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En el siguiente trabajo se relacionarán las diversas conformaciones familiares que
atraviesan nuestra era. Conceptos como adopción, paternidad, lazos filiatorios,
reproducción asistida serán algunos de los temas abordados, reflejados tanto en el film “hasta tiene tus ojos” como en el recorte periodístico “Tres mujeres, tres hijos y una familia por donación de embriones” Hoy resulta evidente que existen distintos medios para la filiación por naturaleza, es decir, cuando no es posible a través de la concepción tradicional, la adopción en la más conocida, pero existe también una variante dada por las tecnologías reproductivas como puede ser inseminación artificial, madres portadoras, etc., que permite una tercera fuente de filiación. El film nos muestra una pareja de ascendencia africana, que quieren convertirse en padres acuden a un centro de adopción y luego de una larga espera, aparece en sus vidas Benjamín, un bebe de tez blanca y de ojos azules y con una enfermedad contraída al nacer, todos estos datos son comunicados a los futuros padres adoptivos, sin importarles los conflictos, la clase social, la etnia, ni las consecuencias que se podrían precipitar, ellos siguen adelante. Comenzaremos preguntándonos ¿qué es un hijo? Podríamos decir que, así como no hay padre ni madre si no hay un hijo que los reconozca como tales, tampoco hay hijo si no hay a lo menos un adulto que asuma ante él su paternidad. Entonces en este contexto no basta solo con hablar de lo biológico para la constitución de una relación de filiación. Hace falta una marca, un nombre, una inscripción, un lugar simbólico donde la criatura pueda alojarse. El deseo de hijo, tanto como su ausencia, preexiste a lo real, cada pareja, cada persona incluso, produce sus propias respuestas para la pregunta acerca de qué es un hijo. Debe decirse entonces que la filiación, es lo fundamental de la constitución del sujeto, no solo basta con nacer, hay que instituir la vida mediada por las instituciones jurídicas, una ley que lo ubica dentro de un sistema de parentesco, que se sustrae del anonimato de la especie, y se lo nombra como “hijo de”, De esta manera la filiación es un nudo que tiene en cuenta 3 componentes fundamentales, lo biológico, lo social y lo subjetivo, dando lugar a el elemento fundamental de este sujeto que es el derecho a la identidad, el cual si este derecho fuera vulnerado por y para el bienestar de estos niños, se destruiría todo lazo de parentesco, interrumpe con la trama generacional produciendo una ruptura no solo individual sino social y colectivo. Desde el psicoanálisis se piensa en dos cuestiones importantes para la constitución del sujeto, por un lado, a la identidad, no como lo idéntico sino como aquella posibilidad de ser inscripto por los padres en un sistema de parentesco, es decir que para constituirse subjetivamente se identificará a sus padres, con aquello que forme parte de su linaje, se singularice reconociendo la diferencia con el otro y sabiendo qué lugar ocupa en el origen generacional dentro de ese sistema familiar. Y por el otro lado el tema de la paternidad, desde el deseo de ser padres, comenzando entonces, la historia psíquica de este niño antes de su nacimiento, colocando un nombre le permite tener un lugar otorgado en la historia familiar, reconociendo su singularidad. Desde este punto podemos dar a conocer que, en la adopción, estos padres adoptivos pueden cumplir la función paterna, ocupando el lugar de transmisión de la ley, de un orden, no arbitrario ni creado por él, sino lo que trasciende llegará al hijo con la posibilidad de transmitirlo y garantizando en toda su significación. En el caso de la familia de Sali, nunca se negó los orígenes de Benjamín, al contrario, no se le cambió el nombre, su función parental de cuidados, amor y protección, entre otras, son respetadas y cumplidas, reconociendo el lugar del otro. Según nuestro código civil de la República Argentina, la adopción es un acto legal por el cual una persona o familia acoge como hijo al que biológicamente es hijo de otros padres. En el cual, niñas, niños y adolescentes puedan tener una familia que les brinde afecto y cubra sus necesidades materiales cuando no lo puede hacer su familia de origen. La adopción puede ser plena o simple de acuerdo a lo que el juez considere más conveniente para la niña, niño o adolescente. El mismo decide el tipo de vínculos que se mantienen o se extinguen respecto de la familia de origen, tanto en la adopción plena como en la simple. Esta puede ser plena e irrevocable, la persona adoptada tiene en la familia adoptiva (extendida) los mismos derechos y obligaciones de todo hijo e hija. O bien puede ser una adopción simple, revocable, en donde no crea vínculos jurídicos con la familia extendida. Tanto las personas adoptadas como los adoptantes, tienen el mismo derecho de conocer el expediente de adopción donde figuran datos sobre su identidad y familia de origen. En el caso del recorte de las 3 mujeres, se pensó en la adopción, pero quedaban en los últimos lugares de las listas de espera por la edad y por estar soltera y ya no tenía tiempo para esperar. Se acude a la reproducción asistida (TRHA), para dar solución a los problemas de infertilidad de las parejas, con ellas, gestar un niño ya no es necesaria las relaciones sexuales diferente sexo, los elementos genéticos, biológicos y volitivos se pueden dividir, se trata de la creación de embriones fuera del cuerpo de una mujer. La reproducción asistida, sea cual fuera, amplía la diversidad de familias actuales, permitiendo procrear y filiar a quienes no tenían esta posibilidad. En el caso de nuestro recorte, los embriones obtenidos de la donante sirvieron para dar nacimiento a un niño en el seno de la familia gestante o solicitante, y luego esa misma donación embrionaria está gestando en otra madre, hermanos genéticamente hablando, pero en diferentes núcleos familiares. A través del uso del Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) se engendrar el mejor embrión con potencialidad para implantar y dar lugar al nacimiento de una descendencia sana, resultando posible separar los buenos de los malos, los viables de los que no lo son, con clara finalidad del mejoramiento de la especie. Si esto mismo lo tendríamos que relacionar con la Familia de Sali, sería un claro ejemplo de lo que no les ocurriría, se buscaría un embrión que fuera acorde a la etnia de Familia y sin ningún problema de salud y sin ningún tipo de discriminación alguna. Es decir, que con su aplicación también se dan respuesta a nuevas demandas como ser, desde evitar la transmisión a la descendencia de enfermedades hasta la selección de un embrión compatible para curar a un hijo ya nacido que cursa una enfermedad; desde la postergación de la maternidad/paternidad con el congelamiento de gametos hasta la posibilidad de promover nuevos tipos de maternidades/paternidades, según la diversidad familiar surgidas de las más diversas elecciones sexuales. Entonces aquí ¿quién asume la maternidad/paternidad ante él? El nuevo Código reconoce a las TRHA como nueva fuente de la filiación, equiparándola con la definida por naturaleza y con aquella que se origina en la adopción. De este modo, en los casos de maternidad/paternidad por TRHA, la filiación ya no se da solo por los datos biológico/genético, sino que surge de la presencia de un consentimiento libremente informado, el elemento central pasa a ser el de la voluntad pro creacional, en donde el consentimiento informado certifica esa voluntad, y da la prueba fehaciente de esa maternidad/paternidad. El deseo de tener un hijo es una de las diversas formas que encuentra el ser humano para contrarrestar la angustia existencial que surge al tomar conciencia de su límite. El nacimiento de un hijo también representa, entre otras cosas, la culminación de un proyecto personal con el que se ha fantaseado desde tiempo atrás. En estos casos como en el caso de los padres adoptantes algo que tiene un aspecto importante es el valor de restitución que tiene el acceso a esta forma de parentalidad. Esta restitución viene de una herida narcisista provocada, por la imposibilidad de ser padres de una manera natural o biológicas, alguna condición de esterilidad e infertilidad, algunas de las diversas elecciones sexuales o forma de familia. En el caso del artículo, se tiene que recurrir a la fertilización asistida, una de las mujeres, de 47 años, tiene el deseo tardío de ser madre. Éste, al igual que la otra mujer, son un claro ejemplo para hablar de la transformación de lo simbólico, la cual alude a las variaciones contingentes, a los cambios subjetivos de la época, introduciendo transformaciones que potencian el orden simbólico, es decir hay una transformación del campo científico tecnológico que habilita a ir más allá de la naturaleza permitiendo que una mujer menopáusica pueda embarazarse. El hecho de que un deseo aparezca tardíamente, no es suficiente argumento para desistir del mismo, en este orden la producción de una modificación en el tema científico permite el embarazo, lo cual esto podría resultar aceptable. En ambos casos, entonces, el uso de estas tecnologías no afecta a lo estructural, al núcleo real, a la condición de la especie, es decir que no se produce el aplastamiento del orden simbólico, que es el borramiento subjetivo como consecuencia de la reducción del cuerpo a objeto. Por el contrario, en el caso de estos niños como se puede observar, las madres permitirán que ellos sepan sobre su origen, sobre su parentesco, construyendo su identidad libremente. Bibliografía:
-“Adopción en la Argentina,la cara oculta del debate”