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Evaluación Escrita 3MA Lengua y Literatura Textos Literarios y No Literarios

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“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

LENGUA Y LITERATURA
EVALUACIÓN TEXTOS LITERARIOS Y NO LITERARIOS
NO

NOMBRE : APELLIDOS :

FECHA : 13/04/2022 CURSO : 3MA

Nivel de exigencia: 60% Puntaje ideal:43 Puntaje nota 4.0: 26 Puntaje real:

Profesor Yerko Guzmán Godoy

Objetivos ● Analizar textos literarios y no literarios

ÍTEM SELECCIÓN MÚLTIPLE


Lea el siguiente texto y responda las alternativas que a continuación se indican (13 PTS):

1. Hay quienes piensan que el feminismo es una corriente ideológica, yo creo que es un
instinto. Un instinto que como tantos la humanidad ha escondido entre cortesías y
crueldades hasta no dejar en las mujeres sino un recuerdo casual y placentero de algo que
alguna vez nos tuvo en armonía.

2. En busca de tal armonía, las mujeres han sido capaces de inventar bordados preciosos, de
coser tras los balcones como si algo mejor que sus tardes iguales cupiera en el infinito que
se asomaba entre las rejas. Las mujeres ataron sus deseos a los planos y los acariciaron
durante noches largas como días. Las mujeres cultivaban jardines, jugaron a la moda y al
casamiento, se enamoraron del mar y sus prohibiciones, se desenamoraron de la inmensa
playa, cuidaron a los enfermos, idearon paños y cataplasmas, parieron muchos niños y
pastorearon muchos viejos, pero sobre todo cocinaron.

3. Si se pudiera juntar toda la creatividad y la energía que las mujeres han puesto en la cocina
para emplearla, por ejemplo, en conquistar el espacio, hace tiempo que podríamos pasar los
fines de semana en Marte. Pero qué imprecisa y cuánto más penosa hubiera sido la vida si
le quitáramos el tiempo que han pasado las mujeres en la cocina.

4. Tanto han cocinado las mujeres que no siempre estoy segura de qué fue primero, si el
instinto feminista o el culinario. Lo que sí sé es que la combinación de ambos puede ser
fatal.

5. Una tarde esta escribiente preparaba café para el señor de la casa y un amigo suyo que en
su anterior encarnación fue intelectual vienés. Mientras los oía conversar sentados en la
sala como los niños que aún son, tuve a bien preguntarme con disgusto por qué siempre
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

tenía que ser yo la que preparaba el café, por qué no teníamos turnos, por qué a ellos nunca
se les ocurría que preparar el café no era una labor tan atractiva como para que siempre
tuvieran la amabilidad de permitir que yo la hiciera.

6. Estaba yo sintiéndome la mismísima revista Fem cuando la respuesta me llegó con el


chorro de café que debía ir a una taza, debidamente colocada sobre mi brazo. Grité,
maldije, corrí a la sala, como a un hospital, y los intelectuales convertidos en médicos no
encontraron mejor método de salvación, que echarme encima un chorro de crema Nivea
que empezó a hervir al contacto con mi piel ardiendo.

7. Han pasado trece años desde aquella tarde y aún tengo en el brazo la cicatriz que obtuve
por andar queriendo levantarme contra la bien instituida costumbre de que las mujeres
hagan el café y cualquier otra de las cosas que se hacen en la cocina. Aunque detesto
exhibir mi cobardía, viene al caso decir que desde entonces, cada vez que un mal
pensamiento me ataca en la cocina o sus alrededores, lo empujo hasta mi estudio donde
cualquier tesis o demanda feminista es no sólo aceptada sino bien acogida. Fuera de él y de
las largas sobremesas entre mujeres, la señora de la casa intenta adoptar el nombre de
"Marichu".

8. Marichu es una mujer emprendedora y deberosa que cuando toma el cuerpo de otra mujer
la lleva de buen humor a la cocina, a comprar las verduras y la fruta, a escoger el pescado
fresco mirándolo a los ojos y hurgando la piel bajo sus aletas, a revisar sin horror la carne
para que no tenga pellejos, ni esté roja tirando a negro, sino roja tirando a claro.
Marichu jamás pondría como botana un queso picado y unas papitas ruffles. Marichu no
repite cada lunes la misma sopa, Marichu sabe guisar costillas de carnero, pescado a la
Morenita, ostines Bienville, pechugas a la Tosca, tortolitas a la Richelieu, ensalada de abate
Constantino, frituras de naranja con hojas de menta, duraznos a la aranjuez y fresas
mailmaison.

9. Marichu sabe como ninguna que hay algo en un buen café que está gritando a las claras
que una ama de casa conoce lo que trae entre las manos, pues el café no sale exquisito por
casualidad como creen algunas señoras. Tiene que ser de buena calidad y estar bien hecho
para ser el café que haga exclamar a los invitados al oído de sus esposas: "Querida, ¿por
qué no tenemos café así en nuestra casa?"

10. Marichu es un encanto que algunas feminista quemarían en leña verde, entre otras cosas
porque tampoco resuelve del todo los problemas domésticos. Eso lo saben las mujeres por
cuyos cuerpos ha cruzado Marichu, las consecuencias de su paso no siempre son las
mejores. De repente una mañana que en principio iba a dedicarse a estudiar
neurofarmacología o administración o ciencia política, las invade la sensación de que en su
casa no se come como es debido y de que chueco o derecho eso tiene que ver con ellas.
Entonces abandonan los prácticos y generosos cuadernos de cocina que alguna vez publicó
el ISSSTE y que de tantos problemas las han sacado, y se entregan al estudio de los libros
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

de cocina que les han ido regalando sus madres, sus tías, Andrés León, el bazar de
Mayorazgo y hasta ellas mismas. Pasan una hora cambiando la habitual sopa de fideo por
una sopa de sesos y alcachofa, tragan la repugnancia que les provoca leer: los sesos se
limpian muy bien quitando la sangre y la membrana bajo la llave del agua fría. Luego
deciden que basta de bisteces empanizados y cambian a zarzuela de pescado y mariscos a
la Nevada Palace. Al arroz blanco se decide ponerle azafrán y la lechuga orejona se cambia
por unos espárragos frolité. Para terminar, se guardan los duraznos en almíbar y se prepara
una complicada tartaleta de dátil y malvaviscos. Acto seguido se procede a caer en la
cocina tarareando "Estrellita".

11. Toda mujer que pasa por este proceso está siendo tomada por Marichu y le esperan las
emociones más bárbaras. Porque casi al mismo tiempo en que una mujer se convierte en
Marichu, su cónyuge, marido, esposo, compañero o como quiera que la moda llame al
señor de la casa, es tomado por el impredecible Pepón.

12. Pepón es un hombre de apariencia sosegada y alma turbulenta que les gruñe a los perros
falderos, que quiere caldo de frijoles cuando hay sopa de almejas y sopa de hongos cuando
hay de habas. Pepón le teme a los experimentos culinarios, desconfía del instinto femenino,
indaga el estado de los manteles, pregunta por una colección de copas que se rompió en el
primer año de vida en común, nunca encuentra lo que busca en el refrigerador y cambia la
obsesión de los maridos por la política y sus oficinas por una trémula preocupación por el
modo en que se ordenan y deciden las cosas del hogar. Sobra decir que es una calamidad.
Pero de seguro es apenas y lo que Marichu se merece. El marido de la original Marichu
nunca pudo llamarse más que Pepón.

13. Cuando la mujer que abandona su libro científico para entrar a la cocina tiene lista la
comida del día en que la poseyó Marichu, el señor de la casa entra olfateando de manera
extraña y en lugar de prender la televisión y no saludar a los niños, le baja el volumen a la
música y amonesta a los niños por haber enchuecado la nueva litera. Luego los carga y les
da vueltas mientras camina hacia la proverbia Marichu y su eficaz mirada de felicítame.
Por supuesto que no la felicita, pregunta qué huele raro y avisa que invitó a comer a cuatro
amigos. La mujer tomada por Marichu le extiende una sonrisa beatífica. Entonces pone
cuatro cubiertos más y espera que los amigos lleguen, beban sus aperitivos, coman sus
entremeses y pasen a probar la sopa de sesos que salió muy abundante. Cuando todo esto
ha sucedido, Pepón pregunta haciendo un puchero, ¿de qué es la sopa? Marichu le
responde orgullosa y Pepón le recuerda cuánto detesta las alcachofas. Desencantos como
éste cruzan por la pareja platillo a platillo hasta llegar a la tarta de dátiles. Cuando la
enfrenta, Pepón no puede más y estalla en una colección de frases inconexas.

14. Sólo entonces Marichu recuerda la tarde de pasión en que tiró a la basura una hermosa
cesta con dátiles sonorenses regalo de un pretendiente sumiso, para demostrarle a
Peponcito la unicidad de su afecto. Hasta entonces, porque así son los recovecos de su alma
enmudecida, se da cuenta de que una cosa era Pepón y otra los dátiles, y de que a ella le
fascinan los dátiles.
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

15. -Pues los dátiles son una delicia y si no te lo parece será porque tu paladar es ignorante y
cobarde –dice la señora de la casa horrorizando a los cuatro amigos con un
comportamiento tan poco apropiado.

16. -¿Y Marichu? –se dice la mujer mirando a Pepón reírse del otro lado de la mesa-. Se fue
Marichu.

17. -Eres loca –dice el señor de la casa–. Tú que no comes ni carne acusad a mi paladar de
cobarde. Te apuesto a que o hay duraznos en almíbar.

18. -Hay duraznos en almíbar, marca Hérdez y marca La Torre, con hueso y sin hueso, ¿de
cuáles quieres?

19. -De los que tú quieras mi vida, preciosa, teórica maravillosa.

20. ¿Y Pepón? Se fue Pepón. Siempre que Marichu desaparece, Pepón se va también a otra casa
porque sabe muy bien los peligros que correría quedándose a perturbar las costumbres y
los guisos con los que la científica lo cobija a diario. Pepón se va y en su lugar deja a un
señor al lado del cual la vida con sus trabajos y deliberaciones, su generosidad y su
inclemencia, parece menos ardua.

Ángeles Mastretta, Guiso feminista.

1. ¿Qué técnica utiliza la autora para conseguir el propósito comunicativo? (2 pts)


a) la analepsis
b) la analogía
c) la alteración temporal
d) la caracterización
e) la narración

2. ¿Qué tipo de texto es? (2 pts)


a) noticia
b) reportaje
c) novela
d) ensayo
e) monólogo

3. El guiso feminista es: (3 pts)


a) Es un ensayo, porque en él Ángeles Mastretta expone su opinión respecto de las relaciones
entre marido y mujer cuando ellas se desarrollan en el marco de un modelo patriarcal.
b) un cuento realista, porque se trata de un relato breve de carácter ficticio, cuyos personajes
viven una situación que podría suceder en la realidad.
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

c) un cuento fantástico, porque se trata de un relato breve de carácter ficticio, cuyos personajes
viven una situación que no podría suceder en la realidad.
d) una columna porque en ella Ángeles Mastretta se hace responsable de sus dichos y punto de
vista, el cual podría ser polémico para muchas personas.
e) un artículo, porque la autora habla sobre un tema contingente y de interés para hombres y
mujeres que viven en pareja.

4. el tono de la lectura es: (2 pts)


a) jocoso.
b) familiar.
c) popular.
d) irónico.
e) moralista.

5. A partir del texto, ¿quién es Marichu? (2 pts)


a) La autora, quien se pone ese sobrenombre cuando entra a la cocina.
b) Una mujer experta en la cocina gourmet.
c) Una mujer que quería estudiar neurofarmacología, administración o ciencias políticas.
d) El rol que asumen muchas mujeres y que corresponde al que impone una sociedad patriarcal.
e) La narradora, quien no pudo estudiar lo que quería, porque la sociedad la obligó a dedicarse
a la casa.

6. Según lo que afirma el texto, ¿cómo es Pepón? (2 pts)


a) Un hombre de buen temperamento que trata a su familia con amor y comprensión, pero que
le interesa que las cosas en la casa funcionen de forma perfecta.
b) Un hombre impredecible que nunca se sabe cómo va actuar; en un momento puede ser muy
amoroso y en otros se transforma en un monstruo.
c) Un hombre machista, que aunque aparenta ser tranquilo, es un tirano que ofende y degrada a
su mujer en público, porque solo desea que ella cumpla con su rol sin tomar la iniciativa o
actuar creativamente.
d) Un hombre exigente a quien le gusta lucir a su mujer en público, destacando sus destacadas
habilidades de sueña de casa.
e) Un hombre sostenedor que cuida y respeta a su familia y que jamás muestra debilidad ante
su mujer, aunque ella tenga un fuerte instinto femenino.

Texto 2

HIGGINS. — (Colocándose a su izquierda.) ¿Se ha cansado de escuchar sonidos?


PICKERING. — ¡Claro! Es un ejercicio muy absorbente. Yo, que estaba orgulloso por saber
pronunciar veinticuatro vocales distintas, me considero vencido por las ciento treinta de usted. En
muchos casos no percibo la más ligera diferencia entre ellas.
HIGGINS. — (Sonriéndole satisfecho y yendo hacia el piano a comer dulces.) ¡Oh! Eso viene con la
práctica. Al principio no se percibe la diferencia entre ciertas vocales afines; pero luego, a fuerza de
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aguzar el oído, se las encuentra tan diferentes como la "a" y la "b".


(MISTRESS PEARCE, el ama de llaves de HIGGINS, asoma la cabeza por la puerta.) ¿Qué pasa?
MISTRESS PEARCE. — (Vacilante, evidentemente perpleja.) Ha venido una joven que desea verle a
usted.
HIGGINS. — ¡Una joven! ¿Qué quiere?
MISTRESS PEARCE. — Pues dice que usted se alegrará de verla cuando se entere del objeto de su
visita. Parece una muchachuela ordinaria, muy ordinaria. Yo la hubiese despedido; pero pensé que
tal vez la necesitase usted para impresionar algún cilindro. Espero que no habré cometido una falta;
usted me dispensará; a veces no sabe una lo que debe hacer.
HIGGINS. — No se apure, señora. Y esa joven, ¿tiene un acento interesante?
MISTRESS PEARCE. — Yo de eso no entiendo. Lo que a mí me parece es que es una... cualquiera.
¡Tiene unas expresiones!... ¡Bendito sea Dios!
HIGGINS. — (A PICKERING.) La mandaremos pasar, ¿no le parece? (A MISTRESS PEARCE.)
Dígale que pase. (Va a su mesa de trabajo y coge un cilindro para colocarlo en el fonógrafo.)
MISTRESS PEARCE. — (Moviendo la cabeza.). — Allá usted. Yo me lavo las manos. (Se retira.)
HIGGINS. — Pues es una feliz casualidad. Ahora le voy a mostrar a usted cómo registro las voces.
La haremos hablar y, mientras tanto, haré funcionar el aparato Bell, llamado de sonidos visibles;
luego ampliaré todo en el Romie y, finalmente, lo fijaremos en el fonógrafo, de modo que podamos
oír sus palabras siempre que se nos antoje.
MISTRESS PEARCE. — (Volviendo.) Aquí tiene usted a la muchacha.
(La FLORISTA entra vestida de gala. Su peinado está muy cuidado. Su falda de percal,
cuidadosamente remendada, está casi limpia. Lleva una blusa de color chillón, que revela a primera
vista que más bien que de los talleres de alguna gran modista, procede de una prendería. Lo que
más llama la atención es su sombrero de paja con tres plumas de avestruz: amarilla, azul oscura y
colorada. Sus botas apenas si tienen tacón. PICKERING queda conmovido ante aquella figura,
deplorablemente patética, con su inocente presunción. En cuanto a HIGGINS para quien las
personas sólo tienen interés desde el punto de vista de sus estudios fonéticos, entra en materia sin
más preámbulo.)
HIGGINS. — (Brusco, al reconocerla, con no disimulada desilusión.) Pero... ¡qué! ¡Si ésta es la
muchacha cuya pronunciación transcribí anoche! No me sirve para nada. Con media docena de
frases de su jerigonza me basta y me sobra. No quiero gastar un cilindro en ello. (A la muchacha.)
No haces falta; puedes retirarte.
LA FLORISTA. — ¡No se ponga tan bufo, hombre! Un griyo sólo vale medio penique y se l'oye.
Entéres'usté tan siquiera del ojezto de mi vesita. (A MISTRESS PEARCE, que se ha quedado en la
puerta esperando más órdenes.) Señora, ¿l’ha dicho usté que he venío en taxi?
MISTRESS PEARCE. — No hable tonterías. ¿Qué le importa a un caballero como míster Higgins si
usted ha venido en taxi o a pie?
LA FLORISTA. — ¡Anda Dios! Aquí toos a una. ¿Qué s'habrán figurao? Pues sepan ustés que
s'equivocan de medio a medio. Aquí menda, tal como la ven, tie con qué pagar. De modo que al
trigo, como quien dice. El señor aquí, según le oí decir anoche, da leciones de prenunciación. Pues
yo quiero aprender a prenunciar correztamente, así como suena. Creo que mi dinero vale tanto
como el de otros; y si no, decirlo d'una vez. Con ir a otro profesor, asunto acabao, y tan amigos
como antes.
HIGGINS. — Pero ¿qué está diciendo la tonta?
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

LA FLORISTA. — El tonto será usted si desperdicia la ocasión. Fíjese que estoy dispuesta a pagar
las leciones.
HIGGINS. — (Divertido.) Sí, ¿eh? ¡Vaya, vaya!
LA FLORISTA. — Vamos, parece que se ablanda. ¡ Aaaayyyy!
HIGGINS. — (Crispado.) ¡A esa pílfora la tiro por el balcón! (Avanza amenazador. PICKERING le
retiene. La muchacha lanza gritos de terror y se refugia detrás del piano.)
LA FLORISTA. — ¡Aaaaayyyyy..., aaaaayyyyy!... No me pegue, que no he hecho nada. (Llorando.)
¡Y me ha llamado pílfora, cuando ofrezco pagar como una señora!
PICKERING. — (Acercándose al piano.) No se asuste, hija, que mi amigo no es tan fiero como
parece. Hablando se entiende la gente. Vamos a ver: ¿qué es lo que desea usted?
LA FLORISTA. — (Con voz temblorosa.) Pues mire usté: yo querría entrar de vendedora en una
tienda elegante de flores. Me han dicho que mi tipo no les disgustaba, pero que mi manera de
hablar no era bastante fina. Como el señor se dedica a enseñar a hablar, he venido a ver si nos
entendíamos.
MISTRESS PEARCE. — Pero, muchacha, ¿está usted loca? ¿Cómo va usted a pagar las lecciones?
LA FLORISTA. — ¡Nos ha amolao! Sé yo tan bien como usté lo que valen las leciones. Estoy
dispuesta a pagar lo que pidan en razón. ¡Anda, chúpate ésta, Ruperta! (MISTRESS PEARCE, roja
de indignación, quiere contestar; pero a HIGGINS le ha hecho gracia la cosa, lanza una carcajada
franca y levanta el brazo para imponer silencio al ama; se dirige a la muchacha.)
HIGGINS. — ¿Cuánto pagarías?
LA FLORISTA. — ¡Ah, vamos! Ya sabía yo que bajaría usté los humos al ver la probabilidad de
recoger algo de lo que tiró anoche. (Con confianza, bajando la voz.) Vamos, confiese: estaba algo
alegre, ¿no?
HIGGINS. — (Imperioso.) Siéntate.
LA FLORISTA. — No haga usted cumplidos... Yo...
HIGGINS. — (Con voz de trueno.) Siéntate, te digo.
MISTRESS PEARCE. — Ande, muchacha; haga lo que le mandan. (Le acerca la silla de rejilla.)
LA FLORISTA. — Yo quiero irme. (Se queda en pie, medio asustada, medio reacia.)
PICKERING. — (Muy cortés.) Tome usted asiento, hija mía.
LA FLORISTA. — Gracias, caballero. (Se sienta y mira a PICKERING con gratitud.)
HIGGINS. — ¿Cómo te llamas?
LA FLORISTA. — Elisa.
HIGGINS. — Elisa, ¿qué más?
LA FLORISTA. — Pues Elisa Doolitle. (Dúctil.)
HIGGINS. — Perfectamente... Pues dime ahora: ¿cuánto piensas pagarme por lección?
ELISA. — Pues mire: yo sé por dónde ando. Una muchacha, amiga mía, tiene un profesor de
francés al que paga un chelín y medio por hora. Es un francés de Francia, no se crea usté. Supongo
que usté no se atreverá a exigirme lo mismo para enseñarme mi propia lengua. Yo le ofrezco un
chelín, ni un penique más. Haga lo que quiera.
HIGGINS. — (Se pasea, haciendo sonar sus llaves en el bolsillo.) Sí, vamos a ver, amigo Pickering:
un chelín, en comparación con los ingresos de esa muchacha, equivale a sesenta o setenta guineas
pagadas por un millonario.
PICKERING. — ¿Cómo?
HIGGINS. — Pues sí, verá usted: un millonario tiene un ingreso diario de ciento cincuenta libras.
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

Ella cobra al día media corona.


ELISA. — (Altanera.) ¿Quién le ha dicho que yo sólo...?
HIGGINS. — (Prosiguiendo.) Ella me ofrece dos quintas partes de su ingreso diario. Dos quintas
partes del ingreso de un millonario vienen a ser unas sesenta libras. Es espléndido, es enorme. Es la
oferta mayor que me han hecho hasta ahora.
ELISA. — (Espantada.) ¡Sesenta libras! Pero ¿qué está usté diciendo? Yo nunca le he ofrecido
sesenta libras. ¿Cómo podría yo...?
HIGGINS. — Cállate, mujer, si puedes.
ELISA. — (Quejumbrosa.) Pero si no voy a poder...
MISTRESS PEARCE. — Tranquilícese, muchacha, que nadie le quitará su dinero. ¡Habrá simple!
HIGGINS. — Sí, tranquilízate y no te apures. Y cuidado con dar bien las lecciones; que si no, habrá
azotes. Siéntate.
ELISA. — (Obedeciendo despacio.) ¡Aaayyy...! Ni que fuá usté mi padre.
HIGGINS. — Una vez que yo sea tu profesor, seré peor que "dos" padres. Toma. (Le ofrece su
pañuelo de seda.)
ELISA. — ¿Pa qué es eso?
HIGGINS. — Para que te seques los ojos, para que te seques cualquier parte húmeda de tu cara. No
olvides, ¿eh? Este es tu pañuelo, y ésta es tu manga. No confundas una cosa con otra, si quieres
llegar a ser una vendedora de categoría. (ELISA, completamente confusa, le mira con ojos
extraviados.)
MISTRESS PEARCE. — No le hable usted así, míster Higgins, que no le entiende. Por lo demás,
mucho cuidado (Le quita el pañuelo.)
ELISA. — (Arrebatándole el pañuelo.) Venga, ¡caray! Si me lo dio a mí.
PICKERING. — (Riendo.) Es verdad; creo, mistress Pearce, que el pañuelo le pertenece a ella.
MISTRESS PEARCE. — Bien empleado le está, míster Higgins.
PICKERING. — Hombre, se me ocurre una idea. ¿Se acuerda usted de lo que dijo de la "garden-
party" de la Embajada? Le proclamaré a usted el primer profesor del mundo si lo lleva a cabo. Yo le
apuesto todos los gastos del experimento y el precio de las lecciones encima.
ELISA. — ¡Oh, qué bueno es usté, mi general! Muchísimas gracias.
HIGGINS. — (Mirándole, pensativo.) ¡Menuda faena! Si no fuera por el amor propio que pongo en
estas cosas... Hay que ver sus modales y su facha. Pero no importa. Lograré mi empeño. Haré una
duquesa de esa criatura sacada del arroyo.George Bernard Shaw, Pigmaleón (fragmento)

7. ¿Cuál es el sentido de la palabra DISPENSARÁ en el contexto del segundo parlamento de


Mistress Pearce?
a) Condonará, porque Mistress Pearce le pide a Higgins que la libere de su obligación,
si cometió un error.
b) Perdonará, porque Mistress Pearce le pide a Higgins que olvide la falta, si cometió
un error.
c) Absolverá, porque Mistress Pearce le pide a Higgins que le perdone sus pecados, si
cometió un error.
d) Exculpará, porque Mistress Pearce le pide a Higgins que le descargue la culpa que
tiene, si cometió un error.
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

e) Salvará, porque Mistress Pearce le pide a Higgins que purifique su conciencia si


cometió un error.

8. Proclamaré
a) investiré
b) nombraré
c) aclamaré
d) declararé
e) elegiré

9. HIGGINS. — No se apure, señora. Y esa joven, ¿tiene un acento interesante?


MISTRESS PEARCE. — Yo de eso no entiendo. Lo que a mí me parece es que es una... cualquiera.
¡Tiene unas expresiones!... ¡Bendito sea Dios!
HIGGINS. — (A PICKERING.) La mandaremos pasar, ¿no le parece? (A MISTRESS PEARCE.) Dígale
que pase. (Va a su mesa de trabajo y coge un cilindro para colocarlo en el fonógrafo.)
MISTRESS PEARCE. — (Moviendo la cabeza.). — Allá usted. Yo me lavo las manos. (Se retira.)
HIGGINS. — Pues es una feliz casualidad. Ahora le voy a mostrar a usted cómo registro las voces. La
haremos hablar y, mientras tanto, haré funcionar el aparato Bell, llamado de sonidos visibles; luego
ampliaré todo en el Romie y, finalmente, lo fijaremos en el fonógrafo, de modo que podamos oír sus
palabras siempre que se nos antoje.

¿Qué elementos propios del género dramático se aprecian en el fragmento anterior?


a) acto y cuadro.
b) escena y acotación.
c) mutis y aparte.
d) diálogo y acotación.
e) aparte y diálogo.

10. Según el texto, ¿por qué acude Elisa a la casa de Higgins?


a) porque Higgins le ofreció enseñarles a hablar en forma correcta.
b) porque Higgins deseaba grabarla en su fonógrafo para sus investigaciones.
c) porque Elisa desea aprender a hablar para mejorar sus probabilidades.
d) porque Elisa piensa que él la podrá ayudar a obtener un mejor trabajo.
e) porque Pickering la invita a desafiar a Higgins.

11. Higgins podría caracterizarse como un


I. obsesivo e innovador estudioso de la fonética.
II. hombre de poca paciencia.
III. hombre frío que ve a las personas como objeto de estudio.

a) Solo I
b) Solo II
c) Solo III
d) Solo I y III
e) I, II y III
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

12. En la mitología griega, Pigmalión es un rey que no lograba encontrar a la mujer ideal. Para suplir
su carencia, creó varias esculturas, tal como él imaginaba a esa mujer. Finalmente, Pigmalión se
enamora de una de ellas, Galatea, a quien Afrodita le da la vida.
Se desprende del fragmento leído que la obra de Bernard Shaw se titula Pigmalión porque Higgins

a) esculpirá a Elisa a su manera, tal como el rey crea las esculturas.


b) se terminará enamorando de Elisa, así como el rey se enamora de Galatea.
c) igual que el rey, es un hombre que nunca encuentra a la mujer ideal.
d) decide educar a Elisa para suplir su carencia de mujer ideal.
e) educa a Elisa y con esto ella se transforma en una verdadera mujer, igual que Galatea.

13. ¿Cuál de las siguientes alternativas transforma el texto “Pues sepan ustés que s’equivocan de
medio a medio” a norma culta formal?

a) pues sepan ustedes que se equivocaron de medio a medio.


b) pues sepan ustedes que están super equivocados.
c) pues sepan ustedes que están completamente equivocados.
d) pues sepan ustedes que están requetecontra equivocados.
e) pues sepan ustedes que se equivocan al 100%.

14. se infiere del texto que Higgins acepta la propuesta de Elisa porque
a) le interesa su dinero.
b) ha hecho una apuesta con Pickering.
c) desea ayudarla a obtener el trabajo de vendedora de flores.
d) será convincente tener a otra sirvienta en casa.
e) se compadece de su figura deplorablemente patética.

15. ¿Cuál de las siguientes tesis podría ser argumentada a partir de la obra?

a) los roles masculino y femenino están determinados por las diferencias en el acceso a la
educación.
b) valemos por lo que somos, no por lo que tenemos.
c) los hombres son más inteligentes que las mujeres.
d) la educación es requisito para el progreso social.
e) la discriminación es asimétrica, es decir, siempre se da de la clase alta con respecto a la clase
baja.

Texto 3

Abelardo Arlistán, astuto abogado argentino, asesor agudo, apuesto, ágil aerobista
acicalado. Atento. Amable. Amigo asiduo, afectuoso acechante. Ambicioso. Amante
ardiente, arrecho. Autoritario. Abrazos asfixiantes. Asaltos amorosos arduos,
anhelantes, ansiosos, asustados. Aluvión apagado, artefacto ablandado, apocado.
Agravado. Altamente agresivo, al acecho, Abelardo Arlistán. Arma al alcance,
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

arremete artero, ataca arrabiado, asesina. Atrapado. Absuelto: autodefensa. ¡Ay!

Luisa Valenzuela, Palabras Parcas

16. se desprende del texto anterior que el protagonista es absuelto por:


a) la escasa magnitud del crimen.
b) la agresividad del victimario.
c) una argumentación a favor de la víctima.
d) su habilidad profesional.
e) la claridad sobre el móvil del crimen.

17. se infiere del texto que el narrador

a) se mantiene impasible observando los hechos de la violencia relatados.


b) experimenta cierta inclinación favorable al protagonista del relato.
c) no comprende el motivo por el cual se comete el crimen narrado.
d) lamenta el resultado del proceso favorable al protagonista del relato.
e) ha tenido una relación cercana con la víctima del asesinato.

18. Respecto al protagonista, el texto leído presenta específicamente un (a)

a) prosopografía
b) caricatura
c) retrato
d) etopeya
e) perfil

19. En este texto la función poética del lenguaje se aprecia fundamentalmente en

a) la escritura en versos
b) el empleo de figuras literarias
c) la extensión breve
d) la actitud enunciativa o narrativa
e) el uso de palabras que comienzan por “a”

Texto 4

Cuando yo tenía plata

me llamaban don Tomás

y agora que no la tengo


“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

me llaman Tomás no más.

Dichosos tiempos aquéllos

de dulce prosperidad

en que a la necesidad

no le vi ni los cabellos;

muchos amigos entre ellos

una amiga nada ingrata

todos me hacían la pata,

porque con ellos lograban

y de mi no se apartaban

cuando yo tenía plata.

Paseos al Resbalón

a los baños de Apoquindo

a Renca, al Salto, a los Guindos

y a la hacienda del Melón;

no faltaba ni un bufón

y él y todos los demás

en charla amena y locuaz

cantando se divertían

y como por mi bebían


“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

me llamaban don Tomas.

Pero llegó el día aciago.

en que los libertadores

gracias a viles traiciones

ponen saqueo a Santiago;

después del tremendo estrago

que me dejó pobre y rengo

que te fijes te prevengo

la que gozó de mi plata

conmigo se muestra ingrata

ahora que no la tengo.

Todos los aduladores

que sin reserva ninguna

gozaron de mi fortuna

los beneficios mayores

hoy como grandes señores

van echados para atrás

todos cual menos, cual más

ya no ven en mi un amigo

me llaman Tomás, no más.


“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

Nada tiene en este mundo

existencia duradera

la dicha es tan pasajera

como el dolor más profundo

he aquí en lo que me fundo

y no es esperanza vana

la justicia soberana

al fin se ha dejar ver

y los ladrones de ayer

pueden ser pobres mañana.

Juan Rafael Allende


Cuando rico y cuando pobre.

20. Dichosos
a) Felices
b) Afortunados
c) Benditos
d) Convenientes
e) Loados

21. ¿Cuál es el sentido de la palabra AMENA en el contexto de la tercera estrofa del poema leído?

a) Interesante, porque la charla captaba la atención del hablante.


b) Animada, porque la charla infundía alegría al hablante.
c) Agradable, porque la charla provocaba placer al hablante lírico.
d) Encantadora, porque la charla cautivaba al hablante.
e) Graciosa, porque la charla hacía reír al hablante.

22. ¿Qué sentido adquiere la palabra “don” en el poema?

a) en señal de respeto.
b) para tratar a las personas mayores.
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

c) para indicar la jerarquía.


d) en señal de posición social.
e) para tratar a los amigos.

23. . Desde un punto de vista temático, el poema se divide en cuatro partes que son:

a)

Estrofa 1 Estrofa 2 Estrofa 3 Estrofa 4

Introducción Descripción del pasado Descripción del presente Conclusión


b)

Estrofa 1 Estrofa 2 Estrofa 3 Estrofa 4

Presentación del poema Descripción del pasado Explicación del cambio Recomendación

c)

Estrofa 1 Estrofa 2 Estrofa 3 Estrofa 4

Saludo del poeta Estado inicial Estado actual Petición

d)

Estrofa 1 Estrofa 2 Estrofa 3 Estrofa 4

Presentación e Descripción del pasado El cambio y sus Reflexión final


introducción consecuencias

e)

Estrofa 1 Estrofa 2 Estrofa 3 Estrofa 4

Presentación del Causa Consecuencia Despedida


problema

25. ¿Cuál de los siguientes refranes sintetiza el poema?

a) “al hombre pobre no le salen ladrones”


b) “Amigo lisonjero festeja a tu mujer o dinero”
c) “Dime cuánto tienes y te diré cuánto vales”
d) “Amor sin plata no dura nada”
e) “Bueno aunque sea pobre, vale más que rico y noble”.
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

DIFICULTAD INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN


DIFICULTAD
INSTRUMENT % PTJE. POR %
HABILIDADES O PREGUNTAS PREGUNTAS PREGUNTA PTJE. TOTAL EVALUACIÓN

BÁSICAS 3 50% 10 2 20 47%

COMPLEJA
S 2 33% 7 2 14 33%

SUPERIORE
S 1 17% 3 3 9 21%

TOTALES 6 100% 20 43 100%

TABLA DE ESPECIFICACIÓN
N° PREG. CATEGORÍA HABILIDAD ÍTEM CONTENIDO RESPUESTA
Selección Textos literarios
1 Básica Identificar múltiple y no literarios E
Selección Textos literarios
2 Básica Identificar múltiple y no literarios D
Selección Textos literarios
3 Superior Evaluar múltiple y no literarios A
Selección Textos literarios
4 Compleja Interpretar múltiple y no literarios D
Selección Textos literarios
5 Básica Comprender múltiple y no literarios D
Selección Textos literarios
6 Básica Caracterizar múltiple y no literarios C
Respuesta Textos literarios
7 Compleja Comprender breve y no literarios Según Pauta.
Respuesta Textos literarios
8 Compleja Comprender breve y no literarios Según Pauta.
Respuesta Textos literarios
9 Compleja Comprender breve y no literarios Según Pauta.
Respuesta Textos literarios
10 Compleja Identificar breve y no literarios Según Pauta.
Respuesta Textos literarios
11 Compleja Identificar breve y no literarios Según Pauta.
Respuesta Textos literarios
12 Compleja Identificar breve y no literarios Según Pauta.
13 Básica Identificar Términos Textos literarios 14
“Educar, Evangelizar y Servir, mirando de frente a Dios”

pareados y no literarios
Términos Textos literarios
14 Básica Identificar pareados y no literarios 15
Términos Textos literarios
15 Básica Identificar pareados y no literarios 16
Términos Textos literarios
16 Básica Identificar pareados y no literarios 13
Términos Textos literarios
17 Básica Identificar pareados y no literarios 18
Términos Textos literarios
18 Básica Identificar pareados y no literarios 17
Respuesta Textos literarios
19 Superior Evaluar Extensa y no literarios Según Pauta.
Respuesta Textos literarios
20 Superior Evaluar Extensa y no literarios Según Pauta.

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