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Tribunal Anuló Fallo de Tutela Que Ordenó Reintegro de Ana María Castaño Como Secretaria General de La UNGRD

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REPÚBLICA DE COLOMBIA

TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTA

SALA PENAL

INTERLOCUTORIO DE SEGUNDA INSTANCIA

MAGISTRADO PONENTE JAIRO JOSÉ AGUDELO PARRA


RADICACIÓN 110013109031202400079 01
ACCIONANTE ANA MARÍA CASTAÑO ÁLVAREZ
ACCIONADOS UNGRD
DECISIÓN DECRETA NULIDAD
FECHA 31 DE MAYO DE 2024
ACTA 233

MOTIVO DE PRONUNCIAMIENTO

Sería el caso resolver la impugnación presentada por la accionante ANA


MARÍA CASTAÑO ÁLVAREZ y el apoderado de la UNIDAD NACIONAL PARA LA
GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES -UNGRD-, contra el fallo proferido por la Juez
31º Penal del Circuito de Conocimiento, el “23 de abril de 2022”, aclarado y
adicionado mediante auto de 26 de abril de 2024 y corregido por proveído de 30 de
abril de 2024, que amparó los derechos fundamentales a la estabilidad laboral
reforzada por maternidad, seguridad social y salud a favor de la accionante, si no
fuera porque se observa varias causales de nulidad que invalidan lo actuado.

I.- ANTECEDENTES PROCESALES

1.1. ANA MARÍA CASTAÑO ÁLVAREZ, identificada con la C.C. No.


43.453.332, en extenso escrito, interpone la acción tras considerar que la UNIDAD
NACIONAL PARA LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES -UNGRD-, con su
proceder, desconoce sus derechos fundamentales a la estabilidad laboral reforzada,
igualdad, seguridad social, mínimo vital, trabajo y dignidad humana.

En tal sentido, indica, se vinculó a la entidad accionada el 19 de mayo de 2023,


en el cargo de secretaria general, código 0037, grado 22. Por decreto 240 de 29 de
febrero de 2024, continúa, el presidente de la República aceptó la renuncia del director
general de la UNGRD, el señor Olmedo de Jesús López Martínez y encargó, a partir
de esa fecha, a la Dra. Helga María Rivas Ardila, quien el 4 de marzo de 2024 solicitó
la renuncia protocolaria de quienes se encontraban en cargos de libre nombramiento
y remoción, razón por la que el mismo día presentó su carta de renuncia al cargo de
secretaria general, código 0037, grado 22; no obstante, advera, el 7 de marzo de 2024
acudió al laboratorio CENDIATRA, ubicado en Connecta 26, con el fin de realizarse
una prueba de embarazo en suero, dado que tenía algunos días de retraso en su
periodo, prueba que arrojó resultado positivo. En razón de lo anterior, señala, el
mismo día procedió a notificar formalmente a la directora encargada de la entidad
Radicado No. 110013109031202400079 01
Accionante: Ana María Castaño Álvarez
Accionado: UNGRD

sobre el resultado positivo de su prueba de embarazo, manifestando su intención de


retractarse de la renuncia presentada el 4 de marzo del año que avanza.

No obstante, el 11 de marzo de 2024 se posesionó en el cargo de director


general de la UNGRD el señor Carlos Alberto Carrillo, mediante decreto presidencial
No. 325 de la misma fecha. El 14 de marzo de 2024, continúa, fue citada por señor
Carrillo a su despacho, solicitándole ingresar sin celular, reunión en la que sostuvieron
una conversación acerca de su hoja de vida y experiencia y, así mismo, aquel indagó
sobre su relación con el anterior director; seguidamente, señala, le solicitó presentar
la renuncia al cargo antes de las 6:00 p.m., ante lo cual manifestó al director que él
era conocedor de su estado de embarazo; sin embargo, afirma, aquel lo negó y reiteró
que debía presentar su renuncia ese mismo día, porque él quería “llevar las cosas por
las buenas”, solicitándole que saliera de su despacho. A continuación, aduce, procedió
a escribirle al director, vía whatsapp, informándole que estaba incapacitada, pero por
la premura del tiempo no había alcanzado a presentarle la incapacidad médica por
tener un embarazo de alto riesgo y amenaza de aborto, enviándole una foto de la
misma, insistiendo en que en esas condiciones resultaba muy difícil acceder a lo que
había solicitado en la reunión en su despacho.

En tal virtud, refiere, ese mismo día sobre las 16:00 horas remitió desde su
correo electrónico corporativo a la dirección electrónica de Talento Humano y del
director de la entidad constancia de la comunicación presentada el 7 de marzo de 2024,
mediante la cual notificó su estado de embarazo y copia de la incapacidad médica
otorgada por embarazo de alto riesgo, de fecha 13 de marzo de 2024. En la misma
fecha, sobre las 6:00 p.m., indica, el Grupo de Talento Humano de la entidad la
requirió para que allegara el resultado de la prueba de embarazo expedida por la EPS,
prueba que, afirma, remitió mediante correo electrónico de la misma fecha, a las 18:16
horas, correspondiente a la realizada en el laboratorio de salud de SURA el 13 de marzo
de 2024; de igual forma, advera, ese mismo día envió al director actual de la entidad,
Carlos Carrillo, un correo electrónico como respuesta a su solicitud de presentar la
carta de renuncia, pero no obtuvo respuesta alguna; sin embargo, se enteró que en la
plataforma X -antes Twitter-, el señor Carrillo hizo una publicación relacionada con
ella y la renuncia solicitada. Desde ese día, afirma, Carlos Carrillo “emprendió una
presión mediática, pública y sistemática para que yo renunciara al cargo que antes
ocupaba como Secretaria General de la UNGRD, donde mancilla mi nombre pre
juzgándome e insinuando que soy corrupta, inescrupulosa, etc.” y, adicionalmente,
asegura, el director de la UNIDAD accionada ha realizado afirmaciones en diferentes
entrevistas y medios de comunicación y la ha amenazado públicamente con enviarla
a la cárcel, transcribiéndolas a continuación y señalando que con tales declaraciones
en los medios de comunicación, estima, el director de la entidad pretendía hacerla
renunciar a su empleo.

De otro lado, aduce, su embarazo es de alto riesgo, razón por la que fue
incapacitada, por su ginecólogo, desde el 13 de marzo hasta el 11 de abril de 2024,
inclusive, situación que, insiste, era de conocimiento del director de la accionada.
Aclara, tal incapacidad fue otorgada por un ginecólogo particular al que acudió el 13
de marzo de 2024, toda vez que no fue fácil conseguir cita por dicha especialidad a
través de su EPS y le urgía conocer su estado de salud y el de su hijo; no obstante,
dicha incapacidad fue entregada, junto con su historia clínica, al área de Talento

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Accionante: Ana María Castaño Álvarez
Accionado: UNGRD

Humano de la UNGRD el 14 de marzo de 2024 para que fuera transcrita por su EPS -
SURA-.

En razón de la aludida incapacidad, informa, se trasladó a Medellín para pasar


dicho periodo con su familia; empero, el 27 de marzo de 2024 recibió un correo de
SURA en el que comunicaron que la incapacidad ya había sido transcrita, pero sólo
por el término de 10 días, por tanto, advirtió que la incapacidad otorgada había
finalizado desde el 23 de marzo de 2024, situación que causó gran preocupación
debido a la persecución y acoso del que estaba siendo víctima por parte de Carlos
Carrillo, aunado a que no se sentía bien ni física, ni emocionalmente, lo que conllevó
a que acudiera a su EPS para ser atendida y tratar de solucionar el tema de su
incapacidad; sin embargo, el médico que la atendió ordenó más exámenes y manifestó
que sólo podía incapacitarla por ese día, es decir, el 27 de marzo, pues el sistema no
le permitía más. Debido a un fuerte dolor de cabeza, náuseas y dolor lumbar, indica,
el 31 de marzo de 2024 nuevamente acudió al servicio de urgencias de la CLÍNICA
EL ROSARIO, siendo incapacitada los días 31 de marzo y 1º de abril.

Aduce, comoquiera que no presentó la renuncia solicitada por el señor Carlos


Carrillo, el 1º de abril de 2024 a las 9:24 p.m., recibió un correo electrónico mediante
el cual la entidad la notificaba de la resolución No. 0300 de 2024, firmada por el
director de la UNIDAD accionada, a través de la cual fue declarada insubsistente,
resaltando que dicha resolución ya había sido publicada en la red social X antes de
que ella fuera notificada de la misma. En el aludido acto administrativo, refiere, la
entidad considera que las empleadas de libre nombramiento y remoción no gozan de
fuero de maternidad y que el nuevo director debía nombrar en dichos cargos a gente
de “su absoluta confianza para el buen servicio de la entidad”. Informa la accionante,
incluso desde antes de su declaratoria de insubsistencia y cuando aún estaba
incapacitada, el director de la entidad proclamó abiertamente que el nuevo secretario
general de la entidad sería Leónidas Mena.

Señala, para la fecha en que fue declarada insubsistente “no había cometido
una justa causa para ser desvinculada” y, por tanto, estima, la entidad no estaba
habilitada para desvincularla sin una justa causa comprobada y motivada, tal como
lo exige el artículo 2.2.3.1.1 numeral 2º del Decreto 1083/15, considerando que el acto
administrativo mediante el cual fue retirada del servicio no cumple con las exigencias
de dicha norma, ni atiende la jurisprudencia de la Corte Constitucional,
concretamente, la sentencia T-494/00, toda vez que, en su sentir, la motivación de la
resolución No. 0300 de 2024 es general y abstracta, pues no integra los elementos de
juicio necesarios y suficientes para justificar el desconocimiento de su estabilidad
laboral reforzada por su estado de embarazo. Estima, lo que se evidencia es que el
nuevo director de la UNGRD sólo “quería traer su cuadrilla de confianza para ocupar
mi empleo y que las empleadas de libre nombramiento y remoción, para él, no deben
gozar del fuero de maternidad, situación que se corrobora mucho más con sus
intervenciones en los medios de comunicación”, entre ellas, las entrevistas de 18 de
marzo de 2024 en la W Radio y en “Desnúdate con Eva Rey” en la que, además, puso
en duda su estado de embarazo.

Aduce, son múltiples las declaraciones dadas por Carlos Carrillo en diferentes
medios de comunicación en los que no sólo presume su mala fe

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Accionante: Ana María Castaño Álvarez
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, sino que además miente sobre los hechos, poniendo en duda su honorabilidad
y reputación, aunado a que, en su sentir, aquel “quiere influir y direccionar las
decisiones judiciales de acuerdo a su interés”, considerando, además, que el director
de la UNGRD la discrimina por su condición de mujer en estado de embarazo y
considera que no goza fuero de maternidad.

Asegura, su cargo de secretaria general en la UNGRD era su único sustento y


ello le permitía tener una vida digna y cubrir sus necesidades básicas y congruas,
además que garantizaba las prestaciones asistenciales de su embarazo y de su hijo que
está por nacer, al igual que las de su progenitora por quien responde económicamente,
relacionando a continuación los gastos en que incurría y sufragaba con el salario
percibido en la entidad accionada: i) gastos de embarazo: total $1.900.156 y, ii) gastos
de manutención, por diferentes conceptos como arriendo apartamento en Bogotá,
servicios públicos, créditos hipotecarios, impuestos prediales en Envigado y en Itagüí,
administraciones de sus apartamentos, impuesto vehicular, SOAT, póliza de vehículo,
tarjea de crédito, aporte económico a su progenitora, pago celular, alimentación,
vestuario y gasolina, por un total de $20.736.325.

Por consiguiente, reclama la protección de sus derechos fundamentales y


ordenar a la UNGRD que proceda a reintegrarla al cargo de secretaria general, código
0037, grado 22 o a un cargo similar al que ostentaba hasta el momento de su
desvinculación; como consecuencia de lo anterior, ordenar a la entidad accionada
reconocer y pagar las sumas equivalentes a todos los salarios y prestaciones legales y
de seguridad social, junto con los demás factores que lo integran, incluyendo sus
aumentos e incrementos dejados de percibir desde el día de su desvinculación, esto
es, el 1º de abril de 2024 hasta la fecha en que se haga efectivo el reintegro.

1.2.- Mediante auto adiado 10 de abril de 2024 la Juez 31º Penal del Circuito
de Conocimiento admitió la acción de tutela y ordenó la vinculación al trámite
constitucional de la UNIDAD NACIONAL PARA LA GESTIÓN DEL RIESGO DE
DESASTRES -UNGRD-, MINISTERIO DE TRABAJO, LABORATORIO CLÍNICO
CENDIATRA – DR. RICARDO JOSÉ CÁCERES MILEO, EPS SURA, CLÍNICA EL
ROSARIO – MEDICINA FETAL S.A.S y a la CLÍNICA DEL COUNTRY.

1.3. – La representante legal de la Administradora Country S.AS., operador de


la CLÍNICA DEL COUNTRY, resalta, la acción de tutela se dirige en contra de la
UNGRD, dado que la pretensión se relaciona con el reintegro laboral y reconocimiento
de prestaciones de la quejosa.

De otro lado, informa, acorde con el sistema de Historia Clínica, la accionante


registra una única atención el 7 de marzo, al haber ingresado al servicio de urgencias
por cuadro clínico de dolor bajito y prueba de embarazo positiva, razón por la que fue
valorada por especialista en ginecología quien conceptuó: paciente de 40 años, con
reporte extra institucional de prueba de embarazo positiva, dolor tipo cólico,
ordenando ecografía, gonadotropina y manejo analgésico; posteriormente, indican fue
revalorada por el ginecólogo, quien informó que la gonadotropina reportó positiva,
ecografía con mioma uterino, embarazo de localización incierta, diagnosticando:
embarazo temprano y, en tal virtud, ordeno inicio de control prenatal y seguimiento
ambulatorio, registrando egreso el 8 de marzo de 2024 a la 1:10 a.m. con

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recomendaciones del especialista, fórmula médica y orden de control de beta en 48


horas.

Así mismo, indica, la atención de la paciente estuvo a cargo de SEGUROS DE


VIDA SURAMERICANA S.A. De lo anterior, refiere, se concluye que la CLÍNICA
garantizó la prestación de los servicios de salud a la quejosa, en condiciones de calidad
y oportunidad, cumpliendo a cabalidad las funciones y obligaciones asignadas por el
SGSSS y, en todo caso, reitera, las pretensiones de la quejosa están a cargo de la
Ungrd. Solicitó su desvinculación del trámite.

1.4.- La representante legal judicial de EPS SURAMERICANA S.A. -SURA-,


informa, la accionante se encuentra afiliada al PBS de la EPS SURA y registra
incapacidades Nos. 0-37768663 con fecha de inicio 13 de marzo de 2024 y 0-
37769606 con fecha de inicio 27 de marzo de 2024; no obstante, señala, las mismas
no han sido radicadas por el empleador UNGRD para la debida evaluación
administrativa del posible pago; adicionalmente, refiere, la incapacidad No. 0-
37790276 con fecha de inicio 2 de abril de 2024 se encuentra pendiente de evaluación
administrativa, toda vez que el empleador UNGRD no ha pagado el aporte
correspondiente al mes de abril de 2024. Aclara, según la ley anti trámites es deber
del empleador y/o trabajador independiente radicar las incapacidades ante la EPS; por
tanto, al omitir dicho deber es el empleador quien vulnera los derechos fundamentales
de la accionante y no la EPS, enunciando a continuación el trámite de incapacidades.
Solicitó denegar el amparo respecto de SURA, por cuanto la entidad no ha vulnerado
los derechos invocados.

1.5.- El apoderado de la UNGRD, indica, la entidad es la encargada de coordinar


el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, lo que implica que, por su
naturaleza, cuenta con facultades excepcionales, entre ellas la capacidad de contratar
bajo régimen privado, de conformidad con lo dispuesto en la Ley 1523/12. Señala, es
un hecho notorio que la UNIDAD, desde hace unos meses, se encuentra atravesando
por una “profunda crisis reputacional” iniciada por los escándalos de corrupción
presentados con la adquisición de carrotanques durante la administración del señor
Olmedo López y que, advera, se dio en ejercicio de las funciones de la hoy accionante
en su cargo de secretaria general, segundo cargo más importante de la entidad.
Adicionalmente, refiere, una vez posesionado el nuevo director de la entidad, Carlos
Carrillo, se encontró con una grave crisis institucional, dado que se trata de una
“entidad saqueada”, sin un sistema de información integrado, con cientos de
requerimientos de los entes de control vencidos, sin funcionamiento de la Oficina de
Control de Interno Disciplinario, con requerimientos de la Fiscalía que investiga a
funcionarios y contratistas de la entidad, entre otros, crisis que, asegura, se vio
reflejada en la “acefalía que sufrió la entidad por mucho tiempo, pues varios de los
anteriores directivos, jefes de oficina y coordinadores de grupos de trabajo,
renunciaron con el señor Olmedo López y otros bajo el encargo de la Dra. Helga
María Rivas Ardila, quien pidió la renuncia protocolaria a todos los directivos de la
UNGRD, incluida la hoy accionante”.

Informa, para la fecha de posesión del nuevo director, el 11 de marzo de 2024,


la quejosa contaba, adicional a su cargo de secretaria general de la entidad -directora
de toda el área operativa y administrativa-, con dos encargos más; uno como
subdirectora general de la UNGRD -resolución 0198 de 5 de marzo de 2024, cargo
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cabeza de todas las dependencias misionales- y el otro como jefe de la Oficina Asesora
de Planeación -resolución No. 0003 de enero de 2024-. En tal virtud, refiere, la actora
ostentaba la ordenación de gasto ilimitado por delegación, según resolución No. 113
de 14 de febrero de 2024.

Luego de pronunciarse respecto de cada uno de los hechos narrados por la


quejosa, precisó que no le consta que la Dra. Rivas Ardila hubiese solicitado la
renuncia protocolaria de todas las personas que ostentaban cargos de libre
nombramiento y remoción; no obstante, sí es cierto que la actora presentó ante la
UNGRD la renuncia a su cargo, lo que se corrobora con las pruebas aportadas con la
tutela; algunos de los hechos, aduce, no son de conocimiento de la entidad al tratarse
de información personalísima de la accionante pero, en efecto, acorde con las pruebas
documentales aportadas, aquella se realizó una prueba de embarazo en el
LABORATORIO CENDIATRA del Centro Empresarial Connecta la cual arrojó resultado
positivo. Aclara, es cierto que el nuevo director se reunió con la quejosa que no sólo
ostentaba el cargo de secretaria general de la entidad; además, era la Coordinadora de
los Grupos de Contratación, de Relacionamiento con el Ciudadano y de Control
Interno Disciplinario, así como jefe de los Grupos de Apoyo Financiero y Contable,
Apoyo Administrativo y Talento Humano y jefe encargada de la Oficina Asesora de
Planeación e Información y, en esa medida, efectivamente el nuevo director le solicitó
la renuncia, pero con ocasión de los múltiples cuestionamientos respecto de los
presuntos hechos de corrupción, aclarando que la renuncia no sólo se solicitó a la hoy
accionante; también a las demás personas que ejercían cargos de libre nombramiento
y remoción, esto es, a la jefe de la Oficina Asesora Jurídica y subdirectora encargada
para la Reducción del Riesgo y al jefe de la Oficina Asesora de Comunicaciones .

Con todo, asegura, no es cierto que previo a esa reunión el nuevo director de la
entidad tuviera conocimiento del estado de embarazo de la quejosa, resaltando que
para ese momento el director sólo llevaba 3 días en el cargo y no había recibido
informe alguno de empalme, aunado a que no conocía ni tenía ningún grado de
confianza con la actora; adicionalmente, aduce, no es cierto lo manifestado por la
quejosa en cuanto a que el director no le hubiese permitido hablar más. Aclara, el
nuevo director había citado a todos los cargos de libre nombramiento y remoción -
nivel directivo y asesor- a una reunión prevista para el 13 de marzo de 2024; no
obstante, como la accionante no pudo asistir, por ello fue citada nuevamente para el
día siguiente y fue hasta ese momento en que se conoció su estado de embarazo.

Indica, si bien es cierto que quejosa allegó a la entidad, vía correo electrónico,
una incapacidad, también lo es que la misma no había sido expedida por la EPS a la
que se encuentra afiliada, sino por un médico particular, por el lapso de 30 días que,
en el momento de su transcripción por la EPS SURA, se redujo a 10 días. Pese a todo
ello, informa, la entidad mantuvo su postura de “retirar todos los cargos de libre
nombramiento y remoción en razón al buen servicio público”.

Aduce, en efecto, el nuevo director de la entidad, en ejercicio de su libre


expresión, ha realizado afirmaciones en diferentes entrevistas y medios de
comunicación; sin embargo, en las mismas insistentemente ha señalado que no es juez
ni tiene competencia para condenar a alguien, ni para instruir casos, pues para ello
están las autoridades competentes; por ende, no es cierto que el director de la UNGRD
haya amenazado públicamente a la quejosa, considerando que tal afirmación es una
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conclusión subjetiva y temeraria de aquella. Con todo, resalta, el director solicitó a la


hoy accionante la renuncia precisamente en razón a la naturaleza del cargo que
ostentaba y las importantes funciones que tenía, “máxime la coyuntura y los
escándalos de corrupción que la entidad atravesaba, que afectaban la confianza en
el personal directivo que no advirtió las irregularidades o, en caso de hacerlo, no
llevó a cabo ninguna actuación para ponerles fin”.

Señala, no es verdad que la accionante hubiese estado incapacitada entre el 13


de marzo y el 11 de abril, dado que la EPS SURA manifestó que la incapacidad se
extendía hasta el 22 de marzo y si aquella, con un embarazo de alto riesgo, se trasladó
a Medellín, eso sólo demuestra el incumplimiento de sus deberes funcionales,
precisando que tal situación no fue comunicada a la entidad con las formalidades
establecidas, más aun cuando sus funciones se deben desempeñar en Bogotá. Informa,
la razón de la declaración de insubsistencia de la actora obedeció a la necesidad de
mejora del servicio, derivada de hechos ciertos y objetivos, precisando que la
resolución No. 300 de 2024 fue efectivamente comunicada a la interesada el 1º de
abril de 2024, la cual se fundamenta en diferentes situaciones, allí expuestas, como
las omisiones atribuibles a aquella, como la remisión de copias a la PROCURADURÍA
GENERAL DE LA NACIÓN por parte de un magistrado, por presuntas incidencias
disciplinarias de los miembros del comité de Conciliación de la entidad, en la que su
obrar, asegura, fue determinante, así como la falta de delegación del coordinador del
Grupo de Control Interno Disciplinario y la consecuente paralización de todos los
procesos derivados de esta omisión, aunado a que el director encontró una situación
generalizada de desorden administrativo y de falta de información que permitiera el
correcto funcionamiento de la misma. Contrario a lo afirmado por la quejosa, señala,
la resolución sí cumplió tanto con las exigencias del inciso 2º del numeral 2º del
artículo 2.2.3.1.1 del Decreto 1083/15, en concordancia con el artículo 21 del Decreto
3135/68, como con las pautas fijadas por la jurisprudencia de la Corte Constitucional,
en el entendido que el acto administrativo fue debidamente motivado.

De todo lo expuesto, aduce, ha quedado claro que la accionante no fue


discriminada en razón de su embarazo, pues el motivo de la declaratoria de
insubsistencia corresponde, insiste, a hechos objetivos y ciertos derivados de
actuaciones y omisiones que minaron la especial confianza que debe tener el director
hacia ella, dada la naturaleza del cargo que ostentaba y las delicadas funciones del
mismo, reiterando que la renuncia no fue solicitada únicamente a la quejosa, sino a
todos los demás cargos de libre nombramiento y remoción, resaltando que en aras de
cumplir con el deber de proteger su estado de gravidez y su mínimo vital y, dada la
inexistencia de un cargo con funciones y remuneración equivalente dentro de la
UNGRD, el 2 de abril de 2024 fue ofrecido a aquella un contrato de prestación de
servicios; sin embargo, aduce, la accionante guardó silencio.

En ese orden de ideas, señala, la acción de tutela deviene improcedente toda


vez que se dirige contra un acto administrativo y, en todo caso, si eventualmente
procediera, sería como mecanismo transitorio y no definitivo como pretende la
quejosa, en el entendido que aquella cuenta con un medio de defensa ordinario como
lo es la acción de nulidad y restablecimiento del derecho ante la jurisdicción
contenciosa administrativa contando con la posibilidad, incluso, de solicitar medidas
cautelares, lo cual es de conocimiento de la actora, habida cuenta que es abogada de

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profesión y, por ello, estima, no resulta irrazonable que se le exija agotar los
mecanismos ordinarios.

Por último, insiste, la entidad no desconoció el fuero de maternidad de la


quejosa, aunado a que la declaratoria de insubsistencia cumplió con los presupuestos
establecidos en la sentencia T-494/00, al punto que se ofreció un contrato de
prestación de servicios por valor de $180.000.000, con plazo de ejecución de 12
meses, con posibilidad de prórroga por 3 meses adicionales, para garantizarle ingresos
similares y protección en su condición de madre gestante, frente al cual guardó
silencio; con todo, advera, la decisión de declararla insubsistente no se encuentra
relacionada con su estado de embarazo o el hecho de ser mujer, sino que obedeció a
graves fallas en el servicio e, incluso, sospechas de corrupción que no podía tolerar la
nueva administración. Solicitó declarar improcedente el amparo por no cumplir el
requisito de subsidiaridad o, en el evento que la solicitud sea estudiada de fondo, negar
las pretensiones.

1.5.1.- En escrito adicional la UNGRD dio alcance a la respuesta inicial,


pronunciándose respecto de lo manifestado por la accionante, precisando que aquella,
en su calidad de secretaria general era la responsable del Grupo de Gestión
Contractual donde se adelantan los procesos contractuales de la entidad, reiterando
que aquella había sido delegada para la ordenación del gasto, sin límite de cuantía,
razón por la que fueron expedidas las resoluciones 227 y 305 de 2024 para limitar
esos poderes absolutos, indicando que la actora, además, sí tenía injerencia en los
contratos.

De otro lado, señala, la actora “confesó” que ella declaró insubsistente a la


señora Diana Carolina Martínez Joya, quien se encontraba en embarazo y no había
aportado prueba de sangre, al igual que ocurre en su caso, por lo que, estima, “la
aplicación legal no puede ser alegada de que a unos si se les aplica y a otros no sin
que exista un verdadero test de proporcionalidad”. Adicionalmente, refiere, el
perjuicio esgrimido por la quejosa no fue fundamentado adecuadamente y sin que sus
gastos personales resulten suficientes para el efecto.

1.6.- El coordinador del Grupo Interno de Trabajo de Atención Jurídica de la


Dirección Territorial Bogotá del MINISTERIO DE TRABAJO, indica, la entidad no ha
vulnerado los derechos fundamentales invocados por la quejosa, toda vez que las
actuaciones que dieron origen a la acción de tutela corresponden a conductas ejercidas
por el director de la UNGRD, quien pretende la renuncia de la accionante,
desconociendo su fuero de maternidad y, para ello, desarrolla conductas catalogadas
como de acoso laboral. Adicionalmente, informa, no reposa en las bases de datos
querella alguna interpuesta por la parte actora respecto de la UNGRD; no obstante,
aclara, al tratarse de una servidora pública, el MINISTERIO pierde competencia para
tramitar una queja por acoso laboral, dado que la misma deberá ser radicada ante el
Ministerio Público; de igual forma, indica, se verificó que tampoco existe solicitud
alguna de la UNIDAD accionada para terminar la relación laboral con la accionante.
Por tanto, al no existir reclamación o trámite administrativo en curso, relacionado con
las partes de la acción de tutela, no hay razón para que esa cartera ministerial se
pronuncie frente a las pretensiones de la actora.

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Así las cosas, señala, se presenta una falta de legitimación en la causa


por pasiva, toda vez que las pretensiones se dirigen en contra de la UNGRD y, en tal
virtud, depreca su desvinculación del trámite constitucional.

1.7.- La PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN, informa, revisado el


Sistema de Gestión Documental de la entidad se hallaron algunos antecedentes
relacionados con los hechos y pretensiones de la actora: i) expediente No.
220287/2024/RCO, a cargo de la Procuraduría Delegada Disciplinaria de Instrucción
4º para la Vigilancia Administrativa, radicación No. E-2024-220511, correspondiente
a una queja presentada por la hoy accionante, por presunto acoso laboral, en contra de
Carlos Carrillo, director general de la UNGRD y, ii) expediente No.
238009/2024/RCO, a cargo de la Procuraduría 381 Judicial Penal de Bogotá, con
radicado No. E-2024-238265 de fecha 11 de abril de 2024, correspondiente a una
solicitud de intervención presentada por la quejosa, en calidad de agente especial,
dentro de una acción de tutela por violación de fuero de maternidad, violencia de
género y acoso laboral, razón por la que cada una de dichas dependencias fueron
requeridas para que se pronuncien.

La Procuraduría Delegada Disciplinaria de Instrucción 4: Cuarta para la


Vigilancia Administrativa informó que recibió la queja el 5 de abril de 2024 y por
auto de 22 de abril profirió auto con asunto: presunto acoso laboral, remisión por
competencia al Comité de Convivencia Laboral de la UNGRD, auto notificado a la
quejosa el 23 de abril de 2023.

Por su parte, señala, la Procuraduría 381 Judicial I Penal informó haber emitido
el concepto solicitado en el que consideró que no era procedente constituir una agencia
especial para el caso, aun cuando está asignado al Juzgado 31º Penal del Circuito de
Conocimiento, toda vez que no es notificado de las acciones de tutela tramitadas por
ese juzgado.

Con todo, aclara, sólo hasta que el Comité de Convivencia Laboral de la


respectiva entidad pública haya agotado el procedimiento preventivo sin que se
hubiese superado la situación de acoso laboral, resulta procedente remitir la queja a la
PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN. En esa medida, es claro que la entidad
no ha vulnerado los derechos invocados por la quejosa, dado que impartió el trámite
correspondiente a los asuntos radicados.

1.8. Acorde con lo señalado en el fallo, la gerente de la CLÍNICA EL ROSARIO1,


informó que la quejosa fue atendida para tratar una patología referente a una
lumbalgia, el 31 de marzo de 2024, generándose una incapacidad por 2 días, según el
reporte de la historia clínica, señalando que sus actuaciones fueron en debida forma.

1.9- La Juez 31º Penal del Circuito de Conocimiento, en fallo de “23 de abril de 2022”
(sic), amparó los derechos fundamentales a la estabilidad laboral reforzada por
maternidad, seguridad social y salud a favor de la accionante y ordenó a la UNGRD,
en el término de 48 horas contadas a partir de la notificación del fallo, “proceda a
reintegrar a la señora Ana María Castaño Álvarez y de manera inmediata realice los
aportes a seguridad social en salud dejados de percibir, los cuales serán cancelados
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Revisados los archivos enviado por el juzgado de instancia, si bien se encuentra una carpeta titulada “Respuesta Clínica el Rosario”,
en la mismo no reposa respuesta alguna de la institución.
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Accionante: Ana María Castaño Álvarez
Accionado: UNGRD

a la EPS SURA con el reconocimiento de la mora si a ello da lugar”, tras considerar


que para la fecha en que la accionante dejó de laborar, como consecuencia de su
declaratoria de insubsistencia, esto es, el 1º de abril de 2024, se encontraba en estado
de gestación, situación de la que era conocedora la accionada, conforme lo señaló la
actora en el libelo, para lo cual allegó historia clínica, ecografía transvaginal de primer
trimestre y correos electrónicos enviados a la UNGRD, mediante los cuales dio a
conocer su estado de embarazo y las incapacidades otorgadas por parte de diferentes
entidades prestadoras de salud que la atendieron, lo que permite concluir “obviamente
que para el 1 de abril del año en curso se encontraba en estado de gestión. Luego, la
terminación del vínculo laboral se encuentra plenamente demostrada que se efectuó
durante dicho estado de gravidez”, sin pasar por alto que tal estado había sido
comunicado a la directora encargada desde el 7 de marzo, vía correo electrónico, por
lo que no hay duda de que el empleador tenía conocimiento de la situación.

En tal virtud, concluyó la juez a quo, acorde con los lineamientos


jurisprudenciales, la quejosa cumple con los presupuestos esenciales para tener
derecho a la estabilidad laboral reforzada por fuero de maternidad, por lo que es
procedente aplicar los criterios señalados por la Corte Constitucional en sentencia SU-
070/13 y, por ende, la actora se hace acreedora, por vía constitucional, de que se tutele
su derecho a la estabilidad laboral reforzada; en consecuencia, ordenó el reintegro al
cargo de secretaria general, código 0037, grado 22, atendiendo que, según la
accionada, no existe cargo similar o de igual jerarquía en el que pueda ser designada.

Frente al pago de acreencias laborales, precisó la juez, acorde con la


jurisprudencia, ello no es viable vía tutela, dado que el asunto debe ser dirimido por
la justicia ordinaria laboral, dado que la acción de tutela no es el mecanismo idóneo
para el efecto, conminando a la parte actora a hacer uso de los mecanismos judiciales
a su alcance en la jurisdicción ordinaria.

1.10.- La accionante solicitó la aclaración y/o complementación del fallo de


tutela de 23 de abril, notificado el día 24, con el fin de evitar interpretaciones y
dilaciones de la entidad accionada, toda vez que si bien en la parte motiva se indica
que deberá ser reintegrada al cargo que venía ocupando como secretaria general –
código 0037, grado 22, en la parte resolutiva sólo se ordena el reintegro, pero no
precisa a cuál cargo.

1.11.- Mediante auto adiado 26 de abril de 2024 la Juez 31º Penal del Circuito
de Conocimiento aclaró y adicionó el fallo de tutela de 23 de abril de 2024, en el
sentido de “agregar lo correspondiente al acápite “CONSIDERACIONES Y
RESUELVE” transcrito en la parte considerativa de esta decisión”, esto es, que el
numeral segundo de la parte resolutiva de la decisión queda: “Ordenar a la Unidad
Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y/o quien haga sus veces, que
dentro del término de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la notificación de
la presente providencia, proceda a reintegrar a la señora Ana María Castaño Álvarez
al cargo de Secretaria General – Código 0038 – Grado 22, u otro de igual (sic)
condiciones o de mayor jerarquía, y de manera inmediata, realice los aportes a
seguridad social en salud dejados de percibir, los cuales serán cancelados a la EPS
SURA con el reconocimiento de la mora si a ello da lugar”, precisando que, en tal
virtud, se habilitaban los términos para recurrir el fallo. Así mismo, adicionó la

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Accionante: Ana María Castaño Álvarez
Accionado: UNGRD

decisión en el sentido de amparar, además, los derechos fundamentales a la igualdad,


mínimo vital y dignidad humana.

1.12.- El apoderado de la UNGRD solicitó la corrección y aclaración del fallo


de tutela proferido el 23 de abril de 2024, aclarado el 26 de abril del año que avanza,
en sentido de corregir la fecha de la decisión, comoquiera que en el mismo se consignó
“23 de abril de 2022”, calenda que no coincide con el radicado de la tutela y en aras
de “entender que se dio en el 2024 y no en el 2022 como indica, seguramente por
error de digitación”. Así mismo, solicitó aclarar lo concerniente a la forma en que se
debe proceder con el correspondiente reintegro ordenado por el despacho, dado que,
advera, no es claro el alcance del mismo, lo cual genera confusión, habida cuenta que
la entidad sólo cuenta con un cargo denominado secretaria general – código 0037 –
grado 22, en el cual se encuentra nombrado el señor Leónidas Name Gómez, mediante
resolución No. 320 de 8 de abril de 2024, fecha previa a la presentación de la acción
de tutela, acto administrativo que goza de presunción de legalidad y, en esa medida,
señala, la orden impartida entra en colisión con la mencionada resolución 320/24;
aunado a lo anterior, aduce, se presenta una falta de claridad en cuanto al alcance de
la orden de reintegro y el amparo constitucional. Por ende, depreca corregir la fecha
de la providencia, aclarar el alcance de la orden de reintegro pues no se entiende si es
viable aplicar el numeral 4º del artículo 51 de la Ley 909/26, pronunciarse sobre el
ofrecimiento que la entidad hizo respecto de un contrato de prestación de servicios
como alternativa para la continuidad de laboral de la actora y, así mismo, aclarar si es
posible indemnizar a la accionante, de acuerdo con la jurisprudencia constitucional.

Adicionalmente, resaltó que a la entidad no se corrió traslado de la solicitud de


aclaración presentada por la quejosa, a efecto de garantizar su derecho de
contradicción, advirtiendo que la petición de la actora fue resuelta el mismo día.

1.13.- El apoderado de la UNGRD, en escrito adicional, promovió incidente de


nulidad, con fundamento en el artículo 133 num. 2º CGP, comoquiera que en el fallo
de 23 de abril la juez de instancia amparó los derechos a la estabilidad laboral
reforzada por maternidad, seguridad social y salud a favor de la quejosa; no obstante,
en el auto de 26 de abril de 2024, mediante el cual adicionó y aclaró el aludido fallo
modificó, de manera sustancial, los derechos fundamentales amparados, en tanto
también amparó a los derechos a la igualdad, mínimo vital y dignidad humana, es
decir, amplió la protección otorgada, incluyendo prerrogativas adicionales, pese a que
no tienen relación alguna con la corrección de la sentencia, por lo que es claro que
ello deviene incongruente e infundado.

Así mismo, estima, se configura otra causal de nulidad con ocasión de la parte
resolutiva del auto mediante el cual la juez adicionó y aclaró el fallo de 23 de abril,
habida cuenta que el despacho alude a la inexistencia de cargos similares o de igual
jerarquía al de secretaria general grado 22, como fue puesto de presente por la entidad
en el escrito defensivo, aun cuando en las consideraciones ordenó que el reintegro se
hiciera al mismo cargo que venía desempeñando. Con todo, considera, el auto de
aclaración desconoce los alcances del artículo 286 que faculta la corrección de errores
por omisión o cambio de palabras, pero no la adición de características o condiciones
no previstas ni necesarias para la cabal comprensión de la orden. En tal virtud, estima,
en este caso se evidencia una modificación sustancial del fallo de tutela que, en su
sentir, carece de fundamento jurídico y afecta el debido proceso y la garantía de
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Accionante: Ana María Castaño Álvarez
Accionado: UNGRD

confianza legítima, razón por la que la aclaración genera un vicio de nulidad. Solicitó
declarar la nulidad del auto de aclaración adiado 26 de abril de 2024.

1.14.- Por auto de 30 de abril de 2024 la Juez 31º Penal del Circuito de
Conocimiento corrigió el fallo de tutela de 23 de abril en lo referente a la fecha de
emisión de la decisión, precisando que la correcta es 23 de abril de 2024. No obstante,
frente a la solicitud de aclaración de la orden y su alcance, señaló la juez a quo, el
despacho no haría modificación alguna, toda vez que tanto el fallo como el auto de
aclaración señalan que la orden es proceder a reintegrar a la accionante al cargo de
secretaria general – código 0037 – grado 22 o a otro de iguales condiciones o mayor
jerarquía, sin que se avizore algún mal entendido o confusión respecto de la orden,
pues la entidad cuenta con 3 escenarios diferentes para el reintegre de la quejosa; así
mismo, refirió que no se pronunciaría sobre el incidente de nulidad pues para ello la
entidad podía impugnar la decisión.

1.15.- La accionante impugnó el fallo, demandando su revocatoria parcial, tras


considerar que el juzgado de instancia no otorgó una protección integral y completa,
como ha establecido la Corte Constitucional en las sentencias SU-070/13 y SU-
075/18, en el entendido que, acorde con dichos pronunciamientos, el juez de tutela
debe ordenar el reintegro y el pago de los salarios y prestaciones dejadas de percibir,
de modo que someterla al uso de los medios judiciales ante la jurisdicción ordinaria
para obtener el pago de las acreencias económicas, como señala el fallo impugnado,
en su sentir, no es acorde con la protección que se debe brindar atendiendo su estado
de embarazo.

1.16.- En escrito allegado a la Corporación, vía correo electrónico de 7 de mayo


de 2024, el apoderado de la UNGRD solicitó la corrección del informe secretarial de
fecha 29 de abril de 2024 de inicio de contabilización de los términos, el cual, advera,
se dio en el término de ejecutoria, llamando la atención que el mismo fue generado el
3 de mayo de 2024, de conformidad con la firma electrónica de la juez bajo el código
de verificación, incurriendo en un error, toda vez que, atendiendo que fue emitido auto
de adición y aclaración, el término para impugnar vencía el 6 de mayo y no el 2, como
manifestó la secretaria en la aludida constancia secretarial; además, señala, la entidad
había presentado un incidente de nulidad respecto del cual estaba a la espera de la
respuesta; empero, el despacho se pronunció el 30 de abril de 2024 accediendo a la
corrección de la fecha del fallo, por lo que es claro que el término para impugnar
vencía el 8 de mayo, de donde es claro que la constancia secretarial es errónea e
incongruente y, por ende, debe ser corregido.

1.17.- El señor Leónidas Name Gómez presentó solicitud de nulidad de todo lo


actuado dentro de la acción de tutela, por violación de sus derechos fundamentales al
debido proceso y defensa, dado que fue nombrado en el cargo de secretario general,
Código 0037, grado 22 mediante resolución No. 0320 de 8 de abril de 2024, la cual
goza de presunción de legalidad, señalando que el 26 de abril de 2024 tuvo
conocimiento, a través de los medios de comunicación, del fallo de tutela proferido a
favor de la señora CASTAÑO ÁLVAREZ, razón por la que lo solicitó a la Oficina
Jurídica de la entidad para conocer su contenido y alcance, advirtiendo que la decisión
genera una directa e inmediata afectación a su situación administrativa laboral, dado
que se encuentra vinculado en el cargo al que se ordenó el reintegro de la quejosa;
empero, no fue vinculado al trámite constitucional, por lo cual depreca decretar la
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Accionante: Ana María Castaño Álvarez
Accionado: UNGRD

nulidad, al no haber tenido la oportunidad de pronunciarse sobre el litigio lo que,


insiste, vulnera sus derechos fundamentales.

1.18.- El apoderado de la UNGRD, mediante escrito remitido por el juzgado de


instancia al Tribunal, impugnó el fallo demandando su revocatoria, señalando que la
juez a quo omitió por completo los argumentos presentados por la entidad en el escrito
defensivo, aunado a que incurrió en yerros de hecho y de derecho al no hacer el
estudio, interpretación y aplicación sistemática, armónica y teleológica de las normas
constitucionales, legales y de jurisprudenciales aplicables al caso concreto.

Advera, la acción de tutela es improcedente contra actos administrativos,


atendiendo su naturaleza subsidiaria que exige que los ciudadanos agoten primero los
medios de control correspondientes ante la jurisdicción contenciosa administrativa
para resolver conflictos con la administración y, en esa medida, acudir a dicha
jurisdicción es el medio adecuado y eficaz para examinar la legalidad de la resolución
No. 300 de 2024, donde se deberá evaluar si la motivación del acto administrativo que
declara la insubsistencia de la quejosa se ajusta al ordenamiento jurídico colombiano,
máxime cuando no se ha demostrado un perjuicio irremediable que torne procedente
el amparo de manera transitoria.

Así mismo, señala, el fallo de instancia da aplicación a un precedente


constitucional que, en su sentir, no constituye jurisprudencia aplicable para el caso
concreto, lo que implica una ausencia de motivación para justificar la procedencia del
amparo, aunado a que no tuvo en cuenta la naturaleza del cargo que desempeñaba la
quejosa, pues el mismo es de alto grado de confianza, elemento determinante, razón
por la que es distinta a la de otros cargos de libre nombramiento y remoción y, en esa
medida, el precedente constitucional acogido por el despacho, insiste, no resulta
aplicable en este caso concreto.

Adicionalmente, estima, la juez incurrió en una errónea aplicación de la figura


de la estabilidad laboral reforzada, desconociendo que la Corte Constitucional, en
sentencia SU-003/18 estableció parámetros jurisprudenciales e indicó que los
servidores públicos que ocupan cargos de libre nombramiento y remoción no gozan
de estabilidad laboral reforzada. Con todo, advera, son las razones del buen servicio
las que deben primar en el desarrollo de la administración, más cuando en los cargos
de libre nombramiento y remoción se encuentra presente un grado de confianza que
no tienen otros trabajadores y es así como el director de la entidad, para cumplir con
el recto ejercicio y el buen funcionamiento de la UNGRD, en su nivel de dirección,
requiere que se nombre en todos esos cargos a personas de su absoluta confianza para
realizar las respectivas delegaciones y desconcentración administrativa necesaria para
cumplir a cabalidad con la misión de la entidad, con apego a los principios
establecidos en el artículo 209 constitucional.

Considera, la juez omitió el análisis de todas y cada una de las razones


expuestas en la resolución No. 300 de 2024 que justifican la decisión y que, en tal
virtud, no vulnera los derechos invocados por la quejosa, resaltando que el fuero de
maternidad no es ilimitado.

II.- CONSIDERACIONES DE LA SALA


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Accionante: Ana María Castaño Álvarez
Accionado: UNGRD

2.1. Conforme se anunció en precedencia, la Sala decretará la nulidad de lo


actuado comoquiera que, entre otras cosas, de acuerdo con la información contenida
en la foliatura se torna imprescindible, en aras de efectivizar la garantía judicial de la
doble instancia, la vinculación del señor Leónidas Name Gómez, en su condición de
tercero con interés, atendiendo que aquel ocupa el cargo en el que depreca su reintegro
la quejosa.

2.2.- Con fundamento en los artículos 16 del Decreto 2591/91 y 5º del Decreto
306/92, emerge como requisito de procedimiento que, además de la iniciación, las
decisiones adoptadas en el “(…) trámite de una acción de tutela se deberán notificar
a las partes o a los intervinientes. Para este efecto, son partes la persona que ejerce
la acción de tutela y el particular, la entidad o autoridad pública contra la cual se
dirige la acción de tutela”. Así mismo, el juez “velará porque de acuerdo con las
circunstancias, el medio y la oportunidad de la notificación aseguren la eficacia de
la misma y la posibilidad de ejercer el derecho de defensa”.

2.3.- La necesidad de enterar a los demandados de la acción instaurada en su contra


y a los terceros que puedan resultar perjudicados con el fallo, nace del mandato
legal y de la doctrina constitucional que ha establecido, en pronunciamiento T-293/94:

“Una vez formulada la petición de tutela debe iniciarse el procedimiento


correspondiente y el juez debe buscar –con miras a la garantía del debido proceso—
que se notifique, acerca de la acción instaurada, a aquél contra quien ella se
endereza. Así lo ha dispuesto el Decreto 2591 de 1991 en su artículo 16.

“El objeto de tal notificación es el de asegurar la defensa de la autoridad o del


particular contra quien actúa el peticionario y la protección procesal de los intereses
de terceros que puedan verse afectados con la decisión.

“En cuanto alude específicamente a la persona sindicada de violar o amenazar


derechos fundamentales, debe tener la oportunidad de dar sus razones e inclusive de
desvirtuar lo afirmado en su contra.”

Así, con el acto procesal de integración del litisconsorcio necesario se


garantiza, de una parte, la protección de los derechos de defensa y contradicción de
los accionados y, de otra, que la decisión judicial cuente con posibilidades materiales
de superar efectivamente el desconocimiento del derecho fundamental. (Cfr. A-
135/11 posición reiterada en A-017 A/13)

Para lograr estos fines la Corte Constitucional ha enfatizado que es deber de quien
presenta la solicitud de amparo determinar con claridad la autoridad pública o el
particular que lesiona o birla los derechos respecto de los que invoca protección;
cuando ello no sucede corresponde al juez constitucional, en virtud del principio
de oficiosidad, integrar el contradictorio “valiéndose de los elementos de juicio
que obren en la demanda de tutela” (Ver Sent. T-091/93). Sobre el particular se
pronuncia la Corte Constitucional en los siguientes términos:

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Accionante: Ana María Castaño Álvarez
Accionado: UNGRD

“Siguiendo lo previsto en Auto 09 de 1994 (M.P. Antonio Barrera Carbonell), la Corte ha


establecido que la integración del contradictorio:

“supone establecer los extremos de la relación procesal para asegurar que la acción
se entabla frente a quienes puede deducirse la pretensión formulada y por quienes
pueden válidamente reclamar la pretensión en sentencia de mérito, es decir, cuando
la participación de quienes intervienen en el proceso se legitima en virtud de la causa
jurídica que las vincula. Estar legitimado en la causa es tanto como tener derecho,
por una de las partes, a que se resuelvan las pretensiones formuladas en la demanda
y a que, por la otra parte, se le admita como legítimo contradictor de tales
pretensiones”.

“En este contexto, en el Auto 287 de 2001(M.P Eduardo Montealegre Lynett) la


Corte explicó del siguiente modo la obligación que tiene el juez constitucional en lo
concerniente a dicha actividad procesal:

“[D]ebe prestarse especial cuidado en la integración (…) del legítimo


contradictorio toda vez que, en ciertos eventos, la demanda se formula en contra de
quien no ha incurrido en la conducta imputada, o no se vincula a la totalidad de los
sujetos procesales. Tal circunstancia se presenta, generalmente, porque el particular
no conoce, ni puede exigírsele conocer, la complicada y variable estructura del
Estado2, ni de ciertas organizaciones privadas encargadas de la prestación de un
servicio público. Pero el juez, que cuenta con la preparación y las herramientas
jurídicas para suplir tal deficiencia, está en la obligación de conformar el legítimo
contradictorio, no solo en virtud del principio de informalidad, sino también,
atendiendo el principio de oficiosidad que orienta los procedimientos de tutela.”3

Tales premisas permiten inferir a la Colegiatura que en el trámite de instancia el


contradictorio no se integró en debida forma, circunstancia que genera, per se, la
nulitación con el objeto de lograr su readecuación a partir, inclusive, del auto que
admitió el conocimiento; ello, en razón de las órdenes a impartir en caso de constatar
que efectivamente se violentaron los derechos respecto de los cuales reclama
protección la actora, al evidenciarse que, aun cuando aquella mencionó en el escrito
tutelar que el señor Leónidas Name Gómez, al parecer, sería o ya había sido designado
en su reemplazo en el cargo de secretario general de la entidad, aquel no fue vinculado
al trámite constitucional, pese a su evidente interés en el resultado de la actuación, de
ahí que una vez tuvo conocimiento de la decisión, aquel allegó un escrito a esta
Corporación deprecando decretar la nulidad de todo lo actuado, al considerar que
vulnerados sus derechos al debido proceso, defensa y contradicción fueron
desconocidos, toda vez que desde el 8 de abril de 2024 fue designado, mediante
resolución No. 320, como secretario general de la entidad y, por ende, la orden de la
juez de instancia de reintegrar a la quejosa a ese cargo, lo afecta directamente.

Por consiguiente, sin desconocer que la Corte Constitucional ha avalado dos


formas de subsanar la nulidad por indebida integración del contradictorio, 4 atendiendo
las pretensiones de la accionante, imprescindible surge la debida integración del
contradictorio con el señor Leónidas Name Gómez, dado su evidente interés en la

2 Auto 055 de 1997.


3 Auto 017 A/13
4 Auto 113 /12 M.P. Dr. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub : “i) Declarar la nulidad de lo actuado desde el momento en que se presentó la
causal y ordenar la devolución del expediente al despacho judicial de primera instancia para que una vez subsanada la irregul aridad, se
surtan de nuevo las actuaciones pertinentes, o, ii) Proceder en revisión a integrar directamente el contradictorio con la parte o con el
tercero que tenga interés legítimo en el asunto”
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Accionante: Ana María Castaño Álvarez
Accionado: UNGRD

actuación y su resultado, circunstancia que da lugar a nulitar lo actuado, a partir


inclusive del auto de 10 de abril de 2024, con el objeto de que se readecue el
procedimiento.

Así mismo, además de la irregularidad reseñada en precedencia, advierte la


Corporación otras que, igualmente, coadyuvan la declaratoria de nulidad de lo
actuado, en el entendido que, se observa, pese a que la entidad accionada promovió
un incidente de nulidad exponiendo las razones y fundamentos de tal solicitud,
concretamente, la causal 2º del artículo 133 CGP, la juez de instancia nada dijo al
respecto, limitándose a corregir la fecha del fallo de tutela mediante auto de 30 de
abril de 2024 y a señalar que no consideraba necesaria la aclaración del alcance del
fallo o la orden impartida, deprecada por la UNGRD; empero, frente a la solicitud de
nulidad señaló a la parte accionada que, para el efecto, debía hacer uso del recurso de
impugnación, sin entrar a resolver de fondo tal petición, a efecto de establecer si ello
resultaba o no procedente.

Además, no se puede pasar por alto las irregularidades en las constancias


secretariales y la contabilización de términos que acarrearon que la actuación fuera
remitida a esta Corporación cuando las partes aún se encontraban dentro del término
legal para impugnar la decisión, situación que se presentó con ocasión de la emisión,
el 26 de abril, de un auto aclarando y adicionando el fallo de 23 de abril, así como de
otro auto proferido el 30 de abril de 2024, mediante el cual se corrigió la fecha de la
sentencia y se negó la aclaración solicitada por la UNGRD, sin que pueda pasar
inadvertido que, acorde a lo informado por el apoderado de la entidad accionada, no
tuvo conocimiento de la solicitud de adición y aclaración presentada por la parte
actora y, en tal virtud, tampoco tuvo la oportunidad de pronunciarse al respecto,
enterándose de tal petición cuando fue notificado del auto de 26 de abril de 2024 que
no sólo aclaró, sino que además adicionó el fallo, amparando otros derechos no
mencionados en el fallo de 23 de abril, advirtiendo que la solicitud de aclaración fue
resuelta el mismo día.

Así las cosas, las irregularidades puestas de presente, conllevan igualmente a


que se deba decretar la nulidad de todo lo actuado, a efecto que se readecue el trámite
constitucional.

En consecuencia, se dispondrá entonces la remisión inmediata del


diligenciamiento al Juzgado 31º Penal del Circuito de Conocimiento con el objeto de
integrar en debida forma el contradictorio, haciendo la salvedad que las pruebas
allegadas conservaran su valor.

En mérito de lo expuesto, el TRIBUNAL SUPERIOR DE BOGOTÁ D.C.,


en Sala de Decisión Penal,

RESUELVE

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Accionante: Ana María Castaño Álvarez
Accionado: UNGRD

PRIMERO.- DECRETAR LA NULIDAD de lo actuado, a partir del auto


proferido el 10 de abril de 2024, por medio del cual el Juzgado 31º Penal del Circuito
de Conocimiento admitió el conocimiento de la acción de tutela interpuesta por ANA
MARÍA CASTAÑO ÁLVAREZ contra la UNGRD, de acuerdo con lo consignado en
precedencia.

SEGUNDO. - ORDENAR la devolución de la actuación al Juzgado de


Origen para que proceda a subsanar la irregularidad anotada, haciendo la salvedad que
las pruebas allegadas conservarán su valor.

TERCERO. - ENTERESE de esta decisión a los interesados.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

JAIRO JOSÉ AGUDELO PARRA


MAGISTRADO

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