Infecciones Familia Retroviridae
Infecciones Familia Retroviridae
Infecciones Familia Retroviridae
Programa de salud
Las siglas del Virus de Inmunodeficiencia Humana del VIH se refieren a lo siguiente:
V Virus Organismo que se reproduce invadiendo las células del
cuerpo.
I (de la) Inmunodeficiencia Causa el debilitamiento del sistema de defensas del
cuerpo.
H Humana Afecta únicamente a los seres humanos.
Otros virus ARN (como los de la poliomielitis, la gripe y el sarampión), a diferencia de los
retrovirus, no hacen copias de ADN después de invadir las células, sino que simplemente
hacen copias de ARN a partir de su ARN original.
Cada vez que una célula infectada por el VIH se divide, crea una nueva copia del ADN del
VIH que lleva integrado, además de sus propios genes. La copia del ADN del VIH puede ser
Epidemiologia
Según la OMS, se estima que el número de nuevas infecciones por VIH en América Latina
ha aumentado un 4,7% de 2010 a 2021, con aproximadamente 110.000 nuevas
infecciones en 2021. Del 2010 al 2021, el Caribe tuvo una reducción del 28% pasado de un
estimado de 19.000 nuevos casos a 14.000 por año.
La epidemia de VIH en la región afecta desproporcionadamente a ciertas subpoblaciones
(poblaciones claves), incluidos los hombres gais y otros hombres que tienen sexo con
hombres (HSH), las mujeres transgénero y las trabajadoras sexuales. En américa Latina,
estas tres poblaciones clave representan más de la mitad de las nuevas infecciones en
2021 y el 44% en el Caribe.
En 2021 había 3,8 millones de personas con VIH en las Américas, de las cuales 2,5 millones
viven en América latina y el caribe.
En América latina, el número de personas que mueren por causas relacionadas con el SIDA
ha disminuido de 40 mil en 2010 a 29 mil en 2021, mientras que en el caribe disminuyo de
12 mil a 5,700 en el mismo periodo.
Se estima que el 18% de las personas con VIH en América latina y el caribe desconoce su
infección. Aproximadamente un tercio se diagnostica tarde.
Aproximadamente el 1.5 millones de personas que viven con el VIH reciben tratamiento
antirretroviral del 69% de todas las personas que se estiman viven con el VIH en América
latina y del 70% en el caribe.
Diagnóstico.
El diagnóstico de infección por el VIH se basa en la demostración de los anticuerpos anti-
VIH, en la detección directa del VIH o de alguno de sus componentes, o en ambos. Como
se señaló antes, los anticuerpos anti-VIH suelen
aparecer en la circulación entre 3 y 12 semanas después de la infección. Las pruebas
convencionales de detección sanguínea de la infección por
VIH se basan en la detección de anticuerpos contra el VIH. Una plataforma
común es la prueba de enzimoinmunoanálisis de adsorción (ELISA), también conocida
como inmunoanálisis enzimático (EIA, enzyme immunoassay). Este análisis de fase sólida
es una prueba de detección sistemática
sumamente buena, cuya sensibilidad supera 99.5%. En la mayor parte de los
laboratorios se emplea un equipo comercial del EIA que contiene antígenos
del VIH-1 y VIH-2 y que proporciona el resultado de ambos análisis. Tales
equipos contienen antígenos naturales y recombinantes que se actualizan
constantemente para que conserven su sensibilidad frente a las nuevas especies que se
descubren, como los virus del grupo 0.La cuarta generación de pruebas de inmunoanálisis
enzimático combina la detección de anticuerpos contra VIH y la detección de antígeno p24
de VIH. Los resultados de las pruebas de EIA suelen expresarse como positivos (reacción
intensa), negativos (reacción nula) o indeterminados (reacción parcial). Aunque la técnica
del EIA tiene una sensibilidad extraordinaria, su especificidad no es óptima.
De hecho, en los estudios sobre individuos de bajo riesgo, como los donantes de sangre
voluntarios, sólo 10% de los individuos positivos según el EIA estaban realmente
infectados por el VIH. Entre los factores que se asocian con algunos resultados falsos
positivos de la prueba de EIA se encuentran los anticuerpos contra los antígenos de la
clase II (tal como pueden observarse después del embarazo, transfusión sanguínea o
trasplante), los auto anticuerpos, las hepatopatías, la vacunación reciente contra la gripe y
las infecciones virales agudas. Por tales razones, en toda persona con una posible
infección por el VIH que obtuvo un resultado no concluyente o positivo de la prueba de
EIA, es necesario confirmar la infección con un análisis más específico como
inmunotransferencia.
Es posible determinar si un individuo experimenta una infección reciente por el VIH-1 al
comparar los resultados de un estudio ordinario que arrojará un resultado positivo en
todos los sujetos infectados con los obtenidos con otro que es menos sensible (“prueba
discordante”) que sólo arrojará un resultado positivo en los individuos con una infección
por el VIH establecida, y negativos para individuos con infección reciente. En casos poco
comunes, un individuo infectado con VIH que recibe tratamiento en etapas iniciales de la
infección puede convertirse en negativo en las pruebas de inmunoanálisis enzimático. Esto
no indica la eliminación de la infección; sino más bien que las concentraciones de virus son
insuficientes para mantener una respuesta mensurable de anticuerpos. Cuando estos
individuos interrumpen el tratamiento, reaparecen los virus y los anticuerpos.
La prueba de confirmación más usada es la inmunotransferencia. Su ventaja estriba en
que múltiples antígenos del VIH de peso molecular diferente y bien caracterizado
despiertan la producción de anticuerpos específicos. Tales antígenos pueden separarse
basándose en su peso molecular y los anticuerpos frente a cada uno de ellos se pueden
detectar en forma de bandas separadas mediante inmunotransferencia.
Manifestaciones clínicas:
Se ha informado que diversos síntomas del síndrome agudo por VIH (fiebre, erupción
cutánea, faringitis y mialgias) ocurren con menos frecuencia en quienes adquieren la
infección al inyectarse sustancias ilícitas en comparación con lo que ocurre en las personas
que la adquieren por contacto sexual. Las manifestaciones son características de un
síndrome viral agudo y se han comparado con las de la mononucleosis infecciosa aguda.
Los síntomas suelen persistir durante una a varias semanas y ceden de manera gradual
conforme se desarrolla una reacción inmunitaria contra el VIH y disminuyen los niveles de
la viremia. Aparecen adenopatías en cerca de 70% de los casos de infección primaria por
el VIH. La mayoría de los pacientes se recuperan en forma espontánea de este síndrome y
tienen un ligero descenso del número de linfocitos T CD4+ que se mantiene estable
durante un periodo variable antes de que comience a disminuir de manera progresiva; en
algunos individuos, la cifra de linfocitos T CD4+ vuelve a sus límites normales. Alrededor
de 10% de los pacientes presentan un cuadro de deterioro clínico e inmunitario que
evoluciona de forma fulminante después de la infección primaria, incluso luego de haber
desaparecido los síntomas iniciales.
Aunque el tiempo que transcurre desde la infección inicial hasta las primeras
manifestaciones clínicas de la enfermedad varía mucho, la mediana de ese periodo es
aproximadamente de 10 años para los pacientes no tratados. La enfermedad por VIH con
replicación activa del virus suele progresar durante este periodo asintomático. La rapidez
de la progresión guarda una relación directa con los niveles de RNA del VIH. Los pacientes
que tienen niveles elevados del RNA viral progresan a la enfermedad sintomática con
mayor rapidez que aquellos con niveles bajos. las denominadas sin progresión a largo
plazo, muestran un escaso o nulo descenso del número de linfocitos T CD4+ durante un
periodo prolongado. Estos pacientes por lo general tienen concentraciones
extremadamente bajas de RNA de VIH con un subgrupo que muestra concentraciones de
RNA de VIH en <50 copias/mL, lo que se conoce como individuos de élite sin progresión.
Los pacientes con infección por VIH también tienen incremento en las enfermedades
graves no relacionadas con el sida, lo que incluye enfermedades cardiovasculares, renales
e inmunitarias.
En general, hay que hacer hincapié en que uno de los elementos esenciales del
tratamiento de las complicaciones sintomáticas de la enfermedad por el VIH, ya sean
primarias o secundarias, consiste en conseguir un buen control de la replicación del virus
mediante el tratamiento antirretroviral e instituir la profilaxia primaria y secundaria según
esté indicado.
Etapa aguda: Inicialmente cuando la persona se infecta por primera vez con el virus VIH
este alcanza una concentración máxima en sangre que es lo que se conoce como la
viremia. La viremia al alcanzar un pico máximo aparecen las manifestaciones clínicas que
se mencionaron anteriormente, acompañado también con una disminución temporal de
la concentración de linfocitos T CD4 en sangre, al pasar los días aparece la respuesta
inmunitaria liderada por los linfocitos T CD8, lo que permite que se controle la cantidad de
viremia en sangre, se recupere la concentración original de linfocitos T CD4 y como la
infección se encuentra relativamente bajo control , la respuesta inmunitaria disminuye.
Etapa asintomática (latencia clínica): Se caracteriza por una disminución progresiva de los
linfocitos T CD4, a la vez que la respuesta inmunitaria es cada vez menos efectiva para
controlar la infección por el VIH, la pérdida de linfocitos T CD4 al anual esta calculada
aproximadamente de 50 células/mm3. Una vez culminada esta etapa que se da entre 1 y
10 años, finalmente se empieza la última etapa de la enfermedad.
Los virus de RNA oncógenos en esta familia generan principalmente tumores de los
sistemas reticuloendotelial y hematopoyético (leucemias, linfomas) o del tejido conjuntivo
(sarcomas).
Posee 2 tipos:
HLTV-I
Taxonomía:
- Proteína TAX: Es trans-activadora tanto de los genes virales como de los genes de
las células huésped.
- Oncogenes (FOS y PDGF): Que ocasionan alteraciones a nivel de la célula,
inhibiendo la apoptosis celular.
Gen Rex: Codifica una proteína (Rex) que regula el empalme del mRNA y promueve la
producción de progenie viral. Rex hace posible que el virus pase a la etapa de latencia y
pase a los ciclos productivos.
HLTV-2
Muy similar morfológicamente, se diferencia del HTVL-I en la proteína P19 (con cambios
epitopicos menores) y en la proteína Gp21 que tiene afinidad por los LTCD8.
Común en poblaciones americanas (nativos americanos), las etnias con mayor prevalencia
son:
Seminola (florida)
Navajos (Mexico)
Guayimi (Panama)
Ciclo biológico
Diagnóstico
Confirmación: Requiere confirmación con Western Blot, que además diferencia tipo I y
tipo II.
Patogenia: HTLV (Virus linfotrópico humano) es un virus del grupo de los retrovirus
que conjuntamente con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) son los únicos con
efectos conocidos en la salud humana. El virus invade principalmente los linfocitos T CD4+
y CD8+, generando trastornos como leucemia/linfoma de células T en el adulto (LTA) y una
mielopatía inflamatoria crónica y progresiva conocida como mielopatía asociada al HTLV-1
(MAH), caracterizada por un cuadro clínico de paraparesia espástica simétrica y
alteraciones vesicales, entre otra variedad de síntomas. Además de ser el agente etiológico
de estos trastornos, el virus está relacionado con otras enfermedades, entre ellas:
Uveítis
Tiroiditis
Artritis
síndrome de Sjögren
cistitis crónica
polimiositis
carcinoma
tuberculosis
estrongiloidiasis
En el caso de estas dos últimas la relación se basa en que el virus produce cierto grado
de inmunosupresión.
HTLV-1 se transmite principalmente por contacto directo a través de fluidos corporales que
contienen células, incluida la sangre, la leche materna y el semen.
¿Cómo se transmite?
HTLV-1 se transmite principalmente por contacto directo a través de fluidos corporales que
contienen células, incluida la sangre, la leche materna y el semen