Transexualidad en La Infancia Un Regalo Inesperado
Transexualidad en La Infancia Un Regalo Inesperado
Transexualidad en La Infancia Un Regalo Inesperado
3ª Mesa Redonda
Hola familia…
Supongo que quizás no sepas porqué te escribo, no tengo otra manera de contaros
en primera persona lo que llevamos años viviendo en silencio en casa Juan y yo.
Si me conocieseis bien, sabríais que no tomo ninguna decisión importante sin medi-
tarla un millón de veces, pero que a pesar de todo, es cierto que al final el corazón
me puede y aunque la razón dude cada día, de si hace lo correcto o no, deseando
que sea una equivocación, mi corazón me dice que no me equivoco y juro que de-
searía con todas mis fuerzas que lo fuera pero ya no podemos negar lo evidente…
Lo que estamos viviendo es muy duro nos ha costado mucho enfrentarnos al día
a día, en estos momentos porque vivimos con el miedo de quién nos va a dar otra
patada en el culo, ¡algo que por suerte hasta ahora no habíamos experimentado
mucho!
La gente que nos conoce y nos quiere, siempre nos ha apoyado, cuando empezamos
con la casa, el estudio, las oposiciones de Juan y cerrar la empresa que él llevaba,
la adopción, el viaje humanitario de Juan este año e incluso la aventura de acoger
a Yexi a pesar de que de esa aventura aún me sigo recuperando porque tengo que
reconocer que la sigo queriendo mucho en el fondo de mi alma y he aprendido que
por desgracia el amor no todo lo puede solucionar
Lo que estamos viviendo era algo que se venía cociendo a fuego lento en un cuerpito
que todos queremos y que se llamaba Sara ¡¡¡A nadie más que a mi le cuesta decirle
adiós!!! Y es muy cruel decirme que yo la aliento o la fomento algo así, porque no es
cierto, sólo le permito que sea ella misma como me hubiera encantado poder hacer
a mí y no vivir una infancia encorsetada con la idea de que sólo podía hacer aquello
que mis padres aprobasen, el resto era impensable para mi, así que opté por ser una
buena niña y he tenido una infancia que no recuerdo con ningún cariño especial.
Eso tampoco es cumpla de nadie, cada padre lo hace lo mejor que sabe, aunque se
equivoque, siempre desde el amor.
Como nosotros… aunque nos equivoquemos creemos con mucho miedo y alguna
duda que hacemos lo mejor para ella, “una niña” que desde los dos años me viene
manifestando que es un chico: “mami, a mi no me pongas ni coleta ni trabitas que
yo soy un chico”. Con tres ya me dice sentado en el orinal y metiendo su cabecita
casi dentro: "Ves mamá yo tengo un pene pequeñito, está ahí a dentro y me va a
crecer". Yo todo esto lo escuchaba y no le hacía mucho caso, sólo le respondía: "No
cariño, tú eres una niña" y seguía con mi vida.
Pero las cosas de la vida y creo que mi gran sentido de la responsabilidad hizo que a
pesar de que por las tardes me resulta más difícil dejar a las niñas me fui a una charla
de cómo "Educar en la igualdad sexual a nuestros hijos”, qué ignorante es uno con
40 años, pensé cuando escuché por primera vez en mi vida que existían los niños
transexuales y me asusté porque en cuanto la ponente empezó a hablar yo veía a mi
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hija en cada frase y pensé: "¿Esto qué es?" y por supuesto no podía irme de allí sin
preguntar y así lo hice: "Tengo una niña. ¿¿China, adoptada de tres años que lleva
meses diciéndome que es un niño?? Y me preguntaron y tú que le contestas y yo le
dije: "No cariño tú eres una niña" y me corrigieron con la siguiente afirmación que
parece obvia pero en la que yo nunca había caído: Muy mal, si a un niño tan pequeño
que te confiesa lo que siente cada vez que te lo manifiesta le respondes con un NO,
ese niño con el tiempo dejará de confesarlo ya que pensará que eso está mal ya que
su madre no lo aprueba". ¡Que la edad en la que un niño está formado mentalmente
es a los tres años pero que lo dejase crecer y veríamos "¡Joder! Es verdad" pensé y
me fui a casa a contárselo a Juan que por supuesto está conmigo en esto y todo lo
que nos une y decidimos que cada vez que ella lo dijera nosotros simplemente no
íbamos a decir nada ya que no encontramos otra respuesta que nos pareciera bien,
así que el silencio a partir de ahí iba a ser nuestro aliado
¡Vidas que siempre que hemos podido y la economía nos ha permitido hemos com-
partido con ustedes! ¡En todos y cada uno de los momentos importantes estáis a
nuestro lado y lo celebramos juntos!
Es cierto que, en este último año, no es que ella no siguiera manifestándose es que
quizás yo sabía que ella se sentía un chico la cosa no fue a más o simplemente y
seguramente así sería ella no necesitaba con su edad nada más que lo que tenía! El
cariño, el amor y el acompañamiento de papá y mamá.
En este tiempo un día que estaba en el baño sentada haciendo pipí viene, me agarra
y me dice: "sabes qué mamá, yo me siento un niño por dentro y por fuera" y yo que
ya había hecho el curso para formarme en esta realidad le contesté entre lágrimas:
"Cariño, papá y mamá te van a querer seas un niño o una niña igual" y mi pequeña
suspiró como el que se quita un peso de encima y se pasó toda la tarde besándome
y abrazándome, algo que es poco habitual en ella, ya que no es demasiado afectiva
después de sus primeros meses de vida porque como a todo en esta vida a querer
también nos tienen que enseñar
Cosas como:” ¡¡¡Mami yo soy un chico sin pene!!! o ¡¡¡Cuando yo sea mayor tú me
vas a cortar las tetillas!!!, son comentarios que para un niño de cuatro años no son
normales. Yo en la revisión con su pediatra a los 4 años ya le comenté lo que la niña
me decía y me dijo que no se lo fomentase, pero lo cierto es que no puedo mirar
para otro lado, ¡¡¡no se le ha roto un brazo!!! Y este año con la revisión de Cloe se
lo volví a decir y a comentarle en qué momento estábamos (ya tiene el pelo corto,
lleva ropa interior y exterior de chico y quiere que le llamemos David) y se le saltaron
las lágrimas y me dijo que éramos unos buenos padres y que lo estábamos haciendo
muy bien
¡¡¡Cómo iba a sacar yo fuera de mi casa algo así sabiendo que había personas que no
lo iban a entender y que quizás algún comentario pudiera hacerle daño!!! Después
de que Juan me dijera que sí, que si quería ir de chico que se lo comprase, que no
pasaría nada, yo no podía parar de llorar, antes de ir a la tienda llamé y le hice la con-
sulta a una psicóloga infantil que me dijo que no me preocupara, que era la niña la
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En junio cuando ya casi iba a acabar el curso un día viene llorando del cole y me dice
que le van a dar un diploma el día de la entrega de notas y yo le pregunto que porqué
llora que eso es una buena noticia y su respuesta es: "me van a dar un diploma rosa
de niña y yo soy un chico", me dio tanta penita que intenté cambiarlo hablando con
la profesora pero me dijo que eso venía de imprenta y que no lo podíamos cambiar,
así que recogimos un diploma que no quiere ni ver, y guardado está! ¡Qué injusto!
¡La sociedad es tan binaria que no da opción a otra realidad y mi peque no tiene un
diploma del que se sienta orgulloso!
En todo este tiempo nunca hemos escondido sus gustos, ya el año pasado por su
cumple todo eran pelotas y cosas de fútbol No es sólo una niña a la que le gustan las
cosas de niño, como puede ocurrirles a otras niñas y que se denomina "Conducta no
adecuada a su sexo” o algo parecido, ella ES y se siente un chico por dentro y eso ni
yo ni nadie lo puede parar…
Es en agosto cuando nos pide que se quiere cortar el pelo como papá, ya que antes
lo llevaba corto pero sin rapar y aunque no es que me apeteciera mucho lo vuelvo a
consultar con la psicóloga y me dice que no le de tanta importancia que es sólo un
corte de pelo y eso la va a hacer feliz, además el pelo vuelve a crecer y pensé: "es sólo
un corte de pelo y más a mí que me encantan las mujeres con el pelo corto pero en
el fondo de mi corazón yo sabía que este no era sólo un corte de pelo, que significaba
algo más" pero convencida de que hacía lo mejor para mi hija accedí. Y como sospe-
chaba ese pelo nunca más volvió a crecer.
Después vino el cambio de armario ya que apenas se quería poner su ropa y sólo
quería vestirse de futbolista, de las bragas ni nombrarlas porque yo se las ponía y
se las quitaba Otra vez lo consulto y me dicen que le ponga la ropa de niño Ese día
fue muy duro, le dije a Juan que se quedara con las niñas que yo iba a casa y quería
hacerlo sola, quería decirle adiós a mi princesita, pero no podía Todavía a pesar de
lo andado me cuesta mucho y no sabéis lo duro que se hace sabiendo que parte de la
sociedad no nos acompaña Pero si me imagino que la familia tampoco lo va a hacer
ya me hundo por completo, por eso os lo cuento, ¡para haceros partícipes y que con
el tiempo podáis apoyarnos aquellos que no lo entiendan!
Y a los días, en agosto, estábamos en el coche y nos dijo: "quiero que me llaméis
Carlos", Juan y yo nos miramos y no dijimos nada, íbamos a la playa con ellas, al rato
jugando en la arena Cloe dijo: "Carlos ven!" y nos quedamos helados.
Para Cloe, su hermana siempre ha sido un niño, desde que tiene uso de razón su her-
mana le ha dicho que es un niño, entonces claro que para ella es fácil llamarla por un
nombre de niño porque es lo único que le falta, pero para nosotros no es tan sencillo,
¡¡¡tenemos muchos prejuicios!!!
El otro día en el colegio la cuidadora de la tarde se puso mala y vino una sustituta que
se llamaba Sara y Cloe llegó a casa y me dijo: Sabes qué mamá vino Sara, ¡¡pero era
una Sara chica porque nuestra Sara es un chico!! y yo entendí que era así de simple,
aunque yo no lo quiera mi Sara es un chico!
En estos meses desde mayo hasta ahora hemos hablado con tres psicólogos y cuatro
pediatras y todos nos dicen lo mismo que estamos en el camino adecuado, incluso
nos felicitan cosa que no me consuela porque vivo con el miedo constante de no
equivocarme…
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3ª Mesa Redonda
Un día le dije: "Sabes qué, mamá y papá ayer vimos un programa en el que salían
niños que habían nacido niños y querían ser niñas y niñas que habían nacido niñas y
querían ser niños" y me contestó tan tranquila: "ahh sí, pues como yo"!!. ¡¡¡En Inter-
net hay un documental de TVE de Documentos TV que se llama "El Sexo Sentido", si
podeís verlo sería muy útil porque al final de lo que me he dado cuenta es que lo que
nos falta es información!!! Mi hij@ está san@!!!
¿¿¿El nombre ha sido algo que también me ha enfadado como tantas cosas de este
proceso por mi propia frustración, que está siendo tan duro y del que cada día me
pregunto que porqué a mí me ha puesto la vida esta prueba tan difícil??? ¡Una niña
adoptada Estoy convencida que la lotería no me tocará nunca más!
¡¡¡Le he preguntado enfadada porque ahora David si hace dos meses nos dijo que
Carlos!!! Y me responde que porque le gusta y por Abueli, así que con más rabia me
voy a mi madre y le pregunto qué le ha dicho a la niña que ahora se quiere llamar
David y me contesta, nada yo le dije que me gustaba el nombre de Álvaro. Y yo in-
sisto algo le has tenido que decir porque ahora sólo quiere que le llamemos David y
en casa no para de corregirnos y mi madre hace memoria y me contesta: "Ahh sí, le
conté que cuando estaba embarazada de ti si tú hubieras sido un niño yo te hubiera
llamado David” … Y yo pensé, mi hija sólo quiere complacernos, ¡a mí y a mi madre
hasta con la elección de su nombre!
¡¡¡Pero a pesar de que la ley me ampara a partir de los 6 años mi hijo me pide cada
noche después de rezar que quiere que le llamen David en el cole y yo después de
llorar mucho, cada día y a pesar de que yo necesitaría que esto fuese más despacio
sólo puedo abanderar esto y enfrentarme al mundo por su felicidad!!! ¡Nuestra so-
ciedad tiene que cambiar y yo tengo que poner todo mi empeño para que cuando mi
hijo tenga 18 años sea un hombre feliz en una sociedad más justa!
No puede seguir siendo David en casa y fuera una niña, eso no es sano. Cuando salgo
y los meto en el coche tengo que mirar a los lados a ver quién hay en la calle para ver
cómo lo puedo llamar y no ofender a nadie, hemos pensado hasta mudarnos de casa,
de barrio o incluso irnos a vivir a Las Palmas pero sus amigos están aquí y nuestra
vida también y su pasado siempre va a estar ahí no lo podemos cambiar sólo pode-
mos cambiar su futuro y dejar que crezca feliz, que puede que nos estemos equivo-
cando y a veces me gustaría que así fuera y dentro de unos años se vuelve a sentir
una chica pues la volveremos a llamar como quiera y la recibiremos con los brazos
abiertos, no sé de qué otro modo hacerlo, pero lo que sí sé y queremos es no hacerlo
solos, queremos que estén a nuestro lado y sigan viéndoles crecer a David y a Cloe y
que sigan formando parte de nuestras vidas, y piensen que sólo queremos lo mejor
para nuestros hijos y que la decisión que hemos tomado no es ningún capricho sólo
es el destino que parece que nos ha tocado vivir.
No puedo elegir entre mi hijo y mi familia y me dolerá el alma si no nos quieren acom-
pañar porque significará que no lo han entendido y entonces yo no podré hacer nada
más, pero confío en que lo entiendan y por eso he preferido escribiros e informaros