APOCALIPSIS
APOCALIPSIS
APOCALIPSIS
3. Ya que mucha controversia se ha levantado sobre la interpretación del libro de Apocalipsis, es muy
útil comprender las cuatro aproximaciones básicas hacia el entendimiento de este libro. A través de
los siglos, las personas se han aproximado a Apocalipsis, básicamente, en una de estas cuatro
maneras:
a. El enfoque preterista: Esta aproximació n cree que Apocalipsis trata solamente con la iglesia de los días
de Juan. Segú n este punto de vista, el libro de Apocalipsis no predice nada. Juan, simplemente, describe los
eventos de sus días actuales; pero los expresa en un «có digo» simbó lico, así que aquellos fuera de la familia
cristiana no podían entender su crítica al gobierno romano. En el enfoque preterista, el libro de Apocalipsis
es para el momento en que fue escrito.
b. El enfoque historicista: Esta forma de aproximació n cree que Apocalipsis hace referencia a un panorama
amplio y difuso de toda la historia de la iglesia. En el enfoque historicista, Apocalipsis predice el futuro;
pero el futuro de la «era de la iglesia», no el futuro del final de los días. En el enfoque historicista,
Apocalipsis está lleno de símbolos que describen el ahora.
i. Por ejemplo, muchos de los reformadores llamaron al Papa la bestia de Apocalipsis capítulo 13; pero esto
no indica que, necesariamente, creyeron que el final estaba muy cerca. Así que creían que Apocalipsis
hablaba de su tiempo, no del final de los tiempos.
c. El enfoque poético: Esta forma de aproximació n cree que el Apocalipsis es un libro lleno de imá genes y
símbolos intencionados para animar y dar consuelo a los cristianos perseguidos en los días de Juan. Segú n
este punto de vista poético o alegó rico, el libro de Apocalipsis no es literal ni histó rico. Apocalipsis es un
libro de significado personal.
d. El enfoque futurista: Esta manera de aproximarse cree que al empezar el capítulo cuatro, Apocalipsis
trata sobre el final de los tiempos, el periodo que predice directamente el retorno de Jesú s. En el enfoque
futurista, Apocalipsis es un libro que, principalmente, describe el final de los tiempos.
e. ¿Cuá l es el enfoque correcto? Cada uno tiene un poco de veracidad en algú n aspecto. El libro de
Apocalipsis sí habla de los días de Juan, y también dice algo de la historia de la iglesia y tiene significado
para nuestra vida personal. Pero, aunque elementos de los primeros tres enfoques son vá lidos, no
podemos negar el lugar del enfoque futurista. Podemos saber que el libro de Apocalipsis habla con claridad
sobre el final de los tiempos, debido a dos principios centrales traídos de Apocalipsis 1:1-3:
i. Primero, creemos que el libro de Apocalipsis debe significar algo. Este es un libro que Jesú s dio para
mostrar algo a sus siervos. No es un libro de disparates sin sentido. Es una promesa de bendició n, no una
promesa de confusió n.
ii. Segundo, creemos que el libro de Apocalipsis definitivamente reclama tener profecía de predicció n. Juan
lo puso en claro: «las cosas que deben de suceder pronto […] el tiempo está cerca». Juan escribe sobre
eventos que aú n eran futuros para él.
B. Saludos
1. (4-5a) Un saludo de gracia y de paz
Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de
venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; y de Jesucristo el testigo fiel, el
primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra.
a. A las siete iglesias que están en Asia: Esta carta fue originalmente dirigida a
estas siete iglesias selectas de Asia. Esta era la provincia romana de Asia, la cual es la parte oeste del
Turquía moderno.
b. Del que es y que era y que ha de venir: Juan trae un saludo de Dios el Padre, quien es descrito con este
título: «del que es y que era y que ha de venir», lo que habla de la naturaleza eterna de Dios. Tiene la
idea de un ser sin tiempo, y está conectado con el nombre Yahveh, encontrado en el Antiguo Testamento
(É xodo 6:3, 17:15).
i. La construcció n griega de la expresió n «del que es y que era y que ha de venir», es intencionalmente
rara en el griego. Al parecer Juan buscó una frase que comunicara la idea del Yahveh del Antiguo
Testamento.
ii. Nunca es suficiente con decir solamente que Dios es, o que era, o que ha de venir. Como Señ or sobre la
eternidad, É l gobierna el pasado, el presente, y el futuro.
iii. La descripció n «del que es y que era y que ha de venir», aplica a Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo,
tanto como a Dios el Padre. De hecho, el título Yahveh describe al Dios trino, al ú nico Dios en tres personas.
Pero, al parecer, aquí Juan se enfoca en Dios el Padre con este título; porque en las siguientes palabras de
este versículo hace, específicamente, menció n de Dios el Hijo y de Dios el Espíritu Santo.
c. De los siete espíritus que están delante de su trono: Juan trae un saludo de Dios el Espíritu Santo,
quien es descrito con este título. La expresió n «los siete espíritus que están delante de su trono», habla
de la perfecció n y plenitud del Espíritu Santo. Juan utiliza una descripció n del Antiguo Testamento para el
Espíritu Santo.
i. La idea de los «siete Espíritus» es citada del Antiguo Testamento. Isaías 11:2 describe siete aspectos del
Espíritu Santo: «Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová ; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu
de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová ». No es que haya siete espíritus
distintos de Dios, sino que en lugar de eso, el Espíritu del Señ or tiene estas características, y las tiene en
toda su plenitud y perfecció n.
d. De Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra :
Juan trae un saludo de Dios el Hijo, quien es descrito por lo que É l es y por lo que É l ha hecho.
i. Jesú s es el «testigo fiel»: Esto habla de la fiabilidad y fidelidad absoluta de Jesú s hacia su Padre y su
pueblo, incluso hasta la muerte. La antigua palabra griega traducida como «testigo» es también la palabra
usada para «má rtir».
ii. Jesú s es el «primogénito de los muertos»: Esto habla de Jesú s estando firme como preeminente entre
todos los seres. «Primogénito de los muertos» significa mucho má s que ser la primera persona
resucitada. También significa que É l es preeminente entre todos aquellos que han resucitado o que
resucitará n. Jesú s es el «primogénito de entre muchos hermanos» (Romanos 8:29).
iii. El uso de «primogénito» no significa que Jesú s tuvo una «fecha de nacimiento», como si fuera un ser
creado, y no Dios. Los antiguos rabinos llamaban al mismo Yahveh el «primogénito de la creació n» (Rabbi
Bechai, citado en el comentario de Lightfoot sobre Colosenses). Los rabinos también
utilizaban primogénito como un título mesiá nico. «Dios dijo: de la manera que hice a Jacob primogénito
(É xodo 4:22), así también haré al rey Mesías primogénito (Salmos 89:27)». (R. Nathan en Shemoth Rabba,
citado por Lightfoot en su comentario sobre Colosenses)
iv. Jesú s es el soberano sobre los reyes. Antes de que termine el libro de Apocalipsis, Jesú s tomará el
dominio de cada reino terrenal. En el tiempo presente, Jesú s reina; pero su reino aú n no es de este mundo.
e. En este saludo, con la menció n sistemá tica de cada persona de la Trinidad, vemos como el Nuevo
Testamento presenta la doctrina de la Trinidad. No la presenta de una manera teoló gica sistemá tica y
cuidadosamente definida; sino, simplemente, teje la verdad de la Trinidad: que hay un Dios en tres
personas en todo el entramado del Nuevo Testamento.
Podemos ver el estado de cada una de estas siete iglesias —y el estado de nuestro propio andar con
Jesús— al ver lo que Jesús tiene que decir a cada iglesia en cada sección.
i. «Considero lo que se le habla a este ángel como si se le hablara a toda la iglesia; y que no es su
estado en particular el que es descrito, sino el estado del pueblo en general bajo su cuidado».
(Clarke)
b. Éfeso era una ciudad famosa en el mundo antiguo, con una iglesia que compartía la misma fama.
Éfeso era la ciudad donde Pablo ministró por tres años (Hechos 19:1, Hechos 10, Hechos 20:31).
Era la ciudad en donde Aquila y Priscila, con Apolos, ministraban (Hechos 18:24-28). Era la
ciudad en donde el asociado cercano de Pablo, Timoteo, ministraba (1 Timoteo 1:3). Y de acuerdo
con las tradiciones históricas fuertes y consistentes de la iglesia, el apóstol Juan también ministró
allí.
c. Éfeso también era conocida mundialmente por ser el centro religioso, cultural y económico de la
región. Éfeso tenía el notable templo de Diana, quien era una diosa de la fertilidad, adorada con
sexo inmoral. Este majestuoso templo dedicado a Diana era tenido como una de las siete maravillas
del mundo antiguo. Era soportado por 127 pilares, cada pilar con 60 pies de altura, y estaba
adornado con grandes esculturas.
i. «El Templo de Artemisa era también considerado un gran tesoro y un banco del antiguo mundo,
donde los comerciantes, reyes, y aun ciudades, hacían depósitos, y en donde su dinero podía
mantenerse seguro bajo la protección de la deidad». (Longenecker en su comentario de Hechos)
ii. «Éfeso era un fuerte de Satanás. Aquí eran practicadas muchas cosas malvadas, de índole
supersticiosa y satánica. Libros que contenían fórmulas de hechicería y de otras artes prohibidas
impiadosas, abundaban en esa ciudad». (Gaebelein en su comentario de Hechos)
i. «También hay trabajadores cristianos que casi no se aproximan a trabajar; aun toda una vida de
trabajo como el que ellos realizan no agotaría ni a una mariposa. Ahora, cuando un hombre trabaja
para Cristo, debería de trabajar con toda su fuerza». (Spurgeon)
b. Tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia: Jesús sabe lo que esta iglesia está haciendo «bien».
Ellos trabajan duro para el Señor y tienen una paciencia piadosa. La paciencia es la gran y antigua
palabra griega hupomone, la cual significa «una paciencia firme». En este sentido, la iglesia era una
roca sólida.
c. No puedes soportar a los malos: La iglesia de los efesios también procuraba la doctrina pura.
Pablo advirtió a los efesios en Hechos 20:29-31: «Porque yo sé que después de mi partida entrarán
en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se
levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto,
velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a
cada uno». De esta alabanza de Jesús, vemos como los efesios tomaron la advertencia de Pablo en
serio.
i. La iglesia de hoy, como la iglesia de los efesios en aquel entonces, debe de probar vigorosamente
a aquellos que dicen ser mensajeros de Dios, especialmente a los que dicen ser apóstoles, porque
los engañadores hablarán bien de ellos mismos. Cuanto más grande sea la maldad, mayor el engaño
que esconderá.
ii. «Esto fue grande por parte de ellos: mostraron ser una columna vertebral de la verdad. Yo
desearía que algunas de las iglesias de esta era tuvieran un poco de esta santa decisión. En los días
de hoy, si un hombre es listo, podría predicar la mentira más vil, como el peor vómito que haya
salido de la boca del Infierno, y a algunos les parecerá bien». (Spurgeon)
d. Y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre,
y no has desmayado: También la iglesia de los efesios continuaba haciendo estas cosas, sin
haber desmayado. Ellos mostraron una perseverancia piadosa, la cual nosotros debiéramos de
imitar. Según todas las apariencias externas, esta era una iglesia sólida, que trabajaba duro, tenía un
gran alcance, y protegía la integridad del Evangelio.
i. La distinción entre «dejar» y «perder» es importante. Algo puede ser perdido por accidente, pero
dejar es un acto deliberado y que no sucede de un momento para otro. También, cuando perdemos
algo no sabemos dónde buscarlo, pero cuando dejamos algo, sabemos dónde buscarlo.
ii. Aunque ellos habían dejado su primer amor, todo se veía bien externamente. Si tú hubieras ido
a uno de los servicios de la iglesia en Éfeso, hubieras podido pensar: «Esta es una iglesia donde
suceden cosas. Están haciendo tanto, y en verdad cuidan la verdad». Al mismo tiempo, pudieras
haber tenido una sensación vaga e incómoda, probablemente, difícil de precisar. Pero para Jesús no
fue difícil ver el problema, aun cuando todo parecía maravilloso externamente.
iii. El problema era serio. Sin amor, todo es vano. No es sorprendente que Jesús dijera: «pero
tengo contra ti». «Una iglesia no tiene razón de ser cuando no tiene amor dentro de su corazón, o
cuando el amor se ha enfriado. Si pierdes el amor, lo pierdes todo». (Spurgeon)
c. Dejado tu primer amor: ¿Qué amor dejaron ellos? Como cristianos, se nos dice que amemos a
Dios y que nos amemos los unos a los otros. ¿Dejaron su amor por Dios? ¿Dejaron su amor los
unos por los otros? Probablemente, ambos, porque estos dos amores van de la mano. No puedes
decir que amas a Dios y no amas a su familia, y no puedes amar a su familia sin amarle a Él
primero.
i. La iglesia de los efesios era una iglesia que «trabajaba». Algunas veces un enfoque en el trabajo
en la obra de Dios eclipsará una relación de amor con Él. Podemos poner lo que hacemos por Jesús
antes de lo que somos en Él. Podemos dejar a Jesús en el templo, de la misma manera que hicieron
los padres de Jesús (Lucas 2:45-46).
ii. La iglesia de los efesios era una iglesia con una «doctrina pura». Algunas veces el enfoque en
una doctrina pura hará a una congregación enfriarse, ser suspicaz e intolerante ante la diversidad.
«Cuando el amor muere, la doctrina ortodoxa se convierte en un cadáver, en un formalismo sin
poder. La adherencia a la verdad se convierte en un fanatismo amargo cuando la dulzura, la luz y el
amor de Jesús se alejan». (Spurgeon)
d. Primer amor: Existe una diferencia definitiva en su relación con Jesús. Las cosas no son como
solían ser. No es que debiéramos de esperar la misma emoción que tuvimos cuando todo era nuevo
en la vida cristiana. Pero lo nuevo debe de cambiar a una profundidad que hace que nuestro primer
amor sea más fuerte.
i. Una pareja que haya estado casada por mucho tiempo no siempre tiene la misma emoción que
tenía en sus primeras citas. Eso se debiera de esperar, y está bien, si esa emoción ha madurado y se
ha convertido en un amor tan profundo que es aún mejor que el primer amor.
ii. Pero no hay nada de malo en esa emoción inicial, o en querer que permanezca o que sea
restaurada. «Cuando estábamos en nuestro primer amor, qué hacíamos por Cristo; y ahora, qué
estamos haciendo. Algunas de las cosas que hacíamos cuando éramos jóvenes cristianos, recién
convertidos, si volteamos a ver, ahora pareciera que son historias salvajes y ociosas». (Spurgeon)
ii. Podríamos pensar que Satanás ha hecho una obra maestra al crear un sentido general de
insatisfacción con estas primeras obras. Los cristianos correrán detrás de casi cualquier «método»
o «programa» nuevo o extraño, para su crecimiento y estabilidad. Nuestra corta visión hace que nos
«aburramos» fácilmente con la emoción más verdadera. Algunas veces haremos casi de todo,
excepto las primeras obras.
d. Pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar: Jesús les da una
advertencia: «si no se arrepienten, Él removerá su luz y su presencia». Cuando su candelero sea
quitado, ellos podrán continuar como una organización, pero ya no como una verdadera iglesia de
Cristo Jesús. Será la iglesia de Ichabod, donde la gloria se ha ido (1 Samuel 4:21).
i. Aparentemente, al menos a corto plazo, los efesios consideraron esta advertencia. A principios
del segundo siglo (no mucho después de que Juan escribiera), Ignacio alabó el amor y la doctrina
pura de los efesios: «Ustedes, quienes son la iglesia más santa de los efesios, la cual es muy famosa
y celebrada por todo el mundo […]. Ustedes, estando llenos del Espíritu Sano, no hacen nada de
acuerdo a la carne, sino todas las cosas de acuerdo al Espíritu. Ustedes están plenos en Cristo
Jesús». (Carta de Ignacio a los efesios, Capítulo 8. De los Padres ante niceanos, Volumen 1,
página 52)
ii. De lo que Ignacio escribió se deduce que los efesios regresaron a su «primer amor» sin
comprometer la pureza doctrinal. Eso no es siempre un balance fácil de mantener; pero los efesios,
al parecer, lo mantuvieron, al menos por un tiempo.
e. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco:
Jesús —probablemente para que los efesios no fueran desanimados de más— le da otra alabanza a
esta iglesia. Se les halaga porque odian las obras de los nicolaítas. ¿Pero quiénes son
los nicolaítas y cuáles son sus obras? La doctrina de los nicolaítas es también condenada
en Apocalipsis 2:15, y en ese pasaje se relaciona con la inmoralidad y la idolatría.
i. Ireneo (escribiendo al final del segundo siglo) describe lo que sabía de los nicolaítas: «Los
nicolaítas son los seguidores de aquel Nicolás, quien era uno de los primeros ordenados al
diaconado por los apóstoles. Ellos llevaban vidas de indulgencia sin restricción. El carácter de estos
hombres es plenamente señalado en el Apocalipsis de Juan, porque enseñaban que es un asunto
indiferente practicar el adulterio, y comer cosas sacrificadas a los ídolos». (Contra la herejía, libro
1, capítulo 26. De los Padres ante niceanos, Volumen 1, página 352)
ii. Hipólito, un estudiante de Ireneo (escribiendo a principios del tercer siglo) asoció a los nicolaítas
con los gnósticos: «Hay, sin embargo, entre los gnósticos diversidad de opiniones […]. Pero
Nicolás ha sido una causa de la combinación amplia y esparcida de estos hombres malvados. [Él]
salió de la doctrina correcta y, sin embargo, tenía la costumbre de inculcar indiferencia en cuanto a
la vida y la comida». (Refutación de todas las herejías, libro 7, capítulo 24; volumen 5, página
115)
iii. Algunos han enfatizado los significados de las palabras que componen al
nombre nicolaítas. Nikao-laos significa literalmente «conquistar al pueblo». Basados en esto,
algunos apuntan a presuntuosos reclamos de autoridad apostólica y al establecimiento de jerarquías
que separan al «clero» de lo «laico». Quizás los nicolaítas cumplieron todos estos aspectos, al ser
un sistema típico de gnosticismo idólatra, inmoral, jerárquico, con «misterios escondidos».
iv. Los nicolaítas, como todos los engañadores que llegan al cuerpo de Cristo, reclaman «que no
están destruyendo al cristianismo, sino que están presentando una versión mejorada y modernizada
de este». (Barclay)
f. Las cuales yo también aborrezco: Estas son poderosas palabras, en cuanto a que vienen de
nuestro Salvador, quien es tan rico en amor. Quienquiera que fueran los nicolaítas, y sea lo que
fuera que ellos hicieran o enseñaran, aprendemos algo sobre ellos de la opinión de Jesús.
Aprendemos que el Dios de amor aborrece el pecado, y quiere que su pueblo también aborrezca el
pecado.
i. «No fueron escritos siete libros, sino un libro que contenía estas siete cartas, de la cual, cada
iglesia, o la iglesia en sus múltiples periodos, pudiera aprender acerca de lo que le interesara».
(Poole)
c. También sabemos que era una ciudad profundamente comprometida con la idolatría, adoraban al
emperador romano. En una famosa calle de Esmirna, llamada la «Calle de Oro», había magníficos
templos para Cibele, Apolo, Esculapio, Afrodita, y un gran templo para Zeus. Pero la adoración de
aquellos dioses paganos estaba muriendo. El verdadero enfoque estaba en la adoración al
emperador romano.
i. En el año de 196 a.C. Esmirna construyó el primer templo para Dea Roma, la diosa de Roma, el
símbolo espiritual del Imperio romano. Una vez que el «espíritu» de Roma fue adorado, no era un
gran paso adorar a los emperadores muertos de Roma. Fue otro pequeño paso adorar a los
emperadores vivos, y luego demandar tal adoración como una evidencia de alianza política y de
orgullo cívico.
ii. En el año 23 d.C. Esmirna se ganó el privilegio (sobre otras 11 ciudades) de construir el primer
templo para adorar al emperador César Tiberio. Esmirna era la ciudad líder en el culto romano de
la adoración al emperador.
iii. El emperador romano Domiciano (81-96 D.C.) fue el primero en demandar adoración, bajo el
título de «Señor», de las personas del Imperio romano, como una prueba de su lealtad pública. De
acuerdo con la historia de la iglesia primitiva, bajo el reinado de Domiciano, Juan fue desterrado a
la Isla de Patmos, en donde recibió esta visión.
iv. «La adoración al emperador había empezado como una demostración espontánea de gratitud a
Roma; pero al final del primer siglo, en los días de Domiciano, el paso final fue dado y la
adoración al César se convirtió en obligación. Una vez al año el ciudadano romano debía de
quemar una pizca de incienso en el altar de la divinidad de César; y habiendo hecho esto, se le daba
un certificado de garantía de que había practicado su obligación religiosa». (Barclay)
v. «Todo lo que los cristianos tenían que hacer era quemar esa pizca de incienso, decir: “César es
Señor”, recibir su certificado, e irse para adorar como quisieran. Pero eso era, precisamente, lo que
los cristianos no harían. A ningún hombre le darían el título de Señor; ese nombre lo guardarían
para Cristo Jesús, y para Él solamente. Ellos ni siquiera lo harían formalmente». (Barclay)
i. La asociación con la muerte —y la victoria final de resurrección— está presente a través de esta
carta. El nombre de Esmirna viene de la palabra «mirra», un perfume de olor dulce utilizado para
embalsamar a los cuerpos muertos.
ii. Muy a menudo, las riquezas materiales son adquiridas y mantenidas a expensas de verdaderas
riquezas espirituales. En los días de gloria del renacimiento papal, un hombre caminó con el Papa y
se maravilló del esplendor y la riqueza del Vaticano. El Papa le dijo: «Ya no tenemos por qué decir
lo que Pedro le dijo al hombre paralítico: “No tengo oro ni plata”». Y su compañero respondió:
«Pero tampoco puedes decir: “levántate y anda”».
c. La iglesia de Esmirna también era rica en liderazgo. Uno de los pastores de esa iglesia se
llamaba Policarpo. Él era uno de los discípulos del apóstol Juan, y sirvió en Esmirna hasta el año
155 d.C., fecha en que murió heroicamente como un mártir.
5. (10) Lo que Jesús quiere que hagan los cristianos en Esmirna
No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la
cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y
yo te daré la corona de la vida.
a. No temas: Literalmente, esto se traduce mejor como: «deja de tener miedo». Los cristianos de
Esmirna sufrieron persecución, y tenían miedo. Algunas veces pensamos que los cristianos que
soportan persecución casi son superhombres, y a veces no apreciamos la profundidad del «temor»
con el que luchan. Había cosas por las que tenían que padecer, y Jesús quería que estuvieran listos
para permanecer firmes ante esas cosas.
b. El diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel: Aquí Jesús describe la naturaleza de la
persecución que vendría en contra de los cristianos en Esmirna. Aparentemente, ellos iban a ser
encarcelados por un periodo específico de tiempo (tendréis tribulación por diez días).
i. De acuerdo con Jesús, la persecución que vendría a los cristianos de Esmirna sería de parte
del diablo; pero el tiempo de dicha tribulación estaba medido y limitado por Dios. Seguramente,
el diablo quería encarcelarlos por un tiempo mayor, pero Dios limitó la tribulación a diez días.
ii. El ser echado a la cárcel era una persecución severa. En aquel día, la cárcel nunca era utilizada
para rehabilitar a nadie, y raramente era utilizada para castigar a alguien. Normalmente, eras
echado a la cárcel mientras esperabas juicio y ejecución.
iv. «Esta “tribulación” no significa las pruebas comunes que son herencia de toda carne. Algunas
almas piensan que llevan su cruz cada día cada vez que tienen un dolor de cabeza. La tribulación
que aquí se menciona es un problema que ellos no tuvieran si no fueran cristianos». (Havner)
c. Tendréis tribulación por diez días: Comentaristas del libro de Apocalipsis han discutido por
mucho tiempo el significado de estos «diez días».
i. Algunos piensan que Juan quiere decir en realidad «diez» años de persecución. «Ya que los días
en este libro son comúnmente llamados “días proféticos”, si cada uno corresponde a un año, los
diez años de tribulación pueden denotar diez años de persecución; y esta fue, precisamente, la
duración de la persecución bajo Diocleciano, durante la cual todas las iglesias de Asia fueron
gravemente afligidas». (Clarke)
ii. Otros piensan que Juan se refiere a la persecución durante el reinado de «diez» emperadores
romanos. «El primer año, bajo Nerón (54 d.C.); el segundo, bajo Domiciano (81 d.C.); el tercero
bajo, Trajano (98 d.C.); el cuarto, bajo Adriano [Hadrian] (117 d.C.); el quinto, bajo Septimio
Severo (193 d.C.); el sexto, bajo Maximino (235 d.C.); el séptimo, bajo Decio (249 d.C.); el
octavo, bajo Valeriano (254 d.C.); el noveno, bajo Aureliano (270 d.C.); el décimo, bajo
Diocleciano (284 d.C.)». (White, citado en Walvoord)
iii. Otros han hecho aproximaciones extrañas: «Observan que en diez días hay doscientas cuarenta
horas, lo cual hace el número de años desde el 85, cuando comenzó la segunda persecución (bajo la
cual Juan estaba), hasta el año 325, cuando todas las persecuciones cesaron». (Poole)
iv. Otros dicen que «diez días» es simplemente una expresión, una forma de hablar: «La expresión
diez días no debe de ser tomada literalmente; es una expresión común griega utilizada para hacer
referencia a un pequeño periodo de tiempo». (Barclay)
v. Sin embargo, no hay una razón obligada para creer en otra cosa que en diez días de persecución
severa, con el énfasis en la idea de que es un tiempo limitado.
d. Para que seáis probados: Si este ataque vino del diablo, entonces, ¿por qué estos cristianos de
Esmirna no pudieron reprender a Satanás y detener el ataque? Porque Dios tenía un propósito con
sus aflicciones, y así Él lo permitió. Dios usa las aflicciones para purificar (1 Pedro 1:6-7), para
hacernos como Jesús (Romanos 8:17), para que seamos verdaderos testigos de Él. En todos los
siglos, la sangre de los mártires ha sido la semilla de la iglesia.
i. «A los santos en Esmirna no se les dio una plática sobre “cómo ganar amigos y personas de
influencia”. No tenían testimonio de “cómo la fe me hizo alcalde de Esmirna”. No había una
promesa de liberación de la tribulación, de la pobreza y de los ultrajes. De hecho, lo peor estaba por
venir». (Havner)
ii. Más específicamente en este caso, Dios permitió este ataque para que ellos fueran probados.
Por medio de su sufrimiento, Dios demostraría las verdaderas riquezas de la iglesia en Esmirna a
todos, incluyéndolos a ellos mismos —a pesar de que Él sabía que ellos ya eran ricos.
iii. El cristiano en Esmirna sería probado, pero pasaría la prueba. Esta iglesia, comparada con las
otras seis, no tiene nada nada que se le señale en contra. Solamente esta iglesia de entre las siete
sobrevive hasta hoy, y ha sufrido las persecuciones romanas y musulmanes a través de los siglos.
iv. Para que seáis probados: Dios está interesado en probarnos también. A lo mejor no tenemos la
misma oportunidad de sufrimiento que los cristianos en Esmirna, pero podemos tener su mismo
corazón. Puede ser que nunca tengamos la oportunidad de morir como un mártir, pero podemos
vivir una vida de mártir. No obstante, muchos cristianos evaden la persecución de cualquier tipo al
conformarse tanto al mundo que llegan a ser cristianos «sin distinción». Este no era el caso de los
cristianos de Esmirna. Ellos fueron probados y pasaron la prueba.
e. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida: Lo que Jesús le dice a esta iglesia es
importante, pero lo que no le dice es aún más importante. Jesús no tiene ni una palabra de
reprensión o corrección para los cristianos en Esmirna. Todo lo que Él tiene es la promesa de
una corona, y el ánimo a que sean fieles hasta la muerte». (Walvoord)
i. Hay dos palabras diferentes para el vocablo «corona» en el antiguo lenguaje griego. Una
describe al tipo de corona que un rey usaría, es decir, una corona propia de la realeza. El otro
vocablo para referirse a «corona» es stephanos (el utilizado aquí), y se refiere a un trofeo dado al
atleta ganador. Jesús mira a los cristianos de Esmirna y les dice: «Ustedes son mis ganadores. Se
merecen un trofeo».
ii. El vocablo stephanos era también el utilizado en el contexto de los matrimonios y las
celebraciones especiales. La imagen es la de Jesús y su desposada, cada cual utilizando su corona.
iii. La promesa de una corona sería especialmente significativa para los cristianos de Esmirna.
· La ciudad de Esmirna tenía una «corona» de hermosos edificios sobre el monte Pagos.
· En esa cultura los buenos ciudadanos y los atletas victoriosos recibían coronas.
iv. Jesús prometió una corona especial: la corona de la vida. Un atleta campeón recibía una
corona de hojas, la cual se marchitaría pronto y se secaría. Pero los campeones de Jesús
recibirían la corona de la vida.
v. «Una corona sin cuidados se destruye. Las coronas de los reyes son cuidadas con esmero, y a
menudo hacen que les duela la cabeza. No es así con esta corona; cuyas alegrías después son sin
medida o mezcla». (Trapp)
i. El año después de que Policarpo regresó de Roma, una gran persecución cayó sobre los cristianos
de Esmirna. Su congregación lo instó a que dejara la ciudad hasta que el peligro pasara. Entonces,
creyendo que Dios quería que él estuviera cerca unos años más, Policarpo dejó la ciudad y se
escondió en una granja que les pertenecía a unos amigos cristianos. Un día en la granja, mientras
oraba en su cuarto, tuvo una visión en la que su almohada estaba rodeada de fuego. Él supo lo que
Dios le indicó, y les dijo tranquilamente a sus compañeros: «Veo que debo de ser quemado en la
estaca».
ii. Mientras tanto, el jefe de policía emitió una orden de arresto. Capturaron a uno de los siervos de
Policarpo y lo torturaron hasta que les dijo en donde estaba su amo. En la tarde, el jefe de policía y
una banda de soldados llegaron a la antigua granja. Cuando los soldados lo encontraron se
avergonzaron al ver que fueron a arrestar a un hombre tan viejo y frágil, pero lo pusieron en un
asno y lo encaminaron de regreso a la ciudad de Esmirna.
iii. De camino a la ciudad, el jefe de policía y otros oficiales del gobierno trataron de persuadir a
Policarpo para que ofreciera una pizca de incienso ante una estatua de César y que, simplemente,
dijera: «César es Señor». Eso era todo lo que tenía que hacer, y sería liberado. Le suplicaron que lo
hiciera, para que así escapara de las terribles penas que tendría que sufrir. Primero, Policarpo se
mostró silencioso, pero luego les respondió firmemente que «no». Ahora el jefe de policía estaba
enojado, fastidiado con el anciano, y lo empujó de su carruaje hacia el piso. Policarpo, golpeado
pero resuelto, se levantó y caminó hacia la arena.
iv. Los horribles juegos en la arena ya habían comenzado en serio. Una gran multitud sedienta de
sangre se había juntado para ver a los cristianos ser torturados y asesinados. Un cristiano llamado
Quintis había proclamado valientemente que era un seguidor de Jesús y que estaba dispuesto a ser
martirizado; pero cuando vio a los violentos animales en la arena perdió su valentía y acordó
quemar una pizca de incienso a César como Señor. Sin embargo, otro joven llamado Germanicus
no se retractó. Él marchó y enfrentó a los leones, y murió por su Señor Jesucristo. Otros diez
cristianos dieron sus vidas ese día, pero la multitud no estaba satisfecha. Clamaban: «¡Fuera los
ateos que no adoran a nuestros dioses!». Para ellos los cristianos eran ateos porque no reconocían a
los dioses tradicionales de Roma y Grecia. Finalmente, la multitud empezó a repetir: «Saquen a
Policarpo».
v. Cuando Policarpo trajo su cuerpo cansado a la arena, él y otros cristianos escucharon una voz del
cielo que les dijo: «Sé fuerte Policarpo». Mientras él estaba delante del procónsul, intentaron de
nuevo que renunciara a Jesús. El procónsul le dijo a Policarpo que estuviera de acuerdo con la
multitud y que gritara: «¡Fuera los ateos!». Policarpo miró fijamente a la multitud sedienta de
sangre, saludó con su mano y dijo: «¡Fuera esos ateos!». El procónsul insistió: «Haz juramento e
insulta a Cristo y yo te liberaré». Policarpo contestó: «Por ochenta y seis años he servido a Jesús;
¿cómo he de atreverme a maldecir a mi Rey?». El procónsul finalmente se dio por vencido y
anunció a la multitud el crimen del acusado: «Policarpo ha confesado que él es un cristiano».
vi. La multitud gritó: «Dejen salir a los leones», pero los animales ya habían sido guardados.
Entonces la multitud demandó que Policarpo fuera quemado. El anciano recordó el sueño en el que
su almohada se quemaba, y obtuvo coraje en Dios. Les dijo a sus ejecutores: «Está bien, yo no le
temo al fuego que quema por una temporada y que después de un rato es apagado. ¿Por qué tardan?
Vamos, hagan su voluntad».
vii. Ellos acomodaron una gran pila de madera, y prepararon un palo en el centro. Mientras ataban
a Policarpo en el palo, él oró: «Te doy gracias porque has pensado que soy digno de este día y de
esta hora, que yo pueda recibir una porción de entre el número de los mártires, en la copa de tu
Cristo». Después de que oró y dio gracias a Dios, ellos encendieron la madera. Una gran pared de
flamas se levantó hacia el cielo, pero nunca tocó a Policarpo. Dios había puesto un cerco de
protección entre él y el fuego. Al ver que no ardía, el ejecutor, en una furiosa rabia, apuñaló al
anciano con una lanza. Inmediatamente, ríos de sangre chorrearon de su cuerpo y al parecer
extinguieron el fuego. Cuando esto sucedió, los testigos dicen que vieron a una paloma ascender de
entre el humo hacia el cielo. En ese mismo momento, un líder de la iglesia en Roma llamado
Ireneo, dijo que escuchó a Dios que le dijo: «Policarpo está muerto. Dios llamó a su siervo a casa».
b. Pero el día de los mártires, definitivamente, no ha pasado. Por todo el mundo los cristianos
enfrentan persecución, especialmente en Asia, Europa del Este, y en el mundo musulmán. Algunas
personas estiman que más cristianos han sufrido por su fe y han sido martirizados en el siglo XX
que en todos los siglos anteriores combinados.
«Jesús, perdónalos», fue lo que los testigos oyeron que Santiago clamó mientras sus atacantes le
cortaban las manos y las piernas, y separaran su torso. Los atacantes también decapitaron a
Santiago, un creyente que había plantado 27 iglesias. El asesinato atrajo a muchos medios de
comunicación en el área, en la cual hay tensiones entre hindúes y musulmanes. Algunos, no todos,
los atacantes de Santiago se ha reportado que fueron atrapados.
«El odio y la violencia de los atacantes dejó a muchos indios tratando de emular el amor mostrado
por la víctima» —dijo K. Anand Paul, líder de «Evangelio para los millones sin alcanzar». «El
Evangelio se está extendiendo porque hay persecución» —dijo Paul, quien ha sido golpeado siete
veces y secuestrado una vez por grupos fanáticos religiosos. «Estamos arriesgando nuestras vidas
para hacer esto. Las personas necesitan orar por nosotros». (Reporte nacional e internacional de
religión, mayo 2, 1994)
i. «La segunda muerte era una expresión judía de los rabinos para referirse a la total extinción de
los absolutamente malos». (Barclay)
ii. «Todos los hombres mueren, pero no todos son exterminados con la muerte […]. Oh, es algo
terrible ser exterminado con la muerte». (Trapp)
i. Algunos 50 años antes de que Esmirna se ganara el honor de construir el primer templo para
Tiberio, la ciudad de Pérgamo se ganó el derecho de construir el primer templo para adorar a
Augusto César en la provincia romana de Asia.
i. «A los que sufrían se les permitía estar la noche en la oscuridad del templo. En el templo había
víboras mansas. En la noche, la persona que sufría podía ser tocada por una de estas víboras
domesticadas e inofensivas mientras se arrastraban en el piso. El toque de la víbora era tenido
como si fuera el toque del mismo dios, y se consideraba como portador de salud y sanidad».
(Barclay)
i. ¿Qué es lo que lo hacía una fortaleza? Hay muchas opiniones diferentes. Algunos creen que es
porque Pérgamo era el centro de la religión pagana, especialmente de Esculapio Sóter o Esculapio
Salvador. Otros creen que es porque Pérgamo tenía un gran altar en forma de trono dedicado al
dios romano Zeus. Otros, que es porque Pérgamo era el centro del antiguo sacerdocio de Babilonia;
pero esto es difícil de probar concluyentemente. Otros piensan que es porque Pérgamo era el centro
político de la adoración demandada por el gobierno romano.
c. Pero retienes mi nombre: A pesar del hecho de que ellos vivían en una ciudad tan difícil, los
cristianos de Pérgamo retenían su fe en Jesús (retienes mi nombre […] no has negado mi fe).
i. No has negado mi fe: Jesús alaba a los cristianos de Pérgamo, porque no negaron la fe en Él.
Siempre es importante asegurarnos de que la fe que retenemos es la fe que pertenece a Jesús.
d. Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros: Un hombre en específico entre los cristianos
de Pérgamo recibió un precioso título (testigo fiel). Este mismo título lo tiene también Jesús
(Apocalipsis 1:5). Antipas fue un hombre que siguió a Jesús, que era como Jesús.
i. Antipas es uno de los grandes héroes anónimos de la Biblia. La historia no nos dice nada acerca
de él, excepto en este pasaje. «Es significativo que ninguna historia eclesiástica hace mención del
mártir Antipas, del cual se arguye que ha sido una persona desconocida para el mundo; pero Cristo
ve y nota a esos pequeños que le pertenecen, aunque el mundo no los vea». (Poole)
ii. Antipas vivía donde mora Satanás, pero aun así estuvo firme en contra de los ataques y de la
maldad a su alrededor. Él cumplió el significado de su nombre, porque Antipas significa «en
contra de todos».
iii. «Testigo» es la antigua palabra griega martus. «Martus es una palabra interesante y sugestiva.
En el griego clásico martus nunca significa un mártir en nuestro sentido del término. Siempre
significa «un testigo». Martus era aquel que decía: “Esto es verdad, y yo lo sé”. No es sino hasta
los tiempos del Nuevo Testamento que martus siempre significa “mártir”» (Barclay)
ii. Un ambiente difícil jamás justifica compromiso con el mundo. Es fácil para una iglesia en tal
dificultad justificar su compromiso en nombre de: «necesitamos toda la ayuda que podamos tener»;
pero ninguna iglesia necesita ese tipo de ayuda.
i. Una idea detrás de este nuevo nombre, de este nombre secreto, es que muestra la relación íntima
que tenemos con Dios. Cuando una pareja está cerca, generalmente, cada uno tiene «sobrenombre».
Esta es la misma idea.
ii. Otra idea asociada con el nuevo nombre es, simplemente, la seguridad que se nos da de nuestro
destino celestial. Tu nombre está allí, esperando por ti. Es como que tu «reservación» en el cielo ya
está hecha.
D. La carta de Jesús a la iglesia en Tiatira
1. (18a) El carácter de la ciudad de Tiatira
Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira […].
a. Tiatira era la ciudad más pequeña y menos importante de las siete ciudades a las cuales Jesús se
dirigió en Apocalipsis 2 y 3. En la historia no tenemos registro de que los cristianos
en Tiatira sufrieran una significativa persecución política o religiosa.
i. «El anciano Plinio se refiere a Tiatira con una frase casi de desprecio: “Tiatira y otras ciudades de
poca importancia”». (Barclay)
b. Pero Tiatira era un centro de negocio e intercambio importante. Tenía muchos gremios activos
de comercio, y cada cual tenía su propia deidad patronal de la colección de dioses griegos y
romanos.
i. Hechos 16:14-15 menciona a Lidia, quien era vendedora de púrpura de la ciudad de Tiatira.
«Tiatira era famosa por la fabricación de un tinte púrpura, y se encuentran numerosas referencias
en la literatura secular del periodo a los gremios de comercio, los cuales fabricaban ropa».
(Walvoord)
ii. «De las inscripciones que se han encontrado está claro que Tiatira poseía más gremios de
comerciantes que cualquier otro pueblo de su tamaño en Asia». (Barclay)
i. En los días del Nuevo Testamento, muchas religiones no cristianas (como los ofitas y varios
grupos gnósticos) decían que conocían las «cosas profundas de Satanás». El antiguo escritor
cristiano Tertuliano decía que si tú le preguntabas a un gnóstico sobre sus misterios cósmicos, ellos
fruncían la ceja y decían: «es profundo». Puede ser profundo, pero es profundo hacia un hoyo
peligroso.
ii. ¿Cómo pueden los cristianos caer en las profundidades de Satanás? Quizás, el razonamiento
engañoso los llevó por este camino: «Para controlar efectivamente a Satanás debes de entrar a sus
fortalezas, y conocer sus profundidades, para que así puedas conquistarlo». Algunas personas
utilizan un razonamiento similar en la guerra espiritual mal guiada de hoy día.
f. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse: La acusación más
fuerte de Jesús es que esta «Jezabel» no quiere arrepentirse. Ella, aparentemente, rechaza la obra
del Espíritu Santo en su corazón, el cual la llama a arrepentirse.
i. En estas palabras vemos la misericordia y el juicio de nuestro Señor. La expresión «tiempo para
que se arrepienta», muestra misericordia. Dios nos da a nosotros tiempo para que nos
arrepintamos, y debemos de tratar a los demás de la misma manera. Por otra parte, la expresión
«pero no quiere arrepentirse», nos habla del juicio de Dios. Dios nos da un tiempo para
arrepentirnos, pero no es un tiempo sin límite. Hay un tiempo en el que Dios dice: «No contenderá
mi espíritu con el hombre para siempre» (Génesis 6:3). Esto significa que cuando Dios nos da el
tiempo para arrepentirnos, debemos de aprovechar ese tiempo.
g. Que tolera: Esto muestra el pecado de la iglesia de Tiatira. Aparentemente, ellos eran una
iglesia modelo que trabajaba y mostraba amor, servicio, fe y paciencia. Pero, aun así, había una
corrupción significativa dentro de la iglesia. El pecado de la iglesia era que «toleraban» esta
corrupción.
i. No era necesariamente un gran grupo los que seguían a Jezabel. Un poco de levadura afecta a
toda la masa, y un poco de inmoralidad e idolatría corromperá a toda la iglesia, especialmente si
influencia a otros de la manera en la que Jezabel lo hizo.
A. A la iglesia en Sardis
1. (1a) El carácter de la ciudad de Sardis
Escribe al ángel de la iglesia en Sardis […].
a. Al mismo tiempo que Jesús habló estas palabras a Juan, la antigua ciudad de Sardis ya había
visto sus mejores días y comenzaba a declinar. Pero aún era una ciudad rica, debido a que estaba
situada en la intersección de varios caminos y rutas comerciales importantes. La conexión
entre Sardis y el dinero —dinero fácil— era bien conocida en el mundo antiguo.
i. «Es de interés hacer notar que la primera moneda acuñada en Asia Menor fue acuñada en Sardis,
en los días de Creso. Estas monedas creadas de una forma burda fueron el inicio del dinero, en el
sentido moderno del término. Sardis era el lugar donde nacía el dinero moderno». (Barclay)
b. Sardis también era una ciudad bien conocida por su facilidad de vida y lujos. Tenía una
reputación bien merecida por su apatía e inmoralidad. En Sardis había un gran, magnífico, templo
dedicado a Cibeles, la diosa madre. De las ruinas de ese templo podemos ver que sus columnas
principales eran de 60 pies de altura, y más de 6 pies de diámetro. Esta diosa madre era honrada,
«adorada», con todo tipo de inmoralidad e impureza sexual.
c. La combinación de dinero fácil y un ambiente de moral apática hacía que la gente
de Sardis amara el placer y fueran en gran medida indulgentes. «La gran característica de Sardis
era que, incluso en labios paganos, Sardis era un nombre de desprecio. Su gente era notoriamente
holgazana, amante del placer y de los lujos. Sardis era una ciudad de la decadencia». (Barclay)
i. Esta indulgencia, esta falta de disciplina y dedicación, fue la perdición de Sardis en diferentes
ocasiones. El historiador griego Heródoto cuenta la historia de la caída de Sardis en los días de
Ciro. El rey Ciro había llegado a Sardis, y halló que la posición de la ciudad era ideal para la
defensa. Al parecer, no había manera de escalar el escarpado precipicio que amurallaba la ciudad.
Él recompensaría a cualquier soldado de su ejército que pudiera encontrar una forma de subir a la
ciudad. Un soldado estudió el problema cuidadosamente, y mientras observaba vio como a un
soldado que defendía a Sardis se le cayó su yelmo por las paredes de las murallas escarpadas. Él
observó al soldado que descendía por un pasaje secreto para recuperar su yelmo, marcó el lugar del
camino y condujo a un grupo de soldados hacia arriba esa noche. Cuando escalaron fácilmente los
precipicios, y llegaron a la ciudad, no sintieron que debían ser diligentes, pues los encontraron
indefensos. Los soldados de Sardis estaban tan confiados en las defensas naturales de su ciudad que
no pensaron en tener una guardia diligente. Así que la ciudad fue fácilmente conquistada.
Curiosamente, lo mismo sucedió casi 200 años después, cuando Antíoco atacó y conquistó a la
ciudad confiada que no preparó vigías.
ii. «A pesar de que la situación de la ciudad la hacía ideal para la defensa, al estar en lo alto del
valle de Hermo rodeada por precipicios profundos, casi imposibles de escalar, Sardis ya había
caído dos veces antes debido a la confianza excesiva y al fracaso de no poner guardia. En el año
549 a.C. el rey de Persia, Ciro, terminó con el gobierno de Creso al escalar los precipicios bajo el
abrigo de la oscuridad. En el año 214 a.C., los ejércitos de Antíoco el Grande (III), capturaron la
ciudad utilizando el mismo método». (Walvoord)
ii. «La iglesia de Sardis estaba en paz —pero era la paz de los muertos». (Barclay)
ii. Winston Churchill le dijo a Gran Bretaña en los primeros días de la Segunda Guerra Mundial:
«Les debo dejar una palabra de advertencia: lo que le sigue a la cobardía y a la traición, la
confianza excesiva que conduce a la negligencia y a la pereza, es el peor de los crímenes de
guerra». (Citado en Bunch)
e. Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras: Aún entre
los cristianos muertos de Sardis, hay un remanente fiel. Pero solamente eran unas pocas personas.
En Pérgamo (Apocalipsis 2:14) y en Tiatira (Apocalipsis 2:20), había algunos malos entre los
buenos. Pero en Sardis, había unas pocas personas entre los malos.
i. Tienes […] en Sardis: Aquí se muestra que es notable que aún se hallan «en» Sardis unas
pocas personas fieles al Señor. Es notable porque la ciudad tiene una reputación considerable de
inmoralidad. «En» una ciudad tan malvada, algunos entre los cristianos no se habían manchado al
no unirse al pecado.
ii. Que no han manchado sus vestiduras: ¿Por qué Jesús se refiere a que no han manchado sus
vestiduras? En la adoración pagana de aquellos días, no era permitido acercarse a los dioses con
ropas sucias. La analogía puede funcionar para la adoración a Jesús, porque Él da a sus santos
vestiduras blancas.
iii. «Así como el pecado es expresado bajo la noción de desnudez, la santidad es expresada bajo la
noción de vestiduras». (Poole)
iv. «Pero, ¿qué se hará con tales personas que viven en la iglesia, pero están fuera; que tienen
nombre de estar vivos, pero están muertos? ¿Qué se hará con los simples maestros que no viven lo
que enseñan? ¿Qué habrá de ser de aquellos que son religiosos en la apariencia externa, pero por
dentro viven en la hiel de la de amargura? Contestamos, de la misma manera que lo hizo el buen
Calvino: “Ellos andarán en la oscuridad, pues no son dignos”. Ellos andarán en la oscuridad —la
oscuridad de la destrucción de Dios. Ellos andarán en la oscuridad —la oscuridad de una angustia
incomparable. Ellos andarán en la oscuridad —la oscuridad de una desesperación sin esperanza.
Ellos andarán en la oscuridad —la oscuridad de la condenación. Ellos andarán en la oscuridad por
siempre, porque fueron hallados indignos». (Spurgeon)
ii. Jesús explicó la absoluta necesidad de ser vestidos por Dios con ropas de pureza y justicia en la
parábola de la fiesta de bodas (Mateo 22:11-14). La verdadera justicia es recibir la cubierta de
Dios, en lugar de intentar cubrirnos a nosotros mismos. Adán y Eva trataron de cubrir su propio
pecado (Génesis 3:21), pero Dios les proveyó una cubierta que vino del sacrificio (Génesis 3:7).
b. Y no borraré su nombre del libro de la vida: Por esto, los vencedores tienen asegurada su
ciudadanía celestial. En el mundo antiguo, la muerte o la pena capital, podían borrar el nombre de
un antiguo ciudadano del libro de la ciudad, que era el registro de la ciudad.
i. «En el mundo antiguo las ciudades guardaban un registro de sus ciudadanos, y cuando un hombre
moría, su nombre era quitado del registro. El Cristo resucitado está diciendo que, si deseamos
permanecer en el libro, como ciudadanos de Dios, debemos de mantener la llama de nuestra fe
viva». (Barclay)
c. Borraré su nombre del libro de la vida: ¿Esto significa que alguien puede perder su salvación?
¿Significa que alguien es salvo un día (su nombre está en el libro de la vida) y que otro día si cae
su nombre es borrado del libro de la vida? Necesitamos ver primero el contexto de Apocalipsis
3:5. El enfoque es la «garantía», así que no debemos de pensar que los nombres están siendo
constantemente borrados y reescritos. El enfoque aquí no es que Jesús está sentado en el cielo con
un borrador. Al mismo tiempo, debemos de considerar lo que dice la Palabra sobre el libro de la
vida.
i. Hay un libro de la vida, y estará abierto y se hará referencia a él en el Día del Juicio. Esto
significa que el libro de la vida es real, y será leído.
· «Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro
libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que
estaban escritas en los libros, según sus obras» (Apocalipsis 20:12).
ii. Hay un libro de la vida, y este determina si vamos al cielo o al Infierno. Esto significa que el
libro de la vida es importante.
· «Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego» (Apocalipsis
20:15).
iii. Hay un libro de la vida, y el conocer que nuestros nombres estén escritos allí nos debe de traer
un gran gozo.
· «Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres
están escritos en los cielos» (Lucas 10:20).
iv. Hay un libro de la vida, y hay cinco referencias diferentes acerca de que la gente es borrada del
libro de la vida. Esto significa que la idea de ser borrado del libro de la vida debe de ser tomada en
serio. Quizás sea simplemente un símbolo, y ese nombre de la persona nunca estuvo allí para
empezar. Aun cuando ese fuera el caso, el Señor quiere que lo tomemos con seriedad, porque hay
algunos que por mera apariencia humana son salvos, pero no estarán en el cielo.
· Moisés le dijo a Jehová: «Que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has
escrito» (Éxodo 32:32).
· «Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro» (Éxodo
32:33).
· «Sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos entre los justos» (Salmos 69:28).
· «El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y
confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles» (Apocalipsis 3:5).
· «Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la
vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro» (Apocalipsis 22:19).
Un buen ejemplo de que debemos de tomar esta advertencia seriamente es la vida de un hombre
llamado Charles Templeton. Hace una generación, él estaba bien envuelto en los fundamentos de
«Jóvenes para Cristo» e impactó a la nación para Jesús. El mismo Chuck Smith se había referido a
él como un ministro tan dinámico y poderoso que iría a cualquier lugar para escucharlo. Muchas
personas recibían a Jesús en sus reuniones, y estuvo asociado con Billy Graham durante los
primeros años de su ministerio. Pero, recientemente, escribió un libro en el que renuncia totalmente
a su creencia en Cristo Jesús, renuncia aun a su creencia en Dios, y dice que es un ateo. Charles
Templeton renuncia a sus primeras confesiones de fe y a través de su libro quiere «rescatar» a las
personas que una vez trajo a Jesús. Obviamente, este hombre —en su estado apóstata actual— no
va a ir al cielo. Puedes debatir todo el día acerca de si él nunca fue salvo, o si perdió su salvación;
pero al final del debate hay dos conclusiones. La primera: en un tiempo, según las apariencias
humanas, él fue salvo; la segunda: él no tomó en serio las advertencias de la Biblia de permanecer
caminando, permanecer confiando y perseverar en la fe.
d. Confesaré su nombre delante de mi Padre: Esta es una sorprendente promesa. Tiene sentido
que nosotros estemos dispuestos a confesar el nombre de Jesús. ¡Pero es sorprendente que Él no se
avergüence de confesarnos!
i. Es importante para nosotros aceptar a Jesús; pero es mucho más importante saber que Jesús nos
acepta.
i. El mariscal británico de campo, Montgomery, solía decir: «Un hombre puede hacer que yo pierda
la batalla». Un cristiano corrupto o desobediente puede hacer que toda una iglesia pierda una
batalla. Primero, pueden perder la batalla por su propia debilidad. Segundo, pueden perder la
batalla porque llevan a otros al mismo pecado. Finalmente, pueden perder la batalla porque
albergan un espíritu de conformidad con el pecado en los otros miembros de la iglesia. ¡Un hombre
puede hacer que la batalla se pierda!
i. «El propósito original detrás de esta ciudad clave era convertirla en un centro para esparcir la
lengua griega, su cultura y sus tradiciones a través de las provincias de Asia». (Hocking)
ii. «Filadelfia había sido edificada con la intención deliberada de que se pudiera convertir en una
ciudad misionera. Más allá de Filadelfia estaban los campos desolados de Frigia y de las tribus
bárbaras; y se tenía la intención de que la función de Filadelfia fuera esparcir la lengua griega, la
manera de vivir de los griegos y la civilización griega, a través de las regiones que estaban más
allá». (Barclay)
i. «Caminar por sus calles con templos dispersos, era recordar a Atenas, el centro de adoración de
los dioses del Olimpo». (Barclay)
ii. Jesús les dice que vean que tienen esta puerta abierta. Algunas veces Dios abre una puerta de
oportunidades para el Evangelio enfrente de nosotros, pero no la vemos.
Un hombre que fue tocado por Jesús vino a Spurgeon y le pregunto cómo podía ganar a otros para
Jesús. Spurgeon le preguntó: «¿Qué eres? ¿Qué es lo que haces?». El hombre le dijo: «Soy
maquinista de un tren». Entonces, le dijo Spurgeon: «¿El hombre que hecha las paladas de carbón
en tu tren es cristiano?». «No lo sé» —dijo el hombre. «Regresa —dijo Spurgeon— y averígualo, y
comienza con él».
iii. Una vez que vemos la puerta abierta, debemos de caminar a través de ella. Dios quiere que
tomemos cada oportunidad que Él pone delante de nosotros para evangelizar.
iv. Puede haber otro sentido en esta puerta abierta. Los cristianos en Filadelfia parecen haber sido
excluidos de la sinagoga (Apocalipsis 3:9). La puerta abierta también puede estar hablando de su
oportunidad para entrar al reino de Dios, en contraste con su exclusión de la sinagoga.
c. La cual nadie puede cerrar: El énfasis está en una apertura sin dificultad. No hay nada que
pueda impedirles su acceso a esta puerta. Ya que Jesús es «Aquel que abre la puerta, la cual nadie
puede cerrar» (Apocalipsis 3:7), Él tiene la autoridad de mantener esta puerta abierta para los
cristianos en Filadelfia.
i. «David podía cerrar o abrir el reino de Israel a quien a él le placiera. Él no estaba obligado a
dejarle el reino ni siquiera a su hijo mayor. Él podía escoger a quien le placiera para que lo
sucediera. El reino del Evangelio, y el reino del cielo, están a disposición de Cristo». (Clarke)
ii. Dios abre puertas para el ministerio y ministerios hoy día. «Me gustaría dar testimonio de que he
probado esta promesa dada a Filadelfia a través de años de ministerio y he sido hallado fiel. La
promoción no viene del sur, este u oeste, sino de Dios; y si dirigimos nuestro camino hacia Él, y
ponemos nuestra confianza en Él, Él hará que suceda […]. El hombre de Dios no es dependiente de
exploradores religiosos talentosos, ni su ministerio está en manos de oficiales eclesiásticos. Su
centro de mando es el cielo, y su itinerario está hecho por el Señor de la Puerta Abierta». (Havner)
iii. Debido a que Jesús ha abierto la puerta, Él obtiene la gloria por ello. «Ni la riqueza o influencia,
ni ningún esquema de promoción, ni la elocuencia en el púlpito, ni la armonía de sus músicos,
pueden darle un ministerio efectivo. El Señor y solo Él ha abierto la puerta; solamente el Señor ha
“dado el incremento”». (Morris)
d. Porque aunque tienes poca fuerza: El término «poca fuerza» no implica debilidad, sino
una fuerza real. Ellos eran lo suficientemente débiles para ser fuertes en el Señor. Puede que
seamos «demasiados fuertes» o «grandes» o «seguros de nosotros mismos» como para que Dios
pueda usarnos en verdad. La iglesia en Filadelfia tenía la pobreza de espíritu para conocer que
necesitaban en realidad la fuerza de Dios.
i. «No es un asunto de gran fuerza, ni de gran habilidad, sino de gran dependencia. Sansón tenía
una gran habilidad, pero poca dependencia. Poca fuerza utilizada con fidelidad tiene más
significado que mucha fuerza utilizada llamativa e irregularmente». (Havner)
ii. El apóstol Pablo era un gran ejemplo de esta dinámica de debilidad y fuerza. La fuerza de Dios
fue hecha evidente en su debilidad (2 Corintios 12:7-10).
e. Has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre: La iglesia en Filadelfia también era
fiel a Jesús y a su Palabra. La idea detrás de «no has negado mi nombre», no es solamente que
expresaban su alianza con Jesús, sino que vivían de tal manera que eran fieles al nombre y al
carácter de Jesús.
i. Algunas iglesias que reclaman tener una gran fidelidad a la Palabra de Jesús, niegan su nombre,
su carácter. Ellos representan el estilo de Jesús de una manera muy diferente a lo que la Biblia
muestra.
i. «La iglesia de Filadelfia es elogiada por guardar la Palabra del Señor, y por no negar su Nombre.
El éxito en la obra del cristiano no debe de ser medido por otro estándar de logro. No es elevarse en
una posición eclesiástica. No es el número de nuevos edificios que han sido construidos a través del
ministerio de un hombre. No son las multitudes que se amontonan para escuchar una voz humana.
Todas estas cosas son frecuentemente utilizadas como vara de medir el éxito, pero son medidas
terrenales, no celestiales». (Barnhouse)
4. (9-10) Lo que Jesús hará por los cristianos en Filadelfia
He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino
que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he
amado. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la
hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre
la tierra.
a. Yo entrego de la sinagoga de Satanás: Aparentemente, los cristianos en Filadelfia eran
perseguidos por personas judías (la sinagoga). Sin embargo, estos perseguidores eran judíos de
nombre solamente (que se dicen ser judíos y no lo son). De hecho, no tienen una conexión
espiritual con Abraham o con otras personas de fe.
i. En esto, Jesús no habla en contra de todo el pueblo judío. Sería completamente erróneo hablar de
todo el pueblo judío como la sinagoga de Satanás, pues la referencia es a los que se dicen ser
judíos y no lo son. Jesús habló, específicamente, de este grupo de personas judías en Filadelfia que
persiguieron a los cristianos durante ese periodo.
b. Yo haré que vengan y se postren a tus pies: En esto, Jesús promete que vindicará a su pueblo y
se asegurará de que sus perseguidores reconozcan que están mal, y que Jesús y sus seguidores están
en lo correcto. La reflexión es de vindicación ante perseguidores espirituales farisaicos. Dios
promete que la iglesia de Filadelfia será vindicada delante de sus perseguidores.
i. Dios le prometió a Israel que los gentiles lo honrarían y reconocerían a su Dios ( Isaías 45:14).
Ahora los lugares se han intercambiado, y estas personas judías «asumirán el rol de los paganos y
reconocerán que la iglesia es el Israel de Dios». (Mounce)
ii. 1 Corintios 14:24-25 habla de incrédulos que caen en medio de los cristianos para adorar a Dios.
Esto muestra que no son los cristianos los que están siendo adorados, sino que Dios es adorado en
presencia de cristianos.
iii. Y reconozcan que yo te he amado: Aquellos que fueron una vez enemigos, adorarán junto a
ellos, son destruidos como enemigos. Ahora saben que Jesús ha amado a estas personas que una
vez ellos persiguieron. La mejor manera de destruir a los enemigos del Evangelio es orar para que
Dios los cambie.
iv. Las personas perseguidas muy a menudo anhelan justicia en contra de sus perseguidores
(Apocalipsis 6:10). Un pasaje de un cristiano del segundo siglo muestra esto: «¿Qué visión
despertará mi asombro? ¿Cuál mi risa, mi alegría y mi júbilo? ¡Cuando veo a todos esos reyes, esos
grandes reyes […] gimiendo en las profundidades de la oscuridad! ¡Y los magistrados que
persiguieron en el nombre de Jesús, derritiéndose en los fieros fuegos que encendieron en su ira en
contra de los cristianos!». (Tertuliano, citado en Barclay)
c. Te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero: Jesús también
les promete protección de la hora de la prueba que vendrá sobre el mundo entero.
i. La mayoría de los eruditos de la Biblia ven esta hora de la prueba como una referencia profética
de las aflicciones mesiánicas, la gran tribulación, la cual le precede al reino terrenal de Jesús. Jesús
promete que «guardará» a estos cristianos de la hora de la prueba.
d. Para probar a los que moran sobre la tierra: La prueba está dirigida en contra de los que
moran sobre la tierra. Esta frase es utilizada nueve veces en el libro de Apocalipsis, y habla de
aquellos que no son salvos en Jesús. Apocalipsis 17:8 hace que la expresión anterior sea sinónimo
de lo perdido: «y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la
fundación del mundo en el libro de la vida». Esta prueba es para los incrédulos, no para los
cristianos.
i. A los que moran sobre la tierra: «No se refiere a los creyentes, sino a los incrédulos, quienes
son el objeto de la ira de Dios a través del Apocalipsis». (Johnson)
ii. Los cristianos somos diferentes. Aunque caminamos en esta tierra, nuestra morada está en el
cielo. Hemos sido sentados en los lugares celestiales con Jesús (Efesios 2:6). Nosotros no somos de
los que moran sobre la tierra, nuestra vida está escondida en Jesús (Colosenses 3:3).
e. te guardaré de la hora de la prueba: ¿Esta promesa implica un escape antes de la gran
tribulación? ¿O promete protección dentro de ella? Cada tendencia interpretativa cree que este
pasaje soporta fácilmente su posición.
i. Aquellos que creen que la iglesia estará aquí durante el tiempo de gran tribulación, se enfocan en
el mandato de Jesús a tener paciencia, y dicen que el contexto demanda ver esto como una
protección que habilita al fiel a tener paciencia en el periodo.
ii. Aquellos que creen que Jesús vendrá por su iglesia antes de este tiempo de gran tribulación,
entienden que la protección prometida es de la misma hora de la prueba, no solamente de la
prueba. También señalan el cataclismo mundial ineludible que se predice en la gran tribulación
(Mateo 24:21 y Apocalipsis capítulos 6, 8-9, 16).
iii. Sin embargo, la referencia a guardar el mandamiento de tener paciencia está en el tiempo
antepresente (has guardado la palabra de mi paciencia), lo que muestra que es algo que los
cristianos ya han comenzado a hacer antes de esta hora de la prueba, la cual aún no ha llegado
sobre el mundo. La promesa es una recompensa por la paciencia que ya han tenido, no equiparlos
para que tengan paciencia en el futuro. «Y en lo que le concierne a la iglesia de Filadelfia, el rapto
de la iglesia les fue presentado como una esperanza inminente». (Walvoord)
iv. Además, los que son probados en esta hora de la prueba no son primordialmente los creyentes,
sino los que moran en la tierra, quienes no son ciudadanos del cielo (Filipenses 3:20).
Estas cosas pueden y deben de continuar entre la iglesia en Filadelfia, pero solamente sucederá si
retienen lo que tienen.
c. Para que ninguno tome tu corona: Si ellos fallan en «retener» su corona, puede ser «dada» a
otro. La idea no es que pudiera ser «robada» por otro, sino «dada».
i. Esta no una corona de la realeza, dada por derecho de nacimiento real. Esta es una corona de
victoria. Jesús anima a sus santos a terminar su carrera con victoria, a «jugar la segunda mitad» con
la misma fortaleza que «jugaron la primera mitad».
ii. «Nunca olvides que el hombre que tiene la mayor oportunidad de robar tu corona eres tú mismo.
“Guarda tu corazón con toda diligencia, porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23). No estás en
un gran peligro de nada más ni de nadie más que de ti mismo». (Havner)
ii. La columna sostiene al edificio. Lo único que sostiene al pilar es el fundamento. Las verdaderas
columnas en la iglesia sostienen a la iglesia, y ellos ven a Jesús como su fundamento de soporte.
b. Y nunca más saldrá: El vencedor tendrá un lugar de permanencia y estabilidad con Dios, en
contraste con un lugar no seguro en este mundo.
i. «Los ciudadanos de Filadelfia vivían una vida trémula y sin asentarse. Cuando fuera que llegaran
los temblores del terremoto, y estos llegaban muy frecuentemente, las personas de Filadelfia huían
de la ciudad hacia el campo abierto, para escapar de los bloques que caían y de las piedras que
volaban, lo cual acompañaba a los severos terremotos. Entonces, cuando la tierra estaba quieta otra
vez, regresaban. En su temor, el pueblo de Filadelfia siempre andaba saliendo y entrando; ellos
siempre estaban huyendo de la ciudad y regresando a ella». (Barclay)
i. Después de que un terremoto devastara la región en el año 60 d.C., Laodicea rehusó la ayuda
imperial para reconstruir la ciudad, confiando exitosamente en sus propios recursos. Ellos no
necesitaban ayuda del exterior, no la pedían, y no la querían. «Laodicea era muy rica como para
aceptar ayuda de cualquiera. Tácito, el historiador romano, nos dice: “Laodicea se levantó de las
ruinas por la fuerza de sus propios recursos, y sin ayuda de nosotros”». (Barclay)
b. Laodicea también era un centro de comercio notable, y algunos de sus bienes eran exportados
por todo el mundo. «Se notaba de manera frecuente que Laodicea se enorgullecía de sí misma en
estas tres cosas: riqueza financiera, una industria textil extensa, y un ungüento de ojos muy popular
que era exportado alrededor del mundo». (Mounce)
c. Uno de sus problemas era el pobre suministro de agua, el cual hacía que Laodicea fuera
vulnerable si era sitiada. Si un ejército enemigo rodeaba la ciudad, ellos tendrían suministros de
agua insuficientes, y los suministros que entraban a la ciudad serían fácilmente cortados. Por lo
tanto, los líderes de Laodicea siempre eran complacientes con cualquier enemigo potencial, y
siempre querían negociar y comprometerse en lugar de pelear.
i. Su principal suministro de agua venía de un acueducto de seis millas de las aguas termales de
Hierápolis. Debido a que su suministro de agua provenía de aguas termales, estas llegaban tibias,
por lo que no eran apetecibles.
i. ¿Con esto Jesús quiere decir que estos cristianos eran intrínsecamente fríos, pero se calentaban
con sus atavíos religiosos? ¿O que en esencia eran calientes, pero se enfriaban por su apatía y
confianza en sí mismos? Ambas interpretaciones son posibles, pero ya que Él le está hablando a su
iglesia, hay un énfasis en lo segundo.
ii. ¿Ha habido una maldición más grande sobre la tierra que una religión vacía? ¿Ha habido un
alma más difícil de alcanzar que aquella que tiene lo suficiente de Jesús para pensar que no necesita
más? La iglesia de Laodicea ejemplifica una religión vacía, y los recolectores de impuestos y las
rameras estaban más abiertos a Jesús que los escribas y fariseos.
iii. Satanás nos tendrá en cualquier forma que pueda tomarnos, pero él premia a un religioso tibio
por encima de un pecador con el corazón frío.
b. ¡Ojalá fueses frío o caliente!: Lo que Jesús quiere cambiar en nosotros más que todo es el juego
engañoso de estar en términos medios, tratando de agradar al mundo y a Jesús.
i. ¡Ojalá fueses frío o caliente! También apunta a otros aspectos de la tibieza, como, por ejemplo,
su inutilidad. «El agua caliente sana, el agua fría refresca; pero el agua tibia no tiene ninguno de los
dos usos» (Morris). Es como si Jesús dijera: «Si ustedes fueran calientes o fríos, yo podría hacer
algo con ustedes. Pero debido a que no son nada, no haré nada». El cristiano tibio tiene lo
suficiente de Jesús como para satisfacer el deseo de religión, pero no lo suficiente para la vida
eterna.
ii. El ladrón en la cruz era frío con respecto a Jesús, y vio claramente su necesidad. El apóstol Juan
era ferviente en su trato con Jesús y disfrutaba su relación íntima de amor con Él. Pero Judas era
tibio, siguió a Jesús lo suficiente para ser considerado un discípulo, pero no dio su corazón a Jesús
por entero.
iii. En el fondo no hay nadie más miserable que aquel cristiano tibio. Tiene demasiado del mundo
como para poder ser feliz en Jesús, pero mucho de Jesús como para poder ser feliz en el mundo.
iv. ¿Pero cómo pudo Jesús decir: «¡Ojalá fueses frío o caliente!»? Nosotros conocemos que su
deseo más profundo era que ellos fueran calientes, con un amor ardiente por Él (Apocalipsis 3:19,
donde la palabra celoso está asociada con la misma palabra caliente). Pero si no eran calientes,
Jesús prefería que fueran fríos en lugar de tibios. «Así que el Señor está diciendo: “Si en lugar de
ser tibios, ustedes fueran tan fríos que pudieran sentir esa frialdad, ese sentimiento de su necesidad
los llevaría al verdadero calor; pero ahora, en su tibieza, tienen lo suficiente para protegerse a
ustedes mismos contra un sentimiento de necesidad”». (Barnhouse)
c. Tibios: Los que oran y son tibios se burlan de Dios. «Oh, mis hermanos y hermanas, ¿han
pensado en verdad que insulto es para Dios cuando venimos delante de Él con oraciones tibias?
Allí está el propiciatorio celestial, el camino hacia este está rociado con la preciosa sangre de Jesús,
y aún llegamos a él con corazones que son fríos, o nos acercamos dejando nuestro corazón detrás
de nosotros. Nos arrodillamos con una actitud de oración, pero aun así, no oramos. Pronunciamos
ciertas palabras, expresamos pensamientos, las cuales no son nuestros verdaderos deseos; fingimos
querer lo que no sentimos. ¿No degradamos así el propiciatorio? Lo hacemos como si fuera un
lugar de descanso común, en lugar de un asombroso campo de pelea, una vez rociado con sangre, y
muy a menudo debería ser rociado con el sudor de nuestras fervientes súplicas». (Spurgeon)
d. La vida tibia lleva a las personas a alejarse de Jesús. «Ahora, tú que profesas y eres tibio, ¿qué
es lo que ven los mundanos en ti? Ellos ven a un hombre que dice que va al cielo, pero que está
viajando a la velocidad del caracol. Él profesa que cree que hay un Infierno, y aun así tiene ojos
que no lloran, y nunca busca arrebatar almas que van hacia el hoyo. Ellos ven a uno que debe de
tratar con las realidades eternas, y aun así está medio despierto; uno que profesa que ha pasado a
través de una transformación tan misteriosa y maravillosa que debe de haber, si es cierto, un gran
cambio en la vida externa como resultado de ello, pero aun así, lo ven como si fueran ellos mismos.
Él puede ser moralmente consistente en su comportamiento en general, pero ellos no ven ninguna
energía en su carácter religioso». (Spurgeon)
i. «El mundano descuidado es puesto a dormir por aquel que profesa y es tibio, quien actúa como
una sirena para el pecador, tocando música suave a sus oídos, y aun atrayéndolo a las rocas donde
será destruido. Este es un asunto solemne, amados. De esta manera, un gran daño es hecho a la
causa de la verdad; y el nombre de Dios, y el honor de Dios son comprometidos por estos que
profesan y son inconsistentes. Yo oro para que, o dejes tu profesión, o seas veraz en ella. Si
realmente eres del pueblo de Dios, entonces sírvele con todas tus fuerzas; pero si Baal es tu dios,
entonces sírvele a él. Si la carne es digna de agradar, entonces sirve a la carne; pero si Dios es el
Señor superior, entonces pégate a Él». (Spurgeon)
f. El nombre Laodicea significa «gobierno del pueblo». Esta iglesia representa bien a la iglesia
dirigida por la mayoría en lugar de ser dirigida por Dios. «Su nombre la designa como la iglesia de
gobierno mafioso, la iglesia democrática, en donde todo oscila y es decidido por opinión pública,
clamor y voto». (Seiss)
i. Podríamos decir que la tibieza es la tendencia natural de nuestra naturaleza caída. «Este estado de
tibieza es tan compatible con la naturaleza humana, que es difícil sacar hombres de allí. El frío nos
hace temblar, y un gran calor nos causa dolor, pero un calor tibio es cómodo en sí. Tal temperatura
le conviene a la naturaleza humana. El mundo siempre está en paz con una iglesia tibia, y tal iglesia
siempre está complacida consigo misma». (Spurgeon)
g. En su sermón, «Una advertencia seria en contra de la tibieza», Spurgeon describe a la
iglesia tibia:
· Tienen reuniones de oración, pero pocos asisten, pues les gustan las quietas tardes en casa.
· Aunque se congreguen más personas, siguen muy aburridos, pues hacen su oración muy
premeditadamente y tienen miedo de emocionarse demasiado.
· Están contentos de hacer todas las cosas decentemente y con orden, pero el vigor y el celo son
considerados como vulgares.
· Pueden tener escuelas, clases bíblicas, cuartos de predicación, y todo tipo de instituciones; pero
también pueden estar sin eso, pues no se demuestra energía y nada bueno sale de ello.
· El pastor no va muy lejos para predicar el Evangelio y, ciertamente, no tiene fuego que arde en
su predicación.
· El pastor puede ser una luz que brilla de elocuencia, pero no es una luz que brilla de gracia, ni
pone los corazones de los hombres a arder.
· Todo es hecho con doble ánimo, de una manera en la que se mezclan lo muerto y lo vivo, como
si no importara mucho lo que fuera hecho o no.
· Las cosas son hechas con respeto, las familias ricas no son ofendidas, la parte escéptica es
conciliada y las buenas personas no son del todo alienadas: las cosas son placenteras en todo el
entorno.
· Son hechas cosas correctas, pero en cuanto al hacerlas con todas las fuerzas, y alma, y poder, la
iglesia de Laodicea no tiene noción de lo que eso significa.
· No están tan fríos como para abandonar su obra, o para dar por terminadas sus reuniones de
oración, o para rechazar el Evangelio.
«No están ardientes por la verdad, ni por la conversión, ni por la santidad; no arden lo suficiente
para quemar los restos del pecado; ni son lo suficientemente celosos para hacer enojar a Satanás; ni
lo suficientemente fervientes para hacer un sacrificio vivo de sí mismos sobre el altar de su Dios.
No están ni “fríos ni calientes”». (Spurgeon)
¡Qué cosa tan terrible —en cualquier caso— ser expulsado de la boca de Jesús!
i. Los laodiceanos ponían su confianza en la prosperidad material, en los lujos externos, en la salud
física. Ellos sentían que no necesitaban nada. «La pérdida de un sentido de necesidad, así como el
adormecimiento que asedia a un hombre que se congela, es fatal». (Newell)
ii. «La causa de Cristo ha sido más dañada por calienta bancos de los domingos por la mañana que
pretenden amar a Cristo, al cual llaman Señor, pero no obedecen sus mandamientos, que por todos
los publicanos y pecadores». (Havner)
b. Y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo: No era que la
iglesia de Laodicea no fuera pobre espiritualmente, sino que estaba ciega respecto ello. Jesús miró
su condición espiritual y dijo: «desventurado». Miró otra vez y dijo: «miserable». En una tercera
ocasión Jesús miró y dijo: «pobre». Volvió a mirar y dijo: «ciego». Por última vez Jesús miró, y
vio que estaban espiritualmente «desnudos».
i. La ciudad de Laodicea era famosa por su riqueza, pero los cristianos de la ciudad eran
espiritualmente desventurados, miserables, y pobres. Laodicea era famosa por su ungüento para
los ojos, pero los cristianos de la ciudad estaban espiritualmente ciegos. Laodicea era famosa por su
ropa fina, pero los cristianos de la ciudad estaban espiritualmente desnudos.
ii. «Los de Laodicea son ejemplos típicos de las personas del mundo moderno, las cuales se
deleitan en aquello que el ojo natural puede ver, pero no se conmueven por el Evangelio, y no ven
más allá del velo de lo material a las riquezas espirituales eternas, invisibles y reales». (Walvoord)
iii. «La palabra aquí utilizada para hacer referencia al “amor” es una muy selecta; es aquella que
tiene el significado de “un afecto personal muy intenso”». (Spurgeon)
d. Sé, pues, celoso, y arrepiéntete: Él les manda a que tomen la decisión de arrepentirse y de
continuar siendo celosos. «Cambia tus caminos» —dice Jesús. «No mires tus riquezas ni tus
recursos, porque en realidad estás en bancarrota. Date la vuelta y mírame».
i. La antigua palabra griega para hacer referencia a «celoso» viene de la misma palabra que
«caliente» en Apocalipsis 3:16. Jesús detestaba su tibieza, Él en realidad prefería que ellos
estuvieran ardiendo de celo, en lugar de tibios.
ii. «Cuando tú y yo estemos en nuestros lechos de muerte, pienso que hemos de lamentarnos, sobre
todas las demás cosas, de nuestra frialdad de corazón. Sobre nuestros muchos pecados […] quizás
este yacerá como el más pesado sobre nuestro corazón y conciencia: “No viví como debí haber
vivido; no fui tan serio en la causa del Señor como debí haberlo sido”. Entonces nuestros fríos
sermones, como fantasmas bajo las sábanas, marcharán frente a nuestros ojos en una serie de
temores. Entonces comenzarán nuestros días descuidados, cada cual con su apariencia, a mirar
justo en nuestros corazones, haciendo que nuestra sangre se hiele en nuestras venas». (Spurgeon)
iii. Necesitamos hacer que Jesús sea el centro de nuestra vida, no solamente un hobby o una
actividad ocasional. Esto va en contra del espíritu de nuestra era, el cual fue ya expresado hace
mucho tiempo por un famoso hombre inglés cuando leyó un sermón de G.W.E. Russell: «Las cosas
han llegado a una situación crítica cuando se le permite a la religión invadir el ámbito de la vida
privada». (Político inglés William Lamb [1779-1848])
iv. Trapp, al hablar sobre el arrepentimiento del creyente, dice: «Este es el arcoíris que si Dios
viera brillando en nuestro corazón, nunca quitaría de nuestras almas.”
e. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: Jesús le hace a esta iglesia tibia la Gran Invitación. Él
toca a la puerta, pide poder pasar para venir y cenar con nosotros, en el sentido de compartir calor,
tiempo íntimo. Esto solo sucede si respondemos a su llamado, pero la promesa es hecha para todos:
«si alguno oye mi voz».
i. La idea de Jesús a la puerta aplica para el pecador y para el santo de la misma manera. Jesús
quiere entrar y cenar con nosotros, en el sentido de tener una relación profunda, íntima.
ii. Yo estoy a la puerta: Tristemente, Jesús está parado afuera, tocando para poder entrar. Si la
iglesia de Filadelfia era «la iglesia de la puerta Abierta», entonces, la iglesia de Laodicea es «la
iglesia de la puerta cerrada para Jesús».
iii. Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta: Esta declaración de
Jesús expresa un misterio muy profundo. ¿Por qué Jesús está afuera de la puerta? ¿Por qué toca?
¿Por qué espera hasta que alguien abra la puerta? ¿No tiene Él todo el derecho de derrumbar la
puerta, o no puede entrar de algún otro modo por su propia cuenta? El soberano, omnipotente
Jesús, se rebajó al procurar la cooperación del corazón humano para llevar a cabo su plan eterno.
iv. «El ocupante debe de abrir la puerta. Esto es, se debe de arrepentir de su orgullo, de su
suficiencia, de su sabiduría humana, y de su neutralidad cobarde». (Morris)
v. «Cristo está (espera a la puerta del corazón del pecador); toca (utiliza juicios, misericordias,
exhortaciones, para inducir a los pecadores a arrepentirse y correr a Él); levanta su voz (llama
fuertemente a través de su Palabra, de sus ministros, y del Espíritu)». (Clarke)
vi. Jesús viene a la puerta como el amante en Cantar de los Cantares. Esto es similar o, quizás, una
cita de Cantar de los Cantares 5:2: «Es la voz de mi amado que llama: Ábreme, hermana mía,
amiga mía».
v. La clave para abrir la puerta es primero «oír» su voz. Cuando prestamos atención a lo que Jesús
dice, entonces podemos ser rescatados de nuestra propia tibieza y entrar a una relación «celosa»
con Él.
f. Entraré a él: ¡Qué gloriosa promesa! Si abrimos la puerta Él «entrará». Él no tocará la campana
y escapará. Él promete que va a entrar, y luego cenará con el creyente.
i. Cuando Jesús dice: «cenaré con él», habla de una comida en específico conocida como
el deipnon. «El deipnon era la comida principal del día, y era un asunto de relajación, no un
almuerzo rápido» (Morris). Esto habla de «compañerismo». Esto habla de «profundidad» en la
relación.
ii. «La cena (deipnon) era la comida principal del día. Esta era la comida en la cual el hombre se
sentaba y platicaba mucho, pues ese era el momento, el trabajo había terminado […]. Es esta la
comida que Jesús nos ofrece, no una simple visita de cortesía, a la cual se llegaba solamente por
pasar. Él desea entrar y estar por mucho tiempo con nosotros, y esperar todo el tiempo que nosotros
deseemos que Él espere». (Barclay)
iii. Es así como Jesús nos quiere, en un lugar de comunión con Él. Cada cosa que Él le dijo a la
iglesia de Laodicea hasta este punto debe ser vista a la luz de este deseo amoroso de tener
compañerismo. «Reprensión y castigo no son señales de rechazo de parte de Cristo, sino de su
amor permanente y de su ruego, aun a los tibios y descuidados» (Alford)
g. Si alguno: Note que Jesús da el llamado a «individuos». El no dijo «si alguna iglesia», sino «si
alguno». «No debemos de hablar acerca de enmendar a la iglesia, ya que el texto no dice: “si la
iglesia abre la puerta”, sino “si algún hombre oye mi voz y abre la puerta”. Esto debe ser hecho por
individuos, pues la iglesia se va a enmendar si cada hombre individuamente lo hace». (Spurgeon)
i. «Esta es la peor de las siete iglesias y, sin embargo, es a la que se le da la promesa más eminente
de todas las promesas hechas; lo que muestra que el peor se puede arrepentir, finalmente vencer, y
obtener aun un lugar más alto de gloria». (Clarke)
Muchos han intentado dar sentido a los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis (las cartas a las siete iglesias
de Asia), al tomarlas como una unidad. Es significativo que Jesús escogió a estas siete
congregaciones en particular para hablarles, pues había otras iglesias en la región a las que no se
les escribió (como la iglesia de Colosas). Adicionalmente, algunos han señalado el orden de las
cartas como evidencia de su significado como una amplia explicación de la historia de la iglesia en
el periodo que abarca de la ascensión de Jesús hasta su regreso.
También es interesante notar que Pablo se dirigió a siete iglesias: Roma, Corinto, Galacia, Éfeso,
Colosas, Filipos y Tesalónica (algunos también notan con interés que Jesús da siete «Parábolas del
Reino»). Los primeros comentaristas del libro de Apocalipsis enfatizan en el siete como el número
de plenitud y cumplimiento, así que Jesús y Pablo escribieron a siete iglesias como una indicación
de que estaban, de hecho, hablando a toda la iglesia, no solamente a estas siete congregaciones.
Hablar a siete iglesias significa que se habla a la iglesia en perfección, en plenitud y totalidad.
Como un comentarista lo describe: «Las iglesias de todos los tiempos están comprendidas en
siete».
A continuación, se muestra algo de lo que se dice de cada uno de estos periodos y de su relación
con la historia de la iglesia:
«Aunque por ningún medio sea el tema dominante, hay un sentido también en el que las siete
iglesias parece que reproducen los respectivos escenarios de desarrollo y cambio de las iglesias de
Cristo durante el correr de los siglos. De hecho, la historia ha mostrado tal desarrollo general a
través de los años […]. No es una selección caprichosa. Es probable que haya cierto significado en
la secuencia de las siete, así como en el total».
Seiss no nos da mucha descripción de la iglesia de Laodicea, porque él sintió en que en su día
(1900) estaba a punto de emerger a escena.
Clarence Larkin: El libro más grande sobre la verdad dispensacional en el mundo (1918)
· Éfeso: 70 a 170 d.C.: «La iglesia deslizada».
· Esmirna: 170 a 312: «La iglesia perseguida».
· Pérgamo: 312 a 606: «La iglesia desenfrenada».
· Tiatira: 606 a 1520: «La iglesia floja».
· Sardis: 1520 a 1750: «La iglesia muerta».
· Filadelfia: 1750 a 1900: «La iglesia favorecida».
· Laodicea: 1900 hasta el final: «La iglesia tibia».
Taylor Bunch: Las siete cartas de Cristo (1947)
· Éfeso: La «iglesia universal del día de los apóstoles, o el primer siglo del cristianismo».
· Esmirna: Segundo y tercer siglos, «la era del martirio, cuando los emperadores romanos paganos
intentaron destruir al cristianismo con la espada de la violencia».
· Pérgamo: Cubre 250 años (del emperador Constantino hasta el emperador Justiniano el Grande),
«la iglesia fue exaltada hacia un poder real, y con una autoridad real, por medio de la unión, del
matrimonio con el estado».
· Tiatira (538 a 1520): La iglesia corrupta, política, de la Edad Media.
· Sardis (1520 hasta mediados de 1700, pero «indudablemente abraza toda la historia del
protestantismo hasta el final de la dispensación del Evangelio»): La iglesia de la Reforma, y una
obra parcial.
· Filadelfia (de mediados de 1700 hasta el presente): la iglesia de los reavivamientos del siglo
XVIII y XIX, movimientos misioneros a nivel mundial, y expectativas renovadas de la venida de
Jesús.
· Laodicea (mediados de los años 1800 hasta el final de la dispensación cristiana): «un comentario
triste del moderno cuerpo de Cristo».
Chuck Smith: Lo que está llegando el mundo (1977)
· Éfeso: La iglesia primitiva, hasta la muerte de Juan.
· Esmirna: Siglo II al IV, persecuciones romanas.
· Pérgamo: Empezando en el año 316, «desarrollo del sistema iglesia-estado bajo Constantino».
· Tiatira: La iglesia infiel, que no se arrepiente, destinada a pasar por la gran tribulación.
· Sardis: Protestantismo muerto.
· Filadelfia: La iglesia fiel de los últimos días.
· Laodicea: La iglesia apóstata de los últimos días
Evaluando estas interpretaciones
Esta aproximación histórica a las siete iglesias de Apocalipsis es válida si estos periodos son vistos
como descripciones amplias, imprecisas, de la iglesia a través de la historia, permitiendo periodos
generosos de superposición. Por ejemplo, parece que la últimas cuatro iglesias persistirán hasta la
venida de Jesús (vea Apocalipsis 2:25, Apocalipsis 3:3, Apocalipsis 3:11, y Apocalipsis 3:20). Si
uno acepta estas siete cartas como descriptivas en el flujo de la historia de la iglesia, no requiere
que las veamos de forma exclusiva, en secuencias de eras rígidas.
Es bueno recordar que, si estas cartas son una profecía del curso de la historia de la iglesia, este es
su «significado secundario». Lo primero, y más importante, es que las cartas fueron escritas para
congregaciones reales del primer siglo, y para «todo aquel que tiene oído para oír». De la manera
que lo dice Morris:
«Ya que no hay nada directamente dicho por Cristo que requiera —o aun que sugiera— tal
aplicación (profética), una aproximación literal al estudio de Apocalipsis no puede poner mucho
énfasis en ello».
También, debemos de recordar que cada era ha tenido alguna característica de las siete iglesias.
Aunque ciertos periodos históricos están marcados por las condiciones habladas en estas cartas,
nunca podríamos decir que «solamente una carta» aplica para nosotros o nuestra era. Joseph Seiss
habla bien de esto:
«Hay papas protestantes, y protestantes papistas; sectarios antisectarios, y partidistas que no están
esquematizados; santos en medio de defectos abundantes y apostasía, e impíos en medio de la fe
más seria y activa; luz en lugares oscuros, y oscuridad en medio de la luz».
Necesitamos oír lo que el Espíritu dice a las iglesias (en el sentido plural), no solamente a una
iglesia.
APOCALIPSIS 4: DELANTE DEL TRONO DE DIOS
A. La transición hacia Apocalipsis capítulo cuatro
1. Tomando Apocalipsis 1:19 como un bosquejo del libro, el capítulo
cuatro empieza la tercera sección: «las cosas que acontecerán después
de estas».
a. La frase «después de estas» (meta tauta en el antiguo griego), empleada en Apocalipsis 1:19,
se repite dos veces en Apocalipsis 4:1. Ciertamente, este es un punto de partida para el principio de
la tercera división de Apocalipsis 1:19.
b. En la descripción de las cosas celestiales, Juan utilizará símbolos. Sin embargo, «no todo» es
simbólico. «Como en las parábolas de Jesús, muchos de los detalles son simplemente descriptivos
y no se tiene la intención de que lleven un significado especial en sí mismo». (Morris)
ii. «Es muy poco lo que podemos saber del estado futuro, pero podemos estar bien seguros de que
sabemos tanto como lo que es bueno para nosotros. Debiéramos de estar contentos con aquello que
no nos es revelado y con aquello que lo es. Si Dios desea que nosotros no sepamos, debiéramos de
estar satisfechos con no saber. Dependiendo de ello, Él nos ha dicho todo sobre el cielo, todo lo que
es necesario saber para llevarnos allí; y si él hubiera revelado más, esto hubiera servido más para la
gratificación de nuestra curiosidad que para el incremento de nuestra gracia». (Spurgeon)
a. Los juicios de Dios son anunciados por un libro de siete sellos, siete trompetas, siete señales, y
siete copas que derraman la ira de Dios.
b. Apocalipsis cuatro nos introduce al lugar de donde sale el juicio: el trono de Dios en el cielo.
B. Juan entra al cielo
1. (1) Juan es llamado al cielo
Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como
de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán
después de estas.
a. Después de esto: En Apocalipsis, capítulos 2 y 3, se habló a las iglesias, y las siete iglesias
comprendían a todas las iglesias. Después de que Jesús terminó de hablar a las iglesias, después de
esto, Juan experimentó la visión de Apocalipsis 4.
b. Y la primera voz que oí: La primera voz que le habló a Juan en Apocalipsis 1:10 le habla de
nuevo aquí: la voz de Jesús. Jesús llama a Juan al cielo, por una puerta abierta al cielo.
i. Como de trompeta: La voz le habló fuerte y claro a Juan. Era como la trompeta que reunía a la
congregación de Israel, o la que reunía a un ejército para la batalla.
c. Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas: Se le mostrarán cosas a
Juan concernientes al futuro (que sucederán después de estas), no a los días de Juan.
i. A algunos les gusta interpretar lo que Juan vio, hasta Apocalipsis 19, como algo cumplido, que
tuvo lugar «antes» de los días de Juan—notablemente, en la invasión romana y la destrucción de
Jerusalén. Jesús le dice claramente a Juan que «le mostrará las cosas que sucederán después de
estas».
ii. A algunos les gusta interpretar lo que Juan vio hasta Apocalipsis 19 como cumplido en la
historia después de los días de Juan, pero antes de nuestro día presente. Pero estos eventos aún
necesitan cumplirse en un sentido literal; solo se puede decir que ya se cumplieron al señalarlos
como simbólicos. Por lo tanto, tenemos lo que Jesús le mostrará a Juan, en los siguientes capítulos,
como acontecimientos pertenecientes al futuro, y como predecesores de la venida y reinado de
Jesús en la tierra.
d. la primera voz que oí, como de trompeta […] dijo: Sube acá: Muchos ven la «subida» de
Juan al cielo como un símbolo del rapto de la iglesia. Juan es llamado al cielo por la voz que
sonó como de trompeta, justamente como es descrito el rapto de la iglesia en 1 Tesalonicenses
4:16-17.
i. El patrón es significativo. Jesús ha terminado de hablar y de tratar con las siete iglesias en los
capítulos 2 y 3 de Apocalipsis, y todas las iglesias están comprendidas en estas siete. Ahora,
después de lidiar con la iglesia, Jesús llama a Juan al cielo, «atrapándolo» con una voz que
suena como de trompeta. Todo esto sucede antes de la gran ira, la cual será descrita al inicio
de Apocalipsis 6. Mientras se desarrolla el gran juicio en la tierra, Juan —un representante de la
iglesia— está en el cielo, mirando hacia la tierra.
i. La base del ateísmo o materialismo es que no hay «ningún trono», no hay una silla de autoridad o
de poder a la cual todo el universo debe de responder. El punto final del humanismo es que hay un
trono, pero que el «hombre» se sienta en él.
ii. Esencialmente, el hombre no puede vivir sin el concepto de un «trono», un gobernante supremo.
Así que, si el hombre derroca a Dios, él, sin poder escapar, se colocará a sí mismo o a algún otro
hombre sobre el trono; quizás, un líder político, como fue el caso de Lenin, Stalin, y Mao.
b. Y en el trono, uno sentado: El trono no está vacío. Hay «uno» que se sienta en este gran trono
celestial. El trono es una declaración poderosa, no solamente de la «presencia» de Dios, sino de su
«reino soberano, justo, y su prerrogativa para juzgar».
i. No podemos pensar correctamente acerca de casi nada hasta que establezcamos en nuestra mente
la idea de que hay un trono ocupado en el cielo, y que el Dios de la Biblia gobierna desde ese trono.
«Aunque pueda haber muchas interpretaciones contraponiéndose, las verdades fundamentales son
evidentes por sí mismas. En el centro de todo hay un trono ocupado». (Morgan)
i. Alrededor de toda esa escena del trono de Dios, una escena de soberanía, autoridad y gloria, Dios
ha puesto un recordatorio de su promesa de no destruir nuevamente la tierra con agua; una promesa
que dirige su soberanía, para que no sea caprichosa ni lo lleve a incumplir lo que ha prometido.
ii. Un trono dice: «Puedo hacer lo que yo quiera, debido a que yo gobierno». Una promesa dice:
«Cumpliré la palabra que te he dado, y no puedo hacerlo de otra manera». Alrededor del trono un
arcoíris, es algo muy notorio, que muestra que Dios siempre se limitará a sí mismo por sus propias
promesas.
iii. Trapp dice respecto al arcoíris: «El cual es signum gratiae et foederis, una señal de gracia y del
pacto de misericordia, la cual siempre está fresca sobre el trono de gracia de Cristo».
iv. El creyente se gloría en la soberanía de Dios, porque sabe que la soberanía de Dios está de su
lado. Esto significa que ningún buen propósito de Dios para el creyente quedará sin ser cumplido.
v. «¡Oh, hijo de Dios! El Padre celestial en su soberanía, tiene el derecho de hacer contigo, su hijo,
lo que a Él le plazca; pero Él nunca dejará que esa soberanía salga de los límites de su pacto. Como
soberano, puede desterrarte; pero ha prometido que nunca lo haría, y nunca lo hará. Como
soberano, puede dejarte morir; pero ha dicho: “no te dejaré ni te abandonaré”. Como soberano,
puede hacer que sufras más de lo que puedas resistir; pero ha prometido que no te ocurrirá ninguna
tentación que no sea común para los hombres, y que con la tentación dará una salida». (Spurgeon)
i. Las lámparas de fuego son importantes, porque el Espíritu Santo no es ordinariamente visible, Él
se representa a sí mismo en una forma visible, como una paloma o una lengua de fuego.
5. (6a) El mar de cristal delante del trono
Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal […].
a. Un mar de vidrio: ¿Es este mar realmente de vidrio o solamente lo aparenta? Lo comentaristas
están divididos en este punto. Por ejemplo, Robertson dice: «apariencia, no existencia material» y
Alford dice: «existencia material, no apariencia». Ya sea que se vea como vidrio, o que en realidad
esté hecho de vidrio, es el vidrio más fino, semejante al cristal.
b. Un mar: Este cuerpo de agua delante del trono es un recordatorio del lavabo en el tabernáculo, y
de nuestro «lavamiento de agua por la palabra» (Efesios 5:26).
i. «La Palabra es para nosotros un cristal, que nos da una visión clara de Dios y de nosotros mismos
(2 Corintios 3:18; Santiago 1:23)». (Trapp)
i. Estos seres de una inteligencia y entendimiento increíbles viven para adorar a Dios. Toda falla de
una verdadera adoración está en la falta de visión y entendimiento.
ii. La manera en la que estos seres superinteligentes adoran a Dios, nos recuerda que nuestra
«adoración debe ser inteligente». «Nuestro culto no debe ser aprisa, sino racional (Romanos 12:1).
Dios odia el sacrificio ciego, es decir, cuando los hombres adoran sin saber qué adoran, ni por qué
lo adoran (Juan 4:22)». (Trapp)
iii. «La palabra “bestia” es utilizada de una manera muy inapropiada aquí y en cualquier otro lugar
en esta descripción. Wiclif la utilizó primero, y los traductores en general lo han seguido en esta
tosca traducción». (Clarke)
i. Se ha dicho que los cuatro rostros representan los elementos, las virtudes cardinales, las
facultades y poderes del alma, las iglesias patriarcales, los grandes apóstoles, la ordenación del
clérigo, el principado de los ángeles, y mucho más.
ii. Algunos comentaristas dicen que estas cuatro criaturas hablan de los estandartes de las tribus
guía mientras Israel acampaba en cuatro grupos alrededor del tabernáculo en el desierto. Números
2:3, 2:10, 2:18, y 2:25 menciona esta organización de las tribus bajo estas cuatro cabezas, pero no
le asigna «mascotas» a los estandartes tribales. Seiss, Clarke, y Poole, cada uno menciona esta
aproximación, y citan a «escritores judíos», a «los talmudistas», y a «los doctos medos […] de los
rabinos», respectivamente. Poole explica «que estas eran las cuatro criaturas cuyos retratos estaban
en los cuatro estandartes de los israelitas cuando fueron divididos en cuatro compañías, a cada una
de las cuales se le asignaron los hombres de tres tribus. El estandarte de Judá tenía un león en sus
colores, de acuerdo con la profecía de Jacob de esa tribu (Génesis 49:9), Efraín tenía un becerro,
Rubén a un hombre y Dan a un águila. Esto lo demuestran los eruditos rabinos, quienes, aunque
bastante fabulosos, en tal cosa pueden ser acreditados».
iii. Los cuatros rostros diferentes de los querubines son a menudo tomados como los símbolos de
Jesús representados en cada evangelio. En la arquitectura clásica de la iglesia, estos cuatro
«personajes» son repetidos a menudo como un motivo que significa tanto el cielo, como los cuatro
evangelios.
iv. La mayoría ha visto a Mateo como el Evangelio del «León», ya que muestra a Jesús como el
«León de la tribu de Judá. Marcos es visto como el Evangelio del «Becerro», porque muestra a
Jesús como un siervo humilde, un obrero. Lucas es visto como el Evangelio del «Hombre», pues
muestra a Jesús como el hombre perfecto, el segundo Adán. Juan es visto como el Evangelio del
«Águila», porque muestra a Jesús como el hombre del cielo. Pero este enfoque también tiene otras
interpretaciones.
Victorino Tradicional
v. Quizás es más seguro decir que los cuatro rostros son importantes porque representan a toda la
creación animada, en su suma excelencia. El león es el más poderoso de todos los animales
salvajes, el becerro es el más fuerte de los animales domesticados, el águila es el rey de todas las
aves, y el hombre es la creación máxima. «En el Shemoth Rabba, sec. 23, fol. 122, 4, Rabbi Abin
dice: “Hay cuatro, los cuales tienen principado en este mundo: entre las criaturas intelectuales, el
HOMBRE; entre las aves, el ÁGUILA; entre el ganado, el BECERRO; y entre las bestias salvajes,
el LEÓN; cada uno tiene un reino y cierto significado, y estos son colocados bajo el reino de gloria
(Ezequiel 1:10) para mostrar que ninguna criatura debe exaltarse a sí misma en este mundo, y que
el reino de Dios es sobre todo”. Estas criaturas pueden ser consideradas como representantes de
toda la creación». (Clarke)
vi. Estos querubines son «calificados con todos los talentos necesarios para realizar sus deberes,
pues son valientes como leones, sufridos como becerros, prudentes como hombres y magníficos al
remontarse en las alturas como las águilas». (Trapp)
vii. También es significativo ver que la Biblia asocia los «rostros» con la idea de una persona (1
Crónicas 12:8; 2 Crónicas 29:6; Isaías 3:15, 13:8). Aquí tenemos a seres individuales con cuatro
rostros. Aparentemente, estos pueden ser seres que son más que una persona, como nuestro Dios
que es un Dios en tres personas.
viii. Poole dice que estos cuatro rostros ilustran las diferentes personalidades que tienen los
ministros de Dios: «Por ellos se dan a conocer los varios dones con los cuales Dios bendijo a sus
ministros, dando a algunos mayor coraje y fortaleza, esos son como leones; a otros dio más
apacibilidad y mansedumbre, ellos son como becerros o corderos; otros tienen más sabiduría y
prudencia, como el hombre; otros, una vista más aguda hacia los misterios del reino de Dios, como
águilas».
D. Juan describe lo que sucede en el trono de Dios
1. (8b) Las criaturas vivientes constantemente adoran a Dios
[…] y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el
que era, el que es, y el que ha de venir.
a. Y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo: Los querubines constantemente
repetían la frase «santo, santo, santo». La naturaleza y el carácter santo de Dios es declarado, y se
enfatiza al expresarse tres veces.
i. «En la cultura hebrea, la doble repetición de una palabra le añade énfasis, mientras que la
repetición triple, no muy común, señala algo superlativo y llama la atención a la infinita santidad
de Dios». (Johnson)
ii. No cesaban: «Ellos no cesan, y sin embargo tampoco se cansan; el dulce contenido que adquiere
su empleo continuo es más apropiado para ser creído que para ser discutido». (Trapp)
b. Señor Dios Todopoderoso: El querubín declara que «el Señor Dios es Todopoderoso». Como
en Apocalipsis 1:8, la antigua palabra griega es pantokrator, con la idea de «aquel que tiene en su
mano todo».
c. El que era, el que es, y el que ha de venir: Esto repite otra idea de Apocalipsis 1:8, y se refiere
al Ser eterno de Dios. Traduce el pensamiento detrás del significado del nombre Yahveh.
i. Saber que los ángeles deben de adorar a Dios debiera de promover nuestra adoración también.
¿Tenemos menores motivos para alabarle o para darle gracias? «¿Cantamos tanto como lo hacen
las aves? ¿Qué cantarán las aves, comparadas con nosotros? ¿Cantamos tanto como lo hacen los
ángeles? Sin embargo, ellos nunca fueron redimidos por la sangre de Cristo. Las aves del cielo,
¿me aventajarán? Ángeles, ¿me excederán? Así lo han hecho, pero intento copiarlos, día a día,
noche a noche, derramando mi alma en un cántico sagrado». (Spurgeon, «Santo cántico de los
santos gozosos»)
ii. «Si tendremos nuestras almas puestas como una perla en el hermoso anillo de cortesanos
celestiales que rodean el trono del Cordero, entonces, alabemos a Dios de la manera que ellos lo
hacen». (Trapp)
b. Los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al
que vive: Los veinticuatro ancianos adoran, lo cual significa dar honor a Dios. Los ancianos dan
crédito a Dios por su trabajo y recompensa, y hacen esto mientras echan sus coronas delante del
trono. Ellos reconocen que la dignidad le pertenece a Dios, no a ellos.
i. Echar sus coronas muestra su declaración: «Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y
el poder». Si Dios es digno de la gloria y la honra y el poder, entonces Él debiera de recibir la
corona.
ii. También hay una alusión a una práctica conocida en el Imperio romano. El emperador de Roma
gobernaba sobre muchos reyes menores, y a estos reyes se les ordenaba venir, en un tiempo
determinado, delante del emperador para echar sus coronas ante él como homenaje. Luego, él se las
devolvía, como una demostración de que sus coronas, su derecho de gobernar y su victoria,
provenían de él. «Esta es una alusión a la costumbre de postración en el este, y al homenaje que
hacían los reyes pequeños para reconocer la supremacía del emperador». (Clarke)
iii. Las coronas mencionadas en Apocalipsis 4:10 son las coronas stephanos, las coronas de
«victoria», no las de la realeza. Estas son las coronas de los logros que un atleta ganador recibía en
los antiguos Juegos Olímpicos. Los veinticuatro ancianos —representando a todos los redimidos
de Dios— arrojan cada logro que tienen delante de Dios, porque saben y proclaman que Él
es digno de recibir la gloria y la honra y el poder.
iv. «Nuestro texto dice que todos arrojan sus coronas delante del trono. No hay opiniones divididas
en el cielo, no hay sectas ni partidos, no hay secciones allí. Todos están en perfecta armonía y en
un dulce acuerdo. Lo que uno hace, lo hacen todos. Ellos arrojan sus coronas, sin excepción,
delante del trono. Demos comienzo a esa unanimidad aquí. Como compañeros cristianos,
desechemos todo lo que nos divide, o lo que nos separa de nuestro Señor. No he leído que hubo un
solo anciano que envidiara la corona de su hermano, y dijera: “Ah, desearía ser alguien como él, y
tener su corona”. No he leído que uno de ellos empezara a encontrar faltas en la corona de su
hermano, y dijera: “Ah, sus joyas pueden brillar, pero las mías tienen un tinte peculiar, y son de
una excelencia mayor”. No he leído de alguna disensión; todos estaban unánimes al echar sus
coronas a los pies de Jesús. Todos estaban unánimes al glorificar a Dios». (Spurgeon)
c. Porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas: Los
veinticuatro ancianos adoran a Dios debido a su poder creativo y a su gloria. El hecho de que Dios
es Creador le da todo el derecho sobre todo, de la manera que un alfarero tiene todos los derechos
sobre su barro (Romanos 9:21).
i. El derecho de Dios sobre nosotros como el Creador es un hecho que puede ser aceptado y
disfrutado, o ser rechazado y provocar frustración. Hay un valor tremendo al reconocer delante de
Dios que somos «seres creados».
ii. «El poder de Dios puesto en acción en la creación, y su administración del mundo, es
mencionado aquí dos veces, como aquello que nunca puede ser admirado y adorado lo suficiente».
(Trapp)
iii. Nosotros confesamos un cariño por la traducción de la Versión King James de Apocalipsis
4:11: «Tú eres digno, oh Señor, de recibir la gloria y el honor y el poder, pues tú has creado todas
las cosas, para tu placer estas son y fueron creadas». La maravillosa frase «para tú placer estas son
y fueron creadas», nos recuerda que cada uno de nosotros existe para dar gloria y placer a Dios.
Hasta que no hagamos eso, no hemos cumplido el propósito por el cual fuimos creados.
d. Debido a que ellos representan a todo el pueblo de Dios, la adoración, la corona, los vestidos, y
el corazón de estos veinticuatro ancianos, también nos pertenecen a nosotros. «Hay un trono en el
cielo que ninguno puede ocupar, solo tú; y hay una corona en el cielo que ninguna otra cabeza
puede usar, solo la tuya; y hay una parte en el cántico eterno que ninguna voz puede ir al son de
ella, solo la tuya; y hay una gloria a Dios que faltaría si no vinieras a rendirla; y hay una parte de
infinita majestad y gloria que nunca podrá reflejarse, ¡a menos que tú estés allí para reflejarla!».
(Spurgeon)
i. Pero también significa que debiéramos de estar haciendo planes dirigidos a aquel gran día. «Si tú
y yo camináramos a alguna gran catedral en donde estén cantando, y preguntáramos si podemos
cantar en el coro, investigarían si nos sabemos la tonada, y no nos permitirían que nos uniéramos si
no nos la supiéramos. Tampoco podemos esperar que nuestras voces sin entrenamiento deban de
ser admitidas en los coros de arriba. Ahora, queridos hermanos y hermanas, ¿ya han aprendido a
echar sus coronas a los pies de Jesús?».