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Tema 4

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TEMA DE SELECTIVIDAD Nº 4

CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES DEL


ANTIGUO RÉGIMEN, LA POLÍTICA CENTRALIZADORA DE LOS
BORBONES.

ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN

2. CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES


DEL ANTIGUO RÉGIMEN
2.1. Características políticas
2.2. Características sociales
2.3. Características económicas

3. LA POLÍTICA CENTRALIZADORA DE LOS BORBONES


3.1. Establecimiento de la nueva dinastía: la Guerra de Sucesión (1700-
1713)
3.2. El reformismo borbónico
3.3. Consecuencias

4. CONCLUSIONES

0/ INTRODUCCIÓN.
EL Antiguo Régimen es el sistema sociopolítico predominante en Europa entre
los siglos XVI y XVIII, caracterizado por la sociedad estamental, la economía agraria
de base señorial y la monarquía absoluta. En el caso de España, durante el reinado de
los Reyes Católicos (1476-1516) y de la dinastía de los Austrias (1516-1700) se
estableció el nuevo régimen, con la característica diferencial de una monarquía en la que
predominaba el sentido patrimonial, es decir, la situación de distintos reinos que, pese a
tener un monarca en común, seguían siendo en la práctica independientes. Esta situación
acaba con la Guerra de Sucesión (1700-1713) y el consiguiente establecimiento de la
dinastía borbónica, que establece un Estado centralista.

1/ CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES DEL


ANTIGUO RÉGIMEN.

2.1. Características políticas


- El Antiguo Régimen se caracterizó por el acrecentamiento del poder de la
monarquía, que pasó de ser autoritaria (dominando a los poderes feudales
durante el reinado de los Reyes Católicos) a convertirse en absoluta (con los
Austrias y, definitivamente, ya con los Borbones). Los poderes del estado se
concentraron en manos del rey (dirección política y del ejército, administración
de justicia, establecimiento de impuestos y servicios) en detrimento de las
Cortes de representación estamental, las autoridades locales y las instancias
feudales.
- La unión dinástica de Castilla y Aragón con los Reyes Católicos y la enorme
herencia territorial recibida por Carlos I dieron origen a una monarquía casi
confederal, consistente en la unión de distintas entidades políticas
independientes en la persona del monarca. Así, los distintos reinos de la

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Monarquía Hispánica mantuvieron sus fueros, es decir, sus legislaciones,
instituciones, monedas y fronteras propias, teniendo únicamente en común la
figura del rey, cuyos poderes variaban mucho de un territorio a otro. Los grandes
poderes que detentaba en Castilla y los recursos procedentes de las Indias
determinaron una progresiva castellanización de la monarquía.
- El Gobierno estaba centralizado en la Corte y organizado en secretarios y
Consejos (sistema polisidodial de tipo consultivo), tanto de ramo (Hacienda,
Inquisición, Órdenes, Guerra) como de cada uno de los reinos que conformaban
la Monarquía (Castilla, Aragón, Indias, Italia, Flandes). Frente al reforzamiento
del poder central, las Cortes de cada reino sufren una fuerte marginación
política, quedando sus poderes limitados a jurar al monarca y votar nuevos
impuestos. La administración territorial dependía directamente del rey a través
de representantes designados por él: virreyes, capitanes generales o
gobernadores. Por último, en cuanto a la administración local, la monarquía
acabó con la autonomía de los Concejos estableciendo a los corregidores,
representantes del monarca en los mismos.

2.2. Características sociales


- Durante el Antiguo Régimen predominaba la llamada Sociedad Estamental, es
decir, una sociedad de origen feudal estructurada en grupos cerrados a los que se
pertenecía por razón de nacimiento y que se diferenciaban por sus privilegios
específicos. Así, se diferenciaba entre estamentos privilegiados (nobleza y clero,
que disfrutaban del monopolio cargos públicos, propiedad de la tierra, exención
fiscal y justicia propia) y no privilegiados (estado llano, que carecía de
privilegios). Todos los estamentos eran muy heterogéneos en cuanto a su nivel
de riqueza: en la nobleza convivían los grandes Títulos con los pobres hidalgos,
en el clero los ricos arzobispos de Toledo y Santiago con los míseros curas
rurales y en el estado llano los ricos comerciantes burgueses con los mendigos y
los esclavos.
- La sociedad estaba muy polarizada: en su cúspide estaban la alta nobleza y el
alto clero; en un término medio el resto de la nobleza y el clero y la escasa
burguesía; y la inmensa mayoría de la sociedad compuesta por los campesinos y
jornaleros en el ámbito rural y los trabajadores y clases marginales de las
ciudades.

2.3. Características económicas


- La población sufría un estancamiento demográfico debido al predominio del
Ciclo demográfico antiguo, caracterizado por la existencia de unas altas tasas de
natalidad que se veían compensadas por unas igualmente altas tasas de
mortalidad. Por tanto, el crecimiento vegetativo era muy bajo y además
desaparecía periódicamente debido a las crisis de sobremortalidad provocadas
por epidemias y crisis de subsistencias. En cualquier caso, dependiendo de la
coyuntura se registraban crecimientos más o menos altos: así el siglo XVI fue de
crecimiento, durante el XVII se sufrió una dura regresión y en el XVIII se volvió
a crecer. Durante todo el periodo, la población del país pasó de 5’5 millones de
habitantes a principios del siglo XVI a 10’8 millones a finales del XVIII.
- En la economía, ésta era básicamente agraria, predominando una agricultura de
subsistencia, es decir, en la que los rendimientos eran muy bajos y apenas había
excedentes para la comercialización. Ello era debido al atraso técnico, a las
dificultades ambientales y, sobre todo, a la deficiente estructura de la propiedad:

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grandes latifundios de nobleza y clero trabajados por campesinos (arrendatarios
y censualistas) y jornaleros. Además, en el caso castellano, el atraso agrario se
debió también el predominio de los intereses de la ganadería ovina (organizada
en la poderosa Mesta) sobre la agricultura.
- En el sector secundario, hubo un escaso desarrollo de la artesanía, ya que la
economía española del periodo se basó en la exportación de materias primas y
la importación de productos elaborados. Así, aunque se contaba con el
monopolio comercial en América, en realidad los españoles actuaron como
intermediarios. La economía americana se basó en la minería y en el trabajo
indígena obligatorio (encomiendas).

3/ LA POLÍTICA CENTRALIZADORA DE LOS BORBONES.

3.1. Establecimiento de la nueva dinastía: la Guerra de Sucesión (1700-1713).


- En 1700 muere sin descendencia Carlos II, último rey de la dinastía de
los Austrias, dejando como heredero al nieto del rey Luís XIV de
Francia, Felipe de Anjou. A ello se opone Carlos, archiduque de Austria,
que es apoyado por Inglaterra. Se inicia así la guerra de Sucesión entre
ambos candidatos, que es a la vez una guerra civil (Castilla frente a la
Corona de Aragón) e internacional (Francia y España frente a Austria,
Inglaterra, Holanda y Portugal). En la guerra civil vence Felipe de Anjou
(conquista de Aragón y Valencia en 1707, ocupación de Barcelona en
1714), mientras que en la internacional se llega a una solución de
compromiso en el Tratado de Utrecht (1713), por el cual se reconoce a
Felipe como rey de España (Felipe V) a cambio de la pérdida de los
Países Bajos, Milán, Nápoles y Cerdeña (para el Imperio Austro-
Húngaro), Sicilia (para Saboya) y Menorca y Gibraltar (para Gran
Bretaña).

3.2. El reformismo borbónico.


- La nueva dinastía trajo consigo un amplio abanico de reformas debido a
varias causas. En primer lugar, la situación crítica de la Monarquía
durante el siglo XVII, que durante los reinados de los Austrias menores
había perdido la hegemonía europea y atravesaba una grave crisis
socioeconómica. En segundo lugar, el cambio de dinastía que pretende
seguir el modelo francés. En tercer lugar, la difusión de las nuevas ideas
ilustradas. La Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual
europeo surgido en Francia en el siglo XVIII, que se denominó así por su
declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las
luces de la razón. Sus principios básicos eran el racionalismo, la fe en el
progreso, la tolerancia y el valor transformador de la educación, siendo
su principal base social la burguesía y parte de la aristocracia, destacando
personalidades como Jovellanos, Campomanes y Olavide. En cuarto y
último lugar, la adopción por parte de los monarcas españoles de las tesis
del Despotismo Ilustrado, consistente en la adopción por parte de las
monarquías absolutas europeas de parte de los principios ilustrados,
sobre todo en el aspecto económico, como medio de acrecentar su
riqueza, pero sin efectuar cambios ni en la monarquía absoluta ni en la
sociedad estamental propias del Antiguo Régimen, de ahí su lema: “todo

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para el pueblo, pero sin el pueblo”. Su principal exponente en España fue
Carlos III (1759-1788).
- Las reformas político-administrativas se centraron en el fin de la
estructura confederal de la monarquía a través de su unificación política
siguiendo el modelo castellano a través de los Decretos de Nueva Planta
que, entre 1707 y 1716, derogaron los fueros de la Corona de Aragón; en
la pérdida de poder de los Consejos frente a los ministros o secretarios; y
en la creación de audiencias y la extensión del sistema de intendentes
provinciales y corregidores a los antiguos reinos de la Corona de Aragón.
Los únicos fueros respetados fueron los vasco-navarros, debido a la
lealtad de estos territorios a Felipe de Anjou durante la Guerra de
Sucesión.
- Las reformas económicas consistieron en el fomento de la aplicación de
nuevos métodos productivos a través de las “sociedades económicas de
amigos del país”, en los fracasados intentos de reforma agraria (nuevas
poblaciones de Sierra Morena y proyectos de leyes de reforma agraria),
en el fomento de la industria y la artesanía a través de la creación de
fábricas o manufacturas reales y en el fomento del comercio a través
supresión de aduanas interiores y creación del Banco de San Carlos.
- Las reformas coloniales supusieron el fortalecimiento de la
administración colonial mediante nuevos virreinatos y capitanías
generales, la marginación de los criollos de los cargos públicos
(“segunda conquista de América”) y una apertura comercial limitada
debido al Decreto de Libre Comercio de 1778.
3.3. Consecuencias.
- Las reformas fracasaron por las fuerte oposición de los estamentos
privilegiados (nobleza, clero), los gremios y de la mayoría del pueblo.
Esta oposición se concretó en acontecimientos como el Motín de
Esquilache (1766), motín popular, instigado por los privilegiados y
debido tanto a la prohibición de las capas largas y los sombreros de ala
ancha y su sustitución por las capas cortas y los sombreros de tres picos,
como a la crisis de subsistencias. El motín se extendió por la península y
supuso la caída del primer ministro Esquilache del gobierno, la expulsión
de los jesuitas en 1767 y el freno de la política reformista de Carlos III.
- Pese a su fracaso, las reformas sí provocaron algunas transformaciones
económicas: crecimiento demográfico, tensiones económicas (crisis de
subsistencias), desarrollo de las manufacturas estatales e impulso del
comercio colonial.
- Los grupos reformistas, pertenecientes a las crecientes clases medias,
optan por abandonar el reformismo del Despotismo Ilustrado y se van
decantando hacia posturas más radicales adoptando el Liberalismo.

4/ CONCLUSIONES
- El reformismo borbónico tuvo grandes consecuencias para la España
contemporánea. Por un lado, el fin de la monarquía confederal a través
de la centralización político-administrativa fue mal aceptado por las
regiones forales, provocando el nacimiento de los movimientos
nacionalistas durante el siglo XIX. Por otro lado, el fracaso de los
intentos de reforma social y económica provocó una fuerte conflictividad
social, sobre todo en el medio rural, y el descontento de los sectores

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reformistas, que optaron claramente por unas posturas liberales
revolucionarias que quedarán patentes en la labor de las Cortes de Cádiz
durante la Guerra de Independencia. Por último, el centralismo impuesto
a las colonias fue una de las causas fundamentales de la independencia
de la mayor parte de éstas en el primer tercio del siglo XIX.

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