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Dulce Niño Kookv

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CAPÍTULO 1

Dos brillantes cabelleras se encontraban corriendo en la misma dirección con el fin de llegar
a la casa de uno de ellos.

A Jimin le faltaba el aire en sus pulmones, ya que a sus cortos diez años correr una maratón
desde la tienda de helados de la plaza hacia su casa era una tarea un tanto complicada a
pesar de ser un niño energético.

En cambio, Jungkook seguía corriendo como si nada, pero tuvo que parar al darse cuenta
que su amigo estaba unos metros atrás de él.

—¿Qué sucede? apresúrate que ya va a comenzar la serie, Jimin.

Le reclamó el de cabellos azabaches al castaño que reposaba sobre sus rodillas inclinadas
al igual que su cabeza, tratando de recobrar el aire.

—Y-yo... no puedo... más, vete sin mi...

soltaba de a poco, en bocanadas de aire, el azabache volteó los ojos con fastidio

—Eso quisiera pero ¿quién me abrirá la puerta? muévete de una vez, vamos ¡Eres como
una nenita, Jimin!

Empezó a reírse de aquel castaño que ahora lo veía con molestia

—Ha-Ha-ah, qué gracioso eres, dientón.

Ya no era Jungkook el que reía, sino Jimin de la cara que este puso.

—Enano siniestro ¡Camina!- le gritó empezando a correr nuevamente, seguido de Jimin.

Estos dos eran amigos mas no "mejores amigos" Vivían cerca el uno del otro, así que
cuando quisieran podrían irse a visitar, además de que iban juntos a la escuela, tenían la
misma edad y les gustaba casi lo mismo, eran amigos de infancia.

Una vez frente a la puerta de la casa del castaño, este rebuscó en sus bolsillos las llaves.

Buscó y buscó, pero no las encontraba.

—¿Qué? ¿Perdiste las llaves? - le preguntó Jungkook quien estaba cruzado de brazos con
una mueca de burla.

—Shht, cállate y ayúdame a buscarlas... mi mama me va a matar. — dijo mientras


rebuscaba y se toqueteaba en busca de ese pequeño manojo de llaves que consistía en
solo tres llaves ; La de su habitación, la de la puerta principal y la reja que da al patio
trasero.
—Qué raro ¿tú? ¿perdiendo algo?

—¡Aquí están! olvide que las metí en mi suela.- exclamó y empezó a abrir la puerta,
aliviado.

"Qué chico más raro ¿acaso no le dolía la planta del pie?" pensó, pero decidió no preguntar.

Adentrándose al hogar de Jimin, quien se quitó los zapatos y corrió a la cocina.

—¡MUERO DE SED! — gritó desde la cocina, "Dramático" pensó Jungkook, el cual imitó a
Jimin pero con mucha mas calma y fue a sentarse a los sillones frente al televisor.

—¡Jungkook! ¿Jugo o refresco? —preguntó Jimin, asomando solo su pequeña cabeza


desde la cocina.

—¡Refresco! ¿quién toma jugo?—respondió acomodándose en el sillón, buscando el control


remoto.

—Yo quiero jugo de manzana.— Respondió una voz al lado suyo y para Jungkook fue casi
imposible no sobresaltarse al no darse cuenta que el hermanito menor de Jimin -Quien era
un dolor de cabeza- estaba sentado al lado suyo.

"¿Cuando llegó este aquí?" se preguntó y ya la molestia empezaba a invadirlo.

Si bien Jungkook no toleraba a los pequeños mocosos, Taehyung le ganaba a todos.

"Bueno, el pequeño hijo de mi tía es un demonio reencarnado" pensó y bueno, ese niño si
que era un caso perdido.

Pero volviendo a Taehyung, era un niño imparable, saltarín y hablador - hasta por los
codos- y además siempre quería estar presente en todo.

Por ejemplo, cuando querían jugar en el patio de Jimin con sus otros amigos al fútbol este -
aunque no supiera jugar- quería jugar y les estorbaba.

Un dolor de cabeza.

O cuando querían jugar videojuegos este -aunque no supiera ni que jugaban- quería jugar y
chillaba si no lo dejaban.

Con un notable semblante de fastidio y molestia le arrebató el control remoto de las manos
al ver que quería poner Discovery Kids.

—Eh ¿qué haces? vete y no fastidies, niño.— dijo e inmediatamente empezó a colocar el
canal donde pasarían Dragon Ball.
—¡No! ¡No! ¡Estaban dando Peppa Pig! ¡Ponlo! ¡Ahhhh, Jimin! Ven.— Gritó y empezó a
chillar alargando la "e". Jungkook volteó los ojos con evidente molestia.

Jimin llegó a la sala y se encontró la pequeña escena que armó su hermanito menor.

—No molestes, Tae. Ve a tu cuarto, ahí también tienes una televisión.— le dijo acercándose
al pequeño, quien tenia los cruzados en su pecho y un pequeño puchero en sus labios.

Taehyung estaba molesto de que su hermano mayor no le consintiera.

Volteando su cara molesto, se paró y se fue hacia las escaleras en camino a su habitación.

—¡Le diré a mamá! —gritó con esa finita voz y subió las escaleras corriendo.

Jimin soltó una pequeña risa, él sabia que Taehyung no le diría nada a su madre.

Taehyung no era un niño chismoso... como le quería.

Por su parte, Taehyung llegó a su habitación cerrando la puerta con cuidado, se acercó a su
cama y agarró a su peluche de león, quien es su mejor amigo.

Se sentó en su cama y prendió la televisión cual ya estaba en su canal favorito

—Pobre Peppa Pig... ellos no quisieron verte, pero yo sí, así que no te preocupes.-
murmuró a la televisión donde se reproducía la serie infantil.

Él no quería ser un estorbo para sus mayores, pero sí quería pasar tiempo con ellos...
sobre todo con Jungkook Hyung...

El pequeño castaño no sabia por qué pero lo gustaba estar con su hyung, pero al parecer
este no le gustaba estar con él y siempre lo repelía como si fuera un insecto.

Su corazoncito latía más rápido de lo normal al estar con su Hyung favorito -aunque gruñón-
y esa era la emoción de estar con él y de querer jugar con él, mostrarle sus dibujos y de
hablarle de las cosas nuevas que aprendía en el kinder.

Pero eso no pasaba nunca, nunca le dejaban estar con ellos "Eres un niño, vete a hacer
cosas de bebés." recordó lo que uno de los amigos de Jimin le dijo.

-Yo no soy un bebé... ¿verdad, señor león?- dijo mientras abrazaba a su peluche y como si
este le hubiera respondido a su favor, sonrió.
(...)

CAPÍTULO 2

Taehyung; 8 años. Jungkook; 13 años.

Taehyung apenas acababa de llegar de su escuela, hace dos años que había empezado a
asistir a la escuela y le encantaba. Sin duda era uno de sus lugares favoritos.

Era un magnifico lunes; primero, asistió a la escuela y jugaron toda clase de juegos
recreativos e importantes para empezar a estimular su cerebro al pensar en como resolver
pequeños y fáciles acertijos.

Segundo, su querida madre estaba de muy buen humor e hizo pastel.

Y tercero -pero mucho mejor que las anteriores- era que su Hyung Jungkook iría esa tarde a
jugar fútbol, lo que significaba que él podría jugar también junto a ellos y así compartir
tiempo con su Hyung.

No es que con el tiempo Jungkook se haya puesto mas amable con el Pequeño Tae ni
nada, pero el tiempo le mostró a él lo mucho que le gusta pasar tiempo con su lindo Hyung.

Con una linda sonrisa y con un tierno sonrojo en sus pómulos se acercó a su madre,
dándole un pequeño beso en la mejilla le agradeció el pastel y le informó lo delicioso que
estaba.

Se retiro a su habitación bajo la tierna mirada y sonrisa de su madre, quien lo vio subir las
escaleras rumbo a su habitación Llegó a esta y cerró la puerta.

Quitándose todas las prendas de su uniforme empezó a buscar una cómoda ropa para
esperar y así poder jugar con su lindo Hyung.
(...)

Tiempo después de estar arreglado y listo para jugar se topó con que su Hyung y otros
cuatro niños más ya habían llegado.

Cuando bajó las escaleras nadie lo notó, ya que estos estaban demasiado entretenidos con
su videojuego.

Él solo se quedó a un lado de la escalera viéndolos jugar y deseando también estar ahí, ser
incluido.

Pero Tae no era un niño pesimista, al menos agradecía la linda vista de ver a su Hyung reír
y pasarla bien.

Unos treinta minutos después de cansarse de jugar los mayores decidieron ir al patio
trasero de su amigo Jimin a jugar fútbol.
Saliendo todos tras Jimin quien fue el de la idea, Taehyung se fue acercando poco a poco.

Solo escuchaba las risas de sus mayores en el patio.

Quiso salir, y así lo hizo.

Tímidamente asomó su pequeña cabeza y examinó el lugar.

Sonrío y entró de un salto.

—¡Hola, Hyungs!— gritó y a ninguno le disgusto mucho, unos cuatro niños estaban ahí -
eran de la edad de su hermano Jimin, por lo que calculaba- y su hermano jimin, junto a su
lindo Hyung.

—Hola, TaeTae ¿cómo te fue?—le preguntó su hermano mayor acercándose a él


alborotándole el cabello.

Taehyung rió bajo el toque de su hermano.

—Me fue bien, fue divertido. Oye hermanito ¿qué hacen? —preguntó con inocencia,
volteando su cabeza como cachorrito.

—Estamos jugando Fútbol Tae. —le informó su hermano, acercándose a quitarle el balón a
un chico.

—¡ah! ¿Puedo jugar? —Dijo colocando su mejor sonrisa, tan característica de él, su
hermano se conmovió

—Quisiéramos Tae, pero es un juego rudo, de mayores... tú eres un pequeño niñito


delicado ¿sí? no quiero que te lastimes.—dijo acercándose nuevamente al menor, pero este
sintió una pequeña llama de ira crecer en su pequeño pecho.
Pasó todo el día emocionado por jugar con sus Hyung's - en especial Jungkook- y ahora
¿no podía? ¿Por qué? era tan injusto para el menor.

Un pequeño puchero se instaló en su labio inferior, se supone que él debe entender y él no


era un niño consentido o malcriado, pero de verdad que le rompían una ilusión.

—No puedes estar en todo lo que hagamos, niño. Primero crece y luego vienes. —le dijo
Jungkook quien a sus trece años no aprendía a dejar de ser tan antipático.

Él pequeño tenia ganas de llorar, solo asintió y se dio la vuelta rumbo a su habitación.

—No, no sean tan duros con un pequeño niño como él. — dijo Hoseok, quien era amante
de los niños.

Se acercó al pequeño, quien tenia los ojitos cristalinos.

—Hola pequeño, Yo me llamo Hoseok ¿Quieres jugar conmigo a algo? —le dijo
arrodillándose ante el niño de ocho años.

Este lo examinó de arriba hacia abajo, era tan brillante y tenia un linda sonrisa.

Le dio vergüenza hablar, solo asintió bajando su cabeza con un dedito en su boca.

Hoseok rió y lo cargó.

—¿Quieres jugar en la consola o con el balón?— le dio opciones al pequeño.

Este de verdad que no le iban lo deportes ni nada rustico, así que votó por la primera
opción.

Le sonrió al mayor

—Videojuegos.— Soltó en un pequeño murmuro, este era un poco penoso al principio, pero
luego no había quien lo detuviera.

—¡Videojuegos! excelente.— gritó haciendo reír al pequeño y se adentró con Tae en brazos
hacia el sillón.

Jimin y Jungkook se quedaron viendo la escena, ambos no habían dicho nada.

Jimin sintió un poco de celos, nadie trataba así a su pequeño Tae... solo él.

Y Jungkook soltó un pequeño suspiro, era un poco decepcionante, ya que era un poco
entretenido ver al pequeño "mocoso" insistirles.

—Por fin, ya no nos fastidiará. —dijo Jungkook, restandole importancia queriendo dar a
entender que no le importaba, pero la verdad si un poco, Jimin lo vio mal.
—Como sea, juguemos.—Soltó e inmediatamente empezaron a jugar dos horas seguidas
de fútbol junto a sus otros dos amigos.

(...)

—Yah, estoy tan cansado... iré por agua, luego deberían irse, ya esta empezando a
oscurecer.—Comentó Jimin, entrando por la puerta que da al patio trasero encontrándose
con una escena.

Su hermanito riendo mientras le hablaba alegremente a Hoseok, quien estaba de igual


manera moviéndose exageradamente cada que saltaba o mataba un enemigo en... Mario
Bros.

Sonrió al ver a su hermanito así, él solo tenia amigos en su escuela ya que cuando llegaba
a casa no tenia a mas nadie, si tenían a su madre quien les consentía con comida deliciosa
y ayudaba al menor de sus hijos con la tarea y por otro lado estaba su padre quien hablaba
con ellos y les consentía en viajes familiares, mesadas - más que todo a Jimin- y juguetes -
más que todo a Taehyung.- así que estaba feliz de que Hoseok fuera tan amigable con su
hermano, como un amigo.

—Hola ¿se están divirtiendo? —dijo acercándose al par, quienes voltearon al mismo tiempo
viendo a Jimin, Taehyung agrandó una sonrisa.

—¡Hermanito! ¡Mira, estoy ganando!—gritó señalandole la pantalla, Jimin solo rió


acariciándole la cabeza.

—Tristemente Hoseok tiene que irse, es tarde, Tae.— informó, Hoseok solo hizo una mueca
al darse cuenta de qué hora era.

—Ouh... Bueno, no importa ¿vendrá mañana, Hoseokie Hyung?— dijo y luego sonrió,
volteando ver a Hoseok, este sonrió dulcemente y asintió.

—Por supuesto, pero te advierto que mañana ganaré yo.— Comentó parándose del sillón,
Taehyung lo imitó, levantando sus brazos al aire.

—¡Muy bien, Hyung! nos vemos mañana ¡cuídese! —le dijo alegremente moviendo sus
manos en forma de saludo y luego subió las escaleras riendo, feliz.

Hoseok y Jimin lo vieron sonriendo y luego de eso, Jimin les ofreció un poco de agua,
comentaron un poco sobre las clases y cada quien se fue a su hogar.
De camino a su casa, Jungkook pensó en que luego de Taehyung se despidiera de Hoseok
este ni siquiera volteó a verlo, a decirle algo al menos.

"Qué mas da." dijo, tratando de convencerse de que eso no le importa " ni siquiera se qué
hago pensando en ese niño." dijo llegando al gran portón de su casa.

-Hoy es el cumpleaños de Jiminnie, ¡qué hermoso! Ojala cumpla muchos años mas lleno
de felicidad, éxito y salud.

CAPÍTULO 3

Jungkook; 15 años. Taehyung; 10 años.

Ya hace unos tres meses atrás los padres de Jungkook le habían informado acerca de la
decisión que tomaron, de aquella drástica información.

Él llegó a pensar que fue injusto, no tomaron en cuenta su decisión y al ser un poco cabeza
dura no veía que era por obligación.

Un Savage Flashback ha aparecido.

Jungkook llegó tranquilamente de un día duro de clases, estar en el cuarto año de


secundaria era un poco difícil y más por los ajustados horarios.

Abrió la puerta de su casa, se adentró cerrando la puerta a sus espaldas y quitando sus
zapatos dejándolos a un lado.

—Oh, cariño has llegado ¿cómo te fue? — le preguntó su madre acercándose a él para
darle un abrazo y Jungkook solo se dejó abrazar.
—Bien, es un poco agotador.- le dijo cuando la azabache se alejó de él.

Ella le sonrió con dulzura, mientras le guiaba a la cocina.

Su padre se encontraba en el gran mesón de la cocina con comida ya servida delante de él,
esperando a su esposa e hijo para comer en conjunto.

—Jungkook, hola hijo ¿qué tal el día?—le dijo dándole una palmada en la espalda cuando
este se sentó a su lado, Jungkook hace un atisbo de sonrisa.

—Estoy muerto de hambre y sueño, papá...— le dramatizó, haciendo reír a los mayores.

Luego de la cena que pasó entre charlas terminara, los padres de Jungkook decidieron
esperar a que este se bañara para luego decirle.

—Cuando termines, baja, por favor... tenemos que hablar.—le dijo su padre, el joven
azabache solo asintió y subió las escaleras con una gran incógnita en su mente ¿qué hizo?
por lo que él recordaba no había hecho nada malo y sus notas eran buenas ¿acaso rompió
algo? tampoco, no en estos días... entonces ¿qué era?

con un poco de nerviosismo se bañó, y mientras se secaba colocándose su pijama "No


parecía molesto..."pensó y eso lo relajaba un poco.

luego de terminar, bajó las escaleras un poco rápido para llegar a sus padres, los encontró
en la sala viendo las noticias.

—Ya estoy aquí...—dijo haciendo a sus padres voltearan hacia él, sonriendole con ternura,
le señalaron el asiento individual.

Mientras Jungkook tomaba asiento su padre apagó la televisión.

—Oigan... ¿todo está bien? es decir, yo no he hecho nada malo—soltó nervioso hacia los
mayores, estos se vieron entre sí y rieron.

—No hiciste nada, Jungkookie.— le calmó su madre, Jungkook pudo respirar con
tranquilidad.

—Bien... entonces ¿qué es?—preguntó al ver a su padre tratando de decir algo, pero no lo
soltaba de una vez, haciéndolo desesperar un poco.

—Jungkook, nos vamos de Busan.— soltó su padre de una vez, haciendo que Jungkook
perdiera los colores de su cara, quedando pálido.

"¿Qué?" repetía y repetía su mente sin poder procesar muy bien lo que le dijeron ¿acaso
oyó mal?

—¿Qué?—soltó luego de solo pensar escasos segundos.


La madre de Jungkook se apresuró a informarle más.

—Verás hijo, a tu padre le ha salido un nuevo contrato con su empresa pero esta vez en
Japón, así que lo pensamos en frío, analizamos las opciones; los pro y los contra, y vimos
que era una opción factible, quiero que sepas que buscamos el bienestar de la familia,
buscamos tu bienestar, así que... vamos a mudarnos en tres meses. —le dijo su madre con
el tono mas sutil y cálido

Jungkook solo quedó en silencio, no dijo nada, no comentó y ni siquiera dijo si le parecía o
no, si quería o no, o si estaba de acuerdo o no, solo silencio.

Ahora eran los padres de Jungkook los nerviosos al ver que su único hijo no les respondía.

Jungkook trataba de asimilar todo lo que acababa de escuchar.

—Voy a ir a mi cuarto.—dijo el joven, levantándose y dirigiéndose a las escaleras.

Tal vez fue muy precipitado, tal vez debieron preguntarle y hacerlo parte de la decisión, no
solo hacerlo adaptarse a ella.

Y con aquel sentimiento de culpa, los padres de Jungkook decidieron dejarlo asimilarlo y
quizá pensarlo como una buena opción.

El Savage Flashback ha desaparecido.

Ya le había comentado a sus amigos y a Jimin, estos no lo tomaron de la mejor manera


pero al final y cabo no podrían hacer nada, además de que Jungkook no ponía resistencia.

Jungkook ya estaba resignado a que debía hacer eso, debía comportarse como alguien de
su edad y ser maduro.

Esa misma tarde se encontraba sacando sus pesadas maletas de su cuarto.

Antes de salir volteó a contemplar su ahora vieja habitación vacía, la extrañaría.

Todos los recuerdos que vivió ahí le golpearon, pero no lloró.

Solo bajó la cabeza y cerró la puerta.

Jaló sus maletas, recorriendo su ahora viejo pasillo, recordando la primera vez que entró
corriendo hacia su habitación exigiendo que fuese suya ya que tenia balcón.

Su corazón se iba arrugando con cada paso que daba, pero no lloraría ya que él ahora es
un "hombre"

Llegó al inicio de las escaleras, dándose la vuelta a dar una última mirada al piso de arriba.
Bajó las escaleras, tuviendo que subir por sus otras maletas que aún estaban en la parte
superior.

Su madre entraba y salía, llevando aún unas cuantas cosas que quedaron en la casa, como
algún cuadro o fotografía, no estaban haciendo la mudanza completa ya que su padre había
mandado a llevar los muebles que su madre ordenó, no todos ya que comprarían nuevos.

—Jungkook, lleva tus maletas al auto, cielo.

Asintió y siguió hasta la salida, volteó y observó por última vez su ahora viejo hogar.

Siguió su camino hacia el maletero de la camioneta de su padre, las dejo ahí y cerró.

Dándose la vuelta vio a Jimin y su amigo Hoseok venir, cuando los vio su corazón se arrugó
al pensar "Nunca más los veré..."

Abrió sus brazos recibiendo un abrazo grupal de sus dos mejores amigos.

—Los extrañaré.— soltó al abrazarlos un poco más fuerte, y escuchó un sollozo.

—¿estas llorando, J-hope?- le dijo Jungkook a su amigo, quien solo se alejó con las manos
en la cara.

—¡No llores, por Dios! me harás llorar a mi—soltó JiMin a Hoseok, volvió su vista a
Jungkook y le sonrió.

—Este no es un adiós, Jungkook, es un hasta luego ¿bien? no cambies tu número, si lo


haces guarda mi teléfono y me escribes, no perdamos contacto.
— le dijo tratando mas de converse a sí mismo que al azabache.

Sonrió un poco mientras asentía.

—Esto es tan extraño y triste a la vez, por favor, no nos cambies.— le dijo Hoseok
acercándose nuevamente a Jungkook, haciéndolo reír.

—No te preocupes.—dijo recibiendo a su amigo, pero la voz de sus padres llamándolo lo


hicieron separarse.

—Cariño, ya nos vamos.—dijo su madre, triste al ver esa escena.

Jungkook la observó, asintió y volvió a ver a sus amigos por última vez, en mucho tiempo.

—Hasta pronto. —les dijo y se fue al asiento trasero del auto de su padre.

El auto se encendió y empezó a andar lejos de su viejo vecindario.

"Adiós Casa, Adiós Jimin, hoseok...taehyung. Adiós Busan"


(...)

Ya hace una semana su hermano Jimin le había comentando a Taehyung que Jungkook se
iba a Japón, hecho que sorprendió al castaño rompiéndole el corazón.

Su querido Hyung se iba, y jamás lo volvería a ver.

Él había querido pasar más tiempo con el azabache pero simplemente no podía ya que este
no volvió a ir a su casa, su hermano decía que estaba muy ocupado con la mudanza y que
no creía que volviera a visitarlos, hecho que acortaba a Taehyung grandemente ya que aún
era un niño e iba de su casa a la escuela, volvía relativamente tarde y no podía ir a visitar a
Jungkook, y tampoco creía que este quisiera verlo y mucho menos pasar tiempo con él ya
que estaba muy ocupado, y él entendía, entendía a la perfección.

Pero su corazón no. Debido a eso, escribió una carta, una carta que decía todo lo que
sentía desde su corazón y lo mucho que lo admiraba, extrañaría y quería.

—¡Mama! llegue. — gritó entrando a su casa, colgando su bufanda, quitándose su abrigo y


despejándose de su mochila y zapatos.

—Bebé, Hola ¿qué tal tu día? —le dijo a su hijo, acercándose para besarle la frente.

—Bien mami... una pregunta ¿y Jimin?- preguntó extrañado ya que Hoseok y este habían
salido corriendo en la salida.

—Fue a despedir a Jungkook, bebé.- le respondió, yéndose nuevamente a la cocina a


terminar la cena.

"¿¡Despedir!? ¿hoy se iba?" gritó aterrado su interior.

—¿Hoy? Jimin jamás me dijo cuando se iba ¡Ya vengo, madre! —gritó, yendo nuevamente
a la entrada rebuscando algo en su mochila, colocándose sus zapatos.

—Cuídate mucho, vas y vienes, con cuidado.— le dijo y el castaño asintió a medias,
saliendo corriendo.

El sol del atardecer se veía tan lindo, quería contemplarlo pero no podía ya que no podría
ver a Jungkook por última vez.

Corrió y corrió llegando a casa del azabache que vivía a unas dos cuadras, encontrándose
a su hermano y su Hyung Hoseok.

—¡HYUNGS! ¿y Jungkook Hyung? Jimin vio a su pequeño hermano llegar corriendo con
una carta en la mano, le partió el corazón.

—Ya... ya se fue Tae, lo siento.- le dijo acercándose a este que soltó el llanto cuando oyó lo
que temía.
—No te preocupes, Taehyunnie, él llamará y nos contará su aventura por allá... no llores.—
dijo Hoseok tratando de consolar a Taehyung, al cual le tenia mucho cariño y le dolía verlo
llorar así, nunca lo había visto llorar.

Taehyung sentía como se le iban las fuerzas, su pecho dolía y sus lagrimas pintaban su
rostro, bañando aquellas sonrojadas mejillas de rabia.

Arrugó la carta en sus manos mientras se dejaba abrazar por sus Hyungs.

"Adiós Jungkook..." pensó dejando caer aquella carta de sus manos y dejando que el llanto
saliera aún más fuerte.

(...)

CAPÍTULO 4

Jungkook; 21 años Taehyung; 16 años

Han pasado tantas cosas desde que Jungkook se fue de Busan.

Cuando llegó, solo tuvo que estudiar un año de secundaria y luego ir a la universidad
administración de empresa, o licenciatura en finanzas donde rápidamente consiguió empleo
con su padre, trabajó en aquella empresa tan lujosa que tenia un gran sueldo pudiendo
sustentar todos sus gastos y darse lujos, ahorrando en su cuenta bancaria.

¿Qué hacía exactamente? pues el profesional en Administración de Empresas se dedica al


diseño, planeación, organización, dirección y control de todos los recursos que incluían para
la organización como tal de la empresa, la ejecución, de los planes y proyectos la
administración, de reorientación y reingeniería que le habían puesto a cargo, lo admitía, era
un trabajo duro pero le encantaba, ademas del sueldo.

Cabe destacar que por el momento su vida amorosa era nula, admitía que había tenido
alguna que otra cita, pero nada más que eso, aunque no era virgen no estaba
comprometido a nadie.

Sus padres estaban bien, llevando su vida con salud y amor. Vivían ambos juntos en una
gran casa a la cual podría ir si quisiera, pero él se había comprado un departamento lujoso
y demasiado grande para él solo, pero estaba bien.
Y con respecto a sus viejos amigos Jimin y Hoseok, tenia ya seis años que no los veía,
desde aquella tarde a sus quince años, si hablaban por Skype, kakaotalk y más redes, pero
no era igual, además de que desde un año para acá los mensajes eran menos constantes
de parte de los tres, él sabia que era por los trabajos, posgrados y demás cosas que cada
quien hacia, dejándolos casi sin tiempo.

Admitía que estaba agotado, estaba cansado de trabajar tanto -no planeaba renunciar y no
odiaba su trabajo- pero estaba empezando a reconsiderar unas vacaciones.

(...)

Era de tarde, casi de noche y Jungkook se encontraba en ropa ligera en su cómodo sillón
viendo su serie nueva en Netflix, pero la llegada de un mensaje le hizo soltar sus palomitas
para leer aquel inesperado mensaje.

Cuando lo abrió se llevó la gran sorpresa que era Jimin.

Jimin En línea

¡Amigo! ¿cómo estas? tiempo sin saber de ti ¿sigues vivo?

7:05 P.m

Vio el mensaje y sonrió volteando los ojos con fastidio.

Sí, sigo vivo ¿están vivos Hoseok y tú? me abandonan, no responden.

7:06 P.m

¿Qué dices? tú nos dejas en visto, Jungkook.

7:06 P.m

Pero eso no importa, vengo a saber de tu existencia ¿todo bien?

7:07 P.m

Todo excelentemente bien, ando agotado por el trabajo, pero no me quejo.

7:07 P.m

Me alegra saber eso. Oye, sabes que Hoseok y yo andábamos hablando de que hace siglos
que no nos vemos, así que se nos ocurrió una brillante idea ¿aceptas?

7:09 p.m
Dime primero qué es, no aceptare si no sé

7:10 P.m

Aceptarás. Observa con atención, sabemos que todos estamos ocupados por el trabajo,
pero ya es verano y Hoseok y yo tenemos vacaciones ¿qué tal si pides unas vacaciones y
vienes con nosotros a un viaje de carretera por Busan hasta Gimhae?

7:12 P.m

jungkook lo pensó un poco, aceptó que no le vendría mal y además él ya estaba pensando
en unas merecidas vacaciones, no tendría que pasarla solo en su departamento, era una
buena idea.

Cuenten conmigo, iré en una semana.

7:16 P.m

¡Lo sabía! te estaremos esperando, Ratata.

7:17 P.m

Jungkook rió al ver el sobrenombre, pero como venganza lo dejó en visto, cosa que
molestaba a Jimin.

(...)

CAPÍTULO 5

Taehyung ; 16 años. Jungkook ; 21 años

Taehyung se encontraba saliendo de su institución, era ese su último día ahí ya que por fin
empezarían las vacaciones de verano.

Taehyung iba riendo mientras caminaba a la par de su mejor amigo Minho hacia la salida,
iban hablando de los planes que tenían.
—Mi hermano quiere hacer un viaje en carro hasta Gimhae, de verdad no sé si quiero ir,
serán horas en vehículo y estaré solo en esa camioneta mientras él va de amores con
Yoongi—dijo mencionando a su cuñado, de verdad le tenia un gran cariño a Yoongi, ya que
este al aún tener esa actitud de "arrogante" con él se portaba muy bien, claro que era para
ganar puntos con su cuñado, pero aún así era muy bueno con él, además de que consentía
y amaba mucho a su querido hermano Jimin, eso le alegraba mucho.

Pero aún así de que estos dos sean unos amores con él, no quería verlos besuquearse todo
su camino, era un tanto fastidioso.

—¿Por qué no te vienes conmigo? mi padre quiere ir a la casa del campo, podremos ir y ver
a Harchie —dijo el moreno, cruzando los pasillos hasta llegar a la salida mencionando a su
caballo cual estaba en aquella dichosa casa de campo.

—Le preguntaré a ver que me dice, sabes que él es que me manda.— le dijo haciendo una
mueca deseando querer ir y ver a ese lindo caballo.

—¡OPPA!—se oyó un grito a sus espaldas, un poco desconcertados voltearon.

Pero resultó ser el club de enamoradas de Taehyung.

—Oppa ¿se iría sin despedirse? —habló una chica, parándose al lado de Taehyung.

—Oppa, le compré unos regalos, acéptelos, por favor.— le dijo otra chica, colocándose a
su otro lado.

Las otras seis chicas le rodeaban de frente, todas con rosas, peluches, cartas y dulces entre
sus brazos esperando para entregarcelos a su Oppa.

Taehyung era un chico encantador, era tan hermoso para ojos de cualquiera, tanto que
tenia su propio "Fanclub" quienes le halagaban, ayudaban y regalaban cada día.

Taehyung las trataba con mucho cariño ya que le conmovía y emocionaba que tantas
chicas fueran sus fans solo por su apariencia y actitud. Taehyung soltó una tierna risa
derritiendo a las chicas.

—Muchas gracias, son ustedes muy lindas. Las extrañaré, por favor, coman bien y cuiden
bien de ustedes mismas.—Les dijo a las jóvenes, estas rieron nerviosas y asintieron, se
acercaron de una en una entregándole las cosas.

Taehyung tuvo que guardar diez cartas y unos cuantos peluches en su mochila la cual casi
no cerraba, cargar unos cuantos ramos de rosas, mas los globos, otros peluches y los
dulces en las bolsas de regalos.

antes de con mucha dificultad cargar todo eso, las abrazó de una a una agradeciéndoles su
cariño, luego se fue junto a su amigo Minho quien veía un poco de gracia la situación,
esperando que se calmara para ayudar a su castaño amigo a cargar unas cuantas cosas.
—Vaya, señor famosito, si que te dieron muchas cosas.

—Sí, la verdad no sé por qué, pero son tan tiernas ¿verdad? Luego de hablar un poco más
del tema cambiaron a otros mas comunes, sobre las vacaciones mientras caminaban a sus
casas.

—Gracias por ayudarme, Minho, estaremos en contacto para ver si quedamos ¿sí?- dijo
Taehyung, llegando a portón de su conjunto residencial.

—Claro que sí, y no hay problema, hasta luego Mr.Famoso ¡Pásala genial!— le gritó
yéndose sacudiendo su mano en forma despedida, Taehyung lo imitó con una sonrisa y
luego se adentró.

(...)

—¡Ya llegue!

—Tae... ¿y todo esto? —dijo YoonGi saliendo de la cocina a recibirlo, pero se encontró con
el joven castaño abarrotado de regalos, inmediatamente se acercó a ayudarlo.

—¿Llegó Taetae? ¡Oh! ¿y todo esto?— pregunto acercándose Jimin igualmente, quitandole
peso a Taehyung.

—Uhm, bueno fueron las lindas chicas de mi escuela, ellas son muy atentas.— dijo
sonriendo, luego procedió a tomar asiento en mueble "que cómodo es..." pensó encantado
acurrucándose en él.

—Vaya...eres popular.—soltó YoonGi, observando el interior de los regalos.

—No me sorprende que seas popular, eres un chico demasiado hermoso, hermanito pero
¿un club de fans? Wow. —dijo JiMin, sentándose al lado de su hermano quien se quejó al
sentir el peso de su hermano mayor.

—Sí, bueno... —¿Has estado preparándote para nuestro viaje? dentro de una semana
será, iras sí o sí, sin cambios de planes.— cuestionó, pero debido al rostro del lindo
castaño de disgusto, obligó a que este asistiera.

—Supongo que sí...

CAPÍTULO 6
Jungkook ; 21 años de edad. Taehyung; 16 años de edad.

Ya era el dichoso día donde Jungkook iría a reencontrarse con su amigo de infancia, Jimin.

Estaba un poco ansioso, no sabia mucho el por qué, pero tal vez volver a sus amigos lo
tenia así.

Estaba en el aeropuerto, esperando al uber que Jimin mandó por él, según lo llevaría
directo a su departamento así que no se preocupó.

Volteaba a ver a todos lados, en busca de un vehículo que pareciera que anduviera
buscando a alguien.

Un papel asomado en el exterior de una ventana de un vehículo lo hizo saber que ese era
su uber.

se acercó, tocó la ventana y el conductor se apresuró a preguntar.

—¿Jeon Jungkook? —preguntó bajando el cartel, el azabache asintió y esperó que el


conductor bajara del carro y le abriera el maletero.

Efectivamente este lo hizo, pero le dijo que fuera tomando asiento mientras él mismo
guardaba sus pesadas maletas.

Con una corta reverencia agradeció y se introdujo en el vehículo, este era bastante
moderno y cómodo.

"Nada mal, Jimin contrató a un buen uber." pensó, más solo prestó atención al camino
cuando el chofer volvió a subir.

Observó con suma atención todo el paisaje de Seúl, al parecer su amigo consideró que la
gran capital era mejor que Busan.

Las calles eran limpias y muy modernas, todo cuidado y luminoso.

Claro, una que otra basura, pero estaba bien para ser la capital.

Siguiendo con su exploración se vio en la obligación de salir del trance cuando el vehículo
estacionó.

—Aquí es la dirección, déjeme que lo dejaré dentro de la residencia.—comentó el


conductor, el azabache solo asintió viendo como el conductor pedía autorización para pasar
al conjunto residencial.

—Gracias, usted hace muy buen su trabajo, tome su propina.— comentó Jungkook al
bajarse y tener sus maletas en mano, el chofer agradeció la propina y partió a seguir con su
día de trabajo.
"Bien... ¿qué piso dijo Jimin que era...? " pensó y buscó su antigua conversación con él.
Revisó y se aseguró, luego prosiguió a entrar al edificio que este dijo.

Todo era muy hermoso, moderno y limpio, le encantaban las cosas así.

—Disculpe, iré al piso quince... —le comentó a la recepcionista, esta lo miró de arriba a
bajo.

—¿es usted Jeon Jungkook? —preguntó, él asintió y esta comprobó algo.

—Sí, el joven Park nos avisó que vendría, adelante, por allá está el ascensor.

—le indicó, él agradeció con una corta reverencia y emprendió su paso al elevador.

(...)

Llamaron a la puerta, Jimin ya sabia quién era, así que se levantó del sillón y abrió la
puerta sin siquiera preguntar.

Detrás de la puerta se encontraba un chico alto, con cabello azabache muy brillante y una
cara expectante.

Por su parte, Jungkook comprobó el numero de la puerta "se supone que es esta...
bien"pensó, tocó la puerta y poco segundos se escucharon pasos, se abrió la puerta y
visualizó a un chico de cabello grisáceo.
—¿Jimin?—pregunto extrañado "si que cambio bastante"pensó, pero el jalón que este le dio
no le permitió pensar.

—¡Jungkook! cuanto has cambiado, creciste mucho.

—Tú te quedaste enano, por lo que veo.- respondió aceptando el corto abrazo, Jimin se
hizo a un lado dejándolo pasar por completo.

—No me digas, no comenzarás con tu bullying. — le dijo en tono de gracia, estaba tan feliz
de que su amigo volviera.

—¿Llegó?—preguntó un chico saliendo de la cocina, este era bajo -igual que Jimin- y su
cabello era negro brillante.

— ¡Sí! Jungkook, él es YoonGi, mi novio. Amor, él es Jungkook, mi amigo del que te conté.

—Espero que le hayas contado cosas buenas.— dijo Jeon, YoonGi soltó una pequeña risa.

—No te preocupes, un gusto Jungkook, bienvenido a Seúl. —dijo YoonGi, dándole la mano
como saludo, Jungkook la aceptó de inmediato.
—Gracias, igualmente.— dijo con una sonrisa.

— Oye ¿Y Hoseok? —Oh, trabajo, ya sabes. Él quería venir a recibirte pero se le hizo
imposible, de igual él vendrá más tarde, quizá salgamos a tomar algo o pidamos algo para
comer todos.—Dijo Jimin, acercándose a YoonGi.

—Comprendo, estaría bien. —comentó, luego Jimin los instaló en la sala, era muy bonita
con una vista espectacular desde el ventanal de ahí.

—Has cambiado, Jungkook, te recuerdo más dientón.—Comentó Jimin, causando la risa de


los tres.

—Tú también, pero al parecer tu estatura no se enteró ¿no?- contraatacó, en risas.

—Así que te mudaste al gran Seúl... —comento, Jimin sonrió y volteó a ver a YoonGi.

—Nos mudamos, ya sabes, aquí hay más oportunidades de trabajo y es más grande, amo
Busan pero no podía quedarme ahí toda la vida, nosotros vamos en Verano a pasar un
tiempo allá, además aquí hay más secundarias y universidades para Taehyunnie.—
comento el peligris, Jungkook se sorprendió al recordar al pequeño hermano de Jimin.

—Ah, tu hermano ¿cómo está?— dijo interesado, tenia tiempo que no recordaba ese
nombre.

—Bien, ya es un hombrecito, está tan lindo ¡Tiene su propio club de Fans! ha cambiado
mucho. — Comentó Jimin, y los dos otros chicos pudieron notar el orgullo y amor que tenia
la voz de Jimin al hablar de Taehyung.

—Es un hombre, Jimin, no le digas "hombrecito"—dijo YoonGi, Jimin rió hundiendo su nariz
en la pálida mejilla del otro.

Jungkook solo pudo recordar a aquel enano niño que era un poco fastidioso.

Sonrió al recordar esos días.

—¿Y a ti cómo te va? —preguntó Jimin, Jungkook suspiró y se recostó del respaldar del
mueble.

—Me va bien, tengo trabajo fijo y gano bien, no me quejo. Pero si es cansado, necesitaba
unas vacaciones...

—Yo tuve que obligar a YoonGi a tomar sus vacaciones, es igual de cabeza dura que tú.-
Dijo Jimin, el azabache a su lado volteó los ojos.

—Tú insistes mucho, por Dios...


—Yah, Jimin... te dije que despertaras a las nueve... — comentó un chico joven que tenia la
voz un poco gruesa para su edad, además apenas se levantaba, así que se escuchaba
mucha más gruesa de lo normal.

Jungkook se impactó un poco al ver lo lindo y delicado que se veía.

Se restregaba sus ojos, pero los abrió al ver que no le respondieron.

—TaeTae, mira, Llegó Jungkook ¿te acuerdas?—preguntó Jimin a su hermano, Jungkook


seguía en silencio observando al joven, de verdad que era hermoso.

Tenia un cabello castaño lacio, una cara angelical y se veía hermoso en aquel pijama.

"¿Qué mierda estoy pensando? es un chico, además es el hermano de Jimin" pensó, pero
seguía en trance por el hermanito menor de su amigo.

Taehyung analizaba la situación, se acordaba un poco de aquel chico que vaya que es
apuesto, alto y tez blanca, lindo cabello brillante y unos labios rojizos, sus ojos se
mantenían sobre él poniéndolo nervioso.

Sí, empezaba a recordar.

—Ah...Hyung, un gusto verlo...—balbuceó apenas, el azabache seguía escaneándolo,


detallaba todo acerca del castaño.

Él recordaba que Jimin le comentó que vendría un tal Jungkook, pero no prestó mucha
atención a su comentario.

"¿Por qué no me acordé? mírame, parezco un zombie..." pensó empezando a sentir pena,
sus mejillas se tiñeron de un sutil color carmesí.

—Un gusto volverte a ver, Taehyung.— soltó por fin, el castaño hizo una reverencia.

—Buenos días, Hyungs, ahora vengo.— dicho eso, Taehyung se volteó,yéndose de prisa a
su habitación.

—Buenos días, Tae, apresúrate a venir a desayunar —comentó YoonGi, quien cuidaba
mucho del menor.

cuando llegó a su habitación, cerró la puerta y se tocó las mejillas que estaban un poco
calientes.

su corazón latía un poco de prisa, la vergüenza quizá.

Se apresuró a alistarse, tenia un cierto interés de verse lindo aquel día, pero descartó
cualquier pensamiento.
(...)

CAPÍTULO 7

(...)

Taehyung volvió de su habitación como un muñeco, era tan hermoso que parecía irreal,
con su cara un poco sonrojada se dirigió hasta la sala, pero se encontró solo con Jungkook.

su cara ahora era completamente roja, pero tuvo que preguntar.

—Disculpe, Hyung ¿y Jiminnie y YoonGi? —preguntó, este lo observó y le soltó una


pequeña sonrisa de lado "Tan atractivo..." pensó derritiéndose, fuerza Taehyung, fuerza.

—Fueron a comprar comida ya hecha, no te preocupes, ya vienen.— Le respondió,


Taehyung solo asintió como loco y huyó a la cocina.

Cuando llegó a su refugio colocó su mano en su pecho, trató de echarse aire castamente
con su mano mientras buscaba un vaso para beber un poco de jugo natural.

—Oye, disculpa Taehyung...—dijo Jungkook asomándose por la puerta, asustando al


aludido quien soltó el vaso vació de vidrio al suelo, este salto una y otra vez, pero no se
partió.

Es como una de esas veces que observas como tu vida rebota en torno a un vaso, gracias a
Dios este no se quebró.

Con una mano en su pecho volteó a ver a Jungkook, estaba en un pequeño trance.

Jungkook solo observó la escena que transcurrió en segundos, la verdad fue cómico.

—¿Estás bien?— le preguntó acercándose a él.

Taehyung quiso hablar, pero solo un estúpido balbuceo escapó de sus labios mientras
retrocedía alejándose de Jungkook.

¿Acaso quiere matarlo? si se acercaba un poco más su rostro explotaría.


Jungkook observó con una sonrisa tierna a Taehyung, de cerca este tenia una piel tan
suave que le provocaba morder, unos labios tan rosados que parecían pintados y sus
mejillas sonrojadas.

¿De dónde salieron aquellos impulsos? Quedó embelesado observándolo mientras


Taehyung estaba en el mismo trance, observando a Jungkook desde cerca, sus labios... sus
ojos, su cabello.

—Y-yo... si, estoy b-bien —tartamudeo bajando su cabeza.

Jungkook solo quería ver mucho mas de cerca aquel rostro, probar esos labios para ver si
sabían tan bien como se veían.

Si bien a Jungkook le gustaba catalogarse como un galán, amaba coquetear y ver cómo se
sonrojaban por sus elogios, en especial tenia mucha curiosidad al ver cómo se verían sus
mejillas rojas a causa de él.

—Taehyung... eres un niño muy lindo... ¿lo sabes?— le susurró acercándose a él,
lentamente hasta que este quedara acorralado entre el cuerpo de Jungkook y la encimera
de la cocina.

Realmente Jungkook no pensaba lo que hacia, no debía acercarse tanto, pero vería hasta
dónde llegaría.

Figurativamente Taehyung sintió que moría ¿era acaso eso real? ¿Jungkook le había dicho
eso? , su corazón latía a millón mientras el solo podía abrir y cerrar la boca, tratando de
formular algo coherente.

—G-gracias, Hyung...—murmuró bajando su vista a los labios del azabache, este se acercó
y bajó sus manos a la cintura de Taehyung, se fascinó al sentir lo delineada y pequeña que
esta era, aferró sus manos ahí y acercó lentamente su rostro con camino a sus labios...

Su vista veía los ojos tan hermosos que el castaño tenia y alternaba su vista hacia los
apetitosos labios que este poseía, no sabia cual era mejor.

Mientras Taehyung temblaba bajo el toque y se derretía bajo la cercanía observaba con
ansias los labios de Jungkook a la espera de poder tocarlos.

Aquellos impulsos que parecían estar ya instalados en sus pechos hicieron que no
meditaran qué hacían, realmente cuando vuelves a ver a alguien luego de muchos años no
lo besas y ya, pero era una atracción que realmente ninguno había experimentado alguna
vez ¿cómo saber tratarla? ¿controlarla? Estaban tan cerca de besarse cuando...

—¡Llegamos! compramos Pancakes ¿mi TaeTae ya bajó? Tae...—habló en voz alta Jimin
desde la sala, Jungkook se sobre saltó cuando sintió como los brazos de Taehyung le
empujaban, salió del trance mientras Taehyung recobraba la cordura ¿acaso se iban a
besar? y peor ¿por qué carajos Jimin llego en ese preciso momento?
—Aquí estás, Tae ¡Oh! ¿Jungkook? qué bueno que interactúen, vamos a desayunar.- dijo
Jimin acercándose a ambos con una gran sonrisa, tomó a Taehyung del antebrazo y lo jaló
sutilmente hasta la sala, seguidos de Jungkook

—No cenaste anoche pequeño niño, ahora desayunarás el doble.

Jungkook pensaba en que estaban apunto de hacer, más bien ¿qué estaba él apunto de
hacer?

CAPÍTULO 8

Taehyung tenia un gran sonrojo en sus mejillas causado por el calor, según él.

Escuchaba como sus tres hyungs hablaban de cosas de trabajo, estadísticas y cosas que
debían hacer, él realmente no escuchaba nada de lo que decían, solo seguía pensando en
lo que el azabache le dijo.

"Cree que soy lindo..." pensó sin poder negarse la emoción, como un niño. Solo soltó un
suspiro cubriéndose el rostro.

-¿Estás bien, Taetae?- preguntó Jimin al ver a su hermanito suspirar, este subió su rostro
inmediatamente.

-N-no, no te preocupes, Jimin...- dijo y volteó a ver a Jungkook quien lo veía fijamente
poniéndolo nervioso.

-¿No necesitas ayuda...Taehyung?- preguntó este, con esa mirada que ya sabia a lo que
se refería.

-Si, estoy bien.-dijo pero el timbre sonó haciéndolo levantarse, salvado por la campana.

- Yo voy.- dijo y fue yendo hacia la puerta abriéndola sin ver quien era.

-¡Hoseokie Hyung!- gritó al verlo ahí parado con bolsas en sus manos. como pudo Hoseok
abrazó a su dongsaeng favorito.

-¡Taetae! no había podido venir, lo lamento, pero mira ¡te traje dulces!- le dijo con esa
hermosa sonrisa que poseía Hope, como le decía a veces Taehyung.
-No se preocupe, Hyung ¡gracias! pase.-dijo haciéndose a un lado dejándolo pasar, Hoseok
vio como el castaño cerró la puerta y se volteó con una sonrisa, lo abrazó por los hombros y
fueron a la sala.

-¡eh! Hoppie, viniste por fin, mira ¡Jungkook vino!- dijo Jimin levantándose del lado de
Yoongi y señalandole a Jungkook.

Jungkook quería decir algo, levantarse y abrazar a su viejo amigo, pero simplemente su
lado dominante (que al parecer tenia) no lo dejaba ver mas allá del abrazo que tenia Hoseok
con el castaño, Taehyung.

-¡Amigo! ha pasado un tiempo ¡mírate! haz cambiado, para bien claramente.-dijo y


Jungkook se levanto rápidamente, se dejó abrazar por su amigo devolviendole un poco mas
suave el abrazo.

-Lo mismo digo ¿cómo te esta yendo? - habló y luego de ese reencuentro, se instalaron los
cuatro mayores a hablar, pero Jungkook solo podía concentrarse momentáneamente en
Taehyung quien aveces decía algo y sonría con mucho cariño a Hoseok, mas de el que él
quisiera.

"Por dios, cállate Jungkook, concéntrate." pensó, pero era imposible, ver a Taehyung tan
feliz hablando y comiendo sus dulces con sus ojos brillantes, quería besarlo.

Detente, Jungkook... ¿qué te pasa? Cerró sus ojos calmándose, los abrió y centró su vista
en Hoseok, analizándolo.

Su amigo estaba muy cambiado, sin duda los años le acentuaron bien, pero él estaba mejor
para Taehyung, así de egocéntrico era.

Pero aún así, dejando de lado los celos, estaba muy feliz de volver a ver a sus viejos
amigos, los extrañaba, también se alegraba de conocer a la pareja de Jimin, quien era muy
amable y sarcástico al mismo tiempo, y por su puesto, fue una grata sorpresa ver al
hermano menor de Jimin, pero que hermoso se había puesto ese niño que antes era como
un pequeño fastidio, ahora no podía dejar de verlo.

"Cálmate Jungkook, deja de pensar esas cosas." se reprendió mentalmente ¡era un menor
de edad! ¡es el hermanito adorado de Jimin! definitivamente debía calmarse.

Pero, no creía poder hacerlo...


(...)

CAPÍTULO 9

Luego de esa tarde de reencuentros cada quien tenia que irse a sus casas.

Jungkook sentía un poco indecente o incluso incómodo dormir ahí, pero Jimin seguía
insistiendo.

-¡No seas cabeza dura, Jungkook! te invité aquí así que dormirás aquí, no a ningún hotel.-
habló Jimin ya por décima vez tratando de convencer al azabache.

-Yo puedo irme a un hotel, solo serán unas semanas...- dijo pero realmente no sabia cuanto
estaría ahí.

Taehyung no sabia si opinar o algo, la verdad hace mucho que no veía a su hyung y ya
recordaba porque lo quería tanto; le gustaba Jungkook.

No era nuevo, antes si pero ahora sabia que desde muy pequeño sintió una conexión
especial con su Hyung, aún así sabia que eran como polos opuestos.

-Yo opino que deberías quedarte, Jungkook.- Habló YoonGi apoyando a su pareja, es que
es verdad que su Jimin había planeado esta llegada desde hace un mes, pero jamás
pensaron ¿donde dormiría?

-Yo insisto...- dijo Jungkook, Jimin rodó sus ojos con fastidio.

Taehyung se acercó un poco, con cautela a donde sus mayores hablaban.

-Quédese, Hyung...- habló Taehyung bajo, Jungkook volteó a verlo mientras YoonGi le
preguntaba a Jimin ¿donde dormiría Jungkook? Jungkook quisiera decirle que no, que
tendría que irse y se supone que eso haría pero debido a que Taehyung se lo pidió, algo no
lo dejaba decirle que no.

-Me iré por hoy mientras organizan donde ¿está bien?- dijo Jungkook tomando sus
maletas y yendo a la salida.
-¡No! no hace falta, esta noche dormirás con Taehyung, no creo que te incomode ¿Verdad,
Tae?- pregunto Jimin yendo con su pequeño hermano, abrazándolo por los hombros.

Taehyung soltó una sonrisa incomoda y no porque le incomodara compartir su habitación


con el azabache, al contrario pero admitía que estaría muy, muy nervioso.

-N-no hay ningún problema.- Habló Taehyung tartamudeando un poco.

Jungkook suspiró.

-Jimin...- nombró al insistente peligris, este se acercó a él y le quitó las maletas.

-Joder, como pesan.- Habló en voz alta sin darse cuenta

- Nada de peros, calla y obedece.- habló y le pidió a YoonGi que lo ayudara a llevar sus
cosas.

(...)

Era una noche lluviosa, los cuatro mayores hablaban de viejas anécdotas, pero Taehyung
no quien solo oía y veía a Jungkook, no podía hacer otra cosa.

Para su "suerte" empezaron a hablar de cosas paranormales que les hayan ocurrido y él
odiaba eso, ahora no podía salir corriendo a su habitación porque ahora le daba miedo su
habitación.

Tuvo que esperar a que los mayores se rieran de esas historias que para él eran eso;
cuentos de terror.

Él era muy susceptible a ese tipo de cosas que hacían disparar sus sentidos.

Luego de que se cumplieran las doce Hoseok decidió que era hora de irse porque era lo
suficientemente tarde y mañana debía ir al trabajo, lo despidieron en la entrada de la
residencia cuando este partió en su auto con destino a su casa, volvieron a ir al
departamento.

Tiempo después, ya eran las dos de la madrugada y a esa hora es que por fin decidieron
darle un reposo a la pobre alma de Taehyung ofreciendo ir a dormir ya.

Con sueño y miedo se levanto recogiendo algunas latas y envolturas para ayudar a Jimin,
fue a la cocina y tiró la basura, se lavó las manos y fue por algo de tomar.

Frente a la nevera la abrió y dudo "¿Que podría tomar?" pensó cuestionándose pero era
muy tarde para tomar alguna gaseosa o jugo, pero su bebida nocturna favorita era un
chocolate caliente que lo ayude a conciliar el sueño.
Así que buscó una taza y el chocolate, a mediado de la preparación de su taza para
posteriormente calentarla no se dio cuenta de que alguien se adentró a la cocina.

Jungkook observó a Taehyung menear sutilmente sus caderas mientras mezclaba algo en
sus manos, se vio tentado con lo hermoso que es y que se veía.

Tiene un hermoso cabello castaño brillante en el que quiere meter sus manos y acariciar,
una linda piel que le dan ganas de morder, ni hablar de su trasero.

Aclaró su garganta haciendo al contrario sobresaltarse y voltearse a ver quien era con una
mano en su pecho.

Al ver que era la razón de sus pensamientos se sonrojó rápidamente haciendo sonreír a
Jungkook.

-Disculpa si te asuste, pero Jimin me dijo que viniera a preguntarte acerca de lo tu


habitación...-dijo acercándose un poco bajando la voz, habían vecinos que dormían a esa
hora y era normal.

- Pero insisto en irme, si quieres puedo dormir por hoy en el sofá y mañana buscar un
hotel...- le sugirió e inmediatamente Taehyung negó con su cabeza.

-No hay la necesidad, Hyung, yo me siento cómodo con su estadía aquí.- habló
formalmente hacia el azabache, aunque a este no le gustase que lo tutearan no podía
decirle "háblame de tú" porque no había la suficiente confianza; aún.

Sonrió levemente y asintió, acercándose a su lado viendo hacia la mesa.

-¿Para dormir?- preguntó señalando la taza, Taehyung estaba nervioso y no podía moverse
sin sentir que partiría algo.

Taehyung volteó colocando sus manos en la mesa, afincándose de esta y asintió.

- No creo poder dormir hoy...- confesó y volteó a ver a Jungkook quien volteó su cabeza
extrañado.

-¿Por qué dices eso? ¿pasó algo?- preguntó interesado y Taehyung negó, deteniendo sus
preguntas.

-Nada de eso, sino que...- dijo pero se detuvo ¿qué le diría? ¿qué le dieron miedo las
historias que muy cómodamente ellos contaban? no quería parecer un niño asustado.

Jungkook observó como Taehyung dudaba en hablar, claro que estaba atento en el castaño
mientras hablaban y supo que le incomodó el tema paranormal, pero al parecer a YoonGi le
apasionaba y no quiso dejarlo hablando solo.
-No te preocupes, esta noche dormiré contigo - dijo pero inmediatamente agrego
procesando que sonó con doble sentido que el castaño entendió debido a que sus mejillas
lo delataban

- Digo, dormiremos en el mismo cuarto- corrigió pero sonaba incluso peor.

- Lo que quiero decir es que no estarás solo, tú me entiendes...- dijo ya tropezándose con
sus propias palabras ¿estaba nervioso? al parecer...

Taehyung no pudo evitar soltar una risita al ver la actitud del azabache, era lindo que un
chico como él actuara así; nervioso.

-Gracias.- le agradeció, yendo por otra taza.


- ¿quiere una, hyung?- le preguntó con la taza en la mano, Jungkook no pudo evitar no
negarse.

-Claro, gracias.- dijo y mientras el castaño preparaba las bebidas ambos hablaban un poco,
reían y también se informaban un poco sobre ellos.

-En mi opinión si te pareces un poco a un conejo.- dijo Taehyung riendo mientras servia las
bebidas, Jungkook asintió con una sonrisa.

Luego de beber el chocolate y hablar un poco Taehyung guió a Jungkook hacia su


habitación.

Taehyung se volteó a verlo.

-Creo que usted puede dormir en mi cama y yo en un...- dijo pero Jungkook lo detuvo antes
de que digiera más.

-De ninguna manera, tú dormirás en tu cama.- le cortó, pero Taehyung hizo una mueca.

-No dejaré que duerma en el suelo, Hyung.- habló cruzándose de brazos, Jungkook no
pensaba ceder.

-Yo menos... por eso le dije a Jimin que iría a un hotel.- dijo y luego murmuro más para él
mismo.

Taehyung necesitaba buscar una solución; al parecer solo había una.

-Bueno, Hyung... dormiremos en la misma cama, supongo que no habrá nada de malo...-
dijo y Jungkook inmediatamente empezó a mal pensar, sin intenciones.

Aclaró su garganta; ya era tarde y no batallaría mas, aceptaría así deba calmarse luego él
mismo.

Pero claro, ¿como podría estar en la misma cama que él y no salir mínimo con una
erección?
-Está bien, pero si me permites iré a bañarme ¿si?- dijo y inmediatamente Taehyung asintió
y lo asesoró para que pudiera bañarse.

Taehyung ya estaba listo desde hace rato para irse a dormir, solo se colocó su pijama que
era un Short y una camisa, era simple pero lo amaba.

Su cama era grande así que cómodamente podrían dormir dos ahí, así que se acostó a un
lado; en el que usualmente dormía y dejó un espacio vació para que Jungkook viniera.

Cuando Jungkook salió no tenia camisa pero si un pantalón Chandal y una toalla mientras
secaba su cabello.

Taehyung estaba nervioso y volteó cuando escuchó la puerta de su baño ser abierta y
paralizarse al verlo ahí. "Oh por dios." pensó impresionado y... algo en él empezaba a
encenderse.

El cuerpo de Jungkook estaba tan marcado y tenia un perfecto Six Pack que le quedaba
tan bien, sus fuertes brazos y las gotas deslizándose aún por su torso.

-Oh ¿sigues despierto? tardé un poco...- dijo Jungkook al ver como taehyung se removía,
este tuvo que voltear a verlo y sonreír nervioso; cálmate.

-S-si, Hyung... pero muero de sueño.- le confesó cerrando sus ojos para no torturarse mas
de verlo y no poder tocarlo.

-Taehyung ¿no te importa si duermo sin camisa? es que usualmente duermo así...-
preguntó hacia el castaño; este asintió.

"Hasta sin ropa, si quieres" pensó y trato de pararse ¡estaba pensado muchas cosas
pervertidas!

-No se preocupe, Hyung.- dijo tratando de sonar normal, pero para él falló.

Jungkook se acomodó al lado de Taehyung, buscó un cómoda posición para dormir, viendo
hacia Taehyung.

¿cómo dormir con él y no pegarme a su cuerpo? ¿a se redondo trasero?

-Buenas noches, Hyung.- le deseó el castaño.

-Buenas noches, Taehyung...- respondió el azabache con una pequeña sonrisa.

Quería morirse ¡Jungkook lo iba a volver loco! pero al parecer el único loco seria él ¿como
un chico que tan bien dotado y hermoso se fijaría en él?

Hizo una mueca al encontrarse fantaseando como una Fangirl, pero no importaba.
Por otro lado estaba Jungkook quien luchaba internamente por no pegarse a él, Taehyung
es perfecto...

Ambos suspiraron, vaya noche.

CAPÍTULO 10

Jungkook se despertó al sentir como alguien le pegó una patada en la pierna, extrañado se
levantó y examinó donde estaba, no reconocía nada hasta que recordó donde estaba y qué
hacia ahí.

Suspiró restregándose la cara con una mano y se estiró, tiró su vista hacia el otro lado de la
cama y observó lo mejor que pudo haber visto nunca.

Realmente parecía un ángel, contempló la belleza de él mientras respiraba con calma, su


cabello brillaba tenuemente gracias a la luz de la ventana, sus labios que tan apetecibles se
veían para él, quería despertar y encontrarse con esa imagen todos los días.

Pero, recordando la situación sacudió su cabeza, suspiró y se levantó con cuidado sin
querer despertar a Taehyung.

(...)

Luego de hacer su rutina matutina en el baño salió y buscó una camisa.

Mientras se vestía miró a Taehyung quien había cambiado de posición, pero seguía
dormido, no pudo evitar imaginarse una escena explicita con él, donde terminaran ambos
exhaustos.

Trató de calmar sus pensamientos, se dio prisa y terminó de arreglarse, y salió a la sala en
busca de alguien.

Justamente se encontró con YoonGi quien tenia una taza de café en una mano y su celular
en la otra mientras veía a la mesa pensativo.
Se acercó en silencio y observó que aparte de YoonGi y él nadie mas estaba en la sala,
Taehyung dormía y juzgando por la tranquilidad de la sala Jimin también dormía.

-Hey, buenos días ¿como amaneces? -le preguntó a YoonGi sentándose frente a él en el
mesón de la cocina.

YoonGi levantó la vista y sonrió levemente al ver a Jungkook.

-Buenos días, bien... Acabando de hablar con mi madre. ¿Como amaneces tú? -le
respondió dándole otro sorbo al café - ¿Quieres café?- le preguntó y se levantó en busca de
una taza para darle cafeína,

Jungkook asintió viéndolo.

-Dormí bien, se siente bien dormir y no tener y salir a las seis de la mañana al trabajo.- le
dijo mientras se estiraba.

-Totalmente de acuerdo.- concordó YoonGi, luego se acercó al azabache y le tendió una


taza humeante con café recién hecho.

Jungkook lo aceptó con una sonrisa y un "Gracias" luego de eso siguieron hablando entre
ellos, conociéndose más y llegaron a una conclusión internamente de que ambos se
llevarían muy bien.

En un rato más de confianza YoonGi comentó acerca de su conversación con su madre de


hace solo un rato.

-Mi madre llamó...- comentó colocándose su mano en la cara y recostando su brazo en el


mesón.

Juzgando por su actitud, algo le incomodaba.

-¿Y qué pasó? - preguntó viéndolo, YoonGi se quitó la mano de la cara y se enderezó.

-Pues...quiere venir hoy a una cena, olvidé que quiere cenar conmigo y Jimin antes de
hacer un viaje, no recordé que el día era hoy.- le dijo y suspiro, Jungkook asintió viéndolo y
luego a su taza.

-¿Pero cual es el problema? - preguntó extrañado, sin entender mucho.

-El problema, Jungkook, es que mi madre es muy estricta y le gusta todo en orden, viene
hoy y debo acomodar la casa para que vea todo bien y no me dará tiempo de ir y comprar
algunas cosas para la cena.- dijo explicándole a Jungkook, este entendió un poco más el
punto del morocho.

-Si quieres yo puedo ayudarte, por mi no hay problema.- dijo encogiéndose de hombros
disponiéndose, YoonGi lo pensó y le sonrió.
-¿enserio? - dijo Yoongi.

-Si, porqué no.- dijo y YoonGi le empezó a indicar de que manera sería útil su ayuda.

-Pero me gustaría que ella estuviera menos estresada ¿si me entiendes? pero no sé
como...- dijo y pensó en cuales serian las posibilidades de "alegrar" a su madre.

-Eso es fácil, alcohol ¿Qué tal un vino? alguna bebida alcohólica.- propuso como si nada
Jungkook, YoonGi rió levemente.

-Eso fue lo primero que pensé, pero ni de broma ella tomara alcohol y no dejará a mi padre
tomar ni una sola gota teniendo que conducir a casa y levantarse extremadamente
temprano para tomar el vuelo...- dijo YoonGi conociendo de sobremanera a su madre, nada
le extrañaba.

Jungkook lo pensó un poco mas... ¿qué podría ser?

-¿Qué tal algo de fruta? ya sabes, frutas afrodisíacas.- Aportó Jungkook luego de pensarlo,
YoonGi abrió sus ojos, no había pensado en esa opción.

-¿Frutas afrodisíacas? ¿tú crees?- preguntó sabiendo que era una buena opción, pero
estaba un poco dudoso.

-Por supuesto, frutas afrodisíacas que estimulen su...ya sabes, y así te ayudas tú, ayudas a
tu padre a tener una noche...ya sabes y quizá JiMin pueda comer para que tu y él... ya
sabes.- dijo Jungkook, tratando de omitir ciertas partes un poco incomodas que no quería
imaginarse, al menos que fueran con Taehyung.

-Me parece una buena idea, ademas a ella le gustan mucho las frutas... ¿tú conoces cuales
son?- preguntó YoonGi hacia el azabache, claro que sabia sobre las frutas y fragancias
afrodisíacas, pero no sabia a profundidad en si.

-No, bueno sé que la fresa y la patilla son unas, pero buscamos por Google y luego voy a
comprarlas mientras tu arreglas ¿bien?- preguntó tratando de ayudarlo y YoonGi aceptó
convencido, hablaron un rato mas mientras YoonGi preparaba el desayuno, al rato de
despertó JiMin y el de tez pálida le informó lo que él apenas recordó esa mañana.

-¿¡Hoy!? ¿¡por que no me dijiste nada antes!? ¿acaso sabes como es tu linda mamá?-
preguntó Jimin acercándose agresivamente hacia YoonGi tratando de intimidarlo, pero en
realidad era él el intimidado ahí.

-Lo sé, lo sé... se me olvidó, pero tienes tiempo para arreglarte, vendrá en la cena.- dijo
YoonGi tratando de calmar a su amor, pero Jimin solo mordía sus uñas viendo a la nada,
pensando en todo.

-No me molesten en todo el día, necesito tiempo para arreglarme.- dijo yéndose a su
habitación, pero YoonGi lo interrumpió antes de que este no oyera mas.
-Amor ¿qué tanto? solo será una cena y tú eres hermoso, no exageres.- dijo restándole
importancia a la preocupación ajena, Jimin volteó a verlo con ganas de calcinarlo con su
mirada.

-¿Cómo dices? es mi suegra, no puedo estar mal vestido frente a ella, es muy detallista
¿cómo carajos se supone que debo vestirme para una cena en casa?
¿formal? no, es mucho. ¿no muy formal? imposible ¿cómo?- dijo yéndose hablando solo en
voz alta, nadie tuvo que decirle a YoonGi que seria él solo el que limpiaría y ordenaría todo,
solo.

El tiempo pasó tan rápido que no se dieron cuenta cuando ya era las cuatro de la tarde,
Taehyung ayudo a YoonGi a ordenar la casa y a limpiar, pero no pudo ayudar mas cuando
Suga empezó a cocinar; él era un caso perdido ahí.

Llego el momento cuando Jungkook tenia que ir de compras por las frutas y fragancias que
hablo con Yoongi esa mañana, algunas velas olor a Jazmín; que aunque las fragancias
afrodisíacas no tuvieran ningún efecto rápido o quizá efectivo ¿por qué no comprarlas? no
estaban demás.

-Jungkook si vas ¿sabrás llegar a un supermercado?- pregunto Yoongi, a último momento.

Jungkook paró en seco, pensando y la verdad es que la respuesta era negativa. Mordió su
labio inferior pensando en una solución.

-¿Qué tal que vaya yo? podría ir y ayudar con las compras y con el camino de vuelta...-
propuso Taehyung queriendo ser de mas utilidad.

YoonGi agradeció mentalmente a Dios, y le asintió al par.

-Si, si... ve Taehyung, así ayudas a Jungkook, pero deben ir ya.- dijo y Taehyung
enseguida fue arreglarse.

Mientras buscaba que colocarse pensó en que quería verse mas arreglado de lo normal
solo por la mera presencia del azabache.

se sonrojó antes sus pensamientos y trató de ignorarlos, terminando de alistarse fue a la


sala donde vio a Jungkook con las llaves del auto de YoonGi en sus manos y listo para salir,
mientras hablaba con YoonGi quien tenia un delantal debido a que estaba cocinando
terminando de hablar algo que no entendía.

-No te preocupes, yo me encargo de eso.- dijo Jungkook al ver que Taehyung ya estaba
listo, le sonrió e hizo una señal con su cabeza para que lo siguiera,el corazón de Taehyung
saltó por eso pero se molesto consigo mismo al instante ¡solo fue un gesto! por dios, sus
hormonas no estaban alborotadas hasta que llego él, todo le afectaba.

-Enseguida volvemos, Suga ¡suerte!- le deseó al pálido quien sonrió levemente, estaba
siendo estresante pero agradecía la ayuda ajena.
Taehyung cerró la puerta del departamento siguiendo la fuerte espalda del azabache quien
tenia una chaqueta de cuero negra y sus pantalones negros, por dios... iba a matarlo con
ese atuendo.

Jungkook apretó el botón del elevador esperando que este subiera, las puertas de esta se
abrieron dejando ver que el interior de este estaba vació, se hizo a un lado dándole espacio
para que Taehyung se adentrara primero que él, Taehyung se sonrojó un poco por tan
simple gesto y pasó seguido del azabache.

las puertas de cerraron y el silencio un tanto incómodo se posó dentro del elevador
acompañando al par de jóvenes nerviosos.

-Y...- hablaron al mismo tiempo, Taehyung sonrió bajando su cabeza algo avergonzado.
Jungkook lo observó, estaba siendo tentado a acorralarlo ahí mismo y besarlo.

"Joder..." pensó al ver como este mordía su labio inferior.

La puerta del elevador se abrió en un piso mas abajo y paso una señora mayor, cortando
cualquiera posibilidad inexistente.

Jungkook jugo con las llaves del auto impaciente, cuando las puertas se abrieron esperó
que Taehyung saliera primero y lo siguió vigilándolo.

Cuando llegaron al estacionamiento utilizó las llaves y se encontró con un Aston Martin
Vanquish.

"Nada mal..." pensó al verlo, se acercó al puesto del copiloto y Taehyung se

CAPITULO 11

La puerta del apartamento se abrió dejando ver el semblante de un YoonGi ya arreglado.

YoonGi soltó un suspiro de alivio al ver que era el par y no sus padres, estaba un poco
nervioso, debía admitirlo.

-Ah, llegaron... pasen- dijo haciéndose a un lado y dando paso a Taehyung quien traía una
caja de chocolates en la mano.

-Hyung ¿cómo está? ¿ya hizo la cena?- preguntó algo preocupado porque quería que todo
estuviera bien y sus Hyungs tuvieran una noche amena.

Jungkook se adentró un poco mas atrás del castaño, a diferencia de Taehyung, Jungkook
cargaba en sus manos dos bolsas llenas de frutas.
-Si, pero ya todo está listo para cuando ellos lleguen... bueno, a excepción de Jimin, él
sigue arreglándose.- dijo el de tez pálida, Taehyung hizo una mueca.

-Bien, yo iré a ver si necesita algo de ayuda.- dijo y fue a la habitación de su hermano, tocó
dos veces y pasó de igual manera, adentro se encontraba Jimin frente al espejo de su
peinadora probando colonias y peinados, pero sus muecas de frustración lo delataban.

-Minnie ¿necesitas ayuda?- preguntó terminando de entrar en la habitación, Jimin volteó a


ver a su hermanito, sonrió con ternura.

-Ah, Taetae, no te preocupes...ya casi termino.- dijo tratando de restarle importancia,


volteó nuevamente al espejo.

-¿qué no? llevas toda la tarde aquí ¿cómo no me voy a preocupar? - dijo dejando la caja en
la cama y yendo detrás de su hermano, colocó las manos en los hombros de su hermano,
ya Taehyung era del mismo tamaño de Jimin, acaricio sus hombros y sonrió a través del
espejo, Jimin soltó un suspiro.

- Estás perfecto.- le confesó, Taehyung nunca le mentiría a su hermano solo para que este
se sintiera complacido.

-Bien, ya terminé...- dijo cuando por fin entro en razón, estaba bien, Taehyung solo podía
calmarlo.

-No te preocupes, ni que fuera su boda, hermano... es una cena.- dijo y Jimin se volteó,
viendo a su hermano de frente.

"¿Cuándo creció tanto?" se preguntó mentalmente viendo a su hermano, con cierta


nostalgia.

-Si, ya lo sé... si, son unos nervios tontos, estoy bien ¿vamos a la sala?- dijo pasando su
brazo por los hombros de Taehyung.

-Pobre Suga, hoy tuvo un día muy ajetreado, no lo ayudaste en nada, Jiminnie.- comentó
con gracia en su voz, Jimin soltó un suspiro, era verdad.

-Tal vez esta noche se lo recompense...- dijo y Taehyung soltó una risa alta.

-¡Ah! Hyung, no me digas esas cosas.- dijo riendo junto a Jimin, cuando llegaron se
encontraron con todo ordenado; gracias a YoonGi y con un gran tazón de fruta cortada
bañada en chocolate y un tazón con chocolate en trozos y derretido.

La boca de ambos de hizo agua.

-¡Ah! yo quiero- dijo Jimin acercándose al gran plato de frutas y tomando una de las fresas
enteras dentro de este, lo sumergió en el chocolate derretido y no dudo en probarlo.

- Hum...- soltó un jadeo por el placer al probar esa delicia, en eso salio YoonGi de la cocina.
-¡No! jimin, eso es para la cena, espera...- dijo deteniendo a su novio que buscaba alguna
otra fruta.

(...)

Cuando Taehyung se fue en dirección a la habitación de Jimin y YoonGi en busca de su


hermano, Jungkook tuvo la oportunidad de hablar con Yoongi.

-Ahg, toma.- dijo cuando colocó las bolsas en el mesón de la cocina.

YoonGi sonrió abriendo las bolsas.

-Bien, compraste mucho, gracias.- dijo y empezó a sacar todo para poder lavarlas y
cortarlas.

-No importa, más es mejor, no te preocupes.- dijo y ayudó al pálido con su "tarea"

-¿Crees que sirva?- preguntó YoonGi, sonriendo un poco malvadamente como si estuviera
colocando alguna cosa ilícita que alegrara de sobre manera a su madre.

-No es que se vaya a colocar alegre, ya sabes, es un estimulo para el apetito sexual, no
significa que ella estará ebria... - dijo Jungkook, Yoongi asintió, era verdad.

-Si, lo sé.- dijo y luego de hablar y comentar unas cosas mas acerca de las cosas
afrodisíacas colocaron lo último en la mesa, la fruta con chocolate.

Fueron a la cocina y lavaron sus manos.

-Hubiera sido ideal un vino ¿no crees?- comentó Jungkook.

En eso una hermosa risa se hizo presente a sus oídos, luego la estrepitosa voz de Jimin
salto "¡Yo quiero!" lo siguiente que vio fue a Suga ir tras él.

Secó sus manos y fue a la sala, vio a Yoongi con Jimin y Taehyung atrás de el par de
novios con una sonrisa.

Le sonrió a Taehyung cuando este volteó a verlo, rápidamente el castaño apartó su vista
con una pequeña sonrisa y rubor natural en sus mejillas.

El timbre sonó por toda la sala indicando que alguien aguardaba en la entraba, todos
esperaban la llegada de los parientes de YoonGi, así que cuando el timbre sonó todos
quedaron unos segundos estáticos.

-Yo voy.- dijo YoonGi saliendo del trance, vio a Jimin y le sonrió, fue de camino a abrir la
puerta. YoonGi y Jimin estaban bien vestidos por la cena, mientras Jungkook y Taehyung
estaban vestidos como usualmente saldrían a la calle, era un vestuario juvenil y el par de
novios estaban formales.

La puerta se abrió dejando ver quienes estaban detrás de esta; tres personas.

Una señora mayor, junto a un señor mayor y una chica, como de veintiuno o quizá veinte
años.

La sonrisa se bienvenida de Taehyung cayó a una mueca de desagrado "¿qué hacia ella
ahí?" pensó mientras su ira se despertaba, y una alarma de celos también, sin duda.

-Hijo mío, hola ¿cómo estás?- dijo la madre de Yoongi, era una mujer bien cuidada para su
edad, además de elegante.

- ¡Jimin! hola querido ¿cómo estás?- dijo recibiendo el abrazo por parte del nombrado,
mientras hacían la típica charla de "Bien ¿y tú? me alegro" entre los padres de YoonGi y los
novios, Taehyung estaba por atrás, y soltó un suspiro, Jungkook volteó a verlo y notó la
molestia de Taehyung, sin poder preguntarle porqué.

-¡Oh! mira quien nos acompaño, Myeong... saluda- dijo la madre de yoongi, tocando la
espalda de la joven y Jimin sonrió solo por cortesía, pero él sabia la clase de prima que
tenia YoonGi.

Ella quiso seducir a su propio primo ¡A YoonGi! se le sentaba en la piernas frente a él, luego
quiso "seducirlo" a él mismo con insinuaciones baratas, la tipa estaba loca por sexo.

-Ajaja... Mye, que bueno verte...- saludaron, la chica ya había inspeccionado el lugar,
cuando sus aburridos tíos hablaban con "el par de gays" como los llamaba ella, y vio aquel
hermoso chico vestido con unos Jeans negros, camisa negra y chaqueta de cuero negra, su
cabello era azabache brillante, estaba flechada, seria suyo.

Subió el corte de su vestido un poco mas arriba mostrando sus piernas disimuladamente
cuando pasaron a ser presentados con su nueva caza, y el lindo hermanito menor de Jimin,
ese también era otro en su lista, pero ella quería a alguien que... no la dejara caminar, por
decirlo de una manera, pero aún así era un bebe hermoso ese niño, pero no le iban
menores.

-Él es Jungkook, un amigo mio de infancia que vino de vacaciones. Jungkook, ella es la
madre de YoonGi, Ha neul, y él es el padre de YoonGi, Dong-sun, señores, él es Jungkook.-
Jimin se encargo de presentarlos, los señores le sonrieron, aunque parecía un chico
"rebelde" tenia una linda cara de inocencia, a sus ojos...

-Un gusto, jovencito ¿tú también cenarás con nosotros, verdad?- preguntó, y volteó a ver a
su hijo y a Jimin, inmediatamente estos asintieron.

Aunque la cena era únicamente para cuatro, ellos dos y sus padres debían incluir a la
querida prima de YoonGi, y a Jungkook y taehyung, aunque la única no tan bien recibida
era la joven.
No es que le tuvieran rabia, sino que no podía ser tan descarada, menos insinuarse sin
discreción sexualmente a su propia familia y menos frente a la pareja de su primo, además
que ella tenia un tipo de reputación de "niña buena" frente a sus padres y a sus tíos, pero el
resto; Jimin, Suga y Taehyung (incluyendo mas personas, terceros) sabia que no era así,
pero no era ese su problema y se mantenían callados.

-¡Ah! mucho gusto, yo soy Myeong, pero puedes decirme Mye, lindo.- dijo sonando "dulce"
pero Jungkook conocía a las chicas de su clase, fáciles y necesitadas, lo que le causo risa
fue el "guiño" que esta le hizo al final.

Taehyung sintió como su pulso se aceleraba, esta vez no eran nervios, sino rabia, qué
zorra.

-Mucho gusto, Myeong. Yo me llamo Jungkook, llámame Jungkook.- dijo recalcando su


nombre, sin ánimos de brindar confianza.

- Bien, entonces yo iré a arreglarme, ahora vengo.- dijo Jungkook, hizo una corta reverencia
y salió de la sala yendo al cuarto de Taehyung.

Taehyung saludo con cariño a los padres de Yoongi, estos lo halagaron referente a lo lindo
y grande que estaba, luego de esas incomodas preguntas de "¿y la novia"? paso a irse a su
cuarto yendo a arreglarse, sabia que Jungkook estaba allá así que estaba un poco ansioso.

"seguro le gusto la perra esa, seguro, seguro." iba pensando con molestia, abrió la puerta
de la habitación y no vio nada, entró y la puerta se cerró sola.

Taehyung soltó un pequeño grito por el susto, cuando volteó a ver se dio la sorpresa que
era Jungkook.

-Ah, me asustaste...- dijo colocándose la mano en el pecho, Jungkook sonrió de lado,


mientras se iba acercando cada vez mas a él.

- ¿Q-qué haces?- preguntó y fue retrocediendo por instinto, Jungkook se iba acercando más
y más, hasta llegar al borde de la cama de Taehyung.

-¿yo? nada ¿por qué preguntas?- dijo sonriendo, podía ver la incomodidad en el perfecto
rostro de Taehyung.

Taehyung dejó de moverse, no podía al menos que se sentase en su cama y quedaría su


cara frente al... miembro de Jungkook. Taehyung no hizo ni dijo nada, solo bajó su cabeza,
pero unos segundos después se atrevió a preguntar aun cabizbajo.

-¿Es linda, no? - preguntó el castaño, avergonzado luego de decir eso, Jungkook
inmediatamente supo a que se refería.

-Me van mas los lindos chicos, que tengan un cabello castaño brillante y una linda sonrisa.-
dijo lanzándole una directa a Taehyung, este levantó su cara, debía ser broma, pero no...
El rostro del morocho no parecía estar jugando ¿así que se supone que es real? Era un
chico, joven y hormonal, se permitió fangirlear en su interior, aún sin creerlo del todo.

Jungkook supo que su repentina "declaración" fue bien recibida por el castaño cuando pudo
observar el brillo que adornó esos lindos diamantes oscuros.

Taehyung pudo asimilar que aquella declaración fue real al sentir como Jungkook tomaba
entre sus labios los suyos, sabía que debía dejarse llevar, así que eso hizo, trató de adoptar
rápidamente el ritmo del beso que Jungkook le daba, era lento al principio, dónde pudo
saborear y palpar con sus propios labios lo bien que se sentía, este pasó a ser mas rápido y
erótico, dónde Jungkook lo tomó de la cintura y lo atrajo a él, apegando sus cuerpos para
sentirse.

Taehyung gimió ante la cercanía, una cercanía nueva para él que nunca había
experimentado, pero por dios, era Jungkook así que cualquier pensamiento de miedo se iba
de lado, no podía parar de besarlo, no quería, además empezaba a adorar como este lo
tomaba fuertemente de la cintura y lo acercaba, acariciando dicha área, él no sabia que
seguía, pero subió sus manos al cuello de Jungkook y por fin pudo introducir sus manos en
aquel liso y suave cabello, lo tomó de la nuca.

Jungkook tuvo que deshacer el beso, recobró aire y observó a Taehyung jadeando.

Que hermoso es, su cara tan inocente que lo provoca, sus abultados labios hinchados y
rosados por el beso, su boca entreabierta jadeando y sus ojos viéndolo con ese brillo.

Taehyung acercó su rostro nuevamente, Jungkook aceptó los labios ajenos besándolo con
mas ímpetu, Jungkook tomó a Taehyung de sus antebrazos y lo guió a girarse, quedando
ahora Jungkook de espaldas a la cama, se sentó y sin quitar la vista del rostro de Taehyung
lo tomó de la cintura y lo jaló para que este se sentara a horcajadas sobre él.

Sin dudarlo sus labios se volvieron a encontrar, el imaginarse a Taehyung a horcajadas


sobre él, y ahora tenerlo así, era tan excitante que su entrepierna empezaba a crecer.

Taehyung soltó un gemido al sentir como algo duro pegaba contra su trasero y parte de su
miembro, se sentía una deliciosa fricción que quería sentir y sentir cada vez mas fuerte y
seguido, trato de no perder ese contacto y levemente empezó a mover su cintura, subió y
bajo tratando de sentirlo.

-Hgm...- jadeó cuando Jungkook apretó su cintura y reclamó la atención de sus labios, se
besaron y Taehyung se sentía en las nubes, aquella deliciosa fricción y los labios de
Jungkook juntos era lo mejor que nunca experimento, tomó entre sus manos la cabeza de
Jungkook, mordió el labio inferior del azabache y trató de mover sus caderas.

Jungkook sentía que si seguían así no podría parar, lo haría suyo ahí mismo, teniendo a los
familiares de YoonGi y a Jimin esperando por ellos, además de que se estaban tardando
demasiado pero Taehyung era mas que eso, no podía despegarse de él.
-Ahg... Tae- Jadeó al sentir en muchos de esos movimientos como la punta de su miembro
rozó rudamente contra la tela de su Jean.

Jungkook mordió y lamió los labios de Taehyung.

- Tae, si seguimos así no podre detenerme.- Le advirtió y Taehyung sabia que debían
arreglarse e irse, pero parecía casi imposible.

-Quiero más...- Gimió y eso fue el colmo para Jungkook, lo tomó de la cintura y lo volteó,
ahora era él el que estaba sobre Taehyung.

Jungkook llevó sus labios al cuello ajeno, aspirando su dulce aroma y mordió la suave piel
levemente haciendo a Taehyung gemir.

Escuchar aquellos eróticos sonidos eran oro puro, además del hermoso paisaje de ver a
Taehyung cerrando sus ojos con fuerza, mordiendo su labio inferior y soltando uno que otro
jadeo.

Jungkook no podía volverse loco, Taehyung era un niño a comparación que él, era el
adorado hermanito de Jimin y también estaba YoonGi quien estaba en la sala luchando
contra la incomodidad que la mera presencia de su prima acarreaba.

Jungkook bajó sus manos y las colocó en los glúteos del castaño, los apretó y masajeó.

Taehyung no era el mas pervertido de su clase, pero no era ingenuo, aun así era inocente y
admitía, le daba un poco de pavor esas cosas, pero estando así junto a Jungkook no lo
dejaba pensar, sus miedos ya no eran una prioridad, al menos eso sentía él, no conocía a
su Hyung, no sabia cuanto pudo haber cambiado, pero él debía admitir que ese amor que
sintió de pequeño jamas lo volvió a experimentar, tal vez agrando mucho su idea del
pasado, tal vez nunca quiso tanto a Jungkook y su cerebro lo traiciona, pero no, imposible si
al ver a Jungkook, si al sentir cerca a Jungkook y... si besarlo lo dejaba así, suponía que no
era un mal recuerdo.

No lo era.

Ahora bien, Taehyung sentía una gran necesidad de saber mas acerca de Jungkook,
necesitaba estar con él, no podía simplemente ignorar eso.

Jungkook pasó del cuello del castaño a sus labios, fue un beso intenso del cual salían
sonidos eróticos cada que se separaban mili-segundos, ambos sentían como sus
entrepiernas empezaban a doler y mas al sentir los roces que ejercían cada que jungkook
movía su cadera contra Taehyung.

-No, Hyung... debemos ir a la sala, seguro siguen esperándonos...- dijo Taehyung saliendo
del trance y entrando en razón ¡por fin!

-No paremos ahora, Taehyung...- dijo Jungkook pasando de sus labios a su clavícula.
Taehyung hizo un amago de detenerlo pero no pudo evitar gemir cuando este lamió y
mordió su piel.

-Hyung...- rogó Taehyung, aunque él quisiera también ¡no podían! ademas, era demasiado
rápido, no sabia nada ¡no sabia nada! no podía dejar que Jungkook se diera cuenta de eso,
seria muy vergonzoso.

-Bien.- dijo Jungkook en un tono de molestia moderada.- pero no dejaremos esto así- le
advirtió y se acerco nuevamente, beso sus labios lentamente, tratando de acabar con la
cordura de Taehyung y se alejó con una sonrisa dejando al castaño boquiabierto.

(...)

Luego de que Taehyung tuviera que sobrevivir de ver a Jungkook sin camisa, salieron del
cuarto y él se adelanto llegando unos segundos antes a la sala, estaban los cuatro sentados
en el sillón.

Todos voltearon a verlos, la madre de YoonGi se levantó con una sonrisa.

-¡Cariño! - dijo dirigiéndose a Taehyung.

- Oh, que cosas, nos entretuvimos charlando y no nos dimos cuenta ¿pasó mucho tiempo?
vayamos a comer ya, vamos...- dijo la madre de YoonGi.

Luego de ubicarse en la mesa y pasar una cena amena y un poco incómoda para Jungkook
quien no conocía mucho la familia de YoonGi y también por aquella insinuaciones de la
prima del mismo, obviamente en esos momentos aquellas insinuaciones no eran tentadoras
para él, no sabe el porqué, pero Taehyung lograba llamar de gran manera su atención,
Taehyung era hermoso y poder tocar sus labios y que el contrario también lo besara a él lo
llevaba a perder un poco la cordura, no conocía a Taehyung del todo, pero estimaba saber
mas de él, pero ya de eso se encargaría por ahora debía pensar en como tendría que hacer
para volver a besarlo. No, la verdad no creía o pensaba en que si sí o no era muy pronto o
rápido, la verdad Taehyung lo llevaría a perder la cordura solo por tener mas de él.

En toda su vida, nadie le había hecho pasar por lo mismo, dejarlo con ese sentimiento de
desespero por mas, esas ansias que lo comían, sus labios cosquilleaban al recordar
aquellos suaves y rosados labios sobre los suyos.

Pero estimaba que Taehyung no estaba para nada "contento" ya que tenia en su lindo
rostro una mueca de fastidio instalada, de vez en cuando sonreía falsamente y no es que
conociera a Taehyung de años, pero así no era su hermosa sonrisa.

-Y cuéntanos, Jungkook ¿a qué te dedicas?- preguntó el padre de YoonGi incluyendo al


joven Jungkook a la charla, todos voltearon su mirada al azabache quien sonrió incómodo,
pero nadie podría saberlo, menos Taehyung quien no es que conociera a Jungkook de
años, pero esa no era su sonrisa habitual, esa sonrisa que le recuerda a un tierno conejito.
-Bueno, yo soy administrador de empresas, trabajo en la empresa de mi padre, es un buen
trabajo.- Respondió Jungkook, los ojos del progenitor de YoonGi se agrandaron.

-Si, por supuesto que si, es un trabajo de responsabilidad.- acotó dando la razón, la joven
Myeong se agrandaron junto a su sonrisa.

-Si...un gran trabajo. Dígame Jungkook ¿tiene usted pareja?- preguntó la joven hablándole
formalmente, afincó su barbilla en la palma de su mano mientras su codo se afincaba en la
mesa, parpadeó y le sonrió de lado.

Jungkook se aclaró la garganta y bajó la vista.

Taehyung se interesó en la pregunta, creía que sabia la respuesta; que era negativa, pero si
la joven interesada sabia que era soltero saltaría hacia él, se le metería hasta por los ojos,
figurativamente.

-No tengo pareja, pero estoy viendo a alguien.- dijo Jungkook, la Joven se ilusionó al
escuchar la palabras mágicas en los labios de su próxima presa, pero ahí estaba el típico
impedimento de "estoy viéndome con alguien".

Jimin desvió la charla al notar la incomodidad de su amigo, empezó a hablar de otros temas
que llamaron la atención de sus suegros.

Sin prestar atención a esa charla, Taehyung posó su vista el en azabache quien también lo
veía, ese "veo a alguien" ¿quien era ese alguien? por supuesto no era él... ¿o si? realmente
no sabia si su hyung ya tenia a alguien más antes de venir...

Bajó su vista, desilusionado y molesto ¿de verdad creyó que un hombre tan hermoso y
apuesto como Jungkook podría estar soltero? y peor ¿fijarse en él? era complicado y de
mucha suerte.

(...)

CAPITULO 12

(¡!)
Luego de que la cena terminara todos pasaron a los muebles de la sala, a hablar un rato
para luego despedir a los parientes de Yoongi.

-Permiso.- dijo Jungkook y se levantó yendo a la cocina, donde saco un vaso y sirvió un
poco de agua, mientras estaba a espaldas de la puerta sintió como alguien se avecinaba
también alguien mas hacia la cocina.

La voz de la prima de Yoongi lo hizo sobresaltar, "Joder..." pensó y se volteó con la mejor
sonrisa hipócrita.

-Hola...- respondió el saludo y volvió a voltearse, que mujer mas intensa.

-¿Qué harás dentro de un rato?- preguntó acercándose a él, colocando una mano el el
brazo del azabache sutilmente, Jungkook se alejó un poco.

-Dormir ¿qué opciones tienes a las...- dijo y comprobó la hora en su celular- dos y quince de
la madrugada?- dijo y paso al lado de ella queriendo irse de ahí, pero ella lo detuvo,
jalándole el brazo para hacerlo quedarse.

-Es una noche joven, apenas empieza ¿qué tal...- acotó tratando de pegar sus senos al
pecho ajeno, pero este se volvió a alejar, la voz de Taehyung los hizo separarse.

-¿Qué haces?- preguntó Taehyung hacia la chica, seriamente pero lo que encontró no
era... para visitas.

La chica volteó a verlo, era aquel pequeñín que aun de grande era un fastidio, con una
sonrisa falsa le dijo

- Oh, nada bebé, puedes ir la sala...- con un tono de "buena" que ya ni ella creía.

-No ¿mejor por qué no te vas?- pregunto Jungkook, aquella chica solo estaba trayendo
malos entendidos, ya se imaginaba lo quizá pensaría Taehyung.

Taehyung solo dejó lo que la madre de Yoongi le pidió amablemente que llevara a la cocina
y luego se fue de la cocina directamente hacia su cuarto luego de despedirse de todos y dar
las buenas noches, Jungkook salio de la cocina pero no podía ir tras Taehyung ya que seria
muy obvio que lo perseguía, solo se sentó con su mejor rostro molestia en el sillón
esperando a que se fueran.

Cuando llegó el preciado momento de irse, Jimin se ofreció amablemente a acompañarlos


hasta el estacionamiento, YoonGi apoyó la idea de su novio y así fue, después de
despedirse de Jungkook; quien pasó a ignorar a aquella chica y se fueron, dejando el
departamento en completo silencio.

Jungkook supuso que subirían de nuevo en unos diez minutos así que no perdió mas
tiempo y fue directamente hacia el cuarto de Taehyung.

Abrió la puerta y la cerró con seguro, no creía que Jimin o YoonGi vinieran otra vez.
Observó el bulto que había en la cama del castaño, obviamente ese era él.

Jungkook pasó a quitarse algunas prendas hasta quedar cómodo e ir hacia la cama, se
sentó cerca de Taehyung quien a sabiendas de que ese era Jungkook no se destapaba,
digamos que estaba en un pequeño trance de complejos.

Jungkook posó su mano en lo que él suponía era el muslo de Taehyung y lo acarició,


Taehyung soltó un pequeño jadeo, hasta el mínimo roce lo haría estremecer.

-¿Tae...?- murmuró Jungkook hacia el castaño, este solo se removió y Jungkook sonrió.

Jungkook trató de quitarle la sabana bajo las quejas de Taehyung, cuando Taehyung
quedó expuesto ante Jungkook este pudo verle el rostro, quien tenia un leve puchero.

-Déjame...- dijo y quiso volver a colocarse su sabana hasta cubrirse, pero el fuerte brazo de
Jungkook se lo impidió.

-No ¿qué tienes? ¿por qué estas molesto?- dijo Jungkook acercándose a Taehyung,
estando lo mas cerca posible para contemplar su hermoso rostro.

-Nada...- volvió a susurrar tratando de apartar su rostro, Jungkook suspiró, no sabia que
hacer con esa faceta de Taehyung.

Taehyung sentía celos, eran celos, pero sabia que eran injustificados, lo admitía pero no
se lo diría. Pero fuera mucho mas "secreto" si su lindo rostro no lo delatara, Jungkook sabia
que eran unos pequeños ataques de celos, pero según Jungkook no habían motivos, pero
le parecía tierno.

Jungkook acercó su rostro al ajeno y rozó sus labios, sonrió sobre sus labios y los besó
con suavidad, disfrutando cada movimiento, fue Taehyung quien se alzó un poco queriendo
sentir un poco mas, Jungkook se montó sobre Taehyung sin aplastarlo y colocó sus manos
a cada costado de Taehyung, flexionándose y besando sus labios, Taehyung subió sus
piernas y las envolvió en la cintura de Jungkook, pasando sus manos por su cuello
queriendo sentirlo mas cerca, Taehyung jaló a Jungkook hasta que su cuerpo no tuvo un
espacio de por medio que los separase.

Jungkook metió su mano lentamente por dentro de la tela del suéter de Taehyung, sintió la
tibia piel que deseaba poder lamer, Taehyung se removió un poco por la suave caricia que
le causo un escalofríos, el castaño pasó sus manos por el cuello del azabache, acariciando
su nuca.

Jungkook quito el suéter de Taehyung por completo y lo observó, su níveo torso desnudo y
quiso lamer y morder toda su piel, marcándolo como suyo.

Armó un recorrido desde su ombligo hasta su cuello de besos húmedos y lamidas,


Taehyung jadeaba débilmente sin hacer mucho ruido.
Jungkook se separó y se deshizo de su camisa dejando a la vista su marcado torso ante
Taehyung quien sintió un cosquilleo bajar por su abdomen hasta su entrepierna y no pudo
evitar soltar un pequeño gemido y cerrar sus piernas, Jungkook las agarro y las abrió
pasándolas por su cintura, se apegó a Taehyung lo mas que pudo hasta volver a besarse,
se besaron lentamente mientras sus pieles tenían suaves roces que los estremecía.

-Hmg...- gimió gravemente Taehyung cuando sintió como la fuerte mano de Jungkook
apretaba su miembro y lo jalaba por sobre la tela de su pantalón de dormir, Jungkook sintió
el bulto de Taehyung y paso a colocar su atención ahí, Jungkook concluyó que Taehyung
era muy primerizo en todo esto debido a sus gemidos que no experimentaba esto muy
seguido.

-¿Te gusta?- murmuró en una pregunta mientras bajaba un poco su suave pantalón y tenia
acceso a su bóxer.

Taehyung mordió su labio y asintió expectante de todo lo que hacia o decía el azabache,
Jungkook sobó por encima de la tela sintiendo cuan duro estaba Taehyung, el contrario
soltaba pequeños gemidos y jadeos mientras Jungkook seguía concentrado en lo que hacia.

Bajando su rostro y dejando húmedos besos en todo su abdomen bajo, Jungkook procedió
a bajar la tela del bóxer y ver el miembro de Taehyung, sonrió y lo tomó entre su mano para
apretarlo y oír gemir a Taehyung, el miembro de Taehyung tenia un buen tamaño para un
chico joven como él, ademas de aquella apariencia de ángel, pero quería oírlo gemir.

Taehyung observó con su labio inferior atrapado entre sus dientes como Jungkook bajó y
subió su miembro, masturbandolo.

Luego de que con facilidad Jungkook desnudara a Taehyung por completo siguió con su
tarea, ejerciendo mas fuerza y rapidez a medida de que el menor pedía mas, luego de unos
minutos el liquido blanco empezó a salir bombeado de la punta de su miembro, Jungkook
tenia su mano completamente bañada del liquido blanquecino, observo a Taehyung quien
jadeaba y trataba de recobrar el aire con sus labios rojos de tanto morderlos y
humedecidos, Jungkook se acercó y se adueño de esos suaves labios mientras Taehyung
sentía aun la sensación de adormecimiento envolverlo.

(1/2)
CAPÍTULO 13

(2/2)

Taehyung jadeaba mientras Jungkook besaba su cuello lentamente, el azabache beso sus
labios y volvió acomodarse para tener la entrada rosada de Taehyung a su vista
nuevamente, este soltó un gemido seguido de varios que pedían a Jungkook que siguiese
ahí cuando este toco su entrada, Jungkook aprovecho que aun tenia su mano con el mismo
semen de Taehyung para que no le doliera tanto cuando introduciera un dedo.

Taehyung ahogó un grito y aferró con sus dos manos las sabanas que estuvieran a su
alcance mientras mordía su labio inferior, sentía la excitación cegarlo y era su primera vez
con algo así, la sensación era maravillosa pero sintió un agudo dolor cuando Jungkook
enterró solo la mitad de un dedo.

-Tranquilo, el dolor ya pasará... - dijo Jungkook sin sacar su dedo, se acercó un poco hacia
su rostro dejandole un beso en los labios, Taehyung se dejo besar pero aun seguía
concentrado en el dolor que ya había empezaba a disminuir.

-Sigue...- murmuró cuando no sintió el dolor y solo sintió como este era remplazado por una
sensación aun mas excitante, Jungkook siguió dilatando a Taehyung con sumo cuidado y
delicadeza, empezó a perder la cordura cuando este empezó a mover sus caderas
queriendo mas y a gemir.

Taehyung ya se había acostumbrado pero los dos dedos que Jungkook movía dentro suyo
ya no eran suficientes, Taehyung trataban de controlar sus gemidos pero se le hacia muy
difícil.

-Ahm, Kookie...- gimió Taehyung cuando el azabache retiro sus dedos dentro de él, ahora
lo necesitaba completamente.

-Dime que quieres, Tae...- dijo Jungkook mientras terminaba de quitarse su pantalón,
Taehyung gimió de deseo cuando observó la desnudes de Jungkook "¿podría ser mas
perfecto?" pensó mientras mordía su labio inferior.

-Te quiero a ti...- susurró y Jungkook se acercó nuevamente a él, se colocó entre sus
piernas y mientras Taehyung se acercaba para poder besarlo Jungkook toco su miembro y
se masturbó un poco antes de acomodarse frente a Taehyung.
Jungkook tomo las piernas de Taehyung las puso en su cintura, se inclinó hasta que tuvo
su miembro ante la entrada de Taehyung y podía ver su rostro.

-¿Listo, Tae?- murmuro con su voz grave, la presión en la punta de su miembro lo estaba
acabando, sentía tanta que dolía y le excitaba, Taehyung gimió al sentirlo contra su entraba
y asintió varias veces.

Jungkook tomo su miembro y empezó a pasarlo de arriba hacia abajo, torturándose a


ambos por la desesperación, Taehyung gimió ante el tacto y desesperación.

Jungkook no pudo mas y enterró solo la punta de su miembro, observó como Taehyung
cerraba sus ojos con fuerza, obviamente el cambio de tamaño era significativo.

Jungkook espero hasta que Taehyung se adaptara, sintió una ola de placer recorrerle su
abdomen cuando Taehyung movió su cadera hundiéndose mas en Jungkook, el azabache
tomo eso como que ya Taehyung estaba listo y así que fue hundiéndose mas hasta llegar al
final, Taehyung soltaba gemidos pequeños viendo como Jungkook se adentraba, tiro su
cabeza hacia atrás cuando este llego al final, era demasiado grande pero le encantaba esa
sensación de sentirse lleno.

Jungkook paso su mano del muslo de Taehyung hasta el abdomen del castaño, acaricio
toda esa zona causándole escalofríos al castaño, fijo su mano en la cintura de Taehyung y
empezó a moverse hacia afuera y hacia adentro.

Embestía lenta y profundamente al castaño mientras Taehyung gemía y mordía su labio


acallándose un poco y Jungkook jadeaba por la placentera sensación, el interior de
Taehyung era tan apretado que acababa con su juicio de tener cuidado y no lastimarlo, pero
debía contenerse.

-Más rápido, kookie, ahg... más..- gimió Taehyung queriendo sentir a Jungkook aun mas
fuerte, sentía el lento vaivénque era una tortura a mediado que se adaptaba.

Ahí fue cuando Jungkook perdió el juicio y empezó a moverse mas rápido contra Taehyung,
aferró ambas manos en su cintura asegurándolo mientras Taehyung gemía sin poder
callarse por el placentero sentimiento, Jungkook era mucho mas fuerte y mas rápido que
sentía un cosquilleo que se formaba en su abdomen, sentía como su cuerpo temblaba un
poco y no pudo evitar correrse entre ambos abdómenes aun sin haber tocado su miembro.

Jungkook duro más mientras entraba y salia mas rápido y fuerte creando sonidos obscenos
que sonaban en la habitación ademas de gemidos y jadeos, al cabo de unos segundos mas
también se corrió en el interior de Taehyung, se movió mientras gemía y sentía el orgasmo
envolverlo, se sentía tan bien...

Jungkook salio del interior de Taehyung al igual que el liquido blanco producto del orgasmo,
Jungkook se recostó al lado de Taehyung mientras jadeaba, Taehyung estaba igual pero
aun sentía como el semen de Jungkook se escurría por entre sus piernas, esa fue la mejor
sensación que jamas había experimentado.
Taehyung volteó a ver a Jungkook y recostó su cabeza en el pecho que subía y bajaba
debido al cansancio del azabache, paso una de sus piernas con un poco de dificultad por
entre las de Jungkook, como suele abrazar a quien quiere.

-Te quiero, Kookie...- susurró débilmente Taehyung, antes de caer rendido en un sueño, él
era joven y sin experiencia, era mas inocente que los de su edad y era fácil enamorarse,
pero Jungkook sintió como su corazón se acelero de repente debido a la inocente
declaración, él era mayor y con experiencia, pero había algo en Taehyung que lo hacia
olvidar todo y actuar como un niño enamorado, Taehyung empezaba a enamorarlo con
aquellos lindos, tiernos y delicados encantos, aunque sabia que no estaba bien y una parte
de su cabeza lo estuviera martirizando se le era imposible resistirse a querer mas, estaba
siendo casi imposible no caer ante Taehyung.

Pero él no quería a Taehyung únicamente para satisfacerse sexualmente, al contrario, lo


primero que le llamó la atención de Taehyung fue esa linda actitud de inocencia, su perfecta
cara de ángel y su sonrisa.

Jungkook suspiró y pasó una mano por su cara restregándosela, estaba mal pero le
encantaba.

CAPÍTULO 14/15

(...)

Taehyung era un lindo chico del cual cualquier chica caería enamorada ¿como no hacerlo?
era perfecto, incluso había enamorado a varios chicos que al verlo sintieron que su
atracción era hacia los hombres, específicamente él, muchos intentaron conquistarlo
fracasando en el intento.

Su voz era gruesa pero tan melódica, su rostro combinaba perfectamente todas sus
facciones, era un chico delicado que tenia una fina adoración hacia el color rosado.
No tenia faldas ni usaba lazos, pero si tenia prendas rosadas que lo hacían lucir como el
delicado y hermoso ángel que era, tenia modales y mucho respeto por los demás, sentía
adoración hacia su hermano Jimin y hacia la pareja de su hermano, Yoongi.

Tenia un club de admiradoras en sus institución, estas lo llamaban "Oppa" y le traían


muchos dulces y peluches ya que sabían todo lo que a Taehyung le gustaba.

Él era muy cortes y amable con todas, pero no se sentía especialmente atraído hacia las
chicas, eso ya lo sabia.

Taehyung nunca se había enamorado en su vida, nunca sintió una atracción hacia alguien
como la pequeña obsesión que tuvo con su Hyung Jungkook hace mucho tiempo atrás, no
supo como pero se sintió agudamente atraído hacia su mayor desde que lo vio, a Taehyung
le gustaban las cosas delicadas y finas, pero Jungkook era tan... diferente, por lo que veía a
este le gustaba el negro y ejercitar su cuerpo, se veía tan rudo, eso llamó su atención
haciendo entre ambos un contraste dramático.

Taehyung nunca sintió 'excitación' o algo parecido, nadie nunca se lo provocó, pero al ver a
Jungkook sintió como algo en él nacía, un deseo de saber mas de él, de querer tener todo
de él, un fino deseo a que este lo viera, quería verse lindo ante él y así causarle lo que él le
causaba a su persona.

Taehyung se sintió irremediablemente atraído hacia Jungkook, quería que su Hyung le


prestara toda su atención, por eso haría todo por llamarla.

No supo desde cuando pensaba ser capaz de eso, pero quería provocar a su Hyung.

CAPÍTULO 16

(...)

El sol se filtraba por las rosadas y blancas cortinas de Taehyung haciendo que el interior de
la habitación fuera cálido, muy delicado.

Taehyung se removió y soltó un quejido, sentía un agudo dolor en su trasero.


Repentinamente la puerta de su baño fue abierta y salió Jungkook quien solo traía una
toalla cubriendo de su cintura para abajo, dejando a la vista su perfecto abdomen marcado
mientras por su piel aun se deslizaban gotas de agua.

La imagen se le hizo irresistible e inconscientemente mordió su labio inferior.

Jungkook salió del baño y se encontró con la linda escena de ver a Taehyung que parecía
un ángel recién levantado, lo que le produjo una oleada de excitación fue ver como este se
mordía lentamente su labio inferior mientras lo veía.

-¿Te gusta lo que ves?- preguntó sacando de su ensoñación a Taehyung, espantandolo a


su vez y haciéndolo sonrojar violentamente, Taehyung era un chico tímido, al principio.

-E-eeh...- Tartamudeó Taehyung, trató de levantarse y así encontrar la manera de huir, pero
otra vez aquel dolor punzante lo hizo detenerse, hizo una mueca y se encogió en su lugar.

Jungkook se acercó rápidamente preocupado por el repentino dolor de Taehyung, pero


recordó que sabia a que se debía.

Jungkook se agacho al lado de la parte en la que dormía el castaño, este tenia sus ojos
cerrados fuertemente mientras fruncía su boca, colocó su mano el la pierna de Taehyung
tratando de llamar su atención, este desvío su vista hasta el níveo rostro de Jungkook.

-No te preocupes... Es normal que tengas dolor ahí luego de que por primera vez hayas
tenido relaciones, pero traté de ser lo mas cuidadoso contigo, el dolor debe de pasar dentro
de un rato, aun así debiera darte una pastilla para el dolor.- Jungkook se levantó en busca
de algún medicamento, Taehyung le señaló un cajón de su peinadora indicándole que ahí
encontraría lo que necesitaba.

Jungkook trató de ayudar a Taehyung en lo mas mínimo para aliviar su dolor, él realmente
no sabia cuanto podía llegar a doler pero de igual estaría al pendiente de él.

Jungkook buscó ropa entre sus maletas y se vistió rápidamente para enfocarse en el
castaño.

Taehyung se encontraba mudo y sonrojado, Jungkook lo estaba ayudando inclusive a


bañarlo, lo cargó hasta su baño para luego dejarlo parado un momento, abrió la llave de la
tina para que el agua llenara lentamente hasta un poco mas arriba de la mitad.

Taehyung se despojó de su ropa lentamente excitando a Jungkook con su desnudes,


Taehyung estaba completamente sonrojado y para tratar de ocultarse camino sintiendo el
punzante dolor hasta llegar a la tina y sumergirse, Jungkook pudo contemplar la desnudes
de Taehyung en pleno día y gracias a la luz artificial del baño, Taehyung era hermoso.

Debía calmarse y controlar el dolor que empezaba a crecer en la punta de su miembro


cuando quiso tomar a Taehyung y volverlo a hacer suyo, pero Taehyung apenas asimilaba
ese dolor.
Taehyung entró en el agua disfrutando la tibies de esta, Jungkook se sentó en el borde de la
tina tras Taehyung , abrió sus piernas teniendo mayor accesibilidad a mover sus manos y
Taehyung se echó hacia atrás cuando Jungkook lo jaló lentamente. El agua calmaba de
alguna manera el dolor, se sentía bien poder aliviar de cierto modo esa incomodidad, lo que
se sintió mejor fue sentir la tibieza manos de Jungkook al posarlas en su espalda,
causándole un escalofríos y bajarlas lentamente hacia el agua, mojandolas para luego
mojar su piel.

Los productos de limpieza se encontraban en un pequeño estante rosado claro al alcance


de ellos, Jungkook estiró su mano tomando la esponja de bañar para luego verter un poco
de jabón liquido que olía extremadamente bien, el dulce aroma impregno el baño.

Aunque no fuese totalmente necesario, Jungkook queria lavar la suave piel de Taehyung ,
acariciarla mientras la llenaba de jabón y sentir los pequeños temblores que el castaño no
podia controlar cada que lo tocaba.

Taehyung tuvo que cambiar de posición cuando Jungkook se lo indico para lavar algo mas
que su espalda y hombros, paso a restregar el rosado jabón con esencia a fresa en el plano
pero níveo abdomen de Taehyung.

Jungkook bajó su mano mas abajo del abdomen donde se encontraba el miembro de
Taehyung, el castaño soltó un suspiro seguido de un sutil jadeo cuando Jungkook lo
acaricio débilmente bajo el agua, gimió cuando el azabache lo tomó entre su mano y lo
apretó un poco.

-Ah-h Kook..ie- el castaño sintió como su miembro se endurecía poco a poco mientras
Jungkook empezaba a masturbarlo, Jungkook se inclinó un poco y capturó los labios de
Taehyung deleitándose con lo suave de estos, Taehyung no podía pensar claramente
debido al placer que se oleaba desde su parte intima hacia su abdomen causándole
espasmos, los labios de Jungkook se movían expertos sobre los suyos, sus lenguas se
encontraron haciendo eco a los sonidos eróticos que en el baño se escuchaban.

Taehyung solo podía dejarse acariciar por el azabache y tratar de seguir su ritmo mientras
en medio del beso soltaba gemidos que fascinaban a Jungkook.

Taehyung sintió como su abdomen se contraía causándole una oleada de placer que
recorría su espinal dorsal susceptible a todos espasmos debido a había llegado al orgasmo.

Su semen se diluyo en el agua, su respiración era agitada y sentía una sensación calidez
envolverlo.

Una pequeña sonrisa se asomó en sus labios mientras Jungkook solo pudo contemplar lo
perfecto del castaño, verlo llegar al orgasmo y soltar pequeños gemidos ahogados lo
llevaban a perder la cordura, pero debía mantenerla.

Entre sonrisas, lindas palabras y pequeñas risas Jungkook terminó de ayudar a Taehyung,
el dolor ya se había disipado bastante, pero aun seguía levemente.
(...)

CAPÍTULO 17

(...)

-¡Hoy tenemos un día completamente planeado! - Jimin sonaba entusiasmado por arreglar
todo para el viaje que pronto harían.

Taehyung no pudo evitar gemir con reproche cuando oyó lo que Jimin había dicho, sabia
cuan intenso podía llegar a ser su hermano cuando decía aquellas palabras.

-¿Que haremos?- preguntó Yoongi algo extrañado, la verdad no sabia que hoy harían algo
en particular.

-Hoy iremos a comprar lo necesario que falta para el viaje - contestó Jimin terminando de
comer lo que restaba del desayuno que preparó para todos.

Nadie podía decir lo contrario, luego de que la mitad de la mañana transcurriera todos
pasaron a salir del departamento yendo hacia el estacionamiento.

Taehyung sabia que Jungkook había tratado de no ser brusco, pero esa había sido su
primera vez así que el sentir dolor e incomodidad era algo que iba a pasar si o si.

Aunque amaba los cuidados sutiles de Jungkook. Fue un tiempo ameno para todos en el
auto, las conversaciones aleatorias de Jimin mantenían el ambiente en continuas charlas y
comentarios.

-Pondré algo de música.- Jimin apretó el botón del reproductor del automóvil, música de
bandas conocidas de K-Pop empezaron a reproducirse, Jimin empezó a cantar a casi toda
su voz disfrutando el ameno momento causando la leve risa de Yoongi quien trataba de
concentrarse en conducir mientras negaba su cabeza con una sonrisa.

Jungkook sintió como una mano aterrizó en su muslo, volteo su vista a Taehyung quien lo
veía de reojo con una pequeña sonrisa traviesa en sus labios.
Jungkook tuvo que contenerse cuando Taehyung movió su mano ahora hasta su miembro,
sintió como el castaño empezaba a mover su mano por su entrepierna, de lado a lado casi
sutilmente pudiendo sentir cada leve caricia debido a su pantalón ajustado, fue un jadeo el
que no pudo contener cuando el menor apretó su miembro causándole un leve oleaje de
placer que empezaba a estimular sus sentidos.

Gracias a que en ese preciso instante había sido un "tan esperado" alto en la parte crucial
de la canción que Jimin recito con entusiasmo distrayendo completamente a Yoongi quien
de por si ya estaba ocupado, ajenos a la situación que acontecía atrás.

Ese jadeo fue suficiente para Taehyung quien soltando una pequeña risa alejo su mano de
Jungkook y empezó a seguirle la canción a Jimin quien se entusiasmo al oír a su querido
hermano cantar.

Jungkook no esperaba algo mas, iban en el carro con Jimin y Yoongi seria demasiado una
erección en ese momento, aun así le provocaba mucho aquella actitud atrevida de
Taehyung.

(...)

-¿Estas bien, TaeTae? te noto algo raro al caminar ¿te duele algo?- La preocupación de
Jimin llegaría tarde o temprano, él amaba a su hermano y lo conocía.

-¿Y-yo? ah, claro que si, estoy perfecto.- Las mejillas de Taehyung se tiñeron rápidamente
de rojo casi delatandolo, pero si Jimin no tuviera en cuenta que Taehyung era el tipo de
persona que se sonrojaba fácil hubiese creído otra cosa, el cual si era el caso.

-Hace calor- Jungkook cambió de tema evitando que Jimin preguntase otra vez algo hacia
Taehyung, YoonGi soltó un "Yaah" en de acuerdo con el azabache, el calor estaba siendo
casi infernal.

-Si, pero en las tiendas hay aire acondicionado.- Jimin buscaba una solución inmediata
siempre que podía, Taehyung hizo un puchero, esa no era la solución que él quería.

-Quiero un helado...- Aun si pudiesen ninguno de los mayores hubiese querido negarse a
darle un helado al hermoso Taehyung.

-¿Un helado? claro - La voz de Jimin se apresuró a asentir pero fue Jungkook quien lo
detuvo.
-Si quieres ve yendo con Yoongi a alguna tienda mientras yo voy con Taehyung y le compro
un helado.- Taehyung no pudo evitar emocionarse internamente aun con aquel lindo sonrojo
al oír la propuesta de Jungkook.

-¿Si? eso estaría bien, así ahorramos tiempo y podremos acomodar todo esta noche para
salir mañana mismo con el viaje.- Jimin se convenció rápidamente

- Bien, toma mi tarjeta- Jimin empezó a rebuscar en su bolsillo trasero en busca de sacar su
billetera pero Jungkook estiro su mano deteniéndolo.

-Tranquilo, yo lo pago.- dijo y luego de que Jimin accediera cada quien fue a donde
quedaron.

Taehyung y Jungkook empezaron a caminar hacia una pequeña plaza el centro comercial
donde había varios puestos de comida, Jungkook recordó lo del auto pero decidió sacarlo a
flote entre Taehyung y él luego.

Taehyung iba con una hermosa y radiante sonrisa caminando a la par de Jungkook
mientras tarareaba una canción, aunque predominaba un silencio no era en absoluto
incómodo, era ameno disfrutando de ir juntos.

Taehyung volteó a ver a Jungkook y se maravilló con su hermoso perfil, bajó su vista hacia
su mano la cual estaba sola.

Jungkook sintió como la mano de Taehyung acarició la suya y luego la enganchó con la
suya, viéndose tan bien así, que fácilmente podría volverse una costumbre.

Alzó su vista hacia el perfil de Taehyung y no pudo evitar sonreír al igual que Taehyung,
sintiéndose como un par de enamorados.

Jungkook apretó y luego aflojó su mano como un juego para Taehyung, luego el dedo
medio de Jungkook se deslizo por la palma de Taehyung como una leve caricia que hizo
estremecer al castaño.

Cuando llegaron a la tienda de helados Jungkook se apresuró a abrir la puerta y dejar que
Taehyung pasase primero teniendo que soltarse de las manos.

Cuando llegaron al mostrador donde una gran variedad de helados llamativos a la vista se
hicieron presentes cuando el par posó sus miradas en ellos, había otros que era exóticos
cautivando rápidamente la atención.

Taehyung estaba indeciso, no sabia cual escoger.

-Puedes pedir cuantos quieras - La voz de Jungkook hizo a Taehyung voltear a verlo,
Taehyung le sonrió gratamente emocionado al saber que podía darse el lujo de escoger
varias opciones.
-¿Enserio? ¡Gracias, Kookie! - Sin poder y sin querer detenerse Taehyung le dio un
pequeño beso en la mejilla a Jungkook emocionado.

Jungkook sonrió enternecido al verlo colocar ambas manos en la vitrina y ver


detenidamente los sabores viéndose extremadamente hermoso.

Un trabajador de la tienda apareció tras el mostrador con una de sus mejores sonrisas.

-Hola, Buenos días ¿desean algo?- con el tono adecuado se dirigió a los dos clientes,
Taehyung trató de convencerse mentalmente llegando a las decisiones, luego de que
Jungkook dijese que iban a querer un helado de vaso grande de varios sabores, todos los
sabores Taehyung dictó amablemente todos los sabores que sonaban y se veían bien,
luego de que asintiese y fuera a preparar .

Jungkook le murmuró a Taehyung que iría a recibir el helado a donde el trabajador le indicó,
Taehyung asintió con una sonrisa a esperas de un delicioso helado y un hermoso chico.

Jungkook pagó aun mas del costo del helado al añadirle las decoraciones especiales como
dulces, chocolates y sirope de distintos sabores al helado, cuando se dio la vuelta luego de
haber comprado el helado se encontró con la imagen de Taehyung junto a un chico un poco
mayor que el castaño mientras este solo trataba de voltear el rostro, cualquier cosa era
mejor que aguantar los mediocres piropos de un acosador desesperado.

-Amor, aquí esta tu helado... ¿Tu quien eres?- Jungkook con celos a flor de piel se allegó al
castaño quien al oírlo volteó con la mejor sonrisa, su mente proceso con lentitud lo que oyó.

"¿Acaso me dijo amor?" el entusiasmo era lo que predominaba a Taehyung, quien solo
pudo reaccionar al beso que Jungkook le dio, corto pero con posesividad, la suficiente como
para que aquel extraño se alejase al darse cuenta que aquel hermoso castaño ya estaba
con alguien.

Taehyung abrió sus ojos lentamente al no sentir mas los labios de Jungkook, cuando los
abrió se encontró con la tierna sonrisa de Jungkook.

entre risas y conversaciones aleatorias salieron de la tienda en busca de la tienda en donde


se suponía estaban Jimin y YoonGi, Taehyung estaba mas que feliz al aun sentir los labios
de Jungkook sobre los suyos, y al disfrutar de aquel gigante y delicioso helado.

-Muchas gracias, Kookie Hyung- Jungkook sintió el pequeño beso en su mejilla por parte
de Taehyung luego de que este le agradeciera.

(...)
CAPÍTULO 18

(✧✧✧)

─ ¿Qué tal una frazada nueva? esta está hermosa... Yoongi suspiró, Jimin estaba
eligiendo cosas demás, no era necesario todo eso, ya tenían esas cosas en casa, pero ni de
broma se lo diría.

─ ¿Por qué suspiras? ─ Preguntó Jimin volteando a verlo, Yoongi abrió sus ojos y negó

─ Nada, nada amor... compra lo que necesites.

─ ¿Lo que necesito? necesitamos todo, este viaje debe ser perfecto.

─ Bien, entonces necesitamos dos repuestos para los cauchos y un bote que gasolina por si
nos quedamos sin combustible, será un viaje largo...

─ Eso para después amor, primero estas cosas.

Jimin veía encantado todo a su alrededor, tomaba unas cuantas frazadas y probaba su
textura eligiendo la mas suave.

Yoongi estaba un poco preocupado, obviamente aquellas cosas eran mas importantes, pero
Jimin no le tomaba la suficiente importancia, además de que no podía dejarlo solo, primero;
debía cuidarlo y segundo; se enojaría.

─ ¡Oh, mira esta rosada! es hermosa, seguro le gustará a TaeTae... Hablando de Tae ¿y
Tae?
─ No lo sé, supongo que ya vendrán.

Jimin asintió con una sonrisa, era lindo pensar en el tierno de su hermanito compartiendo un
poco de tiempo con alguien mas, era tranquilizador saber que estaba con Jungkook.

(✧✧✧)

Taehyung iba con una hermosa sonrisa en sus labios, estar con Jungkook era demasiado
divertido además que le encantaba estar con él, el castaño era alguien muy afectivo, le
gustaba la sensación que Jungkook le causaba, se sentía atraído hacia el azabache.

─ ¡Kookie Hyung! mire, que hermoso.

Taehyung visualizó dentro de la tienda donde se supone que Jimin y YoonGi debían estar,
pero aquel hermoso peluche de oso lo enamoró completamente.

Un hermoso osito de color café con un lazo rozado en su cuello, era hermoso.

─ Esta lindo ¿lo quieres? Taehyung asintió con una sonrisa hipnotizada mientras veía y
acariciaba al osito.

─ Pues tómalo, ahora será tuyo. Taehyung volteó a verlo con una sonrisa y sus ojos
abiertos grandemente.

─ ¿¡Es enserio!? No...no puedo aceptarlo, Hyung.

─ ¿Por qué no? enserio, tómalo.

─ ¿Lo comprarás para mi?

─ Claro, ni que fueras a robarlo, Tae...

Taehyung rió por la ironía de Jungkook, lentamente tomo el peluche en sus manos,
alzándolo un poco y viéndolo.

Jungkook sonrió de lado al ver lo lindo que era Taehyung cuando estaba embelesado
viendo el peluche, eran tal para cual.

─ ¡Lo llamaré Kookie! ─ Gritó como un niño y estrujo el felpado peluche entre sus brazos
mientras sonreía con su vista fija en Jungkook.
─ Es igual de lindo que tú, solo que tú eres mas hermoso...

Taehyung se sonrojó completamente ante las palabras de Jungkook.

Jungkook fue a la caja con el peluche en manos mientras Taehyung se quedó atrás viendo
algunas cosas, habian unas tiernas orejitas de gato dado a que estaban en una zona de
niñas, pero todo resultaba ser tan hermoso y llamativo para el castaño.

Minutos después el azabache apareció con el peluche en una hermosa bolsa de regalo.

─ Para ti, bebé.

Dijo Jungkook tendiéndole el suave peluche, Taehyung sonrió y aceptó la bolsa de regalo.

─ Yo también le quiero dar un regalo a mi Hyung...

Con una pequeña sonrisa inocente Taehyung miraba a Jungkook viéndose totalmente
irresistible.

─ A tu Hyung le gustaría un regalo de tu parte, bebé... ¿Que me darás? ─Jungkook se


acercó lentamente a Taehyung quien sonreía travieso y retrocedía un poco.

─ Venga, Hyung...

Taehyung se dio la vuelta con las orejas en una mano y la bolsa con Kookie en la otra
mientras Jungkook lo seguía a sus espaldas, viendo la delicada y hermosa figura de
Taehyung por detrás, y su lindo trasero.

Se mordió su labio inferior al recordar cuando lo hicieron y Taehyung gemía su nombre,


Jungkook sabia contenerse, no era un puberto pero definitivamente Taehyung alteraba sus
sentidos.

Taehyung entro a la zona de vestidores, la cual era como un cuarto a parte, donde habían
varias cabinas que al parecer nadie estaban por ahí.

Taehyung sonrió y volteó a verlo.

─ ¿Me acompañas un momento, Hyung? Murmuró y entró a una cabina, era


medianamente pequeña, había una pequeña silla y una pared la cual era un espejo, viendo
su reflejo observó como justo detrás suyo se asomó Jungkook.

Jungkook sonrió y terminó de entrar, en ese momento Taehyung se dio la vuelta y ambos
quedaron frente a frente, bastante cerca debido al espacio pero fue Taehyung quien soltó
suavemente las cosas que tenia a un costado y colocó sus manos en la chaqueta de
Jungkook aferrándose de ella y acercándose para poder rozar sus labios con los del mayor.
Jungkook lo tomó por la cintura y lo acorraló en la pared donde respiró del dulce aroma del
cabello de Taehyung.

Taehyung soltó una pequeña risa por el cosquilleo y mordió su labio inferior.

Jungkook volteó su rostro para ver a Taehyung de frente, acercó su rostro hasta que sus
frentes chocaron y sus labios se rozaban.

Jungkook unió sus labios en un lento pero profundo beso, sus labios eran carnosos y
Jungkook moría por morderlos, apresó entre sus dientes el labio inferior de Taehyung y lo
halo suavemente, lamió su labio y Taehyung entre abrió su boca permitiendo que Jungkook
introdujera su experta lengua en busca de la suya, ambos movían sus labios con un poco
mas de erotismo jugando con sus lenguas, Taehyung gimió por la sensación de placer que
lo recorría cuando Jungkook lo tomaba de esa manera.

─ Déjeme darle un pequeño regalo, Hyung... Taehyung logro hablar en un murmuro


cuando ambos se separaron jadeantes por falta de aire, Jungkook se dejó manejar por
Taehyung quien lo empujó suavemente, colocando sus manos en sus anchos hombros
guiándolo hasta que el azabache se sentará en la pequeña silla.

Taehyung sonrió traviesamente y poco a poco se fue agachando hasta estar de rodillas
frente a Jungkook quien lo veía con sus ojos oscuros debido a la excitación que sentía.

Taehyung buscó las orejitas que había tomado momentáneamente y se las colocó luciendo
totalmente irresistible y jodidamente tierno para Jungkook.

─ Seré su gatito, Hyung... Taehyung murmuro mientras colocaba sus manos en los muslos
de Jungkook, Jungkook veía la escena totalmente absorto, Taehyung era capaz de lucir
totalmente inocente haciendo algo pasado de tono.

Taehyung lentamente movió sus manos hasta llegar al bulto en la entrepierna de Jungkook,
Jungkook soltó un pequeño jadeo al sentir la leve caricia, su miembro esta totalmente erecto
con aquella imagen y cualquier roce haría fricción causándole leves oleajes de placer.

A Taehyung le encantó el leve jadeo de Jungkook, la verdad él era un chico inocente, no


tenia conocimientos de esas cosas, sabia lo que eran pero no tenia ni idea de como
hacerlas, solo siguió haciendo lo que causara jadeos en su lindo Hyung.

Taehyung sonrió y apretó como pudo el bulto de Jungkook, Jungkook mordió su labio
inferior reteniendo sus gemidos.

─ ¿Le gusta, Kookie Hyung?

─ Estas torturando a Hyung, bebé...

Taehyung sonrió, eso quería, hacer a su Hyung jadear por él, era algo que con solo
imaginarlo le causaba excitación; Jungkook con su apariencia de chico rudo jadeando por
un delicado joven como Taehyung.
Taehyung quiso pasar un poco mas lejos, así que empezó a desabrochar el botón del
apretado pantalón de Jungkook, el cual remarcaba sus gruesas piernas, haciendo visible
que uno de sus pasatiempos era en gimnasio.

Jungkook ayudó a Taehyung a bajar sus pantalones un poco mas arriba de sus rodillas,
dejando visible un bulto que con mas claridad se veía con solo la tela del bóxer negro que
Jungkook tenia, sin ser apretado con ese ajustado pantalón, pero Taehyung amaba como
se veía su Hyung con ese pantalón.

El castaño tomó entre sus manos el miembro de Jungkook por sobre la tela del bóxer,
Taehyung lo apretó suavemente viendo el rostro de Jungkook, el azabache mordió su labio
pero esta vez fue casi imposible no dejar salir un jadeo.

─ Ahg...bebé... Taehyung se sentía totalmente alentado al escuchar los jadeos y suspiros


de Jungkook, no tenia mucha idea de lo que hacia, pero quería que su lindo Hyung gimiera
mas por él, además de que su lindo Hyung merecía un premio...

Taehyung se inclinó un poco y pegó su boca a la punta del miembro de Jungkook y tomó
entre sus dientes una pequeña parte de la punta, se sentía húmedo.

Jungkook soltó un gemido ante la sensación, Taehyung lo sacaría de sus cabales,


Jungkook movió su cadera al querer sentir mas, Taehyung no quiso hacer esperar mas a
Jungkook, con sus dos manos tomó el elástico del bóxer y lo jaló hacia él, con ayuda de
Jungkook el bóxer bajó al igual que su pantalón.

La erección de Jungkook se veía totalmente intimidante para Taehyung, pero Taehyung


sentía una inmensas ganas de lamerla toda, se veía rosada y palpitante, la tomó entre sus
manos desde la base con lentitud, al fin y el cabo ese seria la primera vez que haría algo
así.

─ Quiero lamerlo, Hyung... Murmuró mientras que con una mano empezó a subir y bajar
su miembro, masturbandolo como creía que era correcto,

─ Lame a tu Hyung, bebé... ahg Jungkook soltó otro pequeño jadeo al sentir la delicada y
rosada boca de Taehyung lamer la punta de su miembro, como si fuese un helado.

─ ¿Así, Hyung? Habló mostrándose inocente, Jungkook jadeo mientras llevaba su cabeza
hacia atrás cuando Taehyung metió un poco mas que la punta de su miembro dentro de su
boca, sintió su lengua juguetear con su miembro, subía y bajaba, lamia y mordía causando
que Jungkook tratara de contenerse y no hacerlo suyo ahí mismo, soltaba pequeños jadeos
pero la imagen era demasiado erótica, tener a ese lindo bebé lamiéndolo de esa manera
hacia que su erección fuese mas dura y que Taehyung lamiera mucho mas, tratando de
meterla toda en su boca. Taehyung seguía con su trabajo impuesto, el sabor del liquido
pre-seminal de su Hyung ahora estaba mezclado con su saliva, Taehyung trataba de
succionarla y lamerla lo mas que podía, Jungkook jadeo sintiendo que no soportaría mas,
movió su cadera al sentir los espasmos, Taehyung lo masturbó con mas fuerza mientras
Jungkook jadeaba, pasaron unos segundos cuando el semen del azabache baño la mano
de Taehyung y salpicara un poco, Taehyung volvió a capturar el miembro de Jungkook
entre sus labios sintiendo el sabor de su esencia, volvió a succionar al ver que su Hyung
jadeaba y movía levemente sus caderas debido a los espasmos.

Cuando Taehyung lamió y sucesivamente tragó casi toda la escancie de su Hyung , se


levantó, sus labios hormigueaban debido a la sensación de succionar y lamer el miembro de
Jungkook, Jungkook tenia su boca entreabierta mientras jadeaba y trataba de calmarse.

Jungkook sonrió ladinamente al verlo frente suyo, con esas lindas orejitas, su carita de bebé
y sus labios rojos y brillosos.

Acomodó su ropa bajó la atenta mirada de Taehyung, quien lo veía fascinado. Lo tomó de
la mano y lo jaló hasta que el menor se sentara en su regazo, sintiendo su bulto.

Taehyung sonrió satisfecho.

─ ¿Le gustó su regalito, Kookie Hyung? Jungkook mordió su labio inferior, ¿como algo tan
tierno puede ser tan excitante?

─ Me encantó, bebé...

Sus labios volvieron a unirse en un beso lento y profundo, sus lenguas danzaban con mas
necesidad, Taehyung pasó sus manos por el cuello de Jungkook, entrelazándolas en su
nuca mientras Jungkook lo aseguraba por su cintura.

─ Hyung quiere darte muy duro, bebé...

Taehyung gimió ante las palabras de Jungkook, sintiendo como el mayor amasaba sus
glúteos, movió sus caderas haciendo fricción entre sus entrepiernas, gimiendo otra vez.

─ Quiero que Hyung me de muy duro...

Jungkook no pudo contenerse, alzó a Taehyung por sus glúteos y lo acorraló en una pared.

─ Eres el gatito de Hyung... Jungkook tomó los labios de Taehyung con posesividad,
besándolo con sus labios expertos mientras Taehyung trataba de seguir el ritmo. El
teléfono de Jungkook empezó a sonar, Jungkook se vio obligado a separarse de los
carnosos labios de Taehyung, lo bajó teniendo ahora sus manos libres pero aun acorralado
entre su cuerpo y la pared.

El azabache rebusco en su pantalón su móvil hasta que lo tomó y descolgó rápidamente la


llamada.

─ ¿Si? Habló con su voz un poco mas ronca de lo normal, Taehyung sonrió, sonó muy
sexy.

─ Ah, Jimin...Sí, ah bueno... estamos en, sí... esa misma, ¿en que piso están? Ah, está
bien, ya vamos para allá...
Jungkook apretó el botón rojo cortando la conversación al mismo tiempo que Jimin, y llevó
su vista a la linda cara de Taehyung.

─ Hay que ir con Jimin y YoonGi, bebé... seguiremos con esto luego.

Taehyung asintió con una sonrisa, estaba mas que conforme. Unieron sus labios otra vez,
con deseo y necesidad antes de salir de la cabina luego de acomodar sus ropas y
Taehyung tomando a la bolsa donde estaba Kookie.

Caminaban a la par saliendo de la pequeña sala de probadores, Taehyung depositó las


orejitas de gato rosadas nuevamente a la repisa donde las tomó, siguiendo nuevamente a
su lindo Hyung.

(...)

CAPÍTULO 19

(...)

Esa misma tarde, terminando de hacer las compras que Jimin veía necesarias, Jungkook
llegó a una conclusión.

Taehyung le encantaba lo suficiente como para querer que fuera solo suyo. Él no era de
celos, nunca lo fue pero era inevitable no sentirlos cuando las chicas lo miraban tan
profundamente, sintiéndose inmediatamente flechadas por la belleza que irradiaba
Taehyung luciendo tan delicado.

Pero, unas ganas de acercarse y besarlo ahí mismo lo invadieron cuando el estúpido chico
de la caja lo miraba con aquella sonrisa, mucho mas concentrado en cortejar a Taehyung
que en introducir correctamente la tarjeta de Jimin en aquella maquina.

Lo escaneaba con su mirada, con una sonrisa ladina que Jungkook moría por quitar.
Jimin estaba lo suficientemente ocupado viendo a Yoongi mientras este veía unas gorras
negras al lado del recibidor como para darse cuenta de la situación.

─ Oye, disculpa que sea tan directo, pero eres hermoso. Taehyung abrió sus ojos
sorprendido ante el halago y un sonrojo cubrió sus mejillas casi al instante.

─ G-gracias... El chico no dejaba de verlo, pero era una mirada tan intensa, como si
quisiese desnudarle ahí mismo.

Taehyung no pudo evitar sentirse incómodo e intimidado.

─ No hay de que. ¿Podrías darme tu número? ciertamente no se consiguen a bellezas


como tú todos los días.

Jungkook sentía poco a poco como la ira hervía en su sangre, empuñó sus manos, ese
chico estaba yendo muy lejos.

─ N-no traje mi teléfono... y no he memorizado mi número, disculpa.

El chico sonrió, tardándose mas de lo que debería solo para poder sacarle alguna
información al hermoso castaño.

─ Ah... tienes una linda carita de ángel... ¿serás así en la cama? Taehyung no pudo
descifrar que había murmurado el chico a lo último, pero vio como Jungkook se acercó
rápidamente y encaró al chico.

─ ¿Qué mierda dijiste? El chico tras el mostrados agrandó sus ojos al ver que al parecer el
lindo castaño no venia solo.

─ N-no, nada...

─ ¿Enserio? pues, si no quieres que parta tu estúpido rostro de un solo golpe será mejor
que te apresures, y quita tu estúpida vista de él.

Soltó Jungkook casi como un gruñido al chico, este asintió rápidamente y termino de hacer
todo rápido y estiró la bolsa con las compras, Jungkook se la arrebato de las manos.

─ Será mejor que para la próxima hagas bien tu trabajo y no mires lo que es de otros,
idiota.

Jungkook había logrado escuchar el murmuro del chico, sabia que se refería a Taehyung
en la cama y no pudo evitar acercarse con intensiones de golpearlo, pero su parte racional
lo hicieron detenerse y solo dejarlo intimidarlo.

Pero, era la primera vez que celaba algo de aquel modo, salvo cuando era niño, pero es
que quería que Taehyung fuese solo suyo, no era capaz de disipar su ira y mucho menos
justificarla de otra manera que no fuese repetirse "Taehyung es mio" Jimin y Yoongi iban
riendo y hablando un poco más adelante que Jungkook y Taehyung, Jungkook seguía con
su mandíbula tensada, estaba celoso.

Taehyung volteó a ver a su lindo Hyung, su corazón latía rápidamente al ver como el mayor
lo protegía y celaba, en todo ese día Jungkook miraba seriamente.

a quien intentase hablarle ahuyentandolos, pero no es que le molestara, al contrario lo


agradecía y le gustaba ver que él no era el único celoso, porque si, su lindo Hyung atraía
muchas miradas, cargadas de deseo.

El castaño no podía quitar su mirada de lo muy atractivo que se veía con su ceño fruncido,
y su mandíbula tensada.

Sin querer contenerse, a sabiendas que Jimin estaba a unos pasos se acercó a Jungkook,
alzándose un poco y dejando un beso en su mandíbula para susurrarle.

"Yo soy de Kookie Hyung..." Jungkook volteó a verlo y se encontró con la encantadora
sonrisa ladina de Taehyung, sin poder resistirse a él sonrió.

(...)

Una de las cosas que a Jungkook mas le encantaban de Taehyung era su linda apariencia,
ciertamente parecía un ángel, su piel tan suave, su sonrisa encantadora, su actitud tan
tierna... pero, por más que Taehyung irradiara inocencia y pureza, el azabache no podía
dejar de pensar en que...

Empezaba a tener un fetiche con Taehyung.

No podía dejar de pensar en el castaño, vestido de gatito...con unas largas medias blancas
cubriendo hasta la mitad de sus muslos, unas orejas de gato y juguetes sexuales como lo
seria una "cola de gato", gimiendo y jadeando mientras lo llama "Daddy". Su miembro se
endurecía rápidamente al solo imaginarlo, ahí luciendo tan inocente pero a la vez tan
abrumadoramente excitante y sensual.

Jamás había pensado en algún fetichismo, quizá alguna fantasía sexual pero ahora
Taehyung llenaba todos sus requisitos, todas las fantasías sexuales que podrían cruzar por
su mente no podían imaginarse sino con el castaño, pero aquel fetiche de "Daddy and baby
Kink" le estaba comiendo la cabeza y acabando su cordura.

Mordió su labio inferior al imaginarse una escena, su miembro se endureció.

Taehyung seria su Baby Kitten.


(...)

CAPÍTULO 20/21

(...)

Ese preciso día era el tan ansiado viaje que Jimin planeó como una clase de "escape" por
tanto trabajo, quería pasar un tiempo con sus amigos de infancia además de que siempre
quiso hacer un viaje en vehículo, él tenia en su mente un esquema de que todo ya estaba
arreglado y listo para el viaje.

─ ¡Estoy tan feliz! por fin tomaremos un tiempo libre, además de que siempre quise hacer
esto.

─ Yo solo espero que todo salga bien.

─ Yah, amor... claramente saldrá todo bien, se positivo.

─ Si, pero creo que hubiese sido útil comprar algún neumático de repuesto...

─ Es lo de menos, tranquilo.

─ Ahg, Jimin, escuch...

Jimin apegó sus labios a los de Yoongi para que este se callase, se separó sonriendo luego
de aquel breve beso distrayendo a Yoongi.

─ Todo estará bien.

Yoongi solo suspiró, suponía que solo debía confiar en que si.

(...)

─ ¡TÚ! solo faltabas tú, pasa. Jimin abrió la puerta con entusiasmo esperando a la última
persona para poder empezar a guardar sus cosas en el carro e irse.
Hoseok entró con una sonrisa, él solo tenia una mochila con algunas prendas, cosas de
higiene y de valor.

Vio la sala un poco desordenada con algunas mochilas apiladas en el sillón.

─ Hola a ti también, Jiminnie.

Jimin le sonrió y se dirigió a su cuarto para buscar algo o... alguien, Yoongi, por ejemplo.

─ ¡Yah! que emoción, veo que ya estamos listos. Hoseok habló alto para que escuchasen
mientras dejaba su mochila a un lado también.

Taehyung entró a la sala dejando una última mochila en el sillón, vio a su Hyung favorito y le
sonrió acercándose para abrazarlo.

─ ¡Hyung!

Taehyung saludo alargando la última vocal, Hoseok lo apresó en sus brazos así como
cuando el castaño era solo un pequeño un niño.

─ ¡TaeTae! ¿emocionado?

─ ¡Si! será divertido, que bueno que usted también pudo venir.

Hoseok sonrió y se separaron justo cuando Jungkook apareció por el pasillo totalmente
listo, tenia un conjunto de chandal negro y su perfecto cabello azabache un poco
despeinado.

Jungkook vio la escena de un muy cariñoso abrazo de parte de Hoseok y Taehyung, bien
ahora los celos lo invadirían cada que alguna persona quisiese interactuar con el castaño,
pero no era algo que él quisiese o sintiese por gusto y gana, era algo incontrolable, casi
como esas ganas de besar a Taehyung cuando quisiese, pero debía contenerse.

Benditos impulsos.

─ Hoseok, hola. Hoseok volteó para encontrarse con el que pronunció su nombre, sonrió
al ver a Jungkook.

Jungkook se acercó a Hoseok e hicieron un corto saludo de manos.

De una manera u otra, Jungkook quería parecer intimidante, Hoseok era uno de sus
mejores amigos en la infancia, muchos años de amistad pero aún así aquella parte de él
que era celosa obsesiva quería ver a Hoseok como una posible amenaza al imaginarlo
queriendo conquistar a Taehyung, pero se sentía un poco ridículo celándolo de Hoseok, él
sabia que no eran nada pero aún así los celos no se disipaban.

─ Bro, buenos días ¿como estás? Jungkook abrió su boca para responder pero no pudo
ya que Jimin apareció en la sala gritando.
─ ¡USTEDES DOS! vayan y lleven todo esto al auto.

Los tres voltearon a verlo, Jimin parecía muy energético.

─ Yo llevaré las cosas, no hay problema. Hoseok habló amablemente acercándose a las
mochilas y tomando dos.

─ ¿Qué tanto llevas aquí, Jimin?

─ ¡Lo necesario! ¿Okey? ya dejen de preguntarme porqué tantas maletas.

─ Yo te ayudaré. Jungkook se colocó a la par de Hoseok tomando dos bolsos en cada


mano.

Taehyung se encontró a si mismo comparando a sus dos Hyungs.

Hoseok era alguien alegre y muy colorido, era muy raro verlo sin su característica sonrisa
en su rostro, pero Jungkook era algo apático, un poco sarcástico y queriendo o no su
predominante porte lo hacían resaltar dándole aquel toque intimidante, intimidantemente
atractivo.

Su rostro la mayoría del tiempo era sereno, no era de dar cariño a los demás pero con él
era totalmente distinto, disimuladamente tenían detalles, aquellas miradas y a solas solo
quería mimarlo y susurrarle palabras dulces, le gustaba que su querido Hyung fuese así
solo con él, sabia que era especial.

Hoseok salió del departamento llevándose las mochilas consigo siendo seguido por
Jungkook, Jungkook cuando pasó justo a su lado le sonrió y guiño un ojo.

El rostro de Taehyung se tintó rápidamente de rojo, menos mal Jimin estaba ocupado
guardando algunas cosas que había alborotado y YoonGi apenas salia del cuarto.

─ Hyung, buenos días ¿apenas se levanta? Taehyung saludó a Yoongi cuando este se tiro
al sofá, cerrando sus ojos nuevamente.

─ Si... debo conducir por varias horas, solo estoy descansado mi espalda lo más que
pueda, pobre de mi trasero...

─ Deja de quejarte tanto, amor. Jimin apareció en la sala, YoonGi resolpló.

─ Quejarme es mi forma de expresarme...

Ambos hermanos rieron debido a la actitud de YoonGi, la puerta se abrió dejando pasar a
Jungkook y a Hoseok.

─ Todo guardado en el maletero ¿listos?


Hoseok informó y tomó su mochila, Jimin chilló y corrió a su cuarto, volviendo segundos
mas tarde con una almohada.

─ Listo, vamos amor.

Jimin salió del departamento con la almohada entre sus brazos, Taehyung, Jungkook y
Hoseok siguieron el mismo trayecto de Jimin luego de esperar unos segundos a que el
chico pálido cerrarse el departamento con doble llave.

Una vez todos en el estacionamiento, frente a la camioneta empezaron a debatir sobre los
puestos.

─ Yo conduciré, Jimin ira de copiloto, Jungkook y Hoseok en cada puerta del asiento trasero
mientras Taehyung va en medio ¿es así, no?

─ Si, si vamos ya, quiero que este viaje comience ya.

Jimin se subió al copiloto mientras Jungkook se adentraba al vehículo en el asiento trasero,


Taehyung lo siguió y por último Hoseok, este último cerró su puerta con seguro para poder
recostarse de ella sin tener que preocuparse de que accidentalmente se abriese, Jungkook
por su parte de igual manera pasó el seguro mientras Taehyung creaba su "cama"
provisional con casi todas las frazadas que estaban ahí, posiblemente conducirían hasta en
la madrugada, llegando en la tarde del día siguiente y él dormiría, mucho y eso era seguro.

Yoongi encendia el auto, acomodaba el espejo, todas las ventanas subidas y el aire
acondicionado encendido, Jimin se acomodó a su lado con una sonrisa en su rostro.

Taehyung se volteó hacia Jungkook, este notó la mirada del castaño así que dirigió su vista
a él y este le tendió su frazada, rosada y de algodón, impregnada de su aroma, él la acepto
rápidamente.

─¿Listos? ¿nadie olvida nada? es muy tarde ahora.

Atrás negaron en unánime, menos Jimin quien soltó un gemido de frustración. YoonGi
volteó a verlo arrugando un poco su entrecejo.

─ ¿Que pasa, Jiminnie? ¿olvidaste algo?

─ Quiero hacer del uno, lo siento.

YoonGi abrió sus ojos ante la repentina petición de Jimin.

─ ¡Pero no hemos ni comenzado, Jimin! ¿ya harás paradas para el baño?

─ ¡Bebí mucha agua! bebo agua cuando estoy ansioso, debo ir, esperen, iré corriendo.
Jimin quitó el seguro rápidamente y salió corriendo del auto cerrando la puerta yendo lo más
rápido posible para complacer a su vejiga.

Yoongi suspiró, no lo dejaría ir solo y además el peligris olvidó las llaves del departamento.

─ Iré con él, ya volvemos.

YoonGi abrió la puerta sin esperar repuestas tomando las llaves y yendo a la entrada del
edificio siguiendo la trayectoria que Jimin cruzó corriendo.

Un pequeño silencio se instaló pero fue roto repentinamente por el timbre de llamada de un
teléfono, el de Hoseok.

─ ¡Jah! aguarden, iré a contestar, un minuto.

Hoseok abrió la puerta y salió del auto aprovechando para poder recibir la llamada
privadamente con una sonrisa en sus labios.

El silencio volvió a envolver el interior del auto, pero ahora solo estaban ellos dos.

Poco a poco Taehyung volteó a ver a Jungkook, quien tenia su vista fija en él desde que el
auto quedó solo.

Pero Taehyung notó que Jungkook no se acercaba a él, a darle un pequeño beso como
empezaba a acostumbrar.

─ ¿huh? ¿pasa algo, kookie hyung? Inclinó su cabeza un poco dando un toque inocente,
siendo ajeno de que le pasaba al azabache.

Jungkook soltó un suspiro, trató de no lucir celoso, pero fracasó.

─ No, no me pasa nada...

Taehyung no pudo evitar dejar salir una pequeña sonrisa ¿acaso estaba celoso? ¿de qué?

─ ¿Kookie Hyung está celoso?

Jungkook quiso bufar para restarle importancia, pero al diablo, era Taehyung.

─ Kookie Hyung está celoso.

Taehyung sonrió, le gustaba que le siguiera aquel rol "inocente" Taehyung se acercó un
poco más a Jungkook, no conocía la causa de sus celos, pero obviamente le gustaba verlo
así.

─ ¿Y por qué Kookie Hyung está celoso? yo solo lo quiero a él...


Jungkook dirigió su mirada nuevamente al lindo rostro del castaño, quien lo veía haciéndole
ojitos.

Bien, este chico empezaba a conocer todos sus puntos débiles, empezando que el castaño
mismo era un nuevo punto débil.

─ ¿Tú solo quieres a Kookie Hyung? Taehyung asintió completamente convencido,


excelente respuesta.

─ Bien, pero tu Hyung quiere que se lo demuestres de alguna forma.

Taehyung se mordió el labio inferior, era un poco arriesgado, pero eso era lo que menos le
importaba. Taehyung colocó "casualmente" su mano sobre el miembro de Jungkook cual
poco a poco se endureció ante el toque.

El castaño se inclinó y capturó los rojos labios de Jungkook en un pequeño beso que el
azabache intensifico, moviendo un poco su cadera para sentir movimiento entre el tacto de
Taehyung y su entrepierna.

Jungkook soltó un jadeo cuando Taehyung apretó su miembro por sobre la tela del
pantalón, aquel apretón hizo a Jungkook volver a jadear enviándole oleadas de placer en su
cuerpo, si comenzaban debían para sino él quedaría de mal, muy mal humor.

Justo antes de que Taehyung quisiese cambiarse de postura para poder mimar bien a su
Hyung, Hoseok apareció abriendo la puerta obligándolos a separarse de golpe.

─ ¡Volví! no me extrañen...

El cerebro de Taehyung repetía la escena, lo que estaban apunto de hacer, una y otra vez...

Jungkook soltó un bufido, ahora tendría muy mal humor, odiaba quedarse con las ganas.

Por las ventanas se vio que esos eran Jimin y Yoongi los que venían, por fin emprenderían
este viaje, ya. Ahora si, sin trabas.

(...)

CAPÍTULO 22
─ ¡You got got the rhythm! ¡You got got the rhythm!

Yoongi bajó un poco el volumen del reproductor de música, ya estaba obstinado.

─ ¡No! no le bajes, subele ¡KIDERO KIDERO RIPIT! kidero ripit

─ Yah, Jimin, has repetido esta canción unas diez veces.

─ Kidero ripit.

Yoongi estaba un poco celoso, Jimin era amigo de un Idol; Taemin, y este había sacado
una nueva canción, la cual Jimin escuchaba y repetía casi a cada hora.

─ Pareciera que te gustara él y no la canción...

─ Aw's, estás celoso, pero si me vas a celar, por favor, que sea por algo coherente, minnie.

─ ¿No te parece que estás algo, muy obsesionado por este amiguito tuyo Taemin?

─ Por él no, pero por ti sí, así que solo puedes tener celos de ti mismo.

Mientras la pareja del frente tenían una pequeña escena de celos, Hoseok estaba un poco
asumido en su teléfono, desde que había colgado esa llamada casi ni se despegó de su
celular.

Por su parte, Taehyung estaba recostado entre las cómodas sabanas con una sonrisa
divertida en sus labios, era lindo ver a su hermano y a Yoongi "peleando" ya que eran
peleas tontas y casi siempre eran por pequeños celos.

─ Ya dejen su tonta pelea de lado y pongan una buena canción ¿quieren?

La pequeña "pelea" de Jimin y YoonGi fue cortada por la voz de Jungkook, sacándolos de
su trance.

─ Como sea, como sea... bien, pondré esa canción latina que está de moda, "despacito"

─ ¡NI SE TE OCURRA!

─ Deeespaaacito, nanana despacito, hunmhunm despacitooo!

La canción cambió nuevamente cuando YoonGi volvió a presionar el botón del reproductor.

─ Ay...minnie... aquí nadie deja que muestre mis dones artísticos...pero ¿verdad que tú si,
Tae?

Jimin volteó a ver a Taehyung con una sonrisa en sus labios, pero con la mirada casi que lo
obligaba a responder positivamente.
─Si, por supuesto...

Taehyung respondió con un deje de ironía en su voz, aún así Jimin sonrió satisfecho viendo
hacia el frente.

─ Antes de que tomemos la autopista quiero que pasemos por algún supermercado a
comprar algunos snacks, oh ¡Ese! ¡ese que está ahí!

Yoongi solo asintió y con un corto suspiro aparcó el auto en el estacionamiento principal de
un supermercado bastante grande, complaciendo a su lindo novio.

─ Bien ¿quien...?

─ ¡Todos! todos iremos, es un viaje grupal, vamos.

Hoseok tenia una vibra bastante energética así que no dudo en salir rápidamente del auto
junto a Jimin, Yoongi fue el siguiente en bajarse mientras apenas Jeon abría la puerta de su
lado, Jimin junto a Hoseok iban a la par en camino a adentrarse al establecimiento y YoonGi
les seguía, así que Taehyung y Jungkook quedaron atrás.

Jungkook observó que Taehyung no tenia intenciones de bajarse.

─ Bebé, ven, bájate.

Taehyung soltó un jadeó en reproche, sin ánimos de moverse.

─ Mhumm, no... me quiero quedar, estoy cómodo.

Jungkook levantó su vista, viendo hacia todo el estacionamiento rápidamente y volvió a


bajar la mirada hacia el lindo castaño.

─ Creo que estarías mas cómodo encima mio, pero debes bajarte e ir conmigo hacia el
supermercado, ven...

El rostro del castaño se tiñó rápidamente de rojo ante las palabras del azabache.

─ Aún así no quiero, Kookie Hyung...

─ ¿Me vas a obligar a entrar y sacarte mientras te cargo? soy capaz.

Taehyung sintió un poco de nervios a que su Hyung lo hiciera y pasaran por esa escena; él,
riendo y pataleando mientras Jungkook lo cargaba en su hombro como un saco, realmente
no quería comprobar si su Hyung era capaz o no.

─ ¿Por qué insiste tanto en ir, Kookie hyung? quédese aquí, de igual ellos...

Taehyung se vio incapaz de continuar hablando porque unos labios se posaron rápidamente
sobre los suyos, callándolo.
Los labios de Jungkook se movían expertos sobre los del menor, pero Taehyung hizo todo
lo posible para seguirle en ritmo y sincronizarse teniendo así un beso que con cada
segundo se volvía mas erótico, Taehyung se recostó un poco mientras Jungkook afincaba
sus manos en el asiento con medio cuerpo fuera del auto aún y una rodilla afincándose en
la orilla del asiento.

Taehyung fundió sus manos en el sedoso cabello negro de Jungkook pero este se separó
dejando al aire un jadeo de reproche de parte de Taehyung al no sentir los suaves labios de
su Hyung, e inmediatamente un puchero se instaló en sus rojos e hinchados labios debido a
la mordida que Jungkook le dio.

─ ¿Por qué se separó, Hyung?

Preguntó, aún con aquel tierno e irresistible puchero, pero Jungkook no cedió, aunque él
mismo quisiese comerse los labios de Taehyung a besos.

─ Sé obediente y ven con tu Hyung, bebé.

Taehyung mordió su labio inferior, aquella frase "se obediente" había despertado un
pequeño deseo en su pecho, pero asintió sin volver a reprochar o quejarse.

Jungkook sonrió satisfecho cuando el menor salió rápidamente del auto, pero este al estar
completamente fuera se apegó tanto a él que se vio recostado del auto y las lindas manos
del castaño posadas en su pecho, manteniendolo entre el auto y él.

─ Yo quiero serle obediente a Daddy.

Dicho eso, sonrió de manera coqueta y dejó un pequeño beso en la comisura de su labio,
yéndose rápidamente hacia el interior del establecimiento con una gran sonrisa en su rostro.

Jungkook quedó un poco impactado por las palabras del menor, inmediatamente sintió una
pequeña presión en su entrepierna por como le había dicho el castaño, "Daddy" y fue casi
imposible no empezar a imaginárselo en su cama gimiendo y llamándolo así, mordió su
labio inferior y cerró sus ojos, debía calmar aquellos impulsos que el menor causaba en él,
ya habría momento de satisfacer esa pequeña fantasía.

Así que simplemente se paró firmemente, cerró el auto y vio a su alrededor, emprendiendo
su camino calmadamente hacia la tienda tratando de disipar aquella presión que Taehyung
despertó en cuestión de segundos en él.

Sin duda el castaño se estaba convirtiendo en alguien especial para él, todo era tan distinto
como en las veces pasadas, nunca se vio en tal necesidad por alguien como por la que
sentía por Taehyung
CAPÍTULO 23

─Así que le dije "tomaré vacaciones quieras o no" y punto, enserio, se lo dije.

─Yah, Jimin... no te veo capaz de haberle dicho eso a tu jefe.

Jungkook respondió quitándole credibilidad al relato del peligris.

─ Y no lo hizo, eso fue el "cómo sonó en su mente" la realidad, si hubiera dicho eso no
tendría trabajo.

Respondió Yoongi mientras tenía su vista fija en el camino, Jimin volteó a verlo con los ojos
entrecerrados.

─¡Vacaciones infinitas!

Taehyung gritó interviniendo, haciendo que una pequeña sonrisa se le escapase a


Jungkook.

─ Yah... amor, no me dejas contar nada.

─Las cosas como son.

Luego, esa platica se extendió por largas horas de camino, un viaje que estaba siendo
ameno, recordaban anécdotas, Yoongi compartía el cómo conoció a Jimin y algunas
divertidas historias entre las citas y cosas de parejas que hacen que su relación sea
especial y llena de amor.

Hoseok reía mientras recordaba algunas cosas de cuando eran pre-adolescentes, también
de como Jungkook era tan obstinante.

─Sin duda son unos de los mejores tiempos de mi vida.

─ Oigan! ¿Recuerdan cuando Jungkook odiaba que el pequeño Tae jugara con nosotros?
Era un poco presumido, ya no eres así, Jungkookie, no te preocupes.
El rostro de Jungkook tomó color propio, sus mejillas se tiñeron levemente de rojo al
recordar esa etapa, era un mocoso malcriado.

─ Era tan... necesario recordar eso...

─ ¡AH! si, si ¿cómo olvidarlo?

─ Se te estaba olvidando.

─ Amor, cállate. Como decía, ¡claro! yah, Jungkookie, cuanto has cambiado.

─ ¿Ahora la conversación se va a centrar en mi?

─ Pero por supuesto que si, ya hablamos de nosotros hace rato.

Oigan ¿se acuerdan cuando fuimos a la piscina? Para nuestra edad eramos altos y
recuerdo que el pequeño Tae quería estar en la parte de "Adultos", yo no estaba muy de
acuerdo porque él era muy pequeño, eramos niños y tenia miedo de que le pasase algo.

Jungkook no quería que estuviese ahí y por maldad lo empujó en la parte honda, te odié en
ese momento.

─ Eramos, Jungkook y yo, tú eras un enano a esa edad, Jiminnie.

─ Como sea, lo que decía, el pobre pataleó hasta que nuestro padre lo sacó, estaba tan
asustado que no se acercó a nosotros en todo el día.

─ Error, lo saqué yo.

Habló Hoseok, y Jimin alzó su cabeza hacia arriba, como si así pudiese recordar mejor.

─¡Ah! es cierto.

─ Pero... yo no recuerdo ese día.

Dijo Taehyung algo ido ante aquella anécdota de sus Hyungs, Jungkook no había dicho
nada.

─ ¿De verdad? yo aún recuerdo cuando casi muero ahogado con una ola, siempre
recordamos una situación traumática. Respondió Jimin.

Ellos continuaban recordando algunos detalles de aquel día, pero Taehyung se sumergió en
un silencio interno en el que solo podía escuchar su propia voz preguntándose varias cosas.

─ ¡Hyung! ¡Hyung! por favor, cargueme hasta allá, me da miedo cruzar nadando solito...

Él era alguien bastante olvidadizo, así que quizá esa es la repuesta mas lógica al porqué
olvido aquellos días en los que él no era TAN pequeño como para desconocer.
─Niño ¿cuantas veces debo decirte que estos no son juegos para mocosos como tú? deja
de molestar.

Vagamente, algunos flashes golpeaban su memoria fugazmente, pequeños recuerdos eran


los que alcanzaba a memorizar.

─ ¡P-pero! yo quiero jugar aquí, con Hyung ¡prometo portarme bien!

─ ¡Que no!

─ ¡Por favoooor!

Taehyung sacudió su cabeza al visualizar remotamente el rostro de Jungkook siendo mucho


mas joven que ahora.

─ Deja de estorbar.

Dicho eso, sintió una extraña presión en su pecho al sentirse como si el agua lo abrazara,
aquella presión crecía a medida de que el agua lo sumergía mas, quería gritar "ayuda" a su
hermano para que este viniese pero era casi imposible estando en aquella situación.

Y ahí paró el recuerdo, trataba pero nada que no fuese ficticiamente creado por él llegaba a
su mente, pero simplemente no recordaba nada mas allá de eso.

Solo podía sentir una extraña sensación de miedo.

─ Taehyung ¿estás bien?

La voz del azabache lo sacó de aquel silencio interno, comparó por instantes la voz de
Jungkook siendo joven con el de ahora, la diferencia claramente era abismal.

Sacudió levemente su cabeza, vio hacia adelante donde estaba Jimin y Hoseok parloteando
mientras Yoongi acotaba algo cada cierto segundo, volteó y vio el serio pero preocupado
rostro del azabache viéndolo fijamente, tratando de descifrar sin éxito lo que el castaño
pensase, le importaba mucho que pasaba por esa pequeña cabecita.

Jungkook había sido un mocoso malcriado, era arisco con casi todo el mundo, incluido el
pequeño Taehyung quien solo lo trataba como si fuese un ídolo, era su ídolo, pero eso a él
no le importó ¿ahora? ahora se encontraba ciegamente atraído por él, sintiendo aquella
presión de culpabilidad en su pecho oprimirse cada que recordaba algunas cosas del
pasado.

Se arrepentía, pero era inconsciente como para saber que hacia.

Taehyung solo le sostuvo la miraba unos segundo, luego solo la bajó y volvió a ver hacia el
frente, casi como ignorándolo.
Una pequeña punzada de dolor golpeteó por instantes su corazón dejando aquel palpitante
dolor ahí, al igual que esa incógnita plasmada en su mente ¿estará molesto? ¿me odia
ahora? ¿qué habrá recordado? ¿qué piensa?

Volvió su vista al frente y soltó un pequeño suspiro, Taehyung había escarbado y adueñado
muy rápido de su corazón.

No diría que estaba mal enamorarse así de rápido, había una primera vez para todo, "amor
a primera vista", pero lo que él se recriminaba era que estaba siendo un poco irracional,
siempre había cuidado muy bien de sus impulsos, pero Taehyung los disparaba y alteraba
sus sentidos, una simple mirada lo estremecía, su aroma lo embriagaba y su voz lograba
calmarlo.

Todo de repente.

Jimin y Hoseok recordaban algunas anécdotas más, sacaban "accidentalmente" a luz el


cuando él era un mocoso irritante, pagandola especialmente con un muy pequeño e
inocente Taehyung, este parecia inmune a lo que decian, no acotaba nada pero escuchaba
atentamente, Hoseok lo abrazó de los hombros y este se recostó ligeramente de él.

Jungkook sintió aquella llamita de ira crecer en su pecho, sentía como el enojo crecía, la
parte irracional de Jungkook acusaba a Hoseok de hacerlo a propósito para que Taehyung
lo repeliera, pero su parte racional solo cuestionaba ¿con qué necesidad lo haría? Hoseok
no era así, quería pensar eso, era así.

Además, solo estaba pensando con los celos, debía relajarse, Hoseok era como un
hermano para Taehyung, mas bien, él mismo debía ser "como un hermano" para Taehyung
¿y ahora? analiza la situación.

Estaba teniendo relaciones con el hermanito menor de Jimin, pero no era solo sexo lo suyo,
iba mas allá de solo atracción física, él lo quería, incluso para un futuro ¿no era mucho?
pero ¿qué diría Jimin de todo eso?

Si Jungkook se colocaba en los pies de Jimin, teniendo un amigo de años y un hermanito


menor, al que celara y cuidara mucho, se enterara de repente que ellos dos mantenían una
relación secreta ¿qué haría? ¡Enloquecería! seguramente lo haría, así que ¿qué podía
exigir él? Solo se prometía algo internamente, cuidaría a Taehyung como si fuese su propia
vida, lo cuidaría y consentiría con todo lo que quisiera, sería su niño hermoso.

Sin darse cuenta, recostó la cabeza en el vidrio y dejó escapar un suspiro, pero no era uno
lastimero, no, sino de amor.

De amor al darse cuenta que pensaba como un enamorado, que se estaba enamorando.

Por eso le preocupaba el qué pensaría Taehyung, si también lo quisiese como él


empezaba a hacerlo, si estaba enojado por el pasado, si dejaría prometerle que nunca mas
haría algo como eso en su futuro.
Porque era verdad.

CAPÍTULO 24

(...)

La noche ya había caído, la carretera era alumbrada por los postes de luz junto a las luces
de el vehículo que guiaba a Yoongi.

Uno que otro vehículo lo sobrepasaban con velocidad, pero era una velocidad que Yoongi
se rehusaba a usar a aquellas altas horas de la noche.

El ambiente en el auto era mas relajado a comparación de las primeras horas, habían
hablado, reído y recordado juntos.

En estos momentos, Yoongi tenia la vista fija en el camino mientras escuchaba a volumen
moderado una de sus canciones favoritas del momento, Jimin estaba recostado en el
inclinado asiento del copiloto, con su cabeza ligeramente a la derecha mientras dormía, ya
eran pasadas de las once de la noche y Jimin se dormía fácilmente.

Hoseok estaba con sus audífonos mientras hablaba con alguien a través de mensajes,
absorto por la música que escuchaba junto a la concentración que tenia al escribir lo
aislaban de su alrededor.

Por otro lado, estaban Taehyung y Jungkook, Jungkook también se había dejado vencer
por el sueño, pero él solo estaba divagando por un leve sueño, el mas mínimo movimiento
lo haría despertar a diferencia de Jimin, quien estaba profundamente dormido.

Taehyung estaba recostado de lado, viendo a Jungkook dormir con su cabeza pegada al
vidrio, la luz tenue de la luna se veía reflejada como un resplandor en su blanca piel, su
cabello negro era tan intenso como la misma oscuridad que envolvía el exterior.

Yoongi conducía a una velocidad moderada, iba con calma ya que era de noche y conducir
apresuradamente solo para querer llegar antes seria un peligro, ademas que no quería
poner a prueba sus habilidades de conductor en aquellas condiciones, siendo bastante
tarde y sin ningún otro vehículo al rededor que quizá los auxiliasen en caso se que
necesitasen algún repuesto de emergencia.

Pero, debido a la oscuridad, y un pequeño descuido al cambiar por instantes de canción no


permitieron que Yoongi viera uno de los pocos agujeros que dañaban aquella lisa carretera
de asfalto, haciendo al auto dar un brinco, desconcertado por el repentino golpe apretó el
volante para mantener estable el vehículo, Jungkook se levantó confundido por el estruendo
y por las leves estremecidas del auto luego del primer golpe.

Taehyung se enderezó en su asiento un poco asustado, acercándose al asiento del


conductor y asomar su cabeza para así ver a Yoongi, encendió la luz dentro del auto para
ver con claridad cosa que Yoongi agradeció mentalmente, pudiendo ver un poco mejor y así
llevar al auto a una orilla de la carretera, rehusándose a avanzar un metro mas.

─ No puede ser cierto.

Espetó Yoongi casi para el mismo, pero fue audible para todos.

Hoseok dejó el teléfono de lado reincorporando un poco confundido, hasta que el auto frenó
en la orilla se permitió preguntarle a Yoongi quien aún tenia su vista fija en el camino y sus
manos en el volante sin marcha, pensativo,

─ Ehm... ¿Qué sucedió?

Preguntó Hoseok, sin obtener respuesta de Yoongi, volteó a ver a Taehyung y Jungkook a
su lado y ambos tenían una cara de confusión que seguramente él también tenia.

─No... lo sé... seguramente le ocurrió algo a una llanta...

Respondió Jungkook, el silencio en el auto permaneció, Jungkook se apresuró a llevar su


mano al botón de seguridad quitándolo y luego a la manija para abrir la puerta.

─ Iré a ver, esperen.

Dicho eso salió del auto dejando la puerta entreabierta y a Taehyung con un leve miedo en
su pecho, no quería que Jungkook estuviera solo en la oscuridad fuera del auto, la carretera
era iluminada por las farolas de luz, pero de igual manera la soledad era sombría.

─ Yo te acompaño.

Hoseok salió un segundo después de Jungkook, dejando la otra puerta entreabierta.

Yoongi soltó un suspiro e imitó su acción, saliendo del auto a revisar temiendo de que le
haya pasado algo a la llanta.

Una vez fuera el frió de la noche golpeó su rostro, buscó a ambos con su mirada y los vio
hablando con su vista en la llanta delantera izquierda.
─ ¿Está bien?

─ No, al parecer se pinchó con algo, ahora se está desinflando.

Yoongi se acercó y vio como la parte inferior de la llanta estaba planta por falta de aire.

─ Fantástico, no hay repuesto.

Hoseok hizo una mueca a la vez que volteaba su cabeza, analizando la situación.

─ No importa, quizá soporte hasta que lleguemos a una estación, una gasolinera, algún
estúpido local en el medio de la nada.

Respondió Yoongi con rabia, sintiéndose idiota al no haber tenido un repuesto, era un viaje
largo y no estaba demás equiparse con un repuesto, pero no había tenido el tiempo y Jimin
no le tomó importancia.

─ Pues... no creo que debas forzar el auto de esa manera.

─ No te alteres, tranquilo Yoongi.

A unos kilómetros de aquí hay una estación, creo que es una gasolinera, quizá tengan
repuestos.

─ ¿Qué propones? ¿llevar el auto hasta allá?

─ No, no... tardaríamos mucho si lo rodamos, además hace frió.

Lo que propongo es que dos de nosotros vayamos con el neumático, compremos uno y
volvamos, listo.

Habló Hoseok, Yoongi analizó en silencio unos minutos.

─ ¿De verdad no creen que debamos esforzar el auto un poco hasta llevarlo allá? si dos de
nosotros van caminando seria un poco peligroso, está muy oscuro.

─ Yo no tengo problema alguno en ir.

Acotó Jungkook, Hoseok asintió en dirección del azabache sonriendole.

─ ¿Ves? iremos Jungkookie y yo, no te preocupes, quédate aquí con Jimin y Taehyung.

─ Pero esta es una zona desértica...

─ ¿Qué te preocupa? por la misma razón, es una zona casi desértica, no creo que vayan a
haber chicos por ahí buscando a quien robar.

─ Habló Jungkook.
─ Bien... está decidido, iremos Jungkook y yo, no perdamos mas tiempo.

─ ¡alto, alto! no, mejor iré yo, fue mi culpa no haber cargado un repuesto.

─ ¿Qué sucede?

La voz de Jimin se hizo presente haciendo a los tres voltear en dirección del peligris.

Yoongi soltó un suspiro, Jimin salió del auto y se posicionó al lado de ellos.

─ ¿Están haciendo una pequeña secta aquí?

─ No, le sucedió algo a un neumático, será mejor que el auto no avance así, lo mejor sería
que dos de nosotros vayamos a una estación que está a unos cuantos kilómetros de aquí,
quizá a dos kilómetros, menos, no lo sé.

Y compremos un repuesto, volvamos y listo, seguimos con el viaje.

─ ¿¡Estas loco!? ¿acaso ves a tú alrededor? podría ser peligroso, Hoseok.

─ Oigan, si seguimos discutiendo el mismo tema mis huesos se van a entumecer.

Jungkook se interpuso en medio de la repetitiva discusión, acortándola.

─ Bien, si van a ir ¿quienes van?

─ Iremos Hoseok Hyung y yo.

─ Repito que yo debería de ir...

─ Si tú vas, Yoongi, yo también iré.

Dijo Jimin, rehusándose a dejar ir solo a Yoongi, no podría estar tranquilo ni un minuto si no
sabia de él, e irse solos a buscar ese repuesto era algo peligroso.

─ Tú no irás a ninguna parte, Jimin.

Es peligroso y ni loco dejaré que vayas.

─ Entonces tú tampoco irás.

─Discutan dentro del auto ¿si? Jungkook, ayúdame a buscar las herramientas atrás para
sacar el neumático.

Jimin no pensó quedarse afuera mas, así que se metió al auto sin esperar a Yoongi, este
por su parte ayudó a Hoseok a sacar unas herramientas que estaban en la parte de atrás
conjunto con el equipaje.
Jungkook por su parte se acercó a la puerta de donde él salió y la abrió, esta seguía entre
juntada encontrándose así con los ojos de Taehyung, este lo veía con algo de miedo en
ellos, casi como una suplica.

─ ¿Vas a... ir, Hyung?

Susurró para ambos, Jungkook se inclinó un poco para estar a altura de su rostro, no sin
primero antes voltear a ver a Jimin quien estaba asomado viendo hacia afuera del auto
hacia atrás, donde estaban Hoseok y Yoongi.

─ Si, bebé... pero no te preocupes, iremos y vendremos rápido, todo estará bien.

Respondió en otro susurro para el castaño, este bajó un poco su cara regalandole a
Jungkook unos tiernos ojitos de cachorro mientras hacia un pequeño puchero y dejaba a la
vista del mayor su lindo labio inferior abultado, tentándolo a morderlo.

─ No vaya, Kookie Hyung... por favor... quédese aquí conmigo.

─ Justamente voy porque no quiero que estemos aquí varados, que tú estés aquí varado,
además... pensé que mi bebé no quería estar conmigo... ¿estás molesto con Hyung?

Taehyung abrió sus ojos de gran manera ante las palabras del azabache a la vez que
negaba rápidamente.

─ ¡No, no! hyung, yo no me molestaría con Kookie hyung...

Subió un poco en tono de voz, Jungkook susurró "shhh" mientras volvía a ver a Jimin por
segundos, comprobando que efectivamente seguía igual, solo que gritándole algo a Yoongi
que no entendía, volvió su vista a Taehyung quien lo veía atentamente.

─ Está bien, bebé. Pero no te preocupes, vendremos pronto y Hyung podrá estar contigo
todo lo que quieras ¿si?

─ Si...

Taehyung bajó su mirada un poco triste, por mas que Jungkook le dijera que estuviera
tranquilo él no podía, simplemente no podía.

El corazón de Taehyung latió fuertemente cuando sintió unos suaves labios sobre los suyos
por unos cuantos segundos, volvió su vista a los ojos de Jungkook y este le sonreía, se
acercó a su frente depositando otro pequeño beso, alejándose luego, tomó su abrigo y
movió su mano como un pequeño ademán de despedida hasta que cerró la puerta del auto.

Taehyung tenia un pequeño sonrojó en sus mejillas al igual que esa carita de sorprendido,
llevó su mano a sus labios y los tocó, sintiendo aquel cosquilleo al recordar la textura de los
labios ajenos sobre los suyos.
Jungkook fuera del auto se colocó su abrigo acercándose a Hoseok y Yoongi quienes
habían terminado de sacar la rueda.

─ ¿Listo?

─ Si, vámonos, antes de que sea mas tarde, ya volvemos.

─ Bien.

Dicho eso Jungkook tomó el neumático en una mano, era algo pesado pero nada con lo que
él no pudiese, mientras metía su otra mano al bolsillo de su abrigo sintiendo un poco de
calor ahí, Hoseok lo seguía de lado mientras iniciaban una conversación, yéndose pegados
a un lado de la carreta.

Yoongi los vio avanzar unos cuantos metros hasta soltar un suspiro y volverse hacia el auto
y meterse en él, sintiendo la diferencia de temperatura.

Estando dentro, Jimin volteó a verlo e hizo una mueca, estirando su mano y tomando la
suya, acariciándola levemente.

─ Lo lamento, esto pasó por culpa mía...

─ No, no digas eso... también fue mi culpa, yo debí encargarme de esto, pero tranquilo, solo
míralo como una pequeña e indeseada aventura ¿si?

Le respondió haciéndolo reír mientras este negaba levemente con su cabeza, sintiendo
como Yoongi apretaba su mano dándole un pequeño apoyo.

─ ¿Tú estás bien, TaeTae?

─ Si... supongo que si, no te preocupes, Jiminnie...

Taehyung recostó su cabeza en el vidrio viendo hacia afuera, tratando de sentir un poco el
aroma que dejó Jungkook impregnado cuando estaba ahí mismo, cerró sus ojos y solo trató
de ser paciente y positivo, aunque todo estaría bien, irían y vendrían rápido, no
precisamente habrían malas personas por ahí, además Jungkook era alguien fuerte que
sabría defenderse, Hoseok también lo era, así que eso era mucho mas tranquilizador.
CAPÍTULO 25/26

(...)

Hoseok y Jungkook habían avanzado bastante desde su punto de partida, era ahora
Hoseok el que llevaba el neumático en su mano mientras mantenía una conversación con
Jungkook.

─ ¿Entonces vives solo allá?

─ Si, pero prefiero vivir solo... ya sabes, me agrada estar solo.

─ ¿No es mucho la soledad? es mas relajado, lo sé, pero vives en Japón ¿tienes amigos
con los que salir de vez en cuando?

─ Algunos compañeros de trabajo, usualmente solo voy a la empresa de mi padre, luego a


comer, gimnasio y dormir.

─ ¿No has considerado volver a corea del sur?

Jungkook inclinó un poco su cabeza hacia un lado mientras sus labios formaban una ligera
linea recta, pensando.

La verdad nunca se había detenido a pensar eso.

─ Digo, quizá extrañes a tus amigos, a nosotros, pasar tiempo en compañía, salidas de vez
en cuando como estas... solo que sin neumáticos averiados.

Hoseok se apresuró a agregar, riendo levemente ambos por las últimas palabras que dijo.

Jungkook se permitió unos segundos pensarlo a profundidad, nunca había considerado


volver, y no era que no extrañaba a sus amigos y que quería vivir apartado de todos ellos,
solo que primeramente se concentró en él, en lo que suponía mas importante, además que
todas las cosas les llevaron a esas circunstancias, a cada quien ir por su camino como
personas adultas, claro que extrañaba pasar tiempo con amigos, pero cada uno tenia
responsabilidades.

Pero ciertamente Jungkook vive una vida relajada, no fácil, pero si libre de preocupaciones,
sus padres no lo mantenían, ahora trabajaba, no tenia mascotas por la cual se privarse de
viajar y no volver a casa por más de una semana, no tenia pareja así que no tenia que
preocuparse por celos.
Jungkook estaba acostumbrado a ese estilo de vida, relajado y libre de preocupaciones,
pero aquel viaje de amigos había instalado en su cerebro otro tipo de mentalidad.

¿Cuando este viaje se terminase... su "pequeña relación" con Taehyung también se


terminaría? Evidentemente no quería que terminase, se llegó a involucrar con Taehyung
mas de lo que ninguna vez se llegó a imaginar, porque no era algo que él pensó en algún
remoto momento de su vida ¿tener algo con el hermanito menor de Jimin? pero ahora no
podía dejar a Taehyung así, no podía dejar sus sentimientos así.

Pero, considerando que lo que él está haciendo está "mal" ¿no era ese momento el
indicado para pararlo? ¿Para parar aquella prematura relación que ya había
desencadenado un sin fin de sentimientos? de fuertes sentimientos.

Pero no podía acabar ahí, inclusive Jungkook podría empezar a pensar alternativas para
tener a Taehyung a su lado, sabia que Taehyung era joven -mas que él- y que aquí en
corea él lo tenia todo, pero quizá Japón también seria un buen lugar para él, salvo el idioma,
pero podía pagar algún profesor personal para él, cualquier cosa.

O tal vez podría hablar con su padre y inaugurar una nueva sede en Corea del Sur, así vivir
en el mismo lugar que Taehyung y sus amigos.

Sin darse cuenta, se imaginó como podría llegar a ser su vida con Taehyung a su lado, las
cosas que haría por él, por verlo despertar a su lado cada día, por cuidarlo y complacerlo en
todo.

─ Yo... yo realmente no lo sé, no sabría que decirte.

Obviamente los extraño a ustedes, pasar tardes juntos y ahora más después de esta salida,
pero tú más que nadie sabes como es un trabajo, hay que ser responsables, más yo que
trabajo para mi padre y no puedo renunciarle de un día para otro, menos en un cargo tan
importante, pero realmente... realmente no quiero volver a dejarlos.

Hoseok notó la mirada baja de Jungkook, parecía asumido en sus pensamientos mientras
caminaba a su lado, volvió su vista al frente e hizo una mueca, comprendía a Jungkook,
quería ayudarlo, pero no sabia en qué, no sabia como, así que solo se mantuvo en silencio.

─ ¡Oye, Kook! ¡Mira, es un local! que suerte, ya me estaba muriendo de frió y cansancio.

Jungkook alzó su mirada ante el repentino grito de Hoseok, miró en la dirección que su
dedo apuntaba, y efectivamente un local alumbraba en medio de la oscuridad.

Soltó un pequeño suspiro de alivio mientras se apresuraban un poco mas para terminar de
llegar.

Se adentraron por el vació estacionamiento del lugar, había una gasolinera justo al frente
del mismo local.
El aire frente a la entrada tenia aroma a gasolina, subieron las cortas escaleras hasta estar
frente a aquella tienda veinticuatro/siete que lucia un poco vacía, Jungkook apegó su rostro
al vidrio sin llegar a tocarlo y visualizó al interior, había un chico detrás de la caja
registradora con su vista fija en una revista.

─ Hay alguien, entremos.

Dicho esto Hoseok se apartó un poco de la puerta mientras Jungkook la abría y ambos se
adentraban, una vez dentro ambos pudieron sentir la diferencia de temperatura.

El chico detrás de la caja levantó su vista y la posó sobre ambos, escaneándolos por
segundos.

─ Hola... buenas noches, disculpa ¿hay repuesto para neumáticos? sé que no es una tienda
de repuestos para autos pero quizá...

─ Hoseok apenas entrar se apresuró a preguntar, siendo acortado abruptamente por el


chico.

─ Si.

Jungkook arrugo su entrecejo un poco disgustado por la seca respuesta, aquel chico que
mostraba ser mas joven que ellos dos no lucia para nada amble y cordial.

─ ¿Si hay? que alivio, vamos a comprar dos...

─ Allá.

El chico señaló un pasillo, sin siquiera voltear a ver mientras mantenía su vista fija en ellos,
y masticaba perezosamente un chicle.

Hoseok se removió un poco incomodo por la extraña actitud del joven, le sonrió levemente
mientras inclinaba levemente su cabeza como un ademán de agradecimiento e iba por el
pasillo que el joven señaló.

Jungkook se mantuvo parado en el mismo lugar, sin inmutarse por la extraña actitud, el
chico no apartaba su mirada inclusive si Jungkook le seguía aquel juego de "guerra de
miradas", sin duda le daba mala espina.

El chico inclinó su cabeza un poco, Jungkook se sintió un poco cohibido así que solo
sacudió su cabeza, tratando de apartar aquella extraña sensación que empezaba a
trasmitirle aquel joven e iba por el pasillo de snacks a comprarle algo a Taehyung.

Hoseok se agachó justo frente a los neumáticos en dicho pasillo, revisó el que cargaba en
sus manos y se aseguró que los que compraran fueran igual, del mismo tamaño.
Por su parte, Jungkook recorría los estantes con su vista y tanteaba ligeramente los
productos mientras leía, cada cierto segundo miraba hacia la caja registradora y se
encontraba con la -no grata- mirada del chico sobre él, aún.

Era incomodo, le trasmitía una sensación de incomodidad que pocas veces había tenido
que experimentar en su vida, quería pararse frente a él y exigirle que dejase de verlo si no
quería un puñetazo de su parte, pero era tan extraño que no podía hacerlo, solo quería
comprar e irse de este estúpido lugar.

Tomó algunos dulces, chocolates para Taehyung y se dirigió hacia donde estaba Hoseok,
quien apenas se levantaba junto a dos neumáticos en sus manos.

─ Estos son, gracias a Dios habían ¿Pagamos ya? me quiero ir pronto.

Jungkook asintió junto a una mueca como respuesta, no quería hablar, solo tomó un
neumático en su mano y se dirigió -con pesar- a la caja registradora, sintiendo una extraña
presión en su pecho a la misma vez que sentía la intensa mirada sobre él, nuevamente.

─ Compraremos esto.

Jungkook se limitó a hablar escasamente mientras se encargaba de pagar, Hoseok se


mantuvo al lado de la puerta con el otro neumático, moviendo frenéticamente su pierna
esperando irse lo antes posible, aquel lugar tenia una sensación muy extraña.

No era miedo lo que su pecho sentía, era una asfixia indescriptible junto a una mala
sensación de sentirse vigilados.

Jungkook miraba minuciosamente cada movimiento que el joven hacia, lucia como de unos
¿18 años? , sin darse cuenta tenia su mandíbula tensada, el chico terminó de gestionar todo
para finalizar la compra , Jungkook estuvo libre de aquella mirada por los minutos que
parecieron horas, hasta que el chico alzó la mirada y fijó su vista a los oscuros ojos de
Jungkook, le tendió las compras que eran los dulces para Taehyung junto a su tarjeta y una
factura.

─ Gracias por su compra, vuelvan pronto. Jungkook y Hoseok escucharon detenidamente


la voz del chico, sonaba rasposa y gruesa, para nada concordaba con su rostro.

─ En mi vida vuelvo a venir, gracias.

Jungkook tomó su compra y guardó rápidamente sus cosas, saliendo del establecimiento
junto a Hoseok.

Una vez fuera respiraron hondamente, la tensión se disipaba pero aún sentían una mirada
en sus nucas, a sus espaldas.

Hoseok no se preocupó en voltear, solo apresuró su paso para alejarse de ese lugar
mientras Jungkook si volteó, viendo a aquel chico asomarse desde la ventana de "servicio"
mirándolos fijamente, sin moverse.
─ ¿Pero qué mierda fue todo eso?

─ No lo sé, ya no voltees, Jungkook.

Solo camina.

─ Pero mira ¡sigue asomado!

─ Jungkook, solo no lo mires más. Que horrible experiencia, dios mio, no podré olvidar esos
ojos jamás, su voz ¿oíste su voz? que horrible...

─ Si, sus ojos de cerca eran terriblemente negros.

Puto niño ¿quien se cree? ¿piensa ir por la vida incomodando a la gente así?

─ No lo sé, no me importa y no quiero saberlo.

Jungkook solo soltó un suspiro y miró hacia el cielo, tratando de recordar los lindos ojos de
Taehyung para disipar aquella extraña sensación de tener esos ojos mirándolo fijamente.

(...)

CAPÍTULO 27

Yoongi estaba atento a cualquier movimiento fuera del vehículo, trataba de visualizar entre
la distancia si alguno de ellos volvía, pero ya había pasado al rededor de una hora y no
volvían, no había señales de nada.

Algún que otro vehículo pasaba a gran velocidad, ninguno se detuvo un segundo al ver que
un auto estaba parado a un lado, varado , pero era de entender que a esa hora de la
madrugada nadie quiera llegar a exponerse a alguna clase de peligro, nadie podría saber
con que se toparía.
Soltó otro largo suspiro, se sentía cohibido y un tanto culpable por tener que pasar por
aquella situación, por hacer a todos pasar por esta situación, claramente así no eran sus
planes, pero debía dejar de martirizarse y tratar de adaptarse y aprender de los errores.

Sus ojos se agrandaron cuando logró visualizar entre la orilla de la carretera a dos siluetas,
rápidamente se acomodó en su asiento y rebuscó la manija para abrir la puerta.

Taehyung estaba recostado en el mismo lugar donde horas antes lo estaba Jungkook,
buscaba la manera de ser paciente y positivo entre el dulce consuelo del perfume de
Jungkook que aún estaba impregnado, su cabeza inclinada reposaba en el vidrio de la
ventana mientras paseaba su vista por fuera, viendo mas allá de la maleza fundida en
oscuridad, alternaba su mirada al cielo, la noche parecía tenebrosa pero el cielo era un lindo
sendero que para él, transmitía tranquilidad, contaba las estrellas perdiendo varias veces la
cuenta, trataba de visualizar figuras entre las estrellas.

Vio como su hyung abría la puerta de un momento a otro y de enderezó.

─ ¿Hyung?

─ Tae, allá vienen.

Dicho eso el mayor salió del auto dejando la puerta entreabierta, tiró su vista hacia Jimin y
lo vio dormido.

Quería salir y abrazar a Jungkook, ver que estuviera bien y no soltarlo.

Pero no podía, al menos no de manera obvia.

Salió del auto rápidamente abrazándose a sí mismo, tratando de encontrar calor entre su
gran abrigo, buscó rápidamente al azabache con su mirada y lo vio cada vez más cerca,
junto a su Hoseok Hyung.

Una pequeña sonrisa adornó sus labios al ver que estaban bien.

─ ¡Llegamos!

Yoongi se permitió respirar hondamente, sintiendo un gran alivio cuando escuchó el


animado grito de Hoseok.

─ ¡Yah! que alegría, nunca había estado mas preocupado ¿están bien?

─ Perfectamente, con mucho frió, pero bien.

─Hoseok llegó junto al auto y dejó el neumático a un lado, y por fin pudo estirarse.

─ ¿No pasó nada? ¿todo bien de camino?

─ Si, todo bien, no pasó nada malo gracias a Dios.


─ Jungkook se apresuró a responder, buscó la mirada de Taehyung y este ya lo estaba
viendo a él, le sonrió tratando de disipar el miedo y preocupación palpables en el rostro de
este.

Taehyung se relajó, estaban bien, nunca estaba demás preocuparse.

─ Ah, Hyungs... están bien, gracias al cielo...

Taehyung se acercó a ellos, Hoseok abrió sus brazos y Taehyung se dejó envolver por él
devolviendo un reconfortante abrazo que no duró mucho, pues entre Hoseok y YoonGi
colocarían el neumático para partir lo mas rápido posible, no era muy seguro estar en la
madrugada, en medio de la nada.

Taehyung volteó a ver a Jungkook y este lucia un poco serio, se acercó a él con la sonrisa
mas dulce, realmente estaba preocupado, incluso un poco más por el azabache, y no es
que no le importase su Hobi Hyung, pero había algo con Jungkook, una conexión especial
mas allá de lo que él podría tratar de explicar, simplemente sus almas parecían estar
conectadas desde antes, su corazón lograba abatirse de manera que nunca experimentó,
por ende no sabia como lidiar con aquellas drásticas sacudidas que aceleraban a su
inexperto corazón solo cuando Jungkook le sonreía, cuando tomaba su mano, cuando
simplemente sus pieles rozaban, cuando este lo miraba a él y solo a él, y mucho más
cuando sus labios se juntaban.

Se atrevía decir que por primera vez se estaba enamorando, muy, pero muy profundamente
por alguien. Y ese alguien era su lindo Hyung, Jungkook.

Se acercó hasta él, unos pasos más y podría envolverlo en un gran abrazo, pero Jungkook
no se movía, solo lo miraba seriamente.

Digamos que lo que Jungkook sentía eran celos, él esperaba que Taehyung fuera hacia él y
que lo abrazara fuertemente, porque eso era lo que él mas estimaba en ese momento, a
Taehyung, pero al ver que el "merecedor" del ser el primero había sido Hoseok, por mas
"estúpido" o incluso "aniñado" que sonase para él tenia un grado de importancia, ser el
primero para Taehyung, pero obviamente era una estupidez, lo reconocía y no formaría un
problema a raíz de eso.

─ Lindo hyung... te extrañé mucho, kookie hyung, estaba preocupado por ti.

─ ¿Tenias miedo?

─ Tenia miedo de que a mi lindo Hyung le pasara algo...

A Jungkook se le hizo imposible no soltar una sonrisa al escucharlo hablar así, verlo
preocupado por él, inclinando su cabeza un poco hacia abajo haciéndole ojitos mientras
abultaba levemente su lindo y rojo labio inferior.
Simplemente Taehyung le hacia experimentar cosas que nunca había creído experimentar,
con simples acciones desataba muchas emociones en él, tenia unas ganas incontrolables
de besarlo, nunca se había sentido tan necesitado por alguien, necesitaba mas de
Taehyung.

─ Hyung está aquí, estamos bien y no me iré ¿si?

─ Si. ─ La sonrisa en los lindos labios de Taehyung delataban lo feliz que estaba de poder
decirle y expresarle a su Hyung lo mucho que sentía, no tenia que callárselo como cuando
era un niño.

Sin querer contenerse se acercó a él y lo abrazó fuertemente, Jungkook lo envolvió en un


cálido abrazo, Taehyung sonrió en su pecho al respirar todo su dulce aroma, olía tan
adictivamente bien que lo encantaba.

Jungkook alzó su rostro de la cabeza de Taehyung y depositó un beso, dejó sus labios fijos
unos cuantos segundos mientras cerraba sus ojos disfrutando de la sensación,
lastimosamente debía separarse, así que con esfuerzo se separaron, al parecer Hoseok y
Yoongi no habían podido terminar, por lo que no habían visto nada.

─ Ve dentro del auto, bebé, iré a ayudarlos y enseguida vamos.

─ Está bien, Kookie.

─ ¡Ah! TaeTae

─ ¿Si, Kookie?

─ Toma, bebé, para ti.

Jungkook rebuscó en su bolsillo y sacó la bolsa con los dulces dentro, chocolates y dulces
de fresa, deducía que a Taehyung le gustaban esos dulces.

Los ojos de Taehyung se iluminaron al igual que su sonrisa al agrandarse, que lindo detalle.

Y eran esas cosas, pequeños detalles de ver que no importa si no estás, él si está
pensando en ti.

Y no, Taehyung no era materialista, pero por supuesto que le alegraban los regalos.

Aunque fuera solo una carta para él significaría mucho, y aún más si se trataba de
Jungkook.

─ Kookie Hyung... ¡Gracias! que lindo

Taehyung brincó hacia él y lo abrazó fuertemente para separarse y tomar el dulce regalo, lo
aceptó con una linda sonrisa que para Jungkook, empezaba a serlo todo.
Taehyung se colocó en las puntas de sus pies para llegar a la mejilla de Jungkook y dejar
un pequeño beso ahí, yéndose rápidamente dentro del auto para librarse del atormentador
frió.

─ A ver ¿no han terminado?

─ Yah, de hecho ayúdanos, Kook.

Jungkook se agachó y con poca ayuda de ambos terminó de colocar el neumático.

─ Todo un chico independiente.

Luego todos se adentraron al vehículo, por fin podrían huir de aquel azotador frió que
castigaba en las noches, la calidez dentro del auto era notoria.

─ ¡Por fin! Dios mio, quiero dormir.

─ Todos rieron y agregaron alguno que otro chiste luego del grito de Hoseok, despertando
a Jimin quien había vuelto a caer rendido por el sueño.

─ ¡Volvieron! que bien, estaba preocupado.

─ ¿Tan preocupado que te dormiste? ─ Jungkook le respondió con ironía.

─ Es un método de defensa, así se me quita el estrés. Desviando el tema, ¿todo bien?


fueron rápido.

─ Ah si, Jiminnie, solo una hora ida y vuelta , con mucho frió.

Jimin volteó a ver a Hoseok quien le respondió igual que Jungkook, con ironía, le dedicó su
mejor sonrisa macabra mientras entrecerraba sus ojos.

YoonGi giró la llave y el auto prendió en segundos, avanzando sin ningun problema.

Todos iban hablando animadamente, el ambiente había revivido a pesar de que eran las
dos de la mañana.

En carro era mucho más rápido, claramente, así que en unos treinta minutos llegaron a
aquella tienda de servicio en medio de la nada, una gasolinera del mismo local y su
estacionamiento.

─ ¡Mira! una tienda ¿acaso fue aquí donde compraron los repuestos?

Jungkook y Hoseok sintieron un pequeño escalofríos sacudirlos al recordar el tenso e


incómodo momento que vivieron ahí debido al joven que atendía, Jungkook aún podía sentir
la extraña sensación de sentirse vigilado por ese alguien.

─ Si... fue aquí.


─ ¡Genial! ¡vamos a detenernos! quiero ir al baño, también quiero comprar dulces.

─ Clar...

─ ¡No! ─ Jungkook y Hoseok gritaron al mismo momento, los demás los vieron extrañados.

─ ¿Por qué no?

─ Ah-h pues... ─ Hoseok tartamudeo buscando una respuesta, él y Jungkook habían


quedado en que el extraño suceso no se lo contarían a ellos, a nadie, además de que no
querían volver a revivir el momento recordando detalles para explicarles.

─ Porque no hay quien atienda. ─ Jungkook soltó una escusa, pero Jimin entrecerró sus
ojos viéndolos.

Taehyung se extrañó al ver como de repente el cuerpo de Jungkook se tensaba, además de


los repentinos nervios y tartamudeos de Hoseok.

─ Claro que no, es una tienda veinticuatro siete, siempre hay alguien.

─ ¿Cuando fueron no había alguien? ¿cómo compraron el neumático?

Jungkook suspiró cansado ante las preguntas de la pareja.

─ Si había alguien cuando fuimos, pero nos dijo que esa seria su última venta por esa
noche, creo que cerrarían.

YoonGi hizo una mueca.

─ Bien... pero igual paremos a recargar gasolina.

Jungkook y Hoseok se resignaron, no buscarían mas escusas para impedirlo, solo estarían
atentos.

Ambos sintieron una mala sensación abatirlos cuando la camioneta estacionó justo al lado
de un recargador de combustible.

─ Yo iré a ver si hay alguien en la caja, realmente quiero ir al baño.

Sin tiempo a replicas, Jimin salió del vehículo encaminándose a la tienda, Jungkook y
Hoseok se alertaron y se bajaron siendo seguidos de Taehyung.

─ Ya venimos, Hyung. ─ Taehyung se dirigió a YoonGi y este asintió mientras colocaba la


manguera para pasar la gasolina al auto.

Jimin colocó sus manos en el vidrio visualizando dentro de la tiendo como tiempo atrás lo
había hecho Jungkook.
─ ¡¿Ven?! hay alguien, entraré.

Jimin se apartó de la puerta abriéndola y se adentró siendo seguido de los demás.

─ ¡Hola! buenas noches, bienvenidos al local ¿en qué puedo ayudarles?

Jimin sonrió complacido al ver a un amable trabajador recibirlos cálidamente.

─ Hola, buenas noches para ti ¿hay un baño?

─ Por supuesto que si, allá detrás de esos estantes verá la puerta de los baños, guste a
pasar.

Jimin le devolvió una sonrisa y fue al baño,

Taehyung fue detrás de él.

Jungkook y Hoseok estaban pálidos, ese no era el chico que los atendió anteriormente a
ellos, era alguien completamente distinto.

Aunque aquel chico se estaba esforzando a que el ambiente dentro de local fuera ameno y
agradable para los clientes, ambos no podían dejar de sentir el escalofríos abatirlos.

El chico dirigió su mirada a ambos que no se habían movido de la entrada y les sonrió
abiertamente.

─ Hola, buenas noches ¿necesitan ayuda en algo?

Hoseok parpadeó reincorporándose y se apresuró a hablar para no parecer grosero,


devolviendole una temblorosa sonrisa.

─ Ah, no nada... solo una duda ¿aquí cuantas personas trabajan en el turno de la noche?

─ Pues... solo yo, en el turno de la noche solo hay una persona que atiende, a las seis de
la mañana viene mi otro compañero y a las seis y media pasa el autobús de regreso a
Seúl... ¿por qué?

─ Ah-h... no, no nada... solo curiosidad...

─ ¿Quieres decir que aparte de ti, aquí no hay mas nadie? ¿algún otro trabajador? ─
Jungkook se acercó un poco a él, interrogándolo.

El chico inclinó su cabeza un poco en señal de confusión, eran preguntas poco comunes
pero de igual respondió.

─ Solo yo, señor... no hay mas nadie, como le dije, luego vendrá otro compañero de
trabajo.
Ambos abrieron su boca sorprendidos, sentían un miedo indescriptible junto a una
sensación de vació.

─ ¡Volvimos! compraremos unas cuantas cosas y nos iremos.

Jimin apareció nuevamente junto a Taehyung con una sonrisa y fue a los estantes a buscar
sus dulces y snacks preferidos.

Luego de comprar y salir del lugar, Jimin iba feliz con su compra reintegandose al auto junto
a Taehyung, Jungkook y Hoseok iban callados, se sentían extraños ya que al parecer no
había rastro alguno de aquel extraño joven de mirada y presencia pesada.

YoonGi ya estaba dentro del auto, esperándolos. Al estar todos dentro del auto, YoonGi dio
marcha al vehículo a la vez que iba hablando y comiendo con Jimin a la par de la tenue
melodía de la radio, Hoseok se había vuelto a colocar sus audífonos mientras concentraba
su atención a su teléfono, Jungkook y Taehyung estaban sentados a la par mientras comían
algunos dulces y se dedicaban pequeñas sonrisas.

Taehyung recordó la extraña actitud de Jungkook cuando estaban en el local, él lucia pálido
y tenso.

─ Kookie... ¿qué tenias en la tienda? lucias tenso...

Jungkook hizo una mueca y se volteó un poco hacia Taehyung, viendo su linda carita de
preocupación.

─ Pues... nada, solo que no me sentía cómodo ahí, nada más.

Taehyung entrecerró sus ojos y trató de diferenciar si era verdad o no.

─ ¿Enserio? ¿por qué? no había nada raro ahí...

Jungkook suspiró, realmente no quería ocultarle algo a Taehyung pero no quería explicarle
que ahí había otra persona y no ese chico, que de aquella persona no habían rastros.

No había explicación lógica, aquel chico aseguraba que solo estaba él, que no vendría
alguien más sino dentro de unas horas pero ¿por qué anteriormente había alguien más y él
no estaba? ¿acaso era un fantasma? ¿donde estaba él en todo caso de que fuese un
fantasma? y ¿por qué lucia tan real? Jungkook solo soltó otro suspiro, cerró sus ojos y los
volvió a abrir para mirarlo fijamente.

─ No es nada, tranquilo ¿si? solo estaba incómodo...

Taehyung hizo una mueca, suponía que estaba bien.

Taehyung se acercó un poco hacia el, volteó su carita y lo vio mientras detallaba su perfecto
rostro, era tan atractivo.
Sus ojos eran oscuros, tan intensos, sus cejas encajaban con la forma de su rostro, sus
labios eran tan tentativos, aquel lunar debajo de su labio, su linda sonrisa le recordaba a la
de un conejito, su brillante cabello negro caiga perfectamente sobre su frente, sus gestos,
su voz...estaba enamorado de él.

Jungkook sintió como Taehyung lo escaneaba con su miraba, lo ponía algo nervioso, cosa
que nunca nadie había hecho, así que le sonrió.

─ ¿Qué miras, bebé?

─ Lo atractivo que es, Kookie Hyung.

El rostro de Jungkook cambió de color en casi segundos, la oscuridad del auto ayudaba a
esconder su notable sonrojo, pero Taehyung al estar tan cerca de él lo podía notar, así que
sonrió complacido al ver lo que había causado en él, era lindo saber lo que podía llegar a
causarle.

─ ¿Ah, si? pues, no más que tú, bebé.

Taehyung se sonrojó, sonriendo apenado, bajó su vista.

─ Claro que si, kookie...

─ Que no.

─ Si...

─ Te daré un beso si me vuelves a contradecir, eres mas hermoso.

Taehyung sonrió divertido ¿qué clase de "castigo" podría a llegar ser ese? es una
recompensa.

Jungkook sonrió algo irónico, anteriormente criticaba a las parejas que eran tan cursis entre
ellos, teniendo esa misma clase de conversaciones, que para él, eran tontas, pero ahora
comprendía que no era por ser tontos o inmaduros, solo salía inconscientemente, que era
un juego inocente entre una pareja enamorada y que no tenia nada de malo.

Claro, aún admitía que habían quienes se excedían...

─ Eres mucho, mucho mas hermoso que yo, Hyung.

Jungkook entrecerró sus ojos ante el jugueteo de Taehyung ¿lo estaba retando? Tiró su
vista hacia Jimin y YoonGi, al parecer había pasado ya un buen tiempo y Jimin se había
quedado dormido, Hoseok tenia su boca un poco entre abierta mientras tenia su cabeza
recostada en el vidrio del lado de su puerta con los audífonos puestos, se había quedado
dormido.
Desde esa perspectiva Yoongi no podía verlos, así que aprovechó y tomó a Taehyung de la
nuca atrayendolo a él, uniendo sus labios en un beso lento pero profundo, con sabor a
dulce, movían sus labios al compás, sonriendo en medio del beso.

Cuando se separaron, lentamente abrieron sus ojos estando aún cerca, sintiendo la
respiración ajena chocar contra sus mejillas, se miraron directamente a los ojos, queriendo
ver mas allá de ellos, teniendo ambos aquel brillo especial.

─ Me gustas, Taehyung...

Taehyung se sonrojó nuevamente ante la repentina declaración, se acercó y depositó un


pequeño beso en sus labios.

─ Tú también me gustas, Kookie Hyung. ─ Jungkook sonrió, se sentía bien, una sensación
que llenaba plenamente en su pecho que lo hacia sentir feliz, era bueno saber que era
correspondido.

Un último beso después, Taehyung se recostó en su hombro y se quedó profundamente


dormido, disfrutando de su dulce aroma y de su compañía. Una hora después, Jungkook
despertó y aún era de noche, revisó la hora y eran las tres y cuarenta de la madrugada.

Tiró su vista por todo el auto y todos dormían, a excepción de YoonGi.

─ ¿YoonGi?

─ ¿Uh? ¿Qué pasa, Jungkook?

─ Ah, no nada... solo que debes estar cansado, no has dormido nada, son casi las cuatro de
la mañana.

─ Si, tengo sueño... pero no importa, no te preocupes.

─ Si importa, también debes descansar ¿qué tal si aparcas a una orilla y cambiamos de
puesto? déjame conducir un rato a mi. ─ YoonGi se lo pensó unos segundos, tenia sueño y
era una posibilidad quedarse dormido en un pequeño descuido ¿qué tal si se quedaba
dormido accidentalmente y chocaban?

─ ¿Seguro?

─ Completamente, estaciona. ─ Y así lo hizo, YoonGi y Jungkook cambiaron de puesto,


siendo ahora Jungkook el que estaba al volante, antes de arrancar se volteó y quitó los
audífonos de los oídos de Hoseok.

YoonGi se acomodó atrás, al lado de Taehyung y pudo cerrar tranquilamente sus ojos en
busca del sueño.

─ Ahg... gracias, me hacia falta dormir...


Jungkook sonrió mas no respondió, concentró toda su atención en la carretera.

Minutos después Yoongi cayó rendido, Jungkook comía unos chocolates para mantenerse
enérgico y despierto y tarareaba algunas de sus canciones favoritas.

(...)

CAPÍTULO 28

(...)

Taehyung sintió como alguien lo movía, sacudiéndolo para que el castaño se despertase.

─ ¡Taehyung! TaeTae... despierta.

Taehyung se removió, se volteó dándole la espalda a quien osaba a despertarlo.

─ ¡Ah, no! no me des la espalda, Taehyung, levántate.

El castaño jadeó en señal de protesta, enterrando su cabeza en la frazada rosada tan


cómoda que Jimin le regaló.

─ TaeTae... ─ Jimin seguía insistiendo, llevaba como unos diez minutos en tratar de
despertarlo, acarició suavemente el cabello de Tae luego de tantos intentos.

Los ojos del menor se entreabrieron un poco, estaba en el auto, no había nadie ahí, solo él
acostado en el asiento trasero con Jimin asomado en una de las puertas traseras,
acariciando su cabello.

─ ¿dónde estamos? Ahh... ¿Qué hora es? Jimin rió, negando levemente con su cabeza.

─ Ya llegamos a Gimhae, son las nueve de la mañana, así que levántate para ir a la
habitación del hotel, los chicos ya subieron las maletas, vamos.

El menor se sentó rectamente, estaba adormilado.


Escaneaba el lugar, para al final fijar su vista en su hermano.

Jimin y Taehyung salieron del auto, Jimin iba hablando sin parar mientras le contaba a
Taehyung todos los planes que tenían para el viaje, las cosas que harían en Gimhae.

─ ¡Iremos al Lotte Gimhae Waterpark! Desde que estamos en Seúl tenia ganas de ir ¡Por fin
iremos! necesito subirme a todos esos toboganes, no me iré sin antes hacerlo.

Taehyung sonrió al ver la emoción de su hermano mayor, la verdad si estaba feliz de haber
venido junto a ellos, Jimin se veía tan emocionado, se merecía tener unas pequeñas
vacaciones, lo único que hacia su hermano, YoonGi, Hoseok y Jungkook era trabajar,
ninguno -por lo que veía- se tomaba un descanso.

El castaño siguió a su hermano que entró con confianza al lujoso hotel, él solo entró un
poco lento y desconfiado, pero al ver que la recepcionista le sonrió e inclinó su cabeza se
confió un poco más.

─ ¿Jiminnie? ¿y esto?

─ Un hotel. ─ Taehyung volteó los ojos ante la obvia respuesta.

─ A lo que me refiero, ¿qué hacemos aquí?

─ Bueno, yo tenia intenciones de ir y rentar una casa por esta semana, pero Jungkook y
Hoseok insistieron en este hotel. ─ Jimin caminó, ambos se adentraron en el ascensor y
Jimin presionó el botón de la "Grand suite".

─ Pero déjame decirte, está muy lujoso y... caro, Jungkook insiste en pagarlo solo.

─ ¿Y lo va a hacer?

─ No, no dejaré que lo haga, seria un abuso ¿no crees? lo haremos entre todos.

Taehyung asintió, sin saber exactamente que decir.

Cuando llegaron a la habitación, Taehyung abrió su boca sorprendido.

─ Esto... es ¡hermoso! ¿Cuántas habitaciones tiene?

─ Lamentablemente tiene tres habitaciones, así que dos de ustedes deben compartir
habitación, Yoongi y yo dormiremos juntos.

Taehyung asintió mientras pensaba y a su vez admiraba todos los hermosos detalles de la
lujosa habitación.

La cual constaba de una sala grande, una pequeña cocina y un mini bar, tres habitaciones ;
cada una con su baño, y un hermoso balcón que daba vista a la piscina.
Y por unos instantes, tuvo la pequeña fantasía de poder compartir habitación con Jungkook.

Y de una de las habitaciones, la que parecía ser la principal, salió YoonGi, quien sonrió al
verlo.

─ ¡TaeTae! ya viniste ¿qué tal está? está hermosa, mucho mejor que una casa rentada.

Jimin bufó ya que ese era su plan inicial, pero sonrió de igual manera.

─ ¡Ve y arréglate, Tae! Arma tu mochila porque iremos al parque en una media hora.

─ Es que... digamos que no te presté mucha atención cuando me dijiste a dónde


vendríamos aquí en Gimhae, así que no traje mi protector solar.

Jimin lo vio con sus pequeños ojos entrecerrados, casi amenazante.

─ Jungkook tampoco trajo, así que fue con Hoseok a una farmacia, les indique que
compraran flotadores y cosas para el parque.

Minutos después llegaron ambos quienes venían riendo y cargaban unas bolsas.

─ ¡Llegamos! sé que nos extrañaron, no sufran más. ─ Hoseok gritó nada mas al entrar,
todos rieron y hablaron mientras se preparaban para la salida al parque.

─ Ya son las nueve y media, el parque abre a las diez, quiero ser uno de los primeros en
llegar.

¿Cómo organizarán las habitaciones? son tres personas, dos habitaciones.

─ ¡Eso ya está decidido! yo dormiré con mi querido dongsaeng. ─ Hoseok se acercó y


abrazó a Taehyung por los hombros

─ Y Jungkookie dormirá solo, para que esté más cómodo ¿les parece?

Inmediatamente Jungkook inclinó su cabeza un poco, agrandando ligeramente sus ojos,


tenia evidentemente celos, pero trató de disimularlos y que no fueran notorios.

─ Yo no tendría ningún problema en dormir con él...

Taehyung se sonrojó un poco ante las palabras del azabache, pero Hoseok negó riendo e
hizo un ademán con su mano restándole importancia.

─ No trates de ser gentil, Jungkookie.

Tú vienes desde Japón, eres nuestro invitado estrella, quiero que estés cómodo y fin de la
discusión.
Jungkook no tuvo mas opción que simplemente callarse y aceptar, por supuesto que quería
dormir junto a Taehyung, pero Hoseok se concentraba en que "estuviera cómodo".

Podía ver la carita de decepción en Taehyung, lo cuál resultaba ser un pequeño consuelo al
ver que el castaño también quería dormir con él.

Todos se apresuraron en guardar sus cosas en respectivas habitaciones.

Jimin y Yoongi dormirían juntos en la habitación principal, Jungkook dormiría solo en otra
habitación; que en similitud a la principal, también tenía una cama tamaño "King" y luego,
Taehyung y Hoseok en una habitación igualmente grande pero con dos camas individuales,
todas con una vista hermosa.

─ ¡Por fin! ¡Vamos ya, rápido! muero por llegar al parque. ─ Jimin corría de aquí para allá,
estaba tan energético, lo cual le daba mucha ternura a YoonGi.

(...)

CAPÍTULO 29

─ ¡Oh, por Dios! ¡¿Lo ves Yoongi?! se ve tan hermoso ¡estaciona, estaciona! me quiero
bajar ya.

YoonGi sonrió enternecido ante la linda, pero infantil actitud de Jimin, quien estaba
sumamente emocionado y ansioso de poder entrar y subirse de una vez a todas las
atracciones de aquel dichoso parque.

Apenas el azabache estacionó, este salió corriendo del auto hacia la entrada del lugar, sin
esperar a nadie.

─ Vaya... Parece que Jimin no ha tocado una piscina en años.

─ Realmente no, no hemos tenido tiempo de ir, pero ha estado muy ilusionado con este
lugar, así que estoy feliz de haber venido, y que hayamos venido juntos lo hace un mejor.

Y con mucha más calma que Jimin, todos bajaron del auto, sacaron sus cosas, teniendo
Taehyung que cargar las de Jungkook para ayudarlo ya que el azabache cargaba todos los
flotadores y otras cosas que Jimin se empeñó en comprar, con ayuda de Hoseok.
─ ¡Apresúrense! ¡hay que comprar las entradas, por lo que veo no ha llegado mucha gente
aún!─ Jimin jaló a YoonGi del brazo para que este fuera y las comprara, al parecer él era el
único emocionado por entrar, al menos de primero.

─ Yah, ya voy... ya voy...

Todos se adentraron a la gran entrada de aquel exótico lugar, tenía detalles realmente
hermosos, los techos eran altos y la luz del brillante día se filtraba a través de los grandes
ventanales que había por todos lados.

Jimin chilló emocionado, Yoongi se acercó donde se suponía, vendían las entradas.

─ Eh... Buenos días ¿cómo está? disculpe ¿hay entradas disponibles?


─ La amable chica detrás del mostrador le sonrió cordialmente, tecleó en el computador
delante suyo y volvió su vista a él, con la misma radiante sonrisa.

─ ¡Buenos días! ¡Bienvenido al Lotte Water Park Gimhae! por supuesto que hay entradas
disponibles, son unos de los primeros en llegar, usualmente llegan a las doce del medio día
la mayor cantidad de personas.

YoonGi asintió y rebuscó su cartera, deteniéndose en el acto.

─ Disculpe ¿podría ayudarme en algo?

─ La chica abrió sus ojos, en señal de prestar mucha mas atención a la vez que asentía.

─ Dígame ¿en qué puedo ayudarle?

─ Pues... verás, sólo quiero hacerle una pequeña broma a mi novio, es aquel que está por
allá...

─ YoonGi volteó disimuladamente señalando al peligris quien sonreía abiertamente y veía el


lugar, muy feliz, la chica miró a Jimin y sonrió.

Luego, volteó a verla de nuevo, ella también lo miró y rió divertida, por la situación.

─ Oh, ya veo ¿cuál sería la broma, señor?

─ Pues, lo llamaré y le diré fingiendo que no hay entradas, tú fingirás tristeza y le dirás que
efectivamente todas se agotaron ¿podrías?

La chica asintió efusivamente, era la primera vez que colaboraba para una broma y eso le
ponía ansiosa.

YoonGi sonrió y le agradeció con un pequeño movimiento de cabeza, para girarse y


visualizar a su novio.
─ ¡Jiminnie! ¡Cariño, por favor, ven acá! ─ Jimin volteó rápidamente ante el llamado de su
querido novio, yendo lo mas rápido que pudo hasta situarse al lado de él, frente a la chica.

─ ¿Qué sucede...?

─ Amor... lamento decirte que... se acabaron las entradas.

Los ojos de Jimin se abrieron en demasía, viéndolo casi aterrado, abriendo y cerrando su
boca tratando de articular palabra alguna, pero no podía, sus ojos rápidamente se
enrojecieron, en ese momento Yoongi se arrepintió un poco, pero era una inocente broma.

─ ¿C-cómo? ¿Es... es e-enserio?

Yoongi hizo una mueca simulando tristeza a la vez que bajaba su mirada, sentía que
estallaría de la risa en cualquier minuto.

Jimin volteó a ver a la joven tras ese mostrador, ella lo veía algo afligida.

─ Disculpa ¿enserio no hay más entradas? sé que no es tú culpa, pero no sabes cuanto
tiempo he querido venir aquí como para que ahora, luego de un estúpido viaje largo, me
digas que... ¿no hay entradas?

Las mejillas de la chica se tiñeron rápidamente de rosa, estaba un poco avergonzada de


participar en esa cruel broma, el chico parecía llorar en cualquier minuto.

─ L-lo lamento... no hay más entradas por el día de hoy, todas las reservas fueron hechas
Online, son vacaciones así que viene mucha gente... lo siento.

Jimin negó mientras bajaba su cabeza, retenía sus lagrimas al borde de una rabieta, trataba
de tranquilizarse para no gritar, pero la repentina risa de su novio lo hizo levantar la vista
hacia él.

YoonGi reía fuertemente mientras golpeteaba el mostrador, sujetándose la barriga y


cerrando sus ojos casi llorando de la risa, no pudo aguantar mucho mas, Jimin lo miró
desconcertado.

─ ¿Te ríes de mi desgracia? ─ Ante esas palabras, Yoongi lloró aún más de la risa, sin
poder calmarse.

─ T-tu... tu cara ¡Ay dios mío! debiste haber visto tu cara fue como...

─ Yoongi imitó la cara sombría de Jimin por instantes, para luego volver a largarse a reír.

─ Ay, amor... fue una broma, si hay entradas, somos unos de los primeros en llegar.

La cara de Jimin se quedo totalmente en blanco, inexpresiva.


No sabía si llorar, reír, alegrarse, buscar algo con lo que podría matar a YoonGi, gritar o
simplemente hacer todas juntas.

─ ¡MIN YOONGI! ¡ERES UN COMPLETO IDIOTA! ¡TE ODIO, TE ODIO! ¿CÓMO ME


PUDISTE HACER ESTO? CASI ME DA ALGO... y tú... ─ Jimin se volteó hacia la chica
tras el mostrador, esta se exalto, soltando un chillido y se cubrió la cara con ambas manos,
negando repetidamente con su cabeza.

─ ¡Lo lamento mucho! ¡enserio! lo siento, lo siento... ─Jimin contuvo su explosiva y


creciente ira cuando vio la nerviosa y arrepentida reacción de la joven.

─ No, no... tranquila, no te preocupes... ¡NO ES A TI A QUIEN DEJARÉ EN


ABSTINENCIA! ─ Jimin trató de calmarla, pero mientras hablaba recobró irá y se giró hacia
Yoongi, quien agrandó sus ojos al oír "Abstinencia"

─ ¡¿Abstinencia dices?! por Dios, Jimin ¡fue una pequeña broma! una inocente broma.

─ ¡¿PEQUEÑA E INOCENTE?! ¿QUIERES QUE TE MATE? ¡casi me da un infarto!

─ Amor, son unas simples entradas...

─ ¡¿Simples?! ¿SIMPLES? ¡Simple será el mes de abstinencia!

La chica tras la barra no pudo evitar soltar una pequeña risa por la tierna e infantil discusión
de esa linda pareja, tapándose la boca inmediatamente la boca cuando ambos voltearon a
verla.

─ Perdón...

─ Oigan ¿qué pasa? ¿y esos gritos?

La pareja y la chica dirigieron su vista en dirección del azabache, Jungkook se extrañó un


poco al ver que ambos se tardaban tanto y discutían.

─ ¿Estás bien, Jiminnie? ─ Taehyung se acercó preocupado hacia su hermano al verlo


rojo, de la ira.

─ ¡ESTARÉ BIEN CON EL MES DE ABSTINENCIA!

─ ¡Deja de decir eso, Jimin!

Jimin lo miró con los ojos entrecerrados, amenazante dejándose llevar por su hermano
menor quien lo alejaba de ahí junto a Jungkook y Hoseok.

Cuando ambos estuvieron solos, Yoongi suspiró.

─ Yah, lo lamento, resultó peor de lo que creí. ─ La chica se rió levemente mientras
negaba.
─ No se preocupe, parece un chico muy tierno y encantador.

─ Y lo es, sólo que... cuando quiere algo, realmente lo quiere.

La chica le sonrió cordial, aceptando la tarjeta que YoonGi le dio a la vez que introducía los
pasos para pagar.
M ─ Cinco entradas, por favor. ─La chica asintió, mientras tecleaba concentrada,
descontando la cantidad que sumaban las cinco entradas, le devolvió la tarjeta.

─ Aquí tiene, su tarjeta... y aquí... ─La chica se volteó y tomó las entradas que salían de
una maquina, parecida a un cajero. ─ tenga sus cinco entradas, que tengan una buena
estadía en el Lotte Water Park Gimhae, la hora de entrada y de salida son desde la diez de
la mañana hasta la seis de la tarde, pasen un excelente día.

─ Muchas gracias.

─ A su orden.

YoonGi tomó las entradas en su mano, acomodándolas y acercándose hacia donde estaban
los demás.

─ Aquí estoy, y aquí están las entradas. ─Jimin se desprendió de los brazos de Taehyung,
para acercarse a YoonGi con sus ojos nuevamente entrecerrados y le arrancó las entradas
de la mano.

YoonGi sonrió y negó mientras le seguía el paso a todos entrado por la puerta que daba a
los "shoes lockers".

Dejaron sus zapatos, fueron a los baños y cambiaron sus ropas a la ropa que usarían ahí.

(...)

CAPÍTULO 30
Cuando entraron a los baños, todos cambiaron sus ropas para ir a la área de todas las
atracciones, era un baño abierto así que no había problema alguno con que todos se
cambiaran al mismo tiempo, además de que nadie se desnudaría.

Todos concentrados en cambiarse rápido, menos Taehyung quien volteó curiosamente


hacia donde estaba Jungkook, cambiándose.

Retuvo su respiración por unos segundos cuando lo vio sin camisa, su abdomen bien
marcado expuesto, su piel se veía tan blanca y lisa, abrió su boca sorprendiéndose
nuevamente con lo perfecto que era, era demasiado irresistible.

Jungkook notó una intensa mirada sobre él, así que volteó hacía donde esta provenía,
encontrándose con la linda sorpresa de ver que era su lindo Taehyung, viéndolo hipnotizado
por él.

Taehyung notó que Jungkook lo miraba, así que se sonrojó violentamente, Jungkook le
regaló una hermosa sonrisa ladina y un guiño, que casi causa un paro cardíaco en el
castaño, este apartó su vista rápidamente y sacudió su cabeza, concentrándose en terminar
de cambiarse.

Saliendo del baño, mientras hablaban y Jimin les informaba un poco acerca de todas las
atracciones que sabia, llegaron a mapa del parque, se veía como un dibujo, tan colorido y
bien detallado.

─ ¡Yo NECESITO ir al Water Coaster de primero! ¡Vamos!

Todos sin oponerse siguieron a Jimin, quien buscaba entre la altura de cada parque el
letrero del "Water Coaster" Un chillido proveniente de Jimin les hizo saber que
efectivamente, lo había encontrado.

─ ¡Está allá! ─Jimin salió corriendo hasta llegar a las escaleras de "formación" para la
atracción, habían como unas diez personas dispersadas por el lugar, quizás más.

Taehyung quiso hacer lo mismo, ya que se encontraba igualmente emocionado por subirse
a todo, pero dos chicas que pasaron se quedaron viendo a Jungkook emocionadas, se
susurraban entre si, se jalaban para llegar hacia donde él estaba, quien estaba a unos cinco
pasos delante suyo.

Parecían dispuestas a decirle algo, se veían algo nerviosas y sonrojadas, fue casi imposible
para Taehyung no sentir celos, pero eso era algo a lo que debía acostumbrarse, que
muchas personas vieran a Jungkook, que intentaran hablarle y quizá, conseguir algo más,
no podía juzgarlas, pero sentía celos.

Se suponía que él era el único que podía ver a su lindo Hyung.

Jungkook paró de caminar unos segundos hasta anivelar los pasos que daba Taehyung,
caminando luego a la par de él.
Taehyung sintió como este agarró su mano y entrelazó sus dedos, un leve sonrojo cubrió
sus mejillas, volteó a verlo y este le regaló una sonrisa, la mejor manera de calmarlo.

Al parecer, Jungkook se había dado cuenta de esa pequeña situación, pero realmente no
quería que su bebé sintiera unos celos innecesarios y que luego un lindo y pequeño
puchero se instalara en sus labios, luciendo molesto, prefirió calmarlo y demostrarle que
solo le importaba él, acto que enterneció a Taehyung, bajó su mirada avergonzado
haciendo reír alegremente a Jungkook.

Una vez frente al tobogán, que lucia algo aterrador estando a esas alturas, se fueron
formando para bajar, era de dos en dos personas. Jimin tomó rápidamente la mano de
Yoongi, olvidando la molestia que sentía unos cuantos minutos atrás.

─ ¡Iremos juntos! ¡que emoción! ─ A Yoongi realmente no le emocionaba lanzarse en un


tubo de plástico desde aquella altura con destino a una piscina, apostaba que el agua
estaría fría, pero prefirió devolverle la sonrisa a su lindo novio quien -aparentemente- había
olvidado el enojo causado por él, luciendo emocionado por subirse ahí.

─ ¡Yah! ¿en pareja? ¿acaso no puedo ir solo? ─ Hoseok se cruzó de brazos, interrogando
al encargado de que todos los que subieran, tuvieran su chaleco de seguridad.

─ Pues... si, si puede...

─ ¡Bien! yo iré solo, con permiso. ─Hoseok apartó a Jimin y a Yoongi de la entrada del
tobogán, sentándose sobre aquel flotador y ubicando la mejor posición para deslizarse.

El grito de Hoseok al lanzarse cada vez se hizo mas lejano, Jimin volteó a ver a YoonGi y
sonrió.

─ ¡Nuestro turno! ¡Nuestro turno!

Ambos se sentaron sobre el flotador con dos espacios, yendo Yoongi atrás teniendo a Jimin
entre sus piernas, Jimin sostuvo las piernas del azabache y las abrazó emocionado.

─¡Vamos! ─ Dicho eso, sin esperar la respuesta del pálido se lanzó, dejando a Taehyung,
Jungkook y el encargado solos.

─ ¿Irán ustedes dos?

─ Si. ─ Ambos contestaron al mismo momento, se vieron y sonrieron.

─ Bien, por favor, siéntense aquí...

Sacó otro flotador, colocándolo justo en la entrada del tobogán.

─¿Quieres ir de primero? o ¿prefieres que vaya yo? ─ Jungkook dejó elegir al castaño, este
se sentó al frente.
─ ¡Yo adelante! súbete, Kookie hyung ¡vamos! ─ Jungkook sonrió enternecido ante la
emoción del menor, se sentó teniendo a Taehyung entre sus piernas.

Taehyung se atemorizó un poco, realmente era alto, así que se echó para atrás hasta
chocar con el pecho de Jungkook, este sonrió y fue el que tomó impulso para deslizarlos a
ambos.

(...)

─ ¡Quiero ir a surfear! mientras estaba en la piscina vi que hay un parque que simula tener
olas para surfear.

─ Vayamos, pero no me subiré, estoy seguro que me caeré. ─ YoonGi renegó sin
siquiera ver el juego, Hoseok se rió acercándose a él, para abrazarlo por los hombros.

─ ¡Vamos! no seas gallina, YoonGi ¿acaso te asusta?

─ No, pero prefiero ahorrarme el golpe, gracias.

Hoseok negando, acercándose esta vez hacia donde estaba Jungkook, y lo abrazó por los
hombros, sonriendole abiertamente.

─ ¿Qué dices tú, Kook? ¿hacemos una competencia?

Jungkook volteó a verlo, mientras alzaba una ceja y sonreía interesado en sus palabras, si
Jungkook se identificaba con una palabra, podría ser competitivo, y eso era bueno, ser
optimista y perseverante hasta lograr lo que quiere.

─ Trato ¿Qué tal si colocamos una penitencia a quien pierda?

─ Ah, Jungkookie ¿Qué clase de penitencia quieres tener?

Jungkook rió fuertemente ante la confianza de Hoseok.

─ Ahh ¿estás confiado? Bien, veremos que pasará cuando pierdas.

Llegaron al "Wild Surfing" Y Hoseok prefirió subirse primero, antes de subirse, señaló a
Jungkook con su dedo, mirándolo "seriamente", retándolo, causando la risa de Jungkook.

─ ¡Vamos, Hobbie! ¡Trata no caerte de trasero!

Yoongi rió ante el grito de su pareja, Jimin hacia porras dándole ánimo a Hoseok que ya se
había posicionado dentro del juego, primero debía estar acostado de pecho a la "tabla de
surfear" para que luego las olas artificiales se encendieran, él debía tratar de colocarse en
pie y mantenerse el mayor tiempo posible sin caerse, sonaba fácil.

Pero no lo era.

Hoseok estuvo de pecho contra la tabla, las olas se encendieron y trató de levantarse, pero
fue imposible, cuando al fin pudo estar sobre sus dos pies, cayó de espaldas al agua dentro
del mismo juego.

A Yoongi, Jimin, Jungkook y Taehyung se les hizo imposible no echarse a reír, el pobre
pelirojo parecía una pequeña jirafa recién nacida al querer colocarse de pie, lo mejor fue la
caída, pero Taehyung se acercó al borde del juego viendo dentro de la pequeña piscina.

─ ¡Hobbie hyung! ¿Está bien? ¿se golpeó?

─ Yah, estoy bien... estoy bien. Es mas difícil de lo que se ve, pensé que era divertido, pero
no.

─ Ah, Hoseok, que seas malo en ese juego no significa que no sea divertido.

─ ¡Es incluso peligroso! ¿y si me caía y golpeaba mi trasero?

─ Te lo dije, te lo dije...

─ Apártense, iré yo. ─ Jungkook se subió al juego, con suma confianza de que si podría
domar aquel juego, no se veía complicado.

─ ¡Usted puede, Hyung!

Jungkook escuchó el grito de Taehyung, le sonrió pero extrañó el "Kookie"

─ ¡Tu puedes, Kook! ¡Cuidado con tu trasero!

─ Por dios, Jiminnie, no grites eso...

─ Yoongi se reía ante los extraños pero... reconfortantes gritos de ánimo de Jimin.

Jungkook se posicionó de pecho contra la tabla, pasaron unos segundos y sintió las olas
artificiales encenderse, rápidamente y sin mucho esfuerzo se posicionó de pie, trató de
mantener el equilibrio, pero el oleaje del agua, más lo resbaladizo de la tabla dificultaban
todo tres veces más, pero aún así duró bastante sobre la tabla, manteniendo equilibrio con
sus brazos abiertos, hasta que el juego paró y se lanzó a la piscina a la caían todos para no
golpearse.

Jungkook salió del agua, su boca entreabierta tratando de recobrar el aire, Taehyung chilló
emocionado cuando Jungkook duró bastante tiempo ahí arriba, lo hizo bastante bien,
además que se veía totalmente irresistible con el agua apegado su ropa al cuerpo,
detallando su bien formada figura.
─ Yah ¡Lo hiciste bastante bien, Jungkook! para mi fue muy complicado.

─ Si estuvo complicado, pero aún así me debes una penitencia.

Entre risas, querer subirse en todos los parques, subiéndose y volviéndolo hacer, se fueron
tres horas enteras, todos se sentían cansados y con mucha hambre.

─ ¡Quiero una hamburguesa! tengo hambre... ─ Taehyung se quejó, a la vez que se


sentaba en medio del agua en la piscina que estaban, era baja en esa parte así que el agua
no le cubría más allá de su estomago.

Jungkook, quien estaba sentado a su lado vio como el menor formó un pequeño puchero
con sus labios, le dieron unas ganas incontrolables de besarlo, pero no podía.

Como odiaba estar en esa situación, solo poder demostrarle y recibir afecto de Taehyung a
escondidas, odiaba tener que ocultar sus sentimientos, odiaba tener que ocultarle su
relación a Jimin, realmente no sabia como reaccionaria el peligris ante esa impactante
noticia, pero lo único que si sabia, con certeza, es que quería a Taehyung, y quería cuidarlo
como si fuese parte de su propia vida.

─ Si, será mejor que vayamos a comer y descansemos un poco, muchas caídas dentro del
agua por un rato... ─ Jungkook tomó en cuenta el pedido del castaño y apresuró a los
demás a ir al área de comida, la cual estaba dividida por mesas amplias, de cuantas
personas necesitasen, también estaba en área frente a la piscina, unas pequeñas mesas
techadas de madera, todos se decidieron y prefirieron comer en las mesas dentro del
establecimiento, era mejor ahí.

Vino un joven, tomó el pedido y luego de unos segundos la comida ya estaba ahí, se veía
deliciosa, así que mientras comían reían y recordaban cosas graciosas que habían ocurrido
solo horas atrás, pasando un buen rato juntos.

(1/2)
CAPÍTULO 31/32

(2/2)

Jimin y YoonGi estaban teniendo un pequeño momento como pareja, habían ido a algún
lugar, realmente no lo sabían.

Por su parte, Hoseok había ido a algunas de las atracciones, luego de comer y esperar un
rato él parecía tener demasiada energía, por lo que simplemente quería ir y montarse
nuevamente en todo.

Jungkook estaba tranquilamente sentado a un lado de la piscina, habían personas, pero no


lo suficiente para estar aglomerada, así que eso le permitía al azabache estar tranquilo y
relajarse un poco.

Taehyung jugaba al rededor de él, estaba con los flotadores, saltaba hacia la piscina y se
sumergía bajo el agua tratando de ver algo.

Tiró su vista hacia Jungkook, verlo ahí, tranquilamente lo hacia sentir feliz, quería ir y
abrazarlo.

Y lo hizo, se acercó.

Jungkook se sorprendió un poco cuando unos brazos rodearon su torso, un rostro se


recostó en su pecho, abrazándolo.

Pero, sonrió tranquilamente devolviendo el abrazo al ver que se trataba de su bebé.

─ Te quiero, Kookie... ¿lo sabes?

Jungkook rió enternecido mientras lo abrazó un poco mas fuerte, queriendo que ese abrazo
durara años...

─ Lo sé, y yo también te quiero a ti, mucho.

Taehyung sonrió, se desprendió del abrazo suavemente para instalarse frente a él con una
sonrisa.

─ Vamos a jugar, Kookie Hyung.

Jungkook lo miró alzando una ceja.

─ ¿Jugar? ¿Aquí?
Taehyung se sonrojó rápidamente al captar en que sentido lo decía el mayor, negando
repetidas veces y alzaba sus manos, moviéndolas de lado a lado.

─ ¡No! ¡No lo decía en ese sentido! Kookie pervertido...


─ Jungkook se rió enternecido nuevamente, esta vez por la vergüenza asomada en el rostro
sonrojado de Taehyung, tentaba a morder esas lindas y sonrojadas mejillas.

─ ¿Ah no? Pues, puede que ahora pueda serlo...

Taehyung cubrió su rostro, soltando un chillido tratando de no escuchar mas, Jungkook


continuaba riéndose de esa tímida actitud.

─ Kookie hyung... ─ Taehyung jadeó en forma de queja

─ Concéntrate, de lo que hablo es que juguemos aquí, normalmente ¿quiere jugar


conmigo?

─ ¿Contigo? Cuando y como quieras... de la forma que quieras...

Taehyung aún podía sentir el doble sentido en sus palabras, así que simplemente se alejó
huyendo, tratando de ocultar su sonrojó.

Jungkook rió nuevamente, no podía dejar de hacerlo, Taehyung estaba parado en la


piscina, moviéndose sutilmente para mantenerse flotando, pero ahora en una parte honda,
habían menos personas ahí.

Jungkook se acercó a él, tomándolo de la cintura y girándolo para verlo cara a cara.

─ Eres un pequeño bebé muy tímido... ¿Lo sabias?

Taehyung seguía sonrojado, colocó sus manos en el pecho de Jungkook, librándose del
agarre en su cintura.

─ A Kookie Hyung le gusto así, tal y como soy.

Jungkook sonrió, eso era completamente cierto, Taehyung no escuchó su respuesta ya que
se sumergió en el agua, Jungkook rápidamente también lo hizo, no sin antes tomar una
bocanada de aire.

Bajo al agua vio a Taehyung, se veía tan lindo así, su cabello castaño se movía en
pequeños oleajes al compás del agua.

Taehyung acercó su rostro demasiado cerca del suyo, Jungkook no perdió tiempo al unir
sus labios en un beso, fue corto y pequeño, pero hermosamente mágico, al igual que todos
los anteriores.
Pero incluso en esos momentos, él se paraba un momento a pensar ¿cómo es que un
pequeño e inocente beso podía llegarle a trasmitir tantas cosas? no tenia que llegar a ser
erótico para hacerle sentir algo, esa era una de las miles de diferencias de Taehyung contra
sus antiguas parejas, no todo debía ser sexo para que apenas sintiera algo, solo un simple
beso le hacia sentir miles de sensaciones.

Ambos subieron a la superficie al mismo tiempo, jadeando en busca de aire, viéndose


directamente a los ojos y sonriendo.

─ Eres tan jodidamente precioso cuando sonríes.

Taehyung rió tímidamente ante el comentario ¿cuando seria el día en que Jungkook le
dijera un cumplido y él no se sonrojase? el día en que dejase de gustarle, posiblemente
nunca.

─ ¡eh! ¡Hola! ¿Jungkook?

Ambos voltearon hacia donde esa voz provino, encontrándose con un chico de cabellos
castaños, era realmente apuesto.

─¡Kim Seok Jin! Hola ¿cómo estás?

Taehyung volteó a ver curiosamente a Jungkook, este sonreía felizmente al ver a aquel
chico ahí, sintió un poco de celos porque... vamos, ese chico era guapo.

─ Oh, pues sólo pasando unas pequeñas vacaciones con Nam, falta una semana para
volver al trabajo ¿y tú qué? ¿Y ese milagro que estás dándote un tiempo libre?

Jungkook rió, volteó a ver a Taehyung y le sonrió dulcemente, Volvió su vista hacia Jin.

─ Un amigo de la infancia quiso que pasáramos un tiempo juntos, así que aquí estoy,
supongo que dentro de una semana debo volver a Japón nuavaemente.

Jin asintió sonriéndole, dirigió su vista hacia Taehyung.

─ ¿Y este lindo chico? ¿quien es?

Jungkook volteó a ver a Taehyung a su lado nuevamente, ¿qué se supone que debía decir
que eran?

─ Él es mi novio, se llama Taehyung. Bebé, él es Jin, un amigo.

─ Un gusto...

Taehyung bajó su vista, tímido. ¡¿Acaso Jungkook lo había presentado como su novio?!
─ ¡Oh! que lindo es, un gusto, Taehyung... y por otro lado, disculpa que lo diga frente a ti,
lindo pero ¡¿Tú?! ¿Jeon Jungkook con pareja? quien lo diría... Jungkook rió algo sarcástico,
ese era Jin.

─ Él es un caso, muy, pero muy especial ¿cómo dejarlo ir? es muy hermoso... ¿no es así?

Jin asintió de acuerdo con Jungkook, al fin se había conseguido a alguien que parecía real y
no una plástica trabajadora suya que quisiera salir y tener sexo de una noche con el
"encantador en irresistible jefe"

Y no les tenia rabia a esas chicas, sólo cuidaba a su Jungkook como toda una madre.

─ ¿Amor? ¿Qué...? ¡Jungkook! hola, hombre ¿cómo te va?

Jungkook terminó de hablar con ambos, Taehyung llegó a la conclusión que eran personas
súper amables y carismáticas, hacían linda pareja.

Cuando al fin estuvieron solo otra vez, Jungkook miró a Taehyung, este lucia un poco ido
mientras lo miraba fijamente.

─ ¿Bebé? ¿estás bien?

─ ¿Me presentaste como tu novio?

Jungkook abrió sus ojos, un leve sonrojo cubrió sus mejillas, lo había hecho...

─ Lo hice... espero no te haya molestado... sólo que... bueno, te considero mi pareja, te lo


pediré formalmente.

Taehyung se sonrojó, sonrió dulcemente y se acercó a Jungkook hasta que estuvo muy
cerca de él, como para unir sus labios en un beso.

─ No me molestó, Kookie hyung, me gustó.

Jungkook sonrió aliviado, lo menos que quería era incomodar a su bebé.

─ Quiero pedirte formalmente que seas mi novio...

─ ¿Y cuando lo harás? Jungkook abrió sus ojos, algo sorprendido.

─ Pero... supongo que debes de querer que sea lindo, romántico al menos, no en medio de
una piscina...

Taehyung negó, a la vez que sonreía.

─ No necesito que estemos en una cena linda, que me des flores, que me compres un
peluche y chocolates, sólo necesito que me lo pidas de corazón.
Todo junto a ti es perfecto, es romántico, así sea en medio de una piscina.

Jungkook, por muy fuerte que quiera aparentar, se le fue imposible no conmoverse por esas
lindas palabras de Taehyung.

Sonrió, alzó su mano y la colocó en la mejilla ajena, acariciando su liso rostro.

Se acercó y tomó sus labios en un beso, era un beso lento y calmado, trataba de trasmitirle
aunque sea una décima de lo que él le causaba, lo besaba con amor, a los segundos se
tornó mas profundo, mas intenso.

Sus lenguas se reencontraron, encajaban a la perfección, se movían al mismo ritmo,


Jungkook con su otra mano tomó a Taehyung de su cintura apegándolo a él, Taehyung
pasó sus manos por el cuello contrario, tratando de sentirse lo mas posible.

Al separarse, Jungkook mordió ligeramente el labio inferior de Taehyung, cuando se


separaron Taehyung dio un pequeño y casto beso.

─ Taehyung... te conozco desde que eras un niño... recuerdo ser un idiota amargado.

Taehyung golpeteó suavemente su pequeño.

─ No te digas así, Kookie...

─ Recuerdo cuan odioso era contigo, pero realmente no sé porqué lo era, no eras un mal
niño, ahora que lo pienso, te me hacías tierno, pero siempre te alejaba... amaba ver que
insistieras a estar con nosotros, me conmovía verte patalear para jugar con nosotros, te
veías tan frágil que no quería que jugaras con nosotros, podías haberte lastimado... aún así,
no me justificó, sé que fui un idiota y que en varias ocasiones te hice llorar, quiero que me
perdones, así no lo resientas, pero quiero que lo hagas... perdóname por haber sido un
estúpido.

─ Te perdonaré con la única condición de que no vuelvas a decirte idiota o estúpido,


cualquier otra grosería.

Jungkook rió ¿acaso podía ser mas tierno?

─ Bien ¿me perdonas?

─ No hay nada que perdonar, aún así lo haré, te perdonó si me das un abrazo...

Y así lo hizo sin dudarlo, lo abrazó fuertemente entre sus brazos.

Al separarse tomó sus manos, levantando su vista hasta sus ojos para mirarlo fija y
profundamente.

─ Taehyung... ¿quisieras ser mi pareja?


Taehyung se sonrojó, más si era posible, soltó un pequeño chillido de emoción y abrazó su
pequeño cuerpo al fornido cuerpo de Jungkook fuertemente, con una gran sonrisa.

─ ¡Si! ¡si quiero! Jungkook rió ante la emoción del menor, era tan tierno...

─ Te quiero mucho, kookie...

─ Y yo mucho más a ti, bebé.

CAPÍTULO 33

El parque aún no cerraba, pero estaban tan cansados que no querían estar mas tiempo, al
menos por ese día.

YoonGi, Hoseok y Jungkook guardaban algunas cosas en el auto, mientras Jimin y


Taehyung estaban sentados aún dentro de la piscina, ya estaba un poco mas oscuro, pues
oscurecía algo rápido.

Ambos no querían irse, había sido tan divertido, pero debían admitir que sus cuerpos no
daban para más.

─¿Te divertiste?

─ Demasiado, debemos repetirlo algún otro día... planeaste muy bien este viaje, a pesar
del incidente en la noche, todo parece ir fantástico.

─ ¿Enserio lo crees?

─ ¡Por supuesto que si, Jiminnie! Gracias por estas vacaciones, además que el haber
invitado a Jungkook fue un lindo gesto...

─Jungkook, es un gran chico ¿no lo crees?


─ Si, por supuesto que si...

─¿Se están llevando bien? ¿han establecido alguna amistad? cuando eras niño te gustaba
pasar tiempo con nosotros tres, en especial con él...

─A-ah, s-si, claro, es b-buena persona...

De una u otra forma era inevitable que la conciencia del menor no le culpase, en cierto
modo le mentía a su hermano, por supuesto que ambos se estaban llevando bien, muy
bien, pero no era una simple amistad, todo siempre fue más allá de eso, pero era algo que
ninguno podía controlar, la atracción que sentían era demasiado intensa, sus labios
parecían estar hechos el uno para el otro ¿cómo simplemente ignorar esa sensación?

Él definitivamente no quería dejar a Jungkook, no quería. Desde niño, siempre quiso a su


lindo Hyung.

─Lastima que pronto se irá nuevamente, trataré de hacerlo venir seguido...

Taehyung se sonrojó levemente antes las palabras de su hermano, pero al mismo tiempo
perforaba su corazón al recordarle que él... pronto se iría, ambos no han hablado qué
pasará cuando el mayor deba irse ¿se irá realmente y lo dejará? ¿qué pasará con él? ¿con
esas asfixiantes ganas de estar con él y no dejarlo ir nunca? ¿de sentir no querer vivir sin
él? Tenia miedo de verlo irse y no volver a verlo otra vez, ¿qué pasaría con sus
sentimientos? ¿con su relación?

Cerró sus ojos buscando una paz momentánea, no quería arruinar el viaje pensando en
esas cosas, era probable que se echase a llorar ahí mismo, era tan sentimental.

─Jiminnie ¿vendremos mañana?

─Por supuesto que si, así vengamos solos tú y yo, YoonGi estará estropeado por todo el
ajetreo de hoy, pero como me ama, vendrá.

Taehyung sonrió algo incómodo, su hermano hablaba y parecía tan tierno, en el fondo
sonaba manipulador y algo sombrío, tan lindo.

─¡Ya vayámonos! quiero dormir ─ YoonGi se colocó en la orilla se la piscina con los brazos
en la cintura, viendo con algo de fastidio a ambos menores que seguían dentro del agua
¿acaso no les daba frió?

─Arg, minnie ¡ven y cargarme! no tengo ganas de caminar al auto...

─¡¿Estás loco?! ya estoy seco, no me volveré a mojar.

─¿Ah, si? pues quizá Hoseok y Jungkook puedan cargarme hasta el auto.

─¡¿Qué?! ¡No! ahg, ven aquí.


Jimin se rió enternecido por la actitud de Yoongi, amaba fastidiarlo, pero esta noche lo
recompensaría.

─¿Y quien me carga a mi? tampoco quiero caminar.

─No puedo cargar a los dos, lo siento, Tae... ─Jimin se subió a la espalda de Yoongi, quien
con un poco -quizá mucha- dificultad apenas pudo sostenerlo, sujetándolo de sus muslos a
la vez que Jimin se abrazaba a su cuello, recostando su cabeza en la contraria con una
triunfante sonrisa.

Yoongi, sin esperar más empezó a llevárselo, un poco mas adelante venia Jungkook, sin
Hoseok.

─¿Y Hobbie? ─ Preguntó Jimin al azabache, este hizo una mueca.

─En el auto, dice que está muerto del cansancio y que quiere ir a dormir ya.

─B-bien, y-yo llevaré a Jimin al auto, Taehyung sigue por allá, tráelo rápido, también quiero
ir a dormir.

Y viéndose totalmente gracioso, Yoongi iba caminando casi paso a paso teniendo a Jimin
sobre él, este iba riendo y dándole besos.

Jungkook buscó con la vista a su bebé, viéndolo sentado en el agua, jugueteando


desanimadamente.

─¿Bebé? ¿qué tienes? ven, amor, te puedes resfriar.

─ Yo también quiero que alguien me cargue como Suga Hyung a Jiminnie...

Jungkook sonrió enternecido, su Taehyung aveces se comportaba como un niño, un muy


tierno y lograba conmoverlo.

─Yo cargaré a mi bebé, ven aquí.

Taehyung abrió sus ojos con emoción, levantándose rápidamente hacia azabache, pero
paró en seco antes de abrazarlo.

─P-pero... Kookie Hyung, ya estás seco, no quiero mojarte nuevamente...

Jungkook rió abrazándolo, Taehyung correspondió el abrazo.

─ Que importa, sólo me importa que tú estés feliz.

Taehyung le dio un beso en la mejilla, Jungkook se dio la vuelta y Taehyung se echó hacia
atrás, corriendo levemente hasta subirse sobre él, agarrando impulso.
Jungkook lo sujetó rápidamente de los muslos, sin tener ninguna dificultad al hacerlo, su
pequeño Taehyung era muy liviano.

Taehyung reía de vez en cuando, cuando Jungkook simulaba dejarlo caer, le daba alguna
vuelta o corría, ambos pasaban muy buenos tiempos juntos.

(...)

─¡No tengo absolutamente nada de hambre! sólo me quiero encerrar a dormir.

Hoseok sonaba algo malhumorado, tirándose al sillón a la vez que se cubría el rostro con un
cojín.

─ No es mi culpa que te hayas subido, una y otra vez en todos los juegos. ─ Jimin se libró
de toda culpa, alzando sus manos despreocupado.

─Es que me emocioné...

─ Ah, Hoseok, tal vez quieras dormir solo... ya sabes, para que descanses y nadie te
interrumpa.

Jungkook seguía intentando que el pelirrojo accediera, pero este negó.

─Ah-ah-ah, no te preocupes, de igual me iré a dormir ya, me bañaré y caeré como piedra,
hasta mañana, dulces sueños.

Sin tiempo a reproches, Hoseok se levantó y se perdió entre la puerta de la habitación


compartida, Jungkook y Taehyung soltaron un suspiro.

─Yo igual, quiero descansar... chicos, que pasen buenas noches, y a ti... te veo en la
habitación.

YoonGi se levantó, luego de beber agua fue a la habitación principal, dejando solos a los
tres en la sala, era algo tarde.

─ Son las once... mañana será un gran día nuevamente, así que descansen, hasta mañana.

Jimin se levantó, se acercó a Taehyung dejandole un beso en la frente, yendo luego hacia
Jungkook e hicieron un pequeño saludo.

─ No se asusten si escuchan uno que otro grito.

Y se fue, riéndose de las caras de ambos al escucharlo.


Un pequeño silencio se instaló en la sala, ambos se quedaron viendo, Taehyung sonrió
tímidamente.

─ No vamos a poder dormir juntos, Kookie hyung... yo quería dormir junto a ti.

Jungkook suspiró al ver el pequeño puchero que se instaló en su labio inferior, Taehyung
inconscientemente lo provocaba demasiado, y de verdad que le costaba retenerse.

Se levantó, sentándose a lado del menor, acarició su cabello con delicadeza, observando la
perfección de su rostro.

─ Créeme que yo también quería dormir junto a ti, poder abrazarte toda la noche y verte al
despertar... pero no se pudo, tal vez cuando vivamos solos podamos hacerlo, con toda la
libertad, dormiremos abrazados todas las noches.

Los ojos del menor se iluminaron, al igual que una radiante sonrisa, le levantó emocionado
sentándose sobre él, colocando sus manos en su pecho, afincándose y así poder acercar
su rostro al ajeno y verlo de cerca, con ganas de besarlo.

─ ¡¿Lo dices enserio?! ¡Yo quiero! ¿Te imaginas? seria tan hermoso... así que... ¿quieres
que vivamos juntos?

─Por supuesto que quiero, quiero que estemos juntos ahora y en un futuro, pero tú aún eres
menor, debes estar con Jimin... realmente no sé que pasará más adelante, debemos decirle
esto.

─ Me da miedo a como reaccione, me da miedo a que me aleje de ti, no quiero que nos
separemos.

─No te preocupes por eso, pequeño...

El labio inferior del menor se formó en un pequeño puchero, Jungkook se acercó a él y besó
lentamente sus labios, mordiendo levemente el inferior.

Taehyung entreabrió su boca dándole el permiso a la lengua de Jungkook, adentrándose a


su cavidad bucal, fundiéndose en un beso más profundo, sus lenguas se movían en
sincronía, separaban sus bocas por instantes soltando pequeños chasquidos, Taehyung
tomó a Jungkook de la nuca, el azabache bajó su mano al trasero del menor, apretándolo
con ambas manos, Taehyung soltó un pequeño gemido al sentir como Jungkook masajeaba
sus glúteos.

Taehyung se movió sobre él, buscando la deliciosa fricción entre ambas entrepiernas,
Jungkook jadeó ante el rítmico movimiento constante del castaño, apretó su trasero y lo
apegó a él, impidiendo que se moviera.

─ Si sigues moviéndote de esa manera, no podré parar luego, bebé... posiblemente lo


terminemos haciendo aquí mismo.
Taehyung gimió en señal de protesta, moviéndose nuevamente, buscando el ansiado
contacto, buscó los labios del azabache que lo aceptaron inmediatamente, el beso se tornó
mas erótico ante los movimientos del menor, la excitación prontamente los empezaba a
cegar, sus lenguas se enredaban entre si, buscando quien dominara, mordían y lamían sus
labios, separándose en busca de aire.

─Kookie hyung, te necesito...

Jungkook trataba de pensar con claridad, estaban en el medio de la sala, en cualquier


minuto alguien podría salir y verlos en pleno acto, además que no era propio de él hacerlo
en un mueble cualquiera con su bebé, pero tener a Taehyung así, cegado por la excitación,
buscando contacto y gimiendo de esa manera lo hacia perder la cordura, jamás le diría que
no.

─¡IRÉ A BUSCAR EL CHOCOLATE!

El grito de Jimin se escuchó desde la sala, Taehyung accionó rápidamente y se bajó de


Jungkook, tirándose hasta la otra esquina del mueble, se sentó como si nada y se cubrió la
boca, sus labios estaban hinchado y rojos, los de Jungkook igual.

─¡Oh! ¿siguen ustedes aquí? vayan a dormir, mañana será un día largo de mucha
caminata, vamos, vamos.

Jimin acarreó a Taehyung hasta su cuarto, haciendo lo mismo con Jungkook, quien caminó
pesadamente hacia su habitación.

─ Estos niños, ahh... iré por el chocolate.

CAPÍTULO 34

Taehyung se removía incómodo en su cama, no quería estar ahí.

Ya había ido a bañarse, tenia puesta su pijama y estaba en busca del sueño, pero este se
rehusaba en llegar.

Hoseok lucia realmente cansado, soltaba pequeños murmuros inentendibles.


─ Mhm...

Taehyung se levantó, sentándose sobre si mismo en la cama y visualizando a oscuras la


habitación, que era tenuemente iluminada por la luz de la luna filtrada por la cortina de la
ventana.

Frunció el ceño, definitivamente no se quedaría ahí.

Se colocó de pie y se dirigió al baño, encerrándose.

Se visualizó en el espejo, él cuidaba mucho de su piel, de su físico, amaba las cosas


delicadas y por ende, él era un chico delicado.

Con mucho cuidado, acomodó sin necesidad su cabello, el cual se mantenía sedoso en el
mismo sitio, caía con sutilidad sobre su frente.

Luego de considerar que estaba mucho mejor, sonrió y decidió salir de ahí. Hoseok seguía
dormido, dudaba que despertara sino hasta el siguiente día.

─Bien...

Y con mucho cuidado, salió sigilosamente de la habitación, sin hacer ruido al cerrar la
puerta.

La sala estaba en total penumbra, incluso le dio un poco de miedo tal oscuridad.

Siguió con sus lentos, pero seguros pasos hasta estar frente a la puerta en la que Jungkook
dormía.

Quiso tocar, pero puede que sea una mala idea ¿qué si Jungkook estaba dormido? Intentó
abrir la puerta, y con emoción vio como esta se abrió sin problemas, dándole paso hacia el
interior.

Cuando entró, vio que la habitación estaba vacía, tiró su vista hacia el baño y vislumbró la
luz que salia por debajo de la puerta, Jungkook estaba en el baño.

Sonrió satisfecho al oír el sonido del agua correr proveniente del baño, con cuidado cerró la
puerta, colocándole seguro.

Se subió en la cama, el olor del perfume de Jungkook estaba esparcido en las sabanas, con
una sonrisa fundió su rostro, se sentía feliz.

Se acomodó entre las sabanas, la cama era muy grande para una sola persona, no pudo
evitar imaginarse durmiendo abrazado a él todas las noches en una cama similar.

(...)
Jungkook cerró la llave de la ducha, se había quedado acostado viendo todas las imágenes
que había tomado ese mismo día, casi todas eran de Taehyung, pero también quedaban
registradas como un lindo recuerdo junto a sus amigo y ahora, novio.

Simplemente no podía creer que ese día, ese grandioso día había sido el día en que
Taehyung era su pareja, sonaba tan bien decir "Taehyung" y "pareja" en la misma frase...

Había sido de una manera muy cómica, en el medio de una piscina, pero que recordaría
con mucho amor, sin duda nunca había sentido algo así antes, si fuera lo contrario tendría
ese recuerdo presente en su mente.

Jungkook no se consideraba romántico, nunca consideró o trató de serlo, pero Taehyung...


también era alguien totalmente diferente, tan especial con su hermosa sonrisa, su tierna
actitud... él era perfecto.

¿Acaso merecía estar con él? Incluso si las personas decían que no existía alguien
perfecto, él pensaba lo mismo, siempre todos tenían un defecto, por mas mínimo que fuera
pero... ¿y los defectos de Taehyung? no podía encontrarle uno, incluso si se esforzaba a
tratar de hallar uno, sólo uno ¡no había! nada de él le molestaba o disgustaba, ¿tan
enamorado estaba? Sonrió, si, lo estaba. Aunque... el único problema parecía ser la edad,
el cual sólo era un impedimento para poder estar juntos.

A él no le molestaba que Taehyung fuera menor, por mas depravado que sonase,
obviamente no iba por la calle babeándose por cualquiera que fuese menor, realmente no le
iban menores, pero Taehyung lo cegó completamente.

Decidió colocarse la toalla que cubriera únicamente de tu torso para abajo, el frió de la
noche empezaba a hacerlo temblar.

Cuando salió del baño, asumido en sus pensamientos visualizó a alguien sobre su cama,
para ser mas específicos; Taehyung.

¿Cómo es que verlo ahí, acostado con su pequeño cuerpo vestido por una simple pijama,
lo hacia excitarse tan rápido?

Su miembro se endureció en pocos minutos, sentía como el calor empezaba a envolverlo


hasta hacerlo morder su labio inferior tratando de contenerse.

¿Cómo alguien podía verse jodidamente tierno y provocativo al mismo tiempo? ese
definitivamente era Kim Taehyung.

─Ah, Kookie hyung... ya viniste.

La sonrisa en los tentadores labios del menor le delataron sus intenciones, se acercó
lentamente hacía él, lamió su labio inferior antes de hablar.

─¿Qué hace mi bebé aquí?


Su voz sonó mas gruesa y profunda de lo normal, Taehyung sonrió complacido al ver el
estado de su lindo Hyung, excitado.

Por él.

Así que... decidió provocarlo.

─ Me sentía sólito sin mi Kookie... así que vine con él ¿está bien, Hyung...?

Jungkook cerró sus ojos por segundos "Contrólate, Jungkook, contrólate"

─ Está jodidamente bien, bebé...

Taehyung se levantó, gateando hacia él, sentándose sobre sí mismo al estar frente a él,
sonrió juguetonamente.

─ Kookie hyung, quiero que juguemos.

Jungkook golpeó con su lengua el interior de su mejilla, volteó su cabeza unos pocos
centímetros, suponía que su bebé no quería que se contuviera, así que ¿por qué hacerlo?

─ ¿Ah, si? ¿y qué quiere jugar mi bebe está noche?

─ A esto... ─ Taehyung levantó su mano y tomó entre sus dedos la toalla que cubría la
cintura de Jungkook, jalándola y dejándola caer hacia el suelo.

El bien formado cuerpo del azabache quedó totalmente expuesto frente a él, el miembro del
mayor lucia erecto, su abdomen bien marcado lucia húmedo, él lamió sus labios ante tal
vista.

Sintió como su miembro se endurecía de tal manera.

─¿Te gusta lo que ves, bebé?

Taehyung asintió sin apartar su vista, mordiendo su labio inferior provocaba que el miembro
ya erecto de Jungkook estuviera inclusive más duro, empezaba a doler.

─ Es todo tuyo.

Taehyung sonrió complacido, terminó se acercarse, sentándose ahora sobre sus rodillas,
teniendo ahora mucho mas de cerca su miembro viril.

Lo tomó entre sus manos, con delicadeza, deleitándose con el leve gruñido que soltó
Junkook al sentir sus manos sobre su miembro, Taehyung lo apretó suavemente haciendo
que Jungkook mordiera su labio inferior, reteniendo sus jadeos.

─¿Le gusta lo que está sintiendo, Kookie hyung?


Y sin dar tiempo a vagas respuestas, acercó su rostro al miembro erecto, se veía tan
intimidante.

Quería hacer sufrir a su lindo Hyung, resultaba ser un "inocente juego" para él, verlo cerrar
sus ojos con fuerzas, morder su labio repetidas veces callando pequeñas maldiciones que
soltaba producto de la excitación.

Dejó un pequeño beso en la punta, donde empezaba a salir un liquido pre seminal, lamió
sus labios probando su sabor.

Jungkook tenia sus ojos fijos en el menor, lo veía con completa lujuria, se veía
endemoniadamente tierno e inocente en esa posición, sobre sus rodillas y con aquella
mirada que prometía ser un buen niño, pero la manera en que movía sus manos
estimulando su miembro decía otra cosa, había aprendido muy rápido del mayor.

Para Jungkook resultaba ser una tortura las suaves caricias que le brindaba el menor,
aquellos "inocentes" y pequeños besos que dejaba a lo largo de su falo, jugando con él.

Jungkook bajó su mano, hasta dejarla sobre la cabeza de Taehyung, tomó entre sus dedos
su suave cabello, sin llegar a lastimarlo porque no quería hacerlo, no quería lastimar a su
bebé y obligarlo a lamerlo de la manera en que él necesitaba para sentirse complacido,
quería seguir su ritmo, no quería apresurar las cosas y estimaba que todo fuera como su
Taehyung quisiera, pero realmente su fuerza de voluntad no era tanta.

Mas cuando Taehyung parecía estar jugando con él, en busca de torturarlo, siendo un mal
niño.

Taehyung decidió que había sido suficiente tortura para su lindo Hyung, él no merecía sufrir
tanto.

Volvió a subir su mirada, conectándola inmediatamente con la de Jungkook, este le veía con
ojos profundamente oscuros.

Sin apartar la mirada, abrió su boca metiendo sólo la punta de su miembro, Jungkook abrió
su boca en una "O" perfecta ante el gran estimulo que su cuerpo envió, Taehyung
empezaba a lamer su miembro intensamente.

El menor pasaba su lengua por toda la longitud, mordía levemente y trataba de meterla
dentro de su boca, sin poder entrar entera, hizo el intento y lo llevó hasta donde mas pudo,
cerrando sus ojos con fuerzas para aguantar mas de lo que se permitía, Jungkook soltó un
jadeó, echó su cabeza hacia atrás y fue inevitable jalar en castaño cabello de Taehyung.

El menor sacó el falo de su boca, terminado unido a la punta del miembro por el leve hilo de
saliva, volvió a meterlo y sacarlo, repetidas veces ocasionando sonidos obscenos y eróticos,
con ambas manos apretaba la base, subía y bajaba sus manos para complacer a su lindo
Hyung, de la mejor manera.
Taehyung estaba fascinado con los jadeos que soltaba Jungkook, jadeaba de manera tan
jodidamente erótica que sentía que podría llegar a correrse con tan solo escucharlo gemir.

Unos cuantos minutos mas de estímulos fueron los suficientes para que el cuerpo de
Jungkook temblara, sintiendo el orgasmo cerca, Taehyung empleó mucha mas rapidez ante
los jadeos constantes de Jungkook.

El mayor jaló el cabello de Taehyung alejándolo de su miembro antes de correrse, el semen


salió disparado hacia su pecho.

─ Ñahm ¡Kookie! yo quería probarte...

Jungkook sonrió cansadamente, mientras jadeaba en busca de recuperar su aire, Taehyung


sujetó su miembro nuevamente y volvió a lamerlo, con sutilidad complaciendo a Jungkook
ante los últimos espasmos.

Cuando Jungkook se recuperó del orgasmo, tomó a Taehyung de la mano levantándolo


para que ambos estuvieran de pie, Jungkook acunó el rostro del menor entre sus manos y
acercó su rostro, unió sus labios en un pasional beso donde era él el que dominaba, lo
besaba expertamente metiendo su lengua a la boca de Taehyung buscando su lengua,
Taehyung gimió a mitad del beso.

Cuando se separaron, se vieron directamente a los ojos y Jungkook no perdió tiempo,


acostó a Taehyung en la cama, montándose sobre él sin afincarse, metió una pierna entre
las del castaño, Taehyung gimió al sentir el roce entre su miembro y la rodilla de Jungkook.

Con agilidad quitaba su ropa, besándolo mientras lo hacia rompiendo el beso por segundos,
volviendo a unirlos, hambrientos.

Cuando Jungkook devistió a Taehyung, tomó el miembro ajeno entre una sola mano y
empezó a estimularlo ocasionando que Taehyung empezara a gemir.

─ Hmmg, ahg-g kookie... hyung

Jungkook estaba cegado por el placer, su miembro empezaba a endurecerse nuevamente


ante los gemidos del castaño.

─Te necesito ya, Kookie Hyung, por favor...

Volvió a gemir, Jungkook no lograba concentrarse.

Alzó dos dedos y los llevó a su boca dejando de masturbar al menor, lamió sus propios
dedos para luego sacarlos, Taehyung gemía ante la erótica imagen.

Taehyung tomó a Jungkook de la nuca cuando sintió los dedos del azabache estar contra
su entrada.

─Trataré que no te duela, bebé, tranquilo...


Taehyung asintió, confiaba en las palabras de su lindo Hyung.

Cerró sus ojos con fuerza al sentir como los introducía, mordió su labio inferior callando un
pequeño grito.

Jungkook besó a Taehyung, distrayendolo del agudo dolor que empezaba a sentir, era mas
leve y soportable que en la primera vez, pues por mas que hayan tenido relaciones antes,
no significaba que su bebé era primerizo en casi todo eso, así que debía ser cuidadoso con
él.

Una de las cosas que mas amaba de Taehyung era su delicadeza.

Mientras se besaban, Jungkook movía con más rapidez sus dedos dentro de él, Taehyung
tuvo que separarse del beso para gemir, el dolor era casi inexistente.

Una pequeña incomodidad, pero el placer que sentía era mayor.

─Quiero sentirte dentro de mi, Hyung... por favor

─¿Estás listo, bebé?

Taehyung asintió frenéticamente, Jungkook sacó sus dedos del interior, para posteriormente
tomar su miembro entre su mano y masturbarse un poco, estaba completamente erecto y
duro.

Se posicionó entre sus piernas, masajeó un poco su entrada antes de fundirse dentro de él,
primero la punta de su falo, dándole el tiempo necesario al menor de acostumbrarse a la
gran diferencia entre sus dedos y su miembro.

Por mas doloroso que fuese tratar de contenerse, lo haría para no lastimar a su bebé.

Supo que podía continuar cuando Taehyung empezó a mover su cintura buscando sentir
mas de él, se fundió completamente, hasta la base, lentamente viendo como Taehyung
abría su boca y echaba su cabeza hacia atrás, retorciéndose del placer.

─ ¿Estás bien, bebé? ¿quieres que siga? ─ Paró hasta estar completamente dentro de él.

─S-si, sigue, por favor, sigue...

Y así lo hizo, salió y entro de él, lentamente haciendo el placer aumentar, sus embestidas
cada vez eran mas fuertes, los gemidos de Taehyung eran cada vez más, este se aferraba
de sus hombros y abrazaba con sus piernas la cintura de Jungkook, Jungkook jadeaba al
sentir como el interior del menor apretaba deliciosamente su miembro.

Taehyung soltó un grito cuando sintió como la punta del miembro de Jungkook golpear un
punto en especifico.
─¡Más! ¡por favor, ahí!

Jungkook aceleró sus movimientos, chocando repetidas veces contra la próstata del menor,
haciéndolo gemir sin control y enterrar sus uñas en él, una leve capa de sudor cubría sus
frentes.

Minutos después, el menor tembló sintiendo el orgasmo cerca, se corrió en el pecho ajeno,
los espasmos seguían, Jungkook lo embistió un poco más fuerte, y llegó al ansiado
orgasmo, corriéndose dentro de Taehyung, salió y entró unas cuantas veces mas
complaciendo los espasmos del orgasmo, dejando salir el semen por entre las piernas del
castaño.

Salió finalmente de su interior, Taehyung lo abrazó haciendo que el azabache cayera sobre
él, Jungkook escondió su cara en el hueco del cuello de Taehyung.

Taehyung empezó a acariciar su cabello, provocando que el sueño empezara a ganarle a


Jungkook.

El mayor se levantó y se acostó sobre su propia espalda, Taehyung se recostó sobre su


pecho, apreciando como este subía y bajaba al compás de su respiración.

─Te amo, Kookie hyung... ─ Jungkook dejó un pequeño beso en la coronilla de su cabeza.

─ Y yo a ti, eres una de las personas mas lindas que me ha regalado la vida...

Y con una pequeña sonrisa, estando abrazados entre sí, quedaron dormidos en un profundo
sueño.

(...)

CAPÍTULO 35

Los siguientes días en Gimhae pasaron amenamente rápidos, habían ido a un museo
histórico del lugar.
Jimin insistió junto con Taehyung para volver a ir al parque, al cual efectivamente fueron
nuevamente, e hicieron muchas otras cosas con el fin de crear lindos recuerdos y
despejarse del ajetreado estrés del trabajo.

Pero, todo lo bueno tiene su fin y ese viaje había llegado a su fin.

Un remordimiento, junto a una pequeña duda acompañaban a Taehyung en todo el trayecto


de regreso, no sabia qué pasaría al llegar, Jungkook debía volver a Japón y aún no habían
hablado nada al respecto, Jimin aún no sabia nada, él no tenia idea si Jungkook se lo diría o
simplemente llevarían una relación en secreto, a distancia.

Varios suspiros salían involuntariamente de su boca, se sentía afligido y nervioso.

─ Este viaje fue grandioso, justamente lo que necesitaba para despejarme. Es una lastima
que debas de volver a Japón, Jungkookie ¿enserio debes volver tan pronto? tienes unas
dos, casi tres semanas aquí, quizás puedas estar un mes más ¿no crees? en Seúl hay
muchas otras cosas que quiero que hagamos todos juntos.─ Habló Jimin.

─No creo que pueda, debo de volver en unos... tres días, si es antes, mejor. Nunca he
tomado tanto tiempo libre junto...

El rostro de Taehyung se desfiguraba con cada palabra de Jungkook, tenia un miedo


indescriptible de que se fuera y no poder verlo nuevamente, tenia miedo de cuál seria la
reacción de Jimin ¿los apoyaría? no tenia idea.

─ Quizá para unas próximas vacaciones vayamos a Japón, y así nos enseñas todo lo que
sabes de Japón. ─ Jimin abrió sus ojos entusiasmado ante las palabras de su novio.

─¡ESA EN UNA GRAN IDEA! ¡yo quiero ir a japón!

(...)

─¡Taehyung! taetae, despierta ¡buenos días! oye, alguien te busca en la entrada, así que
alístate y ve a ver qué necesita, es un tal Minho.

Tan pronto Jimin despertó al menor, abandonó el cuarto no sin antes darle un pequeño
beso en su frente, estaba atendiendo el desayuno mientras hablaba con Jungkook y Yoongi.

El castaño apenas pudo abrir sus ojos, la luz cegadora del día lo incitaba a levantarse. Y así
tuvo que hacerlo, al sentarse en su cama, pudo ver que se encontraba solo en la habitación.

Sentía el aroma de Jungkook sobre él, la noche anterior, el menor se abrazó


completamente a él, queriendo dormir en esa posición todas las noches, quería despertar y
verlo aún dormido plácidamente a su lado, pero no era así.
Habían hablado hasta tarde, Taehyung tuvo la oportunidad de decirle como se sentía, del
pequeño miedo que parecía querer acabar con su paz interior, le confesó lo mucho que
llegó a quererlo, lo mucho que llegó a acostumbrarse a estar con él.

Las palabras del azabache fueron gratamente tranquilizadoras para él, su amor era
correspondido, le confesó lo difícil que seria poder estar juntos todos los días, Jungkook
tenia un ritmo de vida que llegaba a ser estresante hasta para él mismo, pero haría lo
posible para ver esa linda sonrisa a diario, una de las cosas mas preocupantes era... decirle
a Jimin.

Jungkook odiaba estar en esa situación, siempre repudio tener que dar explicaciones
acerca de sus relaciones, tener que esperar la aprobación de alguien para poder salir con
un tercero, resultaba ser obstinante, por eso era libre de relaciones y compromisos, lo único
serio e importante para él en su vida era su relación con sus padres y su trabajo, las demás
cosas carecían de importancia.

─Ya fui a despertar al pequeño Tae, no te preocupes, enseguida viene. ¿Quieres algo? ¿ya
desayunaste?

Jungkook miraba de mala manera al amigo de su Taehyung, era moreno y alto, su cabello
negro y bien arreglado, sus ojos eran expresivos y una sonrisa muy carismática que se
llevaba a la par con esa amigable actitud, parecía un buen chico y eso le daba mala espina
¿qué si su Taehyung se enamoraba de esa implacable sonrisa?

─¡Ah, no se preocupe! Estoy perfectamente bien.

Como siempre Tae, levantándose tarde, lo conozco perfectamente. Jungkook mordió su


labio inferior, a la vez que suspiraba pesadamente, ese "lo conozco perfectamente" sonaba
muy intimo.

Jimin se rió por el comentario, dirigió nuevamente su atención al desayuno que estaba casi
listo.

Jungkook golpeteaba con su dedo indice el mesón, a la misma vez que afincaba su barbilla
a su mano, con una faceta seria.

─¡Ah! pero miren quien despertó, hola, mejor amigo, me habías olvidado.

La risa tímida de Taehyung hizo al azabache dirigir toda su atención a él, lo miraba
fijamente en busca de intimidarlo, sus ojos profundamente oscuros recorrían con detalle
cada una de sus facciones y expresiones, sus mejillas estaban ligeramente rosadas a la vez
que le daba un corto abrazo a su mejor amigo.

Jungkook quitó su vista de ambos al ver que estos empezaban una animada conversación,
cerró sus ojos con fastidio, suspirando con pesadez.

Debía dejar de ser jodidamente celoso, lo sabia, pero era difícil.


Su delicado Taehyung era, sin duda, alguien en el que él podía confiar plenamente.

Taehyung dejó de hablar con Minho y se acercó a donde estaban los mayores, Jungkook
tenia un vaga conversación con Yoongi mientras esperaban a Jimin.

─ ¡Hola! buenos días ¿cómo amanecen, Hyungs? Ah... Jiminnie... Minho vino invitándome a
ir a su casa a pasar el día... ¿puedo ir?

Jungkook agrandó sus ojos ante esa "invitación", sonaba endemoniadamente mal, una
propuesta que para él, tenia segundas intenciones, pero claro que sabia cuál era esa
"táctica" y por supuesto que la usó en sus días de secundaría, tan común en los jóvenes.

Su mirada gritaba un rotundo "No." y con solo su mirada Taehyung supo que esa invitación
a Jungkook le desagradaba, pero el menor optó por hacerse el desentendido, Jungkook
quería decir No, en voz alta, y no dejar que fuese, pero ¿quien era él para reprimirle de esa
manera? era retrograda, y él lo sabia, Taehyung tenia el derecho de hacer lo que quisiera,
pero aún así, los celos eran mucho mayores, no pudo evitar sentirse molesto, era irritante
sentirse así.

Lo peor de una relación, para él, eran los celos, esa necesidad de saber qué hace esa
persona, con quien está y donde, los celos eran como una pequeña enfermedad que poco a
poco deterioran una relación, él no quería eso con Taehyung, esa desconfianza, y aún que
fueran involuntarios, era algo que debía aprender a controlar, porque los celos a cierto
punto podían ser sanos y necesarios para que una relación siga, mostrar ese interés por el
contrario, pero querer acapararlo para él y solo para él, no era sano.

─¿Ir a su casa? pues, está bien pero ¿ya? ¿no desayunarás primero? quédate a comer.

─¡Ah! no se preocupe, mi madre invitó a Taehyung a comer en casa, vendremos de regreso


quizá a las cinco de la tarde.

Jimin hizo una mueca mientras lo procesaba, suponía que estaba bien.

─ Te quiero aquí a las cinco en punto, Taetae.

Taehyung sonrió parcialmente complacido, no del todo ya que obviamente quería quedarse
ahí y pasar todo el día junto a Jungkook, aprovechar de su tiempo juntos pero Minho lucia
molesto ya que había pasado un poco menos de un mes y él no le había mando ni siquiera
un mensaje de saludo, cuando primeramente quedaron en ir juntos a la casa de campo de
su familia.

─ Bien... ─ dirigió su vista a Jungkook y este ni siquiera lo estaba viendo, estaba


concentrado en lo que sea que hacia en su teléfono.

Sin poder hacer nada más, fue a su habitación a terminar de arreglarse, era algo sencillo y
cómodo, no buscaba impresionar a nadie más, a excepción de Jungkook.
Cuando Taehyung se fue junto a su amigo, Jimin y Yoongi tenían una conversación de lo
mas normal, hablaban tranquilamente mientras dentro de él, su cerebro maquinaba miles de
escenas en las cuales el amiguito de Taehyung se sobrepasase con él, aprovechándose de
su bebé.

Cerró sus ojos con fuerza y pasó una mano por su cara pesadamente, soltó un gruñido,
Jimin se extrañó un poco ante el repentino cambio de actitud de Jungkook, justo antes de
pode preguntarle qué le pasaba, el teléfono del azabache sonó.

Jungkook levantó su vista extrañado, era su padre.

─ Hola, padre ¿cómo está? ─ El tono de Jungkook sonaba extrañado, pero saludó como
regularmente lo hacia.

─ Hijo ¿cómo estás? tu madre y yo estamos bien, ella pregunta cómo van tus pequeñas
vacaciones. ─ Jungkook se permitió respirar tranquilamente al ver que no se trataba de
ninguna emergencia.

─Ah... me alegro. Estoy bien, todo va bien...

─ Hijo... de verdad me da algo de pena contigo, pero necesito que regreses pronto, te
estimo aquí en la empresa a cargo de todo.

Jungkook soltó un suspiro, Jimin y Yoongi prestaban atención a la conversación y a cada


expresión del azabache.

─ No te preocupes, no tienes que afligirte, papá. ¿Qué tan pronto me necesitas?

─¿Mañana mismo? de verdad es urgente, el sustituto temporal que asigné en tu puesto


cometió unos cuantos errores, no tengo tiempo para remediarlos, así que mañana mismo
tienes que estar aquí, a primera hora, si es posible.

Jungkook soltó un pesado suspiro, eso significaba que debía irse ese mismo día. Todo
empeoraba.

─ Bien, mañana mismo estaré allá, los veo luego... bien, adiós, igualmente.

En cuanto Jungkook cortó la llamada, las preguntas de Jimin se hicieron presentes.

─ ¿Era tu padre? ¿debes irte ya? ¿pasó algo grave?

─ Era mi padre, y si, debo irme hoy mismo, nada grave... sólo cosas del trabajo.

─ La responsabilidad ante todo...─ Jungkook asintió de acuerdo a las palabras de Yoongi.

─ Supongo que compraré el boleto para la tarde, poder llegar y acomodar algunas cosas,
recibir paquetes y todo lo que no revisé en casi tres semanas, y poder ir a trabajar mañana
mismo.
Y así lo hizo, su boleto ya estaba comprado, en primera clase a las seis de la tarde con
destino a Japón, Tokio.

Jungkook quiso tener todo listo para no retrasarse en su vuelo, además que ahora sentía
como una obligación decirle a Jimin, ya no era una opción de "quizá si..." Debía hacerlo,
era ahora o nunca, eso no podía posponerse, claro que quería hacerlo de otra manera, que
estuviera Taehyung presente, pero no era precisamente esa situación.

Las horas pasaban ridículamente rápido, no se percató de la hora sino hasta que ya eran
cuatro de la tarde.

Él estaba casi listo para irse, prefería llegar una o dos horas antes al aeropuerto,
dependiendo de que tan lejos viviese, las maletas estaban a un lado, reservó un taxi para
las cinco en punto, iría con una hora de anticipación al aeropuerto.

Jimin había sido demasiado atento con él todo el día, quería que el azabache de quedase
mas tiempo, pero no podía exigirle eso.

Pero, había llegado el momento de confesarle todo a Jimin.

(...)

CAPÍTULO 36

─ Jimin... tengo que decirte algo. El peligris se extrañó ante la excesiva seriedad repentina
de Jungkook.

─¿Qué sucede?

Jungkook suspiró ¿cómo se supone qué debía de comenzar? No era un tema fácil de
abordar, los nervios podrían ganarle.
Joder, ahora tenia la atención de Jimin sobre él, sus ojos esperaban pacientemente a que
decidiese hablar... ¿podría simplemente mantenerse en secreto?

No era lo justo, ni lo correcto.

Pero ¿cómo demonios debía? "Hey, Jimin, le quité la virginidad a tu hermanito menor, y
ahora es mi novio."

Amaba ser el novio de Taehyung, lo amaba, pero eso sonaba fatal, de la forma en la que
quisiese decirlo, era igual, Jimin perdería los estribos y él era alguien irracional.

Y no podía juzgarlo, Jimin cuidaba a Taehyung como si fuese un muñeco de porcelana,


celaba a su hermano desde que nació, era (inclusive) la persona mas importante para él, y
¿qué pasa si te enteras que tu amigo de la infancia sale con tu hermanito menor? ¿ese al
que tanto proteges y cuidas? obviamente, Jungkook no era una amenaza para Taehyung,
por dios, lo conoce desde que el castaño era un niño, pero el impacto era inevitable.

Si se quedaba pensando en cómo decirlo jamás lo diría, trataría de decirlo con el mayor
tacto posible, utilizando las palabras adecuadas, pero no esperaba nada bueno.

─Toma asiento... necesito que hablemos de algo importante. ─ Jimin no lo contradijo en


ningún momento, si

simplemente tomó asiento en el sillón mas grande de la sala, mientras Jungkook se paró
frente a él, unos metros alejado.

Se movía de aquí para allá, pasaba su mano por su cara en señal de nerviosismo, mordía
inconscientemente su labio inferior.

Jimin no comprendía porqué Jungkook estaba así, era raro ver a Jungkook nervioso, mas
bien, jamás lo vio en aquel estado.

─¿Estás bien? ¿pasó algo malo?

Jungkook analizó las palabras de Jimin unos segundos ¿era malo lo que iba a decirle? la
respuesta rotunda para él seria un claro "no." pero no lo sabía con exactitud, por parte de
Jimin.

"Vamos, Jungkook, tú puedes..." se animó a si mismo antes de hablar.

─ Jimin, sé que nos conocemos desde hace años, quizá me consideres un hermano...
pero... ahg...

─ Ah, Jungkookie, por supuesto que eres como un hermano para mi, no dudes eso.

Jungkook tomó aire, eso no lo alentaba para nada.


─ Lo que quiero decir es que... nos conocemos hace mucho.

Yo realmente nunca sentí esto antes, no quiero que creas que he estado sintiendo esto todo
este tiempo... juro que no quiero hacerle daño, sólo quiero cuidarlo y amarlo, como ya lo
hago...

Jimin arrugó su entrecejo ante las incoherencias de Jungkook ¿a qué se refería?

─ ¿De quien hablas?

Jungkook soltó un gruñido de frustración, se encontraba divagando y soltando


incoherencias, pero decirlo era el doble de difícil que simplemente pensar "¡Hazlo!"

─Hablo de Taehyung.

Listo, lo dijo.

─¿Taehyung? ¿qué tiene que ver Taehyung en esto?

─Que me enamoré de él ¿entiendes? que desde que llegué empecé a sentirme atraído por
él hasta enamorarme, no sentí esto antes, pero cuando vine y lo vi me enamoré casi
inmediatamente, una cosa llevó a la otra y...

─¡¿DE QUÉ MIERDA ESTÁS HABLANDO?! ¿qué te enamoraste de mi pequeño hermano?


¿acaso es una broma?

─No bromearía con algo así...

─Preferiría mil veces que fuese una maldita broma de mal gusto. ¿A qué mierda te refieres
con que "te enamoraste"? ¿acaso crees que soy idiota? ¿cómo que "una cosa llevó a la
otra"? ¡JODER, HABLA YA!

─¡SI ME DEJARAS HABLAR PODRÍA EXPLICARTE! ¡por supuesto que no creo que eres
idiota! ¡simplemente me enamoré de Taehyung! sé que es difícil de comprender, Jimin...
pero trata de entenderlo. Enserio me encuentro amándolo en estos momentos, fue tan
rápido que no nos dimos cuenta en qué momento pasó todo... pero...

─¡CÓMO MIERDA NO TE DISTE CUENTA! ¿A QUIEN QUIERES ENGAÑAR?

─¡A nadie! ¡deja de gritar! ¡simplemente no nos dimos cuenta! pero no pienses mal, no es
algo tan grave como para que te pongas así, yo no soy un jodido criminal que pudiese llegar
a "dañar" o "corromper" a Taehyung, tú me conoces, de toda la vida, conozco a Taehyung,
él me conoce a mi ¿qué te preocupa? juro que lo amo y quiero cuidarlo, quiero que estemos
juntos.

Jimin se levantó del sillón, caminando de lado a lado mientras sujetaba su cabeza, eran
demasiadas cosas juntas.
─¡¿CÓMO QUÉ NO ES ALGO GRAVE?! ¡Jungkook! ¡es mi hermano menor, al que he
cuidado y protegido toda mi vida! ¡tú eres mi jodido mejor amigo desde que eramos niños!
¿me vienes con esto? ¡¿con que te enamoraste de él?! ¡DE TODAS LAS PERSONAS QUE
EXISTEN EN EL JODIDO MUNDO! ¡¿POR QUÉ?!

Jungkook trató de alejarse de Jimin, eso se estaba saliendo definitivamente de control.

─ ¡Eh! ¡Oigan! ¿qué sucede? ¿qué son esos gritos? ─ Yoongi apareció en la sala, estaba
en su habitación arreglándose hasta que escuchó unos gritos desde la sala, al asomarse vio
a su novio con la cara completamente roja de la ira, Jungkook caminaba de un lado a otro
mientras jalaba su cabello, desesperado.

─¿QUÉ PASA? ¡que Jungkook, de todas las jodidas personas del mundo, decidió
enamorarse de mi hermano! ¡eso pasa!

YoonGi arrugó su entrecejo queriendo lucir desentendido, pero la verdad era que él venia
insinuando algunas cosas entre Taehyung y Jungkook, detalló sus conductas y llegó en un
conclusión que acababa de ser verificada, pero realmente no era algo grave, Jungkook era
un gran chico con una buena vida, cualquiera quisiera tener a un candidato así para su hija.

Obviamente entendía la ira de Jimin, él sabia a la perfección el nivel de protección que su


novio ejercía en Taehyung, pero Taehyung crecería en algún momento, y algo así hubiese
sucedido tarde o temprano.

─ Ah... ¿si? pues... ¿qué tiene de... malo?

Los ojos de Jimin se perdieron en llamas ante la falta de interés de Yoongi, debía ser una
mala broma.

─¡¿CÓMO QUÉ "QUÉ TIENE DE MALO"?! ¡que él es mi amigo! ¡taehyung mi hermano!


¿por qué de todas las personas?

─Mi amor, el amor no es algo que nosotros controlamos...

─¡No me vengas con esa estupidez!

Jungkook trataba de calmarse, comprendía a Jimin, hasta cierto punto, pero Jimin también
debía de comprenderlo, si Jimin pudiese razonarlo a profundidad vería que no hay nada de
malo.

─¡Jimin, lo dices como si fuese un jodido delito! ¿acaso enamorarme de Taehyung es un


delito? ¿querer cuidarlo y amarlo está mal? Taehyung es un chico grandioso que en algún
momento se enamorará, que querrá tener un novio, una novia ¡algo! pero lo tendrá ¿acaso
lo privarás de salir con personas? sé que eres su hermano mayor, sé que amas a tu
hermano, pero no tienes el derecho de prohibirle el derecho a enamorarse, el derecho
querer salir con quien él quiera...
─¡No, claro que no! sé que tendrá un amor, en algún momento, pero ¿acaso no entiendes
que no puedo comprenderlo? eres como un hermano para mi, él es mi hermanito, es
demasiado raro y complicado...

─¿Qué es lo raro? Para ti, soy tu mejor amigo, pero con Taehyung eramos conocidos desde
años, ahora nos hemos enamorado y somos pareja, no tiene nada de malo ¿qué te
complica?

─¿Son pareja? ¿en qué jodido momento se volvieron pareja? ¿acaso ya...?

─ Si, Jimin, si. Somos pareja, pasó y ahora lo somos, pero entiéndelo, yo de verdad lo
amo...

─¡NO! ¡no! ¡simplemente me niego a que estés con él!

Eso definitivamente encendió la ira de Jungkook, era injusto y sin sentido ¿por qué? ¿solo
porque si?

─¿Con qué derecho me niegas a estar con él? ¡Jimin, por dios!

─¡Con todo el derecho que tengo! ¡Él es un niño! ¡no está en edad para tener novios y
mucho menos a... eso! en este momento dejan de ser novios.

El rostro de Jungkook se desfiguraba por la confusión, no podía comprender las


barbaridades que Jimin decía, no podía y no las aceptaría.

─ Por supuesto que no. Jimin, no hago esto por querer dañarte o burlarme de ti, el amor no
es algo que tú decidas, no lo tenia planeado, mi vida era completamente tranquila hasta que
vine y me enamoré de Taehyung, fue todo tan rápido pero lo amo como si hubiésemos
tenido todo el tiempo del mundo. No porque tú vengas y me digas "dejan de ser novios"
dejaré de amarlo, no es un puto juego el cual lo dejas cuando te aburres.

─ No me importa, Jungkook, míralo cómo quieras, pero no dejaré que salgas con mi
hermano menor, mas bien, deberías darme una puta buena razón para no ir y golpearte.

─Ah, déjame ver... ¡porque no tiene jodido sentido! no tienes derecho a alejarme de él, no
es justo.

─¿Sí? pues, él es menor de edad, idiota, tengo el derecho de hacerlo y lo haré.

Jungkook negó sintiéndose totalmente derrotado, Jimin se estaba comportando de una


manera cínica y completamente a la defensiva, estaba pensado sólo en él mismo y en lo
que él viera correcto, no le estaba importando los sentimientos de Taehyung y mucho
menos los de él.

─¿Sabes qué? tienes la puta razón, haz lo que se te de la gana ¿sí? no duraré toda la vida
tratando de hacerte entender que no está mal, que amar no es un jodido delito, no tengo el
tiempo. ¿Quieres que me aleje de él? bien, lo haré, pero quiero que sepas que no es porque
yo quiera, solo me estás obligando a hacerlo, pero es injusto, solo estás pensado en ti, no
tomas en cuenta que yo lo amo y que quizá él también a mi.

Jungkook simplemente dio esa conversación por muerta, no esperaba nada mas de ahí, por
supuesto que le dolía tomar esa decisión, sentía como su corazón se arrugaba causándole
unas grandes ganas de llorar, pero no lo haría, al menos frente a él no, lo intentó, pero Jimin
parecía importarle todo menos sus sentimientos, y no podía hacer nada mas, su única
opción era tratar de convencerlo, trató, pero era un caso perdido.

¿Tiempo? tiempo no tenia para poder demostrarle a Jimin la veracidad de sus palabras, o
simplemente tener un "jovial" relación a escondidas, como si fuese un adolescente, pero
todo le jugaba en contra.

Jungkook no estaría ni un segundo mas ahí, seguramente perdió mucho tiempo discutiendo
con Jimin sin llegar a ningún fin y debía ir a tomar su vuelo, debía trabajar hasta el
cansancio y ¿cuando se supone que volvería a ver a Taehyung? para colmo, Taehyung
todavía no llegaba de su "invitación" y seguramente no podrían despedirse.

Tomó sus maletas de un tirón, el enojo que lo cegaba era mucho mayor que el peso de su
equipaje o de cualquier otra cosa, tomó el pomo y antes de salir dijo a Jimin...

─Espero que ahora estés tranquilo, gracias por complicarlo todo.

Sólo quiero que sepas que lo amo y lo seguiré haciendo, estés o no de acuerdo, para mi
esto jamás fue un juego, adiós, Jimin.
Adiós, Yoongi. Dicho eso salió, cerrando la puerta de un portazo.

─Jimin...

─¡NO ME DIGAS UNA MIERDA! ¡Cuando llegue Taehyung dile que tenemos una
conversación pendiente! quiero estar solo, ni se te ocurra seguirme.

Jimin se fue encerrándose en su cuarto de la misma forma en la que Jungkook se había ido,
eso terminó de la peor manera posible, Jimin llevó todo a un extremo, de verdad que le
daba pena con Jungkook y Taehyung, era triste porque podía ver esa inocente atracción
entre ambos, así cuando él se enamoró perdida e irremediablemente de Jimin, sabia cuanto
podía llegar a doler el amor.

Soltó un suspiro pesado, no podía hacer nada, no le incumbía, pero era inevitable no
afligirse por esa situación, sumándose que el ánimo de Jimin iba a ser como el de una fiera
esos días, no podía ni iba a juzgarlo.
CAPÍTULO 37

Jungkook salió hecho una furia de ahí, sentía su sangre hirviendo.

Su mente le gritaba que pudo haber hecho mucho más por Taehyung, por él, por su
relación, pero realmente era un caso perdido tratar de hacer entrar en razón a Jimin.

Jimin actuaba como si lo que le dijo se tratase de un homicidio, un crimen al que necesitase
esconder.

Simplemente se trataba de dos personas que se enamoraron y querían estar juntas ¿por
qué todo se iba en contra de ellos? Sus intenciones con Taehyung jamás serian malas,
jamás trataría de lastimarlo por simple diversión.

Se sentía un imbécil por no poder luchar un poco más por él, se sentía culpable porque a la
primera adversidad abandonó todo y no insistió más, pero las circunstancias iban mucho
más allá de él, tenia cosas a las cuales atender por compromiso, por responsabilidad que él
aceptó.

Pero en parte era su culpa, al menos así lo sentía en esos momentos, por alguna razón
Jimin le hizo sentir que lo que estaba haciendo, que amar a Taehyung, era algo incorrecto,
indebido.

Como si fuese algo malo, como si fuese un jodido delito, en parte literalmente lo era ya que
Taehyung era menor de edad, pero se sentía el triple de mal, de culpable.

Y era enfermizo sentirse así, arrepentido.

Tener esa relación con Taehyung se sintió como algo mágico, casi irreal, Taehyung era
mucho mas que lo que alguna vez él buscó, y ahora sentir que quizá nunca tuvo que haber
pasado, nunca tuvo que haberse permitido sentir lo que en estos momentos le carcomía el
interior, nunca tuvo que haber puesto sus ojos sobre él.

Entró al elevador que se encontraba totalmente vació, una vez dentro, las puertas se
cerraron frente a el.

Tiró su cabeza hacia atrás y recostó su cabeza en la pared, se sentía agobiado, estresado y
esa sensación de estar haciendo algo mal lo perseguía, odiaba eso.
Pero debía irse, no podía esperar mucho tiempo sino perdería el vuelo y ese no era un lujo
que podía tomar, miles de cosas pendientes por hacer lo esperaban en Japón, trabajo que
debía enmendar y reuniones a las cuales asistir.

Salió del edificio sin ver atrás, sin pararse un minuto a pensar las cosas dos veces, no había
nada que pensar.

Justo antes de maldecir porque su taxi no llegaba, lo vio estacionarse frente a él.

─ Buenas, Joven... suba, yo me encargaré de sus maletas. ─ Con un casto movimiento de


cabeza asintió, se subió al auto y se permitió respirar con "tranquilidad", debía tener sus
pensamientos en orden... ¿pero cómo hacerlo a sabiendas que dejaba a la persona que
amaba atrás? ¿sin algún tipo de explicación o despedida? cada vez que lo analizaba más,
más idiota y culpable se sentía, casi miserable.

El conductor entró al auto sacándolo de la tormenta que había dentro de su mente, el motor
se puso en marcha y en ese momento, no había vuelta atrás.

Se iría.

Vio por la ventana el edificio por última vez antes de salir de la residencia. El cielo nublado
se comparaba con sus sentimientos, se sentía deprimido y el clima parecía querer
empeorarlo.

(...)

─Y la invité a salir, de verdad ya quiero que sea sábado para poder ir a nuestra cita...
¿entonces dices que la heladería fue una buena opción para una primera cita?

Taehyung suspiró cansado, Minho le repetía una y otra vez cómo fue que le pidió a Hye
salir con él a una cita.

Se notaba que su mejor amigo estaba feliz, y también lo estaba por él, pero el tema
empezaba a colmarlo.

Antes de responderle nuevamente con un "Si, Minho..." visualizó a lo lejos la cabellera


negro brillante de Jungkook, sus ojos se iluminaron de emoción, pero al detallar qué era lo
que hacía un vacío indescriptible lo abatió, Jungkook se estaba yendo.

Lo vio entrar a un taxi en escasos segundos, un señor guardar sus maletas y subirse al
auto. Antes de que su cuerpo pudiese reaccionar, vio como el auto se puso en marcha y
partió lejos del edificio, saliendo de la residencia... llevándose a Jungkook lejos de él.

Nuevamente el destino lo hacia.


Su mente le gritó que hiciera algo ¿acaso dejaría que Jungkook se fuese así como así?
¿cómo cuando era un niño y no pudo verlo para despedirse? pero la gran incógnita aquí era
¿por qué Jungkook se estaba yendo con sus maletas? obviamente a Japón, pero ¿por qué?
¿acaso no se iba a quedar unas semanas más? ¿por qué no lo esperó para despedirse?
¿por qué no le dijo nada?

─ ¿Taehyung? ¿qué te sucede? ¿estás llorando? ─ Negó fuertemente, cerrando sus ojos.

Sin darse cuenta las lagrimas de desesperación y dolor empezaron a escapar de sus ojos
sin control alguno, una tras otras, bañando su linda cara de amargas lagrimas.

─¡Nada, no te preocupes! ¡nos vemos luego, cuídate, Minho! suerte.

Salió corriendo en dirección a su edificio sin esperar respuesta alguna de su amigo,


rápidamente entró y subió al ascensor.

Movía con desesperación su pie, cuando las puertas de metal se abrieron salió corriendo
hasta estar frente a la puerta.

¿Por qué Jungkook se fue de esa manera? ¿acaso una emergencia?

Tocó el timbre varias veces, mordía nerviosamente su labio inferior, debía pedirle a YoonGi
que lo llevase al aeropuerto lo más rápido posible si es que quería alcanzar al azabache.

Cuando la puerta se abrió pudo ver el rostro de YoonGi, entró desesperado, el llanto seguía
y eso alertó al mayor.

─¡Suga H-hyung! ¡N-necesito que me ayudes, Jungkook se acaba de ir y no pude


despedirme de él! ¡P-por favor, llévame al aeropuerto para poder verlo antes de que se
vaya! ¡¿P-por qué se fue sin avisar?! ¿Le pasó algo? ─ Taehyung hablaba rápidamente y
tropezándose con sus propias palabras, el llanto era otro impedimento que lo hacia hipar
cada segundo, las lagrimas aún salían tiñendo de rojo su lindo rostro, lucía desesperado.

Una mueca de desilusión cubrió el rostro del azabache ante las palabras de Taehyung, de
antemano sabia que no iba a poder ayudarlo.

─Taehyung... ─ ¡Taehyung! ─ El grito proveniente de Jimin los hizo voltear a ambos


hacia él, Jimin lucia molesto.

─¡Jiminnie! ¡Jungkook hyung se acaba de ir y no pude despedirme de él! ¡vayamos al


aeropuerto, por favor!

─¡¿Qué te acompañe al aeropuerto?! ¡Ni lo sueñes! ¿acaso crees que ahora no lo sé?

El rostro del castaño se resumió en una mueca de confusión ¿saber qué?


─¿A qué te...? oh... ─ Jimin gruñó, debía contener su ira, pero dudaba que pudiese
lograrlo.

─ "Oh" ¡Si, "oh"! ¡me lo ocultaste, Taehyung, me ocultaste todo este tiempo que tenías
algo con Jungkook! ¿acaso no me tienes la suficiente confianza?

Las lagrimas cesaron en cuestión de segundos, su rostro perdió el color semejante a una
hoja de papel ¿qué se supone que debía hacer?

─ Y-yo... yo no vi que era el momento adecuado para decírtelo, Jiminnie... sólo que...
¿cómo iba a decirte de algo que apenas estaba comenzando?

─ Tarde o temprano me iba a enterar, Taehyung. ¿Cómo crees que me siento al saber que
mi hermano menor, ese al que siempre cuido, está de "novio" con mi mejor amigo? ¡sabes
que Jungkook es como un hermano de toda la vida! inclusive es como un hermano para ti...

─¡P-pero! ¡no! Jimin, Jungkook y yo jamás tuvimos una relación estrecha. Jimin, entiende
que por primera vez me he enamorado de alguien, no sé cómo manejar esto que siento...

─¡Exactamente! eres un niño, Taehyung.

Apenas tienes dieciséis años, tú estás para apenas conocer chicos de tu edad, ir
aprendiendo poco a poco, de miles de personas en el mundo ¿por qué él? ¡Jungkook es un
adulto! ¡es como si salieras conmigo, tú eres un niño!

─¡Que importa si me enamoré de él! ¡¿Qué importa?! ¿acaso es justo que tú me digas
esto? es como si yo te recriminara el haberte enamorado de YoonGi Hyung, tú no lo eliges.

Jungkook es la persona más perfecta que puede haber encontrado, es amable, atento,
cariñoso y protector conmigo, sé que estaré bien con él porque me ama y yo lo amo a él.

─No seguiré discutiendo esto.

─¡Pero Jimin! Soy un adolescente, no un niño, y en algún momento creceré, Jungkook está
bien con eso ¿eso a ti en qué te afecta? Suga Hyung es mayor que tú por dos años.

Soy menor que él por cinco años, ni siquiera es una década o más, sólo cinco años, sé
decidir por mi cuenta, sé lo que está bien o mal, no necesito que decidas por mi.

─¿Ves? ¡a esto me refiero! ¿cuando en tu vida me has contradecido en algo? ahora


míranos, discutiendo por algo que ya está decidido, tu relación con Jungkook está
terminada, y punto.

Taehyung chilló de desesperación, pero por supuesto que se negaba a aceptarlo, Jimin
estaba siendo muy injusto y desconsiderado, su hermano nunca había sido así antes.

─¡Te contradigo porque esto me importa demasiado! ¡Me niego a aceptarlo! no tienes el
derecho.
Jimin se acercó amenazante hacia el menor, sus ojos estaban entrecerrados y su
mandíbula tensada.

─Tengo todo el derecho, eres menor, estás bajo mi responsabilidad y yo decidiré, mientras
seas menor de edad, qué está bien o no para ti, no se hablará ni una palabra mas al
respecto de esto ¿entiendes?

Taehyung se alejó de él, el llanto se apoderó nuevamente de él, seguramente Jungkook ya


se habría ido, Jimin se rehusaba a que estuvieran juntos y no podía hacer nada, era menor
de edad, no trabajaba y por ende no tenia dinero para irse a Japón ¿qué más podía hacer
aparte de aceptarlo?

Gritó al aire, su rostro estaba rojo de la ira, sus lagrimas aún salían sin control alguno,
estaba agitado y totalmente destrozado ¿por qué le quitaban a su primer amor?

─ ¡Te odio! ─ Y sin pensar en sus palabras las gritó a todo pulmón, se fue corriendo a su
habitación, cerrándola de un portazo y fundiéndose entre las sabanas que tenían el aroma
de Jungkook impregnadas en ellas, su olor era dulce y lograba calmarlo, pero nada -aparte
de él- lograría calmar ese dolor que apretujaba su corazón sin piedad, nunca supo qué era
amar a alguien aparte de su familia, pero ahora sabía cuanto podía doler, dolía mucho.

Esas palabras perforaron el corazón de Jimin, sabía que quizá su hermanito lo dijo en un
arranque de ira, que no era verdad, pero era inviable no sentir esa punzada al llegar a
pensar que su hermano menor lo odiase, se sintió un poco culpable al pensar que por tratar
de cuidarlo, sólo se estaba ganando su odio, pero una parte de él seguía firme, sabia que lo
hacia por su bien y que quizá, en algún momento de su vida, se lo agradecería.

Con unas inmensas ganas de llorar, se retiró de la sala y se encerró en su habitación,


tratando de calmarse y mantener su postura.

─Esto será difícil...

YoonGi suspiró, sentándose en el sillón, tratando de buscar un poco de paz.

CAPÍTULO 38

(...)
Jungkook abrió la puerta de su departamento.

Todo en su interior lucia oscuro, todas las cosas estaban intactas desde hace un mes, no
había nadie quien lo recibiera.

Desde que subió al avión se resignó. Sabia que quizá así era mejor, él lejos de Taehyung.

Pensó mucho en el viaje, sabia que Taehyung no merecía sufrir.

Taehyung no merecía sufrir esperándolo después de llegar cansando en las noches,


quedarse solo en las noches mientras él iba de viaje de negocios.

Era un ambiente desarrollado con el que ni siquiera él podía luchar a veces.

La mayoría del tiempo estaba estresado, trataba de tomar las cosas con calma pero eran
muchas a la vez, por supuesto que quería tener a ese lindo rostro esperándolo con una
sonrisa y los brazos bien abiertos, oír su risa y calmarse, pero no era justo.

Podía hacer un intento, tratar de apartar tiempo inexistente y dedicarlo de completo a


Taehyung, pero Taehyung merecía alguien estuviera dispuesto cuando él quisiera, no
cuando pudiera, citas al cine, ir por un helado, ver las estrellas en la noche, salidas a la
playa, simplemente acostarse y ver películas... tener esa etapa en la que te enamoras
perdidamente ¿era él merecedor de privar a Taehyung de ese amor juvenil?

Quizá Jimin tenia razón y hacia bien... pero dolía en demasía.

Imaginarlo reírse junto a otro, imaginar esos abultados y rosados labios besar y llamar
"novio" a otro que no fuera él... dolía.

Tiró su bolso el en gran mesón de mármol en su cocina estilo americana que estaba
conectada con la sala, dejó sus maletas a un lado y se sentó.

Soltó un suspiro y restregó su cara con ambas manos, estaba reteniendo toda esa
frustración dentro suyo.

(...)

Yoongi soltó otro suspiro, era el cuarto esa mañana. Aunque el departamento fuese lo
suficientemente grande para ellos tres, no era lo suficiente como para mantener alejados a
Taehyung y a Jimin.
Jimin insistió esa noche con que Taehyung cenase ¡era lo que le faltaba! el menor no quería
comer y se había encerrado en su habitación.

Desde la puerta se podían oír sus sollozos y murmullos inentendibles.

A Jimin le dolía ver a su hermano llorar, no quería ser el malo de la historia pero él defendía
su punto de vista, Jungkook era figurativamente su hermano y Taehyung literalmente era su
hermano, enterarse que mantenían una relación le causó un gran encuentro emocional en
el cual no sabia cómo reaccionar, así que solo optó por alejar a su hermano y "cuidarlo"
como él pensaba que hacia.

Pero sus intenciones no eran malas, no eran en fin de querer hacer con Taehyung lo que a
él le plazca, sólo pensaba que así lo estaba cuidando apropiadamente. Pero estaba errado.

─ ¡Taehyung! ¡Sal de tu habitación a desayunar! no pensarás estar todo el día ahí


encerrado.

Jimin intentó por tercera vez llamar al menor, su paciencia se agotaba al saber que
Taehyung actuaba por un capricho, se supone que el que debería estar molesto aquí era él.

─Amor... déjalo que venga cuando quiera, debes darle su espacio...

─ ¡No, Yoongi! darle su "espacio" es hacerlo caer más en ese poso de depresión ¿ves lo
causó todo esto? mi enemistad con Jungkook y que Taehyung estuviese deprimido ¡genial!

─ Jiminnie... relájate, darle su espacio no es dejarlo caer en depresión, simplemente es


darle el tiempo suficiente en meditar las cosas, pensar con claridad y reponerse... no
puedes obligarlo.

Jimin lloriqueó y se sentó en el mueble justo al lado de su pareja, recostó su cabeza en su


hombro y cerró sus ojos, dejándose abrazar por el azabache.

─Minnie... yo no lo hice con mala intención... solo sé que estoy en lo cierto ¡él es un niño y
Jungkook un adulto! es raro para mi, sé que no es lo adecuado para alguien tan sensible y
frágil como Taehyung, él necesita...

─ Él necesita tomar sus propias decisiones, saber lo que está mal y bien, aprender por su
cuenta, experimentar qué es el amor, él necesita decidir a quien amar y cuándo hacerlo.

Jimin hizo silencio y reflexionó unos cuantos segundos las palabras de Yoongi.

─ No quiero seguir hablando de esto... ya se tomó una decisión.

Yoongi hizo una pequeña mueca de decepción y asintió levemente, lo único que podía
hacer era tratar de hacer entrar en razón a Jimin sutilmente y aconsejarlo, no podía meterse
más allá.
CAPÍTULO 39
(...)

Los días pasaban exageradamente lentos para Taehyung, se sentía atrapado en su


habitación, pero era el único lugar en el que se sentía cercano a la esencia de Jungkook,
recordaba su primera vez ahí y las ganas de llorar aumentaban en su pecho, no hacia
ningún intento en detener su llanto.

Una semana, había pasado una semana desde que lo vio por última vez.

Si hubiese sabido que ese día seria el último en estar juntos hubiese rechazado a Minho y...
quizá las cosas fuesen diferentes.

Gran parte de él se encontraba deprimida y llorando diariamente, a cada hora, esa parte
aseguraba que Jungkook no tuvo la culpa, que fue Jimin quien exageró y sabia que
Jungkook se encontraba igual que él, destrozado.

Pero otra pequeña parte estaba furiosa, ese subconsciente recriminaba a Jungkook el
porqué lo abandonó sin más, de un día a otro desapareció de su vida llevándose su amor,
su corazón y dejándolo abatido, llorando por su ausencia.

No luchó por él y no hizo el intento de buscarlo, una semana entera y no sabia nada de él,
extrañaba sus brazos, sus labios, su voz, su aroma... extrañaba sus lindas palabras.

Estaba molesto ya que Jungkook parecía a haberlo olvidado fácilmente, él haría lo


imposible para ir a Japón y buscarlo, pero todo se le iba en contra, las posibilidades de
Jungkook eran mayores, pensó que ese amor que ambos sentían iba más allá de cualquier
impedimento, pero veía que el único que sufría en la soledad era él.

¿Y qué podía hacer aparte de llorar? Las clases empezarían pronto, una semana más y
volvería a esa rutina diaria que antes amaba, si esa semana pasaba y comenzaba
nuevamente las clases sabría que efectivamente no pasaría nada nuevo, que sus días
serían iguales y sin rastro de Jungkook.

¿Acaso le creería a su ingenuidad? ¿acaso realmente creía que Jungkook aparecería entre
los pasillos, llenos de estudiantes, mirándolo fijamente hasta quedar frente a frente, tan
palpable que con unos simples pasos podría sentir nuevamente esos labios que ama?
¿Qué Jungkook iría a buscarlo y prometerle que estarían juntos?
Odiaba admitirlo, pero si, aún creía eso y simplemente esperaría. Pero los días iban lentos
y tediosos, Jimin insistía en que dejase de llorar, en que comiera ¿pero cómo hacerlo?
¿acaso no comprendía que simplemente quería estar con Jungkook? nada más.

(...)

─ Es bueno tenerte de vuelta aquí...

Jungkook tecleó por última vez en su computadora para luego dejarla de lado y fijar su vista
en la chica que estaba sentada frente suyo, detrás del gran escritorio lleno de papeles.

─ La verdad no quiero estar aquí, Lisa.

La castaña agrandó sus ojos sorprendida ¿acaso oyó bien?

─ Disculpa ¿tú quien eres?

Jungkook no pudo ocultar una pequeña sonrisa, se recostó en el espaldar de la silla y soltó
un suspiro, era lo único que hacia en esos días, suspirar.

─ Lo sé... sé que suena raro, pero no me siento bien.

La chica se sentó adecuadamente en su silla, afincó sus manos en el escritorio y miró


fijamente al azabache.

─ Quién, cómo y dónde, ahora.

Jungkook rió ante las repentinas preguntas de su amiga.

─Fue en Corea...

La chica soltó un chillido de emoción y no pudo evitar dar pequeños saltos en su silla
mientras aplaudía.

─ ¡Más, dime más!

Jungkook fijó su vista en un punto perdido en el suelo, recordando a Taehyung, hace una
semana que no lo veía y nunca imaginó depender así de alguien en su vida, es que ni
siquiera con sus padres, pero su interior, su corazón le gritaba que quería ver al castaño,
quería besarlo y extrañaba abrazarlo, lo extrañaba mucho.
Esa semana lo único que había hecho era despertarse temprano, ir al trabajo, ir a cenar o
comprar comida instantánea pero luego encerrarse en su departamento, el cual era
inmensamente grande para él solo, se sentía más vació que de costumbre.

Se sentía solo y deprimido, tenia tantos lujos a su disposición, pero los declinaba todos para
simplemente quedarse encerrado en casa, haciendo más papeleos y viendo fotografías de
Taehyung.

─ Bueno... no es una historia feliz, así que no te emociones.

La chica al oír eso hizo un pequeño puchero y su emoción se pausó.

─ Yo te he contado antes acerca de Jimin ¿Park Jimin? ¿recuerdas?

Lisa asintió rápidamente, dejando que Jungkook prosiguiera.

─ Bueno... él tiene un hermano menor, se llama Taehyung, bueno... el caso es que...


cuando eramos niños, yo no era especialmente amable con nadie...

─ Todavía no lo eres.

El azabache entrecerró los ojos, pero continuó ya que era verdad, no iría en contra de esa
lógica.

─ La cuestión es que... cuando volví a Corea hace un mes... y lo vi, vi a Taehyung y está
demasiado cambiado, ya no es aquel pequeño niño que amaba entrometerse en todo, sino
que es... no lo puedo describir ¿perfecto? es perfecto, su cabello... dios, sus labios, su
sonrisa, su voz... él...

─ Estás enamorado... ¡ESTÁS ENAMORADO!

Jungkook la silenció ante los gritos de emoción, la chica recobró su emoción y volvió a
saltar y chillar, esta vez por toda la oficina.

─ ¡Lisa! recuerda que te dije que no es una historia feliz.

─ Aigoo...

─ Siéntate... y no vuelvas a gritar así. La chica asintió y tomó nuevamente asiento,


escuchándolo atentamente.

─ Como decía... si, me enamoré de él, y él de mi...

─¡NO PUEDE SER, POR DIOS! ¡QUÉ HERMOSO!

Jungkook suspiró, otra vez, mientras tapaba su cara con ambas manos, la chica continuó
chillando de emoción, pero al ver que Jungkook no la volvió a callar, se tranquilizó sola.
─ Perdón... Jungkook asintió y continuó.

─ Nos enamoramos... tuvimos varios encuentros, Lisa, tú sabes que nunca me he


enamorado de alguien, jamás tengo más de dos citas con la misma persona, solo cosas
casuales, pero con él todo es diferente, lo necesito en mi vida. De verdad, en estos
momentos me encuentro extrañando hasta el más mínimo gesto suyo...

─ ¡Qué lindos! ¿y por qué no está aquí? ¡necesito conocerlo!

─ La cuestión es que... mi padre me dijo que necesitaba que volviese pronto, ese mismo
día a Japón, él no estaba en ese momento, pero tenia que decirle a Jimin, a su hermano
que yo salia con él, que era mi novio, no podía esperar otro día o simplemente decirlo por
teléfono ¿entiendes?

─ Entiendo... ¿y qué pasó? ─ Le dije, se lo dije, le dije cuanto amaba a Taehyung y que
quería cuidarlo, que haría todo lo posible para que lo nuestro funcionara, algo así de mágico
no pasa dos veces en tu vida ¿o si? el punto es... que se volvió loco, se enfureció y se negó
a oírme, no pude hacer nada mas que simplemente irme, no esperé a Taehyung para
despedirme porque perdería el vuelo, pero sé que estuvo mal el haberme ido así como así,
sin una explicación, sin una despedida, en estos momentos me arrepiento tanto, no sé qué
hacer.

No puedo ir a Corea para escaparnos en las noches y vivir "un amor adolescente" porque
debo trabajar, no pudo abandonar la empresa de mi padre así, además de que Jimin debe
odiarme por "corromper" a su hermano menor... de verdad ama a su hermano.

Lisa se quedó escuchando atentamente todo, cada una de sus palabras y al final
simplemente quedó muda, procesando.

─ Jungkook... sé que para ti nunca nada es serio, aparte de tu trabajo y tu familia, que por
fin amas a alguien, incluso más que a ti mismo, pero también puedo comprender a Jimin,
claro que a ti también, pero me duele que, seguramente, el primer amor de ese chico sea
así... ¿qué piensas hacer?

─ ¡Nada! ¿qué voy a hacer? si yo fuera Taehyung también me tendría resentimiento ¡me fui
sin una misera explicación!

─ No tuviste el momento...

─ Pero siento que pude haber hecho más... creo que lo mejor será dejarlo así, simplemente
alejarme de él, sé que con el tiempo me olvidará, tendrá... novios, y seguirá con su vida.

─ ¿y tú?

─ Yo seguiré con la mía igual, trataré de olvidarlo, pero será difícil y sé que en un buen
tiempo no saldré con nadie, sólo quiero estar solo.

─ Aquí me tienes por si necesitas algo... estarás bien.


Jungkook dejó salir una triste sonrisa, era doloroso dejar esa linda pero pequeña historia en
su vida incompleta.

Suponía que así deberían de ser las cosas, era mejor.

(...)

CAPÍTULO 40

─ ¡Todo salió magnifico en nuestra cita! ella fue demasiado linda y atenta, hoy la invitaré a ir
por unos helados a la salida ¿crees que es muy pronto? yo creo que no...

Minho hablaba animadamente al lado de su mejor amigo camino a su institución, pues ya


las clases habían empezado y ese era el día de reintegrarse.

─¿me estás escuchando?

El ánimo de Taehyung no era el mejor, podría decirse que jamás se había sentido tan triste,
decaído y deprimido, ni siquiera cuando vio Hachikō.

La semana pasada había estado en su habitación encerrado, solo salia cuando tenia
hambre o sed, su cuarto tenia su propio baño así que no había necesidad de salir por algo
más.

Jimin estaba preocupado, pero decidió hacerle caso a Yoongi y simplemente le dio su
espacio personal.

Taehyung tenia dos amigos que lo acompañaban en las noches, el "Señor tigre" y a
"Kookie".

Ambos eran peluches y para él tenían un gran significado, el Señor tigre está con él desde
que tiene memoria, desde niño ha sido su "fiel compañero" y por su parte, está Kookie,
quien lo acompaña desde hace un mes, un regalo muy especial por parte de Jungkook.

Los abraza con fuerza, sintiendo como si de alguna manera lo consolasen, no se sentía
solo.
─ A-ah... si...

─ ¿Estás bien? te veo decaído, tú nunca eres así ¿pasó algo malo?

Por mas que necesitase desahogarse, no lo haría, era algo íntimo para él.

Siempre trataba de mostrarse como alguien sonriente y feliz, no le gustaba dejarse afligir
por los problemas, así que siempre les veía el lado positivo ¿pero esta situación tiene un
lado positivo? ¿qué tiene de positivo? no podía aparentar estar bien cuando quería ir a
casa, encerrarse y llorar.

Además, para eso tenia a sus dos amigos felpudos, para desahogarse todo lo que quisiera.

─ No te preocupes, todo está bien.

─¿Por qué siento que me estás mintiendo?

─ ¡Mira! llegamos, qué alegría...

Minho notó el sarcasmo en sus palabras, pero decidió no cuestionarlo más y simplemente
cambiar de tema.

(...)

Taehyung entró y cerró la puerta del baño en el instituto, apenas llevaba media mañana y
se sentía agobiado.

Muchas chicas -muy amables y tiernas- se le acercaron con regalos y cartas, le


preguntaban con mucha alegría y ilusión por sus vacaciones, querían saber qué había
hecho su Oppa en ese período.

Aunque ellas fueran tan dulces y eso le causaba ternura, ya que no había razón por la cual
ellas fueran tan atentas, pero era inevitable no sentirse frustrado y de mal humor.

Las recibió con una sonrisa que hace más de una semana no esbozaba, les agradeció con
cariño y ya había guardado todos los regalos.

En un pequeño respiro de no querer aparentar estar bien, escapó al baño y ahí se


encontraba, recostado contra la puerta de madera.

Se acercó a los lavamanos y afincó sus manos, miró hacia el espejo, contempló su rostro,
podía notar la diferencia, debajo de sus ojos estaba hinchado, había luchado para
desaparecer aquellas bolsitas causadas por quedarse hasta tarde haciendo realmente nada
y por llorar en exceso.

Mojó sus manos para luego refrescar su rostro, debido a eso no notó cuando un chico entró
al baño.

El chico miraba curioso a Taehyung, ese era el famoso Taehyung.

─Hola.

Taehyung se sobre saltó cuando oyó una voz a sus espaldas, a través del espejo pudo
visualizar a un chico, se miraba más joven que él.

─Hola...

─ Perdón ¿te asusté?

─ S-si... pero es porque estaba distraído, no te preocupes. ─Taehyung le dedicó una


pequeña sonrisa y volvió a lo suyo, el chico se acercó hasta estar parado frente al
lavamanos a su lado.

─ ¿Tú eres Taehyung, verdad?

Taehyung volteó a verlo extrañado ¿por qué tantas preguntas?

─ Si... soy Taehyung... ¿un gusto?

El chico se lo quedó viendo, estaba detallando cada una de sus facciones, ya sabia porque
era tan popular, en especial entre las chicas.

─ Eres muy popular... en mi clase todas mis compañeras estaban hablando sobre ti, lucen
¿enamoradas?

Taehyung no pudo evitar reír ante las cosas que aquel simpático chico le decía, dejándolo
totalmente encantado con su sonrisa y su tierna risa.

─ ¿En serio? qué lindas...

El chico asintió sin saber qué mas decir.

─ ¡Oh! lo lamento, yo me llamo Ji Hoon... Park Ji Hoon, un gusto conocerte, Taehyung.

─ Igualmente, Ji Hoon... debo irme ya, pero espero poder hablar contigo en el almuerzo.

─ ¡Claro! te buscaré en el almuerzo, disculpa si soy informal ¿puedo hablarte así?

Taehyung rió otra vez, asintiendo.


─Claro, no te preocupes. Nos vemos luego.

Taehyung salió del baño, dejando atrás a JiHoon con un sonrojo y el corazón acelerado, sin
saber muy bien el porqué, pero Taehyung disparó sus nervios y había hablado demás, se
sentía un poco torpe y apenado, pero feliz ya que Taehyung le ofreció almorzar juntos.

Se miró al espejo con una pequeña sonrisa ¿qué le pasaba? ¿por qué le emocionó tanto
aquella simple invitación?

(...)

CAPÍTULO 41

(...)

JiHoon estaba ansioso, inclusive un poco nervioso cuando salió de su salón de clases.

Iba a la par de su mejor amigo Jinyoung, estaba distraído pensando en cómo se le


acercaría a Taehyung para tener el almuerzo que el castaño ofreció.

Jinyoung notó como JiHoon murmuraba algunas cosas, negaba y gruñía a la vez que volvía
a susurrar palabras inentendibles.

─¿Qué te sucede? ¿Estás bien? ─ JiHoon suspiró.

─ Estoy bien, sólo que... ¿sabes quién es Taehyung?─ El castaño asintió algo extrañado.

─ Pues... me lo encontré en el baño, tuvimos una breve conversación y me dijo que


almorzáramos juntos.

─ ¿Eso me responde al porqué luces nervioso y murmuras rituales satánicos?

─ ¿Ritua...? ¿pero qué dices? ¡no! sólo que... no sé porqué me pone tan ansioso ¿cómo se
supone qué le diga? "¡Hey! vayamos a almorzar" ¿no suena forzoso?

Jinyoung entrecerró sus ojos ante la preocupación por la sutileza de sus palabras ¿acaso
eso importaba?

─ ¿Y cómo por qué importa tanto el cómo se lo digas? ¿acaso te...?

─ ¿Gustarme? ¡Pff, no..!

─ Un breve silencio se hizo presente.


─ ¿Acaso luzco cómo si me gustara? E-es decir... no lo sé, ¿parezco desesperado?

JiHoon hablaba en exceso, ni él sabia con exactitud el porqué estaba tan ansioso, la verdad
si estaba preocupado a como dirigirse al mayor, su primer error fue hablarle con extrema
confianza ¿qué le sucedió? y segundo ¡estaba nervioso! no sabia la razón en concreta, pero
definitivamente no quería quedar como un tonto frente a ese... lindo chico de tierna sonrisa.

─ Luces como si te gustara, tonto.

Jinyoung se sintió molesto de un momento al otro, por alguna extraña y peculiar razón le
molestaba ver a JiHoon tan nervioso por ese tal Taehyung ¿qué tenia de especial? La
verdad es que si sabia quien era, y debía de admitir que era lindo... ¡Eso le molestaba más!

─ ¡¿En serio?! ¡entonces ayúdame! no quiero hacer el ridículo frente a él ¿qué hago?

─ Por supuesto que no te ayudaré a... ─ Inmediatamente cerró su boca.

─ ¿A qué? solo ayúdame, eres mi mejor amigo.

Jinyoung cerró sus ojos con fuerza y mordió su labio inferior, era su mejor amigo, eso ya lo
sabia, y odiaba ser solo eso.

─ Simplemente no lo haré, adiós.

Jinyoung se fue dejando atrás a un confundido, molesto y nervioso JiHoon, quien no


comprendía la repentina actitud hostil de su amigo.

─ No importa, no es algo grave, sólo ve... con confianza.

Entró al comedor e inmediatamente buscó a Taehyung con su vista, pero no lograba


distinguirlo entre todos los alumnos.

Quizá sea el destino, para no hacer el ridículo, mejor voy a comer solo...

─ ¡Hey! ¡JiHoon! Cerró sus ojos y mordió su labio inferior, inmediatamente reconoció su
voz.

─¡Hyung...! Hola...

Taehyung le sonrió y le hizo una seña para que se acercase a él, quien estaba acompañado
de alguien más.

Sintió una pequeña desilusión, en su mente era solo Taehyung y él.

─ Hola ¿cómo estás? siéntate a comer con nosotros.

─ C-claro...
JiHoon se golpeaba mentalmente, para él cada uno de sus movimientos eran torpes, se
sentía excesivamente nervioso e incluso su voz temblada.

Una vez sentado, Taehyung le sonrió y comenzó una charla, él solo estaba concentrado en
cómo se movían sus labios, en el mas mínimo gesto, que no escuchó cuando el castaño le
preguntó algo.

Los ojos de Taehyung y los de su amigo, los cuales eran muy expresivos y grandes, lo
veían atentamente a él.

Se sintió como un tonto.

─ Ehm... ¿q-qué? disculpa... no escuché bien...

El rostro de Taehyung se inclinó hacia un lado, luciendo demasiado tierno.

─ Te pregunté ¿cuál año estudias? Oye ¿estás bien? luces algo pálido...

Un sonrojo inminente se apoderó de sus mejillas, no había un segundo en el que no se


golpeara internamente por su torpeza.

─Y-yo estoy bien, no te preocupes... estudio el penúltimo año, ¿ustedes el último


verdad?─Ambos asintieron.

─ Wah... debe de sentirse bien estar apunto de salir, a mi todavía me falta el último año...

A medida de que la conversación avanzaba, JiHoon entraba en más confianza con ambos
mayores, pero el tiempo pasó ameno y rápido para él, solo supo que aquel divertido
momento había terminado cuando se hizo presente el sonido del timbre.

─Ah... es una pena que ya haya terminado el almuerzo.

Bueno, JiHoon, espero que te vaya bien hoy, nos vemos luego.

Taehyung y MinHo se despidieron de él, ambos yéndose juntos por la salida del comedor.

Él por su parte quedó en un pequeño trance, se quedó sentado donde estaba, asimilándolo
todo.

─ Dijo que nos veíamos luego... ¡nos veremos luego! un segundo ¿cuándo se supone que
es "luego"?

(...)
CAPÍTULO 42

Los días transcurrían con rapidez, unos cuatro meses desde que vio a Jungkook por última
vez, desde que habló con él, no supo más de él en todo ese tiempo, y no podía mentir,
seguía deprimido y decaído, ya no lloraba tan seguido, pero en algunas noches se pierde en
esos hermosos recuerdos, y es inevitable que no llorase por él.

Siempre se preguntaba qué estaría haciendo en ese preciso instante, si pensaba en él tanto
como él lo hacia, si ya consiguió un reemplazo...

No había vuelto a ser ese sonriente y brillante Taehyung, su belleza era igual de
sobresaliente, pero su linda carita siempre era seria.

Pero a alguien le llamó la atención esa particular actitud, le parecía muy interesante saber el
porqué era así, él sabia de Taehyung meses atrás y sabia que era alguien que resaltaba por
su energética alegría, pero ahora era lo contrario, era mas tranquilo.

Su rostro era sereno, sus ojos opacos, pero se empezó a enamorar de esa sonrisa que de
vez en cuando el castaño le regalaba, quedando totalmente fascinado y determinado a ver
mas a menudo.

JiHoon poco a poco determinó que lo que sentía por Taehyung no era una "simple
admiración" por su Hyung, sino que estaba enamorándose de él y la pregunta era ¿cómo no
hacerlo? si hasta su mas mínimo gesto era jodidamente tierno.

Quería acercarse a él, ganarse su confianza hasta establecer una amistad, y con tiempo y
mucho esfuerzo, quizá, se ganase su corazón.

Y su primera etapa estaba realizada, poco a poco estableció una relación más cercana con
él.

A sus inicios, se sintió un acosador personal, estaba pendiente del castaño para así
aparecer "casualmente" en el lugar que él estuviese y así, poder compartir tiempo con él.

Sucedió en el cine, en el parque, en la biblioteca, en cualquier lugar "común".

Sabia que Taehyung no sospechaba de que él lo estuviese espiando o siguiendo, actuaba


profesionalmente normal. Pero, un día decidió ir un poco "más lejos".
(...)

─ ¡TaeTae Hyung! ¡Hola!

Taehyung volteó y se encontró con el sonriente rostro de JiHoon, el menor se acercó


corriendo hasta estar frente a él.

─ Hola, JiHoon ¿Cómo estás?

─ Estoy excelentemente bien ahora, Hyung. ¿Cómo va su día?

Ambos empezaron a caminar a la par, yendo hacia el comedor.

─Bien... como todos los días. JiHoon sonrió, era tan tierno.

─ ¡Hyung! Necesito de su ayuda.

Verá, mis padres me advirtieron que si reprobaba una sola asignatura, estaría castigado ¡Y
yo no quiero estar castigado! así que he decidido esforzarme para no reprobar, pero
necesito un tutor...

Taehyung escuchaba atentamente las palabras del menor, mientras asentía. JiHoon era un
chico astuto, por su puesto que necesitaba ayuda, pero podía conseguir tranquilamente un
tutor en su mismo salón, incluso era más conveniente para él, pero él no quería a cualquier
tutor, él quería a Taehyung.

¿Por qué era astuto? pues sabia que Taehyung era muy inteligente y aplicado, uno de los
mejores en su clase, así que cualquier materia que dijese, Taehyung podría ayudarlo.

─Wah, eso es bueno, JiHoonie. Pero ¿en qué necesitas de mi ayuda?

─Bueno, como dije, necesito un tutor ¡usted es muy inteligente! ¿será que podrías ser mi
tutor?

Taehyung era una persona que se caracterizaba por ser amable, en exceso aveces, así que
no podía decirle que no a JiHoon.

Además, se lo había pedido de manera amable, él era bueno con los estudios, así que
podía ayudarlo sin problemas ¿por qué no?

─Claro ¿en qué asignatura? JiHoon sonrió triunfante, ganando como siempre.

─ En realidad son dos, Química y Física, realmente soy malo.

Y no mentía.
─ ¡Claro! son muy fáciles, solo necesitas concentrarte y practicar constantemente, creo que
si te enseño lo que necesitas y te doy unos cuantos consejos, amarás esas materias.

La sonrisa de JiHoon se agrandó, perfecto.

─¡Eres el mejor! ─ Se acercó a él para abrazarlo.

─ ¿Cuándo podrías empezar las clases? y dónde.

Taehyung lo dudó unos segundos ¿dónde podría enseñarle?

─ ¿Qué tal en tu casa? no habría problema, comenzamos cuando tú quieras.

¿Podría comenzar por darle un beso?

JiHoon se regañó mentalmente, debía calmar su hormonas.

Taehyung lo ponía ansioso, pero sabia que no era correcto besarlo de la nada, arruinaría lo
poco que tienen.

No lo besaría, todavía no.

─ ¿Podría ser hoy mismo? ¿podría ser en su casa, Hyung? luego de clase vayamos,
practicamos unas dos horas y luego me iré a casa, así hasta que mejore ¿si? ¿le parece?
Taehyung asintió y le brindó una sonrisa.

─ No hay problema, entonces nos vemos en la salida.

Taehyung se fue a sentar con MinHo y otros de sus amigos, JiHoon le sonrió antes de irse a
almorzar con sus amigos, sentándose muy emocionado.

Les contó que tendría "clases" con Taehyung, pero nada más. Todos estaban celosos,
puesto que a varios les iba mal en esas mismas asignaturas y sabían que Taehyung podría
ser un buen tutor.

Pero, por su parte estaba Jinyoung quien solo pudo arder en celos, estaba sumamente
celoso de que JiHoon recurriera al mayor en vez de preguntarle a él, pues él también era
aplicado en su clase, y esas materias eran "fáciles" para él.

Encantado y feliz lo hubiese ayudado, pero vio que eso para su mejor amigo no fue una
opción viable.

(...)

─¡Hyung! ¿listo para ir a las clases? ¡yo si!


Cuando el último timbre sonó, JiHoon salió corriendo de su salón, sin despedirse de nadie y
fue hasta la salida, esperado a Taehyung.

Cuando lo vio sus ojos se iluminaron y fue hasta su lado, caminado a su par.

─Claro, espero que puedas aprender mucho de ahora en adelante.

(...)

En el camino, JiHoon le hablaba animadamente a Taehyung, sobre cualquier cosa que en


su mente se cruzase, a Taehyung eso le parecía tierno ya que el menor lucia emocionado,
en cierto modo le alegraba poder ser de ayuda para él.

Pero, Taehyung no sabia de los sentimientos del menor, lo veía como un tierno Dongsaeng
que era atento con él.

Obviamente no sentía algo más allá de aprecio, era un cariño amistoso que el menor ganó
con el pasar de los días, pero su corazón le pertenecía a Jungkook.

Y es que el azabache era el dueño de sus pensamientos diarios, a cada instante pensaba
en él, no tenia el espacio para siquiera considerar a alguien más.

Aunque sea por su parte, Jungkook había sido alguien jodidamente especial para él, no
podía ni quiera olvidarlo, menos así de fácil.

─ Es aquí, llegamos a casa...

Taehyung abrió la puerta del departamento, dándole el paso primeramente a JiHoon.

El menor observó con admiración todo el interior, lucia limpio, ordenado, hermoso y
moderno.

─ ¿Vives solo?

─ No, no... vivo con mi hermano mayor y su novio, en estos momentos deben de estar en el
trabajo, vuelven usualmente una hora después de que yo llegue...

JiHoon asintió, Taehyung colocó su bolso en el sillón y decidió imitarlo, el castaño se dirigió
a la cocina.

─¿Quieres algo de tomar?

─ Jugo estaría bien...


Taehyung sintió y empezó a buscar unas cosas en la cocina, por su parte, estaba el curioso
JiHoon quien se acercó a los estantes, varias fotografías guardadas perfectamente en
cuadros estaban acomodadas ahí.

Pasó su vista por cada una de las imágenes, una imagen llamó su atención.

Eran tres niños, uno con su cabello castaño, tenia un corte gracioso.

Otro de cabello negro brillante y rostro serio, y por último, un niño que lucia menor que los
dos anterior, estaba parado en medio con una deslumbrante y conocida sonrisa.

Su corazón su encogió de ternura al ver que ese tierno niño era Taehyung, pero desconocía
a los otros dos.

─ Aquí están los jugos, también algo de fruta... ¿qué haces?

─ Oh, miraba estas fotos ¿este de aquí es usted?

Taehyung se acercó a él, y vio la fotografía que le señalaba JiHoon, cuando la vio sintió
muchas emociones encontradas, esos tiempos eran maravillosos para él.

Se distinguió rápidamente, luego a Jimin, sus mejillas estaban mas voluminosas en aquellos
tiempos, dándole un toque tierno a su rostro, tenia una linda sonrisa que terminaba de
ocultar sus pequeños ojos, convirtiéndolos en dos líneas, y luego estaba... Jungkook.

Jungkook lucia muy blanco a comparación de ellos, su rostro lucia serio pero era inevitable
no sentir ternura por esas pequeñas mejillas, claro que recordaba su tierna sonrisa de
conejo que podía ver sólo cuando el mayor se divertía.

Pero, comparado a la actualidad, la tierna sonrisa de Jungkook seguía siendo la misma,


dándole un lindo aspecto a un conejo, como decía él.
Amaba poder ver esa sonrisa que lo enamoró con mucha frecuencia, siendo la principal
razón de ella.

Inmediatamente un oleaje de tristeza lo abatió.

Cuanto lo extrañaba.

JiHoon notó el cambio de actitud de Taehyung, vio como sus ojos se nublaban a causa de
las lagrimas.

─¿Taehyung Hyung? ¿estás bien?

El castaño negó lentamente, no pudo detener el llanto, pequeñas lagrimas salieron de sus
ojos, deslizándose por sus mejillas.

Rápidamente limpió la humedad en su rostro, colocó la fotografía en el mismo sitio en el que


estaba.
─ Si, estoy bien...

Comencemos a practicar. JiHoon no quiso profundizar, moría por saber, pero simplemente
asintió y lo siguió.

(...)

─ ¡Tae! ya llegamos... ¿Cómo te...? Oh, hola...

Jimin abrió la puerta del departamento, seguido de YoonGi.

Cuando buscó a Taehyung por la sala, lo vio sentado al lado de un chico, lucia igual de
joven que su hermanito, al parecer Taehyung le estaba explicando algo.

Ambos voltearon hacia la puerta, JiHoon vio a dos personas paradas ahí, viéndolos a ellos.

Supuso que era el hermano de Taehyung y su novio, como le había comentado horas atrás
el castaño.

Las dos horas pasaron sumamente rápido para el menor.

Inmediatamente se levantó e hizo una reverencia hacia ellos.

─ Hola, mucho gusto. Mi nombre es JiHoon.

JiMin lucia extrañado, pero rápidamente una sonrisa adornó sus labios.

─ Hola, JiHoon. Hola, Tae... veo que están divertiendose... no se preocupen, ya YoonGi y
yo nos vamos, sigan en lo suyo.

─ ¡No, no, no! Y-yo estoy enseñándole una tarea a él, es un amigo de la escuela... además,
creo que ya debes ir a casa, JiHoon, es un poco tarde.

Taehyung conocía a su hermano y por supuesto que conocía esa sonrisa, no quería que
Jimin mal pensase las cosas, no quería dar a entender que ya estaba buscando reemplazo
a Jungkook.

─ O-oh... si, si, debo irme ¡pero gracias por la clase de hoy! nos vemos mañana, Tae
Hyung.

Adiós, Hyungs, buena noche.

JiHoon salió del departamento, dejando en silencio la sala.

En la mente de Taehyung, buscaba descifrar aquella sonrisa que aún no desaparecía del
rostro de Jimin.
Por su parte, YoonGi decidió simplemente seguir de largo a su habitación, no sin antes
acariciar el cabello de Taehyung.

Cuando ambos hermanos quedaron solos, Taehyung habló.

─ Ya quita esa sonrisa, Jimin, no mal pienses.

─ ¿Pero qué dices? no mal pienso nada... sólo miro lo obvio... ¿y ese lindo jovencito quién
es?

─ Es sólo un amigo de la escuela, es menor que yo.

Me pidió ayuda con algunas clases, así que vino a estudiar... nada más.

Jimin aún tenia esa estúpida sonrisa en sus labios, empezando a molestar a Taehyung.

─ Oh... ya veo, claro...

─ ¿Insinúas algo más?

─ ¿Yo? incapaz.

─ Claro...

─ Si...

─ No he olvidado a Jungkook, sólo quiero que tengas eso en claro, ni pienso hacerlo.

Jimin entrecerró sus ojos.

─ No creerás quedarte enfrascado en eso, Taehyung... intenta conocer a gente nueva,


como este chico, luce tierno ¿no lo crees?

─ No me interesa conocer gente nueva, y si, luce tierno y lo es, pero sólo eso, un amigo.

─ Deberías intentar verlo con otros ojos...

─ ¡No digas eso! ahg, mi mente empieza a recrearlo y no... sólo es un amigo, además, ni él
ni yo tenemos otras intenciones, deja de divagar.

─ Eso dices ahora... el tiempo cambia muchas cosas.

Taehyung se levantó del sillón, tomando su mochila y yéndose a su habitación.

─ ¡El tiempo no me hará olvidarlo! ¡QUIERO A JUNGKOOK!

─ ¡Debes avanzar, Tae! Taehyung cerró la puerta de su habitación, tirándose a su cama,


Jimin era tan infantil aveces.
Por su parte quedó Jimin en la sala, una pequeña sonrisa adornaba sus labios, él sabia que
el tiempo curaba las heridas, viejos amores y ellos no serian una excepción.

Taehyung era alguien joven, no sabia mucho sobre el amor, simplemente debía abrir su
mente y tratar de encontrar a su verdadero amor.

(...)

CAPÍTULO 43

JiHoon siempre estaba tras Taehyung, sin hacer ver sus emociones obvias.

Taehyung estaba feliz porque podía divertirse al lado del menor.

JiHoon siempre se esforzaba para sacarle una sonrisa al castaño.

─Estoy algo triste, Tae...

En esos precisos momentos, estaban sentados en el suave césped de un parque al que el


menor insistió ir.

Era un domingo por la tarde, así que no habían tantas personas.

─¿Por qué? ─ Taehyung cuestionó curioso, mientras seguía comiendo su helado.

─¿Acaso tú no estás feliz? Pronto el último curso se graduará... eso quiere decir, que ya no
te veré en el instituto.
Taehyung cayó en cuenta, realmente no le emocionaba nada últimamente, ni siquiera saber
que por fin, se graduaría.

─Ah... bueno, no lo tenia muy presente... mis compañeros están muy emocionados, están
organizando una fiesta para luego que salgamos todos, quieren que vaya, pero no tengo
ganas de ir.

─¡¿Una fiesta?! ¡Genial! debes de ir a divertirte, Hyung. ¿Puedo ir contigo? es decir ¿Me
invitas?

─Es que no me emociona... tal vez sea divertido, pero no quiero... Tú puedes ir, si quieres.
No hay problema.

─¡No, no, no! Quiero ir contigo, será divertido ¡anímate!

Taehyung hizo una mueca, hace mucho que no hacia algo emocionante, algo de chicos de
su edad... no lo hacia, porque sentía que en cierto modo seria tratar de olvidar a Jungkook.

Pero, esta seria una ocasión especial, hace unos seis meses que no sabia absolutamente
nada de él, pronto se graduaría y ¿por qué no ir? no haría nada malo.

─¿Tú crees?

La sonrisa de JiHoon se agrandó.

─¡Por supuesto que si! la pasaremos muy bien.

(...)

Lisa había ido a Corea del Sur unos días por causa del trabajo, ella era la Directora de
Ventas, un puesto muy importante en la empresa del padre de Jungkook, en la cual
Jungkook era el Director General.

Su puesto había ascendido hace meses atrás, teniendo mucha mas responsabilidad
encima.

Jungkook tuvo que declinar ir a Corea del Sur porque no se encontraba en Tokio, sino en
Nagasaki, supervisando unas extensiones de su empresa en esa ciudad, lo cual era un
proyecto importante para expandir la empresa, tuvo que designar a Lisa (su amiga y
compañera de trabajo de confianza) a reemplazarlo, ella era una experta en relaciones
exteriores, así que iría a una empresa importante en Corea que estaba interesada en
asociarse con la empresa de ellos.

Jungkook cuando recibió el correo de aquella empresa, redactando que les interesaría una
reunión en su sucursal en Corea del Sur, con fines de establecer una asociación económica
entre ambas empresas, se emocionó simplemente al leer las palabras "Corea del Sur" lo
que significaba, que él tenia que ir, resultó ser que ese mismo día su padre le había
encargado ir a Nagasaki a supervisar aquel proyecto.

Una vez más, el destino le alejaba de cualquier posibilidad de verlo.

Lisa había llegado a Corea, tenia la intención de quedarse por una semana, aprovecharía
esos "días libres" e iría a visitar a unas de sus mejores amigas, en especial a Jisoo quien
era una amante de la moda y insistió en ir de compras.

Lo primero era ir a aquella empresa, y ahí mismo se encontraba, frente al edificio.

Se veían grandes y bien cuidadas las instalaciones, investigó primeramente sobre aquella
compañía, era potencial en Corea y tenia buenas inversiones, posiblemente seria un buen
socio.

Entró al primer edificio, supuso que seria el central.

Se acercó al mostrador ubicado a un lado de la gran y lujosa sala, yendo directamente a


hablar con la recepcionista.

─ Hola, Buenos días... ¿Está el Director General, el Sr.Joon? Vengo de parte de la empresa
Jeon en Japón.

─ Buenos días, señorita.

El Director General designó esa reunión con el administrador a cargo en Relaciones


Exteriores, el Sr.Jung.

Deme unos segundos, llamaré para verificar que la sala de reuniones esté lista y si el
administrador está disponible, si gusta siéntese por aquí.

Lisa asintió sonriente por la cortesía de la chica, y esperó mientras ella realizaba varias
llamadas.

─ Señorita, tome este pase y diríjase al la oficina 01 del piso diez, por allá está el elevador,
guste a pasar, gracias por su visita a esta empresa.

─ Gracias, muy amable.

Lisa obtuvo una primera buena impresión, primeramente las estadísticas que investigó por
Internet se mostraban comprometedoras, seguido que las instalaciones se encontraban en
una zona lejana y exclusiva, estéticamente era moderna, el servicio del personal estaba
siendo bueno, seguiría evaluando cada detalle.

Cuando llegó a dicho piso, se encontró con un pasillo lleno de puestas enumeradas, una
decía "Administrador de Relaciones Exteriores" así que ahí debía de estar el Sr.Jung.
Había otra chica tras un mostrador, se dirigió hacia ella, cuando la chica observó a Lisa,
hizo una corta reverencia.

─ Buen día, en recepción me informaron que vendría, está buscando al Sr. Jung, él pidió
específicamente que para esta reunión, fuera directamente a su oficina.

Eso sorprendió a la castaña, alzó su ceja curiosa y asintió. Con una corta reverencia fue
hacia la puerta designada, tocando dos veces.

─ Adelante.

Dicho eso, abrió la puerta y entró a la oficina, visualizó todo dentro de esta, lucia lujoso y
moderno, como todo ahí.

─ Un momento ¿Hoseok?

─ ¿Lisa?

─ ¡Hola, qué alegría verte! , no sabia que trabajabas aquí... Wow... Nunca me dijiste.

─ Es una hermosa coincidencia ¿acaso trabajas para la empresa Jeon? No lo sabia, ven,
siéntate.

─ ¡Por supuesto! Trabajo para esa empresa hace mucho tiempo, soy la directora en ventas,
relaciones exteriores.

─ Me imagino que debes ser la mejor en tu trabajo, realmente eres buena. Supongo que
conoces a ¿Jeon Jungkook?

─ Claro, a Jungkookie.

Somos amigos desde hace un par de años ¿tú lo conoces a él?

─ Somos amigos desde la infancia, que coincidencia.

¿Él vino a Corea? quería reunirme con él, recomendé su empresa a mi Jefe y quedó
fascinado, me pidió inmediatamente una reunión, estas empresas son compatibles,
Jungkook lo sabe.

Pero lo cité para poder verlo, cuando vino hace unos ¿seis meses atrás? no nos
despedimos, no he podido comunicarme con él desde entonces.

─ Él ha estado muy raro hace un tiempo, es mas serio de lo normal, sólo va al trabajo todo
el día, y vuelve a su casa muy tarde, si no es por mi, estaría comiendo puras basuras
instantáneas, no es bueno para él, pero parece no importarle. Hace más trabajo de lo
normal, no le gusta tener tiempo libre.
─ Jungkook es muy ambicioso en el ámbito laboral, supongo que es por eso. Me imagino
que también perderá sus horas libres en el gimnasio.

─ Si... él realmente quería venir, pero no pudo... supongo que para la segunda reunión
podrás verlo.

─ Sólo quiero saber si está bien, creo que cambió su número.

─ Lo dañó y lo cambió al siguiente día ¿quieres su número?

─ Si, pero por ahora ¿te parece si revisamos las estadísticas de las empresas? así veremos
a que pautas y acuerdos llegamos al final, estoy seguro que el trato se dará, ambas
compañías van a beneficiarse mucho.

─ Me parece bien, creo que esta ha sido la mejor reunión que he tenido.

Ambos reían a causa de que su humor era compatible, ambos se conocían hace meses
atrás, se había visto en unas dos ocasiones, pero del resto solo hablaban a través de sus
teléfonos.

Lisa se sentía atraída por él, era de su misma edad, compartían un sentido del humor
similar, era alguien extremadamente divertido y amable, por su parte él, también gustaba de
ella, la conoció por casualidad en una cafetería en Japón, entablaron una conversación,
intercambiaron números y hasta ese entonces su comunicación seguía.

Ella definitivamente era su tipo ideal, tenia una linda sonrisa, era muy tierna y cariñosa,
siempre se reía de cualquier ocurrencia de él.

─¡Listo! por fin, entonces llevaré este documento a Jungkook, te avisaré si aceptó el
contrato, lo más seguro es que si, espero verte pronto.

─ ¡Espera! ¿estás ocupada? es decir, ya que estás aquí ¿te parece si te invito a almorzar?
sólo si estás libre, quisiera hablar más tiempo contigo fuera del tema laboral...

El corazón de Lisa se aceleró ¡OH POR DIOS! No podía ser, este viaje había salido mil
veces mejor de lo que alguna vez pensó.

─¡Me encantaría! amo pasar tiempo contigo... es decir, eh... si, si quiero.

Hoseok sonrió enternecido, se levantó y tomó su chaqueta.

─ Entonces vamos ya ¿cuánto tiempo estarás aquí en Corea antes de volver? es una
lástima no poder verte tan seguido...

Ambos salieron de la oficina, Hoseok cerró la puerta y empezaron a caminar a la par


dirigiéndose al elevador.
─ Estaré por una semana, no puedo venir seguido por el tema del trabajo... en la empresa
de Jungkook siempre hay trabajo pendiente, muchas empresas quieren asociarse, nuevos
proyectos, expansiones, reuniones, debo administras las ventas y las ganancias, es un
trabajo de nunca acabar, esa empresa tiene buenas invenciones y ganancias.

─ Me imagino, es una empresa que se especializa en muchos sectores, supongo que el que
más produce es el sector de comercio y de servicios.

─ Exactamente... Subieron al elevador y Hoseok volteó a verla.

─ ¿Y cómo has estado? la última vez que hablamos fue...

─ Ayer en la noche.

Ambos rieron, salieron del elevador y caminaron hacia la salida.

─ Si, me hubiese gustado saber que vendrías, así habría ido por ti al aeropuerto.

─ Pero podemos estar estos días juntos, a excepción de mañana, hasta que al final, nos
despidamos personalmente en el aeropuerto.

─ Si ¡estos días trataré de mostrarte algunos lugares nuevos aquí, en Seúl! estoy seguro
que te gustarán, también podemos ir a casa, ¡para que conozcas a Mickey!

─ ¡Amaría conocerla! ¿Podemos ir incluso hoy? ¡Estoy emocionada!

─ ¡Yo igual! por ahora, vayamos a comer, sube, te llevaré a mi restaurante favorito.

Mickey estará muy contenta de conocerte aparte de las vídeo llamadas.

─ Si hubiese sabido que te vería, te hubiese traído un regalo, ¡y a Mickey también!

─ No te preocupes, yo estoy feliz con sólo verte, estoy seguro que Mickey también lo estará.

Lisa no pudo evitar sonrojarse por sus palabras, siguieron hablando de cualquier cosa que
se les ocurriera, disfrutando de su momento juntos.

(...)
CAPÍTULO 44

(...)

─No creo que regrese tan tarde, así que no te preocupes.

Jimin sonrió, su hermanito llevaba una hora arreglándose para esa fiesta de graduación,
siendo sincero, no lo veía realmente emocionado, las fiestas jamás fueron el tipo de
ambiente para él, pero debía comprender que estaba creciendo, que poco a poco
descubriría cosas nuevas, así que desde que escuchó por dicha festividad, insistió en que
asistiera y se divirtiese un rato con personas de su edad, que celebraban lo mismo que él,
ya se había graduado.

Los días pasaban y un pequeño sentimiento de remordimiento se instalaban en su pecho,


aveces analizaba su situación, lo pensaba a profundidad y sabia que estaba mal querer
gobernar sobre él.

Si recordaba, unos cuantos años atrás, cuando tenia la misma edad que él, sus padres
jamás fueron posesivos con él, nunca le negaron nada, y si se miraba a sí mismo, nunca
hizo algo malo, siempre fue obediente, si pedía permiso para ir a una fiesta, iba a esa fiesta
y no a cualquier otro lugar, volvía exactamente a la hora que ellos le asignaban... y ¿por qué
Taehyung no podía ser así? ¿qué le hacia pensar que Taehyung no seria obediente? si era
un joven magnifico, tan noble.

Se sentía culpable, sí... cada vez más, pero no decía nada, no sabia qué enmendar.

─ ¡Claro! de igual YoonGi y yo tendremos una maratón de películas, dudo que durmamos
temprano. ¡Espero que te diviertas mucho!

Taehyung le regaló una sonrisa cansina, no hacia falta reiterar que no estaba emocionado,
mas bien, estaba nervioso, ansioso. Estaba feliz, claro que lo estaba, ¡Por fin había
culminado sus estudios! ahora comenzaba la etapa universitaria, algo que le emocionaba
grandemente, siempre tuvo ese momento presente en su mente, el graduarse... pero ahora
lucia igual que simplemente estar estudiando, claro que apenas tenia unos cuantos días de
haberse graduado, las cosas no cambiarían de un momento para el otro, sino que siempre
imaginó que seria diferente, que se sentiría especial, pero no era así.
Se había cuestionado ir o no a esa fiesta, muchos de sus amigos y compañeros querían
que fuera, Taehyung era alguien muy querido en su aula, algunas personas de grados
menores también asistirían, como JiHoon, por ejemplo.

─ ¿Estás listo?

YoonGi preguntó saliendo de su habitación, yendo hacia la puerta y agarró la llave del auto.

─ Sí, sólo déjame tomar mi abrigo. ─Lo tomó y se acercó a Jimin, brindándole un corto
abrazo.

─ Adiós, disfruta las películas.

─Y tú la fiesta, ten mucho cuidado... me llamas para que YoonGi vaya por ti.

─ Bien ¡Adiós!

YoonGi y Taehyung salieron del edificio, subieron al auto y el mayor emprendió marcha
hacia la casa donde seria aquella fiesta, luego regresaría al departamento con Jimin.

La distancia era como de unos treinta minutos en vehículo, mientras conducía, volteó a
verlo unos instantes.

─ ¿Y bien? ¿emocionado?

─ ¿Por la fiesta? Supongo que sí...

─ Me refiero a tu graduación, estoy orgulloso de que te hayas graduado.

Taehyung sonrió sincero hacia él, su relación con YoonGi era especial, era un Hyung al que
podía recurrir para cualquier situación, podía pedirle un consejo, era mucho más relajado
que Jimin, así que siempre tomaba las cosas con calma, podía contar con él ciegamente si
necesitaba de alguien.

Siempre pensaba que él complementaba perfectamente a Jimin, eran el uno para el otro.

Cuando tenia esa clase de pensamientos, viendo lo linda que era su relación, le era
inevitable no sentir celos, eran celos inocentes por querer tener algo igual de lindo que ellos,
estar enamorado era algo hermoso, podía ver sus miradas, esa conexión inmediata.

Y era ahí, cuando recordaba nuevamente a Jungkook...

¿Cómo es qué se enamoró tan rápido? Era él su primera vez, su primer amor, su primer
beso... la primera vez que se enamoró, y no sabia cómo tratarlo, no sabia cómo manejar
eso tan mágico que sentía, así que se enamoró sin remedio, perdidamente de él.
Siempre divagaba en sus pensamientos, no había tema alguno en el que al final, no
terminara en Jungkook, para él.

─ Gracias, Hyung... me esforcé mucho, por fin terminé.

─ Lo sé. ¿Y ya tienes en mente qué quieres estudiar?

─ Hay un par de carreras que me llaman la atención, aún no sé cuál elegir... creo que me
daré sólo un par de meses en decidirme.

─ Eso está bien.

Como seguramente ya Jimin te dijo, saldremos en unos días a celebrar tu graduación,


iremos a algún restaurante costoso, haremos lo que tú quieras, una salida especial para ti.

─ ¿Enserio? Jimin no me ha comentado nada, pero ¡Gracias! hay un museo al que me


gustaría ir con ustedes.

─ ¿No te ha dicho? Mierda... se supondría que era sorpresa... me matará.

Pero, tú callado ¿bien? actuarás sorprendido, una auténtica sorpresa, tendrás tu salida,
tendremos a un Jimin feliz y yo conservaré mi cuello, todos felices.

A Taehyung se le fue inevitable no reír, a YoonGi se le eran difíciles los secretos.

─ No te preocupes, Hyung, todos felices.

─ Buen niño. Llegamos ¿Es aquí? se ve movida la fiesta...

Taehyung visualizó desde el interior del auto el lugar, habían muchas personas, riendo y
bailando, resonaba la música que estaba a todo volumen, seguro incomodando a más de un
solo vecino.

─Sí... supongo que sí...

─ Ve y diviértete, te hará bien reírte un rato ¿sí? cualquier cosa puedes llamarme, yo vendré
por ti.

Taehyung asintió y abrió la puerta, el frio viento de la noche golpeó su rostro, salió del auto
y se inclinó para ver a YoonGi, sin cerrar la puerta.

─ Gracias, Hyung. Cuídese mucho de regreso a casa, dile a Jimin que estaré bien.

─ Seguro, hasta luego.

Taehyung cerró la puerta y vio el auto arrancar, cerró sus ojos y suspiró, su Hyung lo había
dicho, reír un rato le vendría bien.
Se volteó y detalló bien el lugar, era una casa muy bonita y grande, un patio amplio donde
bailaban jóvenes parejas y amigos.

Pudo ver que varios tenían un vaso en sus manos, supuso a primera vista que eso, era
alcohol.

No le disgustaba el alcohol, sólo tuvo la oportunidad de aprobarlo cuando en Daegu,


celebrando el año nuevo en familia, YoonGi le ofreció un pequeño vaso de algún licor
costoso a escondidas de Jimin.

No sabia nombres, no sabia cuál era más fuerte, no sabia hasta que punto te podría llevar la
embriaguez, porque nunca vio a alguien deteriorándose al tomar demasiado, YoonGi y
Jimin eran muy cuidadosos a la hora de beber.

Pero podía recordar el sabor, muy fuerte para su gusto.

─¡MIRA QUIÉN APARECIÓ! MI MEJOR AMIGO ¡Viniste! pensé que no vendrías ¡JAMÁS
vienes!

Taehyung apenas entró a la fiesta, fue detectado por MinHo, quien lucia muy alegre,
demasiado.

Este lo abrazó bruscamente por los hombros, y lo introdujo a aquella casa por entre las
personas, habían demasiadas para aquella casa, reiterando que era enorme.

Las risas, los gritos, las voces, muchos empujones lo estaban desconcertando, empezaba a
desesperarse, pero de un último jalón, MinHo y él estaban dentro de la lujosa casa, si por
fuera era linda, por dentro era mejor.

Adentro había algunas personas, una pareja sentada en su sillón besándose, demasiado
como para ser en público, pero estaban algo alejados de los demás, simplemente desvió su
vista.

La música desde adentro no se escuchaba tan fuerte, así que podía hablar y oír con
facilidad.

Habían personas que desconocía, al parecer todas las últimas secciones se reunieron en
aquella fiesta, así que no conocía a los de las otras aulas, habían menores, eso lo sabia de
ante mano.

Pero habían ido el doble de los que tenían que ir, así que el espacio personal era
inexistente.

─ ¡Oye! relájate ¡quita esa cara! ¿Quieres algo de tomar?

─ ¿Hay jugo?

─ ¿Jugo? ¿enserio? ¿vienes a una fiesta a tomar jugo?


─ Si... ¿acaso está mal? no me agrada mucho el alcohol...

─ ¡TE GUSTARÁ! LO SÉ, CONOZCO A MI AMIGO.

─ ¿Por qué gritas de la nada? la música está afuera.

MinHo rió torpemente, se tambaleó un poco antes de acercarse al gran mesón, donde
habían infinidades de botellas de vidrio con un liquido transparente en su interior.

─ ¡ES QUE ESTOY FELIZ!

─ Y también mareado...

─ ¡Es lo de menos! ¡MIRA! toma, toma esto... ¡TE GUSTARÁ!

─ MinHo... te digo que no me gusta el alcohol...

MinHo tomó el vaso y lo llevó hasta la boca de Taehyung, vertió un poco el líquido
derramándose sobre el castaño.

─ ¡MinHo! Yo puedo tomarlo solo, no hagas eso...

─ Entonces tómalo ¡VAMOS! quiero compartir esta noche ¡CONTIGO!

Taehyung estaba un tanto incómodo por aquella alocada actitud de MinHo, si bien sabia
que su amigo tenia una actitud divertida, hoy estaba sobrepasado. MinHo lo miraba
fijamente, esperando a que Taehyung tomase el interior de aquel vaso, era pequeño, tanto
que podía tomarlo de un solo trago.

Alzó su brazo, llevando el pequeño vaso hasta tenerlo entre sus labios, sacó su lengua y
con solo la punta de la misma, saboreó el licor.

Inmediatamente alejó el vaso, arrugando su cara en señal de disgusto, el sabor era


¡horrible!

─ ¡¿Qué es esto?! MinHo ¡está asqueroso! MinHo rió por aquella exagerada reacción.

─ ¡Pero qué dices! es al principio, luego te acostumbrarás, ¡Vamos, tómalo de un solo


golpe! no seas cobarde.

─No soy un cobarde...

─Entonces, demuéstralo. El rostro de Taehyung reflejó otra mueca, sólo tomaría ese vaso.

Llevó el vaso hasta sus labios, otra vez, pero ahora los entreabrió, dándole paso al líquido
en su boca, el sabor amargo rápidamente impregnó su lengua, cerró sus ojos con fuerza y
lo tragó todo, sin pensarlo más.
El líquido bajó por su garganta, dejando ese amargo sabor por su paso, sintió un ardor
soportable en su garganta, para luego sentir calor en su pecho.

Abrió sus ojos poco a poco, sentía un sabor horrible en su boca.

─ ¿Ahora si puedo tomar jugo?

MinHo rió, sabia que su amigo no era de fiestas, verlo tomar ese pequeño shot, había sido
suficiente.

─ ¿Lo quieres ligado con algún licor?

─ Ni se te ocurra, gracias.

MinHo preparó el vaso para el castaño, mientras se reía, cuando terminó, se acercó a él y le
tendió el vaso.

─ ¡Mejor amigo! quisiera estar contigo toda la noche, pero debo ir a buscar a mi novia...
¡ACEPTÓ SER MI NOVIA! cuídate mucho, te veo luego ¡DIVIÉRTETE!

Y sin esperar una respuesta, MinHo salió de la sala, perdiéndose rápidamente entre la
gente.

Taehyung soltó un pequeño suspiro, se arrepentía de estar ahí, en esos precisos momentos
podría estar cómodamente viendo películas con Jimin y YoonGi, comiendo palomitas,
abrazado a su cómoda sábana...

Decidió buscar un lugar silencioso, quería buscar un poco de paz, porque ¿qué más podía
hacer? no reconocía nadie ahí, algunos de sus compañeros lo saludaron, le invitaron de
sus vasos pero él se negaba amablemente, hasta que por fin, luego de tanto buscar,
encontró un pequeño jardín.

Había una pequeña valla, supuso que no podía estar ahí, pero era tan lindo, habían muchas
flores, la luz de la luna alumbraba el lugar, habían unas pequeñas bancas donde se sentó y
observó con mucho mas detalle, lucía tan romántico.

Llevaba al rededor de una hora en la fiesta, quizá un poco más, había hablado con algunos
de sus compañeros y amigos, encontró una mesa buffet donde estuvo mucho tiempo... y
ahora, estaba ahí, contemplando el hermoso lugar.

Había buscado por todo el lugar a JiHoon, sin tener éxito en encontrarlo.

─¡Taehyung! Volteó y ahí lo vio, tras la valla que se suponía, no podía pasar.

Sonrió inconscientemente, levantándose y yendo hacia él, teniendo una valla que los
separaba.
─ ¡Estás aquí! ¿acaso no vendrías? la fiesta comenzó hace mucho.

─ Es que... mi padre me castigó ayer, no le pediría permiso, así que tuve que escaparme,
esperé a que se durmiera.

Taehyung negó la cabeza en señal de decepción, y se volvió a sentar.

─ Eso está mal, entonces no tendrías que haber venido, estás castigado ¿cómo
escapaste?

─ Pero quería verte, así que salté por mi ventana... fue algo tonto, pero aquí estoy, no me
fracturé nada.

─ ¿Por qué tanto afán en querer verme? nos vimos ayer... y para la próxima, que espero
que no haya, pídele permiso a tus padres.

─ Es que tengo que decirte algo, pero primero ¿cómo entraste a este jardín? también quiero
entrar.

─ Subí por ahí, supongo que podrás, más fácil que una ventana es.

─ Deja de hacerme bullying, sólo lo hice por una buena razón, luego agradecerás.

Taehyung no entendió a que se refirió, pero decidió simplemente obviarlo.

Observó a JiHoon subirse a un pequeño muro, pudiendo así saltar la valla y aterrizar dentro
del jardín.

─ ¡Fue fácil!

─ Claro...

─ ¿Estás molesto?

JiHoon se acercó a Taehyung, sentándose a su lado.

Taehyung veía la luna, así que él miraba su hermoso perfil, era tan perfecto...

─ No, pero no vuelvas a escaparte de tu casa.

─ Bien, bien... lo prometo.

─ Bien...

Un silencio envolvió el ambiente, Taehyung veía las flores, ese lugar era tan pacífico, por su
parte, JiHoon golpeteaba con sus dedos la banca, no sabia cómo decírselo.

Pero debía hacerlo, era ahora o nunca.


─ Taehyung... debo decirte algo. Taehyung volteó su rostro, mirándolo con curiosidad.

─ ¿Qué sucede?

Ambos se miraban, cada uno con diferentes emociones, JiHoon miró sus facciones, eran
perfectas... quería probar sus labios.

Bajó su mirada, viendo hacia el suelo.

─ Verás... sé que lo que te diré no tendrá sentido para ti, sé que...que jamás notaste algo
extraño entre nosotros, pero...

Taehyung lo miraba con una clara mueca de confusión, el menor estaba divagando.

─ ¿De qué hablas?

─ Lo que quiero decir es que... me gustas, estoy enamorado de ti...

La sorpresa congeló a Taehyung, sus ojos estaban abiertos, pero no podia formular palabra
alguna Miles de cosas, preguntas, y dudas se acumularon en su mente, no podía pensar
con claridad, había sido muy directo.

Era extraño, el menor jamás mostró una actitud más allá de una amistad, siempre era muy
respetuoso, lo veía como un hermanito menor.

Y ahora ¿le decía eso? debía ser una broma pesada. Pero ninguno decía nada, el rostro
de JiHoon lucia serio, no era una broma.

─ ¿Acas...?

Las palabras de Taehyung se vieron detenidas cuando los labios de JiHoon se posaron
sobre los suyos, habia dicho todo de repente, no le dio tiempo a su cerebro de procesar
aquella información, y ahora ¿lo besaba? JiHoon sabia de ante mano que Taehyung no
podría corresponderle a sus sentimientos, pero no quería darse por vencido, al decírselo,
vio cómo su rostro se deformó por la confusión, supo que no tendría oportunidad con él,
pero no se iría sin antes poder besar sus labios, esos hermosos belfos con los que había
estado fantaseando todo ese tiempo.

Pasaron sólo unos cuantos segundos, cuando Taehyung se levantó se golpe, alejándose de
él.

Cubrió su boca, estaba sorprendido de aquella actitud que repentinamente él menor le


mostraba.

─ ¡¿Pero qué te sucede?! ¡¿Por qué besaste?!

─ ¡Es que te lo dije ya! me gustas, Taehyung, desde hace mucho.


Taehyung se alejó un poco más, JiHoon se levantó y intentó acercarse a él.

─ ¡No te acerques! ¡Por Dios! ¿acaso eres tú?


Llegas, de la nada, me dices eso y besas ¿acaso te crees con derecho sólo por ser mi
amigo?

─ Quería besarte, pero sabia que no tendría oportunidad contigo, simplemente fue un
impulso...

─ ¡Pero tú lo sabes! me lo preguntaste ¡sabes de Jungkook! ¿aún así me besas? ¡sabes


que sigo enamorado de él! no puedo, ni quiero olvidarlo ¿te parece correcto besarme así?
¿sabiendo que no te corresponderé?

─ Sé que estás enamorado de él, pero créeme que seré mil veces mejor que él, te ayudaré
a olvidarlo... sólo inténtalo...

─ ¡No, no, no! ¡deja de hablar así! ¿acaso no piensas en lo que yo siento? ponte en mi
lugar, eres un amigo, eres mi amigo, todo este tiempo me has demostrado solo una
amistad, pero de la nada vienes, me dices todo esto de golpe, me besas, me pides que
olvide a Jungkook ¿cómo quieres que lo tome?

─ ¡Si pienso en ti! pero pienso que debes dejar a Jungkook atrás, seré mejor, créeme, sé
que me ves como un amigo, que nunca te demostré algo más, sé que es raro y muy
repentino para ti, pero te daré tiempo de procesarlo, estaré aquí para ti... sólo déjame
intentarlo.

─ No... no... ni siquiera sé cómo verte a la cara en estos momentos... no debiste besarme.

─ Taehyung... sólo te pido una oportunidad.

─ ¿Pero qué crees que soy? ¿un robot? ¿qué puedo mágicamente olvidar todo en un
instante? Estoy enamorado de él y eso no cambiará, al menos no en mucho tiempo, ahora
pase de verte cómo un buen amigo, al que le podía confiar mis secretos a alguien que está
enamorado de mi. No te pudo juzgar, sé que nos enamoramos sin saber cómo, que todo
ocurre rápidamente, pero... sabías que no te corresponderé, sabes que aún me duele ese
tema... es delicado.

─ Está bien... lo siento, pero eso no significa que renunciaré a ti, seguiré hasta que te
enamores de mi, hasta que por fin lo olvides, aquí estaré para ti.

─ No... no lo hagas, no mereces quedarte como un tonto esperando algo que no pasará, no
he hecho nada por ti como para que lo hagas, como para que te niegues a enamorarte de
otra persona, sólo trata de olvidar esto, tal vez estás confundido, encontrarás a alguien que
al verte, se enamorará perdidamente de ti, y tú de él... o ella, pero mejor deja esto hasta
aquí, antes de que sea peor.

─ Pero...
─ No insistas más, por favor.

─¿Al menos podemos seguir siendo amigos?

─ Sabes que no... no por ahora, debes darme tiempo de procesar y olvidar, ha sido muy
raro... nunca lo esperé... te recomiendo alejarte un tiempo, si estás cerca sufrirás, sólo toma
un tiempo, pasará pronto.

─ Sé que no te olvidaré por más que me aleje, tú no puedes olvidar a Jungkook, yo no te


olvidaré a ti...

─ Lo mío con Jungkook fue totalmente distinto, nosotros nos enamoramos mutuamente, él
tuvo sus razones para enamorarse de mi, y yo mis razones para enamorarme perdidamente
de él, créeme... esto es sólo una pequeña ilusión, estarás bien.

JiHoon bajó su cabeza, no podía hacer nada más.

─ ¿Al menos me das un abrazo?

Taehyung esbozó una pequeña sonrisa, poco a poco se acercó a él, para luego envolverlo
en un abrazo.

JiHoon lo aceptó, lo abrazó fuertemente entre sus brazos, dejando descansar su cabeza en
su hombro.

─ Eres un buen chico, un buen amigo, puedes ser un mejor estudiante... conseguirás quien
se enamore de ti rápidamente, sólo abre bien tus ojos y mira a tu alrededor.

El menor asintió, se separaron del abrazo.

─ Fue mucho por esta noche, volveré a casa... ¿quieres que te lleve a casa, JiHoon?
llamaré a YoonGi.

─ No, no... me costó salir, trataré de alegrarme un poco luego de esto que pasó...

Taehyung hizo una pequeña mueca, negando.

─ Bien, salgamos de aquí.

Con ayuda mutua, salieron del jardín, justo en la entrada de la gran casa, se despidieron.

─Bien... trataré de divertirme un rato, mañana tengo que ir a clases...

─ Deja ese ánimo, no tomes alcohol ¿bien? adiós, te veo luego.

JiHoon asintió, le brindó un corto abrazo y entró nuevamente a la fiesta, por su parte
Taehyung estaba esperando a que YoonGi llegara.
Efectivamente, luego sólo de un par de minutos, el auto deportivo de Yoongi aparcó delante
del lugar.

Tenia mucho frió, así que rápidamente subió al auto.

─¿Te divertiste? duraste sólo dos horas.

Taehyung resopló, mientras se colocaba en cinturón de seguridad y YoonGi ponia en


marcha el auto.

─ Estuvo... ¿entretenida? no lo sé, no me gustó, no soy de fiestas, simplemente quiero ver


películas... ¿ustedes ya terminaron de ver películas?

─ No hicimos exactamente eso, supone que veríamos, pero...

─ ¡HYUNG, CÁLLATE! sin detalles, sin detalles, por favor.

YoonGi se rió por la actitud del menor, quien se tapaba sus oídos y repetía lo mismo.

─ Pero ya que tú quieres ver películas, podemos verlas en la sala, hasta tarde, ya que no
tienes que ir más a clases.

─ ¡POR FIN! qué alegría, yo elegiré cuál ver.

─ Bien, sólo que no sea triste, no quiero tenerte a ti y a Jimin llorando al mismo tiempo, no
otra vez.

─ ¿O será que no quieres llorar tú, hyung? Taehyung se burló y YoonGi bufó.

─ ¿Pero qué dices? yo no lloro por películas.

─ Si, claro...

Cuando llegaron, efectivamente acomodaron todo y vieron películas en familia, YoonGi


tenia su brazo estirado por el cuello de Jimin, mientras Jimin estaba abrazado a Taehyung,
y Taehyung comía palomitas y veía atentamente la películas, de vez en cuando le daba
alguna palomita a Jimin en la boca.

─ En ese momento aparece un asesino ¿no?

─ Jimin, cállate, déjanos ver la película...

─ Es que yo ya la vi, de igual lo matan, y luego...

─ ¡JIMIN!

─ Por eso digo, veamos la que yo quiero, así no daré spoilers.


─ Ya qué, Taehyung... coloca la que Jimin quería, no tiene sentido seguir viendo esta.

Jimin rió ante el tono de decepción de YoonGi, volteándose a abrazarlo y darle varios besos
en su rosto.

─ Bien...

(...)

Los días, semanas y meses pasaban, para ambos de una manera lenta y tortuosa, aunque
el tiempo pasase todo dentro de ellos seguía igual.

Sus sentimientos estaban intactos, ninguno había hecho el intento de olvidarse.

Jungkook seguía en su prestigiado trabajo, su gran rendimiento dentro de la empresa


llegaba a ser notorio en las estadísticas, causando así que más empresarios quisieran
asociarse a su compañía.

Eso era bueno y malo; por su parte bueno porque su empresa crecía más y más,
produciendo más ganancias, por el otro lado, malo porque tenia menos tiempo libre.

Eso no le disgustaba a Jungkook porque de esa manera, así sea por unas cuantas horas,
lograba sacar a Taehyung de su mente.

Llevaba olímpicamente los días contados desde que vio a Taehyung por última vez, desde
que discutió con Jimin y desde que fue a Corea.

Pero trataba de convencerse diariamente de que estaba bien, buscaba consuelo en


imaginarse a Taehyung sonriendo, saliendo a citas y disfrutando, pero no podía mentirse,
no a sí mismo, no podía decir que estaba bien al imaginar amargamente a esos labios
besando a cualquiera que no fuese él, imaginarlo aferrándose a otros brazos que no fueran
los suyos, sonrojarse por otras dulces palabras que no fuesen las suyas.

Le molestaba, consideró muchas veces tirar todo de lado e ir a buscarlo, sin importarle si
Jimin estaba de acuerdo o no, pero se detuvo muchas veces, pensó bien las cosas y
siempre lo descartaba, había pasado mucho tiempo, unos seis meses y quizá Taehyung ya
lo había olvidado a él, no sabia si Taehyung estaba igual de enamorado como lo estaba él.

Pero es que ni él lo sabia, fue comprendiéndolo al pasar del tiempo cuanto llegó a
enamorarse de él, de su hermosa cara inocente, lo muy atrevido que podía a llegar ser
cuándo quería algo más que un simple beso.

Su linda risa, sus mejillas sonrojadas...


No podía olvidarlo.

(...)

CAPÍTULO 45

Tres años y seis meses después.

─ Es fascinante que por fin hayas aceptado salir conmigo en una cita, Jeon.
He estado esperando esto hace mucho, realmente no sé por dónde empezar... ¿qué
quisieras hacer primero?
─ Me gustaría comenzar hablando del porqué estamos aquí hoy reunidos, Sun Hee.

La pelinegra río, negando la cabeza, recostándose en el espaldar de la silla.

─ ¿Quieres, por favor, dejar el tema laboral a un lado en concentrarte en mi? gracias.

─ ¿Cómo quieres que deje de hablar del trabajo si es por esa misma razón que nos
reunimos? un cita laboral. Y ni siquiera se denomina así, es una reunión de negocios.

─ Ay, Jungkook... ¿cómo es que he estado detrás de ti tanto tiempo y ni siquiera volteas a
verme? ¿por qué te resistes a mis encantos? Junkook río por la actitud de la chica frente a
él, siempre era lo mismo.

El mesero llegó y dejó la comida sobre la mesa, Jungkook hizo un ademán con su cabeza y
este se retiró.
─ El que tú no quieras comprender no es mi culpa, Sun Hee.

No estoy interesado en relaciones amorosas ¿bien? no hay nada de qué hablar, aparte del
trabajo.

─ Frío... cortante... serio... ¿por qué me gustas tanto? hay algo en ti que me atrae. Tienes
suerte, Jeon, tienes suerte de que no me aburra de ti, en algún momento te enamorarás de
mi.

Jungkook volvió a reírse.

─ No creo que eso sea posible, Sun Hee. ¿Por qué te desvías tanto del tema principal?
¿Trajiste el documento para firmarlo?

La chica hizo una mueca pensativa mientras acariciaba lentamente su barbilla.

─ Déjame ver... no. Lo olvidé en casa... es una lástima.

Jungkook soltó un largo suspiro mientras pasaba una mano por su cara.

Sun Hee pensaba que todo en la vida era un juego, que todos estarían dispuestos a jugar lo
que a ella le plazca y cuando le plazca, a pesar de ser alguien de su misma edad, se
comportaba como una niña inmadura, era irresponsable.

─ ¿Acaso es una broma? ¿hablas enserio? Una sonrisa sarcástica la delataba, lo había
hecho a propósito.

─ ¡Sun Hee! nada lo tomas enserio, ni siquiera la firma del contrato entre mi empresa y la
de tu padre ¿crees qué tengo tiempo para perder? se supone que este trato debía cerrarse
hoy.

─ ¡Es tan gracioso cuando te enojas, amor! no te hice perder el tiempo, sólo te hice venir a
compartir tiempo con tu futura esposa ¿qué tiene de malo?

─ No me digas amor, y no pienso volver a caer en el mismo tema.

─ Bien ¿te importa este contrato? ¿qué tal si cambio algunas de las condiciones para que
debas casarte conmigo?

La chica se inclinó en su asiento, afincando sus manos a la mesa y sonriendole seductora,


Jungkook volvió a suspirar.

─ No firmaré nada, se cancela el trato.

─ ¡Es broma! ¡es broma! ahg... toma las cosas con calma. Pero si lo piensas bien, sería
muy estratégico que nos casáramos, nuestros bienes se multiplicarían, nuestro estatus
social se elevaría, sabes muy bien que si.
─ Olvídalo, me voy. Pagaré la cuenta.

Jungkook hizo el ademán de levantarse de la mesa, pero ella lo impidió tomando su mano.

─ ¡Está bien! mi padre me encargo estrictamente que ese documento si firmara hoy, así
que... porqué mejor no me llevas a casa, lo firmas y...

─ Escucha, te llevaré, lo firmaré y me iré, no quiero que trames algo como la última vez
¿bien?

─ Bien.─

La chica respondió de mala gana.

(...)

Jungkook conoció a Sun Hee hace un par de años atrás, era una pelinegra con un esbelto
cuerpo, un rostro desafiante y era muy consentida por sus padres al ser hija única, tanto
que llegaba a extorsionar para conseguir lo que quería.

Desde que Sun Hee vio a Jungkook por primera vez, en una de esas aburridas reuniones
de su padre, se "enamoró" de él.

Entre comillas y dudando porque para ella los sentimientos eran una estupidez, una perdida
de tiempo, pero se había obsesionado con Jeon Jungkook y intentaba una y otra vez
seducirlo, pero Jungkook se mostraba inmune a ella, y eso le molestaba y la motivaba a
hacerlo caer ante sus pies, lo lograría.

Ella se consideraba alguien al que todo el mundo deseaba, no era del todo falso ya que
Jungkook podía admitir que ella era alguien atractiva, lo era y no podía negarlo, pero había
un solo detalle, en ella y en todas las mujeres que le ofrecían una cita.

Que no eran Taehyung.

Ese niño... ese niño seguía en su mente, en ocasiones se sentía absurdo por seguir
pensando en él, pero no podía reemplazarlo, así lo intentase.

Intentó tener una cita, la cita llegó más allá que una simple salida cuando ambos llegaron al
departamento de la chica, pero en medio de un beso, mientras ella intentaba desabrochar
su camisa, él se separó y dejó todo hasta ahí, había sentido esa sensación enfermiza de
estar haciendo lo incorrecto, se sentía mal y ni siquiera había logrado excitarse, se disculpó
con ella y nunca más había aceptado una cita.
Sus remordimientos se acumulaban cada vez que sus necesidades sexuales necesitaban
ser atendidas.

Recurría a masturbarse pensando en él, y se sentía igual de enfermizo y patético cuando


acababa en su mano, excitándose al recordarlo y masturbándose por alguien que ya tenia
su vida lejos de él.

Trataba de no hacerlo seguido, siempre buscaba la manera de distraer sus ansias con una
ducha fría o sobrecargándose con más trabajo, pero aveces era inevitable.

Había intentado saber de él, pero no tuvo éxito, y supuso que era mejor así.

─ Llegamos... ve por el documento, yo te espero aquí.

El lamborghini veneno color negro de Jungkook había estacionado frente la casa de Sun
Hee, quien vivía sola en una mansión exageradamente grande para ser de ella sola,
acompañada de algunos cuantos empleados de limpieza, en unas de las urbanizaciones
más adineradas y costosas de Tokio.

─¿Ir yo? no seas tonto, Jungkook. Bájate y ven conmigo ¿cuál es la prisa?

Sun Hee admitía utilizar las tácticas más estúpidas y sobrepasadas para tratar de seducirlo,
pero era inevitable, no quería dejar ir a alguien tan bien dotado como Jungkook.

Y no es que ella no se respetase a sí misma, sólo que le divertía en demasía tratar de


conquistarlo, además, ella podía tener a quien quisiera, Jungkook no seria una excepción.

Su cuerpo estaba bien ejercitado y se notaba así usase ese uniforme de saco y corbata
negra, que se ajustaba a sus marcados brazos y a sus piernas, sólo lo hacia lucir más
provocador.

Su rostro, por más que el tiempo pasaba no reflejaba en su apariencia, ahora tenia
veinticinco años y aún lucia como cuando tenia sólo veintiún años, por supuesto que sus
facciones se volvieron más prepotentes.

Su voz era una de las miles debilidades que él provocaba en los demás, gruesa y firme,
nunca dudaba al hablar.

Su actitud reflejaba lo mucho que confía en sí mismo, era serio y profesional, nunca se
había creado un bochorno con su nombre de por medio, dando muy bien de qué hablar a su
apellido y propia empresa.

Ya no era trabajador de su padre, ahora la empresa era de su entera propiedad, su padre


se la designó al saber que no podía más con un cargo tan importante como lo era ser el
dueño de la empresa Jeon, había llevado la empresa a la cima en sus años de juventud,
pero supo cuando parar y sabia que no había nadie mejor que su hijo para hacerse cargo,
quien la heredaría de todos modos.
Y el estar soltero, sin compromisos, lo volvía aún más tentador.

─ Sun Hee...

─ Lo digo enserio, deja de desconfiar, vamos.

La chica salió del auto y caminó provocadoramente, moviendo sus caderas de un lado al
otro, hasta la entrada de su casa, a sabiendas de que tenia los ojos de Jungkook sobre ella.

Jungkook dejó salir un suspiro de cansancio, era lo único que había hecho esa tarde en
compañía de ella, suspirar de cansancio.

Él no le tenia odio ni rencor a Sun Hee, se conocían hace dos años atrás, y poco o mucho,
su peculiar forma de ser le causaba gracia a Jungkook, era tan terca y testaruda, tenia que
reconocer que eran casi iguales, pero por más que fueran similares, su estatus fuera
conveniente, fuese linda y siempre insistiera querer tener algo con él, no podía aceptarlo.

Simplemente no quería y se mantenía firme, la respetaba por ser mujer, nunca se había
aprovechado de sus insinuaciones, jamás le dio una falsa ilusión, fue claro desde un inicio,
no quería tener nada con nadie, que no fuese Taehyung.

Bajó del auto y sonó la alarma de seguro, caminó por el mismo lugar que Sun Hee y entró a
la casa que tenia la puerta abierta.

─Siéntate aquí, querido. Le diré a la encargada que te traiga algún aperitivo ¿si? iré por el
documento, no me extrañes.

La pelinegra salió de la sala y fue en dirección a su habitación, dónde había dejado el


documento.

Habían pasado unos cinco minutos, la trabajadora de turno le trajo unas galletas y café,
agradeció y aún Sun Hee no volvía.

Tronó sus dedos y su cuello, se estiró un poco y verificó la hora, eran las siete de la noche y
lo único que quería a esa hora era irse a su departamento a descansar.

─¡Volví! lo siento, no encontraba el papel.

Sun Hee apareció en la sala vistiendo sólo una bata oscura que resaltaba su blanca piel,
lucia unos altos tacones costosos que favorecían a sus largas piernas, su oscuro y brillante
cabello estaba suelto.

Caminó lentamente, jugando con el documento que tenia entre sus manos.

Cuando por fin estuvo frente a Jungkook, teniendo una mesa de vidrio que los separase,
colocó el papel en la superficie, desplazándolo con sus dedos hasta llevarlo frente a él.
Sus miradas estaban conectadas, ninguno desviaba la vista, se retaban con la mirada, fue
Jungkook quien decidió romper el contacto visual, y así poder examinar las escrituras frente
a él.

Mientras él leía concentrado, Sun Hee rodeó la mesa, y se colocó a sus espaldas.

Sus manos se posaron en sus anchos hombros, Jungkook sintió el tacto y paró de leer.

Ella bajó, poco a poco, sus manos hasta tenerlas en su pecho, sintiendo la dureza de sus
pectorales.

Jungkook leyó rápidamente el papel, se supone que debía ser el mismo que le enviaron por
correo, tomó el lapicero que Sun Hee le ofreció y firmó.

─ Listo. Jungkook intentó levantarse, pero ella ejerció un poco de fuerza en sus hombros,
obligándolo a mantenerse sentado.

─¿Estás huyendo de mi?

─ Sun Hee... estoy cansado, te dije que firmaría y me iría, así que... si me permites, me iré.

Jungkook logró evadirla y se levantó, se dirigió hacia la puerta pero ella se interpuso.

─ ¡Nunca accedes a pasar tiempo conmigo!

─ ¡Puedo pasar tiempo contigo! pero no de la forma en la que quieres, Sun Hee.

Ella negó, empezaba a molestarse.

Otra vez, lentamente volvió a acercarse a Jungkook, estando frente a él, se acercó a su
oído y susurró.

─¿Estás seguro de que no quieres jugar un rato?

La pelinegra volvió a subir sus manos por su pecho, tratando de llegar a su cuello y atraerlo
hacia ella.

Antes de tocase su cuello, Jungkook tomó sus muñecas y paró el tacto.

─ Sun Hee, definitivamente debemos parar esto aquí.


Eres hermosa, determinada e inteligente, pero créeme que podrías verte aún mucho más
bonita si no te comportaras así. Cualquiera quisiera estar contigo, cualquiera que no
estuviese enamorado de alguien más, yo lo estoy, hace mucho, y no te puedo corresponder.
Así me quede como un idiota esperándolo toda la vida, no puedo aceptarte y "tratar" de
amarte cuando lo que tú necesitas es que yo te ame solo a ti.

La chica quedó en completo silencio, poco a poco sus manos fueron cayendo, Jungkook las
soltó sutilmente, hasta quedar a sus costados.
Ella analizó las palabras que el azabache le dijo, era la primera vez que Jungkook le decía
"Hermosa".

─ ¿Me dijiste hermosa?

─ ¡Sun Hee! ¿de todo lo que te dije solo escuchaste eso?

─ Jungkook... créeme que lo sé, pero no haré lo que me dices, sé que puedo tener a quien
quiera, y tú eres a quien quiero, tarde o temprano llegarás a mis pies, y aquí estaré yo, para
jugar contigo. Puedo aburrirme cuando me plazca, y conseguirme fácilmente a alguien más,
pero ¿crees que será igual de divertido?

Jungkook suspiró, no trataría de luchar contra ella, y menos ahora que estaba tan cansado.

─ Nos vemos luego, Sun Hee, buenas noches.

─ Buenas noches, amor.

Jungkook pasó de largo y abrió la puerta, el cielo estaba oscuro.

Salió de la casa y subió a su auto, siendo seguido por la mirada de Sun Hee.

─¡Nos vemos en la fiesta de inauguración, cielo! Jungkook no escuchó su último


comentario al acelerar y salir del lugar.

(...)

CAPÍTULO 46
Ambos estaban en aquel restaurante, su favorito.

El mismo al que venían cada vez que celebraban su aniversario.

─ ¡Esto está muy hermoso! ¿no crees? ¿acaso habrá una celebración aquí?

Jimin miraba con ojos luminosos a todo el lugar, por alguna razón todo se veía mucho más
hermoso que de costumbre.

Estaba decorado con flores, la luz era proveniente de velas aromáticas que daban ese
toque de luz tenue, el aroma era dulce y refinado, se veía romántico.

Una banda interpretaba en vivo una hermosa canción clásica, la cuál, por coincidencia, era
su canción favorita.

YoonGi acomodó el inicio de su corbata, estaba demasiado nervioso.

─ Si... supongo que si.

Jimin dirigió su vista hacia YoonGi con aquella sonrisa plasmada en su rostro, aquella
sonrisa que él tanto ama.

─ ¿Estás bien, amor? Te noto algo... ¿nervioso? ¿te sientes mal? podemos volver a casa,
no hay ningún problema...

─¡No! no, no... tranquilo, estoy bien, no es nada.

Jimin entrecerró sus ojos, viéndolo detalladamente, pero volvió a sonreír.

─ ¿Te he dicho lo hermoso que te ves con ese traje?

Jimin sonrió y bajó su mirada tímido, tenían seis años juntos y nunca dejaría de
avergonzarse por cada cumplido que su pareja le hiciera.

Siempre habría esa sensación, como si fuese la primera vez.

─ Una y otra vez... y tú también, te ves demasiado guapo.

YoonGi le sonrió, pero justo cuando le iba a responder, llegó el mesero.

─ Buenas noches, caballeros. Espero que la velada sea de su agrado ¿gustan ordenar
algo?

Jimin tenia la costumbre de dejar que YoonGi ordenara por él, así que veía fijamente a su
pareja mientras este le hablaba al mesero.

Una vez ordenó, este se retiró, no sin antes hacer una corta reverencia y sonreírles.
Ambos conectaron sus miradas, y volvieron a sonreír.

─ ¿Te he dicho cuánto te amo?

Jimin rió a causa de las palabras de YoonGi.

─ Yo te amo más. Pero estás particularmente cariñoso hoy ¿Acaso olvidé alguna fecha?

Jimin tenia aquella sonrisa picara en sus labios, afincó su barbilla a sus manos
entrelazadas.
YoonGi volteó su rostro nervioso, aclarando su garganta.

─ No...

─ Bien.

Jimin lo seguía viendo fijamente, sabia que eso ponía nervioso a YoonGi, y ya que este casi
nunca mostraba esa faceta, era lindo verlo así, vulnerable por sus sentimientos. YoonGi
miraba el lugar, tratando de lucir desentendido, pero aún tenia encima su mirada, Jimin
sabía jugar con él.

─ ¿Vas a seguir mirándome? ¿tengo algo...?

Jimin volvió a reír, era inevitable no reírse al verlo a la defensiva, era tan tierno.

─ Es que me encantas...

YoonGi se sonrojó, Jimin estiró su mano en busca de entrelazarlas, cuando la encontró,


YoonGi apresó entre sus dedos los contrarios, acariciaba lentamente con uno de sus dedos,
su dedo anular.

Pronto habrá algo ahí.

En eso llegó el mesero con la comida y volvió a irse, agradecieron y entablaron una
conversación.

Ambos disfrutaban de su compañía, reían y recordaban el pasado.

─ ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos?

YoonGi arrugó su cara y se quejó ante las palabras de su novio, odiaba recordar eso.

Jimin rió ante la reacción del peliazul.

─ No me lo recuerdes ¿si?

─ Pero...
─ Jimin.

─ Te veías...

─ Jimin, ya.

─ Tierno con...

─ Íbamos bien.

─Ese corte y tu cabello rojo.

─¡Agh! Jimin ¿te burlas porque tú si te veías atractivo?

Jimin volvió a reírse, recostó su rostro en la mesa mientras reía con mucha más fuerza,
mientras el rostro de YoonGi era inexpresivo.

─ Es que... es que

La risa atacó nuevamente al rubio, YoonGi lo veía sin gracia.

─ Síguete riendo, veremos quién ríe de último.

Poco a poco la risa de Jimin fue disminuyendo, hasta parar.

─ No sé porqué no te gusta recordar eso, te veías tan lindo con ese corte, hacia ver tus
mejillas más gorditas.

─ Era horrible y lo sabes, por eso te causa risa.

─ Pero aún así me enamoraste.

YoonGi bajó su mirada mientras tomaba otro pedazo de carne y lo llevaba a su boca, no
pudo evitar sonreír por lo que dijo Jimin.

─ Eres un caso perdido.

─ Así me amas, lo sabes.

─ Lo sé.

Luego de seguir hablando por un buen rato, la cena transcurría amena para ambos, sea
dónde sea, no importa el lugar, sólo importaba que estuvieran juntos para pasar un tiempo
ameno en su hermosa compañía.

Pero, la velada llegaba a su fin.


Jimin terminaba de comer su postre tranquilamente, por su parte estaba YoonGi, sus manos
sudaban un poco, el calor del lugar había incrementado de un momento al otro, sentía
mucha presión en su rostro, su corazón golpeaba fuertemente contra su pecho, podría
desmayarse ahí mismo.

─Jimin...

El peliazul llamó la atención del rubio, quien dejó de comer, teniendo aún la cuchara dentro
de su boca, con su atención fija en YoonGi.

─¿Ji?

─ Sácate la cuchara de la boca, amor...

Jimin sacó rápidamente el cubierto y sonrió apenado.

─ Perdón... ¿Si, amor?

YoonGi alzó su vista, en busca del mesero, al verlo hizo un seña de que se llevase los
últimos platos de la mesa, éste se acercó rápidamente, disculpándose por la tardanza y
yéndose con una sonrisa, todos eran cómplices.

YoonGi posó su mirada sobre los ojos de Jimin, nuevamente, éste lo veía atentamente,
como lo amaba...

Un pequeño suspiro abandonó sus labios, olvidó por completo aquel discurso que maquinó
en su mente hace una semana atrás y que venia practicando hasta esa noche, por los
nervios. Simplemente sacaría lo que tenia en su corazón.

El peliazul estiró su mano y tomó suavemente la contraria, Jimin seguía viéndolo con sumo
interés, curioso del extraño comportamiento de YoonGi.

─Jimin... desde que te vi por primera vez, me enamoré de ti. Tienes una particular y un poco
peculiar forma de ser que me enamora cada día más. Siempre dices algo distinto, nunca
podré predecir lo que sea que saldrá de tu cabeza... tienes un gran corazón, y haces que el
mío sea mucho más cálido. Tu sonrisa... tu sonrisa puede ser la parte que más me guste de
ti, tan brillante y aparece justo cuando la necesito para saber que todo estará bien. Tus ojos,
en tus ojos puedo ver mi futuro junto a ti. Jimin, te amo, nunca he estado más seguro de
algo en mi vida, sé que estarás junto a mi en el peor momento, que siempre podré contar
contigo, así como tú de mi. No puedo imaginarme sin ti, no puedo verme al lado de alguien
más que no seas tú. Jimin... quiero que esto sea eterno, así que... por eso te pregunto hoy,
en esta hermosa noche... ¿Te quieres casar conmigo?

Mientras YoonGi hablaba desde su corazón, las lágrimas abandonaban los pequeños ojos
de Jimin, eran lágrimas de alegría, su corazón latía como si luchase por su vida, una alegría
inmensa empezaba a nacer desde lo profundo de su ser.
Pero, YoonGi abrió una hermosa caja de color blanco que tenia escondida
estratégicamente, un hermoso anillo dorado, adornado por un serie de brillantes diamantes,
era hermoso.

Dentro, en el interior del anillo había grabada una fecha, la cuál era ese mismo día.

Los ojos de Jimin se iluminaron al ver la resplandeciente belleza del anillo, las lágrimas
seguían saliendo.

El corazón de YoonGi latía irregular, ahora tenia un miedo indescriptible al ver que Jimin no
respondía, apenas habían pasado dos segundos.

Jimin subió su vista y la conectó con la de YoonGi, pudo ver la desesperación en sus lindos
ojos.

─¡Por fin! digo ¡SI, SI QUIERO! ¡me encantaría!

Todos los empleados del lugar, quienes "discretamente" observaban la hermosa escena
gritaron de felicidad, siempre era lindo ver a dos personas amarse.

YoonGi se permitió respirar con tranquilidad, sacó el anillo y tomó la mano de Jimin
delicadamente, la emoción en Jimin era casi palpable, éste observaba con euforia como su,
ahora futuro esposo, colocaba el anillo en su dedo anular.

─ Ahora estamos comprometidos a amarnos toda la vida, Jimin.

Jimin gritó de felicidad y se levantó de la mesa, la rodeó rápidamente y se lanzó sobre el


peliazul, quien lo recibió con fuerza, abrazándolo fuertemente entre sus brazos, Jimin
escondió su rostro en el cuello de su prometido.

─ Te amo, te amo mucho.

─ No sabes lo feliz que me haces... te amo mucho más.

Aunque YoonGi no fuese alguien muy cariñoso, al menos no en público, era inevitable no
ser así de cursi con él, más cuando él se lo merecía todo.

(...)

Ambos llegaron a su departamento, era mucho más grande que el anterior. Ambos
besándose y riéndose en medio de los besos.

YoonGi verificó que esa fuera la puerta de su departamento, antes de intentar abrirla,
cuando la abrió, Jimin se abalanzó sobre él, tomándolo por ambas mejillas y apegándose a
su cuerpo, el beso se tornaba mucho más profundo a medida de los segundos, el peliazul
tiró la puerta y ésta se cerró de un solo golpe.

Tomó a Jimin de su cintura y lo apegó a él, queriendo sentir su cuerpo restregarse contra el
suyo, un tacto mucho más íntimo.

Jimin pasó sus manos por su cuello, YoonGi entreabrió su boca y dio paso a la lengua de
Jimin, amaba sentir cada parte de él.

Ambos sintieron la presión en sus miembros aumentar cuando rozaban sus pelvis, al igual
que el intenso golpeteo de sus corazones a causa del éxtasis.

Cada vez la necesidad de sentirse se volvía obligatoria, necesaria para ellos.

Llegaron al cuarto, entre besos hambrientos y tratar de desprenderse sus incómodos trajes.

YoonGi consiguió librar a Jimin primero, dejándolo sólo con su boxer, por su parte, Jimin
empujó suavemente al peliazul hacia la cama, YoonGi miraba expectante a Jimin quien
mordía su labio inferior, ver a YoonGi agitado, su pecho subiendo y bajando en busca de
regular su respiración sin éxito, jadeando y con sus labios rojos e hinchados, su ropa -que le
quedaba jodidamente bien- a medio sacar y desarreglada.

No quiso torturarse más a sí mismo, por lo que se subió sobre él, a horcajadas. YoonGi
apresó los glúteos del rubio entre sus manos, apretándolos y masajeandolos a su gusto,
Jimin no reprimió el jadeo que le provocó aquella acción, se sentó sobre él, bajando su
trasero y arqueando su espalda para apegar su miembro al ajeno, ambos jadeaban por el
escaso roce.

Sus labios se unieron en un profundo beso, Jimin lamia y succionaba los labios ajenos,
mordiéndole el inferior, de manera lenta y explícita.

Jimin despojó a YoonGi de su ropa, acercándose a su cuello y dejar una notoria marca rosa,
una de las fascinaciones de Jimin era la nívea y pálida piel de peliazul, amaba lamerla,
besarla y succionarla hasta dejar hematomas a causa del placer.

YoonGi decidió tomar el control, ahora era él el que estaba sobre el rubio, Jimin amaba
cuando él dominaba la situación.

El peliazul se acercó al cuello ajeno, donde dejó un camino de besos húmedos desde su
mandíbula, mordiendo levemente sus clavículas y terminar en su botón rosa, el cual lamió,
mordió y succionó, repitiendo la acción en el otro.

Jimin gemía a causa de la estimulación que su prometido le regalaba, los besos que YoonGi
esparcía sobre su piel enviaba una serie de estímulos placenteros en su ser que lo hacían
temblar.

Sintió como sus labios dejaron un pequeño beso sobre su pelvis, quiso alzar sus caderas
para extender el tacto, pero YoonGi se levantó y se acercó hasta su rostro.
El gimió en señal de protesta, pero el peliazul atrapó sus labios en otro beso, sus lenguas
eran las protagonistas del beso, sus cabezas se movían con similitud al ritmo del beso que
disminuía, disfrutando de cada dulce movimiento, de cada oleaje de placer que su cuerpo
generaba.

Sus labios se adormecían, sentían un pequeño cansancio en sus mandíbulas luego de estar
besándose por tanto tiempo, ambos rompieron el beso, dejando de por medio un pequeño
hilo transparente que unía sus labios.

El tiempo avanzaba en intervalos que no podían procesar bien, se despojaron de su ropa


interior, estando íntegramente desnudos y a la merced del contrario.

YoonGi subió mano hasta dejarla caer sutilmente sobre el pecho del rubio, acariciando su
piel, hasta encontrar el pequeño montículo rosa, el cual acarició, cada vez más brusco
dejando escapar jadeos a Jimin, este tomó su mano y la llevó hasta su boca, YoonGi
introdujo dos de sus dedos, mordió su labio inferior al ver cómo Jimin lo lamia tan
eróticamente, simulando ser su falo, YoonGi no podía soportar más.

Sacó los dedos de la boca ajena y se acercó, tomando nuevamente sus labios en un beso
mucho más salvaje y errático, ocasionando que pequeños chasquidos saliesen de sus
bocas. YoonGi bajó su mano, mientras que con la otra apretaba el glúteo del rubio, Jimin
abrió sus piernas dándole un fácil acceso dentro de él, el peliazul colocó sus dedos justo en
su entrada, introduciédolos dentro de él, aunque el rubio no necesitase demasiada
dilatación para poder recibirlo de manera completamente placentera, amaba jugar con él y
verlo llorar del placer cada que, con sus dedos, golpeteaba su próstata con facilidad.

Jimin dejó escapar un fuerte gemido cuando sintió el placer golpearlo de golpe cuando
YoonGi acarició su próstata, una y otra vez, sentía que podría correrse si seguía así.

Una sensación de vacío le distrajo de su burbuja de placer cuando sintió los hábiles dedos
de su prometido fuera de él, soltó un gemido de queja cuando vio que el peliazul no tenia
intenciones de seguir estimulándolo.

La sonrisa burlona en los labios del pálido le causó un poco de ira, sus mejillas se tiñeron de
rosa, así que lo volteó y se posicionó nuevamente sobre él, lo haría sufrir.

Pero inmediatamente, el de tez más clara lo tomó por su cintura y alzó un poco su cadera,
adentrándose fácilmente dentro de él debido al liquido pre-seminal, Jimin sintió nuevamente
el placer abatirlo, sintiéndose repentinamente lleno.

Soltó un gemido y mordió su labio inferior para no gritar.

Se sentó sobre él, su cabeza se echó hacia atrás debido a la placentera sensación, por su
parte, YoonGi apresó entre sus manos sus glúteos, para así poder incitarlo a moverse de la
manera que él quisiera, el rubio empezó a mover sus caderas, de adelante hacia atrás,
tratando de fundirse en él lo más que pudiera.
YoonGi también movía su cadera a un ritmo similar, el rubio cambió de ritmo, esta vez de
arriba hacia abajo, entrando y saliendo de él, definitivamente hacer el amor con YoonGi era
una de sus cosas preferidas.

YoonGi empezó a llegar a un límite, luego de varios minutos sintió el bien conocido
cosquilleo en su vientre avisando que el orgasmo no tardaría en envolverlo.

Jimin aceleró sus movimientos, gimiendo con un poco de desesperación ante tanto placer
concentrado en su cuerpo, el cosquilleo en su vientre empezó a aumentar con cada
movimiento, así que lo aceleró, YoonGi dio una última estocada, logrando que ambos
llegasen al ansiado orgasmo, causando que gimiesen.

El liquido blanquecino proveniente de Jimin empezó a escurrirse por el abdomen de


YoonGi, mientras que desde el medio de sus piernas el semen de YoonGi empezó a salir.

Los espasmos del orgasmos seguían latentes, causando una leve sensación que los
adormecía, Jimin movió unas cuantas veces más sobre el peliazul antes de salir fuera de él.

Cayó al lado de YoonGi, posando su mejilla en su pecho, podía sentir el acelerado latir de
su corazón, similar al suyo, su pecho subía y bajaba, trataba de regular su respiración al
igual que él.

YoonGi tomó un pañuelo que estaba sobre la mesa de dormir y trató de quitar un poco del
semen en su abdomen, mientras Jimin subía una manta esparcida en la alborotada cama,
para así arroparse ambos con ella.

Segundos después, Jimin subió su mano, y con la punta de su dedo trazó dibujos
imaginarios sobre su nívea piel, causando una pequeña risa en el peliazul. Jimin subió su
vista, conectando su mirada con la de él, el amor de su vida.

─Hoy me has hecho muy feliz, YoonGi...

El contrario sonrió con ternura a causa de sus sinceras palabras.

─Tú siempre me haces feliz, Jimin.

El rubio no pudo evitar sonrojarse, y con un poco de esfuerzo, se estiró ligeramente hasta
apegar sus labios a los ajenos, en un pequeño pero tierno beso.

─Te amo, y siempre lo haré.

─Gracias por estar conmigo. Te amo.

Jimin sonrió y volvió a recostar su rostro en su pecho, su lugar favorito en el mundo entero.

─De nada.
YoonGi rió ante la prepotente actitud del rubio en su pecho, su particular actitud era lo que
más le atrajo en un principio.

El silencio se hizo presente, uno acogedor que los incitaba a caer rendidos del sueño y
cansancio, pero la voz de Jimin hicieron que los ojos del contrario se abriesen nuevamente.

─¿Amor?

─¿Hum?

─Gracias por soportarme tanto tiempo, aveces ni yo mismo lo hago... pero tú siempre logras
calmarme, logras hacerme reír, logras... hacerme feliz. Gracias.

─ De nada.

Jimin rió fuertemente y soltó un pequeño golpe en su pecho, causando que una traviesa
sonrisa escapase de los labios de YoonGi.

(...)

CAPÍTULO 47

(...)
Jimin y YoonGi se encontraban sentados en el mesón de mármol que conectaba a la cocina
y la sala, mientras desayunaban. Ya había pasado exactamente una semana desde que
ambos se comprometieron, al siguiente día habían salido a celebrar junto a Taehyung todo
el día.

─Minnie, ya estuve viendo algunos diseños para la decoración de la boda, quería


mostrártelos a ver cuál estilo de gustaba más.

Jimin estiró su mano y le tendió un libro mediano, decorado de color blanco y dorado, a
simple vista pudo leer la hermosa caligrafía en la caratula del libro que decía "Min YoonGi &
Park JiMin" Lo abrió y las hojas yacían en blanco pulcro, pero habían varios folletos.

─ ¿Los folletos? ya veo... a ver.

Tomó las hojas y empezó a ver los diseños, en realidad eran fotografías de otras bodas,
cada folleto especificaba qué se utilizó en esa boda, desde colores, tipos de flores, tipo de
servicio, entre otras cosas que se le dificultaba leer.

Jimin rió al ver la expresión del peliazul tratando de leer.

─ ¿Qué sucede? ¿no te gustan?

Inmediatamente el contrario negó rápidamente.

─No, no es eso... sólo que... tantas cosas juntas me marean, flores, manteles, texturas,
comida ¿acaso estos colores no son los mismos?

Jimin rió y le quitó un folleto, leyéndolo.

─ Claro que no, no exageres, amor. ¿Acaso no trabajas para una empresa? son papeles y
papeles, uno tras otro, letras sobre letras.

─Si... pero gustaría pensar que son cosas distintas.

Jimin rió y tomó los folletos, mientras el peliazul tomó un sorbo de café.

─Amor, no creas que no me importa... sólo que... bueno, realmente no me quita la ilusión
el cómo estará diseñada la boda, con tal de verte frente a mi en el altar, con una sonrisa y
que digas que sí, es más que suficiente.

Los ojos del rubio se iluminaron y una gran sonrisa se ensanchó en su rostro.

─¡¿Acaso quieres decir que puedo hacerme total y completamente a cargo de cómo será
la boda?!

YoonGi sonrió al ver la emoción emanar en Jimin, así le gustaba verlo, feliz.
─Claro, amor, si eso te hace feliz.

─ ¿Completamente? ¿puedo vestirte de rosa?

─No tan lejos, Park. Jimin soltó una carcajada y asintió efusivamente.

─¡Claro, claro! ¡Gracias! pensé que querrías decidir, ¡pero seré libre de elegir! esto es cada
vez mejor, te amo.

─ Yo te amo más. Jimin sonrió y tomó su mano.

─ Amor... ¿tengo un monto límite?

─No. Jimin saltó, tirando los folletos por el aire.

─¡SOY FELIZ!

YoonGi rió ante las acciones del rubio, este bajó sus manos que estaban extendidas al aire
y conectó su mirada al peliazul.

Nuevamente tomó asiento y bebió un poco de su té.

─Amor... ¿sabes qué? estoy un poco triste.

YoonGi se confundió en demasía ante el repentino y abrupto cambio de actitud de Jimin.

Arrugo su entrecejo y tomó su mano.

─¿Qué sucede? ¿algo está mal?

Jimin negó, teniendo su vista fija en su taza de té.

─ Es sólo que...

YoonGi se inclinó un poco más hacia abajo, tratado de conectar su mirada con la ajena.

─¿Es sólo que... qué?

Jimin suspiró.

─Me siento culpable ¿entiendes?

El rostro del peliazul se resumió en una mueca de confusión.

─Culpable... ¿por qué?

Jimin volteó sus ojos y lo vio directo a los ojos.


─ Por Taehyung.

El peliazul inmediatamente entendió a qué se refería, e hizo una pequeña mueca.

─ Ya sabes, ha pasado tanto tiempo y él ni siquiera ha tenido pareja, un novio, novia,


algo... nada.

─Pero es joven, será un alma libre fuera de compromisos, hay personas así.

Jimin fijó su vista nuevamente en su taza, negó con su cabeza.

─No, no lo creo. Sé que es mi culpa, él sigue esperándolo.

─¿A Jungkook? tú qué sabes, amor... tal vez si tenga pareja, sólo que prefiere tenerla en
secreto hasta hacerla formal, nunca se sabe.

─¿Tú crees?

─¿La verdad? no...

Jimin soltó una pequeña risa y volvió a negar lentamente.

─ Es mi culpa, lo sé, debí dejarlo ser.

─Ay, amor... yo sinceramente creo que TaeTae no te tiene ningún rencor, eso fue hace
años atrás, eras un poco más inmaduro.

─¿Todavía soy inmaduro?

─Si... pero no nos salgamos del tema.

Yo creo que si Tae quiere una pareja, la tendrá.

Él es un chico excepcional, estoy seguro que dejó eso en el pasado, también sé que no te
tiene rencor.

Jimin hizo una pequeña mueca y se recostó en el mesón.

─Pero yo no me he perdonado aún... además de que terminé mi amistad de años con


Jungkook, no he sabido de él desde entonces.

YoonGi suspiró, realmente no sabia qué decir.

─¿Pero sabes qué? enmendaré las cosas.

El peliazul volteó su cabeza, curioso y extrañado.

─ ¿Cómo?
─Fácil, pronto sabrás.

En el rostro de Jimin se había instalado una sonrisa triunfante, mientras que en el rostro del
peliazul la duda predominaba.

(...)

─¿Entonces?

─¿Entonces, qué?

El pelinegro suspiró, pero que chico tan difícil.

─¿Saldrás conmigo en una cita? una pequeña salida ¿sí?

─ Kwan... te he dicho que no puedo, no tengo tiempo.

─¿Ni siquiera por unos helados?

─No me gusta el helado.

Pero que mentira tan descarada.

Kwan suspiró, se supone que él es el perfecto y bien deseado Kwan ¿por qué Taehyung se
enfrascaba en rechazarlo tanto?

─¿Y a caminar? hasta el parque, hablemos un poco fuera de la agencia.

─No me gusta caminar... ¿otro día mejor?

─¿Qué te gusta hacer? para ir planeando algo...

─Dormir y dormir. ¡Oh! mira la hora, debo irme, hasta luego ¡adiós!

Taehyung tomó su abrigo y salió rápidamente del edificio.

Kwan era un compañero suyo en la agencia de modelaje a la que tanto le costó entrar.

En un principio no tenia bien en claro qué quería hacer, pero una amiga suya le halagó
diciendo que sus facciones eran similares a las de un perfecto modelo, revisó los requisitos
para ser modelo y si, encajaba en muchos aspectos, pero el problema era... ¿qué debía
hacer para poder ser modelo masculino?

Esa misma amiga lo ayudó y aconsejó mucho, Jisoo era una experta en ese mundo.

Así que le informó que en su universidad, ofrecían cursos de modelaje, por lo cual lo tomó y
recibió un certificado de modelo, aunque le servia, no del todo ya que lo principal era tener
un contacto directo en aquel gran mundo de moda y belleza, la publicidad era lo más
importante.

Pero, gracias a Dios, consiguió entrar a aquella agencia, era pequeña pero le servia de
experiencia.

Llegó al departamento, aún vivía junto a Jimin y YoonGi y eso le disgustaba un poco, ya era
mayor de edad, podía libremente vivir solo, pero debía esperar su primer pago para
arrendar un departamento, además de asumir todos los gastos que Jimin y YoonGi
pagaban.

Pero, es que ellos se habían comprometido una semana atrás, tuvo que irse a dormir con
MinHo debido a que esa noche ellos iban a... necesitaban su intimidad.

Pero debía admitir que mudarse solo, a completa merced del él mismo, era algo intimidante.

Abrió la puerta del departamento, era tarde y estaba agotado luego del día exhaustivo en la
empresa, además que había tratado de presentar su currículum en otras agencias.
─ ¡Tae! por fin llegas, se te hizo un poco tarde hoy... ¿tienes hambre?

Taehyung fue recibido por la cálida sonrisa de su hermano ¿acaso no fue a trabajar hoy?

─ Sí, es que quise ir a presentarme a otras empresas, debo aspirar más.

Jimin asintió y se dirigió a la cocina, siendo seguido del pelirrojo.

─ ¿Fuiste a trabajar hoy?

─Ehm... sí, hasta hoy. El pelirrojo paró en seco ¿Jimin renunció?

─ ¿Renunciaste?

Jimin volteó a verlo, mientras tenia una sonrisa burlona en sus labios, negó.

─No, no ¿cómo crees? amo mi trabajo, sólo pedí mis vacaciones adelantadas, empezaré a
arreglas los preparativos para la boda ¡ESTOY EMOCIONADO!

Taehyung le regaló una sonrisa sincera a la vez que se sentaba del otro lado del mesón,
viendo como Jimin servia comida.
─ Compré pastel ¿quieres?

Taehyung hizo un puchero y


apegó su barbilla al mármol.

─No puedo... estoy a dieta...

Jimin volteó a verlo, con sus manos en la cintura y una faceta seria.

─¿Dieta? ¡Pero debes comer bien!

─Es que el día de la cena pasada me emocioné por su compromiso, digamos que aumenté
unos cuantos kilos, además de que no puedo comer azúcar.

Jimin hizo una mueca y asintió, qué lástima...

─Perdón, pensé que podías...

Taehyung rió, negando con una sonrisa.

─No te preocupes, rebajaré mucho para que el día de su boda pueda comer todo lo que yo
quiera.

─Hablando de boda...

─¿Qué?

Jimin se acercó al menor, dejando el plato de comida frente suyo y el jugo, sentándose al
lado contrario y empezar a verlo comer.

─Pues, digamos que investigué para conseguir al mejor sucesor de bodas...

Taehyung estaba con su vista en la comida, asintiendo a la vez que Jimin hablaba.

─ ¿Ah sí? qué bueno, Jiminnie.

─Y pues... creo que viajare...mos.

─ ¿Viajaran? Oh, pues ¡qué bueno! ¿tan lejos queda el sucesor?

─No, bueno... digamos que tampoco la boda será aquí en Corea.

Taehyung alzó su vista, viendo extrañado a su hermano.

─¿Quieres, por favor, decirlo todo de una vez? no entiendo...

Jimin cerró sus ojos y suspiró, lo diría, así que de la misma manera, cerrando fuertemente
sus ojos, habló rápidamente.
─ ¡La boda no será aquí en Seúl, sino que será en Japón! allá se encuentra el mejor
sucesor de bodas de toda Asia, tiene cinco estrellas y es muy bueno en organizar bodas,
además, Japón es hermoso, pagaré el pasaje de mamá y papá para que vengan, claro que
el tuyo también pero necesito que nos vayamos pronto para empezar con los preparativos,
ya alquilé un departamento temporal allá ¿puedes, por favorcito, venir conmigo antes? ¿sí,
sí, sí?

Las manos de Jimin se juntaron frente a su rostro a la vez que aún tenia sus ojos cerrados,
esperando la respuesta de su hermano.

Un silencio infernal se instaló entre ambos, causando su pronta desesperación, así que
poco a poco bajó sus manos y abrió lentamente sus ojos.

El rostro de Taehyung quedó pulcro, sin ninguna expresión, pero en sus ojos la sorpresa era
evidente, así que no podía adivinar qué cruzaba por su cabeza.

La cara de Jimin se deformó en una mueca de duda y desilusión al ver que no respondía,
abrió su boca para decir algo, pero calló inmediatamente ante el grito del contrario.

─¡¿QUÉ?!

Jimin cerró sus ojos, esperó un segundo y abrió uno solo, ahora el rostro del pelirrojo
mostraba gran sorpresa.

─¿Ese "qué" es bueno o malo? ¿Acaso podía haber diferencia?

─¿En Japón? ¿es una broma? ¿estamos hablando de Japón?

─No es una broma, y sí, Japón... ¿cuantos japones pueden haber? al menos que nos
refiramos al restaurante llamado japón que queda cerca de aquí, ahora que lo pienso, su
comida es buena.

Taehyung arrugo su entrecejo antes las divagaciones del rubio, negó alejando sus
pensamientos.

─No te desvíes. ¿En Japón? ¿por qué?

El rubio sonrió, mientras afincaba su barbilla a su mano que reposaba en la mesa.

─Siempre me ha gustado Japón ¿por qué no hacer de esta boda algo mágico? ¿algo
nuevo?

El pelirrojo asintió ante la explicación, si lo veían desde ese punto, tenia sentido, en parte.

─Entiendo... pero... no puedo ir.

Los ojos de Jimin se abrieron de sorpresa ante la respuesta.


─¡¿QUÉ?!

El pelirrojo hizo una mueca y dejó de comer.

─Pues, no puedo faltar a mi trabajo, apenas pude entrar a esa agencia ¿ya faltaré? no
tengo ni un mes, no puedo pedir vacaciones.

La desilusión predominó el rostro del rubio, sus planes se habían caído.

─Ya veo, entiendo...

Taehyung vio el rostro de Jimin y sintió tristeza ¿qué debía hacer?

─Pero... Jimin volvió a verlo rápidamente... con ilusión.

─ Supongo que puedo renunciar, pedir un permiso y preguntar, es tu boda y creo que
necesitas que yo esté contigo en este proceso, mañana te diré.

Jimin recobró su linda sonrisa, a la vez que asentía efusivamente.

─Pero... Tae, no renuncies, te costó mucho trabajo entrar, puedo redirigir la boda aquí...

Taehyung negó rápidamente

─No, no, no te preocupes. Además, no me siento muy cómodo en esa empresa, hay un
compañero que es muy... ¿persistente? digamos que quiere que salga con él, y no quiero.

Jimin volteó un poco su cabeza, curioso.

─¿Por qué no quieres? ¿Es feo? ¿No es tu tipo? ¿No es Jungkook?

─No quiero porque no me sentiría cómodo, además de que no estoy interesado,


simplemente. Si, es lindo, pero no... no es mi tipo, digamos. Pero le he dicho que no, que no
estoy interesado en tener citas, ni parejas, me quiero concentrar en mi, en mi futuro, pero
sigue insistiendo y ya no sé cómo decirle que no.

Jimin asintió, comprendía sus palabras, y aquel sentimiento de culpabilidad se sumaba


nuevamente a él.

─Comprendo...

─ Bien, debo hacer unas cosas, mañana te confirmaré si iré o no, lo más seguro es que sí,
gracias por la comida.

Taehyung se levantó y dejó su plato con sobras en el lavamanos, y salió de la cocina no sin
antes sonreirle a Jimin, quien se quedó sentado analizando la pasada conversación.
Debía seguir con su plan.

(...)

CAPÍTULO 48

─Odio las turbulencias.

Jimin apretó fuertemente el reposabrazo de la silla de avión, mientras tomaba un profundo


suspiro y lo dejaba salir lentamente, tratando de tranquilizarse.

El pelirrojo rió al ver cómo estaba su hermano, su rostro era la prueba palpable de su
miedo, Jimin odiaba las alturas, odiaba no poder sentirse estable en el firme pavimento.

─Falta poco, sólo resta aterrizar bien.

Jimin recostó su espalda en el respaldar del gran asiento que tenían en primera clase,
tirando su cabeza hacia atrás, dejando salir otro suspiro.

─Ayúdame, Dios mío. Soy demasiado joven y hermoso para morir, ni siquiera me he
casado, esta pobre alma libre de pecados no merece morir así, socorro.

Taehyung no reprimió la carcajada que le ocasionó la sincera súplica del rubio, era tan
divertirlo verlo sufrir, sólo un poco.

(...)

El avión aterrizó sin novedades, todos los pasajeros con calma, empezado a retirar sus
pertenencias.

─¡Olvídalo, yo me voy! si sigo aquí, puedo vomitar, y no me haré cargo de limpiar sushi.
¡Tae, Minnie! traigan mis cosas, por favor, los veo abajo.
Jimin salió corriendo del avión, dejando a Taehyung y a YoonGi viéndose con gracia, no era
extrañarlo verlo así ya que era evidente su fobia.

(...)

Taehyung miraba desde el asiento trasero todas las hermosas y pulcras calles de Tokio, y
aunque Seúl fuese similar, parecía ser ligeramente otro mundo, las calles completamente
alumbradas, todos los letreros emitían su reflejo en luz neon.

El idioma, no lograba comprender las complejas escrituras que estaban estampadas por
doquier, pero debía admitir que era una hermosa caligrafía que lograba captar su atención,
dejándolo curioso de querer saber más.

─¡Wow! sinceramente esto es hermoso.

Jimin tocaba el vidrio del auto, viendo con ojos luminosos todo el exterior, partieron tarde
desde Seúl, así que luego de la hora de viaje desde su ciudad a Tokio había caído la noche,
pero inclusive así Tokio lucía más hermoso.

Se vieron en la obligación de alquilar un auto, por algo menos de un mes, mientras su


estadía resida en Tokio, ya que era mucho más factible, hablando económicamente, que
movilizarse a través de el sistema de taxi.

─Cierto. ¿Dónde queda el departamento? revisa el GPS.

─Hum... dice que debes seguir recto en esta línea, luego cruzar a la derecha.

Luego de que el peliazul siguiera las instrucciones, Jimin soltó un chillido.

─¡Para allá no es! tu derecha no, ¡A mi derecha! ahg.

─¿Pero? ¡Jimin! estamos sentados en la misma dirección, dime hacia dónde es.

Un pequeño sonrojo cubrió las mejillas del rubio, soltando una pequeña e inocente risa.

─Quise decir izquierda...

YoonGi soltó un pequeño gruñido, Jimin no era el más indicado en tema de orientaciones.

Por su parte, el pelirrojo tras ellos se mantenía en silencio, no queriendo ser participe en
esa confusión, viendo de lado a lado, a cada uno de ellos, luciendo como un pequeño niño
al ver a sus dos padres discutir.

Luego de varias indicaciones por parte del experto copiloto Park, y unas cuantas
equivocaciones de dirección, llegaron al conjunto departamental.

La zona se miraba bastante limpia y bien organizada, debían admitir que era hermoso.
─Justo como en la imagen web. Es hermoso, el nuestro es el...ehm... ¿A5?

Era un área gigante, habían muchos edificios similares, uno tras otro, uno al lado del otro,
organizado alfabética y numéricamente, muy pulcro.

Desde aquél punto, la vista de una gran parte de la ciudad podía apreciarse y contemplarse
por los grandes ventanales que cada departamento poseía, una respuesta lógica al elevado
precio, pero era un lugar casi céntrico, además de disponible, lo cual era difícil de conseguir
en la gran ciudad de Tokio.

(...)

El eco de la puerta resonó en toda la oficina del azabache.

─¿Señor Jeon?

los embajadores de la empresa M&U han llegado, la sala de reuniones ya está lista, están
esperando por usted...

Jungkook leía apresuradamente los documentos que yacían en su mano, tenia que
asegurarse que las condiciones, pautas y acuerdos estuvieran tal cual se había planteado.

Pero el factor tiempo le jugaba en contra, tenia mucho trabajo que revisar y aprobar,
además que ese día tenia que asistir a cinco reuniones en su propia empresa, pero su
mente estaba colapsando, estaba cansado y su cerebro no quería procesar bien los infinitos
párrafos escondidos en cada hoja, cada firma y cada sello húmedo.

─¿Señor?

─¿Hum?

─Le acabo de decir que lo esperan en la sala de reuniones... la empresa M&U llegó.

Más presión, su cabeza dolía y estaba estresado, podía agregar que se sentía a la
defensiva, así no se sentía cómodo para asistir a esa reunión tan importante.

─Izumi, necesito otra pastilla... diles que enseguida iré.

─Pero señor... no han pasado las seis horas establecidas para que pueda tomar la próxima,
le puede dar una sobredosis y podría afectar en su salud, mejor cálmese.

─Señorita Izumi, no le pregunté. Entrégueme otra pastilla y informales a los embajadores


que enseguida iré, por favor.

En el rostro de la joven secretaria cruzó una mueca, asintió y salió de la oficina. Justamente
venia Lisa, así que la joven se inclinó en una corta reverencia.
─Buen día, señorita Lisa.

¿Cómo está? si viene a ver al señor Jeon, déjeme decirle que está estresado.

Lisa inclinó su cabeza a un lado, si Jungkook seguía así, no podía terminar bien, demasiado
estrés acumulado y él aún es joven.

─ Bien, gracias por preguntar.

Yo me haré cargo, dile a los embajadores que ya iremos.

La joven hizo otra corta referencia y salió del campo visual de la castaña.

Sin tocar antes de entrar, abrió la puerta y visualizó a Jungkook tras su escritorio, tenia
ambas manos en su cabeza, viendo hacia abajo.

Entró y cerró, vio la cantidad de papeles esparcidos, carpetas y lapiceros tirados por
doquier.

─¿Jungkookie?

─No estoy de humor, Lisa.

La castaña sonrió y se acercó, colocando ambas manos sobre la superficie de madera,


inclinándose un poco y así, poder ver bien a Jungkook.

─Tú nunca estás de humor, puedo vivir con ello.

El azabache retiró las manos de su cabeza, tenia la corbata desarreglada y el primer botón
de su camisa suelto.

─¿Y mi pastilla?

La castaña metió su mano dentro de su bolsillo, rebuscando, hasta que sintió el duro tacto
de la pequeña caja de plástico.

En caso de emergencia.

─ Aquí mismo, arréglate la camisa mientras busco agua.

El azabache asintió y empezó a arreglarse, la chica se alejó hasta llegar al distribuidor de


agua dentro de la oficina, tomó un pequeño cono de plástico y lo llenó de agua, mientras
esperaba, sacó rápidamente el pequeño dulce.

Jungkook era alguien terco, cuando quería algo debían dárselo cuando él quisiera, no
importa si se trataba de fármacos que no podía tomar uno tras otro buscando una mejoría,
no le importaba una sobredosis.
Así que su mejor amiga luchó contra eso, compró varios dulces de menta, similares a una
pastilla, para que en caso de que Jungkook quisiera otra pastilla, le daría un dulce. Sabia
que su amigo estaba estresado, pero anteriormente tomó una pastilla y no había esperado
que esta le hiciera efecto, ya lo conocía.

─Toma, espero que te mejores.

Jungkook asintió y tomó el "fármaco", cuando el agua bajó por su garganta, cerró sus ojos y
trató de calmarse.

─Buen chico, ahora levántate y ve a enfrentar esa reunión, tú puedes. ¡Fighting!

Jungkook volteó los ojos y asintió, provocando la risa de la chica.

(...)

El día transcurría tortuosamente para el azabache, pudo afrontar las reuniones de manera
profesional, porque de eso se trataba, debía mostrar lo mejor de sí mismo, sin importar qué.

El mediodía estaba en su punto, se supone que debía salir a almorzar, al igual que todos los
trabajadores, así que estaba acomodando sus cosas para abandonar por un par de horas la
empresa.

Uno, dos toques resonaron en la madera de la puerta, soltó un pequeño suspiro. ¿Ahora
qué?

─Adelante.

Dicho eso, la joven secretaria asomó su cabeza.

─Señor Jeon, discúlpeme que le interrumpa, pero hay alguien que quiere verlo.

─¿Es enserio? dígale que no estoy disponible, a esta hora no recibiré a nadie.

Dígale que si gusta, espere y regrese luego de las dos de la tarde ¿bien? adiós.

El azabache no dio tiempo a que la pobre secretaria pudiera responder, dejándola


tartamudeando.

─P-pero... ya le dije, le dije que a esta hora no recibimos personal, pero dice que usted lo
conoce, y que necesita hablar urgentemente, ahora mismo... se niega a declinar.

─Izumi, señorita Izumi, yo conozco a mucha gente, pero no me importa, quien sea puede
esperar. ¿Acaso usted acata lo que yo le digo? ¿Estás haciendo bien tu trabajo?
Jungkook estaba a la defensiva, realmente nunca era así de prepotente con su personal, así
que ella comprendía aquella actitud, pero realmente le intimidaba.

─Discúlpeme, Señor J-jeon... no volverá a ocurrir, ahora mismo le informo al señor.

Jungkook no le respondió, siguió con su tarea de guardar sus pertenencias, y acomodar un


poco el desastre que dejó en la mañana, realmente se había estresado.

Pero, sus movimientos se vieron interrumpidos abruptamente cuando la puerta de su oficina


se abrió de golpe.

La ira le llenó de golpe y levantó su mirada, buscando al idiota irresponsable, pero se


congeló al instante.

La secretaria llegó tras el rubio enseguida, con una faceta de completo pánico, ahora si
perdería su trabajo.

─¡Señor! ¡Le dije que no estaba disponible en estos momentos para nadie! S-señor Jeon...
l-lo lamento, enseguida llamo a seguridad.

La mano de Jungkook se alzó, deteniendo los actos de la joven, la cual se detuvo


inmediatamente.

─No llames a seguridad.


Lo recibiré, no te preocupes. Puedes retirarte.

La chica se confundió ante el cambio repentino de actitud de su jefe, el azabache veía


fijamente al rubio frente él.

─C-claro...

La secretaria se retiró, no sin antes ver por última vez al hombre que entró abusivamente y
seguía parado entre la puerta de la oficina, viendo fijamente a Jungkook.

El rubio entró a la oficina y cerró la puerta detrás de él cuando la fémina se retiró,


completamente confundida.

─Jimin...

─Jungkook, cuanto tiempo.


CAPÍTULO 49

─Jimin...

─Jungkook, cuanto tiempo.

El azabache apenas podía procesar la cantidad de preguntas que se vaciaron en su


cabeza, muchos de sus sentimientos que yacían profundamente ocultos, empezaron a
eclosionar entre sí.

La duda era palpable en su rostro, el cual cayó en colores al ver a su ex mejor amigo ahí,
frente a él, con una sonrisa burlona.

─Si, ha pasado un buen tiempo...

Jimin asintió, sin quitar esa sonrisa, fue acercándose hasta sentarse en la silla al lado
contrario del extenso escritorio de madera.

─Wow, veo que haz hecho un buen trabajo con la empresa de tu padre.
Te felicito.

Jungkook inclinó su cabeza a un lado, estaba confundido y no sabia qué hacer, qué decir o
siquiera cómo sentirse.

Tenían tantas cosas de que hablar, pero ninguno decía nada.

─Ya la heredé. Es mi empresa ahora... hace más de un año.

Los ojos de Jimin se agrandaron, a causa de una grata sorpresa, Jungkook si que lograba
impresionarlo.

─Ya veo... felicidades, te lo mereces. ¿Y cómo están tus padres?

─Están bien... tienen salud, que es lo importante, mi padre decidió retirarse, creo que fue lo
mejor, esto es mucho estrés.
Jimin asintió, podía comprenderlo ya que él también trabajaba en una empresa.

─Veo que no has cambiado mucho, sigues igual.


Sólo que tu rostro parece más serio, más imponente, tus facciones. Eso es bueno.

Jungkook asintió, la verdad si le estaba agradecido a sus genes, él aún lucía muy joven, a
pesar de que ya tenia veinticinco años.

─Gracias. Coloraste tu cabello, te queda bien el rubio. Tampoco has cambiado mucho.

Jimin sonrió y asintió, segundos después el silencio abrumó entre ambos, era incómodo.

─ ¿Y cómo está Taehyung?

Jungkook se atrevió a preguntar, sintiendo cómo su corazón subía hasta su garganta,


figurativamente, sintiendo su pulso acelerarse con tan sólo recordarlo.

Y también porque ese era un tema que, para él, era complicado, producto y responsable de
varias rupturas, cómo la de su amistad de años y también cómo la de la única persona que
llegó a amar, más que a él mismo.

La sonrisa sincera se ensanchó en los labios del rubio, esa era una buena señal, quería
pensar.

─Está bien, ha madurado mucho, ya es todo un hombre. Empezó a dedicarse al mundo del
modelaje, apenas va comenzando, pero opino que le va bien.

El azabache escuchaba atentamente las palabras que salían de los labios del rubio, todo lo
que tenia que ver con el castaño le importaba en demasía.

¿Así que su bebé ha madurado?

Una pequeña sonrisa nostálgica se asomó en sus labios, suponía que Taehyung había
dejado de ser su bebé hace mucho tiempo, pero aún así, no podía, no lograba imaginarse a
ese hermoso rostro inocente siendo ya alguien maduro, un adulto que fuese responsable de
su propia vida.

¿Habrá cambiado mucho? Una gran duda existencial se instaló en su pecho, al igual que
una abrumadora desesperación de querer verlo, de volver a ver ese lindo rostro, quería
comprobar por él mismo cuánto ha cambiado.

Pero no sabia qué hacer, Jimin seguía viéndolo con esa sonrisa que a este punto, no sabría
cómo describir.

─Jungkook, como sabrás... o podrás imaginarte, vine a verte por una razón. La verdad, son
varias razones.
Jungkook volvió a concentrar su atención en Jimin, asintió ante sus palabras.

─Si, me imagino... ¿Sucedió algo?

─Si, pero nada malo. Verás, hace un par de semanas atrás, YoonGi me pidió matrimonio.

Los oscuros ojos del azabache se agrandaron, esa si que era una buena noticia.

─¡Felicidades! me alegro por ustedes...

─Pero... He venido a Japón en busca del mejor sucesor de bodas, Junto a YoonGi... y
Taehyung.

Los colores en el rostro de Jungkook volvieron a caer, quedando pálido ante la noticia.
¿Taehyung estaba en Japón? Su corazón empezó a latir desenfrenado, y el calor empezó
a hacerse cada vez más agudo.

─ ¿T-taehyung , dices?

Jimin rió ante los nervios repentinos del azabache, quien lo diría, el gran empresario Jeon
estando nervioso y tartamudeando por su hermano menor. Esto marchaba bien.

─Estamos los tres aquí en Japón, estaremos al rededor de un mes, mientras se arregla la
boda, ya sabes, todos los preparativos.

Jungkook asentía lentamente estando en un pequeño trance, su bebé estaba en Japón y él


ahí sentado.

─Jungkook, vengo a invitarte a mi boda.

El azabache salió de ese pequeño trance, y se concentró nuevamente en las palabras de


Jimin.

─¿A tu boda?

─¡Si! quiero que vengas, YoonGi y yo estaríamos muy felices de verte ahí, con nosotros.
¿Vendrás?

Jungkook tuvo que analizar la situación, iría a la boda de su ex mejor amigo ya que este
viajó desde Seúl hasta Japón, en busca del mejor sucesor, yendo personalmente a invitarlo,
y además, lo más importante, es que Taehyung estaría ahí.

─Me encantaría.

Pero no solo iba porque Taehyung estaría, debía admitir que eso le robaba el aliento, pero
también estaba feliz de que YoonGi y Jimin se casasen, quería estar presente.

El rostro de Jimin se iluminó, al igual que sus ojos, no pudo evitar gritar.
─¡VENDRÁS! ESO QUIERE DECIR QUE SE VOLVERÁN A VER, DIOS MÍO.

Una ceja de Jungkook se alzó de curiosidad ante el repentino grito del rubio, quien
inmediatamente bajó sus brazos, que estaban extendidos al aire, y tomó asiento
nuevamente, soltando una risa nerviosa.

─Quiero decir, ¡Qué bueno! gracias por asistir.

Jungkook asintió
lentamente, ignoraría eso.

─¡Ah! Jungkook, otra cosa...

Jungkook asintió, dándole a entender que prosiguiera.

─Quiero pedirte perdón por lo que pasó hace años atrás, sobre tu relación con Taehyung.
Quiero pensar que era más inmaduro hace unos años atrás, y con el tiempo he podido
asimilar que lo que hice estuvo mal, reaccioné de la peor manera, de la manera más injusta.
Y me duele, me duele haber roto mi amistad contigo, luego de que te conocí desde que
ambos eramos niños, pero lo que más me duele es... haberte separado de él. Haberlo
obligado a separarse de ti, me equivoqué, lo sé. Por eso quiero ofrecerte mis disculpas más
sinceras, Jungkook. ¿Me perdonas?

El corazón de Jungkook dio un vuelco ante sus palabras. Él decidió llenar de tierra aquel
recuerdo, aquella herida del pasado, en la que le falló a Taehyung, en la que sentía que
defraudó y violó su confianza con Jimin.

En la que nunca dejó de amarlo, pensando siempre en él. Se escudó, era mejor escudarse
y hacerse el ciego, simplemente recordarlo, teniendo esa herida latente, decidió echarse la
culpa a él mismo, no buscaría a otro culpable, pero al ver a Jimin frente él, con sus ojos
cristalinos, hablándole y disculpándose de aquella manera tan sincera... desenterró aquella
herida en un instante, aquella que le costó enterrar por tanto tiempo.

Se sintió vulnerable ante sus sentimientos, libre de elegir en lo que él quisiera, de la misma
manera en la que conoció a Taehyung, vulnerable ante sus sentimientos, sin poder
controlarlos, como un adolescente.

─Siempre he pensado que fue mi culpa, que fue mi error. Pero no el haberme enamorado
perdidamente de tu hermano, no... sino el hecho de no habértelo dicho en un principio,
porque puedo comprenderte, pero me alegra lo que me dices, me alegra que podemos
solucionar esto de esta manera, la cual es la mejor. Sólo quiero que nos perdonemos
mutuamente.

Pero, Jungkook y Jimin sentían aquella culpa golpearles el corazón, claramente el más
afectado en todo eso fue el menor, Taehyung.
Él siempre estuvo en el medio, y sufrió más que nadie, ya que era mucho más pequeño y
era más difícil de comprender, pero ambos buscarían la manera de enmendar su error.

Para Jimin era mucho más fácil, el pelirrojo era su hermano, al que tanto cuidó y Taehyung
lo amaba, podía perdonarle, ya que lo importante era admitir su falla, pero ¿Y Jungkook?
¿Cómo podía Jungkook aparecer tras tantos años después? ¿merecía que Taehyung le
perdonase tantas lagrimas? ¿Con qué cara se le acercaba a decirle "Lo siento"? ¿cómo
reaccionaria ante él? Y lo crucial, ¿tenia Taehyung a alguien más? ¿consiguió
reemplazarlo? ¿lo dejaría ir luego de verlo nuevamente? no estaba seguro, y sentía miedo.

Luego de tanto tiempo después, de simplemente ignorar sus sentimientos y cambiarlos por
trabajo, y más trabajo, sentía miedo.

─ Me alegro tenerte nuevamente en mi vida, Jungkookie. Jungkook sonrió al rubio, él igual.

(...)

─¡No comprendo nada! ¿cómo le hiciste tú para aprender japones?

Jimin tenia el menú en sus manos, todo estaba escrito en japones y él no lograba entender
nada, eso le frustraba.

Jungkook rió ante el comportamiento del rubio, e hizo una seña para que viniese el mesero.

─Me mudé a Japón cuando era muy pequeño, ¿acaso no lo recuerdas? no recuerdo haber
tenido problemas al aprenderlo, supongo que a esa edad fue más fácil, ya de adulto será
complicado, supongo.

Jimin soltó un suspiro, rindiéndose.

─Ordena por mi, por favor...

─¿Algo en especial?

─No sé nada de platillos japoneses... sorprendeme. ¿Aquí venden comida deliciosa?


digamos que tengo un paladar... ¿complicado?

─Te traje a mi restaurante favorito, es uno de los mejores en todo Tokio, eso debe de
responder a tu pregunta.

El rubio asintió y el mesero llegó, inmediatamente dijo unas palabras en japones y se sintió
desconcertado, ¡Rayos! tuvo que haber prestado mucha más atención en la clase de
japones en la secundaria.

Jungkook respondió rápidamente, viendo por encima el menú, a pesar de no ser japones,
su forma de hablar parecía fluida, y confiado en sus palabras. El camarero asintió y se
retiró con una sonrisa, llevándose los menú.
─ No entendí nada, y es raro verte hablando así, pero lo dominas muy bien.

Jungkook asintió, y tiró su cuerpo hacía atrás lentamente hasta recostarse en el espaldar de
la silla.

─Y ese sucesor ¿Quién es? ¿cómo se llama?

Jimin abrió sus ojos emocionado, y sonrió, amaba que le preguntaran acerca de la boda.

─Pues, se llama Kenzo Kyoto, no sé si lo conozcas... es famoso, su empresa K&K es una


de las mejores, definitivamente debe ser él mi sucesor.

Jungkook arrugó su entrecejo y volteó su rostro, confundido, no había oído nunca sobre él y
su compañía.

─Realmente no sé nada acerca de esa industria, pero supongo que debes tener una cita
previa, una reservación, haber llamado cinco meses atrás... ya que según lo que me dices,
es muy prestigioso.

El rostro del rubio se volvió pálido, empezó a sudar frío. Jungkook tenia razón ¡¿Cómo no
pensó eso antes?! se emocionó tanto y no pensó bien las cosas, debía conseguir una
reservación o sino su viaje a Japón se vería perdido.

─¡NO LO PENSÉ ANTES! DIOS MÍO ¡NECESITO UNA RESERVACIÓN!

Jungkook se exaltó ante el grito de su rubio amigo, sintió un leve sonrojo cubrir sus mejillas
a causa de la vergüenza, ya que varias personas voltearon curiosas y disgustadas por el
repentino grito en un lugar tan refinado.

─¡Jimin, cállate, por Dios! ¿acaso no vez que aquí debes comportarte?

Jimin seguía en su trance de pánico ¿y ahora qué haría? ¡Él quería que su boda fuese
pronto!

─¡Jungkook! ¿Qué se supone que haga ahora? ¡QUIERO MI BODA AHORA! bueno
¡DENTRO DE UN MES!

Jimin seguía lloriqueando, y el azabache no sabia qué hacer, no conocía a ese tal Kenzo
Kyoto como para comprarle una reservación, saltándose mucho tiempo de espera, para eso
necesitaba ser amigo o quizá conocido de ese señor, y no tenia tiempo para conocerlo.

Inmediatamente una idea alumbró su cabeza, abriendo grandemente sus ojos de repente.

─¡Conozco a alguien! Ya sé, pero debes buscarlo por Internet primero.

Jimin seguía lloriqueando, pero veía a Jungkook.


─¿A-a qué te refieres? Y-yo quiero a K-kenzo Kyoto... c-como mi sucesor...

Jungkook negó, sacando su teléfono y empezó a buscar rápidamente.

Sonrió triunfante al encontrar su búsqueda, le tendió su móvil a Jimin, quien leyó el nombre
que estaba escrito en grande.

Los ojos de Jimin se agrandaron e iluminaron al mismo tiempo, arrebatando el artefacto y


leyendo de cerca, emocionado.

─¡¿Kim SeokJin?! ¿quien es él? ¡Wah, mira cuantas referencias! ¿cómo no vi esto antes?
¡Mira! tiene cinco estrellas ¿tan famoso es?

Jungkook asintió, sonriendo orgulloso de su brillante idea.

─ Kim Seokjin, el mejor sucesor y organizador de eventos que conozco, no solo de bodas,
sino de eventos muy importantes, como una entrega de premios muy popular aquí en
Japón, ha sido el anfitrión miles de veces.

Jimin miraba con ilusión cada referencia que acreditaba el profesionalismo de Kim, además
de lo hermoso que eran aquellos eventos, a un nivel mucho más alto que el de la empresa
K&K.

Pero si Kenzo era imposible, ni imaginar Kim.

─¿Por qué me muestras esto? ¿acaso me restriegas lo que no podré tener? no tengo
tiempo para esperar a que yo pueda reservar una cita con él, malo.

Jungkook rió y le quitó el teléfono de sus manos.

─Él es un buen amigo mío, y a pesar de que nuestras empresas no son del mismo
comercio, estamos asociados, lo conozco de años, es alguien muy ocupado y profesional,
me ha organizado muchos eventos, en especial cuando se celebra la asociación entre dos
empresas, es "obligatorio" ya que eleva tu estatus social, ya sabes.

El rubio asintió, con su boca entreabierta.

El mesero llegó y dejó la comida, Jungkook agradeció y Jimin sólo pudo sonreír.

─Entonces... ¿Quieres decir que me puedes conseguir una reservación con él? ¡¿Puedes?!

Jungkook levantó su mano, acortándolo.

─Podría, pero se debe pagar un monto. Si yo quiero que él haga una reservación conmigo,
debo pagarle para que se reúna, está dejando atrás a muchos usuarios que llevan
esperando por meses, y yo simplemente me lo saltaré.
─¿De cuánto dinero estamos hablando?

─Mucho dinero.

Jimin se dejó caer en el respaldar de la silla, esto se complicaba cada vez más, empezaba a
dejar de ser divertido.

Así que aquella damas que organizaban sus bodas no exageraban, realmente es un gran
estrés, un compromiso.

─Tengo dinero, pero no sé si pueda pagar "Mucho dinero". Debo pagar para la reservación,
debo pagar para contratarlo, debo pagar para los materiales de la boda, debo pagar los
trajes, debo alquilar un lugar hermoso que ya vi, debo...

─Respira...

Jimin tomó una bocanada de aire y la dejó salir, al igual que su emoción.

─ Olvídalo, estoy perdido.

─¿Lo dices sólo por la reservación?

─Si, pero ¿acaso él no podrá hacer una excepción contigo? digo, sin son amigos de años
podrá dejártelo gratis, sólo por esta ocasión.

─Jimin... no creo que pueda, seria un abuso, es su trabajo.

─ Sólo seria por esta ocasión, por favor, hazlo por mi...

Jimin hizo de sus labios un pequeño puchero, sus ojos iluminados y sus manos juntadas,
siempre funcionaba, sin importar quién.

Jungkook soltó un suspiro.

─Jimin, trabajo y amistad son cosas distintas.

Jimin deshizo su posición, colocando ambas manos en su rostro, sintiéndose frustrado,


entonces tendría que ser un organizador de bodas común...

Eso le partía el alma, se supone que ese debía ser su día, el día que tanto soñó, quería que
fuese mágico, pero nada iba a su favor. Jungkook miró el estado de su ahora mejor amigo,
nuevamente, quería pensar... Así que, otra gran idea cruzó su mente.

─¡Ya sé! Jimin emitió un quejido, nada podía salir bien.

─Jimin, yo pagaré la reservación ¿Qué tal? también pagaré el contratarlo, no te preocupes,


yo te diré entre... unos dos días dónde se van a reunir, así que sólo debes preocuparte en
cómo vas a querer tu boda, también puedo ayudarte con más cosas, si deseas.
Jimin descubrió su rostro, estaba rojo y tenia unas pequeñas lagrimas acumuladas, le dio
tristeza verle así, pero inmediatamente una sonrisa se curvó en sus labios.

─¿Lo dices de verdad? Jungkook asintió, con una sonrisa sincera.

─Olvídalo, no podría aceptarlo... es mucho, no...

─No me dirás que no, te ayudaré porque quiero y puedo, ya está resuelto, no se perdió su
viaje.

Jimin quedó mudo, estaba conmocionado, realmente le abrumó esa repentina ayuda y
amabilidad del azabache ¿Qué pensó aquel Jimin al creer que Jungkook podría dañar a su
hermanito?

─¿Por qué lloras? ¿algo está mal?

Jimin negó, a la vez que con sus manos limpiaba las pequeñas lagrimas, eran de felicidad,
aun teniendo su sonrisa, pero admitía que se sentía apenado.

─Muchas, muchas gracias, Jungkook... de verdad, no sabes cuánto significa para mi ese
hermoso gesto.

─No te preocupes, Jimin.

(...)

CAPÍTULO 50

—¡Estoy muy emocionado! ¿Tú no?


El rubio caminaba a la par del pelirrojo.

Jimin traía entre sus brazos el bien conocido libro blanco y dorado de su boda, dónde
anotaba muchas cosas que le gustaría que estuviesen en su ceremonia, además de varias
fotografías que tomaba a diario, para luego verlas en un futuro con nostalgia.

—Sí, pero realmente no sé hacia dónde vamos... ¿acaso era por aquí?

— Por supuesto que sí, estoy seguro.

Tuvieron que viajar al rededor de una hora para llegar a ese lugar.

Justo en la entrada, un hermoso portón gigante color dorado los recibió, en el centro había
un gran cartel que con una hermosa caligrafía anunciaba; "Prince Kim's" Taehyung pensó
que habían llegado a un palacio y que en realidad Jimin se había equivocado.

Antes de poder entrar, un pequeño puesto de seguridad a un costado del gran portón les
pidió el pase o ticket de compra, Jimin se sintió nervioso ya que no fue él el que realizó la
reservación. Pero ¿cómo le explicaba eso?

—Ehm... verá... yo soy Park Jimin, vengo de parte de...

—¡Ah! Sí, entiendo. La reserva especial, adelante, por favor.

Jimin agrandó sus ojos sorprendido, pero sonrió profesionalmente e ingresó por la puerta
que el guardia les indicó, por su parte el pelirrojo se sintió igualmente sorprendido, pero se
limitó a seguir a su hermano.

—¿Con que reservación especial? Wow.

Jimin sonrió nerviosamente y asintió, decidió mantenerse en silencio y caminar hasta llegar
a la cede principal.

Taehyung paseó su vista por el lugar, era hermoso.

Grandes edificios blancos con detalles dorados y rosados, que en realidad parecían
castillos.

Muchas flores acomodadas entre hermosos jardines, el asfalto era de un intenso color
plomo, pero las aceras eran beige, cada detalle de aquel recinto era hermoso, como si
fuese producto de la realeza.

—Es muy grande esto... ¿por qué YoonGi no vino con nosotros?

—Le dije que se quedara descansando, a la final quiero que la boda para él también sea
una sorpresa, es decir, el cómo estará decorada y eso...
El pelirrojo asintió, unos cuantos metros más y llegaron al que parecía, era el edificio
principal.

—Por fin...

Jimin estaba tan feliz y emocionado que no se sentía en lo absoluto cansado, todo era color
de rosas para él, casi literal en aquel hermoso lugar.

Ingresaron al edificio y por dentro era aun más hermoso.

El suelo era cubierto por una cerámica pulida que permitía visualizar tu reflejo en ella, las
paredes eran color perla, habían infinidades de adornos rosados, hermosas plantas y flores
en lo que parecían ser costosos jarrones, la fragancia de aquel lugar era dulce.

En el centro de aquel recibidor había un hermoso candelabro araña de cristal, todo tan
pulcro, y hermosamente refinado.

—Buen día, sean bienvenidos a la empresa "Prince Kim's". Han echo una excelente
elección al habernos elegido, sea cual sea su evento, Mr. Kim podrá complacerles. Dígame
su nombre para revisar con cuál sucesor nuestro fue asignado, quiero recordarle que
cualquier evento que en esta compañía se realice, debe pasar por la estricta y exigente
aprobación y revisión de Mr. Kim, así que no se preocupe.

Jimin y Taehyung se sentían un poco intimidados por la elegancia que emanaba aquel
lugar, todo tan perfecto.

—Buen día, mi nombre es Park JiMin...

La mujer tras el gran recibidor tecleó rápidamente en la computadora frente suyo y leyó.

—Usted está asignado a la reservación especial, por favor, siga a aquel joven a un lado del
elevador, él le llevará hacia dónde se encuentre el señor Kim, tenga lindo día.

Ambos hicieron una corta reverencia y se retiraron con una sonrisa en sus labios, yendo con
dirección al joven justo donde le indicó la recepcionista.

Este hizo una reverencia cuando se posaron frente a él.

—Si necesitan que lleve algo por ustedes, por favor, díganme.

Ambos negaron, quitándole importancia a las pocas cosas que cargaban sobre ellos.

—Correcto, entonces síganme, por favor.

El joven presionó el botón del elevador y este llegó en cuestión de un par de segundos,
estiró su mano en un ademán para que prosiguieran, una vez dentro, volvió a presionarlo.
Dentro de cubículo de metal había una música relajante, cada mínimo detalle de ese lugar
parecía haber sido esculpido minuciosamente.

Llegaron al último piso de aquel edificio, las puertas se abrieron, dándoles pase a salir del
elevador.

Ambos hermanos siguieron al joven guía, quien se mantenía en un silencio sepulcral, se


vieron en la necesidad de parar en seco cuando este se detuvo de golpe frente a una
puerta.

Cabe señalar nuevamente que si por fuera era hermoso, por dentro lo era aún más.

Taehyung estaba encantado, siempre le habían atraído el tipo de cosas así, rosadas y
delicadas, aquel lugar era el estilo de su casa de ensueño.

Proporcionó dos leves golpeteos en la puerta, dejando de por medio un pequeño silencio, el
cual fue prontamente roto por una melodiosa voz.

—¿Sí, quién es?

—Mr. Kim, los clientes del día de hoy han llegado, lo están esperando pacientemente.

—¿Están esperando por mi? ¡No los hagas esperar más! diles que pasen y gracias por
avisarme.

El guía asintió y abrió la puerta, el interior de aquella oficina era mucho más hermoso que
todo lo anterior, realmente no sabían que se podría llegar a superar tanta perfección junta,
tenia aquel estilo delicado y precioso, ambos quedaron encantados con la belleza de aquel
lugar.

—Bueno, me retiro.

El guía salió de la vista de ambos, cuando adentraron su cuerpo entero a la oficina, aquella
fragancia a caramelo los envolvió.

—¡Hola! encantado, yo soy Kim SeokJin, un gusto en conocerles ¿ustedes son...?

Un hombre sumamente apuesto tras un escritorio blanco les habló, su cabello era color rosa
fantasía y en sus abultados labios una preciosa sonrisa los recibió.

JiMin se apresuró en responderle, sin querer dejarle con la palabra en la boca.

—Park JiMin, y él es mi hermano, Taehyung.

El pelirrojo se inclinó, ofreciéndole una reverencia como un saludo cortés.

—Encantado.
Jin sonrió, ambos lucían encantadores.

—Yo igual, tomen asiento, por favor.

Ambos se sentaron en aquella sillas frente al escritorio del lado contrario, se veían
sumamente cómodas.

—Son una ternura, qué lindo par de hermanitos. Y díganme ¿En qué puedo ayudarles?
estaría encantado de poder hacer algo magnifico para ustedes. "Este hombre debe ser
alguna clase de príncipe, qué hermoso es..."

—¡Yo! necesito de su ayuda, mi amigo, que también es su amigo, me comentó que usted es
maravilloso en su trabajo, así que gracias a él acudí a usted, para que me ayude a planificar
mi boda, espero poder hacerla antes de que culmine este mes...

Jin asintió y abrió un cuaderno especial para bodas mientras el rubio continuaba
explicándole, él revisó por encima y sí, efectivamente era ese, donde tenia toda clase de
apuntes y cosas importantes para ofrecerle al cliente.

—¿Así que Jungkook te habló bien de mi? pero qué tierno es, somos buenos amigos y
socios. Me pidió exclusivamente esta cita, así que aquí estamos, haré todo lo posible para
que tengas la boda de tus sueños.

Jimin se dio cuenta del pequeño error que cometió inocentemente el pelirosa, nombrar al
azabache frente a Taehyung.

Por su parte, Taehyung paseaba su vista por el lugar, admirando cada detalle, entre más
atención ponía, más se enamoraba del lugar.

Pero, los pensamientos del pelirrojo se vieron abruptamente acortados cuando repitió en su
mente las palabras anteriormente dichas por el encantador Jin.

"¿Así que Jungkook te habló bien de mi? pero qué lindo es..." Jungkook

—Jungkook...

Susurró apenas audible, su corazón empezó a latir desenfrenado al recordar su nombre.


¿Pero cómo pudo olvidarse? ¡Todos estos años negándose a salir con alguien, por su
simple recuerdo! ¿para simplemente olvidarlo sin querer cuando ambos estaban en la
misma ciudad? se sentía fallecer.

Su mente repetía aquel nombre que amaba pronunciar, su cerebro mandó un estimulo que
causó un escalofríos, recorriéndole el cuerpo entero.

Jungkook aún tenia aquella habilidad sobre su cuerpo, sobre su mente, sus sentidos se
alteraban, pero era increíble que aún, al pasar de los años, con un simple recuerdo pueda
ponerse así de nervioso, que él, con un recuerdo le cause tanto en tan solo instantes.
Y es que su corazón latía desenfrenado, como si intentase huir de un asesino, sin razón
aparente, de un momento al otro se sentía pesado y lento, con dificultad para procesar los
miles de pensamientos que en su confundida mente se desataron.

Además, una gran presión se instaló en su pecho, oprimiéndolo.

Sentía ansiedad, estaba ansioso y no esperaba nada, pero ¿cómo la saciaba? Sentía la
necesidad de verlo, era obvio, pero un miedo se adueñó de su cuerpo, tenia un montón de
emociones acumuladas, al mismo tiempo y no sabía qué hacer, miles de preguntas y no
tenia respuestas.

¿Acaso Jungkook lo recordaba a él? ¿seguía esperándolo? Se golpeó mentalmente al ver


la ingenuidad de sus pensamientos ¿cómo podía llegar a pensar que Jungkook, luego de
tanto tiempo, siga esperando por él? era absurdo, pero admitía que hubiese sido fantástico,
pero debía dejar de pensar y soñar como un niño, ya era mayor, y debía ser realista, tener
algo con Jungkook o siquiera volver a verlo, no era ser realista.

Le partía el corazón, porque aunque no lo admitiese a viva voz, todos los días, seguía
amándolo solo a él.

Jimin le preguntaba en ocasiones que si de por casualidad tenia pareja, pero ¿por qué
mentir del todo? simplemente evadía el tema o decía "En estos momentos de mi vida, he
decidido concentrarme en mi, nada más" porque era eso, una simple escusa para evadir el
tema, ¿cómo le decía a su hermano que aún seguía soñando con Jungkook? ¿qué nadie
lograba gustarle lo suficiente como para siquiera reconsiderar olvidarlo? Que nadie lograba
enamorarle como Jungkook sabia hacerlo...

Pero inmediatamente recordó aquel rencor que en su interior guarda receloso, él estaba
molesto, el azabache se había ido aquel día sin siquiera esperarlo, sin darle un explicación
o una simple despedida, que le prometiera que se volverían a ver, que él haría todo lo
posible para reencontrarse, pero cuando llegó, se encontró simplemente con el recuerdo,
que cada vez se hacia más vago.

Su mente se vio demasiado ocupada pensando en el azabache todo ese tiempo, que no se
dio cuenta cuando la sección había culminado.

—Fue un placer haberlos tenido aquí el día de hoy. Bueno, Jimin, me has dado varias ideas
de cómo empezar, así que ahora mismo comenzaré, ya que sólo tengo menos de un mes
para organizar todo, tienes mi número y correo, estaré comunicándote todo por algunos de
esos dos medios, también para avisarte cuando volvamos a reunirnos. ¡Todo quedará
maravilloso! confía en mi.

—Confío en usted, claro que sí. ¡Espero verlo muy pronto con buenas noticias! Adiós,
cuídese.

Jimin tomó al pelirrojo por los hombros llevándolo con dirección a la puerta, fuera de la
oficina, al ver que este no tenia intenciones de moverse, seguía en una clase de trance. Él
sabia por qué, o por quien.
Al estar fuera del campo visual del pelirosa, Taehyung se volteó a ver a su hermano con el
ceño fruncido.

Jimin sentía la pesada mirada de su hermano sobre él, sabia que el menor estaba
esperando una respuesta, pero quería que se lo preguntase directamente.

Subieron al elevador y todavía ninguno decía nada.

—¿Y entonces?

—¿Y entonces, qué?

Jimin agrandó sus ojos levemente, una pequeña sonrisa traviesa se asomó en sus
abultados labios, mientras el pelirrojo bufó en señal de molestia.

—No te hagas el tonto, Jimin. Escuché perfectamente que el príncipe dijo "Jungkook"

Jimin no pudo evitar soltar una pequeña carcajada al procesar cómo su hermanito le había
dicho a Jin, pero la verdad, si lo pensaba bien, sí parecía un príncipe.

Y uno muy bien vestido...

—¿A sí? bueno, quizá se refirió a otro Jungkook ¿No crees? hay muchos "Jungkook's" en
el mundo...

Taehyung bajó su mirada y pensó detenidamente... podría ser cierto.

—¡Un momento! Tú dijiste un amigo en común entre Jin y tú ¿acaso es "otro Jungkook"?

Jimin no pudo evitar reír, de verdad su hermanito se había vuelto muy astuto, ya no era fácil
de engañar.

—Podría, pero no es esta situación.

Sí es ese Jungkook del que hablamos.

Aunque el pelirrojo lo supiera desde un principio, su corazón dio un vuelco al escucharlo de


la boca de Jimin.

—¡Una cosa más! Dijiste "amigo" ¿Tú y Jungkook siguen siendo amigos y yo nunca lo
supe? si es así, te...

—¡Espera, espera! Jungkook y yo habíamos dejado de ser amigos, pero lo somos ahora,
nuevamente.

Taehyung lo veía confundido, mientras inclinaba levemente su cabeza a un lado.


Jimin al ver que la confusión predominaba en el rostro de su hermanito, continuó hablando.

—Digamos que el venir a Japón no fue únicamente por la boda...

Los ojos del pelirrojo se agrandaron y un leve sonrojo cubrió sus mejillas.

—¿A qué...?

—¿Me refiero? Pues, luego de llegar a Japón, fui a visitar a Jungkook, a su empresa. Hablé
con él todo el día, le pedí... perdón, por mi actitud años atrás, digamos que fui muy
inmaduro. Ya te lo había mencionado, sabes que me arrepiento por haber sido así, tú eras
un niño y bueno, no actué a tu favor, sólo fui el típico hermano celoso.

Taehyung quitó su mirada encima de Jimin y la fijó en el suelo, era verdad, su hermano le
había pedido perdón hace unos cuantos meses, y hizo todo lo posible para acabar con ese
pequeño e insano rencor que tenia por él, eran familia, y sabia que las disculpas de Jimin
eran sinceras, así que logró perdonarlo, pero era un tema muy delicado para él, un tema del
que nunca hablaron otra vez.

—¿H-hablaste con... él?

Jimin veía a su hermanito, este tenia su mirada fija en algún punto del suelo, justo como
cuando el menor quería retener las lagrimas, lo conocía muy bien.

Y su corazón se arrugo de tristeza.

—¡Sí! hablé con él, y me preguntó por ti.

Los ojos de Taehyung se posaron rápidamente sobre el rubio, Jimin vio sus lindos ojitos,
siendo iluminados por pequeñas lagrimas que no terminaron de formarse, y veía algo más
en ellos... veía ilusión.

Una alegría se instaló en su corazón al oír que el azabache había preguntado por él, no
pudo evitar sentirse como un tonto enamorado, nuevamente por él.

— ¿Te preguntó por mi? ¿Qué dijiste? ¡Jimin, habla! Las puertas del elevador se abrieron,
interrumpiendo su conversación.

Taehyung sintió un fastidio eminente atravesarlo, mientras Jimin se reía de su carita, era tan
cómico y tierno, a la vez.

—Me preguntó cómo estabas, se mostró muy interesado por saber de ti... ¿te digo un
secreto?

Taehyung asintió rápidamente mientras salían del edificio, no sin antes despedirse de la
recepcionista.

—Creo que todavía está enamorado de ti.


Un intenso rojo carmesí se adueñó del rostro del pelirrojo, quien parecía un auténtico
tomate andante.

—¡¿Pero qué cosas dices?! claro que no, no debe ni recordar mi rostro.

Jimin negó repetidas veces.

—¡Te digo que sí! él sí se acuerda de ti, me preguntó por ti, y créeme lo que te digo, todavía
está enamorado de ti.

Taehyung decidió quedarse callado, su ser entero sabia que eso debía ser un vil mentira
por parte de su hermano para que no se sintiese mal, pero ¿y si era verdad?

—Y está soltero.

Taehyung volteó a verle, eso sí debía ser mentira.

¿Cómo un hombre tan hermoso y profesionalmente exitoso como Jungkook estaría soltero?

CAPÍTULO 51

Desde que habían llegado a Japón, apenas hace una semana, no habían hecho algo más
aparte de cosas relacionadas con la boda.

Y Taehyung no culpaba a su hermano, lo veía emocionado y muy feliz yendo a cada una
de esas cosas, Jin se había dedicado exclusivamente a la boda del rubio, cosa que
agradecían enormemente, así que Jimin estaba muy ocupado, como para salir a explorar la
hermosas y modernas calles de Tokio.

Por otro lado, estaba YoonGi.

El peliazul acompañaba a Jimin en algunas de esas salidas con Jin, aunque el rubio
procuraba de que no se enterase de mucho, sólo que sí, quería que su prometido fuera
participe de algunos detalles esenciales.

Él también acompañaba a Jimin, incluso más que YoonGi, ya que para eso fue, para
acompañar y apoyar a su hermano en todo ese proceso tan hermoso, y por supuesto, para
estar presente en el gran día.
Pero, ese día en particular, Jimin había decidido salir solo a algún lado, también quería
darle descanso a su hermanito, y por su parte, estaba YoonGi, quien dormía luego de haber
trabajado incluso cuando no era necesario.

Así que eso lo dejaba a él, solo y demasiado aburrido, dentro de aquel hermoso
departamento, dónde no había nada qué hacer, aparte de admirar la hermosa vista de
Tokio.

Se acercó al gran ventanal, posando delicadamente su mano en el vidrio y observando


maravillado todo el exterior.

No podía imaginarse la cantidad de aventuras que ahí afuera debían de haber, porque es
que en un lugar tan grande tenían que haber miles de cosas por hacer, miles de cosas por
explorar, tantas cosas hermosas a las cuales podría tomarles fotos, y él ahí, encerrado...

Se alejó del vidrio, no lo pensaría más, saldría a explorar Tokio.

(...)

El pelirrojo estaba emocionado, rápidamente se arregló y salió del departamento, había


decidido que no usaría ningún tipo de transporte, porque quería apreciar hasta el más
mínimo detalle.

Tenia el mínimo conocimiento de cómo llegar de regreso al departamento, para él no tenia


ciencia, era doblar aquí, seguir derecho, unas cuantas calles a la izquierda y listo.

Caminó y se maravilló con lo que apenas veía. M

No entendía en lo absoluto la caligrafía japonesa, pero era hermosa. Pequeños locales, uno
al lado del otro, pareciese que dentro de ellos había un mundo entero, quería entrar a cada
local y comprarlo todo.

Ahora que lo pensaba, una de las miles de cosas que caracterizaban a Japón eran sus
extravagantes sabores, así que entró a una pequeña tienda, compraría unos cuantos
dulces, los que más llamen su atención y saciaría aquella curiosidad que clamaba ser
complacida.

Con ayuda de su muy básico nivel de ingles, y muchas, muchas señas, logró completar su
misión, comprar en un idioma completamente distinto, aunque no dijo ni una sola palabra en
japones, a excepción de "Arigato" y "Sayonara" Cuando oyó a la joven que atendía el local
hablándole en japones, por lógica, entró en una especie de pequeño "shook" momentáneo,
dónde no supo cómo responder, pero rápidamente reaccionó, tomando un poco de "control
sobre el asunto" Cuando salió, se sintió victorioso.
Mientras caminaba, revisó por encima la bolsa de dulces y snacks que compró, habían
varias bebidas que lograron llamar su atención, pero lo importante aquí, eran los dulces.

Aún seguía entre pequeñas calles, eran lindas, pero él quería ver el centro de Tokio, dónde
estuviesen las grandes tiendas, estructuras extravagantes.

Así que siguió caminando, guiándose por los lugares más llamativos.

Pero, mientras caminaba, abrió uno de los varios dulces que compró, tomó uno con
empaque rosa y una pequeña figura animada de un panda, según lo que entendía por la
imagen, era un pequeño y esponjoso pastel, que en su interior había una crema de fresa.
No se veía para nada mal, incluso era demasiado tierno, no quería romper en empaque.

Y ese era un punto a favor de los japoneses, eran expertos en el diseño y marketing de
todos sus productos, y él, era una pobre alma condenada a ser un comprador compulsivo.

Mientras saboreaba el delicioso dulce, visualizó un pequeño felino, acostado a un lado de la


estrecha pero muy colorida calle, este lo veía fijamente.

Fijó su vista en él, lo detalló y llegó a la conclusión de que era un hermoso gatito. Era blanco
y amarillo, estaba pulcro, resaltando la viveza de brillante pelaje.

En su cuello llevaba un collar rojo, con una pequeña campanita dorada en el medio, así que
no era callejero.

También resaltaba su gran pansita, que descansaba en el asfalto.

En ese momento murió de ternura y se acercó al felino, quien hizo el atisbo de levantarse e
irse huyendo, obligando al pelirrojo a parar inmediatamente sus apresurados pasos.

Debía ser cauteloso, se acercaría poco a poco, sin alertarlo o asustarlo. "Pero es que es
tan lindo..." Y así lo hizo, se acercó lentamente, agachándose al estar relativamente cerca
de él, a una distancia en la que podía apreciar su evidente belleza, y el lindo felino tuviera
su espacio y no se sintiese amenazado.

—Hola, amiguito... qué lindo eres... ¿cómo estás?

El gato tenia una expresión seria en su carita, lo miraba con desdén, mientras que en el
rostro del pelirrojo había plasmada una gran sonrisa.

Alzó su mano, con intensiones de tocar su cabeza, pero el movimiento ocasionó que la
bolsa dónde traía todos sus dulces provocara el ruido de las envolturas.

El felino fijó su vista en la bolsa, interesado en qué estaría dentro de ahí.

Taehyung se dio cuenta y volvió mover la bolsa, ocasionando que el gato maullara.
—¿Así que quieres un dulce? veamos qué te podría gustar...

Rebuscó entre los snacks, buscando algo que quizá llamase el apetito del felino, quien lo
veía atentamente. Sacó un dulce de chocolate y se lo tendió.

—¿Este?

El gato se acercó a él y olfateó el empaque, pasando de él y yendo hacia la bolsa


directamente.

El felino maulló viendo la bolsa, así que Taehyung volvió a rebuscar.

Sacó otro dulce, ahora era de vainilla.

El gato olfateó nuevamente el empaque, pero esta vez no dejó de olerlo, así que el pelirrojo
abrió el empaque, dejando al descubierto otro pastelillo esponjoso, que lucia delicioso.

El gato empezó a olerlo detenidamente, hasta que lo lamió, una y otra vez, empezando a
morderlo.

El lindo animal comía


lentamente, sin prisas.

Taehyung lo observaba atentamente comer aquel dulce, apreciaba lo tierno que es.

El pelirrojo alzó cuidadosamente el pequeño pastel, dejando nuevamente el dulce sobre el


asfalto directamente, llevándose consigo la envoltura.

—Bien, amiguito, me alegro que te haya gustado, cuídate mucho.

Se levantó y el felino fijó su vista en él, nuevamente, pero la quitó y se concentró en su


comida, ocasionando que una pequeña sonrisa se asomase en los labios del pelirrojo.

(...)

—Gracias por haber aceptado llevarme a casa, Jungkook.

El azabache soltó un pequeño suspiro mientras manejaba, asintiendo.

—No hay de qué, Sun Hee...

La azabache se volteó hacia él, viéndolo desde el puesto del copiloto.

—Eres muy atractivo desde este ángulo, tienes un lindo perfil...

Jungkook sonrió algo incómodo, no sabia qué responderle.


—Gracias...

—¿Sabes lo lindos que saldrían nuestros hijos?

Jungkook agrandó sus ojos, para luego voltearlos en señal de cansancio, ya sabia que Sun
Hee no decía nada fuera de lo normal.

—Qué creativa eres, y graciosa también.

La chica entrecerró sus ojos, viéndolo fijamente, pero inmediatamente se relajó.

—Lo tomaré como un cumplido.

Jungkook tuvo que asistir a una reunión que convocó el padre de Sun Hee, quién era un
socio de su empresa.

Apenas hace un par de semanas habían firmado el contrato, así que el progenitor de la
azabache le dijo que gustaría hacer una fiesta con motivo de celebrar su asociación.

Aquellos eventos eran muy importantes, ya que ahí conocías a más personas con grandes
empresas, dónde salían muchas propuestas.

Su estatus social se elevaría, siendo más reconocido. Obligatoriamente asintió "encantado"


por la futura fiesta que sugirió su socio, la cuál se realizaría unas cuantas semanas
después.

¿Por qué entre comillas? ya que debía admitir que eran algo aburridas, obviamente
llegaban a fastidiarlo, aveces las personas con mucho dinero llegaban a ser muy
superficiales, plásticas y para nada interesantes, aparte de su posición económica.

Se volvía una rutina enfermiza, hasta cierto punto.

En aquella reunión, inevitablemente se encontró con Sun Hee, quién al verlo se alegró
demasiado y lo tomó del brazo, entrelazándolo con el suyo y quedándose junto a él en toda
la reunión.

Claramente no podía zafarse del agarre, ya que estaba frente al padre de la misma y este
posiblemente lo tome como una ofensa, en esa ocasión, ganaba ella.

Sun Hee le pidió que la llevase a su casa, se vio en la obligación de aceptar, ese día debía
volver a su empresa a buscar unos documentos, y terminar un trabajo importante.

Y ahí se encontraba, llevándola a su casa.

Era la hora en la que todos los trabajadores salían a almorzar, así que había mucho traficó.

Fijó su vista unos segundos al exterior, viendo a la gente


cumplía.

Su vista se posó sobre un joven con el cabello rojo, lucía muy brillante a la plena luz del sol.

Sin darse cuenta, lo seguía observando mientras este caminaba viendo todo a su alrededor,
lo cual le daba a entender que era un turista.

El chico avanzó hasta que casi desaparecía de su campo visual, este volteó un momento,
permitiendo ver su rostro vagamente.

Apenas pudo verlo, ya que se encontraba relativamente lejos.

Era un chico apuesto, debía admitirlo, lograba llamar su atención.

Cuando apenas iba a detallarlo, para ver si lograba reconocerlo de algún lado, no pudo ya
que un auto detrás suyo sonó su claxon. Se sobresaltó, sentándose recto de golpe.

—¿Qué sucede?

Jungkook avanzó, sintiendo como sus mejillas se tornaban levemente rosas.

—Nada, sólo me distraje...

La chica asintió un poco extrañada, pero no le tomó importancia.

Jungkook sintió una extraña presión en su pecho, como una clase de corazonada que le
insistía en devolverse y ver de cerca a ese chico.

Pero su lógica lo regañó, era innecesario ¿Por qué tanto interés? era un chico, eso es todo,
no se trataba de Taehyung.

"Además, Taehyung es castaño."

Era verdad, ¿qué le pasaba? , incluso en esos momentos se encontraba llevando a Sun
Hee a su casa, no podía...

Sacudió su cabeza, sentía la necesidad de hacerlo, se sentía ansioso, y no podía quedarse


con esa duda plasmada en su mente.

—¡Agh! Sun Hee... olvidé completamente que debía hacer algo importante... no podré
llevarte a casa... lo lamento mucho...

La azabache volteó a verlo, notablemente confundida.

—¿A qué te refieres? puedo ir contigo, no te preocupes, tengo tiempo para ti.

Jungkook sintió una gran frustración adueñarse de él, entre más tardara, más lejos se iría
aquel chico.
—¡No! no entiendes, debo ir solo, lo lamento. Te daré para un taxi ¿sí? prometo
recompensarte.

Estacionó y sacó su billetera, sacando incluso más dinero que para el taxi.

La chica lo miraba boquiabierta, no entendía la repentina desesperación de Jungkook.

Se sintió molesta ya que este no la dejaba ir con él.

—No necesito que me des para un taxi, gracias por nada.

Sun Hee abrió la puerta del auto de Jungkook, pero este la tomó de su muñeca, impidiendo
que saliese molesta.

—De verdad, discúlpame por dejarte varada aquí, Sun Hee. Prometo recompensarte por
dejarte aquí ¿Sí? no te molestes...

La azabache se conmovió por el tono tan sutil con el que le habló, le fue imposible no dejar
escapar una sonrisa.

—Eres un idiota, por supuesto que lo recompensarás.

Jungkook sonrió y la soltó, dejándola salir.

—Te llamaré luego, adiós.

(...)

Luego de dejar a Sun Hee a un lado del centro de Tokio, buscó la manera de poder dar la
vuelta, yendo varias calles atrás.

Veía desesperadamente el exterior, buscando aquel brillante y llamativo cabello rojo.

Se confundió varias veces con otras personas, en Japón, tener el cabello de colores
fantasía era algo normal, así que era un poco complicado.

Sintió una punzada en su corazón al lograr distinguirlo entre tanta gente, lo encontró.

Lo vio entrar a un tienda, miró bien cuál era para tener una referencia, debía buscar la
manera de estacionar y bajar a verlo personalmente.

(...)
CAPÍTULO 52

Bajó de su auto, luego de buscar apresuradamente un estacionamiento.

En ese preciso instante se encontraba adentrándose al gran centro comercial en busca de


aquella tienda, tienda en la que vio por última vez a aquel pelirrojo.

La verdad, no entendía aquella desesperación por ver su rostro, pero se sentía atraído por
saberlo.

Pero la pregunta que en su mente se repetía era ¿Qué haría luego de verlo? nada,
absolutamente nada.

Habría perdido su tiempo en una búsqueda absurda, pero suponía que no había vuelta
atrás, ya se encontraba ahí.

Visualizó en la lejanía la tienda, por lo cual se apresuró en llegar, pidiéndole al cielo que
aquel chico se encontrase todavía ahí dentro.

Al estar frente a la misma, se dio cuenta que era una tienda de peluches, libros con tiernos
estampados y miles de adornos adorables.

Los colores pasteles predominaban por todo el lugar, cada objeto lucia brillante y llamativo a
la vista de cualquier niño.

Se sintió extraño al entrar a la tienda ya que su vestimenta era elegante y ejecutiva, todo lo
contrario a su entorno. Inmediatamente una joven empleada se acercó a él, parándose al
frente suyo y sonriendole abiertamente.

—¡Hola, sea bienvenido! ¿Puedo ayudarle en algo?

El azabache negó, tratando de hacerse a un lado y poder entrar, pero la chica siguió sus
pasos, estando aún frente a él.

—No te preocupes, sólo veré si encuentro a...

—¡Permítame guiarlo! estoy segura que encontrará lo que busca, sigame.


Jungkook no encontraba de qué forma decirle que no buscaba nada de aquella tienda, sólo
necesitaba ver al pelirrojo y no veía rastros de él ahí dentro.

La joven le sonreía amablemente, no tuvo más opción que ir tras ella, sin procesar las mil y
una recomendaciones que le decía acerca de todos los productos, ya que paseaba su vista
por todo el lugar, buscándolo.

Recorrió fallidamente al rededor de unos cinco minutos la tienda, sin encontrarlo.

—¿Y bien? ¿encontró lo que buscaba? ¿ha visto algo que llame su atención?

Jungkook vio por última vez la tienda, para luego suspirar frustrado.

— No, pero de todas maneras, gracias.

(...)

Jungkook siguió buscando al rededor de diez minutos, sin lograr encontrarlo.

Estaba apunto de darse por vencido, cuando tiró su vista a lo lejos, logrando visualizarlo
entre la multitud de personas.

Logró ver su perfil rápidamente, y se le hizo vagamente familiar.

Volvió a apresurarse, tratando de no perderlo nuevamente entre las personas, pero justo
cuando estaba tan cerca, este entró a una cafetería.

Disminuyó su paso, a la vez que soltaba un bufido.

Se sentía patético ¿Cuándo pasó de estar en su oficina trabajando ocupado a estar


persiguiendo a un perfecto desconocido? quiso creer que en más de un intento el destino lo
detuvo al no encontrarlo fácilmente, pero seguía intentándolo.

Entró a la cafetería, y pudo reconocerla ya que solía venir aquí seguido, luego de almorzar.

Era un lugar altamente reconocido, y como consecuencia, muy costoso. Pero valía la pena,
ya que era un lugar muy moderno y estilizado, además de que sus cafés y postres eran
deliciosos.

Vio al pelirrojo yendo con dirección al mostrador, así que se acercó a él, parándose tras
suyo en una pequeña fila. Realmente podía ir y sentarse, esperar a que viniese un mesero y
lo atendiese, pero al parecer el pelirrojo no lo sabia, o simplemente quería ordenar
personalmente en el mostrador.
Mientras esperaba, se le fue imposible no alejarse un poco y poder apreciar su figura desde
atrás, ese chico tenia un lindo trasero.

Era ligeramente más bajo que él, tenia un porte sutilmente fino y delicado.

El azabache se distrajo viendo su cuerpo desde aquella perspectiva, y no se dio cuenta que
el pelirrojo ya se encontraba pidiendo su orden, o bueno, tratando de ordenarla.

—Quiero... este... este que está aquí.

Escuchó su voz, le sonaba familiar, pero se percató que no hablaba en Japones, sino que
en Coreano.

El trabajador tras el mostrador trataba de entender cuál era el postre que deseaba el cliente,
veía atentamente sus señas e indicaciones.

—El Cheesecake de fresa y chocolate que está aquí.

El trabajador volteó a ver al dueño de aquella voz, encontrándose con un azabache muy
bien vestido y de porte elegante.

El trabajador asintió rápidamente y se retiró en busca del pedido, por su parte, ambos
jóvenes que se encontraban a la par, voltearon a verse.

Taehyung abrió su boca para agradecerle a quien fuese que lo ayudó con su pedido, pero
sus palabras murieron en su garganta al ver de quién se trataba.

Los ojos de Jungkook se abrieron en grande a causa de la impresión, su boca se abrió y


cerró, tratando de formular palabra alguna, pero no tuvo éxito.

Ambos sentían a su corazón latir con fuerza, sus rostros carecieron de color en segundos,
quedando pálidos y sin poder reaccionar.

—Eres tú...

Jungkook apenas pudo formular aquellas palabras, el pelirrojo asintió lentamente, sin poder
creer que quien estaba frente suyo, era Jungkook.

El azabache detalló cada una de sus facciones, su cabello ya no era de aquel hermoso
color castaño, ahora era rojo intenso, pero debía admitir que se veía condenamente sexy
así.

Sus labios seguían siendo una tentación a primera vista, había cambiado ligeramente, pero
absolutamente para bien.

Por su parte, Taehyung contemplaba al nuevo Jungkook frente a él, que en su opinión, sí
había cambiado bastante, sus facciones lucían más duras y prepotentes, estaba más alto,
pero su hermoso cabello azabache lucia igual de brillante, sus ojos lo miraban
intensamente, haciéndolo sentir nervioso y torpe.

Su vestimenta consistía de un traje elegante, haciéndolo lucir incluso más irresistible de lo


que ya es.

Un centenar de sentimientos florecieron dentro de ellos al verse directamente a los ojos,


ambos querían decirse miles de cosas, pero no podían hacer algo más aparte de verse
fijamente.

(...)

Ahora se encontraban uno frente al otro, sentados en una mesa de aquella cafetería.

Ambos seguían sin decir nada, empezaba a tornarse incómodo, por lo que Jungkook se
apresuró en hablar.

—Ha pasado mucho tiempo... ¿cómo has estado?

Taehyung quiso sentirse ofendido por la pregunta ¿cómo mas iba a estar? ¡como un
auténtico idiota, esperándolo! Pero se obligó a mantenerse sereno y calmado.

—Muy bien. ¿Cómo te ha ido a ti?

—Dígamos que bien, no me puedo quejar.

Otra vez ese silencio, ¿acaso así iba a ser su reencuentro? Ninguno sabia qué decir o
hacer, los nervios dominaban sus cuerpos enteros, haciéndolos sentir extremadamente
torpes e inseguros.

Taehyung no sabia cómo recriminarle el pasado, aquel pasado que lo perseguía en el


presente, pero era ilógico, ya que eso había pasado hace mucho tiempo atrás, habían
dejado de ser pareja desde entonces, y no le parecía correcto que lo primero que le dijese
es que él, era un auténtico idiota por haberlo dejado sin una explicación.

Pero, si él continuaba reviviendo aquellos días, el azabache no tenia porqué hacerlo.

El problema era él, que no lograba superarlo. Jungkook, por su parte, no encontraba de
qué forma sacar a flote aquel tema, tema que en la actualidad seguía teniendo la misma
importancia que en un principio para él.

Sabia que en gran parte había sido culpa suya, se rindió fácilmente, y una de sus mayores
escusas era que Taehyung estaría mejor con personas igual de jóvenes que él, pero la
diferencia de edades entre ellos no era tan drástica ni abrumadora.
Ahora que lo tenia al frente suyo, estaba seguro que no quería dejarlo ir ¿cómo siquiera
llegó a darse por vencido? ¿cómo siquiera consideró correcto dejarlo ir con otro que no
fuese él?

—Taehyung...

El pelirrojo alzó su vista del delicioso Cheesecake en frente suyo, para posarla en
Jungkook, quien lo veía fijamente, provocando que sus mejillas se sonrojasen.

—Sé que... tal vez no sea la mejor manera de comenzar, luego de por fin vernos en mucho
tiempo, pero... quiero pedirte perdón.

El hermoso rostro de Taehyung quedó inexpresivo, viéndolo fijamente a los ojos de manera
severamente seria, como si quisiese ahorcarlo ahí mismo, en cualquier instante.

—¿Quieres pedirme perdón? ¿Por qué razón deberías pedirme perdón? no hay motivo.

Los labios de Jungkook se fruncieron hacia abajo ante el tono de ironía que teñía la voz del
pelirrojo, comprendía su resentimiento.

—Sabes que si hay un motivo... de verdad, lo siento mucho. Sé que debes odiarme en
estos momentos, te prometí que nunca me iría de tu lado, pero te dejé. Créeme cuando te
digo que me arrepiento de no haber luchado más por ti, porque lo mereces. Sigo
arrepintiéndome por mi error, debí buscarte, pero me convencí como un tonto de que tú
estaría mejor sin mi.

La ira en el pecho de Taehyung se incrementaba gradualmente, aquel resentimiento que


estuvo dormido por tanto tiempo, quería estallar en ese preciso momento.

—¿Lo sientes? ¿qué sientes? ¿el haberme dejado como un idiota, enamorado de ti,
esperándote y que nunca te dignaras a buscarme? ¿de qué te arrepientes? Me ves ahora,
luego de tanto tiempo y ¿quieres fingir que te arrepientes? No esperes que me lo crea, ya
no soy aquel ingenuo niño al que enamoraste. Me causa risa que Jimin y tú "sepan" qué es
lo mejor para mi, o qué debería serlo ¿Acaso pensaste en lo que yo quería?

Jungkook guardó silencio ante sus palabras, sabia que merecía oír todo eso de su parte, e
incluso más, había sido un idiota, y sabia que no iba a ser fácil conseguir su perdón, pero
lucharía por él.

—Taehyung... yo...

—¿Tú qué? ¿qué quieres? ¿qué te perdone? bien, pero luego ¿qué? ¿qué ganarás con
eso?

Jungkook se sentía amenazado, e incluso intimidado ante la actitud tan prepotente de


Taehyung.
Usualmente no se dejaría tratar así por nadie, pero Taehyung siempre seria una excepción.

Se lo merecía, el menor tenia el derecho de desahogarse por haberlo dejado, aunque había
sido en el pasado, eso seguía siendo parte de su presente, la pregunta del pelirrojo fue
oportuna.

¿Qué haría luego? en esos momentos estaba decidido en obtener su perdón, pero ¿eso
seria reconciliarse? porque para él, dejar ir a Taehyung no seria nuevamente una opción.

—Quiero que me perdones, porque para mi es muy importante, ni yo mismo logro dejar de
culparme, sé que sufriste mucho por mi culpa, pero créeme que también sufrí por mi
estúpida decisión.
Luego de que logres perdonarme, quiero que... lo volvamos a intentar, quiero que vuelvas a
ser mío.

En el interior de Taehyung había una colisión de sentimientos y emociones, estaba molesto


y receloso con él, pero ¿cómo no sentir que su corazón se derretía dentro de él al oír que
Jungkook quería que volviese a ser suyo? el problema era que, nunca había dejado de
serlo. Como deseaba poder decírselo, pero su enojo era mucho mayor.

—¿Volverlo a intentar? ¿acaso crees que estoy soltero?

El rostro del azabache palideció ante la desafortunada sorpresa, se sentía como un idiota,
¿cómo no lo pensó antes? ¿cómo siquiera pensó que alguien tan hermoso como Taehyung
estaría soltero a esas alturas?

Se golpeó mentalmente por no haberle preguntado esa clase de detalles a Jimin antes, pero
ya era tarde, lo que llegó a temer, sucedió. Por su parte, Taehyung sintió pena por él, al
notar que el brillo en sus ojos se apagó de golpe, viéndose desilusionado.

Jungkook le había dicho que quería su perdón, y que luego deseaba que volviesen a estar
juntos, obviamente dentro de él, su lado irracional gritó de alegría e hizo de su interior toda
una fiesta en total descontrol, deseaba que Jungkook hablase enserio y se esforzara en
ganarse su perdón, y por supuesto que quería que lo intentasen, él nunca dejó de amarlo y
dudaba que dejase de hacerlo, pero su estupidez le ganó al inventar tal mentira.

—Pero que afortunado debe de ser tu novio... me ganó por mucho, entonces.

Taehyung sintió pánico ¿acaso por su estúpida mentira, Jungkook se retractaría? ¡Mierda!

—Supongo que lo es... Y seguía ¿acaso no podía cerrar su boca?

—Pero yo puedo ser mejor que él ¿no lo crees?

Un sonrojo se adueñó violentamente de sus mejillas, pero qué atrevido...

—Cretino.
Jungkook sonrió ante su tierna actitud, seguía molesto, pero podía percibir que estaba
nervioso por su nueva y osada actitud.

El azabache decidió dejar el tema, momentáneamente, hasta ahí, luego seguiría.

Lo que deseaba en esos momentos es que el pelirrojo lo abrazase fuertemente, quería


sentirlo entre sus brazos, pero veía eso realmente difícil.

—Permíteme, pagaré tu cuenta. ¿Deseas algo más?

Jungkook hizo el ademán de levantarse, pero Taehyung lo tomó de su muñeca,


deteniéndolo.

Jungkook posó su mirada sobre la mano ajena sobre la suya, aquel minúsculo tacto
despertó un millón de sentimientos en su interior, su corazón se aceleró de un momento al
otro.

Taehyung se percató, retirando su mano rápidamente.

—No necesito que pagues nada por mi.

Aquella actitud tan recelosa de Taehyung no provocaba nada más que ternura en Jungkook,
se le hacia tierno verlo a la defensiva, no importa cuántas veces lo rechazara, o si tenia
novio, él volvería a ser suyo, y esta vez no lo dejaría ir por nada en el mundo, se ganaría su
perdón.

—Si no quieres nada más, iré a pagar.

Jungkook no dio tiempo de respuestas, cuando se levantó y fue a pagar la cuenta del
pelirrojo, dejando a Taehyung con las palabras en el aire y la boca abierta.

Minutos después, Jungkook volvió a la mesa donde se encontraba Taehyung, terminando


de comer su postre.

—Debí elegir algo más caro, entonces.

Jungkook rió y se sentó, viéndolo con aquella sonrisa traviesa en sus labios.

—Debiste, pero todavía puedes pedirlo.

Taehyung declinó internamente su oferta, él no era un interesado.

—Gracias, pero debo irme ya.

Taehyung intentó levantarse, pero Jungkook lo detuvo rápidamente.

—¿A dónde vas? puedo llevarte, si deseas...


Aunque todo su subconsciente gritara emocionado "¡Sí!", él rechazó toda oportunidad,
negando rotundamente.

—No, gracias... iré a varios lugares, estoy explorando Tokio.

Jungkook inclinó su cabeza de lado, pensando en una rápida y astuta solución. Él debía ir a
su trabajo, para terminar lo que dejó por mitad debido a la reunión del padre de Sun Hee,
pero no quería dejarlo ir solo, quería acompañarlo y llevarlo a conocer lugares hermosos.

—Seré tu guía, déjame acompañarte.

Jungkook pedía ansioso internamente que la respuesta fuese positiva, pero no podía
asegurar que el pelirrojo quisiese tenerlo cerca.

Los segundos le parecieron eternos al azabache, viendo y descifrando atentamente cada


mínimo gesto, sin lograrlo.

—¿Puedes? ¿acaso no tendrías que ir a trabajar?

—¿Qué importa?

Taehyung quiso sonreír, pero no lo hizo, debía mantener su postura.

—La verdad no sé si quiero que vengas conmigo...

Jungkook quiso bufar ante el cambio de opinión del pelirrojo, por instantes pensó que
Taehyung aceptaría.

—Pero supongo que puedes... de todas maneras, necesito un guía.

(...)

CAPÍTULO 53
Luego de su reencuentro en la cafetería, y de que él le hubiese ofrecido ser su guía, habían
pasado todo el día en compañía del otro.

Jungkook no se había sentido así en mucho tiempo, y tampoco había hecho eso en tanto
tiempo, luego de haber estado con Taehyung por última vez, se había dedicado de lleno a
su trabajo, siendo totalmente absorbido por su empresa. Tenia dinero, sí y mucho, pero no
hacia nada más aparte de invertir y producir el doble.

Taehyung dejó de lado su pequeño resentimiento, por el momento.

Estaba encantado y muy emocionado por todos los hermosos lugares que Jungkook le
mostraba, veía como si fuese un pequeño niño todo su alrededor, quería probar todos los
dulces y platillos tradicionales que veía, Jungkook estaba más que feliz de poder
complacerlo. Jungkook pudiese decir que ese estaba siendo el mejor día de su vida,
pudiendo estar nuevamente con Taehyung por una mera casualidad, y que este estuviese
tan feliz, podía ver el brillo en sus ojos, y eso le encantaba, pero no podía declararlo como
"el mejor día de su vida" ya que ese había sido el día en el que lo conoció, el día en el que
lo vio por primera vez, luciendo como un ángel ante sus ojos.

—¡Definitivamente debo tomarme una foto con él!

Taehyung salió corriendo, yendo con dirección a un oso gigante de color rosa, era un
disfraz, pero para Taehyung lucia lo suficientemente real como para querer un foto junto a
él.

—Bien... yo tomaré la foto.

Jungkook sostuvo la cámara de Taehyung entre sus manos, tratando de captar ambos
cuerpos que posaban frente a la cámara.

—¡No, no, no! espera ¿puedes aparecer tú también? quiero guardar todos los momentos
lindos...

Las mejillas de Jungkook se tornaron rosadas, bien, eso no se lo esperaba para nada. Por
su parte, las mejillas de Taehyung se sonrojaron al haber dicho eso, pareciendo ambos dos
lindos tomates. Lucían como una joven pareja, tímidos e incluso inseguros de decir algo
equivocado, pero la gran diferencia era que ellos se conocían más que bien...

A Jungkook le dio un poco de vergüenza, es decir, lucia como todo un trabajador ejecutivo,
era uno de los empresarios jóvenes más influyentes en la industria, pero ¿dónde se
encontraba? ah, sí, posando al lado de un gigante y felpado oso rosa.

Pero, por supuesto que no declinaría la oferta del pelirrojo, a decir verdad, un lindo y cálido
sentimiento se desplegó en su pecho al saber que Taehyung quería que él fuese parte de
esos lindos recuerdos, que seguramente, atesoraría con amor.

Justamente iba pasando una chica, la misma de la tienda que le dio el recorrido,
ofreciéndole miles de ofertas.
—¡Disculpa! ¿puedes tomarnos una foto?

La joven volteó e inmediatamente lo reconoció, cómo olvidar a tan apuesto hombre.

Sonrió acercándose a él.

—¡Por supuesto!

Jungkook le devolvió la sonrisa, tendiéndole la cámara y se volteó, acercándose a


Taehyung.

El pelirrojo se sonrojó aún más cuando Jungkook se paró a su lado, abrazándolo por la
cintura y le sonrió a la cámara. Inmediatamente dibujó una sonrisa nerviosa en sus labios,
estaba demasiado nervioso y eso era lo que le causaba Jungkook a él, entre otras miles de
cosas.

Un sonido proveniente de la cámara avisó que la foto se había realizado, obligatoriamente


Jungkook tuvo que deshacer su agarre para acercarse a la chica, quien le devolvió la
cámara.

—¿Encontró lo que buscaba?

Jungkook entendió a qué se refirió, asintiendo mientras reía.

—Por fin lo encontré.

(...)

La noche había caído, en esos momentos ambos estaban dentro del auto de Jungkook,
recorriendo las brillantes calles de Tokio, dónde en la noche, todo lucia incluso más
hermoso.

Varios peluches, dulces y muchos recuerdos reposaban en el asiento trasero, la clara


evidencia de que Taehyung, era un comprador impulsivo, pero en esa ocasión fue especial,
esa era la excusa de Taehyung.

Ambos habían podido hablar un poco más acerca de lo que había ocurrido con ellos en todo
ese tiempo, Jungkook deseaba hablar con él a detalle, enterarse de lo más mínimo, pero no
era el momento indicado para invadirlo con todas sus preguntas.

—¿Así que decidiste dedicarte al modelaje?

Taehyung quitó su vista del exterior, para posarla en el rostro de Jungkook, viéndolo de
perfil.
Un sentimiento oprimió su pecho al recordar lo cercanos que eran, pero no podía olvidar
cuántas veces lloró por él, esperándolo.

Lo había extrañado demasiado, pero incluso teniéndolo a su lado, seguía extrañándolo.

Sabia que había sido Jimin quién se opuso a su relación, pero realmente pensó que
Jungkook lucharía por él, ahora que era mayor podía comprenderlo mejor, pero aún así
dolía.

Pero... era Jungkook, el que siempre sería el amor de su vida, eso pensaba él, ¿cómo llegar
a odiarlo? simplemente no podía vivir con ese rencor en su corazón, pero de verdad
deseaba que Jungkook se esforzase un poco en ganarse su perdón, aunque con solo
mirarlo, lo tenia más que ganado.

Consiguió perdonar a Jimin, claro que la diferencia era que Jimin era su hermano, pero si
Jungkook también se disculpaba ¿no merecía él también su perdón? Al fin y al cabo,
ambos sufrieron.

Aún así, quería que este hiciera algo para demostrarle su interés en volver a intentarlo.

El problema era su... pequeña mentira, pero fue una estúpida mentira de impulso, era
terrible actuando bajo presión, y como consecuencia ocurrían cosas así.

—Sí, al final me terminó gustando más que otras carreras, el problema es que no me va
muy bien...

Jungkook volteó a verlo extrañado, eso debía ser una broma.

—¿No te va muy bien? ¿cómo no te va a ir bien? si eres hermoso.

Las mejillas de Taehyung se sonrojaron violentamente ante sus palabras, cosa que le
fascinó al azabache.

Seguía luciendo condenadamente tierno así.

—Gracias... pero no, es muy complicado.

Necesitas mucha publicidad, tener contactos, y experiencia, cosas que yo no tengo.

Jungkook hizo una pequeña mueca al notar el tono de desilusión del pelirrojo, realmente
pensaba que Taehyung con la ayuda necesaria podía ser muy clamado como modelo
masculino, es decir, claramente podía ver que tenia mucho potencial, y no sólo lo decía
porque estaba enamorado de él.

Iba a decirle algo para poder animarlo, pero una llamada entrante en su teléfono lo distrajo.

Rebuscó en su bolsillo el teléfono que estaba en silencio, visualizado el


nombre de quién llamaba.

Pensó que seria una llamada de Sun Hee, pero su sorpresa fue otra al ver que la llamada
entrante era de Jimin, inmediatamente contestó.

—¿Sí?

—¡Jungkook! disculpa que te llame en la noche, sé que debes estar descansando, pero
ocurrió algo grave.

La voz de Jimin a través de la línea sonaba agitada, inmediatamente se sentó recto,


alertándose.

—¿Qué ocurrió, Jimin?

Taehyung volteó a ver al azabache quién hablaba mostrándose serio, pero se preocupó al
oír el nombre de su hermano.

—¿Jimin, es Jimin?

Jungkook asintió viéndolo por instantes, ya que conducía.

—¡Lo que ocurre es que no encuentro a Taehyung por ningún lado! cuando regresé al
departamento en la tarde no estaba, YoonGi no sabe hacia dónde salió, pensé que había
salido a pasear, así que no me preocupé, pero mira qué hora es ¡y no vuelve! ¿y si le pasó
algo? ¿y si se perdió? ¡No conozco Tokio! ¿puedes ayudarnos a buscarlo? pobrecito, debe
estar asustado...

Jungkook sintió cómo le volvió el alma al cuerpo, realmente pensó que había ocurrido algo
grave.

Es decir, no significaba que el que Taehyung estuviese perdido no fuera grave, para nada,
pero tenia al pelirrojo sano y salvo justo a su lado, así que no se preocupó.

En otro caso, si Jimin lo hubiese llamado alterado diciéndole que no encontraba a Taehyung
y él no sabia dónde estaba, se hubiese vuelto loco.

Soltó un suspiro, lo cuál extrañó a Jimin.

—No te preocuopes... él está conmigo, nos encontramos en una cafetería, y paseamos un


rato por el centro de Tokio, inmediatamente lo llevo a su departamento, imagino que debe
estar cansado.

Jimin gritó en el altavoz, haciendo que Jungkook retirase el teléfono lejos de su oído, si es
que quería conservar su audición.

—¡ESTÁN JUNTOS! pero qué alivió, me alegro que esté bien. Enseguida te envió la
dirección por mensaje, dile que estaba preocupado por él.
—Claro, está bien. Casi me dejas sordo.

Jimin rió ante el reproche del azabache, cortando la llamada.

Cuando Jungkook retiró el teléfono de su oído, Taehyung se apresuró a preguntarle.

—¿Era Jimin? ¿qué te dijo? ¿le pasó algo malo? ¿está bien? ¿por qué preguntó por mi?
¿me necesitaba?

A Jungkook le dio ternura verlo preocupado, soltó una pequeña risa.

—Está bien, no te preocupes.

Estaba preocupado por ti, dijo que se alteró al ver que no volvías, ahora que lo pienso, es
tarde...

Taehyung sintió como la tranquilidad lo envolvía, pero el remordimiento lo abatió.

—Es verdad... no le dije a nadie que saldría...

Un mensaje llegó a su teléfono, era la dirección.

—Jimin me envió su dirección, te llevaré a casa para que descanses, ha sido un largo día.

Un hermoso día... Inmediatamente Taehyung se desanimó, se sintió triste porque sabia


que iban a separarse, y en el fondo de su corazón, no quería que ese día terminase nunca.

Todo estaba siendo tan sencillamente perfecto.

—Sí, gracias...

—No hay de qué.

Jungkook deseaba poder llevarlo a su propio departamento, cenar juntos y poder dormir
abrazados, pero eso era sólo un deseó de él, sabia que no podía ser así de fácil.

Pero lo que le dio un poco de esperanzas era el tono de desilusión con el que le habló al
decirle que lo dejaría en su departamento.

Luego de eso, siguió las indicaciones, el interior del vehículo permanecía en silencio, se
tornó incómodo y ninguno sabia qué decir.

Jungkook llegó al conjunto de departamentos dónde se hospedaban, estacionando frente al


edificio dónde Taehyung debía entrar.

Ninguno se movió, ni emitieron palabra alguna durante varios minutos.


Hasta que Taehyung decidió acabar con el momento, se sentía nervioso y ansioso, así que
lo mejor seria huir lejos de él, dónde pudiera volver a su zona de confort.

—Bueno... muchas gracias por este día, me... me alegro de verte. Buenas noches.

Taehyung intentó abrir la puerta, pero tenia seguro.

—Espera, te acompaño hasta la entrada.

Jungkook bajó del auto, abriéndole la puerta al pelirrojo, quién sentía su corazón latir
rápidamente, los nervios lo matarían.

Taehyung iba a salir por su cuenta, pero Jungkook tomó su mano, ayudando a salir. Luego,
fuera del auto, ninguno se movió, se quedaron viendo fijamente, estando relativamente
cerca. Jungkook quería besarlo, podía y lo ansiaba al igual que Taehyung, pero no lo hizo...
sintió que no lo merecía aún.

Taehyung no lo soportó más, así que se alejó lentamente de él.

—Debo entrar...

Jungkook asintió y ambos caminaron a paso lento hasta la entrada del edificio, dónde
únicamente en el interior estaba el recepcionista.

Taehyung le sonrió e intentó abrir la puerta, pero Jungkook tomó su muñeca.

—Estoy muy feliz de haberte visto nuevamente... quiero que sepas que... sigo enamorado
de ti.

Taehyung se sonrojó, él deseaba poder decirle lo mismo, pero las palabras que Jungkook
deseaba oír, no pudieron salir nunca. Jungkook optó por no esperar su respuesta,
acercándose hasta su mejilla para dejarle un pequeño beso.

Taehyung cerró sus ojos, disfrutando del pequeño e inocente tacto, quería reaccionar a
decir o hacer algo, simplemente no podía. El azabache se separó, alejándose de él con una
sonrisa.

—Espero verte pronto.

Taehyung esbozó una pequeña sonrisa, asintiendo, mas no dijo palabra alguna. El pelirrojo
no se movió, viendo cómo Jungkook se alejaba de él, esperaría hasta verlo irse.

Inmediatamente un remordimiento se instaló en su pecho, por qué no hizo algo...

Pero, se sorprendió al ver que Jungkook se acercaba nuevamente, no pudo procesar bien
sus acciones, pero sólo estuvo plenamente consiente cuando su espalda chocó contra una
pared y los labios del azabache se posaron sobre los suyos.
Sintió como si su corazón se detuviera, sus ojos se agrandaron.

Los labios de Jungkook empezaron a moverse lentamente sobre los suyos, era un tacto
sutil, lamió sus labios, para luego succionar levemente el inferior.

Taehyung subió sus manos hasta su nunca, haciendo de alguna lejanía inexistente
imposible.

Movió sus labios siguiendo su ritmo, era lento pero profundo, disfrutando del deseado tacto.

Jungkook sacó su lengua, y delineó su labio inferior, para luego morderlo sutilmente,
pidiéndole permiso, Taehyung no lo pensó y entreabrió su boca, recibiéndolo.

Sus lenguas se reencontraron luego de tanto tiempo, ambas se rozaban con deseo,
Jungkook se separó levemente, succionando el labio inferior contrario, para nuevamente
besarlo.

Rompieron el beso, jadeantes de recuperar el aire y poder besarse nuevamente, pero fue
esta vez Taehyung quien predominó, mordiendo los labios del azabache y besándolos con
ansias, Jungkook lo tomó de la cintura, apegadolo a él.

El beso se tornaba erótico, dejando escapar pequeños chasquidos.

Taehyung quería sentirlo, empezaba a desesperarse, tomó entre sus manos ambas
mejillas, y acarició con sus labios los contrarios con sumo cariño, sintió una profunda
nostalgia perforar su corazón.

Siguieron el beso por varios minutos, sintiendo cómo se adormecían sus labios producto de
la fuerza con la que se besaban, debido a las ansias y la desesperación que sentían,
sumando el intenso deseo que acumularon por tanto tiempo.

Se separaron, viéndose directamente a los ojos mientras jadeaban, seguían igual de cerca,
y ninguno deshacía su agarre.

—Jungkook... no tengo novio. Perdón por mentirte.

Taehyung se sonrojó violentamente, se sintió patético al decirlo, pero no podía dejar a esa
mentira viva por más tiempo.

—Lo sé, Tae... te conozco, sé cuándo mientes.

Bajó su mirada, quería huir de ahí, pero Jungkook lo sostenía fuertemente contra él.

—Pero, déjame decirte que yo tampoco tengo a nadie.

Jungkook alzó su barbilla, conectando su mirada nuevamente.


Una pequeña y traviesa sonrisa se asomaba en el sonrojado rostro del pelirrojo, estaba
feliz.

—Todavía sigo enamorado de ti, Jungkook.

Jungkook sintió como su corazón dio un vuelco, una felicidad extrema abrumó su cuerpo
entero, no había placer en el mundo entero que le provocara lo que con sólo esa frase
Taehyung ocasionó en él.

Se acercó, lentamente hasta poder sentir sus suaves e hinchados labios, los besó con sumo
cuidado, apreciando cada mínimo roce, acarició su mejilla suavemente, con todo el cariño
que en su interior habitaba hacia él.

—¡Oh! casi lo olvidaba... tus cosas, están en la parte trasera del auto.

Taehyung agrandó sus ojos sorprendido, era verdad, casi los olvidaba, pero en realidad,
eran regalos que Jungkook compró para él, ya que no le permitió pagar ni uno solo.

Jungkook sacó las cosas, pero eran demasiadas como para que Taehyung las cargara solo.

—Te ayudaré a llevarlas, bebé...

Esa palabra, se escapó de sus labios y ambos se percataron de eso, Taehyung sonrió
enternecido.

— Te lo agradecería, Kookie.

Subieron el edificio, y mientras estaban en el elevador, Taehyung se acercó traviesamente


al mayor, quién sostenía todo entre sus manos, dejando al menor libre de siquiera un ligero
peso.

Taehyung se paró muy cerca suyo, sonriendole de la misma manera, dejando curioso al
azabache, iba a decir algo, pero los labios del pelirrojo se posaron en su mejilla izquierda,
un pequeño e inocente beso.

Dejó otro más en su mejilla derecha, bajando hasta besar su barbilla, subir hasta la
comisura de sus labios, para luego alzarse un poco, quedando en puntillas y poder besar su
nariz.

Jungkook cerró sus ojos, disfrutando del suave tacto entre su piel y sus suaves besos, era
extremadamente relajador, podía imaginarlo haciendo eso cada vez que él llegaba
estresado de su trabajo, cómo quería recuperar esos momentos perdidos.

Abrió sus ojos cuándo no sintió más besos sobre su rostro, sintiéndose cómo un pequeño
niño desilusionado al querer más dulces y no poder obtener lo que quería.

Lo vio ahí, parado y viéndolo fijamente con su hermosa sonrisa.


Y aunque lo tuviese en frente suyo, lucia cómo un sueño, tantas veces fantaseó con él, y
ahora lo tenia al frente de él, mirándolo con amor en sus ojos y aquel hermoso brillo.

—Te queda condenadamente bien ese color de cabello, bebé.

Taehyung se sonrojó, bajando su mirada, pero teniendo aún esa sonrisa.

Se acercó a él, hasta apegar sus labios a los ajenos, besándolos de la forma más tierna que
pudo, una y otra vez, haciendo reír a Jungkook.

—Eres tan hermoso... no sabes cuánto te extrañé...

—Te extrañé mucho, Jungkook. Pero prométeme que te esforzarás.

—Te lo prometo.

(...)

Ambos estaban frente a la puerta del departamento, era hora de decir adiós, sólo por esa
noche.

—Hoy ha sido...

La puerta del departamento se abrió de golpe, dejando en evidencia a un desarreglado


rubio. Este abrió sus ojos sorprendido al ver el momento que había interrumpido.

—¡Oh, mierda! lo lamento, es decir, hola, Jungkook. Adiós, Jungkook. Hola, Tae, pasa
cuándo termines, adiosito.

Cerró la puerta de golpe nuevamente, dejando sumamente extrañados a ambos.

Se vieron confundidos, pero Taehyung le sonrió.

—Espero verte mañana, buenas noches.

Ahora, nuevamente la vergüenza se adueñó de él, no sabia cómo despedirse...

—Claro que sí. Buenas noches, bebé.

Jungkook se acercó, dejándole un beso en su mejilla y yéndose, dándole la espalda.

Sintió el cosquilleó en su mejilla, sonrojándose en el acto.

Taehyung salió corriendo los pocos metros que Jungkook avanzó, abrazándolo fuertemente
por la espalda.
Jungkook se sorprendió, pero inmediatamente supo que era él, así que como pudo se
volteó, envolviéndolo en un fuerte abrazo, ambos necesitaban sentirse, necesitaban
abrazarse y no soltarse nunca más.

(...)

CAPÍTULO 54

Lisa tocó dos veces la puerta de la oficina del azabache, entrando sin siquiera esperar una
respuesta.

—Buenos días, gruñón. ¿Cómo estás?

La castaña se sentó en la silla frente a su escritorio, dejando varios documentos sobre la


misma.

—Buen día, estoy perfectamente bien.

La castaña entrecerró sus ojos, viéndolo fijamente en busca de algún rastro de ironía en él,
pero se sorprendió al ver su brillante sonrisa, su rostro lucia radiante y sereno.

Lo común seria verle hablar impregnado de sarcasmo, y


completamente estresado.

La chica inclinó su cabeza a un lado, confundida.

—¿Eres tú? quiero decir ¿estás bien? ¿me perdí de algo?

Jungkook rió y negó, hoy estaba de muy buen humor.


—Por supuesto que estoy bien. Y bueno... digamos que sí, luego te contaré.

La chica entendió rápidamente, no lo atosigaría con sus preguntas, aunque estaba muy
curiosa por saber gracias a quién se debía, porque debía ser por alguien, pero prefirió
dejarlo a un lado, ya habría tiempo para agradecerle a esa persona.

Le gustaba ver a las personas que quería felices.

—Bien... me alegra verte así. Jungkook, recuerda que debes asistir a la fiesta de
celebración por la asociación de tu empresa con la del padre de la intensa... es, déjame
ver... pasado mañana.

Jungkook abrió sus ojos sorprendido, se había olvidado completamente, y eso que había
ido el día anterior a una reunión con él mismo socio.

—Ah, sí... gracias por recordarme, pero ¿acaso adelantaron la fecha? pensé que sería con
más tiempo de anticipación.

—¿Qué importa si es pasado mañana o dentro de un mes? sabes cómo son esas
celebraciones, pasar el rato con gente mayor y adinerada, muchos hijos de mamá y papá.
Sólo debes ir, fingir que eres como ellos y listo, una empresa menos.

Jungkook sabia cómo era, pero en esos precisos instantes lo menos que quería era asistir a
alguna de esas celebraciones, y menos a una en la que él debía asistir obligatoriamente, si
fuese en otra perspectiva, simplemente faltaría.

Otro dolor de cabeza que se sumaba era que Sun Hee estaría ahí, ella ya le había pedido
que, por favor, él fuese su pareja en la fiesta, y realmente eso no le importaba, aunque
nunca le confirmó nada a la chica, sabia que ella estaría todo la noche apegada a él, lo
había hecho en anteriores ocasiones.

Lo único que quería hacer era enmendar su relación con Taehyung, en toda la noche, y lo
transcurría del día no había dejado de pensar en él, causando su repentina alegría.

En su mente pasaban miles de escenas entre ellos dos, recuerdos de la noche anterior e
incluso, ya estaba maquinando qué cosas hacer para poder pasar tiempo con él.

Se esforzaría en recuperar el tiempo perdido.

En su mente una gran idea alumbró su rostro, sus ojos se agrandaron al igual que su
sonrisa ¡Eso es! invitaría a Taehyung a la fiesta, así podrían pasar tiempo juntos, también
llevaría a Jimin y YoonGi, por si en algún momento debiera irse y dejar solo a Taehyung,
este tuviera con quién quedarse acompañado.

—¡Lo llevaré a la fiesta!


Jungkook no pudo reprimir su emoción, hablando en voz alta, dejando sus pensamientos
expuestos a Lisa, quien lo vio con una sonrisa burlona.

—¿Lo? así que es hombre... ¡Qué lindo! ¿cómo se llama? ¿lo conozco? ¿es lindo? pero
que tonta soy, ¡Por supuesto que debe ser lindo! ¿lo puedo conocer?

No pudo contenerse, cabe destacar que lo había intentado.

Un leve sonrojo se adueñó de las mejillas del azabache, causando así que la castaña
chillase de emoción.

—¡Te sonrojaste! ¡Dios mío! nunca pensé poder ver este momento, no te muevas, tomaré
una foto...

La chica rebuscó en su bolso, en busca de su teléfono, pero Jungkook se apresuró en


hablar para tratar de parar su acto.

—¡Nada de fotos! no seas tonta, Lisa... te contaré.

Lisa sonrió y se concentró en él, viéndolo con una expresión picara.

—Sí, es un hombre.

Se llama Taehyung, ya te había hablado de él ¿lo recuerdas? cuando regresé de Corea del
Sur, te dije que me enamoré pero por varias razones me alejé de él, pues... lo volví a ver,
ayer... hablamos y paseamos, al final... no pude contenerme, y lo besé.

Jungkook lo supo en qué momento Lisa se levantó, tirando al aire todos los documentos
que con anterioridad trajo, gritaba de emoción y corría como una pequeña niña por toda su
oficina.

—¡NO LO PUEDO CREER! ¡VOLVIÓ! ¡LO BESASTE! ¡necesito conocerlo! Jeon


Jungkook, te ordeno llevarlo a esa fiesta, o sino...

—¡Lo llevaré! ¡lo llevaré! pero cálmate, tiraste todos los papeles, ayúdame a recogerlos.

—¡Eso no importa ahora! ¿qué hora es? ¡Ya es hora de almorzar! ¡invítalo a comer! ¿QUÉ
ESPERAS? mueve tu trasero.

—Lisa, recuérdame, por favor, comprarte unos calmantes.

(...)

Jimin estaba sentado en el mesón que conecta a la cocina con la sala, mientras veía a
YoonGi cocinar.
— ¿Sabes lo atractivo que te ves cocinando con ese delantal?

El peliazul se volteó, viéndolo con los ojos entrecerrados.

—Sobretodo con el delantal.

Jimin rió y asintió, afincando su barbilla a su mano que reposaba en el mesón.

—Estoy tan feliz, todo está saliendo bien... Jin dijo que consiguió las flores que quería, me
emociona mucho. ¿Sabes qué es lo que más me pone feliz? que Tae y Jungkook se hayan
vuelto a ver, la sonrisita de enamorado que tenia Taehyung cuando Jungkook se fue... qué
lindos.

YoonGi asintió y se volteó nuevamente, acercándose para sentarse en el lado contrario.

—Hablando de Jungkook, me sorprendiste cuando lo llamaste ayer. No me dijiste que


habías arreglado las cosas con él.

Jimin soltó una pequeña risa nerviosa, siempre olvidaba todo... pero sabia que YoonGi no
malinterpretaría nada, aun así, le dedicó su mejor y brillante sonrisa, pestañeando varias
veces, queriendo lucir encantador ante sus ojos.

—Olvidé decirte, la boda me tiene muy emocionado... Pero, hablé con él hace... una
semana, creo, y me disculpé, era algo que debía cerrar, terminamos en buenos términos,
somos amigos de nuevo, él me ayudó a pagar la cita con Jin, casi lloré...

YoonGi asintió ante su explicación, estirando su mano para alcanzar la ajena, apretándola
suavemente con amor, dejando escapar una pequeña sonrisa.

—Estoy orgulloso de ti. Ellos dos hacen muy linda pareja...

Jimin abrió su boca para contestarle, pero el sonido del timbre lo interrumpió. Se extrañó,
ya que no esperaban a nadie.

El rubio vio a su pareja con el ceño fruncido, pero se levantó y caminó hasta la puerta.

Cuando la abrió, se llevó una grata sorpresa.

—¡Jungkook! qué bueno verte por aquí, adelante.

Jungkook le sonrió y se adentró al departamento, paseando su vista por la sala,


inmediatamente se percató de la presencia de YoonGi, quien ahora era peliazul.

—Hola, buenas tardes. ¿Cómo están? qué alegría verte de nuevo, YoonGi.

Este le sonrió, y alzó su mano como saludo.

—Lo mismo dijo, cuanto tiempo.


Jimin se colocó a su lado, tomándolo del antebrazo y lo guió hasta el mesón.

—Nosotros estamos bien, llegaste a tiempo para el almuerzo ¿te quedarás? di que sí.

—Y-yo... justo venia a...

—¿Ver a Taehyung? él sigue dormido, no sé a qué hora se habrá dormido... pero ahora lo
despierto, tú mientras toma asiento. Amor, sírvele un poco de ¿Café o té?

—Café estaría bien, y gracias.

YoonGi asintió y se levantó para servir tres tazas, vaciando la cafeína caliente dentro de los
recipientes de cerámica.

—¿Y cómo te va, Jungkook?

—Bastante bien, por cierto, ahora que lo mencionas, recordé que pasado mañana habrá
una fiesta para celebrar un negocio, me pareció buena idea invitarlos ¿Quieren venir? me
gustaría que fuesen. En especial, Taehyung.

Jimin, quien seguía sentado al lado suyo agrandó sus ojos, al oír la palabra fiesta, pero
inmediatamente volteó a ver a su pareja, de manera cómplice.

—¿Pasado mañana, dices? Rayos, justo ese día me voy a enfermar, qué lástima...

Jungkook frunció su ceño debido a la confusión, por su parte, YoonGi quería darse una
palmada en el rostro ante la barbaridad que su lindo novio había dicho, sabia que Jimin era
malo para mentir, y por eso siempre podía distinguir lo que era o no mentira, pero no se
debía conocerle demasiado como para saber cuándo mentía, ya que realmente era malo
mintiendo, y más si era algo espontáneo.

Pero, para su suerte, descifró su mirada cómplice, sabia a qué se refería, así que se
apresuró hablar en su ayuda.

—Lo que quiere decir es que, tiene varios días sintiéndose algo mal, por eso iremos
pasado mañana a una cita con el médico, yo lo acompañaré, así que lamento decirte que no
podremos ir... pero, puedes invitar a Taehyung, así van ustedes dos... juntos, solos, los dos.

Jungkook asintió un poco más convencido ante la explicación del peliazul. En gran parte
estaba feliz, porque era eso lo que quería, poder pasar tiempo a solas con Taehyung, lo
único sería que trataría de no dejarlo solo ni un minuto.

—Ah, bueno... espero te mejores, Jimin. Ya habrá otra oportunidad.

Un bostezo hizo que los tres volteasen a ver a un adormilado Taehyung, quien apenas
estrujaba sus ojos con delicadeza, luciendo su pijama blanca con detalles rosas, y una
diadema de tela color rosa, despejando su frente de cabello rojizo, luciendo
condenadamente tierno a ojos de Jungkook, quien sintió una punzada en su pecho al verlo
recién despierto, era como un lindo ángel, le recordó tanto a la primera vez que lo vio, así
que una estela de nostalgia lo recorrió, pero su deslumbrante belleza le recordó que
nuevamente lo tiene frente suyo, como quería levantarse y abrazarlo fuertemente, dejarle
varios besos en sus mejillas y...

—Hola, querido Tae. Mira quien vino...

Taehyung abrió sus ojos, tratando de adaptar su vista a la brillante luz del día que se dejaba
entrar por las ventanas abiertas de par a par.

Cuando por fin pudo visualizar con claridad, sintió como se sumergía en la vergüenza, sus
mejillas se tornaron de color carmesí violentamente, y sintió como una estampida de
animales corrían por sus nervios, disparándolos por todo su sistema, alterando de lleno su
calma matutina.

Un perfecto Jungkook estaba sentando frente a él, viéndolo fijamente.

Sintió como este lo escarbaba con su mirada, sintiéndose minuciosamente observado por
él, y de pronto se sintió patético, recordó que apenas se levantaba, solo había lavado su
cara y sus dientes, del resto, seguía igual de desarreglado que siempre en las mañanas, era
lo normal, pero ¡¿Por qué siempre debía aparecer mágicamente así?!

Quería salir corriendo, pero se abstuvo y le dedicó una sonrisa temblorosa, impregnada de
nerviosismo. En esos momentos, Taehyung se sintió completamente inseguro de sí mismo,
pero lo que no sabia era que vestido y viéndose así, solo lograba enamorarlo más. Para el
azabache, Taehyung lucia como un lindo ángel, destacando su brillante belleza natural,
luciendo sencillamente perfecto.

—H-hola, Jungkook... buenos ¿días?

Jungkook rió, y revisó su hora.

—Buenas tardes, me alegro que hayas descansado bastante, luces radiante.

Taehyung no podía sonrojarse más, así que evadió su mirada y la fijó en YoonGi, quien veía
divertido la escena.

Hizo un ademán con su cabeza, y le dedicó una pequeña sonrisa, al igual que a Jimin,
debía huir de la escena lo antes posible, le daría una clase de ataque si Jungkook seguía
viéndolo así.

—Enseguida vuelvo...

Y tan pronto lo dijo, desapareció de la sala, perdiéndose en el pasillo donde estaban las
habitaciones.
Jungkook quiso seguirlo, pero claramente no podía hacerlo, cabe destacar que estaba
tentado.

(...)

Luego de que Taehyung volviese a la sala, luciendo más arreglado que hace unos diez
minutos, se sentó en el mesón, justo al lado de Jungkook ya que era el único lugar libre.

Jimin, quien con anterioridad se levantó y se sentó al lado de su pareja, sonrió complacido
al verlos juntos, uno al lado del otro. Habían esperado al pelirrojo para comer, así que
mientras comían, mantenían una charla amena, sin tocar ningún tema incómodo para nadie,
Jungkook recordó a Hoseok.

—¿Y qué hay de la vida de Hoseok? tengo mucho que no sé de él... perdí mi teléfono, así
que nunca lo llamé de nuevo.

—¡Oh! Hobi, él vendrá para la boda. Está bastante bien, la última vez que hablamos me
comentó acerca de su novia, ¡tiene novia! le dije que me gustaría que la llevase a la boda,
definitivamente quiero conocerla, lo vi muy feliz.

Jungkook asintió, eso le alegraba bastante, ya que Hoseok nunca fue un mal amigo, estaba
más que feliz por él, lo extrañaba bastante, a decir verdad. Y de igual manera, también
quería conocer a su dichosa novia, para poder felicitarlo.

Luego de un rato, hablando de diferentes temas, llegó la hora de que Jungkook se fuese
nuevamente a su empresa.

—Lamentablemente debo irme, pero gracias por la comida, espero poder invitarlos a
comer un día de estos, así hablamos un rato más. Me gusto mucho verlos, cuídense.

Jimin se levantó, y le dio un corto abrazo que el azabache correspondió, el rubio le dio unas
cuantas palmadas en su espalda.

—Por supuesto que sí, espero vengas pronto, cuídate mucho, seguimos en contacto por
teléfono.

— Claro. Adiós, YoonGi, fue un gusto, luego nos vemos.

Jungkook se despidió de la pareja, para luego ir a la puerta del departamento, siendo


seguido del pelirrojo. Jungkook salió del departamento, Taehyung imitó su acción y cerró la
puerta a sus espaldas, apegando su cuerpo a la misma.

Ambos se vieron fijamente, sin decir nada, pero en realidad, con sus miradas podían
trasmitir más de lo que se pudiese expresar.

Jungkook se fue acercando lentamente, hasta estar muy cerca de sus labios.
Estando a centímetros de distancia, ambos fijaron su vista en los labios ajenos, deseando
poder adueñarse de ellos, así que Jungkook no esperó más, unió sus labios en un dulce y
suave beso, Taehyung le correspondió al instante, cerrando sus ojos en sincronía,
disfrutando de la sensación que se expandía por sus cuerpos a causa de las caricias que
con
sus labios se brindaban.

Era un beso lento y suave, casi inocente, acariciando con sutileza y cariño sus labios, el
azabache mordió levemente su belfo, haciendo que Taehyung soltara un pequeño jadeo.

Hasta que Jungkook se separó en busca del aire necesario, dejando sus bocas
entreabiertas y sus miradas conectadas.

—Eres hermoso de la forma que sea.

Taehyung entendió a qué se refirió, así que otro sonrojo, más sutil que anterior, se adueñó
tenuemente de sus mejillas.

—¿Incluso si...?

—Incluso si pareces un hermoso ángel en las mañanas... o tardes.

Taehyung rió dulcemente y golpeó levemente su pecho, para luego dedicarle una sonrisa.

—Lamentablemente debo irme, si pudiera me quedara contigo. Dentro de un día habrá una
fiesta de negocios, debo asistir obligatoriamente, y me gustaría que me acompañaras,
¿Quieres venir conmigo?

Los ojos de Taehyung se agrandaron ante la repentina invitación, al igual que su corazón se
aceleró.

—¿Fiesta de negocios? es decir... que... ¿tú crees que yo deba? no lo sé, ese tipo de
ambiente... todo formal y serio, soy muy torpe... Jungkook rió y acarició su mejilla
lentamente, viéndolo a los ojos con una sonrisa.

—Es una fiesta de negocios, una celebración. Y por supuesto que sí, estarás conmigo en
todo momento, sólo que no quiero ir solo... quiero estar contigo ¿vendrás?

Taehyung vaciló en su respuesta, aunque estaba claro desde un principio que sí, quería ir a
donde fuese que estuviese Jungkook, pero... simplemente de imaginarlo, se le ocurrían una
y mil formas de hacer o decir algo que no debía, y temía que perjudicase al azabache.

Pero, eran solo tontos temores, si Jungkook lo invitaba a algo tan importante es porque le
importaba, así que él también quería contribuir a su reconciliación, que estaba pasando de
manera muy rápida, ambos se estaban dejando llevar por sus deseos y ansias, debía
admitirlo, desde que vio a Jungkook en la cafetería, moría por besarlo, así que cuando este
lo besó, no dudó en corresponderle, ahora no podían parar.

Tampoco querían hacerlo.

—Me encantaría ir contigo, Jungkook.

La alegría alumbró el rostro del azabache, quien ensanchó su brillante sonrisa, y no pudo
evitar envolverlo en sus brazos, fuertemente.

(...)

CAPÍTULO 55

"Cálmate, respira, cálmate... respira" Taehyung estaba sentado en el sillón, a la espera de


que Jungkook llegase por él.

Apenas había terminado de arreglarse, así que tenia esperando como máximo cinco
minutos.

No paraba de verse en el espejo, en la búsqueda de alguna imperfección inexistente.

Jimin lo convenció de quedarse quieto por los instantes restantes, sabia lo nervioso que
estaba, pero lo mejor seria sentarse a relajarse.

Taehyung estaba ansioso, pasó todo el día pensando en cómo seria esa noche, miles de
sentimientos colisionaban en su interior, destruían su tranquilidad, pero esta no podía
mantenerse estable estando cerca de él.

Había pensado en lo que estaba pasando en esos momentos, en cómo transcurrieron las
cosas y de cómo reaccionó ante todo, primeramente debía reconocer que falló sin siquiera
intentar mantenerse firme ante el azabache, intentar mantenerse resentido por él, pero
Jungkook se adueñó de la situación, nuevamente, así como se había adueñado de él.

Pero estaba bien para él, su interior empezaba a reconstruirse con parsimonia, se sentía
arrasadoramente bien cuando sus labios se posaban sobre los suyos, acariciándose con
excesivo cariño, pero aquellos besos se tornaban desesperados cuando se necesitaba más
que eso para saciarse de su sed.

Sabia que el tiempo transcurriría a su merced.

—Tae... llegó.

Alzó su vista, posándola en su hermano que lo miraba de manera dulce, con su tierna
sonrisa.

La calma que no sabia que tenia se deshizo, alterándolo por instantes.

—Gracias, dile que bajaré yo.

Jimin asintió y colocó el teléfono en su oído, alejándose a la vez que le informaba a


Jungkook, quien aguardaba dentro de su auto.

Se levantó, viéndose en el espejo antes de suspirar y asentir para sí mismo, estaría bien.

Sus nervios querían controlarlo al recordar que seria la primera vez que pisaba una fiesta
así, pero pondría en práctica su autocontrol, no sería nada que él no pudiera manejar...
quería pensar.

Jimin lo acompañó hasta la puerta, pero al abrirla, Jimin salió fuera del departamento al lado
suyo.

Lo vio confundido, Jimin lo notó así que quiso explicar.

—Te acompañaré hasta la planta baja...

-No hace falta, Jiminnie. Estaré bien, no pasa nada. Cuídate, que pasen linda noche.

Volveré tarde, creo... Jimin sonrió, volteando su cabeza, a la vez que esa sonrisa se
tornaba pícara.

—No creo que vuelvas por hoy. Linda noche, hermanito.

Se acercó a él, apresándolo entre sus brazos, el embriagador aroma del perfume de
Taehyung lo invadió dulcemente, cuando se separó, aún tomándolo por los antebrazos, se
dio cuenta de lo mucho que creció, incluso era más alto que él.

—Suerte, te quiero.
Taehyung sonrió y asintió, abrazándolo rápidamente para luego irse caminando
apresuradamente hacia el elevador, moviendo su mano de lado a lado, despidiéndose de
Jimin, quien aún lo veía desde la puerta del departamento.

Cuando las puertas se cerraron, el espejo del elevador le brindó una vista general de cómo
estaba, un oleaje de satisfacción y confianza lo hicieron sonreír, acomodó levemente su
moño, prefecto.

Al salir del elevador, caminó por la vacía recepción, donde solo estaba el portero, este le
abrió la puerta, inclinándose medianamente en una reverencia para él, sonrió y al salir del
edificio buscó con su mirada el auto de Jungkook, cual encontró en instantes, el azabache
estaba parado fuera del auto, recostado del mismo, con sus manos dentro de sus bolsillos,
su vista se conectó a la suya, ninguno atinó a moverse, hasta que Jungkook sonrió y
deshizo su pose, estirando su mano, tendiéndola hacia él, esperando a ser tomada.
Juntó sus manos, pero Jungkook ejerció un poco de fuerza para así, atraerlo hacia él,
Taehyung chocó sutilmente contra su fornido pecho, la sonrisa de Jungkook se veía mucho
más cautivadora de cerca, sus ojos seguían manteniendo una batalla sin ganador,
naufragando en lo oscuro de su iris, como si pudiesen ver más allá de eso, profundizando
hasta su alma.

—Dios mío... qué hermoso eres, Taehyung.

El ansiado sonrojo en las mejillas de Taehyung arrobaron a Jungkook, quien no se contuvo


y besó una de ellas.

—Gracias... tú igual...

Jungkook se separó y, sin soltar su mano, abrió la puerta del vehículo, guiándolo para que
entrara. Una pequeña sonrisa crecía en los labios del pelirrojo.

Una vez dentro del auto, vio como Jungkook rodeaba el auto, para subirse posteriormente.
El interior del vehículo era cálido a diferencia del exterior.

—Gracias por aceptar acompañarme esta noche.

—Gracias a ti, por invitarme.

Jungkook volteó a verlo, y sonrió otra vez, sin poder o querer contenerse, de verdad que
estaba feliz, Taehyung le transmitía felicidad.

—Ojalá pudieras venir a todos los lugares a los que voy... pero dudo que pueda
concentrarme, de ser así.

Taehyung no pudo evitar reír por la insinuación, qué más quisiera él que pasar todo el día a
su lado.

—¿Y podrás concentrarte hoy?


-Realmente no me importa, solo quiero que estés ahí, conmigo.

La actitud tierna y cariñosa de Jungkook se mantenía únicamente con él, a pesar del
tiempo.

Mientras hablaban de cualquier otra cosa que a alguno se le cruzase, Taehyung fijó su vista
en el exterior y pudo ver que las calles que Jungkook tomaba eran oscuras, como si fuesen
un atajo, lucia sombrío.

Algunas de esas solitarias calles carecían de luz proveniente de alguna farola, pero poco a
poco empezaban a tornarse mas estilizadas, igual de solas, pero hermosas.

Casas costosas, jardinería esculpida y vehículos de último modelo yacían por aquí y por
allá... hasta que, en una colina, una mansión lucía excesivamente iluminada, varios autos
iban en esa dirección, al parecer ahí era la fiesta.

Otra vez aquellos nervios, sabia que todas las personas que estarían allí serian pulcramente
educadas y refinadas, y aunque él en esa noche lucía igual de lujoso como un diamante, no
era igual que ellos.

Amaba perderse en los detalles, luciendo despistado, le gustaba toquetear lo que a sus ojos
era bello, amaba ser espontáneo, así que siempre hacia algo inesperado, tropezando
tiernamente a ojos de quienes lo querían, porque así era él, pero no todos lo sabían.

Al parecer sus nervios fueron notables para el azabache, quien tomó su mano, haciendo
que el pelirrojo se sobresaltara.

—¿Estás nervioso? no dejes que las demás personas te intimiden.

Asintió sin saber qué responderle, la leve caricia en el torso de su mano lo relajó un poco, y
lo hizo pensar, era verdad, no podía dejarse intimidar, además, él era espontáneo, podía
actuar refinado cuando él quisiera, y esa seria una ocasión.

Cada vez estuvieron más cerca de la mansión, hasta que llegaron, Jungkook aparcó el auto
en un puesto reservado para él, ya que así se lo había informado el padre de Sun Hee.

Y es que para su desafortunada sorpresa, la celebración se realizó en la casa del padre de


la azabache, y no en algún otro lugar.

—Llegamos, espera, te ayudaré a bajar.

Jungkook bajó rápidamente del auto, rodeándolo para abrir la puerta del acompañante,
tendiendo su mano para tomar la ajena, ayudándolo a salir.

—¿Por causalidad sabes cuántas personas hay aquí?


Una mueca se cruzó en el rostro del azabache, a la vez que ambos caminaban hacia la
entrada.

—No tengo idea.

Seguramente tendré que hablar con muchas personas, así que no te separes de mi lado,
trataré de evadir un poco.

El portero pidió su nombre para el acceso, al ver que se trataba de Jeon Jungkook, abrió la
puerta e inclinándose en una corta reverencia, les dio paso.

—Sea bienvenido usted y su acompañante, adelante. Buenas noches.

Jungkook no hizo mas que un ademán con su cabeza, adentrándose al lugar junto a
Taehyung.

Grande y excesivamente lujosa, no esperaba menos de la casa del padre de Sun Hee.

Habían muchas personas, varias de ellas yacían reposando en las mesas mientras
hablaban con sus acompañantes, mientras otras se paseaban por la sala, con una copa de
champán o vino en sus manos, buscando reconocer a los invitados.

—¡Joven Jeon Jungkook! por fin llegó, mi esposa y yo estábamos esperando por usted,
felicidades por su nueva asociación.

Taehyung no entendió absolutamente nada de lo que dijo aquel señor, que era acompañado
de una mujer ligeramente más alta.

Jungkook estiró su mano, estrechándola con el señor que lo saludó a primera vista.

—Qué alegría verlos, ¿cómo está, señor Ryota? acompañado de su esposa, luce
esplendida, Señorita Kaori.

La mujer le sonrió, inclinando sutilmente su cabeza, como un saludo.

—Muchas gracias, Joven Jeon. Nos alegra mucho poder asistir a esta celebración.

Taehyung tomó disimuladamente la muñeca de Jungkook, causando que este volteara


momentáneamente a verlo.

—¡Oh! Él es Taehyung, mi acompañante, viene desde Corea del Sur, se le dificulta el


japones, así que no podrá entenderlos...

La mujer fijó su mirada en Taehyung, viéndolo de arriba hacia abajo, sonriendo al detallarlo.

—Entiendo, dile que estamos encantados de conocerlo.


El señor Ryota estiró su mano, en busca de estrecharla con Taehyung, quien tardó escasos
segundos en reaccionar y aceptar el saludo.

Sonrió abiertamente, reverenciándose ante ellos, quienes lo imitaron.

—Bueno, si nos disculpan, iremos a buscar nuestra mesa, espero verlos luego.

—Claro que sí, felicidades nuevamente.

Jungkook posó su mano en la espalda baja de Taehyung, guiándolo entre algunas personas
y poder llegar a la mesa que era para ellos.

Cuando llegaron, retiró una silla para que el pelirrojo pudiera sentarse, este le agradeció con
una sonrisa.

—Si sigues así, me vas a volver a enamorar, Jungkook. No es justo...

—Sólo quiero cuidarte, no quiero que hagas cosas innecesarias, para eso estoy yo, para ti.

Se notaba que Jungkook procuraba enmendar su relación con ahínco, cuidando hasta del
más mínimo detalle que ni para él era relevante, pero que definitivamente lo enamoraba,
igual que en un principio.

Un mesero llegó y se reverenció, depositando dos copas de champán en la mesa, para


posteriormente retirarse, pero Jungkook lo llamó.

—Disculpe, ¿por causalidad no tienen algún jugo natural?

El mesero abrió sus ojos levemente con sorpresa, pero asintió rápidamente.

—Por supuesto que sí, ¿desea alguno en especifico?

Jungkook volteó a ver a Taehyung, quien tenia su entrecejo arrugado y sus ojos
medianamente entrecerrados, tratando de descifrar lo que decían.

—Bebé, ¿quieres algo aparte del champán? puede que no te guste...

—¿Juego de fresa?

Jungkook alternó su vista al mesero, ordenando el jugo amablemente, el mesero se retiró


en busca del pedido, pero luego, el azabache volvió a posar su vista sobre el pelirrojo, quien
ahora tenia un pequeño puchero en su belfo.

—¿Sucede algo, Tae?

—No... sólo que... no entiendo nada de lo que dicen, me gustaría saberlo, creo que tomaré
un curso de Japones.
Jungkook dejó salir una carcajada, pero que tierno...

—Me gustaría verte hablando japones... te verías...

Taehyung supo que lo próximo que saldría de sus labios seria algo pervertido, así que se
apresuró a interrumpirlo.

—¿Muy intelectual? —Iba a decir, jodidamente tierno y sensual, pero intelectual también.

Jungkook sonrió satisfecho cuando un sonrojo se adueñó de las mejillas del pelirrojo,
amaba hacerlo sonrojar, quería pavonearse en que era él el único que lo lograba, el único
que tenia la dicha de ver lo hermoso que se veía avergonzado.

En ese instante, llegó el mesero y dejó una copa con jugo de fresa, volvió a reverenciarse y
esta vez, si se retiró.

Taehyung tomó del jugo, mientras trataba de evadir la intensa mirada de Jungkook sobre él,
lo miraba fijamente con intenciones de perturbar su tranquilidad, miraba hacia todos lados,
pero inevitablemente el calor en sus mejillas se intensificaba.

—¿Tengo algo raro en la cara?

—No, sólo admiro tu belleza natural. Me doy cuenta que cuando creo que no puedo
enamorarme más de ti, me equivoco. Cada vez que te veo, me enamoro más.

Taehyung no pudo evitar cohibirse ante sus palabras, quería responderle de la misma
manera, decirle algo que sonrojara a Jungkook, pero no era igual de fácil.

—Me gustas.

Y como supuso, ningún sonrojo se hizo presente, pero si se ensanchó su linda sonrisa, al
igual que su mirada se intensificó sobre él, sonriéndole ladinamente.

—Y tú a...
—¡Jeon! Hijo, qué bueno que has llegado, no me di cuenta. ¡Bienvenido! ¿Qué te parece la
fiesta, hasta ahora?

Ambos voltearon a ver de dónde provino aquella voz, una mano se posó en su hombro,
cuando se pudo percatar de quién era, se levantó tediosamente para reverenciarse
castamente.

—Hola, señor Ken, qué bueno verle. Acabo de llegar, hace unos diez minutos.

Todo luce pulcro e impecable, la primera impresión es la que importa.

El padre de Sun Hee le palmeó el hombro, para él, Jungkook era un joven excepcional,
exitoso a temprana edad y muy bien visto, por supuesto que una de sus aspiraciones era
que él y su hija contrajeran matrimonio, no podía pensar en alguien más ideal para ella que
él.

—Aposté a que tienes un gusto muy refinado, Jungkook. Me satisface que te haya gustado,
por cierto, ¿has visto a mi hija? no sé si llegó, pensé que vendrían juntos...

Jungkook abrió sus ojos con sorpresa, olvidó por completo que Sun Hee le pidió, u ordenó,
que viniesen juntos, el problema es que había olvidado cancelarle, trató de disimular su
olvido.

—Ah... no, no la he visto. Vinimos por separado, no sé de ella desde la reunión.

— ¿Sí? juraba que ustedes mantenían contacto diariamente, de igual manera, si la ves, dile
que la estoy esperando por allá.

Jungkook asintió, luego se despidió del señor Ken, quien empezó a hablar con otras
personas, mientras él se sentó en la mesa, soltando un gran suspiro.

—¿Pasó algo, Jungkookie? ¿quién era ese señor?

Jungkook se sobresaltó por la voz de Taehyung, alzó su vista inmediatamente.

—Disculpa, Tae, olvidé presentártelo, él es el que organizó la celebración, mi socio...

Taehyung inclinó su cabeza a un lado, confundido, eso no respondía a su pregunta.

—No te preocupes, a lo que me refiero es que si pasó algo malo...

—Ah, no, no... tranquilo, todo está bien. ¿Quieres comer algo, caminar por la sala, quedarte
aquí? ¿qué quieres hacer?

Taehyung no se convenció con su respuesta, pero lo dejó pasar ya que Jungkook cambió
de tema bruscamente.

—Me gustaría que caminásemos por la sala, para que puedas hablar con algunas personas,
se supone que es una celebración... de seguro quieren hablar contigo y no se acercan por
educación.

—Qué importa lo que debería, sólo haré lo que tú quieras hacer.

Taehyung entrecerró sus ojos en señal de desaprobación, con que a eso se refería que no
se podría concentrar.

—Vayamos a que hables con los invitados, Kookie...

—¿Seguro? no te traje para arrastrarte de aquí para allá, Tae.

—Segurísimo, Jungkook, vamos.


(...)

1/2

CAPÍTULO 56

Jungkook sintió como un ligero peso se posó en su hombro, al voltear su rostro de


sorprendió gratamente al verlo ahí.

—¡Señor Oshiro! qué alegría verle, hace mucho que no nos vemos... ¿cómo está?

Por primera vez en esa fiesta se sintió plenamente contento y agradecido de ver a alguien
que haya venido por su celebración. Taehyung y él ya habían estado al rededor de treinta
minutos caminando por toda la fiesta, había saludado a más de la mitad de invitados, se
encontraba hablando con otro empresario que le comentaba cómo era su empresa, hasta
que volteó y reconoció inmediatamente al señor Hiro Oshiro, quien era un muy buen amigo
de su padre, se convirtieron en amigos desde que su familia se mudó a Japón, había sido
extremadamente amable y muy servicial con ellos.

Era un señor mayor, muy profesional y excelente persona, era una lástima que hayan
perdido el contacto al pasar de los años, pero ahí se encontraba, detrás de él y con una
mano en su hombro.

—¡Jungkook! Hijo, mírate, qué grande estás... Yo estoy bien, y por lo que veo tú también,
cómo están tus padres, escuché que por fin heredaste la empresa Jeon, te felicito, hijo.
Jungkook sonrió, y volteó a ver a Taehyung, quien seguía sin entender absolutamente nada
de lo que pasaba a su alrededor, pero las personas lucían muy amables y educadas al
comprender que no sabia japones, así que procuraba no quitar su sonrisa de su rostro.

—Ellos están bien, me alegro que usted igual. Sí, la heredé hace un tiempo. Me complace
mucho verlo aquí esta noche, ¿cómo supo que se haría esta celebración? digo, me hubiese
gustado invitarlo yo personalmente, pero perdimos el contacto...

El rostro del señor reflejó una pequeña sonrisa sincera, mientras su cabeza se movió
lentamente, asintiendo.

—Lo sé, es mi culpa... mi esposa murió hace un año, quise alejarme de todo, el dolor fue
muy grande, sabes que ella era mi compañera. Aún no logro superarlo, no creo que llegue a
lograrlo a estas alturas de mi vida, pero cada día que pasa, logro asimilarlo más... ahora sé
que ella está bien.

La boca del azabache se abrió a causa de la impresión, a la vez que una tristeza pasajera
recorría su cuerpo, abatiendolo momentáneamente.

—Y-yo no lo sabía, no me había enterado de eso... lo lamento tanto, la señorita Saori era
una gran persona...

El señor Oshiro negó lentamente, aún con esa sonrisa plasmada en su rostro.

—No te preocupes, quise que se mantuviese en silencio, así que no te aflijas, ella está
mejor, así que yo estoy mejor, pero no vine para hablar de ello... Cuéntame de ti, ¿estás
asociándote con muchas empresa? son buenas inversiones.

Jungkook captó rápidamente que no era prudente hablar mucho sobre aquel delicado tema,
y aunque le causase pena, evadió hacer cualquier pregunta relacionada.

—Sí, sigo los pasos de mi padre.

—Él ha de estar muy orgulloso de ti, mira nada mas... eres todo un hombre.

Jungkook sonrió agradecido, inclinándose levemente en un reverencia hacia él.

Por otra parte, el señor Oshiro posó su vista sobre el joven pelirrojo al lado de Jungkook,
quien lo veía de manera curiosa.

—¿Y este joven? Mucho gusto, me llamo Hiro Oshiro.

Taehyung abrió sus ojos en señal de alerta, el señor con el que Jungkook estaba hablando
amenamente se dirigía ahora hacia él, empezó a entrar en pánico, así que se reverenció
inmediatamente.

La linda risa de Jungkook invadió sus oídos, así que se levantó, con un notable sonrojo en
sus mejillas.
—Lamento decirle que él no le ha entendido nada, viene de Corea del Sur, y no comprende
Japones.

Los ojos del señor Oshiro se agrandaron, al igual que su sonrisa, dejando salir una
carcajada.

—¡Ya veo! ciertamente ustedes vienen de Corea, supongo que es un amigo tuyo, dile que
mucho gusto, encantado de conocerle.

Jungkook sonrió y volteó a ver a Taehyung, quien lo vio rápidamente de manera atenta, sus
nervios se disparaban cada que la atención se posaba sobre él, verdaderamente era
incómodo no saber qué decían, y menos cuando hablaban sobre él.

—Bebé, él es el señor Oshiro, Hiro Oshiro. Un buen amigo de la familia desde que nos
mudamos a Japón, dice que está encantado de conocerte.

Una tierna sonrisa se adueñó de los labios del pelirrojo, quien quitó su vista de Jungkook,
para posarla sobre el señor Oshiro.

—Mucho gusto, un placer conocerlo.

Jungkook tradujo lo que Taehyung dijo para el señor Oshiro, quien le devolvió una amable
sonrisa.

—Tu amigo luce muy amable, me alegro que tengas este tipo de amistades.

Un leve sonrojo se adueñó de sus mejillas, no había captado sino hasta ese instante que el
señor Oshiro, al igual que todos en la fiesta, pensaban que Taehyung era simplemente su
amigo.

Jungkook había presentado a Taehyung en toda la noche como su acompañante, y aunque


no lo presentaba directamente como su pareja, dejaba al aire el verdadero significado,
podría significar muchas cosas; amigo, pareja, cita... lo que sea, pero ¿por qué no lo
presentó como su pareja? era fácil la respuesta, la homosexualidad aún no era bien vista en
aquella sociedad, y mucho menos para ese tipo de personas, que crecieron con una
mentalidad retrograda y cerrada, siguiendo el típico patrón, eran personas mayores, así que
no harían el intento de comprender, y lo menos que él quería es que los vieran de mala
manera en lo que restaba de noche, y no es que a él le importase, siempre le ha importado
poco lo que quieran pensar los demás, pero era su deber cuidar de Taehyung, no quería
que este se sintiera mal al ser tratado despectivamente, o que lo vieran como si fuese una
clase de espécimen, esa era su primera fiesta de alta sociedad, quería pasar desapercibido.

Anteriormente se había mostrado receloso de decir la verdad, pero el señor Oshiro era un
amigo de confianza, así que no se abstuvo en decirle sobre ellos.

—¡Oh, no, no! Taehyung no es mi amigo, él es mi novio. Somos pareja.


La inminente sorpresa inundó el rostro del señor Oshiro, quien agrandó sus ojos ante
aquella noticia.

Taehyung se alertó nuevamente al ver que algo que dijo Jungkook sorprendió al señor
Oshiro, y lo que le desesperaba era no saber qué le dijo.

—O-oh... ya veo, son pareja... no sabia que... olvídalo, ¿acaso eso importa? me alegro que
tengas pareja, Jungkook.
Tu novio se ve muy amigable, te felicito.

Una tranquilidad arrasó en el pecho de Jungkook, quien se permitió respirar hondamente


con normalidad, no se dio cuenta en qué momento había contenido su respiración.

—Muchas gracias, señor Oshiro, lo aprecio viniendo de alguien tan sabio como usted.

Este le sonrió, su conversación se alargó unos diez minutos más, hasta que un amigo del
señor Oshiro pidió amablemente la atención del mismo, haciendo que la pareja se retirase a
hablar con alguien más.

Estando alejados, momentáneamente, de la gente, Taehyung soltó un pesado suspiro y se


apresuró en hablar.

—Te juro que es difícil simplemente pararme ahí y tratar de adivinar qué dicen, lo peor es
que no logro comprender nada, ¿sabes lo incómodo que es cuando voltean a verme? pero,
aparte de eso, estoy muy contento de haber venido contigo, me estoy divirtiendo.

—Lo lamento, amor... no puedo traducirlo todo en esos instantes, pero te juro que no es
nada malo, nunca seria así. ¿Realmente te estás divirtiendo? no lo digas por compromiso,
sé que es aburrida, pero es obligatorio, al menos para mi sí.

—No lo digo por compromiso, en la verdad, gracias por haberme invitado... además, junto a
ti esto en mucho más divertido.

—Gracias a ti por...

—¡Jeon Jungkook!

Ambos voltearon a ver de dónde provino aquel repentino y, para nada, discreto grito a sus
espaldas, una joven mujer estaba ahí parada, viendo a Jungkook de manera severamente
seria, como si quisiese ahorcarlo, y sinceramente, sí quería hacerlo.

El rostro de Jungkook decayó en colores al ver a Sun Hee ahí parada, luego de gritarle,
llamando la atención de varias personas. Taehyung no comprendía quién era aquella
mujer que gritó el nombre completo de su Jungkook, acercándose de manera amenazante,
quedando muy cerca de él, ignorando su clara presencia.

—Sun Hee, ¿Por qué demonios gritas, acaso no te da vergüenza hacer escándalo?
—Me importa una mierda hacer escándalo, Jeon. ¿Eso? eso no es ¡nada! comparado a lo
molesta que estoy, quisiera gritarte directamente a la cara, eres un cretino, ¿acaso ves a
qué hora estoy llegando? te estuve esperando, nunca llegaste a buscarme.

Jungkook volteó a ver a todos lados, las demás personas habían vuelto a sus propios
asuntos, dejando a ellos tres dentro de aquel incómodo círculo.

— Sun Hee, qué pena que hayas llegado tarde, pero no es mi culpa, nunca te afirmé que
iría por ti.

—¡Nunca lo negaste!

—Eso lo admito, pero estuve muy ocupado con alguien, olvidé decirte que no iría por ti, pero
tienes que admitir que nunca me comprometí.

—¿Muy ocupado con alguien? ¡¿Quién es más importante que yo, como para que me
hayas plantado así?!

—No te planté, Sun Hee, cálmate. Te lo he dicho muchas veces, nunca tuve intenciones de
tener una relación, siempre estuve esperando a alguien, y ese alguien volvió, no pienso
perder tiempo con él.

Los ojos de la chica se abrieron ante la sorpresa que le causaron las palabras del
azabache, así que la cambió por... ¡¿Un "él"?!

—¡Debes estar bromeando! ¿cuántas excusas más inventarás para evadirme?

—Jungkookie...

Ambos azabaches voltearon a ver a el pelirrojo que yacía en silencio a un lado suyo,
Taehyung llamó a Jungkook, estaba extrañado por aquella chica, por ella y su agresiva
actitud con Jungkook, empezaba a
incomodarle grandemente.

Sun Hee vio a Taehyung, para luego ver a Jungkook, viendo nuevamente al otro chico,
empezó a comprenderlo, su mente soltaba pequeñas pistas al aire, atrapándolas y
deduciendo que ese "él", era ese pelirrojo. Inmediatamente la irremediable ira empezó a
incrementar en su pecho, colorando completamente su rostro de color carmesí.

— ¿Con que este simplón es mi obstáculo? pero que bajo caíste, Jungkook, ¿por este
mocoso me has rechazado todo este tiempo? no sabia que tenias gustos tan básicos, y
menos que... eres homosexual. ¡Qué sorpresa! qué desagradable, quisiera saber qué
opinarán todos tus socios, y todos los demás presentes en esta fiesta, ¿acaso tú no?

Ahora era Jungkook quien estaba rojo de la ira, apretó su mandíbula, marcándola
notoriamente para contener un torrente de miles de obscenidades, no podía rebajarse a su
nivel, aunque lo deseaba por haber insultado a su Taehyung.
Sus manos se encerraron en dos puños, marcando las venas de sus brazos.

Taehyung estaba demasiado confundido como para volver a interrumpirlos, contempló la


mirada de desdén que la chica le ofreció, viéndolo despectivamente y con burla, además de
su tono de voz, que sonaba altanero, no quería imaginarse qué decía.

—Eres una...

—Deja de ladrar tanto, Sun Hee. Suenas muy ardida, ¿te molesta que este lindo bebé te
haya ganado a "tu Jungkook"? pero déjame decirte, te lo ganó hace mucho, perdiste sin
siquiera comenzar, eso te duele ¿no? ¿hiere tu agrandado ego? no conseguir otro más de
tus caprichos.

Un brazo rodeó los hombros de Taehyung, inmediatamente un dulce aroma de mujer


invadió sus fosas nasales.

—No te metas en esto, Lisa.

Lárgate por donde viniste. La ira de Jungkook colapsó,


ni loco se quedaría callado.

—A ella no le hables así ¿oíste? y tampoco dejaré que te refieras a Taehyung de esa
manera, me importa una mierda lo que tú, tu padre, los socios y todos aquí puedan pensar
de que sí, me gusta un hombre, pero créeme que eso no me quitará ni una sola moneda.
Jamás te ilusioné, así que no actúes como si te rompí el corazón, Sun Hee.

—Son un par de idiotas. ¿Crees que esto se quedará así? ¿qué dejaré que me humilles de
esta manera? te arrepentirás, no sabes lo que has perdido, no sabes lo mucho que pudimos
haber ganado juntos.

—No me importa saber hasta dónde llevarás esto, si quieres, dile a tu padre que el trato se
cancela, no me importa, y si él no lo hace, lo haré yo, no quiero tener nada relacionado
contigo.

Jungkook se acercó a Taehyung, tomándolo de la muñeca, llevándolo fuera de la sala, las


demás personas no se fijaron en su acalorada conversación, fueron seguidos de Lisa, quien
antes de ir tras ellos, le sonrió con burla a la azabache, que estaba de brazos cruzados y
con la cara hirviéndolo de la ira.

Una vez fuera de la sala, estando frente a la mansión del padre de Sun Hee, Jungkook se
permitió respirar irregularmente, la ira que se esparcía por su pecho lo cegaba, aún sujetaba
al pelirrojo de la muñeca, sin llegar a lastimarlo, Taehyung no hizo el intento de zafarse,
comprendía que Jungkook estaba teniendo un ataque de ira, y si tenerlo sujetado de la
muñeca lograba calmarlo de cierta manera, estaba más que complacido.

La misma chica castaña que intervino en aquella discusión salió de la casa, parándose junto
a ellos con una sonrisa, lucia muy simpática.
—Tranquilo, Jungkook. No te dejes influenciar por ella, es lo que quiere.

Taehyung se sorprendió al comprender lo que la chica dijo, puesto que, habló en Coreano.

—¡No me dejo influenciar! sólo que... se me es difícil no molestarme, ella ama hacerme
molestar.

Taehyung los veía, de aquí para allá, no dijo palabra alguna, pudiendo esta vez comprender
lo que decían, pero no entendía claramente a qué se referían, suponía que a esa chica.

—Lo sé, solo olvídalo. Cambiando de tema, no me digas que...

Minutos después, una pequeña sonrisa se asomó en los labios del azabache, sabia a qué
se refirió.

—Sí, él es Taehyung.

La chica volteó a verlo, Taehyung abrió sus ojos, viéndola atentamente, pero su sorpresa
fue otra cuando la chica lo abrazó fuertemente, apresándolo entre sus brazos y moviendolos
como si fuese un felpado peluche.

—¡No lo puedo creer! ¡Te estoy conociendo! ¡Hola! soy Lisa, un gusto en conocerte,
muchas gracias por hacer feliz a Jungkook ¡QUÉ GUAPO ERES!

Sonrojo evidente se adueñó de las mejillas de Taehyung, la chica no pudo evitar chillar de
emoción.

—¡Es todo un muñeco, Jungkook! ¡eres tan tierno!

—M-muchas gracias, qué linda eres. Un gusto en conocerte, Lisa, me llamo Taehyung, el
gusto es mío.

La chica rió, dejándolo librarse de su intenso abrazo de osa madre.

—Es un placer, no sabes cuánto Jungkook me ha hablado de ti, estaba muy emocionada
por conocerte... Jungkook se acercó a Taehyung, pasando su brazo por el hombro de su
bebé.

—No tienes permitido enamorarte, él es solo mío.

—¡¿Cómo se te ocurre, tonto?! ¡No! además, yo tengo novio...

Los ojos de Jungkook se abrieron a causa de la impresión.

—Cuándo pensabas decírmelo, señorita confianza.

Las mejillas de Lisa empezaron a tornarse color carmesí, al igual que una sonrisa nerviosa.
—Tenemos poco de novios, pero llevamos conociéndonos desde hace mucho tiempo.

—Ya veo, debo conocerlo. Lisa, me gustaría quedarnos hablando más contigo, pero no
quiero que nos quedemos más aquí ¿tú te quedarás?

—Claro, claro. Estaré un rato, traje mi auto, así que no te preocupes, ustedes váyanse si
quieren, te cubriré con el padre de Sun Hee, pasen linda noche, Taehyung, un gusto
conocerte al fin. Me han hablado maravillas de ti, y ciertamente, todo era verdad. Espero
verte mañana ¡nos vemos luego!

(...)

CAPÍTULO 57

Jungkook tomó la mano de Taehyung con suavidad y empezó a caminar junto a él en


dirección contraria de la fiesta.

Al pelirrojo le causó una leve confusión e impresión, ya que el azabache no le había dicho a
nadie que se retirarían, exceptuando a Lisa, a quien no conocía, pero intuía que se llevarían
de maravilla.

—¿Nos vamos a ir ya? ¿de verdad?

Jungkook detuvo su paso, y posó su vista momentáneamente sobre Taehyung.

—¿Te quieres quedar un rato más? porque la verdad yo...

—No, no... no lo digo por mi, sino por ti, no le dijiste a nadie, ni te despediste... esta fiesta
era por tu empresa...

Jungkook se encogió de hombros, restándole importancia, y continuó con su camino hasta


su auto.
—Eso es lo de menos, no te preocupes, amor.

Taehyung era incapaz de controlar esa creciente emoción revolotear en su pecho cada vez
que Jungkook lo llamaba de alguna manera especial, era un simple detalle, tal vez la
costumbre que el azabache nunca perdió, pero definitivamente le encantaba, lo peor era
cuando él creía conveniente dirigirse al azabache con algunos de esos apodos amorosos de
pareja que no son -aún- quería creer... pero ¿por qué lo peor? pues, su lengua se trababa a
causa del tartamudeo constante que envolvía su boca, todo producto de los nervios que
Jungkook provocaba en él, aquellos que conocía muy bien, pero a los cuales nunca
terminaría de acostumbrarse.

—B-bien...

Justo cuando llegaron al auto de Jungkook, y Taehyung pensaba que iban a entrar,
Jungkook paró en seco, sin soltarle la mano. Volteó a verlo y notó que este ya tenia su vista
fija en él.

Su corazón se aceleró, quiso soltar su mano, de pronto sintió la extraña necesidad de


alejarse de él para estabilizar sus sentidos, pero el azabache no lo permitió, jalándolo de la
misma y lo apegó a él, luego su mano se desenlazó de la suya, para posteriormente
aterrizar en su cintura, de un momento a otro, no supo cómo, se encontraba acorralado
entre él y el auto.

Sentía como sus mejillas empezaban a arder por aquella repentina cercanía, se suponía
que él la deseaba tanto como el azabache a él, pero su corazón latía de forma
desenfrenada y ya no recordaba cómo hacia antes para no caer desmayado por tanta
tensión entre ambos.

Jungkook acercó su cara a la ajena, hipnotizado con lo hermoso de sus brillantes ojos, esa
inocencia seguía plasmada ahí, lucia tan genuinamente hermoso, y nunca podría dejar de
admirar su belleza.

Alternó su vista, desde sus hermosos ojos a sus tentadores labios, admiró su delicada piel,
sus largas pestañas, su perfecta nariz, sus hermosos lunares...

—Te amo.

El corazón de Taehyung sufrió una punzada, aquella declaración de amor ocasionó que
perdiera el aire por un par de instantes, pero rápidamente notó que... no respondió.

Se alarmó al procesar que tal vez, por obvias razones, Jungkook creyese que él no lo
amaba de vuelta, lo cual era mentira, por supuesto que lo amaba, por eso abrió su boca
para responderle, pero las palabras nunca pudieron formularse, debido a que Jungkook
prosiguió hablando.

—Te amo. Quiero que sepas que... cada vez que te veo... me arrepiento, me arrepiento del
pasado, me arrepiento de habernos dejado, porque cuando te dejé, me perdí a mi también,
cuando te volví a ver, aquella tarde en la cafetería, sentí algo que pensé que no volvería a
sentir, ni por que te volviese a ver, pensé que había acabado con todo. No tienes ni idea de
lo bien que me haces, no sabes cómo me haces sentir, y sé que te he dicho varias veces
que te amo, porque es así, pero estoy seguro que no sabes cuánto.

De pronto, un cristal rodó por la mejilla de Taehyung, perdiéndose entre su barbilla y cuello,
no supo en qué momento empezó a llorar, pero aquellas hermosas palabras de Jungkook
conmocionaron su corazón.

—Te juro que en estos momentos no me importa nadie más que tú, nada más. No me
importan los socios, no me importa ella, no me importa qué pasará, me importas tú. Te diré
luego qué pasó con ella, y qué dijo, pero no quiero perder esta noche, primera noche en
tanto tiempo que no quiero que acabe, por eso, no quiero que estemos aquí, sé que no
entiendes qué pasa o qué dicen, por eso quiero que seamos ambos quienes disfrutemos,
pero... te pediré algo.

Taehyung agrandó sus cristalinos ojos cuando Jungkook minimizó la lejanía entre sus
rostros, dejándolos a solo unos cuantos centímetros de distancia para así, cerrar sus labios
en un deseado beso, porque sí, estuvo toda la noche en aquella fiesta con ganas de
besarlo.

—Quédate esta noche conmigo.

Y en susurro, le dijo lo que no sabia, pero deseaba escuchar.

Tan cerca que sus labios se rozaban, tan cerca que sus respiraciones chocaban entre sus
pieles, tan cerca de alcanzar lo que ambos ansiaban.

Pero era una hermosa tortura, poder apreciarse tan detalladamente, muriendo por ir a
fondo, por volver a recorrer lo que en antaño conocían a la perfección.

—Esta, y todas las noches.

Una pequeña sonrisa nació en los labios del azabache, contagiando al pelirrojo, era eso lo
que necesitaba escuchar.

La tensión entre ambos aumentaba a cada segundo, un minuto más, y más crecía, hasta
llegar al punto en que ninguno de los dos podría soportarla, y ninguno quería resistirse.

Jungkook decidió acabar con su tortura, así que inclinó levemente su cabeza a un lado,
para tener más facilidad de besar sus labios, se acercó y con sus labios tanteó la mejilla del
pelirrojo, quien cerró levemente sus ojos, disfrutando de aquella caricia y muriendo del
deseó, Jungkook presionó entre sus labios y la piel del Taehyung, dejando así un pequeño
beso, tan delicado como Taehyung para él, se alejó un poco, sin borrar aquella sonrisa,
para luego volverse a acercar, sin parar hasta que sintió los dulces y suaves labios del
pelirrojo contra los suyos, entre abrió sus labios, para así apresarlos entre sí, repitiéndolo
una y otra vez, Taehyung movió sus labios, sincronizando su tacto, había empezado lento y
suave, pero en la desesperación y el deseó, empezó a tornarse más rudo, más brusco.
Jungkook mordió el labio del pelirrojo, jalándolo y soltándolo, para luego succionarlo y
lamerlo, volviendo a besarlo con aquel desespero que lo volvía loco, pero no tanto como su
belleza, que lo hacia perder completamente la cabeza.

—Te amo, Jungkook.

Taehyung soltó en medio del beso, ocasionando que el pelinegro sonriese en medio del
beso.

—No más que yo a ti, amor.

Taehyung sonrió apenado y bajó su mirada, seguían igual de cerca, pero necesitaban unos
cuantos segundos para reponer su aire y tratar de calmarse, ya que si seguían así,
terminarían haciéndolo dentro del auto mismo.

Lo cual no sonaba mal...

—¿Sabes? amo que... que me llames de esas maneras, me haces sentir... especial.

—Eres especial.

Su mirada seguía clavada en el suelo, pero sentía la mirada del pelinegro sobre él, sus
mejillas estaban sonrojadas y aún tenia aquella apenada sonrisita plasmada en sus labios,
su corazón latía demasiado rápido.

—Dios mío... ¡¿Cómo puedes ser tan jodidamente tierno y condenadamente sensual al
mismo tiempo?! quiero morderte.

Aquella inocencia que Jungkook veía en los ojos del pelirrojo era, relativamente, superficial
ya que este, no pudo evitar mal pensar su últimas dos palabras.

Abrió sus ojos sorprendido y levantó su cabeza, conectando sus miradas, consternado por
el doble sentido de sus palabras, pero no fue sino por la extraña reacción que Jungkook
comprendió lo que en su cabecita empezó a circular, no pudo evitar soltar una gran
carcajada.

—¡Bebé! no me refería a eso, pero si quieres...

Una picara sonrisa se instaló en su rostro, no pudo evitar morder su labio inferior mientras
veía con sumo deseó a quien era y es el amor de su vida, este chilló y con un leve empujón
trató, fallidamente, alejar al azabache de él.

Tapó su rostro con ambas manos, mientras seguía chillando a causa de su exagerada
vergüenza, pero Jungkook se encargaría de acabarla esa misma noche.

Por su parte, el azabache seguía riéndose de su linda reacción, a la vez que trataba de
quitar las manos de Taehyung de su rostro, diciéndole miles de lindos apodos que alteraban
más al pelirrojo.
—¡Mira lo que me haces! ¡dices cosas con doble sentido y me haces sentir un pervertido!

Jungkook seguía riendo, mientras el pelirrojo seguía luchando por mantener tapado su
rostro, el cual hervía de la vergüenza.

—No te preocupes, mi amor, pero ¿qué? ¿acaso no quieres que te muerda entero?

Jungkook espetó entre risas, Taehyung se vio obligado a descubrir su rostro, para así,
golpetear débilmente el fornido pecho del pelinegro.

—¡Ya!

Jungkook no podía ni quería parar de reír, Taehyung sabia que era un caso perdido, así
que enterró su rostro entre el cuello y el pecho de Jungkook, fingiendo que lloriqueaba.

—Te extrañé tanto...

Jungkook tomó a Taehyung de los hombros, alejándolo de él para así, poder ver su
hermoso rostro, el cual seguía rojo, pero este lucia más calmado.

—Y yo a ti... mucho.

—Recuperemos lo que perdimos.

Y nuevamente, sellaron su amor en un dulce beso, sonriendo en medio del mismo.

Esa noche apenas comenzaba.

(...)

CAPÍTULO 58

—Bienvenido.
Justo después de que Jungkook le abriese la puerta hacia el interior de su departamento,
pudo deslumbrarse con lo pulcramente moderno y elegante del lugar donde vivía Jungkook.

Paseó su vista con detenimiento, detallando cada rincón del lugar, y al igual que el costoso
departamento que rentaron por su estadía en Japón, este tenia un gran y hermoso ventanal,
brindando una amplia vista de una zona mucho más céntrica y transita de Tokio, no
esperaba menos.

—Qué lindo...

Se encaminó, ganando un poco más de confianza como para empezar a explorarlo.

—Este podría ser nuestro hogar ¿no te parece?

Taehyung volteó a verlo sorprendido, deleitando a Jungkook con lo hermoso de sus rosadas
mejillas.

Jungkook le regaló una sonrisa ladina, mientras seguía recostado de espaldas a la puerta,
Taehyung decidió librarse de un ataque de nervios, así que evadió su mirada, siguiendo con
su exploración.

A ojos del mayor, Taehyung no podía dejar de comportarse de manera inocente e incluso
ingenuo, pero amaba que siguiese siendo así de cándido.

Se fue acercando lentamente, pero antes de que siquiera pudiese acercarse lo suficiente,
Taehyung, con lo que llamaba ser disimulo, se alejó fuera de su alcance, teniendo de
excusa querer ver de cerca unos adornos. Jungkook notó sus evidentes nervios, no pudo
evitar que una sonrisa escapase de sus labios, Taehyung ahora estaba de espaldas, estaba
dentro de una guerra interna, se reclama el ser tan estúpidamente cohibido.

Debido a su debate mental, no se dio cuenta cuando el mayor se posó tras él, dejándolo sin
escapatoria.

Se sorprendió genuinamente al sentir unas manos posarse sutilmente en su cintura, para


posteriormente, deslizarse con delicadeza y terminar siendo abrazado por un embriagador y
cautivador aroma que conocía a la perfección.

Jungkook acercó sus labios al oído del pelirrojo, su aliento chocó contra su oreja, erizando
así todos los vellos de su cuello, extendiéndose por todo su cuerpo, abrió su boca cuando
su respiración empezó a tornarse errática, cerró sus ojos cuando Jungkook tomó entre sus
dientes el lóbulo de su oreja, apresándolo sutilmente entre sus dientes, jugando un poco
con el mismo, lo liberó para ir un poco mas abajo, hasta llegar a su cuello.

Estaban tan cerca, el fornido pecho del azabache pegaba contra su espalda, así que se
echó hacia atrás, apegándose a él y dejándose acariciar, sus ojos se mantenían cerrados, y
en sus labios una sonrisa estaba pintada, movió un poco su cabeza, liberando espacio para
que el mayor tuviese más acceso.
Era una sonrisa de total éxtasis, su cuerpo empezaba a corresponder a sus caricias, sentía
como de a poco su entrepierna se endurecía, sentía la contraria restregándose a sus
espaldas, pero Jungkook seguía con total fascinación y certeza su trabajo, una vez
sensibilizó totalmente esa área, pasó nuevamente hacia su oído, susurrándole con una voz
ronca y abrumada por el deseo.

—Eres mío, sólo mío... ¿verdad?

Subió su mano, acariciando su plano abdomen, paseándose por todo su torso, para él, era
simplemente hermoso. Taehyung se volteó hábilmente, estando ahora frente a frente,
mirándose directamente a los ojos.

Los ojos de Jungkook eran profundamente oscuros, tan intensos e impredecibles, era una
de miles de cosas que amaba de él.

—Sí, daddy.

Le respondió en un tono sicalíptico, hacia mucho que no le había vuelto a decir así, pero
amaba decirle de aquella manera, era un pequeño juego de fetichismo que le provocaba
muchísimo, sabia que era lo mismo con el mayor, lo descifró cuando en lo perdidamente
oscuro de sus ojos producto de la excitación, un brillo destelló en ellos, Jungkook mordió su
labio inferior, tomó agresiva y posesivamente al menor de la cintura, apegandolo incluso
más si era posible.

Esas simples palabras habían sido un detonante en él, había olvidado la abrumadora
fascinación que sentía cada vez que de esos hermosos y gruesos labios salia aquella
palabra, su miembro sintió una punzada, moría por acabar con aquella lejanía entre ellos,
después de tanto.

—¿Cómo?

Por supuesto que había escuchado, a la perfección, pero ansiaba volver a escucharlo para
declararse completa, pérdida e irremediablemente enamorado de él, una vez más.

De repente, un oleaje de timidez lo abatió, mordió su labio inferior, sintió vergüenza de


repetirlo, así que lo vio con ojos suplicantes, pero eso solo lo provocaba aún más.

Y de manera cohibida, se vio en la obligación de repetir, pero a la final era un "pequeño


juego" entre ellos, debía dejar esa absurda timidez que no lo llevaría a ningún lado, al fin y
al cabo, era Jungkook a quien tenia en frente.

—Dije... sí, daddy.

Eso fue todo, Jungkook tomó entre sus labios a los ajenos de forma desesperada y
necesitada, un beso hambriento y deseado por ambos, entrando en el comienzo de su
delirio, pero no tenían ninguna intensión de escapar.
Sus labios se movían de manera experta sobre los del pelirrojo, inevitablemente tomó el
control, y era fascinante ver como sus besos y caricias eran anfetamina para ellos, eran
pura anfetamina que probaban una y otra vez, todo los días, volviéndose necesaria e
incluso llegarían a la dependencia ajena el uno por el otro, nunca seria suficiente para poder
saciarse del todo.

Pero poco a poco, fue apaciguándose, se volvió más lento, pero inclusive mucho más
erótico, se dieron la oportunidad de poder saborearse con lentitud, se tornó sensual,
Taehyung sacó su lengua y delineó la comisura inferior del mayor, luego apresó entre sus
dientes su belfo inferior, jalándolo para posteriormente succionarlo, Jungkook se adueñó
nuevamente de sus labios, pero bajó momentáneamente a su cuello, lamió y lo mordió,
ocasionando que el menor soltase un jadeo, luego succionó su piel hasta que esta se tornó
rojiza, volvió a lamerla y plantó un pequeño beso, complacido del que en horas posteriores,
seria un muy notorio chupón.

Su libido empieza a carcomerlos por dentro, siendo reflejada en sus crecientes y duras
erecciones que necesitaban de su atención, cada vez más evidente y más dolorosa.

Pero había sido hace mucho tiempo atrás cuando alguno de los dos habían estado
involucrados en relaciones sexuales, siendo ellos dos los protagonistas, y aunque el deseo
aveces es inevitable, eran humanos y esa era una necesidad, ambos habían preferido
mantenerse en castidad, esperando nada, pero recibiendo tanto.

Ambos, sin decirlo en voz alta, estaban de acuerdo en ir con calma, deleitándose con cada
segundo, con cada caricia, verter hasta su última gota de placer dentro y sobre el otro.

—Vamos al cuarto, amor.

Bramó Jungkook, y entre el beso apasionado, negando rotundamente en desperdiciar así


fuesen segundos, llegaron sin tener que romper el que es su sello de amor.

Taehyung era la primera persona ajena que pisaba la recamara del pelinegro, y mucho más,
sería la primera y última con la que compartiría su cama.

Jungkook, siempre había sido muy meticuloso con las personas que dejaba entrar en su
vida, lo cual era muy difícil, incluso antes de ver con otros ojos a Taehyung, por eso, sabia
diferenciar lo que sólo seria una noche, a lo que es y será el amor de su vida.

Taehyung amaba explorar y detallar cada cosa, pero no pudo fijarse en cómo era la
habitación del mayor, ya que, estaba sumamente ocupado en besar sus muy hinchados y
húmedos labios.

Jungkook estaba de espaldas a la cama, Taehyung posó sus manos en su pecho,


empujándolo levemente para que el azabache se sentase, su faceta osada salia a relucir
justo cuando más lo necesitaba Jungkook, no encontraría las palabras suficientes para
expresar lo mucho que le excitaba que su bebé fuese el que tomase la iniciativa, así que
sólo se dejó llevar, disfrutando de lo que venia fantaseando hace tanto, tenerlo sobre él,
restregándose y soltando melodiosos y eróticos gemidos que juraba que lo llevarían a la
misma gloria.

El pelirrojo se sentó sobre él en horcajadas, Jungkook automáticamente llevó sus manos al


trasero del menor, apretándolo entre sus manos, masajeándolo, provocando que el menor
gimiese, sonrió y mordió su labio inferior.

De un momento a otro, una llama creciente se instaló en su pecho, llevando estímulos que
recorrían su cuerpo entero como un oleaje, el calor producto de la excitación prontamente
les llevaría al desespero, queriendo así, arrancar sus prendas, pero así como esos oleajes
lo estimulaban, un deseó imprescindible instaló en él una faceta atrevida y juguetona, quería
jugar con daddy.

En momentos como ese, el fetichismo de daddy kink manchó su cabeza, lo deseaba, tanto.

El menor fue subiendo sus manos, lentamente mientras que con el tacto, era capaz de
reconocer la bien formada figura del mayor, sentía sus músculos tensos. Sus caricias
llegaron hasta su pecho, donde se detuvo para poder conectar su mirada con la ajena,
sonrió de manera traviesa y acercó sus labios hasta la mandíbula del mayor, delineando
con su lengua, luego emprendió un rastro de besos húmedos, queriendo llegar hasta la
clavícula, pero aquel traje que le quedaba de maravilla, estorbaba su paso.

Se alejó, y volvieron a conectar sus miradas, y de la misma manera, empezó a deshacer el


nudo de aquel hermoso lazo negro, fácilmente desprendió la cinta de su cuello, prosiguió
con los botones de su camisa, uno por uno, hasta que su hermosa piel blanquecina
quedaba al descubierto, el mayor quitó el saco negro, dejando únicamente la formal camisa
blanca de manga larga abierta, Taehyung quería tratar de ir con calma, quería disfrutar de
él, que no fuese simplemente sexo, él quería hacer el amor.

Deslizó ahora con mucha más lentitud sus manos por la cálida piel del azabache, siguió sus
caricias hasta llegar a su clavícula, acercó sus labios y depositó suaves besos, el azabache
no pudo más que soltar un suspiro tembloroso, las fascinantes caricias del menor sobre su
piel eran tan suaves, pero a las vez su piel ardía del placer.

Taehyung se levantó, logrando así desprender los brazos del azabache fuera de él, y como
era de esperarse, una faceta totalmente confundida estaba plasmada en su hermoso rostro,
el menor no pudo evitar esbozar una sonrisa juguetona, se paró a un metro de él, llevó sus
manos hasta su cuello, donde sin mucha prisa, empezó a deshacerse del moño,
prontamente lo dejó caer al frió suelo, Jungkook supo cuales eran las intenciones del menor
y no pudo evitar morder su labio inferior a la vez que afincaba sus manos a la cama,
observando a la misma vez que aquel deseo crecía en su pecho, aumentando la presión en
su miembro y las ganas de tomarlo de la cintura y tirarlo en la cama para hacerlo suyo.

El menor, sin prisa alguna, teniendo sus miradas llenas de deseo conectadas y sin
despegarse, empezó a desprenderse de todas sus prendas, el miembro del mayor
empezaba a dolerle, necesitaba con urgencia el mayor contacto posible con ese hermoso
niño, quien de manera traviesa buscaba la manera de provocarlo aún más, y la verdad no
sabia si podría llegar a contenerse, pero no quería apresurar las cosas, necesitaba disfrutar
de él y de cada segundo a su lado, porque hace mucho que lo necesitaba.

Se deleitó con su hermoso cuerpo semidesnudo, la piel acanelada del menor brillaba en sus
puntos perfectos, su piel lucia tan suave y delicada, moría por lamerla y marcarla, dejar un
sendero de marcas y pequeños hematomas por su hermosa piel, demostrando mucho más
que un simple deseo carnal, porque sí, lo suyo era mucho más que eso, y podría
demostrarle, aunque no hiciese falta, de una y mil maneras amatorias lo mucho que era
para él.

Porque sí, Taehyung era para él el niño de sus ojos desde que lo vio aquella mañana, quién
lo diría, quién diría que aquel pequeño hiperactivo se volvería el amor de su vida.

Taehyung se fue acercando lentamente hacia él nuevamente, sentándose sobre el mayor


en horcajadas, sonriendo satisfecho cuando sintió las manos del azabache sujetarlo de los
glúteos fuertemente, masajeándolo en busca de desprender perfectos gemidos de sus
gruesos labios, pero el menor se contenía, mientras mordía su labio inferior, acallando sus
jadeos.

Pero Jungkook no permitiría eso, así que lo tomó fuertemente de la cintura, dando la vuelta
y dejándolo de espaldas a la cama, se posicionó hábilmente sobre él sin llegar a lastimarlo,
teniendo una de sus piernas entre las suyas, llegando a rozar el bulto creciente del menor.

Sonrió con sorna y posicionó su cabeza entre el cuello del menor, no sin antes dejar unos
pequeños mordiscos en su mentón y clavícula, haciendo que el menor levantase su cabeza
y la echase hacia atrás, dándole espacio libre al mayor.

Siguió con un sendero de besos húmedos y lamidas por todo su cuello, deleitando a sus
fosas nasales con el delicioso aroma del pelirrojo, era tan dulce, casi tanto como él.

Aprovechando la situación, y que sus manos quemaban por tocarlo, empezó con un masaje
por lo largo de su hermoso y delicado cuerpo, empezando desde sus muslos, donde
aprovechó y rozó sus manos contra su entrepierna, haciendo que el menor se retorciese del
placer bajo él, sonrió satisfecho y continuó con sus caricias a la vez que besaba licencioso
su ya sensible piel.

Subió por su cintura, la cual estaba hermosamente definida, abandonó su cuello, para esta
vez comenzar con pequeños besos y mordidas en su plano abdomen, era precioso, hasta el
sentir de su agitada respiración, acariciaba con sumo cuidado, tanto que disparaba los
sensitivos nervios de su suave piel, haciendo que el menor brincase por pequeños
espasmos, causados por aquellas caricias que estaban volviéndolo loco, y aún más lo lento
y delicado que era, lo tocaba con si fuese un muñeco de porcelana, el más caro y precioso
muñeco de porcelana, pero es que eso era Taehyung para Jungkook.

Pero no podía negarlo, le encantaba la manera en la que lo volvía loco.

Y no se contuvo más, empezó a dejar salir los melodioso gemidos, jadeos y suspiros por
los que anhelaba el pelinegro, sonriendo con autosuficiencia, a la vez que seguía con su
trabajo, llegó un poco más arriba, donde estaban aquellos dos pequeños botones rosados,
lucían erectos, subió su mirada, en busca de conectarla con el menor, pero este tenia sus
preciosos luceros cerrados y su labio inferior apresado.

—Taehyung, mírame.

Su voz salió gruesa y ronca, estaba extasiado del placer, y sabia que podían ir mucho más
allá, eso lo emocionaba, pero quería que ambos sufriesen por el lujurioso placer, lo
merecían.

El menor se extrañó por el hecho de ser llamado por su nombre, abrió sus ojos y bajó su
mirada, quedó petrificado con lo que vio, no sabia que podía ponerse más duro, pero al
parecer era posible, y más doloroso, sin duda.

El azabache tenia sus brillantes cabellos negros despeinados, de manera condenadamente


perfecta, sus ojos lucían como dos abismos, brillaban de manera lujuriosa, sus gruesos
labios estaban hinchados y rojos, su rostro estaba serio a la vez que lo veía como si
quisiera comérselo, al parecer no mentía.

—S-sí...

Jungkook bajó su mirada para seguir con lo que hacia, pero volvió a subirla al instante.

—¿Sí, qué?

—Sí, daddy.

Jungkook sonrió satisfecho y volvió a bajar su mirada hacia sus botones rosados, delineó
con su lengua un circulo imaginario al rededor de estos, subió su mirada y vio a Taehyung
con su boca entreabierta a la vez que lo vía, estaba tan estimulado que cualquier roce lo
haría gemir.

Y esta vez, sin quitar su mirada de su rostro, empezó a lamer enteramente su pezón, llegó a
succionarlo, para luego seguir lamiendolo, y poco a poco, el pequeño botón rosa se tornó
erecto y duro, bajó mirada unos segundos para contemplarlo, y besarlo con cariño,
queriendo ir ahora con el otro pezón, pero al volver a subir su mirada, se percató que el
menor había vuelto a cerrar sus ojos, jadeando por los estímulos.

Se molesto un poco, quería que el menor lo viese lamiéndolo de manera erótica, ero este
solo padecía por el placer, claro que se sentía orgulloso, sabia que lo estaba haciendo de
maravilla, pero quería su total, y completa atención.

Mordió su botón rosa, haciendo que el menor soltase un pequeño grito, inmediatamente lo
besó y empezó a acariciarlo, a la vez que pasaba al otro pezón.

—Te dije que me vieras, bebé...


El menor asintió, viendo atentamente al mayor, quien había empezado con su misma tarea
en el otro pezón, no quería dejar de verlo, porque mierda, era una imagen completamente
erótica, mas los pequeños chasquidos que dejaba escapar el mayor de su boca, pero es
que lo hacia tan jodidamente bien que le era imposible no retorcerse del placer bajo él.

Una vez terminada su tarea, siguió besando su pecho, dejando uno que otro chupón, hasta
llegar a su cuello donde dejó una débil mordida, siguió hasta estar cara a cara, sus labios
estaban completamente hinchados y brillosos, el menor alzó su rostro y los besó con afán y
desespero, el mayor le correspondió el beso de manera mucho mas parsimoniosa, el menor
tomó el rostro ajeno entre sus manos, empezaron a jugar con sus lenguas, uno la introducía
a la boca ajena y el otro la succionaba, se lamían entre sí, el menor levantó su pelvis, en
busca de rosar sus miembros, a lo que el mayor se alejó un poco y se deshizo de su camisa
blanca de una vez por todas, el menor atacó su cuello, dejando hematomas esparcidos a lo
largo de este, mientras el mayor sólo cerraba sus ojos y se dejaba llevar.

Sentir sus labios plasmados en su piel era la sensación más placentera del mundo.

Una vez Taehyung terminó con su cuello, se besaron nuevamente, para que posteriormente
el mayor se levantase de la cama y terminase de quitarse toda su ropa, quedando como
Dios lo trajo al mundo, completamente desnudo y expuesto al menor, quien babeaba de
solo verlo, pero que bien dotado estaba este hombre... dios.

Estaba erecto, se posicionó sobre el menor, quien únicamente tenia su ropa interior,
marcando su también erecto bulto, Jungkook tomó su bulto entre sus manos y lo acarició,
haciendo que el menor abriese sus ojos y boca, dejó salir un sonoro gemido, seguido de
varios jadeos por su parte, Jungkook sonrió.

—Da la vuelta, amor, por favor...

El menor no protestó, levantándose del torso para arriba, pero antes de que se diese la
vuelta, Jungkook lo tomó del mentón y besó con cariño sus labios, sonrieron en medio del
beso, el menor se terminó de dar la vuelta, dejando a su completa merced su lindo y
redondo trasero, el menor tenia un gran trasero, a decir verdad, y eso le encantaba tanto.

Posicionó sus manos en sus muslos, justo debajo de su bien formado trasero, empezó a
masajearlo en esa zona, luego subió hasta su trasero, lo tomó entre sus manos y lo apresó,
masajeándolo, bajó su rostro y lo mordió, subió un poco hasta llegar a su espalda baja,
donde lo tomó por la cintura, posicionando su miembro sobre su trasero cubierto por su ropa
interior, empezó a simular pequeñas embestidas, acariciándose contra él, echó para atrás
su cabeza, dejando salir pequeños jadeos, el menor simplemente enterró su cabeza entre la
almohada y sabanas, acallando sus gemidos, mierda, Jungkook era muy bueno.

El miembro de Jungkook estaba hinchado y dolía como la mierda, necesitaba enterrarlo en


él ya, su líquido preseminal empezaba a escurrirse desde su glande, no pudo más, bajó el
bóxer del menor, quitándolo y tirándolo por quién sabe dónde, abrió su trasero y visualizó su
entrada, tan rosada y cerrada, como quería enterrarse así sin más, pero él no le haría eso a
su bebé.
Bajó su torso hasta llegar a la espalda acanelada del menor, donde dejó un sin fin de
pequeños besos, mientras que con una mano, empezó a acariciar su entrada, sin llegar a
introducir nada, aún.

El menor levantó su cabeza, su miembro estaba apresado bajo él y le dolía, internamente


clamaba por ser dilatado rápidamente, levantó su trasero, sosteniéndose de sus rodillas
inclinadas, dejando su trasero al aire y bajando su torso, afincándose de sus codos, meneó
su trasero de lado a lado, soltando un erótico gemido.

Jungkook sonrió satisfecho y nalgueó su lindo trasero, una y otra vez hasta que se
enrojeciera la piel, bajó su rostro y mordió su piel, lo apretó con brusquedad, para luego
empezar a estimularlo, acarició su miembro, bajó y subió su mano por su falo,
masturbándose y dejando salir mucho más líquido preseminal, y con un dos dedos trató de
agarrar lo suficiente y depositarlo en su rosada entrada, lo esparció por toda su entrada,
muriendo por querer enterrarse en él, luego, colocó su miembro y lo rozó, una y otra vez,
gimió por la placentera sensación, al igual que el menor, quien seguía meneando su trasero,
rogando por querer ser tomado ya.

Bajó una mano hacia el miembro del pelirrojo, donde sin preámbulos, empezó a masturbarlo
rápidamente, con un ritmo constante, robándole varios gemidos de los labios de Taehyung,
sintió como el cuerpo del menor empezó a temblar, así que lo tomó de la cintura
fuertemente para que no se cayera, siguió con el prominente ritmo, hasta que el menor gritó
y gimió su nombre, dejando caer su cabeza, cansado contra la almohada, su respiración
estaba agitada, y sintió como un líquido tibio empezó a escurrirse por su mano, era su
semen, acarició su miembro, masturbándolo suavemente, para luego volver a su entrada,
donde ahora con su propio lubricante enterró lentamente un dedo, estaba estrecho, pero no
tanto como imaginó.

—Al parecer alguien se masturbaba pensando en mi... ¿no, bebé?

Taehyung levantó su cabeza, pero no pudo evitar gemir cuando el mayor introdujo otro
dedo, abriéndolos como si fuesen tijeras dentro de él, poco a poco empezó a humedecerse
su interior.

—¿Acaso Daddy no se masturbaba pensando en mi?

Jungkook gruñó ante su tono, tan erótico que lo desesperaba, así que sacó sus dedos, tomó
su trasero y lo apretó con fuerza, abriéndolo y colocando la punta de su miembro en su
rosada y húmeda entrada.

—Siempre, mierda, siempre me masturbaba pensando en ti... en cómo gemías... así que
gime para mi, bebé.

Se fundió en su interior, enterró su miembro hasta lo último, donde se quedó quieto unos
segundos, cerró sus ojos y dejó caer su cabeza hacia atrás, mordió su labio inferior, aún
estaba estrecho y se sentía de maravilla, se sentía jodidamente bien estar de nuevo dentro
de él.
Taehyung abrió su boca, sin dejar salir ningún sonido, trataba de acostumbrarse al
repentino cambio en su interior, había olvidado cómo se sentía, y cuán grande era
Jungkook.

El mayor colocó una mano en su cintura, mientras la otra seguía sobre su trasero, luego de
que pasaran unos cuantos segundos, empezó a salir lentamente de él, sin sacar su punta,
volvió a enterrarse con la misma fuerza y precisión, Taehyung dejó salir un fuerte gemido,
sintió como Jungkook había tocado su próstata.

Su interior enardecía, pero era mucho más el placer que lo cegaba, así que quería que
fuese más fuerte.

—D-daddy... ahg... más...

Jungkook podía y tenia todo para complacerlo, así que hizo lo que quería, siempre lo haría,
ejerció más fuerza en sus embestidas, salia y entraba más rápido e incluso más certero, el
menor sintió una y otra vez como Jungkook tocaba y empujaba su próstata, a ese punto
sentía como si pudiese desmayarse, pero Jungkook nunca lo soltó.

El dolor en su miembro iba disminuyendo, pero la necesidad aumentando, luego de varios


minutos así, subiendo y disminuyendo por segundos la velocidad, empezó a sentir como en
su vientre una sensación iba aumentando, los bien conocidos espasmos empezaron a
arrasarlo, entraba y salia, muchos chasquidos eróticos de humedad y líquido resonaban por
la habitación, al igual que sus jadeos y gemidos.

Luego, casi al mismo tiempo llegaron al deseado orgasmo, ambos soltaron un gran gemido,
pronunciando sus nombres en ellos, el semen de Jungkook se vació dentro del menor,
mientras el semen de Taehyung manchó las blancas sabanas de seda, entró y salió unas
cuantas veces más, viendo como parte de su semen empezaba a salirse de él, salió
completamente, y abrió su trasero, queriendo ver como su semen se escurría, esperó un
poco y casi todo su semen empezó a salirse, metió su dedo, masturbando su trasero, otra
vez, ahora estaba mucho más que dilatado su interior.

Ayudó al menor a darse la vuelta, Taehyung tenia sus ojos cerrados y su boca abierta, su
pecho subía y bajaba, en su cuello varios chupones empezaban a hacerse visibles, el
pelirrojo jadeaba y trataba de normalizar su respiración. Jungkook estaba igual, pero el
menor parecía mucho más agotado que él.

Se acercó y se recostó a su lado, el menor se recostó en su pecho, colocando su mejilla en


su fornido pecho, donde era capaz de sentir su aún agitada respiración.

—Te amo tanto... me pregunto seriamente, cómo sobreviví todo este tiempo sin ti.

Taehyung rió antes las palabras del mayor, restregando su perfecta nariz contra su pecho.

—Yo también te amo, kookie.


Ambos sonreían como auténticos enamorados, pero al fin y al cabo, era eso lo que eran, un
par de enamorados.

Luego de un par de minutos de suaves caricias y besos, Jungkook habló.

—¿Estás mejor?

El menor se levantó y entrecerró sus ojos.

—¿Para qué?

Jungkook se levantó del torso para arriba, quedando aún sentado sobre la cama.

—Quiero que hagamos algo...

El menor aún trataba de normalizar su respiración, pero miró atentamente al mayor, quien
tenia un hermosa sonrisa ladina en sus labios.

—¿Cómo qué?

—Será divertido... déjate llevar, bebé... sólo haz todo lo que yo te diga ¿sí? bien.

El pelinegro se levantó, afincandose de sus rodillas en la cama, Taehyung seguía sin


entender, y queria saber.

—Dime qué es primero, kookie...

Un pequeño puchero se plasmó en su labio inferior, ocasionando que Jungkook soltase una
pequeña risa.

Se acercó a él y mordió su labio inferior, sin borrar su encantadora sonrisa.

—Hazme caso, bebé... levántate de la cama un momento, por favor.

Taehyung no protestó más, así que levantó y observó atentamente al mayor, quien se
recostó donde anteriormente estaba él, su miembro lucia jodidamente tentador...

—Ahora, hermoso, colócate sobre mi.

Taehyung, sin entender mucho, se subió sobre él.

—¿Y bien? —Ahora da la vuelta, estando aún sobre mi.

El pelirrojo siguió sus ordenes, ahora estaba sobre él, su miembro estaba sobre su pelvis, y
su rostro apuntaba hacia el miembro del azabache.

—¿Ya sabes lo que quiero que hagamos?


El menor analizó la situación, cuando de pronto, abrió sus ojos con demasía.

—¡Jungkook!

El pelirrojo trató de bajarse, pero Jungkook lo tomó fuertemente de la cintura.

—Bebé, de verdad, no sabes cuántas veces he fantaseado esto, tú sobre mi... haciendo
esto, por favor.

El menor quedó en silencio, el cual Jungkook aprovechó y empezó a acariciar su trasero, de


manera lenta y placentera, empezando a inducir al menor, quien poco a poco empezó a
ceder, sintiendo como su miembro se endurecía.

El azabache sintió como el miembro ajeno empezaba a apresarse contra su piel, el menor
empezó a acostarse sobre el mayor, formando un perfecto sesenta y nueve. Cada una de
las rodillas del pelirrojo estaban a los costados del mayor, afincándose.

Taehyung tuvo frente su rostro el ya erecto miembro de Jungkook, lo tomó entre sus manos,
sintió como Jungkook se estremeció ante el repentino toque, profundizó más, llevó sus
manos hasta la base de su miembro, encontrándose con sus testículos, los cuales acarició,
bajó su rostro y los lamió, dejando pequeños besos, siguió su recorrido hasta llegar a la
punta de su falo, donde vio que su glande empezaba a producir líquido preseminal, lo sopló
y escuchó el jadeó del mayor, a la vez que este levantaba su pelvis en busca del contacto
con su boca.

Sonrió y depositó un pequeño beso, justo antes de que pudiese lamerlo, sintió como
Jungkook metió su miembro entero a su boca, se ayudaba de sus manos para subir y bajar
la pelvis ajena, lo hacia bastante bien, lo sacó de su boca, para luego tomarlo entre sus
manos y masturbarlo, lo lamió, pero su ritmo era mucho más brusco y frenético, el miembro
del mayor empezaba a hincharse, no quiso tardar más, así que lo tomó firmemente y
empezó a larmerlo de la manera más experta y erótica, lo metía y lo sacaba de su boca,
chasquidos empezaban a abandonar sus bocas, cada uno guardaba un descanso de
segundos para poder gemir y jadear, Taehyung mordió el miembro de Jungkook, no tan
fuerte para no llegar a lastimarlo.

—Eres jodidamente perfecto, Taehyung, quiero que sepas eso...

El menor sonrió, meneó su trasero, a la vez que Jungkook lo palmeó, prontamente, debido a
que los dos lo hacían condenadamente bien, empezaron a sentir los espasmos del orgasmo
acercarse, su vientre cosquilleó y ambos se corrieron en la boca ajena, pero, en vez de
poder tomar tiempo para respirar, aguardaron unos segundos, fundiéndose en su boca lo
más posible.

Luego, se separaron, soltando una gran bocanada de aire a la vez que su semen se
escurría de su boca.
Taehyung tragó el exceso, Jungkook lo imitó, para luego jadear pesadamente en busca de
recuperar algo de aire, sus mejillas estaban rojas y una capa de sudor los envolvía, el calor
en la habitación se tornó pesado.

Era jodidamente erótico.

Taehyung se acercó a Jungkook, se sentó sobre él y besó sus labios, de manera más lenta
y lujuriosa, por supuesto que el mayor le correspondió el beso, dónde el sabor del mismo
era su propia esencia.

—¿Ves que fue una buena idea?

El menor rió a la vez que asentía efusivamente.

— Tomemos un baño, kookie.

El mayor asintió y se levantó, estiró sus brazos, esperando que Taehyung saltase hacia él,
quien no dudo en hacerlo, ambos rieron de camino a la tina, donde durarían un buen rato
riendo y jugando, hasta que el cansancio les ganase.

(...)

CAPÍTULO 59

Jin era un veterano en lo que hacia, no por nada era uno de los más aclamados
organizadores de eventos en Japón, cabe destacar que también internacionalmente.

Pero, sin duda alguna, un mes de planificación, quizá con un par de días menos, era muy
poco tiempo para realizar las obras maestras que bien lo caracterizaban, él era muy estricto
y en demasía detallista, siempre procuraba dar lo mejor de lo mejor a sus clientes, así que,
Jimin no seria la excepción.

Para ello, para concentrarse al máximo en ese proyecto, pausó sus anteriores proyectos y
siguientes citas, él era un amante empedernido de las bodas. Así que, esta boda de dos
jóvenes enamorados, seria su prioridad.
—Mr. Kim, hemos tenido muchos inconvenientes con los Claveles, el vuelo que los traerían
ha sido cancelado por una protesta aérea, justo en la vía de avión, lamento decirle que esa
orden ha sido cancelada.

Jin al oír la noticia, inmediatamente llevó sus manos a la cara, se habían empezado a
producir varios pero pequeños inconvenientes, nada que él no supiese arreglar, pero eso
era un problema mucho mayor.

Había consultado en Japón, y confirmó lo que ya sabia que dirían, en esa parte del mundo
no habían grandes cultivos de flores, así que mayormente se evitaba los inconvenientes y
las encargaba del exterior, y a su suerte, nunca se habían topado con una alguna protesta,
¿por qué ahora sí? Claro, habían pequeñas y moderadas floristerías en Japón, por
supuesto, pero no lo suficientemente capacitadas para ordenar la gran cantidad de flores
que estimaba.

—No me digas eso... ¿acaso no pueden tomar otra vía? necesitamos esas flores.

La chica bajó una de sus comisuras en una pequeña mueca, mientras releía el papel donde
traía otras soluciones.

—Podemos usar flores de cerezo o Peonias, y agruparlas para que simulen ser casi lo
mismo, no sé qué decirle...

El rubio negó lentamente, viendo absorto un punto perdido en el suelo, como si allí pudiese
visualizar cómo solucionar ese problema.

—No puede ser casi lo mismo, tiene que ser lo mismo, tienen que ser Claveles. Trata de
llamar a otro cultivo, otra floristería extranjera, trata de preguntar si pueden tomar otra vía,
algo... Pero deben ser Claveles comunes.

La chica no se negó e inmediatamente asintió mientras anotaba en su libreta.

—Por supuesto que sí.

Jin suspiró mientras se recostaba del espaldar de la silla, abultando un poco su labio
inferior.

—Estos problemas no le hacen bien a mi hermosa juventud... ¿No es así? ¿Acaso estoy
perdiendo mis encantos?

Tomó un espejo color marfil que reposaba en su escritorio y empezó a examinar su rostro
minuciosamente.

—Para nada, usted seguirá siendo perfecto, como siempre.

No se preocupe.

Jin bajó el espejo, viendo a la joven con una sonrisa ladina en su hermoso rostro.
—Tú sí que sabes cómo ganarse el puesto a empleado del mes, sigue así...

La chica se sonrojó levemente con una pequeña sonrisa avergonzada, retirándose de la


oficina del rubio, no sin antes inclinarse en una reverencia.

(...)

—¡Esto es más difícil de lo que imaginé!

El rubio se dejó caer en los hermosos, cómodos y seguramente, costosos muebles de la


Boutique a la cual fueron para elegir sus trajes de novios y el traje de Taehyung.

—Jiminnie... sé que es una decisión difícil, pero no te desesperes, todavía tienes tiempo
de pensar en cómo quieres verte...

Pero por supuesto que sabia cómo quería verse, estaba fascinado con los hermosos trajes
de tonos pasteles y cálidos, ya que por lo cual, serían los adecuados a cómo será su boda,
al aire libre, jardines preciosos y todos los adornos florales serian con Claveles, al rededor
de 70 invitados y muchas otras cosas más, que de seguro serian hermosas porque Jimin se
había encargado de ver los hermosos eventos que Jin organizó, por lo cual, estaba
demasiado emocionado por ver el resultado.

—¡No es justo! cada que pienso que por fin lo encontré, aparece uno mucho más
hermoso... seguramente YoonGi ya consiguió el suyo. Mírame, tres horas después y
todavía seguimos aquí... Perdón por tenerte amarrado aquí.

¿Dónde está YoonGi? pues, el azabache decidió que no quería ver a Jimin con su traje de
boda hasta el mismísimo día, en el altar, él quería verlo vestido así por primera vez y que su
reacción fuese totalmente transparente, quería verlo y afirmar que sí, definitivamente era la
mejor decisión de su vida. Y aunque no planease dejarse llevar por las supersticiones,
consideraba que esa "tradición" en especifico, era muy bonita.

Jimin no tenia idea de que ese era un deseo de YoonGi, lo respetó totalmente, pero debía
admitir que lo extrañaba mucho, esas tres horas seguidas empezaban a ser un martirio.

Jimin cerró sus ojos y empezó a tararear una canción, la misma canción que YoonGi le
dedicó en su primer aniversario, por lo cual, esa misma canción sería la del baile de recién
casados.

—¿Te parece bien si te quedas aquí descansando un poco, mientras yo voy y busco algún
otro traje?
Jimin abrió sus ojos lentamente y le sonrió, en ese mismo instante entró la asesora con lo
que parecían ser tres trajes en cada mano.

— Aquí hay algunos más, parecidos a los que me dijo que quería, y aquí está el anterior
una talla más pequeña.

Jimin se levantó inmediatamente y fue hacia los trajes, así que, Taehyung aprovechó ese
instante y salió de la habitación.

Era una Boutique bastante grande, tenia la sección de hombres y mujeres, por supuesto
que estaban en la de caballeros, por lo cual, la decoración era formal y elegante, el negro y
gris predominaban por todo el lugar.

El pelirrojo una vez fuera de la habitación, observó los largos pasillos anexados a grandes
salas, estaban medianamente desérticos.

Ya sabia a dónde tenia que ir, así que sin perderse, mientras miraba como algunos
trabajadores caminaban a distintas direcciones con elegantes trajes en sus manos, llegó a
la sección donde estaban colgados muchos, muchísimos trajes hermosos, de distintas
marcas, texturas, colores y tallas.

Paseó su vista por los distintos trajes, mientras que con una mano acariciaba las telas y
veía los diseños.

En esa parte, habían muchos trajes oscuros, los cuales no iban acorde a la boda, pasó de
ellos y fue a los de una gama más cálida.

Habían muchos trajes hermosos, sin duda podía comprender a su hermano, eran muy
hermosos como para solo elegir uno, pero él encontraría el ideal.

Él, hace un par de horas atrás, ya había elegido su traje con ayuda de Jimin, un hermoso
traje color azul claro, con una camisa rosado opaco debajo, y como toque final, un moño
rojo.

Le gustaba bastante, además, combinaba de maravilla con su tono artificial de cabello y se


ajustaba muy bien a su cuerpo.

Justo en ese momento, escondido entre muchos otros, vio un hermoso traje de color rosado
claro, con unos sutiles, pero hermosos bordados color perla de flores entrelazadas entre sí,
debajo una simple camisa blanca con encaje en la parte frontal, delicados bordados en la
punta del cuello de la camisa.

Lo desguindó del perchero dónde estaba colgado, lo colocó frente a él y lo miró


detalladamente, era simplemente hermoso.

Estaba relativamente escondido.


Miró unas cuantas opciones más, pero ninguno lograba gustarle más que como el que tenia
en su mano. Justo cuando dio por finalizada su búsqueda y procedía a irse, le llegó un
mensaje.

Kookie ♡

Te extraño mucho, bebé... ¿les falta mucho?

15:45

Inmediatamente sonrió cuando leyó el mensaje.

Taehyung sabia que ese día iban a escoger trajes, así que decidió invitar a Jungkook con
ellos a sus compras, pero luego de que YoonGi dejase en claro que Jimin y él no podían
verse vestidos de novios hasta el día especial, decidieron dividirse, así Taehyung ayudaría
a Jimin y Jungkook ayudaría a YoonGi.

¡Yo también te extraño! ♡ Mas o menos... ¿ustedes ya terminaron?

15:46 ✔✔

Estuvo al rededor de unos cinco minutos esperando su respuesta mientras veía otros trajes,
pero simplemente no llegó.

—Pero qué chico más hermoso... ¿por qué tan solo?

Taehyung volteó inmediatamente sobresaltado, pero se sonrojó poco después.

—Nada, sólo veo algunos trajes.

Se volteó nuevamente, haciéndose el desentendido. Sintió como se acercó un poco hacia


él.

Él pretendía estar concentrado en sus acciones, pero la verdad es que no podía.

—No pretendo incomodarte o distraerte, sólo que me pareces hermoso...

—Lo siento, pero tengo novio.

El pelinegro lo tomó de la cintura y lo obligó a voltearse, quedando ambos cara a cara,


mientras lo apegaba a su fornido cuerpo.

—¿Tienes novio? eso es una lástima... pero estoy seguro de que yo soy mejor que él... ¿no
lo crees? Taehyung sonreía mientras estaba atrapado entre una pared y Jungkook.

Ladeó su cabeza e imitó una mueca pensativa.


—No lo sé... pero eres muy atractivo...

El pelinegro sonrió y llevó sus labios al cuello del pelirrojo, dejando un pequeño beso ahí,
luego pasó a sus labios, donde se detuvo unos segundo para verle a los ojos y poder
besarlo con mucho cariño.

—Te amo, Taehyung.

El menor rió y lo abrazó, deleitándose con el delicioso aroma del azabache inundar sus
fosas nasales, por lo cual, enterró su rostro en su cuello.

Jungkook lo meció en el abrazo, mientras le recitaba muchas palabras de amor.

—Yo te amo más.

Jungkook le sonrió dulcemente y deshicieron el abrazo para poder verse de frente.

—¿Ya terminaron?

Taehyung hizo un puchero y negó lentamente.

—Jimin está muy estresado... no ha podido conseguir alguno que le guste lo suficiente... así
que salí a buscar uno por mi cuenta para él. ¿YoonGi ya consiguió el suyo?

—Sí... hace un rato, esperamos un poco más por ustedes, pero ya ha pasado mucho
tiempo... tienen que comer, dile a Jimin que se tome un descanso para ir a almorzar. Ya es
muy tarde y puede dolerte la cabeza por no comer a tiempo, bebé.

Taehyung sonrió mientras Jungkook le acariciaba el rostro con delicadeza, asintió


efusivamente.

—¡Estoy seguro de que este le gustará! — Dijo y alzó el hermoso traje aún en su mano.

— Ve con YoonGi, nosotros enseguida vamos ¿sí?

—Claro que sí, amor...

Taehyung se alzó un poco y besó la mejilla del azabache.

—Muchas gracias por habernos acompañado hoy, Kookie.

Dicho eso, se fue rápidamente sin esperar su respuesta, lo cual dejó a Jungkook con una
sonrisa plasmada en sus labios.

(...)
CAPÍTULO 60

Había llegado el gran día.

Un par de semanas después, y ya había pasado un mes, así que, ese preciso día era el día
más esperado por un par de enamorados, ese día era su boda.

Jimin tenia mucho tiempo anhelando por aquel día, incluso mucho antes de que YoonGi se
lo hubiese propuesto, él ya había fantaseado en cómo quería que fuese todo, se había
visualizado parado en el altar junto a la persona con la que quería compartir el resto de su
vida, su corazón estaba más que seguro, él estaba más que dispuesto a amarlo para el
resto de su vida con todo su ser.

Así que, ahí estaba... en Japón, junto a su familia y seres más queridos, en un hermoso
lugar mucho más perfecto de lo que alguna vez imaginó, estando a sólo una hora de
casarse con el amor de su vida.

Pero estaba nervioso, no se consideraba la mejor persona trabajando bajo presión, sentía
una gran ansiedad en su estomago, tenia inclusive miedo, pero no al compromiso, sino a
cometer algún error, a equivocarse y tartamudear en los votos matrimoniales.

Sin duda necesitaba calmarse.

—¡Quiero vomitar!

El castaño se levantó angustiado, pero inmediatamente su madre lo tomó por los hombros y
lo obligó a sentarse nuevamente.

—¡Vomito! te traeré algo, enseguida vengo.

Taehyung salió corriendo del cuarto dónde él, su madre y unas estilistas ayudaban a Jimin a
arreglarse, en busca de algún medicamento para el vomito.

Antes de que su madre pudiese detenerlo, el pelirrojo ya no se encontraba en la habitación.

Jimin ahora no era rubio, debido al hermoso traje que su hermano le eligió.
Decidió cambiar de tono a uno que combinara mucho más con aquel tono tan sutil de rosa
del traje, el cual le encantó desde el primer momento en que Taehyung entró con él, se
enamoró al instante y no necesitó de un minuto más para terminar de decidir.

—Tranquilo, amor... respira hondo, cuenta conmigo... uno... dos...

—¡Tres! tres... tres...

Eun sonrió al verlo tan nervioso, sus hijos siempre serían sus bebés. Ahora sus comisuras
se tornaron hacia abajo en una mueca de nostalgia, ahora uno de ellos estaba por
casarse... ya no era su pequeño bebé que quería jugar fútbol todas las tardes, ahora era
todo un hombre... pero, de igual no dejaría de ser su bebé.

Sonrió satisfecha por sus pensamientos y se posó tras Jimin, quien seguía susurrando
"tres" con sus ojos cerrados y sujetándose fuertemente de la silla que estaba frente al
tocador, donde con anterioridad estaba terminando de arreglarse.

La silueta de ambos estaba reflejada en el espejo, pero a pesar de que Eun viese a todo un
hombre ahí, listo para empezar a formar su propio hogar, no podía dejar de ver a ese
pequeño Jimin, a ese pequeño niño asustado y que necesitaba de su madre, del apoyo de
su madre.

La castaña volteó a ver a las estilistas y les sonrió, ellas inmediatamente captaron y salieron
de la habitación, dándoles un tiempo a solas.

—Mi amor... todo saldrá bien. Te ves increíble... y el lugar es hermoso. Sé que YoonGi te
ama y te amará, pase lo que pase, sin importar qué, por eso estamos aquí hoy, para
disfrutar de verlos unirse en matrimonio... sé cómo te sientes, lo sé muy bien, pero todo
estará bien. Hoy es un día especial, lo sabes, trata de enfocarte en disfrutar cada segundo,
en vivir y apreciar cada segundo para que en un futuro lo recuerdes con amor, así que
tranquilo.

Jimin abrió poco a poco sus ojos con cada palabra que su madre decía, tenia toda la
razón...

Una hermosa sonrisa nació en sus labios, la cual iluminó su cara y se vio reflejada en sus
ojos.

—¡Tienes razón, mamá! te amo, gracias por estar aquí conmigo...

Eun sonrió con dulzura y se inclinó un poco para poder besar la cabeza de su hijo.

—Te amo, Hijo. Estoy tan orgullosa de ti...

Poco a poco sus ojos se empezaron a humedecer, empezando a inundarse de pequeñas


lágrimas que pronto empezaron a recorrer sus mejillas.
Jimin vio a su madre a través del espejo y se alarmó, levantándose inmediatamente y
dándose la vuelta, encontrándose a su madre cabizbaja, tratando de ocultar su llanto.

Inmediatamente la envolvió entre sus brazos, apoyando su cabeza en la contraria, sentía el


llanto de su madre y su pecho dolía, odiaba ver a su madre llorar, sentía una inmensa
preocupación al no saber por qué lloraba tan repentinamente.

La castaña se alejó lentamente de Jimin, limpiando rápidamente sus lagrimas, pero a


sorpresa del castaño, esta tenia una pequeña sonrisa en sus labios.

—¿Por qué lloras, mamá?

Eun negó lentamente, para luego fijar su vista en la mirada preocupada de su hijo, así que
subió su mano, colocándola en la mejilla de Jimin, acunando su rostro, dando pequeñas
caricias tratando de calmarlo.

—Por nada malo, Jimin... estoy feliz por ti... muy feliz, y les deseo lo mejor del mundo. Ya
sabes cómo soy... muy sentimental, se me es imposible no llorar de felicidad y nostalgia.

Jimin sonrió con tranquilidad antes las palabras sinceras de su madre, la volvió a abrazar,
pero justo cuando estaban en ese precioso momento, alguien entró.

—¡Mi sobrino se casa hoy!

—¿¡Jimin!? ¿dónde está mi galán?

Ambos voltearon ante las voces escandalosas de sus tías.

Inmediatamente ambas se acercaron al castaño, abrazándolo y diciéndole miles de


cumplidos a los cuales Jimin agradeció consternado por la repentina atención, también
entró su padre, quien abrazó a su esposa y miró con diversión la escena en la que Jimin
estaba envuelto.

—¡Llegué! no encontré nada para el vomito, pero conseguí un calmante...

Taehyung volvió un poco agitado, pero sus padres voltearon a verlo, inmediatamente su
madre expresó un "Ohh, mi bebé" y corrió a abrazarlo al verlo tan preocupado por su
hermano, qué podía decir, era muy cariñosa.

—¡Señor Jin! Ya han llegado todos los invitados, empezaré a guiarlos hasta el altar para
que tomen asiento para la ceremonia.

—Excelente. Buscaré a YoonGi para que se posicione en el altar, luego ve por Jimin y
avísales que faltan quince minutos para que empiece la ceremonia.

La joven asintió efusivamente y fue hacia los invitados, quienes hablaban y admiraban la
belleza del lugar donde estaban, muchos de los familiares tenían mucho tiempo sin verse,
por distintas razones, así que había mucho de lo que hablar.
El lugar de la boda era en un gran y hermoso jardín, primeramente, cuando los invitados
entraban al lugar, tenían que pasar por un camino medianamente largo, pero hermoso,
rodeado de naturaleza y hermosas flores.

Que los llevaría a una zona amplia y adornada de muchos arreglos florales gigantes a base
de Claveles, el aroma del lugar, a pesar de ser al aire libre, era dulce, similar al de las flores.

En la distancia, se visualizaba el altar, guiado por un camino de arbustos con flores gigantes
en forma de corazones.

Todos estaban vestidos elegantes y acorde al lugar, justo como se les había notificado.

Cuatro personas, vestidas igualmente, con traje oscuro y unas insignias que aseguraban ser
guías, les indicaron que podían ir tomando asiento, todos estaban encantados con el lugar,
comentaban acerca del mismo, tomaron asiento frente al altar en las elegantes sillas a la
espera de los novios.

—¿Estás listo?

YoonGi se vio al espejo por ultima vez y suspiró.

—Sí, estoy listo.

Jungkook le sonrió, mientras Hoseok soltó un grito de emoción.

—¡No soy yo, pero estoy tan emocionado! quiero ver si llorarás al ver a Jimin de camino al
altar, o quizá sea yo quien llore.

YoonGi y Jungkook rieron ante el entusiasmo de Hoseok, quien estaba haciendo muchas
otras bromas para relajar el ambiente.

YoonGi vestía un traje azul marino, su moño era rosado claro, al igual que el pañuelo que
se asomaba en el bolsillo de su saco y la rosa, que con anterioridad eran de color blanco,
pero Jin mandó a que le hicieran unos ajustes, además ahora no era peliazul, llevaba un par
de semanas con su cabello azabache nuevamente.

Estaba pulcro y elegante, la verdad estaba muy satisfecho con su elección de traje.

—Y luego de tanto ocultarlo, supongo que por fin hoy nos presentarás a tu novia.

Un rubor tiñó las mejillas de Hoseok, quien volteó su cara rápidamente, para luego volver a
verlos con una sonrisa nerviosa y una mirada culpable.

—No oculté nada... simplemente me tomé el tiempo necesario... quería estar seguro de que
lo nuestro fuese algo serio.

—Claro...
Jungkook rió por su notable nerviosismo, siendo seguido de YoonGi, a lo que Hoseok bufó.

—Pero háblanos de ti, Jungkook... YoonGi se casa, yo les presentaré a mi novia... ¿y tú?
¿tienes pareja?

YoonGi se rió fuertemente, golpeteando una mesa con la palma de su mano, a lo que
Jungkook se sonrojó y sonrió con aires de superioridad.

—Sí, tengo pareja... un novio.

Hoseok abrió sus ojos ante una evidente sorpresa.

—Oh, no sabia que tú...

—Ahora pregúntale quién es.

YoonGi intervino, a lo que Hoseok se confundió, pasó de ver al azabache, para ver a
Jungkook, inclinando su cabeza un poco y frunciendo su entrecejo.

—¿Quién?

—Taehyung es mi pareja. Mierda, qué bien se sentía eso... poder decirlo en voz alta, poder
declararlo suyo y que todos lo supieran.

Sonrió y sintió como su pecho se llenó de alegría, cuya se vio reflejada en su hermoso
rostro.

Hoseok se dio cuenta de lo orgulloso que se sentía Jungkook por su tono de voz, además
de aquella sonrisa que iluminó su rostro
al nombrar a su Dongsaeng.

Por supuesto que se sorprendió, sin duda, si se lo hubiesen dicho unos cuantos años atrás,
hubiese dicho inmediatamente que era una broma, ¿quién iba a pensar que aquel
pequeñito, dulce y travieso Taehyung, terminaría siendo pareja de Jungkook? aquel niño
serio y selectivo.

Pero si algo era cierto, es que ambos habían cambiado mucho, física y mentalmente,
además... si trataba de imaginarlos juntos en su mente, hacían linda pareja ¿quién era él
como para negar que fuese Jungkook el indicado para estar y cuidar a una magnifica
persona, como lo era Taehyung? ¡eran tal para cual! Tardó un par de minutos en procesar
la noticia, correspondiéndole con una alegre sonrisa.

—¿¡De verdad!? ¡Wow! ¿Quién lo diría? ¡Felicidades!

Jungkook estuvo feliz y satisfecho por la respuesta, siguieron hablando un poco más acerca
de su relación con el pelirrojo, pero precisamente en esos instantes, alguien tocó la puerta,
abriéndola seguidamente.
—¡Hola! espero que ya estén listos, pronto empezará la ceremonia, ¡así que es mejor que
nos demos prisa!

Los tres asintieron y salieron de la habitación, siendo guiados por Jin, quien le iba
comentando a YoonGi un par de detalles acerca de la ceremonia, él quería que todo saliese
perfecto.

La madre y el padre de YoonGi le dieron su bendición antes de que fuese al altar, le


repitieron cuanto lo querían y lo orgullosos que estaban de que hoy se comprometiera con
Jimin, alguien a quien conocían lo suficiente como para saber que era el indicado para
pasar el resto de su vida con su único hijo.

(...)

Entre hermosas palabras de amor, promesas llenas de compromiso, lágrimas de amor,


sonrisas y risas, transcurrió la boda...

YoonGi sintió como su corazón dio un salto de alegría, como en su estomago miles de
mariposas empezaban a destruir su dureza, como sus nervios se disparaban, y por
supuesto... como unas inmensas ganas de llorar empezaban a acumularse en su garganta.

Jimin sonrió enternecido, su corazón se estrujó de ternura al ver como los ojos de YoonGi
se cristalizaron al verlo caminar hacia él. Cuando estuvo frente a él, su padre les dio su
bendición nuevamente, pidió con su alma que cuidara a su hijo el resto de su vida, que lo
apreciara y amara como si fuese el primer día.

YoonGi prometió hacerlo, así que Jimin le sonrió a su padre, se separó de él con un abrazo,
para luego voltear a ver a su futuro esposo.

Le sonrió, YoonGi le tendió su mano, la cual aceptó inmediatamente, se posaron juntos en


el altar, frente al sacerdote, quien luego de presentarse y hablarle a los presentes, pidiendo
que mantuviesen respeto y silencio ante esos dos jóvenes que en ese hermoso día soleado
contraerían matrimonio, ambos tuvieron la oportunidad de leerse sus votos de amor, donde
se profesaban su amor, luego un pequeño niñito se acercó con los anillos, se los colocaron
y prosiguieron, el sacerdote recitó y los hizo prometerse y jurarse fidelidad, en las alegrías y
las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, para así amarse y
respetarse todos los días de su vida... para luego preguntarles algo esencial.

Donde ambos contestaron con un energético y pronto "Sí, acepto" el sacerdote dio la orden
de poder besarlo, para así sellar su amor y reciente matrimonio.

YoonGi no tardó ni un segundo más para besar los gruesos y suaves labios del castaño,
quien correspondió su pequeño e inocente beso, al separarse se encontró con su hermosa
sonrisa y aquel brillo de amor que en sus ojos estaba reflejado.
Firmaron el acta de matrimonio donde legalmente testificaba que efectivamente... eran
esposos.

Inmediatamente los aplausos y gritos de alegría de los demás resonó por todo el lugar,
poniéndose de pie cuando los recién casados pasaron en medio de todos, las felicitaciones
no se hicieron esperar, y por supuesto, ante la pura belleza de aquel momento memorable,
varias personas se dejaron llevar de sus emociones, soltándose en llanto, viendo al par de
ahora esposos caminar junto al otro, sonriendoles a todos y dando las gracias.

Entre esas varias personas, por supuesto que estaba Eun, quien lloraba de inmensa
alegría, al igual que Hoseok, estaba demasiado feliz por su par de mejores amigos, los
quería con toda su alma, estaba muy feliz y orgulloso de ellos, también Taehyung, pero de
una manera un poco mas discreta, sin chillar de manera exagerada, solo aplaudía mientras
las lagrimas recorrían su rostro, Jungkook volteó a ver a su novio un par de segundos y vio
su hermoso rostro inundado de lágrimas, se rió enternecido ante lo inocente que era su
Taehyung, besó su rostro repetidas veces, a lo que el pelirrojo simplemente se dejó amar.

(...)

Después de la ceremonia matrimonial, los invitados se dirigieron al local de recepción para


la fiesta de bodas.

En la entrada de aquel hermoso lugar, los esperaba un hombre con un sujetapapeles en su


mano, el cual revisaba si sus nombres estaban en la lista de invitados, para luego indicarles
el número de mesa que les correspondía, fueron pasando ordenadamente, siendo dirigidos
a sus mesas por los camareros.

Luego de unos cuantos varios minutos, donde todos se acomodaron y organizaron dentro
del lugar, una hermosa canción empezó a sonar, anunciando la entrada de los recién
casados.

Entraron al lugar con aquellas sonrisas orgullosas plasmadas en su reluciente rostro, era un
día perfecto, todos aplaudieron y se colocaron de pie, visualizando como los novios
caminaban en medio de todos, saludando a lo lejos y agradeciendo, hasta llegar a su mesa
especial, a la vista de todos los invitados.

Fue el momento indicado para aquel que quisiera levantarse e ir a felicitar a los recién
casados, por lo que, la mayoría se levantó y se dirigieron a los novios, donde los felicitaron
y conversaban con ellos un poco.

Muchos otros estaban sentados en sus mesas, empezando a conversar, esperando un poco
para poder ir con los novios,
platicando entre ellos.
Taehyung, Jungkook, Hoseok y su novia estaban sentados en una mesa, pero en ese
preciso momentos los únicos que estaban ahí eran Jungkook y Taehyung.

Jungkook cayó en cuenta de algo en la ceremonia, lo cual lo tenia un poco inquieto.

Taehyung notaba como Jungkook miraba hacia todos lados, como movía su pierna de
manera repetida, en un evidente estado de nerviosismo.

El azabache estaba tan asumido en sus pensamientos que se alertó cuando el menor posó
su mano suavemente sobre la suya, acariciándola.

Subió su mirada y se encontró con los hermosos ojos del pelirrojo, quien tenia una sonrisa
plasmada en sus labios.

—¿Sucede algo, Kookie?

Jungkook negó rápidamente, bajando su mirada, golpeteando con su dedo la mesa cubierta
por un mantel.

El menor rió enternecido, a lo que esta vez tomó la mano del mayor entre la suya,
apretándola suavemente, en señal de apoyo.

—¿Entonces por qué estás nervioso?

El menor preguntó divertido, el azabache soltó un pequeño bufido, haciéndose el


desentendido.

—No estoy nervioso.

Taehyung no reprimió una carcajada, así que el mayor suspiró, y se apresuró a agregar.

—Estoy muy nervioso.

El menor abrió sus ojos sorprendido... ¿Jungkook nervioso? eso definitivamente no lo había
visto nunca, así que se preocupó ¿qué podía tener así a su Kookie?

Se acercó a él lo más que pudo, mirándole directamente a los ojos.

—¿Por qué?

Jungkook suspiró nuevamente, y volvió a ver su alrededor.

En la ceremonia se vio rodeado de toda la familia de Taehyung y Jimin, por lo que en la


recepción también.

Estaban sus padres, sus tías y tíos, primos y muchas otras personas, pero obviamente se
sentía intimidado, se supone que él ya tenia una relación con Taehyung, por lo que tarde o
temprano, tenia que verse nuevamente con los padres del par de hermanos, que cuando
era un niño conocía muy bien, no por nada iba casi todos los días a jugar con Jimin.

Los conocía, eran personas amables y muy educadas, pero cuidaban mucho de con quién
estaban sus hijos, los protegían mucho.

Además, ellos ya conocían a Jungkook, cuando era un niño, pero desde aquel entonces no
lo han vuelto a ver, cabe la gran posibilidad de que ni siquiera lo recuerden.

—Está toda tu familia aquí...

Taehyung no entendió en el primer instante, por lo que entrecerró sus ojos y ladeó un poco
su cabeza de lado, pero luego de un par de segundos, abrió sus ojos, entendiendo a qué se
refería.

Sonrió enternecido y tomó ambas manos del mayor entre las suyas.

—¿Eso es lo que te tiene así? no te preocupes, Kookie... todo estará bien.

Jungkook no respondió ante las palabras del pelirrojo, pero asintió.

—¡Chicos!

La voz de Hoseok los sobresaltó, volteando a verlo inmediatamente, pero este venia
acompañado de una chica.

Jungkook y Lisa abrieron sus ojos como platos, Taehyung se sorprendió al ver a Lisa, pero
sonrió amistosamente, Hoseok vio la reacción del azabache, por lo que volteó a ver a su
novia, pero esta estaba igual.

—¡Jungkook!

Lisa se acercó a su amigo, abrazándolo como pudo por sobre la mesa, a lo que Jungkook
se levantó para abrazarla mejor.

Lisa pasó de Jungkook a Taehyung, abrazándolo con cariño.

—No puedo creer que seas tú...

Jungkook estaba genuinamente sorprendido, pero en realidad, estaba muy feliz por ambos,
quienes eran unas personas igual de brillantes en su vida, sabia que eran el uno por el otro.
¿Quién mejor que ellos?

—¡No sabia que conocías a Hoseok!

—Ni yo que tú lo conocías.

—¿Acaso me perdí de algo?


Ambos amigos voltearon hacia Hoseok, quien estaba notablemente confundido. Lisa le
sonrió y se acercó a él, tomándolo del brazo para luego tomar asiento en la mesa con la
otra pareja.

—¡Amor, ya conozco a Jungkook! él es amigo mío, además de ser mi jefe. También


conozco a Taehyunggie.

El pelirrojo le sonrió, y se apresuró a hablarle.

—Qué alegría verte Lisa, me alegro mucho que seas pareja de Hoseok, nos habla mucho
de ti.

—¿En serio? ¡qué tierno!

Hoseok se sonrojó, a lo que Lisa se abrazó del brazo de su pareja.

—Con que tú eres la famosa novia de Hoseok... y con que tú eres el famoso novio de
Lisa... La verdad, se ven muy bien juntos, me alegra mucho.

—Wow... de verdad, qué pequeño es el mundo.

Siguieron hablando un rato más, hasta que Hoseok y Lisa fueron al banquete, por lo que
Jungkook y Taehyung volvían a estar a solas.

—Jungkookie... ¿quieres que vayamos a hablar con mis padres? para que los saludes...

Jungkook respiró hondo, ya había pasado un rato, y todavía no iba con sus suegros, debía
ir y presentarse como la pareja de Taehyung, lo cual lo haría sentir muy realizado, pero
seguía nervioso.

—Claro, bebé... ¿dónde están?

—Allá, hablando con unos familiares, vamos.

El pelirrojo tomó la mano del azabache al levantarse, pasando entre algunos invitados,
sonriendoles y saludándoles rápidamente, hasta llegar a sus progenitores.

—¡Hola!

Taehyung saludó enérgicamente, llamando rápidamente la atención de sus padres.

—¡TaeTae, amor! ¿dónde estabas? Tu primo te estaba buscando...

Eun y Dong-yul vieron a su hijo, pero inevitablemente notaron que este estaba siendo
acompañado de alguien más.
Eun entrecerró sus ojos, aquel joven apuesto se le hacia familiar, pero no conseguía
recordar de dónde.

—Sí... pero estaba con Jungkook ¿lo recuerdan?

Los padres del pelirrojo agrandaron sus ojos, ¡por supuesto! ahora que sabia que era él,
podía notar las similitudes.

—¡Jungkook! claro, por supuesto que lo recuerdo, ibas mucho a casa para jugar con ellos
¿cómo has estado?

La mujer se acercó a él y le brindó un corto abrazo, a lo que Dong-yul estrechó sus manos.

—Bastante bien, gracias por preguntar. ¿Cómo están ustedes?

—Bien ¡Muy felices! Pero mírate, cuánto has crecido.

—Sí, gracias. Ustedes siguen igual de jóvenes.

La castaña rió y agradeció por el cumplido.

Estaban interesados en saber qué había sido de la vida del azabache.

—¿Y tus padres? luego de que se fueron no volvimos a saber de ustedes ¿les fue bien
aquí en Japón?

—Ellos están bien. Sí, nos fue bastante bien, mi padre consiguió levantar su propia
empresa.

Ambos se sorprendieron, y me preguntaron un par de cosas más al respecto.

—Oh, ya veo ¡qué alegría! al fin y al cabo, fue una buena decisión.

—Sí, pero él ya se tomó su descanso, ya no trabaja en la empresa.

Decidió concentrase en su salud, resulta ser muy estresante, además, hay muchos viajes y
reuniones de negocios, él ya no está para eso.

—Sí, entiendo... es lo mejor, entonces ¿quién está a cargo de la empresa ahora?

Pregunto Dong-yul, por lo que Jungkook se apresuró a responder.

—Yo, mi padre me la heredó.

Los progenitores del pelirrojo abrieron sus ojos sorprendidos, al igual que sus bocas,
tratando de decir algo, pero eso claramente los sorprendió.
—Oh, Claro, eso tiene sentido... Pero eres muy joven... Eres un joven muy exitoso,
Jungkook, felicidades.

—Sí... Gracias, pero de igual yo trabajaba para él desde joven, así que no se me dificultó
para nada.

Eun y Dong-yul estaban asombrados por lo que había sido de la vida del aquella familia.

—Nos alegra mucho que estés aquí hoy, Jungkook. Pensábamos que ustedes ya habían
perdido el contacto...

Jungkook le sonrió dulcemente a la madre de Taehyung, para luego voltear a verlo, este
estaba sonrojado.

—Sí, la verdad sí mantuvimos el contacto...

—¡Me alegra oír eso! recuerdo que cuando te fuiste, Taehyung sufrió mucho, y lloraba casi
todas las noches porque te extrañaba, me llena de felicidad que ahora estén nuevamente
reunidos.

—Mamá...

Taehyung reprochó, sonrojandose, a lo que Jungkook se rió y tomó su mano.

—Pero ahora estoy con él... y con respecto a eso... les queremos decir algo.

—Claro... ¿Qué es?

Taehyung sonrió apenado, volteando a ver a Jungkook, quien tomó aire y prosiguió a
hablar.

—Taehyung y yo hemos estamos saliendo por mucho tiempo, y ahora somos pareja...
espero que estén de acuerdo con esto, la verdad yo lo amo. Quiero cuidar de él y amarlo el
tiempo que él me lo permita, pero por supuesto que me importa su opinión, así que...

El par de novios se sorprendieron al ser abrazados fuertemente por Eun, quien saltó hacia
ellos.

—¿¡De verdad!? ¡estoy tan feliz por ustedes! hacen una hermosa pareja ¡estoy más que de
acuerdo! ¿y tú, cielo?

—Por supuesto que sí, hijos.


Sé que eres el indicado para nuestro Taehyunggie, me tranquiliza mucho saber que están
juntos. Tienen toda nuestra aprobación.

Taehyung soltó un pequeño grito de alegría y abrazó a sus padres.

—¡Me hacen muy feliz!


Siguieron hablando un rato más con la joven pareja, acerca de ellos, Dong-yul le
preguntaba a Jungkook más acerca de su empresa, y Taehyung y su madre hablaban de
cómo le iba a él en su profesión, a lo que ella se enteró que él ya tenia empleo en una
empresa, estaba orgullosa de lo que su hijo consiguió por cuenta propia.

Luego de un rato, sus padres fueron a hablar con otros familiares, y ellos aprovecharon de ir
con Jimin y YoonGi.

—¡Hola, recién casados!

Jimin volteó a ver a su hermano, y se levantó inmediatamente para así poder abrazarlo.

—¡Hola! ¿ya vieron? ¡estamos casados!

—¿De verdad? Oh, no lo sabíamos.

Jimin rió y empujó levemente a Jungkook por su sarcasmo.

Se estaba dejando llevar por su emoción, así que aveces no pensaba con claridad lo que
decía.

—Felicidades, se veían geniales en el altar...

—Me sorprendió que lloraras, YoonGi.

Jungkook se dirigió al azabache, quien volteó sus ojos e hizo un ademán con su mano
quitándole importancia.

Pero la verdad sí le importaba, sólo que no quería que los demás se lo sacasen en cara, él
era muy orgulloso, menos con Jimin.

—¿Y entonces? , después de esto ¿a dónde irán? Jungkook los cuestionó, pero Jimin hizo
una mueca de inconformidad.

—De regreso a Corea, digamos que el presupuesto no da como para una luna de miel en el
exterior.

Taehyung y Jungkook fruncieron sus labios en una mueca de tristeza, pero de igual manera
entendían la situación.

—Míralo de este modo, su boda fue aquí en Japón, lo cual es algo diferente a lo usual, ya
hicieron ese gasto, y luego tuvieron esta boda hermosa, de verdad que Jin hizo un buen
trabajo.

—¡Por supuesto! lo sé, además la boda fue mucho más hermosa de lo que imaginé.
Ya había llegado el momento del baile con familiares. Todos tomaron asiento, a excepción
de los novios que se posaron en medio de la pista de baile, ambos con sus madres.

Una tenue y suave canción de vals empezó a sonar, empezaron a moverse a la par.

—YoonGi... estoy feliz por ustedes... quién lo diría... aquel lindo jovencito que llevaste por
primera vez a casa se convertiría en tu esposo...

YoonGi rió ante el recuerdo, en aquel entonces, Jimin estaba muy nervioso de conocerla, ya
que, por lo que le decía YoonGi, su madre era sumamente seria, selectiva e inclusive,
despiadada.

Pero había resultado ser solamente seria, no juzgó su relación, pero tampoco la apoyó ya
que para ella simplemente se trataba de algo pasajero.

El tiempo le demostró que estaba equivocada.

Por su parte, Jimin bailaba con su madre, quien estaba hipando por su llanto.

Jimin le sonreía dulcemente.

—¿Sí sabes que de igual eres y serás mi bebé, no? ¿y que puedes contar conmigo y tu
padre para lo que sea?

Jimin rió enternecido y asintió inmediatamente.

—Lo sé, mamá... trataremos de ir a visitarlos seguido...

Siguieron bailando hasta que la canción finalizó, bailando nuevamente con sus familiares
más cercanos, hasta que por fin, llegó el baile de novios. Se colocaron en medio de salón
de baile nuevamente, la música que muy bien ambos conocían empezó a sonar, YoonGi se
reverenció ante Jimin, quien rió y aceptó la mano que el azabache le tendió.

Bailaron suavemente al compás de la canción, aquella que YoonGi se atrevió a dedicarle a


Jimin cuando apenas celebraban un año de noviazgo, y la que ahora, los acompañaba en
aquel día tan especial, en el que por fin sellaron su amor, en el que él esperaba que fuese
para siempre.

Ambos se miraban directamente a los ojos, sin apartar su vista, dedicándose miradas llenas
de amor, todos los veían con total aprobación, encantados con la pureza del ambiente, sus
familias estaban orgullosos de ellos.

Entre muchos aplausos, silbidos y felicitaciones, el baile finalizó.

Un fotógrafo profesional captaba cada momento especial de aquella celebración.


Ahora que todos tomaron asiento nuevamente para la comida, aquel que quisiera hacer un
brindis en honor a ellos, podía hacerlo, al igual que dar un discurso en conmemoración a
ellos.

Y para eso, Eun era la indicada, pero luego de que ella diera sus palabras, al igual que
algunos familiares más extrovertidos, llegó el momento de la persona más importante para
Jimin, Taehyung.

Taehyung era alguien muy apenado, por lo que se sintió cohibido al tener todas las miradas
de los presentes sobre él, Jungkook afincó su barbilla en su mano, viendo al menor con una
sonrisa.

—Hola a todos... gracias por estar reunidos hoy aquí a causa de una hermosa ocasión...

Jungkook realmente quería aplaudir con cada linea que decía, pero tenia que calmarse, así
que se limitó a escucharlo con sumo silencio, con aquel brillo en sus ojos y una hermosa
sonrisa. Pregúntenle si estaba enamorado.

—Jimin y YoonGi han sido como unos padres para mi, me han enseñado mucho acerca de
la vida, me han demostrado que tomar decisiones inesperadas, al final, termina siendo la
mejor opción. Independientemente de todo, son personas que significan mucho para mi, he
sido fiel testigo de su relación, y por eso... puedo asegurar que... no he visto a un par de
personas que se amen más de lo que ellos se aman, son incondicionales, siempre superan
sus adversidades, y lo más importante... se poyan en cada paso. Estoy seguro, y le pido al
cielo de que así sea... su matrimonio perdure por el resto de sus días aquí en la tierra, los
cuales serán muchos y largos años llenos de prosperidad... les deseo lo mejor, recuerden
que los amo, y que siempre pueden contar conmigo.

El lugar estalló en aplausos, además del intenso llanto de Jimin, quien salió corriendo para
abrazarlo, lo estrujó en sus brazos y hundió su cara en el cuello ajeno.

—Te amo, hermano.

Luego de aquel nostálgico momento, y del banquete de bodas, había iniciado la fiesta, en
donde todos podían ir a la pista de baile. Taehyung había tomado un poco, y ahora estaba
mucho más cómodo con el ambiente, por lo que ahora estaba muy energético y quería
bailar.

—¡Kookie, vayamos a bailar!

Jungkook notaba la hiperactividad del menor, así que no estaba completamente seguro.

—¿Estás bien, amor?

Taehyung rió y asintió de inmediato.

—¿No estás mareado?


—No, Kookie. Sólo tomé un poco, simplemente me quiero divertir y disfrutar al máximo este
día.

Por supuesto que lo convenció, por lo que el mayor se dejó llevar hasta la pista del baile.

Jungkook no sabia que Taehyung bailaba tan bien, pero debía intuirlo ya que el menor sabia
mover sus caderas en la cama.

Mierda, tenerlo bailándole así ya lo había calentado, apegó su cuerpo al ajeno, el menor
pasó sus manos por el cuello del mayor, siguieron bailando un rato más a la par de muchos
otros invitados, poco a poco la intensidad fue disminuyendo, pero de pronto, el par de tías
muy escandalosas de Taehyung habían aparecido a un lado de ellos, asustándolos.

—¡Taehyunggie!

—¡Amor, mi sobrinito favorito!

El pelirrojo entrecerró sus ojos, siempre decían lo mismo.

—Hola, tías ¿cómo están?

—¡De maravilla! más joven que nunca.

—¡Hye! aguarda un segundo ¿y este muchachito tan apuesto? ¿Quién es?

Taehyung notó rápidamente que se referían a Jungkook, por lo que le tomó del brazo y lo
apegó a él.

—Él es Jungkook, mi novio.

—¿¡Tu novio!? Ustedes definitivamente tienen que decirnos en dónde sacan a semejantes
bombones.

—Mucho gusto, querido. Jungkook sonrió incomodo y se reverenció.

—El gusto es mío...

Luego de un par más de preguntas incomodas, ellas decidieron ir con otros, dejando que
Jungkook soltase un suspiro y Taehyung un bufido.

Eran mujeres muy extravagantes, pero de muy buen corazón, Taehyung las quería mucho.

La fiesta siguió, por lo cual el día transcurrió, empezaba el hermoso atardecer y con ello,
llegó el momento de cortar el pastel.

Los novios posaron frente al gigante pastel, para luego cortarlo con todo el dolor del mundo,
ya que, realmente era hermoso.
Pero, todo lo que tenia de hermoso, lo tenia de delicioso, todos disfrutaron un rato más,
hasta que se oyó el grito de Jimin.

—¡Llegó el momento de lanzar el ramo de flores!

Todos los solteros gritaron, los cuales eran como unos diez, agrupándose tras un muy
energético Jimin sobre una mesa, con el bouquet en su mano.

Entre los solteros estaba mujeres y hombres, eso realmente no importaba.

—¡Taehyung, tú definitivamente tienes que estar aquí!

Taehyung se estremeció ante el grito de su hermano, negando inmediatamente.

—¡Qué vengas, te digo!

—Ve amor, diviértete.

Taehyung volteó a ver a su novio, quien le sonreía de manera dulce, bien...

—Bien...

Todos los solteros y Jimin gritaron cuando vieron al pelirrojo levantarse e ir en dirección a
ellos, lo tomaron y lo colocaron en medio de todos.

—¿¡Listos!?

Todos gritaron afirmativamente, Jimin cerró sus ojos con fuerza y recitó un rápido conteo y
soltó el bouquet hacia atrás, todos brincaron, tratando de obtenerlo.

Jimin volteó y gritó al ver quién lo tenia.

—¡No puede ser! ¡Mi hermanito se va a casar!

Jimin saltó de la mesa y se colgó al cuello del pelirrojo, quien aún no entendía cómo
llegaron las flores a su mano. Destino, supone.

Todos aplaudieron, Jimin y Taehyung se acercaron a la mesa donde Jungkook, Hoseok y


Lisa les esperaban con una sonrisa divertida.

—¡Ve comprando ese anillo, Jeon!

Jungkook rió y tomó a Taehyung del brazo y lo sentó sobre él, abrazándolo de la cintura.

—Empezaré a tener esos planes en mente.

Taehyung se sonrojó y volteó a verlo, el azabache no lo dejó hablar y besó sus labios
rápidamente, siendo correspondido e intensificando el beso.
—¡Esperen hasta cuando lleguen a la habitación!

(...)

La boda y la recepción fue magnifica, un sueño hecho realidad para Jimin, quien disfrutó de
cada momento al lado de su único amor, sus seres queridos y familiares.

Era lindo tenerlos a todos juntos en ese día tan especial y sentir su apoyo. Jimin tenia
secuestrado a Taehyung, hablando con unos primos suyos mientras reían, así que
Jungkook fue con YoonGi.

El azabache estaba hablando con unos amigos, pero cuando vio que Jungkook se
acercaba, fue hacia él.

—¡Jungkook! hermano, gracias por haber estado con nosotros hoy.

—No me lo perdería. Fueron hablando hasta llegar a una parte mucho más sola del salón,
que ahora era en una parte al aire libre, a la luz de las estrellas.

—¿Entonces volverán a Corea?

—Claro, pero fue genial haber venido hasta acá... tienes que invitarnos más seguido.

Jungkook rió y asintió con una sonrisa.

— Aún no les he dado mi regalo por la boda.

YoonGi inclinó su cabeza de lado, levemente sorprendido.

—No hace falta, además ya nos has ayudado mucho, recuerda que fuiste tú quien nos
recomendó a Jin e hizo posible una cita con él...

—Pero ese definitivamente no es mi regalo de bodas, YoonGi.

Les regalaré un viaje, como luna de miel.

El azabache abrió sus ojos sorprendido, y negó rápidamente.

—No, no, no... definitivamente no. Jungkook, eso seria demasiado.

—Te lo estoy regalando, no preguntando.


YoonGi entrecerró sus ojos no muy convencido, eso definitivamente era demasiado, pero lo
único que podía sentir era total agradecimiento.

—Muchas gracias, hermano...

Rieron y siguieron hablando un rato más, Jungkook le preguntó hacia dónde le gustaría
llevar a Jimin, así podría ser algo totalmente a su gusto, seria por una semana de viaje a las
islas Maldivas.

Y así terminó ese hermoso día, lleno de recuerdos y buenos momentos que perdurarían en
su memoria.

(...)

DULCE NIÑO KOOKTAE EPÍLOGO-EXTRAS

•Epílogo•

Luego de la boda, al día siguiente, los recién casados tomaron el vuelo con destino a las
Islas Maldivas, donde Jungkook, Taehyung, Lisa y Hoseok los despidieron, al igual que sus
padres, quienes al igual que ellos también tomaron un vuelo, pero con dirección a Corea del
Sur.

Luego de tantas despedidas emotivas, llanto y sentimientos mezclados, Jungkook pudo


llevarse a Taehyung a su
departamento.

El menor estaba un poco conmocionado, ya que estaba callado viendo el exterior del auto
con melancolía, reviviendo en su mente aquel mes, donde pudo disfrutar mucho tiempo al
lado de su hermano, al igual que el día anterior, donde compartió tiempo valioso al lado de
sus padres.

Pero todo lo bueno llega a su final, siempre habrán despedidas, siempre llegará el momento
donde deberás dejar ir algo que quieres, pero empezarás a vivir nuevos y hermosos
momentos, conociendo a personas igual de hermosas.

Sintió cómo Jungkook tomó su mano delicadamente, atrayendo su atención y desviando sus
pensamientos.
El mayor acarició el dorso de su mano con su pulgar, teniendo su vista fija en el frente.

Su hermoso perfil le sacó una sonrisa, se vio obligado por sí mismo a acercarse a él y dejar
un pequeño beso en su mejilla.

Jungkook le sonrió y volteó a verlo por instantes, volviendo su vista al frente.

Unos cuantos minutos más, y llegaron al departamento del mayor.

—Vamos, amor. Necesitas descansar.

Siguieron el trayecto hacia el interior del edificio, tomados de la mano.

Jungkook saludó al portero, luego siguieron su camino hasta el ascensor, donde


compartieron una infinidad de besos, hasta que este llegó al último piso.

Jungkook le abrió la puerta al menor, dejándole pasar primero.

—¡Estoy muy cansado! quiero dormir.

El mayor sonrió enternecido, viendo al pelirrojo quien se había lanzado hacia el sofá,
tendiéndose de par a par.

—Ve al cuarto, bebé, voy en un momento.

Taehyung le sonrió y asintió, acercándose a él y dejando un pequeño beso en sus labios,


yendo directamente a la habitación.

Jungkook hizo un par de llamadas a la empresa, había acumulado trabajo de dos días, así
que debía hacerlo esa misma noche, y mañana no podía faltar, debía ir y asegurarse de que
las cosas siguieran bien.

Cuando entró a su habitación, encontró al menor acostado, esta vez su ropa era alguna
camisa suya que seguro el menor tomó de su armario, dejando su antigua ropa doblada
sobre un mueble.

Tenia en su mano el control remoto, buscando algo en la televisión.

Tocó la puerta en busca de llamar su atención, estando ya dentro de la habitación, el menor


lo vio y sonrió, tendiendo sus brazos, queriendo que Jungkook se acostara a su lado.

Jungkook ladeó su cabeza, con una sonrisa ladina, se fue acercando poco a poco, pero en
vez de tomar su mano, tomó el control.

—¡Hey!
El menor se quejó, él sólo pudo reír ante sus protestas, apagó la televisión.

—¡No! ¿por qué?

Taehyung abultó su labio inferior en un leve puchero, Jungkook se inclinó y mordió una de
sus mejillas.

—Tú y yo debemos hablar y aclarar muchos puntos. Así que... nada de distracciones.

El azabache se sentó a un lado, cerca del pelirrojo, quien seguía expresando un pequeño
puchero el cual Jungkook estaba tentado en morder.

—Bien, habla... te escucho.

El menor se cruzó de brazos, y volteó su cara hacia otro lado, Jungkook rió nuevamente y
besó su mejilla.

—Es un tema serio, de esto depende nuestra relación, amor... así que...

Taehyung depositó toda su atención en el mayor, abriendo sus ojos lo más posible.

—¿Cómo?

—Ya sabes... sobre nosotros... quiero saber qué será de nosotros a partir de ahora, ya que
estamos bien.
Empezamos una relación, eso está claro, estamos dispuestos a darnos lo mejor del uno y
del otro, al igual que apoyarnos en todo... Pero quiero que vivas conmigo... no quiero
tenerte lejos.

—Lo sé... y yo tampoco, estoy dispuesto a eso, Kookie... ¿por qué estás tan serio?

Jungkook soltó un suspiro antes de seguir hablando y responder su pregunta.

—Eso significa vivir aquí en Japón, conmigo.

Mierda... Era de esa manera en que el mayor debía decirlo para darse cuenta de la
magnitud de la situación.

Se trataba de dejar a Corea, su País, estar inclusive más lejos de su familia, más lejos de
Jimin y YoonGi, perder su trabajo en aquella empresa la cual le costó mucho conseguir,
estaba orgulloso de ese empleo porque aparte de ser su primer empleo, lo consiguió por
cuenta propia.

Irse a un País en cuyo lugar sólo conocía a Jungkook y Lisa, no conocía a más nadie, no
sabia siquiera el idioma y sabia que eso era un gran problema.

¿Cómo conseguiría un trabajo ahí? ¿Cómo aprendería un idioma tan complicado? ¿Cómo
lograría adaptarse y volver a desenvolverse en un lugar por su propia cuenta? Era tantas
las incógnitas que su mente empezó a formular, abrumandolo en cuestión de segundos,
ahora estaba cohibido ante la situación, sabia y comprendía que iba mucho más allá de una
simple respuesta al momento, debía detenerse a analizar la situación.

Jungkook vio cómo el rostro del menor cambió de expresión entre más se fundía en sus
pensamientos, sabia que no iba a ser algo fácil para él.

—Tranquilo, toma todo el tiempo que necesites para analizar todo... sé que no será fácil, y
aquí estaré para apoyarte... sólo te pido que al final de todo, terminemos juntos, hemos
estado tanto tiempo separados, que no dejaré que eso vuelva a pasar, quiero estar contigo.
Y sé que es egoísta, separarte y ponerte a elegir entre dos opciones, pero te necesito a mi
lado...

Taehyung cerró sus ojos, concentrándose en sus pensamientos, pero qué debía hacer, lo
mejor seria pensar las opciones y tomar una decisión, una drástica decisión de una vez por
todas.

Comprendía a Jungkook, sabia su necesidad por el contrario, él también lo necesitaba y


alejarse de él definitivamente no seria una opción viable, pero qué haría, si todo lo que
apuntase hacia él era lo contrario a su actual vida.

Pero ahí estaba ese pensamiento que su madre siempre le inculcó, abre nuevos capítulos
en tu vida.

Jimin lo había hecho, estaba listo para formar su nuevo hogar, y aunque él considerase que
ese empleo, así paguen poco, así no sea lo más grande del mundo y mucho menos lo más
codiciado, era fruto de su esfuerzo y determinación, podía conseguir otro, a la final ya se
había demostrado a sí mismo lo que era capaz de conseguir por cuenta propia.

Ahora era tiempo de él, era tiempo de abrir un nuevo capítulo en su vida, junto a Jungkook.

Estaba feliz y emocionado, estaba asustado y un poco triste, le dolía desprenderse de las
personas a las que amaba y le daba miedo dar grandes cambios, porque tarde o temprano,
pasaría.

—Ya decidí, me mudaré contigo, aquí en Japón. Sólo necesito ir para buscar mis cosas,
además de la mayoría de mi ropa y documentos.

El rostro de Jungkook se iluminó, una hermosa sonrisa nació en sus facciones, y un brillo en
sus ojos radiaba su felicidad.

Brincó hacia el menor y lo abrazó con todas sus fuerzas, besando su rostro repetidas veces.

—¡Pero tendré un empleo aquí, así me cueste meses conseguirlo! y tú, me ayudarás.

El azabache se despegó de él unos instantes para ver su rostro y asentir con aquella
sonrisa aún tatuada.
—Todo lo que tú quieras, bebé. ¡Te amo, y prometo hacerte muy feliz! Te mostraré que fue
una buena decisión.

Y volvió a abrazarlo, pero aquella sonrisa en su rostro había sido lo suficiente para
demostrárselo.

—Yo también te amo, Kookie.

(...)

¡Bueno! Hasta aquí "Dulce Niño" ♡ De verdad, muchas gracias por leer, y por todo su
apoyo ♡

EXTRA; YEONTAN

—¡Por favor!

—Tae, te dije que no...

—¡Pero por qué no! Yo quiero un perrito...

Taehyung se sentó en la cama, se cruzó de brazos, frunció su ceño, y sus labios se


formaron en una linea recta, claramente era una rabieta.

Jungkook suspiró y se acercó a él, sentándose en la cama. Lo vio fijamente, pero el menor
apartó su vista y volteó su cara, alzando la barbilla.

Jungkook pasó sus manos por su cara, siguiendo el camino hasta su cabello, tirándolo
hacia atrás, pero volvió a como estaba.

—Bebé... no te molestes... sabes que no es porque yo no quiera, sólo es que no podemos...


Taehyung volteó a verlo, sus ojos estaban un poco rojos, sus mejillas de un intenso color
carmesí.

—¿¡Por qué no, Jungkook!? ¿acaso no me ves capaz de cuidar a alguien más, aparte de a
mí mismo?

—Sabes que cuidar a un perro es una responsabilidad.

—Soy responsable.

Jungkook hizo una pequeña mueca, eso no se lo discutiría, no quería entrar en más pelea.

—Lo sé... pero recuerda que aquí no se aceptan animales, amor...

Taehyung bufó y se apegó al espaldar de la cama.

—¡Él será tranquilo! ya lo verás...

—No puedes evitar que un perro ladre, Tae.

—¡Trataré! pero, por favor, quiero un perrito... Kookie...

Taehyung se acercó a él, haciéndole ojitos y esbozando un puchero, pero Jungkook negó
nuevamente.

—Amor, lo siento, pero no.

El menor se levantó molesto de la cama, alejándose del mayor.

—¿¡Pero es que acaso no crees que me siento solo!? ¡Me siento solo cuando no estás en
casa, Jungkook! sé que trabajas, respeto eso, pero estás afuera casi todo el día, quiero
tener a alguien con quien divertirme y sentirme acompañado mientras tú no estés, no tiene
que ser una persona, puede ser un perrito que sea como nuestro hijo ¡Pero te niegas tanto
que no me escuchas!

Taehyung empezó a llorar, salió de la habitación rápidamente, dando un portazo.

Mientras tanto, Jungkook quedó estático en la cama, con los ojos y su boca abierta
levemente, estaba sorprendido, y aunque fuese algo lógico y que él mismo pudo intuir, no
pensó que realmente Taehyung se sintiese solo, nunca se detuvo a pensarlo y el menor
realmente se veía consternado.

Sintió una punzada en el corazón, sintió tristeza y decepción, quería hacerlo feliz, no quería
desilusionarlo y que las cosas no fuesen como él pensó, eso era lo último que él quería.

Ya habían pasado tres meses desde que Taehyung aceptó vivir junto a él, y realmente
estaba feliz de vivir con Taehyung, pero era verdad, Taehyung casi no salia solo, aparte que
no fuese con él, no había hecho amigos en todo ese tiempo.
(...)

—¡Hey, hey! ¿por qué tanta prisa?

Lisa entró a su oficina, viéndolo con una sonrisa divertida y cruzada de brazos, mientras
Jungkook guardaba todas sus cosas rápidamente en su maletín, además de trabajo que no
había terminado de hacer.

—Tengo que irme, iré a una tienda de mascotas.

Lisa abrió sus ojos sorprendida, ladeando su cabeza ligeramente de lado.

—¿Irás a una tienda de mascotas? ¿y eso?

—Taehyung quiere un perro, así que le compraré uno.

—Vaya... ¿y si mejor lo adoptas?

—No lo había pensado.

La castaña entrecerró sus ojos, y Jungkook pasó a un lado de ella, apunto de salir de su
oficina.

—Considéralo.

(...)

Luego de buscar mucho por las calles y por el GPS, encontró una tienda de mascotas.

Estacionó en frente del lugar, que gracias al cielo, estaba disponible.

Bajó del auto, y miró el local, lucia bastante bien, estaba cuidado, además de céntrico.

Una campana sonó cuando se adentró al lugar, visualizó su interior, era muy colorido.

—¡Hola, bienvenido! ¿En qué puedo ayudarle?


Una joven chica se paró delante de él con una gran sonrisa, llevaba un uniforme de lo que
parecía ser el local, así que era trabajadora.

—Hola, quiero comprar un perro.

—¡Claro! sígame, por favor, lo llevaré con los perritos.

La joven empezó a caminar hacia en fondo de la tienda, pero mientras iba caminando tras
ella, tiró su vista a unos estantes de vidrio.

Eran unas jaulas de vidrio, habían unos cuantos perritos dentro de estas, cada uno
separado.

Uno de los que estaba dentro de estas, llamó su


atención.

Era un perrito pequeño, no sabia qué raza era, era de color negro con marrón, también tenia
una carita muy particular, lo veía fijamente con la punta de su lengua afuera.

—Ehm... ¿disculpe? por aquí están los perros en venta...

La chica se acercó a Jungkook, le siguió la vista, y pudo darse cuenta de que veía a Cooky.

—¡Oh! Él es Cooky, es un Pomeranian que encontramos en la calle, parece ser de raza


pura, pero como lo encontramos abandonado no podemos venderlo, sólo vendemos
animales que sabemos, son de raza pura y de nacimiento. Él... él es muy especial, como
espero se haya dando cuenta, es muy observador.

Jungkook oyó todo lo que la trabajadora dijo acerca de aquel perro, por alguna razón, sintió
una gran necesidad de acercarse a él, y así lo hizo, lentamente se acercó a él, el perro no
pareció inmutarse, sólo lo veía de aquella particularmente graciosa manera, teniendo aún la
lengua fuera.

—Hola, amiguito... ¿Se llama Cooky?

—Ehh, sí, ya sabe, siempre le ponemos un nombre cuando los encontramos, pero no tiene
por qué ser su nombre, ni siquiera está acostumbrado a que lo llamen así, no hace caso a
ningún nombre.

Jungkook asintió, volviendo a verlo.

—¿Quieres conocer a Tae?

El perro metió su lengua, y subió su cabeza hacia arriba, mirando algún punto perdido, lo
cual le hizo soltar una pequeña risa.

—¿Hay algo más que deba saber de él?


La joven se emocionó y se acercó a ellos, sonriendo.

—P-pues, apenas tiene unas cuatro semanas desde que nació, lo encontramos siendo muy
cachorrito, aún lo es, tiene una semana y dos días con nosotros.

Según los exámenes, es un perrito saludable y no padece de ninguna enfermedad o virus.

Es muy tranquilo, casi no ladra. Jungkook asintió, se agachó un poco para estar más cerca
de él, el perrito empezó a mover su cola.

—Lo adoptaré.

—¡Fabuloso! déjeme, lo sacaré por usted.

La joven se acercó y sacó con sumo cuidado a Cooky, y se lo tendió a Jungkook.

Este lo recibió, realmente nunca había tenido un perro, así que lo cargo con un poco de
torpeza, nunca había tenido a un perrito tan frágil y pequeño entre sus manos.

Cooky ahora cesaba con su lengua afuera, y veía a Jungkook fijamente.

Parecía feliz, fue lo que pensó Jungkook.

—Iré a buscar los papeles para que pueda llenarlo y después será todo suyo, espere en el
mostrador.

El azabache asintió, caminó lentamente con Cooky entré sus manos, este seguía viéndolo,
lo cual le robó una sonrisa.

—Taehyung estará muy feliz al verte, seguro le encantarás.

El perrito ladeó su cabeza, y él lo imitó.

—¿Cómo pudieron abandonarte? eres... lindo, y muy pequeño.

Mientras tanto, la joven entró emocionada hacia la oficina, donde estaba su compañera.

—¡Liss! ¡Van a adoptar a Cooky!

La otra chica se levantó, cubriendo su boca y empezó a saltar.

—¿¡De verdad!? ¡No puede ser! Necesito despedirme.

—Pues, estoy buscando el papeleo, tienes tiempo. ¡Lo va a adoptar un tipo guapisímo!

—¿¡En serio!?
—Sí, además se nota que tiene dinero. Cooky va a estar bien con él, estoy segura.

Ambas salieron de la oficina, estando dentro del mostrador, la chica que en un principio lo
atendió, lo llamó, pero antes, ambas vieron cómo Jungkook imitaba al perrito.

Les robó un suspiro, sonrieron encantadas.

—¡Hola, por aquí!

Jungkook se sobresaltó y asintió, una vez en el mostrador, dejó a Cooky ahí.

—Bien, necesito saber su nombre, a qué se dedica, es importante que tenga los recursos
necesarios para poder cuidar de él...

—Me llamo Jeon Jungkook, soy dueño de una empresa y sí estoy capacitado para cuidar
de él.

Las chicas se sorprendieron, una de ellas asintió y rellenó los papeles, además de unas
cuantas preguntas más.

—¡Bien! Cooky es todo suyo, tenga sus papeles, muchas gracias por adoptarlo, él se lo
agradece mucho.

—¿P-puedo abrazarlo antes de que se lo lleve? lo extrañaremos...

—Ah... Claro, no hay problema, él estará bien, alguien lo espera en casa.

Liss levantó a Cooky entre sus manos, alzándolo levemente, a nivel de su cara y le sonrió.

—Sé un buen perrito, Cooky. Diviértete con tu nueva familia.

Como era de esperarse, el perrito no se inmutó ante sus palabras, tenia nuevamente la
punta de su lengua fuera de su boquita, y ella rió.

—Él es así, no tiene nada malo, aveces es muy hiperactivo.

Jungkook asintió con una sonrisa, la otra joven también lo acarició, y ya lo entregó a su
nuevo dueño.

—Bien... ahora ¿tienen camas para perros?

Ambas abrieron sus ojos emocionadas, y asintieron al mismo tiempo.

—¡Sí, por supuesto! También hay collares.

—Claro, luego vendré a comprar esos detalles... sólo necesitaré una cama. ¿Tienen
moños? Cómo de regalos, él será un regalo...
—¡Ay, qué lindo! Claro, tenemos de varios colores, también podemos decorarle una caja de
regalo, con agujeros.

—¡Cómo en las películas!

—¡Sí!

Ambas chillaron emocionadas, mientras Jungkook sonrió incómodo.

—Claro, lo dejaré en sus manos.

Liss tomó a Cooky entre sus manos, llevándolo al sector de artículos, siendo seguida de su
amiga.

Jungkook esperó unos diez minutos, cuando trajeron nuevamente a su perrito, con un gran
moño rojo en su cuello, y una caja mediana con tapa, estaba decorada de color rojo y
blanco, aparte de una cama color amarillo pastel.

—¡Listo! aquí está Cooky, este color le luce más, y la cajita. ¡También la cama! ¿le parece
esta bien?

Jungkook agradeció y pagó por todo, salió con Cooky en una mano, y la caja en otra, dejó la
cama por unos momentos.

Cómo pudo, abrió la puerta del conductor y lo dejó ahí momentáneamente, abrió la puerta
trasera y depositó la caja.

Fue por la caja y se despidió, volviendo al auto y dejó la cama junto a la caja de regalo.

Entró al auto, dejando a Cooky en el asiento del copiloto.

—Te querían mucho ahí, pero Taehyung también te querrá mucho.

El perrito simplemente se sentó en aquella superficie extraña, pero cómoda, su cara era
como de sorpresa.

—¿Sabes? tu cara me da risa.

El perro volteó a verlo, y Jungkook rió.

(...)
Jungkook aparcó el auto dentro del estacionamiento subterráneo del edificio, ese día no
volvería a salir, se quedaría lo que restaba del día junto a su bebé, y con quien seria el
nuevo bebé de su Taehyung.

—Bien, llegamos, amigo. ¿No te molesta caminar, verdad? ¿No? genial.

Jungkook se bajó del auto y cerró la puerta, una sonrisa estaba plasmada en su rostro, ese
perrito era tan particularmente gracioso, es como si entendiera lo que le decía.

Sacó la caja del asiento trasero, rodeó el auto y abrió la del copiloto.

—¡Hola, soy yo, de nuevo! A propósito, me llamo Jungkook. Nos vamos, entra aquí.

Jungkook lo cargó con cuidado y lo metió dentro de la caja, sin taparla.

Luego vendría por la cama y su maletín.

Se aseguró de cerrar el auto, y fue hacia el elevador. Uno, dos, tres... treinta pisos, y ya
estaba en el suyo.

—Ya llegamos a casa, amigo.

Tienes que colaborar, pondré la tapa, pero tú sigue respirando ¿sí? será rápido, lo prometo.

Dejó la caja con Cooky dentro en el suelo, dejando la caja mal tapada apropósito, para que
Cooky pudiera respirar, mientras él seguía esperando a que Taehyung fuera con él.

Abrió la puerta del departamento, habían pasado unos tres días desde aquella charla con
Taehyung, este ya no estaba tan molesto como ese día.

—¡Amor! ¡Llegaste!

Taehyung salió corriendo del cuarto, y sonrió cuando vio a Jungkook parado justo en frente
de la puerta, pero aún tenia su mano sobre el pomo y no se movía de la puerta.

Se extrañó, caminó lentamente hasta acercarse a él, este tenia una sonrisa en su rostro,
conocía esa sonrisa, estaba tramando algo.

—¿Qué hiciste?

Jungkook rió y negó rápidamente, a la defensiva.

—¿Por qué lo dices?


—Esa sonrisa, te conozco, Jeon...

Jungkook volvió a reír, Taehyung amaba su risa.

—Bien, entonces cierra la puerta de una vez y dame un abrazo ¿no?


—No puedo...

Taehyung arrugó su entrecejo y ladeó su cabeza.

—¿Por qué no?

—No podemos dejarlo afuera, solo.

Los ojos de Taehyung se abrieron de sobremanera, y empezó a negar repetidas veces.

—No juegues conmigo...

Jungkook volvió a reír, esto


estaba siendo muy divertido.

—No jugaría contigo... al menos no de esa manera.

Levantó sus cejas de arriba hacia abajo, Taehyung golpeó su pecho suavemente mientras
sonreía.

—Siéntate, bebé, y espérame con los ojos cerrados ¿sí? sé un buen niño.

Taehyung estaba emocionándose con cada segundo que transcurría, se sentó rápidamente
y cerró sus ojos, teniendo aún aquella linda sonrisa plasmada en sus labios.

Jungkook salió y tomó la caja, Cooky lo vio impactado.

Sonrió y cerró la caja.

Entró al departamento, cerrando la puerta tras él, se acercó a Taehyung, una vez estando
frente a él, se inclinó y besó sus labios, para luego depositar la caja en sus piernas.

—Abre los ojos, Tae.

Taehyung obedeció, y vio la caja, una hermosa caja mediana color blanco con unos lazos
rojos entrelazados.

Conectó su mirada con Jungkook, este le sonreía, no tardó mucho y destapó la caja.

Llevó sus manos hacia su boca, abrió sus ojos de gran manera, volvió su vista hacia
Jungkook.

—Sorpresa, amor...

—¡No puede ser! ¡No puede ser cierto! ¡Kookie, un perrito!


Taehyung sacó al pequeño cuerpo dentro de la caja y Jungkook la quitó de sus piernas,
Taehyung se levantó con Cooky entre sus manos, lo elevó sobre él, viéndolo desde aquel
ángulo, lo acercó a él, y empezó a dejar muchos besos en su pequeña carita.

—¡Es hermoso! ¡Kookie! Muchas, muchas gracias.

Se acercó a su novio y le besó los labios, Jungkook le correspondió, pero fue corto ya que
Taehyung estaba temblando de la emoción, se alejó del azabache, y abrazó con cuidado a
su nuevo bebé.

—¡Lo llamaré Yeontan! ¿¡Verdad tiene carita de Yeontan!? ¡Lindo Yeontannie!

Jungkook sonrió, ese nombre le quedaba bastante bien.

Taehyung vio su linda carita, Yeontan sacó su lengua y se movía energético entre sus
manos, lo acercó a su rostro y Yeontan empezó a lamerlo de manera repetida sin ningún
patrón en especifico, Taehyung rió y se dejó querer.

Lo dejó en el suelo y Yeontan empezó a correr al rededor de él, retándolo a jugar.

Taehyung se sentó junto a él, este se subió sobre él, colocando sus pequeñas patas en su
abdomen, Taehyung lo acariciaba y producía miles de sonidos agudos que emocionaban al
pequeño Yeontan.

Mientras, Jungkook los veía con una sonrisa en su rostro, sintió mucha felicidad al ver aquel
brillo en los ojos de su Taehyung, este jugaba alegremente con Yeontan, mientras el perrito
actuaba de manera que él no lo había visto, se movía de un lado para el otro, jadeaba y
ladraba de manera energética.

—Yeontan le queda realmente bien, Tae. Lo adopté, es un Pomeranian de alrededor unas


cuatro semanas, lo encontraron en la calle abandonado, ahora es todo tuyo, amor. ¿Te
gustó?

—¡Me encantó! ¡Es un amor! ¿Lo adoptaste? Ay, pero quién te pudo dejar solito...

Taehyung se acostó en el suelo reluciente, el perrito trepó hasta su pecho, yendo


directamente a su rostro, en busca de lamerlo, otra vez.

—Serás muy feliz con nosotros, él es tu papi... di "¡Hola papi!"

Yeontan no entendía nada, pero movía su colita de lado a lado, ladrando y mordiendo
amistosamente a su dueño.

(...)
¡Primer Extra! Faltan varios c: ♡ No compres, ¡adopta! ♡

EXTRA

Jungkook se removió incómodo en la cama, sintió cómo algo se movía entre ellos dos,
estaba abrazando a Taehyung por detrás, pero se vio en la obligación de soltarlo para
alejarse y ver de qué se trataba.

Y ahí estaba Yeontan, acurrucado entre el cuello de Taehyung, durmiendo pacíficamente


sobre su
novio.

Las suaves y pequeñas patas del cachorro reposaban en la piel del aún pelirrojo, afincaba
su cabeza sobre las mismas, dejando nada más, y nada menos que su traserito en la cara
del azabache.

Jungkook bufó recordando la conversación de la noche anterior.

Un salvaje Flashback apareció.

Jungkook se estiró, sentado frente al ordenador que reposaba sobre su escritorio, repleto de
papeles y más papeles.

Tiró su vista hacia la taza donde con anterioridad había café que Taehyung había preparado
para él.

Había pasado toda la tarde junto a Taehyung y Yeontan, pero luego de que estos dos
quedaran exhaustos de haber jugado y corrido todo el día alrededor de todo el
departamento, querían ir a dormir.

—¡Nos iremos a dormir, Kookie! tengo mucho sueño...

Taehyung se sentó sobre Jungkook, enterrando su cabeza en el cuello del contrario, para
luego respirar del varonil perfume que estaba impregnado en su piel.
— Descansa, amor. Recuerda que Yeontan duerme en la sala, en la cama que le compré.

Taehyung formó un puchero en su labio inferior, afincándose en el hombro de su novio, para


poder verlo de perfil, este sólo podía verlo de reojo.

—Kookie, está tan pequeño... le dará miedo dormir solito...

—Bebé, eso ya es demasiado. La cama es nuestro lugar... donde...

—¡Sólo por hoy! lo prometo...

—Tae...

El menor besó rápidamente los labios de Jungkook, acallando sus palabras, este
inmediatamente le correspondió el beso, mordiendo sus labios y tomándolo fuertemente de
la cintura.

No quería compartir su cama con un perro, no es que lo odiase, simplemente no quería,


¿Qué pasaría cuándo él quisiera hacer el amor con Taehyung, y Yeontan ya estuviera
acostumbrado a dormir con ellos en su cama? ¡Se quedaría sin sexo! Definitivamente no
dejaría que eso pasase. Taehyung pasó un pierna por sobre Jungkook, teniendo ahora
cada una a sus costados, sentándose a horcajadas sobre él.

Pasó sus manos por el cuello ajeno, subiendo y enterrándolas en su suave cabello
azabache, tiró del mismo cuando Jungkook apretó su trasero, empezando a masajearlo con
rudeza.

Taehyung empezó a mover sus caderas sobre él, queriendo rozar sus miembros, creando
una fricción que poco a poco acabaría con su paciencia y terminarían haciéndolo ahí
mismo.

Jungkook metió sus manos dentro de la suave camisa de algodón de Taehyung, entrando
en el inmediato y ansiado contacto con su suave piel, el simple tacto de sus pieles ardía, los
estímulos de las caricias que Jungkook le regalaba con deseo le robaban suspiros y
pequeños jadeos.

Pero, de pronto un agudo e intenso ladrido se hizo presente en la sala, Jungkook se aturdió,
y Taehyung se despegó inmediatamente de él, yendo rápidamente hacia Yeontan, quien
estaba a un lado de ellos, viéndolos desde su perspectiva, inocentemente defendió a su
ahora amado dueño, quien reía y lo abrazaba entre sus brazos.

—No puede ser cierto.

Taehyung rió con más intensidad al ver el rostro de Jungkook, sus mejillas estaban rojas, su
ceño fruncido y lo veía con evidente molestia.

—Taehyung, déjalo y ven a besarme ¿me vas a dejar así?


Taehyung soltó una carcajada, esto estaba siendo muy divertido.

—¡Kookie! no puedo, está asustado, pensó que estábamos peleando y me defendió... qué
lindo es.

Jungkook arqueó una ceja y se cruzó de brazos. Taehyung se acercó a él con Yeontan en
sus brazos, Jungkook veía al cachorro con celos, pero lo que les sorprendió es que Yeontan
empezó a gruñirle.

—¡Tannie! no le gruñas a Kookie...

Taehyung se volvió a alejar de él, esta vez se dio la vuelta, con su bebé entre sus brazos,
pero Jungkook entrecerró sus ojos, conectando su mirada con el perro, quien lo vio con
aquella profunda mirada perdida y la lengua afuera, ese perro sabia lo que hacia.

—Taehyung... ¿a dónde lo llevas?

—Al cuarto, necesito calmarlo, se asustó, tienes que comprenderlo.

—¡Taehyung, no fue para tanto!

Taehyung se volteó y le tiró un beso, entrando a la habitación y cerrado la puerta tras él.

Mierda.

Eso había pasado unas horas atrás, revisó su reloj y este marcaba que ya eran las tres de
la mañana.

Movió su cuello en pequeños círculos, en busca de aliviar el intenso calambre que torturaba
su cuello.

Sus ojos ardían, estaba cansado, pero lo importante es que había terminado todo su
trabajo.

Se levantó una vez guardó y apagó todo, dejó la taza en la cocina y fue con pereza hacia la
habitación.

Entró con sumo cuidado, temiendo hacer ruido, y como consecuencia despertar a
Taehyung, quien dormía como un ángel.

Lo vio con detenimiento y soltó un suspiro cansado. Yeontan estaba acostado a un lado de
Taehyung, donde se supone, duerme él.

Bufó al verlo dormir en su lado de la cama, justo sobre su almohada.

Trató de tomar su almohada con cuidado, para así, poder llevarse al cachorro con cuidado y
sin despertar a ninguno de los dos, pero este empezó a chillar levemente entre sus sueños.
Con pánico, lo acarició sutilmente, y gracias a eso, se calló inmediatamente. Jungkook se
sentó en la cama, soltó otro suspiro y pasó sus manos sobre su cara, necesitaba descansar
y Yeontan no estaba ayudando.

Agotado, se dio por vencido, Taehyung se removió y se dio la vuelta, quedando a espaldas
de ambos, dejó un espacio libre en la gran cama, Jungkook se acercó a él y cayó rendido.

Se volteó hacia el pelirrojo y pasó sus manos por su cintura, abrazándolo. Taehyung sonrió
complacido entre sus sueños, y junto a él, Jungkook también logró dormir.

El salvaje Flashback desapareció.

Al parecer, Yeontan escaló sobre él en la noche, y se interpuso sobre ellos dos, otra vez...
Intentó cerrar sus ojos, pero se alejó definitivamente cuando el cachorro rozó su cola contra
su cara.

Se sentó, recostándose en el espaldar de la cama.

La tenue luz del nuevo día se filtraba sutilmente por las cortinas de la ventana, la cual era
completamente del tamaño de una pared.

Posó su vista sobre su móvil, el cual yacía sobre su mesa de noche, lo tomó y vio que sólo
faltaban cinco minutos más, antes de sonar la alarma.

La silenció y se levantó, fue hacia el gran ventanal, abriendo un poco la cortina, viendo gran
parte de la ciudad desde ahí.

El cielo lucía nublado, al parecer llovería ese día.

Levantó sus brazos al aire, estirándose, dejando que su camisa se levantase y descubriera
por instantes su abdomen.

Bostezó, eran las cinco de la mañana, por lo cual, únicamente descansó un par de horas.

Su cuerpo se sentía pesado, seguía cansado, ese día trataría de volver antes.

Luego de bañarse, alistar sus cosas y estar pulcramente presentable como siempre, estaba
listo para irse.

Entró a la habitación nuevamente, Taehyung y Yeontan seguían en la misma posición.

Se acercó al pelirrojo, inclinándose para estar a la altura de su rostro.

Dejó un besó en su frente, pero aquel sutil roce despertó al menor.

Este se estiró suavemente, subiendo su vista y encontrándose con un muy atractivo


Jungkook, usando un traje azul marino.
Este le sonrió dulcemente, y volvió a besar a su frente.

—Ya me voy, bebé. Descansa, volveré en la noche... Te amo mucho, escríbeme si


necesitas algo, adiós.

Jungkook le dio un beso en los labios esta vez, Taehyung procesó lentamente sus palabras,
y a la hora de siquiera responder, Jungkook ya había salido de la habitación.

—Yo también te amo...

Susurró, cerró nuevamente sus ojos y cayó vencido por el sueño. Ni siquiera notó que tenia
a Yeontan en su cuello.

(...)

Jungkook salió por el ascensor que daba directamente al estacionamiento subterráneo.

Caminó hasta su auto, pero en el transcurso sintió una asfixiante desesperación.

Se detuvo y volteó a ver hacia todos lados, aquella extraña sensación lo empezaba a
envolver, su instinto lo incitaba a correr, pero simplemente se quedó parado, buscando algo,
pero no sabia exactamente qué.

Se sintió abrumadoramente observado.

Caminó lentamente, ya no volteó hacia ningún lado, llegó hasta su auto, se adentró, y una
vez sentado frente al volante, tiró su vista dubitativa hacia el retrovisor, no había nada.

Soltó un suspiro y cerró sus ojos, ¿qué mierda le pasaba? al parecer la falta de sueño le
afectó más de lo que esperaba.

(...)

Había pasado una semana desde que Yeontan estaba en casa, la verdad, poco a poco
Jungkook empezó a acostumbrase a él, el perrito ahora ladraba emocionado cada que
Jungkook volvía del trabajo, así que ahora no solo era recibido por su amado bebé, sino que
también por Yeontan.
Y efectivamente, Taehyung sin querer acostumbró a Yeontan a dormir junto a ellos,
inclusive lo ayudó a buscar la manera de subir por su cuenta, aunque le costase mucho, lo
hacia.

Jungkook, a regañadientes, permitió que el cachorro durmiera con ellos, pero cuando él
quisiera intimidad, dormiría solo, así llorase toda la noche, siendo culpa de Taehyung y del
mismísimo Yeontan.

La molesta alarma sonó otra mañana más, Jungkook enterró su cabeza en la almohada,
gruñó antes de levantarse y poder apagarla.

Hizo su rutina diaria, seis de la mañana y ya estaba listo para irse, besó la frente de
Taehyung antes de irse, este sonrió pero no se despertó.

Salió del departamento, tenia un mal presentimiento incrustado en su pecho.

Subió al ascensor y presionó el botón del subterráneo.

La espera empezó a provocarle una inexplicable ansiedad. Desde aquella vez en el


estacionamiento, cuando sintió aquella extraña sensación, no había vuelto a sentir algo
parecido, pero esta parecía ser una mañana similar, el cielo volvía a estar nublado, pero
incluso más que aquella vez.

Las puertas se abrieron, tardó un par de segundos en salir, quedó parado justo en frente del
estacionamiento, este estaba totalmente alumbrado, además, él no le temía a la oscuridad,
pero estaba completamente vacío, o eso pensaba él.

Caminó lentamente, veía a su automóvil directamente, pero el trecho que debía caminar
lucia dramáticamente largo. Justo ahí, la luz que estaba sobre su auto, empezó a
parpadear.

Soltó una risa sarcástica, esto debía ser una broma. Sus sentidos estaban a la defensiva, su
instinto estaba expectante de que algo más ocurriera.

Pero nada ocurrió, la luz seguía parpadeando, el ensordecedor silencio acaparó todo el
lugar.

Jungkook siguió su camino hasta el auto, subió al mismo y cerró la puerta con fuerza,
molesto.

¿Qué era aquella estúpida sensación? Juraba haberla sentido antes, era inquietante y
desesperante.

(...)
—Hora de irse... ¿acaso te vas a quedar solo aquí?

—Lo sé. Solo no, están los guardias, los de limpieza y algún que otro oficinista.

Lisa asintió y se sentó en la silla frente al gran escritorio del azabache.

Este seguía asumido en los documentos frente a él, ella suspiró y colocó sus codos en el
escritorio, afincando su barbilla entre sus manos.

—Acaban de llamar informando que suspenderían la luz por una hora...

Jungkook despegó su vista inmediatamente de los papeles, buscó la mirada de la chica,


quien tenia una notable mueca en su rostro.

—¿Por qué?

—Yo qué sé... al aparecer un incendio por fallas en un sistema eléctrico, creo que fue en el
central, o por sus alrededores.

Informaron que iban a suspender toda fuente eléctrica, dentro de... unos ¿treinta minutos?
para evitar más inconvenientes, de igual la empresa cuenta con las plantas eléctricas, pero
supongo que se irá en la ciudad.

Era cierto, pero significaba que Taehyung estaría solo... bueno, con Yeontan, pero dudaba
que aquel mimado cachorro hiciera algo más aparte de ser lindo y admirar a la nada.

Pero, el edificio en donde ellos vivían era un lugar muy costoso, de muchos lujos, dudaba
seriamente que no contaran con un generador eléctrico.

—Supongo que está bien...

—Recuerda que la empresa queda lejos de la ciudad, Jeon. Tienes que conducir por esta
parte boscosa, es mejor que vayas a casa.

Jungkook bufó, tenia razón, además no quería dejar a Taehyung solo.

Visualizó la hora y se dio cuenta de que era más tarde lo que pensó.

—Bueno, me iré ya. ¿Qué haces aún aquí? es tarde.

—Estaba por irme, pero me dijeron que seguías aquí, así que, vámonos.

Jungkook en su auto y Lisa en el suyo, ella iba tras él, hasta que se separaron en la entrada
hacia la ciudad, ella vivía relativamente lejos de donde vive Jungkook junto a Taehyung.
Los treinta minutos ya pasaron y se escuchó la baja de luz, muchas luces desaparecieron
desde aquella perspectiva, Jungkook tomó la vía hasta su residencia, veía que las calles
estaban notablemente oscuras, las farolas estaban apagadas y no había absolutamente
nadie por las aceras.

Se extrañó, al parecer la noticia de que la luz se iría se expandió rápidamente y nadie


quería estar fuera de casa.

Conducía a velocidad media, la única que luz que iluminaba su camino era la de su auto,
pero esta misma le permitió visualizar cómo a pocos metros delante de él, había una
persona parada, en medio de la calle.

Era un hombre, su cabeza estaba inclinada hacia abajo, Jungkook tocó rápida y repetidas
veces el claxon, pero a este parecía importarle muy poco que estaba apunto de ser
atropellado.

Jungkook desvió el volante, estando ahora en la vía contraria, pero justo cuando quería
estabilizar su auto, la luz despampanante de otro auto lo cegó, volvió a girar el volante,
tratando de llegar nuevamente a su vía correspondiente.

Escuchó el claxon del otro auto, las llantas de su propio automóvil derrapar, y
seguidamente... un ensordecedor silencio.

Su auto quedó intacto, no llegó a chocar contra nada ni nadie, como pudo estacionó a un
lado de la amplia calle.

Sus manos apretaban fuertemente el volante, sus nudillos estaban blancos, producto de la
falta de sangre al sostener tan fuerte el volante, poco a poco liberó la presión, sintió un
calambre adueñarse de sus manos y piernas, su corazón latía fuertemente, golpeando su
pecho y dificultándole la respiración.

Vio por el retrovisor, aquel hombre ya no estaba por ningún lado.

Visualizó su rostro, estaba pálido.

Recostó su rostro del volante, tratando de normalizar su respiración, eso había estado
cerca... Pero, una inminente molestia le empezó a envolver rápidamente, ¿Quién era aquel
idiota que no se quitó del medio? ¿Acaso no vio que estaba apunto de ser atropellado? ¡Él
pudo morir por su culpa!

Cerró sus ojos con fuerza, normalizó su respiración y trató de calmarse, ya no tenia caso.

Manejó lentamente hasta su conjunto residencial, aún estaba aturdido por la anterior
situación, estacionó en frente del edificio, pero se
dio cuenta de algo peculiar.

Todo estaba oscuro, no había luz en ninguna ventana del gigante edificio.
Se alertó, eso significaba que Taehyung estaba solo, con Yeontan, en total penumbra, él
odiaba la
oscuridad con todo su ser.

La luna seria su única luz, dudaba que Taehyung supiese dónde estaban las linternas, pero
es que ni él las usaba con frecuencia, de seguro enterradas en algún lugar de su oficina.

Entró rápidamente al edificio, el guardia no supo explicarle la situación, cuando llegó donde
el gerente, se dio cuenta de que ese no era el encargado general del edificio, no sabia quién
era. Nunca lo había visto, lucia joven y asustado, claramente inexperto.

—Disculpa, ¿Por qué no han encendido el generador eléctrico aún? se supone que este
lugar cuenta con uno ¿No es así?

El joven vio a Jungkook llegar, se intimidó inmediatamente cuando este le habló con su voz
gruesa y ceño fruncido, lucia irritado.

Mierda, pero quién jodidos le mandó a meterse en aquella situación.

—Y-yo... yo lo lamento mucho, señor... yo no trabajo aquí, no sé nada, mi amigo, el que sí


trabaja aquí me dejó encargado por unos minutos, pero ya han pasado unos veinte minutos
y no vuelve, no sé dar la orden de que enciendan el generador, lo siento...

Lloriqueó, quería desaparecer cuando aquel chico golpeó la mesa con la palma de su mano,
pero lo más eficiente seria salir corriendo, sabia que la estaba cagando al estar ahí, y se
estaba arrepintiendo mucho, de seguro despedirían a su amigo.

Pero se lo merecía, de seguro se fue a tener sexo con aquella chica. Jungkook estaba
obstinado, ese día estaba siendo una mierda, estaba cansado debido a la gran cantidad de
juntas que había tenido ese mismo día, aquella situación en la mañana seguía
persiguiéndolo en su mente y le irritaba, ya que no le encontraba ninguna lógica, lo único
que quería era llegar y besar a su novio.

No le respondió nada, simplemente se alejó del mostrador y fue hacia el elevador, pero este
no funcionaba, por obvias razones.

Maldijo para sus adentros, abrió las puertas de servicio, aquellas que dirigían a una
gigantesca y, posiblemente, infinita escalera. Se adentró y miró por en medio de las
escaleras, él vivía en el jodido último piso.

Soltó un suspiro, quería golpear al gerente, eso seria ser irracional, pero no le importaba
serlo, si gracias a él debía subir aquellas escaleras.

Recordó que Taehyung estaba solo, seguramente asustado y asfixiando a Yeontan contra
su pecho.
Debía subirlas lo más rápido que podía, pero otro pequeño detalle de aquel camino es que
estaba muy oscuro, a la penumbra de la luz de la luna, debido a que un lateral de la gigante
pared era de vidrio, por lo cual, quedaba descubierto al exterior.

No le importó, empezó a subirlas, y en menos de lo que se dio cuenta, ya había avanzado


un piso, así otras diez veces más, hasta que el cansancio empezó a llegar.

Se sujetó del barandal, tratando de regular su respiración y recobrar el aire, pero ese lugar
se sentía tan denso, que respirar con normalidad parecía casi imposible.

Otra vez, aquella sensación.

Un instinto lo hizo voltear, no había nada, tampoco lo esperaba.

Tiró su vista hacia abajo, la oscuridad envolvía su anterior camino, al igual que el próximo.

Subió un par de escalones más, pero se vio en la necesidad de volver a voltear.

Se regañó a sí mismo, se estaba haciendo perder el tiempo, el pensamiento de un


Taehyung solo lo abatió, no le importó nada y subió rápidamente cinco pisos más.

Pero, justo cuando bajó la velocidad de sus pasos, unos murmullos se hicieron presentes,
eran inentendibles, y otra vez, por más estúpido que sonase, el silencio no le dejaba
escuchar.

Era tan intenso que era como si tapase sus oídos, ajeno de escuchar con claridad.

Quiso escuchar con detenimiento, pero justo en ese momento, unas apresuradas y
estruendosas pisadas resonaron en el piso anterior, como si alguien subiese las escaleras a
gran velocidad, corriendo.

Aquella pisadas retumbaron en su mente, la misma que le gritó que corriera, pero se quedó
inerte, paralizado.

Pero así como estas aparecieron en la nada, desaparecieron.

Al cabo de unos instantes, no se oyó nada más, aparte de su agitada respiración.

Se vio obligado a sentarse en un escalón, no pudo asimilar qué había sucedido, aquella
situación lo estaba enloqueciendo, se sentía de la misma manera que en el
estacionamiento, estaba siendo observado por alguien, lo sabia.

Abrió sus ojos lentamente, y vio unos zapatos desgastados, una persona estaba delante de
él.

Subió dubitativamente su vista, visualizando gracias a la luz de la luna la ropa de aquel


individuo, arrugada y llena de sangre.
Por su contextura, intuyó que era alguien joven, hasta que llegó a su rostro.

Aquel recuerdo golpeó su mente, viajó rápidamente al pasado, recordando, y a su vez,


volviendo a la actualidad en instantes, un inminente mareo le abatió, aquellos ojos.

Tan enfermizos, como horribles.

Profundamente negros, sin llegar a ningún lado, le encimaba una gran cantidad de miedos,
pero lo paralizaba.

Un escalofríos le recorrió su columna vertebral, este dijo algo, movió sus labios, pero de
ellos no salió ni una sola palabra.

Pudo ver cómo este parpadeó, le mostró su mayor miedo, y fue justo ahí cuando pudo
levantarse, tiró a un lado el mareo que lo amenazaba, se dio la vuelta y subió rápidamente
los escalones, no vio hacia atrás en ningún momento.

Abrió la puerta del último piso, el mismo que le mostraba su puerta, aquella que parecía
brillar por luz propia, avanzó tambaleante, se sentía mal.

El aire empezó a llegar, acariciando sus mejillas, llenando sus pulmones, y aliviando su
alma.

Se recostó de la puerta, no podía entrar, no quería. No de esa manera, sabia que estaba
pálido, sabia que iba a derrumbarse en cuanto lo viera, simplemente quería tranquilizarse.

(...)

—¡Tannie! ¡Ven, pequeño! Taehyung brincó de un mueble a otro, burlándose del diminuto
cachorro que lloraba por poder subir con él, Taehyung siguió brincando de mueble en
mueble, el perrito le seguía el juego, pero de pronto, la luz se fue.

Una aterradora oscuridad envolvió la sala de estar, bajó hacia el frío suelo, sintió cómo algo
suave rozó su pierna, se agachó y tomó a

Yeontan entre sus brazos. Estaba paralizado, no se percató de cuánto, no le dio la


oportunidad a su cerebro de asustarse cuando salió corriendo, despavorido, hasta la
habitación.

Una vez dentro, la cerró con seguro, lo cual fue estúpido, ya que, el cuarto estaba igual de
oscuro.
Dejó a Yeontan sobre la cama y corrió hasta el ventanal, abriendo las cortinas de par a par,
la luna alumbró gran parte de la habitación, fue hasta donde estaba Yeontan, se sentó el la
cama y este se subió sobre él.

Taehyung lo abrazó y se arrimó hasta atrás, hasta chocar contra el espaldar de la cama,
justo del lado de Jungkook.

Tomó la almohada del azabache y la abrazó con un brazo, teniendo a Yeontan en otro,
hundió su nariz y olió su dulce aroma, le recordaba tanto a Jungkook, pensar en él le
ayudaba a calmarse.

Unos veinte minutos después, empezaba a desesperarse, era tarde y Jungkook no volvía,
temía que algo le hubiese pasado.

Estaba muy asustado, completamente solo con la terrible oscuridad, si no fuera por
Yeontan, sentía como si hubiesen miles de monstruos rondando por la sala, acechándolos,
aunque sólo fueran un invento descabellado de su imaginación.

Pero, pudo escuchar cómo la cerradura de la puerta principal sonó, Jungkook había llegado.

Soltó la almohada, aseguró a Yeontan y corrió fuera del cuarto, pero estando en la sala, no
se escuchó absolutamente nada.

Se alarmó, soltó a Yeontan en el suelo con delicadeza, ¿y sí alguien estaba intentando


entrar? ¿Un ladrón? debía ser sigiloso y buscar algo con lo que pudiera defenderse.

La luz de la luna se filtraba por el gran ventanal en la sala, alumbrándola tenuemente, así
que como pudo, empezó a tantear los estantes, con miedo de dejar caer algo.

Pero justo cuando iba a tomar cualquier cosa que tuviera un filo, la puerta se abrió.

Jungkook entró por la misma, tiró su maletín a algún lado, no le importó, buscó a Taehyung
con su mirada rápidamente, y lo vio justo delante suyo, a unos cuantos metros que los
separaba.

El menor salió corriendo y se abrazó fuertemente contra él, recostó su cabeza sobre su
pecho, Jungkook sonrió por la cercanía, lo tomó de los glúteo y obligó al menor a saltar y
enredar sus piernas sobre su cintura, Taehyung pasó sus manos por el cuello del azabache,
quedando ahora sus rostros a centímetros, Jungkook eliminó cualquier lejanía con un suave
y delicado beso, lo besó con parsimonia, tratando de encontrar entre sus labios la
tranquilidad que necesitaba, pero aquella escena se repetía una y otra vez en su mente,
atormentándolo.

Taehyung se bajó de él, y volvió a abrazarlo, Jungkook besó su frente. El mayor sintió como
unas pequeñas patitas lo rasguñaban en su pierna, si tener éxito, bajó su vista y apenas
pudo visualizar al pequeño Yeontan, quien empezaba a lloriquear para que este lo cargara
entre sus brazos.
Se agachó y lo tomó, este se movía energético, teniendo su lengua afuera y su cola se
movía de lada a lado, Taehyung rió y acarició su pequeña cabeza, y de pronto la luz artificial
iluminó todo el lugar, Taehyung empezó a hacerle miles de preguntas, desde de cómo
estaba, hasta el porqué se había ido la luz, él las respondió todas con calma, ignorando el
tema de las escaleras, el de la calle o el estacionamiento, no le diría nada para no asustarlo.

Pero, la gran incógnita que revolvía su mente era... ¿Por qué él otra vez? ¿qué quería? No
había nada que lo ligase a él, aparte de aquel encuentro en el pasado, pero habían pasado
muchos años, eso ocurrió en Corea, y ahora ¿En Japón? ese tipo lo estaba persiguiendo,
además, lucía exactamente igual como en aquella vez.

Decidió dejar el tema de lado y concentrarse en Taehyung y Yeontan, pronto buscaría la


manera de mudarse a un mejor lugar, un departamento donde admitieran mascotas, y
pueda desvincularse totalmente de ese recuerdo, que mientras estando allí, no lo dejaría en
paz.

(...)

EXTRA; CASTING

(...)

Taehyung suspiró mirándose al espejo, qué nervios.

Cuatro meses después, y por fin hoy tendría su primera entrevista de trabajo, o casting para
ser modelo.

Jungkook lo ayudó a conseguir una entrevista, este mismo le había dicho que él podría
conseguirle un trabajo sin problema, pero Taehyung quería que lo contrataran por su
cuenta, ya era suficiente con el casting.

—¿Preparado amor? ¿Seguro no quieres que vaya contigo?

Jungkook apareció detrás suyo, abrazándolo por la espalda y afincando su cabeza a su


hombro, besó el cuello del menor y se deleitó con su dulce aroma.
Taehyung rió sutilmente, dándose la vuelta y pasó sus manos por el cuello del azabache,
ladeando su cabeza con una hermosa sonrisa.

—Demasiado seguro, Kookie. No te preocupes, practiqué lo que diré en japones toda la


noche, ¿Seguro tengo buena pronunciación?

Jungkook asintió con una sonrisa, besando sus labios dulcemente.

—Muy buena pronunciación, bebé.

Seguro te irá genial, porque eres el mejor en todo lo que te propones.

—Creo que te equivocas, no me llamo Jeon Jungkook.

Jungkook rió y negó repetidas veces, para volver a besarlo en los labios.

—No, te llamas Kim Taehyung, lo cual es aún mejor.

Taehyung lo abrazó con cariño, dejándose mecer entre los brazos de Jungkook, quien le
susurraba miles de palabras de ánimo al oído.

Taehyung se sentía preparado, Jungkook le había comentado acerca del casting hace más
de una semana, había practicado algunas frases típicas, cosas qué decir en caso de
emergencia, y por supuesto, las cosas que se supone, deberían de responderle.

(...)

—Prométeme que cualquier cosa que necesites, me llamarás.

Taehyung asintió, rodando los ojos con una sonrisa plasmada en su brillante rostro, estaba
muy feliz y emocionado.

—Sí, amor... ¡No te preocupes! ¿Sí? Te llamaré cuando salga del casting.

—Te amo, suerte.

—¡Yo también te amo! ¡Adiós!

Taehyung se inclinó y depositó otro beso en sus suaves labios, saliendo del auto último
modelo de Jungkook, volteó a verlo y se despidió con su mano enérgicamente, entrando al
gigantesco y muy elegante edificio más reconocido en Japón, con respecto al mundo del
modelaje.

Jungkook suspiró antes de arrancar e irse a una reunión que tenia en un restaurante con
unos de sus nuevos socios.

(...)

Taehyung arregló su ropa antes de entrar, la cual consistía en mayor parte a la marca
Gucci, todos en aquel lugar vestían hermosos outfits muy a la moda, él amaba la moda,
quería tener las últimas cosas en tendencia, y Jungkook siempre lo complacía en sus
costosos gustos.

Acomodó su ahora rubio cabello sin desarreglar su boina de una posición en específico,
entró a la recepción, el gran cartel anunciaba que sí, efectivamente se encontraba en uno
de los establecimientos más conocidos de aquella compañía de modelaje y ropa.

Vagó su vista por el lugar y admiró lo hermoso que era, los lujos excesivos eran notables
con una simple mirada superficial, tan elegante y refinado.

Practicó un par de veces su diálogo entre murmullos inentendibles, antes de subir su vista y
sonreír abiertamente a la recepcionista, quien subió su vista y lo miró de su dorso hacia
arriba, escaneándolo.

—¿Sí, puedo ayudarlo en algo?

—¡Hola! Vine por una entrevista de trabajo...

—¿Nombre?

—Kim Taehyung.

La mujer tecleó, sin dirigirle la mirada en ningún otro momento, esta parecía ser muy
sofisticada.

—Tome, por allá son las entrevistas, este será su pase, adelante.

Taehyung no entendió qué le dijo, distinguió entre sus palabras "Entrevistas, pase y
adelante" así que formó una oración coherente en su mente, tomó aquel papel que la mujer
le tendió, agradeció y siguió el camino que esta sin mucho esfuerzo le señaló.

Un hombre tendió su mano, el rubio depositó el papel en la misma y este le dejó pasar,
estaba extrañado y empezaba a sentirse intimidado, empezaba a necesitar a su Jungkook,
pero se animó recordándose que debía hacerlo solo.
Llegó en una sala hermosa, con una pasarela en el medio de la misma, en frente de esta
habían tres personas sentadas frente a un largo escritorio, y a los lados habían al rededor
de veinte jóvenes, hombres y mujeres, esperando ser llamados para probarse un atuendo y
lucirse en la pasarela en busca de destacar por sobre los demás.

Estaba muy iluminado el lugar, era hermoso, debía repetirlo, la emoción y los nervios se
mezclaban en su estomago, pero no se dejaría abatir por la frustrante ansia que carcomía
su tranquilidad.

—Hola, jovencito.

Taehyung se sobresaltó y volteó a ver a una mujer que estaba parada al lado suyo, viéndolo
con una sonrisa en sus labios.

Esta parecía ser mayor a los cincuenta años, quizá más, reconoció que toda su ropa era de
la marca de aquella compañía.

—H-hola... Me llamo Kim Taehyung.

—¿Kim Taehyung? ese nombre no me suena japones... ¿Eres coreano?

Taehyung mordió su labio inferior nerviosamente, no entendió absolutamente nada de lo


que le dijo, escuchó su nombre y distinguió que ella le preguntó algo, pero no sabia qué y
tenia miedo de decir algo incorrecto.

Se supone que había practicado, pero en esos momentos su mente se cerró, además, no
sabia qué responder a lo que fuera que le haya preguntado.

—¡Señorita Kaori!

Esta volteó curiosa a ver quién la había interrumpido, pero se topó con Sun Hee, una
hermosa joven, una de las modelos con más experiencia dentro de la empresa.

Por coincidencia, Sun Hee tenia una sección de fotos ese día para una revista, cuando
terminó la sección quiso ir hacia dónde se supone, estaban haciendo las pruebas para
contratar a nuevos modelos, así que fue a ver a los novatos.

—¡Sun Hee! Hola, querida. Me interrumpiste, hablaba con este joven, parece un muñeco, y
veo que tiene buen gusto.

Taehyung sonrió incómodo y se inclinó, se volvió a presentar, pero reconoció a aquella


chica, era la misma con la que Jungkook discutió en aquella fiesta. Inmediatamente recordó
cuando le preguntó al mismo quién era ella, este le confesó que ella era hija de un
importante empresario, al igual que él, se asoció con su padre, pero resultó que su hija, Sun
Hee, se enamoró de él desde que lo vio.
Jungkook aseguraba que lo que Sun Hee sentía por él no era amor, más bien, atracción
mezclada con obsesión, pero él se había encargado en más de una ocasión en dejarle las
cosas claras, pero ella parecía no querer entender.

La azabache reconoció inmediatamente a aquel rostro, cómo olvidarlo.

Sonrió con burla, sabia que... Taehyung no era Japones, eso estaba claro, pero pudo intuir
en su temblorosa forma de hablar que este tampoco sabia Japones. Ella no era
completamente Japonesa, su nombre era Coreano y su apellido Japones, por parte de su
padre, ya que su madre era una Coreana.

Sabia Coreano, pero decidió que se divertiría al ver el rostro de confusión de aquel rubio,
ese que tanto volvía loco a Jungkook.

Sun Hee dirigió su mirada a Taehyung, mirándolo con falsa indignación.

—¡Oye! La jefa te acaba de halagar, ¿Acaso no le agradecerás?

Sun Hee le habló en Japones, la señora soltó un leve risa mientras negaba lentamente,
quitándole importancia, pero el rostro de Taehyung se estaba deformando a causa de la
confusión, estaba sufriendo por la gran vergüenza, se sentía tan fuera de lugar, sus mejillas
empezaban a teñirse de un intenso color carmesí.

Sun Hee soltó una pequeña risa burlona, empezaba a sentir pena por él.

—Ella es la jefa, te acaba de hacer un cumplido, simplemente agradécele.

Taehyung abrió sus ojos sorprendido, aquella chica le acababa de hablar en Coreano, pero
lo que más le alarmó fue lo que le dijo, ¿Ella era una jefa?, inmediatamente se reverenció
ante aquella mujer, sin darse cuenta estaba frente a la mismísima dueña de todo ese
establecimiento, no la había reconocido.

—¡Muchas gracias! Su trabajo es realmente admirable...

La mujer sonrió, aquel joven le trasmitía mucha ternura, y eso que ella solía ser muy
selectiva.

—Suerte en tu casting.

Se retiró porque unas mujeres la llamaron, estas tenían muchos papeles sobre sus manos y
parecían preguntarle una infinidad de cosas que no lograba comprender.

Ahora había quedado a solas con Sun Hee, el silencio fue incómodo, pero decidió romperlo.

—Oye... muchas gracias, no sabia que ella era la jefa.


Sun Hee lo vio y volteó sus ojos, cruzándose de brazos.

—Cómo sea, de igual ella sólo es una de las muchas diseñadoras para esta compañía, pero
es una de las más destacadas, es la jefa de esta central.

¿Acaso no investigaste?

—Ehm... no a fondo.

—Da igual, puede que ya hayas conseguido el trabajo.

Los ojos de Taehyung brillaron, y una sincera sonrisa adornó su rostro.

—¿¡De verdad!? ¿Por qué lo piensas?

—No te emociones, niño. Sólo lo digo por cómo te miró la jefa. Hasta te dijo "muñeco", puaj.

Taehyung sonrió, pero trataría de contenerse ya que Sun Hee parecía ser muy seria, con
evidente desagrado hacia él.

—¿Sun Hee? La chica seguía cruzada de brazos, con su ceño fruncido mientras miraba a
algunos novatos modelar por la pasarela.

—¿Qué?

—Tú... ¿sabes hacia dónde debo ir ahora? estoy un poco perdido.

La joven volvió a posar su vista sobre él, alzando una ceja.

—¿Acaso me estás pidiendo ayuda?

Taehyung no supo si retractarse o afirmar, Sun Hee era muy intimidante, además que esa
actitud arrogante no ayudaba en nada.

—¿Sí?

Ella rodó los ojos y bufó.

—Bien, sígueme.

(...)
Taehyung estaba extremadamente feliz, la prueba de pasarela había sido un total éxito
desde su perspectiva, él era un poco inexperto, pero Sun Hee le dio unos cuantos consejos
de cómo modelar con seguridad, los siguió tal cual ella le dijo, y todo salió bien, lo felicitaron
en exceso, podía presumir que incluso más que a los demás.

Dos de los tres jueces se aceraron a él con mucho interés por saber más acerca de aquel
atractivo joven, que lo había hecho muy bien, querían hacerle un par de preguntas más,
aparte de las preestablecidas, y estaba infinitamente agradecido de que Sun Hee estuviese
ahí, quien únicamente le sirvió de traductora para algunas palabras que no entendía, él hizo
su mayor esfuerzo en dar lo mejor de sí, y eso

encantó a los supervisores. Sun Hee sabia que no quería ayudarlo, pero de una forma u
otra, ese tal Taehyung le simpatizó, sólo hasta cierto punto, por eso lo ayudó, eso no
significaba que le agradara, sólo trató de ser profesional.

—¡Sun Hee, muchas gracias! creo que hubiese estado perdido sin ti, no pensé que se
acercarían a mi y que me preguntarían tanto...

La azabache asintió, manteniendo su faceta seria.

—Supongo que no hay de qué. Taehyung, tengo una duda.

—Dime, ¿Cuál es?

—¿Cómo conseguiste esta entrevista? No sabes lo jodidamente difícil que es conseguir una
oportunidad de solo evaluarte, y aunque lo hiciste bien, apuesto a que no lo habías hecho
antes.

—Bueno... sí lo había hecho antes, pero en una pequeña empresa, y sí sé que es muy
difícil... pero Jungkook me consiguió este casting.

La chica alzó su ceja, evidentemente celosa.

Jungkook, ella quería tener a Jungkook, pero este niño había llegado y lo había idiotizado
por completo, eso le molestaba mucho.

—Ah, Jeon. ¿Siguen juntos? qué raro... pensé realmente que Jungkook no se enamoraba
de nadie, pero míralo, haciéndolo todo por ti...

—Sí... yo realmente lo amo.

La chica se acercó a él de manera lenta e intimidante, pero Taehyung no se inmutó, se


quedó quieto en su lugar, si apartar su mirada de ella.

—¿Estás seguro de que él te ama a ti?

Taehyung asintió firmemente, no dudaría de eso. Ella cerró sus ojos y suspiró.
—Los felicito, mándale mis saludos, tengo un buen tiempo que no lo veo.

La chica le regaló una pequeña sonrisa, le dio una pequeña palmada en el hombro y siguió
de largo, yéndose de la habitación.

—Adiós, Sun Hee.

Ella movió su mano en un ademán, y se fue.

Taehyung ladeo su cabeza de lado, sin poder quitar su mirada por donde ella se había ido,
qué chica más... extraña, era particularmente agradable.

(...)

EXTRA; CARTAs-pt1

El azabache tenia entre sus manos un papel de textura marchita y desgastada, y que con
unas simples palabras talladas por una caligrafía hermosamente cuidada decía;

"Te está engañando."

(...)

Jungkook llevaba más de una semana con un mal presentimiento, que poco a poco fue
creciendo producto al extraño y repentino cambio de actitud de Taehyung.

Amaba a Taehyung, con todo y sus cambios de humores, porque lo entendía, pero sabia
que ese no era uno de esos cambios.

Taehyung actuaba receloso, con cautela cada vez que se dirigía a él, como si escarbase en
cada uno de sus movimientos y acciones, buscando algo, pero no sabia qué.

Estaba en el trabajo, pero para ser honesto no tenia ni la mas mínima idea de lo que hacia,
ya que, sus pensamientos estaban con Taehyung, le preocupaba lo que sea que le pasase
a su bebé, y necesitaba saber con ímpetu qué tenia, o qué perturbaba su cabeza.
—¡Llegué yo!

La estrepitosa y animada voz de Lisa se hizo presente en su oficina que estaba cuidada por
el silencio y tranquilidad.

La castaña se extrañó al ver que Jungkook ni se inmutó con su repentina visita, así que se
preocupó.

—Hey, Jungkook... ¿hola? yujuu...

La chica paseó su mano frente al rostro en blanco del azabache, ajeno de cualquier
expresión que la ayudase a intuir qué le pasaba.

¿Y si pasó algo con Taehyung? ¿alguna pelea? No, no... eso no podía ser, ellos eran la
pareja perfecta, apostaba que sus peleas no duraban más de cinco minutos.

¿Algo mal con la empresa? podía ser una opción, pero Jungkook era muy cuidadoso y
precavido en sus acciones, nada nunca le salia mal.

—¿Jungkook?

Nada, el azabache no respondía.

¿Y si sí pasó algo con Taehyung? porque, ¿qué mas podía tener así al azabache? lucia
pulcramente perturbado por sus pensamientos, parecía absorto.

Al menos de que algo en realidad sí estuviese pasando con la empresa.

—¿¡JUNGKOOK, QUÉ TE PASA!?

El repentino grito ocasionó que el pelinegro saltase hacia atrás, exaltado y asombrado,
logrando así, escapar de sus miles de teorías, algunas conspirativas, para saber qué le
pasaba a Taehyung.

—¿Por qué gritaste? ¿pasó algo?

—No, la pregunta aquí es ¿qué tienes tú? llevo aquí media hora y no me respondías.

-¿De verdad?

—No, la verdad son como tres minutos, pero son MIS tres minutos, ¿qué tienes? ¿pasó
algo con Tae? ¿algo con la empresa?

Y ahí fue cuando cayó en cuenta otra vez a sus pensamientos, Taehyung...

—Ah... la verdad no lo sé... no sé si pasó algo con él, está actuando extraño todos estos
días, y me preocupa.
—¿Y has pensando en preguntarle qué tiene? tal vez le incomoda algo y no te lo ha querido
decir.

Y ahí también fue cuando Jungkook se dio cuenta que cuando podía ser un tonto, lo era al
completo.

La verdad llevaba varios días dándose cuenta de la situación, examinándola y tratando de


descifrarla, pero nunca pensó en preguntárselo directamente, y esa a simple y obvia vista,
parecía ser la solución más fácil y rápida, cómo no lo pensó antes.

—Eres una genio ¿lo sabes?

—Lo sé, lo sé. Aunque eso fuese lo más lógico, se llevaría el crédito.

(...)

Un par de días después, había llegado cansado del trabajo, hoy en especial la reunión con
uno de sus socios había sido muy intensa, le había tomado casi todo el día, así que llegó
completamente agotado.

No había encontrado la oportunidad de poder preguntarle a Taehyung ya que este lo evadía


en demasía, y parecía querer evadirle el tema de conversación a como diera lugar, además
de su escaso tiempo, no había podido.

Y una de las cosas que más le dolía de toda esta situación, era por supuesto esa actitud, no
había querido juzgarlo, no lo iba a hacer, pero amaba pasar su tiempo libre con Taehyung,
justo después de que llegaba del trabajo, amaba acostarse a su lado, hablar de su día,
compartir sus mejores momentos, desahogarse y pedir consejos, pero este ahora si no
hacia algo, estaba completamente dormido cuando llegaba.

Eso nunca había pasado, así muriese del sueño, Taehyung luchaba para esperar a
Jungkook y recibirlo con un gran abrazo de oso y la cena lista, si algo amaba de Taehyung,
era lo detallista que era, amaba los pequeños detalles que parecían absurdos, pero ahora
Taehyung ni siquiera hacia el intento de esperarlo, aunque sea para desearle las buenas
noches, nada...

El único que lo recibía ahora era Yeontan, pero poco después el cachorro también se
dormía en su propia cama.

Era como una agonía constante, no sabia si había hecho algo mal, Taehyung no procuraba
en brindarle alguna pista, y tampoco le daba la oportunidad de preguntarle.

Y debía admitir, estaba especialmente estresado todos esos días, pagando su estrés y
frustración con sus trabajadores, incluso con Lisa.

—¡Amor! llegué...
Abrió la puerta del departamento, y como era de esperarse, Taehyung no saltó a recibirlo
con un abrazo.

Ni siquiera estaba en la sala.

Avanzó hasta llegar a la cocina, asomándose en busca de su novio, pero nada.

—¿Bebé?

Yeontan, quien ya estaba mucho más grande, empezó a corretear a su alrededor, pero no
habían rastros del rubio.

Su corazón empezó a latir con fuerza, su pulso se aceleró y el miedo empezó a acorralarlo,
a envolverlo y querer abatirlo ¿dónde estaba Taehyung?

—¿Taehyung? ¿dónde estás?

A paso rápido llegó a la habitación, nada, ni siquiera estaba en su cama.

Sintió una abrumadora desesperación, tiró su maletín por algún lugar de la habitación, y
antes de ir a revisar al baño, vio que encima de la cama, había una carta.

Era un sobre, ya estaba abierto, y en su interior yacía una carta. Se extrañó, supuso que no
era para él, del contrario, no estaría abierta.

Tomó el sobre, sacando la carta y botando el otro papel de textura más gruesa, desdobló el
papel.

El azabache tenia entre sus manos un papel de textura marchita y desgastada, y que con
unas simples palabras talladas por una caligrafía hermosamente cuidada decía...

"Te está engañando."

Su corazón sintió una punzada, tiró el papel de sus manos, el pedazo de papel fue recibido
por el frío suelo, ni siquiera notó cuando lo pisó al salir corriendo hasta el baño, para abrir la
puerta, pero se encontró con que esta estaba cerrada con seguro.

Se alertó, el miedo ahora era prominente y no sabia qué hacer o siquiera pensar.

¿A quién mierda estaban engañando? Le dolía llegar a pensar que quizá sea Taehyung
quien lo engañase a él, pero no, eso no es posible, él confía plenamente en el menor.

—¡Taehyung! ¡Taehyung, abre la puerta!

Tocó varias veces, de manera fuerte y violenta, no controlaba su pulso, necesitaba verlo.

Pero no obtuvo ningún ruido de vuelta.


—¡Taehyung, sé que estás ahí! ¡ábreme!

Esta vez, un pequeño sonido, era como un lloriqueo, pero era casi inaudible.

—¡Taehyung, te digo que tiraré la puerta si no me abres! ¡abre!

De pronto, una ganas de llorar empezaron a subir por su garganta, acumulándose en la


misma, sentía que si volvía a hablar su voz de rompería, estaba angustiado, nunca lo había
estado tanto.

¿Y si su bebé se auto lesionó?

Y justo cuando procuraba propinarle otro fuerte golpe a la puerta, esta se abrió de golpe.

Y ahí estaba Taehyung, debajo de sus ojos una pequeña sombra negra estaba impregnada,
como si no hubiese dormido en días, su rostro lucía pálido y sin ningún hermoso sonrojo
natural, sus labios parecían resecos, sus ojos estaban rojos y rastros de lagrimas estaban
esparcidos por todo su rostro.

Tenia una camisa suya puesta, y uno de sus grandes y anchos pantalones de chándal,
Taehyung amaba ese tipo de ropa para andar en casa, pero ahora, lucia deplorable.

Su corazón, cómo no, sintió una fuerte punzada al verlo así, una profunda e indescriptible
tristeza lo abatió de golpe, no sabia qué pasaba, no sabia que significaba esa carta, no
entendía la actitud ni la apariencia de Taehyung, estaba estresado, cansado y sólo quería
desmayarse.

—T-tae...

El rostro de Taehyung parecía pulcramente perturbado, ajeno de expresión y carente de


color, sus labios resecos estaban levemente inclinados hacia abajo, su mirada parecía
perdida, pero estaba posada sobre él.

—¿Qué?

Su voz sonó rasposa, incluso sintió la necesidad de aclarar su propia voz, no sabia ni qué
decir.

—Y-yo... tú... ¿qué pasa? ¿qué pasó? ¿qué está pasando? ¿qué...?

—Deja de preguntar tanto.

Taehyung pasó por su lado, chocando su hombro con el ajeno, dejando la estela de su
delicioso aroma.

Incluso así lucia hermoso.


Cerró sus ojos con fuerzas, concentración ante todo.

Siguió el pasó de Taehyung, quien tenia intenciones de hundirse en su cama, pero al ver la
carta en el suelo, se alarmó, la tomó rápidamente entre sus manos y volteó a ver a
Jungkook con expresión asustada.

—¿La leíste?

—¿Qué?

Taehyung mordió su labio inferior con nerviosismo, ocultó la carta tras suyo, sin quitarle la
vista.

—N-no... nada.

—¿Hablas de la carta? sí, la leí... amor ¿qué pasa? ¿qué significa esa carta?

Jungkook se acercó un poco hacia él, pero Taehyung se echó para atrás.

—No me toques, por favor...

Jungkook abrió sus ojos impactado, su corazón no podía con tantas emociones juntas, le
dolía tanto...

—¿Cómo? Taehyung.

intentó volverse a acercar, pero este usó la cama para separarse, dejándola en medio de
ambos.

—Así mismo, por favor, deja de preguntarme...

—¿Cómo que deje de preguntarte? Taehyung, somos pareja, se supone que debemos
discutir las cosas y llegar a una solución.

El menor guardó silencio, con la mirada baja viendo algún punto perdido en el suelo.

—Amor...

Jungkook intentó volverse a acercar, y esta vez, Taehyung no dijo nada ni se movió, así que
lo tomó como una buena señal, siguió avanzando hasta llegar a él.

Lo tomó entre sus brazos y lo envolvió en un cálido abrazo.

Cerró sus ojos con fuerza, y recostó su cabeza sobre la ajena, mientras el menor hundía su
rostro en el cuello del azabache y tomaba entre sus manos empuñadas el saco negro y
formal de Jungkook.

Hacía tanto que necesitaba un abrazo suyo, sentir su cercanía.


Sentir cómo su piel rozaba con la suya, traspasando el calor de su cuerpo. Su dulce aroma,
ansiaba poder degustar sus labios, apenas esos días ya le parecían una mismísima
eternidad.

Aquella falta de contacto le parecía la peor de las torturas, y más teniéndolo tan cerca.

El mayor sintió como el menor se removió entre sus brazos, tratando de apartarse.

Apenas un minuto de cercanía, y ya el menor ansiaba por romperla y corromper su


intimidad.

Apretó su agarre, con miedo de soltarlo y dejarlo ir, sin saber cuándo esto volvería a pasar,
porque no sabia qué hacer para remediar algo que ni sabia qué era.

Pero el menor logró zafarse, alejándose e imponiendo lejanía entre ellos.

—Bebé... ¿por qué haces esto?

—¿¡Hacer qué, Jungkook!? ¿¡Acaso no ves que estoy mal!? ¡Leíste esto! ¿¡Qué crees que
es!?

El pelinegro se sorprendió ante el repentino y drástico cambio de humor del menor, quien
parecía haber colapsado y explotado consecutivamente en un estado nervioso.

Le dolía aquella mirada que el menor le dedicaba, una mirada llena de desconsuelo, llena
de incertidumbre y tristeza.

Pero así como le dolía verle así, su confusión era igual de grande, leyó la carta, pero no
sabia a qué demonios se refería.

—Lo leí, pero no sé qué significa, Taehyung... cálmate y relájate... es mejor que lo
hablemos con calma.

—¡No, no me puedo calmar! ¡No cuando este y otros miles de estúpidos papeles me
aseguran que tú me estás engañado! y sé que eso no prueba nada, pero estoy tan
confundido, no sé... me siento tan inseguro...

El menor se quebró en llanto, soltando la carta y cubriendo su rostro con ambas manos,
lloraba desconsoladamente y eso le dolía, se acercó aturdido y se apresuró en abrazarlo, en
menor no se movió, simplemente enterró su rostro en el fornido pecho de Jungkook, quien
se encargó se consolarlo hasta que el menor estuviera mucho más tranquilo.

—Taehyung, te juro que no te estoy engañando. Eres lo más hermoso que tengo, una vez
te perdí, no quiero volver a perderte. Hagamos esto juntos, busquemos una solución, quiero
que me digas más detalles acerca de eso, pero debes creerme.
Jungkook tomó al menor de las muñecas, colocándolas en su propio pecho, mirando
fijamente al menor, quien tenia sus ojos llenos de lágrimas.

—No te estoy engañando.

Taehyung asintió varias veces, hundiendo su rostro otra vez en Jungkook, llorando y
tratando de encontrar la paz que necesitaba.

(...)

Los días pasaban y Taehyung seguía afligido, pero esta vez Jungkook sabia el porqué, y
podía consolarlo, el rubio no se negaba a sus caricias, pero tampoco era el mismo de
siempre.

Eso lo mantenía a la defensiva constantemente, Taehyung le comentó que empezó a recibir


esas cartas unos cuantos días antes de que empezase a actuar extraño, le dijo que las
cartas no tenían ninguna firma, ningún tipo de sello, además, la caligrafía de las cartas eran
hermosas e irreconocibles, Jungkook no tenia ningún tipo de prueba.

¿Quién quería interferir en su relación con Taehyung?

•Extra : cartas pt-2/3•

Nunca los subió bueno hasta aquí esta historia…

Pero aún así gracias por leer esta hermosa novela Kooktae.♡ ☆

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