El Alcoholismo en Adolescentes
El Alcoholismo en Adolescentes
El Alcoholismo en Adolescentes
MONOGRAFÍA
Ciclo : II - A
HUANCAYO – PERÚ
2024
ÍNDICE
ÍNDICE..............................................................................................................................2
INTRODUCCIÓN.............................................................................................................4
CONCLUSIONES...........................................................................................................26
REFERENCIAS..............................................................................................................27
INTRODUCCIÓN
Esta monografía tiene como objetivo brindar una visión integral sobre el fenómeno del
alcoholismo en adolescentes, abordando los principales factores que contribuyen a su
desarrollo, las implicaciones en la salud física y mental, el rendimiento académico y las
relaciones interpersonales, así como las estrategias de prevención y tratamiento
disponibles.
Esta monografía pretende ser una herramienta valiosa para profesionales de la salud,
educadores, padres y tomadores de decisiones, brindando información actualizada y
evidencia científica para promover estrategias de prevención y tratamiento que mejoren
la salud y el bienestar de los adolescentes.
CAPÍTULO 1: ¿QUÉ ES EL ALCOHOLISMO?
Diversos factores, como la genética, los traumas, el estrés y los problemas de salud
mental, pueden aumentar el riesgo de desarrollar alcoholismo. Los adolescentes son
particularmente vulnerables debido a los cambios físicos y emocionales que
experimentan durante esta etapa de desarrollo. Según un estudio de Becoña y Cortés
(2011), "los factores de riesgo para el desarrollo del alcoholismo en adolescentes
incluyen antecedentes familiares de alcoholismo, problemas de salud mental, baja
autoestima, presión de grupo y falta de apoyo social".
Los hábitos de consumo de alcohol dentro del entorno familiar y social son cruciales
para prevenir o fomentar el consumo de alcohol en los adolescentes. Los adolescentes
que crecen en hogares donde se consume alcohol regularmente tienen más
probabilidades de desarrollar problemas con el alcohol. Según un estudio de Becoña y
Cortés (2011), "los adolescentes que perciben un mayor consumo de alcohol en sus
padres y amigos tienen más probabilidades de consumir alcohol ellos mismos".
Los hábitos de consumo de alcohol dentro del entorno familiar y social son cruciales
para prevenir o fomentar el consumo de alcohol en los adolescentes. Diversos estudios
han demostrado que los adolescentes que crecen en hogares donde se consume alcohol
regularmente tienen más probabilidades de desarrollar problemas con el alcohol.Becoña
y Cortés (2011) señalan que "los adolescentes que perciben un mayor consumo de
alcohol en sus padres y amigos tienen más probabilidades de consumir alcohol ellos
mismos" (p. 78). Esto se debe a que los adolescentes tienden a imitar los
comportamientos de sus figuras de referencia más cercanas, tanto en el ámbito familiar
como en el grupo de pares.Swendsen y Merikangas (2000) también destacan la
importancia del entorno social en el desarrollo del alcoholismo en adolescente.
Los adolescentes que se rodean de amigos que consumen alcohol de manera habitual
tienen mayor riesgo de desarrollar problemas con el alcohol. La presión de grupo y la
necesidad de ser aceptados por los pares pueden llevar a los adolescentes a adoptar
conductas de consumo, incluso si no cuentan con el apoyo de sus familias. (p. 52)Por lo
tanto, es crucial que las familias y los entornos sociales de los adolescentes promuevan
estilos de vida saludables y brinden apoyo y orientación para prevenir el consumo
problemático de alcohol durante esta etapa de desarrollo.
Las creencias positivas acerca de los efectos esperados del alcohol también
influyen en el consumo entre los adolescentes. Algunos jóvenes consumen alcohol
porque creen que les ayudará a reducir el estrés, sentirse mejor o más adultos (Alvarado,
Sánchez y Alvarado et al., 2014). Estas creencias erróneas sobre los efectos del alcohol
pueden reforzar el consumo y dificultar la resistencia a la presión de grupo.
Los hábitos de consumo de alcohol dentro del entorno familiar y social son
cruciales para prevenir o fomentar el consumo de alcohol en los adolescentes. Los
adolescentes que crecen en hogares donde se consume alcohol regularmente tienen más
probabilidades de desarrollar problemas con el alcohol. Becoña y Cortés (2011) señalan
que "los adolescentes que perciben un mayor consumo de alcohol en sus padres y
amigos tienen más probabilidades de consumir alcohol ellos mismos" (p. 78). Esto se
debe a que los adolescentes tienden a imitar los comportamientos de sus figuras de
referencia más cercanas, tanto en el ámbito familiar como en el grupo de
pares.Swendsen y Merikangas (2000) también destacan la importancia del entorno
social en el desarrollo del alcoholismo en adolescentes.
Las creencias positivas acerca de los efectos esperados del alcohol también
influyen en el consumo entre los adolescentes. Algunos jóvenes consumen alcohol
porque creen que les ayudará a reducir el estrés, sentirse mejor o más adultos (Alvarado,
Sánchez y Alvarado et al., 2014). Estas creencias erróneas sobre los efectos del alcohol
pueden reforzar el consumo y dificultar la resistencia a la presión de grupo.
Además, los adolescentes con trastornos de salud mental pueden tener más
dificultades para desarrollar estrategias saludables de afrontamiento y pueden ser más
vulnerables a la presión de grupo y a la adopción de conductas de riesgo como el
consumo de alcohol (Swendsen y Merikangas, 2000).
CAPÍTULO 3: CONSECUENCIAS DEL ALCOHOLISMO EN
ADOLESCENTES
Además, las personas que empiezan a beber antes de los 15 años tienen más de 5 veces
más probabilidades de desarrollar un trastorno por consumo de alcohol (TCA) más
adelante en la vida, en comparación con las personas que solo bebieron después de
alcanzar la mayoría de edad. Esto se debe a que el consumo temprano de alcohol puede
alterar los sistemas de recompensa y motivación en el cerebro, aumentando la
vulnerabilidad a la adicción (NIAAA, 2020).
Algunas señales de alarma que pueden alertar sobre un posible abuso de alcohol en
adolescentes a nivel escolar incluyen: disminución del interés por el colegio, actitud
negativa, no ocuparse de hacer los deberes, disminución de las calificaciones, ausencias
del colegio y problemas de disciplina. Es crucial abordar estos problemas de manera
temprana para evitar consecuencias a largo plazo en la educación y el desarrollo de los
adolescentes.
Cuando un adolescente desarrolla un problema con el alcohol, esto puede generar una
dinámica familiar disfuncional. Los padres pueden sentirse frustrados, enojados o
impotentes ante la situación, lo que puede llevar a conflictos y una falta de
comunicación efectiva. Además, el adolescente puede mentir, ocultar información o
desobedecer las reglas de la familia, lo que erosiona la confianza y la unidad
familiar.Algunas señales de alarma a nivel familiar incluyen: riñas más frecuentes,
desobediencia de las normas, mentiras repetidas, estar retraído o no comunicarse con la
familia, y secretos excesivos. Es fundamental que los padres estén atentos a estos
cambios de comportamiento y busquen ayuda profesional si sospechan que su hijo está
desarrollando problemas con el alcohol.
Estos programas educativos deben comenzar desde una edad temprana, incluso antes de
la adolescencia, para crear conciencia sobre los peligros del alcohol y fomentar estilos
de vida saludables. La información debe ser clara, concisa y adaptada a la etapa de
desarrollo de los jóvenes, abordando temas como los efectos del alcohol en el cerebro y
el cuerpo, las consecuencias a corto y largo plazo, y las estrategias para resistir la
presión de grupo.
Kumpfer y Alvarado (2003) afirman que "el apoyo y la participación de los padres en
programas de prevención del alcoholismo en adolescentes aumenta la efectividad de
estos programas" (p. 78).El papel de los padres es fundamental en la prevención del
alcoholismo en adolescentes. Deben establecer reglas y límites claros con respecto al
consumo de alcohol, y monitorear de cerca las actividades y amistades de sus hijos.
Además, deben fomentar la comunicación abierta y honesta sobre el tema, brindando
información precisa y respondiendo a las preguntas de los jóvenes.
Más allá del ámbito familiar, la comunidad también tiene un papel crucial que
desempeñar. Las escuelas, las organizaciones juveniles, las iglesias y otras instituciones
comunitarias pueden ofrecer programas y actividades que mantengan a los adolescentes
ocupados y alejados del alcohol. Estos pueden incluir deportes, artes, voluntariado y
otras iniciativas que fomenten el desarrollo positivo y saludable de los jóvenes.
Winters et al. (2011) afirman que "los programas de tratamiento del alcoholismo en
adolescentes que combinan terapia cognitivo-conductual, terapia familiar y apoyo de
pares son más efectivos para lograr la abstinencia y prevenir recaídas" (p. 67).Uno de
los recursos más importantes para el tratamiento del alcoholismo en adolescentes son
los programas de rehabilitación especializados. Estos ofrecen una atención integral que
aborda tanto el consumo de alcohol como los problemas subyacentes, como los
trastornos de salud mental, los traumas y los problemas familiares. Estos programas
pueden incluir terapia individual, terapia grupal, terapia familiar, educación sobre el
alcohol y el abuso de sustancias, y actividades recreativas.
Finalmente, es crucial que los adolescentes y sus familias tengan acceso a una variedad
de opciones de tratamiento y que puedan encontrar el enfoque que mejor se adapte a sus
necesidades específicas. Solo mediante un abordaje integral y personalizado se podrá
lograr una recuperación exitosa y prevenir recaídas en el futuro.
CAPÍTULO 5: PROGRAMAS EDUCATIVOS Y DE CONCIENTIZACIÓN
SOBRE EL ALCOHOLISMO EN ADOLESCENTES
Botvin y Griffin (2007) señalan que "los programas de prevención del alcoholismo en
adolescentes que se enfocan en el desarrollo de habilidades personales y sociales, como
la toma de decisiones, la resolución de problemas y la resistencia a la presión de grupo,
son más efectivos para prevenir el consumo de alcohol" (p. 78).Uno de los objetivos
clave de estos programas es educar a los adolescentes sobre los efectos del alcohol en el
cuerpo y el cerebro. Es crucial que los jóvenes comprendan cómo el consumo de
alcohol, especialmente durante la adolescencia, puede dañar el desarrollo cerebral y
aumentar el riesgo de problemas de salud a corto y largo plazo. Esto les permitirá tomar
decisiones informadas sobre el consumo de alcohol.
Además de la educación sobre los efectos del alcohol, los programas también buscan
fomentar actitudes y creencias saludables hacia el consumo. Muchos adolescentes
tienen percepciones erróneas sobre el alcohol, como creer que beber es normal o que
ayuda a relajarse. Los programas educativos deben desafiar estas creencias y promover
una visión más realista y saludable del alcohol.
Tobler et al. (2000) afirman que "los programas de prevención del alcoholismo en
adolescentes que utilizan metodologías interactivas y participativas, como discusiones
en grupo y juegos de roles, son más efectivos para cambiar actitudes y comportamientos
relacionados con el consumo de alcohol" (p. 45).Una de las áreas clave que abordan
estos programas es la educación sobre los efectos del alcohol en el desarrollo físico y
mental de los adolescentes. Los jóvenes deben comprender cómo el consumo de alcohol
puede dañar el cerebro en desarrollo, afectar la memoria, el aprendizaje y el rendimiento
académico. También deben conocer los riesgos a corto plazo, como las intoxicaciones y
los accidentes, y los problemas de salud a largo plazo, como el trastorno por consumo
de alcohol.
Además de la información sobre los efectos del alcohol, los programas también se
enfocan en las consecuencias sociales y emocionales del consumo. Los adolescentes
deben ser conscientes de cómo el alcohol puede afectar sus relaciones con familiares y
amigos, su participación en actividades escolares y comunitarias, y su autoestima y
bienestar general.
Spoth et al. (2011) señalan que "los estudiantes que participan en programas de
prevención del alcoholismo informan una mayor autoeficacia para resistir la presión de
grupo y una mayor intención de evitar el consumo de alcohol en el futuro" (p. 67).
Los juegos de roles también han sido una experiencia positiva para muchos estudiantes.
Practicar estrategias de resistencia a la presión de grupo les ha dado confianza y
habilidades para enfrentar situaciones reales. Un estudiante comentó: "Al principio me
daba vergüenza decir que no al alcohol, pero después de practicarlo en los juegos de
roles, me siento más seguro de mí mismo. Sé que puedo mantenerme firme si mis
amigos me presionan".
La genética, los traumas, el estrés y los problemas de salud mental son factores clave
que aumentan el riesgo de que los adolescentes desarrollen alcoholismo. Es crucial
abordar estos factores de manera integral para prevenir y tratar eficazmente el consumo
problemático de alcohol en esta población vulnerable. Los hábitos de consumo de
alcohol dentro del entorno familiar y social son cruciales para prevenir o fomentar el
consumo de alcohol en los adolescentes. Los padres y la comunidad deben promover
estilos de vida saludables y brindar apoyo y orientación para evitar que los jóvenes
desarrollen problemas con el alcohol. La presión de grupo y el deseo de aceptación
social son factores clave en el consumo de alcohol entre los adolescentes. Las
situaciones de consumo fuera del hogar y las creencias positivas sobre los efectos del
alcohol también contribuyen a este problema. Es fundamental desarrollar habilidades de
resistencia a la presión de grupo y promover estilos de vida saludables. El consumo de
alcohol durante la adolescencia puede causar daños cerebrales permanentes, aumentar el
riesgo de desarrollar trastornos por consumo de alcohol y exacerbar problemas de salud
mental. También puede interferir con el desarrollo cognitivo y el aprendizaje, lo que
puede llevar a un bajo rendimiento académico y problemas escolares. Además, el
alcoholismo puede causar problemas en las relaciones interpersonales y conflictos
familiares. La educación y la concienciación sobre los riesgos del consumo de alcohol,
así como el apoyo de los padres y la comunidad, son fundamentales para prevenir el
alcoholismo en los adolescentes. Los programas de prevención que se enfocan en el
desarrollo de habilidades personales y sociales, y utilizan metodologías interactivas y
participativas, son más efectivos para cambiar actitudes y comportamientos
relacionados con el consumo de alcohol. Además, existen diversos recursos y
programas de tratamiento disponibles para ayudar a los adolescentes con problemas de
alcohol, incluyendo terapia individual y grupal, medicamentos y apoyo a los padres.
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