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López Granados, Ana Dolores-21065123k - TFG

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GRADO EN HISTORIA

TRABAJO DE FIN DE GRADO REALIZADO POR

ANA DOLORES LÓPEZ GRANADOS

DNI: 21065123K

EL PUEBLO GITANO EN EL SIGLO XVIII.

BAJO LA DIRECCIÓN DE
Prof. D. JUAN HERNÁNDEZ FRANCO

UNIVERSIDAD DE MURCIA
Facultad de Letras

Curso 2020/2021
Convocatoria de junio
DECLARACIÓN RESPONSABLE DE AUTORÍA DE TFG
GRADO EN HISTORIA

Ana Dolores López Granados, con DNI 21065123K, estudiante del Grado en Historia de la
Universidad de Murcia, autor/a del TFG con título: El pueblo gitano en el siglo XVIII,
tutelado por el Dr. Juan Hernández Franco y presentado para su defensa en la convocatoria
de junio del curso académico 2020/2021

DECLARA BAJO JURAMENTO

Que el trabajo arriba citado es original, de manera que su contenido no vulnera la legislación
en materia de Propiedad Intelectual, no contiene plagio y tampoco constituye un fraude de
autoría por ser obra de terceros;

Que así lo ha hecho saber a quien tutela dicho trabajo, y de todo ello deja constancia, bajo
su responsabilidad legal, mediante este documento, que se incluye en el TFG como página
aparte, sin numerar y sin que compute en el tamaño exigible al mismo, inmediatamente
después de la portada.

Que cumple así el requisito exigido para que el TFG, una vez depositado en la aplicación
tf.um.es, sea sometido a Informe y Evaluación, en la medida en que es original, no contiene
plagio ni es obra de terceros.

Murcia, 2 de junio de 2021.


A mis padres, a mis hermanos y a toda mi familia, por
apoyarme durante esta etapa académica que hoy
culmina.
¡Oh ciudad de los gitanos!
En las esquinas banderas.
La luna y la calabaza
con las guindas en conserva.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vió y no te recuerda?
Ciudad de dolor y almizcle,
con las torres de canela.
Federico García Lorca, Ciudad de los gitanos.
ÍNDICE
I. Introducción……………………………………………………………………2
II. Objetivos y metodología……………………………………………………….3
III. Estado de la cuestión…………………………………………………………...5
IV. Desarrollo.
1. Origen……………………………………………………………………8
2. El pueblo gitano: Rasgos distintivos………………………………….....10
3. La imagen del pueblo gitano para el resto de la sociedad…………….....14
4. Las grandes leyes pragmáticas contra los gitanos en el siglo XVIII….....15
4.1.Felipe V (1717)……………………………………………….……16

4.2.Fernando VI (1749)…………………………………………….18

4.3. Carlos III (1783)………………………………………………..…21

5. Consecuencias: El destino hacia la libertad………………………….….22


V. Conclusiones……………………………………………………………………24

VI. Bibliografía……………………………………………………………………..26
VII. Anexos…………………………………………………………………………..28
Resumen:
En el presente trabajo realizaremos un estudio sobre el pueblo gitano durante el siglo
XVIII en nuestro país, ya que dicha etapa ha sido caracterizada por la creación de diversas
leyes antigitanas, dando lugar a la persecución y la intencionalidad de exterminio de esta
minoría social. Para ello, haremos una pequeña introducción sobre la entrada de este
colectivo en la Península Ibérica y procederemos a conocer esta parte de la sociedad, por un
lado, a partir de sus rasgos más distintivos: modo de vida, traje y lengua, y por otro lado,
desde su posición social y la imagen creada por el resto de la sociedad sobre esta minoría.
Asimismo, analizaremos cómo el pueblo gitano ha sido perseguido a partir de la
promulgación de diferentes pragmáticas durante los reinados de Felipe V, impulsador de la
política antigitana durante este siglo; Fernando VI, cuyo mandato coincide con una etapa
trágica para los gitanos a consecuencia de la Gran Redada de 1749; por último el reinado de
Carlos III, cuya gobernanza destaca por una política en busca de la integración social de los
gitanos. De esta forma, abordamos de forma integral y observamos los cambios registrados
a través de disposiciones y propuestas políticas en la vida de los gitanos residentes en la
Monarquía Hispánica a lo largo del setecientos. Para finalizar, intentaremos dar una
respuesta a cuales fueron los motivos que dieron pie a estas diversas situaciones y que hoy
en día, hacen el pueblo gitano sigue recogiendo las consecuencias sociales de esta historia.

Palabras claves: Gitanos, siglo XVIII, sociedad, cultura, Felipe V, Fernando VI, Gran
Redada, Carlos III, pragmáticas.
Abstract:
This paper studies the Gipsy people in our country in the 18th century. It was during
this time that several anti-gipsy laws were passed, which gave way to persecution and an
intent to exterminate this social minority. We will provide a brief introduction of how this
group entered Iberian Peninsula and we will get to know their society. On the one hand, we
will look at their distinctive features, such as their lifestyle, costumes, and language. On the
other hand, we will explore their social status and the image created by the general
population.
Furthermore, we will analyze how the Gipsies have been persecuted through the passing of
different laws under different rulers. Philip V promoted anti-gipsy policies during this reign.
The ruling of Ferdinand VI coincides with a tragic period for the Gipsy people due to The
Great Gipsy Round-up in 1749. Finally, the reign of Charles III stands out for policies in
favor of social integration of the Gipsy community. This way we will address the situation
from different angles and we will see the changes that take place in the lives of gipsies
residing in the Spanish Monarchy during the 1700s as a consequence of different policies
and regulations. Lastly, we will focus on Gipsies in Kingdom of Murcia from a social
perspective. We will look at their family structure, marriage arrangements, and the main
trades among them. Finally, we will try to give an answer to what were the reasons that gave
rise to these different situations and that today, have the Roma people still reaping the social
consequences of this history.
Keywords: Gipsies, 18th century, society, culture, Philip V, Ferdinand VI, The Great Gipsy
Round-up, Charles III, laws.
I. Introducción

El pueblo gitano ha sido objeto de estudio en frecuentes investigaciones debido a la


falta de respuestas relacionadas con su origen, cultura, historia, costumbres, entre otros; a la
misma vez que por ser una de las minorías sociales que más ha sufrido las duras represiones
y restricciones que se le han impuesto desde su entrada en España a finales del siglo XIV
hasta la Constitución Española de 1978. Por lo tanto, como consecuencia de ello la historia
del pueblo gitano se ha construido a partir de fuentes orales, las cuales se han ido perdiendo
a lo largo del tiempo, siendo el siglo XVIII el período de la Edad Moderna donde
encontramos una mayor cantidad de materiales documentales para la realización de su
investigación, debido al desarrollo de los diferentes sucesos históricos en los que el colectivo
gitano fue situado como protagonista -a su pesar- durante esta etapa.

Así pues, el motivo que me mueve a la elección temática de este trabajo consiste en
un mejor entendimiento de la situación actual de esta minoría, que ha convivido con el resto
de la sociedad española durante siglos. En concreto, las cuestiones que me motivaron a la
realización de este trabajo fueron, por un lado, ¿a qué es debido la exclusión del pueblo
gitano?, y por otro lado ¿cuáles han sido las causas que han llevado a este colectivo a la
marginación, si desde un primer momento quisieron convertirse al cristianismo e integrarse
en nuestra sociedad? Por ello, trataremos de conocer la cuna de las diferentes razones por
las cuales esta etnia gitana ha sido perseguida, para llegar a tener una mejor compresión y
conocimiento de nuestro presente y de nuestra sociedad actual, todo ello a través de lecturas
historiográficas, antropológicas y reflexiones acerca de la sociedad gitana, y los diferentes
episodios históricos que han dado lugar, a partir de las distintas leyes pragmáticas, al
exterminio de la etnia gitana hasta el intento de integración de dicha etnia en la sociedad.

El pueblo gitano ha sido y es parte de la historia de nuestro país, que como otras minorías,
ha sido excluido desde su llegada a la península, sin embargo sus actos y acciones deben ser
observados a la luz de la Historia con el fin de evitar distorsiones y visiones simplistas sobre
cómo la sociedad gitana ha sido marginada y tachada en la oscuridad hasta nuestros días.

En definitiva, la problemática del pueblo gitano durante el siglo XVIII se ha encontrado


en la frontera entre la exclusión e integración de la sociedad española del momento, en otras
palabras, el epicentro de lo que hoy se sigue recogiendo. Sin embargo, ¿deberíamos seguir
hablando de dos sociedades distintas?

2
II. Objetivos y metodología.

Una vez planteada la temática, procedemos a comentar los objetivos perseguidos durante
este trabajo.

El primer objetivo marcado, como veremos en el siguiente apartado, es conocer los


estudios sobre la población gitana para poder crear trabajos y recursos que aporten un mayor
conocimiento sobre esta parte de la sociedad, y sobre todo observar las diversas
interpretaciones que la historiografía ha realizado sobre la presencia de la minoría gitana en
la sociedad española del siglo XVIII.

Un segundo objetivo, además de una de las intenciones de este trabajo, es conocer la


cultura e historia gitana con el fin de crear un acercamiento a la sociedad española. Con tal
fin en este trabajo vamos a tratar por un lado el origen gitano, intentando dar una explicación
a su inmigración por el continente europeo, y en concreto su llegada a la Península Ibérica,
y por otro lado, nos centraremos en los rasgos distintivos por los cuales se han destacado y
definido al pueblo gitano, a través de su lengua, traje y modo de vida.

El tercer objetivo y como ya hemos dejado ver en la introducción, es conocer las causas
de por qué hoy en día, podemos seguir considerando la población gitana como una parte de
la sociedad marginada y apartada, a pesar de haber transcurrido ya más de seis siglos desde
su presencia en la Península Ibérica. De esta forma, trataremos la imagen que se tenía de esta
etnia en el resto de la sociedad, dando paso a una mejor compresión y entendimiento de los
motivos que llevaron a la realización de las diferentes leyes pragmáticas durante los diversos
reinos de Felipe V, Fernando VI y Carlos III.

En cuarto y último lugar, plantearemos la cuestión de si realmente el siglo XVIII para la


población gitana supuso el principio de una nueva etapa. Asimismo, analizaremos la
situación del pueblo gitano tras este siglo caracterizado por una larga lista de pragmáticas
punitivas, que no fueron las primeras pero tampoco las últimas. En otras palabras, ¿será el
siglo XVIII un capítulo esperanzador o seguirá siendo una nueva tragedia en la historia de
nuestro país?

Una vez alcanzados los objetivos planteados, obtendremos como resultado un


acercamiento de la sociedad española hacia el colectivo gitano, permitiendo una mejor
comprensión de la cultura e historia gitana; además de hacernos reflexionar y entender la
situación actual que vivimos con cierta presencia de antigitanismo, el cual ha sido un factor

3
constante en la sociedad que no ha permitido alcanzar el fin de la integración social de este
colectivo, como veremos a lo largo de este trabajo.

En cuanto a la metodología empleada, se ha tratado de cumplir con los objetivos


planteados desde un tratamiento historiográfico, en el cual se prioriza la historia cultural y
política, ciñéndonos especialmente al siglo XVIII.

De esta forma, debemos señalar que a la hora de realizar los tres primeros puntos del
desarrollo, se han tratado desde una perspectiva antropológica y social más que desde un
punto de vista histórico, permitiéndonos un mejor acercamiento y conocimiento del
trasfondo social del pueblo gitano. De modo que, procedemos a conocer esta minoría a partir
de su cultura y rasgos más distintivos que han dado pie a la creación de una identidad propia
en la sociedad y de la misma manera, nos permitirá analizar la imagen generada en el resto
de la sociedad acerca de los gitanos, acudiendo a los diferentes libros y artículos
especializados en la historia del pueblo gitano.

Una vez realizados los puntos comentados, procederemos a los siguientes a partir de una
búsqueda más concisa de los objetivos acordados, centrándonos, principalmente, en el
contexto histórico y político durante las diferentes monarquías del siglo XVIII, dando
especial importancia a las diversas leyes dirigidas al colectivo gitano. Frente a ello
recurriremos, aparte de al material nombrado en el párrafo anterior, a trabajos especializados
en lo sucedido tras las diferentes restricciones proclamadas, así como un análisis de la
justicia ejercida en España.

Por lo tanto, los recursos utilizados para la ejecución de este trabajo se han centrado
previamente en una búsqueda online a través de las diferentes bases de datos. Por una parte,
para la búsqueda de libros y manuales históricos, hemos utilizado la base de datos propia de
la biblioteca Antonio Nebrija, mientras que, por otra parte, para la búsqueda de los diferentes
artículos o trabajos de investigación hemos acudido a los recursos online disponibles como
JSTOR y SciELO. Sin embargo, la principal base de datos a la que más hemos recurrido ha
sido Dialnet, además de los diferentes recursos virtuales ofrecidos por la Universidad de
Murcia, como Xabio o Editum.

4
III. Estado de la cuestión.

Una vez planteados los objetivos perseguidos y la metodología empleada para su


elaboración, procederemos a realizar el estado de la cuestión.

De esta forma, es preciso hacer una recopilación de lo que se sabe hasta ahora sobre la
población gitana en el siglo XVIII. Como hemos nombrado al principio de la introducción,
el pueblo gitano ha sido objeto de estudio desde diferentes perspectivas, sin embargo, lo que
sabemos de esta etnia es a través de hipótesis y pequeñas pinceladas que no terminan de
afirmar la historia de este pueblo, como es su origen. Aunque los estudios se hayan basado
en los rasgos físicos y en un proceso de inmigración, hoy en día no se sabe con certeza de
dónde provienen, y esto mismo sucede con la construcción antropológica de esta sociedad,
debido a los escasos documentos existentes que recogen información de la población gitana.
Por lo tanto, la creación de la historia de esta etnia en nuestro país se ha construido a partir
de las diferentes leyes pragmáticas dirigidas a ellos. En otras palabras, la historia de los
gitanos ha sido escrita por la sociedad no gitana, además de ser una de las minorías de la
sociedad española que menos ha sido estudiada e investigada.

Por lo tanto, para la elaboración de este apartado dividiremos el trabajo en dos bloques:
por un lado, las cuestiones relacionados con el origen y la investigación realizada sobre su
cultura y modo de vida, y por otro lado, las diferentes leyes pragmáticas en las que los gitanos
han sido los protagonistas.

Respecto al primer bloque, acudiremos a libros y manuales centrados en la historia del


pueblo gitano, de los cuales destacaremos a tres autores: George Borrow, François de Vaúx
de Foletier y David Martín Sánchez. El orden de enumeración de estos autores es
cronológico, destacando la obra de Borrow como un trabajo fundamental para la elaboración
de la historia del pueblo gitano, siendo fuente imprescindible en la investigación sobre esta
parte de la sociedad, ya que su obra es la primera que recoge tanto el modo de vida de estas
personas, como las diversas situaciones que se dieron en los diferentes territorios del país.
Como prueba de ello, sabemos que los dos autores siguientes se han apoyado en esta obra
para la construcción de la suya propia.

Una vez leídas las obras de estos autores, encontramos una temática similar que trata
fundamentalmente de responder las cuestiones relacionadas con el modo de vida, cultura y
costumbres, donde prácticamente se aporta la misma información. Sin embargo, es cierto
que en las obras de George Borrow y François de Vaúx de Foletier hallamos pequeñas

5
diferencias destacables: la obra de Borrow trata la situación de los gitanos centrándose en
diferentes zonas de nuestro país, y gracias a ser una obra del siglo XIX, recoge cierta
información respecto a su vestimenta y tradiciones, lo cual se irá perdiendo en otras obras.
No obstante, la obra de François de Vaúx de Foletier no sólo se centra en España, sino que
además recoge las características principales de la historia de los gitanos dentro del
continente europeo.

Es preciso señalar que aunque el trabajo de Martín Sánchez es una mezcla de ambas
obras que no nos aporta nada nuevo en diferencia a las ya mencionadas, es de valorar su
esfuerzo al convertir su trabajo en una lectura de fácil compresión, gracias al uso de un
vocabulario más común. Además, es una de las obras más actuales, ya que recoge a varios
autores españoles del último siglo especializados en el estudio de la etnia gitana, que
veremos a continuación.

Asimismo, ¿podríamos utilizar estas obras para el segundo bloque centrado en las
diferentes leyes pragmáticas dirigidas a los gitanos? La respuesta es afirmativa, pero es
posible solo de una forma muy general, ya que en dichas obras apenas se profundiza sobre
la situación jurídica y política de los gitanos. Este hecho seguramente se deba a que en el
momento de la escritura de las obras de Borrow y François de Vaúx de Foletier, no se habían
realizado trabajos de investigación en relación con estas cuestiones.

En cuanto al segundo bloque, utilizaremos artículos y trabajos de investigación centrados


en temáticas más concretas respecto a la historia del pueblo gitano, que han resultado ser
fundamentales para el estudio de dicha población.

En primer lugar, desde una perspectiva de marginación y exclusión de los gitanos en la


sociedad, acudiremos a dos de los autores principales en la elaboración de este tipo trabajos,
como son María Helena Sánchez Ortega y Antonio Gómez Alfaro. Sin embargo, aunque los
trabajos de Sánchez Ortega no se centran en el siglo XVIII y se decantan por períodos
anteriores, es necesario reunir todas las observaciones y sucesos que ayuden a una mejor
compresión de la realidad del siglo XVIII. Por su parte, el autor Gómez Alfaro analiza la
situación de los gitanos desde la pobreza y la marginación causada por los diferentes
estatutos. Por lo tanto, gracias a los trabajos de estos autores obtenemos una mejor
apreciación de la situación social de la población gitana.

En segundo lugar, desde una perspectiva jurídica y política son de enorme valía los
trabajos de José Luis Gómez Urdáñez y Manuel Martínez Martínez. Este último aborda en

6
sus estudios los proyectos de exterminio durante el reinado de Fernando VI, mientras que
Gómez Urdáñez se ocupa de una similar temática en el reinado de Carlos III, por lo que serán
fundamentales en los apartados de sus respectivos reinos. Igualmente, hay un paradigmático
artículo de Gómez Urdáñez, Lo que pensaban sobre los gitanos los gobernantes del siglo
ilustrado, el cual destaca por su perspectiva diferente, que nos ayuda a comprender las causas
que dieron pie a la realización de estos proyectos con el objetivo de una extinción completa.

Asimismo, es preciso mencionar otros autores como Ignacio Mena Cabezas, que a partir
de su trabajo Una minoría entre la asimilación y la exclusión nos ayuda a completar la visión
que nos aportan Sánchez Ortega y Gómez Alfaro, o los trabajos de Martínez Dhier para el
estudio de los sucesos históricos desde una perspectiva jurídica dados en los diferentes
reinos. Además, utilizaremos los trabajos de Abajo Alcalde sobre la situación actual de los
gitanos para poder hacer una pequeña comparación con la situación del siglo XVIII.

Por último, pero no por ello menos importante, mencionar los estudios del profesor
Antonio Peñafiel Ramón, uno de los pocos autores que ha trabajado la población gitana
desde una perspectiva social, así como sus estudios centrados en la estructuración familiar,
los matrimonios y la presencia de la etnia gitana en la Región de Murcia. Sin embargo, por
motivos de espacio, hemos dejado de lado esta temática concreta y hemos utilizado sus
trabajos sobre la sociedad gitana en las diferentes monarquías hispánicas del siglo XVIII.

En conclusión, a pesar de las dificultades que implica el hecho de que sea un tema
impopular y desconocido, hemos logrado recopilar la bibliografía necesaria para la
realización de este trabajo. Así pues, debemos subrayar la ausencia de recursos
bibliográficos sobre ciertas cuestiones como es, por ejemplo, la estructuración de la familia
gitana o la composición de los matrimonios gitanos durante la Edad Moderna. Además,
también debemos destacar la diferente cantidad de materiales bibliográficos que
encontramos sobre los distintos reinos analizados en el presente trabajo. Probablemente, este
hecho sea debido a que durante el reinado de Fernando VI tuvo lugar uno de los sucesos más
trágicos, a saber, la persecución de los gitanos, teniendo como consecuencia la creación de
una gran cantidad de documentos que se han podido conservar y han permitido la realización
de diversos trabajos de campo.

7
IV. Desarrollo
1. Origen
A la hora de investigar el pueblo gitano como objeto de estudio, nos encontramos con
una de las principales incógnitas de esta etnia: su origen. Hoy en día, no sabemos con certeza
la raíz de procedencia de esta parte de la sociedad.

El autor, François De Vaùx De Foletier, recoge en su obra, Mil años de historia de los
gitanos, varias hipótesis de su procedencia por diferentes autores. Algunos, argumentan que
su origen proviene de África, como el filósofo Jakob Thomasius, mientras que otros, señalan
su origen en las regiones balcánicas como Valaquia, según el autor Jean Brodeau1. Sin
embargo, la mayoría de los autores coinciden en sus estudios sobre que el pueblo gitano
proviene de un lugar denominado Egipto Menor, zona que actualmente la localizaríamos
entre Chipre y Siria2. Varios autores, como Court de Gébelin o Voltaire, argumentan está
hipótesis basándose en los testimonios orales de los propios gitanos y en los títulos de
“duque” o “conde” de los jefes de estos grupos3.

Esta última hipótesis es la más probable, aunque no haya existido un territorio


denominado Egipto Menor, las diferentes investigaciones que se han llevado a cabo a partir
de la disciplina de la lingüística, confirman ciertas similitudes entre el sánscrito y el romaní,
idioma propio del pueblo gitano del que hablaremos más adelante, y además de los estudios
basados en las relaciones genéticas que consolidan la teoría del pueblo gitano proveniente
de Asia. Es decir, el pueblo gitano partió de un lugar del mundo, en este caso de la India,
pero su verdadera formación se realizó en Europa4.

La entrada del pueblo gitano en Europa fue debido, en un primer momento, a la


expansión territorial del Imperio otomano a finales del siglo XIV. Sin embargo, las causas
que llevaron a cabo a seguir con dicha inmigración por el continente se deben
principalmente, por motivos religiosos, teniendo como objetivo la salvación de su alma y
deshacerse de su pasado islámico. Como consecuencia de ello, los destinos primordiales de
su peregrinación eran ciudades como Roma o Santiago de Compostela5.

1
De Vaux De Foletier, F. (1977). Mil años de historia de los gitanos. Barcelona: Plaza & Janes, pp.23-24.
2
Martín Sánchez, D. (2018). Historia del pueblo gitano en España. Madrid: Catarata, p. 16.
3
De Vaux De Folerier, F. (1977): Op. cit., pp. 22-23.
4
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit., p. 16.
5
Ibídem, p. 18

8
Para la realización de estos viajes era obligatorio la concesión de salvoconductos y cartas
de protección por parte de miembros de las altas clases sociales, como emperadores, o
incluso, el propio Papa. Las peregrinaciones tenían una duración de siete años, y una vez
cumplido este período de tiempo, este grupo étnico buscaba nuevas prórrogas para esa
protección6.

Las primeras inmigraciones gitanas que se dieron en la península Ibérica, aunque no


tengamos una fecha exacta de su llegada, nos podemos remontar en el siglo XIV, entrando
por la zona de los Pirineos, procedentes de la Europa Central7.

Según las historiadoras Helena Sánchez Ortega y Teresa San Román, podemos dividir
en cinco etapas la historia del pueblo gitano en nuestro país. La primera etapa se divide desde
la primera aparición de grupos gitanos, de dos mil o tres mil personas, dirigidos por “duques”
o “condes”8, hasta la pragmática emitida por los Reyes Católicos, en 1499. Etapa la cual se
caracteriza por la aceptación social del pueblo gitano, debido a su situación de peregrinos9.

La segunda etapa (1499-1633), es distinguida por la decisión de Felipe IV en mantener


a los gitanos en sus tierras, y aunque esta ley tenía como objetivo la integración social del
pueblo gitano en el ámbito judicial, fue inestable y desigualitario10, marcando el inicio de la
exclusión y marginación de esta minoría11.

Durante la tercera etapa (1633-1749), se intentará convertir a los gitanos en grupos


sedentarios y súbditos productivos a partir de amenazas y represiones, que sumando los
límites de la política integracionista, producirá una inestabilidad social12.

La cuarta etapa (1749-1783), será caracterizado por el reinado de Fernando VI, quien
desarrollara una política antigitana, destacada por el exterminio y la limpieza étnica13.

La quinta y última etapa a partir de 1783, se destacará la política de Carlos III,


persiguiendo el objetivo de una política de integración social de forma paulatina de las

6
Ídem.
7
Ibídem, p. 15.
8
Mena Cabezas, I. R. (2005). Gitanos en la Edad Moderna. Una minoría entre la asimilación y la exclusión.
En Sociedad Extremeña de Historia (Ed.), Marginados y minorías sociales en la España Moderna y otros
estudios sobre Extremadura, VI Jornadas de Historia en Llerena, p.151. Badajoz. Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2029857 (02/03/2021)
9
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 20.
10
Ídem.
11
Mena Cabezas, I. R. (2005): Op, Cit, p. 152.
12
Ídem.
13
Ídem.

9
minorías del reino14. Desde entonces, no se ha creado una ley contra los gitanos, aunque es
cierto que, encontraremos políticas independientes en diferentes reinos como Navarra,
basada en la represión y expulsión contra el pueblo gitano15.

En definitiva, desde Asia hasta Europa, desde La India hasta España, el pueblo gitano
con un difícil camino lleno de obstáculos, llego a conseguir en el siglo XIV, empatía y
compresión en los diferentes reinos de la península Ibérica, pero no por mucho tiempo, ya
que el rechazo y la marginación hacia los gitanos, fue aumentando por su escasa capacidad
de integración social, que terminó en una larga lista de leyes pragmáticas contra ellos a lo
largo de la historia16.

2. El pueblo gitano: rasgos distintivos.


El pueblo gitano ha ido evolucionando y adquiriendo unas características propias y
diferentes al resto de la sociedad. Por ello, en este punto nos vamos a centrar en los
principales rasgos distintivos de esta etnia: el traje, la lengua y su modo de vida.

El traje gitano era uno de los rasgos que definía la estética e identidad de este
colectivo. La reconstrucción de su vestimenta tiene cierto grado de dificultad, debido por un
lado a su evolución a lo largo de la historia, y por otro, a la escasez y vacío de fuentes escritas
e ilustrativas. Seguramente, gracias a las diferentes leyes que prohibían su uso17.

Por lo tanto, debemos aferrarnos a los pocos datos que recogemos, desde obras
literarias como Aurelia escrita por Juan Timoneda entre 1564 y 1572, en la cual aparecen
impresas las figuras de un gitano y una gitana- véase fig./ lámina nº 1, p. 28, hasta
representaciones de obras artísticas pintadas por El Bosco o las tapicerías franco-flamencas
de Tournai18- véase fig./ lámina nº 2, p. 29. Además, debemos tener en cuenta que durante el
Renacimiento, e incluso en el siglo XVII, la temática de los gitanos en el arte tuvo cierta
relevancia19.

Todas estas obras coinciden en la estética de la gitana representándola con objetos


decorativos en el pelo como rodelas, tocas (lisas o rayadas) en la cabeza o, directamente el
pelo recogido con turbantes. Según George Borrow, en su obra, Los Zincali (Los gitanos de

14
Ídem.
15
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 20.
16
Ibídem, p. 24.
17
Ibídem, p.41.
18
Ibídem, p. 42.
19
De Vaux De Folerier, F. (1977): Op. cit., p. 206.

10
España), asegura que el uso del turbante era impedir la visualización de las canas. Mientras
que, se vestían con túnicas20.

Sin embargo, debemos señalar que esta imagen será la vestimenta durante el siglo
XV, y como hemos mencionado anteriormente, desde el siglo XVII en adelante, irá
evolucionando a una estética más simple, dejando su pelo medio recogido con pañuelo y
manteniendo la túnica pero con estampados, o el novedoso uso de camisolas de color blancas
o amarillas. Estas camisolas les descubría parte del pecho y de la pierna, por lo que en la
sociedad puritana del momento, les etiquetaba directamente como busconas. Además, su
vestimenta irá acompañada de collares, pulseras, tobilleras21, o lo que más sorprendió a los
europeos, fueron los pendientes de plata en formas de aro22, simbolizando una condición
acomodada23.

Pero lo que más destacaba del traje de la mujer gitana era su colorido24 o los pliegues
de su traje. El traje de la mujer gitana se diferenciaba del resto por la ausencia de la mantilla
y una saya corta con muchos volantes. Probablemente, el traje gitano ha podido tener cierta
influencia en el modelo del traje andaluz25, ya que fue en Andalucía donde más gitanos
inmigraron26.

En cambio, el traje de los hombres no era tan llamativo como el de las mujeres
gitanas. A los gitanos se les representa con sayos de tela rayada con el cuerpo liso y ceñido
al torso, escote en cuadro, manga ancha, ajustada al puño y faldilla con pliegues27. Aunque
podemos encontrar a otros gitanos representados con ropas cortas o sayos ceñidos por medio
de una faja y las piernas cubiertas con medias de color. La mayoría de ellos calzaban botas
y sombreros decorados con plumas. Pero sin duda, lo que más destacaba de su apariencia,
eran sus largas barbas y melenas oscuras28. Los hombres gitanos también acompañaban su
vestimenta con pendientes de aro, al igual que las gitanas29, asegurando un signo de
nobleza30.

20
Borrow, G. (1979). Los Zincali (Los gitanos de España). Madrid: Ediciones Turner, p. 155.
21
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 42.
22
De Vaux De Folerier, F. (1977): Op. cit., p. 206.
23
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 44.
24
Ibídem, p. 43.
25
Borrow, G. (1979): Op, Cit., p. 155.
26
Ibídem, p. 23.
27
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 43.
28
Ídem.
29
Ibídem, p. 44.
30
De Vaux De Folerier, F. (1977): Op. cit., p. 206

11
En resumen, los gitanos tienen devoción por los colores vivos, especialmente por el
rojo y el verde31. Seguramente, este motivo se deba a que ciertos oficios requerían llamar la
atención de la clientela32 .

El segundo rasgo distintivo del pueblo gitano es su lengua, el romaní, también


denominado romanés o romanó. Un idioma universal que ha sido la llave para crear una
identidad colectiva33.

El romaní es la construcción de diferentes características lingüísticas de origen


sánscrita34. Según el autor Nicolás Jiménez, el romaní proviene de la familia lingüística
neosánscrita o indoirania, es decir, que tiene ciertas similitudes con otros idiomas como el
bengalí, el guyaratí o el hindi, entre otros35. Sin embargo, como consecuencia de que la
lengua romaní ha convivido, durante un largo periodo de tiempo en Europa, terminó
adquiriendo características propias de las lenguas de este continente, marcando la diferencia
con respecto a las lenguas asiáticas36.

Las conclusiones a las que se ha llegado sobre esta peculiar lengua partiendo de la
escasez de información en las fuentes, son que el pueblo gitano adquirió una rápida
influencia de los diferentes reinos debido a la necesidad de comunicación37, las
connotaciones despectivas respecto al uso del romaní y la “condición de gitano” que provocó
varias persecuciones. Todo ello facilitó la desaparición del habla romaní38.

Sin embargo, debemos mencionar el surgimiento del caló en España, como fruto
entre la mezcla del romaní y el castellano. Como bien señala el autor, Nicolás Jiménez, el
caló no es exactamente un dialecto del romaní sino que es un pogadolecto. Es decir, que se
ha tomado la estructura gramatical del castellano y se han incorporado vocablos del
romaní39.

31
Ibídem, p.207.
32
Ibídem, p. 208.
33
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 44.
34
Ídem.
35
Jiménez González, N. (2009). ¿El romanó, el caló, el romanó-kaló o el gitañol? Cincuenta y tres notas
sociolingúísticas en torno a los gitanos españoles. Anales de Historia Contemporánea, 25, p.152.
Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2922497 (31/03/21).
36
Jiménez, N. (s. f.). ¿En qué hablan los gitanos españoles?, p. 97. Recuperado de
https://www.accioncultural.es/virtuales/vidasgitanas/pdf/vidas_gitanas_07.pdf (31/03/21).
37
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 46.
38
Ibídem, p. 47.
39
Jiménez González, N. (2018): Op, Cit.,p. 152.

12
En definitiva, el pueblo gitano no tuvo dificultad en aprender el castellano, y
posiblemente, aunque no sepamos la fecha exacta en que el romaní dejó de ser utilizado, sí
que se le dio uso durante varios siglos, dejando como prueba de ello la influencia en obras
literarias como Medora de Lope de Rueda40.

El último rasgo distintivo que vamos a tratar es su modo de vida. En la obra de George
Borrow los acusa de ladrones, y quienes más sufrieron sus actuaciones fueron los labradores,
ya que les robaban gran parte del ganado para venderlo en lejanas ferias41.

Sin embargo, debido a las duras represiones contra el pueblo gitano, difícilmente
podían llegar a tener un oficio digno, y no será hasta 1783 con Carlos III, quién marcará un
antes y un después en la historia del pueblo gitano, permitiendo la entrada de éstos a
cualquier puesto de trabajo, a cambio de abandonar sus tradiciones e identidades (el traje y
la lengua), con el objetivo de facilitar la inclusión del pueblo gitano en la sociedad42.

Pero el pasado gitano pesaba demasiado, y a pesar de los diferentes oficios que
desempeñan entre 1783 y 1785, como albañiles, carpinteros, panaderos, tenderos o
zapateros, entre otros, les obligaron a poder dedicarse solamente a aquello que tuviera
relación con el campo, de esta forma se impediría su movilidad, además ocuparían las tierras
que habían sido abandonadas por los moriscos43.

Uno de los trabajos más populares entre los gitanos era el de esquilador, ya que se
adaptaba perfectamente a su modo de vida. Sin embargo, Carlos III promulgó una nueva ley
en la que los gitanos debían de trabajar en otros oficios, ya que este trabajo era muy
demandado entre este colectivo. Por lo tanto, a partir de esta ley los gitanos tuvieron que
buscar otras alternativas como fue la compra-venta44, oficio en el cual se ha relacionado a
los gitanos con un talento especial en los negocios y en el comercio45.

Otro de los trabajos más populares entre el pueblo gitano es el de músico. Gracias al
largo recorrido de los gitanos hasta la península, le pudo permitir recoger e influenciarse por

40
Jiménez, N. (s. f.): Op, Cit.,p. 95.
41
Borrow, G. (1979): Op, Cit., p. 25.
42
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 49.
43
Ibídem, p. 50.
44
Ibídem, p. 51.
45
Ibídem, p. 52.

13
diferentes tipos de melodías (indias, iraníes, turcas, balcánicas, etc.)46. Fruto de ello, surgió
uno de los géneros musicales más populares por los gitanos españoles, el flamenco.

Según define Thiel-Cramér, el flamenco es el grito elemental –en sus formas


primitivas– de un pueblo sumido en la pobreza y la ignorancia, para quien sólo existen las
necesidades perentorias de la existencia primaria y los sentimientos instintivos47.

Por lo tanto, la música y la danza les permitían crear espectáculos públicos, con el
objetivo de ganar dinero. Estas actividades se recogen en los documentos históricos desde el
siglo XV, ya sea para celebraciones eclesiásticas o nobiliarias48.

En conclusión, como hemos podido ver la mayoría de los gitanos se dedicaron al


cuidado del campo y del ganado, mientras que el resto trabajaron de lo que pudieron, ya sea
del comercio, espectáculos, o adaptándose a las diferentes restricciones que se les fueron
imponiendo. Como consecuencia de ello, hubo una buena parte de la sociedad gitana que no
alcanzó un trabajo digno y tuvo que sobrevivir mediante el robo o la petición de limosna,
creándose una mala reputación de estas gentes49. Realmente, ¿esta imagen ha sido creada
por ellos o se la ha establecido el resto de la sociedad?

3. La imagen del pueblo gitano para el resto de la sociedad.

Nadie sabe de dónde vienen, ni adónde van, ni por qué razón han tomado el camino de
la perpetua errancia, ni desde cuándo lo hacen. No van armados, pero dan miedo, pues son
pobres. A su paso, mejor será cerrar puertas y ventanas50.

Así comienza el capítulo dedicado a los gitanos del autor Stoichita en su obra La imagen
del otro. Como podemos observar desde el primer momento, el pueblo gitano no ha sido
bien recibido a lo largo de su historia en Europa.

Entonces, ¿podemos clasificarlo como una parte de la sociedad marginada? Por un lado,
debemos mencionar que el concepto de “marginal”, como bien nos señala el autor Martín
Sánchez, no podemos asociarlo a su significado actual, ya que este concepto varía según el

46
Ídem.
47
Ösp Ögmundsdóttir, E. (2010). Flamenco: Una introducción desde su origen hasta nuestros días. Trabajo
Fin de Grado, p. 14. Recuperado de
https://skemman.is/bitstream/1946/4825/1/BA%20ritgerd%20%C3%AD%20heild.pdf (31/03/2021).
48
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 53.
49
Ibídem, p. 55.
50
Stoichita, V. I. (2016). La imagen del otro. Negros, judíos, musulmanes y gitanos en el arte occidental en
los albores de la Edad Moderna. Madrid: Cátedra, p. 189.

14
contexto y más en la Edad Moderna, teniendo en cuenta los diferentes factores económicos,
políticos, sociales, ideológicos, culturales, etc. Por otro lado, si analizamos los motivos de
marginación durante la Edad Moderna, observamos que la pobreza era uno de ellos. Sin
embargo, si lo estudiamos desde el punto religioso, vemos que el pueblo gitano no entra
dentro de esta causa según la Inquisición, ya que no eran ni musulmanes ni judíos51. Pero si
les afectaba los Estatus de Limpieza, sus rasgos físicos y los actos de delincuencia que
pudieran realizar hasta tal punto que el concepto de “gitano” sería considerado un insulto52.

Por lo tanto, la creación de las leyes pragmáticas y las órdenes de expulsión contra los
gitanos estarían justificados por su “deslealtad”, “desobediencia” y su propia naturaleza. Esta
imagen negativa del pueblo gitano ya estaba consolidada desde el siglo XVI, y aunque
probablemente la mayoría de los gitanos fueran hechiceros, ladrones, no practicantes de la
iglesia católica o estafadores, no quiere decir que la otra parte de esta sociedad sí sufriera
una represión y persecución que dificultaba su integración. En definitiva, fueron objeto de
siglos de contradicciones en las políticas étnicas y sociales53.

4. Las grandes leyes pragmáticas contra los gitanos en el siglo XVIII.


El debate respecto a la pobreza de la Edad Moderna, provocado por la llegada de una
gran multitud de inmigrantes en busca de una mejor calidad de vida, puso en cuestión los
pilares de la vieja Europa54, que concluyó con la exclusión de una parte de la sociedad de
forma permanente. Este proceso consolidó la imagen negativa de los gitanos, considerado
como una comunidad indeseable que se valía de la caridad cristiana para subsistir y debía
ser corregido con toda riguridad55.

Debemos recordar que ya en el siglo XVI, los gitanos empezaron a tomar el papel de
chivos expiatorios, sumándose a otras minorías, de la mayor parte de los males que sucedían
en la España del momento56. El aumento de quejas por parte de la Corte hacía que esta etnia
empezara a desatarse, poniéndose en tela de juicio su conversión al cristianismo e incluso se

51
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 56.
52
Ibídem, p. 57.
53
Mena Cabezas, I. R. (2005): Op, Cit, p. 156.
54
Molero Hernández, P. (2017). El debate sobre la asistencia a los pobres en la España del siglo XVI.
Perseitas, 5 (1), p. 202. Recuperado de
https://www.researchgate.net/publication/314248862_El_debate_sobre_la_asistencia_a_los_pobres_en_la_es
pana_del_siglo_XVI (10/05/21)
55
Martínez Martínez, M. (2014). Los gitanos y las gitanas de España a mediados del siglo XVIII. El fracaso
de un proyecto de “exterminio” (1748-1765). Almería: Editorial Universidad de Almería, p. 15.
56
Ibídem, p. 16.

15
les consideraban practicantes del canibalismo57. Debido a la realización de estas acusaciones,
importantes figuras representativas de la sociedad como políticos, arbitristas o autores
literarios buscaron y presionaron para que se dictaran o dispusieran medidas con el objetivo
de alcanzar el control y represión de la población gitana hasta llegar a proponer su
eliminación física58.

Esta imagen terminó por convertirse en un estereotipo negativo que se mantuvo entre
los gobernantes ilustrados del siglo XVIII. Sin embargo, encontraremos entre esta minoría
una distinción de pobres, calificándose como pobres buenos aquellos que tenían un trabajo
digno como los herreros, trujaleros, panaderos, entre otros. Mientras que los pobres malos,
eran considerados hombres sin historia, es decir, la mayor parte de esta población sólo había
tenido testimonio de su existencia en los documentos de la Iglesia, que era la prueba de su
conversión al cristianismo. Gracias a varias investigaciones realizadas por Antonio Gómez
Alfaro y María Helena Sánchez Ortega, podemos decir que la Iglesia nunca se preocupó por
las vidas cristianas de esta población, al contrario, apoyó la exclusión de los gitanos en la
sociedad. Como ejemplo, expongo las palabras de un inquisidor de Córdoba que confirmaba
este comportamiento: Los gitanos han sido en todo tiempo gente barata y despreciable59.

4.1 Felipe V.

Una vez planteadas las actitudes de las clases más ilustradas y de la Iglesia, ¿cuáles
fueron las actitudes de los propios gobernantes? Para hacer un pequeño adelanto, no es muy
diferente a las actitudes ya nombradas. En primer lugar, destacaremos la figura de Felipe V,
el primer monarca de la Casa de Borbón, quien seguiría manteniendo la política antigitana
de sus antecesores, es decir, la exclusión de su lengua, trajes y modo de vida como bien se
refleja en su disposición dictada en 1717 y por Real Cédula en 1726. En cierta medida,
podemos encontrar una semejanza con las medidas ya proclamadas por Carlos II en 1695,
ya que Felipe V veía necesario la renovación de las normas antecesoras, debido a su
ineficiencia60.

57
Sánchez Ortega, M. H. (1991). La oleada anti-gitana del siglo XVII. Espacio, tiempo y forma. Historia
Moderna, 5, pp. 71. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=164578 (10/05/21)
58
Martínez Martínez, M. (2014): Op, Cit, p. 16.
59
Gómez Urdáñez, J.L. (2019). Lo que pensaban sobre los gitanos los gobernantes del siglo ilustrado. Anuario
de la Facultad de Geografía e Historia, 19, p. 537. Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6788106 (02/03/2021)
60
Pablos Martínez-Fortún, C.C. (2018). La intolerancia jurídica frente al desfavorecido: Breve repaso
histórico. Trabajo Fin de Grado, p. 17. Recuperado de
https://repositorio.comillas.edu/xmlui/handle/11531/21676 (11/05/21)

16
Dicha cédula consistía, por un lado, en reprimir las quejas de los gitanos ante los
tribunales de justicia. A causa de ello se realizó el destierro de todos los gitanos en las
ciudades que tenían Audiencias Reales, como es el caso de Madrid, a través de la prohibición
a los gitanos de la salida de sus domicilios a excepción de situaciones de máxima urgencia,
dejando solamente cuarenta y una ciudades en las que podrían avecindarse61. La justificación
de esta ley se basaba en la concentración de mujeres gitanas en las ciudades, practicando el
arte de la adivinación y cantando canciones imprudentes por las calles62.

Mientras que, por otro lado, se estableció la obligación de un registro de identidad y


pertenencias en un período de treinta días. En el caso de que no se realizase dicho registro
dentro del plazo mencionado se procedía al castigo. Para el hombre era de seis años de
galeras, mientras que para la mujer se castigaba con cien azotes y la expulsión de los reinos.
Además, como hemos anotado anteriormente y como era de esperar, quedaba prohibido el
uso de su idiosincrasia terminando con la expulsión directa, e incluso para aquellos que sin
serlo pudieran tener dicha fama. Sin embargo, la diferencia de esta ley con las anteriores era
la necesidad de al menos cinco testigos ante esta acusación, aunque a la hora de la práctica
existía una gran diferencia con la teoría, ya que era muy difícil la demostración de un robo
o asalto, por lo tanto con el testimonio de una persona con cierta reputación prestigiosa y de
buen vestir era más que suficiente63.

Según George Borrow, tras la publicación de estas leyes se incitó a la desobediencia


de la comunidad gitana, saliendo de sus domicilios cuando lo deseaban, frecuentaban ferias
e incluso, cruzaban el país asaltando y robando en las aldeas que se encontraban en su
recorrido64.

El Rey y sus ministros debido a la ineficiencia de estas medidas, se llevó a cabo la


creación en 1721 de la Junta de Gitanos, con la finalidad de mejorar una táctica más útil de
las medidas jurídicas tomadas65. Esta junta tendría la tarea de examinar a las personas
pertenecientes a la comunidad gitana para proceder a conceder el derecho de residencia.

61
Ídem.
62
Borrow, G. (1979): Op, Cit., p. 97.
63
Pablos Martínez-Fortún, C.C. (2018): Op, Cit., p. 17.
64
Borrow, G. (1979): Op, Cit., p. 98.
65
Pablos Martínez-Fortún, C.C. (2018): Op, Cit., p. 17.

17
Además, se acuerda con el Papa la recomendación de eliminar el derecho de acogida en
sagrado, lo que suponía la anulación de los beneficios de la inmunidad eclesiástica66.

En la primera reunión realizada por la Junta de Gitanos, se hacen tres importantes


consideraciones: En primer lugar, la ineficacia en el control de los gitanos por parte de la
justicia. En segundo lugar, el gran obstáculo hallado en el proceso de expulsión de los gitanos
será el derecho de asilo; y por último, a pesar de que a los gitanos se les podía considerar
cristianos, tenían un gran desconocimiento de la religión católica67.

Por último, destacamos los últimos años del reinado de Felipe V, en concreto el año
1745 en el cual se publicó en El Escorial otra medida legislativa contra este colectivo, dictada
por el Marqués de la Ensenada, quien desarrollaría gran parte de su vida política durante el
reinado de Fernando VI y del cual hablaremos más adelante. Por lo tanto, tras las habituales
situaciones producidas y las sucesivas quejas respecto a ellos, se llegó a la conclusión de
endurecer las leyes contra la población gitana. Para ello se recogieron todas las propuestas
que tenían como solución acabar con el problema gitano68, lo que provocó la persecución a
esta minoría llegándose a dictar la pena de muerte sin la protección de la Iglesia. Sin
embargo, esta medida no duro mucho tiempo debido a la presión y quejas de las autoridades
locales, por lo que se tuvo que llevar a cabo una modificación un año más tarde, en la cual
trataba de evitar la entrada en prisión para aquellos que demostraran habitar en los mismos
lugares durante más de diez años69.

En definitiva, entendemos que el reinado de Felipe V fue el inicio de una pesadilla


para la sociedad gitana del momento, donde las leyes promulgadas fueron envueltas en un
proceso de radicalización a todo lo que se relacione con la gitanidad.

4.2 Fernando VI.

Sin embargo, el gran culmen de este proceso de exterminio sobre el colectivo gitano
fue con Fernando VI. Como bien lo define el historiador Martín Sánchez, podemos
considerar esta etapa de nuestra historia como la historia negra de España, ya que es una

66
Martínez Dhier, A. (2007). La condición social y jurídica de los gitanos en la legislación histórica española.
(A partir de la Prágmatica de los Reyes Católicos de 1499). Tesis Doctoral dirigida por Ramón Fernández
Espinar. Granada: Universidad de Granada. Facultad de Derecho. Granada, España, p. 306. Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=72159 (11/05/21)
67
Ibídem, p. 308.
68
Martínez Martínez, M. (2014): Op, Cit, p. 20.
69
Gómez Urdáñez, J. L. (s.f.). Despotismo sin ilustración: El marqués de la Ensenada y la “extensión” de
los gitanos, p. 3. Recuperado de http://www.gomezurdanez.com/gitanos.pdf (12/05/21)

18
parte negativa, olvidada, quizá disimulado, pero en ningún caso infundado70. Las quejas y
el malestar contra la comunidad gitana seguían en aumento, sobre todo por parte de
importantes figuras políticas como Gaspar Vázquez Tablada, gobernador del Consejo de
Castilla, quien consideraba las medidas legislativas tomadas como ineficientes, debido a la
permisibilidad de las autoridades locales71, proponía la exterminación completa de esta
minoría, de forma que se diera el mismo día en todo el país y realizado por parte del ejército.
Sin embargo, esta situación dependía de dos factores: por una parte, la eliminación del
derecho de asilo, ya que permitía la eliminación para aquellos gitanos que se escapaban de
la justicia y siendo la Iglesia un refugio; mientras que por otra parte se decidía censar a las
familias gitanas conforme los criterios dispuestos en la Pragmática de 171772.

Esta situación fue aprovechada por el Marqués de la Ensenada, quien dirigió la


solución a este problema hacia la desaparición completa del colectivo gitano con la ayuda
de Vázquez Tablada y el confesor real, Padre Rávago, influyendo en la decisión política del
rey tras proclamar fines religiosos como el orgullo de Dios ante la exterminación de esta
minoría73.

Una vez que la idea del Marqués de la Ensenada fue cogiendo apoyo y el hecho de
las autoridades pusilánimes de profanar un templo sagrado, el Marqués recurrió al Cardenal
y amigo, Valenti, secretario de Estado en el Vaticano, para derogar la ley de asilo eclesiástico
por parte del Papa. Tras la eliminación de este derecho en abril de 1748 se procedió al
genocidio de la población gitana por Fernando VI durante el verano de 174974, también
conocida como la Gran Redada, el proyecto de exterminio o la Prisión General de 174975.
El objetivo de este proyecto era sustituir a los peones de los arsenales de marina por hombres
gitanos, mientras que las mujeres y los niños serían trasladados a depósitos-prisiones76.

Muchas veces no sabemos cuándo comienzan nuestras pesadillas, sin embargo la de


esta minoría gitana comenzó la noche del 30 de julio de 1749. Alrededor de 9.000 gitanos y
gitanas, sufrieron las consecuencias de este proyecto de exterminio, sin contar a aquellos que
ya estaban encarcelados, que en ese caso ascendería a la cifra a un número de 12.000

70
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 64.
71
Martínez Martínez, M. (2014): Op, Cit, p. 20.
72
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 66.
73
Gómez Urdáñez, J. L. (s.f.): Op, Cit.,p. 4.
74
Ídem.
75
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 64.
76
Ibídem, p. 66.

19
gitanos77. Esta operación fue preparada tanto por la Secretaría de Guerra y las Capitanías
Generales, quienes se distribuyeron por todo el país, y en algunos casos se tuvo que realizar
una organización previa para impedir la fuga de la comunidad gitana, mientras que en otros
casos se les citó en las oficinas de corregimiento. Además, debemos destacar que esta
operación se estimuló especialmente contra aquellos gitanos que se encontraban con cierto
avance en la integración y asimilación social, ya que la detención de estas gentes era más
fácil gracias a la aportación de datos domiciliarios en el registro que hemos nombrado
anteriormente, facilitando de este modo la distribución de tropas78.

A pesar de la gran capacidad demostrada por parte del ejército, las consecuencias de
la Gran Redada recayeron en la escasez de provisiones para poder mantener a la población
gitana, generando grandes problemas de logística y la saturación. Las medidas que se
llevaron a cabo para la solución de esta situación, fue el traslado de los niños a partir de siete
años hacia los arsenales junto con los hombres, mientras que las mujeres se dedicarían a
trabajos artesanales dentro de los depósitos, pero nunca se llegó a cumplir. Seguramente la
falta de interés de los intendentes en los depósitos, la escasa obediencia por parte de los
gitanos, sumado a la cantidad de enfermedades, entre otros motivos, dificultó la ejecución
de esta situación devastadora79.

En agosto de ese mismo año, el Marqués de la Ensenada se dedicó a la publicación


de mandatos por toda España con el objetivo de imponer el orden en el territorio español, a
la misma vez que se terminaba de capturar a aquellos gitanos que se habían librado o
escapado de las prisiones80. Sin embargo, la saturación de las presiones seguía creciendo, el
Marqués y sus consejeros se reunían para llevar a cabo una solución en la que se trataron las
propuestas del traslado de esta minoría a las colonias de América, el reparto por presidios,
minas y obras públicas. Tras el análisis de la situación, el Marqués de la Ensenada se vio
incapaz de seguir con esta operación que dio pie a modificar los objetivos planteados,
dejando libre a los gitanos trabajadores, es decir a los gitanos buenos que estaban casados
legítimamente y demostrar de forma jurídica que no son gitanos por parte orden eclesiástica.
Esto supuso un cambio en la redada de la captura y condena grupal, el ámbito legal se situó

77
Gómez Urdáñez, J. L. (s.f.): Op, Cit.,p. 4.
78
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 66.
79
Ibídem, p. 68.
80
Gómez Urdáñez, J. L. (s.f.): Op, Cit.,p. 5.

20
en la individualización de la culpabilidad81. A partir de esta situación, se procedió a la
devolución de pertenencias a los gitanos que fueron requisados durante la redada82.

En definitiva, este proceso de control no alcanzó su objetivo, pues las autoridades


locales, aún secundado la legislación, no controlaban el desarrollo de las justicias locales, ya
que a pesar de mostrarse de acuerdo ante la teoría y objetivos marcados, no tenían los medios
suficientes para llevarlo a cabo por lo que resultó ser un fracaso83.

4.3 Carlos III.

Sin embargo, debemos mencionar que el siglo XVIII no sólo se caracterizó en el


ámbito jurídico-político por el exterminio del colectivo gitano. El reinado de Carlos III se
destacó por su preocupación dedicada a los ciudadanos de todos los rangos y condiciones,
incluyendo a la población gitana. Por ello, tendríamos que llegar al año 1783 para mencionar
la nueva ley denominada Reglas para contener y castigar la vagancia y otros excesos de los
llamados gitanos, es decir, una nueva ley diferente a las anteriores en la cual se persigue por
primera vez la integración social de esta comunidad84, convirtiendo a los gitanos en personas
útiles y hábiles para la Corona85.

La primera innovación que observamos en este reinado es la declaración de Carlos


III, retirando la relación del concepto de gitano con la de raíz infecta, hasta tal punto de
excluir las nociones de gitano o castellano nuevo de todos aquellos documentos que se hayan
encontrado, puesto que eran considerados ofensivos y falsos. De esta forma como hemos
nombrado al principio del trabajo, se facilitó la libertad de movimientos y ejercicio de
cualquier oficio de la población gitana. Asimismo, esto no quería decir que se olvidarán del
pasado del pueblo gitano, pero sí se mostraba un respeto hacia dicha etnia, y se seguía
aconsejando la renunciación al modo de vida gitano y todo lo que se relacionaba con ello86.

Por lo tanto, podemos observar en dicha Pragmática el deseo de su eficacia a través


de la justicia para poder evitar lo sucedido durante los dos siglos anteriores, es decir se ha
cumplido una reforma […] mediante la justicia y la tolerancia87, sin embargo seguirían

81
Martín Sánchez, D. (2018): Op, Cit.,p. 70.
82
Ídem.
83
Ibídem, pp. 71-72.
84
Borrow, G. (1979): Op, Cit., p. 100.
85
Peñafiel Ramón, A. (2009). Los gitanos en España y Región de Murcia: Seis siglos de marginación. Anales
de Historia Contemporánea, 25, p. 53. Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2921589.pdf (02/03/2021)
86
Borrow, G. (1979): Op, Cit., p. 102.
87
Ibídem, p. 131.

21
siendo considerados como un sector distinto y marginado. Además, es necesario señalar que
dicha ley se mantendría en el futuro reinado de Carlo IV con el objetivo de su cumplimiento
por parte de la justicia88. Como bien se cuestiona el autor George Borrow, ¿dudará alguien
que las leyes anteriores sirvieron para alimentar lo mismo que intentaban suprimir?89.

5. Consecuencias: El destino hacia la libertad.


Una vez planteadas las diferentes leyes principales destinadas al pueblo gitano, podemos
observar desde la primera ley mencionada hasta la última, una modificación y evolución
considerable. Por lo tanto, tras la promulgación de la última ley ¿cuál era la situación de la
etnia gitana del momento? Podemos observar que los estereotipos impuestos a esta parte de
la sociedad ya no son tan radicales ni negativos, seguramente se deba a la disminución de
delitos por parte del colectivo gitano y la instalación fija en pueblos y ciudades, que facilitó
el favorecimiento de su imagen en la sociedad, sin que su nombre despertara terror en ella y
siendo más civilizados que sus antepasados90. Sin embargo, si debemos observar una
disminución de número de gitanos en la demografía del país debido a los proyectos de
extermino que ha habido contra ellos. Y aunque siga habiendo presencia de gitanos, como
hemos marcado en el párrafo anterior, ni es tan temible ni tan extensa91.

Además, podemos resaltar la ruptura entre las relaciones de los propios gitanos, ya que
la ley propia de este pueblo ha dejado de existir, es decir, la unión y solidaridad entre ellos
ya no está presente. En definitiva, el gitanismo llegó a su punto culminante durante el reinado
de Carlos III y ya no sólo supuso eso, sino una integración en la sociedad, ya que muchos de
los gitanos que fueron esquiladores, herreros, ganaderos, etc., tras este suceso ahora sabían
leer y escribir92.

Debemos resaltar en la sociedad gitana una división social desde una perspectiva
económica que encontramos por un lado, gitanos pobres donde introduciríamos a la mayor
parte del colectivo, caracterizados por visitar habitualmente ferias lejanas atravesando la
mayor parte de España, además su pobreza que se debía a una mala gestión del dinero,
derrochándolo mayormente en fiestas. Mientras por otro lado, encontramos los gitanos ricos

88
Peñafiel Ramón, A. (2009): Op, Cit., p. 55.
89
Borrow, G. (1979): Op, Cit., p. 131.
90
Ibídem, p. 128.
91
Ibídem, p. 131.
92
Ibídem, p. 131-132.

22
que tenían una gran influencia entre el resto de los gitanos, siendo necesario indicar que en
ocasiones no eran reconocidos como tales, mostrando desprecio a los de su propia etnia93.

Si observamos a la comunidad gitana en el conjunto de la sociedad española, podemos


observar cierta integración en la misma, sin embargo, se siguen manteniendo en una posición
baja y marginal, e incluso sigue vivo el concepto de gitano como un insulto. Se etiqueta a
los hombres gitanos como chalanes furtivos, mientras que a las mujeres gitanas como brujas
y ladronas. Sin embargo, encontraremos a muchas personas pertenecientes a clases altas de
la sociedad que intentarán imitar modales y maneras de hablar de la cultura gitana, hasta tal
punto que podremos encontrar matrimonios formados por gitanos ricos y mujeres españolas,
y excepcionalmente, de forma inversa94.

En conclusión, si comparamos la situación de los gitanos tras el siglo XVIII con su


situación actual, podemos observar que no hay grandes diferencias, ya que como bien nos
ilustra Abajo Alcalde en su artículo sobre los europeos gitanos del siglo XXI, la población
gitana, hoy en día, sigue estando por debajo de la media de calidad de vida, además de seguir
siendo una minoría silenciada e ignorada y con una serie de estereotipos negativos impuestos
que dificultan su integración95.

Cuando juzguen a un gitano piensen por favor que algo de culpa existe en un rincón de
nuestro pasado y en el de ustedes, y que las posibles culpas del futuro dependen mucho de
lo que hagamos todos ahora96.

93
Ibídem, pp. 131-132.
94
Ibídem, pp. 136-137.
95
Abajo Alcalde, J. E. (2011). La ciudadanía denegada, a pesar de la ley. Educar(nos), nº 51, pp. 18-19.
Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3363130 (23/05/2021).
96
Ibídem, p. 22.

23
V. Conclusiones

Una vez realizado este Trabajo Fin de Grado, las conclusiones a las que llegamos son:

En primer lugar, para poder responder a la cuestión de por qué el pueblo gitano fue
perseguido y marginado, nos centramos en el miedo a lo desconocido. Debemos tener en
cuenta que la sociedad castellana de la Edad Moderna era una sociedad ensimismada y que
tras los siglos previos caracterizados por los diferentes conflictos bélicos e invasiones que
se dieron en la península, tendría como consecuencia que todo intento de integración social
en este territorio de un colectivo ajeno a dicha sociedad, se recibiera con una actitud
amenazante por el miedo a ser invadidos, a perder sus trabajos y sus tierras, al desamparo de
sus familias, entre otros. Asimismo, hemos podido observar dicha actitud con otras minorías
étnicas que han convivido con la sociedad española de forma paralela, como los moriscos o
los judíos. Sin embargo, en el caso del pueblo gitano, debemos tener en cuenta que a pesar
de que la religión católica estaba bastante consolidada en esta etnia, terminó siendo
perseguida por sus marcadas diferencias culturales.

Si nos centramos en el siglo XVIII, observamos cómo los diferentes reyes y ministros
que hemos abordado a lo largo del presente Trabajo Fin de Grado han centrado sus políticas
en pretender el control sobre la sociedad y sus diferentes grupos a través de la eliminación
de todo aquello que generara cierta inestabilidad. Y de esta forma, lo hemos podido observar
con Felipe V tras recuperar y renovar las leyes antigitanas de sus antecesores tras las distintas
denuncias recibidas debido a los actos vandálicos de los gitanos. Además, debemos tener
presente que la sociedad del siglo XVIII se caracteriza, entre otras cosas, por la importancia
de la identidad y la reputación social como factores fundamentales en el día a día y más aún
entre las altas clases de esta sociedad jerarquizada. Por ello, no nos resulta extraño que
Fernando VI siguiera los pasos de su antecesor. Sin embargo, tras las diferentes lecturas
sobre este reinado, deberíamos dar más importancia al relevante papel que tuvo el Marqués
de la Ensenada en las decisiones políticas del reino, debido a su influencia sobre el rey. De
hecho, el Marqués de la Ensenada se encargó de dirigir la operación de la Gran Redada y de
la publicación de diversas leyes antigitanas.

El reinado de Carlos III, aunque ha sido considerado como un período de mejoría frente
a la problemática gitana, en la que se ha intentado limpiar esa mancha negra que había
dejado su antecesor y solucionar la gran inestabilidad hallada en la sociedad, debemos tener
en cuenta que tras la Gran Redada todo suceso que se hubiese dado no habría sido peor que

24
el episodio de 1749. Por ende, si observamos las diferentes promulgaciones legislativas
dadas por Carlos III con el objetivo de una integración social, son a costa de reducir la cultura
y las formas de vida de esta minoría.

En segundo lugar, destacamos el intento de inclusión socio laboral de la minoría gitana


dentro de la sociedad española. A ello contribuyó enormemente el utilitarismo laboral del
reformismo carlotercerista. Observamos pues, que a lo largo de la historia podemos
encontrar momentos en los que ha habido un intento de reconciliación e integración por las
dos partes.

En tercer y último lugar, respondiendo a la pregunta de si es posible considerar el siglo


XVIII como el principio de una nueva etapa para el pueblo gitano, podemos confirmar tras
lo leído y analizado que dicho período ha sido el comienzo de una nueva fase, un antes y un
después en la historia del pueblo gitano, donde se dejó de verlos como una amenaza y se
empezó a verlos como las víctimas de una política exterminadora. Además, si observamos
los siglos posteriores, gracias a sus rasgos exóticos y sus cualidades en el arte y la danza, se
convertirán, como bien dijo el poeta García Lorca, en una fuente de inspiración durante el
movimiento del romanticismo.

En conclusión, comprobamos que los gitanos han sido excluidos por motivos raciales,
dando pie a que en pleno siglo XXI se sigan recogiendo las consecuencias de su historia
olvidada. Si dejáramos el odio y las diferencias a un lado, observaríamos que una de las
cualidades de la sociedad es la presencia de diferentes culturas, donde podríamos seguir
aprendiendo de manera recíproca. Por lo tanto, esta situación es motivo suficiente para
intentar dar voz a los que no se les escucha y reivindicar la igualdad real en una sociedad.
De esta forma, Amin Maalouf afirmó: Pues es nuestra mirada la que muchas veces encierra
a los demás en sus pertenencias más limitadas, y es también nuestra mirada la que puede
liberarlos.

25
VI. Bibliografía

Abajo Alcalde, J. E. (2011). La ciudadanía denegada, a pesar de la ley. Educar(nos), nº


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arte occidental en los albores de la Edad Moderna. Madrid: Cátedra.

27
VII. Anexos.

Fig 1. Ilustración de la obra Aurelia escrita por Juan Timoneda, donde se recoge la
figura de un gitano y una gitana.

Fuente: S. A. (1564). Comedia llamada Aurelia. Recuperado de


https://journals.openedition.org/criticon/10731?lang=fr (01/06/2021).

28
Fig 2. Bailarina egipciana del siglo XV. Tapiz de Tournai.

Fuente: S. A. (s. f). Bailarina egipciana del siglo XV. Tapiz de Tournai. Recuperado de
http://adonay55.blogspot.com/2019/06/contrato-para-una-danza-de-gitanos-en.html
(01/06/2021).

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