Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

El Alcoholismo en Adolescentes

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 30

UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES

Facultad de Ciencias de la Salud


Escuela Profesional de Psicología

MONOGRAFÍA

EL ALCOHOLISMO EN ADOLESCENTES: Una mirada


profunda a sus causas y consecuencias

Autores : Rodriguez Peña María Cristina

Poma Alfaro Ariana Andrea

Ciclo : II - A

Línea de Investigación : Salud y Gestión de Salud

Docente de la Asignatura: Lozano Rodriguez Abigail

HUANCAYO – PERÚ

2024
ÍNDICE

ÍNDICE..............................................................................................................................2

INTRODUCCIÓN.............................................................................................................4

CAPÍTULO 1: ¿QUÉ ES EL ALCOHOLISMO?.............................................................5

1.1 Definición de alcoholismo.......................................................................................5

1.2 Diferencia entre consumo ocasional y alcoholismo................................................5

1.3 Factores que contribuyen al desarrollo del alcoholismo.........................................6

1.3.1. Factores genéticos...........................................................................................6

1.3.2. Traumas y estrés..............................................................................................7

1.3.3. Problemas de salud mental..............................................................................7

CAPÍTULO 2: CAUSAS DEL ALCOHOLISMO EN ADOLESCENTES.....................9

2.1 Influencia de la familia y el entorno social.............................................................9

2.2 Presión de grupo y el deseo de encajar....................................................................9

2.2.1. Deseo de aceptación social............................................................................10

2.2.2. Situaciones de consumo fuera del hogar.......................................................10

2.2.3. Creencias sobre los efectos del alcohol.........................................................10

2.3 Trastorno por consumo de alcohol........................................................................10

2.3.1. Influencia de la genética................................................................................11

2.3.2. Impacto de los traumas y el estrés.................................................................11

2.3.3. Relación con los problemas de salud mental.................................................11

2.3.4. Influencia de la familia y el entorno social...................................................12

2.3.5. Presión de grupo y el deseo de encajar..........................................................12

2.3.6. Deseo de aceptación social............................................................................13

2.3.7. Situaciones de consumo fuera del hogar.......................................................13

2.3.8. Creencias sobre los efectos del alcohol.........................................................13


2.3.9. Trastorno por consumo de alcohol................................................................14

CAPÍTULO 3: CONSECUENCIAS DEL ALCOHOLISMO EN ADOLESCENTES. .15

3.1 Impacto en la salud física y mental.......................................................................15

3.2. Rendimiento académico y problemas escolares...................................................15

3.3. Relaciones interpersonales y conflictos familiares...............................................16

CAPÍTULO 4: PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL ALCOHOLISMO EN


ADOLESCENTES..........................................................................................................18

4.1 Importancia de la educación y la concienciación..................................................18

4.2. Papel de los padres y la comunidad en la prevención..........................................19

4.3. Recursos y programas de tratamiento disponibles...............................................20

CAPÍTULO 5: PROGRAMAS EDUCATIVOS Y DE CONCIENTIZACIÓN SOBRE


EL ALCOHOLISMO EN ADOLESCENTES................................................................22

5.1. Objetivos y enfoques de los programas educativos sobre el alcoholismo............22

5.2. Contenido y metodologías utilizadas en los programas educativos.....................23

5.3. Experiencias y testimonios de estudiantes que han participado en los programas


.....................................................................................................................................24

CONCLUSIONES...........................................................................................................26

REFERENCIAS..............................................................................................................27
INTRODUCCIÓN

El consumo de alcohol durante la adolescencia es un problema de salud pública de gran


relevancia a nivel mundial. Durante esta etapa crucial del desarrollo, los jóvenes se
enfrentan a diversos factores de riesgo que pueden llevarlos a desarrollar problemas con
el alcohol, con consecuencias negativas a corto y largo plazo.

Esta monografía tiene como objetivo brindar una visión integral sobre el fenómeno del
alcoholismo en adolescentes, abordando los principales factores que contribuyen a su
desarrollo, las implicaciones en la salud física y mental, el rendimiento académico y las
relaciones interpersonales, así como las estrategias de prevención y tratamiento
disponibles.

A lo largo de los capítulos, se analizarán en profundidad los diversos elementos que


influyen en el consumo de alcohol en esta población, desde los factores genéticos y
ambientales hasta la presión de grupo y los problemas de salud mental. Asimismo, se
examinarán las consecuencias del alcoholismo en diferentes ámbitos de la vida de los
adolescentes, destacando la importancia de abordar este problema de manera integral.

Finalmente, se presentarán los enfoques y metodologías más efectivos en los programas


educativos y de prevención, así como los recursos y opciones de tratamiento disponibles
para ayudar a los adolescentes y sus familias a superar esta problemática. Todo ello con
el fin de contribuir a la comprensión y el abordaje efectivo del alcoholismo en esta etapa
crucial del desarrollo.

Esta monografía pretende ser una herramienta valiosa para profesionales de la salud,
educadores, padres y tomadores de decisiones, brindando información actualizada y
evidencia científica para promover estrategias de prevención y tratamiento que mejoren
la salud y el bienestar de los adolescentes.
CAPÍTULO 1: ¿QUÉ ES EL ALCOHOLISMO?

1.1 Definición de alcoholismo

El alcoholismo es un trastorno crónico caracterizado por un consumo compulsivo de


alcohol que interfiere con las funciones mentales, físicas y sociales normales. Se
considera una enfermedad progresiva que puede llevar a problemas de salud graves e
incluso la muerte si no se trata adecuadamente. Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), el alcoholismo se define como "un trastorno conductual, cognitivo y
fisiológico que se desarrolla tras el consumo repetido de alcohol, que típicamente
incluye un fuerte deseo de consumir alcohol, dificultades para controlar su consumo,
persistencia en su uso a pesar de las consecuencias perjudiciales, una mayor prioridad
dada al consumo de alcohol frente a otras actividades y obligaciones, una tolerancia
aumentada y, a veces, un estado de abstinencia físico" (OMS, 2018).El alcoholismo es
una enfermedad compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según
un estudio realizado por la OMS, "aproximadamente el 5,1% de la carga mundial de
morbilidad y lesiones es atribuible al consumo de alcohol, lo que lo convierte en uno de
los principales factores de riesgo modificables para la salud a nivel mundial" (OMS,
2018). El alcoholismo no solo afecta a la persona que lo padece, sino también a su
entorno familiar y social, causando problemas económicos, legales y emocionales.

Es importante destacar que el alcoholismo no es un problema exclusivo de los adultos.


Cada vez más jóvenes y adolescentes están desarrollando problemas con el alcohol, lo
que puede tener graves consecuencias para su desarrollo físico, mental y social. Según
un estudio realizado por el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el
Alcoholismo (NIAAA) de Estados Unidos, "aproximadamente el 11% de los bebedores
menores de 21 años cumplen con los criterios de trastorno por consumo de alcohol"
(NIAAA, 2020).

1.2 Diferencia entre consumo ocasional y alcoholismo

Aunque el consumo ocasional de alcohol no es necesariamente un problema, el


alcoholismo se caracteriza por un patrón de consumo excesivo y recurrente que causa
angustia o deterioro clínicamente significativo. Los adolescentes que beben alcohol
regularmente corren un mayor riesgo de desarrollar alcoholismo en la edad adulta.
Según un estudio realizado por Piazza, Fiestas y Giesbrecht (2020), "el consumo de
alcohol en la adolescencia se asocia con un mayor riesgo de desarrollar problemas de
salud mental, problemas académicos y sociales, y un mayor riesgo de consumo de otras
drogas en la edad adulta" (Piazza et al., 2020).Es importante distinguir entre el consumo
ocasional de alcohol y el alcoholismo, ya que el tratamiento y las estrategias de
prevención varían según la gravedad del problema. Según un estudio realizado por el
NIAAA, "los adolescentes que comienzan a beber antes de los 15 años tienen cuatro
veces más probabilidades de desarrollar alcoholismo en la edad adulta en comparación
con aquellos que comienzan a beber a los 21 años o más" (NIAAA, 2020). Esto se debe
en parte a que el cerebro de los adolescentes aún se está desarrollando y es más
vulnerable a los efectos dañinos del alcohol.

Además, el consumo de alcohol en la adolescencia a menudo se asocia con otros


comportamientos de riesgo, como el consumo de drogas, las relaciones sexuales sin
protección y la conducción temeraria. Según un estudio realizado por el NIAAA, "estos
comportamientos pueden tener consecuencias a largo plazo para la salud y el bienestar
de los jóvenes" (NIAAA, 2020).

1.3 Factores que contribuyen al desarrollo del alcoholismo

Diversos factores, como la genética, los traumas, el estrés y los problemas de salud
mental, pueden aumentar el riesgo de desarrollar alcoholismo. Los adolescentes son
particularmente vulnerables debido a los cambios físicos y emocionales que
experimentan durante esta etapa de desarrollo. Según un estudio de Becoña y Cortés
(2011), "los factores de riesgo para el desarrollo del alcoholismo en adolescentes
incluyen antecedentes familiares de alcoholismo, problemas de salud mental, baja
autoestima, presión de grupo y falta de apoyo social".

1.3.1. Factores genéticos.

Diversos estudios han demostrado que la genética desempeña un papel


importante en el desarrollo del alcoholismo. Según un informe del NIAAA (2020), "los
hijos de padres alcohólicos tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar
alcoholismo en comparación con aquellos cuyos padres no tienen problemas con el
alcohol" (p. 15). Esto se debe en parte a que los factores genéticos pueden influir en la
forma en que el cuerpo metaboliza el alcohol y en la susceptibilidad a los efectos
placenteros del alcohol.Becoña y Cortés (2011) también destacan la importancia de los
antecedentes familiares de alcoholismo como un factor de riesgo para el desarrollo del
alcoholismo en adolescentes.
Los factores de riesgo para el desarrollo del alcoholismo en adolescentes
incluyen antecedentes familiares de alcoholismo, problemas de salud mental, baja
autoestima, presión de grupo y falta de apoyo social. Los adolescentes con familiares
cercanos que sufren de alcoholismo tienen un mayor riesgo de desarrollar el trastorno
debido a la combinación de factores genéticos y ambientales. (p. 78)

1.3.2. Traumas y estrés.

Los traumas y el estrés también pueden aumentar el riesgo de desarrollar


alcoholismo. Según un estudio realizado por la SAMHSA (2019), "aproximadamente el
75% de las personas que ingresan a tratamiento por abuso de sustancias han
experimentado trauma en algún momento de sus vidas" (p. 23). El alcohol puede ser una
forma de automedicación para lidiar con el dolor emocional y el estrés.Khantzian
(2003) explica cómo el consumo de alcohol puede ser una estrategia de afrontamiento
para lidiar con el trauma.

Los pacientes con trastorno por consumo de alcohol a menudo han


experimentado traumas significativos en sus vidas, como abuso físico, sexual o
emocional, negligencia o pérdida de un ser querido. El alcohol puede proporcionar un
alivio temporal del dolor emocional y los recuerdos angustiosos asociados con estos
eventos traumáticos. Sin embargo, a largo plazo, el consumo excesivo de alcohol
empeora los síntomas del trauma y puede conducir al desarrollo de un trastorno por
consumo de alcohol. (p. 135)

1.3.3. Problemas de salud mental.

Los problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, también


pueden aumentar el riesgo de desarrollar alcoholismo. Según un estudio realizado por el
NIAAA (2020), "aproximadamente el 37% de las personas con trastorno por consumo
de alcohol también tienen un trastorno de salud mental" (p. 18). El consumo de alcohol
puede ser una forma de aliviar los síntomas de estos trastornos, pero a largo plazo puede
empeorar los problemas de salud mental.Swendsen y Merikangas (2000) exploran la
relación entre los trastornos de salud mental y el alcoholismo.

Los trastornos de salud mental, como la depresión y la ansiedad, a menudo


coexisten con el alcoholismo. Las personas con estos trastornos pueden consumir
alcohol para aliviar temporalmente los síntomas, pero a largo plazo, el consumo
excesivo de alcohol puede exacerbar los problemas de salud mental. Es importante
abordar ambos trastornos de manera integral para lograr una recuperación exitosa. (p.
51)En resumen, el alcoholismo es el resultado de una compleja interacción entre
factores genéticos, traumas, estrés y problemas de salud mental. Es crucial abordar estos
factores de riesgo de manera integral para prevenir y tratar eficazmente el alcoholismo.
CAPÍTULO 2: CAUSAS DEL ALCOHOLISMO EN ADOLESCENTES

2.1 Influencia de la familia y el entorno social

Los hábitos de consumo de alcohol dentro del entorno familiar y social son cruciales
para prevenir o fomentar el consumo de alcohol en los adolescentes. Los adolescentes
que crecen en hogares donde se consume alcohol regularmente tienen más
probabilidades de desarrollar problemas con el alcohol. Según un estudio de Becoña y
Cortés (2011), "los adolescentes que perciben un mayor consumo de alcohol en sus
padres y amigos tienen más probabilidades de consumir alcohol ellos mismos".

Los hábitos de consumo de alcohol dentro del entorno familiar y social son cruciales
para prevenir o fomentar el consumo de alcohol en los adolescentes. Diversos estudios
han demostrado que los adolescentes que crecen en hogares donde se consume alcohol
regularmente tienen más probabilidades de desarrollar problemas con el alcohol.Becoña
y Cortés (2011) señalan que "los adolescentes que perciben un mayor consumo de
alcohol en sus padres y amigos tienen más probabilidades de consumir alcohol ellos
mismos" (p. 78). Esto se debe a que los adolescentes tienden a imitar los
comportamientos de sus figuras de referencia más cercanas, tanto en el ámbito familiar
como en el grupo de pares.Swendsen y Merikangas (2000) también destacan la
importancia del entorno social en el desarrollo del alcoholismo en adolescente.

Los adolescentes que se rodean de amigos que consumen alcohol de manera habitual
tienen mayor riesgo de desarrollar problemas con el alcohol. La presión de grupo y la
necesidad de ser aceptados por los pares pueden llevar a los adolescentes a adoptar
conductas de consumo, incluso si no cuentan con el apoyo de sus familias. (p. 52)Por lo
tanto, es crucial que las familias y los entornos sociales de los adolescentes promuevan
estilos de vida saludables y brinden apoyo y orientación para prevenir el consumo
problemático de alcohol durante esta etapa de desarrollo.

2.2 Presión de grupo y el deseo de encajar

Durante la adolescencia, los jóvenes desarrollan una necesidad de independencia del


núcleo familiar y de integrarse en grupos sociales. Esta necesidad de pertenecer a un
grupo puede llevar a los adolescentes a desarrollar comportamientos de riesgo, como el
consumo de alcohol, para encajar con sus pares. Según un estudio de Espada, Pereira y
García-Fernández (2008), "la presión de grupo es uno de los factores más importantes
que influyen en el consumo de alcohol en adolescentes, ya que los jóvenes pueden sentir
la necesidad de consumir alcohol para ser aceptados por su grupo de amigos" (p. 45).

2.2.1. Deseo de aceptación social

El deseo de ser aceptado por el grupo de pares es un factor clave en el consumo


de alcohol entre los adolescentes. Algunos jóvenes ceden ante la presión de grupo
porque quieren caer bien, ser aceptados o porque temen ser rechazados si no se unen al
grupo (Del Toro et al., 2019). La presión de grupo se convierte en un agente
socializador importante durante la adolescencia, y su influencia puede ser tanto positiva
como negativa dependiendo del grupo al que se quiera pertenecer.

2.2.2. Situaciones de consumo fuera del hogar

Los adolescentes tienden a consumir alcohol con mayor frecuencia en


situaciones relacionadas con terceros fuera del hogar, como en la casa de un amigo.
Cicua, Méndez y Muñoz (2008) encontraron en su estudio que "los adolescentes
consumen alcohol con mayor frecuencia en la casa de un amigo, es decir, que las
situaciones relacionadas a la ingesta que involucran a terceros fuera del hogar y el deseo
del joven de experimentar momentos agradables lo incitan al consumo" (p. 78).

2.2.3. Creencias sobre los efectos del alcohol

Las creencias positivas acerca de los efectos esperados del alcohol también
influyen en el consumo entre los adolescentes. Algunos jóvenes consumen alcohol
porque creen que les ayudará a reducir el estrés, sentirse mejor o más adultos (Alvarado,
Sánchez y Alvarado et al., 2014). Estas creencias erróneas sobre los efectos del alcohol
pueden reforzar el consumo y dificultar la resistencia a la presión de grupo.

En resumen, la presión de grupo y el deseo de aceptación social son factores


clave en el consumo de alcohol entre los adolescentes. Las situaciones de consumo
fuera del hogar y las creencias positivas sobre los efectos del alcohol también
contribuyen a este problema. Es crucial trabajar en la prevención del consumo de
alcohol en esta etapa de desarrollo, fomentando habilidades de resistencia a la presión
de grupo y promoviendo estilos de vida saludables.

2.3 Trastorno por consumo de alcohol


Diversos factores, como la genética, los traumas, el estrés y los problemas de salud
mental, pueden aumentar el riesgo de desarrollar alcoholismo en los adolescentes.
Según un estudio de Becoña y Cortés (2011), "los factores de riesgo para el
desarrollo del alcoholismo en adolescentes incluyen antecedentes familiares de
alcoholismo, problemas de salud mental, baja autoestima, presión de grupo y falta de
apoyo social" (p. 78). La adolescencia es una etapa particularmente vulnerable debido a
los cambios físicos y emocionales que experimentan los jóvenes durante este periodo de
desarrollo.

2.3.1. Influencia de la genética

La genética desempeña un papel importante en el desarrollo del alcoholismo.


Según un informe del NIAAA (National Institute on Alcohol Abuse and
Alcoholism, 2020), "los hijos de padres alcohólicos tienen cuatro veces
más probabilidades de desarrollar alcoholismo en comparación con aquellos cuyos
padres no tienen problemas con el alcohol" (p. 15). Esto se debe en parte a que los
factores genéticos pueden influir en la forma en que el cuerpo metaboliza el alcohol
y en la susceptibilidad a los efectos placenteros del alcohol.

2.3.2. Impacto de los traumas y el estrés

Los traumas y el estrés también pueden aumentar el riesgo de desarrollar


alcoholismo. Según un estudio realizado por la SAMHSA (Substance Abuse and Mental
Health Services Administration, 2019), "aproximadamente el 75% de las personas que
ingresan a tratamiento por abuso de sustancias han experimentado trauma en algún
momento de sus vidas" (p. 23). El alcohol puede ser una forma de automedicación para
lidiar con el dolor emocional y el estrés. Khantzian (2003) explica cómo el consumo de
alcohol puede ser una estrategia de afrontamiento para lidiar con el trauma.

Los pacientes con trastorno por consumo de alcohol a menudo han


experimentado traumas significativos en sus vidas, como abuso físico, sexual o
emocional, negligencia o pérdida de un ser querido. El alcohol puede proporcionar un
alivio temporal del dolor emocional y los recuerdos angustiosos asociados con
estos eventos traumáticos. Sin embargo, a largo plazo, el consumo excesivo de
alcohol empeora los síntomas del trauma y puede conducir al desarrollo de un trastorno
por consumo de alcohol. (p. 135)
2.3.3. Relación con los problemas de salud mental

Los problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, también


pueden aumentar el riesgo de desarrollar alcoholismo. Según un estudio realizado por el
NIAAA (2020), "aproximadamente el 37% de las personas con trastorno por
consumo de alcohol también tienen un trastorno de salud mental" (p. 18). El consumo
de alcohol puede ser una forma de aliviar los síntomas de estos trastornos, pero a largo
plazo puede empeorar los problemas de salud mental. Swendsen y Merikangas (2000)
exploran la relación entre los trastornos de salud mental y el alcoholismo.

Los trastornos de salud mental, como la depresión y la ansiedad, a menudo


coexisten con el alcoholismo. Las personas con estos trastornos pueden consumir
alcohol para aliviar temporalmente los síntomas, pero a largo plazo, el consumo
excesivo de alcohol puede exacerbar los problemas de salud mental. Es
importante abordar ambos trastornos de manera integral para lograr una recuperación
exitosa. (p. 51)

2.3.4. Influencia de la familia y el entorno social

Los hábitos de consumo de alcohol dentro del entorno familiar y social son
cruciales para prevenir o fomentar el consumo de alcohol en los adolescentes. Los
adolescentes que crecen en hogares donde se consume alcohol regularmente tienen más
probabilidades de desarrollar problemas con el alcohol. Becoña y Cortés (2011) señalan
que "los adolescentes que perciben un mayor consumo de alcohol en sus padres y
amigos tienen más probabilidades de consumir alcohol ellos mismos" (p. 78). Esto se
debe a que los adolescentes tienden a imitar los comportamientos de sus figuras de
referencia más cercanas, tanto en el ámbito familiar como en el grupo de
pares.Swendsen y Merikangas (2000) también destacan la importancia del entorno
social en el desarrollo del alcoholismo en adolescentes.

Los adolescentes que se rodean de amigos que consumen alcohol de manera


habitual tienen mayor riesgo de desarrollar problemas con el alcohol. La presión de
grupo y la necesidad de ser aceptados por los pares pueden llevar a los adolescentes a
adoptar conductas de consumo, incluso si no cuentan con el apoyo de sus familias. (p.
52)Por lo tanto, es crucial que las familias y los entornos sociales de los adolescentes
promuevan estilos de vida saludables y brinden apoyo y orientación para prevenir el
consumo problemático de alcohol durante esta etapa de desarrollo.
2.3.5. Presión de grupo y el deseo de encajar

Durante la adolescencia, los jóvenes desarrollan una necesidad de independencia


del núcleo familiar y de integrarse en grupos sociales. Esta necesidad de pertenecer a un
grupo puede llevar a los adolescentes a desarrollar comportamientos de riesgo, como el
consumo de alcohol, para encajar con sus pares. Según un estudio de Espada, Pereira y
García-Fernández (2008), "la presión de grupo es uno de los factores más importantes
que influyen en el consumo de alcohol en adolescentes, ya que los jóvenes pueden sentir
la necesidad de consumir alcohol para ser aceptados por su grupo de amigos" (p. 45).

2.3.6. Deseo de aceptación social

El deseo de ser aceptado por el grupo de pares es un factor clave en el consumo


de alcohol entre los adolescentes. Algunos jóvenes ceden ante la presión de grupo
porque quieren caer bien, ser aceptados o porque temen ser rechazados si no se unen al
grupo (Del Toro et al., 2019). La presión de grupo se convierte en un agente
socializador importante durante la adolescencia, y su influencia puede ser tanto positiva
como negativa dependiendo del grupo al que se quiera pertenecer.

2.3.7. Situaciones de consumo fuera del hogar

Los adolescentes tienden a consumir alcohol con mayor frecuencia en


situaciones relacionadas con terceros fuera del hogar, como en la casa de un amigo.
Cicua, Méndez y Muñoz (2008) encontraron en su estudio que "los adolescentes
consumen alcohol con mayor frecuencia en la casa de un amigo, es decir, que las
situaciones relacionadas a la ingesta que involucran a terceros fuera del hogar y el deseo
del joven de experimentar momentos agradables lo incitan al consumo" (p. 78).

2.3.8. Creencias sobre los efectos del alcohol

Las creencias positivas acerca de los efectos esperados del alcohol también
influyen en el consumo entre los adolescentes. Algunos jóvenes consumen alcohol
porque creen que les ayudará a reducir el estrés, sentirse mejor o más adultos (Alvarado,
Sánchez y Alvarado et al., 2014). Estas creencias erróneas sobre los efectos del alcohol
pueden reforzar el consumo y dificultar la resistencia a la presión de grupo.

En resumen, la presión de grupo y el deseo de aceptación social son factores


clave en el consumo de alcohol entre los adolescentes. Las situaciones de consumo
fuera del hogar y las creencias positivas sobre los efectos del alcohol también
contribuyen a este problema. Es crucial trabajar en la prevención del consumo de
alcohol en esta etapa de desarrollo, fomentando habilidades de resistencia a la presión
de grupo y promoviendo estilos de vida saludables.

2.3.9. Trastorno por consumo de alcohol

El trastorno por consumo de alcohol es un patrón problemático de consumo de


alcohol que lleva a un deterioro o malestar clínicamente significativo. Los adolescentes
con trastornos de salud mental como la depresión o la ansiedad tienen un mayor riesgo
de desarrollar problemas con el alcohol.Según un estudio de Martínez-Loredo et al.
(2016), "los adolescentes con trastornos de salud mental tienen un mayor riesgo de
desarrollar problemas con el alcohol, y el consumo de alcohol puede exacerbar los
síntomas de estos trastornos" (p. 78). Esto se debe a que el alcohol puede ser utilizado
como una forma de automedicación para lidiar con los síntomas de los problemas de
salud mental, pero a largo plazo, el consumo excesivo empeora estos problemas.

El NIAAA (2020) también ha encontrado que "aproximadamente el 37% de las


personas con trastorno por consumo de alcohol también tienen un trastorno de salud
mental" (p. 18). Esta comorbilidad entre los trastornos de salud mental y el alcoholismo
complica el tratamiento y la recuperación, por lo que es crucial abordar ambos
problemas de manera integral.

Además, los adolescentes con trastornos de salud mental pueden tener más
dificultades para desarrollar estrategias saludables de afrontamiento y pueden ser más
vulnerables a la presión de grupo y a la adopción de conductas de riesgo como el
consumo de alcohol (Swendsen y Merikangas, 2000).
CAPÍTULO 3: CONSECUENCIAS DEL ALCOHOLISMO EN
ADOLESCENTES

3.1 Impacto en la salud física y mental

El consumo de alcohol durante la adolescencia puede tener graves consecuencias para la


salud física y mental. El alcohol puede dañar el desarrollo del cerebro, afectar la
memoria y el aprendizaje, y aumentar el riesgo de problemas de salud a largo plazo.
Guerri y Pascual (2010) señalan que "el consumo de alcohol durante la adolescencia
puede causar daños cerebrales permanentes, especialmente en áreas relacionadas con la
memoria, el aprendizaje y el control emocional" (p. 78).

Investigaciones recientes han demostrado que el cerebro de los adolescentes es


particularmente vulnerable a los efectos del alcohol debido a su desarrollo continuo. El
consumo frecuente de alcohol puede afectar negativamente las regiones del cerebro
encargadas del aprendizaje, la memoria, el habla y el pensamiento visual y espacial.
Esto se debe a que el cerebro adolescente aún se encuentra en proceso de maduración,
especialmente las áreas prefrontales responsables del control de impulsos, la toma de
decisiones y el juicio. El alcohol puede interferir con este desarrollo, provocando daños
que pueden ser irreversibles (NIAAA, 2020).

Además, las personas que empiezan a beber antes de los 15 años tienen más de 5 veces
más probabilidades de desarrollar un trastorno por consumo de alcohol (TCA) más
adelante en la vida, en comparación con las personas que solo bebieron después de
alcanzar la mayoría de edad. Esto se debe a que el consumo temprano de alcohol puede
alterar los sistemas de recompensa y motivación en el cerebro, aumentando la
vulnerabilidad a la adicción (NIAAA, 2020).

Otro riesgo importante del consumo de alcohol en la adolescencia es su impacto en la


salud mental. El alcohol puede exacerbar problemas como la depresión, la ansiedad y
los trastornos de la conducta, lo que a su vez puede empeorar el consumo de alcohol
como forma de automedicación. Esta relación bidireccional entre el alcoholismo y los
problemas de salud mental complica el tratamiento y la recuperación (Swendsen y
Merikangas, 2000).

3.2. Rendimiento académico y problemas escolares


El consumo de alcohol puede interferir con el desarrollo cognitivo y el aprendizaje, lo
que puede llevar a un bajo rendimiento académico y problemas escolares. Los
adolescentes que beben alcohol regularmente tienen más probabilidades de reprobar,
faltar a la escuela y abandonar los estudios. Balsa, Giuliano y French (2011)
encontraron que "el consumo de alcohol en adolescentes se asocia con un menor
rendimiento académico, un mayor ausentismo escolar y un mayor riesgo de abandono
escolar" (p. 45).Esto se debe a que el alcohol puede afectar la capacidad de los
adolescentes para concentrarse, retener información y resolver problemas. Además, el
consumo de alcohol a menudo se asocia con otros comportamientos de riesgo, como
saltarse clases, no hacer las tareas y tener problemas de disciplina en la escuela. Estos
problemas académicos y de comportamiento pueden tener un impacto negativo a largo
plazo en las oportunidades educativas y laborales de los jóvenes.

Algunas señales de alarma que pueden alertar sobre un posible abuso de alcohol en
adolescentes a nivel escolar incluyen: disminución del interés por el colegio, actitud
negativa, no ocuparse de hacer los deberes, disminución de las calificaciones, ausencias
del colegio y problemas de disciplina. Es crucial abordar estos problemas de manera
temprana para evitar consecuencias a largo plazo en la educación y el desarrollo de los
adolescentes.

Diversos estudios han demostrado que el consumo de alcohol durante la adolescencia


también se asocia con un mayor riesgo de deserción escolar. Esto puede deberse a que el
alcohol interfiere con la capacidad de los jóvenes para cumplir con las demandas
académicas, lo que a su vez los lleva a abandonar la escuela. Además, el consumo de
alcohol a menudo se relaciona con otros factores de riesgo, como problemas familiares,
baja autoestima y falta de apoyo social, que también pueden contribuir al abandono
escolar (Balsa et al., 2011).Es importante destacar que el impacto del consumo de
alcohol en el rendimiento académico y los problemas escolares no se limita solo a los
adolescentes que desarrollan un trastorno por consumo de alcohol. Incluso el consumo
ocasional o moderado puede afectar negativamente el desempeño y el bienestar de los
jóvenes en el ámbito educativo. Por lo tanto, es crucial abordar este problema de manera
integral, promoviendo estilos de vida saludables y brindando apoyo a los adolescentes
en riesgo.

3.3. Relaciones interpersonales y conflictos familiares


El alcoholismo puede causar problemas en las relaciones interpersonales y conflictos
familiares. Los adolescentes que beben alcohol pueden volverse agresivos, mentirosos y
desobedientes, lo que dificulta el desarrollo de relaciones saludables. Velleman y
Templeton (2007) encontraron que "el consumo de alcohol en adolescentes puede
causar problemas en las relaciones familiares, como conflictos, falta de comunicación y
falta de confianza" (p. 52).

Cuando un adolescente desarrolla un problema con el alcohol, esto puede generar una
dinámica familiar disfuncional. Los padres pueden sentirse frustrados, enojados o
impotentes ante la situación, lo que puede llevar a conflictos y una falta de
comunicación efectiva. Además, el adolescente puede mentir, ocultar información o
desobedecer las reglas de la familia, lo que erosiona la confianza y la unidad
familiar.Algunas señales de alarma a nivel familiar incluyen: riñas más frecuentes,
desobediencia de las normas, mentiras repetidas, estar retraído o no comunicarse con la
familia, y secretos excesivos. Es fundamental que los padres estén atentos a estos
cambios de comportamiento y busquen ayuda profesional si sospechan que su hijo está
desarrollando problemas con el alcohol.

Diversos estudios han demostrado que el consumo de alcohol en la adolescencia


también puede afectar negativamente las relaciones con los pares. Los adolescentes que
beben alcohol a menudo se vuelven más agresivos, impulsivos y menos empáticos, lo
que dificulta el desarrollo de amistades saludables y duraderas (Velleman y Templeton,
2007). Además, el consumo de alcohol puede llevar a los jóvenes a involucrarse en
actividades riesgosas o ilegales, lo que los aleja aún más de sus amigos y de la sociedad
en general.

Es importante destacar que el impacto del alcoholismo en las relaciones interpersonales


y familiares no se limita solo al adolescente que consume. El consumo de alcohol
también puede afectar a los demás miembros de la familia, generando estrés, ansiedad y
problemas de comunicación. Por lo tanto, es crucial abordar el problema del
alcoholismo de manera integral, brindando apoyo tanto al adolescente como a su
entorno familiar y social.
CAPÍTULO 4: PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL ALCOHOLISMO EN
ADOLESCENTES

4.1 Importancia de la educación y la concienciación

La educación y la concienciación sobre los riesgos del consumo de alcohol son


fundamentales para prevenir el alcoholismo en los adolescentes. Los programas
educativos deben abordar los factores de riesgo, las consecuencias del consumo de
alcohol y las estrategias para evitar el consumo. Foxcroft y Tsertsvadze (2011) señalan
que "los programas de prevención del alcoholismo en adolescentes que combinan
educación, habilidades sociales y apoyo familiar son más efectivos para reducir el
consumo de alcohol" (p. 45).

Estos programas educativos deben comenzar desde una edad temprana, incluso antes de
la adolescencia, para crear conciencia sobre los peligros del alcohol y fomentar estilos
de vida saludables. La información debe ser clara, concisa y adaptada a la etapa de
desarrollo de los jóvenes, abordando temas como los efectos del alcohol en el cerebro y
el cuerpo, las consecuencias a corto y largo plazo, y las estrategias para resistir la
presión de grupo.

Además de la educación formal en las escuelas, es importante que los padres y la


comunidad también participen en la concienciación sobre el consumo de alcohol en
adolescentes. Los padres deben tener conversaciones abiertas y honestas con sus hijos
sobre el tema, establecer reglas claras y monitorear sus actividades. La comunidad, por
su parte, puede ofrecer programas extracurriculares, campañas de sensibilización y
recursos para ayudar a los jóvenes a mantenerse alejados del alcohol.

La educación y la concienciación deben ir más allá de simplemente advertir sobre los


peligros del alcohol. También deben enseñar a los adolescentes habilidades de
afrontamiento, toma de decisiones y resistencia a la presión de grupo. Esto les permitirá
desarrollar estrategias saludables para lidiar con el estrés y las dificultades de la
adolescencia, sin recurrir al consumo de alcohol.

Es importante destacar que la efectividad de los programas de prevención no se limita


solo a los adolescentes. También deben involucrar a los padres y a la comunidad en
general, ya que el apoyo y la participación de estos actores clave pueden aumentar
significativamente el impacto de las iniciativas educativas (Kumpfer y Alvarado, 2003).
Finalmente, es crucial que los programas de educación y concienciación se basen en
evidencia científica y se adapten constantemente a las necesidades cambiantes de los
adolescentes. Solo de esta manera podrán ser verdaderamente efectivos en la prevención
del alcoholismo y promover el desarrollo saludable de los jóvenes.

4.2. Papel de los padres y la comunidad en la prevención

Los padres y la comunidad desempeñan un papel crucial en la prevención del


alcoholismo en los adolescentes. Los padres deben establecer límites claros, monitorear
el comportamiento de sus hijos y fomentar actividades saludables. La comunidad debe
proporcionar programas y recursos para ayudar a los adolescentes a evitar el consumo
de alcohol.

Kumpfer y Alvarado (2003) afirman que "el apoyo y la participación de los padres en
programas de prevención del alcoholismo en adolescentes aumenta la efectividad de
estos programas" (p. 78).El papel de los padres es fundamental en la prevención del
alcoholismo en adolescentes. Deben establecer reglas y límites claros con respecto al
consumo de alcohol, y monitorear de cerca las actividades y amistades de sus hijos.
Además, deben fomentar la comunicación abierta y honesta sobre el tema, brindando
información precisa y respondiendo a las preguntas de los jóvenes.

Más allá del ámbito familiar, la comunidad también tiene un papel crucial que
desempeñar. Las escuelas, las organizaciones juveniles, las iglesias y otras instituciones
comunitarias pueden ofrecer programas y actividades que mantengan a los adolescentes
ocupados y alejados del alcohol. Estos pueden incluir deportes, artes, voluntariado y
otras iniciativas que fomenten el desarrollo positivo y saludable de los jóvenes.

Asimismo, la comunidad debe proporcionar recursos y servicios de apoyo para los


adolescentes y sus familias. Esto puede incluir centros de asesoramiento, grupos de
apoyo y programas de tratamiento para aquellos que ya han desarrollado problemas con
el alcohol. Estos recursos deben ser accesibles, asequibles y estar bien publicitados para
que las familias puedan acceder a ellos cuando lo necesiten.

Es importante destacar que el papel de los padres y la comunidad no se limita solo a la


prevención del consumo de alcohol. También deben trabajar juntos para abordar los
factores de riesgo subyacentes, como los problemas de salud mental, la falta de apoyo
social y las dificultades familiares. Solo mediante un enfoque integral y colaborativo se
podrá reducir eficazmente el alcoholismo entre los adolescentes.

Finalmente, es crucial que los padres y la comunidad mantengan una comunicación


constante y una colaboración estrecha. Esto les permitirá identificar problemas de
manera temprana, compartir recursos y estrategias, y brindar un apoyo coherente y
efectivo a los jóvenes en riesgo.

4.3. Recursos y programas de tratamiento disponibles

Existen varios recursos y programas de tratamiento disponibles para ayudar a los


adolescentes con problemas de alcohol. El tratamiento puede incluir terapia individual y
grupal, medicamentos para reducir el consumo de alcohol y apoyo a los padres. Es
importante buscar ayuda profesional si se sospecha que un adolescente tiene problemas
con el alcohol.

Winters et al. (2011) afirman que "los programas de tratamiento del alcoholismo en
adolescentes que combinan terapia cognitivo-conductual, terapia familiar y apoyo de
pares son más efectivos para lograr la abstinencia y prevenir recaídas" (p. 67).Uno de
los recursos más importantes para el tratamiento del alcoholismo en adolescentes son
los programas de rehabilitación especializados. Estos ofrecen una atención integral que
aborda tanto el consumo de alcohol como los problemas subyacentes, como los
trastornos de salud mental, los traumas y los problemas familiares. Estos programas
pueden incluir terapia individual, terapia grupal, terapia familiar, educación sobre el
alcohol y el abuso de sustancias, y actividades recreativas.

Además de los programas de rehabilitación, los adolescentes también pueden recibir


tratamiento a través de servicios de salud mental, como psicólogos y psiquiatras. Estos
profesionales pueden proporcionar terapia individual y grupal, así como medicamentos
para ayudar a reducir el consumo de alcohol y abordar problemas de salud mental
asociados.

Es importante destacar que el tratamiento del alcoholismo en adolescentes no se limita


solo al trabajo con el joven. También es crucial involucrar a los padres y a la familia en
el proceso. Los programas de tratamiento deben incluir terapia familiar, educación para
los padres y apoyo para ayudarles a manejar la situación de manera efectiva.
Además de los servicios de tratamiento formal, existen otros recursos disponibles para
los adolescentes y sus familias, como grupos de apoyo entre pares, líneas de ayuda y
programas de prevención y educación en la comunidad. Estos recursos pueden
proporcionar apoyo emocional, información y estrategias para lidiar con el alcoholismo
de manera saludable.

Finalmente, es crucial que los adolescentes y sus familias tengan acceso a una variedad
de opciones de tratamiento y que puedan encontrar el enfoque que mejor se adapte a sus
necesidades específicas. Solo mediante un abordaje integral y personalizado se podrá
lograr una recuperación exitosa y prevenir recaídas en el futuro.
CAPÍTULO 5: PROGRAMAS EDUCATIVOS Y DE CONCIENTIZACIÓN
SOBRE EL ALCOHOLISMO EN ADOLESCENTES

5.1. Objetivos y enfoques de los programas educativos sobre el alcoholismo

Los programas educativos sobre el alcoholismo en adolescentes tienen como objetivo


aumentar la conciencia sobre los riesgos del consumo de alcohol, fomentar actitudes y
comportamientos saludables, y proporcionar habilidades para evitar el consumo.

Botvin y Griffin (2007) señalan que "los programas de prevención del alcoholismo en
adolescentes que se enfocan en el desarrollo de habilidades personales y sociales, como
la toma de decisiones, la resolución de problemas y la resistencia a la presión de grupo,
son más efectivos para prevenir el consumo de alcohol" (p. 78).Uno de los objetivos
clave de estos programas es educar a los adolescentes sobre los efectos del alcohol en el
cuerpo y el cerebro. Es crucial que los jóvenes comprendan cómo el consumo de
alcohol, especialmente durante la adolescencia, puede dañar el desarrollo cerebral y
aumentar el riesgo de problemas de salud a corto y largo plazo. Esto les permitirá tomar
decisiones informadas sobre el consumo de alcohol.

Además de la educación sobre los efectos del alcohol, los programas también buscan
fomentar actitudes y creencias saludables hacia el consumo. Muchos adolescentes
tienen percepciones erróneas sobre el alcohol, como creer que beber es normal o que
ayuda a relajarse. Los programas educativos deben desafiar estas creencias y promover
una visión más realista y saludable del alcohol.

Otro objetivo importante es desarrollar habilidades en los adolescentes para resistir la


presión de grupo y evitar el consumo de alcohol. La presión de los pares es uno de los
factores de riesgo más importantes para el consumo de alcohol en adolescentes. Los
programas deben enseñar a los jóvenes estrategias efectivas para decir "no" al alcohol y
mantenerse firmes en sus decisiones, incluso cuando sus amigos les presionen.

Asimismo, los programas buscan involucrar a los padres y a la comunidad en general en


la prevención del alcoholismo. Los padres desempeñan un papel crucial en la
modelación de comportamientos saludables y en el apoyo a sus hijos para evitar el
consumo de alcohol. La comunidad también puede proporcionar recursos y
oportunidades para que los adolescentes se mantengan ocupados y alejados del alcohol.
Finalmente, los programas educativos deben ser integrales y adaptados a las necesidades
específicas de cada grupo de adolescentes. Deben abordar no solo el consumo de
alcohol, sino también otros factores de riesgo como los problemas de salud mental, los
traumas y las dificultades familiares. Solo mediante un enfoque holístico se podrá
prevenir eficazmente el alcoholismo en los adolescentes.

5.2. Contenido y metodologías utilizadas en los programas educativos

Los programas educativos sobre el alcoholismo en adolescentes suelen incluir


información sobre los efectos del alcohol en el cuerpo y el cerebro, las consecuencias
del consumo de alcohol y las estrategias para evitar el consumo.

Tobler et al. (2000) afirman que "los programas de prevención del alcoholismo en
adolescentes que utilizan metodologías interactivas y participativas, como discusiones
en grupo y juegos de roles, son más efectivos para cambiar actitudes y comportamientos
relacionados con el consumo de alcohol" (p. 45).Una de las áreas clave que abordan
estos programas es la educación sobre los efectos del alcohol en el desarrollo físico y
mental de los adolescentes. Los jóvenes deben comprender cómo el consumo de alcohol
puede dañar el cerebro en desarrollo, afectar la memoria, el aprendizaje y el rendimiento
académico. También deben conocer los riesgos a corto plazo, como las intoxicaciones y
los accidentes, y los problemas de salud a largo plazo, como el trastorno por consumo
de alcohol.

Además de la información sobre los efectos del alcohol, los programas también se
enfocan en las consecuencias sociales y emocionales del consumo. Los adolescentes
deben ser conscientes de cómo el alcohol puede afectar sus relaciones con familiares y
amigos, su participación en actividades escolares y comunitarias, y su autoestima y
bienestar general.

Para transmitir esta información de manera efectiva, los programas utilizan


metodologías interactivas y participativas. Las discusiones en grupo permiten a los
adolescentes compartir sus experiencias, preguntas y preocupaciones sobre el alcohol, y
recibir apoyo y retroalimentación de sus compañeros y educadores. Los juegos de roles,
por su parte, les brindan la oportunidad de practicar estrategias de resistencia a la
presión de grupo en un entorno seguro y controlado.
Otro enfoque clave es el desarrollo de habilidades personales y sociales. Los programas
enseñan a los adolescentes técnicas de toma de decisiones, resolución de problemas y
manejo del estrés que les permitan lidiar con las dificultades de la adolescencia sin
recurrir al alcohol. También fomentan el desarrollo de la autoestima, la empatía y la
asertividad, habilidades fundamentales para establecer relaciones saludables y tomar
decisiones responsables.

Finalmente, los programas educativos deben involucrar a los padres y a la comunidad en


general. Los padres reciben información y apoyo para establecer límites claros sobre el
consumo de alcohol, monitorear las actividades de sus hijos y fomentar estilos de vida
saludables. La comunidad, por su parte, puede proporcionar oportunidades
extracurriculares y recursos de apoyo para mantener a los adolescentes alejados del
alcohol.

5.3. Experiencias y testimonios de estudiantes que han participado en los


programas

Los estudiantes que han participado en programas educativos sobre el alcoholismo a


menudo informan de una mayor conciencia sobre los riesgos del consumo de alcohol y
un mayor compromiso con la adopción de comportamientos saludables.

Spoth et al. (2011) señalan que "los estudiantes que participan en programas de
prevención del alcoholismo informan una mayor autoeficacia para resistir la presión de
grupo y una mayor intención de evitar el consumo de alcohol en el futuro" (p. 67).

Muchos estudiantes destacan la importancia de la información proporcionada sobre los


efectos del alcohol en el cuerpo y el cerebro. Comprender cómo el consumo de alcohol
puede dañar su desarrollo físico y mental les ha motivado a tomar decisiones más
informadas y saludables. Un estudiante comentó: "Antes pensaba que beber era algo
normal y que no pasaba nada, pero ahora sé que puede dañar mi cerebro y mi salud. Eso
me hace querer evitar el alcohol".

Además de la información, los estudiantes valoran la oportunidad de discutir


abiertamente sobre el tema del alcoholismo. Las discusiones en grupo les han permitido
compartir sus preocupaciones, recibir apoyo de sus compañeros y aprender de las
experiencias de los demás. Una estudiante expresó: "Me alegro de poder hablar sobre
esto sin que me juzguen. Saber que no soy la única que se preocupa por el alcohol me
hace sentir menos sola".

Los juegos de roles también han sido una experiencia positiva para muchos estudiantes.
Practicar estrategias de resistencia a la presión de grupo les ha dado confianza y
habilidades para enfrentar situaciones reales. Un estudiante comentó: "Al principio me
daba vergüenza decir que no al alcohol, pero después de practicarlo en los juegos de
roles, me siento más seguro de mí mismo. Sé que puedo mantenerme firme si mis
amigos me presionan".

Otro aspecto valorado por los estudiantes es el desarrollo de habilidades personales y


sociales. Aprender técnicas de toma de decisiones, resolución de problemas y manejo
del estrés les ha ayudado a lidiar con las dificultades de la adolescencia de manera
saludable. Una estudiante expresó: "Antes usaba el alcohol para relajarme cuando
estaba estresada, pero ahora tengo otras formas más sanas de afrontar el estrés. Me
siento más en control de mi vida”.

Finalmente, los estudiantes han apreciado el apoyo y la participación de los padres y la


comunidad en los programas. Saber que sus familias y su comunidad se preocupan por
su bienestar y los apoyan en evitar el alcohol les ha dado un sentido de pertenencia y
seguridad. Un estudiante comentó: "Es genial que nuestros padres y maestros se unan
para ayudarnos a mantenernos alejados del alcohol. Nos hace sentir que somos
importantes y que nos cuidan".
CONCLUSIONES

La genética, los traumas, el estrés y los problemas de salud mental son factores clave
que aumentan el riesgo de que los adolescentes desarrollen alcoholismo. Es crucial
abordar estos factores de manera integral para prevenir y tratar eficazmente el consumo
problemático de alcohol en esta población vulnerable. Los hábitos de consumo de
alcohol dentro del entorno familiar y social son cruciales para prevenir o fomentar el
consumo de alcohol en los adolescentes. Los padres y la comunidad deben promover
estilos de vida saludables y brindar apoyo y orientación para evitar que los jóvenes
desarrollen problemas con el alcohol. La presión de grupo y el deseo de aceptación
social son factores clave en el consumo de alcohol entre los adolescentes. Las
situaciones de consumo fuera del hogar y las creencias positivas sobre los efectos del
alcohol también contribuyen a este problema. Es fundamental desarrollar habilidades de
resistencia a la presión de grupo y promover estilos de vida saludables. El consumo de
alcohol durante la adolescencia puede causar daños cerebrales permanentes, aumentar el
riesgo de desarrollar trastornos por consumo de alcohol y exacerbar problemas de salud
mental. También puede interferir con el desarrollo cognitivo y el aprendizaje, lo que
puede llevar a un bajo rendimiento académico y problemas escolares. Además, el
alcoholismo puede causar problemas en las relaciones interpersonales y conflictos
familiares. La educación y la concienciación sobre los riesgos del consumo de alcohol,
así como el apoyo de los padres y la comunidad, son fundamentales para prevenir el
alcoholismo en los adolescentes. Los programas de prevención que se enfocan en el
desarrollo de habilidades personales y sociales, y utilizan metodologías interactivas y
participativas, son más efectivos para cambiar actitudes y comportamientos
relacionados con el consumo de alcohol. Además, existen diversos recursos y
programas de tratamiento disponibles para ayudar a los adolescentes con problemas de
alcohol, incluyendo terapia individual y grupal, medicamentos y apoyo a los padres.
REFERENCIAS

Balsa, A. I., Giuliano, L. M., & French, M. T. (2011). The effects of alcohol use on
academic achievement in high school. Economics of Education Review, 30(1),
1-15. https://doi.org/10.1016/j.econedurev.2010.06.015

Becoña, E., & Cortés, M. (2011). Manual de adicciones para psicólogos especialistas en
psicología clínica en formación. Socidrogalcohol.Botvin, G. J., & Griffin, K. W.
(2007). School-based programmes to prevent alcohol, tobacco and other drug
use. International Review of Psychiatry, 19(6), 607-
615. https://doi.org/10.1080/09540260701797753

Becoña, E., & Cortés, M. (2011). Manual de adicciones para psicólogos especialistas en
psicología clínica en formación. Barcelona, España: Socidrogalcohol.

Botvin, G. J., & Griffin, K. W. (2007). School-based programmes to prevent alcohol,


tobacco and other drug use. International Review of Psychiatry, 19(6), 607-615.
https://doi.org/10.1080/09540260701797753

Cicua, D., Méndez, M., & Muñoz, L. (2008). Factores asociados al consumo de alcohol
en estudiantes de secundaria. Psicología desde el Caribe, 21, 1-28.

Del Toro, M., Quiñones, A., Aliaga, R., & Quispe, M. (2019). Presión de grupo y
consumo de alcohol en adolescentes escolarizados. Revista de Investigación
Psicológica, 21, 45-60.

Espada, J. P., Pereira, J. R., & García-Fernández, J. M. (2008). Influencia de los


modelos sociales en el consumo de alcohol de los adolescentes. Psicothema,
20(4), 531-537.Foxcroft, D. R., & Tsertsvadze, A. (2011). Universal school-
based prevention programs for alcohol misuse in young people. Cochrane
Database of Systematic Reviews, (5),
CD009113. https://doi.org/10.1002/14651858.CD009113

Espada, J. P., Pereira, J. R., & García-Fernández, J. M. (2008). Influencia de los


modelos sociales en el consumo de alcohol de los adolescentes. Psicothema,
20(4), 531-537.
Foxcroft, D. R., & Tsertsvadze, A. (2011). Universal school-based prevention programs
for alcohol misuse in young people. Cochrane Database of Systematic Reviews,
(5), CD009113. https://doi.org/10.1002/14651858.CD009113

Guerri, C., & Pascual, M. (2010). Mechanisms involved in the neurotoxic, cognitive,
and neurobehavioral effects of alcohol consumption during adolescence.
Alcohol, 44(1), 15-26. https://doi.org/10.1016/j.alcohol.2009.10.003Kumpfer, K.
L., & Alvarado, R. (2003). Family-strengthening approaches for the prevention
of youth problem behaviors. American Psychologist, 58(6-7), 457-
465. https://doi.org/10.1037/0003-066X.58.6-7.457

Kumpfer, K. L., & Alvarado, R. (2003). Family-strengthening approaches for the


prevention of youth problem behaviors. American Psychologist, 58(6-7), 457-
465. https://doi.org/10.1037/0003-066X.58.6-7.457

Londoño, C., & Valencia, S. C. (2010). Resistencia de la presión de grupo y consumo


de alcohol en universitarios. Acta Colombiana de Psicología, 13(1), 159-170.

Martínez-Loredo, V., Fernández-Hermida, J. R., Fernández-Artamendi, S., Carballo, J.


L., & García-Rodríguez, O. (2016). Polydrug use trajectories and differences in
impulsivity among adolescents. International Journal of Clinical and Health
Psychology, 16(3), 274-281. https://doi.org/10.1016/j.ijchp.2016.03.003

Martínez-Loredo, V., Fernández-Hermida, J. R., Fernández-Artamendi, S., Carballo, J.


L., & García-Rodríguez, O. (2016). Polydrug use trajectories and differences in
impulsivity among adolescents. International Journal of Clinical and Health
Psychology, 16(3), 274-281. https://doi.org/10.1016/j.ijchp.2016.03.003

NIAAA (National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism). (2020). Comprendiendo


el trastorno por consumo de alcohol. Recuperado de
https://www.niaaa.nih.gov/publications/comprension-del-trastorno-por-
consumo-de-alcohol

Organización Mundial de la Salud. (2018). Alcohol. https://www.who.int/es/news-


room/fact-sheets/detail/alcohol

Piazza, M., Fiestas, F., & Giesbrecht, N. (2020). Consumo de alcohol y género en la
población adolescente escolar del Perú. Revista Peruana de Medicina
Experimental y Salud Pública, 37(1), 148-
155. https://doi.org/10.17843/rpmesp.2020.371.4805

SAMHSA (Substance Abuse and Mental Health Services Administration). (2019).


Trauma-Informed Care in Behavioral Health Services. Treatment Improvement
Protocol (TIP) Series, No. 57. Rockville, MD: Author.

Spoth, R. L., Randall, G. K., Trudeau, L., Shin, C., & Redmond, C. (2008). Substance
use outcomes 5 1/2 years past baseline for partnership-based, family-school
preventive interventions. Drug and Alcohol Dependence, 96(1-2), 57-68.
https://doi.org/10.1016/j.drugalcdep.2008.01.023

Spoth, R., Greenberg, M., & Turrisi, R. (2008). Preventive interventions addressing
underage drinking: State of the evidence and steps toward public health impact.
Pediatrics, 121(Supplement 4), S311-S336. https://doi.org/10.1542/peds.2007-
2243E

Swendsen, J. D., & Merikangas, K. R. (2000). The comorbidity of depression and


substance use disorders. Clinical Psychology Review, 20(2), 173-189.
https://doi.org/10.1016/S0272-7358(99)00026-4

Tobler, N. S., Roona, M. R., Ochshorn, P., Marshall, D. G., Streke, A. V., & Stackpole,
K. M. (2000). School-based adolescent drug prevention programs: 1998 meta-
analysis. Journal of Primary Prevention, 20(4), 275-
336. https://doi.org/10.1023/A:1021314704811

Tobler, N. S., Roona, M. R., Ochshorn, P., Marshall, D. G., Streke, A. V., & Stackpole,
K. M. (2000). School-based adolescent drug prevention programs: 1998 meta-
analysis. The Journal of Primary Prevention, 20(4), 275-336.
https://doi.org/10.1023/A:1021314704811

Velleman, R., & Templeton, L. (2007). Understanding and modifying the impact of
parents' substance misuse on children. Advances in Psychiatric Treatment, 13(2),
79-89. https://doi.org/10.1192/apt.bp.106.002386

Velleman, R., & Templeton, L. (2007). Understanding and modifying the impact of
parents' substance misuse on children. Advances in Psychiatric Treatment, 13(2),
79-89. https://doi.org/10.1192/apt.bp.106.002386
Winters, K. C., Botzet, A. M., & Fahnhorst, T. (2011). Advances in adolescent
substance abuse treatment. Current Psychiatry Reports, 13(5), 416-
421. https://doi.org/10.1007/s11920-011-0214-2

Winters, K. C., Botzet, A. M., & Fahnhorst, T. (2011). Advances in adolescent


substance abuse treatment. Current Psychiatry Reports, 13(5), 416-421.
https://doi.org/10.1007/s11920-011-0214-2

También podría gustarte