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Protocolo Tea

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PROTOCOLO E IMPLEME

2024

Establecimiento educacional Silvio


Zenteno Vergara
 INTRODUCCIÓN

La condición Espectro Autista (TEA) es una alteración en la trayectoria del neurodesarrollo


que tiene manifestaciones observables en la conducta desde edades tempranas,
determinando interferencias clínica mente significativas en la interacción y comunicación
social, además de la presencia de comportamientos e intereses anormales y repetitivos
pudiendo cursar discapacidad intelectual, dificultades en el lenguaje, trastornos
psiquiátricos y de comportamiento, alteraciones en el sueño y alimentación.
La Ley de Autismo N° 21.545, tiene como propósito asegurar el derecho a la igualdad de
oportunidades y resguardar la inclusión social de los niños, niñas, adolescentes y adultos
con condición del Espectro Autista; eliminar cualquier forma de discriminación; promover
un abordaje integral de dichas personas en el ámbito social, de la salud y, especialmente, de
la educación, y concientizar a la sociedad en la materia.
El artículo 18 de la Ley N° 21.545 establece el deber del Estado de resguardar que los
niños, niñas, adolescentes y personas adultas con Condición del Espectro Autista accedan
sin discriminación arbitraria a los establecimientos públicos y privados del sistema
educativo. En virtud del derecho a la atención a la diversidad educativa, los párvulos y
estudiantes autistas deben disfrutar de un sistema de educación inclusivo, con acceso a la
educación en las mismas condiciones que los demás miembros de la comunidad, sin
exclusión alguna.
 OBJETIVO GENERAL
El objetivo de este protocolo es entregar orientaciones a la comunidad educativa desde un
enfoque preventivo como de una intervención directa en aquellas situaciones de
desregulación emocional y conductual (DEC) de estudiantes u otros miembros del
Establecimiento que por la intensidad de ésta podría causar daño físico y/o emocional para
esa propia persona como para otra miembro de la comunidad escolar. Siempre este abordaje
incorpora la participación de la familia y considera el criterio de cada realidad particular.
 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Describir el plan de intervención en una situación de desregulación emocional de niños,
niñas y estudiantes en el Espectro Autista.
1.- Establecer protocolos claros y efectivos para atender distintas situaciones de alumnos
TEA.
2.- Orientar al personal en la implementación de este protocolo.
3.- Identificar y llevar a cabo el protocolo en una situación de desregulación emocional.
4.- Identificar los responsables de contención y también del llamado a los padres o tutor del
estudiante si esta situación los amerita.
5.- Proporcionar apoyo continuo a los estudiantes y sus familias después de situaciones
críticas.
 CONSIDERACIONES GENERALES

Se entenderá por personas con condición del espectro autista a aquellas que presentan una
diferencia o diversidad en el neurodesarrollo típico, que se manifiesta en dificultades
significativas en la iniciación, reciprocidad y mantención de la interacción y comunicación
social al interactuar con los diferentes entornos, así como también en conductas o intereses
restrictivos o repetitivos. El espectro de dificultad significativo en estas áreas es amplio y
varía en cada persona. Estas características constituyen algún grado de discapacidad cuando
generan un impacto funcional significativo en la persona a nivel familiar, social, educativo,
ocupacional o de otras áreas y que, al interactuar con diversas barreras presentes en el
entorno, impida o restrinja su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de
condiciones con las demás.

 DESREGULACIÓN EMOCIONAL Y CONDUCTUAL


Reacción motora y emocional a uno o varios estímulos o situaciones desencadenantes, en
donde el niño, niña y adolescente, por la intensidad misma, no comprende su estado
emocional ni logra expresar sus emociones o sensaciones de una manera adaptativa,
presentando dificultades más allá de lo esperado para su edad o etapa de desarrollo
evolutivo, para autorregularse y volver a un estado de calma y/o, que no desaparecen
después de uno o más intentos de intervención docente, utilizados con éxito en otros casos,
percibiéndose externamente por más de un observador como una situación de “descontrol”.
La desregulación emocional puede responder a la interacción de diversos elementos, que
pueden ser fisiológicos, comportamentales y/o ambientales.

 REGULACIÓN EMOCIONAL
Capacidad que nos permite gestionar nuestro propio estado emocional de forma adecuada.
Implica entender cómo nos sentimos, entender por qué nos sentimos así, poner en marcha
herramientas que nos permitan expresar y gestionar lo que sentimos de forma adaptativa y
orientada a nuestros objetivos personales.
 CARACTERÍSTICAS DE LA DESREGULACIÓN EMOCIONAL Y
CONDUCTUAL
No es un diagnóstico en sí, puede aparecer en distintos grados; subyacer a distintas
condiciones como por ejemplo Espectro Autista, Trastorno de Ansiedad, Déficit Atencional
con Hiperactividad entre otros, sino que ser gatillados por factores estresantes del entorno
físico y social en niños, niñas y jóvenes con mayor vulnerabilidad emocional,-incluyendo el
comportamiento de los adultos; se relaciona se relaciona principalmente con
comportamiento de tipo disruptivo y de menor control de los impulsos.
 PREVENCIÓN: RECOPILACIÓN DE ANTECEDENTES DE
IDENTIFICACIÓN Y DIÁGNOSTICO POR EQUIPO ESCOLAR

I. CONOCER A LOS ESTUDIANTES:


De modo de identificar a quienes por sus características y/o circunstancias personales y del
contexto, pueden ser más vulnerables a presentar episodios de DEC.
Por ejemplo:
a) Estudiantes con condición del Espectro Autista.
b) NNAJ severamente maltratados y/o vulnerados en sus derechos.
c) Estudiantes que presentan trastornos autolesivos, destructivos, de descontrol de impulsos
y la conducta, negativistas u oposicionistas desafiantes.
d) Estudiantes con trastorno de déficit atencional con hiperactividad/impulsividad, entre
otros.
Para todo lo anterior, es obligación de los padres u apoderados del estudiante, aportar
íntegramente al momento de la matrícula, como durante el año escolar, todos los
antecedentes de salud, diagnósticos de profesionales, estrategias de trabajo, para la
adecuada intervención de los estudiantes, por nuestro equipo escolar. La cooperación del
grupo familiar y el compromiso de éstos son fundamentales, ya que cada caso es particular.

Cuando el establecimiento educacional, tome conocimiento del ingreso de un


estudiante, se procederá a la recopilación de información del niño(a) para su
adecuada intervención conforme al siguiente protocolo dividido en 4 fases:
a.- Recepción de la Información. Los Habilitados para recibir el
reporte: Unidad técnica pedagógica, PIE, Convivencia escolar y profesor jefe
(si es recepcionado por otro profesional, deberá informarlo a UTP). para
trabajar de acuerdo con sus características y sugerencias de la familia y
especialistas. Cualquiera de la comunidad escolar que tenga conocimiento de
un estudiante TEA que no se haya informado de su diagnóstico o se presuma
éste por su conducta, derivará los antecedentes a la unidad de convivencia
escolar, en el plazo máximo de 24 hrs. Para buscar apoyo y derivación a
profesionales.
b.- Recopilación de antecedentes por Convivencia Escolar. La
Unidad Técnica Pedagógica, debe establecer contacto con la familia del
estudiante, con el fin de recabar antecedentes relevantes, y consultar cuáles
son las estrategias que utiliza la familia para calmar y/o regular al estudiante,
conocer sus gustos/disgustos e intereses. La cooperación del grupo familiar y
el compromiso de éstos son obligatorios, por cuanto involucra el resguardo de
la salud del estudiante y por ende toda situación de negligencia en el apoyo del
estudiante por su adulto responsable y familia podrá ser expuesto como una
vulneración de derechos debiéndose proceder a la activación de protocolo
escolar al respecto.
c.- Entrevista con adulto responsable. La Unidad Técnica Pedagógica
evaluará el caso con apoyo de la psicóloga(o) y profesor jefe del curso al que
pertenezca el estudiante, y citará a entrevista al adulto responsable del
alumno(s) involucrado(s) en forma telefónica o cita vía correo electrónico,
previamente registrado en el colegio, en el plazo máximo de 24hrs. de
activado el presente protocolo, para que se exponga el caso, y se aporte
(regule) los siguientes elementos: Entrega de carpeta completa de
antecedentes familiares, de salud y diagnóstico del estudiante; Adopción de
medidas conjuntas para su intervención en el colegio y en la casa desde la
perspectiva académica y conductual; Programación de reuniones informativas
en el colegio como medida de seguimiento; Fono de emergencia de a lo menos
2 personas para llamar en caso de episodio de crisis.
De todo lo anterior, se levantará acta de registro de los acuerdos alcanzados
para la intervención coordinada y conjunta del colegio con la familia
respectiva (y en cada cita de reunión de coordinación).
d.- Entrevista con la Psicóloga. El estudiante deberá ser evaluado por un
especialista en TEA (derivado de entrevista indagatoria) quien entregará al
Colegio sus sugerencias de manejo, tiempo de intervención profesional y
acciones de apoyo pedagógico o psicológico durante la intervención que se
estime conveniente.
e.- Seguimiento.
1. Unidad Técnica pedagógica, Profesor Jefe y/o Convivencia Escolar,
deberá realizar seguimiento sistemático del estudiante.
2. Se requerirá al profesional tratante del estudiante por intermedio de
su familia, un informe, al menos semestral, para evaluar los avances del
proceso de intervención y sugerir medidas a aplicar por el colegio. El
profesional externo deberá tener disponibilidad para trabajar con el Colegio,
para una adecuada intervención.
3. Se podrán implementar como acciones de Apoyo al Alumno y según
pertinencia, las siguientes medidas:
I. Plan de apoyo pedagógico que involucre:
a.- Trabajo personalizado con profesor/a jefe o profesional
pertinente según evaluación del caso.
b.- Plan para la regularización de procesos de aprendizaje del
alumno (carpeta de trabajo y de estudio).
c.- Posibilidad de cambio de grupos de estudio o de curso si fuese
necesario.
d. Seguimiento del caso con Profesor jefe, observando
especialmente aspectos como motivación escolar, asistencia al
colegio, calificaciones, vínculo con sus pares, etc.
e. Diálogo grupal, reflexivo con el grupo curso sobre la temática
de fondo: Realidad TEA.
f. Realización de Consejo de Profesores para abordar las
estrategias pedagógicas y didácticas a seguir con respecto del
estudiante en caso de estimarse necesario y resguardando
confidencialidad del caso o detalles de este.

II. RECONOCER SEÑALES PREVIAS Y ACTUAR DE ACUERDO


CON ELLAS

Es necesario poner atención a la presencia de indicadores emocionales, por


ejemplo:
 mayor inquietud motora, signos de irritabilidad, desatención inhabitual;
aislamiento, tensión, ansiedad, temor, ira, frustración, euforia, cambios
en las expresiones del lenguaje corporal, lenguaje grosero, etc, siendo
importante y obligatorio que los padres informen al colegio respecto de
cualquiera de estos elementos para su observación durante la jornada
escolar.
Es importante entonces que las familias puedan complementar con
información que permitan identificar los detonantes en situaciones domésticas
y tener pistas para evitar que suceda en el contexto escolar; Es importante
evitar cambios repentinos en el entorno escolar o en la rutina; anticipar los
cambios; favorecer uso de audífonos, minimizar el ruido ambiental y estar
atentos a cualquier conflicto en aula o fuera de ella.

III. PROTOCOLO DE ACTUACIÓN Y RECOMENDACIONES


En el Espectro Autista son más vulnerables y fallan más en el empleo de
estrategias de autorregulación, por lo que les requiere mucha energía y
esfuerzo manejar los niveles de ansiedad y no propiciar desbordes constantes.
Por ello, se suman otros factores desencadenantes relacionados con el entorno
físico y social sobre los cuales también es posible intervenir preventivamente:
a. Entorno físico: Entornos con sobrecarga de estímulos (luces intensas,
ruidos fuertes, colores fuertes e intensos, exceso de materiales o
decoraciones, etc.). Si no se pueden controlar, permitir usar elementos
que minimicen los estímulos como tapones, auriculares, gafas, entre
otros.

● Reducir la incertidumbre anticipando la actividad y lo que se espera


que la persona pueda hacer en esa actividad; si surgen cambios,
infórmese.
 Evitar cambios repentinos en el entorno escolar (sala de clases) o en la
rutina.
● Ajustar el nivel de exigencias considerando no solo el nivel de
competencias del estudiante en la tarea, sino también el estado de
regulación emocional, tanto negativo como positivo en el que se
encuentra en el momento.
● Equilibrar diariamente tareas más demandantes con otras menos
exigentes. Los estudiantes en el espectro autista (y con otras
condiciones y requerimientos de apoyo), ya tienen una demanda
respecto al entorno inherente a su condición, que les resulta estresante.
 Estar atento el docente en la sala de clases a conflictos en el aula que
pueden desencadenar una desregulación.
● Programar previamente momentos de relajación y de descanso.
● Dar el tiempo necesario para cambiar el foco de atención, aunque se
haya anticipado dicho cambio previamente.
● Favorecer la práctica de ejercicio físico.

b. Entorno social
● Ajustar el lenguaje. Mantener una actitud tranquila. Aprender a estar
en silencio y en calma en momentos en que el NNAJ presenta altos
niveles de ansiedad.
● Reconocer momentos en que el NNAJ está preparado para aprender.
No se puede enseñar en momentos de desregulación.
● No juzgar ni atribuir ‘automáticamente’ mala intención.
● Dar tiempo al NNAJ para que dé a conocer lo que le pasa. En los
momentos de mayor estrés lo primero que se pierde es la capacidad para
expresarse. Es preferible que no haya demandas lingüísticas en ese
momento y se deje para más tarde.
● Aceptar y reconocer sus sentimientos. No hay sentimientos malos, lo
que puede estar mal son las conductas asociadas. No negar lo que
sienten.
● Respetar los momentos de soledad, porque les ayudan a relajarse.
Tratar de asegurar entornos amigables en todos los contextos sociales en
que participa el NNAJ. Informar sobre sus necesidades de apoyo a las
personas con las que se relaciona.

Redirigir momentáneamente al estudiante hacia otro foco de atención con


alguna actividad que esté a mano, por ejemplo, pedirle que ayude a distribuir
materiales, con el computador u otros apoyos tecnológicos.
Facilitarles la comunicación, ayudando a que se expresen de una manera
diferente a la utilizada en DEC preguntando directamente, por ejemplo:
“¿Hay algo que te está molestando? ¿Hay algo que quieras hacer ahora? Si
me lo cuentas, en conjunto podemos buscar la manera en que te sientas
mejor”. Las preguntas y la forma de hacerlas deben ser adaptadas a la edad y
condición del estudiante, sin presionarlo.
Otorgar a algunos cuando sea pertinente- tiempos de descanso en que
puedan, por ejemplo, ir al baño o salir de la sala. Estas pausas, tras las cuales
debe volver a finalizar la actividad que corresponda, deben estar previamente
establecidas y acordadas con cada NNAJ y su familia. Es importante que los
adultos que participen en cada caso estén informados de la situación.
Utilizar refuerzo conductual positivo frente a conductas aprendidas con
apoyos iniciales, que son adaptativas y alternativas como por ejemplo: sobre
cosas favoritas, hobbies, objeto de apego; para ello es deseable que los
profesionales que planifiquen los apoyos y refuerzos también participen con
el/la estudiante en espacios distintos a los académicos, donde puedan hacer
cosas en conjunto, compartir, entretenerse, conversar, jugar.
En el caso de NNAJ sin lenguaje oral, para identificar reforzadores será
deseable según el caso, utilizar pictogramas, gestos, lengua de señas chilena,
preguntar a personas cercanas de su entorno valoradas positivamente por el/la
estudiante, entre otras alternativas.
Es necesario reforzar inmediatamente después de ocurrida la conducta, de lo
contrario podría estarse reforzando otra; también, dicha conducta debe ser
reforzada de manera similar por todas las personas adultas, ya que no servirá
si cada uno aplica el refuerzo como quiere o un día sí y otro no.
Enseñar estrategias de autorregulación (emocional, cognitiva, conductual)
tal como ayudarlos a identificar los primeros signos de ansiedad u otros
estados emocionales y cómo abordarlos mediante objetos o situaciones que les
agraden y relajen (no que les exciten y/o diviertan), mediante ejercicios de
relajación, respiración o estrategias de carácter sensoriomotor como pintar,
escuchar música, pasear, saltar etc. Cuando es el pensamiento el que genera
ansiedad, se puede enseñar a modificar el pensamiento negativo a través de
imágenes de momentos en que se ha sentido bien o feliz; o favoreciendo su
autorregulación conductual, apoyando el control de los impulsos y la demora
de la gratificación, entre otras posibilidades.
Diseñar con anterioridad reglas de aula, así cuando cualquier NNAJ durante
la clase sienta incomodidad, frustración, angustia, adecuando el lenguaje a la
edad y utilizando, si se requiere, apoyos visuales u otros pertinentes adaptados
a la diversidad del curso.
Estipular previamente cómo hará saber de esto a su docente y profesionales de
apoyo en aula. Ejemplo: usar tarjetas de alerta disponibles o una seña
previamente consensuada, que pueda mostrar a su docente, para que se inicie
el accionar conforme a este protocolo en lo que respecta a la etapa inicial. Para
casos específicos, por ejemplo, estudiantes en el espectro autista, sería
deseable, además, establecer con anterioridad contratos de contingencia, en los
cuales esté escrito cómo el NNAJ hará saber esto, a quién y cuál será el marco
de actuación de los profesionales del establecimiento y, apegarse en lo posible
a dichas indicaciones.
Además, se debe estar atento a necesidades de adaptación de las reglas
generales del aula que contribuyan a una sana convivencia escolar. En algunos
casos, con ayuda de los estudiantes, se pueden publicar en muros de la sala,
con diseños creativos e inclusivos, reglas generales consideradas por todo el
curso como las más relevantes, que permitan ser usadas como recordatorios de
los comportamientos esperados.
Aumento de la desregulación emocional y conductual, con ausencia de
autocontroles inhibitorios cognitivos y riesgo para sí mismo/a o terceros No
responde a comunicación verbal ni a mirada o intervenciones de terceros, al
tiempo que aumenta la agitación motora sin lograr conectar con su entorno de
manera adecuada. Se sugiere “acompañar” sin interferir en su proceso de
manera invasiva, con acciones como ofrecer soluciones o pidiéndole que
efectúe algún ejercicio, pues durante esta etapa de desregulación el NNAJ no
está logrando conectar con su entorno de manera esperable.

Algunos ejemplos de acciones generales adaptables conforme a edad y


características del estudiante, para esta etapa podrían ser:
● Permitirle ir a un lugar que le ofrezca calma o regulación sensorio motriz
(por ejemplo, una sala previamente acordada que tenga algunos implementos
que le faciliten volver a la calma).
• Permitir, cuando la intensidad vaya cediendo, la expresión de lo que le
sucede o de cómo se siente, con una persona que represente algún vínculo para
él/ella, en un espacio diferente al aula común, a través de conversación,
dibujos u otra actividad que le sea cómoda.
● Conceder un tiempo de descanso cuando la desregulación haya cedido.

IV. Características requeridas del ambiente en etapa de desregulación


emocional y conductual:
● Llevar al estudiante a un lugar seguro y resguardado.
● Evitar trasladarlo a lugares con ventanales en techos o ventanas sin
cortinaje, o con estímulos similares a los desencadenantes de la crisis de
desregulación (por ejemplo, imágenes, olores, que lo miren a los ojos
preguntándole por su estado).
● Retirar elementos peligrosos que estén al alcance del estudiante: tijeras,
cuchillos cartoneros, piedras, palos, otros.
● Reducir los estímulos que provoquen inquietud, como luz, ruidos.
● Evitar aglomeraciones de personas que observan.

V. Características requeridas del personal a cargo DEC:


En estas etapas, idealmente, debe haber tres adultos a cargo de la situación de
DEC, cada uno con diferentes funciones:
 Encargado, acompañante interno y acompañante externo.

● Encargado/a: Persona a cargo de la situación, con rol mediador y


acompañante directo durante todo el proceso. Es deseable que tenga un
vínculo previo de confianza con el NNAJ y algún grado de preparación.
Para tal efecto, varias personas deben contar con entrenamiento previo.
Para abordar una situación de DEC en esta etapa, la persona encargada
debe comunicarse con un tono de voz tranquilo, pausado y cariñoso. No
demostrar enojo, ansiedad o miedo, sino una actitud de calma y
serenidad, procurando no alterar más la situación. Si no logra afrontar
apropiadamente la situación desde el ámbito personal, es importante
pensar en hacer un cambio de encargado/a, lo cual puede ser temporal,
mientras se le capacita, o definitivo.
● Acompañante interno: adulto que permanecerá en el interior del
recinto junto al estudiante y encargado, pero a una distancia mayor, sin
intervenir directamente en la situación. Permanecerá mayormente en
silencio, siempre alerta y de frente al estudiante con una actitud de
resguardo y comprensión.
● Acompañante externo: adulto que permanecerá fuera de la sala o
recinto en donde ocurra la situación de contención; debe coordinar la
información y dar aviso al resto del personal según corresponda (llamar
por teléfono, informar a directivos u otros).

VI. IMPORTANTE

Al finalizar la intervención es OBLIGACIÓN dejar registro del desarrollo en


Bitácora de Desregulación Emocional/Conductual para evaluar la evolución
en el tiempo de la conducta del estudiante conforme a la intervención
planificada, así como el progreso en las capacidades y competencias de la
comunidad escolar para abordar este tipo de situaciones. Es relevante que en
el establecimiento educacional cuente con un plan de autocuidado para
profesionales que trabajan con estudiantes de mayor desregulación emocional
y conductual.
 Información a la familia y/o apoderada/o: La persona que cumple el
papel de acompañante externo es la encargada de dar aviso a la familia
y apoderado/a. Con la llegada de este, en el caso que pueda hacerse
presente en el lugar, se efectúa la salida del acompañante interno,
quedando encargado y apoderado/a en la tarea de “acompañar” al
estudiante. Se deberá registrar en planilla de llamadas, cada vez que
se dé aviso al apoderado sobre la desregulación del estudiante.
Cuando el descontrol y los riesgos para sí o terceros implican la necesidad
de contener físicamente al estudiante:
Respecto de la contención física a párvulos y estudiantes autistas, no es una
estrategia de manejo recomendable en el contexto educativo, de manera que
sólo será posible utilizarla en casos excepcionales, en que una restricción de
movimiento tutelada pueda evitar el riesgo o daños a la integridad física del
estudiante afectado y de terceros. En este caso, además de la activación del
protocolo de accidentes escolares, se deberá informar a la familia, a fin de que
evalúe la activación de redes de apoyo a la salud mental del estudiante.
Esta contención tiene el objetivo de inmovilizar al NNAJ para evitar que se
produzca daño a sí mismo o a terceros, por lo que se recomienda realizarla
solo en caso de extremo riesgo para un/a estudiante o para otras personas
de la comunidad educativa. Su realización debe ser efectuada por un/a
profesional capacitado que maneje las técnicas apropiadas: acción de
mecedora, abrazo profundo.
Si bien la normativa educacional no se refiere a la obligación por parte de los
establecimientos educacionales de contar o no con la autorización previa de
los padres, madres o apoderados para el uso de contención física en casos de
DEC, en razón de los derechos que asisten tanto a los alumnos como a los
padres, madres y apoderados; se recomienda autorización escrita por parte de
la familia para llevarla a cabo, y solamente cuando el estudiante dé indicios de
aceptarla, ya que puede tener repercusiones negativas en el momento o a
futuro.
Se debe informar a los apoderados cada vez que hayan decidido utilizar
técnicas de contención física respecto de sus pupilos, pues estas condiciones
se relacionan con la convivencia escolar y su proceso educativo

VII. CONTINUACIÓN DE PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

 MEDIDAS REACTIVAS CUANDO SE DESENCADENA UNA


DESREGULACIÓN EMOCIONAL Y CONDUCTUAL:

Etapa inicial: previamente haber intentado manejo general sin resultados


positivos y sin que se visualice riesgo para sí mismo/a o terceros.
- En lo posible realizar cambio de material, la actividad o la forma en la
que se realiza para lograr el mismo objetivo de la clase.
- Uso elementos de su interés u objeto de apego como apoyo en su
autorregulación.
- Realizar contención emocional-verbal con un tono de voz tranquilo.
- Explicar la actividad asegurando su comprensión (puede ser por medio
de dibujos o pictogramas, o separación de una oración larga).
- Anticipar la actividad o cantidad de ejercicios en pizarra por medio de
una lista numérica o visual.
- Realizar ejercicios de relajación o pausas activas.
- Reducir dentro de lo posible estímulos sensoriales como la luz, volumen
de elementos tecnológicos, ruido de compañeros, entre otros.
- Permitirle utilizar elementos sensoriales, ya sea de protección o de
regulación como, protector auditivo, bandas elásticas en silla, juguetes
sensoriales, lentes u otros.
- Si está previamente acordado con la familia, se le puede permitir salir
acompañado por un adulto de sala un tiempo corto y determinado a un
lugar acordado anticipadamente que le facilite el proceso de
autorregulación.
- Se solicita ayuda a otro asistente de educación del colegio como
inspector/a, psicóloga, orientador(a) u otros.

Etapa 2 y 3: aumento de la desregulación emocional y conductual, con


ausencia de autocontroles inhibitorios cognitivos y riesgo para sí mismo/a o
terceros:
- No responde a comunicación verbal ni a mirada o intervenciones de
terceros, al tiempo que aumenta la agitación motora sin lograr conectar
con su entorno de manera adecuada.
- Se sugiere “acompañar” sin interferir en su proceso de manera invasiva,
con acciones como ofrecer soluciones o pidiéndole que efectúe algún
ejercicio, pues durante esta etapa de desregulación el NNAJ no está
logrando conectar con su entorno de manera esperable.
- Algunos ejemplos de acciones generales adaptables conforme a edad y
características del estudiante, para esta etapa podrían ser:
o Permitirle ir a un lugar que le ofrezca calma o regulación sensorio
motriz (por ejemplo, una sala previamente acordada que tenga
algunos implementos que le faciliten volver a la calma).
o Permitir, cuando la intensidad vaya cediendo, la expresión de lo
que le sucede o de cómo se siente, con una persona que
represente algún vínculo para él/ella, en un espacio diferente al
aula común, a través de conversación, dibujos u otra actividad
que le sea cómoda.
o Conceder un tiempo de descanso cuando la desregulación haya
cedido.
o Llevar al estudiante a un lugar seguro y resguardado.
o Evitar trasladarlo a lugares con ventanales en techos o ventanas
sin cortinaje, o con estímulos similares a los desencadenantes de
la crisis de desregulación (por ejemplo, imágenes, olores, que lo
miren a los ojos preguntándole por su estado).
o Retirar elementos peligrosos que estén al alcance del estudiante:
tijeras, cuchillos cartoneros, piedras, palos, otros.
o Reducir los estímulos que provoquen inquietud, como luz, ruidos.
o Evitar aglomeraciones de personas que observan.
o Llamar a su apoderado en caso de que su integridad física o de
los demás esté en riesgo.
o El apoderado debe ser informado el mismo día ocurrida una
DEC, aun cuando no se le llame a concurrir al Establecimiento
Educacional.
o La concurrencia del apoderado/a al Establecimiento Educacional
tiene como objetivo lograr la regulación del NNAJ con el
objetivo de reincorporarse a su sala de clases posterior a la DEC,
dentro de lo posible.
o Siempre se debe dejar registro en el libro de clases de la
Desregulación Emocional y Conductual. Este registro debe
hacerlo el docente o adulto a cargo del curso en el momento
de ocurrida la DEC.
o El/la docente debe evitar estar solo/a y debe pedir apoyo
inmediato a inspectora para que busque apoyo de algún miembro
del equipo Psicosocial.
o En el caso de que la integridad física o emocional del resto de los
alumnos/as se vean afectada, el/la docente a cargo debe sacar al
curso de la sala a un lugar más tranquilo, por ejemplo, el patio, y
el alumno/a que se encuentra vivenciando una DEC queda a
cargo de algún miembro del Psicosocial del Establecimiento.
(Convivencia escolar/PIE)

Es importante considerar que las desregulaciones y/o crisis en estudiantes con


condición TEA pueden presentarse de formas muy disímiles, ya que cada
estudiante posee un conjunto de características personales particulares es
posible sin embargo convenir las siguientes acciones:
a.- Crisis dentro del Aula. - El/la docente debe mantener la calma,
actuar empáticamente y no alarmar a los estudiantes. El docente deberá
pararse delante del estudiante, manteniendo una distancia prudencial y
explicar que se acercó para ayudarlo.
- El/la docente debe hacer el intento de manejar la situación con tono de
voz pasivo, bajo y cariñoso. No demostrar enojo, ansiedad o miedo, al
contrario, tranquilidad, procurando no alterar más la situación.
-El docente debe detallar los movimientos y acciones que se van a
realizar para que no los perciba como amenaza o le generen desconcierto.
- Se debe reducir en lo posible, los estímulos que consideren que pueden
estarle provocando inquietud ansiedad como por ejemplo: luz, ruidos o
cambios.
- Retirar elementos peligrosos que estén al alcance del estudiante:
tijeras, cuchillos cartoneros, piedras, palos, otros.
- Alejar a los estudiantes que se encuentran alrededor para resguardar su
integridad y la del estudiante en crisis.
- Evitar aglomeraciones de personas que observan, sean estos niños/as o
adultos.
- En caso de crisis mayor (ejemplo: golpes o autoagresión), se debe
solicitar el apoyo de inspectoría y convivencia escolar a través de un
estudiante o adulto cercano (funcionario) quien a su vez y previa evaluación
de la situación podrá llamar al adulto responsable para acercase al colegio para
ayudar o asumir rol de contención.
- Alguna de las integrantes del equipo psicosocial se dirigirá a la sala de
clases según afinidad y abordará proceso de contención.
- Una vez que se haya vuelto a la calma, cuando la intensidad vaya
cediendo, se hablará con el estudiante respecto a cómo se siente, con una
persona que represente algún vínculo para él/ella (estudiante tutor o miembro
de equipo psicosocial).
- Conceder un tiempo de descanso cuando la desregulación haya cedido
y se trasladará a un espacio de contención definido y propicio para entregar el
apoyo adecuado (el espacio podrá ser salas de equipo psicosocial, salas de
recursos u otro)
- Se debe dar continuidad a sus actividades al resto de la comunidad
educativa no invadiendo el espacio de intervención.
- Se resguardará por equipo de psicosocial que los compañeros de
cursos no generen comentarios inapropiados y juicios personales por ningún
medio de comunicación.
- Según intensidad y circunstancias del episodio, la dirección del
colegio comunicará a los apoderados del curso involucrado, la información
oficial de lo ocurrido, medidas adoptadas, todo con el resguardo necesario de
no estigmatizar al o los involucrados en el hecho.
- Terminado el episodio de desregulación, se dejará constancia de la
crisis en la bitácora de registro del estudiante TEA por la encargada de
convivencia escolar, señalando el nombre de la persona (docente/asistente)
que lo acompañó.
- Se le informará al adulto responsable de lo ocurrido y se coordinarán
estrategias con especialista externo tratante.
- Se indagará en la situación acontecida, considerando los factores
desencadenantes y remediales a futuro en reunión tripartita de adulto
responsable, profesor jefe y encargada de convivencia escolar.
- El estudiante se reincorporará a la sala en el bloque siguiente, siempre
que se encuentre en las condiciones de responder al contexto.
- Se mantendrá comunicación constante con apoderado/a mientras aun
no llegue al colegio en caso de asistencia.

VIII. MEDIDAS FINALES DE ACOMPAÑAMIENTO:

El Colegio, a través de los profesionales del establecimiento y apoyo de la


familia responsable, generará las condiciones que están a su alcance, para el
acceso, participación, permanencia y progreso de los niños diagnosticados
con TEA.
IX. CIERRE DE PROCESO DE INTERVENCIÓN.
Será de responsabilidad de la Encargada Convivencia Escolar la que, en
conjunto con el profesor jefe del curso del estudiante, levantaran un informe
el cual formalizará el fin de la intervención, previa aprobación de Dirección.
Los antecedentes con que cuente el colegio serán de acceso reservado
quedando bajo el resguardo de la dirección del colegio o de quien determine
dicha unidad.

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