Modelo Basico de La Fragmentacion Psiquica Tras Un Trauma
Modelo Basico de La Fragmentacion Psiquica Tras Un Trauma
Modelo Basico de La Fragmentacion Psiquica Tras Un Trauma
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IDENTIDAD Y PSICOTRAUMA
1. INTRODUCCIÓN
En la terapia intentamos disolver esta rigidez, para que la persona pueda reconocer
esas cualidades que hay en ella misma, muchas veces bloqueadas, y extenderlas hacia
los demás, generando actitudes de inclusión hacia todos y todo, tal y como fue, es y
será.
El constelador busca de forma experimental una salida a ese proceso enquistado con
frases conciliadoras que propone repetir y observa si abren o no el espacio del alma.
. A veces, después de cierto tiempo, se transforma en un movimiento del alma donde
se suelta algo y sucede un encuentro, pero a veces se atasca, y presenciamos un
proceso sin salida. Por ejemplo, cuando en la escenificación de rituales de
reconciliación con el padre o con la madre, no consiguen hacer brotar el sentimiento
amoroso ni en los padres ni en el hijo. Tal es la condensación del sufrimiento y la
traumatización de todos y cada uno de ellos. El amor y el sufrimiento son
incompatibles.
No hay un amor honesto hacia los demás sin un buen amor hacia uno mismo. El
empeño en la autorrealización desde una perspectiva transpersonal conlleva la
necesidad de profundizar en el autoconocimiento, y de reconocimiento de las heridas
que nos separan de nuestra auténtica fortaleza interna y nos apartan de los demás.
IDENTIDAD PERSONAL
¿Cómo se desarrolla el yo de una persona? ¿Qué pasos recorre este proceso psíquico?
La criatura para construir el YO necesita un oponente: una presencia que le permita a
sí misma definirse como diferente, en general la madre y/o el padre. Viene de un
estado simbiótico en el que madre y él son lo mismo. Generará un YO diferente y
sano en la medida en que sus tres necesidades básicas se satisfagan:
Especialmente cuando hay violencia física o psíquica en la familia lograr elaborar una
identidad sana es una tarea muy difícil.
2. EL PSICOTRAUMA
Estrategias de
Partes Supervivencia
Traumatizadas
Parte sana
Negar que se haya vivido algo así (“no me han golpeado”). Indicar que no se
tienen recuerdos o imágenes visuales (“no recuerdo nada de eso en mi casa”)
Reprimir la existencia de la experiencia traumática (“yo eso ya lo tengo
superado”). Actuar como si todo estuviera bien. Infravalorar las consecuencias
del trauma (“no fue para tanto”, “no creo que me afectara”). Evitar todo
aquello que pueda provocar recuerdos.
Actividad impulsiva.
Evadirse en distracciones continuamente: aventuras, deportes….
Distraerse de sí mismo y ocuparse de los demás más que de uno mismo.
Buscar compensaciones externas a la falta de posibilidades de sentir
satisfacción interna persiguiendo de forma adictiva admiración y
reconocimiento hasta crear una identidad de reemplazo,( por ejemplo un papel
profesional),
Refugiarse en el consumo de drogas o sexo.
Representar exigencias morales elevadas.
Mentir y engañar de forma habitual, ocultar, callar el secreto.
Aferrarse a una identidad diferente: a una pareja , a un hijo propio.
Apoyarse en relaciones sin contacto emocional.
Negarse a recibir de los demás.
Refugiarse en esferas, supuestamente, superiores de espiritualidad, (irse a lo
divino sin contactar ni drenar el dolor en lo humano).
LAS PARTES SANAS
PARTES SANAS
La necesidad del ser humano de sentir sostén emocional por los propios padres
significa la necesidad de un VÍNCULO SEGURO. Supone para una criatura encontrarse
bajo figuras adultas de protección que desde su vulnerabilidad y fragilidad le lleva a
sentir a los padres como eficaces cuidadores y a construir la imagen del mundo como
un lugar confiable. Es la primera experiencia de amor de cualquier ser humano y es
simbiótica.
TRAUMA DE SIMBIOSIS.
Desde que fueron descubiertas las neuronas espejo inicialmente en los cerebros de los simios y
después en los cerebros humanos, conocemos una base neurológica esencial para la enorme
capacidad de participar emocionalmente de las vibraciones de los otros y de poder penetrar
intuitivamente en la intimidad de otras personas. Percibimos el estado del otro de un modo
básicamente espontáneo e inconsciente y no es necesario que nos comunique con palabras lo que
siente.
Como la M no puede explicar al hijo/a las razones por las que no puede
responder a esa necesidad de sostén emocional el hijo la atribuye a una
deficiencia propia, originando sentimientos de gran inadecuación “no soy lo
suficientemente importante para ellos porque tengo en mí algo feo, algo
malo…”., y/o se culpa a sí misma despreciándose “soy un desastre”, “ no
merezco”…que acarrea en su identidad una gran confusión: Una identificación
con imágenes generadas que no forman parte real de su identidad.
PARTE TRAUMATICA PARTE SUPERVIVENCIA
Los hijos que están enredados de forma simbiótica no pueden distinguir entre sus
propias sensaciones, sentimientos y emociones y los de su madre o padre, ni
tampoco sus propios patrones de pensamiento y los de sus padres. No
encuentran el acceso a sus propias emociones (miedo, enfado, dolor, amor,
alegría, vergüenza…), tampoco conocen su verdadero yo ni pueden desarrollar su
identidad ¿quién soy yo? de forma clara , estable y realista. En el extremo puede
llevar al desarrollo de graves trastornos de personalidad. ENREDO SIMBIÓTICO.
CONSECUENCIAS DEL TRAUMA y ENREDO SIMBIÓTICO
Que los hijos no puedan representar a los padres dentro de sí mismos como
instancias internas que son “más fuertes y más sabios” (John Bowlby) que ellos
mismos, sino débiles, necesitados o imprevisibles.
Que los hijos se sientan perseguidos por los miedos adoptados, acumulen
potenciales de rabia o revivan secuencias completas de trauma que no surgen
de su propia experiencia, y que les sobrecogen de golpe y les hacen reaccionar
y vivir de forma “psicótica”.
Que idealicen a sus padres al máximo a la vez que se culpan a sí mismos por el
hecho de no ser atendidos, aceptados por sus padres.
Que estos hijos no se puedan separar de sus padres porque tienen que estar
permanentemente atentos a su estado y si hace falta ayudando, porque
quieren a sus padres y no pueden verles sufrir.
Que sigan durante su vida necesitados de sus padres inalcanzables y que
paradójicamente cuanto menos atención exista por parte de los padres, más
deseen permanecer junto a estos padres inalcanzables y con muy poca
capacidad de amar.
Que los niños más adelante elijan parejas con traumas parecidos a los que
llevan los padres.
Todas las personas desarrollamos una parte simbiótica con M/P con muchas
implicaciones enredadas: Inconscientemente nos identificamos con heridas de M/P y
con sus estrategias de supervivencia.
Cuando los hijos /as con una experiencia de trauma de simbiosis se vuelven padres
y madres, los problemas de vínculo y relación se extienden a la siguiente generación,
Como las personas con experiencias de trauma de simbiosis a menudo eligen parejas
parecidas, confundidos emocionalmente en relación a ellos mismos y a los demás
disponen de muy poca capacidad para resolver los desacuerdos de forma constructiva,
por lo que conflictos son permanentes y su relación de pareja a menudo deviene muy
destructiva y violenta.
Como consecuencia son los hijos los que padecen abandono, violencia, invasión
simbiótica y hasta en algunos casos abuso sexual. . Los traumas de simbiosis se
transforman en traumas de apego sistémico, porque las personas en este tipo de
familias están apegadas de forma simbiótica los unos a los otros y no consiguen
desligarse. El clima familiar está determinado por una confusión emocional y mental,
que se perpetúa a través de generaciones ocasionando graves problemas personales
y de relación: violencia intrafamiliar, negligencia, abusos sexuales….
¿Cómo desprenderse de un trauma simbiótico? Mediante las CONSTELACIONES
BASADAS EN LA TEORIA DEL APEGO Y TRAUMA: LA CONSTELACIÓN DE LA FRASE DE
LA INTENCIÓN (C.F.I.)
3. BIBLIOGRAFIA