118 12 AfanesCronologicos
118 12 AfanesCronologicos
118 12 AfanesCronologicos
p. 21-32
Miguel León-Portilla
Tiempo y realidad en el pensamiento maya. Ensayo
de acercamiento
Cuarta edición
México
Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Históricas
2003
218 p.
Ilustraciones, mapas, cuadros
(Serie Culturas Mesoamericanas 2)
ISBN 970-32-0631-X
Formato: PDF
Publicado en línea: 23 de noviembre de 2018
Disponible en:
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/118/tiem
po_realidad.html
Sobre los diversos estudios y controversias acerca del seRtido del concepto y del
glifo7 de cero entre los mayas, véase el cuidadoso análisis que hace César Lizardi Ramos,
"El cero maya y su función", �n Estudios de cultura maya, v. II, UNAM, Seminario de Cul
tura Maya, 1962, p. 343-353.
8 Entre las más antiguas inscripciones calendáricas mayas que dan testimonio de
esto cabe mencionar la de la Placa de Leyden que consigna una fecha correspondiente
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Figura 1. Un ejemplo del uso de los numerales en una tabla de multiplicación y
almanaque adivinatorio en el Códice de Dresde (44-b). Comenzando en el extremo
superior derecho y leyendo de arriba hacia abajo, aparecen los siguientes
guarismos y glifos: 3. 18. 3 Cimi; 7. 16. 3 Kan; 11. l4. 3 Ik; 15. 12. 3 Ahau;
l. l. 10. 3 Etzr,ab; 2. 3. O. 3 Lamat
a b
Figura 2. Cómputos de fechas remotas en el pasado, según Thompson. a) De la
estela F de Quiriguá con la fecha 1Ahau 13 Yaxkin: 91 683 930 años hacia el
pasado. b) De la estela D de la misma Quiriguá, con la fecha 7-Ahau 3-Pop: unos
400 000 000 de años antes de la erección de este monumento
f'
Thompson, Maya Hieroglyphic Writing, Norman, University of Oklahoma Press,
1960, 149.
1 Thompson, The Rise and Fall ot Maya Civiliz.ation, p. 23.
11 Respecto de otros cómputos mayas acerca de momentos remotos en el futuro,
véase Thompson, Maya Hieroglyphic Writing, p. 314-316.
12 Numerosos son los ejemplos que pueden recordarse de aniversarios solares, com
putados en función del momento de referencia original, el 4-Ahau 8-Cumku que consig
na la data 3 113 años anterior a la era cristiana. Entre ellos están los consignados en
estelas como la 8 de Piedras Negras, la 9 de Calakmul y la 8 de Naranjo.
3
1 Sylvanus G. Morley, La civilización maya, México, Fondo de Cultura Económica,
1956, p. 313.
Figura 3. Estela E de Quiriguá, según Morley (estado poniente), con las series
inicial y suplementaria. Fecha de la cuenta larga, 9 baktunes, 17 katunes, O tunes,
O uinales, O kines: 13-Ahau 18-Cumku (771 d. de C.)
Esta inscripción aparece aquí según la simplificación que de ella hizo Morley. En
reali�.ad el jeroglífico que representa la fecha 13-Ahau originalmente se encuentra
situado en la línea inmediatamente inferior. Los glifos que en esta representa
ción de Morley están en esa línea inferior, deben ocupar, unidos en un solo
bloque, el lugar del 13-Ahau. (Véase reproducción de esta estela en Maudsley,
Archaeology. Biología Centrali-Americana, v. II, lámina 32)
9 baktunes 17 katunes
(9 periodos de 144 000 días) ( 17 periodos de 7 200 días)
O tunes O uinales
(O periodos de 360 días) (O periodos de 20 días)
O kines fecha 13-Ahau
(O periodos de un día) (computada desde el punto de
partida de la cronólogía)
del sol, como puede verse porla célebre "rueda de los katunes", que conservó Landa (op.
cit., p. 204), o por las series de los katunes que se incluyen en el Códice de París (p. 1-11) y
en varios de los libros de Chilam Balam donde abundan las recordaciones y las predic
ciones consideradas como atributos o "cargas" propias de los distintos katunes.
Figura 4. Rueda de los katunes, según Landa. A la manera del movimiento de las
manecillas del reloj se marca el paso de cada katún (20 x 360 días= 7 200). Los
katunes reciben su expresión calendárica en función del nombre del último día
de los mismos, que es siempre un Ahau, acompañado por uno de los numerales,
entre el uno y el trece. Tan sólo después de aproximadamente 256 años de
365 días volverá a repetirse la misma fecha, o sea un día Ahau con igual numeral
como término de un katún
del pasado, como para dar marco a las profecías de los sacerdotes
y sabios (figura 4).
Y aunque luego habremos de buscar el sentido más hondo
de lo que bien puede llamarse afán profético y astrológico de los
mayas, no queremos pasar por alto el hecho de que precisamen
te esta clase de preocupaciones explica en parte el extraordina
rio desarrollo alcanzado por los cómputos y medidas del tiempo
en esta cultura. Esta afirmación es sobre todo válida respecto del
tzolkin, la cuenta que muy especialmente interesaba conocer a
todo el pueblo, puesto que hasta el último de los mayas normaba
en función de ella todos los acontecimientos particularmente sig
nificativos a lo largo de su vida. El tzolkin y la cuenta de los
katunes habrían de sobrevivir a la conquista española como lo
prueban, entre otros textos, los de los célebres libros de Chilam
Balam.
20 Véase Morley, op. cit., p. 337-338 y Thompson, The Rise and Fall ofMaya Civilization,
p. 158-161.
21 Véase John E. Teeple Maya Astronomy, Camegie Institution of Washington, Publ.
403, 1930, p. 70-80. A propósito del grado de exactitud alcanzado por los mayas de Copán
en sus cálculos relacionados con la duración del año trópico, ofrece Teeple (op. cit., p. 74)
el siguiente cuadro comparativo:
Duración actual del año: 365.2422 días
Duración del año hacia 600 d. de C: 365.2423
Año Juliano: 365.2500
Año Gregoriano: 365.2425
Año maya en Copán: 365.2420
22 Teeple, op. cit., p. 86-98. Véase asimismo Thompson, Maya Hierogl hic Writing,
yp
p. 230 246.
23 Morley, op. cit., p. 340.