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Casos de Delito de Secuestro

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Secuestro en Villa El Salvador: Adolescente es encontrado luego de cuatro días al escapar de sus

captores

El menor de 17 años de edad fue raptado el pasado domingo 12 de noviembre tras salir rumbo a la casa de su

enamorada. Sus secuestradores son ciudadanos extranjeros, según dijo el adolescente que apareció golpeado.

Menor de Villa El Salvador fue encontrado en Pachacámac | Vídeo: Panamericana


Luego de cuatro días de infierno por no saber dónde y cómo se encontraba su menor hijo, una familia del
distrito de Villa El Salvador (VES) pudo reencontrarse por fin con el adolescente de 17 años de edad que
había sido secuestrado el pasado domingo 12 de noviembre.

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Según informó 24 Horas, el menor salió de su vivienda aproximadamente a las 19:00 horas rumbo a la casa
de su enamorada. Las cámaras de videovigilancia lo captaron con un ramo de flores y abordando
un mototaxi del que la Policía Nacional (PNP) ya tiene la placa: 9575 4D.

Su familia lo esperó hasta las 22:00 horas, tiempo en que el adolescente debía llegar a su casa. Al ver que no
tenían ninguna información sobre su paradero, acudieron hasta la comisaría de VES a realizar la denuncia por
desaparición.

La policía activó entonces los protocolos para casos de secuestro y desaparición. Con la cooperación de
investigaciones y trabajos de geolocalización, se identificó que el menor abordó el vehículo que lo llevó hasta
Plaza Vea del distrito de Villa María del Triunfo (VMT), pero luego se identificó su ubicación en San Juan de
Miraflores (SJM).

Adolescente logró escapar de secuestradores extranjeros

Descalzo, completamente sucio y sediento, así fue como el menor fue hallado por las autoridades policiales y
el padre de familia que no dudó en abrazarlo y quebrarse al ver con vida a su hijo.

rado por un grupo de

“Yo escuché un audio, llegó un audio donde mi hijo estaba llorando. Al parecer le estaban pegando”,

contó el padre de familia, dedicado al rubro de los combustibles, quien recibió el audio del joven poco

tiempo antes de ser notificado que ya había sido liberado.


Para las autoridades, los captores aparentemente cambiaban rápidamente de escondite ya que antes de ser
encontrado en Pachacámac, su ubicación arrojaba a que se encontraba en SJM.

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El adolescente informó que sus captores tenían acento extranjero. Pese a algunos golpes su estado de salud
es estable, informó la Policía quienes continúan con las investigaciones para identificar y capturar a los
presuntos secuestradores.

Secuestros en Perú

En Perú, en los últimos años se ha registrado un aumento significativo en la inseguridad con un incremento en
los secuestros, siendo este el tercer delito más común. Según la Policía Nacional, empresarios, emprendedores
y sus allegados son los más afectados, siendo blancos de secuestros con demandas de rescates económicos.

Datos de la Fiscalía indican que durante el año 2023 se han presentado 2.991 denuncias de secuestro, una
cifra que ha mostrado un aumento sostenido desde el 2020, año en el que, pese a la pandemia de la COVID-
19 y un estado de emergencia, se registraron 1.698 casos. El ascenso en las denuncias se mantuvo durante los
años 2021 y 2022, alcanzando 2.860 y 3.398 respectivamente.

Joven fue liberada tres días después de ser secuestrada. (Foto: composición Infobae)
Ejemplo de estos alarmantes hechos son el secuestro reciente de la hija de un empresario en Comas, caso del
que todavía no se tienen detalles, y otros casos mediáticos como el del comerciante en La Libertad y el de
dos hombres retenidos en Ucayali.

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responde

El general Víctor Zanabria Angulo, de la Dirección de Orden y Seguridad de la PNP, señaló que
los secuestros a menudo involucran a personas cercanas a las víctimas que proporcionan información sobre
sus rutinas. Afirmó que el análisis de estos datos es clave para resolver el crimen y conseguir el rescate seguro
de los afectados.

Faltaban cinco minutos para la medianoche y el vigilante Hernán Vivar hacía su ronda rutinaria alrededor de la

empresa eléctrica Edegel, en Barrios Altos, cuando vio a un hombre bajarse de un automóvil y arrojar una bolsa grande

de basura al lado de la pista. Grande fue su sorpresa al hallar en su interior a un jovencito con las manos atadas a la

espalda. Estaba demacrado, pero lo reconoció enseguida. Después de todo, había visto su rostro casi a diario en las

últimas semanas. El nombre del muchacho era Luis Guillermo Ausejo Torres. Así se acababa la historia del secuestro

de un adolescente de 15 años que mantuvo en vilo a todo Lima durante 39 días.

Luis Guillermo fue liberado en los últimos minutos del 9 de octubre de 2003, pero su traumática experiencia había

empezado poco más de un mes atrás, en Surco, donde residía con su familia. El 1 de setiembre, a las 7:30 de la mañana,
cuando se dirigía al colegio en una movilidad escolar, fue interceptado y secuestrado por seis sujetos, a bordo de tres

vehículos, en la calle Amapola de dicho distrito.

Sus padres eran comerciantes y gozaban de buena solvencia económica, aunque no eran millonarios. Sin embargo, al

día siguiente los delincuentes se comunican con los progenitores y les exigen un millón de dólares para liberar a su hijo.

Tras varios días de intensas negociaciones, los secuestradores redujeron a 200 mil dólares la cifra del rescate. Mientras

tanto, la Policía empezaba a sospechar que el plagio de Luis Guillermo era un error y que los hampones tenían a otro

escolar como objetivo.

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Como prueba de vida, el 22 de setiembre, los criminales lanzaron a la azotea de la casa del adolescente un videocasete

en el que aparecía el joven en cautiverio.

“Devuélvanme a mi hijo”

Dos días después de la entrega del video, agentes de la Dirección de Investigación Criminal capturaron a Hugo Daniel

Alcázar Mostacero (43), un empresario caído en desgracia, y a Gustavo Pino Brisuela (34). En la casa del primero,

ubicada en Chacarilla, se encontró el auto guinda en el que había sido introducido el colegial el día del secuestro. En la

vivienda del segundo, en Villa María del Triunfo, habían tenido cautivo a Luis Guillermo durante los primeros días.

Tras interrogar a los dos delincuentes capturados, ambos sindicaron a Jorge Manuel Saravia Prado, alias ‘Gringo’ o

‘Cholo Miguel’, como el cabecilla de la banda y su fotografía se publicó en todos los medios de comunicación.

Sin embargo, después de varios días sin recibir noticias, y ante la dificultad de juntar la suma de dinero exigida, los

padres de Luis Guillermo decidieron aparecer ante las cámaras de televisión para realizar un dramático pedido a los

secuestradores. “Devuélvanme a mi hijo. No le hagan daño, por favor. Sé que se han equivocado. No tenemos dinero.

Estoy enferma...”, imploraba la madre, Patricia Torres a nivel nacional.

”Siempre pienso en ti, ‘Gordito’. Te quiero mucho, te estamos esperando...”, finalizaba afligida con una fotografía de su

hijo en la que aparecía con una tierna sonrisa que conmovió a todos los peruanos.

Cruzada nacional
El pedido de la madre de Luis Guillermo apareció en las portadas de todos los diarios al día siguiente y la Asociación

Pro Seguridad Ciudadana del Perú (Aprosec) lazó la campaña: !Esto se acabó…con nuestros hijos no se metan!, a la que

se sumaron todos los medios de comunicación, autoridades y la ciudadanía en general para exigir la liberación del

escolar. Comenzaron a popularizarse los listones amarillos como distintivo de la cruzada y se hacían vigilias y misas por

todas partes. Unas 200 personas se reunieron el 1 de octubre en el Parque de la Amistad en Surco para rezar por la

liberación de Luis Guillermo.

En tanto, la Policía revela que el rapto habría sido planeado y dirigido desde el penal Miguel Castro Castro por los

hermanos Jacinto Aucayari Bellido, alias ‘Cholo Jacinto’, y por Enrique Ramos Bellido, alias ‘Kike’. A modo de

presión, las autoridades trasladan al avezado ‘Cholo Jacinto’ al penal de Challapalca en la puna de Tacna, y a ‘Kike’ a

una cárcel de Cajamarca.

Además, el 30 de setiembre es detenido en Ventanilla un tercer secuestrador, Eduardo Collahuazo Contreras, y el

expolicía Luis Alberto Villena Ramírez, apodado ‘Viejo Lucho’, quien también participó en el secuestro. El ministro del

Interior de la época, Fernando Rospigliosi, afirmaba que no se descartaba la participación de malos policías en el plagio

de Ausejo Torres.

‘Cholo Jacinto’ , cabecilla de los 'Injertos'

Empiezan a caer

Finalmente, el 3 de octubre cae en Villa María del Triunfo el cabecilla de la banda de secuestradores: Jorge Manuel

Saravia Prado, ‘Gringo’. Dos días después detienen también a dos policías sospechosos de haber participado en el

secuestro y que fueron identificados tras una llamada anónima a un diario, en la que un supuesto secuestrado exigía la

liberación del ‘Cholo Jacinto’ a cambio de liberar a Luis Guillermo.

El ministro Rospigliosi hace un llamado a los medios de comunicación para tratar el caso con ponderación y afirma que

no toda información puede darse por cierta. La madre del adolescente vuelve a aparecer en televisión suplicando por la

vida de su hijo. Ya han pasado más de 30 días y los secuestradores han empezado a caer, pero el muchacho no aparece.

La Policía descubre que los delincuentes actúan en tres células. Una de ellas cumplió con la toma del rehén. Otro grupo

realiza la función de negociar el rescate y un tercer bando lo mantiene cautivo. Un detalle que sorprendió a los

investigadores es que algunas de las llamadas que fueron rastreadas provenían desde diversos inmuebles de Surco y

Villa María del Triunfo.


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La liberación

Finalmente, a las 11:15 de la noche del 9 de octubre, unos desconocidos abandonan a Luis Guillermo cerca al puente

Huáscar, en Barrios Altos, a unos metros de la Vía de Evitamiento y cerca de la empresa eléctrica Edegel, donde el

vigilante Hernán Vivar está haciendo su ronda. “Me acerqué y le dije que este no es sitio para botar basura”, contó

después el guardia. El maleante no le hizo caso y subió rápidamente al vehículo, que desapareció entre la noche. A

Vivar le pareció sospechoso y fue a llamar a su supervisor, Walyer Luey. Con él abrieron la bolsa y encontraron al joven

secuestrado. Lo llevaron a su empresa, desde donde avisaron a la Policía que el estudiante había sido encontrado.

Estaba demacrado y descalzo, pero ileso. Un médico que examinó a Luis Guillermo dijo que ha perdido peso pero su

salud era buena. En la madrugada del viernes 10 de octubre, por fin pudo volver a casa y ofreció ante las cámaras la

misma sonrisa de la fotografía con la que los peruanos lo habíamos conocido. “Estuve nervioso … tengo que

agradecerle a Dios … ya por fin he pasado todo lo malo”, dijo a los reporteros que se amontonaban en la puerta de su

domicilio en Chacarilla del Estanque, antes de finalmente ingresar, cerrar la puerta y volver a su vida normal.

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