RIEGO
RIEGO
RIEGO
Lechuga riego
La lechuga es un cultivo con poca profundidad radicular y de los cultivos hortícolas uno
de los que mejor responden al riego. Los métodos de riego que permiten frecuentes
aportaciones de baja cantidad de agua producen elevados rendimientos y altas eficiencias en el
uso del agua, obteniéndose la máxima producción cuando la humedad del suelo es alta y
continua en toda la fase vegetativa del cultivo, recomendándole mantener la humedad del suelo
en umbrales próximos a la capacidad de campo durante todo el ciclo del cultivo.
La lechuga, tiene un mejor crecimiento con temperaturas ambiente de entre 15º y 18º
C, y además resiste hasta 7º de mínima y 21º a 24º C de máxima. Pero la temperatura del suelo
también es importante para la germinación de las semillas, la lechuga germina mejor con unos
24º aproximadamente.
Acelga riego
Con respecto a la Acelga, necesitan tierras húmedas para crecer, pero sin llegar a
encharcar el suelo. Es decir, nunca hay que dejar que la tierra se seque completamente pero
tampoco saturarla en agua. Requiere suelos profundos, permeables, con gran poder de
absorción y ricos en materia orgánica en estado de humificación.
La acelga es un cultivo que debido a su gran masa foliar necesita en todo momento
mantener en el suelo un estado óptimo de humedad. Para obtener una hortaliza de buena
calidad no conviene que la planta acuse síntomas de deshidratación, durante las horas de mayor
temperatura en el invierno, para evitar que los tejidos se embastezcan.
En el caso de utilizar difusores o aspersores (la diferencia está dada por el tamaño de las
gotas y la presión de trabajo) es muy importante tener en cuenta su disposición controlando
que la separación entre ellos, contemple la superposición del abanico de agua en un 30%, lo que
permitirá que la distribución del líquido sea uniforme en toda la superficie regada.
Lo más conveniente en la huerta será que midamos la cantidad de agua que sale del
aspersor. Podemos utilizar un balde o recipiente (donde la superficie de la boca sea igual a la del
fondo) y con una regla medir la altura de agua luego de 1 minuto de aspersión. Si, por ejemplo,
la altura de llenado es de 0,5 mm en un minuto, lo multiplicamos por la cantidad de minutos que
tiene una hora (60) y nos dará como resultado 30 mm/h = 30 l/m2 x hora. Otro factor importante
a considerar es el riesgo de aumentar la incidencia de enfermedades y plagas en el cultivo, ya
que el exceso de humedad en suelo y en la parte aérea de la planta brinda un medio propicio
para este problema. El riego hay que realizarlo preferentemente en las primeras horas del día o
a la tardecita, pero en este último caso debemos recordar que la humedad y la oscuridad son
las condiciones preferidas para el desarrollo de hongos. El riego por aspersión se usa
principalmente en cultivos de hoja, como lechuga, acelga, espinaca, etc.
Así como con el riego manejamos las condiciones de humedad del suelo, con la
protección de cultivos, manejamos la temperatura, porque este es un factor que incide de
manera importante en algunas especies, como la lechuga y el tomate, por ejemplo.