Ley de Patrimonio Cultural y Su Reglamento
Ley de Patrimonio Cultural y Su Reglamento
Ley de Patrimonio Cultural y Su Reglamento
Resuelve:
Art. 7.- Decláranse bienes pertenecientes al Patrimonio Cultural del Estado los
comprendidos en las siguientes categorías:
e) Las monedas, billetes, señas, medallas y todos los demás objetos realizados
dentro o fuera del País y en cualquier época de su Historia, que sean de interés
numismático nacional;
f) Los sellos, estampillas y todos los demás objetos de interés filatélico nacional,
hayan sido producidos en el País o fuera de él y en cualquier época;
Art. 9.- A partir de la fecha de vigencia de la presente Ley, son patrimonio del
Estado los bienes arqueológicos que se encontraren en el suelo o el subsuelo y en el
fondo marino del territorio ecuatoriano sean estos objetos de cerámica, metal,
piedra o cualquier otro material perteneciente a las épocas prehispánica y
colonial, incluyéndose restos humanos o de la flora y de la fauna relacionados con
las mismas épocas, no obstante el dominio que tuvieren las instituciones públicas
o privadas, comprendiendo a las sociedades de toda naturaleza o particulares, sobre la
superficie de la tierra donde estuvieren o hubieren sido encontrados deliberadamente
o casualmente.
Este dominio exclusivo por parte del Estado se extiende a los bienes
mencionados en el inciso anterior, que estuvieren en manos de las instituciones
públicas o privadas o de las personas naturales, con anterioridad a la vigencia de la
presente Ley, cuya existencia no hubiera sido comunicada al Instituto de Patrimonio
Cultural de acuerdo con el artículo anterior, o no llegare a hacerlo, sin culpa de sus
actuales detentadores, dentro de los plazos que para el efecto determine el
mencionado Instituto en publicaciones de prensa.
Art. 10.- Lo dispuesto en esta Ley no deroga las obligaciones de los ordinarios de
las diócesis, según lo prescrito en el artículo 8o. del Modus Vivendi, celebrado
entre El Vaticano y el Gobierno del Ecuador, el 24 de Julio de 1937.
Art. 14.- Las municipalidades y los demás organismos del sector público no
pueden ordenar ni autorizar demoliciones, restauraciones o reparaciones de los
bienes inmuebles que pertenezcan al Patrimonio Cultural del Estado sin previo
permiso del Instituto, siendo responsable de la infracción el funcionario que dio
la orden o extendió la autorización, quien será penado con la multa que señale la Ley.
Art. 17.- Los organismos del sector público, las instituciones religiosas, las
sociedades o personas particulares que posean bienes pertenecientes al Patrimonio
Cultural del Estado, tienen la ineludible obligación de permitir, a solicitud del
Instituto, su visita en días y horas previamente señaladas, para la observación, el
estudio y la reproducción fotográfica o dibujada de los objetos sujetos a esta Ley que
les pertenezcan o que tengan en posesión.
Art. 20.- No se impondrá gravamen alguno sobre los objetos muebles que
constan en el inventario del Patrimonio Cultural del Estado, quedando exonerados
del pago de los tributos vigentes que les pudiera afectar, tales como el impuesto a la
renta, es decir, gozan de total y automática excepción y exoneración de toda
clase de imposiciones fiscales, provinciales y municipales.
Art. 21.- Serán exonerados del 50% de los impuestos prediales y sus anexos los
edificios y construcciones declarados bienes pertenecientes al Patrimonio
Cultural del Estado que tengan un correcto mantenimiento y se encuentren
inventariados.
Cuando estos edificios hayan sido restaurados con los respectivos permisos del
Instituto de Patrimonio Cultural y de las municipalidades, y siempre que el
valor de las obras de restauración llegaren por lo menos al 30% del avalúo catastral
del inmueble, la exoneración de los impuestos será total por el lapso de cinco años a
contarse desde la terminación de la obra. Si se comprobare que el correcto
mantenimiento ha sido descuidado, estas exoneraciones se darán por terminadas.
Art. 22.- Los bienes pertenecientes al Patrimonio Cultural que corrieren algún
peligro podrán ser retirados de su lugar habitual, temporalmente por resolución del
Instituto, mientras subsista el riesgo.
Art. 23.- Ningún objeto perteneciente al Patrimonio Cultural del Estado puede
salir del país, excepto en los casos en que se trate de exposiciones o de otros fines
de divulgación, en forma temporal, siempre con permiso del Directorio, previo
informe técnico del Instituto.
Todo acto que manifieste intención de sacar bienes culturales del país será
sancionado conforme a lo dispuesto en la Ley.
En los casos en que de hecho se hubiere sacado del país dichos bienes éstos
serán decomisados; se sancionará a los responsables con prisión de hasta dos años y
las demás que se establecieren en la Ley.
Se declara de acción popular la denuncia de las infracciones contempladas en
este artículo, y a quienes la hicieren se les bonificará con el 25% del valor de la
multa impuesta en cada caso.
Art. 24.- Están exentos del pago de derechos aduaneros, quienes introduzcan al
País bienes culturales que a juicio del Instituto de Patrimonio Cultural, merezcan
ser considerados como tales.
Art. 25.- En el Reglamento se fijarán los plazos y requisitos para la salida del
país de los bienes culturales que hayan ingresado con o sin dicha exoneración.
Art. 27.- Todo monumento que deba estar situado en calles, plazas, paseos o
parques, tales como grupos escultóricos, estatuas conmemorativas, etc. que se
levanten en el Ecuador, deberán contar con el permiso previo del Instituto de
Patrimonio Cultural, al cual se le enviarán los proyectos, planos, maquetas, etc. para
que autorice su erección.
El incumplimiento de este artículo será sancionado con prisión de hasta dos años,
el decomiso de los objetos extraídos, de los vehículos e implementos utilizados para
tal fin y con las multas legales.
Art. 36.- Toda persona que salga del país, aunque tuviere carácter
diplomático, deberá presentar ante la Dirección de Migración o de la Aduana del
puerto de embarque, la declaración juramentada de no llevar en su equipaje algún
objeto perteneciente al Patrimonio Cultural del Estado, de conformidad con las
disposiciones reglamentarias pertinentes.
Art. 37.- Los bienes pertenecientes al Patrimonio Cultural del Estado que
hubieren sido reunidos por una entidad estatal o por una persona natural o jurídica
privada con un criterio coherente podrán ser declarados como colección. La
colección constituye un solo bien para efecto jurídico, con carácter indivisible, de
manera que los objetos muebles que la integran sólo podrán ser adjudicados a
diferentes personas, conservados o exhibidos en lugares distintos con la autorización
del Instituto de Patrimonio Cultural.
Art. 39.- Los museos nacionales podrán excepcionalmente, ser autorizados por
resolución del Directorio del Instituto de Patrimonio Cultural para canjear objetos
nacionales o extranjeros del Patrimonio Cultural del Estado, que posean similares
características con otros bienes muebles nacionales o extranjeros que se
encuentren en el exterior.
Art. 40.- El Instituto de Patrimonio Cultural está facultado para imponer a los
propietarios o responsables de bienes pertenecientes al Patrimonio Cultural del
Estado, la adopción de medidas precautelatorias para la protección de las
mismas. El incumplimiento de tales disposiciones será sancionado con las penas
establecidas en la Ley. El Instituto podrá además expropiar o decomisar tales bienes
culturales con el pago de hasta el 25% del valor estimado en el caso de
expropiaciones.
DISPOSICIONES GENERALES
PRIMERA.- Corresponde al Directorio del Instituto aprobar el proyecto de su
presupuesto anual, el mismo que será sometido a consideración del Ministerio de
Economía y Finanzas para su sanción final, de conformidad con la Ley de
Presupuestos del Sector Público, Ley Orgánica de la Contraloría General del
Estado, Ley Orgánica de Administración Financiera y Control, y Ley Orgánica de
Servicio Civil y Carrera Administrativa y de Unificación y Homologación de las
Remuneraciones del Sector Público.
DISPOSICION FINAL.- Esta Ley y sus reformas, están en vigencia desde las
fechas de sus respectivas publicaciones en el Registro Oficial.
REGLAMENTO A LA LEY DE PATRIMONIO
CULTURAL.
Considerando:
Decreta:
CAPITULO PRIMERO
DEL DIRECTORIO.-
CAPITULO SEGUNDO
Cultural de la Nación
Art. 8.- Cuando exista duda de que un objeto posea las características
indispensables para ser incluído en cualquiera de los literales del Art. 7 de la Ley,
el Director Nacional del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, previo los
informes técnicos correspondientes, determinará lo conveniente.
El propietario o tenedor del bien será notificado por el Director del Instituto
Nacional del Patrimonio Cultural, dentro de treinta días contados a partir de la
expedición del Acuerdo Ministerial.
Art. 10.- Un bien inmueble perteneciente al Patrimonio Cultural de la Nación
podrá ser objeto de transferencia de dominio únicamente previa autorización escrita
del Director Nacional del Instituto de Patrimonio Cultural, la cual será exigida
por el Municipio y el Registrador como requisito, para proceder a la inscripción.
Para el caso de bienes muebles la solicitud se la hará en los formularios que al efecto
proporcionará el Instituto.
Art. 12.- La transferencia de una colección solo puede ser autorizada como
bien indivisible; sin embargo, en caso de que el propietario demostrará que la
transferencia a terceros de uno o más objetos que forman parte de la colección no
afecta a la coherencia e integridad de la misma, el Director Nacional podrá
conceder la autorización solicitada.
Así mismo, el Director Nacional podrá autorizar como medida temporal el que
uno o más objetos de la colección puedan ser exhibidos por separado, de acuerdo a
los plazos y modalidades que determine.
Art. 13.- El Director del Instituto, previo el informe técnico del Departamento
Nacional correspondiente, podrá solicitar al Ministro de Educación y Cultura que
expida el Acuerdo correspondiente declarando que un bien ha perdido su carácter de
bien perteneciente al Patrimonio Cultural de la Nación, cuando el deterioro del
mismo haya eliminado totalmente su interés como tal sin que sea factible su
restauración.
Del inventario
Art. 21.- En base del inventario de que tratan los artículos anteriores el
Instituto, a través del Departamento Nacional correspondiente, elaborará una
lista que contendrá dos catastros, uno de los bienes muebles y otro de los
inmuebles que pertenezcan al Patrimonio Cultural de la Nación.
De la comercialización
Art. 27.- Toda persona natural o jurídica, de derecho público o privado, que
tenga como actividad la comercialización de bienes muebles pertenecientes al
Patrimonio Cultural de la Nación, deberá obtener la autorización respectiva otorgada
por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.
a) Funcionalidad;
b) Seguridad; y,
Art. 30.- Las personas naturales o jurídicas que posean un local destinado a la
comercialización de bienes culturales muebles deberán permitir la visita de los
funcionarios autorizados del Instituto para que puedan efectuar las inspecciones
periódicas del local con el fin de determinar si reúne las condiciones constantes en
el artículo anterior, y comprobar si los bienes se encuentran debidamente
inventariados y existe la respectiva autorización de venta.
Art. 31.- La persona que posea la autorización legal para comercializar
bienes culturales pertenecientes al Patrimonio Cultural de la Nación, deberá llevar un
registro del movimiento de ventas, de acuerdo a las modalidades y regulaciones que
al efecto impartirá el Instituto.
CAPITULO QUINTO
Art. 36.- El Director Nacional del Instituto, por el o a través de los funcionarios
que autorice, podrá realizar las visitas o inspecciones que considere necesarias a
fin de vigilar el cumplimiento de las disposiciones que se hayan impartido y las que
se refiere el artículo anterior.
Los delegados del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, para efectuar las
investigaciones antes señaladas, deberán portar las credenciales respectivas.
Art. 46.- Los funcionarios del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural exigirán
a los responsables de la tenencia de bienes pertenecientes al Patrimonio
Cultural, la adopción de medidas necesarias para la protección de dichos bienes;
si éstas no fueren cumplidas, El Director Nacional del Instituto pedirá a las
autoridades competentes se apliquen las sanciones pertinentes.
CAPITULO SEXTO
del país
Art. 50.- Los Funcionarios del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, previa
la presentación de sus credenciales, podrán ingresar a los locales en que funcionen
los organismos de que trata el Art. 47 de este Reglamento, tanto a sus salas de
exhibición como a las bodegas y otras dependencias, a fin de inspeccionar el montaje
de las obras y el estado de su conservación, y las características generales del local.
Art. 51.- Toda persona natural o persona jurídica, de derecho público o privado,
que quiera organizar y poner en funcionamiento uno de los organismos
mencionados en el Art. 47 del Reglamento deberá solicitar aprobación del Instituto
de Patrimonio Cultural, acompañando los siguientes documentos:
a) Plano general del edificio y ubicación del o los locales en que funcionará.
e) Su financiamiento.
5.- Denominación del evento cultural en el que serán exhibidos los bienes;
- Características culturales;
- Estado de conservación;
- Avalúo;
- El estado de integridad;
- Fecha.
8.- Lapso por el cual se solicita la autorización de salida temporal con la debida
justificación;
9.- Determinación exacta de las entidades, ciudades y países en donde van a ser
exhibidos los bienes; y,
c) Todo bien que vaya a salir temporalmente del país deberá ser inspeccionado
por funcionarios del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural para comprobar la
veracidad del Inventario;
e) Una vez concedida la autorización por parte del Directorio del Instituto, el
interesado está obligado a cuidar de que el embalaje de los bienes se efectúe
tomando las precauciones necesarias para su debida conservación. Este embalaje
debe realizarse en presencia de funcionarios del Instituto, especialmente delegados
para el efecto, quienes comprobarán que los bienes sean los mismos por los cuales se
solicitó la autorización de salida temporal, así como inspeccionarán que el embalaje
sea el apropiado para evitar su deterioro; los bultos deberán ser sellados por
funcionarios del Instituto utilizando sellos que impidan su adulteración;
Art. 55.- Las autoridades del Migración y Aduana para permitir la salida del país
de cualquier persona, incluso aquéllas que ostenten la calidad de diplomáticos, les
exigirán que presenten su declaración juramentada de que no llevan en su equipaje
ningún bien perteneciente al Patrimonio Cultural de la Nación; esta declaración la
presentarán en los formularios proporcionados por el Instituto.
Art. 56.- Las personas naturales o jurídicas que deseen acogerse a lo dispuesto en
el Art. 24 de la Ley de Patrimonio Cultural, deberán presentar una solicitud dirigida
al Director del Instituto para que éste los declare como bienes culturales cuya
introducción está exenta del pago de derechos aduaneros. Al efecto, presentarán
una lista detallada de tales bienes culturales acompañada de las fotografías,
descripción y documentación completas, indicando además si se trata de una
introducción temporal o definitiva.
La autorización del Director del Instituto deberá contar con el visto bueno de
las respectivas autoridades de Aduana y, en caso necesario, los bienes culturales
podrán permanecer bajo custodia en los locales de Aduana mientras dure el trámite
para la autorización de ingreso.
Art. 58.- Las personas interesadas en sacar del país bienes considerados como
de valor cultural no nacional, deberán presentar a las autoridades de Migración y
Aduana respectivas, la autorización debidamente registrada y legalizada por el
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, en donde constarán los requisitos para la
salida de los mismos.
Art. 59.- Los funcionarios del Instituto podrán ingresar a los recintos de
Migración y Aduana y a los locales de las empresas de mudanza o embalaje, previa
la presentación del carnet correspondiente con el fin de que puedan constatar la
existencia o no de bienes pertenecientes al Patrimonio Cultural de la Nación.
Art. 60.- La declaración que señala el Art. 37 de la Ley deberá hacerse en los
formularios que para el efecto proporcione el Instituto Nacional de Patrimonio
Cultural.
b) Plan de Trabajo;
b) Plan de trabajo;
Art. 65.- Todas las investigaciones que fueren autorizadas quedan sujetas a la
inspección que el Departamento Nacional correspondiente puede realizar en
cualquier momento.
De las Exoneraciones
Art. 69.- Para obtener la exención de gravámenes de los bienes que determina el
Art. 20 de la Ley, el interesado deberá contar con los certificados del Instituto
Nacional de Patrimonio Cultural que acrediten que dichos bienes se hallan
inventariados.
Art. 70.- Para que gocen de la exoneración de impuestos prediales los inmuebles
a los que se refiere el Art. 21 de la Ley, es preciso presentar un informe del Director
Nacional del Instituto de Patrimonio Cultural de que los bienes se encuentran
inventariados y en correcto estado de mantenimiento.
Art. 71.- Para acogerse a la exención del pago de derechos aduaneros prevista
en el Art. 24 de la Ley el interesado deberá obtener del Director Nacional del
Instituto de Patrimonio Cultural la certificación de que los bienes que se tratan de
introducir al país, son bienes culturales.
CAPITULO NOVENO
Art. 73.- Quienes dañen, adulteren o atenten en contra de un bien que pertenezca
al Patrimonio Cultural de la Nación, sea de propiedad pública o privada, serán
sancionados con multa de uno a diez salarios mínimos vitales y el decomiso de las
herramientas, semovientes, equipos, medios de transporte y demás instrumentos
utilizados en el cometimiento de ilícito, sin perjuicio de la acción penal a que
hubiere lugar.
Art. 81.- Las multas impuestas serán pagadas en cualquiera de las Jefaturas de
Renta, en base a una simple orden de cobro expedida por la autoridad sancionadora
o de un título de crédito emitido por la Dirección General de Rentas, a petición del
Director del Instituto Nacional de Patrimonio cultural.
DISPOSICION FINAL
Art. 89.- De la aplicación del presente Decreto, que entrará en vigencia desde
la fecha de su promulgación en el Registro Oficial, encargase al Señor Ministro de
Educación y Cultura.
Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a los 9 días del mes de julio de 1984.
Es Copia.- Lo certifico:
IV. La Conferencia constata con satisfacción que los principios y las técnicas
expuestas en las diferentes comunicaciones se inspiran en una tendencia común, a
saber: cuando se trata de ruinas, se impone una escrupulosa labor de conservación y,
cuando las condiciones lo permitan, es recomendable volver a su puesto aquellos
elementos originales encontrados (anastilosis); y los materiales nuevos necesarios
para este fin deberán siempre ser reconocibles. En cambio, cuando la conservación de
ruinas sacadas a la luz en una excavación, fuese reconocida como imposible, será
aconsejable, más bien que de a la destrucción, enterrarlas nuevamente -después,
naturalmente de haber hecho levantamientos precisos.
Es evidente que la técnica de excavación y de conservación de restos imponen la
estrecha colaboración entre el arqueólogo y el arquitecto. En cuanto a los otros
monumentos, los expertos, reconociendo que cada caso se presenta con
características especiales, se han encontrado de acuerdo en aconsejar que antes de
cualquier obra de consolidación o de parcial restauración se haga una escrupulosa
investigación acerca de la enfermedad a la cual se va a poner remedio.
1. Que todos los Estados, o bien las instituciones creadas en ellos y reconocidas como
competentes para tal fin, publiquen un inventario de los monumentos históricos
nacionales, acompañado por fotografías y notas.
2. Que cada Estado cree un archivo donde se conserven los documentos relativos a los
propios monumentos históricos.
4. Que la Oficina estudie la mejor difusión y el mejor uso de las] indicaciones y de los
datos arquitectónicos, históricos y técnicos así recabados.
CUARTO.- La Santa Sede renueva sus órdenes precisas al Clero Ecuatoriano a fin de
que se mantenga fuera de los Partidos y sea extraño a sus competiciones políticas.
Art. 1 °.- La Santa Sede y el Gobierno del Ecuador dejan constancia de que al Art. 4°
del referido Modus Vivendi en nada menoscaba la plena e incontestable libertad que
asiste al Clero para predicar, exponer y defender la doctrina dogmática y moral
católica.
Art. 2°.- Los Boletines eclesiásticos, órganos de publicidad de las distintas Diócesis,
destinados a la divulgación de los documentos pontificios y episcopales y a la
exposición y defensa de la doctrina dogmática y moral católica, con prescindencia de
las cuestiones de política partidista, podrán publicarse y circular sin restricción
alguna.
Art. 3°.- Caso de que el Gobierno, por motivos de necesidad pública, quisiere ocupar
algún monasterio, proporcionará a la respectiva comunidad religiosa un local
adecuado de preferencia fuera de! centro de la ciudad poniéndose previamente de
acuerdo para ello con el Nuncio Apostólico. El local deberá tener las comunidades
necesarias para el objeto a que se destina, atendiendo al número de religiosas y a la
vida contemplativa que llevan.
DEFINICIONES
OBJETIVO
Art. 5°. La conservación de los monumentos resulta siempre favorecida cuando éstos
sean destinados a alguna función útil a la sociedad; una tal destinación es desde luego
deseable, pero ella no podrá alterar el ordenamiento o el decoro de los edificios.
Dentro de tales límites debe concebirse, y puede autorizarse, el acondicionamiento de
monumentos según lo requiera la evolución de usos y costumbres.
Art. 8°. Los elementos de escultura, pintura o decoración que forman parte integral
del monumento no pueden ser separados sino cuando esta medida sea la única capaz
de asegurar su conservación.
RESTAURACIÓN
Art. 9°. La restauración es una operación que debe tener un carácter excepcional. Ella
tiene como fin el preservar y revelar los valores estéticos e históricos del monumento,
y se basa en el respeto de la substancia antigua de los documentos auténticos. Pero
ella termina donde comienzan las hipótesis. De allí en adelante, cualquier trabajo
complementario reconocido como indispensable, respetará la composición
arquitectónica y llevará la marca de nuestra época. La restauración estará siempre
precedida y acompañada de un estudio arqueológico e histórico del monumento.
Art. 10°. Cuando las técnicas tradicionales resulten inadecuadas, puede garantizarse la
consolidación de un monumento empleando el concurso de todas las técnicas
modernas de conservación y construcción, si su eficacia ha quedado demostrada
mediante datos científicos y garantizada por la experiencia.
Todo juicio sobre el valor de los elementos en cuestión, así como la decisión relativa a
las eliminaciones, no pueden depender únicamente del autor del proyecto.
Art. 12°. Los elementos destinados a reemplazar la falta de alguna parte, deben
integrarse armoniosamente al conjunto y a la vez distinguirse de las partes originales,
con el fin de que la restauración no falsifique el documento de arte y de historia.
Art. 13°. Las añadiduras no pueden tolerarse sino en la medida en que ellas respeten
todas las partes interesantes del edificio, su marco tradicional, el equilibrio de su
composición y sus relaciones con el medio ambiente.
SITIOS MONUMENTALES
Art. 14°. Los sitios monumentales deben ser objeto de cuidados especiales a fin de
salvaguardar su integridad, asegurar su saneamiento, su acondicionamiento y su
valorización. Los trabajos de conservación y restauración que allí se realicen, deben
inspirarse en los principios enunciados en los artículos precedentes.
(ICOMOS) 1983-1984
Las ciudades históricas y centros históricos pueden ser definidos como una
combinación particular de monumentos históricos de valor social, económico, cultural
y arquitectónico, concentrados dentro de un ¡área específica. Esto es exactamente lo
que representa un monumento histórico individual y los valores históricos y estéticos
que estipula la 1 Carta de Venecia. Esto puede aplicarse igualmente a los conjuntos
históricos que se han desarrollado espontáneamente a lo largo de centurias y a
aquellos que se han creado como resultado de una planificación en un período
determinado. El concepto "histórico" no deberá limitarse a ningún período de tiempo
en particular, y no deberá excluir conjuntos que daten de períodos recientes.
Con el paso del tiempo, el desarrollo de las ciudades históricas tendrá siempre un
proceso continuo. Las ciudades históricas del pasado, en general llegan a ser parte de
la ciudad del presente: su centro, uno de los barrios o aún un suburbio. Una ciudad
puede ser considerada como tradicional e histórica si uno o más de sus barrios
históricos determinan el carácter del conjunto de la ciudad.
Los objetivos para preservar las ciudades históricas y centros son dobles: por una
parte deben satisfacer las necesidades y las aspiraciones humanas de sus habitantes y,
por otra parte, las construcciones o conjuntos de valor arquitectónico o cultural, las
nacionalidades y toda la humanidad deben ser protegidas.
Las ciudades históricas sólo pueden satisfacer estas necesidades humanas cuando no
exista una brecha en el carácter de las diferentes partes de la ciudad entendida como
una unidad. El centro histórico y tradicional, con relación tanto a su apariencia física
como a su función, deberá estar íntimamente ligado al conjunto general de la ciudad
nueva. La conservación de partes históricas o centros históricos no es posible si no
existe armonía con el desarrollo de la ciudad en su conjunto y con el entorno
circundante de la región.
En el caso de una bien entendida conservación ésta deberá ser consistente con las
partes más relevantes del desarrollo de la ciudad, con el desafío de la conservación de
los valores históricos y con las características particulares de la ciudad.
a) La estructura urbana: esto es el sistema de vías principales, los nexos entre las
diferentes partes de la ciudad, así como la integración de la ciudad en su entorno
natural.
e) Dentro de las áreas construidas en los centros históricos, una atención especial
merece el conservar partes de la ciudad, conjuntos, calles y manzanas, cuyo interés
sea el histórico. Aquí, el asegurar la conservación de los monumentos históricos es de
mayor importancia porque los edificios aislados ejercen una influencia mutua de unos
a otros.
Al interior de las partes históricas de la ciudad, deben hacerse todos los esfuerzos para
preservar el valor de los edificios, mediante lo que dentro de la práctica internacional
suele llamarse rehabilitación, revitalización, reanimación, adecuación. Dentro de este
esquema, tanto los monumentos históricos que contribuyen al carácter histórico de la
ciudad, como aquellos que se incorporan a lo largo del tiempo, los cuales están en
armonía con el carácter histórico de esta parte de la ciudad, deberán ser renovados de
tal manera que mantengan la armonía con las funciones del centro histórico.
TRANSPORTE PUBLICO
Durante el desarrollo histórico general de las ciudades se debe hacer esfuerzos para
mantener el sistema de las principales vías fuera de las zonas históricas y al mismo
tiempo asegurar accesos fáciles a la misma.
En las zonas históricas de las ciudades, se debe asegurar un tráfico peatonal fluido y
una mejor apreciación de la misma; por esta razón, el flujo del tráfico debe ser
restringido, y se debe dar prioridad al transporte público, y procurar áreas peatonales
continuas.
Correlacionado con lo anterior, esto tendrá que ser aceptado ya que será siempre
posible proveer de áreas de estacionamiento en las cercanías de las viviendas: el
estacionamiento para el turismo podrá ser aplicable únicamente fuera de las áreas
históricas de la ciudad, en lo posible en garajes subterráneos. También deben ser
considerados los efectos visuales que ofrece el transporte público.
Una rehabilitación con una alta calidad profesional está también asegurada por la
participación multidisciplinaria (histórica, arqueológica, de historia del arte, técnica y
sociológica), por investigación y estudios preliminares en cada uno de los niveles
jerárquicos de los planes desde el plan regional hasta un detallado plan maestro.
La rehabilitación de los centros históricos refleja el pasado, justifica las demandas del
presente y sirve al futuro.
Por lo tanto es importante que estos hechos se vean reflejados en esta situación. Esto
solamente se puede alcanzar aplicando cuidado y tacto y considerando las medidas
sociales, políticas y financieras para que la población ya establecida no se vea
rechazada de su ambiente social. Se debe evitar producir una situación desfavorable
de segregación en las zonas renovadas.
No obstante precisa reconocer que, dada la íntima relación que guardan entre sí el
continente arquitectónico y el contenido artístico, resulta imprescindible extender la
debida protección a los otros bienes muebles y objetos valiosos del patrimonio
cultural a fin de evitar que se sigan deteriorando y sustrayendo impunemente y de
procurar, así mismo, que contribuyan al logro de los fines perseguidos mediante su
adecuada exhibición de acuerdo con la moderna técnica museográfica.
5. A partir de la "Carta d' Athenes", de 1931, muchos han sido los Congresos
Internacionales que se han sucedido hasta conformar el actual criterio dominante.
Entre los que más han ahondado el problema aportando recomendaciones concretas
figura el de la Unión Internacional de Arquitectos (Moscú, 1953), el Congreso de la
Federación Internacional de Vivienda y Urbanismo (Santiago de Compostela, 1961),
que tuvo por lema el problema de los "conjuntos históricos", el Congreso de Venecia
(1964) y el más reciente del ICOMOS en Cáceres (1967), que aporta a ese tema de
tanto interés americano, un punto de vista eminentemente práctico.
La extensión de la asistencia técnica y la ayuda financiera al patrimonio cultural de
los Estados miembros, se llevará a cabo en función de su desarrollo económico y
turístico.
1. El término "puesta en valor", que tiende a hacerse cada día más frecuente entre los
expertos, adquiere en el momento americano una especial aplicación. Si algo
caracteriza este momento es, precisamente, la urgente necesidad de utilizar el máximo
caudal de sus recursos y es evidente que entre los mismos figura el patrimonio
monumental de las naciones.
2. Si los bienes del patrimonio cultural juegan tan importante papel en la promoción
del turismo es lógico que las inversiones que se requieren para su debida restauración
y habilitación dentro de su marco técnico especializado deben hacerse
simultáneamente a las que reclama el equipamiento turístico y, más apropiadamente,
integrar ambas en un solo plan económico de desarrollo regional.
4. En relación con este tema, que ha venido siendo objeto de especial atención por
parte de la Secretaría General de la UNESCO, se ha llevado a cabo un exhaustivo
estudio con la colaboración de un organismo, no gubernamental de gran prestigio, la
Unión Internacional de Organizaciones Oficiales de Turismo. Dicho estudio confirma
los criterios expuestos y después de analizar las razones culturales, educativas y
sociales que justifican el uso de la riqueza monumental en función del turismo, insiste
en los beneficios económicos que se derivan de esa política para las áreas territoriales
correspondientes. Dos extremos de particular interés merecen ser destacados: a) la
afluencia turística que determina la apropiada revaluación de un monumento, asegura
la rápida recuperación del capital invertido a esos fines; b) la actividad turística que se
origina como consecuencia de la adecuada presentación de un monumento y que de
abandonarse determinaría su extinción, conlleva una profunda transformación
económica de la región en la que el mismo se halla enclavado.
"Que los intereses de gran riqueza patrimonial, propiamente culturales y los de índole
turística se conjugaren cuanto concierne a la debida preservación y utilización del
patrimonio monumental y artístico de los pueblos de América, por lo que se hace
aconsejable que los organismos y unidades técnicas de una y otra área de la actividad
interamericana laboren en ese sentido en forma coordinada".
6. Desde el punto de vista exclusivamente turístico, los monumentos son parte del
"equipo" de que se dispone para operar esa industria en una región dada, pero la
medida en que dicho monumento puede servir al uso a que se le destina, dependerá no
ya sólo de "su valor intrínseco: es decir de su significación o interés arqueológico,
histórico o artístico sino de las circunstancias adjetivas que concurran en el mismo y
faciliten su adecuada utilización. De ahí que las obras de restauración no sean siempre
suficientes por sí solas para que un monumento pueda ser explotado entrando a
formar parte del equipo turístico de una región. Puedan hacerse igualmente necesarias
la realización de otras obras de infraestructura, tales como un camino que facilite el
acceso al monumento o un albergue que aloje a los visitantes al término de una
jornada de viaje. Todo ello manteniendo el carácter ambiental de la región.
7. Las ventajas económicas y sociales del turismo monumental figuran en las más
modernas estadísticas, especialmente en las de aquellos países europeos que deben su
presente prosperidad al turismo internacional y que cuentan entre sus principales
fuentes de riqueza con la reserva de bienes culturales.
2. Del seno de cada comunidad puede y debe surgir la voz de alarma y la nación
vigilante y previsora. El fomento de agrupaciones cívicas prodefensa del patrimonio,
cualquiera que fuese su denominación y composición, ha dado excelentes resultados,
especialmente en localidades que no disponen aún de regulación urbanística y donde
la acción protectora a nivel nacional resulta débil o no siempre eficaz.
3. Dentro del marco cultural, son requisitos previos a cualquier propósito oficial
dirigido a revalorizar su patrimonio monumental, los siguientes: legislación eficaz,
organización técnica y planificación nacional.
1. Los. proyectos de puesta en valor del patrimonio monumental forman parte de los
planes de desarrollo nacional y, en consecuencia, deben integrarse a los mismos. Las
inversiones que se requieren para la ejecución de dichos proyectos deben hacerse
simultáneamente a las que reclaman el equipamiento turístico de la zona o región
objeto de reevaluación.
2. Corresponde al Gobierno dotar al país de las condiciones que pueden hacer posible
la formulación y ejecución de proyectos específicos de puesta en valor.
MEDIDAS LEGALES
2. Precisa revisar las regulaciones locales que rigen en materia de publicidad al objeto
de controlar toda forma publicitaria que tienda a alterar las características ambientales
de las zonas urbanas de interés histórico.
MEDIDAS TÉCNICAS
c) Estudio analítico del régimen especial al que la zona quedará sometida, a fin de
que, las construcciones existentes y las nuevas, puedan ser controladas efectivamente.
Considerando que el intercambio de bienes culturales entre las naciones con fines
científicos, culturales y educativos aumenta los conocimientos sobre la civilización
humana, enriquece la vida cultural de todos los pueblos e inspira el respeto mutuo y la
estima entre las naciones.
Considerando que los bienes culturales son uno de los elementos fundamentales de la
civilización y de la cultura de los puebios, y que sólo adquieren su verdadero valor
cuando se conocen con la mayor precisión su origen, su historia y su medio.
Considerando que todo Estado tiene el deber de proteger el patrimonio constituido por
los bienes culturales existentes en su territorio contra los peligros de robo, excavación
clandestina y exportación ilícita.
Considerando que para evitar esos peligros es indispensable que todo Estado tenga
cada vez mas conciencia de las obligaciones morales inherentes al respeto de su
patrimonio cultural y del de todas las naciones.
Considerando que los museos, las bibliotecas y los archivos, como instituciones
culturales, deben velar porque la constitución de sus colecciones se base en principios
morales universalmente reconocidos.
Considerando que, para ser eficaz, la protección del patrimonio cultural debe
organizarse tanto en el plano nacional como en el internacional, y que exige una
estrecha colaboración entre los Estados.
Después de haber decidido, en la 15§ reunión que esta cuestión sería objeto de una
convención internacional, aprueba el día catorce de Noviembre de 1970, la presente
Convención.
Artículo 1
b) los bienes relacionados con la historia, con inclusión de la historia de las ciencias y
de las técnicas, la historia militar y la historia social, así como con la vida de los
dirigentes, pensadores, sabios y artistas nacionales y con los acontecimientos de
importancia nacional;
c) el producto de las excavaciones (tanto autorizadas como clandestinas) o de los
descubrimientos arqueológicos.
e) antigüedades que tengan más de 100 años, tales como inscripciones, monedas y
sellos grabados;
f) el material etnológico;
Artículo 2
Artículo 3
Son ilícitas la importación, la exportación y la transferencia de propiedad de los
bienes culturales que se efectúen infringiendo las disposiciones adoptadas por los
estados Partes en virtud de la presente Convención.
Artículo 4
Los Estados Partes en la presente Convención reconocen que para los efectos de la
misma, forman parte del patrimonio cultural de cada Estado los bienes que
pertenezcan a las categorías enumeradas a continuación:
Artículo 5
e) dictar, con destino a las personas interesadas normas que se ajusten a los principios
éticos formulados en la presente convención y velar por el respeto de esas normas;
f) ejercer una acción educativa para estimular y desarrollar el respeto al patrimonio
cultural de todos los Estados y difundir ampliamente las disposiciones de la presente
Convención;
Artículo 6
c) a dar la oportuna difusión a esta prohibición, especialmente entre las personas que
pudieran exportar e importar bienes culturales.
Artículo 7
Artículo 8
Artículo 9
Artículo 10
Artículo 11
Se consideran ilícitas la exportación y la transferencia de propiedad forzadas de
bienes culturales que resulten directa o indirectamente de la ocupación de un país por
una potencia extranjera.
Artículo 12
Artículo 13
b) a hacer que sus servicios competentes colaboren para efectuar lo antes posible, la
restitución a quien corresponda en derecho, de los bienes culturales exportados
ilícitamente;
Artículo 14
Para prevenir las exportaciones ¡lícitas, y para hacer frente a las obligaciones que
entraña la ejecución de esta Convención, cada Estado parte de la misma, en la medida
de sus posibilidades, deberá dotar a los servicios nacionales de protección de su
patrimonio cultural, con un presupuesto suficiente y podrá crear, siempre que sea
necesario, un fondo para los fines mencionados.
Artículo 15
Artículo 16
Artículo 17
a) la información y la educación;
5. A petición de dos Estados Partes, por lo menos, que se hallen empeñados en una
controversia respecto a la aplicación de la presente Convención, la UNESCO podrá
ofrecer sus buenos oficios para llegar a un arreglo entre ellos.
Artículo 18
La presente Convención está redactada en español, francés, inglés y ruso. Los cuatro
textos hacen igualmente fe.
Artículo 19
Artículo 20
Artículo 21
Artículo 22
Los Estados Partes en la presente Convención reconocen que ésta es aplicable no sólo
a sus territorios metropolitanos sino también a los territorios de cuyas relaciones
internacionales están encargados, y se comprometen a consultar, en caso necesario, a
los gobiernos o demás autoridades competentes de los territorios mencionados en el
momento de ratificar, aceptar o adherirse a la Convención, o con anterioridad, con
miras a obtener la aplicación de la Convención en esos territorios, así como a notificar
al Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura, los territorios a los cuales se aplicará la Convención. Esta
ratificación surtirá efecto tres meses después de la fecha de su recepción.
La República del Ecuador aceptó esta Convención el 24 de marzo de 1971 y entró en
vigor el 24 de abril de 1972.
Artículo 23
Artículo 24
Artículo 25
Artículo 26
CONSIDERANDO:
Que la participación del Ecuador en dicha Convención es útil y conveniente para los
intereses nacionales y la conservación del Patrimonio Mundial Cultural y Natural;
DECRETA:
Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a los 5 días del mes de Junio de mil
novecientos setenta y cuatro.
Es copia .- Lo certifico:
Constatando que el patrimonio cultural y el patrimonio natural están cada vez más
amenazados de destrucción, no sólo por las causas tradicionales de deterioro sino
también por la evolución de la vida social y económica que las agrava con fenómenos
de alteración o de destrucción aún más terribles,
Considerando que ciertos bienes del patrimonio cultural y natural presentan un interés
excepcional, que exige se conserven como elementos de! patrimonio mundial de la
humanidad entera,
Considerando que, ante la amplitud y la gravedad de los nuevos peligros que les
amenazan, incumbe a la colectividad internacional entera participar en la protección
del patrimonio cultural y natural de valor universal excepcional prestando una
asistencia colectiva que sin reemplazar la acción del Estado interesado la complete
eficazmente,
Considerando que es indispensable adoptar para ello nuevas disposiciones
convencionales que establezcan un sistema eficaz de protección colectiva del
patrimonio cultural y natural de valor excepcional organizada de una manera
permanente, y según métodos científicos y modernos,
Habiendo decidido, en su decimosexta reunión, que esta cuestión sería objeto de una
Convención Internacional,
ARTICULO I
- los lugares: obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza así como
las zonas incluidos, los lugares arqueológicos, que tengan un valor universal
excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico.
ARTICULO 2
- los lugares naturales o las zonas naturales estrictamente delimitadas, que tengan un
valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la conservación
de la belleza natural.
ARTICULO 3
Cada uno de los Estados Partes en la presente Convención reconoce que la obligación
de identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el
patrimonio cultural y natural situado en su territorio, le incumbe primordialmente.
Procurará actuar con ese objeto por su propio esfuerzo y hasta el máximo de los
recursos de que disponga, y llegado el caso, mediante la asistencia y la cooperación
internacionales de que se pueda beneficiar, sobre todo en los aspectos financiero,
artístico, científico y técnico.
ARTÍCULO 5
ARTICULO 6
1. Respetando plenamente la soberanía de los Estados en cuyos territorios se
encuentre el patrimonio cultural y natural a que se refieren los artículos 1 y 2 y sin
perjuicio de los derechos reales previstos por la legislación nacional sobre ese
patrimonio, los Estados Partes en la presente Convención reconocen que constituye un
patrimonio universal en cuya protección la comunidad internacional entera tiene el
deber de cooperar.
ARTICULO 7
ARTÍCULO 8
3. A las sesiones del Comité podrán asistir, con voz consultiva, un representante del
Centro Internacional de estudios para la conservación y restauración de los bienes
culturales (Centro de Roma) un representante del Consejo Internacional de
Monumentos y lugares de interés artístico e histórico (ICOMOS) y un representante
de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus recursos
(UICN), a los que se podrán añadir; a petición de los Estados Partes reunidos en
Asamblea General durante las reuniones ordinarias de la Conferencia General de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura,
representantes de otras organizaciones intergubernamentales o no gubernamentales
que tengan objetivos similares.
ARTICULO 9
1. Los Estados Miembros del Comité del Patrimonio Mundial ejercerán su mandato
desde que termine la reunión ordinaria de la Conferencia General en la que hayan sido
elegidos hasta la clausura de la tercera reunión ordinaria siguiente.
3. Los Estados Miembros del Comité designarán, para que los representen en él, a
personas calificadas en el campo del patrimonio cultural o del patrimonio natural.
ARTICULO 10
3. El Comité podrá crear los órganos consultivos que considere necesario para
ejecutar su labor.
ARTICULO 11
4. El Comité establecerá, llevará al día y publicará, cada vez que las circunstancias lo
exijan, con él nombre de «Lista del patrimonio mundial en peligro» una lista de los
bienes que figuren en la Lista del patrimonio mundial, cuya protección exija grandes
trabajos de conservación para los cuales se haya pedido ayuda en virtud de la presente
Convención. Esta lista contendrá una estimación del costo de las operaciones. Sólo
podrán figurar en esa lista los bienes del patrimonio cultural y natural que estén
amenazados por peligros graves y precisos como la amenaza de desaparición debida a
un deterioro acelerado, proyectos de grandes obras públicas o privadas, rápido
desarrollo urbano y turístico, destrucción debida a cambios de utilización o de
propiedad de tierra alteraciones profundas debidas a una causa desconocida, abandono
por cualquier motivo, conflicto armado que haya estallado o amenace estallar,
catástrofes y cataclismos, incendios, terremotos, deslizamientos de terreno, erupciones
volcánicas, modificaciones, del nivel de las aguas, inundaciones y maremotos. El
Comité podrá siempre, en caso de urgencia, efectuar una nueva inscripción en la Lista
del patrimonio mundial en peligro y darle una difusión inmediata.
5. El Comité definirá los criterios que servirán de base para la inscripción de un bien
del patrimonio cultural y natural en una u otra de las listas de que tratan los párrafos 2
y 4 del presente artículo.
6. Antes de denegar una petición de inscripción en una de las dos listas de que tratan
los párrafos 2 y 4 del presente artículo, el Comité consultará con el Estado Parte en
cuyo territorio esté situado el bien del patrimonio cultural o natural de que se trate.
ARTICULO 12
ARTICULO 13
5. El Comité establecerá, pondrá al día y difundirá una lista de los bienes para los que
se haya prestado ayuda internacional.
6. El Comité decidirá sobre la utilización de los recursos del Fondo creado en virtud
de lo dispuesto en el artículo 15 de la presente Convención. Buscará la manera de
aumentar los recursos y tomará para ello las disposiciones necesarias. •
8. El Comité tomará sus decisiones por mayoría de dos tercios de los miembros
presentes y votantes. Constituirá quórum la mayoría de los miembros del Comité.
ARTICULO 14
1. El Comité del Patrimonio Mundial estará secundado por una secretaría nombrada
por el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura.
2. El Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura, utilizando lo más posible los servicios del Centro
Internacional de Estudios para la Conservación y la restauración de los Bienes
Culturales (Centro Roma), del Consejo Internacional de Monumentos y de lugares de
interés artístico e histórico (ICOMOS) y los de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza y sus recursos (UICN) dentro de sus competencias y
de sus atribuciones respectivas, prepara la documentación del Comité y el orden del
día de sus reuniones, y ejecutará sus decisiones.
ARTICULO 15
i) otros Estados:
e) Todos los demás recursos autorizados por el Reglamento que elaborará el Comité
del Patrimonio Mundial.
4. Las contribuciones al Fondo y las demás formas de ayuda que se presten al Comité
del sólo se podrán dedicar a los fines fijados por él. El Comité podrá aceptar
contribuciones que hayan de ser destinadas a un determinado programa o a un
proyecto específico, a condición de que él haya decidido poner en práctica ese
programa o ejecutar ese proyecto. Las contribuciones que se hagan al fondo no han de
estar supeditadas a condiciones políticas.
ARTICULO16
4. Para que el Comité esté en condiciones de prever sus operaciones de manera eficaz,
las contribuciones de los Estados Partes en la presente Convención que hayan hecho
la declaración de que trata el párrafo 2 del presente artículo habrán de ser entregadas
de una manera regular; cada dos años por lo menos, y no deberían ser inferiores a las
contribuciones que hubieran tenido que pagar si hubiesen estado obligados por las
disposiciones del párrafo 1 del presente artículo.
5. Todo Estado Parte en la Convención que esté en retraso en el pago de su
contribución obligatoria o voluntaria en lo que respecta al año en curso y al año civil
inmediatamente anterior, no podrá ser elegido miembro del Comité del Patrimonio
Mundial, si bien esta disposición no será aplicable en la primera elección. Si tal
Estado es ya miembro del Comité no será aplicable en la primera elección. Si tal
Estado es ya miembro del Comité, su mandato se extinguirá en el momento en que se
efectúen las elecciones previstas por el párrafo 1 del artículo 8 de la presente
Convención.
ARTICULO 17
ARTICULO 18
ARTICULO 19
ARTICULO 20
Sin perjuicio de las disposiciones del párrafo 2 del artículo 13 del apartado c) del
artículo 22 y del Art 23, la asistencia internacional prevista por la presente
Convención sólo se podrá conceder a los bienes del patrimonio cultural y natural que
el Comité del Patrimonio Mundial haya decidido o decida hacer figurar en una o en
las dos listas de que tratan los párrafos 2 y 4 del artículo 11.
ARTICULO 21
2. Por razón de los trabajas que se pueda tener que emprender, sin demora, el Comité
examinará con preferencia las peticiones que se presenten justificadas por
calamidades naturales o por catástrofes. El Comité dispondrá para esos casos de un
fondo de reserva.
3. Antes de tomar una decisión, el Comité efectuará los estudios o las consultas que
estime necesarios.
ARTICULO 22
La asistencia del Comité del Patrimonio Mundial podrá tomar las formas siguientes:
ARTICULO 23
ARTICULO 24
ARTICULO 25
ARTICULO 26
ARTICULO 27
1. Los Estados Partes en la presente Convención, por todos los medios apropiados, y
sobre todo mediante programas de educación y de información, harán todo lo posible
por estimular en sus pueblos el respeto y el aprecio del patrimonio cultural y natural
definido en los artículos 1 y 2 de la presente Convención.
ARTICULO 28
Los Estados Partes en la presente Convención, que reciban en virtud de ella, una
asistencia internacional tomarán las medidas necesarias para hacer que se conozca la
importancia de los bienes que hayan sido objeto de asistencia y el papel que ésta haya
desempeñado.
ARTICULO 29
3. El Comité presentará un informe sobre sus trabajos en cada una de las reuniones
ordinarias de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura.
ARTICULO 30
ARTICULO 31
ARTICULO 32
La presente Convención entrará en vigor tres meses después de la fecha del depósito
del vigésimo instrumento de ratificación, de aceptación o de adhesión, pero sólo
respecto de los Estados que hayan depositado sus instrumentos respectivos de
ratificación, de aceptación o de adhesión en esa fecha o anteriormente. Para los demás
Estados, entrará en vigor tres meses después de efectuado el depósito de su
instrumento de ratificación, de aceptación o de adhesión.
ARTICULO 34
ARTICULO 35
ARTICULO 36
ARTÍCULO 37
ARTICULO 38
Es fiel copia del original que reposa en los archivos del Ministerio de Relaciones
Exteriores.- Certifico.
f.) Rodrigo Valdez B., Subsecretario General de Relaciones Exteriores. Es copia.- Lo
certifico
f.) Crnel. Carlos Aguirre Asanza, Secretario General de la Administración Pública.
CONVENIO PARA LA PROTECCIÓN
DEL PATRIMONIO CULTURAL Y RECUPERACIÓN
DE BIENES ARQUEOLÓGICOS, ARTÍSTICOS E HISTÓRICOS
Conscientes del grave perjuicio que representa para ambos el robo y la exportación
ilícita de objetos pertenecientes a dicho patrimonio, tanto por la pérdida de los bienes
culturales como por el daño que se infringe a sitios y yacimientos arqueológicos, así
como a iglesias y otros repositorios; ;
ARTICULO I
2.- Para los efectos del presente Convenio, se denomina "bienes culturales,
arqueológicos, artísticos e históricos" a los siguientes:
ARTICULO II
1.- A pedido de una de las Partes, la otra empleará los medios legales a su alcance
para recuperar y devolver desde su territorio, los bienes arqueológicos, históricos y
culturales que hubieran sido robados o exportados ilícitamente del territorio de la
Parte requeriente.
ARTICULO III
2.- Las Partes procurarán, asimismo, difundir entre sus respectivas autoridades
aduaneras y policiales de puertos, aeropuerto y fronteras, información relativa a los
bienes culturales que son materia de robo y tráfico ilícito, con el fin de facilitar su
identificación y la aplicación de las medidas cautelares correspondientes.
ARTICULO IV
ARTICULO V
El presente Convenio podrá ser modificado por acuerdo de las Partes, a petición dé
cualquiera de ellas. Dichas modificaciones podrán ser oficializadas mediante notas
reversales o por otro procedimiento que las Partes acuerden.
ARTICULO VI
CERTIFICO: Que es fiel copia del original que reposa en los archivos de la Dirección
General de Tratados de esta Cancillería. LO CERTIFICO:.- Quito, 22 de enero de
1997.
CONSIDERANDO
En uso de las atribuciones que le confiere el literal f ) del Artículo o. del Reglamento
General de la Ley de Patrimonio Cultural,
RESUELVE:
CAPITULO I
DE LOS INVESTIGADORES
CAPITULO II
DE LAS AUTORIZACIONES
ARTICULO 7.- Para efectuar cualquier trabajo de investigación que se relacione con
el área de Arqueología, el investigador deberá obtener la autorización correspondiente
del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, previo el cumplimiento de los
requisitos establecidos en el presente Reglamento.
h) Una vez aceptado el. Proyecto por parte del INPC, se solicitara una copia
certificada de la correspondiente visa de los .investigadores y del permiso para
trabajar en el Ecuador, otorgado por el Ministerio de Trabajo.
ARTICULO 17.- En el caso de proyectos extranjeros, los documentos referentes a
los literales b), c), d) y h) del Artículo 16 deberán ser refrendados por la respectiva
Embajada.
CAPITULO IV
En el caso de proyectos do larga duración (dos o más años), los informes de desarrollo
se presentarán cada seis meses y un informe preliminar cada año. El plazo de entrega
del Informo Final será establecido por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.
CAPITULO V
DEL DESTINO DE LOS BIENES CULTURALES OBTENIDOS
EN LAS INVESTIGACIONES
1. FRAGMENTOS:
- Cerámica;
- Concha; Hueso; Lítica;
- Maderas petrificadas;
- Tejidos;
- Métales.
2. MUESTRAS:
Carbón vegetal;
Fitolitos; -
Polen;
Semillas;
Suelos.
CAPITULO VII
DE LAS SANCIONES