Derecho Romano Persona
Derecho Romano Persona
Derecho Romano Persona
El ser humano por naturaleza desde que es concebido es titular de derechos naturales
conferidos por la misma naturaleza, es por ello que es de gran importancia expandir las nociones
sobre de que capacidad estamos dotados y nuestras facultades como individuos de la especie
humana en cuanto al sentido jurídico.
El derecho civil nos abre las puertas para explorar y adquirir de una manera general lo que
concierne a la persona como sujeto de derecho, la capacidad en el ser humano es un tema que no
puede pasarse por alto como noción básica para el profesional de derecho, por tanto abordaremos
este tema de la manera más minuciosa augurando obtener las respuestas a cada una de las
interrogantes que de manera constante suelen aparecer en la sociedad colectiva.
El estudiante de derecho como futuro abogado debe de ser preciso, consciente y seguro en
cada uno de los temas que conciernen al hombre en su vida civil y en todos los aspectos jurídicos,
valiéndose de conocimientos que permitan el desarrollo de las funciones esenciales de este futuro
profesional como impartidor de justicia, el derecho civil como columna vertebral es garante de
este conocimiento.
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Persona
El Derecho lo considera como sujeto de derecho: sujeto de la relación jurídica y sujeto del
derecho subjetivo y del deber jurídico.
Principios de la Personalidad
Se refiere a la identidad jurídica por la cual se reconoce a una persona, entidad, asociación
o empresa, con capacidad suficiente para contraer obligaciones y realizar actividades que generan
plena responsabilidad jurídica, frente a sí mismos y frente a terceros.
Persona Natural o Persona Física: Es un concepto que hace referencia a todo individuo
humano que posee obligaciones y derechos otorgados por la Ley o la Constitución, según el
artículo 16 del Código Civil Todos los individuos de la especie humana son personas naturales, la
persona natural se puede entender como aquel ser humano que desea desempeñar y ejercer
obligaciones a título personal, tomando en cuenta la manera como constituye su empresa. Así,
asume todas y cada una de las obligaciones que a futuro se le vayan a presentar.
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Características de la Persona Natural
No ha adquirido una figura jurídica ante el registro para realizar actividades con un
nombre y personalidad distinta a la que lo identifica como individuo.
Tiene implícita emociones, sentimientos, formaciones físicas e intelectuales, además
de ser la figura más básica, compleja y esencial de toda sociedad.
Son las que mueven todo la sociedad, por lo que se hace necesario regular sus
interacciones y adquisiciones, a través de derechos y obligaciones.
Poseen atributos que las diferencian entre sí; nombres, apellidos, nacionalidad, estado
civil, domicilio, patrimonio y capacidad jurídica para ser susceptible de una norma
Teoría de la Concepción: esta teoría sostiene que la vida humana independiente comienza
en el momento de la concepción y que por ello la personalidad jurídica del ser humano debe
comenzar en dicho momento. En la práctica esta teoría no ha sido consagrada en el Derecho
Positivo, especialmente, por la gran dificultad que existe para determinar y probar el momento de
la concepción.
Teorías del Nacimiento: sostienen que la personalidad del ser humano comienza en el
momento del nacimiento por considerar que con anterioridad el hombre no tiene una vida
independiente. Dentro de ellas podemos distinguir:
Teoría de la Vitalidad: sólo exige que el feto nazca vivo para reconocerle
personalidad.
Teoría de la Viabilidad: exige que le feto nazca vivo y viable, e sea, apto para
vivir fuera del seno materno, ya que estima que, caso contrario, no existe una vida
humana independiente.
Teoría Humana: Es que la persona nazca viva y tenga forma humana.
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El legislador venezolano acepta la Teoría del Nacimiento y dentro de ella, el Principio de la
Vitalidad, pues no toma en cuenta la mayor o menor duración de vida del recién nacido
extrauterinamente, para reconocerle personalidad jurídica. (Art.17C.C.)
Determinación
Normalmente el nacimiento tiene lugar entre los 270 y 285 días posteriormente a la
concepción. Pero, a veces sucede que el nacimiento ocurre antes de dicho plazo o después de él.
De allí que hablamos de los siguientes términos de gestación:
Mínima: corresponde a ochenta (180) días posteriores a la concepción.
Normal: oscila entre los doscientos setenta (270) a doscientos ochenta y cinco
(285) días posteriores a la concepción.
Máxima: corresponde a trescientos (300) días posteriores a la concepción.
La ley fija el término de gestación mínima en ciento setenta y nueve (179) y la máxima en
trescientos (300) días contados hacia atrás desde la medianoche en que principia el nacimiento.
(Art. 213 C.C.)
Importancia
Existe un gran interés jurídico en poder determinar el momento en que ocurre la concepción,
no sólo para saber cuándo comienza la protección del feto sino también para otros efectos
jurídicos, tales como la determinación de la paternidad de los hijos.
Protección al No Nacido
Aun cuando nuestro legislador ha adoptado la Teoría del nacimiento también toma en
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consideración la persona por nacer.
a. El Concebido: el artículo 17 C.C. establece que "el feto se tendrá por nacido cuando se
trate de su bien; y para que sea reputado como persona, basta que haya nacido vivo". Esto implica
que el feto no puede quedar obligado cuando ello le sea desfavorable, pero puede quedar
obligado caso contrario, lo que ocurre cuando resulta necesario quedar obligado para adquirir
derechos inseparables de dichas obligaciones.
b. El No Concebido: nuestro ordenamiento jurídico también toma en cuenta a la persona
aun cuando no ha sido concebido, así tenemos:
"Los hijos por nacer de una persona determinada pueden recibir donaciones, aunque
todavía no se hayan concebido" (Art.1.443 C.C.)
Igualmente pueden recibir por testamento los hijos de una persona determinada que viva
en el momento de la muerte del testador, aunque no estén concebidos todavía. (Art.840,
ap. 1 C.C.)
Puede constituirse hogar en favor de los descendientes inmediatos por nacer de una
persona determinada. (Art. 633 C.C.)
Es la separación del feto respecto del cuerpo de la madre, aun cuando sea prematuro,
cualesquiera que sean los medios que se empleen para ello.
Las pruebas con las cuales se demuestra el nacimiento de una persona son:
1. Legales: la prueba por excelencia para demostrar el nacimiento de una persona es su
partida de nacimiento o acta de nacimiento.
2. Médico-legales: son aquellas que se realizan para determinar si el niño nació vivo y se
llaman Docimasias o prueba de vida, que se basan en la comprobación de signos de vida
manifestados en las funciones respiratorias, digestivas y circulatorias, y determinarán si en efecto
el niño nació con o sin vida.
Importancia Jurídica
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Desde el punto de vista Penal: el resultado de estas pruebas determinarán el castigo o
absolución de la persona a quien se le imputa la comisión del delito.
Desde el punto de vista Civil: sí se determina que el niño nació vivo, fue persona y
adquirió personalidad jurídica; y en materia sucesoral, no pueden suceder aquellos que no hayan
nacido vivo.
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considerarán con existencia jurídica desde el otorgamiento de este acto, siempre que
después de la apertura de la sucesión se cumpla con el requisito de la respectiva
protocolización.
Las sociedades civiles y las mercantiles se rigen por las disposiciones legales que les
conciernen. El Diccionario del Español Jurídico define a la persona jurídica como una “institución
dotada de personalidad propia e independiente y plena capacidad para el cumplimiento de sus
fines, creada por las leyes o conforme a lo establecido en las mismas”.
Las personas jurídicas pueden coexistir con las personas físicas. Esto es así porque se les
otorga una personalidad jurídica y con ello, la capacidad para actuar como figuras de derecho,
desarrollar actividades económicas de forma regulada y controlada y adquirir y poseer bienes de
todo tipo. También tienen la capacidad de emprender actividades sociales o societarias.
Suele estar integrada por varias personas naturales, para desarrollar una
actividad con miras al logro de un objetivo común.
Para adquirir una personalidad jurídica se debe cumplir con ciertos parámetros
según la personalidad jurídica a adoptar, que establece la Ley así como también tener unos
estatutos que norman su organización y constitución, estar registrado y protocolizado
públicamente.
Las normas legales son más amplias cuando se trata de personas jurídicas por
tener que considerar que es producto de la unión de varias personas naturales por lo que
debe ser clara para otorgar derechos y obligaciones, según el grado del compromiso de los
individuos.
Poseen nacionalidad o un domicilio social.
Tienen una fecha de nacimiento o constitución.
Cuentan con un patrimonio debido a las ganancias y las aportaciones de los socios.
Tienen registrado un domicilio fiscal.
Poseen derechos y obligaciones jurídicas con base a la forma que adquieran.
Pueden adquirir y poseer bienes.
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Son personas jurídicas las corporaciones, emprendimientos, compañías
anónimas, consejos comunales, cooperativas, las asociaciones y fundaciones.
Por lo general, se clasifican dos tipos de persona jurídica: las de derecho público y las de
derecho privado.
Son las que representan entidades del Estado y que velan por sus intereses. Tienen utilidad
y manejo en todo el país y para los ciudadanos que en él habitan.
Se clasifican en personas jurídicas de derecho público interno (acción dentro del país) y
externo (acción fuera del país).
Se refiere a las que representan intereses de los particulares y se encuentran regulados por
códigos de comercios determinados.
Están compuestos por empresas, cooperativas, asociaciones, sociedades civiles,
mercantiles, Unidad de Producción Familiar, Consejo Comunales, etc. Independientemente de
que tengan fines de lucro, o no. Ejemplos de Personas Jurídicas:
Persona Jurídica de Derecho Privado: SAREN, SENIAT, Ley del Seguro Social, Código
Civil, Ley Orgánica del Trabajo, Ley de Fondos de Inversión, entre otras.
Tanto las personas naturales como las personas jurídicas pueden tener una responsabilidad
civil por el incumplimiento de sus obligaciones y las acciones u omisiones que generen daños a
otros.
En lo que respecta a los delitos penales y de naturaleza similar, estos no son atribuidos a la
institución o empresa, sino a las personas naturales que la componen, quienes son directamente
responsables del crimen cometido. De hecho, son muchos los casos en los que las personas
jurídicas quedan exentas de las responsabilidades penales.
Las personas jurídicas o morales y las personas físicas o naturales guardan ciertas
diferencias entre sí. Pese a que ambas son figuras legales que, entre otras cosas, deben cumplir
ciertos deberes y disfrutar de ciertos derechos, existe una relevante diferencia en la extensión o en
los límites de dichas obligaciones y derechos.
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Las personas jurídicas pueden estar compuestas tanto por personas naturales, como por
otras personas jurídicas, pero sus obligaciones no alcanzan a esas personas naturales.
En el supuesto de que se contraigan deudas con terceros, por ejemplo, las personas
naturales han de solventar con su patrimonio personal. Mientras que las personas jurídica deben
responder, únicamente, con los bienes de la sociedad.
Asimismo, las personas naturales no están en la obligación de demostrar un capital
inicial para emprender una actividad, como es el caso de las personas jurídicas.
Capacidad
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La capacidad jurídica (o simplemente, capacidad) es, en Derecho, la aptitud de una persona
para ser titular de relaciones jurídicas o bien la aptitud de una persona natural para actuar por sí
misma en la vida civil. La capacidad va paralela a la personalidad, se debe ser necesariamente
persona para tener capacidad.
Por eso algunos jurisconsultos han confundido los términos, que sin embargo son
diferentes. Lo mismo se aplica a la diferenciación entre capacidad de 'goce' y de 'ejercicio', ya
que se puede tener capacidad de goce mas no de ejercicio, un ejemplo sería el nasciturus, quien,
aunque aún no ha nacido, pero ya puede ser titular de ciertos derechos, ART. 17 CCV, o
yéndonos menos al extremo, podríamos hablar de los infantes que son propietarios de un bien
inmueble, y aunque tienen derechos sobre la propiedad, no pueden ejercitar sus derechos
vendiéndola o arrendándola.
Articulo. 19 Código Civil Venezolano. Es mayor de edad quien haya cumplido dieciocho
(18) años.
El mayor de edad es capaz para todos los actos de la vida civil, con las excepciones
establecidas por disposiciones especiales.
En efecto, por ser la capacidad una noción esencialmente relativa, puede graduarse en
menor o mayor medida y esto nos permite distinguirla y clasificarla.
1. Capacidad de Goce, Legal o Jurídica: Idoneidad que tiene una persona para adquirir
derechos, la capacidad de goce es la medida o el grado de la aptitud de una persona para
participar en la vida jurídica por si misma o por medio de representantes, figurando en una
situación jurídica o una relación de derecho, para beneficiarse con las ventajas o soportar las
obligaciones inherentes a dicha relación, es decir la medida de la aptitud de una persona para que
le sean asignados derechos o le sea exigido el cumplimiento de las obligaciones contraídas.
De su definición se evidencia que está íntimamente vinculado con la personalidad sin
embargo reiteramos en que aquella es condición en potencia que posee toda persona, y la
capacidad es la manifestación concreta que se vincula a relaciones jurídicas determinadas.
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La persona natural, siempre goza de capacidad de goce que se encuentra regulada por el
ordenamiento jurídico, la capacidad de goce no puede faltar en términos absolutos, ni tampoco
puede dejar de estar limitada o restringida de alguna manera, por ello es que se designa como el
grado o medida de la aptitud.
Siendo la capacidad de goce o jurídica la posibilidad de adquisición de derechos y
obligaciones no debe ser confundida con un derecho ni con una obligación, si no como el estado
tal que hace posible la atribución a determinados sujetos.
La capacidad de goce denominada también capacidad jurídica o de derecho, se adquiere
desde el nacimiento y acompaña a la persona hasta su muerte. Es la abstracta posibilidad de que
goza la persona para disfrutar de todas las situaciones jurídicas previstas por el ordenamiento
jurídico.
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esta voluntad solo se da respecto del ser racional, pudiendo darse de un modo pleno y total: pero
también puede faltar de modo absoluto y asimismo puede darse en cierta medida, en cierto grado,
dicho en otras palabras, "es la medida de la aptitud para ejercer con la propia voluntad o sea por
sí solo, derechos subjetivos o de asumir con la propia voluntad o sea por si sola obligaciones
jurídicas y producir plenos efectos jurídicos mediante actos de la propia voluntad.
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"El artículo 1185 del Código Civil Venezolano, establece el hecho ilícito como fuente de
obligaciones. El hecho ilícito comprende el daño causado a otro intencionalmente, como el
causado por imprudencia, impericia o negligencia. El acto por el cual una persona (el agente)
causa un daño a otra (la victima) se llama delito civil".
Art. 1185 CCV-. El que con intención, o por negligencia o por imprudencia, ha causado un
daño a otro, está obligado a repararlo.
Debe igualmente reparación quien haya causado un daño a otro, excediendo, en el ejercicio
de su derecho, los límites fijados por la buena fe o por el objeto en vista del cual le ha sido
conferido ese derecho.
3. La Capacidad Jurídica No Presupone la Capacidad de Obrar: Es posible que alguien
tenga el goce de un derecho, sin que sea capaz de ejercerlo, en estos casos como el incapaz no
puede obrar por sí mismo, existe el organismo que asegura su plena participación en la vida
jurídica.
4. Las Normas que Rigen la Capacidad de Goce y de Obrar son Distintas: No pueden
haber incapacidades generales de goce aunque si existen incapacidades generales de obrar, lo
cual constituye una de las diferencias. Por otra parte, debe señalarse que el número de personas
afectadas por incapacidades de obrar es mucho mayor que el número de personas afectadas por
incapacidades de goce, a diferencia de las incapacidad de goce que no puede ser subsanada o
remediada, la de obrar en buena parte es subsanable, a través de los organismos de protección del
incapaz.
5. Las Normas que Rigen la Capacidad Negocial son Profundamente Distintas de las
que Rigen la Capacidad Delictual: Dentro de la clasificación de la capacidad de obrar
encontramos la capacidad negocial y la capacidad delictual, siendo que las normas que rigen a
cada una de ellas son absolutamente distintas, porque unas refieren a la posibilidad de realizar
actos jurídicos válidos y las otras a la posibilidad a quedar obligados por los propios hechos
ilícitos.
6. La Capacidad es la Regla, La Incapacidad la Excepción: La regla general de la
capacidad se encuentra en el Art. 1144 CCV-. Conforme al cual toda persona puede contratar si
no es declarada incapaz por la ley. Esta regla formula incidentalmente a propósitos de los
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contratos, es general y se aplica a todos los actos jurídicos, basta investigar los casos
excepcionales en los cuales una persona es declarada incapaz, de allí que:
No hay incapacidad sin texto legal que la establezca, debido a que la capacidad es la
regla y la incapacidad la excepción, esta excepción debe encontrarse expresamente establecida en
la ley.
Causas Modificativas de la Capacidad de Obrar: Son diversas las causas que pueden
originar la incapacidad de obrar:
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del individuo y de su familia, esta es la razón para que se tenga como fenómeno modificativo de
la capacidad de obrar.
Incapacidad
Clasificación de la Incapacidad
Así mismo Marisol Grateron, doctrinaria venezolana, establece que tienen incapacidad de
goce aquellas personas a las cuales se prohíbe la adquisición de ciertos derechos o el ejercicio de
ciertos actos, por si o por otras personas, pero con la salvedad que solo son incapaces con
respecto de estos derechos y de esos actos prohibidos.
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La incapacidad de goce es un concepto fundamental relativo y se presenta especialmente a
manera de prohibiciones dispersas en el Código Civil, por lo que se priva a cierta categoría de
personas la celebración de actos jurídicos entre vivos bajo determinadas circunstancias y al
mismo tiempo a la adquisición de algunos derechos.
Esta incapacidad está representada por todas aquellas circunstancias que inhabilitan a la
persona para ser sujeto de derechos y obligaciones
La patria potestad se ejerce por el padre y la madre, esto es, ambos tienen iguales derechos
para ese ejercicio; mas esto no significa que siempre deban ejercitarla solidaria y
mancomunadamente; de modo que si falta de hecho uno de los dos, el que quede está capacitado
para ejercer la patria potestad.
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Cabe destacar que la patria potestad constituye una relación paterno-filial, pero ésta no es la
única relación de este tipo, aunque es la más importante. Entre otras relaciones paterno-filiales se
puede mencionar:
Nombre Civil: que queda determinado en principio por sus padres al darle un nombre de
pila, y los apellidos son transmitidos al menor.
Obligación Alimentaria: el Código Civil y la Ley Orgánica para la protección del niño y
del adolescente establecen la obligación de los padres de mantener, educar e instruir a sus hijos
menores así como también a los mayores que se encuentran impedidos de atender por sí mismos
a la satisfacción de sus necesidades (Art. 282 C.C. y Art. 30 y 365 y siguientes de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente).
Honra y respeto por parte de los hijos a sus padres (Art. 261 C.C.).
Visitas: Los padres tienen derecho de visitar a sus hijos, inclusive si no ejercen la patria
potestad (Art. 385 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente).
Funerales y Sepultura: de los padres acerca de los hijos, en la medida en que éstos no lo
hayan hecho, ni exista otra persona con derecho preferente, como es el caso del cónyuge.
Patria Potestad
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sido privado de la misma por sentencia o decisión judicial, no podrá hacerlo sino después que
haya sido autorizado o rehabilitado por el mismo tribunal.
Por su parte la sujeción de la patria potestad de terceros es aquella que se otorga a parientes
de segundo grado en línea recta por consanguinidad (Abuelos), línea colateral descendente por
consanguinidad (Hermanos Mayores "Con Capacidad") y parientes de tercer grado en línea recta
colateral ascendente (Tíos), a falta de sus progenitores quienes de acuerdo al art. 262 CCV-.
Deben de llevar la patria potestad del menor, pero a falta de estos de manera fortuita (muertes)
y/o voluntaria (adopción y renuncia de la patria potestad) este proceso debe ser mediante
sentencia firme para que surta efectos jurídicos.
La LOPNNA establece, Art. 348-. La Patria Potestad comprende la Responsabilidad de
Crianza, la representación y la administración de los bienes de los hijos e hijas sometidos a ella.
Matrimonio
Es una institución social, presente en gran cantidad de culturas, que establece un vínculo
conyugal entre personas, reconocido y consolidado por medio de prácticas comunitarias y normas
legales, consuetudinarias, religiosas o morales. La unión matrimonial establece entre los
cónyuges y en muchos casos también entre las familias de origen de estos derechos y
obligaciones que varían considerablemente según las normas que la regulan en cada sociedad. El
matrimonio constituye una realidad que tiene su propio modo de ser, que puede y debe ser
regulado por el ordenamiento jurídico, pero no es creada ni definida por las leyes.
Las normas matrimoniales están vinculadas con aquellas que regulan las relaciones
sexuales (incesto, adulterio, exclusividad sexual, monogamia, poligamia), la reproducción y la
filiación de los hijos, según las reglas del sistema de parentesco vigente. El matrimonio suele
estar estrechamente relacionado con la familia y en algunos casos constituye su núcleo. Las
reglas sobre el final del matrimonio incluyen aquellas referidas al divorcio.
En diversos momentos de la historia y en lugares diferentes, el matrimonio podía ser
llevado a cabo sin tener en cuenta la voluntad de los contrayentes, incluso contra su voluntad o
por la fuerza. En los últimos dos siglos se ha universalizado la exigencia del libre y pleno
consentimiento de los contrayentes para contraer matrimonio, como uno de los derechos humanos
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fundamentales. Con respecto al género de los contrayentes, en los últimos años el movimiento
LGBT ha obtenido en varios países el reconocimiento legal del matrimonio entre personas del
mismo sexo.
En las sociedades actuales existen dos formas principales de matrimonio: matrimonio civil
y matrimonio religioso. En el primer caso son las leyes del Estado las que establecen los
derechos, deberes y requisitos, mientras que en el segundo caso el matrimonio se regula según las
normas o costumbres de la religión bajo la que se celebra. La coexistencia de ambas formas y el
reconocimiento de su validez varían de acuerdo con cada sociedad.56
El matrimonio es considerado por numerosos autores como un género de unión sexual que
se distingue por la plenitud, permanencia, religiosidad y legalidad. La idea de plenitud aparece
referida por los filósofos, la de la permanencia se refleja en los conceptos dados por los
sociólogos, la religiosidad es establecida por las religiones y la legalidad predomina en las
definiciones de los juristas.
La finalidad del matrimonio es la satisfacción del instinto genésico, la moralización del
amor, la procreación, la educación de los hijos, el auxilio recíproco de los cónyuges, la felicidad
mutua, la vida en común, el perfeccionamiento y el complemento sexual, entre otros. Sería un
error pretender que el matrimonio tiene uno solo de estos fines, ya que todos pueden ser
realizados en él.
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es hoy en la mayoría de los países occidentales. Su importancia radica en que es el fundamento
de la familia romana y de ahí que, aun cuando no sea un acto jurídico, sí produce efectos
jurídicos importantes.1
Naturaleza Jurídica
La cuestión de su naturaleza jurídica es uno de los grandes temas que ha sido objeto de
discusión entre las distintas corrientes de pensamiento jurídico. Así, durante mucho tiempo se
sostuvo que el matrimonio fue considerado por los romanos como un contrato, esto es, que surgía
en virtud de un consentimiento con carácter contractualista, por considerársele como un acto
inicial de voluntad del que se originaba un vínculo jurídico. En este sentido se llegó a sostener,
que los contratos pueden ser obligatorios y no obligatorios y que el matrimonio es de estos
últimos.
A finales del siglo XIX surgieron criterios disidentes, según los cuales el consentimiento
que se exige en materia de matrimonio no puede entenderse como contractual, esto es, como
creador de un vínculo que pudiese existir independientemente de su causa, siendo por tanto el
matrimonio una simple situación de hecho que subsiste mientras se mantenga el consentimiento.
Así, se ha dicho que el matrimonio romano es un hecho social que se justifica y fundamenta en la
existencia y permanencia de la affectio maritalis, la cual no es, como hoy día, un consentimiento
inicial, sino duradero, de modo que cuando cesa, desaparece igualmente el propio matrimonio.
Para los partidarios de esta posición, el matrimonio es una mera situación de convivencia
de dos personas de distinto sexo, cuyo inicio no está marcado por exigencias de formalidad
alguna de orden jurídico, manteniéndose por la affectio maritalis o intención continua de vivir
como marido y mujer, y siendo, por tanto, un hecho social en el cual la ley tenía poco que ver.
Sin perjuicio de ello, hoy en día algunos insisten en considerar al matrimonio romano como
un contrato o, mejor dicho, como una situación jurídica que nace de un contrato y que este sólo
exige que los contratantes sean capaces de consentir y que ese consentimiento sea serio y no
simulado, agregando que como contrato no admite condiciones ni términos (plazos).
Otro sector de la doctrina, identifica el consentimiento existente en el matrimonio con el
que se da en los contratos de sociedad, señalando que el consentimiento de los contrayentes es el
único elemento esencial en orden a la existencia del matrimonio, el cual viene a parecerse a un
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contrato de sociedad surgiendo y persistiendo por la mera voluntad de los cónyuges. Nuptiae
autem, sive matrimonium, est viri et mulieris coniunctio, individuam vitae consuetudinem
continens. (Las nupcias consisten en la unión del hombre y la mujer, llevando consigo la
obligación de vivir en una sociedad indivisible).
Requisitos
Ius connubii
Pubertad
Capacidad
Consentimiento
Es la capacidad jurídica para contraer el legítimo matrimonio romano, que era propio de los
ciudadanos romanos y latinos veteris hasta antes de la Constitución imperial de Antonino
Caracalla del año 212 d. C.; año en el cual, en virtud de dicha constitución, se otorga la
ciudadanía romana a todos los habitantes del Imperio, incluidos los peregrinos y latinos junianos.
Ya en tiempos de Justiniano, sólo los esclavos y bárbaros (que no habitan en el Imperio) no
gozaban del ius connubii.
De todas formas, para contraer la iusta nuptia era necesario que ambos contrayentes
tuviesen este ius connubii, sin perjuicio de que en caso de que uno de los cónyuges hubiere
contraído iusta nuptia creyendo que la pareja poseía el ius connubii, siendo que en realidad no era
así, el matrimonio no producía efectos jurídicos centrales, como la agnación, la patria potestas y
la manus. No obstante ello, desde el año 212 d. C. esto no tuvo mayor relevancia.
Impedimentos Absolutos
Castración: Esta causa se habría establecido en una época tardía, y se señala que la
habrían tomado de prácticas orientales, entre otras, aquella que entregaba aquellos cargos
importantes de la administración del Estado y de la casa del Emperador a eunucos. El matrimonio
exigía estar dotado de los órganos esenciales para la reproducción, sin llegar a exigir fertilidad o
fecundidad. En razón a ello es que se consideraba capaz de copular al estéril, pero no al castrado,
por carecer de los órganos necesarios para la cópula.
Vínculo matrimonial no disuelto: Este impedimento dice relación con una característica
esencial del matrimonio romano, que es esencialmente monogámico.
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La viuda antes de cumplirse el año de luto: Esta norma existe para impedir la
incertidumbre de la paternidad (turbatio sanguinis o partus) que otro matrimonio contraído antes
del plazo máximo de gestión podía originar, imponiéndole a la viuda la necesidad de dejar pasar
un determinado lapso de tiempo, exigencia que se extendió a la mujer divorciada.
Demencia: Los motivos para impedir que los dementes (loco furioso o mente captus)
contrajesen iusta nuptia, es que no tienen conciencia de los actos o hechos que ejecutan en la vida
social y jurídica.
Impedimentos Relativos
Aunque la ritualidad no afecta la esencia jurídica del matrimonio, muchas veces suele ir
acompañado de éstas, como en el caso de la conducción de la mujer a la casa de su marido
(deductio in domun maritti).
Parentesco: Hay que distinguir sobre la base de los distintos tipos de parentesco.
En lo relativo al parentesco de sangre, hay que distinguir entre línea recta y línea colateral.
En efecto, en la línea recta se impedía el matrimonio en forma absoluta, vale decir, en toda la
línea recta, no pudiendo contraer entre sí matrimonio los ascendientes y descendientes. Por su
parte, en la línea colateral no siempre se aplicó un mismo criterio. Los grados de parentesco que
constituían impedimento cambiaron con el tiempo. En efecto primitivamente llegaba hasta el
sexto grado; más adelante, a comienzos del siglo II a. C. se estableció la limitación hasta el cuarto
grado (primos hermanos); luego se habría relajado, limitándose al tercer grado (de esta forma se
prohibía el matrimonio entre hermanos, entre tío y sobrina y entre tía y sobrino); sin perjuicio de
que en los tiempos del emperador Claudio (49 d. C.) un senado consulto autorizó el matrimonio
entre tío y sobrina hija de hermano (colaterales en el tercer grado) para permitir el matrimonio del
emperador Claudio con su sobrina Agripina, hija de su hermano Germánico. El emperador
Constantino, restableció las cosas al estado anterior.
En lo referente al parentesco por afinidad, no podían celebrar justa nuptia la madrastra
viuda o divorciada con su hijastro, el padrastro viudo o divorciado con su hijastra, la suegra y el
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yerno y el suegro y la nuera, llegándose con el cristianismo a prohibirse el matrimonio entre
cuñados.
También se prohíbe el matrimonio entre adoptante y adoptado y entre el adoptante y la
mujer de su hijo adoptivo.
Por otra parte, en los tiempos del cristianismo se habría llegado a prohibir el matrimonio
entre padrino y ahijado, entre los cuales existiría algo así como un parentesco espiritual.
Es del caso recordar la distinción propiamente romana entre parentesco cognaticio y
agnaticio, limitándonos a señalar que en la época que se privilegió o consideró el parentesco
agnaticio, este constituía un impedimento y así se señala que el matrimonio exigía que marido y
mujer provengan de familias distintas.
Diversidad de religión: La religión jamás fue un impedimento para no celebrar iusta
nuptia, ya que los romanos siempre tuvieron una especial tolerancia por los cultos de los pueblos
extranjeros, al punto que muchos de ellos, los practicaban; por ejemplo, fue muy común a
comienzos de la época imperial, que las mujeres romanas se sintieran atraídas por los cultos en
adoración a la diosa egipcia Isis. No obstante ello, las persecuciones en contra de los cristianos
tuvieron más bien, un motivo político más que religioso, ya que atentaban contra las costumbres
romanas al pregonar con sus voces, en contra de la esclavitud, además de no prestar adoración a
la figura del emperador, que en aquella época, se erigía como divinidad a la par de los dioses.
Sin embargo, podemos mencionar ciertos impedimentos por motivos religiosos, como por
ejemplo, las vestales que hacían votos de castidad, por lo cual, más que nada, estamos ante un
impedimento absoluto, en cuanto no pueden contraer matrimonio. Cuando el cristianismo ejerce
su influencia en el Imperio, también surge como impedimento el de los individuos que hacen
voto de castidad para consagrarse al Señor.
Posición social: En cuanto a la posición social, en el primitivo derecho se impedía el
matrimonio entre patricios y plebeyos, prohibición eliminada en el año 309 de Roma (445 a. C.)
al dictarse la Lex Canuleia (Cicerón criticaba la Ley de las XII Tablas por esta razón).
Por otra parte, pero también por razones sociales, se impedía el matrimonio entre libertos e
ingenuos, impedimento que ya en la segunda mitad de la época republicana había caído en
desuso, pero que fue expresamente derogado por las leyes Julia y Papia Popea de la época de
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Augusto, las que mantuvieron la prohibición respecto de los que pertenecieran a la clase
senatorial y sus hijos, lo que sólo habría desaparecido en tiempos de Justiniano.
Estas mismas leyes prohíben el matrimonio entre ciudadanos ingenuos con mujeres
adúlteras flagrantes. Se señala que las personas de dignidad senatorial y sus hijos no podían
casarse con personas que ejercieran ciertas profesiones, lo que habría sido abolido por Justiniano
para poder casarse con Teodora quien habría tenido un dudoso pasado.
Teodora, esposa de Justiniano, se dice que habría tenido un pasado de dudosa reputación; y
que por ello, este habría abolido el requisito de la dignidad dudosa, para casarse con ella.
En relación con el cargo, existió siempre la prohibición de contraer matrimonio entre
aquellos que ejercían cargos importantes en provincia, como gobernador u otro cargo relevante
ya sea en la administración civil como militar, y mujeres que pertenecieran por su origen o
domicilio a la provincia en donde ejercían sus funciones. En todo caso, podían casarse cuando
hubiera terminado el ejercicio de su cargo.
Rapto y adulterio: La Lex Iulia de adulteris coercendis prohibía el matrimonio entre una
persona casada y el o la adúltera; y también el matrimonio entre raptor y mujer raptada.
Tutela y curatela: De acuerdo a un senado consulto de los tiempos de Marco Aurelio y
Cómodo (entre 175 y 180 d. C.) se prohibía el matrimonio entre tutor y pupila, antes de rendir
cuenta sobre la administración de sus bienes y mientras no se extinga el plazo para intentar una
restitutio in integrum por menor de edad, estableciéndose que el impedimento se extendía
también al pater del tutor y sus descendientes.
Serio y no simulado.
No estar afecto a error con respecto a la identidad del otro contrayente.
Ser puro y simple, esto es, no admitía ninguna modalidad.
En cuanto a los elementos constitutivos del matrimonio, nadie soslaya la importancia del
consentimiento como característica propia del matrimonio romano, él cual pervivirá en tanto
exista el consentimiento. El consentimiento o affectio maritalis es un elemento subjetivo y
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esencial, llegando a decirse que el matrimonio romano es más bien un estado de voluntad
cotidiano, vale decir, exige consentimiento continuo y duradero y que por estar exento de
formalidades permite a algunos sostener que el matrimonio romano consiste sólo en el
consentimiento. La manifestación no estaba sujeta a ninguna formalidad, el solo consentimiento
bastaba.
Conviene reiterar que el consentimiento en el matrimonio o affectio maritalis tiene carácter
permanente, esto es, se exigía para comenzar y mantener todo matrimonio, y que se trata de un
estado de vida cotidiano, esto es, la voluntad de continuar viviendo como marido y mujer. El
consentimiento no es solamente inicial, sino que debe ser duradero, continuo, de allí que se le
denomine affectio que indica una voluntad con ese carácter. El matrimonio terminaba cuando
cesaba la affectio maritalis o sea la mutua intención de ser marido y mujer. Esto varió con el
advenimiento del cristianismo, ya que se le otorgó mayor importancia al consensus o
consentimiento inicial, llegándose a postular por algunos, los católicos, el carácter indisoluble del
matrimonio.
Si el hijo se había casado sin la autorización de su pater, este podía después de contraído
el matrimonio, ratificarlo o confirmarlo con lo cual se subsanaba cualquier vicio que se derivara
de la falta de autorización paterna, o sea la ratificación posterior confirma el matrimonio ya
contraído.
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Si el pater no puede prestar su consentimiento por encontrarse ausente, prisionero de
guerra o padecer algún impedimento que le imposibilitare otorgarlo, puede prescindirse de este
requisito, estableciéndose en el Derecho justinianeo que hubiesen transcurrido tres años de
ausencia, permitiéndose incluso antes si pareciere verosímil que el pater no se opondría al
matrimonio.
Si el pater de la mujer se niega a prestar el consentimiento sin que exista causa o motivo
suficiente, puede ser suplido por el magistrado. Ello no ocurre cuando el pater familias del varón
es el que rehúsa su consentimiento, pues aquí rige un principio según el cual a nadie puede
hacérsele un heredero contra su voluntad (se aplicaría en caso de matrimonio de hijas).
Finalmente, Justiniano equipara a los hijos de ambos sexos.
Cabe destacar que el pater no puede imponer a un filiusfamiliae un matrimonio, dado que el
matrimonio exige siempre el contrayente del varón y la mujer que se unen en comunidad,
finalmente, tratándose de hijos varones, además del consentimiento del paterfamilias se exige
también el del padre, pues los hijos habidos en este matrimonio podrían eventualmente quedar
bajo su patria protestas.
Situación de los sui iuris: Cabe destacar que respecto de los sui iuris, en virtud de dos
constituciones de Constantino se exige para el matrimonio de las hijas menores de edad el
consentimiento del padre, de la madre y a falta de ésta, de los más próximos parientes. En el caso
de una mujer sui iuris mayor de edad, algunos autores consideran que debía intervenir la
autorización del tutor, pero cesada la tutela en razón del sexo, sólo se exigía el consentimiento de
los parientes próximos y, en caso de disenso, la intervención de la autoridad judicial.
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y una mujer que quieren ser marido y mujer, esto es, por lo que los romanos denominan affectio
maritalis. Sin perjuicio de ello, los usos sociales determinaban que algunos actos más o menos
rituales (nuptiae) acompañaran con gran frecuencia el comienzo de la vida matrimonial. Uno de
ellos es la deductio in domun maritti o conducción de la mujer a la casa del marido en medio de
un cortejo nupcial formado por parientes y amigos, cuando la esposa traspasaba el umbral de la
casa, el marido le ofrece el agua y el fuego, que son considerados elementos de la vida.
En caso de discusión sobre si dos personas estaban casadas, podían usarse todos los medios
de prueba contemplados en la ley, esto es, testigos, instrumentos, confesión de los interesados,
etc. Es del caso destacar que la propia convivencia marital era un importante instrumento
probatorio del consentimiento matrimonial. En todo caso, para muchos la convivencia marital
sería un elemento objetivo del matrimonio, pero que el consentimiento de las partes no exige
estar sostenido por una cohabitación efectiva. Así, la convivencia podía no ser efectiva y el
matrimonio, empero, podía seguir subsistiendo, en tanto varón y mujer, ambos, se guardaran
recíprocamente el respeto y la consideración: ello constituía el honor matrimonii y así se aceptaba
la posibilidad de contraer matrimonio en ausencia del marido, por el hecho de entrar la mujer en
la casa del varón mediante la deductio in domun mariti. En este sentido algunos autores, como
Accarias, consideran que lo que es necesario es que la cohabitación física sea actualmente posible
o bien que la mujer sea puesta bajo la disposición del marido (Paulo destaca que un hombre
ausente puede casarse, a diferencia de una mujer ausente).
En concreto, puede contraerse el matrimonio entre personas ausentes, que manifiesten su
intención por carta o mensaje, pero a condición de que la mujer entre en la casa del marido,
iniciando así aquella vida común que sería el elemento objetivo del matrimonio. En cuanto a la
prueba de la affectio maritalis, que sería el elemento subjetivo, Bonfante señala se demuestra
mediante las declaraciones de los cónyuges mismos o de los parientes y amigos, pero más que
nada mediante su manifestación exterior, o sea, el honor matrimonii, que es el modo de tratarse,
en todas las formas, como en la sociedad se deben tratar dos cónyuges, conservando la mujer la
posición social del marido y la dignidad de este. En este sentido, si un hombre y una mujer
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casados debían vivir constantemente separados, como ocurría entre personas consulares, si los
dos mantienen recíprocamente el honor matrimonii, el matrimonio existe.
Si bien el matrimonio es uno y único, la situación de la mujer dentro del mismo es distinta
según se encuentre o no sometida al poder marital, manus, como consecuencia de la
incorporación, en ciertos casos, de la mujer a la familia agnaticia del marido. De esta forma, para
precisar los efectos del matrimonio respecto de la mujer es necesario distinguir entre matrimonio
cum manu y matrimonio sine manu. Sin perjuicio de ello, no podemos dejar de mencionar que el
matrimonio por sí, no obstante ser una simple situación de hecho, produce ciertos efectos
jurídicos independientemente de si se acompaña o no de la manus, y así tenemos que el
matrimonio establece entre los cónyuges una societas vitae (comunidad de vida). En efecto,
podemos mencionar como efectos comunes tanto al matrimonio cum manus y sine manus los
siguientes: Respecto al adulterio, Justiniano reemplazó la pena de muerte por la reclusión de la
mujer en un monasterio, de donde podía salir, en caso de perdón del marido, al cabo de dos años.
Los cónyuges se deben mutua fidelidad, cuya violación constituye el adulterio, que es justa causa
de divorcio, pero en el caso la mujer se le considera más grave pues conlleva el peligro de
introducir en la familia sangre extraña. También, como consecuencia de este efecto, resulta que
existe impedimento para toda persona casada de contraer segundo matrimonio antes de la
disolución del primero.
En todo caso, no podemos dejar de señalar que para el marido el deber de fidelidad no es
más que un deber moral. Distinta es la situación de la mujer quien es severamente castigada en
caso de adulterio, esgrimiéndose como razón que por esa vía podía la mujer introducir en la
familia hijos de sangre extraña. En efecto, en el plano penal, daba derecho al marido de acusar a
la mujer para efectos de ser castigada a una pena capital, previo juzgamiento por un consejo de
parientes. En este sentido, la sanción del adulterio será durante largo tiempo un asunto de familia.
En efecto según una ley atribuida a Rómulo, el marido y el pater tenían el derecho de dar muerte
a la mujer infiel. Esta ley habría dejado de ser aplicada y olvidada, sosteniéndose que a fines de la
República los maridos romanos se conformaban con el divorcio sin penalidad. Ante esto
reaccionó César Augusto quien hizo votar la Lex Iulia de adulteris coercendis, que sometía a las
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mujeres infieles a una pena consistente en la relegación a una isla, sancionando al marido que no
denunciaba a su mujer adúltera como autor del delito de corrupción, otorgándole un plazo de
sesenta días para que él o el pater castigaran a la mujer en conformidad a las facultades que les
reconocía el ordenamiento jurídico. Vencido este plazo, para que el crimen no quedara impune, la
acción popular estaba abierta a cualquiera. De esta forma, el escándalo sancionaba a los maridos
demasiado indulgentes. Constantino, tres siglos después intentó volver a la vieja reglamentación.
Finalmente, Justiniano reemplazo la pena de muerte por la reclusión de la mujer en un
monasterio, de donde podía salir, en caso de perdón del marido, al cabo de dos años.
En el matrimonio romano, nos dice Valencia, sólo la mujer es responsable por
infidelidad sexual. El marido, en cambio, no lo es: su infidelidad únicamente se tenía en cuenta
como eximente o atenuante del adulterio de la mujer.
Los cónyuges no pueden ejercer el uno contra el otro acciones que conlleven pena
infamante, ni las sustracciones entre ellos son consideradas como hurto, o por lo menos se
excluye, por regla general y salvo situaciones especiales, la acción de hurto. En todo caso, el
cónyuge afectado puede ejercitar mientras dura el matrimonio una condictio sine causa; y
después del matrimonio puede ejercer una actio rerum anotarum para recuperar la posesión de las
cosas sustraídas durante el matrimonio.
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Marido y mujer deben cohabitar y la mujer tiene por casa a la del marido, siendo ese su
domicilio.
Ante que todo es importante definir el matrimonio según las leyes venezolanas y es una
sociedad constituida entre un hombre y una mujer mediante el cual se unen de forma indefinida y
estable, para establecer una comunidad de vida, asumiendo un conjunto de derecho y
obligaciones. En Venezuela, a diferencia de otros países, no ha reconocido el matrimonio entre
personas del mismo sexo. Ejemplo: «En Venezuela el matrimonio religioso no produce efecto
jurídico alguno»
Artículo 44 del Código Civil: “El matrimonio no puede contraerse sino entre un solo
hombre y una sola mujer”. G.O.E. Nº 2.990 del 26-07-1982.
Para contraer matrimonio los futuros contrayentes deberán dirigirse a la Oficina o Unidad
de Registro Civil correspondiente y consignar los requisitos que aquí señalan a los fines de
conformar el expediente esponsalicio, una vez conformado se fijará la fecha de celebración del
matrimonio.
Para contraer matrimonio los futuros contrayentes deberán dirigirse a la Oficina o Unidad
de Registro Civil correspondiente y consignar los requisitos que aquí señalan a los fines de
conformar el expediente esponsalicio, una vez conformado se fijará la fecha de celebración del
matrimonio.
El matrimonio sólo podrá ser celebrado ante los funcionarios siguientes:
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El Alcalde o Alcaldesa, o el funcionario o
funcionaria que éstos autoricen.
El registrador o registradora civil.
Los capitanes o capitanas de buques de bandera venezolana dentro o fuera del territorio
de la República Bolivariana de Venezuela.
Los alcaldes y Alcaldesas, así como los Registradores y registradores Civiles, sólo podrán
celebrar matrimonios dentro del Municipio o Parroquia, según sea el caso, en los que
ejerzan sus funciones.
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Acta de Esponsales debidamente firmada por los contrayentes.
Todos aquellos matrimonios que se realizan con algún incumplimiento legal en cuanto a los
requisitos que se requieren son anulables, porque la nulidad matrimonial es una acción que se
realiza contra aquellos matrimonios que padecen en su formación, la falta de un elemento
esencial, pero que en realidad se pueden ampliar a
aquellos casos en los que se celebren matrimonio sin intervención del funcionario autorizado para
realizar la boda, o en el matrimonio en artículo de muerte se hubiera contraído sin testigos o con
personas no aptas para serlo, Cuando se celebra entre
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determinadas personas, prohibidas por el Código Civil (por ejemplo menores de edad no
emancipados), salvo en aquellos casos en que se haya producido una dispensa, es decir, se haya
dado autorización, a pesar de estar prohibido. La nulidad patrimonial es la invalidación de
un matrimonio porque en su celebración han existido o se han producido vicios o defectos
esenciales que impiden que el mismo pueda surtir efectos. La nulidad matrimonial supone que el
matrimonio no ha existido y no puede surtir efectos. Se diferencia del divorcio, por cuanto en
este último se disuelve un matrimonio válido por voluntad de uno o ambos cónyuges.
La Anulación del Matrimonio que se rige en el código civil venezolano Artículo 117.- La
nulidad del matrimonio celebrado en contravención a los artículos 46, 51, 52, 55 y 56, puede
demandarse por los mismos cónyuges, por sus ascendientes, por el Síndico Procurador Municipal
y por todos los que tengan interés actual. Las mismas personas pueden impugnar el matrimonio
autorizado por un funcionario incompetente o sin asistencia de los testigos requeridos.
Transcurrido un año de la celebración del matrimonio, no se admitirá la demanda de nulidad por
la incompetencia del funcionario que lo presenció o por inasistencia de los testigos requeridos.
Artículo 118.- La nulidad del matrimonio contraído sin consentimiento libre, sólo
puede demandarse por aquél de los cónyuges cuyo consentimiento no fue libre. Cuando hubiere
error en la persona, la acción de nulidad sólo puede intentarse por el cónyuge que fue inducido a
error. No es admisible la demanda de nulidad por las razones expresadas, si hubo cohabitación
por un mes después que el cónyuge recobró su plena libertad o reconoció el error.
Artículo 119.- La nulidad por impotencia manifiesta y permanente anterior al matrimonio
sólo puede demandarse por el otro cónyuge.
Artículo 120.- El matrimonio contraído por personas que no hubiesen llegado a la edad
requerida para contraerlo válidamente, no podrá
impugnarse: 1º Cuando los contrayentes hayan alcanzado dicha edad sin que se haya
iniciado el juicio correspondiente; 2º Cuando la mujer que no tenga la edad exigida, haya
concebido. Este matrimonio no puede impugnarse por los ascendientes
ni por el tutor que hayan prestado su consentimiento.
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El derecho se limita a disponer un sistema de derechos y deberes entre los cónyuges, que,
en conjunto, da las bases sustanciales para que se instaure la comunidad de vida a que los
cónyuges acceden por el acto jurídico de celebración del matrimonio
Los rasgos más característicos de los derechos emergentes del matrimonio son los
siguientes:
a) Reciprocidad
El sujeto de ellos tiene junto a sí al titular de un derecho subjetivo idéntico al suyo, lo que
se expresa comúnmente con la calificación de recíproco, de manera que al derecho de uno de los
esposos se corresponde al deber correspondiente del otro cónyuge.
b) Orden público
Las normas sobre derechos y deberes de los cónyuges son de orden público, ajenas, por lo
tanto, a la voluntad de los esposos dada la trascendencia del matrimonio para la sociedad. Las
modificaciones que se admitan a su régimen legal tienen siempre sustento normativo y requieren
alguna forma de intervención judicial.
c) Permanencia
Los derechos y deberes matrimoniales participan de la permanencia del patrimonio e,
incluso, la sobrepasan en vida de los ex cónyuges en supuestos legalmente previstos.
d) Contenido
Pueden ser personales o patrimoniales. Los derechos y deberes de fidelidad, asistencia y
alimentos son personales, si bien el alimentario comparte naturaleza patrimonial. Los
patrimoniales en cambio son los que surgen de la conformación de la sociedad conyugal.
Deberes y Derechos del Cónyuge que se rigen en el Código Civil Venezolano
De los Deberes y Derechos de los Cónyuges
Artículo 137.- Con el matrimonio el marido y la mujer adquieren los mismos derechos y
asumen los mismos deberes. Del matrimonio deriva la obligación de los
cónyuges de vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente. La mujer casada podrá
usar el apellido del marido. Este derecho subsiste aún después de la
disolución del matrimonio por causa de muerte, mientras no contraiga nuevas nupcias. La
negativa de la mujer casada a usar el apellido del marido no se considerará, en ningún caso, como
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falta a los deberes que la Ley impone por efecto del
matrimonio.
Artículo 138.- El Juez de Primera Instancia en lo Civil podrá, por justa causa plenamente
comprobada, autorizar a cualquiera de los cónyuges a
separarse temporalmente de la residencia común.
Artículo 139.- El marido y la mujer están obligados a contribuir en la medida de
los recursos de cada uno, al cuidado y mantenimiento delhogar común, y a las cargas y
demás gastos matrimoniales. En esta misma forma ambos cónyuges deben asistirse
recíprocamente en la satisfacción de sus necesidades. Esta obligación
cesa para con el cónyuge que se separe del hogar sin justa causa. El cónyuge que dejare de
cumplir, sin causa justificada, con estas obligaciones, podrá ser obligado
judicialmente a ello, a solicitud del otro.
Artículo 140.- Los cónyuges, de mutuo acuerdo, tomarán las decisiones
relativas a la vida familiar, y fijarán el domicilio conyugal Artículo 140-A.- El domicilio
conyugal será el lugar donde el marido y la mujer tengan establecida de mutuo
acuerdo, su residencia. En caso de que los cónyuges tuvieren residencias separadas, de hecho o
en virtud de la autorización judicial prevista en el artículo 138,
el domicilio conyugal será el lugar de la última residencia común.
El cambio de residencia sólo podrá hacerse si ambos cónyuges están de acuerdo en ello.
Conclusiones
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La capacidad como bien se ha mencionado en reiteradas ocasión en los párrafos de inicio y
los que lo suceden es la aptitud que posee el individuo de la especie humana para ser titular de
derechos y obligaciones, bien el desarrollo de este tema ha alcanzado los objetivos al dejar en
cada uno de nosotros la noción suficiente a manera de facilitar el trayecto a recorrer en la carrera
de derecho, el derecho civil pilar fundamental de dicha carrera nos dio la oportunidad o dicho en
sentido más amplio nos abrió las puertas de un portal de ideas y nociones que se transformaron en
base intelectual.
El tema de la capacidad abordado de manera general y minuciosa se encargó de despertar el
interés a medida del desarrollo que fuimos ejecutando, cabe acotar que siendo este un tema de
gran importancia no permite omisión alguna en cuanto a cada uno de sus puntos todos vitales
para poder brindar el producto final (conocimiento).
El abogado como profesional de representación, asistencia, asesor y defensor debe tener un
compendio integral de nociones, en lo que respecta al derecho civil nos atrevemos a decir que la
noción que se tiene que tener en cuanto a esta rama del derecho es de estricta responsabilidad y
obligatoriedad ya que la noción es carácter imperante para el desarrollo profesional de todo
jurista.
Referencias Bibliográficas
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2008.
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jurídico. Editorial de la Universidad Nacional de La Plata. ISBN 950-34-0172-0.
Fundación Ángel Lamas, 2010. https://fundalamas.wordpress.com/2011/10/23/resumen-
catalogo-de-bodas-y-casorios-la-evolucion-del-matrimonio-en-venezuela/
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