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Investigacion 1

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01/09/2022

Adria Sanchez De La Vega Menjivar

HIDROLOGÍA.

Entendiendo la hidrología como la ciencia que estudia las aguas terrestres, su


origen, movimiento y distribución en nuestro planeta, propiedades físicas y
químicas, interacción en el medio ambiente físico y biológico e influencia en las
actividades humanas, la hidrología superficial es la rama que se encarga de
estudiar los fenómenos y procesos hidrológicos que ocurren en la superficie
terrestre, en especial de los flujos terrestres.

En la superficie terrestre, el agua dulce puede viajar a muy diversas velocidades,


normalmente por caminos ya establecidos (young y otros, 1994) que pueden
cambiar lentamente a través del tiempo. Estos caminos se combinan para formar
redes de arroyos y ríos en las cuencas hidrológicas, de manera que el agua fluye
por gravedad desde sus fuentes hasta el mar, existiendo así desde cuencas
diminutas hasta cuencas gigantescas (tomado del primer informe sobre el
desarrollo de los recursos hídricos en el mundo, 2003). Entonces, los factores de
los que depende la escorrentía superficial son básicamente clima (precipitaciones,
temperatura, etc.), relieve, vegetación y geología (factor generador a su vez de los
suelos en función también del clima).

Los fenómenos y procesos hidrológicos parten de los análisis sobre las series de
datos de la variación espacio temporal de los flujos terrestres vistos a través de
algunas variables del ciclo hidrológico, como la precipitación, evaporación,
escorrentía, entre otras. Dichas series son transformadas en información para
poder ser utilizada en la toma de decisiones. Por ejemplo, hoy día se destaca la
previsión, predicción y actuación frente a fenómenos tales como las inundaciones,
la evaporación en lagos y embalses, las necesidades hídricas de los cultivos y el
riego, los procesos de sequías y desertificación, las reservas hídricas, la erosión
debida a la lluvia o las oscilaciones climáticas y su impacto sobre lluvias extremas
o recursos hídricos.

Generalmente, los componentes del balance hídrico que se interpolan con mayor
frecuencia para el análisis de los recursos hídricos son las características de la
precipitación y de la escorrentía, aunque muy a menudo también se representa la
relación entre la evaporación real y potencial. Básicamente estas variables del
ciclo hidrológico son monitoreadas a través de redes de medición.

Asimismo, podríamos subdividir a la Hidrología en:

 Hidrología Superficial: la cual estudia las corrientes de agua que riegan la


superficie de la tierra y su almacenamiento en depósitos naturales (lagos,
lagunas, ciénagas).

 Hidrología Subterránea: en la que se incluyen los estudios del agua


subterránea (acuíferos).

Desde el punto de vista de la Ingeniería Civil, veremos que la Hidrología incluye


los métodos para determinar el caudal como elemento de diseño de las
obras que tienen relación con el uso y protección del agua, como es el caso
de represas, canales, acueductos y drenaje pluvial, entre otros.

Importancia y objetivos de la Hidrología.

En el aspecto más general, un Proyecto Hidráulico está íntimamente ligado a


los usos que el hombre hace del agua, pudiendo ser éstos los que la utilizan
con fines de aprovechamiento y los que suministran protección contra los posibles
efectos dañinos de ésta.

Se acepta que la Ingeniería Hidráulica es la rama de la Ingeniería Civil que se


ocupa de planificar, proyectar y construir las obras hidráulicas,
entendiéndose que son éstas las que cumplirán la función de captar, conducir,
regular y protegernos de las aguas. Cualquier obra civil, cuyas dimensiones y
características hayan sido establecidas atendiendo principalmente a criterios y
normas hidráulicas e hidrológicas, es una obra o proyecto hidráulico.

De esta forma, el uso de la Hidrología en la Ingeniería Civil, es fundamental para


el planeamiento, diseño y operación de los proyectos hidráulicos, pues es el
que se orienta hacia los parámetros hidrológicos de diseño. Sin embargo, dada la
dependencia de esta ciencia de los aspectos meteorológicos y ambientales, los
resultados deberán ser considerados como estimados en muchos casos y por lo
tanto será necesario complementar las incertidumbres con métodos
probabilísticos.
Si el diseño en Ingeniería Civil se orienta al uso del agua con fines de
Aprovechamiento, la Hidrología es empleada, por ejemplo, para estimar la
posibilidad o no de realizar el abastecimiento de demandas de agua en una
población, desde fuentes superficiales (Ríos, lagos) o Subterráneas.

Entre los usos más comunes del agua con fines de Aprovechamiento se
destacan:

 Abastecimiento Urbano. Es el uso asociado a la satisfacción de los


requerimientos futuros de Demanda de agua para consumo doméstico, uso
público, comercial, e industrial, principalmente. Una vez que se ha
determinado el valor de la Demanda de agua, los métodos de la Hidrología
permiten realizar el análisis de la fuente que va a suministrarla. El estudio
hidrológico incluye aquí el análisis de Caudales Medios y Mínimos en la
fuente, entre otros.

 Riego Agrícola. Mediante el aprovechamiento del agua se garantiza la


oferta de agua necesaria en el suelo para garantizar el crecimiento de las
plantas empleadas en la producción agrícola (consumo consuntivo). Los
estudios hidrológicos en este uso se centran en el análisis del Clima,
Evapotranspiración y Lluvia en períodos cortos.

 Hidroelectricidad. Este es el caso en que se captan caudales de corrientes


superficiales (ríos) y se aprovechan las diferencias de cota para generar
energía eléctrica a través de la transformación de la energía hidráulica.
Para este tipo de Proyectos de Ingeniería Civil, los estudios hidrológicos
determinan la capacidad que tiene la fuente para suministrar la demanda de
energía, analizan las magnitudes de las crecientes que pueden atacar a las
obras civiles y cuantifican los procesos de sedimentación y determinan las
condiciones de la descarga.

Otro de los usos del agua es cuando se realizan obras de Protección, entre las
que podríamos mencionar:
 Control de Crecidas. Comprende las obras y acciones encaminadas a
impedir los daños que ocasionan los desbordamientos de aguas en los ríos
u otros cuerpos superficiales en centros urbanos, plantaciones, etc.

 Control de Erosión. Consiste en impedir la acción erosiva del agua, tanto


en cauces como en el suelo.

Con las obras de Protección, la Hidrología da a la Ingeniería Civil los métodos que
analizan los regímenes de caudales medios y extremos (máximos) de las
corrientes de agua en los tramos de influencia de las obras viales, en las zonas
que requieren de alcantarillados de aguas lluvias, y en las zonas inundables
adyacentes a los cauces.

Finalmente, sean Obras de Aprovechamiento o de Protección, podremos pensar


que los métodos de la Hidrología recolectan y procesan información histórica,
programan y ejecutan actividades de campo en topografía, batimetrías, aforos
líquidos y sólidos, toma y análisis de muestras de sedimentos, entre otros. Los
resultados de éstos producen información sobre los siguientes aspectos:

 Características climatológicas y morfométricas de las zonas que tienen


influencia sobre el área del proyecto Civil.

 Selección y capacidad de la fuente que suministrará el caudal que se


entregará a los beneficiarios del proyecto.

 Magnitud de los eventos extremos (Crecientes y Sequías), que pueden


poner en peligro la estabilidad de las obras civiles, o a los procesos de
navegación o el suministro confiable de agua a los usuarios.

 Transporte de sedimentos hacia las obras de captación y almacenamiento,


o erosión de cauces naturales.
HISTORIA DE LA HIDROLOGÍA.

El origen de las aguas y su ciclo en la naturaleza no se aclaran para los sabios


europeos sino hasta fines del siglo XVII. El ciclo del agua comprende tres partes:
1) el mar y, en una mínima medida, la cobertura vegetal (evaporación y
evapotranspiración cuyo motor es la energía solar); 2) las nubes (transferencia,
condensación, precipitación); 3) el agua continental superficial (fuentes, ríos,
lagos) y subterránea que termina por volver al mar después de un tiempo más o
menos largo, a excepción de las aguas fósiles.

En Occidente, el libro fundador de la hidrología científica es la obra de Pierre


Perrault "De l'origine des fontaines", publicado en 1674 por Pierre Le Petit, en
París. Perrault efectuó un balance hidrológico de una cuenca situada en el curso
superior del Sena. En 1687, el británico Edmond Halley estimó la evaporación del
Mediterráneo, comparando luego esta evaluación con los aportes de los ríos que
allí desembocan. Para conocer la evapotranspiración de los vegetales, el
matemático francés De La Hire construyó tres lisímetros en 1688. No obstante,
fuera de Europa, 500 años antes de J.C., los chinos conocían el ciclo del agua y
Kautilya, ministro de la dinastía india de los Maurya (382-184 antes de J.C.)
obligaba a medir la lluvia en un cubo colocado delante de almacenes agrícolas.
Para los servicios públicos, el primer sistema de anuncio de crecidas que utilizaba
jinetes que viajaban más rápido que la ola, se remonta al año 1574. Fueron los
chinos quienes implementaron este sistema en el Río Amarillo. No debiendo nada
al Occidente, los coreanos hacían mediciones de lluvia seguidas y sistemáticas
desde 1441 y continúan haciéndolo hasta nuestros días. La dificultad mayor para
comprender el ciclo del agua era explicar por qué el nivel de los océanos no se
elevaba, a pesar del aporte continuo de los ríos. Habría sido necesario estimar la
fuerte cantidad de agua oceánica evaporada por la energía solar; pero, esto era
imposible ya que las extensiones marinas se suponía que ocupaban sólo una
superficie muy reducida en un mundo plano y en forma de disco. Pero este
concepto heredado de Tolomeo (90-168 después de J.C.), desapareció poco a
poco en el Occidente, sobre todo después de los trabajos de Copérnico (1473-
1543) y de Galileo (1564-1642). Otra paradoja difícil de resolver para los antiguos
se presentaba en Egipto. La crecida del Nilo tenía lugar en plena estación seca y
los ribereños no conocían las fuentes del río, descubiertas recién en el siglo XIX
por los europeos. Los antiguos egipcios de castas bajas concebían la subida del
mar en el río como en un golfo bretón creyendo que el Nilo sólo era un brazo del
Mediterráneo. Sin embargo, los letrados seguían sus crecidas mediante las
primeras escalas implantadas en el lecho del río, los famosos nilómetros.
Finalmente, se planteaban aún otros problemas, pues al cesar las lluvias los ríos
seguían corriendo. ¿Cómo eran alimentados? Entre otras hipótesis más sólidas,
Aristóteles (384-322 antes de J.C.) consideraba de manera fantasiosa que el flujo
de los ríos encontraba en parte su fuente en la condensación del vapor de agua
subterránea, producida a su vez por el flujo y la desalinización del agua de mar en
el suelo.

Desde la antigüedad, el control del agua implicaba el poder en MedioOriente,


donde es particularmente rara. El historiador Wittfogel pudo hablar de
civilizaciones "hidráulicas" basadas en la propiedad y el dominio de la gestión del
agua. Las civilizaciones egipcias, asiria y del reino de Saba son ejemplos patentes
de ello. Florecieron en medioambientes que se volvieron sensiblemente tan áridos
como actualmente. En el siglo VIII antes de J.C., los "quanats" -canales
subterráneos artificiales que transportan el agua a grandes distancias- fueron
inventados por los habitantes de Urartu en la actual Turquía. Esta explotación de
las aguas, generalmente surgidas del drenaje de los acuíferos, se difundirá en
Persia, en Egipto, en India, en Grecia, en el Maghreb, donde es conocida con el
nombre de "foggaras", en las Canarias: las galerías, etc. Dan Gill propone un
escenario basado en el Antiguo Testamento, en el cual la toma de Jerusalén por
parte del rey David habría sido hecha tomando los conductos subterráneos de la
ciudad, alimentados por las aguas de la fuente de Gihon. No obstante, el caso más
patente de la importancia del agua fue la caída del reino de Saba, atribuida
simbólicamente a la destrucción de la única presa de Marib (hacia el siglo III
después de J.C.). En la Surata de las moscas del Corán, la impiedad de los
habitantes de ese reino hizo que desapareciera por causa del agua, el mismo
elemento que había permitido su prosperidad. Aún hoy en día, Israel vigila
cuidadosamente su aprovisionamiento de agua y sólo una poderosa red
interconectada es capaz de satisfacer sus necesidades. La entidad palestina se
enfrentará rápidamente a la carencia de agua y, por lo tanto, a su dependencia
frente al estado hebreo. Otros casos contemporáneos bien conocidos son los de
los ríos internacionales donde los países situados río arriba pueden controlar los
caudales de aquellos localizados río abajo. Egipto depende de la situación política
de Etiopía, verdadero castillo de agua del Nilo, un país cuyos embalses y tomas
futuros podrían volver obsoleta la presa de Assuán y su agricultura irrigada. Se
acaba de concertar un acuerdo sobre la utilización de las aguas del Jordán entre
Jordania e Israel.

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