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Producción
Profesor:
Mauricio H. Cornejo
Tema:
1
Capítulo 1
El objetivo de este curso es explorar cómo el conocimiento sobre la estructura de los materiales,
en especial metales y cerámicos pueden ser utilizados en la ciencia e ingeniería de materiales
para diseñar y utilizar estos materiales cuyas propiedades satisfagan con las requeridas en una
aplicación especíca. Este campo a veces se conoce como química o sica de cristales. Los cristales
son grupos de átomos que se repiten periódicamente en el espacio. Un conocimiento sobre cómo
están dispuestos los átomos en el espacio, y la fuerza de las uniones que los mantienen juntos, a su
vez proporciona una visión directa sobre propiedades tan diversas como el índice refractivo, clivaje,
conductividad térmica, conductividad iónica y muchas otras.
En muchos problemas de la ingeniería de los materiales es extremadamente útil preguntarnos
lo siguiente:
2
Estructura y Caracterización
Las relaciones entre las estructuras y las propiedades se describen en estas notas, enfatizando
la aplicación de las relaciones entre estructura y propiedad a problemas de ingeniería. Ante la
tarea de encontrar nuevos materiales con propiedades útiles, el estudiante debería poder utilizar
radios atómicos/iónicos, campos cristalinos, disposición de enlaces, comprensión del tipo de enlace
y argumentos de simetría como criterios para el proceso de selección de materiales.
La estructura de los materiales sintetiza una gran cantidad de información para que puedan
identicarse tendencias. Ofrece pautas sobre:
Como resultado de este capitulo, este conocimiento servirá como referencia para el procesamien-
to de todo tipo de medidas, incluido las medidas simples y múltiples, dependientes e independientes,
combinadas o en simultaneo.
En la siguiente teoría, nosotros nos basaremos, donde sea posible, en la terminología dada en
la International Vocabulary of Metrology. Tomado esto en consideración, la ecuación de medición
básica reeja el objetivo general de las medidas que es expresar con un numero una propiedad of
un objeto o de un fenómeno. Así las mediciones permites el uso de las matemáticas en nuestras
actividades practicas y en la exploración de la naturaleza.
Las deniciones presentadas arriba presenta tres características de las mediciones:
1. El resultado de una medida debe ser siempre un numero concreto expresado en unidades.
El propósito de las mediciones es esencialmente representar una propiedad de un objeto por
medio de un numero.
2. Una medida es siempre obtenida con la ayuda de un equipo. Las medidas son imposible sin
la ayuda de un instrumento.
La exactitud de la medidas reeja la cercanía entre los resultados y el valor verdadero; esa
diferencia es debido a la imperfección en los resultados.
El valor verdadero de mesurando
2 es solo conocido si se realiza una calibración. En este proceso
se usa una referencia estándar con valores conocidos cuya exactitud es alto comparado con la
4
Estructura y Caracterización
Error absoluto
Si A es el promedio, o mejor estimado del valor verdadero, y A es el resultado de la medida,
entonces el error absoluto será igual a A − A.
Error relativo
A−A
El error relativo es el error expresado como fracción de el valor del mesurando: .
A
Una serie de mediciones es la mejor manera de estimar el valor verdadero, y esta puede ser
hecha bajo dos condiciones: repetitividad y reproducibilidad. En el caso de la repetitividad, esta
se puede desarrollar bajo las mismas condiciones como operador, equipo, procedimiento, etc. Por
el contrario, en el caso de reproducibilidad, se desarrolla bajo diferentes condiciones. Además las
repeticiones de medidas nos permiten observar dos tipos de errores, i.e. sistemáticos y aleatorios.
El error de una medida se dice es sistemática si este permanece constante o cambia de manera
regular en mediciones repetidas. Este tipo de error se puede corregir facílmente introduciendo las
correcciones, aunque es imposible su eliminación completa. Por otro lado, el error de una medida
se dice es aleatorio, si hay diferencias entre los resultados de diferentes medidas y estas diferencias
no pueden ser predichas, entonces el error de esta dispersión es llamado aleatorio.
La existencia de diversos patrones de medida para una misma magnitud, ha creado dicultades
en las relaciones internacionales de comercio, en el intercambio de resultados de investigación
cientícas, en la interpretación de resultados en reportes técnicos, etc. La selección y adopción de
los patrones para medir las magnitudes físicas es el resultado de una convención, y su denición es
hasta cierto punto arbitraria, pero está condicionada a que cumpla los siguientes requisitos:
el instrumento de medición,
el observador
Cada uno de estos factores constituye por separado una fuente de incertidumbre y contribuye
en mayor a menor grado a la incertidumbre total de la medida. La tarea de detectar y evaluar las
incertidumbres no es simple e implica conocer diversos aspectos de la medición.
En principio, es posible clasicar las fuentes de incertidumbres en dos conjuntos bien diferen-
ciados, las que se deben a:
Errores sistemáticos que son una desviación constante de todas las medidas ya sea siempre
hacia arriba o por debajo del valor real, y son producidos, por ejemplo, por la falta de
calibración del instrumento de medición
En la gura 2.1 se representa los errores sistemáticos y los errores aleatorios. Los centros de los
círculos indican la posición del valor que se quiere medir y las cruces indican los valores de varias
mediciones. La dispersión de los puntos se asocia a la precisión, mientras que su centro efectivo
6 está asociado a la exactitud. El conjunto de medidas representa una medición a) precisa pero
inexacta, b) más exacta y con la misma precisión, c) menos precisa y menos exacta, d) más exacta
pero menos precisa.
La medida ideal es aquella que tiene un 100 % de exactitud y un 100 % de precisión, pero
esto es muy difícil de conseguir.
6 centroide
La respuesta a estas preguntas se obtiene a partir del estudio estadístico de las mediciones, el
cual debe de arrojar cual es la tendencia central de las medidas y su dispersión. Una introducción
al tema del tratamiento de datos se presenta a continuación:
Medidas de tendencia central
La medida más común de la tendencia central de una muestra o conjunto de mediciones está dada
por el promedio o media aritmética. Sin embargo, algunas veces este valor no basta y es necesario
calcular otras variables estadísticas que ayuden a analizar el resultado de una medición. Estas
variables estadísticas son la media y la moda.
El promedio x de una muestra o conjunto de mediciones x1, x2, x3, ..., xn está dado por
xn+1
mediana =
2
xn/2 + xn/2+1
mediana =
2
La moda es la medición que ocurre con mayor frecuencia. En un conjunto de mediciones puede
haber más de una moda. Cuando el conjunto de datos es simétrico, el promedio y la mediana
coinciden, si además, los datos tienen una sola moda, se dice que los datos son unimodales y la
mediana, la moda y el promedio tienen el mismo valor. Cuando la mediana no coincide con el
promedio, los datos están sesgados hacia la izquierda o hacia la derecha del promedio.
Medidas de dispersión
La tendencia central no es suciente para determinar el resultado de una medición. Por ejemplo,
los siguientes conjuntos de datos
Muestra 1: 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50
Muestra 2: 20, 25, 30, 35, 40, 45, 45, 50, 55, 60, 65, 70
Tienen el mismo valor para el promedio, la mediana y la moda. Sin embargo los datos en la
muestra 2 están más dispersos que en la muestra 1.
La dispersión de un conjunto de mediciones se puede medir de diferentes maneras. Los indi-
cadores más utilizados para representar la dispersión de un conjunto de datos son la desviación
media y desviación estándar.
La desviación media de una muestra está dada por
Σ|xi − x|
δ=
n
La desviación estándar de la muestra está dada por
r
Σ(xi − x)2
σ=
n−1
Cuando se obtiene una medición de una muestra de datos, el valor central de la medición
se representa con el promedio de los datos y el error o incertidumbre se representación con la
desviación media/desviación estándar cuando se trata de reportes de laboratorio.
Toda medida ya sea reproducible o no, debe de ir seguida por la unidad de la variable que se
mide y se expresa de la forma
x ± ∆x
unidades donde x representa el valor central de la medición y ∆x representa su incertidumbre. De
manera que se entienda que la medición está comprendida dentro del intervalo [x − ∆x, x + ∆x].
La interpretación es que el mejor estimado de la medida es x y quien hizo las mediciones está
razonablemente conado de que sus mediciones caerán dentro del intervalo anterior.
Recordando el ejemplo anterior, el volumen del recipiente está comprendido en el intervalo
[47.5, 48.5] mL y se debe de reportar como 48.0 ± 0.5 mL
Esta guía
2.3.1. El mensurando
El propósito de una medición es determinar el valor de la magnitud, llamada el mensurando,
que es el atributo sujeto a medición de un fenómeno, cuerpo o sustancia que puede ser distinguido
cualitativamente y determinado cuantitativamente. La denición del mensurando es vital para
obtener buenos resultados de la medición. En muchas ocasiones se mide algo distinto al propósito
original.
La imperfección natural de la realización de las mediciones, hace imposible conocer con certeza
absoluta el valor verdadero de una magnitud: Toda medición lleva implícita una incertidumbre,
que se denirá como un parámetro que caracteriza la dispersión de los valores que pueden ser
atribuidos razonablemente al mensurando.
Una denición completa del mensurando incluye especícamente sobre las magnitudes de entra-
da relevantes. El resultado de una medición incluye la mejor estimación del valor del mensurando
y una estimación de la incertidumbre sobre ese valor. La incertidumbre se compone de contribu-
ciones de diversas fuentes, algunas de ellas descritas por las magnitudes de entrada respectivas.
Algunas contribuciones son inevitables por la denición del propio mensurando, mientras otras
pueden depender del principio de medición, del método y del procedimiento seleccionados para la
medición .
7
Estas magnitudes de entrada también pueden inuir en el resultado de la medición, y por lo
tanto en la incertidumbre, algunos atributos no cuanticables en cuyo caso es siempre recomendable
reducir en lo posible sus efectos, preferentemente haciendo uso de criterios de aceptación en las
actividades tendientes a reducir tales efectos .
8
El método de medición y el procedimiento de medición son descripciones de la manera de
llevar a cabo la medición, la primera genérica, la segunda especíca. El método y el procedimiento
de medición son determinantes en el valor de la incertidumbre de la medición. Un conocimiento
insuciente de ellos muy probablemente conducirá a una estimación equivocada, o incompleta en
el mejor de los casos, de la incertidumbre de la medición.
La denición del mensurando usualmente alude, casi siempre de manera implícita, a una es-
timación de la incertidumbre que se requiere. Es notable el alto riesgo que se corre cuando la
denición del mensurando no es acorde con la estimación de la incertidumbre requerida .
9
Una medición física, por simple que sea, tiene asociado un modelo que sólo aproxima el proceso
real
10 .
7 Por ejemplo, en la medición de la longitud de una barra, la temperatura es una magnitud de entrada que
afecta directamente al mesurando por expansión o contracción térmica del material. Otra magnitud de entrada es
la fuerza de contacto, presente cuando se utilizan instrumentos que requieren contacto mecánico como los tornillos
micrométricos, calibradores vernier, etc
8 por ejemplo, la limpieza de las masas es un aspecto crítico en la calibración de masas de alta exactitud, lo cual
obliga a observar estrictamente criterios para limpiarlas apropiadamente
9 Por ejempla, si se maniesta al mensurando simplemente como el diámetro de una moneda, la incertidumbre
requerida es mayor que cuando el mensurando se determina como el diámetro del circulo que circunscribe la moneda
10 Por ejemplo, la medición de viscosidad con un viscosímetro capilar usa un modelo que supone un capilar que
supone un capilar con longitud innita, de diámetro constante y que la temperatura es absolutamente uniforme y
constante en todos los puntos del viscosímetro
11 Por ejemplo, la viscosidad es proporcional al tiempo de ujo por un viscosímetro capilar como relación funcional,
en contraste al desconocimiento de su relación funcional con la temperatura
n
1X
xi = q = qj
n i=1
La dispersión de los resultados de la medición q1 , q2 , q3,...,qn para la magnitud de entrada Xi se
expresa por su desviación estándar experimental:
v
u n
u 1 X
s(q) = t (qk − q)2
n−1
k=1
s(q)
u(xi ) = s(q) = √
n
Así que resulta para la incertidumbre estándar de Xi :
12 Por ejemplo, en la calibración de termómetros de mercurio en vidrio aparece una pequeña contribución de la
temperatura ambiente, pero se considera despreciable aquella contribución debida a la radiación electromagnética
en el ambiente
v
u n
1 u 1 X
u(xi ) = √ t (qk − q)2
n n−1
k=1
Para una medición que se realiza por un método bien caracterizado y bajo condiciones con-
troladas, es razonable suponer que la distribución (dispersión) de los qj no cambia, es decir, se
mantiene prácticamente igual para mediciones realizadas en diferentes días, por distintos técnicos,
etc
13 .
No se puede dar una recomendación general para el número ideal de las repeticiones n, ya que
depende de las condiciones y exigencias
14 de cada medición especica. Hay que considerar que:
En pocos casos se recomienda o se requiere n mayor de 10. Por ejemplo cuando se caracterizan
instrumentos o patrones, o se hacen mediciones o calibraciones de alta exactitud.
Para determinar el impacto que tiene n en la incertidumbre expandidas hay que estimar su
inuencia en el número de grados efectivos de libertad
Otras fuentes de incertidumbre que se evalúan con este método son la reproducibilidad y las
obtenidas al hacer un regresión lineal.
Certicados de calibración
Normas o literatura
Distribución de probabilidades
La cuanticación de una fuente de incertidumbre incluye la asignación de un valor y la deter-
minación de la distribución a la cual se reere este valor. Las distribuciones que aparecen con más
frecuencias son:
Distribución normal
Los resultados de una medición repetida afectada por una o más magnitudes de inuencia que
Reducción
Antes de comparar y combinar contribuciones de la incertidumbre que tienen distribuciones
diferentes, es necesario representar los valores de las incertidumbres originales como incertidumbres
estándar. Para ellos se determina la desviación estándar de la distribución asignada a cada fuente.
Distribución normal
La desviación estándar experimental de la media calculada a partir de los resultados de una me-
dición repetida ya representa la incertidumbre estándar. Cuando se dispone de valores de una
incertidumbre expandida U, como los presentados en los ejemplos en certicados de calibración,
se divide U entre el factor de cobertura k, obtenido ya sea directamente o a partir de un nivel de
conanza dado.
U
u(xi ) =
k
Distribución rectangular
Si la magnitud de entrada Xi tienen una distribución rectangular con el limite superior a+ y el
limite inferior a− , el mejor estimado para el valor de Xi está dado por:
a+ + a−
xi =
2
y la incertidumbre estándar se calcula por:
a+ + a−
u(xi ) = √
12
o por
15 Por ejemplo, en un baño termostático, que se utiliza para medir la densidad de un líquido, la temperatura puede
tener una ligera deriva. Si se mide la temperatura antes y después de la medición de la densidad, una temperatura
de (T1 + T2)/T1 con un distribución triangular entre T1 y T2
a/2
u(xi ) = √
3
donde a/2 es el semiancho del intervalo a con a = a+ − a−
Una aplicación típica es la resolución de un instrumento digital. También la incertidumbre
relacionada con el número nito de cifras signicativas de datos tomados de la literatura puede ser
tratada con esta distribución
16 . Si se aplica a la resolución o a datos tomados de la literatura, a
corresponde al último dígito signicativo o a la última cifra signicativa respectivamente.
Distribución triangular
Como en una distribución rectangular, para una magnitud de entrada Xi que tiene una distribución
triangular con los límites a+ y a− , el mejor estimado para el valor de Xi está dado por:
a+ + a−
xi =
2
La incertidumbre estándar se calcula en este caso por:
a+ + a− a/2
u(xi ) = √ = √
24 6
con a denido a+ − a−
Combinación
El resultado de la combinación de las contribuciones de todas las fuentes es la incertidumbre
estándar combinada uc (y), la cual contiene toda la información esencial sobre la incertidumbre del
mensurando Y. La contribución ui (y) de cada fuente a la incertidumbre combinada depende de la
incertidumbre estándar u(xi ) de la propia fuente y del impacto de la fuente sobre el mensurando.
Es posible encontrar que una pequeña variación de alguna de las magnitudes de inuencia tenga
un impacto importante en el mensurando, y viceversa.
Se determina ui (y) por el producto de u(Xi ) y su coeciente de sensibilidad ci (o factor de
sensibilidad):
ui (y) = ci u(xi )
∂f (X1 , X2 , ..., XN )
ci = |X1 = x1 ...XN = xN
∂Xi
16 Siempre y cuando no haya indicios que la incertidumbre en realidad es mayor que la incertidumbre relacionada
con la última cifra signicativa
∆Y
ci =
∆Xi
Esto es, manteniendo constantes las demás magnitudes de entrada, se determina el cambio de
Y producido por un cambio en Xi por una medición o a partir de la información disponible.
N
X
u2c (y) = u2 (y)
i=1
v s
uN 2
uX X ∂f
uc (y) = t [ci u(xi )]2 = u(xi )
i=1
∂Xi
La regla presentada se llama la ley de propagación de incertidumbre. Note que la última expre-
sión es esta ecuación se aplica cuando se dispone de la relación funcional entre Y y xi
v
u Mi
uX
u(xi ) = t [uj uj (xi )]2
i=1
17 Combinada
Como segunda alternativa, si uno está interesado en ver el efecto particular que tiene cada una
de las fuentes en la incertidumbre combinada uc (y), cada fuente puede entrar individualmente en
la ecuación, sustituyendo el número de magnitudes de entrada N en la suma por el número total
de fuentes de incertidumbres. Cabe mencionar que el coeciente de sensibilidad ci es igual para
todas las fuentes de incertidumbre relacionada con la misma magnitud de entrada Xi .
v
uN Mi
uX X
uc (y) = t c2i [uj (xi )]2
i=1 j=1
U = k · uc
La incertidumbre expandidad U indica entonces un intervalo que representa una fracción p de
los valores que puede probablemente tomar el mensurando. El valor de p es llamado el nivel de
conanza y puede ser elegido a conveniencia.
En el medio industrial, a menudo se elige el nivel de conanza de manera tal que corresponda
a un factor de cobertura como un número entero de desviaciones estándar en una distribución
normal
20
Grados de libertad
De cierta manera el número v de grados de libertas asociado a una distribución de una magnitud
−2 2
1 ∆u(xi ) 1 u(xi )
vi ≈ · = ·
2 u(xi ) 2 ∆u(xi )
La cantidad ∆u(xi ) es una estimación de la incertidumbre de la incertidumbre u(xi ) de la
fuente i cuanticada por el laboratorista. Es recomendable aproximar el resultado del cálculo con
la ecuación anterior al entero cercano más bajo
21 .
Se obervada tambien que un valor mayor de u(xi ), al ser una estimación más conservadora,
puedo traer consigo un menor valor de ∆u(xi ) y por consiguiente un mayor número de grados de
libertad.
El número efectivo de grados de libertad se calcula según la ecuación de Welch - Satterthwaite,
aún cuando existan observaciones sobre su validez merecedoras de atención, la cual puede escribirse
en términos de la relación entre la contribución de la fuente i y la incertidumbre combinada:
4
N ui (y)
1 X uc (y)
=
vef i=1
vi
Si el valor de vef resultante no es entero, generalmente se considera vef como el entero menor
mas próximo. Un análisis de la ecuación anterior muestra el dominio de las fuentes con pocos
grados de libertad en el calculo de vef , sobre todo de aquellas cuyas contribuciones son grandes a
la incertidumbre combinada. De hecho una fuente cuya contribución es alta y con pocos grados de
libertad, es determinante del valor de vef 22
21 Por ejemplo, si ∆u(x ) es cero, es decir, el metrólogo está completamente seguro del valor de u(x ), el número
i i
de grados de libertad asociado a esa fuente es innito. Si el técnico considera que u(xi ) tiene una incertidumbre del
50 %, el número de grados de libertad es de solo 2, y si la consideramos del 20 %, el número de grados de libertad
asciende a 12
22 Por ejemplo, si la repetibilidad es el 80 % de la incertidumbre combinada y se estima con 3 grados de libertad,
y cada una de las otras fuentes tiene un número innito de grados de libertad, el número efectivo de grados de
libertad será aproximadamente de 7. Si fuera del 60 % se obtendrían 23 grados de libertad
La teoría atómica de Dalton e ideas anes sentaron las bases de la estequiometría de compo-
sición y de la estequiometría de reacción. Sin embargo, este modelo atómico no da respuesta a
muchas preguntas. ¾Por qué los átomos se combinan para formar compuestos? ¾Por qué estos se
combinan en proporción numérica sencilla? ¾Por qué se observan ciertas proporciones numéricas de
los átomos en los compuestos? ¾Por qué elementos diferentes poseen propiedades distintas? ¾Por
qué los elementos son gaseosos, líquidos, sólidos, metales, no metales, y así sucesivamente? ¾Por
qué algunos grupos de elementos tienen propiedades semejantes y forman compuestos con fórmulas
similares? Las respuestas a estas y muchas otras preguntas importantes pueden darse mediante la
comprensión moderna de la naturaleza de los átomos.
1 También se han descubierto muchas otras partículas subatómicas como los quarks, positrones, neutrinos, piones
y muones. No es necesario estudiar sus características para comprender los fundamentos de la estructura atómica
que son importantes para la estructura de los materiales
19
Estructura y Caracterización
comprender las interacciones químicas. La masa y carga relativas de estas tres partículas funda-
mentales aparecen en la Figura 3.1. La masa de un electrón es muy pequeña si se compara con la
de un protón o la de un neutrón. La magnitud de la carga de un protón es igual, pero de signo
opuesto, a la de un electrón.
2 J. Moseley (1887-1915) estudió los rayos X emitidos por varios elementos. La comparación de los resultados
de diferentes elementos reveló que las líneas correspondientes eran desplazadas hacia longitudes de onda más cortas
conforme aumentaba la masa atómica de los materiales utilizados como objetivo, con algunas excepciones. No
obstante, Moseley demostró, en 1913, que la longitud de onda de los rayos X podía correlacionarse mejor con el
número atómico. En base al análisis matemático de los resultados concluyó que cada elemento diere del que
le precede porque posee una carga positiva más en su núcleo.
Hidrógeno 12000
Helio 2800
Oxigeno 16
Nitrógeno 8
Carbón 3
Hierro 2.6
Silicio 1
Magnesio 0.89
Azufre 0.33
Niquel 0.21
Aluminio 0.09
Calcio 0.07
Sodio 0.045
Cloro 0.025
de la tierra. Por supuesto que estas son moléculas, y ahora mismo estamos hablando de átomos.
Aún así, los elementos son de vital importancia en la tierra, y algunos de estos los usamos porque
se presentan en forma sólida.
En 1869, el químico ruso Dimitri Mendeleev (1834-1907) y el químico alemán Lothar Meyer
(1830-1895) publicaron en forma independiente uno del otro ordenamientos de los elementos que
3
se asemejan bastante a la tabla periódica que ahora utilizamos . En esencia, la clasicación de
Mendeleev se basó en las propiedades químicas de los elementos, en tanto que la de Lothar Meyer,
en su mayor parte en las propiedades físicas. Las tabulaciones eran sorprendentemente muy seme-
jantes. En ambas se destacaba la periodicidad, o repetición periódica regular, de las propiedades
en concordancia con el incremento de la masa atómica.
3 Cuando Mendeleev y Meyer desarrollaron sus tabulaciones, el concepto de número atómico no era conocido.
Sus clasicaciones se basaron en las masas atómicas conocidas en el momento
Mendeleev ordenó en secuencias sucesivas los elementos conocidos en función del incremento
de la masa atómica en forma tal que los elementos con propiedades químicas semejantes
ocupaban la misma columna. Se dio cuenta de que las propiedades físicas y químicas de los
elementos variaban en forma periódica con la masa atómica. Su tabla periódica de 1872 agrupaba
a los 62 elementos que se conocían en esa época. Mendeleev colocó al H, Li, Na y K en su tabla
como grupo I. Se sabía que estos se combinaban con el F, Cl, Br e I del grupo VII para dar
compuestos de fórmula semejante como HF, LiCl, NaCl y KI. Todos estos compuestos se disuelven
en agua para dar soluciones que conducen la electricidad. Se sabía que los elementos del grupo
II formaban compuestos como BeCl2, MgBr2 y CaCl2, así como compuestos con O y S del grupo
VI como MgO, CaO, MgS y CaS. Éstas y otras propiedades le permitieron diseñar una
tabla en la que los elementos estaban ordenados por sus masas atómicas crecientes y
agrupados en familias verticales.
Uno de los éxitos espectaculares de su tabla periódica fue que pronosticaba la existencia de
4
elementos que se desconocían en esa época . Donde se dio cuenta de que faltaban elementos,
Mendeleev dejó espacios en blanco como se ve en la Figura 3.3. Podemos percatarnos de su ge-
nialidad en la construcción de la tabla si comparamos las propiedades que predijo (1871) y las
propiedades observadas del germanio, que en 1886 aún no se había descubierto. Mendeleev llamó
al elemento aún no descubierto ekasilicio (Es), porque ocupaba su sitio debajo del silicio. Él co-
nocía las propiedades de los elementos vecinos del germanio y le sirvieron de base para predecir
las propiedades del dicho elemento. Algunos valores modernos de las propiedades del germanio
4 No todas las propiedades de los elementos pueden pronosticarse por sus tendencias en la tabla periódica. Por
ejemplo, el punto de fusión del galio es lo sucientemente bajo para fundirse con el calor de la mano y es inconsistente
con las propiedades de los elementos que se encuentran arriba y debajo de él
Figura 3.3: Primera tabla periódica de Mendeleev (1872). J es la letra inicial para Yodo en alemán
dieren en forma notable de las que se reportaron en 1886. No obstante, muchos de los valores en
que Mendeleev basó sus predicciones también eran inexactos.
Debido a que el ordenamiento de los elementos de Mendeleev se basó en masas atómicas crecien-
tes, varios elementos habrían estado fuera de lugar en esta tabla. Sin embargo, Mendeleev colocó
elementos polémicos (Te y I, Co y Ni) en posiciones que concordaban con sus propiedades. Con-
sideró que la inversión aparente de masas atómicas se debía a valores inexactos de esas masas. Al
volver a determinar cuidadosamente estos valores se demostró que eran correctos. La explicación a
la posición de estos elementos fuera de sitio tuvo que esperar al desarrollo del concepto de número
atómico, casi 50 años después del trabajo de Mendeleev. El número atómico de un elemento es el
5
número de protones que hay en el núcleo de sus átomos . Esta cantidad es fundamental para la
identidad de cada elemento. Actualmente, los elementos están ordenados en la tabla periódica con
base en su número atómico creciente. Con el desarrollo de este concepto, la ley periódica adquiere
su forma actual:
Las propiedades de los elementos son funciones periódicas de sus números atómicos.
La ley periódica nos indica que si ordenamos los elementos según su número atómico creciente,
periódicamente encontramos elementos que tienen propiedades químicas y físicas semejantes. La
forma larga de la tabla periódica que se utiliza en la actualidad sigue este ordenamiento; las
columnas reciben el nombre de grupos o familias, y las líneas horizontales, el de periodos
como se ve en la Figura 3.4 Los elementos de un grupo tienen propiedades químicas y físicas
semejantes, y las propiedades de los elementos de un periodo cambian de manera progresiva al
recorrer la tabla. Algunos grupos tienen nombres comunes que por su uso frecuente es conveniente
memorizar.
Casi todos son sólidos, excepto el mercurio, el cesio y el galio que se funden a la
temperatura del cuerpo
Propiedades química
Las capas externas tienen pocos electrones, por lo general tres o menos
Los elementos del grupo 1A, salvo el H, reciben el nombre de metales alcalinos y los del grupo
2A, metales alcalinotérreos. Los elementos del grupo 7A se llaman halógenos, que signica forma-
dores de sales y a los del grupo 8A se les da el nombre de gases nobles (o raros). Las propiedades
generales de los metales y de los no metales son diferentes. Las propiedades físicas y químicas que
distinguen a los metales de los no metales se resumen en los cuadros siguientes. No todos los me-
tales ni los no metales poseen todas esas propiedades, pero las comparten en grados diversos. Las
propiedades físicas de los metales pueden explicarse con base en el enlace metálico en los sólidos.
Lustre no metálico
No dúctiles
Propiedades químicas
Las capas externas tienen cuatro o más electrones, excepto el hidrógeno y el helio
Forman aniones (iones negativos) por ganancia de electrones, excepto los gases nobles
Los metaloides exhiben algunas propiedades que son características tanto de los metales como
de los no metales. Muchos de los metaloides, como el silicio, germanio y antimonio, actúan como
semiconductores, que son importantes en los circuitos electrónicos de estado sólido. Los semicon-
ductores son aislantes a baja temperatura, pero se vuelven conductores a temperatura elevada.
En contraste, la conductividad de los metales disminuye con el incremento de temperatura. El
aluminio es el menos metálico de los metales y a veces se le clasica como metaloide, ya que su
apariencia es metálica y es un excelente conductor de electricidad.
Radio átomico
Podemos imaginar la nube de electrones total que rodea a un núcleo atómico como algo inde-
nido, sin límites o fronteras distinguibles; no podemos separar un átomo y medir su diámetro,
como podemos medir el diámetro de una pelota de golf. Para todo propósito práctico, el tamaño de
Figura 3.5: El radio de un átomo, r la mitad de la distancia entre dos núcleos en moléculas homo-
nucleares, como el Cl2.
un átomo individual no puede denirse de manera exclusiva, por lo que se necesita de un enfoque
indirecto. El tamaño de un átomo está determinado por su entorno inmediato, en especial por su
interacción con los átomos que lo rodean. Por analogía, suponga que colocamos en forma ordenada
pelotas de golf en una caja, y si conocemos la posición de las pelotas, el número de éstas y las di-
mensiones de la caja, podemos calcular el diámetro de una pelota individual. La aplicación de este
razonamiento a los sólidos y sus densidades nos permite calcular valores para el tamaño atómico de
muchos elementos. En otros casos, se determina el radio atómico a partir de la distancia observada
entre átomos combinados entre sí; por ejemplo en la gura 3.5, la distancia que se mide entre los
6
centros atómicos (núcleos) de la molécula de Cl2 es de 2.00 Å , lo cual sugiere que el radio de
cada átomo de cloro es de la mitad de la distancia interatómica, o 1.00 Å. Reunimos los datos que
se obtienen de muchas mediciones para indicar el tamaño relativo de los átomos individuales.
En la gura 3.6 se muestra el tamaño relativo de los átomos de los elementos representativos y
de los gases nobles. Esto muestra la periodicidad en el radio atómico.
Conforme recorremos en forma horizontal la tabla periódica, los átomos se vuelven más peque-
ños debido al incremento de la carga nuclear efectiva aunque estén siendo añadidos más electrones
como vemos en la gura 3.7. Considere a los elementos del B (Z = 5, 1s2 2s2 2p1 ) al neón (Z = 10,
2 2 6 2
1s 2s 2p ). En el B hay dos electrones con conguración de gas noble (núcleo), 1s , y tres electro-
nes en la segunda capa, 2s2 2p1 . Los dos electrones del núcleo eliminan ecientemente la mayoría
del efecto de dos de los cinco protones del núcleo de boro. Así, los tres electrones del orbital más
externo sólo sienten la atracción real de tres protones. El carbono (Z = 6, 1s2 2s2 2p2 ) tiene el
2
mismo número de electrones internos (1s ) que sirven de pantalla al boro, pero el protón extra
presente en el núcleo aporta atracción adicional para jalar a los cuatro electrones más externos
hacia el núcleo, lo que hace que el carbono sea más pequeño que el boro; este efecto se acentúa
conforme nos movemos a la derecha. El Ne (Z = 10, 1s2 2s2 2p6 ) sigue teniendo sólo dos electrones,
pero tiene diez protones en el núcleo que atraen aún más a los electrones más externos hacia él.
6 El radio atómico suele expresarse en angstroms (1 Å = 10−10 m) o en unidades SI, nanómetros (1 nm = 10−9
m) o picómetros (1 pm = 10−12 m). Para convertir Å en nm, recorremos el punto decimal un lugar a la izquierda (1
Å = 0.1 nm); por ejemplo, el radio de un átomo de Li es de 1.52 Å, o 0.152 nm. Para convertir Å en pm, recorremos
el punto decimal dos lugares a la derecha; por lo tanto, 1.52 Å serían 152 pm. En muchas revistas europeas de
química se utiliza el pm como unidad estándar de distancia atómica.
Figura 3.6: Radio atómico de los elementos de los grupos A (representativos) y de los gases nobles,
en angstroms, Å. El radio atómico aumenta al descender por un grupo porque un número de
electrones (8, 18 o 32 dependiendo de la la y de la ocupación de los orbitales d o f ) están siendo
añadidos a capas más alejadas del núcleo. El radio atómico generalmente disminuye al recorrer
de izquierda a derecha un periodo dado, a causa del incremento de la carga nuclear efectiva; los
átomos de hidrógeno son los más pequeños, y los de cesio, los más grandes de procedencia natural.
Así, aunque el neón tiene más electrones que cualquier elemento de la segunda línea, su radio
atómico es el más pequeño; sin embargo, el neón sólo es un poco más pequeño que el úor debido a
las repulsiones electrón-electrón que se oponen en forma parcial al incremento de la carga nuclear
efectiva.
En los elementos de transición, las variaciones no son tan regulares porque los electrones están
siendo añadidos a una capa interna; sin embargo, la tendencia general de disminución del radio
continúa conforme vamos recorriendo los metales del bloque d o los del f. El radio de todos los
elementos de transición es más pequeño que el de los elementos de los grupos 1A y 2A del mismo
periodo que les preceden.
Anidad electrónica
La anidad electrónica (AE) de un elemento puede denirse como la cantidad de energía que
se absorbe cuando se añade un electrón a un átomo gaseoso aislado para formar un ion de carga
1− .
La convención es asignar un valor positivo cuando se absorbe energía y un valor negativo cuan-
do se libera. La mayoría de los elementos no tiene anidad por un electrón adicional; por lo tanto,
su anidad electrónica es igual a cero. La anidad electrónica de los elementos helio y cloro puede
representarse como:
He(g) + e -x->He AE= 0 kJ/mol
Cl(g) + e Cl (g) + 349 kJ AE= -349 kJ/mol
La primera ecuación nos dice que el helio no admitirá un electrón. La segunda ecuación nos
indica que cuando una mol de átomos de cloro gaseoso gana un electrón para formar iones cloruro
gaseoso se liberan 349 kJ de energía (exotérmica)
7 . En la gura 3.8 se muestra una gráca de la
7 El valor de AE del Cl también puede expresarse como 25.79 3 10219 J/átomo o 23.61 eV/átomo. El electrón
volt es una unidad de energía (1 eV= 1.6022x 10−19 J)
Los elementos con anidad electrónica muy negativa ganan electrones con facilidad para
formar iones negativos (aniones)
Radio Iónico
Muchos elementos de la parte izquierda de la tabla periódica reaccionan con otros elementos
perdiendo electrones para formar iones con carga positiva. Cada elemento del grupo 1A (Li, Na,
1
K, Rb, Cs) sólo tiene un electrón en su capa más externa (conguración electrónica. . .ns ). Estos
elementos reaccionan con otros elementos perdiendo un electrón para formar los iones Li+ , N a+ ,
K + , Rb+ y Cs+ y adquieren así la conguración de gas noble. Un átomo neutro de litio, Li,
posee tres protones en su núcleo y tres electrones, con su electrón más externo en el orbital 2s; sin
embargo, un ion litio, Li+ , tiene tres protones en su núcleo, pero sólo dos electrones, ambos en el
orbital 1s. En consecuencia, un ion Li+ es mucho más pequeño que un átomo neutro de Li (véase
la gura 3.9); de la misma manera, un ion sodio, N a+ , es considerablemente más pequeño que un
átomo de sodio, Na. En la gura 3.9, se muestra el tamaño relativo de átomos y iones comunes de
algunos elementos representativos.
Las especies isoelectrónicas tienen igual número de electrones. Vemos que los iones que forman
2+
los elementos del grupo 2A (Be , M g 2+ , Ca2+ , Sr2+ , Ba2+ ) son signicativamente más pequeños
que los iones isoelectrónicos que forman los elementos del grupo 1A del mismo periodo. El radio
del ion Li+ es de 0.90 Å, en tanto que el del ion Be2+ es sólo de 0.59 Å, lo cual es de esperarse. Un
2+
ion berilio, Be , se forma cuando un átomo de berilio, Be, pierde sus dos electrones 2s, mientras
que la carga nuclear 4+ se mantiene constante, por lo que es de esperar que la carga nuclear 4+ del
Figura 3.9: Tamaño de los iones de los elementos representativos de los grupos A, en angstroms (Å),
comparado con los átomos (verde): los iones positivos (cationes, azul) siempre son más pequeños
que los átomos neutros a partir de los cuales se forman; los iones negativos (aniones, rojo) siempre
son más grandes que los átomos neutros de los cuales provienen.
Be2+ atraiga a los dos electrones restantes con mucho más fuerza. La comparación del radio iónico
de los elementos 2A con su radio atómico indica la validez de nuestro razonamiento. Mediante un
3+
razonamiento semejante podemos decir que los iones de los metales del grupo 3A (Al , Ga3+ ,
3+ 3+
In , Ti ) deben ser aún más pequeños que los iones de los elementos de los grupos 1A y 2A de
los mismos periodos
Ahora consideremos a los elementos del grupo 7A (F, Cl, Br, I). Su conguración electrónica
más externa es . . . ns2 np5 , y estos elementos pueden ocupar por completo sus orbitales más
externos p ganando un electrón para adquirir la conguración de gas noble. Así, cuando un átomo
de úor (con siete electrones en su capa más externa) gana un electrón, se convierte en un ion
uoruro, F −, con ocho electrones en su capa más externa; estos ocho electrones se repelen entre sí
con más fuerza que los siete originales, por lo que la nube de electrones se expande; por lo tanto,
el ion F− es mucho mayor que el átomo neutro de F.
Un razonamiento semejante indica que el ion cloruro, Cl− , debe ser más grande que el átomo
neutro de cloro, Cl; los radios iónicos que se observan avalan estas predicciones.
Si comparamos el tamaño del átomo de oxígeno (grupo 6A) con el del ion óxido, O2− , de nuevo
encontramos que el ion con carga negativa es más grande que el átomo neutro. El ion óxido también
es mayor que el ion isoelectrónico uoruro porque el ion óxido tiene diez electrones retenidos por
una carga nuclear de sólo 8+, en tanto que el ion uoruro tiene diez electrones sostenidos por una
carga nuclear de 9+, podemos ver ejemplos en la gura 3.10. Comparar los radios no es una tarea
tan sencilla cuando tratamos de hacerlo con átomos, iones positivos y negativos y iones de carga
variable. A veces comparamos átomos con sus iones, átomos o iones ubicados en posición vertical
en la tabla periódica o especies isoelectrónicas. Es conveniente seguir las reglas siguientes.
1. Los iones sencillos con carga positiva (cationes) siempre son más pequeños que los átomos
neutros de los que provienen.
2. Los iones sencillos con carga negativa (aniones) siempre son más grandes que los átomos
neutros de los que provienen.
4. En una serie isoelectrónica, los radios disminuyen con el incremento del número atómico a
causa del aumento de la carga nuclear.
Electronegatividad
La electronegatividad (EN) de un elemento es una medida de la tendencia relativa de un átomo
a atraer electrones hacia sí mismo cuando está combinado químicamente con otro átomo.
Los elementos con valores elevados de electronegatividad (no metales) suelen ganar
electrones para formar aniones. A medida que aumenta la electronegatividad, se forman
aniones más estables.
Los elementos con valores bajos de electronegatividad (metales) suelen perder electrones
para formar cationes. A medida que disminuye la electronegatividad, se forman cationes
más estables.
Existen cuatro mecanismos mediante los cuales los átomos adyacentes en un sólido se unen y
logran su estado de equilibrio (energía libre del sistema). Son los llamados cuatro tipos de enlace
atómico. El tipo de enlace atómico rige muchas de las propiedades de las sustancias. Generalmente
aparecen en un mismo material uno o dos tipos de enlaces.
8 Los electrones de valencia están débilmente enlazados a los núcleos de iones positivos y pueden moverse fá-
cilmente en el metal cristalino y por esto se les llama, frecuentemente, electrones libres. Las altas conductividades
térmica y eléctrica de los metales se basan en la teoría de que algunos electrones son libres para moverse a través
de la celda cristalina del metal.
Figura 3.13: Esta vista de planta de un reticulo 2D del enlace metalita representa los cationes
rodeados de una nube de electrones delocalizados. De aqui en adelante, para las estructuras me-
tálicas solo se representa la conguración de los cationes metálicos mientras se obvia la nube de
electrones.
Figura 3.14: En la estructura metálica solo se representa los cationes, mientras que se obivia la
nube de electrones que los rodea. En este imagen tenemos: a) sistema cúbico simple; b) sistema
cúbico centrada en el cuerpo; c) sistema cúbico centrada en las caras; d) sistema hexagonal simple;
e) sistema hexagonal compacta.