Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Comentarios H. Arte

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 11

AUDITORIO DE CHICAGO

FICHA
AUTORES: Dankmar ADLEN (1844-1900) y Louis SULLIVAN (1856-1924). ADLER Y SULLIVAN
FECHA: 1889
LOCALIZACIÓN: Chicago – ESTADOS UNIDOS
ESTILO: Arquitectura de la ESCUELA DE CHICAGO

ANÁLISIS Y COMENTARIO

El teatro auditorio fue la primera obra que Sullivan realizó junto con
Danmark Adler. Este edificio tiene un programa de uso mixto muy completo,
contiene un teatro con la capacidad de almacenar a seis mil personas, además de
tener oficinas y un hotel. Las fachadas del auditorio para Sullivan fueron de gran
importancia, buscaba que esta tuvieran un sentido propio estableciendo un patrón
de macizos y vacíos como lo eran en los palacios del Quattrocento en Florencia. El
teatro es una de las obras más conocidas del arquitecto estadounidense y en su
época fue uno de los edificios más importantes hasta que se declaró en quiebra. En
1947 fue comprado por la Rooselvelt University.

Los primeros pisos son de granito, mientras que los de arriba son de
arenisca, estos siendo materiales muy comunes en obras de Sullivan, este material
hace que exista una compresión del edificio como un todo y no como otros edificio de
este tipo que se ven como un multiplicación de los pisos. En las fachadas del edificio
sigue la forma de los tres principales ejes (calles) que se encuentra rodeado.

Las fachadas siguen el ritmo de las pilastras verticales, desmesuradamente


alargadas para acentuar la altura del edificio, estas son sobrias y no tienen esta
típica decoración del espectáculo pues Sullivan buscaba romper con el estilo
europeo y conseguir uno americano. Sullivan dice que había que renunciar al
antiguo sistema de composición basado en la predominancia de la horizontal y
exaltar lo vertical sin que ningún elemento lo contradiga. Louis Sullivan se separa
totalmente del estilo europeo donde las estradas eran exuberantes y
despampanantes y genera unas entradas discretas.

Uno de los aspectos importantes de esta obra es su construcción, pues al ser


de piedra en ese tiempo no se alcanzaba más de seis pisos mientras que este
edificio tienen diez niveles, y esto se debe a que cuando se construyó el teatro
auditórium era un momento de transición pues en 1889 se inaugura el uso de la
estructura metálica lo que libera a los edificios de la limitante de la piedra.

El Teatro auditorium sería un nuevo tipo de edificio presentando las


ventajas de la cultura y los negocios en un mismo proyecto. Con función cultural
está la sala de ópera en la que Sullivan quiere dejar a un lado lo clásico y darle un
perspectiva de estadio, esta sala no requiere de luz del día y al ser la sala de ópera
más grande ocupó más de la mitad de superficie con la que contaban.

En el teatro, Sullivan busca a diferencia de los teatros europeos reducir las


escaleras a lo mas estrictamente necesario cuando en Europa las escaleras era un
espacio de exhibición para las personas adineradas. Eso hace que la atención se
centre especialmente en la sala. En el plano de puede apreciar que es la primera
sala teatral que rompe con la clásica planta con forma de herradura como era lo
acostumbrado, esto para evitar los asientos laterales y así permitir que todos los
asientos estén frente al escenario generando así a todos los espectadores una mejor
vista.
Debido al tamaño de la sala, el tema la acústica comenzó a ser un problema,
por lo que qui intervino su socio, el ingeniero Danmark Adler, por lo que construyo
un techo mediante arcos que iban incrementando su altura conforme se alejaban
del escenario, lo que servía como un megáfono y disminuía la reverberación lo que
facilitaba la difusión del sonido.

En 1889 cuando el proyecto estaba a punto de concluir su construcción, se


decide agregar una última sala por lo que el ingeniero crea un gran espacio de
estructura metálica, en la que posteriormente Sullivan tiene la tarea de decorar.

En conclusión, este teatro, no solo es importante por los diversos usos que
tiene, en cuestión constructiva es un ejemplo del cambio de tecnología que estaba
surgiendo en la época, y es un excelente ejemplo de los principios que Sullivan
buscaba acerca de separarse del estilo europeo, porque incluso en el interior la
decoración a pesar de ser de vegetación, el arquitecto lo lleva a su mas mínima
expresión.
LA TORRE EIFFEL

FICHA
AUTOR: Alexandre Gustave EIFFEL (1832-1923) - EIFFEL
FECHA: 1889
LOCALIZACIÓN: Paris - FRANCIA
ESTILO: Arquitectura Ferro-Vitrea o de los Ingenieros del Siglo XIX.

ANÁLISIS y COMENTARIO
La Torre Eiffel es uno de los más significativos ejemplos de la arquitectura
del siglo XIX, concretamente de la llamada “Arquitectura del Hierro”. Fue
construida para convertirse en símbolo de la Exposición Universal que se celebró en
la capital francesa en el año 1889. Mide 305 metros de altura (llega a los 320 con la
antena), con una anchura máxima, a nivel del suelo, de 125 metros. Fue la
estructura más alta del mundo hasta la construcción del Edificio Chrysler de
Nueva York, en 1930.

Tiene las características propias de esta nueva forma de hacer arquitectura


que surgió a finales del siglo XIX: está enteramente realizada con hierro forjado,
uno de los nuevos materiales del momento, que revolucionó la manera de construir.
Este tipo de arquitectura utiliza el hierro de manera masiva, tanto para la
estructura arquitectónica como para los elementos decorativos. Además, los
arquitectos del momento se preocupan especialmente del carácter funcional de las
nuevas construcciones, no solo de su sentido estético.

En la Torre Eiffel es imposible diferenciar interior de exterior, pues la


estructura está formada por más de 18.000 piezas de hierro que forman una red
estructural de vigas que aportan estabilidad a la torre; el diseño es un ejemplo de
perfecta simetría.

En planta es un rectángulo en cuyos vértices se sitúan los cuatro pilares, de


enormes dimensiones, sobre los que se apoyan los cuatro gigantescos arcos de la
base, de 39 metros de alto y con un diámetro de 74 metros. Se construyeron
enormes zócalos de hormigón para sostener los cuatro pilares, en los que se
encuentran, además, los ascensores y escaleras. A medida que se asciende en
altura, los pilares se curvan hacia el interior, para terminar finalmente convertidos
en un único elemento. Se crea así un trazado piramidal que da gran sensación de
verticalidad.

Sobre los arcos inferiores se sitúa una primera plataforma, a 57 metros del
suelo, con una superficie de 4.200 metros cuadrados, y con capacidad para 3.000
personas. La segunda está a 115 metros (1.650 metros cuadrados y capacidad para
1.600 personas) y la última a 274. Esta plataforma superior alberga un mirador
acristalado de 350 metros cuadrados, para 400 personas.

A las distintas plataformas se sube en ascensor o por escaleras. A pesar de


que en la actualidad la torre Eiffel es, sin duda, uno de los más famosos símbolos de
París y de Francia en general, lo cierto es que no fue bien acogida en el momento de
su construcción, pues se consideró que no respondía al “buen gusto” de la época, y
que era una construcción monstruosa e innecesaria en medio de la ciudad de la luz.

Años después se decidió desmontar la torre, pero los intelectuales franceses


lo impidieron. La torre Eiffel se convirtió así en la gran muestra de la ingeniería
moderna, muestra de los avances de la industria, de la técnica y de la ciencia, que
había aportado mayor resistencia a los nuevos materiales de construcción.

La revolución arquitectónica que supuso la arquitectura del hierro, a finales


del siglo XIX, se produjo como consecuencia de la Revolución Industrial, y conllevó
no solo el uso de nuevos materiales, hasta entonces considerados poco nobles
(hierro, hormigón, cristal...), sino también la creación, por parte de experimentados
y famosos arquitectos, de otro tipo de construcciones: ya no se centraron solo en la
construcción de palacios e iglesias, sino también en la creación de viviendas y
multitud de edificaciones públicas que tenían fines concretos: puentes, bibliotecas,
etc. La Torre Eiffel se convirtió en el símbolo del triunfo de los ingenieros sobre los
arquitectos, de la arquitectura racional y utilitaria frente a la arquitectura
historicista y ecléctica, que seguía utilizando formas y recursos de estilos del
pasado.

La Arquitectura del Hierro se desarrolla en Europa, a partir del Palacio de


Cristal de Joseph Paxton, construido en 1851 en Hyde Park, Londres, con motivo
de la Exposición Universal celebrada en la capital británica; el arquitecto concibió
un gran edificio de estructura completamente racional, basada en los invernaderos
y construido con hierro y cristal. Paralelamente, se desarrolla en Estados Unidos
una corriente arquitectónica con muchas similitudes, la Escuela de Chicago,
caracterizada por la racionalidad de sus estructuras y la importancia de la función
(Adler, Sullivan, W. Le Baron Jenney...), y que será el germen del Movimiento
Moderno o racionalismo, estilo desarrollado a lo largo de todo el siglo XX.
LA SAGRADA FAMILIA

FICHA
AUTOR: Antoni GAUDI (1852-1926) - GAUDI
FECHA: 1883 y 1926, aunque actualmente no se ha finalizado
LOCALIZACIÓN: Barcelona - ESPAÑA
ESTILO: Arquitectura MODERNISTA

ANÁLISIS

En 1883, Gaudí, con 32 años, aceptó continuar con el templo expiatorio,


iniciado en clave neogótica por el arquitecto Paula del Villar y financiado por
donaciones de los fieles.
Pensado y concebido con el espíritu de las grandes catedrales medievales,
Gaudí lo convirtió en la obra de su vida y en ejemplo único de una nueva
arquitectura que aplica la geometría para emular las formas de la naturaleza;
todos los elementos, desde las columnas hasta los ventanales, surgen a partir del
cálculos exhaustivos, y a la luz conservan el más profundo simbolismo religioso.
En cuanto al exterior, nos encontramos ante un edificio ligero, vertical,
presidido por 18 torres cuya media es de 100 metros de altura, y rodeado por un
singular claustro. Tres grandes fachadas acogen cuatro torres campanario cada
una, dedicadas a los 12 apóstoles; sobre el cimborrio, la torre de Jesucristo, de 170
metros de altura; rodeándola, la torre de la Virgen sobre el ábside y las cuatro
torres de los Evangelistas.
Los huecos de las torres campanario, de ventanales calados, cuentan con
pestañas inclinadas para difundir el sonido y están diseñadas para albergar unas
campanas tubulares. Gaudí experimentó exhaustivamente, incluso estudió música
gregoriana para proyectar las torres. Gaudí impregnó cada elemento, cada
ornamento, cada detalle, de un profundo simbolismo religioso.

COMENTARIO

El exterior simboliza, a través de sus 18 torres, la esencia de la Iglesia


Católica: Jesucristo, María, los apóstoles y los evangelistas. Las fachadas, a la
manera de un libro escrito en piedra, narran: el Nacimiento, al este se describe la
infancia de Jesús; la Pasión –esculpida por J. M. Subirachs-, al oeste se describe su
muerte; y la Gloria, al sur se explica el camino a la Redención. Y el interior,
soportado por más de 50 columnas –las iglesias de todo el mundo-, hace referencia
a la Jerusalén celestial.
En cuanto al interior, la planta de cruz latina sigue los parámetros góticos:
un cuerpo central de cinco naves, transepto de tres naves con portadas en ambos
extremos, ábside con deambulatorio de siete capillas poligonales y cripta.
Para Gaudí, el interior del templo imita a un bosque. Las columnas son
troncos que se abren en ramas que sostienen copas frondosas. La luz de los
ventanales se filtra a través de los árboles y también, a diferentes alturas, entre los
claros de los ramajes. Las columnas inclinadas se ramifican con la finalidad de que
las ramas sostengan la cubierta en diferentes puntos. Las bóvedas se apoyan en
estas ramificaciones y presencien de los contrafuertes exteriores. Este
planteamiento divide las cargas y las desvía hacia la base.
Las bóvedas son superficies estrelladas, resultado de atrevidas
combinaciones de figuras geométricas (hiperboloides, helicoides, conoides…).
Plásticamente engendran un juego de estrellas contrapuestas, de vacíos y llenos, de
formas abiertas o cerradas, que alcanza su máxima belleza cuando la luz “resbala”
por sus superficies. Este nuevo orden arquitectónico es conocido como sistema
arborescente, y es la superación de las limitaciones del Gótico. Gaudí deseaba que,
al entrar en el templo, los fieles tuvieran una visión unitaria que abarcara hasta el
fondo del ábside y que la mirada se dirigiera hacia el presbiterio, definido por un
semicírculo de columnas y presidido por un altar mayor elevado a causa de la cripta
subterránea. El altar mayor culmina en un gigantesco Pantocrátor, realizado en
mosaico e iluminado por luz cenital.
Construida la cripta, un donativo excepcional hizo posible ampliar el
proyecto que a durar generaciones. Gaudí afirmaba: “Sé que el gusto personal de
los arquitectos que me sucederán influirá en la obra, pero esto no me duele; creo
que incluso beneficiará al templo, marcará la variedad del tiempo dentro de la
unidad del plano general”. Al final de su vida, se dedicó a elaborar incansablemente
aquella traza general que debía guiar a las siguientes generaciones. En 1936, sin
embargo, un incendio destruyó todos sus dibujos y notas y sólo quedaron los
modelos de yeso. Muchos años más tarde, los avances de la informática y la
laboriosa investigación han permitido desvelar las leyes geométricas que animan
sus estructuras, y continuar la obra según los parámetros que estableció.
Antoni Gaudí se formó como arquitecto en pleno historicismo, durante el
auge de los revivals históricos, especialmente del arquitecto francés Viollet Le Duc
(1814-1879), que recuperó la lógica constructiva del Gótico. La otra gran tendencia
que marcó su contexto fue el Art Nouveau o Modernisme en Cataluña, que coincidió
con el resurgimiento de la conciencia nacionalista. Gaudí intentó superar las
limitaciones del gótico estructural recurriendo a la naturaleza (no sólo a su
potencial ornamental como los modernistas, sino a su capacidad creadora de
estructuras). Algunas de sus principales obras son el Parc Güell (1900-1914), la
Casa Milà (1906-1912) o la Cripta de la iglesia de la Colonia Güell (1908-1917).
El desarrollo industrial de Cataluña no se quiebra con la Primera Guerra
Mundial, sino que se mantiene y se crea, entre la enriquecida burguesía, un
ambiente fácil y sin preocupaciones y un modo de vida jovial y alegre con un futuro
prometedor. Todo ello en los más diversos aspectos de la vida de Barcelona, ciudad
que recoge los frutos de ese desarrollo. Este clima de seguridad y vigor inspira el
fenómeno cultural de la Reinaixença en su intento nacionalista y renovador por
incluir Cataluña en las corrientes estéticas europeas y el Modernisme alcanza
arquitectónicamente un desarrollo y una vigencia mayores que en otros lugares,
pues se prolonga hasta los años veinte. Característica del Modernisme es el acento
neogótico de muchas de sus obras, consecuencia del nacionalismo de la burguesía
catalana que pretende encontrar en lo medieval un esplendor modélico.

En cuanto a su función, al ser un templo, es religiosa. Gaudí concibió la


Sagrada Familia a partir de la tradición de las catedrales góticas y bizantinas. Con
la arquitectura y la belleza del edificio quería expresar las creencias cristianas, y
comunicar a todo el mundo el mensaje evangélico. Consiguió una simbiosis entre
forma y simbolismo cristiano, con una peculiar arquitectura generada por
estructuras, formas y geometrías nuevas pero de gran lógica e inspiradas en la
naturaleza, con un importante protagonismo de la luz y del color. El significado de
la Sagrada Familia se comunica con la forma y la expresividad de la arquitectura,
de las imágenes y los conjuntos escultóricos.
Cour Carré del Louvre, creado por Luis XIV
.
En el interior los motivos se enriquecen sin perder su carácter
arquitectónico, utilizando columnas adosadas a los pilares en los
grandes pasillos o entre arcos de medio punto en el gran patio central
(con un doble módulo, casi manierista).
Una de las piezas más relevantes de su interior es la
espléndida escalera de doble tramo que ya vimos aquí
De la misma manera que ocurre en Versalles, este exterior tan
sumamente clasicista se troca por un mundo galante en las
habitaciones privadas, ya cercano al rococó, como ocurre en el
famoso Salón Gasparini(con las porcelanas realizadas en Las
Reales Fábricas del Retiro) o los frescos de Tiépolo.

También podría gustarte