora por haber llegado tan solo un par de
minutos tarde por haber ayudado a su hermana con el cuidado de su hija.

Esmeralda Herrera Monreal, desapareció el 29 de octubre de 2001 al salir de la casa donde


laboraba como empleada doméstica, tenía 15 años de edad y solo había cursado hasta el
tercer grado de secundaria. Lo que une y da nombre tan característico es que los cuerpos de
las tres mujeres fueron localizados en un campo algodonero de Ciudad Juárez el 6 de
noviembre de 2001.

Si bien, se encontró a los presuntos culpables de tales atroces sucesos que marcaron a Cd.
Juárez como un lugar inseguro para ser mujer, dándose a conocer no solo por estas tres
desapariciones quienes resultaban ser parte de la estadística, no habían sido las primeras ni
las ultimas mujeres en sufrir dichos actos inhumanos, si no que ¿Hasta qué punto la
justicia es la solución?
¿Realmente fue la solución? Uno como abogado o estudioso del derecho sabe que el tener
un presunto culpable es solo el comienzo de una larga lucha que a veces ni siquiera tiene un
fin. Ya que la duda comienza desde que fueron encontrados como sospechosos y
presuntamente culpables de la muerte de ocho mujeres cuyos cuerpos fueron encontrados
en el Campo Algodonero.

Fue el 9 de noviembre tan solo tres días después del hallazgo cuando Víctor Javier García y
Gustavo González Meza fueron detenidos y torturados para inculparse por la muerte de las
ocho mujeres. Los agentes realizaron el operativo en las casas de los detenidos, no se
identificaron y los torturaron física y psicológicamente. Amenazaron de muerte, a ellos y a
sus familiares, y los trasladaron a un domicilio particular, donde grabaron su confesión. El
destino para quienes llevaban el apodo de “La Foca” y “El Cerillo” fue la muerte en
circunstancias no esclarecidas y una sentencia condenatoria por cincuenta años en prisión.
¿El estado cumplió con el derecho a la reparación del daño? ¿El condenar o tener una
sentencia ya es por si una reparación? La respuesta es NO.

Las madres y familia de las tres principales víctimas de las cuales don eran menores de
edad no se sintieron conformes con dichos resultados por lo cual hartos de un sistema
corrupto y ennegrecido por lo simple que es borrar información y crear pruebas falsas
manchando la reputación, imagen y demás de mujeres que luchaban por subsistir en una
sociedad opresora consideraban que existía una violación de los derechos humanos de las
mismas por parte del Estado Mexicano y sus agentes, por lo que decidieron agotar todas las
instancias legales posibles y hacerles justicia a sus hijas muertas.

La promoción inicial fue presentada por diversas organizaciones de la sociedad civil ante la
Comisión Interamericana de derechos humanos el 6 de marzo del 2002, en el margen del 8
de marzo día internacional de la mujer. Estos tres casos
fueron admitidos por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en marzo
de 2006, y un año más tarde, en diciembre de 2007, por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.

La pretensión de la Comisión IDH era que se encontrara al Estado Mexicano responsable


por la violación de los siguientes artículos: Convención Americana sobre Derechos
Humanos “Pacto de San José de Costa Rica” ∙ Artículo 4 (Derecho a la vida) ∙ Artículo 5
(Derecho a la integridad personal) ∙ Artículo 7 (Derecho a la libertad personal) ∙ Artículo 8
(Garantías judiciales) 7 ∙ Artículo 19 (Derechos del niño) ∙ Artículo 25 (Protección judicial)
∙ Artículo 1.1 (Obligación de respetar los derechos) Convención Belém do Pará ∙ Artículo 7

La Corte Interamericana, dentro del estudio del caso en cuestión determinó que el Estado
mexicano había incumplido con sus obligaciones internacionales en materia de derechos
humanos consagradas en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En
particular, la Corte encontró que el Estado había violado el derecho a la vida, a la
integridad personal, a la igualdad ante la ley y a acceder a la justicia, en perjuicio de las
víctimas y sus familiares.

El tribunal puntualizo la existencia de una violencia de género estructural dentro de lo más


profundo de la sociedad mexicana, la cual se ve presentada en la discriminación y
vulnerabilidad específica de las mujeres y niñas, así como en la falta de acciones
contundentes por parte de las autoridades estatales. Esta violencia de género, según la
Corte, constituía un factor determinante en la perpetuación de los feminicidios y la
impunidad circundante.

Toma principal interés por tres motivos fundamentales, iniciando con el tema de las
víctimas, las cuales todas ellas eran mujeres de entre los 15 y 25 años de edad, es tan así
que cuando se hace referencia a las mujeres asesinadas en
Ciudad Juárez de 1993 a 1999, se hace una alusión significativa a un estereotipo: "la
mayoría de ellas eran mujeres jóvenes y empleadas de maquila”.

El segundo punto de estudio fue el modo en cómo se habían realizado los ataques a las
víctimas. Destacando por el cautiverio y la violencia sexual. Ya que las víctimas habían
sido sustraídas y mantenidas en cautiverio previo a su muerte y en el segundo apartado los
cuerpos de las mismas se encontraban con rastros de violencia sexual, lo cual caía en la
revictimización y es tan así que contenían signos de tortura.

El tercer apartado que causó de la trascendencia de este caso fueron los signos de violencia
que tenían las víctimas, que, aunque los hechos y homicidios no guardaban una relación
directa bastaba ya que estos compartían el factor de que las víctimas fueron escogidas por
el simple hecho de ser mujeres. Por lo cual existía un grado de violencia incomparable
simple y sencillamente por cuestión de género.

Y resulta increíble el hecho de que el Estado Mexicano se haya esforzado en señalar y


establecer que los casos no guardaban relación alguna, mencionando que los perpetradores
de los crímenes eran distintos ¿Entonces cómo era posible que se culparan a dos hombres
en menos de cuatro días por dichos homicidios?, que las características de las víctimas
también eran distintas y que por tal motivo no debía ser responsable de la desaparición y
muerte de las tres mujeres. Aun, así como se mencionaba el Estado Mexicano aceptó que es
un país en el cual prevalece la cultura del machismo y como consecuencia de ello Ciudad
Juárez estaba enfrentando una gran ola de violencia contra las mujeres. Por lo cual desde
este punto de partida el Estado Mexicano ya se encontraba reconociendo las circunstancias
poco favorecedoras que estaban sufriendo las mujeres dentro del territorio nacional.
DERECHOS VIOLADOS.

Es por todos los motivos esgrimidos con anterioridad que, la Corte IDH en sentencia
emitida el 16 de noviembre de 2009 encontró al Estado Mexicano responsable de la
violación de los siguientes derechos De la Convención:
● Artículo 1 (Obligación de respetar los derechos.)
● Artículo 11 (Derecho a la honra y dignidad)
● Artículo 19 (Derecho de niño)
● Artículo 2 (Deber de adoptar disposiciones de derecho interno)
● Artículo 25 (Protección Judicial)
● Artículo 4 (Derecho a la vida)
● Artículo 5 (Derecho a la Integridad Personal)
● Artículo 8 (Garantías Judiciales)

Por lo que hace a la Convención Belém do Pará:


● Artículo 7

De igual manera las Corte IDH estimó que se habían incumplido otros
instrumentos internacionales como:
● Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra las Personas con Discapacidad.
● Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.
● Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
● Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ("Protocolo de San
Salvador").
● Convención sobre los Derechos del Niño.
● Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.
● Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la
mujer.
● Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra las
Desapariciones Forzadas.
● Manual para la investigación y documentación eficaces de la tortura y otros tratos o
penas crueles, inhumanos o degradantes ("Protocolo de Estambul")
● Manual sobre la Prevención e Investigación Eficaces de las Ejecuciones
Extrajudiciales, Arbitrarias y Sumarias ("Protocolo de Minnesota").
LA SENTENCIA DE CAMPO ALGODONERO, UN ANTES Y UN
DESPUÉS PARA LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN MÉXICO

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) observó una respuesta


inadecuada por parte de las autoridades ante la desaparición de mujeres en Ciudad Juárez,
evidenciando una falta de acción e indiferencia por parte de los agentes de investigación. Se
identificaron retrasos, negligencia e irregularidades en las investigaciones, así como la
pérdida de evidencia y falta de criterio para reconocer la violencia de género como un
fenómeno global. Esto condujo a una directriz clave: la necesidad de una investigación
diligente para evitar la muerte de mujeres y garantizar la rendición de cuentas de los
responsables.

La Corte subrayó que las investigaciones deben iniciarse de manera inmediata y ser
llevadas a cabo con prontitud, involucrando a autoridades policiales, fiscales y judiciales.
Se destacó la importancia de implementar procedimientos y protocolos adecuados para
abordar casos de violencia de género, asegurando que el personal encargado esté capacitado
para identificar y responder adecuadamente a estas situaciones. En resumen, se enfatizó en
la necesidad de una respuesta rápida y efectiva por parte del Estado para localizar a las
víctimas y prevenir futuros delitos.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN POLICIAL EN MATERIA DE


VIOLENCIA DE GÉNERO

En noviembre de 2010, la Secretaría de Seguridad Pública emitió el Protocolo de Actuación


Policial en Materia de Violencia de Género con el propósito de proporcionar a la Secretaría
de Seguridad Pública Federal y otras instancias policiales del país los procedimientos y
mecanismos necesarios para realizar intervenciones eficientes y profesionales en la
detección, identificación, intervención, atención, protección y prevención de casos de
violencia de género. Este protocolo establece seis fases para la intervención de los
cuerpos policiales,
todas dirigidas a llevar a cabo una investigación adecuada de los hechos, priorizando en
todo momento el bienestar de la víctima y sus familiares.

Sin embargo, el 15 de julio de 2015, se publicaron en el Periódico Oficial del estado de


Chihuahua los Protocolos de Actuación en Delitos competencia de la Fiscalía Especializada
en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género de la fiscalía general del
Estado de Chihuahua. Estos protocolos establecen pautas básicas de actuación para el
Ministerio Público, peritos y policía de investigación en casos relacionados con la
desaparición de mujeres o niñas, violación, homicidios por razones de género, violencia
familiar e incumplimiento de obligaciones alimentarias. Es importante destacar que estos
protocolos son de carácter obligatorio para los servidores públicos responsables de llevar a
cabo funciones de investigación.

CONCLUSIONES.
Por lo tanto, se puede concluir a raíz de este caso la obligación ineludible del Estado
mexicano de garantizar, conforme a los estándares internacionales, la prevención,
investigación, enjuiciamiento y sanción efectiva de la violencia de género, la cual por lo
visto en cifras en lugar de ir en declive ha ido en ascenso creando una presencia sistemática
de feminicidios en el territorio nacional. De igual forma, se centra en la necesidad ide
otorgar reparaciones integrales a las víctimas y sus familias, incluyendo medidas de
satisfacción, indemnización y garantías de no repetición, las cuales no se han cumplido del
todo y es fecha que genera indignación la forma en que el Estado resuelve los asuntos
similares al caso en cuestión.

Este pronunciamiento jurisprudencial incita a una reflexión profunda sobre la


responsabilidad estatal en la protección de los derechos humanos de todos los individuos,
especialmente de aquellos grupos históricamente vulnerables, como lo son las mujeres.
Además, subraya la importancia de fortalecer los mecanismos de protección y garantías
judiciales para asegurar el acceso efectivo a la justicia para las víctimas de violencia de
género.

En consecuencia, el caso Gonzales y otras (Campo Algodonero) vs México, exhorta a las


autoridades gubernamentales a adoptar medidas legislativas, administrativas y judiciales
adecuadas para abordar las causas estructurales de la violencia de género, promoviendo una
cultura de respeto a los derechos humanos y la igualdad de género en todos los ámbitos de
la sociedad.

BIBLIOGRAFÍA

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GÉNERO, PODER E INJUSTICIA. Acta bioethica, 9(2), 219-228.
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