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Crimen de Santa Maria: Acusacion Sentencia

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Repúbliea de Colembia

., . . . _. . . . , ..

CRIMEN DE SANTA MARIA

-
ACUSACION y SENTENCIA

PROCESO CELEBRE

POPAYAN
-
lMl'l:EN''l'A DEL DRPARTAltJ.::NTO

-
l ) il'0ctu~, GOllzrllo Il/ej'{(,

Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia
'\

ACUSACION FISeAL

/flin1·ster'io Público-Fiscalía del .Juzgado S1lpe?'ior


del D¡:strito Judicial del Departamento del Cauca.
Popayán, .Noviembre veinte de mil Jwvecientos
.
cwco .
Sef'¿ores Ju}"culos;·
En la Pr()vinei~meridional de este Departamento,
.en medio de los ríos San JOI'g'e y Guachicono de la
j'egión hidrográfiea Of'l P i1t.í a, á más de una legua del
easerío de Uapellanín, allá en el Distrito municipal
de Bolívar, el\(~uéllt, ase el ignorado campo de Santa
1\1 a l'Íft.
Allí, en rústica y modesta e~tancia a gui!'a pasto-
ril moraban Huhén Daza y sus sirvientes José Gómez,
Amado\" y Cl<~lllf~ncia de la Cruz, Frnneisco Sánehez y
una reeié', na('ida, denominada Mercedes, de euatro ó
cillco meses, hija de Clemencia,
Era el día 9 de Octubre de 1902, Después de la
ídtima faena y reunido el rAbhño, cuftndo la n(whe
envolvía con su lúgubre snd,\\'io el I.'ampo, los ,'ústi·
cos y apacibles vivientes d(\ SRnta María entregábanse
confiados nI deRcanso . .A ntes de recogerse á RUS ledlOs
no había perturbado su ánimo ni el ólás vago presen-
timiento, ni la más leve inquietud.
, Hoi'RS después todo parecía como dormido yaban .-
donado en aquel árido recodo de las montañas calden-
'3es. _ . _ . _
La noche había avanzauo .. __ .

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~ c usa(;ió n Fiscal 2

Un rnmor como de uoa serpiente que se arrastra


sobre la hojamsca d el l:melo apellas :;e percibe, vago,
indistinto ....
y entre esas tinieblas ~~garosas que rodeaban la
lIolitaria estancia, como por efecto de sobrenatural ron.
juro, surgen de improviso 50mbra~ Ó actitudes movibleo"
inq uietas, jadeantes .. _ . _ .
A préstanse los criminales __ . _ ..
y luégo un ruido brusco, estre!Jitoso,. de una d~s-­
carga de armas de fuego rompe ese sllencio y estremece
el aire de toda la eampiüa. La humilde vivienda había
sido atacada por ulla cuadrilla de b:Uldidos !
Las balhs certeras habían cruzado las fl'ágil4?s pa-
redes de bambú del a!bergl1e y cubrían de hel'Ídas á
his dormidas é i[ldefe ns~s víctiml'ls.
y tras las descl:¡rgas de armas de fuego viene otro-
atáque más á machete sobre esas mismas víctimas, por
si las balas no hubieran sido suficientes á producirles
la muerte __ ..
y si al plomo y al hieno han escapRdo, para ter-
minar la infernal tragedia y extinguirlo todo, viene co-
mo última explosión de ira - ___ la furia de las llamas r
y al rojo resplandor de espirales de fuego, sobre
lustrosa y ancha charca de sangre que corre por el
stlelo, corno restos de un naufragio, flotan descu&l'ti7:a-
dos, en fragmentos medio quemados ó ennegrecidos,.
cinco cadáveres humanos; y pendiente del materno
SOllO, también ensangrentado y ennegrecido, hálla~e ol
tienlO cadáver de la recién nacida, de Mercedes!
_. _ .. _ ................................... - ...... _ ................ _ ....................... _ ... ..
y ('uando el .sol del día siguiente tf:r.dió su volup-
tuoso manto de oro sobre las enhiestas lomas de Loreto,
allá en el hondo valle de Santa- María sólo quedaban á
la vista del extraviado transeúnte cAnizas y restos hu-
manos carbonizados. Espeétáculo sombrío y aterrador r
Tal fué, señores, el insólito y salvaje Cl'imen de
Santa María, perpetrado por una turba de facinerosos
en la noche del 9 ó en las primeras horas del 10 de Oc-
tubre de ] 902 ! .
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Acusación Fiscal

Crimen imólito, brutal, efecto al p¡\recer de la más


J'uín de las Ellmónides; que conmovió todos los áni-
mos v su blevó todos tus corazones d6 una Provincia y
un Departamento; q ne no ti ene ignal en nuestros ana-
les jurlidalC's, en el espaeio ne un tercio de R.iglo; que
revela ha¡;;ta dónde (>s posiule la dcgemeración de un
pu¡,hlo y una raza, sin f uerza mornl algnna y abando-
MdQS pOI' la civiliza t;i6n y el b:stadll; y que Ita de ser-
vil' para IIlStl(j dI" los fastos judíeiales cancrtnos si se
:lciel'ta con IIn fallo de jllstic:ia, un fallo á la altma do
esa t remenda é imponde rable gravednd_
Yó nu temo, señores, ni remotamente el adveni-
miento de u na injl1stici¡¡, que -quizá sería mús sangrienta
y escalldalosa que el crimen mismo; antes al contrario,
sint.iéndome orgulloso de haber intervenido y hallarme
prer,ente en la soIl1ci ólI de caso tan grave, al lado del
criterio de lns actua les distinguidos J lleces yen medio
de un pueblo como éste del Caucl'l, sed..iQnto ele justicia,
nó, no temo nunca el predolninio de la infamia yel
baldón! .
Señores Jnrados: pertenecéis á una sO<liedad de
inrnort-l1 abolengo y de espíritu y cnrazón s6lidamen-
te formados en la moral de nuetitras i'ublimes creenciHs
religiosas; y espero siblt'eramente, digo mús, !lrdientC'-
m ente, que en c8ta solemnísima ncasi<)n saldrá trinnfan-
te la causa sagrada de la Justicia, que l'S la caU8a de
Dios y de la Patria!

Sefiorfls J :.lI"ados: Ante~ do entmr fOn el estudio


fnismo elel rHllmto, permitirlme t}lle - dedique algnnol\
momentos al estudio del sentinliellto dfi justicin, esa c;\-
tegoría suprema y esencial del orllen moral; no por
hallanne en el caso de sospechar nada indigno respecto
de vuestras conciencias, fllrmadas y educadas suficien-
temente (m la filosofía cristiana y al calor de las nobi-
lísimas práeticas de vueiltros antepasauos, sino por ha-
llarme en la oportunidad de estos lIolemnes momentos
para tratar, aunq tle sea en breve tesis, de una materia
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Acw;ación Pis('al

poeo elltendida elltre los m:ís; y (t 18 hora misma en


que nlle8tra~ modernas so~~iedaues se derrumban y pre-
cipitflll lJor las exagenlCiones del positivismo,. y :IS(
pierden hasta las lpás sellcilla~ nociones J~ la v.1da ll\-
. tima y honesta como esa¡.;, por ejemplo, de la amJstad y
1.-\. conrol'dia.
El espiritualismo de mejores é¡HlCHS va cediendo
enh"e nosotl'OF; ~-d criterio utilitarista y volteriano del
mundo actual. Y puédese d(~eir, ~in Hehaq 11t-'8 de ironía,
que el concepto espiritual, la 110eión espiritmll, es al
presente una metafísica incomprensiLle á la vida sen-
sual y positivi¡:;ta de los mas. .
El sistema utilitario á pesar de sus gravÍ!:limos de·
fectos, de 108 males sin cuento que ha pl'od ueido y pue·
cte producir, ha echado hondas raíces en las !:!odedades
modernas, á tal extremo que vem0S con tl'i~teza ~tSruo
un sabio tratadista de derecho n¿.¡tul'al sostien.e que "h1
prestado tÍ la eieneia del rlereeho y la legislación. el
gran servieio de haber completado l:.s cuestion es <le
,f()l'ma eon Jos probJurnas que t:ntrañan en la vida real,
trayendo la8 inve::;bgacinnes político-legislativas al
examen de la llaturaleza del hombre, de sus facultad(js
y de sus necesidaues.(l)
Respetando C0ll10 8:": merecen las apreciacio!1es del
sa bio autor aludido, á euyos trabajos déLf'se sin duda
alguna la mejor extensión de la cit'nc:ia de) dereeho na·
tural, y con temur no el'easo, confieso que tal psevera-
ción lIO me parece (\(·.ertnd ..l. "Cierto-diee el distinguido
profesor Clemente FemálFlez Elías-. que ]a utilidad y
tl int6:rés entran por Illuc:lw eH las acciolles llUlJ1al1a¡;¡,
pero siewpl'~ COOH) demento secundm"io, oiempre so-
metidos á la8 ideas y 1l0CWOE:'~ espirituales de bien, de
justicia y de verdad,. sI:Jparándose de éstas no pnedeQ.
produci¡' en la vida real mas que lllale¡; sin cueuto.
Muy al {'ontn:lrio l Cl'eemo~ ('on don Alberto Lista, que
~quel sistema se ha separado por completo del buell
camino; ereem0H que ha hecho una sepa/"ación profun.
da y peligrmlísima entre la materia. y el e~píritu, que
(1) }Ir. Arens. UoU7';; de (J¡'oil 1I(ltl¿r~l, t. J, pág. 50.
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u .il!·({~ar-i6¡¡ Fiscal

h:t dlld o (l 1:1 !willwrr¡ Hna P:'opoIHlt::Plncia tM q u e ha


l: ,'c!Jo n .: t ,ul'\' ,k l' IlIIl<'h IJH si~'l d , Ú la I,iclleia, y que, co -
1110 h¡'¡l'f' didllJ , pu eJ!:: pruduL'ir lIll iurnem!O l'Clt>u.:! iHI1l0
wcial." (2)
Si la Justicia, ~i la virtud, cl) llsisti e~e ll, cpmo afi l"
Ola ]3l'ntllillll un (' n 111l:\ t'l'll¡wió lI pntl'e l¡¡s ¡lenaS y lm1
g"C(j[:; que dil' r;l pOI' re:mltadll mayor snma lItJ ó:;t<J::i que
de :Iqué ll os, (~ s i,,¡[u<!ni>J l1 Cj'l8 la hnmallidad á pe·sal' d o
las l <~ .r e " t>o~itiv;.¡:; tlllelllnbil'ia. "Ay de los rico:'!, dO<.:Ía
\111 sabio eli pa ü o], (~I dÍil en <¡uo los pobres Sfl c nDu te n !
j Ay clel 1r1Ulld,) ,~l dín ell que lot¡ deshen·dados ch'l la
fortUlI<:l, oh¡"(l eci<:'llllo s{,]o :'\l illturós, 8l" cUbllten, pO! qlle
~lItollces leyes, h<llllbrt-'s, PIH,iJlos, toJo rodará á Sil ilO-
lJulso (,Olll,) la ,wca arista rno\'ida por el huracán!"
El cristiallislllo qne rompiú lns c:ldlmas del mllte-
J'i,\lislT\o alltlp,'uO, lweiimr!o HI hOI)lbl'o hOl/lbre ,: dálldole
ILIHl JllTs¡'llalid,H! individual, UIlH liLertad é igu;ddad
indivicl,'a!es también y 110 coJ.¡octivas, 110 de asociación,
fllé el qlle [llldo hac.C1I' comp ren der al hombre la::! )h)cio-
HUS dt· iu.stitia y de derecho, eOlllO espirit.uales, raciona-
les y de orig-en diviuo.
Sienlp¡'c hélo eOllfcRauo (',HI sillcerid ild que si no
fnera eatólico por la [é, lo ~;ería á la so la eunsideraciGII
del dog1l1a de la revela.ción; explic{¡ lIdome así ('ómo
(\esdl~ los primeros tiempos sllrgicroll esO:> eolosos del
humano illgenio, cumo PlatólJ (· 1 divino, S6crates y
AtHI.·ág·ol'as, 'l'::¡]es dé. .Mildo y Dif)gelles de ApololliCl,
Jel nt lindo he1én it"o.( 4) Desde l¡)s tielll\Jos de Zen6n y
su e:scn(~l;¡ "los hombres ~ólll pueda n hallar el biell su-
premo en la vi,/'tud y no pueden rúcO nocer otro mal q ne
el vlcio."( 5)
Cil:t'I'Ón, el \',arón cunsulal', el sal>io jmi!\commlt.o,
dorador elocuentísilllo, el estoico desapasionado, con-
serva la tradición 11',Iéllica cl:u\iea y de Al'ii\tbteles E:lrt
en RlIS tres inmortales ohi'as De ]tepúblicn, De Legibu$
y De O.J'iciis. La idea de ju:>tieia palpita on todas cl1¡\S
(~) Clemente Fern"n<1ez Elía.. Filo.~().f((! del Dd'ccllO.
(3) Tm!arlo de Lel/i"lar¡úlI, t. l, pág. 5.
(4) Ariqtótele~. l1etaj., l, 3.- Cicerón. De ~í lt. Denrum, 1, lO, _ Plutarco.
De l' /arU. '1'elo~o, l, a.-HPl·ouoto. r, 170.-1)llIton. 1'lwetl, 97,
(5) Cicerón. Ac(((l. l, lU. De fine. !U, 3. lI, 4. l'urad. llI, l.
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Acusaó6f1 Fisral

t,ln elevalla, tan eHphitl1al, en pngna con el epiC'lll'eislll(l


d e Alpheno Varo y CayoTl'ebatio. y así .la definía el
p rilll t l' proclamado l' de una Ley natural: "Est quidem
vera lex 1'ecta 1"atio, n aturce congruens, difusa in omnes,
l:onstans, sempiterna, quce vocet acl officiu,1n ju@endo, vetan-
do, á fraude ,Leterreat.''( 6)
. I

CUHndo yo veo á la humanidad sobrenadando entl"(~


todoR IOR fui:oJ'éS del materialismo antiguo y en medio
de esns tini(~ blH~ en que YHda el eRpíritu, lueir ingellios
.del linaje de S élleca, Platón, AriRtoteles, Epicteto y
.l\1arco Aure lio, pel'¡.;uádom8, s<"ñol'es, de que realmente
la J ust.ieia y el D ereeho ha II :sido revelados. Ha hahi',
¡lo ci(:' l'tam e nte una l'evelaeión para que el hombre ha-
ya entrado én posesión de la verdadera ciencia del De-
l'eeho. El Dereeho es la determinación de la J I1fiticia, y
la J ustieia u n atributo de Dios. O el1 otros tél'1l11nos,
Dioa se h~ce ('onoc(>l' por la Justicia, y la J llsti..(·ia pOI'
el Dereeho, y el Derecho por la razón, Luego Dios ~p,
.h a revelado á ]il razón, nI homhre. Luego lo que el
hombre conoee del De.recho lo conoce por DioS'. Y así
lo defille Staht "La ciencia de lo justo."
_Ante ese E:levadísimo oi'Ígen de la justicia, del de-
,recho, ella viene (l ser "el lazo dé todas las virtudes, qua .
inclina al hombre á tratar á cada uno .según su áigni-
dad."(7) Y de esta manera el criterio humano se )e-
'vanta á tan inmem;a altura, por el ejel'cicio de 18 jus. .
ticia, en reivindicación de RU primer pu~sto como Hey
de todo ]0 crendo, que de él yá dijo Séneca; "Es cosa
tan grande el espíritu del hombre, ql1e no tiene otros
límites qqe los que le son comunes con Dios_ -1- 8~1 pa ..
tria verdadera es e] universo."(8) La justicia en ('] con ..
~cepto cristiano, diré mejor, en el concepto católico, se
explica: eminentemente espiritual él!a sólo puede nca-
'}Tear á la soeiedad COlIJO á los individuJs ese grado de
'moralidad, de verdade.¡a el vilización á que aspiran y
'deben aspirar los seres inmortales. La justicia jamás .
,se entenderá ni explicará jamás por el materialismo.
(6) De RePr III, 27,
\ 7) De civitati Dei. De d¿ver'si.~ q'taJ.<:t io llibw~.
(8) Epí.stola 102. 00n801. ad Relvian., c. IX,
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.AcIIsaci6n FIscal

"Necesarió es; Jice (,ji AlJóst'ol, conOCe7' con d espíritu las


cosas espiritur¡[es. A l hombre animal, al hombre de la ma-
teria, no atañen las cosas que ul Espl1'itu de Dios pertene-
cen,' porque le parece [ocuret' el ocuparse ele ellas, JI no
puede comprenderlas, porque para .juzgarlas es necesario
tina luz eminentemente espiritual.'l( 9) .
F ácilm ente se desprend e de lo di cho qu e no 8'610
hemos de contribuir á la r ealización del d estino que
nos es p ropio, sino al de los oem!ts 8eres r.on quien es'
<:'s t n ID OS en relaci ón; que la idea de justiciá es insepa-
rable de la irlea de sacrificio; y no podía I!el' de otro
modo cuando mu chas veces tendl'emos que sacrificar
ll llestnl s tendencias, que ava,sallar nuestros instintos
pa ra evitar que la satisfacción irreflexiva de ellos sea
UfH\ rémora opuesta á la realización del fin propio de
los SH re~ que nos )'odean, Por eso, sin duda alguna, la
jUbti cia ha sido definida como " el lazo de todas las vil'-
tudes." Y la virtud, en sentir del más g rande filósofo y
moralista de todos los ti empos, estará sobre todo lo pa-
sional, todo lo pl'P.cario, porque "La virtuu moml no
pu ede sel' pasién," (lO)
En su esencia, puede deeirse que la justicia ell la.
misma moral y la verd ad en el DBrecho yen el Deber,.
porque a mbas nos deben conducir á un mismo fin. el
bie1~ ; am bas para lograrlo nos impelen á obrar con li-
bertad, r.on voluntad y eon inteJigencin, esto es, espiri-
tualmente, como la regla que debe dirigir nuestras ac·
ciof¡es; . au nque en la forma afectan profundas diferen-
cias la justicia positiva ó del Derecho y la justicia mo-
ral, toda vez que mielltl'as 4ista última dice relación á to-
dos nuestros actos, aun los que no salen de la conciencia
y en que su sanción es sólo moral y espil'itual, aquélla
s?lo puede extendel'&e á los que se exteriorizan y rela-
Cionan,
Constans at perpetua vohmtasju.s suum cuique tri-
buens, (Constante y perpetua voluntad de dar á cada
uno su derecho) la definió el Derecho de Roma, y más
tarde D. Alfonso el Sabio en su Código inmol'tal de las"
(9) Primera Bpístola á los Corintios, 11, 1-3 Y H, '
(lO) SUf1l7l\G 'l'hfOlogire" t. J1,
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Acusación Fiscal

Pm'tid:1";: "l1a"!Z'<I(h yidwl <1'.le d¡1 é (,o!YJl'art(' ~l cad,


"'pl.') "

lino !"1IdeJ'/-'ehn l ''' u¡ ,lllll' 11/-'. ,


Cu,nplamof:,"'" seiíOl'tS, 1:1 jll:-;ti(,~fl ~Jll t,,(~()S l,os Hrt<:,:;
dE' nlH'stra vidR, qll P dI' PSP ('Ul11pllI111L'lIto Jilmas Sl1r&~I­
I'A ni el male"tar de la Pa~Tia lli llnesll'O propio Itlelles-
tal'; y mú" fJll€' touo, á desp('('!w de todo, esa jllsticia
~;a<'ros:"Inta, rdl<,jo de Djo~, qne no se gnÍa llUlH'f\ ni p.)!"
el ternor ni por la es¡wnttlza ; <111e ¡lO ()bed('ct~ á m6vi-
Je~ pasional es yefím(!I'os, !'lino 9110 cXHlt:~ prilleipin ('!
de orden mediante la eonlit,lI1te VIl'tUrl de <lar a cada UllO
Su derecho, y Ienllda por sobre todos lps ob:t:íelllos y
todas l"s grandes pei'tl\l'lJHdon(~ s sociales el ill tllort¡¡ 1
éspfritu dei h(l~nb]'(~, ...,
Si en mecho ele ese e.-0·!I~o 1l11'11stel'lO, pJ mas f'X-
relso de cUllntos puede investir el hombre sohre la tie-
rra , l'lcolltecie!'a el sllfl'irniellto .(~ la per~e(,lI('ión y aun el
~acl'ifj('io de la propia eXi¡i;tel1<'Ja, f'en~;ém()S qne SOJl)OS
80re8 inrnortalps destinad,>s al tI iunfo, de~pllél'\ ele ",os-
tener todos los combllte~ en este inmenso campo de ha-
t~111a del Planeta, q 11 e ésto y 1'610 ésto ]H\I... de 1Ia marse vil"
tnd¡ y gne si se IIOS llena de 0I)l'I.bios y denuesta y hos-
tiliza, tendremos y nos ba~t¡¡n\ ahora la satisfael'ión de
nuest.ra propia ('ollciellcill y mañana Dios y la Historia.
En este proceso de Skllta Mnría procuremos cnm-
plir con el deber oe] Il1t-,jl)l' estudio para adquirir loon-
ciencia; y no ulJa conciellc·ia espoleada por la duda ó
elJervada por un espíritu de falf'l\ sensiblería, sí una
conciencia finnfsirna, inquehnmtable y digna dé la jus-
ticia, y l.lna justicia inmortal!
¡ Ql1El donde impere la jURticia allí habrá verdadero
orden, verclHdera libertad y vel'chulf'l'o progreso! j (lile
1¡¡s sociedade~ movidas pnr la justicia SOll las úni('~IR
que pueden a]eanzar todo el mayor bienest}ll' posible y
fuedar su prosperidad y su grall( za!
Al tratar, en ejercido do mi cargo, de estos mal-
hadados compatriotas que aq lJ í tonemos presentes, me
impongo un grave pensamiento: la neeesidad de en-
trar en un estudio ~oncip'!1zuJo respecto de Sil crimen
6, ?el hecho porque se Jes ha llamado á j II icio. Yo no'
veo en ' ellos seres de quienes debe vengarse la Bocié-
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,I(il\rl, :Que el'tl'\ sería e:ortmfif'l á lR jUlltil'i:t, Yo veo en 108
_MculIadt>s Ulla perll. ,n nlidall cuya infortnnl\da situación
,(TW reclama ro;)'! 11I'm()mentC', fli (:abe, por el cllmino dll.l
dpher, Diré ('on Séneca "Nada qu.e corresponda al
,hoto hre etl tod a Ni tUilció n de be ser i mi ¡feren te al hol);l.-
bre," (11)
Yo pienso qne Slt "uerte lOe-reee al pre"ente tánto
t'~fuerzo porqu'e re~p{'cto de éi los l:'e ~ nmpl..¡ la ju!\ticill,
,('ómo esy fn é g-nwe y sungl'i(mto el hecho po'r q,u é se
j~s llamó á jui(·i .. ,
Al ent.r;i'r en el estudio oel crimen 11::1 III 11 tlo 'por P()~
¡'egrina Hnt il ogfa 11 ü,'imen de Sa'1ta M'<Iría "" o~ ll.~
,cl('~lar(), lH'ñor :s J llrados, elltl'O con toda la integridad
,de e:,píritll dH qlle S('y c,¡pnz en awnto tan tra~!CendeTl­
:t al; y os pl"oteHt o, ante Dios, qne hasta e!:!te momento
,nalh, influye 'en rni álliino -qlle pudiera nnhliu' en lo llIÁS
mínimo el elevadí!'!imo honnÍ" que me impone ,<..,1 delica-
do, t.'l delieadísilOo puesto de Fiscal.
P aJa prt)~ede\, con método y de acuerdo con el
~i~tema pl'edOlllilll\\]te del pl'O CE:80, voy á distribuir l1li
:estudio en la forma ú orden 8jgui~nte :
1? El hecho, mera exposición;
2? Antecedentes que lo dderrninan y prepa1'~t. i
3~ Relación det hecho 11 los :antecedentes con los P'P.9-
usado!;; y
4? Deducc~o~es fataleg~

El Hecho.
1

El 14 de Oct.u bl'e (año de 1902), bll.Jo el nútoe.r.o


.37,8e dirigi6 el Fiscal al Juez 1? del Circuito de Caldas,
olÍ ndolfl euenta rtel suceso de Santa Maria y ACoOlpa-
fiando el rlútllero 33, de 12 del mismo; del Inspector
de Capellanía, en que éste lo ct)-01unicR.ba al Akald. de
Bolívar, sin potlllenOl' R.i~ uno,

(11) lJ. vito bNtO, . , ,.ulT, I

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· J(.I

y en la propia (echa y antt'H ele )'('J(·ihi r· el t ~st im o ­


ni o d e S E'1' <:rio Dl!z ~" hennH OO d ,~ R .l I 1é'l DH;"a , qno ¡W~
d. ia ad '. s i Id o Gil llfl ,,·· lta ¡(l('n' j,!',.I, v í l't il ll'l d e Lila
Y (' IlQ'a ll l.1 do P 'l 1't(' ;) 8 f elS nJ¡~ s im :¡Ll<':,h lr· s Pl1 e mj ~os, el
.JIl z;;a,!n 1 0 d ,¡ Ciri' ui"', á la sa .:ÓlI ,les i'llll H ÜHdo pOi'
d mi "' l ),) fil iA PIl l" : V' ¡¡ nluH\ "ll t,l l'\ o .. cliiÍg'A la ))\"t' Sl'(jt{~
t':X F'Nl i' ·.I , í n~ I' x i,i ci ió la fl l' o\' ¡ J(~ncia prime l'l'l de l 8Ulll:lI'i, )
y prp ' ino d esd o la ur;:;e nte ClIjltlll'a dt' E lIge-
l'lltO Tl('PJ
~i () Allg'U 1n y tres más de sus compaiieros, ¡.j] par q ue el
i n med ia t o cClInp ,l r0cimwnto de llllf\ ~TaJ1 par te de l ()~
-vecinos de (J ,\p el1nnía y sus co ntornl)", E l. :1 SIII>tO de-
suyo ref}U e l'l:1 un pf0 cedill1 iento aSaz d ; l i ~en te y vigo-
)'oso.
y el mi¡¡mo dín 14 de Octubre (ml\l'tes), el primer
dírt que se tuvo noticia del hecho en Bolívar, por cond ur. t~
d e Sng-io Daz a y la c() rn u ni(' a (~ i c'>n o [i'p, ial yeí a lud ida, Re
recibe la (lpc l¡lraei6n de aql1 él, qn e h rinde ('H estos té r-
mill o!, : " ~: 1 dí a sá uado como tí las diez d e ia noc h e, 00(' 6'
d e los co rrientes, ha ilúndo rne en la casa de E l Gurzbal,
h:leiplI da d l~ mi padre, se prese ntó UIl jOV6f1 J o o omb,'e
B"r.ie li o ~8ie) ('u)'o 111wll ido de fa mili a ign 'l rn, á d a rm e
not icia de qUé lHl uía sueed id o Ulla g ralld e clesgrac'ia, qn ~
los h,,[¡itnnt.(~s de la rflst1 de Santa M: u'Í¡.¡, cOl\Tigua :l
Cap ... llHllfn, p osesiól l rle mi hel'lO all O Rllbé ll, habían sidl)
asesinados V la casa incendiada; C o n esta noticia a l d ía
íiig uit"l lte, domillgo, ('limo á las cineo d e mHfl a lHl~ em-
prell dí viaje '1 la rmm d t\ S,l Ota María a('ornpai"iado (\e-
rrol'i bio, J es1l3 y E:-ot eb¡w Uaza, l\lallu e! Santac\'(Iz, F e-
ji ~ i;¡ll a N ., P e dro Ant.o lJio A maya, Engenia 'l't·ja .ia ,
S~rg ¡ o A guil...ll', Be r l'elio N , Y Primitivo G"nz{t!ez, t o-
n os v et:inoR del Guabal, ex ce pto Bt>\'ceho ve.cil1 o de
Vein ticuatro. Ll e;: ué co n los ex presarlos t.ntre las (Jeh e)
Ú nu eve (b 1,\ Illclñ :1 n a , y yá no enc&ntré sino los escom-
bros de la casa ele mi hermrlno, que hrlbí(l, sielo consumid,.,
por el fll/'90, y en medio de ellos cillCO cadáve1"eS medio
qu.r.marlos y ya descanzados y reducidos á la osamenta: tres
de ~llos, de los carlríveres, f u.ero,¿identificatlos, y resu ltaron
el uno eorrespon dee ¡Í J osé G6rnr:z, \'0cino d e,) GlIin eal ,
r eco nocido pllr u n ~' n ' ll o d e ' tu ml ¡aga que nSfl ha en lHlf)
cW los l:edo!l ( i e la mano derecha; el otro parecía. ser el
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11

.d(~ Frrtncísco Sdl1r'7WZ 'taml,ién vecin o df'l Guinea!, reco-


¡](lC'ído 1):11' la ftll'llla de Ins cl l ent.p::;; y ~J ,¡tl'l) t' l'a dp nn
.'l/ illO ti,'l'llO, npelHlti de tmos ('i!l(,o fl)PS<-'S dp. edad, Lo~
,otn,t; dos (";, cI¡í \"p/'l'o 110 puJí ernl1 St' !' l'(; COlHWídos, por
<lile !lO ('Oil,. p¡'\' !t )¡ a ll . Ilil!gtltlil s ... ñ:d qu e 11)8 di era á ('o-
ljl)\'01' ,In lll".!" fi.lll ú,l(lo : "n¡)()"go ><e rían de la "eñol'il,
( le/1letll'ia de la O·u.o, llatnrill dd Ho~aril) ('11 el .[)j"tríto
·,ltl ifl('I'\
.' I
' a(,Pi·I"~ , f ra",·lOn
. , de ">'"\ t'1l\ticual1'(\, y ·Cle
1 A. maaor
'
•. tI e la Cruz h~ 1'1)1 n no d e a q Il é 1J;¡, q m, vi ví n 11 (' 11 CIU,;fl de
Ini b el' lIli1110 I:1I !J(5n, lu mi~mo que ,Jo¡;é G ó mez, F ran -
,á. eo S;;lIdw¿; y h Jliflita hija lk' 1<1 ('itada (;ienwncia, <Í.
t"d,,;.¡ l"s ,'ll(lks trilló y eono<"Í ¡wnmmlllllentE' como lIn()~
,
q\llllre .,
Ola:s , I f 1 f ' .
allt(·::; fie ,a t.' , 111 en fiUU . ut"l'nn V¡l'tlmas,
1\0 s(\ enlln ' llr,) l' ll h C:lS: i lIingll lhl dt1 l"s bipnes qUl'
-r na llt<HlÍ" mi IIRI'J,IIHIIf\ ell ell¡l, I{espet' to de mi herllw-
110 los r estos no ],:111 ~;i(!() h,¡jladm', v ha ><tn In Jt""ha es
1111 mistbl'i o su p.\i"tellf'ia; sill dllda"' !J ;¡ hr'j, ~ido con,- u"
-mido por las llama" delifl('oll,ti<" de,~p lle8 de haber sido
VÍ<'tilll<l de 1/)., ,ü.;¡itnnt·e". C¡aralllellt\~ se notó que 101:1
'hab it a ntes OH H( I\!ell ,1 casa hl1híall sido ROl'pn.nd ido 8 JI
11ll\f: rtu8 vil .lentamente.: se '[¡,llIó II na pein i lla y UD Cli-
'r llil :o t'n~allgTt'!lt¡'l(llIs, j")(-I t.ellec..:ientes á José GIJme z ~.
Fr:1lwi sco ~,il)t'hl'z; UI1(),~ (1('110 ó diez ('asen l'Oll éS d e
,earal ¡in a rérningt"ll, A llllr1 J¡,.;tillH'i~\ de clln.tro 'brl\ zc¡u aR
dA la (,H~a, COl! s\cñ,¡J de hah! r sido di¡.;pa ]'ndos; )'lln o8
~ 'i leO C¡H;ea I'One~ de d .ps'l las flp rl'vólver, .tam bi é n
lllll;.u,tilladlls, se el:i'ontr,,!'on á In gotp rn .de la ca~ a . d el
"calibre d t' un I't'.v/¡!v er Smith que ("l rgaba m i hermanQ,
__ . _. __ _T Cl IllOi é ll pneolllré' una I'llHllct enflan )! l'e n t a J I\,
('()I!t.(~ nÍ:l sangre cUi¡jadil, la que 80 había p('ga J \l., med í,)
qu emada, dt~ propiedad c!1l! finado José .G6Hlé Z, {mi "l\
qu e usaha dial'iarlll,nte, y U lJ sombrero de paja sin SB..
fi al nlg-una, el mismo que u saba José GÓ m ez. ____ . Los
cadá¡;eres !uM'on entPrTados en ~m tn i~mo fo so, ,en ,el mísnw
sitio en que fueron halladas y en presf'nci , de torlas las
personas qu.e me acompañaron desde E l Guahal." (fs,4 á. 6),
E ¡.; tebn·n Daza, citado pO I' 8er:2,io Dazil, derJ}ara:
''' .. - . -. Hedhí I"¡¡zón de D aza .acenla lo o('u .... ido en ue
Santa Ma ría y tamLié n la "ú pl ica de fl ue (' oncurl'Íera á
a
'CIte lugar ~o/ u d al' á sepultar .los J:e:!toll de s·u h91'ma A

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it

no Rubén y de Jos otros' l'IsE'sin.lclos. Efectivamente ar


amanecer del día siglli ente (Jomingo) nos pusimos en
marcha y nI llegar :\ la Cuchil la-Alta de Sllllta Ma da
vimos que había sido incendiada la casa de habitación de
Rubén Daza; avanzamos y encontramos en el plan de la'
casa, entre los escombro$, los :restos de tres cadáveres y en
las inme"iaciones ,·estos d~ ?membros quemados y despeda-
zados por los !err~s y galltnazos que los ~levo'raba1J, sin :}lIe
pudiéramos ldentJficarlos, con excepcIón de la calavl::'ra
de Francisco Sánchez que recono(·imos pOl" la sellal
particular de tt-ne'· en la mandíbu l ! supprior un diente
lIuperpu esto. EII seguida procedimo!'i {\ renni!' It)s rel'-
~s qlle estaban en completa putrefacción y les dimos
sep~ltUt·a. en el pu./lto d~ d?nde he a~udado á sacarlos hoy
(diligencia de rt'l:OnOClmlel1to de f. _. ), rec(mociendo ser
los miS11t08 qtle entnnces sepultamos. Hallnmos también
en el mismo p'nnto d onde fu é la casa, el cabo ast.illado
de una pala (az(\Lh,)' qUH pa recÍa h;'1 bt·\" servido de ga.
rrote, el som brero q 11 e li sa ba J o¡;é Gómez y unos cas-
carones de cápsltlas de revólver y grass: todo3 estos objetos'
quedaron abandonados en el mismo punto: éncontram08
también un cuchillo de cin tul"a, que con ocimns como
de propiedad de Francisco Sá nchf'Z, él cual cuthillo fué
]Ieva~o á pode!" del padre del fiIHU)O pOI' su ht'rman(~
Martín Sánchez. Encontramos así mismo charcas de san'
l¡re quemrula y restos qttemados ae piezas de ropa .. __ . _. ,r
folio 152).
Lo mismo dedaran Manuel Toribio Daza, l!'elicia-
Il a Muñoz y M'anuel Santacl'l1z' (fs. 152 y 153).
Miguel Daza Mui10z (padre de Rubén), expone:
H • • • • Encontré todo reducicio á escombrvs en el lugar'

en que días antes se levan taba la Cllsa de mi hijo, y en-


tre sus ruinas, en el espacio de la sala. encontré una rua-
:na negra con caábulo$ (coágulos) de sang.re y 1m sombrero'
de paja completamente cortado á, machete, enscmgrentado'
por dentro, objetos que ptrtenecim'on á José Gómez, compa-
iíero y habitante de la misma casa; también encontré en
el mismo puuto, donde se hallaban aun pozo~ de sangre
quemada, tmos· pantalones de mi hijo (Ru bén) de su uso
cofdiano hechos pedazos y ensangrentados, que reconocí· in"
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mediatamcntc que íos ví; tu-t poco de pelo de ca"be.Ja de hom-
hre un eslabón de /tierro ó acero que conocí como de p1' O-
pie;Zad del eslJOSO de Clemencia de la Cruz, qu,e C?l1servaba
.¿stlJ,; Y unos ocho Ó dif'z cascarrmes de' cápsulas de armas
;e ¡ue,qo de distintos calibres, u.nos (tUi en la sala y otros á
la salida. - - -unos de 1'evólver de regular calibre que lleva-
ba mi hijo, otros de "evólver sumamente W;qutfio, uno de
fusil grass, (Í df,ci r de ('eiso Fernández, y otros d!!. cambi-
,IW rémin!Jto/l- . .. " [f8. 7 Y 8].
Tioerio Siwtal:I'NZ, al ítll.io 14-: H..• El dla martes
¡;i~ll!ente ::11 jlte\-e8 (JII (jUfollie diee tuvo lugar el cl'imen
<le SHnta Mal'Íli, bnjé ('TI din3(~P. ión á El Batatal, I-m unión
.Ie mi hermano GOllzalo, y ft¡í informarlo en Saladitll
.de qlle se había iIH~ t'ndilldo la caSét de Santa María y
.que había allí unos qllcmadfJs; lo q lIe, tanto á llIí como
n mi hermano nos hizo pensar en la posiltle Hll! er te ti..,
Hubéll Daza; informados más allá, en El B.1tflti11, dCl
~lI¡e lln hombre habra !H\Saelo retil'i('ncl) (·1 haIL'z~'o ele
.tres Clld¡lVerC~, ento.!Ic;es, a<lOmpHuac!1I de mi h\Jrmallo
y d08 perS()nH~ rTIf'is yrlHl mlH'haellU, n:t101ví ir 1\ eef(~io·
rarme tic lo (l('urriJo. TI'<lsl<ldacl.\ al 11l~'1I1' yá no ellc"m-
lré la casa de RulJélt sitIO sus ruinas y edre la sala ó el
lugar que ésta había oC1tpado JI los s¿{ws ú¿ltlediatos de la
misIJu, el~Gontré unos t'cslos (le cadáveres hnmallOs, un pe
duzo de ntanrLiúula superior y /Ir. colm·iilo, Wl ri OCO I(C pth
de !tombre, canto dI'- dos íntlivillllos, ,i rcs huellas visill!t:s de
Salt,!]re g/te habia con ido, y ur,as dos nwnas tOUl ncgra ~'
(Jtra aznl, ensangrentada,'!, ttn poro qUl'/l/arla,:; y la ,ne,ql'~
C011 seitales enide.ntes de Iw 1)er sido "pu.:¿a/cada, y 'Un Su1n·
llrero CQlIlllletlllllettte cariado (l m((,l'hete ?I por dI'1'/tr'O con,·
scrvav(( manchas de sa rtgre. Los die.nte., parecían de dos
individuos distitdos. T<lmbién ¡;e encontró uno" ca ... caro·
nes de (,(lpi4ulaH de !'t'\'ÓiH'1' \' m: RÉMll\'GTOl\' coU(;N r
IIn hueso que Jlal"f~cia haber pertenccido ti los de los de-
,
CI<Is • ••••• " r

Pedm Anto:lil) Amaya M(\sqll(~ra (f. 127): " . ....


A Santa María fuí yo f'1l ullión de Sergio Daza, herma-
no del que fué Rul;étl Daza, y fueron t,amb:én mudl~8
J>f\J'wnas mas; E'n Santa María encontramos lo t;iguitlrl-
t4i: 1« CftSa t'ed'UCtda á cenizas, el paraje despedía un ()Uw
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pestilencial inso}J01,tn,ble;' y en e7 ]Javi!;~e)¡fo don ¡le ltal,t-r
sido la c~sa, cubierto d,~ sangre 'liu; lw/(llt y 'restos humullos'
en con.fusión, habían e,rtremi.d'/,Ic¡; qllf'. w¡ se suMa rí ql/[
ttlerpo Ó sér humano pe1't('1/ectero:¡,y ('."'t"8 esfu;;,lJt yá casi
solos los huesos'; h~ lna coscarones de -rr.: níh'er ?I otros .r¡rue.
sos;. _. _ había sel~ ('::lJ¡lv(~ras dCS(';,ll'llaUilS, Iln ,lo pt'qlle-
ñas y grandps: h ;-l bia eSl'HJ'('ldos pf,d;17,II', rlf' l'O "a
otl'[lS
qllemarlos y epsangl'ent:ldO~f y qlle ell~i ya 110' se di:s.,
tingul:l qné ('¡alié lÍP 1'O!liI halml ~II , O,"
José B't'I~c:"lio J .. la CJ'I '[, [f~, l~ ·~ Y 18:'í}: " ... F:~,
cif'rto y cvi\lent~ qllf-J t'1 ::-.tih:ldn 00('(, rlf' O('lubJ'fl dl.r
>lIlo pa;.¡"rlo (1902) ftlí él] ~iti<) di:'tinnla ThLuÍa ('Oll h]'
fin dI; visital' á ,mis ¡'1J':mo¡; ArnHdnr y Clt:f1lpnl'ia dl~ la
9I'U;, qni e llfts vidan ,f'1l ,la C';)"I d I' Hnhén Daza, qlll}
habla en e~e punto j a dwho pnrlt,) I!("g'llé ("lino á In!"-,
"iete de la lTochl'; Ola HOJ'pr"nd( cle:y!:\sindo ('tl;tlldo 10'11
lll~élr ele f'l1contral' la Célsa }' los' h ,ti )jtnlltes de ella, ('11-
r.ontré apena!> 1.)8 e:.it'om bros )' la" ('~llliza¡j, pltP~ ,a ('a.~a
habL... sido ill('etHlinda V lo;; j¡'all;r'llltt'R :l";t·",iJl;I'¡"~ V-
quemadoR: yo apen,l,; 1;!('~l]1('0 á distinguir t'Ml !lO('];H
un homb-l'e qlle fstaba hoC'a 11 !¡ajo, I'()~l I.l" 7,'11)(':\:;'
abiel'trts, J corno me aStlsté clllll¡>letalllRIltt-.,. {¡ 11]. miHmi~
llora que llefl'llé m I' I'I ~resé ,- IJ" fn í 'lill'l-'surq,blllPll ta'
~ \ J ~ •

a El Guabal, á la ('asa dl'l s ... j¡n!' ~I i;":-II (·llh. zll, el la <¡tI\!


llegué como ¡í. h~ di~·7, (!e la 11')I'h,'; y h,lbi('I¡;!O ('11,'11)1·
!/,;¡c!o {r SNQ'i'l O;lZIi le di la htn! Illlti.'ia del ¡t('onttll'¡'
aJliOllto d", Silllta M .. rí ,l. pOI' lo ('tul! Unz" I' f'llflió al-
gllnas pPI 'snnns y !lOS fui:l)"" ¡lil!';1 S lllt;I jf:¡rfa pI dll-
HJingo do,:e ¡JI> Odu¡)J'(j P"~' 1<1 !lWfHlII'I; y !¡eg;ln:!,,~
J I,.coII\)(:iJl}()s l-'l ('tllllPO Ini"n('i(ls<lllj( ' lJt~ y ("IlCPlltr;';¡IIIl),
los re~tos dl:l eiIIC" pel fl"lJilR, é i(~elltiti(' :Id~iS l't'conf.(!illlll.'
J,(Ji; dH tres personas, ;¡' 1 'J
S;I )l'l'; ¡\, ,,~·'
c \1"' ' 1 l'I.
.....,:JH'I.·/, \'('I"n,11
Gll;nt'al, p()í'C}n~ Plll'lIntrarno~I PO 1111<1 ti' S:If.j ,¡p,lo, d(f
la milrto) del'(!('}l-l L:rt Hlli¡¡n dio' tlllUl)¡Ig·;t qlte él tI" .. I):.
' ' ....' ' ... , ! . t I . ' { 1'-"1
t t (' «(llltJl1I10; a l' l'ilnC1S(:to 0¡111(' ¡a'Z, Y','('llIO ,llIlu1cll (~
Ollillt'al, lo f(-H·oIlO(·im<'s por doto! dienteH t(1J¡WI'}llIest o ,;
qllP. tdWI f y {I ln niñ:1 M('I'(·pdvs, hij I de luí prima CI(\'
Jlll'n('i~, Q\le tenía ('(llllO ('inco m'-,'l'S Ile f'dHd, h J"t-'('O-
rl<lcirnm; pUl' el t_LlllaU(I dl\ la c:ollllllllil \'Pl'tebl';t~, la ql1~
esta U<l cOll"ph.: ta, Los restos ele los otr(},'j dos cadaliercs ;10
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$C pudifron idGll tiliwr lJO)"¡]liC e';[aha}/. C01J11J7etamellte l1Pgros


11 df'slruit!OS Jl0/' el f¡:ego ,. JlPI'O i:H'!1Urampllte tielll ' n que
!-tillwl' í'ido IPS el" miti prillli'>1 AII1:HL.]" y C;(' m ell(' ja dE' IR
Cr:!Z, pnrq t10 h :l st:1 vI dllmi:q:;" tÍ Ilillt'!? "lltedoll' ¡{ I¡.¡,
ft'cl!a eI ... l ;'Cllllt ee im ie nto, fl 'd1:l en l¡ (,Ilal 111,· raí de
:::;,1 lit I }[;lrÍa pnra !lJi t' ,'S:1 ele h:1hitnt~ iúlI, nita ,' 11 t'l punto
(\ gl HO~(\l'i(', fI'H('<,i'JIl de V, ~ int.i('u'ltI'O S(' qlll,d:Il'OIl mi~
pril1l')~ expresado,;, ,fll,é G ímt'z y Rtlb~lI 1.>;./.<\ bl:O[l(li'~
\' el sáb<ldo oe la misma s ... I\l:llia <¡lit: reg'J'e:-.":', 10'61.) ('f¡.
;'ontró los cscombros y los l't'stOti de las ¡WI'SIIIIHS, Pll:'
10 qU(~ ase.r¡nl"o con tuda cntldwnDI''C 'lite tllnto llttbén ])a,m,.
José Frrrncis () Súwhe? eOJltO mis prit:lOs A¡;¿lldo(
GÓI//CZ,
l'Cfellll'ur;ia de In Gnu:, ,IJ 111 "¡ja liemn de (::sta Ilo'll/lUÜt
"Mercedes, murieron 1'iolenlamcllíc de un tlu)'jr) u<Íl'ollro;
pUAS lOd;¡s LIs st,f¡ales q llll pn(:1J1Itr:llliO~, t,¡}c;; ('OH\() las
(,harC¡H; de AHugl'e, las sei'ialés \'i~ibl~s de h-" IU;\C!Jt'tCl-
7,00 en los CI'ÍlIll:Ol', el! los UI'HZOS &',', 1111 SOI1l ul'erll <i 1I(~
In re('onoeill'Os <'11m " !In !>"lIlii('(l:ld dI:' .José Ch'1I1H'Z, con
bnf<tantcs lnaCh e taJO:lls y pUl' Id p:onu Je adl:HIf1'O o=IIS,III-
gl'ent:-l( I () _____ _"
A f,)lios 150 y 1:)1 1M pel'itC)4 cl,·:.;i~~I::lfln", á Ull (':\:'-
mt'n de la localidad é id('llt¡fi(~ : I(,il')ll d·, los l'tj ~'i lIlS tll' bci.,.,
('adáv(·I'(-,i:! hllmallOi', r-;díores Tt'Il- .-f(lI'o I~j n,r>l ,- Arl'(;~ill
Guzmátl C-, eH HU e, p,,::,i(.' ióll lI{l lG (le JU:lio -I:e 1:.J0;;,
Iwctn ronsl"lI' :
"Vi~tas la~ flll'llIalid"def; n.,1 AI'Í- 151G ,1,,1 ('<'¡dig"
,J lldici:d, Jos pe ritf'ls !ll'()('ediel" dI al t'HITtqlld(lf;tI \:,\;¡lllt-Il
de ('nda lino de lo,. hllPSIlS t:'Xhlllll>l:lns y :'! I'l'illll'i'H vi",-
ft¡ Oh';('\'V;ll'flll tjlle ti', h ,dlía 1"" qtw J(~L¡et',,1t e<li\oltittl;t
lo~ eS<¡lI(-'l et.'s de s,·js jll¡ji,-idllOS, II~ci!o quP ~;P l'X-
plica ptll' la lI(~('i Ó ll d(~l f I~~" l:iII\¡l'I~ lús ea(U,VHre:<, dl1 lii
tual hay m(iltipks ind i('io:; <1 " 1.1 e;,l'lJ(\lliz,ll'i ('l!1 d" mu -
ehns hue"'/ls 110 d\:':\tl'l1id()~ totaiOll'l1te po,' la" llnll¡¡J;oI,
Entre los hll('sns '1ue se tiell,-n ú la \'i-ila 1,,:; \Jf'¡ ¡{,I>!
<1t'HCUUl'Íel'on los (O(llUpOllt'ntl':,l d(-' ('11:ltro ('alH q"ras ({'lira
y crfllleo) y Jlor SllS difel"t'llteH t:illlafi IS se l'ersu¡1I1it~I'(i 1l
de que pertt'llecÍ<1tl á 11<'I'S(ln<\s de cl¡fon_lIt~~s ed<tti~s.
E n una cetlav{'ra ¡¡aliada en perfectl) lH.tllll ¡·"tildo, 110 -
taron la pHl'tif'ulal'idacl que en los dil'llteil <le la malldí-
bula superior }Hl.bía uno sllpt'rpuesto, cirCullstilueia 'lu o
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produjo]I\ identifi cH dó~ de elfH, pue~ Jós t eRti gos ex-,
hUUladore:\ Esteban y Man uel Tllri lJjo DazH, afirmarol4
que e:"l cabeza er¡~ la de F~'anci8(,0' S,~n('J¡ez, d~:l Gll~:
nea] á quien de VIVO conocJ('I'on eOIl esta paJ'tlcldnn-i
oad,' En (,tra calavera cuya purte superior ba sido dt'li '
truida pM el fuego, h¡dlarun UO'l tajn(lul'll prodnci(ta'
por inlltl'l1rlltmto c~.rtante" q lIC Vo (~esrle el hue)o.o del
pómulu izquierdo a la parte pOHterlOr, d:I, cerebelo y'
(Jue midió 17~ etms,. macheta~o que á. ]uíelO Ge los ex·
poneutee. debió producir muerte illSfalltcinp<1, En I~
parte 8up~rior de otro en111eO ~ló)tar()n las huellH8 de un¡(
violenta fracturaeión, produCldu en concepto de I(ls pe-
ritos, por un garrotazo que debió enUSar dlllcrte inme-
diata En ocho hllftsos planos que reconocieron ('I.Hon·
compollente'! de diferent.e!! náneos, oncontl'al'on los pe-
tito's hul'llus wani'fiestas CIlllSadl-ts eOIl instrurnento:i'
~ol'tanteH, q4e en sft parecer bahdnn producido sino lit
lnut!rte, heridas gravísirnas ele tnrelíll curl-teión, Llls mis-
mas hueHus encontl'lm)O IOH p~ritCls en dos huesos lwr-
~tmeCieIlte8 ~ difert![jt.t:·:j mielJlbros del cuerpo, j1~n ,'ilit.a
de la allterIor exposición eoligt'n los perito!\' que lo~
Ilsesinos dirigiel'O'll tlldos los g(,Jpes á la!' partell supe-
riores del cuerpo, á efbctll de qlle fuer,Hl rnoltaltls. D(,·
jan coO'stuncia tcHllbiélJ de fJue desC.'t1brrt·roll entre.,l
}lacil'lfiUllento de hue!.los mt'H'ho/O qne pI" /in tamaño, (:0-
lor y ('on{ol'll1a('ión reYe lan hl-t ber perklH:t i do á pt!rtlOIlI'
JUenor de un aJjO si bien en ellos no descubrieron seña-
les dpjadas pOI' I1lTfl:IIS eortallv, s."
Pt'dro Me IIl'S l'H (f, 1 J~) J ¡"e: ./ ... _ , Las víctima~
de Banta María fuerolllit·is: á saber: ~l1bén Daza, José
G6mez, Fnu\l'ise'o SlllldHlZ, Amador de la Cruz, Cle-
r!leuc:ia de la <":nrz y 1:>11 niñita }J:¡I~lI\da .MerceJ"!~, dH
UI101'1 tres () euatro I)}I'I'WH. El día IUllflS que Ill~ ¡.;e\mré
de éllol'l, todos quedaron alt'ntlldos y por esto afirmo
que fué mllert.e viplllllta la que sufrieron ION habitalltes
de l'vLu'ÍII."
Sl'lllt.a
BrígiJa d~ la (;nlz (f. 82) asevera: 11 ___ • ____ y ~l
marehé de ~(\nta María nlleV0 día!! rlllteH del SUCtltlO para
tll Rosario y alU ftuedaron todot! bien como rlije autes,
eil qtlcir: Rubén V"aa, mi~ hijQS 4ruador y Cl~mel1ei~
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"}"
A t ' u .~aGI(1 11 'IlJ{'U. l'

"'f . , ; "1
{l e 1n ( , I' I1Z , 1tl1 !1 W (-¡tn :\ t,I' ('~ c1('~,
j o~é GÓrlll(>7. cuñado
tl t· lid h ij a, h ,' nl1a ll O d e J Ilan Cil ¡¡¡eO' Daza y Franc7sco
/Jií' JI,' 1
I..! ,l ez . "
Hllfill o l / Ij )f' Z (f. 66); dm'I/lra: " , ., _.Q Il P rat.ifi('/'C
(>1 h e elw de li a l.JPl' (·~t,.do f.'ll (" oJllpai'lía de RlIllé" Daza
~r de la,; IW I' !\ Il Il;¡:'¡ qUH C' O Tl é l ft ,dJih,n,t\) ~n Santa Ma-
r i<l, Iq )J'pxim ;ldaml'lltt' hilsl;1 la!>!
de la InIlT¡;.qln del fllll'l'e
¡,ropiiJ día jlll"H' " ('1\ filIe !,\p I'/'(' e lfInri6 por la lHl( , he f
t¡II" la,.: otrn,.: 1101,' ti nas qU~ ¡¡]Ií , 1<(' h:dlabnn y conocidas
del eX)l()IIt'lIte H~\ll Clpllien(,i;¡ dI:' Ili CtllZ eOll una niña
de I)('c.h(l~, (,le 111 11 Y PO('PR nl\' S('R y I'U)'O nombre igllor<l,
y Amador Crllz h e rmalH'l de la citada Cll:'rneneia y co-
mil de catorce ¡: ñOti (h' edad: Que t,dnbién 1\1.' hallaba
1dlí en la ('/18 :1 un lIifio Corno de :!Ilee aflos (José G'óJ
me~), g Qe Daza le dijo f'ra I\i,'viente ó doméstico, y crea
t3ra el que llevaba el nombre de .losé Gómez, pOl'O que
.el declarante no lo cOlloda de'llntl'mano."
Al ...jandl'o Ol'f,h, nI folio 108, declara c8si lo mitmj(J
que el all tedor, pOI' ha bel' sido (\olUpHñero, ha ber pel'J
noetado y detno)'ado Hllidos. tlHstn el mismo dla juen'¡;¡
lllH'lI~ aniel4 del ¡..uce¡¡o, al lado de Rubén Daza y 10$
,compañel'O~ de ést.e ~Il S~lIlta María,

1I

L, llamada rasa de 8anta Maria, propiamente er'a


~lm\ clwza Ó eOlllo la llaman l()s tt>!\t.igo8 un t'anc}¡ótl
(rllllc;!JtI grallde), dé fúbrica ligera, muy común en et<:l
,., , (il' cllbiel't~ él techo de hOJ'as
rt-"i6n , di' ealla Hohre ',Ja-
l'Adas Ó tal J iulll:,~ dI' hHIllLú Y caña-urafm, Era U!lll re-
",idelleia solitr,rii1, á \lila legu!\ ó más del pHrHja Ó lugar
habita(!o fllÚti l'(:ll'caoo, l'" un campo ¡hi.!o y 1\ propósito
s610 lJara Ir. cría 00 g/lnado~, SillemlHlrgo, ya fUflse en
OOa15iÓlI <le JOB iUal'es de la última guerra, ~ a por cual-
quier otro motivo, Santa Mal'Ía eomenzlIha {t ¡.;er carninf>,
obligado pat'U algunos transellutft! vlJcinol!..Ie Patía 6
La Otra Banua y CH"'l!!llanía,
Por tle'r poco frecuontado, 108 hurtadores de los re-
bauos patianos; que duranta la glterl~a hicieron de CApe-
¡II.l.UÍ& UD ,p,ñ blico p)atacltil,~, ellco'!{¡m á menudo ~II"
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1/1

s¡.\lldt'ro ext!"lH'illdo y r:ípidolÍ SI1~ illtent()f;' Y pl!(~de


lltlrrnHI':>e ('(in g'l':-Ived " d que de é8FlS eij'('un~t;¡ll<..:i'ls
('malló m~¡.;¡ larde la <1iri cil y Hlrl"llilzada I"it !lil ci(') n d~
los hab itant es de S il nt.a ,i raría , ('·;)!fln tnl)dn1 ~e oea~i61l
de vpriíi ca rJo al t)"¡ltar de nl gtlllO y pril ll'ip·¡j do Jo:,; pro,
cesan os .
T ' 1 "
.... (lS IWl'itO/l \.IHH';-¡ y G ' ", .,
)'Ilzm 1.1'1 C . ~~lt\l : ) 1l él ( t;antn
-,
lifnl'Ía ,Ji NO!'Ofl>tt' d(> Cllpe ll !-\ IIÍ:l, ¡í !)47K IlH'1rm; d .. (·:~ t n
(,HS ~~ I'Í() v entrtJ L, t: 1';":-: S 111 JOl .~·(-J (,d. K) Y GllH('Íl i('OilO
(al· O.) 'y di('~11 111::; rni:-'Illo.s pt:r;¡uR r¡ne t·i Vi;li,~ ¡}¡.\ 1111"
11, ntro ( I (-J aqlll'/11 "s 1lU~'H rp/'j, P"{" (¡f>
l '
t-'.l I; ('l1tHI!'';P 0 1'< !"Ill ill'lH-
ment .... P.11 1II1:t¡lId'a )' tl't 'S (' llllrt os vin it'l ldo del plilll HI'O
(~[llltnl'.1 a rí,\) ('>. , en tI.mi !lol'a:-:, )lo], eJ aSe<.'n~() de do ,;
pPildientl's ba:-:tallte largas, eH :iwn tiJo contrario (de
I
Cal )(-11 H II Í<I ) .
En orden á la ('a1irlild del fd !2'i l y primit.ivo edifi-
('in, que sl~rv{;L d e l! ,\bitat'iúlI á l{ub é n Daza y sI IS do-
més.ti c~ ()~, ('.()Il ~ {¡} t e ~tl JOí' fp.~t i mon i{)~ de Fl'a r.eísC'() N a r-
d e ~ (f. 72), Brfgida de la Cmz (f. 152)" Eugenio Anglllo
(f. 9;')), AI~jalldro Ol'tiz (f. JO:») y otros del proceso.
H.ES1J~mN :
A'lt.e Jns tHs tilllonins y djlj}!pnt'¡;l~ dt~ irr~pee('i()n ~.'
~1 vAl'ig llflción tl'rlseritos y aludiclos, nu quedil h l1H'llll !-
d lld a del incendio, asesinato y a.~a Ito en cl.tad1"¡} la de 'I1w l -
licrhores de que f'UPI'{lll vít'ti mns los il!t'l'lllt'S y dormidos
moradol'es de S ,llItil. M::l'Ín , EII C:'lp<-l llalIÍa, L()l'etn y
I/t/'O~ (,HseI'ÍO!; ill111 ed i"tos nadi r; dilda d(-:) qllA la (~;:s~\ dt'
SHllta .Marfa fil é 1'<... du¡ ·idrt á eelli,: 'IS y !'us !wbit;:¡lItes
flsesinadm¡ en la no('h e oel9 Ó en 1.1S r,rimera8del 10
de OctulHH de 1!:J02. .
. Por éiel't.o qUA Rijlo neb(a n dl-l ig- n c r;lrlo, hasta cl('~ ­
pués de mndlO tielll pu a l j)il r ecer, los e,dpad()n más
tarde. P¡,('gulltado UlIO f~e Jos ~tlt.()1'f\R pl 'in(~ip,¡]f's, yá
p l'Oces-ad'os "Cómo diC(-' fl c¡ lB murió Ruhéll Daza?"
Cont.es-tó: "AZfí dicen u'nos gibe talve,3'I's trueno porque se
ha quemado la COSrt, y otros dicen que quién sabe cómo }w.-
brá iido. es'O • ••• "( *) ". ''',
---....; / . ,'.

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K.. D:~ ~nk')cod I2 l¡i'~es ..

1
Sin f " lI l lll' ¡l ,. P(1 " <I,, ¡di r mn" !J l tl' '11)
f'(llli"f!('IIi':<lt', f\2
filé 011',' C¡'.l l' t!llil illlplal' ,1,],· \'(,I1!.r " II~.H el 'lI livii d ,·¡ h·~·
(·II!I. cl'" rj 'l 1'] ~' : il¡; "'¡ " ¡"·ll,r,· d.· la v" l' dacl de t'~te l\~t' i'l O.
N" p\I(,(k 1¡:\ 1!.>1'r;t" ,'ho, lI i ( . ~ v ,'ro" i lllÍ I, <tnt,~ pi h,··
cho m i,..llltl :; .I Tl ~~ l'i'''lt" y atpl'r.ltI,,1' <¡'IH 1,) l",wi 1111>1 .
1'.,.IltI'P l,,~I'IOS
' -..!
,_,,1ft J ol'g'e ,r (:-,.' .
v 11:1"11«'01111 qllf' ('J'tI7,HIl
1'1 ti'I'I"'1l0 IJoiil'iall'l d ;l n"I'.·"t/1 ~í ~lIrele~tp, .,flllPllt('t;
del P¡ttí<l, pn I.. ~ ,·n,.;(-'rfm; de Cl1p(-'ll;JI~ Í ;¡, LH Pli!Y;1 Y
(,tr;,,; l':llIclI"rÍ )~, rlt-lIl"l'a Ulla 1aza s:ll"ilje ¡¡Úel, ti" 111'-
g'1''''' znl1;ll'vii " ,;, IlPl'lli('ioSfl" )':, (-'1 1 IOfl tiV'I'pO!:l dI:' la e .. ·
]Olliil \ 12) Y dtl !,é"illl ;1 flll'lllil!:i611 l'll SIII'\ /)l'í~~'Plldl:
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11 tllm 1i1J('H Ii mOI'.!,lVII'
' llastn ll'l)' (~tllllf) H1):!!l-
el!
dOIl :ldn,.;, flWl'a de . Dio,.; y la LH,\', El pli!1IH d,·Jc.tÚl'Il
de p,;:\ re)!i ,'ln Hha Vl~llta t.odo f'1(~IlIPlltn de f.. 11,' !'il, ~i('lId,)
' lHUy raro ul 1'¡ ' I"~~I) qlle ""ya á ¡¡("llorar entrl' e l l ,,~.
E~te el Illotiso de (';la ('()Illfl :Jut.t1nolllía í1l'fmir.int en t¡l1e
vivell apartad'lt! 0<-< tilda illflllellcia ('i\'ilir,ad,ll';1.
L_t illdll;,tria de IIIIOS !J0l'IIf': SI' I'edu('c á !<~'l'\-il' PI!
J<lR s;Jiilla,.; de la re;.!iÓII Ú f,lt-I' de j ¡)l'!I;ilp!,o!", Y p1 1ll¡1-
yol' 11\101(11'1) vive (~Ilt.r"g;¡.\() ;;, Ulla hlll,lg'il pl'rcln!':lb!(~ y
IlIt\' IIf,('p,;i'¡ad (,'HI!'a~i';¡(le' al hllrt,) dl:J ln,; b.-ranado,... I·J
C'

hUl'to (-',.; el)· (·1 lo::!


Ji\; tr;Ii;I'rlldt'rH'.i;1 f'('lIIota, b¡íbitll ('Il"í
irrp"i"tible que l:olll;li'uelm (;i ... rto atrLVi871!O d<.l t-oUt; pro-
gellitll!'(-'H,
Dl~ ¡!l!ui qnc el rna.V(lJ' IlÚillPrO dp
larlrollP;; dfl ga'
lIlirln \'¡ll~ IIIIO, la P,·o\·illeia de
pll CalrlH~, ]l!'tl('H]a de los
111:'12\'0;; p,¡tiallos 1It:1 Q;:pellanla, La P:a.\'iI, El ltos;uin y
n t l'(J~ lllg-an·ti; que llell<ln á rliurio la::; (;.)]'('pk's d el De-
pal'tall1ellt(1, (';.t.If..¡a en('ientB de 1a I'pdu(,l'i{)1I en si ah;;o-
¡l1ta de e;;a.,~ ifll11ílnpnlt:! f1Hw;:da¡.; dl- ntl'tis tiPllllws, \)"e
hadall de ~IlS apl'!tic .. " I(;s ma~ ú¡lUlelltlls dd allti~ull
Estado CaUl'HI'O,

Propensos á IH t'mbl'i;lgl\~Z; (:'n ese ei;laJo los ni~


(12) IIlatClria del p, Vela8e!!,

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~ros CH¡Hlllllllías vl1élv('Il~e '(I ~ t·(l~lrl f'rns¡ alllcsínog (le rnZIl
f(~linn, St1~('eptibil¡niltlnfol,
en un d{¡('Mllt1 f'S;l!l pHjCl~ d
ma ehe te (>!'tá fllera y "rnl'llll'lll11 tl' : El[ \"!C'I'IS!
La hi¡;tnr\a Jt1 eSflS nf>gros e/'\ Irl I¡i:-;tol'ia de IO!'lln:h
erllel( '!1 homicí,l :18, t<llo~ CllólltH llse t'lHh)S a tenaua-
De
1'~8 quo cn:;pn!l los nerdtlA y Hl1l-illstian (.} {¡lIimo,
En el cnso de Ull oriiO' (~O par t(· <le t.'SO!\ IH:ll'eS, lnión
podría ~stlll' I\Pg'U/'O d~ la vida ~
La vellg';llIZn ~'il (-'1 sP lll.illlit,nt.o (le lll!ij ~Hrp8 ' dpgE' 1
lI('rac!otl, ilH'u lt os, l'Iin pizca alguna ue
r·e¡.;pero ~d Ill'd('fJ
moral, ni 111"'11 118 ¡tI pI'0j; /OO, y p.:lracteriltitíca t.':l el !ll1i
tIJO hMido () ~llblevado del sah·¡.je,
En rnpdio dl> PSflS g-ent.f'8 d e llntlll'ltl ~al1guinari(),
lIna vez IW í't.iles ti UlIuéll Daza, podrí,H:e esperar Ot.I'!)
resultado qne pI finnl t,.[lgil'o de qu e filé víctima ~
Veamos ('ÓIIlO ti ene l:iU l'omienZl1 la ellemistud con
H lgl1l108 de ('sos 'H' gf O~ y e«'>lon eRa enE:'m istad tole VlH~I~
ve tenaz, grllvt\ de dla (~ n díll, (1Illell<1Zadora é inminf'nttl
para Rubén Daza y todos Cllantos á HU lu,lo vivh'ran,
RuLéll Daza, hombre de hOllor allnque ignoralltf\,
ocupado en gua,'dar llll l'\:1b:lño dH ¡¡ti I'l'Opiedlld por
aquol catnpo de Santa ~laría, c(m~titllyóse d!:J modü nfi·
I~iol-lo el! vigilanl.e d(' IO!4 g:wat!ns dti CiIIlt¡¡rito, LOH Pu-
treros, La Carbonera y ot.ro" lIitiol'l illmedi(lto~ y HI~du­
nos, Este gratuito modo d& S'.'I' l'n pró dt·1 pr0jilno
debía de se)' t:ude ó t.( 'tTI prnno la (:au :-;¡¡ dt:l BU IHUOJ'ttl,
En \'lIrias ()I'¡;H;ÍO IlP S itllpide ti algunos de I(,:i neg"oM
la vellta el e ganados hurtados y otras lleno de ánimo
t:xh) \'PHfl fisl:a fil ado r víribus (3.;' armis, i IIcolltrasta hle,
Inform ado einlo día que ~ug-eni(, Allglllo(13) hll~
bía!i\e hurtado U'lH8 cuatro rl's.~ s de propit'oad de Jo"tá
Rafael Castro, C!Plll.e nte Bermeo, Ju¡.¡n Rourígllez y
.Juan Ol'tiz, y que Hquél dt:,bí;t de · ,)f\sl\rla~ por Sl10tn
:Maria, I'esu(,lve apo!jtal'se ~Tl unión ,le dos 1\(~ rllll4'lOtI y
).¡8 rescata á viva fUf:'rzH. Angutn y 1M RUyOS hll)'~n 4
la aventura, sin mtÍt; l'ecur~o que cortar lu~ l'ejoe; (14)
para escl:\pnrlo8.
(1,3~ Sujeto de 1')8 p,r inclpal&! de CapellaDAa, daTO" 'Dtusi\l8*a ~e 011.00 1
el f"uebunl de eSI\ r~i6D,
(14) Lazow COI! que trala
Este libro fuelas re.es,
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..lcltsacióll F,~cal

Otrd <lía s allA Daza r¡ll e (~1 mi<fno Eugenio Angu la


y otr<> nt'gro pn:, tplI(!en vender {t Leon idas 'rorres (IW-
1!0ciant.e d\~ San Pabl(l, l'esidflrlte en Capellanía) diez y
¡,;iet.e reses lltll't¡lclns en lnl:\ campo!> ve<:illoH; y más rá-
pido que ell'ayo 11 ~ ' ga Daza á ]¡or¡, OpOltUlIl1 y IKme fin
ti. la trn n"al'ción de Ins ladrones echándoles en ca ra SIl
crim en y Hdv irti ellClo ÍL ~l(¡nél. _" __
i PuéJesl' aleanza:" la explosión de ira que t.al ofi -
ciosll intru sióll debía de I'Hl seitHI' ell el ánimo celTil el"
aquello;; Ijeg),o8~ á quienes nsc'ulizábase de ('l' I'<::I, ('Oll
ta nta Hlldacia é ilupedías~le8 la (;.()nsumnción de Sil
crimen'
La suede, puélt, esta ha echada" __ " __
Eugenio Angulo profie re BU reto de muet te desda
-el! t.on.ces y ha ce propagnnclll en contra de Daza, y re -
quiere el auxilio de otro>! pura 1Io\'a r á cabo su obra de
~angl'ienta ej pc u ción.(1.5 )
fi~l 26 de Juli o del mismo año del crimen, 00S me~
,;(,8 y días nntes de éste, yá oe llrre un episodio de insó-
lita alldaei.a, r ev€ladol' al par de una ojeriza rayana de-
.cierta 111tOl'ia so!icl!u'idad contra Rubé n Daza, Hefiere
Sergio f)aza, hermano y com p"ñero de RII bén la nOl'he
de ese día, que yá alojado!:! y di!!puestl/8 á dormir fue-
"on á IIrullHrl OS á tomar un trago de aguardiente: qua-
á pesar de tCldo se vie ro" obli gados á ac~ptar, y en <;Clll "
secuencia abrieron las puertas del apo;;ento y salieron.
Un gnl po de gente conocid¡J y deRcono cida les rodea.
r cuando Se rgio ,-ése obligado á apartarse de su her·
mano, en solicit,¡¡d dellicOt' qUll va á buscar á menos de
media cundrH, <lpetlas había vuelto la esquina inmedia.-
1a, oye una voz de sooorro y un disparo al propio tiem-
po. Halla luego qüe ,su hermano Ruhén ha';)~a sido el
asaltado: un fWj~to negro, desconocido á esa horA, le
había echado á tierra y defo.iarmn.do, y yá en tierra con
la propia; I\nna (u tia carabina) habíale disparado y bui-
do .... A! hu ir el agresor deja la. huella BUS dienltlt de
en la nuca del cuitado t "
Empero nadie dió' razón de nada I.J. pesar dtll coll·
..
(15) Ooneepei6n y Bonifacio M06qoerll8, folio 53.
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, :"
.~ -.'

C!lrso )'];1 ('ontigna


'--
h ;¡bi t:'H'i /m iIr- TI!lT{ l'< rna 1I()(,j'l-> , . ~

L(1s J)¡:za ;¡tnt·di,.· ¡, tado:,\ Illtl ¡;I' I'(llI dI; t"i]1; , )' Hi' t"lIl' i <lfl _
1 l " 1 "j' , Ir"
.:1pS p~, :; IJl/ellE', rd UC¡el¡1 {j,,1:' , 1 ' ;1 t :el l f1¡.¡ (lt' r()!'!'(:·~ y ¡¡(Ir

j , l~i¡ll1;I('iIJIIE-S jusi:;" ,de s,,~ rlllli;!Os. Así ,Il"'¡'-l'iólt- ;i, Un -


bé fl Da ~a (' 1 (J ('Sil: ' In e ó.hj la e H r ¡'l h¡ lla (¡tw Ii l' \ . ;dJH ('OP -
.,ig·() (-<1: ClI¡wilclllí.a, la noche del cit;¡Jodía 2ti de J tll io
Je 1902.
Al '(lí~l siglllt'nte \lfanáh;¡~B Eu..:. elli() An,g'ulo de
ha 1101' desH rmHdn á /SU ad veriSa " ro y tlstel,¡t,\ ba la ('ara-
b ina arr(jbat~da! .
Ue":ll)('cto de ese h1l10e decb rlt ~+ te,.t¡~() Leonidniol
Torn'';: " ______ Ha bían saliJo ¡"S eXj)l'e:';¡H.l o8 .{lot'\ q tlt'
f1lP r O!1 e n s(llicitlld de l~g-llardipl1te) el ..) mi li ¡" IH!CI. ~asi
vl mismo tie¡.¡¡p@. á poca distancia , se oyó twa VO<1 q!Je pe-
día auxilio !! al misnw .tiempo una detonarivn dL arma de
fneg() . a lo w.al s((lim(Js -p!irt~ infl)rma.rnolJ de lo qw>. pasaba_
Ruhén 1)<1<1;.1 lwbia Hilh el de las ~' O(:.-H y .tn;111ife8 tó que
*t(' lIbnb(lr~ de (¡uitarlc la (l¡.¡ rabina. En el-
mi;;mo lU lOf)'a r
«l pl 'Iwr hn qlw Hei'ialah¡¡ Daza ,,"c ·erH'Olltí'Ó un ~omblel'Cl
,1-aspón (de cai7.a-bra¡;a ) que no RI~ Sl1pO .de qui-éll erH á
pesar ele que ü;; tuve en expo'Sición un mes."
Cuando ffi:íS tflrde yá. )le indagó á ~~ngenio Angulo
·.!i u l)),9 el J1):!o\ffin h e cbo,~ontefltó :
"Sa bil·ndo yo que Rllbén [)¡-¡ZH hajaba Á matnrme
'Comn lo habíft dicho; y sabiendo que había hajado á
Capellan)a ('·on Ulla ('ara bi na rémi ll::?;t.tHl, hallándome máj
hOli¿bre que él, 1'es()lví q/titár.sela y ifectlVa¡¡¡.ente se la quité
ibotándolo pre'viamente alsuelo."(f. 97)
Audino l\fuñoz, ya elH~migo de Rllhéll Dnz::\ á fa
,e azón y eompacll'e de ilimitad~l confianza de Eugenio
Angulo, cnrno He verá luégo, er,mpieza á figunH' de modo
.S08IWdIOSO JesJt:J esft eiSeéHa del desarme~ no obstatlte
·S lIS aparielWif\s amistosas 81;a noche pan!. IDS aermanolo!
1);\ za. L éase COll algulIl\ Hterwión l~l. rledur<leión d(j
1,1 Uf'lllZ' á la fc(·ha en que no lOe sospechaba liada de su
,co:np'¡¡('ida cL Dice:
" y () ha bíae-ntrado recientemente á la tienda de Leo-
II? idas Turj'es, acompaiíaílo de Se~~gio y ' Rubén Da,M, ~11
l)u~(;'.l JtJ Juan Angel R(~bnlledo j un f8io de3pués, hao
aUntlose f:lll ~sa ÜéuJa !lacario Angula y ".KOS dos mll-
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c}¡ac!tos 'l7ás que entraron conmiqo y 1c)s T),\ZaS, sE' prps(' Il-
¡¡¡re l )) F\~~i x 1:, Ir ra, :,IVltlP ¡ A Jl¡.;- ,~ 1 y H " f" l'l S:ifll'h,'z;
(ji'eciélll!r'se l ;/{:.]o h l'l lt'st it'J Il l!e que q\lién g-nMaba IIIl
r ,'- S,-r!... i" U;lza l o of'I""I'ió y. UI SI' com}JO/líafuimos {L
tl "". e
p(.\ ';1 dl" ra ,l\'í'l, ;: rn",l~ ns d I: Iln ",\Iartn rlt', ('nadl:,t, 1\ vll el-
ta d l' t;>,¡qll lll<l, yo y l' I ' a ll('l !>l~,l S"¡eln y "LIf'!lI'lO ,\ng'uln
(I bus ca ll,,; y h;\hí;In1IlS \"lIL'ndn la e~q"il1;\ , apena!" ,
ell:tll rlo Oi llh l'; 1111 ti¡,!) y ,41' ~'Ú ' 1 In . ; otro,; l!(J!llp;¡i'i e ros ua
balido, qlhl yo !lO o í ; ií t'''' '~ rllj ,l,) 1l0S p{ ) rtu t'l)amo~ , ('1'1'.-
vt:11 1iu q~I O fllera W'IIt,Il anJl ;HI¡¡ q IIH 'llltraha :'t la lh1b la-
~'i,SI1, 1' (11'0 Ll I I PIl ('.. , ¡'('¡nl l " b~. lIabipnr!\) F;p~lJido St-l'g'in
ll dl'lallt p , eOl1l'1llTirntls al II1~ar ItI", d ,l ID ,ís y ya S\lpilllIlS
que á Hllbé ll Daza se 1(; llauín qllitado una eitl'abi na-p 11 r
reftlrel1(,ü~ del mismo- Sill "abe rsfl q uién fll e ra e l auto\'_
Lll é ~o eiltr:\lnO, ft LL tielllhl de L eo lli das Tllrre~, donul:l
!JabI<1I110S (,,;t.adll :1llte;;, y de nllí, después de un r ato , no.;
~Je~pudim " ~ y,'" ~Llnlrio y 6nteln, quorlúlld,)se los dos
Il el'lT\,1110;l D lZilS :l (h l'lIlir al lí l'1Or insinuaciones que les
hacíamlJl> de que no cOI/ venía su 1:J(t/illa."
&CÓlt'" fHll' ,le :' ;llifieal'se la (:ollcl u('ta ¡loble de An-
dillo .\111i1oz h 'leia nl\b(~ l l D Iza, clI'lIldo esa lI oehe apa-
rentn amistwl y al día sig'llie llte e ll tra en connivencias
con II:U g'\;lIíl l AIl,'~lIlu, Cruz .\IIlSq\tel'<l y ot!'''8 para pe!'-
íS \~g\li!'I", ('OIHO se d (·tIlll t' ~tl':\ pl) r la carta Jel f"llio 30 1
~ll'r\'\'l¡;¡ I'i,l Gil Ií Ildt>z (f. 2:!) r efie re u na c irc:lI1sta 11-
I:ia del ,lía t-iigllil'tlte ¡d cll'SaI'Il1H , ,¡Ile da la IIlU GíSt ra del
t\'lIlHZ odio y eit'l'ta cl)lljur'l\~ió ll ¡) Pl'opósito niminal
COl1:-tallte de 1':lI!.;pnio A 19ldll Y Cruz Mosquera yá ulli-
dos . Del 'LI1'a G¡díllrl ez.: " __ . __ • iHe consta que el día
lIi;:;ui elit<1 á h no,.Jw t' l l qUA le h ,lbían quitado la cara-
(¡i\'la al tillado Rllb0/1 , ollt.re 1. 1~ s~ is ó siete de la maña-
lIa, yen (lo á tl'aPI' Ul\<I~ ('ab . llr!rüls, obse rvé qlle Eugenio
.\.IIg'lllo, Cr,tedo (el mismo Cl'll~ .J Tosq ll el'a ) y Bonifacio
f.1il .. qUf~I"1 l'staban en pI PU'ltl) del otro lado Jel vad()
de Pltayaeo l en {lctitu'l sospechosa, porque recelaron !le,'
vistos por mí, precistzme;¡,fe por donde debían pasar los
Dazas par¡, Salita Mnl'Ía Ó l~ l Guaba!'''
lJl"'Imés del ~11r.P't:\O de la noche en que fué dl:lsar-
ma Iu LJazn y e!lIll '1 Ull Tn"i:l an~es d'el crimen; 'el mismo
Ellg'L'u iu audaba en svlicituJ. de compañeros para su

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pel'potrl'lc1(Sn en Slln tll M:\ I'Í:t, Bonífaeín el ci tarlo "ni
G;:¡línd ez y C()nr:f',pdÍÓt~ .l'dosquera fu 01'0 11 un os do los in-
,,'itadm;, (~', f. 53) ,
C,lIleepl' i:,,: Mo.~qllef'a dl-'(dal'fl :ll>i( al J'(·SplwtO:
"EII§!'("nio AlJg'ulfl, ('OIlIO 1m mes f.Í'l'ttI1S PlJ(:O Ul:\S Ó'
,TlIeIlO t; de la f,"('lta tl(:<1 cl'Ím p n de Sa llt.a Mana., me
('(In.
vitlJ á una parte pal'll q l!,e 1/,) H(:ol llp;IIl al'iI y yl) le dije
GlIl~ :í dónd e y él. qué, para SI fUe cOIl"t'nía ac:olTl pañ ad"
..y si llo nó :; .v ellto, nces
me dijo: 'Vam os no mas hombTe ,
que es ti &wJa JJfa1'Ía" tÍ ver ,ese 1Jicaro de Rubin Daza'
/j uc tlÍntr; haMa de .todos nosotros.' Entonces yo le compren.
dé que; era á mata ,rlo _- .. - - - .l>ol 'pués supe pUl' ho(~a du
:-3,lnif:'u,jo Mo,:ql1t'l'l'l (a , Barr().-B lanco) qlte á él Ir, h,,J)ía
,( 'tl llvit! :Hlo EIIge nili) A-lgulG con la misma propuesta,
{v, f. id.) . •
En fin, e~ mismo Al\diuo Muñoz, fllnigo y cornpn-
cll'e y cOlljidenü; ilil1útado de Eug enio A'1gulo, antes de
,haC UI'Sé ~ospecho8o neelH I'a; /;, _, • tal I'I'a 1"
pl'eve!H'i,SIl'
He a!l/w ws negros en Cllp&lanía yen pdrticular de Ellqeniq
y C1'!u'. ito, qüe era inm'inente el riesgo q/le corría Bubén
Do~a Cl,n su pe~·mane.rl(!ia en Santa Maria ó en cualq
uiera
.ol1'o (u,qar doode se encontf(l'ra con aquéllos." (JI, f, 30)
Fml!lcisr'O N HrV¡1A Z (.f. 72) decl ara: " __ . Es exar to
-que yo le 111sté á Haza que se retif ara de ese lllg~r
{-Santa Maria), 8a blf,lnd('/ q\le Jo teura n arnenazHUO dtt
.ro uerte .} él Ina cOII:te~tÓ que le hacía esa observlIción
ele flojo ó coba rde, qtle 10,,'3 nElgi'O~ el'nn malueas (cobar-
des) y qlte 'n ada le hacíHIl,"
~n la mism a semaDl\ del crim en el grau() de índig-
.n aci6 n contl'<1 .R:ubén Haza el'a 'noto rio de partt" de
Eug enio Angulo y Cruz 6 Cruc ito !fosqllel'lI.
Decl ai'a Ped'ro Meneses (f~, 135 Y 136): "_ - _. En
1ft l!Iemaná que OCtlllrió el trem endo IlHesinato, dice &1
testi go, yo me viM á CapeIlllllía el día lunes seis de Oc'
,tubre del "no pa,.ado (190 2) á recib ir una sal Ese día
llegué á CApellanía á las 8tlis de la tutde, pues salí da
Sant a María á las .cinco de la :ard e, ,el día mHrtes si-
ruie nte como por E'SO de las ooho 6 nue,-e del día me
HrfWenclieron EugeititJ 4"1ulo '!I ,Cr~ito Mosquera, y me
dirir ió pl'imero la pa1a bra Eug enio en estos térm ino'
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(con voz arrogante): 'Está tu papá Rubén en Santá.
Nada ?'; Y Illégó dirigiéndose á Crucito le dijo: 'Este
es uno de los picaros que tiene allá Rubén Daza'; y en t? n-
ces dijo Crueito 'En cualesquiera parte q~¿e veamos ó dis -
tingamos á Rubén Daza le damos bala, pues de dos á dos
nos mataremos y cualquiera que ande ó esté junto con Bu:
bén Daza, también no ye nos escaila aun cuando sM mí
madre. Sabemos que Rubén Daza nos ha ofrecido tna-
j
tfll' donde quiNa que nos encontremos : en segui da t e::
plicó Eugenio dirigiéndose á mí : 'Anda á Santa Ma ría
y díle á Rllbén .Daza que aq~1Í está E.ugenio Angu1 0, q l1f}
me venga á matar, y que SI él no vIene que me mande
á citar por alguna parte que yo soy hombre de salida'."
Tan gravemente amenazada se hallaba la existert-
cia de Rubén Daza de parte de sus feroces adversario8¡
que insistentemente recibió insinuaciones de la fa milia
y hasta de extraños para que se apartara del yá peli.
groso campo de Santa María.
n
Audino Muñoz ¡lO se ha llaba en relaciones de ami - .
go .con Rubén Daza en la época anterior al criri:J.en ¡ y
esto sin duda fué el grave nexo de su fatal eonni vencia
con los dos enemigos fOi'midables de' aqué l) E ugenid
Angulo y Crucit0 Mo~qúel'a;
y al contrario, s u mala voluntad, su odio á Daza
era o~tensible desde el 27 de J nlio y qui zá m ~\s antes
de la funesta delincuencia.
En ci 8rta ocasión, como dos meses antes del suce-
so, MlIñoz se hallaba en reunión amistosa en "Vueltas
de l\fedina", libando tragos do agua rdi ente. V irginia
Verdugo, en cuya casa Sl1 encontraba, refi("1'e que "Au-
dino Muñoz se expresó en estos términos: '. _ .... qué
Hub én Daza era hombre malo, que era liberal y l'J.ue
los mismos liberales no lo' querían en Capellanía, y ha ~
bían ofrecido matarlo; que él (Audino) era conservador,
y que iba á Capellanía y que los negros nada le h acían
y lo querían; que no le gustaba que Rubén Daza fuera
á La FIOl'ida, porque no le gustaba que fuera á estar
junto con los conservadores'."(f. 37) .

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16

Este testimonio lo cOl'rob-oran Santos Martínez y'


Zabulón Cajas. (f 86)
El mis'mo Audino Mllñoz, hallándose con Juan de
Dios lles, su vecino en La MedilJa, como dos meses-
8nte~ del hechor se expresó en términos de muchfsimo
rencor COlltra Rubén Daza. Hetiere el citado lIes ;
"'Que como dos meses antes de la muerte de Daza, ha-
1/{lIldose el declarante en su casa ron Audino Mufio.,;
éste le expres0 flue no eonsentía que Ru.bén Daza fre-
cuentara la casa de La Florida de Salvadora Cajas y el)
(·tonde vive Pat6cia Fajardo, y que si lo veta; allí pren~
¡Ha la casa porque estaba hecha sólo por su permiso; y
que iba á pOller un espía porque quería cager allí á
liolas á Hllbén Daza para darle palo, y agregó: que iba
á perseguir á Rul én Daza hasta verle el finY (f. 111)
Sabido esto por Patricia Fajardo, élla.lo requirió-
{¡; Mllfioz y entonces éste volvió {t confirmar su tena7.
f)jeriza contra Daza. La Fajardo declara: "Que M ufioz
le cont~stó que sí lo había dicho y que el moti,v o era
porque entraban ~Ilí Rnbén y St'l'gio Daza, y que el
dí-a que los encontrara allí qucmaba fa casa aunque le
costara unos doscientos pesos]a }'epo¡¡icióIl f porque si
tenía- como rasponder de eso ~ agregó q.ue no Jos que-
ría, que lcs tenía rabi~ á 108 Dazas pOl'que eran uno~
FOjOS charlatanes y que á Sergio le tenía más rabia POl'
q,ue él había dicho que eva uu ladrón, y que donde se
encontraba:n se mataban aunque no eran los D2Izas hom~
brea de hacerle (;ompetencia'." [f. 113J
Nótese el mismu furor, la misma promesa de muer-
te proferida por Eugenio Angulo y Cruz Mosqnera, el
mismo grado do indignación brutal contra Daza, comO'
que las palabras de Muñoz obedecieran á una sola con-
gigna con aquéllos.
Es el mismo Mllñoz quien escribe UlYa carta en unO'
tia los postreros db~ del mes de Julio (27) del año del
crimen (1902)f á nombre y por recip"oco acuerdo de
ELlgenio y Ahacleto Angulo, Alejandrino Diago (16)

. (16) Contrn ést'e nI! ~e pro?edió porque desde el principio de IR investig8~


e1ón se demostró Sil. InOCenCIa, con unn pel'fecta conrtadll. VÓ!lH6 declllrao)Qn
ale uw lJ¡mael ClIStro y los citados por este caballero,
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!J en ge'nerat lactas los }¡ahitantes de Capellanía, dirigida al
'liño!' Rafael Castro de Bolívar, carta que entraila nm\
conjw'ación, un plan uotorio de indignación contra Ru-
bén Daza,
Los expresados Eugenio y Anacleto Angul<l, pro-
bablemente excitados por Muñoz á In persecución con"
trll Daza. constitayenlo como su representante en Bo-
lívar para que de acuerdo con Castro eleve den un cio
contra Daza , Plan inverecundo y calumnioso contra
quien nada se estableció nunca en el sentido de la
carta!
Carta escrit~ y redactada por el mismo amigo y
confidente de Eugenio Angulo _" _; el mismo que la no-
che anterior, pocas horlls antes acabaha de desarmar á
Daza, mientrhs el hermano de éste apartábase á meno!,;
de un cuarto de clmdni, dos mimdos, con el' 2)j"opio autor
de la carta!
Tánta precisión en ese lance ael desarme; ejecuta-
do en menos de cinco minutos, acaso no sería. el efecto
de una confabulación ~ ___ . (Véase dicha carta al f, 30),
Es indudable, señores Jurados, qae el infando; el
incalificable crimen del 9 de Octubre de 1902, se per-
petró per una cuadrilla de malhechores, comunes en la
determinación y solidarios en el medio de venganza
optado. N ada otra cosa expiican la. ferocidad de los
As~l1tantes, el proceso de sus odios, en vísperas del cri-
Dlen y la misma hora escogida para éste I
Una bárbam venganza!

GRA VES AMENAZAs. ,,','


:Respecto de las amenazas, hay que ObS01'var con
ur.1 eminente tratadista "que no hay cosa más frecuente
1\ ue ver lleyudas á efecto amenazas criminales,. - _. L!\
primera intención, dice, suele ser sólo la de causal' te-
1'ror, pero luego los odios se enconan, :as provocaciones
tia suceden tinas á otras, y bosta que se presente una
ocasión opol'tun:;t pat3. que las amenazas lleguen á l'ea"
lizarse." (17)
117)
, Bonm er Pruebas JoJ.cli';i,,/u.
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.ÁcIIsación Fisca!

Es de ad"ertir que la amenaza tiende por sí mislJJa


á probar dos circunstancias aCl'iruinativRs: 1~) la exis-
tencia de motivod conespondientes; 2~) la existencia
de disposiciones correspondie11les; fllentes permanentes-
de la especie (}e delito que cürr~spor,da á esos motivos-
y di"po~icioneH. Por esto háse dicho que las huellas del
ins6lito crimen de Santa María ostentan l~ prueba irre-
futab-le de una atroz é implacable venganza.
Es incuestionable, por todo extremo incuestionable1
como ya lo hemos visto, que Audino Mil}}:)"; y ürucito
Mosquel'a ~ran íntimos y pál'te del sombrío grlll~o que
amenazaba á Daza. Tan íntimos y tan unidos, como
cuandO' se determinan á dirigir cartas á sus amigos de'
Bolívar, acusando al blanco de sus odios; .s cuando in-
~u1tan y amenazan con las mismas frenéticas expresi6-
ne!', que les sugiere una animadversión común hacia la:
futura víctima.
y así, sin temor alguno de incul'I'il' en error, pue-
de afirmarse resueltamente que entro los asaltantes de'
Santa María huho sien1pre perfecto y solidario acuerdo.
Así vemos, por ejemplo, c6mo Audino Muñoz, días
antes del crimen, era terribl~ en sus amenazas contra
Daza, ya en presencia de Juan de Dios Iles, ya en casa
de Patricia Fajardo ó en casa d@ Virginia Verdugo; á
cada memento, en cada sitio oportnno, corno obediente
á un estímulo tenaz de enemistau profunda é- incon-
trastable contra Daza. An~e ellos había formulado su.
indeclinable rencor en querella amarga y vehemente,
ora protestando 'i ncendiar la casa de la Fajardo si am
'Viere á Daza, ó a.firmando que los Dazas son hombres
de no hacerle competencia, ó declarando que se mata-
rán donde se CDcuentren;. y finalmente cuando embar-
gado do il'l'esistible odio dice que "perseguirá á Rubé11
J)aza ha&ta verle el fin."
Cl'llcito Mosquel'a r como vaciado en el propio mol-
de del odio que al propio tiempo estimulaba á Muñoz f
es idéntico en sus frases y rayano de demencia en sus-
amenazas contra Daza, el enl!rnigo común. Dos ó treS'
ülas antes- del Cl'~men, se expresa: "En cHalguiera ¡>ar~
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Acusación Fiscal

que veamos 6 distingamos á RuJJén Daza le damos bala;


pues de dos á dos 1~OS mata.r,emos y cualqntera que ande ó
esté junto con Ruben tambzen no se me esc.:apa aun cuando
sea mi madre." ( 1)
Amenaza tál, en lenguaje que revela el acu erd o de
muchos (le damos bala; pues de dos en dos nos matare-
mos. _.. __); ~lDimados por el mismo propósito; ase na e-
n~ados por el mismo impulso salva je, á manera de uZ-
timatum, formulado en la misma semana del Cl'~ men, á la
vista ó en presencia de un sirviente de Daza, para que
se apercibiera ó intimidara.
Yes el mismo lengu':\je vehemente, apasionado, de
Audino l\1uñoz y Crucito Mosquera, el usado por Eu-
genio Angu la, en la misma semana del crimen, a la vis-
ta del mismo sirviente retad0 por Crllcito. _\.ngulo,
l]eno de ira, le díce: "Este es uno de los pícaros que
tiene allá Rubén Daza . _ Anda á Santa María y dHe
á Hubén Daza que aquí está Eugenio Ang ula, que me
venga á matar, y que si él no viene q ue me mande á
citar por alguna parte, que yo soy hombre de salida."
Las palabras graves y ll enas de h onda emoci6n
que hemos anotado, proferidas por los procesados Eu-
genio Angu lo, Cru~ lHosquera y Audino Muñoz, pocos
ciías antes del crimen, proclaman lDL1y alto una común
y sangrienta disposición de parte de varios contra Rubén
Daza y 108 compañeros dtl éste.
Por otro lado yen particular era muy conocido de
todos en Capellanía, el odio á muerte coutra Daza, de
parte de Eugenio Angula y Cruz Mosquera.

j MOllfENTO OPOR TUNO!


Dispuestos así los enemigos de Daza, vése que só-
lo esperaban el momento oportuno.
y así aplazóse pa ra el día en que la futura víctima
se hallara sola. Y ~onsta realmente que el jueves 9 de
Octubre de 1902 Rubén Daza estaba casi 8010. Apenas
acompafiábanlo una mujer y dos muchachos, de cator-
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3.0

ce aíins el mayor de los últi mos.. Fmncisco Sfi.nchcl{


hallftbase ausente hasta la hora mIsma en que se sopa~
raba Rufino López de lr. casa de Sarlta María (9 de la
maüana). y Pedro l\JenE:lses, el otro sirviente, es nI
mismo que habíase separado de Rubén Daza dos días
:t
antes (lunes) para ir Capellanía P?r una sal, y el mis ..
mo á quien retaron vIvamente CrucI~o Mosqnera .Y Eu~
genio AnO'nlo con el marcado propósIto de atemol'lzado
y así ahl~yentarlo aroidentalmente del lado de Sant~
María! l',:ra propioio para lo~ as&ltantes el momento
acordado.
El jueves citado, ya por bs primeras ~ora8 del día,
véseles reunidos, como á determinada conSIgna, con ar-
mas y tl'atar en secreto, y salir á los afueras del case-
;0
r;n pretexto de coger un caballo n/cio perteneciente
{t Eugenio Angulo.
Audino Mnfioz, que anda entre ellos; el amiO'o 1:>
de
~u ilimitada confianza en decir de Eugenio, ya había
solicitado prestado también, con cualquier prptexto, un
rifle dmington común á tiempo do separarse de Sil casa
y unirse á IOd malhechores; y ese mil'lffiO día, entre laa
tres ó c¿tat'J'o de la tarde, escoltado por sus com pañeros,
~ep{¡rase de é:;tos y se pierde ____ Todos Jos miembro~
de lü familia de Jl,[uíioz (José Ednvigis Gómez, Ade-
laida Gúmez de ~.ilufioz, Arcesio Gómez &~) y dos sÍl'-
vientas declaran ya la falscdac1l'especto de la hora el1 que
debió de haber alribado {t su finca de Los Arrayanes
elije mismo día jueves después de dos horas y media de
camino. Declaran baio de juramento que Audino Mu.o
ñoz, el mismísimo Mllñoz, llegó ese día á Los Anuya-
nes á las tres d~ la tm"dc. __ . , _ contra lo declarado pOl'
1Iluñoz, q ne dice salió de Capellmúa á las t1'CS de la tarde
y gastó en el ca-mino á su casa dos horas y mcdia !
SellO res Jurados:
La misma señora de .Muñoz, Adelaida Gómcz, ci-
tada. pOI' su esposo pal'a comprobar la circunstancia de
}1<1 ber pernoctado en su casa la noch3 del suceso; la
misma señora de Muñoz no acierta á decir la verdad en
este punto ... ___ En esta importantísima circuustancia
p~l'i IÁrase la mis.n~a seUora, de MuUoz t
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.U _'Ícusaciú n Fiscid

Los culpados.

La delacIón ..... .

Era la mafiana. del diez de Octubi'e ____ __ U no de


los malhechores se mu anece poseido de cierta ilT('sisti-
ble conmoción, que le inclina á una aparente y loca ó
extrañ.a satisfacción : como si se si 14ticl'a pagado de su
propia slIerte, aparece retozó n y jactancioso. - _ - _
T~'as1áduse á la cantina del señor Ismael Castro y
allí apura uno tras otro sus tragos ne aguul'cliente. Se
vuelve generoso, cual si su gellerosidad respcmdi'c ra {\
algún act o de ignol'ada dicha y brinda. con los pl'esen-
t~s y con los que le van rodeando.
Gasta en E'xtremo que bitlll pronto llama la curio-
sidad del cantinero, cuando en realidad el día anterior
el infeliz negro no había tenido para comprar lo.)ndis-
pensable á su manutención. Em un pobre negro sin
mas rédito jornal que el de un leñero de esa región.
A esta inverosímil situación personal dice el testi-
go señor Ismael Castro: " ____ después de lo dicho, en
relación á aquellos sujetos, no volví á verlos !"oás ese
día hasta el viernes, por la lIUlfia1~a, elt qlte llegó Anacleto
Angulo en solicitud ele aguardiente. Respecto de este in-
dividuo hago nótar esta circunstancia: como se me pre-
sentara esa mañana bien provisto de billetes nacionales, de
los llamados grillos (18) 1nuy apetccido~ en el z,ttgal', pues
gast1 en aguardiente, obseqttiando á los que estaban allí, la
suma ele unos t1"eint" y cinco pesos, le observé en tono de
broma que cómo se había hecho á tántos billetes, cuan-
do la víspera no babía tenido con qué . beber, que quizá
ha bría ido á lanceat' á al.Qlmo. __________ .; y él apenafJ
me contestó sonriéndose, sin replicar nada: realmente me
llamó la atención de este particular, de un pobre negro que •
aparecía con billetes basta gastar relati'IJamente una suma
(18) Edición de lSn, color amarillo pálido.
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.;1cusaC'lán FiRcat

despropo1"cimwda á su habe?' de jornale1'o. P oco despu és


de Anacleto, como á las siete de la mm/ana. p oco m{ts ó
menos, llegó Crllcito MORquera - - - - y camhió u n trn O'()
de ngWLrdiente con Anacl eto, qu ien le oúsequió con u~~a
media botella. [f. 18]
Anacleto Angulo, ya en ese estado fi siológ ico sui
generis, llamado ó reconocido por P uc:ci~o~ti, P errone
y Carrnra, eminente~ pro~esol'es de medl.cma 10gal, la
cblJrezza giuliva (19) (emlmagu ez alegre ) Igunl al cono-
cido vulgarmente con la fra se "tí media ca1ta" ; con la
imaginación ~ca'¡o.rad.a por el licor" volv!óse nntural,
mente expansIvo, lIldlScreto r flléle lInposlble sobrepo-
nerse al deseo de referirlo todo, )T menOR á quien adl3-
más consi~el'abn su compaüero en el común odio contra
Rubén Daza.
. Hizo su confidente de tan monst.ruosa av ent.nra á
su conterráneo Alejandrillo Diago. Y sin más ponup-
llores, como quien nada decÍ<i, le manifestó: "que habían
ido la n{Jche anterior á Santa María, a casa de Rubén Da-
za, en unión de Eugenio A.ngulo, Crucüo ]}Iosquera, lIlar-
ce1iano Llanos 'JI otros cuyos nombres no le expresó; que al'
aproximarse á élla hicie1'on una descarga de atmas de fuego.
soúre sus habitantes, á quienes después dtimaron á mache-
tatos 'JI qHe en seguida incendiaron la citada casa dejando
~nuertos á Rubén Daza 'JI los demás que encontraron a~t t,
para que nadie declarara sobre el hecho." (f. 19 v.)
y como po¡;eido de un torcedor quo le impulsa de.
suerte irresistible, la misma confidencia le tlaco á Mar-
tina Tejada el mismo día. Al folio 49 vuelto, declara:
" __ . Es verdad qzú:: á mí me refirió Anacleto Anq~tlo, en lct
ma/tana szquiente del día en que se perpetró el asesinato en
Santa lIIaría de R ~tbén Daza 'JI demás habitantes, que él
( Anacleto j, Eugenio A.ngulo, Cruz ó Crucito Mosquera y
Marceliano Llanos habían e:jecutado dicho crimen en la ptr-
SOll(¿ del1'ejerido Daza y de las otras personns que habícm
~ncontrado en casa de éste, sin e1J,cargarme ninguna 1'eserva
'respecto de lo que me refeda."

(19) Puceinotti. Lezioni di medicilla Irga/e, Lczione 23, Pi~(\, 1840. Perrone
Traltato elemen/al'e di mecl;cina lega/e, § 72l oí segg., Nnpoli, 1SáB.-CoJ'so d~
Qiri.tt.o Crillkinole, Francisco Car~al'll" 1902
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33 Acusación F'¡scal
.,
,
Ese mlsmo día de Octubre, Anae:leto Angulo pasa
{¡, LOl'eto por la tarde, y cuando allí se informa que
había yá en etle lugar quién advertido del suceso tra-
taba de ir á comnnicarlo á b familia Daza, prorrum-
pe en amenar:as de mu~rte contra el que tal .intente; y
refiere el testIgo Franelsco Nal'v{¡e~, de PatlR, lf. 73v,]
que este fué 6)1 motivo para habers0 desistido del pro-
pósito expresado. .
Anacleto Anglllo, cuan do así delataba el suceso,
no obedecía sino á la angustia de su conciencia, para
atenuarla aunque fuera participándolo á la intimidad
de la familia . Ó de sus relacionados, pOI: efecto ele exóti-
ca vanidad 6 uno como asendereado é íntimo reproche!
Indiscreci6n fatal de una conciencia horriblemente
agitada por una amargura sin límites y constrei'iida pOl'
eSft fuerza' sobrenatural de un Dios, que á un fiat hpce
surgir un mundo de la nada 1 .
" j Oh i.'onía sangrienta de un Jestino fatal! "-que
diría Solger, ,
Ya fllelR por el frlo de la prision y más por €ROi\
i::np1acab1es espolaz.os de la cOllr,ienei~, q ll e no le daban
momento de reposo, ¡sintiendo 1m! picotazos del buitre
que desgarraba las entraftas de Prometeo, m(jnos fuert<C\
que este gigante griego de la fábula, el infortunado
Anac1eto¡ llamado en vida "ese bestia" por sus compa-
fieros en el crimen, á quienes d01ato, sucumbe al fin á
tAntas y tan lúgubres emociones,
Notificado del anto de proceder el 23 'de Agosto
del año pasado, pocas horas después murió. .
(Véase el oficio del Alcaide de la prisi'6.n a! folio
269 del proceso).
La delación de uno de Jos c!'inlina.les de Santa Ma.
ría está escrita con caracteres de fuego, imborrables, en
todas las páginas del proceso, cn todfls las cil'cunstaÍJ-
cias y ponnenores más imperceptibles constitutivos. del
terrible y espantoso drama 1,

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LOS PROCESADOS
Cruz Mosquera
1

Delatado Crnz Mosqllera por su compañero en el


delito, contra él como contra ningún otro giran grave.
mente circnstancias tan necesal'irls, indicios tan vehe·
m entes, tan multiformes, que su delincuencia no admite
ni la más leve llombra de dntla. Este es el concepto
I'incero que me he formado después de un estudio aSélZ
reiterado y meditado sin pasión.
En lüs apartes "La venganza" y "Graves amenazas"
dEl esta exposiciór., aparece una buella profnnda de la
participnción tellnz de Cruz l\Josqnera, en todo )0 que
puede Jlamn rse la prepnración inmediata del crimen.
A la vista de Pedro Meneses, dos días antes del
crimen : al apercibil's~ de In presencia de aquel eompa-
fiero ó sin'iente de H.u bén Daza, recientementl'l llegado
de Santa M!lrí~l, inel'épale e11 eRtos términos: "Sabemos
que Bubén Daza 1103 ha ofrccldo matar donde quwra que
1lOS eneont1'emos: en cltalesquiera pa'l'te que veamos ó dis-
tingamos á Bubéll Daza le llamos bala, y cualquiera que
ande ó esté junto con R2tbén Daza, también no se nos esca-
pa aun cuando sea mi madre."
Promesa feroz! De suyo revelaba yá una resol u-
ción inquebrantable, un lan ce inminente é ineludible!
"A un cuando sea mi madre no se nos ·escapa de la muerte
si la encontramos al lado de Rubén Daza ____ "
'l'ál la irritabilidad de {mimo de Cruz Mosquera,
dos días antes, que ese mismo día de las amenazas vuelo
ve á boca de lloehe al alojamiento donde pernocta-
ba Meneses, con intención de atacarlo. Cerradas las
puertas de su dormitorio, so pretexto de una candela
que le pide y Meneses deniéga:;e á pasarle, Cruz MOR-
quera del lado de fuera vocifera: "Así com? me tenés,
estoy ardido con ?J08, quisiera sacarte de una mano y par-
tirte de un machetazo. __ , agradecé que estás en casa de mi
prima Fdotea!" Y l'lgrega Meneses que Mosquera, pei-
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35 Acusaci6a F iselll

nilla en mano, daba de empellones {~ la puertll en s6n do


f()l'z :l l'la y entrar á ntacarlo probablemente, si á tiempo
no coincide la presencia de alguien c¡ ll O amonestaba ó
dislladfalo con esta frase: "Déjate de eso, no ves que ese
'tambre está enfermo .... " (f. 136 v.) .
Puede pensarse el furor implacable de Cruz Mos-
quera contra Rllbén Daza, por este episodio con Mene-
ses enfermo, {t quien tnüa de ofender alev(~sflml3nte en
eonsideración só lu de ser ést~ sirviente ó vivir en Santa
María á su lado (f. 140)
Refiere el mismo l\I enpses que el día domingo en
q\le se tuvo not.icia del tnlgico crimen, pasaba Cruz
Mosquera á la hora que el Inspectol' de Capellanía re-
queríale al testigo de ir eB comisión á inhumar los ca-
dAveres de Santa María ¡ y que habiendo contestado el
testigo en tono de excu:>a, por temor á los asesinos, ó
haber dicho que había sido amenazndo, Cruz fie le acer··
c6 y hwniZele11lel1te le repuso : "QUién le ha ofrecido ma- f

fa?' ? " Y al replicnrle Meneses "Pues t¿sted el primero "


se acuerda qne ah01'a no sé qué noche me queria matat·'"
?1O
Crucito contestó: "Eso era en tragos."
El mismo Meneses narra bajo jummento este otro
incidente : "Después del asesinato, al::uno~ cinco días
despu és, fuÍ yo al Estanco á comprar un trago y ha- am
bía esta do Eugenio y me dijo: "No te p,'esentés donde
yo esté p01'q}le me dan {lanas ele meterte ttH balazo! ... _."
Algunos días después E ·ttgenio y CrucitfJ se me brindm'on
}JO?' amigos y me hablan a!n corú¡'o y me aflraen á la amis-
tad, pero no me d8dan naela 'ele lo o.;ttTrido, cosa rara, pues
que cn esos días sólo (le eso se trataba en las c01wersacio-
nes, y todo el mundo s'e admiraba del hecha bárbara."

Cl'ucito Mosqnera, 6 Cruz como dice llamarse, nie·


ga hab erse reunido el día jueves con Anacleto y Euge-
lIio Angulo y Aullino Muiíoz, contra lo aSQvorado por
estos mismos y en palmaria contradicción. Niega tam-
bién ó no sabe quiénes sean los autores del crimet!; y á
este respecto es ~ujesti va su contestación: "Yo nó he
ido á Santa María: soy decencia y cancencia y debo deci'f
la vcnlá. Si yo hubiera ido y tUviera parte tiempos me hu-
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S6

hiera lm"gao ni sé á ónde y nó estttv¿em en este lu,qaf·."(~)


Precruntado Cruz en relación á la enemistad con
Rubén Daza, confieslI: "Rubén era mal querido en Cape-
llanía de todos los vecinos por el motivo de que él, en to-
tilas partes á donde iba, dedan que charlaba de los Oa-
pellanías, diciendo que todos eran ladrones; y una vez
en mi misma cara me dijo que yo era ~m lad1'ón - - - -"
Respecto del lugar dónde pernoctara la noche del
jueves, contest6: "DespMés de osCUreCe1"Se me volví á la
misma hornilla de Angel María Pemlta, recomendado
del señor Felipe G6mez propio dueño dQ la hornilla, y
allí permanecí durante toda la noche." Ya al concluil'la
ind~¡o"atoria, el sindicado Hgregó: ¡¡ Que la noche que
rlurJ~ió en la hor¡lilla, noche del día i lleves al amanecer
viernes, eE-ltuvo con su sobrina Catalina Mosquera y
Marciano hijo de Cril'pina Pel'l'dta, quienes se quedaron
en la hornilla el día jtteves que yo me fuí."
Evacuadas las eitHs aparece completamente infir-
mado el aserto de Cruz, infirmación trascendental en
(lsunto tall grave, que viene á constituir un gravísimo
indicio en su contra.
Catalina Mosq uera, de clara: " ____ Que es evi den-
te que en unión de Marcia no Valencia y Peralta, con
ouien tiene relaciones íntima ~, estuvo la declarante en
la hornilla llamada "La G allinaza" de propiedad del
seño!' Felipe Gómez de este lugar (Bolívar), y que se
ocuparon allí de elaborar sal desde un día miércoles, pre-
ci$amente la víspera del jueves en que se dice sucedió el
(!sesinato de Santa Maria; que ese día jueves ~e halló
también en la hornilla en la misma ocupación, en com-
pañía de Valencia porque la ocupnción de elaboración
duró cuatro días, y 1ne por tal razón se halló también
allí en la noche del jueves, y que recuerda que ayudó
algunas horas en la tarde y luégo se entregó al sueño:
que no es cierto que Cntz jiosquera, á qu,ien reputa su tio
por lo dicho arriba, cstuvitTa alU toda la noche del jueves,
desde que se oscureció, sino qtte sí concu'rríó alU pero en
~o'ras avanza dísimas clespuéa ele cantar el gallo (dice la tes-
• (t-) Cruz Mosquera se fugó de la prisión el día 3 del mes de Mayo [1906},
entre las doce de la noche ó unn de In IDnñana.-N. DEL FISCAL.
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tigo. queriendo expresar que y{, había pasado la media
llOche), V que era yá esa hora parte del día si!luiente aun
que faltaba todavÚl para aclarar; qua la declarante no
puede precisar e:m hora. por no saber medir el tiempo,
por 110 tenE'lr alcances completo!! en eso, pero qtle si se
ratifica en que yá habían cantaclo los gallos: Que no sabe
de dónde fué M,osquera á esas horas ni qué dirección lleva-
ra, porque cuando ya lo vieron fud en la horntilla j y que
recuerda con toda precisión que Marciano al verlo la
dirigió estas palabras: "Hombre, porqué andas agu-aa-
tando fvío en lugar de ir á calentar á tu mujer'" y que
Uosquera le respondió: "Es que como el hombre es
vagabundo, ando t'a!lamundeando!" Que dicho ésto él
mismo formó en el suelo una cama con la leña con que
se estaba cebando la hornilla y se acostó allí hasta que
amaneció, y que cuando amanecif, S8 retiró sin que la
declarante supiera. en qué dirección. Que tampoco es
cierto que el día jueves estuviera Cruz Mosq~tera elaboran-
do sal, 2Jorgue él antecedzó á 1tlarcwno y la declarante, y
que esa cacha anterior terminó el miércoleS tarde, día CI&
que pusieron la nueva." (fs. 116 Y 117)
Marc.iano Valencia Peralta, declara: H ___ • Que es
exacto que allí concurrió Cruz Mosqucra esa noche,
pero 120 en las prim.eras horas sino tardisimo cuando yá
habian cantado los gallos y era por lo mismo parte del dLtC
viernes siguiente. ___ Que el declaran te se hailaba des-
pierto y atendienuo á la hornilla y que por eso no pue-
Je dar raz6n de lo ocurrido; pero que no SltpO en qué
dirección vino Mosquera n-t en dónde haya estado el1esto
de la noche; y que cuando llegó aUi Mosquera lle1Jó fajado
al cinto ~tn revólver pequefio, que as~ lo asegura porque se
lo vió d tiempo de acostarse. _ .. Que es dt l todo falso que
Crucito Mosquera 7laya estado el dia j~teves nueve de Oct'u -
bre último elaborando sal en la hornilla de "La Gallinaza"f
pues que el que expone le recibió si mal no recuerda el miér-
coles la hornilla á Crncito, q~tien habia sacado ya su cocha
de sal, y que es ese el motivo que tiene para afirmar que no
estuvo Cruz ó Crucíto el dta jueves en la hornilla elaboran-
do sal. (fs. 92 y 93)
Catalina Mosquera afirma también haberlo ,isto
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Á('!i,~ació /1 Fiscat

a
l'evólver al cinto Crucito lHosqüer,n, á la hom en que
se apareció ñ, la hornilla esa noche. Véase su testiruo_
nio (folios precitados).
11

El día nueve de Octubre, día 6 vís pera d el suceso¡


Crucito ó Cruz Mosquel'u andaba <>0 compañía de Eu-
genio y Annc1eto Angulo y Audino ~J ufioz, ar;nado do
1m revól vét peq neño (véase declal'aeión de Alelandl'i no
Diago)¡ y ese día su ~xaltaci~n de ánil~lO contra Daza
era ostensible, e11 decuo del Ullsmo Audmo Muñoz:
"Es verdad, dice éste, lo que le he referido' al señor
Dcmetrio L6pez y al Señor José Rafael Castro: pues
aquí (Bolívar) Y(L había decla.rado respecto de la preo~
cupación qtte demostraban algunas negros y especialmente
Bugenio Angulo y Anacleto Angulo el citado dia jueve'1
nueve de los c01'1'ientes (Octubre de 1902), en ocasión á la
llegada de Rujino López '!J el ánimo notablemente enemigo
de B~tgenio y Crucito, quienes me hablan p,'eguntado otms
veces de modo sospechoso (!) sobre el parctde1'0 de Ru"IJélt;
J)aza en Santa lvIaria.. que tambtén Orucito lo mismo que
mi compadt'e E1-t!Jenio me n/erian que Daza le mandaba d
decir cí Crucito que le volviem la carabina si no qu-e1'~a que
se lo comieran los gallinazos. En fin em tánta la pt'eveu-
ci6n de a~qwzos negros en Capeliania y en particular de
Bugenio y Crucito, que era inminente el riesgo q1te corria
Rubén Daza.!) (f. 30)
La situaci6n de inminente riesgo para Ruhéll
Dazal de parte de sus enemigos Eugenio y Cruz Mos-
quera, ese día jueves; es indlldable.
Audino l\luiioz estaba en el secreto de la terrible
tI'amn: él oyó y vi6 f á la llegada de Rufino López,
procedente de Santa María, lo que éste ni niogun otra
pudieron ver ni oir,
ni
El día fueves, so pretexto de Un caballo rucio que
iban á coger á inmediaciones por el lado de San José,
Jos futuros malhechores se ven, se cuentan y resuelven
á un plan común,
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y en la última hora solar de ese día, cuando toda·
,'ía se ven los ob jetos, en esa hora de media sombra y
reco O"imieilto de los campos, Val'l á casa y en 8olici-tud
de lnacleto Angulo, J<~ugenio, Crucito, Marceliano Lla-
nos y CristóbRl Va.rona,
"Que yá hab,ta llegado la hora .... • _" le dijeron los
expresados al acercársele.
AnReleto, que estaba yá en la consigna, obcoece
eon presteza al llamamiento, diiese S~t machete y se apre-
suró á seguir con ellos . ..... Como alguno de su casa le
preguntara á dÓllde ibn j él contestó "á L ópez';; pero
afirma el telltigo que presenció la dirección del viaje :
" ... , Ellos no siguieron como para ese punto que que·
da de Capellanía abajo, sino que tomaron de Capt:llhmía
hacia arriba, subiendo por la rib era jzqui~rda del río
San Jorge, pites yo las vi partir en esa dirección al e'mpezat
la noche.'1 (Y éase declaración de l\J aría Santos Tejada).
t. Porqué tornaron el camin.o del Paso de la Ton'e,
por donde los viera la testigo Tejada, y no el que pasa
por la hornilla de Casañas, fi'ente al caserío T
lo Porqué no tomaron el camino de El Guadual ~
Anacleto, pues, el mi sm o que delató á !>us compa.-
fieros en la mañana del siguiente día; el mismísimo
que sucumbió á un profundo pesar, notificarlo del auto
de proceder, sin haber querido retractarse de su indis-
creción en sus postrimerías; Anacleto va en ancas de
la cabalgadura de Eugenio y e n zaga sfguenle Cru,cita
Mo~quera, Cristóbal Varona y l\f arceliano Llanos, Vírl
al Paso de la Torre; el aludido día jueves "al anoche-
cer ..... . "
A dónde fueron ? , ... , .
Los sucesos posteriores nos lo afirmarán después •
•. _... Vino la primera hora solar del día siguiente •
.A nacleto, Crucito, Audino Muñoz y los otros conjura-
dos habían pasado la noche fuera de sus casas,
Anacleto había llegado á su casa un poco antes de
amanecer. Dice María Santos Tejada "que á poco de lo
que llegó su esposo amaneció."
_ Después ya hemos visto c6mo Anaoleto va á la
cantilJu de Ismael Castro: allí bebe tragos y briuda
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llleO'rem(lllte; y ~ónio despu~s hace sus cohfidencias
de{'he<:ho sangriento á Alejandrino Diago y lHal'ti~a
Tejada.
y e:otre los ejecutores sangninlll'ios, entl'e los tigres
de la noche, apuntó el nombre de CRUZ l\10SQUERA !
Después de lo narrauo, en que cada circunstancia
tieme una impel'io:la y fatal demostración, y todas á una
contribuven á arusar como autor á Cl'Uz 1I\1osq ne1'3 la
coneiencia no puede sentir vacilllCión alg una y el J~e~
severo y cristiano tiene que profe1'ir la conde nació n,
Sí, Cruz Mosq llera es un o de los autores d{Jl cri-
men de Santa Maria!

Andino Munoz
1

Antes hemos (ilejarlo constancia mel gtado de atJi~


Inadvel'si6n de Audino Mufi oz contra Rubén Daza¡ me-
ses antes del hecho,
Delante de Patricia F'ajardo, delante de Juan de
Dios Iles, dcl:mte de Virginia Verdugo, de Santos Mal'-
tínez, en todas ocasiones, por lu q ue consta de modo
auténtico, este Muñoz habíase expresado siempre en
términos de grave y constante enemistad.
De Rubén Daza había dicho " qtte lo perseguiria
hasta verle el fin 1" Tal cit'cunst ancia, que demuestra
hasta h saciedad nn estado de protervia j caracteriza su-
ficientemente al enemigo de Daza.
y si hácia Daza lo separaba lin abismo de odio;
estrechábalo en cambio con E: ugenio Angula un vínculo
de amistad íntima é ilimitada, circunstancia corrobora-
tiva grave del terrible y f unest o com plot.
Al Juez que le pregulltara sobre el particular, le
con test6: "S~ sel1or, yo llevo buenas relacion:es y hasta in-
timas con Eugenio Angulo, ya hace corno unos seis años, '!J
por eso he estado en relación todo este tiempo," (f. 100)
Y Eugenio Angulo, á su vez, preguntado en, el
mismo sentido, contestó: "He sido conocido con A~ulzno
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, " •
ji Acusación Fiscal

J,I!1ñoz '!/ úÍtintamenie he tenicl? con él relaciones intimas '!J


confidenciales ya hace algunos a110s j de tal manera qtte lié
depositado en él confianza ilimitaia 'fIiij y he estado en re-
lación con él todo el tiempo que los otros de por acá (Bolí-
var) me pers eg~t1an."~ (f. 99)
Es incuestionable pues, está fuera de duda; que
entre los procesados Angulo y MuñOZ se cultivó una
amistad extraordinaria, ilimitada y particnhlrmente ,en
la época de la persecución, como dice aqúél¡ constituyéri-
dose así el auxiliador de Aúgul<5.
íi
Contl'<l Daza prepal'ábase un plan de perseéuci6n
desde Julio, dos meses antes del hecho, encabezado por
AüJino 1\1 uftoz.
Demnéstralo una carta de oprobio é infamante' que'
aqu él eRcribe en Capellanía en connivencia con Euge-
nio y Anacleto Anguló y otros negros, dirigida á Rafael
Castro, de Bolívar, á quien refiérenle calnniniosamenté
que Daza le ha robado unas reses y suplícanle el de-
nuncio ante las autoridades de la Provincia. (f. 30)
En esa carta osténtase Muftoz, su auto'r, poseidó
de una inquina extraordinaria, haciéndose además el
representante de aqUéllos negros de Capellanía que máS'
tarde entraron en el complot del asesinato. Esá carta
demuestra ya un previo acuerd@ de persecución contra
el malhadado Daza.
lIriuñoz, siempre mister.i oso y lIeno de contradiccio-
nes y afirmaciones falsas é in verosímiles, como lo de-
mostraremos luégo, ha empezado por negar el hecho d/;\
la cnrta. Preguntado: "~No sabe quiétt escribiera esa
carta~" contestó: "N6 señor, '!Jo no sé quién escribiera,
esa carta, ni canod S26 contenido sino des]J~tés como lie dicho."
Interrogado do nuevo Muñoi, delante de Eugenio'
Angulo : ".Me ha dicho usted que no sabe quién escri-
bió la carta que trajo para Rafael Casti·o, es ésto exac-
to~" Contestó: "Si seiíor, es exacto, pues no quién es- se
cribió la carta." Examinado incontinenti Eugenio Angu-
la, este afirmó delante de Muñ'Oz: "El comparlre Au,dirld
4

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Arll~ació¡¡ Fiscal

~Iuf¿oz escribió la carta que se dirigió á Rc¡fael Castro so-


bre d~nuncio de Rúben Daza y la misma que en antes se me
leyó." A este respecto contiene J¡.~ diligencia de careo
esta anotaci6n : "Antes de que se lllterrogara á Muüoz,
este replicó: 'Yo no 1~~e h€/,bia acordado que escribiera la
carta, pero ahora que d2ce el compadTe, ya me acuerdo'."
Interrogado nuevamente M1!lllOZ: "De manera que
sí escribió usted la carta; y porqué negó antes aq uéllo
diciendo que no sabía quién la había. escrito y que n~
conocía su contem·d o.'il" ,on t es t'o M
~ unoz e
- : "Era qu.e nó <{

me había acordado de eso y ahora que me hace recuerdo el


compad1·e si debo haberla escrito yo."
Apnrte de la solidaridad de ooio y plan de perse~
cuci6n, este episodio de la carta 1l0~ demuestra clara~
mente que nos encontramos en AudlllO Muñoz un pro-
cesado listo y resuelto á negarlo y oscurecerlo todo. y
efectivamente resulta que este procesado es á quien
más se sorprende á cada. averiguación; quien más hace
aclaraciones y distinciones á cada paso, quien más se
olvida de sucesos importantes y recuerda otros insus-
tanciales y de de:alle al propio tiempo.
Está dicho que la carta aludida es la demostración
más auténtica de una solidaria connivenGia, en el plan '
acordado por todos los enemigos de Daza y en la ten-
dencia de aumentar su número y la, calidad de ellos
para inejor eficacia. .
De tal suerte que Muñoz ya no es el individno que
puede sustraerse desde entonces á ninguno de los re~
sultados; ni obrar en contrario, empellado como se ha-
llaba en una común consigna, de perseguir á RuMo
Daza "hasta verle el fin."

III

El momento oportuno parecía Ilegado~ ___ •• _- _.


El día miércoles anterior, como para asegurar su
objeto, Audino Muñoz pasa de su habitación a]a de
Zabulón Cajas, en el sitio de Los Arrayanes, á menos
de cuatro cuadras de distn.ncia, en solicitud de un ré~
nlÍngton, expresándole á Cajas quo tenía viaje ú Cape·
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Acusación Ftscl!.

llaDÍI\ al siguiente dín. y "que siempre encontraba en el


camino animales de caza, ya zainos 6 venados." (fs.85 y 86)
Al día siguiente muy por la mañana recilJió de
manflS de Bernarda Botallos el rémington, ya para em-
prender el viaje aludido.
Tuvo el arma todo el díl'\ jueves, y fué entre las
diez II once del viernes que fué á devolverla.
Al entregarla dijo qu@ habh hecho fuego á un ve-
nado, pero que éste se le escapó PO}' no haber llevado
perros.
Indagado sobre este particular Muñoz; dice que
el rifle no lo llevó á Capellanía y que lo dejó en su
casa ..... .
~ Para eso lo pidió con anticipacion yen ocasión al
viaje á Capellanía ~ .
APara dejarlo en su casa se trasladó muy de ma-
ñana á recibirlo á casa de Cajas el mismo día jueves
del viaje ~
La inverosimilitud resalta en todo eEte incidente,
en todo lo declarado por Muñoz.
Indagado por el Juez Superior (f. 222), dice 1ue
el jueves "salió de s~¿ casa á bz¿scar una caballería.para
irse á Capellania y que luégo siguió á la casa de Zabulón
Caja~, con el objeto de que le prestara un rifle y que en efec-
to se lo prestó y sig~dó lJara la casa donde no encontró los
compaiicros que debian acompaiiarlo á cazar ~tnOS marranos
alzados; y que con el objeio de comprar ~tna saJ y hacer va-
rios arreglos, princil'almente con la viuda ele J~dián Amaya
que había muerto el día ante1"ior y con quien ten~a cuentas
/ qué arreglar."
'Preguntado luégo: "Dice usted en una de sus in-
dagatorias haber herido un ven!~do con el rifle que le
prestó Cajas, en que punto fué que hiri6 al venado 1"
Contestó: ¡¡ En el tablón de Los Arrayanes, antos de
llegar á la casa, es decir en el intermedio entre la casa del
exponente y la de Cajas."
De tal suerte que un disparo de rémington común
en esas circunstancias pttdo y debió de oírse ,le la casa
de Cajas ese día, á la hora en que ~I\lñoz díCf3 fné ú casa
de éste, y ill!lS eH una altiplanicie llama.da con propia-
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Acusaci ón Fiscat

dad tablón por la igualdau plana del tm'reno. Y unifor-'


memente, bajo juramento, declaran TIernarda Solano de
Cajas, Virginia ~ VerdugO f Santos l\1artínez, Am'elianry
Ruiz y Miguel Verdugo, cinco testigos,. que ese día ni
por la mañana, ni á ninguna hota <i> y eron detona~i6rr
algrma, "cuan do de una á otr a casa se p ercibe hasta el mu.·
j ido del ganado, elladridó de los 'P(!,rros y el gnto de los va.
queros." (fs. 232 á 235)
Ese disparo de Muñoz, que no se oJe, detonaci6n
estrepitosa como la de un rémington antiguo, hecho en-
el intermedio de las dos casas, en una distanci3f de treS'
cuadras, á una hora temprana, en un terreno de super-
ficie igual, dice claramente de la inveL'Osimilitu'd qe 10'
afirmado en su orden por el procesado.
Ese disparo no se hizo en ese catnpo1 ni, se oy6 pOE'
nadie, esta es la verdad.

Ilr

Indagado más tai de Muñoz sobre el motivo de lit·


solicitud del rifle á Za bu16n Cajas, rifle que como se ha
dicho lo solicit6 en ocasi6n á su viaje de Capellanía,
pretende demostrar después que fué para concm:rir á
una cacería en unión de los mu,cJ¿achos de la casa. Y re-
sulta que se le fué el venado, porque no llevó perros;
que los ID uchachos habían convenido en la cacería la.
víspera, y sinembargo ellos Re ausentan el día muy
temprano para sus trabajos agrícolas. Las afirmaciones·
en este particular aparecen forzadas y como'inventadas'
maliciosamente pot el procesado.
Si desde el miércoles, como dice el procesado, se
convino en la caceda a, pOl'qué pens6 en el urgente viaja
á Santa María ~ ~ Porqué los muchachos de la casa,
lejos de tomar disposiciones á la citada cacería, elloS'
madrugan á en·c aminarse á sus trabaj.os y no esperan
al procesado para aquella partida f
1.. 0 que hay de cierto, 10 incuestionable, es lo pri·
D.lel'amente afirmado por MuñOZ; es decir, que solicit6·
el rifle· H para el viaje á Capellanía". Y este viaje sa
llevó á cabc ~ se realizó á las primeras ~oras del día lue-
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Ji C'usaci61l Fúcal

ves. Y así declara el proeesndo 'Jque lHég9 almorzó y se


fué para Capellanía con el ob}eto de comprar una sal y ha-
cer varios m'yeglos, p,.incipcblmente con la viuda ele Julián
Amaya que había mue1·to el d~a ante¡·io1·."
El día jueves, marcha pues para Capellanía, entl'c
fas ocho y nuevo de la maijana.
v
El juéves, desde que llegó á Capellanía, vésele á
Muñoz en comunicación íntima y constante con su com-
padre Eugenio Angulo, con Al1acleto del mismo ape-
llido y con Cruz l\1osquera. (*)
Este día, 9 de Octubre de 1902, es el día conveni-
(lo al crimen.
Este día, en la propia conducta de Eugenio, Ana-
c1eto y Crucito y otros se ve algo tenebroso, un ánimo
de prevención grave preparatorio del crimen.
El mismo Mllñoz alcanzó á penetrar esa situación
(f, 30) á la hora de la llegada de Rllfino López,
y aquí es digno de notarse que mientras L6pez,
procedente de Santa María, amigo de Rubén Daza, na-
da so.spechaba en la aetitud de aquellos negros, Audino
Mu:ijoz, al contrario, alcanza á descubrir un riesgo in-
m.inente contra Daza,
A Demetrio López, tel!ltigo del sumario (f. 29), el
día que le reveló el hecho, le expresó: " ____ qtte el día
jueves que se había hallado en Capellan'ta, alg'u,nos negros le
rnanijestat'on que R~tbén Daza los habia mandado á de.safiar
y que vió á algunos como en movimiento y secretos. - - -"
y en cambio, Rufino López nada notó ni sospechó
del ánimo de los implacables eoemigos de Daza, en
ese día,
L6pez declara (fs. 42 y 43): "Nadie, nadie me pre-
guntó por Rubén, ni Ettgenio Angula qttien me habló del
caballo siquiera lo nómbró, y si yo hubiem traslucido algu-
na cosc¿ contra mi amigo Rubén inmediatamente le hubiera
mandado á a'visar, pero nada absolutamente noté que me
/¿iciera sospeclldr algún siniestro contra mi amigo D(tza, ...."
(*) Este, como queda expresado, . niega haberse comunicado ese dia CQ¡¡
A.w:t¡no Muñoz, antes de Ins tre~ ele la ~ard.e,
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.,1cusarión F iscal

¡ Sóio Andino Muñoz esta~a en el secreto!


y si él conocía ese g rado de prevención manifiesta
de peligro inminente contra R llbén D aza el citado jue~
ves ~ porqué, porqué no empleó la cautela de hombre
de bi en, para impedir ó prevenir el crimen, él! amigo
de ilimitada confianza de los presuntos asesinos ~
~ Porqué no puso. s~bre aviso á Rubén Daza, en
fuerza de un noble sentumento de humanidad y civismo
Ieual y cariuad cristiana ~
o ¡ Así se habría evitado el espantoso drama y la 80-
ciedad no habría pasado por esa pesadumbre moral que
causan los grandes crímenes, que perturban y emocio.
nan demasiado!
Ah! Rubéa' Daza, nada podía esper?! ese día del
procesado Audino Munoz_ - - - - _Este era su enemigo, eti
'Connivencia con los negros Eugenio y Anacleto An.c;Mlo y
Cruz Mosquera y todos los capellanías enemigos visibles de
Daza. Y Audino Mufioz habia proferido tllmbién SZt consig-
na de odio tenaz ;-"lo perseg'uiré hasta verle el fin" !
VI

Otra cuestión: Audino IvIuñoz ha pretendido du-


rante el plenario 6 con testimonios extra juicio allega-
dos á última hora, comproba!' que pernoctó en su ha-
bitación de Los Arrayanes la noche del jueves, con el
testimonÍo de los miembros de su ·familia y servidum-
bre allí existentes.
Pero esa demostración de pretendida doble coar-
tada, de lug'ur y tiempo, ha fallado esta vez,
En primer lugar, para un conocedor de esa región
~ qué imposibilidad había de concurrir á un lance á
Santa María, en horas avanzadas de la noche, dada un¡\
di:;tancia corta relativamente de dos leguas y media 6
tres entre Los Arraya.nes :r el último lugar indicado ~
Perü ese no es el único punto de consideraci6n en
orden á la coartada.
Hay una marcada é inaceptable infirmaci6n del la·
do de los declarantes á favor do l\fuñoz.
Todos ellos aseveran que MuñO:illleg6 á Los Arra-
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J/l Acusación Fiscal

yanes á las tres de la ta'rde de' ese día, y que después se


ocupo en resembral' un campo de arroz hasta las seis de
la tanle. .
y mientras así deel aran los testigos de Muñoz, éste
ha confesado que saZió de Capellanía á las tres de la tardé
ese jueves; que invirti6 dos horas y media en llegar á
su casa , es decir que arribó á ésta á las cinco y media.
de la tarde ; y que, empleó una media hora en su corni-
I da : es de cir, tenemos que á las seis de la tarde ya no
pudo serIe fácil asistir al trabajo de su campo y cansa-
OTal' las tres horas, cuando los testigos dicen que á las
~eis ya se redujo al descanso,
y no solamente Muñoz se encuentra en punto ~
ti empo en contradicci6n con sus testigos, sino que la
misma defensa ha tratado de hacer su apoyo en el he-
cho de demostnll' que el procesadQ efectivamente salió
de Capellanía el aludido jueves á las tres de la tarde,
(~. fs. 46 y 171 del cuaderno 1 9 de pruebas)
y de este modo resulta que quien más seguro de-
bió estar respecto á la hora precisa que salió de Cape-
llanía, se Gmcuentra contradicho y falso!
Sí, basta el mismo procesado no acierta á fijar la
hora más ó menos de su salida de Capellanía esejueves,
hora que decide totalmente de su suerte futura y en la
que debió de existir perfecto acuerdo con loa declaran-
tes pari'entes y domésticos de aquél.
En este punto capital de la defensa, tan trascen-
dental como que sobre él pretendióse fundar la coarta-
da, ha resultado la falsedad y como habíase dicho más
antes hasta el perjurio /
Ultimamente, el señor defensor ha exhibido en los
autos una carta á él dirigida por la señora del procesa-
do Muñoz (v. f. 3 del c. 2?), como otra demostraci6n
moral de la misma coartada, en que la señ0ra afirma
rotundamente que su marido durmió la citada noche
del jueves en su casa de La Medina, lugar donde apa-
rece fechada la carta; y res~lta que atendida la carta
y el lugar de donde fué dirigida, Muñoz no pernoctó
en la caSa de Los Arrayanes sino en la de La Medina,
dos leguas de distancia!
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,
Acw;ación PiscaZ

Con raz6n habías,e dicho yá, que en este punto, de


paber dónde habla pernoctado Andino Muñoz la noche
~el citadp j~eves, ni la señora d,e éste había acertado!
Es evidente, señores J nradps, que la cpul'tada nQ
.está .dernostrad~
, en ~l plenario. .

~a revelación del hecho


por el procesado ~Iuñoz
1

Audino l\f up.oz dice, y en esto perfectamente de


acuerdo con sus parientes y dOQlésticos que han decIa-
j'ado, que el viernes siguió su camino á La ~ediIla, y •
Rue ni en ~os Arrayanes, donde pernoct6 el Jueves, ni
el cit~do viomes en que se trasladó con ¡lU farqilia á La
Medina, r.i el sábado siguiente en que salió á Bollvar,
se comuDic6 con nadie extraño á b familia. Ua confe-
:ondo también 6 ha afirmado que no recuerda habel' tra-
tado con otro que con el Doctor Primitivo FernánJez
S., en lqs días domiI.lgo y lunes siguientes, ni de otnl
~s imto que uno relativo á su suegro José Edqvigis Gó-
inez. TambIén ha afirrp.ado ante los señores Jurado¡;,
~n 10& primeros días de la celebración del juicio, á las.
preguntas del señor J nez, que tzwo noticia del c'rimen de
Santa Maria en ])o!tvar, el mismo día que se S~tpO po'r boca
p denuncio de Ser{fio Daza, hermano ele la víctima, y lJor
el Secretario del Alcalde de esa pobla,ció~?
Si es cierto lo declarado tan categóricamente por
el procesado, es decir, que del hecl':\o vino {~ infopnarse
~Il Bolíyar y sólo por co~ducto de Sergio Daza, cua!1do
~ste lo denunció é hizo trascendental el día martes
8, córpo se explica la revelación qel mismo hecho en los
pías sábado y domingo anteriores de parte del mismo pro-
cesado Muñoz ~
, Declara Juan de Dios 11e8 (fs.i11 y 112): "Que
~l ~úbaq9 signiente al jueve~ 4e1 suceso Audino Mupo~
. . .'
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]e J'Bfiri6 en Bolívar ¡¡que le parecía que el día jueves en
Ja 1iOche habían matado . á Rubén Daza ?J á muchos, y le
¡¡avían quemado la casa; que ,el revólver elel finado Rubén
Daza no había servido de nada, Que le encareció mucha
q'eSllrva, llevándose el dedo índice ií la boca." Agrega el
mismo testigo : "que c1tando esto se lo dijo nada se sabia
aq1ú (Bolíva r) ace1'ca de la muerte de D(1,za,"
Demetrio L6pez (f. 29) afirma : "Es verdad que en-
t1'e los dtas sábado y domingo, once ó dooe de los corrien-
tes (Octubre de 1902) A1¿dino JltfuJ1o~ me hizo refet"enciq
de que 'á Rubén Daza se lo timron' según se lo habían di -
cho; y al p1'eguntarle con más ins'istencia sobre la verdad
repuso: 'que lo ,¡ue él sabia era que lo lu~b'¡'~n matado' j y
t1'atando yo de cerciomnne (dice el testigo) dijo.' 'que eon
segundad no se poiia afirmar , p ero que el día jueves que
se habta hallado en Capellanía, algzmos negros le m,anifes -
tm'on que R1tbén Da,'!a los haúla mandado á desafiar' ____ "
, Ahora, en vist& de los dos testimonios trascritos
&cómo, :fe p l'eg u ~1ta, plldo sab er 6 conOC,el' el hecho
basta en sus detalles el procesado Muñoz, si no se co-
municó antes del sábaclo 6 domingo con persona. e:lftra,
ña de Sil famil ia ~
~ Cómo supo que Rubén Daza había sido ase&inadoV
~ Cómo ,supo que t~mbi é n habían corrido la !llisma
suerte muchos otros?
t, Cómo supo que los matadores de Daza, aderuá~
J¿abian quemado la casa de Santa María ?
, ¿ éóm0 supo que el revólver de Daza no habí~ ser-
pido "1
S eñores Jurados:
A sombra este conocimiento del procesado Muñoz,
~sta rfl vel ación ele Muñoz, si como él dice, cl hecha vino.
á saberlo por boca de S ergio Daza y el Secreta'l"io del Al-
{Jalde en Bolímw, y n o se comunic6 con nadie fuera d,e
los de su familia desde el jueves hasta el sábado y 's61Q
,el doming o con el Doctor Primitivo Fernández S.
El procesado anunci6 el hecho como realmente
pcurrido el sábadq sig~iente al jueyes ó vierne~ de'
~ riruen ! ' .
Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia
~C!tsación Fiscal 50

y ese asombro, ese suceso inexplicable por el que


un hombre se anticipa al conocimiento de nn hecho
sin habérselo comunicado nadie; suceso realmente il1~
explicable en el orden de lo naturnl, es precisamente el
grande rayo de luz qu e hiere l:u.estr~s concieneias y
haco pen'3ar sobre la lWgl'U partIc;paCl6n de Mnñoz en
el infando crimen de Santa María!
Así dice el testigo José Rubén C6rdoba, que "guar.
da hasta hoy en el ánimo . .. . la duda de ~ 'i A'Udino M~tlloZ
tuvo noticia temprana del crimen de Santa Marh"
En efecto el testigo señor C6rdoba declaró sobre
la noticia que á JOBé Rafael Cat>tro le diera el procesa-
do Muñoz antes de saberse el hecho en Bolívar, dos días
antes, "como que el exponente (dire Córdoba) á nadie ha-
bia oido hablar de él, que por su magnitud no lJodía ocul-
tarse"; y así agrega el testigo, que cuando ya se supo
la noticia de Santa María en Bolívar "no pudo menos
de sorprenderse de la casual coincidencia", con la alu-
sión hecha antes por Mnñoz. (f. 52, c. l'? de p.)
Cenóp Pérez, uno de los sirvientes del procesado,
afirma que "ya el día sábado de la semana del crimen la
familia Mttñoz tenia conocimiento del hecho." (r. 12, 2? c.
de pruebas),
~ Si nadie inform6 detalladamente á Muñoz sobre
el hecho de la noche del jueves 9 de Octubre de 1902,
así como precisamente hablase ejecutado por los asal-
tantes; si (ion nadie se comunicó ni habló de ese Cl'i·
men hasta el día martes de la siguiente semana, cómo
pudo informarse ~ ~ Cómo pudo revelarlo el día sábado
á Juan de Dios !les, y este mismo día ó el domingo si-
guiente á Demetrio López, y á José Rafael Castro y
.José Rubén Có¡'doba 1 iD Cómo tuvo informe del hecho
la familia de Muñod
Ah! esta revelación de l't1uñoz es la categórica
confesión de su participaci6n en el crimen!

II
Iniciad~s las diligencias del sumario el catorce del
mismo mes del crimen; perfeccionadas en todo 10 po-
sible, y cumplida la defensa, después de un poco más
Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia
61 Acnsaci6n Fiscal

de tres aI10s á partir de esa fecha, ha llegado el caso de


decidir definitivamente sobre la suerte de los dos pro-
cesados Cruz ]l.fo"quE'ra y Audino :M uñoz.
A vosotros, señores Jurados, en ejercicio del más
elevado y sagrado ministerio, sin más límite que el de
vuestra conciencia, os corresponde examinar las graves
relaciones del hecho con los procesados; su grado de
malicia; el móvil de sus actos; sus antecedentes v ill
situación moral antes, al tiempo y después del crimen,
sin guiaros del sentimiento pasional, encerrados en el
s:wrado de vuestro honor, de vuestra integridad moral,
os"'corresponde únicamente resolver la grave cUfilstión
de la imputabilidad moral del hecho en orden á los su-
sodichos l\fosluera y Muñoz.

DeduccioneE fatales
ScfiO?'es J71mdos :
Avaluar y apreciar en la extensión de vuestras fa-
cultades y aptitudes morales cada una de las varias cir-
cunstancias constitutivas dtI hecho, é inferir del eJe-
mento tangible y descubierto el gTado de culpabilidad
de cada uno de los procesados, hé a'luí la parte moral
materia de vuestra decisión en este proceso.
Por eso el uel·eeho escrito, la ley positiva, os aparta
del cerrado criterio legal, de la hermenéutica jurídica
y os abre al caso las puertas de la misma eternidad:
os pide un fallo fundado en la justicia ab8oluta!
La más excelsa misión del Estado será siempre el
proteger el ejercicio de los· derechos iodi viduales. Yen
esta protección efectiva en pró del inuividuo y la comu-
llidad, la mús esencial: sin la meuor duda, es la justicia
repar a ti va.
En toda época la sociedad ha ejercido el magiste-
rio penal, prueba ésta evidente :le ser una de sus más
esenciales funciones, es decir de la misma naturaleza
humana.
Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia
,4 c'U~ac üín F iscal 52

" Une delegatiOl~ divíne elu droit ele punir le mal ", hé
oquí el principio fundamental del derecho pen.al, con-
sagrado por todas las esc:uellls modernas y eq~lvalente
~l teol6gico "PttnitU'r quia peccatwn est."
Limitar el círculo de acti vidad del individuo cuan ..
do éste t.iende á p,~ rtl1rbar el orden del derecho, el de-
recho ¡jocial, es pues la base de la ley huq¡ana para re-
primir y castig;1.l' el crimen (20)
Pero acon~ece que en la mayor parte de los casos
el crimen se prepara y consuma en la~ tinieblas, y que
el criminal á la perpetl"aci6n del hecho continúa un sis-
tema de negación Ó en el empepo de borrar toda huella
para eKtravial' el criterio de sus ju:;¡:gadOl·es, ó siquiera
volver inverm:ímiles todas la¡; ]"~lapiones que pudieran
delatarlo; y entonces la acción de la justicia, si se pre-
tende garantir el orden I)ocial, ha de poseer un criterio
que le conduzca á una justa apreción en armonía con
los indeclinables y eternos principios del prden moral,
Por otro lado, en virtud de e!,e ord'en, muy distinto
del que preside el mundo material, nada hay explicable
por el principio falso de la casua1idad, que ni existe ell
relación á la materia ni menos ell orden al mundo mo-
fal. Es verdad de lógica que todo efecto ci~n'to depen-
ae de una causa cierta, en el oden físico por relación
de fatalid ad, y en el orden moral por la de causalidad y
dependencia justa. .
Admitidas, pues, las leyes del orden y la rel;pon.,
6¡:tbilidad de los seres morales, no se puedf3 rp,enos dt>
~dJllitir lA justicia.

t <

A la luz de} principio jurld~co-mol'al el crimen de


Santa María fué 01 resultado de una venganza incon-
trastable y premeditada de parte de sus autores. No es
UD hecho al azar, ~fecto de fuerzas ciegas y estúpidas!
~ino la elipontánea y maliciosa conjuración de indivi-
duos guiados por la misma situación de ánimo, con
(20) La Ju sticia Penal, Maus, París ~891.- LC6 FilOS'>f~a Penql, G. TlU'de.
far~s ! L1on, ªI!' iltdiciá,n ~ 8 n ~
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¡'3
i!J

idénticos propÓsit.os y en "ilitctd de una tenaz predispO'-


sición de odio contra la principal víctima.

Contra el procesado Audino Muño~ conspir:n'l. de"


modo induvitable 18s siguientes circunstancias .
a) Su grande confidencia con Eugenio Angul<i, é1
})rincipal responsable del crimen, á quien f'avorecí~
constantemente durante la época en que le perseguían
las autoridades de Caldas, degpués del hecho i
b) Su tenaz odio h~('ja Rub6n Daza, expresado en
val'ins oCRsiones dos meses antes del hecho j'
e) Sus graves a1/tenazas contra la víctima; al mismd
tiempo que estrechaba relaciones de ilimitada confianza:
con el citndo An~ulo, enemigo mortal de Daz¡t j
d) Sú concurso á Cape llaMa el día jueves vísperd-
del crimw, donde se le ve al lado de los formidables enemi-
gos de Daza;
e) El conocimiento 'res~rvado é intimo que él alcanz&
ése día, del conato sangriénto contra Daza;
f) La coincidencia de haber solicitado con insistencid
W~ rémington común á Zabulón Cajas, 1/ que éste le prestú
el mismo día jueves;
g) Sus explicacionesinverqstmiles respecta del riflé
q~le solicita piÍ1'a el viaje á Gapellanía y luego' lo deja en
su casa de Los A1'rctydnes i
h) La supuesta ~aceríd deí día jzte"ve9~' éasería taro-
uié~ inverosímil, inventad.a sólo pa,ra explicar el uso ~o-.
tono y confesado del réIDliIgton al devolver esta arma;-
i) La desaparici6n esa 1nisma noche del jueves en
unió/n de los demás procesados, hecho demostrado pIe-
namen"te por la misma contl'adicci6n en que incurre con
el testimonio de la pl"etendida: cO'al'tada j
j) La invención de un cascarón de cápsula de té--
mington común entre los deínás de las armas usadas la
noche del jueves, . cuando consta que sólo esa arma la:
tuvo Audino Muñoz, y los compañeros sendos revól-
vers, peinillas y carabinas j
k) Sto conducta posterior respecto de los presuntoe'
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AC1lsaci<Ín Fiscal

reos Eugenio Angulo y Cruz Mosr¡u('ra, con quienes es-


tableee solida1"idad completa, amparando al primero cuan-
do se le persigue por la autoridad; y
1) La revelación detallada dr-l crimen, dos dias des-
pués, que hizo á tres ~)ersonas ele Stt confianza, czutndo el
mismo MtM'ioz ha confesado qtte no se comunicó con ningún
extraño desde el viernes hasta el dominqo y que sólo tttvo
conocimiento ~el suceso el día martes si,quiente en Bolívar.
Todo demuestra que Muñoz estuvo en el plnn del
crimen, en el secreto de su ejecución; pues de otro
modo es inexplicable c6mo pudo penetrarlo sin comu-
nicarse con nadie, para revelarlo como tm secreto á tres
personas de su confianza.

y contra Cruz l\fosquel'a existen de suerte incon-


trastable estol:l elementos incl'iminntivos:
a) Su grave predisposición constante de amenazas y
odio contra Rubén Daza, dos mes(:s antes y hasta la vís-
pera misma del crimen;
b) Su concttrso malicioso y ostencible el dia jueves al
lugar de Capellanía, donde anda en wzión de los clemás ene-
migos conjurados, al lado de Eugenio Angulo, Anacleta
Angula y Audino MuflOZ ; ,
e) Su aparictón sospechosa á casa del procesado Ana-
c1.eto; á boca de noche, cuando iban en bttsca de éste en unión
de Eugemo Angzdo, Cristóbal Varona y ~lI1arciano Llanos,
á decirle á Anacleto "que ya habia llegado la ¡wra" ;
d) 8tt 'viaje á esa hora, ya 'unido tÍ Anacleto y los de-
más de la cuadrtlla, m'maclo de revólver y camino orilla
arriba del San Jorge. ____ -;
e) Su manem de presentarse en altas horas de la no-
ehe, nl amanecer del día viernes t$iguiente, á la hornilla La
Gallinaza con sorpresa de quienes ahí elaboraban sal; y
f) La delaci6n ele Anacleto Angula, quien lo compren-
dió entre los autores del asalto, asesinato é incendio de Santa
Maria.
Este procesado Cruz Mosqnern guarda una actitud
falsa en todas sus l1severaciones, circunsté1Dcia caracte-
rística muy grave.
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~
¡;,J
. .JJ.cusacióI~ Fiscal

Después de lo expuesto, señores Jurados, á un sen-


timiento de verdadera justicia, á la luz de un criterio
concienzudo, de un estudio extraño á to~a parcialidad:
oíJos los argumentos del distinguido defensor de los
procesados, en cumplimiento del más elevado cargo,
sintiendo en el alma no poder pedir otra cosa, me ea
indispensa ele sostener como ciertos é indudables los
siguientes postulados:

1.0) La casa 6 ranchón de Shnta María, {\ 5.478 m.


al NOl'oeste de Capellanía, fué incendiada; y sus mo-
rad(')res Rubén Daza, Francisco Sánchez, Amador y
Clemencia y Mercedes de la Cruz y José G6mez fue-
ron sorprendidos y llsesinados en altas horas de la no-
cLe, entre el 9 y 10 de Octubre de 1902.

2.°) CRUZ lHOSQUEHA, natural y vecino de Capella-


nía, es autor principal en el terrible crimen de Santa
María, por haber concurrido con otros más en cuadrilla
de malhechores y asistido con arma de fuego, la citada
noche del jueves ó á la primera hora del viernes 10 de
Octubre citado .

3.°) AUDINO MUÑoz, natural de San Joaquzn y ve-


cino de La Medina, en el Distrito de Bolívar de la Pro-
vincia de Caldas, es igualmente autor en el crimen de
Santa María; se conjur6 en uni6n de los demás indivi-
duos conocidoR de la cuadril!a, la víspera del crimen y
concnrrió armado de rémington común la misma noche
antes aludida.

-
Así: con toda la 3inceridad de un criterio logrado
al estudio y la buena fé, sin vacilación alguna, sin ce-
der á la menor preocupación; ante Dios, fuente sopre-
IDtl de justicia, y ante la Patria, sedienta de moralidad,
os pido, señores Jurados, la resolu«i6n afirmativa á to- \
uas las cuestiones que os presenta el señor Juez.
Más, si en el santuario ele vuestras conciencias, á IR

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.Ae ¡(ilación lAscd.t 56

luz de un3 mejor l'eflexiól1i os ínü'ecieie aceptable otro'


criterio, cl'eedlo, sefiores Jurados, que si en h\.l extremo
no sintiera la satisfacción, lo sería sólo por no haberme
hallado antes de acu erdo.
Para mí. es más l'éspetable v uestro critel\io íntegro
de Jurados católicos que cualquiera otro en asunto tan
grave como el presente j: que si no defiero únicamente,
á vuestro parecer, es poi' el -con vencimiento íntimo é
. incontrastable como hontado qúe tengo hasta ahora so-
bre el hecho ; y por la obligación forZaRa é ineludible'
en que estoy,. como Agénte del Ministerio Público, CH-
go éste que meré'ceme tódo cuidado en lo posible, aun'
que el acierto no corresponda muchas veces al esfuerzO"
ó al propósito.
, Séame sólo' permitido, al concluir, una protesta'
sin'cera de mi al'diente adhesión á la institución de) J u-
rado, y más cuando la veo en hombres de limpios y
honrosos precedentes como vosotros.

Avelino Oórdoba y BravO';

il\lÜ~U.. -En 1~ nota. de la pági na 20, donde dlee tiniebtlnt, llase timablml.'

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SENTENCIA DEL JUEZ SUPERIOR

Juzgado Superior del Distrito Judicial del Caucd¡


Popayán, d1:ez y nueve de Dic1:e?nb1'e de rnil
novecientos cincu.
Vistos :
En la margen izq uierda del río Guachicono, en el
Corregimiento dé Capellanía del Circuito de Caldas,
moraba de años atrás en su finca de "Santa María ",
Rubén Daza con los miem tiros de su f~imilia. Sus an-
tecedentes de hombre honrado, laborioso y enérgico le
acarrearon enemistades y odios que bien pronto caUSf\-
ron sus naturales consecuencias; pues en la noche del
nueve al diez de 'Octubre de mil novecientos dos, seis
ó más hombres armados en cuadrilla, sorprendieron la
solitaria habitación de Daza, le dieron muerte violE::nta
á éste y á sus compañeros José Gómez, Francisco Sán-
chez, Am'a dor de la Cruz, Clemencia de la Cruz y su
hija Mercedes de unos seis meses de edad, é incendia-
ron después la casa de las víctimas hasta el punto de
qúe los cadáveres fueron completamente devorados por
las llamas y sus restos esparcidos en todas direcciones
por aves de rapiña y por animales carnívoros.
Tan hotripilante y trágico suceso, uno de los más'
graves que registran los fastos judiciales de Colombia,
motiv6 la iniciaci6n activa, diligente y tinosa del suma-
rio, por el señor Juez 1.° del Cil"cuito de Caldas, el ca·
torce de Octubre de mil novecientos dos, virtud del a
aviso oficial que dió el Inspect.or de Capellanía.
s
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Sentencía det

Remitidas las diligencias lJ J llzgado Superiol' del


Distrito Judicial de Popayán y ampliadas dos ó tres
veces, se consideró ~gotada la investigación, y el Juez.
del conocimiento, en el laborioso auto de fecha diez y
llueve de Agosto de mil novecientos cuatro (fs. 246 á
267) abrió causa criminal contra Eugenio Angulo 1
Anaclet o Ang ulo, Audino M uñoz y Cruz Mos-
quera, como autores principales, por los delitos de
cuadrilla de malhechores de que tra ta el Capitulo VI 1
T ítu lo III, Libro II del Código Penal ; incendio para
matar comprendido en el Cap. v, Título J, Libr? III ; Y
fuerza y violencia contra las propiedades; con arreglo
al Cap. IX, T it. III, Lib. III del mismo Código, perpe·
trados en la noche del nueve al diez de Octubre de mil
Jlo vecientos dos en el sitio de Santa María, Corregi-
miento de Capellanía en el Dis trito de Bolívar del Cir-
c ui to de Caldas. I
Apelado este auta por ' el defensor de los enjuicia-
dos, el Tribunal Superior, en providencia de tres de
Febrero de mil noveeientos cinco, reformó el recurrido
y abrió causa criminal á Eugen io Angulo, Audino Mu-
ñoz y Cruz Mosquera, por los siguientes delitos: 1.0
Homicidio perpetrado en Santa María por ellos" á saber:
Ru bén Daza, Francisco Sánchez, José G6mez, Amador'
de la Cruz, Clemencia de la Cruz y su hija Mercedes
de unos seis meses de edad, 'moradores de la casa de
Santa María, delito definido en el Cap. J , Tit. J , Lib. m
del Código Penal; 2. 0 Cu<'\drilla de malhechores, con-
forme al Cap. VI, Tit. IlI, Lib. II del propio Código; y
3. o Incendio, según el Cap. VIII, T it. 1II, Lib. In de la
misma obra.
Seguida la causa contra los indicados reO's presen-
tes y recibida á prueba, el defensor, cr.>n laboriosidad
y energía digna de todo encomio, adujo el sin númerO'
de probanzas que contienen los cuatro voluminoso9
cuadernos de prueba, te ndientes en su mayor parte A
desvanecer los graves indicios que el proce!o arroja
contra los enjuiciados Muñoz y Mos<'}uera, que se exa-
m,inarálll siquiera brevemente en O'tro lugar de es~a
pleza. Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia
ó9 Juez S Upe¡OiOl'

Concluido el término de prueba, se verific6 el sor-


teo de designadoll el doce de J uiio de mil novecientos
cinco, con asistencia de todas las parteso Excusado le-
galmente uno de log designados, quedó en definitiva
compuesto de los señoloes Eudo1'O Delgado, Rafael María
Qaijano '!J Fmncisco Narváez, quienes reunidos en au-
diencia pública del veinte al veinticinco inclusive de
Noviembre último, dieron su veredicto en los siguientes
términos:
&El acusado AUDINO MUÑoz, es responsable de ha-
ber contribuído, por sus di8cursos, Ó sujestiones, ó
consejos, ó instrucciones, ú órdencR, ó amenazas, ó por
otros artificios culpables, á que Eugenio Angulo', Cruz
Mosquera, Anacleto Angulo y demás com?añeros de
éstos pusiesen intencionalmente fuego á la casa de ha-
bitación de Rnbén Daza, ubicada en el punto de Santa
MarIa, en la Inspección de CRpeIlanía del Circuito de
Caldas, he(:ho q ne se verificó en la noche del nueve al
diez de Octubre de mil novecientos dos ~ El Jurado
contestó: N ó.
&El acusado Audino Muñoz es responsable de ha-
ber promovido la reunión 6 asociación de cuatro ó más
personas mancomunadas para cometer, ya juntas, ya
separadamente, pero de común acuerdo, el delito de
homicidi o en Rubén Daza, en los primeros días del mes
de Octubre de mil novecientos dos y en la Inspección
de Capellanía del Circuito de Caldas ~ El Jurado con- o
testó: Sí, con todas las circunstancias.
t, El acusado Audino Muüoz es responsable de ha-
bel' dado muerte violenta, voluntaria y premeditada-
mente á Ru bén Daza, con heridas mortales causadas en
su mayor parte con armas cortantes y contundentes;
hecho que se verificó en la noche del nueve al diez de
Octubre de mil novecientos dos, en el paraje de Santa
María, correspondiente á la Inspección de Capellanía
en el Circuito de Caldas ~ El J ul'ado contestó: Sí,
con ' todas las circunstanciaso
&El acusado Audino Muñoz ha cometido los hechos
que se mencionan en ia cuestión principal, con las si-
guientes circunstancias, ó alguna 6 pl\lte de ellas, á sa.-
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Senten cia del (]O

b er : co u alevosla ó á traición y sobreseO'ul'o, sorpren-


diendo á Daza descuidado, indefenso, d~sape rcibi do Ó
dormido, ó con previa asechanza; Ó busmmdo auxi lia-
dore~, ó empleando cualquier otro medio insidioso pa ra
sorp render á Daza y dnrl~ muer te, ó con fu ego q ue se
puso en la casa el e éste, ó con al g ún acto de fero cid ad
ó de cru eldad que ca usó la muerte de Daza ó que se
cometi ó con su cadáve r f El J urddo contestó: Sí, con
todas ']as circu nsta ncia s.
&El acusado Audin o lHuñoz es responsable de h~ ,
b er dado m ue~·te vi ~ l en ta , voluntaria y premeditada-
mente á Fra nClsco 8an('. hez, con heridas mortaJes cau-
sadas en su m ayor parte (;on armas cortantes y contun-
den tes ; hech o que sé verificó en la noche del nueve al
diez de Octubre de mil nov ecientos dos, on el paraje de
Santa :Mal'Ía cOlTespo nd iente á la In spección de Cape-
llanía en el C irc uito d e Ca ldas ~ El J lll'aclo contestó ;
S í, con todas lc\s circunst a ncias .
&El acusado Audino Muñoz ha cometido los he-
ch os que se mencionar. en la cuestión principal, con las
siguientes circunstancias, ó alguna ó parte dé ellas, á
Babel' : con' alevosía ó á traición y sobreseguro, sor-
prendie ndo {¡, S:lnchez d escuidado, incfefenso, desaper-
cibido ó dormido, ó con previa asechanza, ó buscando
a uxil iadores, ó empiean d o cl.alquier otro medio insidiQ-
RO' para sorprender á Sánchez y darle mllerte, Ó con
• fuego que ~e puso eH la casa de éste, 6 con algún acto
de ferocidad Ó de crueld ad Que causó la mUl:Jrte de Sáll-
chez ó uue se cometió eO ll su cadaved El J mado
contestó ~ Sí, con todas las circunstancias. .
¡j, El acusado A n dino :\1:uñoz es responsable de ha-
b er dado muerte v!o le nt::l, voluntaria y pl'emeditada~
mente á José Gómez, co n heridas mortal es causadas en
su mayor parte con a r mas cort¿mtes y contundentes ;
hecho liue se verificó en h noche del nueve al diez de
Octubre de mil novecientos dos, en el paraje de Santa
María correspondiente á la Inspección de C apellanía en
el Circuito de Caldas O? El J ul'ado contestó: Sí, con
todas las circunstaIlcins.
Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá-Colombia
uf

á, El acusado Audino Uuñoz ha cometido los he-


chos que se mencionan en la cuestión principal, con las
sio'uie-ntes circullstilncia¡;, ó alguna ó parte de ella¡.;, á
siI"'lJer: con alevosía 6 á tl'ait'ión y sobreseguro, ¡;o'r-
prelldi endo á, G6m,ez descllid,ado, illdefelilso, desaperci-
bido 6 dormido, o con preVIa asechanza, 6 buscando
1ll1xiliadol't's, 6 empleando cualquier otro medio insldio.
so parH sorprender á Gómez y darle muerte, 6 con fne-
go que se pliSO en la casa de éste, ó con algú~l acto dll
ferocidad ó de crueldad que caus6 la muerte de G6me~
ó que se cometió COII su cadáved El Jurado contes-
t6: Sí, C)J1 todas las circunstancias,
~ El acusarlo Andino l\ll1ñoz es responsable de ha-
ber dado mnCl'te violenta, voluntaria y premeditada.
mente á Amador de la Cruz, con heridas mlOrtaIes cau-
sacias en Sil mayal' parte con armas cortantes y contun.
dentes; hecho que se verificó en la noche osI nueve al
diez de OctubrE: de mil novecientos dos, en el pa raje de
Santa María cGITespondiente ~ la Inspecci6n de Cape-
ll,lnía en el Circuito de Ca ldas ' El J llrado contest6 :
Sí, con todas las circunstancias,
iD El acm;ado Audino l'l1ufioz ha cometido los he~
ehos que se mencionan en la cuesti6n principa1, con las
sig"uientes circunstancias, ó alguna ó p a rte de ellas, á
saber: con alevosía 6 á traici6n y sobresC'guro, sor.
pl'endic!1do á Amador descuidado, indefenso, desaper-
cibid') ó dorLll ido, ó con previa asechanza , ó buscando
auxiliadores, ó cmpll'ando cualquier otro medio insidio-
so para sorprender á Amade,r y dar!e muerte, 6 con
fuego qUtl se puso e11 l a cusa <le éste, 6 con algún acto
de fel'ocidad ó de crueldad que caus6 la muerte de
,Amndor 6 que se cometi6 con su cadáver ? El Jurado
('olltestó: Sí, COIl todas hts circunstancias.
&F:I aellsado Audino l\1uñoz es responsable de ha-
ber dado muerte violenta, vol untaria y premeditada-
mente á Clemencia de la Cruz, con heridas mortales
causadas en su finyor parte con armas cortantes y con..
t undentes i hecho que se verificó en la noche del nueve
al diez ue Oetnbre tle mIl novecientos dos, en el paraje
de Santa :María correspondiente á la Inspección de Ca·
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,
Sentencia del C2

pellnnía en el Circuito de Caldas ~ El J mado contes.


tó: Sí, con todas las circunstancias.
&El acusado Audino l\Iufioz ha cometido los he·
chos que se mencionan en la cuestioll principal, con las
!iguientes circunstancias, ó alguna ó parte de ellas, á
saber: COTl alevosía ó á traición y sobreseguro, 801'.
prendiendo á la de la Cruz desc uidada, indefensa, de~·
apercibida Ó dormida, ó con previa l'Iseehanza, Ó bus-
cando auxiliadores, ó empleando cualquier otro medio
insidioso para !lorprender á Clemencia de la Cruz y
darle muerto, ó con fu ego que !'le puso en la casa de
ésta, ó con algún acto de ferocidad ó de crueldad que
causó la muel~te de la de la Cruz Ó que se cometió con
su cadáver ~ El Jurado contestó: Sí, con todas las
circunstancias.
&El acusado Aurlino Muñoz es responsable de ha-
ber dado muerte violenta, voluntaria y premeditada·
mente á la niña Mercedes de la Cruz, con heridas mOl·-
tales cansadas en su mayor parte con armas cortantes
y contundentes; hecho que se verificó en la noche del
nueve al diez de Octubre de mil novecientos dos, en el
paraje de Santa María correspondiente á la.Inspección
de Capellanía en el Circuito de Oaldas ~ El Jurado
contestó: Sí, con todas las circunstaucias.
&E.I acusado Audino Muñoz ba cometido los he-
chos que se mencionan en la cuestión principal, con la8
siguientes circunstancias, ó alguna ó parte de ellas, á
saber : con alevosía ó á traición y sobreseguro, sor-
.prendiendo á la niña de la Cruz descuidada, indefensa,
. desapercibid a 6 dormida, Ó con previa asechanza, ó bus-
cando auxiliadores, 6 empleando cualquier otro medio
insidioso para sorprender á la mencionada niña y darle
muerte, ó con fuego que se puso en la casa de ésta, ó
con algún acto de ferocidad ó de crueldad que le causó
la muerte 6 que se cometi6 con su cadáver ~ El Jurado
contestó: Sí, con todas las circunstancias.
, El acusado CRUZ lHOSQUERA. es responsable de ba-
bel' puesto intenoionalmente fuego á la casa de habita·
ción de Rubén Daza, ubicada en el paraje de Santa
María, en la Inspección de Capellanía del Circuito 'de
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6S Juez Sup~l'íot'

Caldas ; hecho que se verific6 en la noche del nueve al


diez de Octubre de mil novecientos dos ~ El Jurado
contestó: N 6.
a, El acusado Cruz Mesquera es responsable da ha-
berse asociado con tres 6 más personas mancomun~das
para cometer juntas y de común acuerdo el homicidio
voluntario de Rubén Daza, en los primeros días de Oc-
tubre de mil novecientos nos; en la Inspección de Ca~
pellanfa, correspondiente al Circuito de Caldas ~ El
J UJ·ado contestó: Sí, con todas las circunstancias.
8, El acusado Cruz Mosquera ha cometido los he-
chos que se mencionan en la cuestión principal, sor-
prendiendo desapercibidas las personas en el lugal' del
crimen (Santa María), en la noche del nueve al diez
de Octubre df' mil povecientos dos, y causando volun~
tariamente la m llérte de Ru bén Daza, José Gómez,
Fraucisco Sá nchez, Amador de la Cruz, Clemencia de
la Cruz y Mercedes de la Cruz t El Jurado contestó:
Sí, con todas las circunstancias.
~ El acusado Crnz Mosquen\ es responsable de ha-
ber dado muerte vi0lenta, voluntaria y premeditada~
mente á Ru bén Daza, con heridas mortales causadas en
su mayor parte con armas cortantes y contundentes:
hecho gue se verificó en la noche del nueve al diez de
Octubre de mil novecientos dos, en el paraje de Santa
Mada, cOITespondiente á la Inspección de Capellanía
en el Circuito de Caldas t El J lu·ado contestó: Sí, con
todas las circunstancias.
,&El acusado Cruz Mosquera ha cometido los he-
chos que se mencionan en la cuestión principal, con las
f>iguientes circunstancias, ó alguna ó parte de ellas, á
saber: con alevosía 6 á traición y sobreseguro, sor-
prendiendo á Daza descuidado, indefenso, desapercibi.-
do ó dormido, ó con previa asechanza, ó buscando au-
xiliadores, ó empledndo cualquier otro medio insidioso
para sorprender á Daza y darle muerte, ó con fuego -
que se puso en la casa de éste, ó con algún acto de fe-
rocidad 6 de crueldad que caus6 la muerte de Daza 6
que se cometió con su cadáver ~ El Jurado contestó;
Sí, con todas las circunstancias.

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&cnlencza el,,!

~ El acusado Cruz MOf'quera es l'cspc nsnble oe ha-


bel' ciado muerte violen ta, voluntaria y premeJitada-
mente á Francisco Sánchez, con hel'ida~ mortales can'"
::iadas en su mayor parte con armas cortantes y contun-
dentf's; hecho qlle se VC!l'ificú en la noche del nueve al
dtez de Ot'tll~!'e de mil novecientos do!':, en el paraje
de Santa María COl're. pondiente á In Im,peceión de Ca-
pellanía en el Ci1'cuito de Caldas ~ El J mado contestó:
Sí j con todas las circ unstancias .
~ El flcu:ifldo Cruz !.\losquel'a ha cometido los he-
chos que se mencionan en la cuestióll pl'illciphl, con laR
siguientes cil'cunstanéias, Ó alguna ó parte de ellas, á
saber: con ::Ilevosía ó á traición y sobrebeguro, sor-
prendiendo á Sánchez deRcuidado, ind efenso, desaper-
cibido ó dormido, ó con preyia asechanza, ó buscando
auxiliadores; ó empleanoo cualquier otro medio insidio-
so para soq:l'endel' á Sállchez y darl~ muerte, ó con
fuego que se puso en la casa de éste, ó con algun acto
de ferocidad ó de crueldad que causó la muerte de Sán·
chez ó que se cometió con su cadáver ~ El J Ul'ado
contestó: Sí, con todas las circunstan cias.
a, El acusado Cruz 'Mosquera es responsable de ha·
ber dado muerte violenta, voluntaria y premeditada.
mente á José Gómez, con heridas mortales causadas en
su mayor parte con armas cortantes y contundentes ¡.
hecÍlo que se verificó en la noche del nueve al diez de
Octubre de mil novecientos dos, en el paraje de Santa
María correspondiente á la Inspección de Capellanía
en el Circuito de Caldas ~ El Jurado c0ntestó; Sí¡ con
todas las circunstancias.
&El acusado Cruz Mosquera ha cometido los he-
chos que se menC!ionan en la cuestión principal, con lag
siguientes circunstancias, ó alguna 6 pat'te de ellas, á
saber: con alevosía ó á traición y sobresegul'o, sor-
prendiendo á José G6mez descuidado, indefenso, des-
apercibido ó dormido, ó con previa asechanza , ó bus-
cando auxiliadores, ó empleando cualqu' el' otro medio
insidio:.J o para sorprender á Gómez y darle muerte, á
con fuego que se puso en la casa de éste, 6 con algún
acto de ferocidad ó de crueldad que causó la muerte de

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,Gómez ó que se come.tiú con .su cad}1.v ~d El J urau9
cootegtó: Sí, con todas IR:; cireunstancias,
, &El Rcu~aclo Cruz Mosqllera es responsable de ha-
bel' dado muerte violenta" vo luntaria y premeditada-
mente á AmadQr de la Crnz, con h erid as ItIlortales cau-
/.'indas en su mayor parte con a'rUJ>ls cortantes y contun-
dentes; hecho qt e se verí'ficó en la noche del nueve al
d iez de Oc tubre de mil novecientos do~, en el par;;¡je d~
Santa !\inl'Ía cOl'I'espo ndicnte.á la .I ns pecc ión de Cape-
:lIanía en el Circui to de Caldas T El Jurado contestó ,:
,~í , con todas las circunst ancias, ' "
.t El ,acusa do Cruz ~losqu'era ,11a cometido lo,s he-
chos que se mencionan en la ('u~tión principal , eon la~
siguierttes <:ircqnst aneias, ó ,algnna 9 part.e de ella.s, , ¡l
,Silbet' : con ~t!(lvosfa ,ó 4Í t ráirión y sobresegllro, sor.-
prellUie!1 doá Amador descuidado, jndefenso, dp.8aper-
('ibid') ó dOl'll1ido, ó con previa asechanza, ó buscandQ
auxiliadores"ó e mpleando cllalquil;'lr otro medio insidio-
,80 para sorprend~r á ~m[1dnr' y darle Uluerte, ó ,con
,furg'o q H0 so p~80 en la ea~a de éste; ó con algún act9
de fero('idad ó de cl'Ueldad que c:\USÓ la muerte de
.Ami1dor ó que se cometió cQn su cadáver ,1 ~r J:~rad9
,contestó : Sí, con todas las circun8tanci~s,
t El acusado Cruz l\1osquera es respollsable ,de ha-
ber dado m uede .violent.a, vol un taría y pr eme(litada-
¡mente á Clemencia de la Cruz, con herirlas ~ortales
causadas en su m:'yor parte con al'mas cortantes y con-
,t undentes; hecho que se verificó en la noche del nueve
al diez de OetulH'e de mil no,vecieutos dos, en el paraje
,de Santa María corl~f3 Pondiel'lte , á la~lIspeceión ,41eCa­
pellanía ~n el Cil'euito de Cald~s' El ~~:a?~ i~ontes.
,tó: Sí, con todas las circunstancias,
. a. El acusado Cruz Mo~quera ,ha cOfllQtido los he-
,chos que se mencionan en la cuestion prillcipal, con las
siguientes qjrr.pnstandas"ó alguna ó parte de ellas, á
,saber : cQ r:i a.l~'.fo,sía ó á traición y sobreseguro, tlOI'·
prendie1ldo á la de l~' C~uz descuidada, indefensa, deL-
.apercibida 6 donnlda, ó con previa 3sechanza, 6 bU8-
:caupo a!lXjlia~ol'e~1 y empleapdo cualquier otro medio
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I
ln sidioso para !"ol'pl'ender á Clemencia de la Cruz
darle muerte, ó con fuego q ue se puso en la casa de
ésta, ó co n al gún acto de fe~'ocidad Ó de cruelda.d que
causÓ hl muerte de la de la Cruz ó q ue se cometIó con
su cadáved El Jurado con t est ó: Sí, con todas la s
circunstancias.
~ El acusado Cruz l\fosquera es responsable de ha-
ber dado muerte violenta , voluntaria y premeditada-
mente á. la niña Merced es de la Cruz, con herid as mor-
tales causadas en su mayor parte con armas cortante ~
y contund entes; hecho que se verificó en la noche del
nueve al di ez de Octubre de mil n ovecientos dos, en el
paraje de San ta María correspondiente á la Ins pe cci6n
de Capellanía eH el Circu¡'to de Caldas ~ El J mado
contestó ; Sí, con toda s l<ls circunstancias.
~ El acusado Cruz Mosquera ha cometido los he-
chos que se mencionan en la cuestión principal, con la ~
siguientes circunstal'lcias, ó algúna ó parte de ellas, á
saber: con alevosía ó á !;raición y so breseguro, so\'-
prendiend o á la ni ña de la Cruz descuidada, indefensa.
desapercibid a ó dormida, ó con previa as echanza , ó bus-
cando auxiliadores, 6 empl eando cualquier otro medio
insidioso para sorprend er á la mencion.ada niña y darle-
muerte, ó con fU t:go q ue se puso en la casa de ésta, ó-
con algún ac to de ferocidad ó de crueldad que le causó
la muerte ó que se cometió con ~m cadáved El Jurado
contestó : Sí, con todas las cil"Cubstancias.
R esta, pu es, al Juzgado dar cumplimiento á lo dis-
p ues to en el Art. 32 4 de la Ley 57 de lH87, y para ellÚ'
llace previamente las siguientes
CONSIDE ItACIONE3 :

1': N o se observa en lo actuado ninguna omisión


rle formalidad sustancial que invalide la causa ~ pues
l as diligencias prin ci pales del juicio se han practicado
con escrupulosidad y asistencia de todas las partes.
.. 2:: Ninguna de las resoluciones del Jurado puede
taóbarse de contraria á la evidencia, como quiera que'
~n los autos de proceder se han enumerado y aprecia:-r

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do las ~ig' Llientcs pn:cbn.s re1ativas ya á lo.s dive~s~s
cuerpOS dé delito, ya á la respom:abiJidad de los enJlll-
ciados:
El once de Octubre ele mil novecientos dos, el jo-
ven Bercero dela Cruz, ignoranclo lo que hubiera pasa-
do en la C~lsa de Santa María, m0rada t!e parientes suyos,
Iie dirigió :í ella con el fin de visitarlos; Ill;'g6:l las siete
de la noche, y su asombro fné grande al encontrar re-
dll<:ida á cenizas la habitación, y ~m medio de ellas el
cadáver de un hombre tt'ndido sobl'o el pecho y con las
piernas abiertas; h01'l'Orizado abandonó ese sitio y e r 1\-
prendió marl'ha al Guabal, resideJl<'ia de los pf'ld l'es de
Rllbén Dazll, á dtmde lleg6 á lds diez de esa noch 9 y
les dió la fata l notiria, {f. 184)
Seq:?;io Daza, hermano de RllhéB, á qnil'H c1i ó el
a\'iso el jovero Bel'celi o, citó inlllediata'ocr.te ti hl s per -
:sonas que debi.;:ran ac:ompañl\ rlo, y, al día sig lliente ,
dom ingo cloce de Octubrf', pa r ti6 p¡¡ra Santa Maria, e H
:unión dA Toribio, Jesús y Esteban Daza, Man ll el S an-
.tacru7" Fel iciana N ., Ped ro Anton io Anwya" l':l1 gen io
rrf'j~da, Sergio Aguilar, Primitivo Gllnzá lel'- y e l iudi-
t ado BerceJio; llegó á ese luga r entre las (¡eh o y Lu ev t!
de la maiialla, e n donde encollt1'6 que la C'l1SH había s id ~
111CGndiacla y reducida á cen iz¡¡s; víó el:tl'e los escom-
b ros cinco ea cU veres medio q Uélijados y I'ec!tw idos á la
osamenta por los a lli malt's; t n's de esos cadk.'eTes fue-
ron identifícrtclos así : el de .Jo~é GÓlHeí>:, vel: ino <le El
Gllineal, p('l)' un ani llo de t um bagu q ue ulia ba ; e l de
Fnmcisl:o Slinl'lte"-., por t6n er nn die n te s upe rp u esto, y
el de II n nikío ele pocos meses, po r el t!l lllaño de la co-
IlImna verte lmd 'q u e estaba íntegra; los otros dos no
pudieron ser ide n ti ti ca (l<~s porque 11 0 con se rva u¡¡n spña·t
nlgllna p:..rticul:u; debie w)1 ber, según los testigos, el
de Cle'nencia de la e l'UZ, nllt lll'al del l-{osa ri o, F r~c<:iól!l.
de Veinlicuatro 03 11 el D is trito d e Mt' r ('ad~~s , y el de
Amad('H' de la Cr uz, hermano de aqué lhl, q ui enes vivían
en la propia Cl-lsa d e Rubé n , sól o e-l (' a dá vel' de éste
no ~e encolltt'6, si n dllda, ¡{ ice n l os t.estig0s, por habel'
.sido ~onsl1mid() e n e l ince ndio, Cl ar a mente se not6,
a~1ade n , que los habita ntes de a quella casa fueron SeN'-
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, ,
fJ8

prenclid'o s éill\ltas h ora s de hi nO¡ '~ t: y m uertos viol ~n­


t amente : se hallaron allí una pcmllla y un c\l chdl d
énsa ngrentado s, pe rten ecie nt~~s á J()S~ Gó m ez y. F I'l'\lI-
cisco Sánchez, unos ocho Ó d JCz ~i1s('a r,OlJPS de ca psl.]a tY'
de carab ina r é minO"ton, á u na dIstanCia ue cu at ro bra-
za das de la CI\!'If\ , c~n señales de h ab er sido disparados' "

y unos cinco de dpsul as 9é


rev ólver, n'w l't illadas tam-
qién, E::D el punto de 1'a g-ote l: a de la c aSel, ? el c ali~)I'e de
un ,'e"ólver que usaba Rube n Daza; habla tambIén en
el patio dos mangos' de palo, el llllO astillado y el otro'
tronchado al e xt re mo de la pala , como si hubieran Rer-
vido pára la defensa de los as~,ltados ~ igualmente una
ruana tlnsangrentadn, medio ql'1emada, que tlSl'tba diaria-
mente José G 6mez y un sombrero de paja del mismo'
Gómez,
Esta telaci6n se halla córró'bOl'Ílda CO)} los testimo,
nios de Sergio Daza ({s, 4 ft 6), ~ljgllel Daza Muñoz
(fs. 9 á ] 2), Tiberio SantacJ'uz (f. 14), Rufino López
(f. 69), FraTJcisco N:n'vftez (f. 74), All'j'a ndro Ortiz (fs.
105 á lOe y 109), Emetei'io Da;ta (f. 119), Ped,.. ) José
Sánchez (f. 126), P e dro Antonio Amaya (f. 127), Pedro'
Meneses (f. 138), G onz::tlo Santaeruz (f. lS1), Bél'celio'
de la Cruz (f. 184) Y Tiberio Santllcruz, quienes hacen
uotar alg u nos otr08 detalles, como la exi .. teficia en el
punto dOIl?e filé la ClIsa, de grandes charcas de sangré
medio carbouizada; restos de vestido ... tnanéll::tdos dé
s/lngre; en trl-l ellos una ruanh acuchillada y u'lsombre-
ro de paja con veillt.e cuchilladlls, en todas las cuales
lwbfa san g re por el interior. Ah-jllndro Orti7. dice que
€n un a m a ndll,Hll a que halló, desprendid1\ otol cráneo
por un t:1jO de rn a ch E~ t(' ; los nietos de Rubén Daza 1'0-
con ol' ie ro n la dtmtadll(';t de éste, formada cle piezas lar-
g as y m uy íillfl¡; , y }>pal'o José Amaya dice (f. 127 v.)
que vió aní seis calav er¡'ll. _
Se¡'gio Daza y lo~ que lo acompaliaron el doce de
Oetnbre de líJil JJ(1 v e(~ientc,s dos, ~1 Santa lhal'Ía, sepul-
taron los c ' ~d ú veres y relitos humano", tine ~ncontt'aron;
los euales fueron exhuuüldos por el Pf~fectd de la Pro";
~illcia dé Caldas eh la iUSpécción <¡uel tia orden de~
;) tlez 2. C dd Circuito de .ese nombre, prac~icó el diez y
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' eis ¡l e J llni n ele m il no\:e cientos t res, E sa diligencia.
tf. 150 v, y 151 ) di ce así:
,l l'.: lI el mi s mo punjo y "ilio d e S anta M ada, si e n-
do l a:,; dos p. 1Il. d e l día diez J seis de J u nio de nJÍl
tl"ps y en'e(\ntr á ndo~e p rese ntes los tf' stigos
nO\' ( ' eip. n ~os
'l'o rilJio D a.zn ; Ma n a el Sa n tact nz y lt e lieia n a M nñoz,
q u e inte r viniero n e n la inhum ació n de ios 1"('s to s de las
\"i ct imas ~acl"ifi('aJnR e n este 111 o<Tl-1 1', f ue r on i lJterrogad
,_ o lS
(.11 el lugn r m ismo d el t rág-ico su ceso ;' y st3!1111 a do pCJl'
ellos el p li nto de 1<1 sPp lllt ura Re p.r,)cedió á Sil ape rtur"
y vell ficada la ('xh ulll nció ll se les in 1lagó ig ualmellte
;'01)re si IOH r es t os q ue ti enen á: la v ista Hon los mi:im(ls
á que ell()s di eron sepultura, y o b tenida r espneRtn H6r-
mativa se proc edi ó á ¡jU exame n (Art, 1516 del CódigO'
il udieia J),
"Examen de los restos y relacttin de los peritos.
, ,

"Vi8tns las form alidad es del Art 1516 del C J ¡


los p eri tM proced ie ron al escrupuloso examen de (~fl(hl
1110 de los h uesos e xhumad(ls y á primera vista obRer-
,'nron qu e no lwbínn los que debieran conlOtitllir lo~
f'sq lteletos d e s e is i ndi vid uos, hecho que se ~ipl ical"oli
po\' la acción d el fll ego Sflbre 10H cCldávereR de la cual
h:\y múlti p les indieios en la carbonizat'ión de muchM
hut' sos no d estruidos t otalmente por h\s llamas, Entre
los hl1 eso~ que se ti e n en á la vista los peritos de!l~ubl'ie·
j'oll los compon ente s de cnatl'() eabeza!oO (i.:ráne r, y cara)
y por süs diferentes tamafios se pehmadierori de que
verten eeían á p ersonas d<:l diferentes (-dades. En \In!\
caJ á ,' e ra h allada p e rfecto buen estado; notal'On la
1'\1
particuh\rirlad de que en los dientes de l~ mandíbub
superior h a bía uno superpuesto, circun8ttlO(·ia que pro-
dlljo la id e lltiticaei 611 de ella, pues los testigo!; exhumn-
llores E8telian y Manuel Torihib Daza, atil'maron <!U8
esa c,.¡beza era de Frallcisco Sánchez, del Guineal, ft
Quien de vivo conocieron con esa particnlaridad. Eri
ótra calavera chya parte superior ha sido c.lestruída por
el fuego, hallaron una tajadura prodúcida por instru-
mento cortante que va desde ~l pómulo izquierdo , la
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S"l1lellcla del lO
}Jarte posterior del cerebelo y que midió tne-z y siet'3 y
rm:dio eentimC'tros, machetazo que {t jn icio de loo expo~
nentes debió producir muerte installt¿tnt'a. En la p"rte
superior de otro cdweo nQtaron las hll ell<ls dfl una vio -
lenta frncturaci6n, producid a en concepto de llls p er itos
por un feroz garrotazo ql1e debió caLls~r muerte inme-
(liata. En ocho huesos planos que I'ecc noci eron como
('omponentes de difel'ente8 cl'ilneos encontraron lo:,; pe-
ritos hnellas manifiestas cflusnrlas por instrum entog C0r-
t:mte8, que en Sl). IMrf'Cer hn l1rÍlln 1 roJucido si 110 la
muerte heriJas g-l'aves d e h\l'dí>!. ('uración. Las rnigmas
hl1ellas encont.nll'OI) en d os bueso s pertenecientes tI cii-
ferent.es ll1ienlbl'GS del Cllel'po, En vista de In anterior
exposición coligen 101' peritos quo 108 as esinos dirigie-
ron todos los golpeg á las partes superiores del cuerpo
á efedo de que ell08 fueran mortalt,s, D el,Ln constlln-
eia t<1mbién de qlle descubrieron elitre el haein<lUJientn
de huesos, muchos q~e por su tamélilo, co lor y eonfo!'-
tllHCi6 11 l'evel,lU haber perten ecido (t persolla meno)' ele
tlll hño, Fii bien en ellos no c\egeubrieron seDnles d€'ja.
d-RS por armas cortanteg. El señor f'refecto de aeuerdo
('on Jos peritos, dispuso que los hl1e80s de qlW se hl\
hecho mérito ell la anteriol' exposición fueran traslada-
dos al lug¡.¡r. del juicio, para que, en vi:sta de la grave'
dan de los he(·h08 ql1e ellos revelan, se sometall á un
eXélmen cielltít1('o.---Firmall esta d!ligencia los perito!';,
con dos testigos presenci,d es ue] exampn de los htH:,gOS,
con el señor Prefecto por ante el suscrito Secl'etal'iv."

Todos los t.e.stigos <llle se han nomor.tclo reconocen


~ill lugar á dudH, que las víctimas que hubo en Santa
María la aciaga noehe del nueyp al diez de Oetubre de
mil no\'~ci(>l1'os dos, fueron Rubén Daza, José Górnez,
Francisco S¡'tIlchez, Amador de ]¿t Cruz, Clemencia de
la Cruz y Sl~ hija Mercer1\:Js de UllOS seis Ol('SeS de edall,
mOl'adores de Santa María, de8apa!'ecid(l~ de allí desde
esa noch~ 'Y á (¡uienes aufino López (f. 69) Y Alejand,'o
Ortiz (fs. }05 á 106) dejaron en esa casa pel'fectam('nt~
.sanos el mi¡;mo día jueveR, nueve de Or.tubre, como a
las nueve de la mafiéma.
t , . '

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71 J U/JE Stlpt1"ÚJ/'

En ol'Jen á Jos Rutores de los c1elítos remciunado1',


el expediente suministra las siguientes prueb-as ;
COlDO an te cedente de fiUIlHl. imp0l't'\I1cia que cons,
tituye ind icio con tra los responsab les de la ~uerte de
Rubén Daza y su s cOlOp,\ñel'os, se halla la anlllladver,
sión que éste se había atraido en el pueblo de Capella~
nía y sus con tomos, de parte de ciertas pel'solHlS a
quien~s el creía responsclhles del df! lito de hurto d e g>l-
nado mayor, y á quienes había denunciado y queda
apreheuder, para lo cual solicitó el apoyo de las uuto-
ridad es.
Hé aquí los principales testimonios en el parti-
e ulm' :
Sergio Daza, f. 6: "Un mes y días mi h'erman0 Rll-
hén habí:l t;e visto en la necesidad de venir á la Alcaldía
en solicitud de garantías pal'a su viela y sus bienes
Hm enazados es pecialm ente pOI' Ellg-enio Ang'ldo, Cruz;
y Gauioo Mosquera, Bonifacio y Concepcióu Mosquera,
Al t>jandrino Diago, Anacleto Angulo y otros, como ene-
migos de Ini herl1l(\no." ,
~1I1igllel Daza, f. 11 v.; "Antes de la m'l1erte de mi
hijo era voz pública en Capellanía que Hería asesinado
muy pronto, circuntitl-lncia que lo impulsó á venil' á las
l-lutol'idades de aquí, en demanda de garantías para."
.él etc."
Tibc1'io Santacy1I.z, f. 14 v.: voz pública que '~ Era
Eugenio Angulo, Cl'ucito .l\Ios.quera y Anacletú N.,
t odos de Capellanía, eran enemigos declarados de Sa-
t én Daza,"
AlejaJulrino Diago, f 16: "A Eugenio Angulo,
Crucito l\losquera y Anacleto Anglllo les he oido decir
que tellÍan varios sinsabores con Rubén Daza, .en 'vir-
tud de que éste 103 mentaba en mal." .
Ismael Cagtro, f. 18 ~ "La en.emistad grave de Eu-
,gen'Ío Angu!o y CrLTcito' 1;{'osq'ueta hacia Rubén Dazt\
era pl~ blica y notoria, ptles v'a,tüüJ' ",&.ces le había oidu
decir á cada uno que donde se el1coriti'a:r atr' con Rubér.
,se matarían. El mismo Engenio Angu!,) Ola: manifestó,
un tiempo alltes, qne 'la carabina remi'ngton refor'm ada'
q ue llevaba consigo era ~ de Rubón' Daza, y que CU~~~

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tas IlcV¡Jrll se las quital'Ln, y ql1e el único !'E'TTl edi~ do
librarse del tal Rubén e,ra qllitállllole la. vida; uIChQ
repetidas veces," , .
Emiliano JlIonti/llf, f. 20: "1\le c(ln~.ta e ra rl~bj¡('Q
,en Capellanía la. enemista.d de Jos tl'0S pnm8l'nS (tuge-
ni/) y Anacleto Angulo y Cnfcito l\Iosquen\) hacia RlI-
hén Daza."
SecMn'.li(Jto Amaya, f. 22 . " ,R especto de la enemis-
;t,ad mu;y grave, es sabido en Capellanía q e aquéllos y
particularmente Ellgeuio, Cruci.tQ y AlI3cJeto tenían
,(;on Hu'J'n Daza."
Audi~ llIuíío'z, f. 30: "En fin ,t,\l era la p,"f\ven(·il)1l
de IilgUIJOH negros en Capellallía yen p;lrticular de E1l7
.genio y Cl'llt'ito, que era inminellte el ril'>-:go qll 3 conf¡l
~n l1b é n Daza \'on su permanencia. en Salita )laría, {¡ t'll
,cualqniE\r otro ,lugar donde se ellcontrara con f,c¡uéll .R."
Vi1'ginia Verdttgo, f. 37 v.: "Estanuo Auuino Mu-
moz eh mi casa de Las Vueltas tomando l1gnal'diente y
conversando co,~ Felipe Gal'cés, Anreii ;lno Erazo, José
Santos Mart ínez y Juan Evan~eJista Díaz, le oí uecil'
,que Rubén Daz.(l era hombre malo, que era liúerrtl y que los
,mismos liberales no lo querían en Capellaiúa y habían oire-
,cido matarlo; que no le gustaba que Bllbén Da¡, a fuera á
;La Florida y que se quituva el nombre si lo dejaba vivir
,allí."
Santos Mara.'~ez, f. 46, Y Z~bulón Cojas, f 86, co-
rrobonll1 lo expl'Psado por la Verdugo.
Juan de Dios Iles, f. 11 .~: "Que dos meses antes de
:JH mUt:'l'te de Daza, 'hall{¡ndoRe el declarante en su casa
,con ~l1dino l\1uñoz, éste le expresó que no {:01l.Sentia que
Rubén Daza fi"ecuentam la casa de La Florida de Salvador
,Cajas ______ y agregó que iba á perseguir á Rub~~ Daz~
.hasta verle el fin _ ____ , que se hallaba initado C9~ ;Rubén
Daza porque se le lwbía robado ttna yegua."
Pat,,-ic.ia Fajardo, f. 113 : '.'Que habiéndole pregun-
,indo á Audino Muñoz .par qué ',habia ,d\che ,q.ue iba á
..quemar la casa y , q~é moti;vo tenía, le ().oqtes:t6¡qtte sí lo
¡kabia dicho y que el ?notivo era porque entr>aba,f?, allí los
.J)azas, y que el ,~ía que, los encontrara aUi quemaba la cas~
,«!m.que le .costár~ ,Un~~ do~cientos pesos." •
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", J
• I (" 'Z ,
'¡¡lJ ~l ·tQ
, I·
I ,)

Pedro lIlenese.s, f. 135 v.: la semana que ocu- "I~n


rrió el tremf'ndo asesiDato me vine á Capellanía el df:~
lunes seis de Octubre, - - - - -; el día martes siguiente á
('00 de lns ocho ó lns nueve del día me sorprendieron
Eugenio Angnlo y Crllcito Mo~qllera, y me dirigió el
pril11t!ro la pa,labra;n estos tér l1l1110,s. con voz ,a~T~gante:
"Está tu papa R'lIlJen en Santa 1I1ana ? "; y dmgléndose
:í. Crllcito le dijo: "Este es ww de los picaros que tiene
.allá Rubéle Daza",. y entonCN: dijo Crucito: "En cual-
quier parte qne veamos ó distingamns lÍ R~¿bén Daza le da-
mos bala, pues de dos á dos nos matamos. y walquiera que
(tIzde ó esté con él no se no~ escapa aun cuando sea mi ?na-
dre _.. -" En Cdsa de F ilotea ~'[osq Llera, de Capellanía,
fné doncle Eugenio Angulo y CrLlcito Mosquera me di-
jeron, e'¡ lI1arte~ anterior á la muerte de R,11bén Daza,
J;¡S palabras que he rdncionado ....... , las cuales son
elel todo exactas, agregando: Angulo me dijo más:
'que no ancluvie9'a ó viviem con ese picaro de Rubén , por
que tenía éste 1/Htchos enemigos y de golpe ~o habían de ma-
tar', con lo cual entenclí que me necía que yo tenía igual
peligro &i continuaba viviendo con Daza."
Basilio Cruz, f,lR5; " gugenio Angnlo le dijo con
bastante fmia {t Jesús Daza: 'Agradecé que aq1/í hay
gente, pz¿es si estuviéramos en un campo solo, nada me cos-
taba darte un balazo, apesar de que veo que vos no tienes la
culpa sino ese pícaro de Rnbén Da,?Jct con quien don.de quie-
m que nos encontremos quedará él mUe1"to á mis piés ó '!JO
á los de él. "
Concepción lIIosquera, f 153: Declara que Eugenio
Angulo 10 convid6 para ir á Santa María, agregándole:
"A vel' ese pícaro de Rubéu Daza que tanto habla de
todos nosotros." üEntonces yo le comprendí (continúa
el kstigo) que era á matarlo y le dije: No señor yo no
voy á matar aunque bable, porque mi corazón no me
tira á eso,"
Bonifacio Mosqztera, f 168 Y'Qne rte¡;;pués de tomar
licor, Angulo (AllClcleto) llam6 al declarante PflJ'a atrás
de la casa del Estanco, y alll lo invit6 para quo fueran
á Santa l\Ial'Ía con el fin de asesinar á Rubén Daza, el
i
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exponente le contest6 disgustado que esa clase de invi ...
taciones no las aceptaba de ni"guna manera y que ha~
bía hecho mal en llamarlo de donde estaba trabajandO'
13610 con ese fin ."
En el careo celebrado el dos de Abril de mil no·
"(;\cientos tres, Mosquera sostuvo á Angulo, bajo jura-
men!O', la invitaeión que éste le babia hecilo para ir á
Santa María. '"
Perpetrado el crimen de Santa María la noche oel .
nueve de Octubre de mil noveeientos dos, las pruebaS'
)'ecogidas señalan como autores de él, además de Cris-
tóbal Barona y Mareelj'a no Llanos, á alguno!) de los que
a.menazaban de muerte á .Rubén Daza. JUlas aquí:
Ismael Castro, f. 18. Dice que Alflj~ndriO(') DiagO'
le refirió que Anacleto Angulo le hClbía revelado que'
éste, Eugenio .t\.ngulo, Cl'ucito Mosquera, Ma)'celiallO'
Llanos y otros cuyos nombres no le eJ!lpresó f fueron loS'
autores del crimen.
Secund'¿no AmCVIJa, f. 21. Decll'l,ra lo mismo que Cas-
tro, siempre con referencia á Alt>jandrino Dhl'gO. Castro'
añllde que le vió á Barona la misma cambina de Hubélll
lhza, m~rcada con las iniciales ele éste, carabifta qlre,
según referencias de Biago, le ha hí.a tocado á Barona'
en el reparto de las armas y demás o~jetos q,tle encon-
traron en Santa. MHrí~ los Hutores del hecho ..
Martina Tejada, f 49 : '·Es verdad q:ue á mí me-
refiJ'ió Anaeleto Angulo en la mañllna siguiente al día
en que perpetraron el asesinato en Santa María de Ru'-
bén Daza y demá8 hA bitantes, que él, Eugenio Angulo,
Cruz (, Cnrcito l\Iosqllera y Marceliano Llanos habían
ejecutado dicho crimen en la persona del referi.do Daza
y de las otras que hablan encontrado en casa de éste,.
sin encargarme ninguna l'eSflrva l'especto de lo que me-
refería." Esto mismo se lo había referido la Tejada á
Concepción l\fosqnera (f. 53).
Román Cajas, f. 78,. Dice con referencia á Concep-
e.ión Mosquera, y éste con relación á varias p~,sonas de
Capellanía , que Ar.acleto Angulo en este pm:,blo babí~
dicho despué's del crimen de Santa María:, "No había;
ID atado pero ahora si maté."

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.Juez S upel'Íor

Alejandrín6 Diago, fs. 19 y 20 : "Es verdad que


Anaeleto Angulo, vecino de Capellanía, me informó el
~{a viernes, .diezdel pl'esente, por la mañana, que él
mismo y Eugenio Angula, Crucito Mosqupra, Marce-
liano Llanos y otr.os más, cuyos nombres no me expre-
66, habían ido la noche anterior á Santa María, á casa
de Rubén Daza; ~u.e al aproximarse á ella hicieron una
descarga d", armas ·de fuego sobre sus habitantes, á
quienes de¡;pués ultimaron á machetazos, y que en se-
guida irlcendiaron la citada casa, dejando muertos á
RuMn Daza y ' los demás que encon~l'aron allí para que
nadie declarara sobre .el hecho. Esta confidencia de
Anacleto hacia mí, sin duda alg,una, fué por conocerme
como persona agraviada pOI' Rubén Daza; sinembal'go
á su confidencia llgregó la gl'ave amenaza de que sería
yo asesinado caso de comunicarlo á alguno. La ene-
mistad gl'ave de Eugenio Angulo, Anacleto Angulo y
Cl'ucito Mosquera hacia Rllbél~ Daza es pública y no-
toria en Capellanía.; al pri'nero y ~l terce·I'o 16s oía yo
repetidas veces que donde se encontraran con Daza se
matal'Ían ___ .. _____ EL día j lleves, víspera del terrible
acontecimiento, vi á Eugenio Angulo montado en un
caballo rucio y con sus armas de costumbre, carabina"
revólver y peinilla, en el caserío como á medio día; á.
Crueito también lo ví una vez en el casel"Ío á. la misma
hora, llevaba un revólver pequeñito; á Anacleto Angu-
lo lo vi junto con Eugenio, en el anca del caballo de
éste, y tenía la carabina de Ellg~nio."
María Santos Tejada, fs. 161 á 164: "Preguntada;
j, y su marido se halló esa noch~ en su casa en eompa-
nía de la familia ~ Respondió : No, señor; mi marido
Anacleto no estuvo en la casa en la noche del día jue-
ves en que se dice mUI·ieron los habitantes de Santa
Maria, sino que fué ya muy al amanecer del día vier-
nes siguiente, pues á poco rato de haberse acostado
aclaró, Preguntada: &Y á qué horas de la noche ó del
día anterior salió su marido de la casa T Respondió:
Mi mal"Ído estuvo en Oapellanía como haRt.a la oración,
pues á esa hora, más ó menos, fueron á la casa Euge-
ni.o Angulo, Cruz MosCfuet'a, l\larceliano Llanos y el
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finado Cristóbal Bal'ol11\, y le dijeron á mi mm'ido que
ya era hora, y é~ tornall~o su peinilla y fajándosela al
cinto, se apresuro á segUIr con el1o~, pOI' l0. cual enten·
dí gue ellos habían concer!Rdo que man umdüs á algu-
na parte. Mi snegra l\Iatdde Mosquen\ le preguntó á
Anadeto que á dónde se iba, y él le contestó que' ú
L6pdz'; p2ro ellos no, sigui~ron e.omo. para ese punto,
que qra'da de Cap~lIam~ haclé'l a.baJo, smo que ~oUlRron
de Capellanía haCIa arnba snblenJo por la I'lbera izo
q uierda del río San Jorge, pues yo les ví partir en esa
dirección al empezar ]a noche. Preguntada: l Cómo
iban los; citados Angulo, Llanos, BRI'(lna y l\Iosquerl't,
llevaban armas {¡ otros objetos visibles ~ Respondió:
Eugenio Angulo iba á caballo en una yegua rosilla en
ancas de la cual puso á An::\cleto; Cruz Mosquera iba
montado en una yegua castnña, y Cri"tóba·l Harona y
Marceliano Llanos iban á pié. A Llanos y Barona los
ví qUA llevaban las peitlil1as que á diario acostumbra·
ban Hevar y á los ot1'(/S yo no les ví arllla alguna ni yo
me propuse examinar si 1:11', llevarían Ó 116, aunque á
Eugenio y Cruz nunca les faltaba su revólvel' de la cin-
tllril, pues siempre los "eÍa con ellos. Preguntada: Y
según la clireeci6n que tnmnl'on eflOS hombres podían ir
fL Santa María ~ He:-;pondi6: Sí, >;eñlll', sí podían ir allá
tomdndo el paso de La Torre, ó spa el camino que pasa
por ese pu nto. Preguntada: ~ Y u8ted no tenía cono-
cimiento de á qué parte Sp- dirigían e,,08 hombres ~ Hes·
pondió: Yo no 8abía para dónde seg'ull'ían, pero según
lo sucedido en Snnta .Mal'Ía y lo que dC'spués de e~c
gnwe acontecimient.o había revelado Anaclet~), sl?gún
pública voz en Capellanía, ya no dudo de que ellos fue-
ron tí. Santa María ú consumar el grave delito de que se
les ha sindicildo. Preguntada: Y nsted sabe de alguna
man.erfL si Audino l\luiioz concurriera á Santa María ~
Respondió: Lo que sé al r especto es que al ccnbll' Ana-
deto que habí~m ido á Santa María había complicado {,
Audino Muñoz. Preguntada: Y sabe ústed si 31 re-
gresar Anacleto y volver á su casa volviera con los
ID iSInoS con quienes se había ido ~ Rl'spondió: Cuan-
do l'egle~ó Anacleto y e¡¡tl'ó á ,la CaliU, sentl qua regl'e-
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77

"aban Ó llegab:1I1 ülm'Jién linos á caballo, pues percibí


claramente el l'u.iLlo de lns bestins y aperos y ju zgué y
jIlZO'O, por lo mismo, que Jos qlle así regr psf,ban e rnn
'Eugenio Angulo y ChlZ l\!osg u ern, pu es "e stos eran los
compllñeros de Anaeleto que iban ú caball o; lo que t!í
puedo afirmar es que al día sig ui ente, al amanecer, ~a­
li e ron de la s h or ni ll as, á caballo e n las mismas bestins
del día antpl'iol' Eugenio Angulo y Cruz Mosqnera y íL
pié Cristóba l Har on a, plles yo los ví persona IlIIente.
PreO'untada: Y fin marido qllé
"
hi zo el "iernes si- se
g uit'nte ~ Respondió: Dpspué5 de qLH~ se leva ntó se pu-
so {I élfihll·la peini ll a (á limpiarla elltit-llde el Juzgado)
y después se fué leÍ las casas, es decir á la poblatión de
Cnpell;¡nía, tÍ. tl1mar, y sé que tomó como hAsta medio
día y lu égo se fné parR el L¡do de Patín. Preguntada:
y Sil marido conservaba algl1lHl ca.n tid ad de billetes dl:l
alguna illlportall("ia en Sil poder ~ Re¡;pondió: Mi ma-
ri Jo gcr.eralmrnt.e y según nlÍ cnnoeimiento en 51lS trn-
bajos y n egocios, !lO reunía nunca (:antidad ilinpol'tantQ
de bill e tes, pues él apenas reunía algunas lefias y á ve-
ces cocinaba sa l por urrendflmiento; pel'o entonces ha-
cía bnstante que no C'ocil1ftba. Preguntada: Y antes
de la hora en (Iue Euge nio y los d emás l'ompafieros
{"uNon al r ancho á lIam a l' el su marido, vi6 usted á Au-
dino l\I ufi oz, y si tratab:1I1 con Angulo ó alguno de los
otros ~ Rel'pondió: Sí ví á Audino Mufioz (-se mismo
tlía pero todavía t em¡>nwo, y f.l11 uni6n de Eugenio An-
gulo trataba n }lIgo con Anaeleto, pero yo no sé qué se-
ría porque lo hacihn á un lado de la c.:aSll Ó rancho y
en voz ln:ja y edo pas6 ú la hora en q ne dicho M ufíoz
había ido á h ablar con Norberto Angulo, que establl ell
la misma e<iSH ell que se hallaba la deelarantl', pOl'q~e
di·:ho Norb~lto es h ennallo de Anacleto y cuñado n;¡.ío.
Preguntada : Usted tiene pare ntela con Eugenio An-
gula, Cruz Mosquera, Marc:(-l liano Llanol', Andino Mu-
ñuz y Cri¡;t{)\)al ]3¡ll'on:l ~ Hespomli6: No, señol', no
tengo parente la lIinguna l con ellos: _ _ _ _ _ Que llfil'lna
porqllo lo presenci6 que Audino y Eugenio Angulo ha-
blaron a lgo con su marido, cuyo c.ontenido ignora, y lo.
hici~roll á un lado del rU!lC'ho y en YOZ b:~a en el prcr
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Sen tencia del 78

pio día en que se dice que IUl1I'i el'on los habitantes de


Santa Marí~, y que fué un juev.es, pero que fechai:l no
puede preelsar, porque de eS0 Iguora completamente;
que afirma jO'uall11ente porqu e lo presen ció que Euge.
nio AnO'ulo, CI'UZ Mosquera, Marceliano Llanos y Cris-
tóbal Eearona flleron á la oración, á las seis de la noche
de ese propio día, á ll amar {¡ su marido Anad 'Jto An-
gul0, seguramente par3 al g o ya c0nv e.nido porque le
dijeron que ya en'! h ora; QlIe afirma Igualmente que
tOIDhl'On la dirección del río San J orge arriba por la ri-
bera izquierda, y qu e lu ég-o al d ía sigui ente muy por la
mafiana vió salir de las h ornilla8 á Cristóbal Enrona,
Eugenio Angulo y Cruz Mosquern, á estos dos últimos
á caballo yen hlS pro pias caball el'Íiis en que los vió al
principiar la noche, y de mal'eha; Que todo lo presen.
ció desde la casa que habi ta que está comfletamente
vecina de la h01'nil:a ll amad a L a Gallinaza, pues que
sólo ditlta ('omo unas d iez varas y que nesde <llli se al.
canzan á dominar las otras hornillas, porque están á
uno y ot)") lado como ft un a cU :ldra de distancia; que
afirma también que l\l al'celiano Llanos no ha vuelto {\
Capellanla desde aquella noehe, porque no lo ha vuel-
to á ver allí, y que es voz general que se ha expatriado
y que se ignora su act unl resid encia."
La declarante, en cuanto !lO r efiere á terceros, juró
esta declaración .
La fama pública sindica en Capellanía y sus con-
tornos como autores del crimen de Santa Muría á Ana-
eleto Angulo, Eugenio AlIgulo, Cruz Mosquera, Audi no
Muñoz Cristóbal Barona y l\1arceliano Llanos. Así lo
afirman casi todos los qu e h a ll declarado en este abul-
tado proceso: Tiberio S an taeruz (f. 114), Leonidas
Torres (f. 21), Mel'cedari o Galínoez (f. 22) &~ &~
Vel'dad que ~u la reve l,lCión Ó confesión extrllju.
dicilll de Anacleto An g ul o hecha á Alejandrillo Diago
. y MartiD~ Tej¡lda no menciona á Audiuo 1\1 uñoz; pe:'o
como después de ennmerar á los responsables, agregó
la expresión "y otro ~", es claro que calló algnllos.
Contra Muñoz obran, fuera del decir genera], otros
indicios : 1.0 El haber estado hablando en secreto con
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?'lJ juez Bupl!l'wr.

Eugenio Angulo en Capellanía, el llueve de OC'tubre oe


mil nov ecientos dos, fecha del delito, antes de partir
para Santa J\1arín, spgún lo dice María Santos T ejada
(fs. 161 á 164) ; 2.° La grave preverlf"ión que abrigaba
contr}1 Daza (fs. [;7, 46 Y 104) ¡ 3.0 El hHl;¡br rOnf-;pgni.
do para esa noche \111 r émington de Z'lbul6n Cajas (fs.
86 y 87) que le devolvió al dfa ~iguiente, y Tiberio
Santacrtlz (f. 14) asevera que entre las. rllin¡~s de Santa
María había cápsulas de rémillgton común j 4.° El ha·
ber dicho que us6 esa arma haciéndole ese, día un tiro
á un venado en el Tablón de los Arrayanes, sin qne los
morlldores de este vallecito lo oyesen, cuando allí se
perciben ¡;:onido8 mudlO más tenues (fg, 32 á 235) ;
0.° El Iwber estado ese día en Capellanía y haberle di-
cho Eugenio Angulo! "Compadre, vámonos que se nos
hace tarde (fs. 64, 67 Y 101); 6.° El haber hablado de
la muerte da Rubén Daza en Capbllanía, autAs de q ne
ese hecho se supiera allí, particularizando detalles corno
el incendio de la. casa y el que no habIa servido pata
nada elrevól ver de Daza y lo habían botado (fi'. 30 Y
101), recomendando el secreto (fs. 29,31 Y 111 á 112);
7.° El negar que hubiese eS<;l'ito la carta para Raf~el
Caf,tro, para. dtlnun ciar á Daza, Clla ndo está prob¡:.do
hasta con su confesi6n que él. la escribi6; y 8.° Haber
aseverndo que la noche del nueve indicado dnrtnió en
/In casa de Lns Arrayanes, cuando Virginia Verdugo y
J()sé Gómez, á quienes cita para pl'obar ese hecho, de-
claran que la n(lche que pasaron en esa casa ellos, fué
la anterior á la del nueve.
A Eugenio Angulo lo nombra Anacleto del mismo
ape!1ido, como uno de los autores del crimen de Santa
María, y además de la fama publica hay contra él: 1~
La prevetlción que guardaba para con Rubén D8~a,
como 10 confiesa á fojas 98, y lo había amenazado de
muerte; 29 Propuso á Conc'e prión Mosqueta 10 acom-
pañase para ir donde DHza, entendiendo el testigo que
era á dar muerte á Daza (fs. 53 y 99); 39 Cuando 88
supo la muerte de lJaz&, amenazó á los que dieran par-
te del suceso (f. 74); 4~ Amenazó á Alejandrino DiAgO
cuando supo que éste había revelado la. c~nf~sión ex·
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,e;('¡¡le11l'w del ·8r)

trnjlldicial de Anaclet() Angulo (f 9); M Aunque Eu-


O'clIio A nO"u lo afi 1'1ll<L q u c la noc11 9 el el n lleve el e Oütn-
br<'l de mil Ilove('i(>ntos dos la pasó en la hornilla de La
Gallinaza, Félix lban'a y Salv:ldol'a Qllilltaná (fs. 131
y 132\ dedaran ql]e lieg6 allí tarde d~ la. no~he, dalldo
ú entender que fue al a.manel?,eJ' dd (Ita SIg'IIJelltl·, y 6?
El día siO'uiente del crimen de Sant.a Mnría, los t estigos
G(,llza1o 0y Francisco N;]l'Y{u~z (f. 74) nntaron á Euge,
nio intranouilo valterado.
1\. Cn;z ó ~Crllcit\l MO~r¡lHlI'a lo scuala AllHcleto
Ancrulo, en tH1 revcl:wión, ('orno uno de los a\ltores dl:l
la 1~lllel'~e de Da~a, y fllera ele la fama pÚ!llica qne tam-
bién lo sindiea, re~ltlta contra él: 11 Que estaba preve-
nido contr1l Ihl~' I, y el nueve de OC'tubre de mil nove-
cientos dos habló ~ll secnto con EI'genio Anglllo, en
Capellanía, CUHlldo SllpO que Daza estaba en su casa,
hab iéndole dicho:í. Ismael Castro (f. 18) que pOI' la
tarde se iría y n:) l'og'l'ésaria sino al otro día; y 2? Al
,1Iuanec:er uel día siguiente lIegó:í la horllilla de La
Gallinazil armado de rev ól ver, como lo asevera Catalin:1.
IHos()uera (f. 117) Y n!;lfciano Peralta Valencia (f. 92),
3. 0 'Las pruebas ndll('idas por la d<:fpl1sa, si bien
contribuyeron á disminuir la fl1erz¡t probatoria y algn-
nas de las cil'cnnstallcia~ que a.eriminéln á Andino ~lu·
Boz, el Jurado npl'el'i ó en co\)~iencia ¡"S restantes y las
halló sllfieiellte~ para d et,ermiTlHl' ulla ,'espuesta conde-
natoria; y como no hay base alguna para fundar los
hechos (,()lItrcl1'ios qlle diesen margen á la ino(~encia de
Muñoz Ó MosqLlera, el Juzgado se ve en la nOJesidad
penosa de d cc lé', rar qu e los \'eredictos anotados no son
contrari()s á h evidencia y que pOI' lo mismo no es lle-
gado el caso previsto en el Al't. 50 do la Ley 169 de
1896. .
El Art, 586 del Código Penal, dice: homici- "El
dio premeditado toma la denominación de asesinato
cuando los agresores lo cometen mediando en él una 6
más de las circunstancias siguientes;. __ . _. ____ - . __ _
2? Con previa asechanza, poniéndole espías ó algún
tropiezo 6 embarazo, bllscan~o a.uxiliadores, 6 emplean-
do ct!alq uier otro medio insidioso para sorprender á la

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81 Juez Superir)T

persona y cometer el delit.o; 31? Con alevosía 6 á traj -


~ión y bobresegu:'o; ya sorprer.diendo d~scuidl\da,
j,n defensa ó desapercibida á la persona asesinada; ya
llevándola con engaño 6 pedidia, 6 privándola antes "de
la r<lzón , de las fuel'z¡,s, de las arma!:> Ó de cualquier
{)tro ¡, llxilio para faci litar el aResinato; ya empeñándola
en alguna riña Ó pelea pro~'0cada por el asesino con
';entaja conocida de parte de éste, ó ya usando de cuat~
<luiel' otro artificio para cometer el delito con seguridad,
ú panl q 11 ;tar la defensa al acometido; 5? Con explo"
sión ó ruinas de materiales preparados para t:l asesina'
to. 6 con fuego que tiC ponga en casa ó sitio en que se
. halle la persona á quien se quiera asesinar; 6? Con
tormentos ó C0n algúll acto de ferocidad ó de crueldad,
bien ~e cause lel. muerte por alguno de estos actos, bien
!ie cometa alguno de ellos con el cadáver,"
Los Arts. 248, 251 Y 252 del mismo Código dicen:
"Art. 248. Es cuadt"illa de malhechores toda reunión
() asoe.iación de cuat¡'o ó más personas, mancomunadas
para cometer, ya juntas ya separadamente, pero de co"
mún acuerdo, algún delito ó delitos contra las personas.
ó contm las propiedades, sean públicas ó privadas."
"Art. 251. Hfly asalt0 en cuadrilla de malh~chores
<'llllndo treR, por lo menos, de lo.s cuadrilleros, cometen
d delito. ó del ~ tos !'m'prendiendo desapercibidas las per-
SOlH1S en el lugar del crimen,"
"Art. 252, El caso más grave del asalto €D eua-
orilla de malhechores, tiene lugar cuando 'Va acompa-
ñado de homicidio voluntario. etc. Este delito se casti·
garú con pena de muerte."
Como según el Art. 125 de la obra citada, cuando
la Ley impone pena fija. y determinada, no es necesario
determinar el g'\'ado del de1it(l, el.J llzgado se abstieoe
<le consid erar las eircunstancias que pudieran fltenual'
la re!lpom~ abilidad de Audino. Muñoz y Cruz Mosql1era.
Los peritos Doctores Adriano Muñoz y Leonidas
SantacrllZ (folio 517 del proceso.), estiman en seis mil
doscientos sesenta pesog ($ 6.260) oro, los perjuicios
causados pOi la comisión de los delito/;.
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Sentencta del 811

Dados los anteriores fU:ldamentos, el Juzgado Su-


perior del Distrito Judicial ~el .Cauca'_,admin~8trand()
justicia en nombre de la Repubhca de ColombIa y por
autoridad de la Ley, -
RESUELVE:
1.0 Declara terminado el procedimiento contra
Audill() l\1uñoz y Cruz Mosquera, vecinos del Distrito
de Bolívar en el Circuito de Caldas, en cuanto se refier!}.
al delito de incendio de la habitación de Rubén Daza
en el paraje de "Santa María." Quedan en consecuen-
cia absueltos de este cargo.
2. 0 Condénase á Audino Muño?', ve<:Íno del Dis-
trito de Bolívar, Circuito de Caldas, á sufrir la pena de
muerte, como autor principal del ddlito de asalto el).
cuadrilla de malhechores, en el grado máximo de gra-
ved!ld, según el Art. 252 del Código Penal. En COllse-
cuencia será pasado pOI' las armas er.. el lugar que de-
signe el Tribunal Su perior de este Distrito J udicia 1.
3. o Condénase á Andino Muñoz, vecino del Dis.
trito de Bolívar, Circuito de Oaldas, como autor prin-
cipal del ddito de asesinato en Rubén Daza, á sufrir la
pena de muerte. En consecuencia será pasad(,> por las
8¡;maS en el lugar que designe el Tribunal Superior.
4. o Condénase á Andino M nñoz, vecino del Dis-
trito de Bolívar, Oircuito de ' Caldas, como autor prin-
cipal del delito de asesinato en Francisco Sánchez, á
sufrir la pena de mnerte. En consecuencia será pasa-
do por las armas en el lugar que designe el Tribunal
Superior. _
5.° Oondénase á Andino Muñoz, vecino del Dis-
trito de Bolívar, Oircuito de Oaldas, como autor prin-
cipal del delito de asesinato en José Gómez, á sufrir 11\
pena de muerte. En co{)secuen~ia ,s erá pasado por las
armas en ellugár que designe el Tribunal Supel'Íor.
6. ° Oondénase á Andino Muñoz, vecino del Distri-
tode Bolívar, Circuito de Oaldas, como autor principal
del delito de asesinato en Amador de la Cruz, á sufrir
la pena de muerte. En consecuencia será pasado por las
arm~s en el lugar que designe el Tribunal Superior.

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88 Juez Superwr

7.° Condénase á Audino MuñoZ, vecino del Di:;-


trito de Bolívar, Circuito de Caldas, ('omo autor prin -
cipal del delito de asesinato en Cl(:!Ulencia de la CI"UZ,
á sufrir la pena de muerte. En consecuencia s(:!rá pa-
sado por las armas en el lugar que designe el Tribunal
Superiol'.
8. c> Condénase á Autiino M uiíoz, vecino del Distri -
to de Bolívar, Circuito dfl CaldaR, como autor principal
del delito de asesinato en Mel'cedes de la Cruz, á sufl'Ír
la pena de muerte. En consecuencia será. pasado por
las armas en flllugar que designe el Tribunal Superior.
9. o Conuénase á Cruz Mosquera, vecino del Dis-
trito de Bolívar, Circuito de Ca'das. como autor prin-
cipal del delito de asalto en cuadrilla de malhechores.
en el grado máximo de gravedad, según el Art. 252 del
Código Penal, á sufrir la pena de muerte. En conse-
cuencia será pasado por las armlls en el lugar que de·
signe el Tribunal Superior de este Distrito Judicial.
lO? Condénase á Cruz Mosquera, vecino del Dis-
tl'ito oe Bolívar, Circuito de Caldas, como autor prin·
cipal del delito de asesinato en RuMn Daza, á sufrir la.
pena de muerte. En consecuencia sprá pasado por las
armas en el lugar que designe el Tribunal Superior.
li? Condénase á Cruz Mosquera, vecino del Dis-
trito de Bolívar, Circuito de Caldas, como autor prin-
cipal del delito de <Isesinato en Francisco Sánchl."z, á
sufrir' la pena de ro l1erte. En consecuencia Bet·á pasa-
00 por las armas en ellugal' que de6igne el Tribuna!
Superior. '
l 2? Condé!lase á Cruz Mosqueta, vecino del Dis-
trito de Bolívar, Circuito de Caldas, como autor pdn-
cipal del dalí lo de asesinato en J {lsé G6mez, á sufrir la
pena de muerte. En consecuencia será pasado por IUt;
armas en el lugar que designe el Tribunal Superior.
l3? Condéllase á Cruz Mosquera, vecino del Dis·
t rito de Bonvar, Circuito de Caldas, como autor prin-
CIpal dBl delito de asesinato en AOJador de la Cruz, á
sufrir la pena de muerte. En consecuencia. será pasa-
do por las ermas en el lugar que designe el Tribunal
Superior.
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Sentencia del Juez Superior

14<: Cí)nd é na~e á Cruz Mosquera, v ecino dt:'l Dis-


trito de Bolívar, Circuito de Caldas, como autor prin-
cipal del delito de asesinato en Clemencia d e la Cruz,
á sufrir la pena de muerte En consecuellcia Rerá pa-
sado por las armas en el lugar que d esigue el Tribunal
Superior.
15? Conrlénase lÍ Cruz l\fosquera, vecino del Dis-
tJ-ito de Bolívar, Circuito de Caldas, como autor prill-"
eipal del delito de as esi nato en Mercedes de le. Cruz,
á sufrir la pena de llluerh'. En...consecuenl'ia será pa-
sado por las armas en el lugar que del-1:gne el Tribunal
Superior.
16? Cond énase á los nlismos Audino Muñoz y
Cruz l\losquera, á pagar de mancomún y solidariamen-
te á los herederos de Rubén Daza, Francisco Sánchez,
José Gómez, Amador de la Crnz y Clemencia de la
Cruz, la cantidad de seis mil doscientos sesenta pesos
(86.260) f'n oro, según la proporción indicada en la
exposición pericial ne
fecha cinco de Octubre de mil
noveci entos cinco (folios 517 y 518 de la causa), yal
pago de las costas procesal es_ •
§.o En croso de que les sea conmutarla la pena de
muerte, los reos Audino Muñoz y Cruz l\1o~quera que-
dan condenados á la pén!ida de to(lo cargo ó emp180
público y de toda pensión, y privados perpetuamente
de 10R derechos políticos.
R eitérense la~ órdenes para eaptul'al' á Eugenio
Angulo y Marceliano Llanos, y cúmp~:l¡;:e con publicar
y fijar el edicto que previene e1 Art. 1950 del Código
Judicial. Averígüese nuevamente, en forma de despa-
chos, por la persona que en Capellanía llevaba ó lleva
el apodo de caucano.
N otifíquese esta selltencia, c(Spiese en el libro co·
rrespondiente y, hecho que sea esto, vuelvan los autos
al despacho para proveer.

FRANCISCO E. DIAGO.
Juan B. J.\"'egret, Secretario en propiedad.
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