Estado Social de Derecho/Juez de Tutela: Sentencia No. T-406/92
Estado Social de Derecho/Juez de Tutela: Sentencia No. T-406/92
Estado Social de Derecho/Juez de Tutela: Sentencia No. T-406/92
T-406/92
CONSTITUCION POLITICA/VALORES
CONSTITUCIONALES/PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
DERECHOS FUNDAMENTALES-CONCEPTO/ESTADO
SOCIAL DE DERECHO/ACCION DE TUTELA
DERECHOS FUNDAMENTALES-INTERPRETACIÓN/
DERECHOS DE APLICACION INMEDIATA
DERECHOS ECONOMICOS/DERECHOS
SOCIALES/DERECHOS CULTURALES/ACCION DE
TUTELA/JUEZ DE TUTELA-FACULTADES
La aceptación de la tutela para los derechos económicos, sociales y
culturales, sólo cabe en aquellos casos en los cuales exista violación de un
derecho fundamental de acuerdo con los requisitos y criterios de distinción
anotados; sólo en estos casos, el juez puede, en ausencia de pronunciamiento
del legislador, y con el fin de adecuar una protección inmediata del derecho
fundamental, pronunciarse sobre el sentido y alcance de la norma en el caso
concreto y, si es necesario, solicitar la intervención de las autoridades
competentes para que tenga lugar la prestación del Estado que ponga fin a la
violación del derecho. En tales eventos el juez debe tomar decisiones que
consulten no sólo la gravedad de la violación del derecho fundamental a la
luz de los textos constitucionales, sino también las posibilidades económicas
de solución del problema dentro de una lógica de lo razonable, que tenga en
cuenta, por un lado, las condiciones de escasez de recursos y por el otro los
propósitos de igualdad y justicia social que señala la Constitución. En la
mayoría de estos casos, una vez establecida la violación de un derecho
fundamental, el juez se enfrenta a un problema de justicia distributiva.
REVISION FALLO DE
TUTELA-OBJETO/JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL
La siguiente
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
A. Hechos
B. Fundamentos de la acción
Solicita el accionante que se tutele el derecho a la salubridad pública
consagrado en el artículo 88 de la Constitución Nacional. Agrega, además, que
el derecho al medio ambiente sano y a la salud de la población puede estar
protegido por la tutela cuando se instaura como mecanismo transitorio para
evitar un perjuicio irremediable. Así lo establece el artículo 6 del decreto
2591.
Ante todo debe tenerse en cuenta el hecho de que las acciones populares no
han sido reglamentadas por la ley y, en consecuencia, aún no se puede hablar
de ellas como de un mecanismo efectivo de protección de derechos colectivos;
además, y en acuerdo con lo anterior, la violación del derecho colectivo
señalado por el demandante, requería una protección inmediata, para lo cual la
tutela constituye el mecanismo de protección más idóneo.
Por otra parte, aclara que, si bien existen otros medios de defensa judicial
como la acción de reparación directa ante lo contencioso administrativo,
interpone la acción de tutela como mecanismo transitorio.
C. Decisión a revisar
II.CONSIDERACIONES DE LA CORTE
b) Los caracteres esenciales del Estado tienen que ver no solo con la
organización entre poderes y la producción y aplicación del derecho, sino
también y de manera especial, con el compromiso por la defensa de
contenidos jurídicos materiales2 .
2
a-. Los valores representan el catálogo axiológico a partir del cual se deriva el
sentido y la finalidad de las demás normas del ordenamiento jurídico 3 pueden 3
Los valores son normas que establecen fines dirigidos en general a las
autoridades creadoras del derecho y en especial al legislador; los principios
son normas que establecen un deber ser específico del cual se deriva un
espacio de discrecionalidad legal y judicial. La diferencia entre principios y
valores no es de naturaleza normativa sino de grado y, por lo tanto, de eficacia.
Los principios, por el hecho de tener una mayor especificidad que los valores,
tienen una mayor eficacia y, por lo tanto, una mayor capacidad para ser
aplicados de manera directa e inmediata, esto es, mediante una subsunción
silogística. Los valores, en cambio, tienen una eficacia indirecta 4 , es decir,
4
6
Capelletti, Le pouvoir des juges, Press Universitaire d'aix-Marseille, 1990, p. 35
fundamentales terminaba reduciéndose a su fuerza simbólica. Hoy, con la
nueva Constitución, los derechos son aquello que los jueces dicen a través de
las sentencias de tutela 7 .7
7
H.L. Hart, El concepto del derecho, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1977, 125 y ss
sometió a discusión un texto que hacia referencia a la acción de tutela,
únicamente para aquellos derechos que se habían determinado como de
aplicación inmediata, entre ellos la vida, la integridad personal, la honra, la
igualdad, etc. Una vez finalizada la lectura se presentaron las interpelaciones
en contra, por parte de algunos constituyentes; así expresó su inconformidad el
Dr, Alvaro Echeverry Uruburu: "La comisión codificadora incurrió en una
gravísima confusión; de suerte que confundió aplicación inmediata de los
derechos que quiere decir que hay derechos que simplemente basta su
consagración en la Constitución para que tengan operancia y efectividad;
que no necesitan ley que los reglamente,...y eso es una cosa distinta con el
amparo o con el derecho de tutela como aquí se ha llamado, que obviamente
está prescrito para unos derechos fundamentales, pero obviamente el error
partió de allí, porque dice la comisión que se amparan con tutela, esos
derechos de aplicación inmediata , es decir que no hay tal ley reglamentaria y
otra cosa es que se diga cuales derechos van a ser amparados por la tutela que
esos si pueden ser reglamentados en la ley estatutaria respectiva...".
Por otra parte el Dr. Jesús Pérez señaló: " aclaro lo siguiente, que en ninguna
parte la comisión codificadora pretendió enviar a la ley a que reglamente nada,
simplemente se permite que la ley extienda a otros derechos la protección del
recurso de tutela..."
15. Esta Corte considera que para que un derecho tenga la calidad de
fundamental debe reunir unos requisitos esenciales. De otro lado para la
identificación de un derecho de tal naturaleza existen unos criterios que
ponen en evidencia los requisitos señalados y, de contera, el derecho
fundamental mismo. A estos dos aspectos nos referimos en seguida.
B. Requisitos esenciales
Igualmente pueden ser objeto de tutela casos en los cuales el juez considere
que una prestación del Estado consagrada como derecho económico, social o
cultural, o la falta de ella, ponga en entredicho de manera directa y evidente un
principio constitucional o uno o varios derechos fundamentales , de tal manera
que, a partir de una interpretación global, el caso sub judice resulte
directamente protegido por la Constitución. Es importante tener en cuenta que
la eficacia de las normas constitucionales no se puede determinar en abstracto;
ella varía según las circunstancias propias de los hechos: una norma de
aplicación inmediata (art. 85) puede tener mayor o menor eficacia
dependiendo del caso en cuestión; lo mismo un valor o un principio. El juez
debe encontrar, en la relación hecho-norma la decisión más razonable, no sólo
desde el punto de vista jurídico sino también desde el punto de vista fáctico.
C. Criterios de distinción
1). Analíticos
a) La consagración expresa
En otros casos, tal como sucede con los derechos humanos y con la
prohibición de limitarlos en los estados de excepción, el constituyente ha
estimado conveniente remitirse a los tratados y convenios internacionales
ratificados por el Congreso, para reconocer su prevalencia en el orden interno,
no sólo en cuanto a su texto mismo sino como pauta concreta para la
interpretación de los derechos y deberes consagrados en la Constitución de
1991 (art. 93).
2). Fácticos
2) Carácter histórico
A. Su naturaleza jurídica
La mayoría de los derechos en referencia implican una prestación por parte del
Estado y por lo tanto una erogación económica que por lo general depende de
una decisión política. Con base en esto, se sostiene que los enunciados
constitucionales que recogen tales derechos no pueden ser objeto de
decisiones judiciales hasta tanto el Congreso no haya expedido la legislación
necesaria para aplicarlos; de lo contrario, se dice, el juez estaría ocupando
terrenos que no le corresponden de acuerdo con la doctrina de la separación de
los poderes. Esta fue la solución que la doctrina colombiana e internacional
dio al asunto mencionado, a la luz de los postulados del estado de derecho
liberal clásico. Sin embargo, los nuevos postulados del Estado social y las
nuevas relaciones jurídicas derivadas del Estado bienestar imponen un
cuestionamiento de esta solución.
8
Cfr .Gross Espiell, Los derechos económicos, sociales y culturales, 1986
Lo dicho está en acuerdo, además, con una interpretación contemporánea de la
separación de los poderes, a partir de la cual el juez pueda convertirse en un
instrumento de presión frente al legislador, de tal manera que este, si no desea
ver su espacio de decisión invadido por otros órganos, adopte las
responsabilidades de desarrollo legal que le corresponden y expida las normas
del caso. Este contrapeso de poderes, que emergen de la dinámica institucional
, es la mejor garantía de la protección efectiva de los derechos de los
asociados.
Ante este dilema el juez debe actuar con prudencia y firmeza a la vez. En
primer lugar, la intervención judicial en el caso de un derecho económico
social o cultural es necesaria cuando ella sea indispensable para hacer respetar
un principio constitucional o un derecho fundamental. En estas circunstancias,
el juez actúa bajo condiciones similares a aquellas que se presentan cuando
debe resolver un problema relacionado con un vacío o una incoherencia de la
ley. Es claro que en todos estos casos el juez decide algo que en principio le
corresponde al legislador. Sin embargo, en estas precisas condiciones, la falta
de solución proveniente del órgano que tiene la facultad de decidir, implica la
posibilidad de que otro órgano, en este caso el judicial, decida, para un caso
específico, con la única pretensión de garantizar la validez y efectividad de la
norma constitucional.
C. La justicia distributiva
21. Ahora bien, la aceptación de la tutela para los derechos en cuestión, sólo
cabe en aquellos casos en los cuales exista violación de un derecho
fundamental de acuerdo con los requisitos y criterios de distinción antes
anotados; sólo en estos casos, el juez puede, en ausencia de pronunciamiento
del legislador, y con el fin de adecuar una protección inmediata del derecho
fundamental, pronunciarse sobe el sentido y alcance de la norma en el caso
concreto y, si es necesario, solicitar la intervención de las autoridades
competentes para que tenga lugar la prestación del Estado que ponga fin a la
violación del derecho.
22. Está claro que, en tales eventos el juez debe tomar decisiones que
consulten no sólo la gravedad de la violación del derecho fundamental a la luz
de los textos constitucionales, sino también las posibilidades económicas de
solución del problema dentro de una lógica de lo razonable, que tenga en
cuenta, por un lado, las condiciones de escasez de recursos y por el otro los
propósitos de igualdad y justicia social que señala la Constitución. En la
mayoría de estos casos, una vez establecida la violación de un derecho
fundamental, el juez se enfrenta a un problema de justicia distributiva. Como
9
Grundegesetz und Kartellgesetzgebung, 1950, p. 12
se sabe, los elementos de juicio para definir este tipo de justicia no surgen de
la relación misma entre los sujetos involucrados -el Estado y el ciudadano-
sino que requieren de un criterio valorativo exterior a dicha relación
(Aristóteles....). La aplicación de los derechos económicos sociales y
culturales plantea un problema no de generación de recursos sino de
asignación de recursos y por lo tanto se trata de un problema político1 0 .10
que la solución final que adopte sirva, ante todo, para proteger el derecho
violado, y además tenga en cuenta las condiciones financieras de los entes
públicos. Si fuese necesario dar elementos de juicio en abstracto sobre la
justicia distributiva -cuestión de por si temeraria- se podría recurrir al
principio de igualdad, ampliamente debatido en la teoría de la justicia de las
últimas décadas, a partir del cual toda distribución de recursos, para ser justa,
deba mejorar al menos la condición de los más desfavorecidos 1 2 . Dicho en
12
"El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y
efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o
marginados.
23. Los reparos que pueda suscitar esta posición, en el sentido de que se
llegaría a una enorme dispersión jurisprudencial en vista del carácter
abiertamente político del contenido de las decisiones, pueden ser despejados si
se tiene en cuenta la importante fuente de seguridad jurídica que se desprende
del mecanismo de revisión de tutelas por parte de la Corte Constitucional y
consagrado en el numeral 9 del artículo 241 de la Carta. Como se sabe, la
revisión tiene, entre otras, la finalidad de servir de instrumento de fijación del
sentido de los textos. Su alcance, por lo menos en términos prácticos, no se
Luis F Jimenez, Los derechos económicos en América latina. Otros enfoques;
1010
1313
Gaceta Constitucional N. 83, p. 4, columna 3
1414
Gaceta Constitucional N. 78, p. 2
objetivo fundamental de su actividad la solución de las necesidades
insatisfechas de salud, educación, de saneamiento ambiental y de
agua potable. Para tales efectos, en los planes y presupuestos de la
Nación y de las entidades territoriales, el gasto público social tendrá
prioridad sobre cualquier otra asignación"
28. La violación del derecho de los habitantes del barrio Vista Hermosa a la
salubridad publica adquiere una connotación especial por el hecho de haber
sido iniciada la construcción del alcantarillado para luego ser suspendida. La
decisión de construir el alcantarillado y el inicio de los trabajos
correspondientes constituye una respuesta positiva a las demandas populares
cuyo incumplimiento crea una frustración adicional en la población.
DECISION
En mérito de lo expuesto, la Sala Primera de Revisión de la Corte
Constitucional,
RESUELVE
TERCERO. -En todos aquellos casos similares al presente por sus hechos o
circunstancias, siempre que se dejen obras inconclusas que afecten la
salubridad publica, la doctrina constitucional señalada en esta sentencia
tendrá carácter obligatorio para todas las autoridades, en los términos del
artículo 33 del Decreto 2591 de 1991
Tales asuntos no deberían ser objeto de acciones de tutela, pues esta última
institución ha sido concebida con otros fines, específicamente relacionados
con la protección de los derechos fundamentales.