Características de La Edad Media
Características de La Edad Media
Características de La Edad Media
La Edad Media es una etapa en la que podemos observar grandes divergencias en una gran
cantidad de parámetros a lo largo de su transcurso. Asimismo, existen muchas características
típicas de esta edad que con el paso del tiempo han ido cambiando y evolucionando (si bien
algunas de ellas han permanecido durante la modernidad y parte de la edad contemporánea, y de
hecho solo han cambiado en los últimos siglos).
Una de las características que probablemente más destaca de esta etapa es el gran poder y
consideración que obtiene la religión. Las creencias religiosas se vuelven elementos básicos en el
día a día de la población, así como una manera de mantener a la población contenida y
circunscrita a un modelo concreto de realidad.
2. Un mundo teocéntrico
Relacionado con lo anterior, nos encontramos con una etapa en que el mundo se explicaba
fundamentalmente a partir de conceptos religiosos, siendo la realidad producto de la voluntad y la
creación divina. Ello hacía que en el centro de todo estuviera Dios, centrándose la sociedad y gran
parte de los esfuerzos filosóficos en comprender el mundo a través de la divinidad.
Algunos conceptos fundamentales que rigieron la conducta de muchos durante la época son los
culpa y pecado. El hecho de cometer actos considerados deleznables por el que pudieran ser
castigados tanto en esta vida como especialmente tras la muerte impregnaba la sociedad. La
contención y el excesivo control generaron actitudes paranoicas, ocultismos y persecuciones.
Por otro lado, se promovía un ideal del ser humano virtuoso como modelo a seguir, de tal manera
que la conducta quedaba muy delimitada.
Tal vez una de las figuras más odiadas y temidas de la Edad Media es la de la Inquisición, la cual es
responsable de la persecución de lo que se consideraba herejía (como por ejemplo posturas
divergentes con los dogmas oficiales) y de la brujería.
En este último aspecto destaca la caza de brujas, como algo que generó un gran nivel de
persecución y sufrimiento a gran parte de la población. Una gran parte de los malestares,
enfermedades y catástrofes se asociaban al uso de magia y hechicería, culpabilizándose a menudo
a sectores concretos de la población o a personas con características marginales. Asimismo, se
empleo dicha persecución como herramienta política para eliminar adversarios y para mantener
un férreo control de la población.
Además de la religión, otro de los grandes factores identificativos de esta época es la división en
tres grandes clases sociales (nobleza, clero y campesinado) y la existencia de una gran diferencia
entre las atribuciones, roles y derechos de cada una de ellas.
Los nobles eran la clase más alta, estando dentro de las clases privilegiadas y beneficiándose de
derechos especiales. En su mayoría no trabajaban, y solían dirigir tierras y negocios. Gozaban de
posiciones de poder y tenían acceso a la educación. También formaban parte del ejército,
generalmente como altos mandos. En la etapa feudal, eran los propietarios de las tierras que los
campesinos trabajaban, siendo estos sus vasallos. Por encima de ellos estaba el rey (si bien
durante el feudalismo no era infrecuente que algunos señores feudales