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Pandemia Crisis y Oportunidades para El Habitat Popular

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II ENCUENTRO

RED DE ASENTAMIENTOS POPULARES

ENRAP

Pandemia, crisis y oportunidades


para el hábitat popular
17, 18 y 19 de junio de 2021
Resistencia, Chaco, Argentina

CONICET 
                      
                        

UNIVERSIDAD
NACIONAL DEL
NORDESTE

I I D T H H  
ORGANIZACIÓN PATROCINIO
2

Facultad de Arquitectura y Urbanismo, UNNE


II Encuentro Red de Asentamientos Populares-ENRAP : pandemia, crisis
y oportunidades para el hábitat popular ; compilación de Miguel Ángel Barreto ;
Evelyn Roxana Abildgaard. - 1a ed - Corrientes : Editorial FAU-UNNE, 2021.
Libro digital, PDF

Archivo Digital: descarga y online


ISBN 978-987-47567-8-7

1. Asentamientos Humanos. 2. Investigación Cualitativa. 3. Políticas Públicas. I.


Barreto, Miguel Ángel, comp. II. Abildgaard, Evelyn Roxana, comp.
CDD 320.6

ORGANIZACIÓN COMITÉ ACADÉMICO


Facultad de Arquitectura Laura Alcalá
y Urbanismo Santiago Bachiller
Myriam Barone
Instituto de Investigación
Walter Brites
para el Desarrollo
Paula Boldrini
del Territorio y
Fernando Cacopardo
el Hábitat Humano
Mercedes Di Virgilio
Instituto de Investigación Ana Falú
y Desarrollo en Vivienda Daniela Gargantini
Claudia Gómez López
Jorge Karol
COMISIÓN ORGANIZADORA Mercedes Lentini
Miguel Ángel Barreto (responsable) Fernando Murillo
María Cristina Cravino Ana Núñez
María Cecilia Marengo Marcela Rodríguez
María Andrea Benítez Venettia Romagnoli
Marta Giró
Ramiro Segura
María Bernabela Pelli
Evelyn Roxana Abildgaard
María Laura Puntel PATROCINIO
María Victoria Cazorla Fondo para la Investigación
Científica y Tecnológica (FONCyT)
Editorial FAU UNNE Agencia Nacional de Promoción
Dirección General Científica y Tecnológica (ANPCyT)
Decano Facultad de Arquitectura y
Urbanismo Dr. Arq. Miguel Á. Barreto
Dirección Editorial
Secretaria de Investigación
Dra. Arq. Venettia Romagnoli
Edición
Facultad de Arquitectura y Urbanismo La reproducción total o parcial
Universidad Nacional del Nordeste de este libro en forma textual o
(H3500COI) modificada sin la mención de la
Av. Las Heras 727 fuente viola derechos reservados,
Resistencia - Chaco - Argentina es ilegal y constituye un delito.
Web site: http//arq.unne.edu.ar
Fuente de las fotos de tapa:
Corrección de estilo
https://chaco.gov.ar/noticia/60064/
Cecilia Valenzuela contencion-estatal-por-covid19-el-
Diseño y diagramación gobierno-desplego-operativos-casa-
Marcelo Benítez por-casa-en-barrios-de-fontana-y
II ENCUENTRO DE LA RED DE ASENTAMIENTOS POPULARES I 219

Políticas públicas para el


hábitat popular en el nuevo contexto.
Análisis de experiencias,
de las nuevas medidas y aportes
a los procesos de gestión en marcha
COORDINACIÓN

Nadia FINCK María Laura PUNTEL

Socióloga, magíster en Desarrollo Local, be- Arquitecta, becaria doctoral del CONICET y jefa
caria doctoral del CONICET y docente inves- de trabajos prácticos de Teoría del Diseño y la
tigadora en el Instituto de Cultura, Sociedad Gestión Urbana de la Facultad de Arquitectura
y Estado de la Universidad Nacional de Tierra y Urbanismo de la Universidad Nacional del
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Nordeste, Argentina (FAU-UNNE). Instituto de
Argentina (ICSE-UNTDF). Instituto de Cultura, Investigaciones para el Desarrollo Territorial y
Sociedad y Estado de la Universidad Nacional del Hábitat Humano (IIDTHH UNNE CONICET).
de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlán-
tico Sur, Argentina (ICSE-UNTDF).

Introducción
Tal como se afirma en la fundamentación del II Encuentro de la Red de Asentamientos,
“nuestras ciudades y territorios se caracterizan por la segregación socio-espacial,
la distribución inequitativa de los servicios públicos”. En ese marco, el rol del sector
público y en particular las políticas públicas que inciden allí cobran especial relevancia.
En el eje que aborda esta cuestión se presentaron trece trabajos. Si bien la mayoría de
ellos expusieron casos o analizaron políticas correspondientes al contexto argentino,
también se presentaron trabajos de otras latitudes de la región latinoamericana. Los
trabajos se centraron en analizar experiencias, nuevas medidas y aportes de gestión en
marcha. En general, acuerdan que las desigualdades preexistentes en las ciudades se
vieron exacerbadas en el contexto de la crisis generada por la pandemia de COVID-19.
Allí, la consigna de aislamiento social y reducción de movilidad y desplazamientos en el
territorio aumentó la brecha de desigualdad entre quienes tienen sus necesidades básicas
satisfechas y quienes no y dependen de ambos factores para garantizarlas. En definitiva,
se profundizaron problemas estructurales previos a la pandemia en materia de hábitat.

El trabajo de Federico Cruceño no fue presentado para su publicación.


Nadia FINCK
220 María Laura PUNTEL

En este contexto, se expuso sobre las características que asumieron las estrategias
y tácticas de los sectores de menores recursos para hacer frente a los efectos
de la pandemia y dar respuestas a sus necesidades. Se visibilizaron los procesos
de autogestión y de organización barrial y las redes de solidaridad; las iniciativas
emprendedoras, así como el uso de bienes comunes como parte de las identidades
de algunos colectivos. En general, se identificó que las medidas de Aislamiento Social
Preventivo y Obligatorio (ASPO) y Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio
(DISPO) tuvieron efectos relativos respecto de la prevención en estos contextos de
mayor vulnerabilidad socioeconómica, atravesados por déficits urbanos, ambientales
y habitacionales. La implementación de las medidas involucró diversos actores
en un territorio marcado por la heterogeneidad y las trayectorias que asumieron,
y sus impactos constituyen un aprendizaje relevante para el presente y futuro de la
intervención pública en el hábitat popular.

Desarrollo

Los trabajos presentados abordan distintas aristas de las políticas públicas


desarrolladas en los barrios populares, los actores intervinientes y los impactos que
se generaron a partir de su implementación. Se destacan las aproximaciones que
recuperan dinámicas e iniciativas de las y los residentes de barrios populares que
dieron respuesta a las demandas propias del hábitat y la reproducción de la vida en
estos contextos.

En general, los barrios populares están localizados en las periferias urbanas y


atravesados por múltiples déficits y demandas que, en el marco del aislamiento
social como método preventivo de contagios, fueron atendidas en muchos
territorios por las y los propios habitantes. En el caso del conurbano bonaerense,
por ejemplo, organizaron sus acciones a partir de las fortalezas que supone
una organización comunitaria y las posibilidades de autogestión derivadas
del desarrollo de tácticas y estrategias locales. COLELLA et al. se ocupan de
demostrar la existencia de una significativa dinámica de intercambios entre los
barrios que componen el área de estudio, marcada por una desigualdad física-
social y procesos de segregación con un gradiente desde la CABA, hacia los bordes
de la periferia urbana. La emergencia sociosanitaria confirmó la necesidad de una
mayor organización colectiva para solucionar problemas, y el barrio se constituyó
en el lugar privilegiado no solo de la acción pública, sino del rol fortalecido de
los actores barriales como impulsores de estrategias locales. En este punto,
es posible reconocer cruces con el análisis propuesto por GARGANTINI, quien
sostiene que en el marco de las intervenciones socio-urbano habitacionales que
se desplegaron en general en Argentina, en este contexto, se puso en evidencia
II ENCUENTRO DE LA RED DE ASENTAMIENTOS POPULARES - MESA 2 I 221

la importancia del “control comunitario, donde la dimensión colectiva del cuidado


y la subsidiariedad resultan eslabones claves en la contención y atención de las
situaciones provocadas tras el paso del virus”.

El análisis propuesto por COLELLA et al. evidencia que es necesario revisar la


escalaridad de las políticas públicas que conduzcan el desarrollo del periurbano
metropolitano con un abordaje multiescalar e integrador. También reconocen la
necesidad de modificar la forma de intervención tradicional estatal y promueven la
aplicación de programas inter e intra barriales de carácter integral. Las intervenciones
públicas demostraron la existencia, según GARGANTINI, de ciertos “esenciales” que
deberían ser considerados para “futuras intervenciones socio-habitacionales, a fin
de favorecer procesos de gestión resilientes y pertinentes al actual contexto”. En el
análisis propuesto por la autora, la integralidad de los abordajes públicos orientados
por un enfoque de derechos humanos fue central para lograr eficacia en tiempos
de pandemia. Allí la escala barrial es clave al igual que la participación de las bases
y los gobiernos locales para atender problemáticas complejas en las que cobran
especial relevancia las organizaciones con fuerte inserción territorial. También resulta
esencial el despliegue de procesos de “atención interdisciplinarios, interministeriales e
interactorales”.

Los aprendizajes y logros alcanzados en el contexto de pandemia también posibilitaron,


siguiendo a GARGANTINI, visualizar una serie de riesgos para alcanzar una gestión con
las características mencionadas, entre otros el carácter coyuntural de las medidas, la
exacerbación de las autonomías que pueda desconocer o negar “principios de actuación
comunes y coordinados a nivel territorial”, o las actuaciones en exceso o quebrantamiento
de normas por parte de los órganos ejecutivos, “en nombre de un federalismo y
empoderamiento local malentendido”. Entendemos que estos señalamientos constituyen
una propuesta relevante para repensar el carácter que puede asumir la gestión pública
en clave interjurisdiccional e interactoral. El criterio de flexibilidad y versatilidad en la
implementación de políticas como las llevadas adelante en contexto de pandemia engrosa
el marco de características esperables. CRUCEÑOS señala esto a partir de un caso de la
zona rural cordobesa. En ese escenario, y desde la perspectiva de los actores territoriales
que desarrollan procesos locales de autogestión, se pusieron en juego los modos de
reproducción de la vida y la preponderancia que tienen los ámbitos compartidos para
hacer frente a demandas; estos constituyeron históricamente la plataforma desde la que
se impulsaron resistencias mediante la consolidación de prácticas colectivas. CRUCEÑOS
plantea que las medidas del ASPO obstaculizaron en la cotidianidad, la producción común
y la reproducción de la vida de las familias campesinas de la zona de estudio, que se
encuentra en estrecha relación con el hábitat de las familias. La noción de lo común se
relaciona con la propia constitución de la subjetividad política del Movimiento Campesino
Nadia FINCK
222 María Laura PUNTEL

de Córdoba (MCC); organiza las prácticas que articula y encauza las demandas de esas
familias al Estado en mayor medida, así como los continuos procesos de resistencia al
avance del capital y el agronegocio.

Los conflictos socio-territoriales adquieren a lo largo del país múltiples


manifestaciones y a su vez constituyen un campo fértil para repensar desde allí
distintos procesos públicos relacionados con la planificación en ámbitos territoriales
complejos, como las regiones metropolitanas. ZÚÑIGA MENDOZA plantea cómo ciertas
demandas por la dotación de externalidades —en tanto deuda histórica— se vuelven el
centro de esos conflictos. Identifica la disponibilidad de redes de infraestructura de
agua y saneamiento cloacal como un aspecto clave para la satisfacción de derechos
colectivos y el desarrollo de las ciudades. En el caso de la Región Metropolitana
de Buenos Aires, la población de sus periferias no dispone de agua en igualdad de
condiciones, a pesar de habitar un territorio donde abunda este recurso. El contexto de
pandemia por COVID-19 acentúa esa deuda histórica de agua segura y tratamientos
cloacales aptos, siendo las urbanizaciones del tipo informal las más perjudicadas. A
partir de un caso local, la autora propone elaborar un programa de acciones sobre
el manejo integral del recurso hídrico. En relación con los procesos de planificación,
identifica la necesidad de pasar del carácter sectorial a una planificación integrada
y gestión acorde y compatible con el periurbano. En consonancia con otrxs autores/
as del eje, ZUÑIGA MENDOZA sostiene que es un desafío modificar las formas de
prestación heredadas —convalidadas por criterios estrictamente económicos— a
formas de prestación con perspectiva de derechos humanos, convalidados a su vez por
criterios multidimensionales. Otro desafío presente es el de alcanzar una redistribución
más justa de la producción de infraestructura sanitaria y destinada a generar una
igualdad de oportunidades. Esto último implica un cambio en el rol de investigadores
y planificadores, desde la productividad de los conflictos socio-territoriales como
herramienta de mejora de las políticas públicas de infraestructura.

El acceso desigual a las redes de infraestructura urbana en las ciudades


latinoamericanas se relaciona con los desiguales modos de producción urbana (Abramo,
2008) (Pírez, 1995). En relación con el hábitat popular y su autoproducción, adquieren
relevancia prácticas como las organizadas y orientadas desde la economía popular
(EP). GONZÁLEZ et al.. reconocen la potencialidad de estas prácticas alternativas que
incorporan procesos locales y de organización colectiva. En este sentido, en relación con
los procesos de producción desarrollados por la economía de mercado, destacan que
la EP posee particularidades distintivas, tanto en el momento de la planificación, diseño,
construcción de viviendas y mejoramientos habitacionales. Allí participan diversas
organizaciones de trabajadoras y trabajadores desde la articulación multiactoral. Lxs
autorxs consideran que los procesos de producción de hábitat a partir de alianzas socio-
II ENCUENTRO DE LA RED DE ASENTAMIENTOS POPULARES - MESA 2 I 223

técnicas entre sectores organizados de la EP y las diferentes áreas del estado son una
alternativa innovadora; las organizaciones de la EP constituyen en esta perspectiva una
nueva forma de organización del trabajo, a través del desarrollo de procesos productivos
“alternativos”, que se encuentran asociados a las transformaciones socio-espaciales.

Las prácticas de la economía popular evidencian la capacidad organizativa de los


sectores populares para la satisfacción de las necesidades vinculadas con el hábitat
y la reproducción de la vida. El contexto de pandemia posibilitó desarrollar y visibilizar
aprendizajes territoriales para organizaciones y colectivos. ORTIZ identificó las
principales acciones que se llevaron adelante en el marco de la iniciativa internacional
“Sinergias para la solidaridad”, que gestó un mapeo de iniciativas de la sociedad civil
frente a la COVID-19 en barrios populares. A su vez se conformó una coalición entre
“organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales, universidades, centros de
investigación, y redes internacionales y regionales”. El conjunto de actores se aglutinó
alrededor de la pregunta “¿Cuál es el Mejoramiento Integral de Barrios que necesitamos
en tiempos de pandemia y recuperación?”. El interrogante motorizó la elaboración de
diez ejes estratégicos que buscan responder a desafíos estructurales y proponen
premisas para la acción interactoral conjunta: gobernanza territorial, política pública,
provisión de infraestructura, planeación territorial, reconocimiento político, diversidad
social, economía solidaria, diálogo de saberes, memoria colectiva y justicia climática.
La propuesta responde a los emergentes de la pandemia en la vida cotidiana que
pusieron de relieve, por un lado, la importancia del “aprendizaje entre organizaciones
y promover alianzas estratégicas para proteger y cuidar la vida de toda la población y
sobre todo los expuestos a una vulnerabilidad estructural” y, por otro, la necesidad de
promover “una coordinación interactoral a múltiples escalas”. Como puede notarse,
este hallazgo coincide con los resultados y observaciones de otros trabajos del eje.

El hábitat popular en la región latinoamericana es atravesado por políticas de distinto


tipo que atienden, entre otros, aspectos relacionados con la seguridad de la tenencia,
el mejoramiento de las condiciones de las viviendas, la provisión de infraestructuras,
los procesos de relocalización. Las intervenciones públicas generan impactos e
implican la participación de diferentes niveles jurisdiccionales que dotan de cierta
complejidad a su ejecución. En el caso argentino, fue notoria la emergencia de un
conjunto de políticas de distinto nivel que se implementaron en los últimos años, como
por ejemplo las de mejoramiento del hábitat a nivel nacional, provincial o municipal o
las operatorias en el marco de la Ley Nacional N.° 27.453 de Argentina, que establece
un Régimen de Regularización Dominial para la Integración Socio Urbana. No obstante,
como plantearon algunxs autorxs del eje, al ejercitarse una mirada crítica respecto de
las trayectorias que las políticas asumieron en los territorios, se pueden reconocer
ciertos efectos que demandan un análisis igualmente crítico.
Nadia FINCK;
224 María Laura PUNTEL

Uno de los asuntos relevantes en la implementación de las políticas públicas se


relaciona con el carácter interjurisdiccional que asume la intervención en materia
de hábitat en los territorios y los actores participantes. BOLDRINI et al., a partir de
un caso en la provincia de Tucumán (Argentina), dan cuenta de las particularidades
de las políticas públicas de mejora del hábitat en barrios populares que se
implementaron desde el nivel local y en relación con el nivel nacional. Mientras por
un lado reconocen rupturas y continuidades que esas políticas tuvieron respecto de
los modelos de desarrollo tradicionales del hábitat popular, por otro dan cuenta de
cómo las transformaciones institucionales a nivel nacional tienen impacto en el nivel
local y generan trastocamientos entre las áreas, técnicos/as y aspectos de los que
se ocupa cada uno/a para intervenir en el hábitat popular. La dimensión temporal y
actoral para realizar el análisis del caso les permite a las autoras notar cómo las áreas
gubernamentales que intervienen operando de manera fragmentaria terminan por
reproducir una disociación entre lo tangible e intangible del habitar o, en sus palabras,
“las perspectivas ligadas a la vivienda o a la producción integral del hábitat, sin y con
participación, netamente material (tangible) o cuidadosa del componente intangible del
complejo arte de habitar”.

Otro aspecto relevante son los impactos de las intervenciones cuando se trata de
acciones tendientes a la consolidación de asentamientos, a partir de instancias de
relocalización, por ejemplo. BENITEZ y DONNER, a partir de un caso en la provincia de
Chaco (Argentina), indagan sobre los impactos de ciertas intervenciones públicas, que
si bien surgieron como respuesta institucional a la demanda de regularización dominial
y física, terminaron contribuyendo a un proceso de segregación socioespacial de
los hogares relocalizados y a la fragmentación espacial de la ciudad en estudio.
Contrastando esta situación, las autoras sostienen que las intervenciones públicas
urbanas, en la medida en que atienden de manera multidimensional la problemática
habitacional y consideran la participación de las personas destinatarias, contribuyen
con “la superación de la fragmentación, creando condiciones para la integración
social”. El caso abordado posibilita reconocer —en consonancia con otros trabajos—
que los procesos de intervención sectorial y no planificada generan como resultado la
reproducción de la fragmentación urbana, a la vez que la articulación de intereses de
tipo especulativos y políticos no logran reparar las condiciones habitacionales de la
población destinataria de la intervención. En definitiva, no se consigue una mejora de la
calidad del hábitat precario, sino una profundización de la segregación de los hogares
y de la fragmentación en la ciudad.

En línea con los planteos críticos en torno de la implementación de políticas que


apuntan a la mitigación de la desigualdad y precariedad urbanas y de los asentamientos
populares, NÚÑEZ (2021) identifica que, en el desenvolvimiento de las políticas, se
II ENCUENTRO DE LA RED DE ASENTAMIENTOS POPULARES - MESA 2 I 225

desarrolla una serie de contradicciones que atentarían contra los objetivos esgrimidos
originalmente por las medidas. La autora plantea que además de las injusticias
estructurales existentes sobre el hábitat popular, también se produce una injusticia
y violencia epistémica, a las que se suma una violencia institucional. La “opacidad
epistémica” y violencias son halladas, por ejemplo, en “si corresponde o no a las
definiciones cosificadas de villas y asentamientos (...) o el avistaje tecnoburocrático
(...)”. Este tipo de mecanismos terminaría socavando la organización y luchas populares,
y se extiende hacia otros actores sociales, incluido el conocimiento científico. La autora
identifica la emergencia de una serie de paradojas en el marco de la acción pública;
por un lado, las definiciones sobre las que se asienta la política pública generan en
simultáneo indefiniciones que involucran la reproducción de la vida y luchas populares
que permanecen invisibilizadas. Por otro, sobre aquellas luchas que sí son visibilizadas,
se despliega una política homogénea que finalmente “expropia saberes, sentidos,
experiencias y matrices de juridicidad barriales que exaltan el valor de uso por sobre
el valor de cambio, naturalizando la mercantilización, la propiedad privada y sus
representaciones, prolongando y legitimando el orden dominante. Es decir, múltiples
derechos que se disuelven en un derecho absoluto”. A partir de recuperar distintos
aportes, la autora propone volver sobre la cuestión del derecho de uso en relación con
“las luchas contra la propiedad privada y en defensa del uso de la tierra”, a la vez que
se recupera la relación entre este derecho, las políticas de lo común y el inescindible
derecho a coproducir las reglas del uso común.

Desde otro ángulo, la cuestión de la regularización de la tenencia de terrenos y el


derecho a una vivienda en situaciones de irregularidad es abordada por CARILLO
como un asunto que no ha sido resuelto por el Estado para el caso mexicano, aun
cuando se han desarrollado políticas públicas de atención a la vivienda. La autora
reconoce que la legalización que se pretende concretar entraría en tensión con
la garantía de otros derechos, lo que demanda la revisión de los mecanismos y los
actores que inciden en la organización del territorio. La ocupación irregular del suelo
ha logrado institucionalizarse mientras que se des-institucionalizan las instancias
gubernamentales, desde un enfoque de construcción y colaboración integral. La
tendencia parece ser su continuidad de la informalidad como mecanismo de oferta de
vivienda para la mayoría de la población de escasos recursos económicos. Este aspecto
es compartido por AYES para el caso hondureño, donde las ocupaciones o invasiones,
sumadas a los mercados informales de suelo, constituyen uno de los mecanismos
más asequibles para la población. CARRILLO, por su parte, identifica una correlación
entre la urbanización irregular como modo de habitar y una minimización de la acción
de la planeación urbana; la irregularidad subsiste para atender la demanda social de
vivienda que el Estado no ha podido resolver. Asimismo, la autora identifica que la
acción de legalización de asentamientos trastoca el derecho a la ciudad y el medio
Nadia FINCK
226 María Laura PUNTEL

ambiente como dos discursos opuestos. Frente a la pregunta sobre quiénes son los
beneficiarios de la irregularidad, CARILLO plantea que son otros y no necesariamente
los destinatarios o la población residentes, como por ejemplo el sector privado
propietario del suelo. Las respuestas a las demandas propias de los asentamientos
se lograrían a partir de la implementación de otros mecanismos y una organización
alternativa del territorio.

La permanencia de los asentamientos populares se reconoce como patrón común en


los territorios latinoamericanos, un asunto que se plasmó de manera transversal en los
trabajos del eje. Por otro lado, se presentaron un conjunto de trabajos que indagaron
sobre políticas que pretenden incidir en factores como la oferta de suelo y vivienda por
las vías formales. Al generarse este tipo de alternativas tendrían efectos sobre otros
mecanismos, como la ocupación del suelo por vías informales, como por ejemplo,
las tomas de tierras. En el caso argentino, se generaron durante el último tiempo una
serie de medidas de distinto nivel que buscaron atender aspectos históricamente
desatendidos o desvinculados en las políticas habitacionales, como por ejemplo el
suelo urbano.

La gestión del suelo urbano es una problemática estructural preexistente al contexto


de pandemia. No obstante, en este marco se visualizó su sostenida desatención.
PELLI ET AL. reconocen que las ocupaciones de tierras mediante las que se resuelve
de forma transitoria y precaria la situación habitacional denotan una ineficaz gestión
del Estado en la solución del déficit habitacional relativo a las personas de escasos
recursos, principalmente, y a partir de mecanismos jurídicos como fueron la sanción
de leyes de expropiación. Si bien se generaron otras alternativas de acción públicas,
como por ejemplo el Plan Nacional de Suelo Urbano y el Banco Provincial de Tierras
Urbanas (provincia de Chaco, Argentina), las autoras plantean que es preciso lograr
una mayor eficacia en estos contextos donde el Estado no logra anticiparse y ofrecer
una solución real y total. En definitiva, debería tratarse el asunto de manera estructural
y no coyuntural. En relación con el Plan Nacional de Suelo Urbano (PNSU) (Argentina),
que incluye entre otros programas el de “Producción de Suelo”, BARENBOIM destaca la
política, considerando que la planificación integral tiene un rol clave y que el problema
central en relación con el déficit habitacional sostenido es el acceso al suelo urbanizado.
En este sentido, entiende que el PNSU constituye el primer instrumento a nivel nacional
que “afronta de manera integral, el problema histórico y estructural, referido a la falta
de suelo urbanizado y de vivienda para los sectores bajos y medios”.

El PNSU plantea una serie de aspectos relevantes, entre otros, que opera en
clave interjurisdiccional, establece localizaciones urbanas preferenciales para la
implementación de los proyectos y que propone modalidades de implementación
II ENCUENTRO DE LA RED DE ASENTAMIENTOS POPULARES - MESA 2 I 227

diferenciales. Una de las características de la acción pública analizada es que no genera


procesos especulativos, y la autora plantea que frente a los procesos de valorización de
suelo que generan estas intervenciones, el Estado debe regularlas. Allí se destaca el rol
de los gobiernos locales, para los que es fundamental la asistencia técnica, no solo para
acceder al plan, sino también para la mejora de sus capacidades para la autogestión
de las políticas de suelo en sus localidades. La autora plantea que es relevante que los
proyectos se localicen en áreas de completamiento, de acuerdo con las normativas
urbanas locales, con el fin de promover “ciudades compactas, equitativas y accesibles”.
Finalmente plantea la importancia de la publicidad de las características, el estado de
avance y la posibilidad de articulación con otros programas habitacionales de nivel
nacional.

La eficacia-ineficacia de las medidas estatales para resolver el problema del déficit


habitacional también es abordada por AYES para el caso hondureño. La autora, a
partir de distinto tipo de fuentes documentales, indica cómo en Honduras se consolidó
una trama legal “complicada” que dificultó los objetivos de disminuir las brechas y
garantizar el acceso a la población al suelo urbano y la vivienda adecuada mediante
“respuestas acertadas”. Al analizar los logros y la propia trayectoria nacional en materia
de política pública de suelo y vivienda, identifica que estas han estado supeditadas al
contexto político del país, y encuentra una notoria incidencia de al menos tres décadas
de un modelo de corte neoliberal que orientó los intereses de los gobiernos de ese país.
La perspectiva asumida supuso la ausencia de estrategias integrales para abordar de
manera interdisciplinaria el sistema complejo de los asentamientos; a la vivienda se la
entiende en tanto propiedad privada. A su vez, algunos mecanismos adoptados, como
la existencia de “intermediarios a los cuales se les otorga financiamiento e incentivos
(como la facilitación de trámites de instituciones de otros sectores)” incidieron en una
merma de la participación de sectores populares. En diálogo con los aportes de otrxs
autorxs de la mesa, reconoce que la resultante es el desconocimiento de los saberes
existentes en esos colectivos y su “capacidad para asesorar en materia de procesos
progresivos y comunitarios a cualquier comisión e institución del Estado”. En este
trabajo, como en otros, se entiende la participación de los sectores populares como
una cuestión inescindible de toda política que incida en el hábitat popular y, a la vez, un
tema de agenda y que hay que consolidar en la región.

Conclusiones

Las propuestas presentadas en el eje que nos convoca habilitan la emergencia de


nuevos interrogantes acerca de cómo encauzar procesos tan complejos en los que
inciden múltiples problemáticas, escalas y actores. En este sentido, las reflexiones
propiciadas a poco más de un año de declararse la pandemia de COVID-19 constituyen
Nadia FINCK
228 María Laura PUNTEL

un campo fértil para reflexionar sobre el rol del sector público y de los actores sociales,
que demandan acciones coordinadas para atender las múltiples problemáticas del
hábitat popular y que requieren modalidades alternativas de gestión. Las garantías
respecto de la vivienda y el hábitat desde una perspectiva de derechos humanos
deberían ser, efectivamente, la primera línea de defensa contra la pandemia.

Es desde el reconocimiento de la diversidad y las particularidades y desde las acciones


frente a la cuestión del hábitat popular que la mesa se organizó mediante trabajos
que abordaron distintas aristas de la temática de las políticas públicas para el acceso
al hábitat. Por un lado, se visibilizan potencialidades para atender específicamente
aspectos desatendidos previamente. Por otro, se identificaron limitaciones y
desacoples que se presentan en los distintos territorios. Asimismo, se notaron ciertas
desarticulaciones interjurisdiccionales y contradicciones entre lo que se enuncia en las
acciones públicas y normativas y su efectiva ejecución o implementación, así como
también aquellas generadas entre niveles estatales y los colectivos sociales.

También se identificó la necesidad de desplegar abordajes integrales, de carácter


interactoral, interdisciplinar y entre las distintas áreas gubernamentales. Si bien para
la atención de la pandemia en algunas acciones públicas estas características se
evidenciaron, este tipo de experiencias están atravesadas por múltiples riesgos. En el
contexto de crisis, se destacan los esfuerzos colectivos de articulación y construcción
de redes entre organizaciones y movimientos sociales en los territorios, Esa riqueza
territorial no siempre es tal, por lo que se planteó la necesidad de profundizar, mejorar y
efectivizar los mecanismos de participación de cara a co-construir modelos de gestión
alternativa del hábitat.

Bibliografía

Abramo, P. (2008). El mercado del suelo informal en favelas y la movilidad residencial


de los pobres en las grandes metrópolis: un objeto de estudio para
América Latina. En Territorios, núm. 18-19, enero-diciembre, 2008,
pp. 55-73 Universidad del Rosario Bogotá, Colombia.
Pírez, P. (1995). Actores sociales y gestión de la ciudad. En Ciudades (México), N.º 25,
Octubre-Diciembre RNIU.

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