Historia: Chaos
Historia: Chaos
Historia: Chaos
Las moléculas que constituyen un gas casi no son La temperatura de un gas ideal monoatómico es
atraídas unas por otras, por lo que se mueven en el una medida relacionada con la energía cinética
vacío a gran velocidad y muy separadas entre sí, lo que promedio de sus moléculas al moverse. En esta
animación, la relación del tamaño de los átomos
explica sus propiedades:4
de helio respecto a su separación se conseguiría
bajo una presión de 1950 atmósferas. Estos
Las moléculas de un gas se encuentran
átomos a temperatura ambiente tienen una cierta
prácticamente libres, de modo que son
velocidad media (aquí reducida dos billones de
capaces de distribuirse por todo el espacio
veces).
en el cual son contenidos. Las fuerzas
gravitatorias5 y de atracción entre las
moléculas son despreciables, en comparación con la velocidad a la que se mueven sus
moléculas.
Los gases ocupan completamente el volumen del recipiente que los contienen.
Los gases no tienen forma definida, adoptando la de los recipientes que los contienen.
Pueden comprimirse fácilmente, debido a que existen enormes espacios vacíos entre unas
moléculas y otras.
A temperatura y presión ambientales los gases pueden ser elementos como el hidrógeno, el oxígeno, el
nitrógeno, el cloro, el flúor y los gases nobles, compuestos como el dióxido de carbono o el propano, o
mezclas como el aire.
Los vapores y el plasma comparten propiedades con los gases y pueden formar mezclas homogéneas, por
ejemplo vapor de agua y aire; en conjunto son conocidos como cuerpos gaseosos, estado gaseoso6 o fase
gaseosa.
Historia
En 1648 el químico Jan Baptista van Helmont, considerado el padre de la química neumática, creó el
vocablo "gas" (durante un tiempo se usó también "estado aeriforme"), a partir del término griego kaos
(desorden) para definir las características del anhídrido carbónico. Esta denominación se extendió luego a
todos los cuerpos gaseosos, también llamados fluidos elásticos, fluidos compresibles o aires, y se utiliza
para designar uno de los estados de la materia.
La principal característica de los gases respecto de los sólidos y los líquidos, es que no pueden verse ni
tocarse, pero también se encuentran compuestos de átomos y moléculas.
La causa de la naturaleza del gas se encuentra en sus moléculas, muy separadas unas de otras y con
movimientos aleatorios entre sí. Al igual que ocurre con los otros dos estados de la materia, el gas también
puede transformarse (en líquido) si se somete a temperaturas muy bajas. A este proceso se le denomina
condensación en el caso de los vapores y licuefacción en el caso de los gases perfectos.
La mayoría de los gases necesitan temperaturas muy bajas para lograr condensarse. Por ejemplo, en el caso
del oxígeno, la temperatura necesaria es de –183 °C.7
Las primeras leyes de los gases fueron desarrollados desde finales del siglo xvii, cuando los científicos
empezaron a darse cuenta de que en las relaciones entre la presión, el volumen y la temperatura de una
muestra de gas, en un sistema cerrado, se podría obtener una fórmula que sería válida para todos los gases.
Estos se comportan de forma similar en una amplia variedad de condiciones, debido a la buena
aproximación que tienen las moléculas que se encuentran más separadas, y hoy en día la ecuación de estado
para un gas ideal se deriva de la teoría cinética. Ahora las leyes anteriores de los gases se consideran como
casos especiales de la ecuación del gas ideal, con una o más de las variables mantenidas constantes
Hay muchas herramientas matemáticas disponibles para analizar las propiedades de los gases. A medida que
los gases están sujetos a condiciones extremas, estas herramientas se vuelven más complejas, desde las
ecuaciones de Euler para el flujo no viscoso hasta las ecuaciones de Navier-Stokes8 que explican
completamente los efectos viscosos. Estas ecuaciones se adaptan a las condiciones del sistema de gas en
cuestión. El equipo de laboratorio de Boyle permitió el uso de álgebra para obtener sus resultados analíticos.
Sus resultados fueron posibles porque estaba estudiando gases en situaciones de presión relativamente baja
donde se comportaban de una manera "ideal". Estas relaciones ideales se aplican a los cálculos de seguridad
para una variedad de condiciones de vuelo en los materiales en uso. El equipo de alta tecnología que se
utiliza hoy en día fue diseñado para ayudarnos a explorar con seguridad los entornos operativos más
exóticos donde los gases ya no se comportan de una manera "ideal". Esta matemática avanzada, que
incluye estadísticas y cálculo multivariable, posibilita la solución a situaciones dinámicas tan complejas
como la reentrada de vehículos espaciales. Un ejemplo es el análisis de la reentrada del transbordador
espacial que se muestra en la imagen para garantizar que las propiedades del material bajo esta condición de
carga sean adecuadas. En este régimen de vuelo, el gas ya no se comporta de manera ideal.
Ley de Boyle-Mariotte
La Ley de Boyle-Mariotte (o Ley de Boyle), formulada por Robert Boyle y Edme Mariotte, es una de las
leyes de los gases que relaciona el volumen y la presión de una cierta cantidad de gas mantenida a
temperatura constante. La ley dice que a una temperatura constante y para una masa dada de un gas, el
volumen del gas varía de manera inversamente proporcional a la presión absoluta del recipiente:
Cuando aumenta la presión el volumen baja, mientras que si la presión disminuye el volumen aumenta. No
es necesario conocer el valor exacto de la constante para poder hacer uso de la ley: si consideramos las
dos situaciones de la figura, manteniendo constante la cantidad de gas y la temperatura, deberá cumplirse la
relación:
donde:
ó
ó
Ley de Charles
A una presión dada, el volumen ocupado por una cierta cantidad de un gas es directamente proporcional a
su temperatura en kelvin.10
o .
en términos generales:
Ley de Gay-Lussac
La presión de una cierta cantidad de gas, que se mantiene a volumen constante, es directamente
proporcional a la temperatura en kelvin:10
Es por esto que para poder envasar gas, como gas licuado, primero ha de enfriarse el volumen de gas
deseado, hasta una temperatura característica de cada gas, a fin de poder someterlo a la presión requerida
para licuarlo sin que se sobrecaliente y finalmente, explote.
Gases reales
Si se quiere afinar más, o si se quiere medir el comportamiento de algún gas que escapa al comportamiento
ideal, habrá que recurrir a las ecuaciones de los gases reales, que son variadas y más complicadas cuanto
más precisas.
Los gases reales no se expanden infinitamente, sino que llegaría un momento en el que no ocuparían más
volumen. Esto se debe a que entre sus partículas, ya sean átomos como en los gases nobles o moléculas
como en el (O2) y la mayoría de los gases, se establecen unas fuerzas bastante pequeñas, debido a los
cambios aleatorios de sus cargas electrostáticas, a las que se llama fuerzas de Van der Waals.
El comportamiento de un gas suele concordar más con el comportamiento ideal cuanto más sencilla sea su
fórmula química y cuanto menor sea su reactividad ( tendencia a formar enlaces). Así, por ejemplo, los
gases nobles al ser moléculas monoatómicas y tener muy baja reactividad, sobre todo el helio, tendrán un
comportamiento bastante cercano al ideal. Les seguirán los gases diatómicos, en particular el más liviano
hidrógeno. Menos ideales serán los triatómicos, como el dióxido de carbono; el caso del vapor de agua aún
es peor, ya que la molécula al ser polar tiende a establecer puentes de hidrógeno, lo que aún reduce más la
idealidad. Dentro de los gases orgánicos, el que tendrá un comportamiento más ideal será el metano,
perdiendo idealidad a medida que se engrosa la cadena de carbono. Así, el butano es de esperar que tenga
un comportamiento ya bastante alejado de la idealidad. Esto es, porque cuanto más grande es la partícula
constituyente del gas, mayor es la probabilidad de colisión e interacción entre ellas, factor que hace
disminuir la idealidad. Algunos de estos gases se pueden aproximar bastante bien mediante las ecuaciones
ideales, mientras que en otros casos hará falta recurrir a ecuaciones reales muchas veces deducidas
empíricamente a partir del ajuste de parámetros.
También se pierde la idealidad en condiciones extremas, como altas presiones o bajas temperaturas. Por otra
parte, la concordancia con la idealidad puede aumentar si trabajamos a bajas presiones o altas temperaturas.
También por su estabilidad química.
La teoría cinética de los gases puede ayudar a explicar cómo el sistema (considerando la colección de
partículas de gas) responde a los cambios de temperatura, con el correspondiente cambio de energía
cinética.
Por ejemplo: imagine que tiene un recipiente sellado de tamaño fijo (volumen constante), que contiene un
número fijo de partículas de gas; partiendo del cero absoluto (la temperatura teórica a la que los átomos o
moléculas no tienen energía térmica, es decir, no se mueven ni vibran), se empieza a añadir energía al
sistema calentando el recipiente, de modo que la energía se transfiera a las partículas del interior. Una vez
que su energía interna está por encima de la energía de punto cero, es decir, su energía cinética (también
conocida como energía térmica) es distinto de cero, las partículas de gas comenzarán a moverse alrededor
del contenedor. A medida que la caja se calienta más (a medida que se agrega más energía), las partículas
individuales aumentan su velocidad promedio a medida que aumenta la energía interna total del sistema. La
mayor velocidad promedio de todas las partículas conduce a una mayor velocidad a la que ocurren las
colisiones (es decir, mayor número de colisiones por unidad de tiempo), entre las partículas y el contenedor,
así como entre las partículas mismas.
A nivel macroscópico la cantidad medible de la presión, es el resultado directo de estas micro colisiones de
partículas escópicos con la superficie, sobre la que, moléculas individuales ejercen una pequeña fuerza,
cada uno contribuyendo a la fuerza total aplicada dentro de un área específica.
Movimiento browniano
El movimiento browniano es el modelo matemático utilizado para describir el movimiento aleatorio de
partículas suspendidas en un fluido. La animación de las partículas de gas, usando partículas rosadas y
verdes, ilustra cómo este comportamiento da como resultado la propagación de los gases (entropía). Estos
eventos también se describen mediante la teoría de partículas.
Dado que está en el límite (o más allá) de la tecnología actual para
observar partículas de gas individuales (átomos o moléculas), solo
los cálculos teóricos dan sugerencias sobre cómo se mueven, pero
su movimiento es diferente del movimiento browniano porque el
movimiento browniano implica un arrastre suave debido a la fuerza
de fricción de muchas moléculas de gas, puntuada por violentas
colisiones de una (o varias) molécula (s) de gas con la partícula. La
partícula (que generalmente consta de millones o miles de millones
de átomos) se mueve así en un curso irregular, pero no tan irregular
como se esperaría si se examinara una molécula de gas individual.
El movimiento aleatorio de partículas
de gas da origen a la difusión de un
gas.
Fuerzas intermoleculares
Al comprimir un gas, las fuerzas intermoleculares, como los enlaces
de hidrógeno entre las moléculas de agua de la imagen, comienzan a tener un papel más activo.
Las atracciones o repulsiones momentáneas entre las partículas tienen un efecto sobre la dinámica del gas.
En química física, el nombre que reciben las fuerzas intermoleculares es el de fuerzas de Van der Waals.
Estas fuerzas tienen un papel en la determinación de las propiedades físicas de un gas, como por ejemplo su
viscosidad o su flujo volumétrico. Si ignoramos estas fuerzas en determinadas condiciones podremos tratar
un gas real como si fuera un gas ideal, esta asunción nos permitirá utilizar la ley de los gases ideales. La
correcta utilización de estas relaciones a los gases requiere volver a la teoría cinética. Cuando las partículas
del gas poseen una carga magnética o fuerza intermolecular su influencia sobre las otras moléculas se
incrementa a medida que se reduce el espacio que hay entre ellas. En ausencia de cargas, a un punto
determinado donde el espacio entre las partículas se ha reducido lo suficiente ya no se pueden evitar las
colisiones entre las partículas a una temperatura normal.
Otra vía para incrementar el número de colisiones entre las partículas de una gas sería calentar un
determinado volumen fijo de gas, además temperatura más velocidad de las partículas y más probabilidad
de que haya colisiones. Todo esto significa que estas ecuaciones ideales proporcionan unos resultados
razonables excepto para casos con una gran presión o temperatura (ionización). Estas condiciones
excepcionales permiten la transferencia de energía en el interior del gas, y es precisamente la ausencia de
transferencias internas de energía lo que permite hablar de condiciones ideales, a las que el intercambio de
energía solo se produce en los límites del sistema.
Los gases reales experimentan algunas de estas colisiones y fuerzas intermoleculares, pero mientras sean
estadísticamente despreciables los resultados de las ecuaciones ideales seguirán siendo válidos. Por otro
lado, cuando las partículas de un gas son comprimidas por lo que son muy cercanas las unas de las otras, el
gas se comporta de manera más parecida a un líquido, es la ausencia de transferencias internas de energía lo
que nos permite hablar de condiciones ideales, a las que el intercambio de energía solo se produce en los
límites del sistema. Los gases reales experimentan algunas de estas colisiones y fuerzas intermoleculares,
pero mientras sean estadísticamente despreciables los resultados de las ecuaciones ideales seguirán siendo
válidos.
Cualquier gas se considera un fluido porque tiene las propiedades que le permiten comportarse como tal.
Sus moléculas, en continuo movimiento, colisionan elásticamente entre sí y contra las paredes del recipiente
que contiene al gas, contra las que ejercen una presión permanente. Si el gas se calienta, esta energía
calorífica se invierte en energía cinética de las moléculas, es decir, las moléculas se mueven con mayor
velocidad, por lo que el número de choques contra las paredes del recipiente aumenta en número y energía.
Como consecuencia la presión del gas aumenta, y si las paredes del recipiente no son rígidas, el volumen
del gas aumenta.
Un gas tiende a ser activo químicamente debido a que su superficie molecular es también grande, es decir,
al estar sus partículas en continuo movimiento chocando unas con otras, esto hace más fácil el contacto
entre una sustancia y otra, aumentando la velocidad de reacción en comparación con los líquidos o los
sólidos.
Para entender mejor el comportamiento de un gas, siempre se realizan estudios con respecto al gas ideal,
aunque este en realidad nunca existe y las propiedades de este son:
Una sustancia gaseosa pura está constituida por moléculas de igual tamaño y masa. Una
mezcla de sustancias gaseosas está formada por moléculas diferentes en tamaño y masa.
Debido a la gran distancia entre unas moléculas y otras y a que se mueven a gran
velocidad, las fuerzas de atracción entre las moléculas se consideran despreciables.
El tamaño de las moléculas del gas es muy pequeño, por lo que el volumen que ocupan las
moléculas es despreciable en comparación con el volumen total del recipiente. La densidad
de un gas es muy baja.
Las moléculas de un gas se encuentran en constante movimiento a gran velocidad, por lo
que chocan elásticamente de forma continua entre sí y contra las paredes del recipiente que
las contiene.
Para explicar el comportamiento de los gases, las nuevas teorías utilizan tanto la estadística como la teoría
cuántica, además de experimentar con gases de diferentes propiedades o propiedades límite, como el UF6,
que es el gas más pesado conocido.
Un gas no tiene forma ni volumen fijo; se caracteriza por la casi nula cohesión y la gran energía cinética de
sus moléculas, las cuales se mueven.
Cambios de densidad
El efecto de la temperatura y la presión en los sólidos y líquidos es muy pequeño, por lo que típicamente la
compresibilidad de un líquido o sólido es de 10−6 bar−1 (1 bar=0,1 MPa) y el coeficiente de dilatación
térmica es de 10−5 K−1.
Por otro lado, la densidad de los gases es fuertemente afectada por la presión y la temperatura. La ley de los
gases ideales describe matemáticamente la relación entre estas tres magnitudes:
donde es la constante universal de los gases ideales, es la presión del gas, su masa molar y la
temperatura absoluta.
Eso significa que un gas ideal a 300 K (27 °C) y 1 atm duplicará su densidad si se aumenta la presión a
2 atm manteniendo la temperatura constante o, alternativamente, se reduce su temperatura a 150 K
manteniendo la presión constante.
Presión de un gas
En el marco de la teoría cinética, la presión de un gas es explicada como el resultado macroscópico de las
fuerzas implicadas por las colisiones de las moléculas del gas con las paredes del contenedor. La presión
puede definirse por lo tanto haciendo referencia a las propiedades microscópicas del gas.
En efecto, para un gas ideal con N moléculas, cada una de masa m y moviéndose con una velocidad
aleatoria promedio vrms contenido en un volumen cúbico V, las partículas del gas impactan con las paredes
del recipiente de una manera que puede calcularse de manera estadística intercambiando momento lineal
con las paredes en cada choque y efectuando una fuerza neta por unidad de área, que es la presión ejercida
por el gas sobre la superficie sólida.
(gas ideal)
Este resultado es interesante y significativo no solo por ofrecer una forma de calcular la presión de un gas
sino porque relaciona una variable macroscópica observable, la presión, con la energía cinética promedio
por molécula, 1/2 mvrms², que es una magnitud microscópica no observable directamente. Nótese que el
producto de la presión por el volumen del recipiente es dos tercios de la energía cinética total de las
moléculas de gas contenidas.
Tópicos especiales
Compresibilidad
En termodinámica se utiliza este factor ("Z") para alterar la
ecuación del gas ideal para tener en cuenta los efectos de
compresibilidad de los gases reales. Este factor representa la
relación entre los volúmenes específicos reales y los ideales. A
veces se lo denomina "factor de modificación" o corrección para
ampliar el rango útil de la ley de los gases ideales para fines de
Número de Reynolds
En mecánica de fluidos, el número de Reynolds es la relación entre las fuerzas de inercia (vsρ) y las fuerzas
viscosas (μ/L). Es uno de los números adimensionales más importantes en la dinámica de fluidos y se usa,
generalmente junto con otros números adimensionales, para proporcionar un criterio para determinar la
similitud dinámica. Como tal, el número de Reynolds proporciona el vínculo entre los resultados del
modelado (diseño) y las condiciones reales a gran escala. También se puede utilizar para caracterizar el
flujo.11
Viscosidad
La viscosidad, una propiedad física, es una medida de qué tan bien se
adhieren las moléculas adyacentes entre sí. Un sólido puede soportar una
fuerza de cizallamiento debido a la fuerza de estas fuerzas intermoleculares
pegajosas. Un fluido se deformará continuamente cuando se somete a una
carga similar. Si bien un gas tiene un valor de viscosidad más bajo que un
líquido, sigue siendo una propiedad observable. Si los gases no tuvieran
viscosidad, entonces no se adherirían a la superficie de un ala delta y
formarían una capa límite. Un estudio del ala delta en la imagen de
Schlieren revela que las partículas de gas se adhieren entre sí.11
Turbulencia
En la dinámica de fluidos, la turbulencia o el flujo turbulento es un régimen
de flujo caracterizado por cambios caóticos y estocásticos en las
propiedades. Esto incluye difusión de momento bajo, convección de
momento alto y variación rápida de presión y velocidad en el espacio y el Vista satelital de un patrón
tiempo. La vista satelital del clima alrededor de las islas Juan Fernández climático en proximidades
de las islas Juan Fernández
ilustra un ejemplo.11
el 15 de septiembre de
1999, se observa un patrón
de nubes turbulentas
Capa límite
denominado calle de
Las partículas se "pegan" a la superficie de un objeto que se mueva a través vórtices de Von Kármán.
de él. Esta capa de partículas se llama capa límite. En la superficie del
objeto, es esencialmente estático debido a la fricción de la superficie. El
objeto, con su capa límite, es efectivamente la nueva forma del objeto que el resto de las moléculas "ven" a
medida que el objeto se acerca. Esta capa límite puede separarse de la superficie, esencialmente creando una
nueva superficie y cambiando por completo la trayectoria del flujo. El ejemplo clásico de esto es un perfil
alar que entra en pérdida. La imagen del ala delta muestra claramente el engrosamiento de la capa límite a
medida que el gas fluye de derecha a izquierda a lo largo del borde de ataque.11
Véase también
Gas noble Gases medicinales
Gas de elevación Cambio de estado
Gas combustible Licuefacción de gases
Biogás Líquido
Gas ciudad plasma (estado de la materia)
Gas de leña Presión parcial
Gas licuado de petróleo Sólido
Gas natural Vapor (estado)
Helio3
Referencias
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Encyclopædia Britannica. A Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information (en inglés)
(11.ª edición). Encyclopædia Britannica, Inc.; actualmente en dominio público.
Enlaces externos
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