Apelacion de Robo Caso Antonio Miguel Quintero
Apelacion de Robo Caso Antonio Miguel Quintero
Apelacion de Robo Caso Antonio Miguel Quintero
NP01-2024-008965
DE LA IMPUGNACION OBJETIVA
Por tal razón, a la luz del manto legal adjetivo, pasamos a continuación a
señalar el fundamento del presente recurso de apelación; en razón de la solicitud
del Ministerio Publico de conformidad con lo establecido en el artículo 234 del
Código Orgánico Procesal Penal, solicita la (Aprehensión en Flagrancia) de mis
patrocinados de marras, y puesto a la orden del Tribunal Segundo de Control de
guardia para ese momento, siendo que en la debida oportunidad de la Audiencia
de Presentación, en torno a la solicitud de la Vindicta Publica con arreglo al
derecho que le otorga tal competencia, como en efecto el Tribunal Segundo de
Control del Segundo Circuito Judicial Penal del Estado Bolívar decretó MEDIDA
JUDICIAL PRIVATIVA DE LIBERTAD, en contra de mis favorecidos por
Considerar que se encontraban llenos los extremos establecidos en el artículo
236, así como suficientes elementos de convicción por la presunta comisión de los
delitos ya mencionados.-
Por otra parte, a tal efecto haciendo uso quien juzga de su competencia y
atribuciones, debe la misma someterse al principio de legalidad (PRINCIPIUM
EST PRIMUM), acogiéndose al precepto constitucional establecido en el artículo
49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, tomando en
consideración que el proceso penal es el instrumento fundamental de administrar
justicia, de conformidad con el artículo 257 ejusdem, y en todo caso, esa
administración de justicia está a cargo de este órgano jurisdiccional tal como está
previsto en el artículo 253 constitucional, donde se evidencia la unificación del
marco legal.
Del análisis realizado al auto emitido por la Juez del Tribunal de Control, se
evidencia que el mismo carece de fundamentación; ya que a simple vista se puede
apreciar que la misma se limita solo a nombrar algunos de los elementos de
convicción que rielan en actuaciones y no realiza un análisis detallado de los
mismos, que la lleva a determinar la procedencia de la Medida que admite, obvia a
su vez otros elementos que sirven para desvirtuar los tipos penales precalificados
por el Ministerio Público y que por ende causan un gravamen irreparable a los
imputados ya que se les vulnera el DERECHO A LA DEFENSA, AL DEBIDO
PROCESO E IGUALDAD ANTE LA LEY.
Es tanto lo que se ha dicho sobre el tema, pero continúan siendo tantas las
diferencias terminológicas con que se manejan; los Fiscales del Ministerio Público
y los Jueces Penales, que en el tratamiento de los procedimiento siempre
extraordinariamente difíciles de abordar, y ello no sólo por su confusa y precaria
regulación, sino por la infinidad de hipótesis y contradicciones que se encuentran.
De la misma manera, es de evidenciar, que dichas teorías abordadas por quien
decide le reitero, para fines de fundamentar su fallo, en el caso particular de la
flagrancia no son fuentes directas del derecho, de manera, que no es obligatorio
su seguimiento por parte del juzgador, son opiniones de jurisconsultos del derecho
o en su defecto opiniones de esta como estudiosa del derecho, opiniones
meramente personales, de manera que esta se aparta de su autonomía para
decidir, pero mediante la aplicación del derecho, tal como está prevista en el
artículo 4 del Código Civil venezolano “ A las normas debe atribuírsele el
significado que aparece evidente del significado propio de las palabras y lo que
hubiere querido decir el legislador, si hubiera todavía dudas se aplicaran los
principios generales del derecho, pero de la misma manera, cierto es que la
aplicación de la norma rectora constitucional o en el caso que nos ocupa el código
orgánico procesal penal, siendo esto fuentes directas del derecho de aplicación
obligatoria.
EL RECURRENTE