Ley Federal Del Trabajo
Ley Federal Del Trabajo
Ley Federal Del Trabajo
En este documento se
observará el inicio de la
lucha de clases entre
trabajadores y patrones,
también como se originó
el sindicato y cuáles son
las reformas actualmente
en la ley federal del
trabajo, y los tipos de
contratos laborados con
su explicación
Defendían, por un lado, los derechos de las patronales a imponer su voluntad en el lugar
de trabajo –libertad de contratación y de despido, imposición de condiciones de trabajo,
jornada laboral, salarios, etc.– y por eso mismo no aceptaban limitaciones a su libertad
por parte de los sindicatos, del Estado ni de la legislación laboral. Por otro lado defendían
su derecho a que el Estado, que tanto denostaban cuando asumía la protección del
trabajador, garantizara la autoridad y la libertad patronales con sus propias fuerzas y
dispositivos . En el capítulo uno, Las organizaciones patronales previas a 1918, se analiza
el tipo de configuraciones de los grupos patronales previas a la creación de la AT, con
especial énfasis, primero, en los Círculos Católicos de Obreros . Diversos católicos
prominentes de la clase propietaria se involucraron en los Círculos en medio de un
contexto fuertemente conflictivo en las relaciones laborales, pero el objetivo de los CCO,
que trascendía a los intereses patronales, hizo que, más allá de las colaboraciones, para
esos empresarios fuera una relación finalmente problemática.
Las juntas electivas, sobre las cuales se detiene luego la historiadora, eran el espacio
organizativo y coordinador de la AT, con miembros designados por los propios centros
patronales. Allí se entrelazaban diversos ejes de los espacios patronales, desde las
continuaciones de la cohesión social hasta la creación de la derechista Liga Patriótica
Argentina en 1919, pasando por las iniciativas de publicaciones para los patrones, como
el Boletín de la Asociación del Trabajo, y para los obreros, como La Concordia. Es decir,
ante las nuevas formas que habían adquirido las estrategias patronales tal cual las
expresaba la asociación. En el tercer capítulo, titulado La asociación del trabajo en la
capital, fines de 1918-1921, la autora se enfoca en la historia de la institución en la ciudad
de Buenos Aires, como señalamos previamente, punto nodal de su estrategia económico-
política.
El siguiente caso que se reseña es de los conflictos por la jornada laboral de ocho horas,
contextualizado en los reclamos tanto de la Segunda Internacional como de la
Organización Internacional del Trabajo, despectivamente calificada por los voceros
patronales como la ola de pereza. Finalmente, Rapalo estudia el caso de la Ley 9.688 de
accidentes de trabajo, sancionada en 1915, nuevamente a instancias de políticos
socialistas. Ante la situación de hecho y facto de la norma, la AT ejerció aquí estrategias
que centralmente apuntaron a concientizar a los sectores patronales y a proponer análisis,
a través de su prensa, de cariz imperativo sobre las autoridades del Estado, a tono con su
propia autorrepresentación de voz clasista preclara y en pie de igualdad, cuando no
superioridad, con los poderes constitucionales. El sexto capítulo del trabajo, El
autoritarismo y la expresión de la 'nueva derecha', busca realizar una lectura de la
asociación en el entramado de las nuevas formas derechistas que plasman su ascenso en
la década de 1920.
La tentación es tan fuerte que la burguesía opta por transitar el camino que considera más
corto y cómodo para continuar intentando llevar adelante sus proyectos de negocios. Pero
lo que más festejaron, fue la tan ansiada base que se genera a partir de la profusa
difusión de porcentajes amañados con los que pretenden demostrar la adhesión del
pueblo a sus propuestas políticas. Los unos y los otros afirman que los votantes han
expresado en las urnas la voluntad de apoyar las políticas que enarbolan. Todos omiten
igualmente que durante el proceso electoral nadie habló de dichas políticas y que lo que
metieron a través de carteles, pasacalles, spots televisivos, mensajes radiales, etc.,
fueron llamados vacíos a votarlos.
Desde ejemplos más recientes como el de La Rúa, que se impuso con porcentajes
ventajosos sobre sus oponente, como ejemplos más antiguos tales como el del Perón en
el año 1973 que arrasó con un caudal de votos inéditos en la historia. Así, el gobierno de
Perón no pudo imponer el pacto social. La burguesía monopolista con su gobierno y la
fuerza del Estado intentará avanzar sobre la profundización de la llamada flexibilización
laboral que no es más que la superexplotación de los trabajadores, la reforma previsional,
la modificación impositiva, la ley de educación y otros castigos sobre las espaldas del
pueblo. En ese terreno la clase obrera y el pueblo, sin distinción de banderías, deberán
prepararse para enfrentar esas políticas que no saben de adhesiones electorales y que
golpearán a todos por igual.
Es por eso, que los revolucionarios debemos mantener firmes el timón en la unidad, la
construcción, desde lo más profundo del movimiento de masas, de las herramientas
políticas más amplias que frenen el intento y los haga retroceder. Aunque parece decir lo
contrario con sus bailes, serpentinas y globos, la burguesía monopolista también lo sabe.
El sindicalismo, se origina con la revolución industrial en el último tercio del siglo XVIII,
dando lugar a que la máquina sustituya al trabajador manual, cuando la fábrica ocupa el
lugar del taller y la gran industria suplanta a la economía del artesanado y la producción
de mercado local, se transforma en producción para el mercado mundial.
Sin embargo, ya entrado el siglo XIX, las masas obreras con sus movimientos
clandestinos y su ideario sindicalista comienzan a expresarse en diversas formas, que en
un principio se manifestó en forma de huelga con características de motín, posteriormente
se da la simple coalición de obreros de una misma fábrica, o de varias fábricas diferentes.
Sindicalismo consolidado
En el siglo XIX en sus inicios, es cuando el sindicalismo por su propia fuerza opta por salir
de la clandestinidad y busca un lugar en la estructura jurídico-social imperante, fortalecida
por las premisas de la Revolución Francesa de 1848 y el auge de las ideas contenidas en
el Manifiesto Comunista de Carlos Marx y Federico Engels. Y hacia la segunda mitad del
siglo XIX, las mayorías de las legislaciones europeas suprimen el delito de coalición
llegando en algunos casos, como el de Bélgica, a aceptar expresamente el derecho de
asociación obrera.
Ya no eran solo los gremios los que clamaban por reformas laborales más humanas,
retribuciones más acordes con un mínimo de vida respetable, sino que la prensa, las
sociedades con fines de reforma, comenzaron a criticar a los gobiernos y exigían que se
modificaran las leyes que prohibían los sindicatos. La lucha de los trabajadores continua y
en 1871 en Inglaterra, se promulgan disposiciones que permiten la constitución de
asociaciones y en Francia en el año 1879, se constituye la Federación de Trabajadores
socialistas y en 1884, se reconoce expresamente la legalidad de los sindicatos con
diversas limitaciones.
Sindicalismo en México
El sindicalismo, se origina con la revolución industrial en el último tercio del siglo XVIII,
dando lugar a que la máquina sustituya al trabajador manual, cuando la fábrica ocupa el
lugar de taller, cuando la gran industria suplanta a la economía del artesanado y la
producción de mercado local, se transforma en producción para el mercado mundial.
La revolución industrial, se ubica por el año 1775 y unos años después, en 1789 se
produce la Revolución Francesa, la cual reivindicaría os derechos del hombre. Pero se
produce una situación paradójica, se cree que dado que el hombre es libre, no debe
agruparse, ni formar coaliciones de obreros. Pues ello atenta contra la libertad en general
y en contra de la libertad de trabajo en particular. Es así, como en la Declaración de los
Derechos del Hombre y la ley Chapalier de 1791, se imponen sanciones a todos aquellos
que constituyen asociaciones de
Sindicalismo siglo XX
El sindicato es una de las instituciones que tienen gran importancia en la vida económica
y social de una comunidad y país. El sindicato es todo tipo de organización o asociación
profesional compuesta o integrada por personas que, ejerciendo el oficio o profesión u
oficios o profesiones similares o conexos, se unen para el estudio y protección de
aquellos intereses que le son comunes a todos ellos. En 1901 se constituye en
Copenhague la Secretaría Internacional de Sindicatos, con participación de asociaciones
de Alemania, Bélgica, Finlandia, Gran Bretaña y Suecia. En el año de 1906 mientras la
CGT francesa (Confederatión Genérale du Travail) aprueba en Amiens su Carta Magna,
en Italia se crea su primer sindicato: la Confederaziones Generale del Lavoro (CGL) y en
Países Bajos la Federación Neerlandesa de Sindicatos. El taylorismo4 gana fuerza en
estos albores del siglo XX y es en 1911 cuando F. W. Taylor publica su Management
científico; la aplicación generalizada de los métodos propuestos por Taylor supondrá un
profundo cambio en el modelo productivo y en la organización del trabajo: estamos ante la
Segunda Revolución Industrial.5 En 1917 se produce la Revolución, que establece el
primer estado obrero de la historia, y un poderoso impacto en el movimiento obrero
mundial. En 1919 se crea funda la Organización Internacional del Trabajo, uno de los
organismos internacionales más antiguos del mundo, gobernado en forma tripartita por
gobiernos, sindicatos y empleadores. En el siglo XX los sindicatos de todo el mundo
tendieron a abandonar la antigua organización sindical por oficio, para generalizar el
sindicato por rama de actividad. En el siglo XX los sindicatos tendieron a dividirse
internacionalmente en tres grandes corrientes mundiales.
La iniciativa aprobada en octubre del 2022, y que pasará a ser discutida por el Pleno,
propone cambios en los artículos 76, 78 y 81 de la Ley Federal del Trabajo (LFT),
relacionados con el derecho a las vacaciones pagadas.
La reforma laboral 2022 implicó una serie de modificaciones a las leyes en la materia y la
creación de nuevas instituciones de justicia laboral, a fin de cumplir con los compromisos
adquiridos por México en el T-MEC.
En esta fase, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Nayarit,
Michoacán, Jalisco, Ciudad de México y Yucatán incorporaron el mecanismo de solución
de conflictos y participación sindical que ya opera en el resto del país.
Para lograrlo, el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2022 contempló un aumento de
131 por ciento en los recursos para la reforma laboral, con una partida total de 5 mil 748
millones de pesos.
Subsidios para los estados, para la implementación del nuevo modelo de justicia
laboral.
A la inversión realizada por México, habría que añadir los recursos que Estados Unidos se
comprometió a aportar, que ascienden a 450 millones de dólares.
A raíz del 2019, éstas son las modificaciones más críticas que se han realizado a la LFT:
Capacidad de los trabajadores para elegir a sus líderes, mediante el voto libre y
secreto.
Asimismo, también se modificaron las leyes del Seguro Social, del Infonavit, del ISR, IVA
y el Código Fiscal de la Federación (CFF).
Las empresas o contratistas que ofrezcan este servicio deberán contar con la previa
autorización y registro en el REPSE (Registro de Empresas Prestadores de Servicios
Especializados), que deberá renovarse periódicamente.
Tipos de contratos laborales en México
Una de las cuestiones que se instituyen en la ley son los tipos de contratos laborales que
se pueden celebrar en México. En esencia, hay cinco opciones: contrato laboral por
tiempo determinado, contrato laboral por tiempo indeterminado, contrato laboral temporal,
contrato para capacitación inicial y contrato periodo de prueba.
Contrato laboral ejemplo: supongamos que en una compañía hay colaboradores que
trabajan durante todo el año de forma estable para la empresa. En ese caso, estos
mantendrían un contrato laboral por tiempo indeterminado. Mientras que otros empleados
trabajan solo en los meses de verano y en las vacaciones de invierno. En ese caso, la
relación laboral sería estacional y, por tanto, estos tendrían un contrato laboral temporal
con la empresa.
El contrato laboral por tiempo determinado es aquel que se establece por períodos
específicos de tiempo. En este, la duración del contrato está escrita expresamente en el
documento. Existen tres situaciones en las que se pueden celebrar esta clase de contrato:
Cuando lo exija la naturaleza del empleo que debe realizar el trabajador. Contrato
laboral ejemplo: cuando se contrata a un colaborador por el tiempo que dure la
temporada navideña.
Otro de los casos previstos en la ley es cuando se trata de actividades que, por
sus características, solo pueden desarrollarse por un tiempo específico. Por
ejemplo, los trabajos en explotación de minas.
El contrato por tiempo determinado debe señalar el tipo de tareas que va a prestar el
trabajador. De esta forma, este tipo de relación laboral concluye cuando el empleado
finaliza el trabajo.
Esta clase de contrato sirve a aquellas relaciones laborales que se desarrollan por tiempo
indeterminado, pero para realizar tareas discontinuas. ¿Qué quiere decir esto? Que
el contrato laboral temporal se establece en los siguientes casos:
Cuando los servicios requeridos están destinados a labores fijas y periódicas, pero
de carácter discontinuo.
El contrato para capacitación inicial se celebra cuando el trabajador debe adquirir los
conocimientos y habilidades necesarias para su labor. Esta clase de relación laboral tiene
una duración máxima de 90 días. También puede ser de 180 días para empleados en
puestos gerenciales, de dirección o que requieran conocimientos profesionales
especializados.
En este tipo de relación laboral los trabajadores pueden, por ejemplo, acceder a
programas de mentoring y coaching. Esto sumado a la adquisición de habilidades y
conocimientos específicos del puesto a cubrir.
Este no puede superar los 30 o 180 días dependiendo el puesto a cubrir. Lo que se
celebra en esos casos es un primer contrato provisorio. El mismo sirve para verificar que
el trabajador cumple con lo necesario para desarrollar su labor.
Conclusión
Me parece correcto que hoy en día el empleado sea mas apoyado ya que como empleado
nos sentimos protegidos ante situaciones de la vida cotidiano pudiendo evitar la
explotación laboral que existe en muchas ocasiones, y que sin el sindicato no estaríamos
en un mejor puesto para opinar, así mismo las reformas que se hacen es para que estén
conformes con la estabilidad en su trabajo, y dejando en claro que México quiere mejorar
en el sector de trabajo pero en un proceso de paso por paso.