Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

SL964 2023

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 54

GERARDO BOTERO ZULUAGA

Magistrado ponente

SL964-2023
Radicación n.° 94309
Acta 08

Bogotá, D. C., ocho (08) de marzo de dos mil veintitrés


(2023).

Decide la Sala el recurso de casación interpuesto por


MARÍA ESTER ACEVEDO GUZMÁN contra la sentencia
proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Medellín, el treinta (30) de julio de dos
mil veintiuno (2021), en el proceso ordinario laboral que
promovió contra la SOCIEDAD ADMINISTRADORA DE
FONDOS DE PENSIONES Y CESANTÍAS PORVENIR S.A. y
al cual fue integrado GONZALO RINCÓN RESTREPO.

I. ANTECEDENTES

María Ester Acevedo Guzmán, llamó a juicio a Porvenir


S.A. para que se le condenara al reconocimiento y pago de
la pensión de sobrevivientes, por la muerte de su hija, a
partir del 18 de mayo de 2015, así como a los intereses
moratorios y a las costas del proceso.

SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 94309

Soportó sus aspiraciones, en que es madre de Juliana


Rincón Acevedo, fallecida en la fecha indicada, quien como
trabajadora dependiente, realizó cotizaciones para los
riesgos de IVM al Fondo de Pensiones convocado; que el
total de sus aportes es de 242.57 semanas, y en los tres
años anteriores al deceso fue de 154.42; que la asegurada
no tenía cónyuge y/o compañero permanente ni hijos;
informó, que para el momento de la muerte, vivía con su
hija y con la menor Ana Victoria Gutiérrez Restrepo , que
dependía económicamente de la primera.

Relató, que sin explicación alguna, y mediante


comunicación de 1 de septiembre de 2016, la Sociedad
demandada le negó la prestación reclamada por
inexistencia de la dependencia económica exigida para el
efecto. Adujo, que recibe la pensión de vejez de parte de
Protección S.A., en cuantía de un salario mínimo, ingreso
que es insuficiente para solventar los gastos del hogar, dado
que, tanto la actora como su descendiente, asumieron el
cuidado y la crianza de la joven Ana Victoria Gutiérrez
Restrepo.

Aclaró, que es tía de la madre de Ana Victoria, persona


adicta a las drogas; que aquella vivía con la entonces menor
en un garaje del municipio de bello, y el 16 de agosto de
2012, a la edad de 8 años, fue agredida sexualmente, lo que
le generó un daño en el intestino que desencadenó en
peritonitis, por lo que tuvo que ser intervenida
quirúrgicamente.

SCLAJPT-10 V.00
2
Radicación n.° 94309

Explicó, que el 1 de septiembre de 2013, el I.C.B.F. le


otorgó la custodia de la menor, y desde entonces, junto con
la afiliada asumieron su cuidado y mantención. Narró, que
como resultado de la agresión, Ana Victoria fue
diagnosticada con depresión mayor post traumática con
síntomas sicóticos y síndrome de cutting o autoagresión
deliberada; que por ello, desde 2013 y hasta la fecha de
presentación de la demanda, ha requerido acompañamiento
terapéutico psicológico y psiquiátrico, con la ingesta de
medicamentos para evitar el suicidio.

Sostuvo, que junto con la afiliada Juliana Acevedo


Rincón, le brindaron todo el apoyo económico y emocional a
la menor; que con los ingresos familiares, producto de su
pensión, y del ejercicio de la profesión de médica de su hija,
que le reportaba aproximadamente $3.500.000, cubrían
servicios públicos, mercado, colegio, transporte escolar,
citas médicas, cursos, terapias y medicinas, cuyos valores
detalló.

Apuntó, que fue quien sostuvo a sus dos hijos, porque


el padre los abandonó desde 1998, y el menor de ellos
falleció en 2009, en un accidente de tránsito. Añadió, que la
única persona que le ayudaba económicamente era la
causante, y que desde su deceso, ha tenido que acudir a la
caridad de hermanas y sobrinas.

La Sociedad Administradora de Fondos de Pensiones y


Cesantías Porvenir S.A. (fls. 126-140 expediente digital), se
opuso a las pretensiones. Aceptó las cotizaciones
sufragadas por Juliana Rincón Acevedo, la negativa a

SCLAJPT-10 V.00
3
Radicación n.° 94309

reconocer la prestación, y que la actora recibe pensión de


vejez en cuantía de un salario mínimo. Los demás hechos,
los negó o dijo que no le constaban.

En su defensa, formuló las excepciones previas de


falta de integración de la litis por pasiva, y como de fondo,
la falta de causa para pedir, inexistencia de las obligaciones
demandadas, buena y prescripción.

Por auto de 17 de enero de 2018 (fl. 157 expediente


digital), el Juzgado Dieciocho Laboral del Circuito de
Medellín, dispuso integrar como interviniente ad
excludendum a Gonzalo Rincón Restrepo, padre de la
cotizante, quien notificado personalmente (fl. 168
expediente digital) no se pronunció.

II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA


Por sentencia de 30 de octubre de 2020, el juzgado
previamente mencionado (fls. 1-5 primera instancia
cuaderno principal), dispuso:

PRIMERO: SE CONDENA a la SOCIEDAD ADMINISTRADORA DE


PENSIONES Y CESANTÍAS PORVENIR S.A. al reconocimiento y
pago de la pensión de sobrevivientes causada por el fallecimiento
de la asegurada JULIANA RINCON ACEVEDO, a partir del 18 de
mayo de 2015, en cuantía de $1.494.838 para el año 2015. A
título de retroactivo de la prestación económica, deberá reconocer
la entidad de seguridad social a la señora MARIA ESTER
ACEVEDO GUZMAN la suma de $118.766.629 liquidado entre el
18 de mayo de 2015 y hasta el 30 de septiembre de 2020 a
razón de 13 mesadas anuales, retroactivo sobre el cual se
autoriza a la entidad de seguridad social efectuar los descuentos
con destinos a la seguridad social en salud.

A partir del 1º de octubre del año 2020, la entidad accionada


deberá continuar reconociendo a la accionante la pensión de

SCLAJPT-10 V.00
4
Radicación n.° 94309

sobrevivientes en cuantía de $1.881.587, sin perjuicio de los


incrementos anuales a que haya lugar, incluyendo 13 mesadas
como se dijo en precedencia.

SEGUNDO: SE CONDENA a LA SOCIEDAD ADMINISTRADORA


DE FONDOS DE PENSIONES Y CESANTIAS PORVENIR SA, al
reconocimiento y pago de intereses moratorios sobre el
retroactivo pensional adeudado, los cuales deberá ser liquidados
por la demandada desde el 25 de agosto de 2015 y hasta la
fecha efectiva del pago de la obligación, a la tasa máxima de
interés moratorio vigente para ese momento.

TERCERO: Se declaran improbada LA EXCEPCIÓN DE


PRESCRIPCIÓN, las restantes se resolvieron en la parte motiva
de la providencia.

CUARTO: se CONDENA en costas a la Demandada, fijándose


como agencias en Derecho para ser incluidas en las mismas la
suma de $$5.903.831.

III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

Al resolver la apelación de las partes, a través del fallo


gravado (fls. 1-13 expediente digital), el ad quem revocó el
proveído del juzgado y absolvió a Porvenir S.A., con costas
para el gestor del proceso.

El colegiado indicó, que la controversia está gobernada


por el artículo 74 de la Ley 100 de 1993, modificado por el
artículo 13 de la Ley 797 de 2003, en cuanto consagra, que
a falta de cónyuge, compañero o compañera permanente e
hijos con derecho, serán beneficiarios los padres del
causante, si dependían económicamente de este. Anotó, que
el artículo 73 de la Ley 100 de 1993, que remite al 46
ibidem, modificado por el artículo 12 de la Ley 797 de 2003,
estipula que el afiliado fallecido debió haber cotizado 50
semanas dentro de los tres años anteriores a la muerte.

SCLAJPT-10 V.00
5
Radicación n.° 94309

Excluyó del debate que la afiliada fallecida dejó


causada la pensión, por tener el número requerido de
semanas, dado que cuenta con 151 semanas en el lapso
arriba indicado. Se remitió a la «sentencia del Tribunal Superior
de Medellín, Salsa Laboral, del 13 de marzo de 1998», para definir la

dependencia económica, y evocó el proveído «19.867 del 27 de


marzo de 2003», de esta Corporación, que aleccionó:

(…) esta no debe de (sic) entenderse como total y absoluta,


dándose la posibilidad de admitir que los padres dependientes
económicamente de alguno de sus hijos se puedan beneficiar de
forma conjunta de otros hijos o por actividades dirigidas a
obtener la subsistencia, siempre que las ayudas no se conviertan
en aportes autosuficientes que hagan desaparecer la
dependencia.

Expuso, ser posible que la persona que reclama la


pensión de sobrevivientes, pueda recibir rentas o ingresos
adicionales, y ser beneficiaria, siempre y cuando estos no
alcancen a cubrir los costos de su propia vida. Al efecto,
referenció los proveídos CSJ SL31346-2008, CSJ SL400-
2013, CSJ SL816-2013, CSJ SL14923-2014 y CSJ SL4217-
2018, entre otros. Manifestó, que además, esta Corporación
ha asentado que para pregonar dependencia financiera,
adicional a otras condiciones, interesa demostrar que la
contribución del causante era significativa, en relación con
los demás ingresos percibidos por quien reclama (sentencia
CSJ SL2698-2019).

Después de recordar los soportes fácticos del escrito


inaugural, el Tribunal mencionó, que los testigos Claudia
Patricia García Herrera y Gloria Inés Restrepo Acevedo

SCLAJPT-10 V.00
6
Radicación n.° 94309

afirmaron, que la demandante dependía económicamente


de su hija; que esta era la encargada de todos los gastos del
hogar, y que el dinero que recibía María Ester Acevedo lo
destinaba a recreación y ahorro; que la causante también
se encargaba de los gastos de la joven Gutiérrez Restrepo.
Indicó, que los deponentes ilustraron, que con la
desaparición de la afiliada, la demandante se trasladó a la
casa de una hermana, con el fin de arrendar el
apartamento, y con esos ingresos, solucionar las
necesidades de Ana Victoria Gutiérrez; que antes de que la
causante comenzara a trabajar, la demandante era quien
atendía los requerimientos del hogar, obligación que
reasumió con la muerte de su hija.

Anotó, que de lo expuesto se desprende, que la ayuda


económica que brindaba la causante, estaba destinada al
sostenimiento de la joven Ana Victoria, lo cual fue
corroborado por la actora en la declaración de pate.
Expresó, que no se logró demostrar que la ayuda de Juliana
Rincón Acevedo fuera de tal naturaleza que se tornara
necesaria para la subsistencia de la convocante, pues esta
cuenta con ingresos suficientes para su sustento, con la
mesada que se le paga por pensión de vejez.

Destacó, que los gastos relacionados en el escrito


inaugural, corresponden, en su mayoría, a Ana Victoria,
como mensualidad del colegio, transporte escolar y citas
médicas, terapias psicológicas, clases de guitarra, semillero
de matemáticas y medicina, en cambio, lo que tiene que ver
con la madre de la afiliada, son los servicios públicos,

SCLAJPT-10 V.00
7
Radicación n.° 94309

mercado, vestuario, recreación, impuesto predial y


administración del apartamento en el que reside.

Relievó, que la documental que soporta las expensas


por servicios públicos, víveres, impuestos y cuotas de
administración (fls. 34-109), tienen fecha posterior al 18 de
mayo de 2015, pues son de los años 2016-2017, por lo que
no dan claridad de los gastos del hogar para la data del
óbito de Juliana Rincón, aunado a que, en el interrogatorio
de parte, la accionante afirmó que para ese instante no
pagaban arriendo.

Así, concluyó, que la demandante no demostró la


calidad de beneficiaria de la pensión solicitada, como quiera
que no hay evidencia de que la asistencia económica de su
hija fuera indispensable para que subsistiera en
condiciones dignas. Reiteró, que la prueba recaudada da
cuenta de que el aporte de la afiliada favorecía a Ana
Victoria, «no obstante, la demandante cuenta con ingresos periódicos
suficientes para garantizar su subsistencia y vida digna. Y es que, la
actora podría considerarse subordinada a la ayuda de su hija, pero
visto únicamente en relación a la ayuda que se le brindaba a la joven;
no obstante, no se entiende subordinada en sí misma».

Expuso, que con relación a las condiciones


socioeconómicas de la demandante, con posterioridad a la
muerte de su hija, los declarantes coincidieron en que
cambiaron, pero recalcaron «que(…) se vieron afectadas respecto
del sostenimiento de la joven Gutiérrez Restrepo, quien por su estado
de salud física y mental requiere de mayores gastos económicos para
su sostenimiento».

SCLAJPT-10 V.00
8
Radicación n.° 94309

Por último, destacó que con las reglas de la sana crítica,


de que trata el artículo 61 del CPTSS, el operador judicial
está facultado para apreciar libremente el haz probatorio, e
inclinarse por aquel que le brinde mayores elementos de
convicción.

IV. RECURSO DE CASACIÓN

Fue interpuesto por la demandante, concedido por el


Tribunal y admitido por la Corte. Se procede a resolver.

V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

Pretende que la Corporación case la sentencia de


Tribunal, «se constituya en sede o tribunal de instancia y profiera el
fallo que ha de remplazarlo». En consecuencia, solicita:

(…) que la sentencia de primera instancia sea CONFIRMADA en


cuanto condenó a la SOCIEDAD ADMINISTRADORA DE FONDOS
DE PENSIONES Y CESANTÍAS PORVENIR S.A. al reconocimiento
y pago en favor de la señora MARÍA ESTER ACEVEDO GUZMÁN
de la pensión de sobrevivientes causada por la muerte de su hija
JULIANA RINCÓN ACEVEDO.

Solicito que la sentencia de primera instancia sea CONFIRMADA


en cuanto ordenó el pago de la pensión de sobrevivientes a partir
del día 18 de mayo de 2015, fecha de fallecimiento de la
afiliada, en cuantía inicial de $1.494.838 para el año 2015 y
teniendo en cuenta 13 mesadas anuales.

Solicito que la sentencia de primera instancia sea CONFIRMADA


en cuanto se ordenó el reconocimiento y pago de los intereses
moratorios previstos en el artículo 141 de la Ley 100 de 1993,
causados desde el 25 de agosto de 2015 y hasta la fecha
efectiva del pago de la obligación.

Por último, se provea sobre costas

Para el efecto, formula dos cargos, replicados en tiempo,


que se resolverán conjuntamente, pues a pesar de
orientarse por vías diferentes, guardan identidad no solo en

SCLAJPT-10 V.00
9
Radicación n.° 94309

la proposición jurídica, sino también en la fundamentación


y el propósito.

VI. CARGO PRIMERO

Por vía directa, denuncia la interpretación errónea del


artículo 47, literal e) de la Ley 100 de 1993, modificado por
el artículo 13 de la Ley 797 de 2003. Cree que ello condujo,
a la aplicación indebida del artículo 42 de la Constitución
Política.

Justifica la selección de la modalidad de interpretación


errónea, en que de la lectura del literal d) del artículo 47 de
la Ley 100 de 1993, con la modificación, se deriva que los
padres del causante serán beneficiarios de la pensión de
sobrevivientes si dependían económicamente aquel; que no
existen más condicionamientos, pues advierte que el
sometimiento no tiene que ser total y absoluto, de acuerdo
con la sentencia CC C111-2006, que declaró inexequible
esa expresión de la norma.

Manifiesta, que siendo ello así, el colegiado tergiversó


el sentido del precepto legal, al exigir que esa sujeción
pecuniaria «sea ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE para la propia
subsistencia y la propia vida en condiciones dignas de la madre o

padre reclamante», pues se trata de una exigencia que además

de no estar consagrada expresamente, «no se acompasa con la


realidad y la particularidad de cada reclamante». Asegura, que ese

entendimiento es restrictivo y concibe al peticionario de la


prestación, como una persona a quien le basta satisfacer
sus necesidades básicas, personalísimas, y al margen de

SCLAJPT-10 V.00
10
Radicación n.° 94309

toda circunstancia específica; despoja al individuo de su


contexto, de las condiciones familiares y de su realidad.

Critica que para el Tribunal, la ausencia del hijo


exclusivamente pueda afectar las necesidades propias del
progenitor, como si no tuviera otras compromisos; que con
ello, desconoce que muchos padres que persiguen la
pensión de sobrevivientes tienen hijos menores, de crianza
o inválidos a cargo; es decir, un entorno familiar «que ante la
ausencia de la ayuda económica que brindaba el hijo o hija fallecida,
los lleve a modificar de forma sustancial sus condiciones de vida, para
así poder seguir auxiliando a los miembros de su familia y suplir
también sus necesidades básicas y personales».

Explica, que la ley no supone que ante la desaparición


de la ayuda que proveía el hijo que muere, el ascendiente
no pueda comprar la comida, pagar la vivienda o los
servicios que consume; la finalidad de la norma, apunta, es
que las condiciones económicas y de vida del progenitor no
resulten sustancial y negativamente modificadas por el
deceso del contribuyente.

Menciona, que es posible que con el salario mínimo


que le es pagado por pensión de vejez, María Ester Acevedo,
pueda garantizar el acceso a su alimentación, vestuario,
servicios básicos domiciliarios, recreación, transporte y
salud, pero destinar esos recursos a las necesidades
individuales implicaría que Ana Victoria Gutiérrez Restrepo,
de quien «ejercía su custodia y quien hacía parte de su núcleo
familiar a la fecha de fallecimiento de su hija Juliana, quede
desprovista de todo aquello con lo que contaba cuando se tenía el
ingreso de la causante».

SCLAJPT-10 V.00
11
Radicación n.° 94309

Reitera, que no se puede exigir al progenitor que solo


tenga obligaciones propias que cubrir, pues el sometimiento
financiero puede girar en torno al peticionario,
exclusivamente, o a este y sus circunstancias específicas.
Dice, que la actora no podía permitir que ante la
desaparición de la ayuda de Juliana, Ana Victoria se
quedara sin educación, alimentación, servicios básicos,
atención médica, psiquiátrica y psicológica, pero atender
con un salario mínimo sus necesidades y las de la joven que
tiene a cargo, necesariamente impactó su vida.

Copia el artículo 42 constitucional, y añade que este


precepto consagró el concepto amplio de familia, otorgando
idénticos derechos y garantías a las constituidas por
vínculos naturales o jurídicos. Estableció, además, la
igualdad de derechos y deberes entre los hijos habidos en
un matrimonio o por fuera de él, adoptados o procreados
naturalmente, al tiempo que consagró la obligación de los
padres de sostener y educar a los hijos mientras estos sean
menores o impedidos.

Expone, que el Instituto Colombiano de Bienestar


Familiar ICBF, le asignó la «custodia, cuidado personal y
manutención» de Ana Victoria Gutiérrez, por lo que,
indudablemente, se constituyó una familia compuesta por
la joven, Juliana Rincón Acevedo y la demandante; que con
el surgimiento de ese núcleo, la señora Acevedo asumió la
obligación de proveer lo necesario a la niña, es decir, se
comprometió a sostenerla y educarla.

SCLAJPT-10 V.00
12
Radicación n.° 94309

VII. CARGO SEGUNDO

Denuncia la violación indirecta, por aplicación


indebida del artículo 47, literal e) de la ley 100 de 1993,
modificado por el artículo 13 de la Ley 797 de 2003, lo que
condujo a que se aplicara indebidamente el artículo 44 de la
Constitución Política, el artículo 254 del Código Civil y los
artículos 22, 23 y 24 de la Ley 1098 de 2006, por la cual se
expidió el Código de Infancia y Adolescencia.

A título de errores de hecho, enlista:

- No dar por demostrado, estándolo, que la señora MARÍA ESTER ACEVEDO


GUZMÁN dependía económicamente de su hija JULIANA RINCÓN
ACEVEDO.

- No dar por demostrado, estándolo, que la ayuda económica brindada por


JULIANA RINCÓN ACEVEDO, garantizaba la congrua subsistencia de la
demandante y su núcleo familiar.

- No dar por demostrado, estándolo, que la ausencia del ingreso económico


que proveía JULIANA RINCÓN ACEVEDO, modificó ostensiblemente las
condiciones de vida de la señora MARÍA ESTER ACEVEDO GUZMÁN y de
su núcleo familiar.

- No dar por demostrado, estándolo, que la demandante MARÍA ESTER


ACEVEDO GUZMÁN, tenía la obligación de custodia, cuidado personal y
manutención integral de la menor ANA VICTORIA ACEVEDO GUZMAN.

- No dar por demostrado, estándolo, que los ingresos propios de la


demandante MARÍA ESTER ACEVEDO GUZMÁN no eran suficientes para
su manutención propia y la de su familia.

- Dar por demostrado, sin estarlo, que los ingresos propios percibidos por la
demandante MARÍA ESTER ACEVEDO GUZMÁN eran suficientes para
garantizar su digna subsistencia y la de su núcleo familiar.

Acusa la indebida valoración de las colillas de pago de


pensionados expedidas por Protección (fls. 25 y 26); las
facturas y comprobantes pago de atenciones médicas,
psicológicas y psiquiátricas de Ana Victoria Gutiérrez
Restrepo (fls. 30-37); comprobantes de pago de servicios

SCLAJPT-10 V.00
13
Radicación n.° 94309

estudiantiles; matrícula escolar, pensión, seguro


estudiantil, semillero de matemáticas y transporte escolar
(fls. 38-64); comprobantes de pago de administración de la
vivienda en la que residía la actora y su grupo familiar,
junto con recibos de impuesto predial (fls. 65-80);
comprobantes de pago de servicios públicos domiciliarios y
de telecomunicación de la vivienda familiar (fls. 81-92);
recibos de pago de víveres y alimentos (fls. 93-101);
formulario de afiliación en pensiones, AFP Porvenir S.A.,
por parte de Juliana Rincón Acevedo (fl. 132) e historia
laboral (fls. 143-147).

Como no apreciadas, mencionó el auto por medio del


cual se modificó la medida de restablecimiento de derechos,
de 3 de septiembre de 2012, adoptada por el ICBF (fls. 27 y
28) y el certificado de afiliación de Ana Victoria Gutiérrez
Restrepo, como beneficiaria de la demandante en la EPS
Cafesalud (fl. 29).

Expresa, que el proveído de 3 de septiembre de 2012,


del ICBF, muestra realidades que pasó por alto el fallador
plural, como que Ana Victoria Gutiérrez Restrepo fue
víctima de abuso sexual, lo que dio lugar a la apertura de
un proceso administrativo de restablecimiento de derechos;
que mientras la menor permaneció hospitalizada, la
demandante manifestó interés en hacerse cargo de la niña,
dado el vínculo afectivo y familiar que las une; que en
consenso con los familiares de Ana Victoria, por línea
materna, se decidió que María Esther Acevedo asumiera sus
cuidados y protección; que de acuerdo con las actuaciones

SCLAJPT-10 V.00
14
Radicación n.° 94309

realizadas y los informes elaborados por el equipo


sicosocial adscrito a la Defensoría de Familia, se consideró
que Ana Victoria debía integrarse al medio familiar de su tía
abuela María Esther, quien asumió como obligaciones
brindarle el apoyo requerido para su recuperación física y
mental, vincularla a la educación formal y al servicio de
salud y acompañarla en la intervención psicológica.

Asevera, que de haberse percatado de lo anterior, el


Tribunal habría advertido que además de las necesidades
propias, la actora estaba llamada a cubrir
satisfactoriamente los requerimientos de Ana Victoria.
«Claramente la cobertura integral de las necesidades de ambas No se

garantizaba con el solo ingreso pensional de la actora». Apunta, que

al decir el fallador de la alzada que la contribución


económica que la afiliada le otorgaba a su progenitora no
era necesaria para su subsistencia, dado que esta recibía
una pensión, desconoció que las cargas impuestas a la
demandante por el ICBF no cesaban con la muerte de
Juliana, «los gastos necesarios para la manutención y cuidado de la
menor, eran TAMBIÉN gastos propios de la demandante. No eran
gastos de la menor, eran gastos de quien ejercía la custodia legal y el
cuidado integral de la menor».

Expresa, que no es cierto como lo concluyó Tribunal,


que la convocante pudiera atender sus gastos, porque de
acuerdo con el documento que corre a folios 27 y 28, hacían
parte de ellos, los relativos a la atención, cuidado y
manutención de Ana Victoria Gutiérrez. Se apoya en los
artículos 22, 23 y 24 del Código de Infancia y Adolescencia.

SCLAJPT-10 V.00
15
Radicación n.° 94309

No comparte lo que el ad quem dedujo de la


documental que corre entre folios 34 y 109, que por tener
fecha ulterior a la muerte de la afiliada, «da a entender que
todos los gastos que se acreditan con esa prueba son posteriores a

mayo de 2015»; asegura que, «ahí radica en parte la errada


valoración de este medio de convicción. Si se revisan con detenimiento
los recibos de pago de matrícula, pensión y transporte escolar de la
menor ANA VICTORIA GUTIÉRREZ RESTREPO, podrá concluirse que
parte corresponden al año 2014. Así, obsérvese documentos de folios
38, 42, 44, 45, 46, 47, 48, 57 y 64».

Dice, que con tales recibos se confirman erogaciones


de 2013 y 2014; que para 2014, Ana Victoria requería
transporte escolar $50.000, matrícula $292.000 y una
pensión anual de $1.770.000, mientras que para 2015, los
costos eran $60.000, $297.000 y $1.773.000, en su orden,
por los conceptos relacionados. Destaca, que tal como lo
corrobora la colilla de pago de pensionados, expedida por
Protección S.A. (fls. 25 y 26), la accionante recibía un
salario mínimo; para 2014 $542.106; para 2015 $567.000,
es decir, «solo en gastos educativos de [la] mejor, se iba el 50% de su
pensión». Explica, que aunque «los otros gastos acreditados con la

prueba documental aportada», daten de fecha posterior al


deceso, sí dan cuenta del monto aproximado de
obligaciones del núcleo familiar, en vida de la cotizante, y
de lo insuficiente que resultaba el ingreso pensional para
atenderlas.

Aduce, que del formulario de afiliación en pensiones, y


de la historia de cotizaciones, así como de la colilla de pago
de la prestación de vejez, se desprende cuál era el ingreso

SCLAJPT-10 V.00
16
Radicación n.° 94309

mensual de Juliana Rincón y María Ester Acevedo. En total,


asegura, ingresaban a la familia $5.500.000. Por último,
señala que la actora solo aportaba el 11% del total de
ingresos de su núcleo. «No se puede concluir, como lo hizo el
Tribunal, que con el ingreso pensional de la demandante ésta podía
satisfacer todas sus necesidades básicas, cuando claramente con la
muerte de su hija se perdió más del 80% del ingreso mensual de su
hogar».

VIII. LA RÉPLICA

Luego de referirse a varios precedentes de esta Corporación,


se detiene en la sentencia CSJ SL2698-2019, en la que se
asentó, que para «declarar la existencia de dependencia económica»,
además de otras condiciones, es necesario demostrar que el
aporte proveniente del causante hubiera sido significativo y
proporcionalmente representativo en relación con otros
ingresos percibidos por quien reclama, argumento que fue
reiterado en la sentencia CSJ SL2180-2021.

Expresa, que a la luz de la doctrina de esta Corporación, no


puede perderse de vista, que la demandante es pensionada
por vejez desde 2012, y aporta para el sistema de salud, por
lo que goza de ingresos fijos y permanentes que la hacen
autosuficiente, ya que Ana Victoria Gutiérrez Restrepo
recibía el apoyo económico de la causante.

Afirma, que el auxilio dado por la afiliada iba destinado al


sostenimiento de la adolescente, de suerte que no era
necesario para la subsistencia de la demandante. Añade,
que aunque la sujeción no debe ser total y absoluta, sí
relevante para la supervivencia del padre, lo que no tuvo

SCLAJPT-10 V.00
17
Radicación n.° 94309

por demostrado el ad quem, «en una interpretación correcta de las


normas invocadas como violadas y conforme a lo expuesto por la Sala

H. Sala de la Corte (sic) en numerosas sentencias».

IX. CONSIDERACIONES

El Tribunal tuvo claro, que la dependencia económica


con relación al hijo no tiene que ser total y absoluta, es
decir, que los padres pueden recibir otra ayuda o contar
con fuentes de ingreso adicionales, siempre que ello no les
otorgue independencia financiera. Enfatizó en que, de
pretenderse la prestación de sobrevivencia por muerte del
hijo, es menester acreditar que la contribución de este era
representativa, de cara a los restantes recursos percibidos.

De los testimonios y de la declaración de parte, coligió,


que el aporte monetario que brindaba la afiliada a su
ascendiente, estaba reservado al sostenimiento de Ana
Victoria Gutiérrez, pues no era imprescindible en la
manutención de Ana Esther Acevedo, quien para ese efecto
contaba con una pensión de vejez.

Consideró, que los gastos que se demostraron, en su


mayoría, correspondían a la prenombrada joven, mientras
que los que tienen que ver con la demandante, como
servicios públicos, mercados y cuotas de administración,
son de fecha posterior a la muerte de la afiliada.

SCLAJPT-10 V.00
18
Radicación n.° 94309

Por el cauce de puro derecho, la censura arguye que el


sentenciador colegiado le asignó una significación distinta
al texto legal que consagra el derecho perseguido, pues de él
derivó que la dependencia financiera del hijo que pregone el
padre, debe referirse, exclusivamente, a la satisfacción de
las necesidades individuales, con abstracción de su realidad
familiar. Esta exégesis, sostiene, es restrictiva, en tanto
introduce una condición que no tiene el precepto legal.

Estima, que si bien con lo que recibía por pensión de


vejez, en cuantía de un salario mínimo, podía cubrir,
exclusivamente sus compromisos económicos primordiales,
ello hubiera implicado que Ana Victoria Gutiérrez, quien
hace parte de su núcleo familiar, quedara desprovista de
todo lo que recibía en vida de la afiliada. Hace hincapié en
que, junto con la adolescente y su fallecida hija,
conformaban una familia, de cara a la cual debe analizarse
la dependencia económica que extrañó el Tribunal.

Desde lo fáctico, anhela demostrar que el fallador de


alzada erró en su conclusión, pues se sustrajo del contexto
familiar, que no es otro que sus requerimientos económicos
básicos incluyen el sustento de Ana Victoria, de suerte que
con lo que recibía de pensión para la data del óbito, no
alcanzaba a cubrirlos.

Por fuera de discusión se encuentra, que Juliana


Rincón Acevedo, hija de la demandante, falleció a causa de
una enfermedad de origen común, el 18 de mayo de 2015;
que estaba afiliada a la Sociedad Administradora de Fondos
de Pensiones y Cesantías Porvenir S.A., y cotizó en los tres

SCLAJPT-10 V.00
19
Radicación n.° 94309

años anteriores a la muerte 151 semanas, por manera que


dejó causada la prestación de sobrevivientes; que contribuía
económicamente a su núcleo familiar; que el Fondo de
Pensiones le negó la pensión a la demandante, por
incumplimiento del requisito de dependencia económica y,
que María Esther Acevedo Guzmán recibe pensión de vejez
por parte de Protección S.A., en cuantía de un salario
mínimo.

En punto a la dependencia económica que exige el


literal d) del artículo 13 de la Ley 797 de 2003, para tener
por beneficiarios de la pensión de sobrevivientes a los
ascendientes del causante, como con acierto lo asentó el
Tribunal, de tiempo atrás esta Corporación ha adoctrinado,
que ella no implica una sujeción total y absoluta del posible
beneficiario a los ingresos económicos que percibía del
causante, por manera que no excluye la existencia de
distintas fuentes de recursos, propios o provenientes de
otras personas, pues no es necesario que se encuentre en
estado de pobreza o indigencia (sentencias CSJ SL400-2013
y CSJ SL3630-2014, entre muchas otras). Así quedó
definido, además, en el fallo CC C111-2006, que declaró
inexequible la expresión «…de forma total y absoluta…»

contenida en la versión original de la mencionada


disposición.

Ahora bien, la carga de la prueba de la dependencia


económica corresponde a quien la alega, en este caso el
padre de la afiliada fallecida, y el convocado deberá
desvirtuar esa sujeción material, mediante el aporte de los

SCLAJPT-10 V.00
20
Radicación n.° 94309

medios de convicción que acrediten la autonomía financiera


del progenitor (CSJ SL, 24 nov. 2009, rad. 36026).

Además, el cumplimiento de la consabida exigencia


debe ser verificado en cada caso concreto, por lo que deben
valorarse las particularidades de quienes la alegan, en
relación con la contribución que recibían del causante y su
incidencia en la atención de sus necesidades básicas, en
condiciones de dignidad y suficiencia.

Recordado lo anterior, la Sala procede al examen de


las pruebas denunciadas, en procura de constatar la
configuración de los desafueros alegados.

El auto de 3 de septiembre de 2012, por medio del


cual se «modifica una medida de restablecimiento de derechos»,
emitido por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,
Regional Antioquia, Centro Zona Aburrá Norte, suscrito por
la defensora de familia y por la demandante, María Esther
Acevedo Guzmán, da cuenta de que: i) la entonces menor
Ana Victoria Gutiérrez Restrepo fue víctima de abuso
sexual; ii) dadas las lesiones que sufrió, fue hospitalizada e
intervenida quirúrgicamente; iii) los hechos descritos,
dieron lugar a la apertura de un proceso administrativo de
restablecimiento de derechos y se adoptó la medida de
ubicación provisional en el establecimiento hospitalario San
Vicente de Paul, donde estuvo internada; no obstante, se
hizo necesario fijar la custodia y cuidado personal de la
menor; iv) en consenso, los familiares de la niña por línea
materna estuvieron de acuerdo en que la actora «sea la
persona que asuma los cuidados y la protección de la niña en

SCLAJPT-10 V.00
21
Radicación n.° 94309

consideración a los vínculos familiares y afectivos que existen entre ella


y la menor, además de contar con las condiciones necesarias para
impedir que se coloque a la niña en situación de riesgo o en situación

de vulneración de derechos»; vi) conforme a las actuaciones

realizadas y los informes elaborados por el equipo


sicosocial, adscrito a la Defensoría de Familia, se consideró
«que se debe integrar a la niña Ana Victoria al medio familiar de la tía

abuela materna señora María Esther Acevedo Guzmán». Ello, por

cuanto su progenitora:

(…) no cuenta con las condiciones adecuadas que le permitan asumir a


cabalidad los cuidados de su hija». Así, se ordenó «modificar la medida
de restablecimiento de derechos adoptada en forma provisional de
ubicación en la entidad Hospital San Vicente de Paul a favor de la niña
ANA VICTORIA GUTIIÉRREZ RESTREPO por la ubicación en el medio
familiar de la señora MARÍA ESTHER ACEVEDO GUZMÁN, quien
asumirá su custodia y cuidado personal.

Dentro de las obligaciones que adquirió la accionante,


se encuentran, brindar a la niña el apoyo requerido para
que física y moralmente se recupere y alcance las
condiciones adecuadas para su edad, vincularla a la
educación formal y brindarle atención en salud.

Del reseñado medio de prueba se desprende, sin duda,


que por cuenta de una medida administrativa de
protección, Ana Victoria Gutiérrez ingresó al núcleo familiar
de la gestora del juicio y la afiliada, de suerte que su
necesidades integraban el presupuesto común de gastos
familiares, bajo el entendido de estar cobijadas por el
concepto de congrua subsistencia y vida digna; por tanto,
no fue correcto que, para verificar la dependencia, el
Tribunal hubiera desagregado los desembolsos para
satisfacer la salud, alimentación y educación de la joven.

SCLAJPT-10 V.00
22
Radicación n.° 94309

Justamente, en sentencia CSJ SL15116-2014, sobre la


temática tratada, esta Corporación indicó:

Por último, habida cuenta de que la demandante y el de cujus


hacían parte de la misma unidad familiar, pues no se ha
controvertido que al momento del deceso vivían en la misma
casa, no es procedente desagregar los gastos básicos de cada
uno de ellos al momento de determinar si existía dependencia
económica, pues ha de entenderse que las necesidades de
quienes integran el hogar común en lo que toca con servicios
públicos, arrendamiento, salud, vestuario, alimentación dentro y
fuera del hogar, y desplazamientos para atender lo propio de la
jornada laboral y las actividades diarias, siempre que estén
dentro del ámbito de la congrua subsistencia y atiendan al
concepto de una vida digna, entran en el presupuesto común de
gastos y siempre que la contribución económica del afiliado
fallecido hubiera sido imprescindible para garantizar a los
padres la satisfacción de esos requerimientos primordiales no es
predicable su autonomía económica.

En ese orden de ideas, el sentenciador plural erró en


grado superlativo al desconocer la situación a la que se ha
hecho mención, pues aun cuando la dependencia debe
analizarse en perspectiva del padre, para lo cual ha de lucir
diáfana la necesidad de recibir la ayuda financiera que
proveía el hijo para que sus derechos al mínimo vital y a la
vida en condiciones dignas no se vean amenazados, la
jurisprudencia no puede desconocer las realidades que
surgen en el entorno familiar, por situaciones de facto,
solidaridad y asistencia; por ello, se insiste, el sometimiento
monetario debe evaluarse en cada caso particular y
concreto. En el asunto que ocupa la atención de la Sala, lo
que se ve es la existencia de una interdependencia
económica que impedía estarse a las necesidades de la
actora, individualmente considerada, con desconocimiento
de que tenía a cargo la adolescente.

SCLAJPT-10 V.00
23
Radicación n.° 94309

En consecuencia, también desacertó en el


entendimiento dado a la norma, al individualizar la
destinación del aporte efectuado por la afiliada. Lo que
correspondía, era determinar la relevancia de la ayuda con
relación al presupuesto común de gastos del hogar. Ello, lo
condujo a desconocer la importancia de la suma entregada
por Juliana Rincón Acevedo, la que, según quedó
demostrado y no se discute, le permitía a la demandante
proporcionar a Ana Victoria, no solamente comida,
educación y vestuario, sino asistencia médica y psicológica,
dadas las graves afecciones que sufrió por cuenta del abuso
de que fue víctima, mismas que la actora debía hacer frente
«para que física y moralmente se recupere y alcance las condiciones
adecuadas para su edad».

De los instrumentos que corren entre folios 34 y 109


del expediente, el ad quem dedujo que no dan luces de los
gastos del hogar para el momento en que murió la afiliada,
como quiera que «todos estos tienen fecha posterior al 18 de mayo
de 2015». Esto último, no es del todo cierto, pues obran

certificados de paz y salvo del Colegio Barbara Micarrelli de


2014; constancia de pago de atención psicológica, que
aunque del año 2016, refiere atención a la paciente desde
2014; comprobantes de pago de matrícula y pensión de
2013 y 2014, y seguros estudiantiles, también de 2014, es
decir, antes del deceso de Juliana Rincón.

En cuanto a los restantes, que corresponden a recibos


de pago por habitación en la comunidad hospitalaria del
Sagrado Corazón, formulas médicas, atención psiquiátrica,
asociación de padres de familia, matrícula y pensión,

SCLAJPT-10 V.00
24
Radicación n.° 94309

semilleros de matemática de la Universidad de Antioquia,


pago de transportes escolar, de administración del
Conjunto Residencial Santa Clara, impuesto predial,
servicios públicos domiciliarios y víveres, todos de los años
2014 a 2017, contrario a lo esgrimido por colegiado, para la
Sala sí permiten establecer un estimado de los gastos
permanentes del hogar para la fecha del óbito de la
cotizante, toda vez que relacionan los servicios y productos
adquiridos, relativamente constantes, y los valores.

Por lo demás, a folio 33 del expediente digital, ubicado


por la demandante en el folio 29, se encuentra el certificado
de afiliación de Ana Victoria Gutiérrez al plan obligatorio de
salud en Cafesalud, como beneficiaria de la actora, que
confirma que la demandante honró uno de los compromisos
que adquirió al asumir su custodia y cuidado de personal.

Las colillas de pago de pensión, por parte Protección,


Pensiones y Cesantías, en realidad figuran en los folios 29 y
30 del expediente digital; atañen a los meses de enero y
febrero de 2017, y develan que el monto que para ese año
percibía la actora como pensión era de $737.717, es decir,
un salario mínimo. Este hecho no fue desconocido por el ad
quem, empero como no consideró, para efectos de identificar
si existió dependencia, las necesidades primordiales del
grupo familiar, sino exclusivamente las de la demandante,
concluyó que esta era económicamente independiente al ser
pensionada por vejez, en el monto indicado, lo que, como se
vio, aflora a todas luces equivocado.

SCLAJPT-10 V.00
25
Radicación n.° 94309

Fuerza precisar, que la falta de denuncia de las


pruebas no calificadas no impide el quiebre del fallo, pues
su ponderación no llevó al fallador a concluir que no
existiera contribución económica, ésta la tuvo por
demostrada, como se indicó líneas atrás, solo que, a partir
de esa verdad, cayó en el dislate jurídico de dividir las
necesidades individuales, sin consideración a las globales
del grupo familiar.

La demostración de los desaciertos fácticos y jurídicos


en que incurrió el sentenciador de alzada, da lugar a la
casación de la sentencia impugnada.

Sin costas, dada la prosperidad de las acusaciones.

X. SENTENCIA DE INSTANCIA

A tono con las reflexiones vertidas en sede


extraordinaria, no comparte la Corte el reproche de la
sociedad demandada a la decisión de primer nivel,
consistente en que «si bien la judicatura hace un análisis en cuanto
a la situación congrua de subsistencia del hogar, lo cierto es que se
verifica que esta situación congrua se regía por los gastos que

representaba la menor Ana Victoria, no de la madre María Esther» ,

pues definido quedó al resolverse el recurso extraordinario,


que para verificar la dependencia económica de los padres,
no es procedente individualizar los gastos de cada uno de
los miembros de la unidad familiar, pues debe entenderse
que las necesidades de quienes conforman el hogar,
ingresan a un presupuesto común, siempre que atiendan el

SCLAJPT-10 V.00
26
Radicación n.° 94309

concepto de vida digna y congrua subsistencia (CSJ


SL4097-2021)

Tampoco es de recibo, la aseveración de que la actora


cuenta con los medios económicos suficientes para
proveerse su propia subsistencia, dada su condición de
pensionada, y porque residía en un inmueble de propiedad
de Juliana Rincón, pues de vieja data esta Corporación ha
adoctrinado, que recibir una renta, ser pensionado o
propietario de un inmueble, no convierte per se al posible
beneficiario en financieramente autosuficiente (CSJ
SL14923-2014, CSJ SL2800-2014 y 3137-CSJ SL-2021
entre muchas otras).

La enjuiciada, intenta persuadir de que el aporte de la


causante no era determinante para la manutención de la
actora, bajo el argumento de que «quien se encargaba del
sostenimiento del hogar antes de que la joven Juliana laborara, pues

eventualmente era la señora María Esther», con lo que desconoce

que las condiciones que deben evaluarse son las existentes


al momento de la muerte del afiliado (CSJ SL4097-2021).

Menos, tiene acogida la manifestación de que «la


demandante ha figurado inscrita en su seguridad social en salud en
calidad de pensionada, desde el año 2012, por lo cual este aspecto es
importante en cuanto a la economía doméstica, pues en tanto no

dependía sobre este concepto respecto a su hija». Ello, por cuanto

no en pocos pronunciamientos, esta Corte ha precisado que


«la afiliación al sistema general de salud resulta ser una de las

múltiples y variadas necesidades básicas que tiene una persona», por

lo que el hecho de que no fuera beneficiaria de su hija, no

SCLAJPT-10 V.00
27
Radicación n.° 94309

denota la ausencia de subordinación económica (CSJ SL


1340-2022).

Por lo demás, la testigo Claudia Patricia García


Herrera, vecina de la demandante, a quien dijo conocer
desde hacía 20 años, aseguró que desde el momento en que
Juliana se graduó de médica, asumió «todos los gastos del
apartamento (…) de servicios, de alimentación, pago de administración,

todo, ella era quien veía por doña Esther.» Agregó, que la afiliada

también atendía las necesidades de la menor Ana Victoria,


como educación y los servicios de psicología y psiquiatría.
Lo sabe, aclaró, por la frecuencia con la que visitaba a la
familia. Tales expresiones, lucen claras y convincentes, sin
que resulte trascendental que la estimación del monto del
aporte, por el que se le inquirió, difiera del consignado en el
escrito inaugural, pues bien es sabido, que no es necesario
acreditar dicho valor para acceder a la pensión de
sobrevivientes por dependencia económica, en tanto no se
trata de un requisito consagrado en la ley (CSJ SL3776-
2022).

Así mismo, Gloria Inés Restrepo Acevedo, dijo que la


fallecida era la encargada de «los gastos de manutención, por lo
general de la casa», y confirmó las obligaciones económicas

que pesaban sobre el hogar de la demandante; su calidad


de jubilada y la insuficiencia de los medios económicos que
tenía para cubrirlas.

En suma, en contravía de lo que cree la entidad


apelante, de las pruebas del proceso fluye ostensible que
María Esther Acevedo, dependía económicamente de la

SCLAJPT-10 V.00
28
Radicación n.° 94309

afiliada para la fecha en que falleció, dado que se logró


demostrar que su aporte al grupo familiar era cierto, regular
y significativo (CSJ SL4300-2021), en perspectiva de los
ingresos de la beneficiaria; por lo tanto, el sentido de la
decisión se mantendrá.

A juicio de la Sala, no es posible relevar del pago de los


intereses moratorios a la sociedad demanda, por el hecho
de que en la investigación administrativa que adelantó se
hubiera concluido que no existió sometimiento financiero de
la madre a su hija, dado que el artículo 141 de la Ley 100
de 1993, estipula que ante la tardanza en pago de las
mesadas pensionales, hay lugar a la imposición de dicha
carga a la convocada.

En otro giro, para restar toda posibilidad de éxito a la


apelación de la accionante, quien limitó su inconformidad a
la autorización de descuentos con destino al sistema de
salud, es suficiente reiterar, que los pensionados en su
condición de afiliados obligatorios al régimen contributivo
del Sistema de Seguridad Social en Salud, deben asumir en
su totalidad la cotización, pues es la única forma en la que
se garantiza la sostenibilidad financiera del sistema y, al
mismo tiempo, el otorgamiento de las diferentes
prestaciones asistenciales y económicas establecidas en la
Ley 100 de 1993 y sus decretos reglamentarios.

Así, por ministerio de la ley, las entidades pagadoras


de pensiones se encuentran en la obligación de descontar la
cotización, y transferirla a la EPS o entidad a la cual este
afiliado el pensionado en salud. Ello se deriva

SCLAJPT-10 V.00
29
Radicación n.° 94309

expresamente, del mandato contenido en el inciso 3° del


artículo 42 del Decreto 692 de 1994, que señala:

Las entidades pagadoras deberán descontar la cotización para salud y


transferirlo a la EPS o entidad a la cual esté afiliado el pensionado en
salud. Igualmente deberán girar un punto porcentual de la cotización al
fondo de solidaridad y garantía en salud.

Finalmente, la Sala no se ocupará de la modalidad de


pensión, en tanto no fue un punto traído en la demanda
inicial, tampoco se abordó en la respuesta a la misma, ni
hizo parte de la fijación del litigio, por ende, el ad quem no
lo definió, sin que ello sea óbice para que al momento de
cumplir la sentencia la obligada disponga lo pertinente,
conforme a la ley.

En consecuencia, se confirmará la sentencia de primer


grado, con costas en ambas instancias a cargo de la vencida
en juicio.

XI. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando Justicia
en nombre de la República de Colombia y por autoridad de
la Ley, CASA la sentencia proferida por la Sala Laboral del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, el
treinta (30) de julio de dos mil veintiuno (2021), en el
proceso ordinario laboral que instauró MARÍA ESTER
ACEVEDO GUZMÁN contra SOCIEDAD
ADMINISTRADORA DE FONDOS DE PENSIONES Y
CESANTÍAS PORVENIR S.A. y al cual fue integrado
GONZALO RINCÓN RESTREPO, en cuanto revocó la

SCLAJPT-10 V.00
30
Radicación n.° 94309

sentencia del Juzgado Dieciocho Laboral del Circuito de


Medellín, que se confirma en sede de instancia.

Costas como se indicó.

Notifíquese, publíquese, cúmplase y devuélvase el


expediente al Tribunal de origen.

GERARDO BOTERO ZULUAGA


Presidente de la Sala

Salvo voto
FERNANDO CASTILLO CADENA

LUIS BENEDICTO HERRERA DÍAZ

IVÁN MAURICIO LENIS GÓMEZ

OMAR ÁNGEL MEJÍA AMADOR

No firma por ausencia justificada


MARJORIE ZÚNIGA ROMERO

SCLAJPT-10 V.00
31
Radicación n.° 94309

GERARDO BOTERO ZULUAGA


Magistrado ponente

SALVAMENTO DE VOTO
Radicación n° 94309

REFERENCIA: MARÍA ESTHER ACEVEDO GUZMÁN Vs


SOCIEDAD ADMINISTRADORA DE FONDOS DE
PENSIONES Y CESANTÍAS PORVENIR S.A., al cual fue
integrado GONZALO RINCÓN RESTREPO.

Con el acostumbrado respeto por las decisiones de la


Sala, en esta ocasión me permito salvar el voto, en estricto
rigor, sobre el alcance de la dependencia económica en
tratándose de los padres del causante, por lo siguiente:

1. Objeto y cobertura de la seguridad social


integral

En sentencia CSJ SL3312-2020 se explicó que, a


través de la seguridad social integral, se pretende la
cobertura de toda la población colombiana tal como lo
indica el preámbulo de la Ley 100 de 1993, al definir la
seguridad social como ese conjunto de,

SCLAJPT-10 V.00
32
Radicación n.° 94309

[…] normas y procedimientos, de que disponen la persona y la


comunidad para gozar de una calidad de vida, mediante el
cumplimiento progresivo de los planes y programas que el
Estado y la sociedad desarrollen para proporcionar la cobertura
integral de las contingencias, especialmente las que
menoscaban la salud y la capacidad económica, de los
habitantes del territorio nacional, con el fin de lograr el
bienestar individual y la integración de la comunidad.

De allí, que su diseño se integra por los subsistemas


de salud, pensiones, riesgos profesionales y los
denominados servicios sociales complementarios por medio
de los cuales se llega a la población de escasos recursos. Al
respecto la sentencia referida señaló:

El sistema integral incluyó dentro del ámbito de aplicación a


aquellas personas que no cuentan con capacidad de pago, así
en el subsistema de salud que, como su nombre indica, se
ocupa de la prestación del servicio de salud 1 de la población a

1
Ley 100 de 1993. ARTICULO 152. Objeto. La presente Ley establece el Sistema
General de Seguridad Social en Salud, desarrolla los fundamentos que lo rigen,
determina su dirección, organización y funcionamiento, sus normas administrativas,
financieras y de control y las obligaciones que se derivan de su aplicación.

Los objetivos del Sistema General de Seguridad Social en Salud son regular el
servicio público esencial de salud y crear condiciones de acceso en toda la población
al servicio en todos los niveles de atención.

Las competencias para prestación pública de los servicios de salud y la organización


de la atención en salud en los aspectos no cobijados en la presente Ley se regirán por
las disposiciones legales vigentes, en especial por la Ley 10 de 1990 y la Ley 60
de 1993. Las actividades y competencias de salud pública se regirán por las
disposiciones vigentes en la materia, especialmente la Ley 9a. de 1979 y la Ley 60
de 1993, excepto la regulación de medicamentos que se regirá por lo dispuesto en la
presente Ley.

ARTICULO 162. Plan de Salud Obligatorio. El Sistema General de Seguridad Social de


Salud crea las condiciones de acceso a un Plan Obligatorio de Salud para todos los
habitantes del territorio nacional antes del año 2001. Este Plan permitirá la protección
integral de las familias a la maternidad y enfermedad general, en las fases de
promoción y fomento de la salud y la prevención, diagnóstico, tratamiento y
rehabilitación para todas las patologías, según la intensidad de uso y los niveles de
atención y complejidad que se definan.

Para los afiliados cotizantes según las normas del régimen contributivo, el contenido
del Plan Obligatorio de Salud que defina el Consejo Nacional de Seguridad Social en
Salud será el contemplado por el Decreto ley 1650 de 1977 y sus reglamentaciones,
incluyendo la provisión de medicamentos esenciales en su presentación genérica.
Para los otros beneficiarios de la familia del cotizante el Plan Obligatorio de Salud
será similar al anterior, pero en su financiación concurrirán los pagos moderadores,
especialmente en el primer nivel de atención, en los términos del artículo 188 de la

SCLAJPT-10 V.00
33
Radicación n.° 94309

través de planes para el efecto instituidos, en dos regímenes: el


contributivo dirigido a aquellas personas con ingresos, esto es,
los trabajadores y, el subsidiado, para aquellos de bajos
ingresos.

En lo tocante a los subsistemas de Riesgos Laborales 2 y de


Pensiones, debe precisarse que los mismos están dirigidos a la
cobertura de contingencias de los trabajadores, de un lado
ocasionadas en el trabajo y, de otro, la denominada de origen
común, esto es, que su causa no está en la labor desempeñada,
y que en la actualidad incluye tanto a dependientes como a
independientes.

Dado que estos subsistemas son netamente contributivos y se


dirigen a la protección del trabajador, esto es, de aquel que
tiene capacidad de pago atado a la fuerza laboral, se estableció
como componente de la Seguridad Social Integral, los servicios
sociales complementarios, focalizados a las personas de escasos
recursos y que por la relevancia de los sujetos de protección en
el Acto Legislativo 01 de 2005, se delegó en el legislador la
posibilidad de crear beneficios económicos periódicos inferiores
al salario mínimo para la protección a ese grupo poblacional,
que precisamente por presentar bajos ingresos, no lograran los
requerimientos de acceso a una pensión.

La Ley 1328 de 2009, desarrolló el mandato constitucional y


creó el vehículo de ahorro para la obtención de BEPS, de
aquellos que, por sus condiciones de ingresos, no podían
afiliarse o permanecer en el Sistema General de Pensiones, y
como incentivo a dicho ahorro serían beneficiarios de un
subsidio estatal, con los que, sumados, se busca
primordialmente la obtención de una renta con carácter vitalicia
que permita un ingreso en la vejez.
presente Ley.

Para los afiliados según las normas del régimen subsidiado, el Consejo Nacional de
Seguridad Social en Salud diseñará un programa para que sus beneficiarios alcancen
e 1 Plan Obligatorio del Sistema Contributivo. en forma progresiva antes del año
2001. En su punto de partida, el plan incluirá servicios de salud del primer nivel por
un valor equivalente al 50 % de la unidad de pago por capitación del sistema
contributivo. Los servicios del segundo y tercer nivel se incorporarán progresivamente
al plan de acuerdo con su aporte a los años de vida saludables.

PARAGRAFO 1. En el período de transición, la población del régimen subsidiado


obtendrá los servicios hospitalarios de mayor complejidad en los hospitales públicos
del subsector oficial de salud y en los de los hospitales privados con los cuales el
Estado tenga contrato de prestación de servicios.

“[…]”

2
Ley 100 de 1993. ARTICULO 249. Accidentes de Trabajo y Enfermedad Profesional.
Las pensiones de invalidez originadas en accidente de trabajo o enfermedad
profesional continuarán rigiéndose por las disposiciones vigentes, salvo lo dispuesto
en relación con el sistema de calificación del estado de invalidez y las pensiones de
invalidez integradas a que se refieren los artículos siguientes.

SCLAJPT-10 V.00
34
Radicación n.° 94309

Con ello encontramos que dentro del sistema de seguridad


social integral la protección a la vejez se materializa bajo
diferentes pilares de acuerdo con la capacidad de ingresos de la
persona; así el sistema pensional, dentro de su ámbito de
aplicación personal tendrá al trabajador con capacidad de pago
que le permite con su aporte contribuir a la financiación de la
prestación que del mismo logre; de otro lado, a través de los
denominados BEPS dirigidos a personas de escasos recursos,
encuentran la manera de lograr algún ahorro, que sumado al
subsidio estatal les permita principalmente algún ingreso para
la vejez.

Ahora, la seguridad social no dejó de lado a las personas sin


ingresos, de tal manera que, con cargo al Fondo de Solidaridad
Pensional, creó el auxilio monetario para el adulto mayor que
no cuente con recursos para su ancianidad, programa que
busca la ampliación del número de personas que sean
beneficiarias del mismo.

Lo descrito nos permite inferir que el sistema de seguridad


social integral busca la cobertura de los servicios y prestaciones
que de acuerdo con la ley ofrece cada uno de los subsistemas, a
los sujetos objeto de protección de manera que son
complementarios para lograr la protección integral.

Pues bien, con el fin de definir qué cubre la seguridad


social, es importante reconocer que su objeto se encamina a
la calidad de vida a través de la cobertura integral de los
riesgos citados, apuntando al bienestar individual y la
integración de la comunidad, de allí que comporta un doble
contenido: social e individual. Esto nos lleva a un segundo
aspecto para tener en cuenta, que es el imperativo de
analizar no solo el contenido individual sino su efecto frente
a lo social que comporta.

La filigrana de la seguridad social implica la


integración de sus componentes y determinar el alcance de
la protección según el grupo poblacional y la norma que lo
cobija. Así, emana que, conceptos como el mínimo vital, el

SCLAJPT-10 V.00
35
Radicación n.° 94309

umbral de pobreza - línea de pobreza y pobreza extrema-


cobren un significado relevante en la definición del
contenido mínimo a proteger, de manera progresiva, que
permita aumentar la calidad de vida de toda la población
como política de estado.

Brota insoslayable que, ante la existencia de escasos


recursos para atender todas las necesidades de los
habitantes del territorio, se deben distribuir de la manera
más eficiente, para lograr en toda la población un nivel de
vida adecuado. Dado que existen diferentes grupos
poblacionales con distintas necesidades la seguridad social
de un lado busca la superación del umbral de pobreza y
frente aquellos con capacidad económica que tengan
cubierta su subsistencia, entendida en el concepto de nivel
de vida mínimo adecuado.

El concepto de nivel de vida adecuado se refiere a un


mínimo de ingresos y condiciones del sustento básico de
una persona y su familia, lo cual, si bien comporta un
aspecto jurídico, posee un carácter económico, basado en la
evaluación de los costos y, se insiste, las necesidades
básicas de los sujetos en su ámbito de protección.

La seguridad social busca contrarrestar las


consecuencias que genera la materialización de los riesgos
que menoscaban la salud y la capacidad económica, mas no
suplir las condiciones socioeconómicas preexistentes. Esto
es, tiene un alcance resarcitorio o de superación de
umbrales de pobreza, pero no remuneratorio y en el pilar

SCLAJPT-10 V.00
36
Radicación n.° 94309

contributivo encuentra piso de cobertura en ese mínimo


vital.

En ese contexto, uno de los componentes que integran


a la protección social integral es el subsistema de
pensiones, cuyo ámbito cobija a aquellas personas con
trabajo dependiente o independiente que se encuentran
obligados a vincularse y aportar al mismo.

2. Centremos la atención en el Sistema General


de Pensiones y su piso mínimo de protección

El sistema general de pensiones, como uno de los


componentes de la seguridad social integral, busca proteger
a los trabajadores de las contingencias derivadas de la
vejez, invalidez y muerte, mediante el reconocimiento de
prestaciones económicas, previó el cumplimiento de los
requisitos que el legislador ha establecido para ello.

Debe resaltarse que, para continuar en la línea que se


viene discurriendo, tratándose del reconocimiento de
pensiones, la Constitución de 1991 establece el piso mínimo
monetario de protección al introducir que ninguna mesada
pensional podrá ser inferior al salario mínimo legal vigente
y, por esta máxima, en el diseño del sistema, desde la
obligatoriedad de afiliación y aportes se circunscribe al
mismo. Por manera que, este es el referente del piso de
protección en materia pensional, lo que nos lleva a validar
qué cubre.

SCLAJPT-10 V.00
37
Radicación n.° 94309

Mínimo vital y móvil- Salario Mínimo

La protección al mínimo vital, como derecho


fundamental de un trabajador (Art 53 C.P.), está en la
definición y en el diseño del salario mínimo mensual, cuya
confección se basa en reconocer que los trabajadores,
además de las propias responsabilidades y necesidades
individuales, deben atender las de su núcleo familiar
(artículo 145 C.S.T.). Es por ello por lo que la cobertura de
este propende por garantizar un nivel mínimo de bienestar,
enfocado en superar la pobreza.

Esta finalidad, contemplada en diversos instrumentos


internacionales ratificados por Colombia, reafirma que la
remuneración por la prestación del servicio es para cubrir
las necesidades mínimas del colaborador, con especial
énfasis en incluir las de su familia y la importancia de tener
en cuenta factores económicos para la fijación del salario 3,
teniendo en cuenta, claro está, las condiciones particulares
de cada país.

Pues bien, en nuestro caso la determinación del


salario mínimo general (rural y urbano) debe ser concertada
y tiene en cuenta «que se debe garantizar una calidad de
vida digna para el trabajador y su familia» 4, para
cuantificarlo debe incluirse factores5 como la inflación, el
costo de vida, el crecimiento económico, la productividad, el
3

4
Ley 278 de 1996. Artículo 2 Literal d)

5
Código Sustantivo de Trabajo. Artículo. Artículo 146

SCLAJPT-10 V.00
38
Radicación n.° 94309

nivel de empleo y las necesidades básicas para la garantía


de subsistencia. Resulta indispensable buscar la protección
de los trabajadores con la sostenibilidad económica..6

En el evento de no lograr dicha concertación, de


manera subsidiaria, la competencia de establecerlo queda
en el ejecutivo que deberá, obligatoriamente, consultar

[C]omo parámetros la meta de inflación del siguiente año fijada


por la Junta del Banco de la República y la productividad
acordada por el comité tripartito de productividad que coordina
el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social; además, la
contribución de los salarios al ingreso nacional, el incremento
del producto interno bruto (PIB) y el índice de precios al
consumidor (IPC)».7

Este artículo 8 de la Ley 278 de 1996 y la facultad


subsidiaria, junto con los parámetros a consultar por el
ejecutivo, fue declarado exequible en la sentencia CC C-
815-1999 con fundamento en que,

[E]l Gobierno deberá motivar su decreto, atendiendo, con el


mismo nivel e incidencia, además de la meta de inflación del
siguiente año, a los siguientes parámetros: la inflación real del
año que culmina, según el índice de precios al consumidor; la
productividad acordada por la Comisión Tripartita que coordina
el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social; la contribución de
los salarios al ingreso nacional; el incremento del producto
interno bruto (PIB); y con carácter prevalente, que habrá de
reflejarse en el monto del aumento salarial, la especial
protección constitucional del trabajo (art. 25 C.P.) y la
necesidad de mantener una remuneración mínima vital y móvil
(art. 53 C.P.); la función social de la empresa (art. 333 C.P.) y
los objetivos constitucionales de la dirección general de la
economía a cargo del Estado (art. 334 C.P.), uno de los cuales
consiste en "asegurar que todas las personas, en particular las
6
Decreto 1724-2021 Decreto 2313-2022

7
Ley 278 de 1996. Artículo 8. Último inciso. Parágrafo segundo inciso.

SCLAJPT-10 V.00
39
Radicación n.° 94309

de menores ingresos, tengan acceso a los bienes y servicios


básicos

De lo asentado se puede extraer que las variables que


se aplican para la definición del SMLMV están concebidas
de tal manera que cubra las necesidades básicas del
trabajador extendidas a su entorno familiar para, con ello,
cumplir los cometidos estatales contenidos en la
constitución.

Con esta premisa en mente, debe ser analizado el


alcance de la pensión de sobrevivientes objeto de análisis.

3. Pensión de sobrevivientes y su finalidad

La pensión de sobrevivientes tiene como finalidad


menguar las consecuencias económicas que se generaran
en el núcleo familiar por la intempestiva muerte de uno de
sus miembros, afiliado o pensionado al Sistema General de
Pensiones, que contribuye de manera sustancial a su
sostenimiento; esto con el fin de paliar el cambio abrupto de
las condiciones de subsistencia de aquellos que dependían
del causante y que han sido considerados beneficiarios de
esta protección por la propia ley de seguridad social

Ello es así que, el estatuto pensional determina cuáles


personas del núcleo familiar del afiliado o pensionado
tienen la vocación de ser beneficiarios, es decir, no
cualquiera de ellos tiene tal connotación. La Ley 100 de
1993, en sus artículos 47 y 74, contempla como
beneficiarios de la pensión de sobrevivientes al cónyuge y/o

SCLAJPT-10 V.00
40
Radicación n.° 94309

compañero (a) permanente, a los hijos menores del


causante y los mayores de edad hasta los 25 años, que
dependían de aquel por razón de estudios. A falta de éstos
la ley habilita que los padres supeditados económicamente
puedan ser beneficiarios de la pensión y, en un siguiente
orden, se establece a los hermanos inválidos con la misma
relación de dependencia, mientras permanezcan las
circunstancias de la invalidez.

3.1. Dependencia económica de los padres para ser


considerados beneficiarios de una pensión de
sobrevivientes

En cuanto a la protección de los padres a la luz de la


Ley 100 de 1993, ha de señalarse que ha existido una
evolución.

Inicialmente el Decreto 1889 de 1994, estableció que


existía dependencia económica cuando los ingresos de los
progenitores eran equivalentes a medio salario mínimo,
norma declarada nula por el Consejo de Estado, por exceder
la potestad reglamentaria ya que:

El art. 47 de la Ley 100 de 1993 [...] no exige que el beneficiario


no tenga ingreso o si los llegare a tener que éstos sean inferior a
la mitad de un salario mínimo legal mensual vigente como lo
hace el acto acusado, motivo por el cual se suspendieron
provisionalmente sus efectos. Este razonamiento sería
suficiente para que la Sala procediera a declarar la nulidad del
acto acusado por desbordar la potestad reglamentaria. //
Adicionalmente se precisa que el recto entendimiento de la
dependencia económica prevista en los literales b, c y d del art.
47 de la Ley 100 de 1993 no puede asumirse desde la óptica de
la carencia de recursos económicos. // La dependencia
económica, para efectos de la pensión de sobrevivientes, debe

SCLAJPT-10 V.00
41
Radicación n.° 94309

ser examinada armónicamente con los postulados


constitucionales y legales que orientan la seguridad social tales
como la protección especial a aquéllas personas que por su
condición económica, física o mental, se encuentran en
circunstancias de debilidad manifiesta, protección integral de la
familia, de las personas de la tercera edad, calidad de vida
acorde con la dignidad humana, eficiencia y solidaridad entre
otros. // Desde esa perspectiva, aparece absurdo que el Decreto
reglamentario circunscriba el concepto de dependencia
económica, a la carencia de ingresos (indigencia) o que estos
sean inferiores a la mitad del salario mínimo legal mensual,
cantidad ésta última que de todas maneras coloca a la persona
en situación de pobreza absoluta.// Las anteriores breves
razones llevan a la Sala a concluir que el Decreto acusado, al
fijar los alcances del concepto de ‘dependencia económica’ para
acceder a la pensión de sobrevivientes, so pretexto de
reglamentar el artículo 47 de la Ley 100 de 1993, no solo
establece unas condiciones no previstas en la norma que
reglamenta, sino que limita dicho concepto a situaciones
extremas desbordando la potestad reglamentaria e incurriendo
en contracción[sic] con los principios que orientan el régimen de
seguridad social integral en pensiones”[i][i]. (Subrayado por
fuera del texto original). CE SC, 11 abr. 2002, rad. 2361-98.

Posteriormente, con la Ley 797 de 2003, se calificó la


dependencia como total y absoluta, condicionamiento que
también fue expulsado del ordenamiento jurídico por la
Corte Constitucional en la sentencia CC C-111-2006, toda
vez que tal exigencia desconocía los derechos
fundamentales a la vida, al mínimo vital y a la dignidad
humana. En esa oportunidad explicó el Tribunal
constitucional que:

[…] si la finalidad de la pensión de sobrevivientes es suplir la


ausencia repentina del apoyo económico del pensionado o del
afiliado, y por ende, evitar que el deceso implique un cambio
sustancial en las condiciones mínimas de subsistencia de los
beneficiarios, ello no descarta la posibilidad de que los padres
puedan recibir un ingreso adicional fruto de su propio trabajo,
de una actividad privada o de una pensión autónoma (v.gr.
pensión de vejez o de invalidez), siempre y cuando éstas no los
conviertan en autosuficientes económicamente, desapareciendo
así la subordinación material que da fundamento a la citada
prestación.

SCLAJPT-10 V.00
42
Radicación n.° 94309

De otra parte, esta Sala, en nutrida jurisprudencia, ha


precisado que la dependencia económica que es exigida a
los padres para acreditar la condición de beneficiarios de la
pensión de sobrevivientes, no implica que los mismos se
encuentren en estado de mendicidad, con lo cual pueden
contar con recursos propios u otras fuentes de recursos, no
obstante los mismos no les permiten una autosuficiencia
(sentencias CSJ SL9640-2014, CSJ SL9640-2014, SL8928-
2014, CSJ SL30790-2007, CSJ SL22132-2004, CSJ
SL24141-2005, CSJ SL26406-2006, CSJ SL30348-2007 y
CSJ SL31205-2007).

Así, se entiende que la dependencia económica de los


padres no tiene que predicarse de manera total y absoluta
respecto de su hijo fallecido; no obstante, no se puede
entender que esto habilitó que cualquier ayuda por parte de
un hijo se convierte en dependencia económica CSJ SL
14539-2016, CSJ SL 4103-2016 y CSJ SL 16184 -2015,
con ello, deben aplicarse criterios que permiten distinguir
entre la simple ayuda o colaboración propia de la
solidaridad familiar, de la dependencia real dirigida a que
los ingresos que el hijo procuraba a sus progenitores eran
de tal entidad que sin ellos tendrían un cambio sustancial
en las condiciones de su subsistencia. Así fue reconocido de
antaño por esta corporación cuando al referirse a la norma
que regula los beneficiarios de pensión del estatuto de
seguridad social dijo en la sentencia CSJ SL, 11 dic. 2011,
rad. 35991, que «simplemente exige la existencia de un vínculo de
dependencia económica con éste, por consiguiente, no tendrán

SCLAJPT-10 V.00
43
Radicación n.° 94309

aptitud jurídica para aspirar a la prestación de supervivencia


aquellos padres que fueren económicamente independientes o
que dependieren en tal aspecto de otro miembro del grupo

familiar». Subraya fuera de texto.

Valga rememorar que en el mismo precedente (CSJ SL,


11 dic. 2011, rad. 35991) la Sala determinó:

Por manera que, vistas así las cosas, es la situación de


necesidad a la que se ven expuestas las personas que
dependían económicamente del causante al dejar de percibir lo
que aquél les prodigaba para su subsistencia, y no propiamente
los lazos de familia, lo que constituye el interés jurídicamente
tutelado por el legislador a través de dicha figura de la
seguridad social. Y siendo ello así, no cabe considerar dentro
de esta modalidad de protección a otras personas o
familiares del fallecido que pudieran servirse de manera
indirecta o eventual de su patrimonio, pues es requisito sine
qua non para que ella surja a la vida jurídica, la afectación
inmediata y ostensible que a su supervivencia genera la
interrupción del flujo de recursos económicos que regularmente
el causante les proveía, la cual sólo es entendible de quienes en
su núcleo familiar dependían directamente de éste de acuerdo
al orden previsto en la ley.

Tal como había asentado este precedente, de un lado


la dependencia económica conlleva el concepto de
necesidad de esos padres que, al no contar con la
manutención por parte del hijo ven afectada su
subsistencia, bajo la garantía de nivel de vida adecuado y,
de otro, para determinar la supeditación, no pueden
incluirse familiares que pudieran servirse de manera
indirecta o eventual de su patrimonio

3.2 Ingresos propios y salario mínimo

SCLAJPT-10 V.00
44
Radicación n.° 94309

El nivel de ingresos que percibe el padre o la madre se


torna relevante para establecer si es o no dependiente en el
sistema pensional.

Con sustento en las líneas antecedentes y con el


convencimiento de que los recursos propios del padre o
madre no descartan la supeditación a lo que proporcionaba
el hijo fallecido, esta corporación en consonancia, con el
contenido mínimo de protección en la pensión de
sobrevivientes, en el marco de aquel que ve en riesgo su
mínimo vital, es el sujeto de protección; se encuentra que si
las fuentes de ingresos al momento del deceso equivalen a
un salario mínimo, no se está en condiciones de ser
considerado beneficiario.

Ello es así, por cuanto el ascendiente que cuenta con


un ingreso de salario mínimo, conforme a la manera en que
este es definido, encuentra recursos que le permiten su
subsistencia, es decir, cubrir sus necesidades básicas como
son la alimentación, vivienda, vestimenta, salud, educación
y otros gastos esenciales que promuevan un nivel de vida
adecuado.

Se reitera que esta subsistencia económica, con


protección constitucional y desarrollo legal, parten del
derecho del trabajador a recibir una remuneración justa y
equitativa que garantice las necesidades no solo de la
persona que recibe el salario o ingreso, sea este dependiente
o independiente, sino el de su familia 8. Por ende, si ya se
8
Conforme al censo efectuado por el Dane el número de familias

SCLAJPT-10 V.00
45
Radicación n.° 94309

cuenta con un piso mínimo de cobertura para tener unas


condiciones de vida adecuadas, no es beneficiario, puesto
que, a riesgo de fatigar, la finalidad de la prestación es
hacer menos gravosa la carga económica que sus
dependientes tendrían que soportar dada la supeditación al
ingreso del hijo.

Aquí y ahora, surge pertinente diferenciar el nivel de


vida de una persona y su familia, del concepto de
dependencia mínima de subsistencia legal
constitucionalmente hoy definida. Esto por cuanto el
sistema pensional no entra a cubrir el estándar particular
de vida que los padres del causante pueden disfrutar en el
momento de su muerte, sino evitar que aquel que no cuenta
con la cobertura de su subsistencia, se vea afectado en el
núcleo duro de protección -mínimo vital y móvil- que debe
ser garantizado. Es decir, la mirada de la protección es
independiente de la posición o rol social es, en clave de
derecho, proteger el contenido mínimo precisamente del
derecho del ser humano y su dignidad. Expresado en los
términos de la sentencia CSJ SL, 11 dic. 2011, rad. 35991,

En suma, no erró el Tribunal al concluir que la pensión de


sobrevivientes no tiene por objeto acrecentar el patrimonio
familiar, o que el miembro de la familia que en principio cuenta
con aptitud jurídica o vocación para su reconocimiento, la
pretenda pretextando la atención de las necesidades
económicas de personas del mismo clan que están a su cargo o
bajo su tutela. Se repite, en los términos del artículo 47 de la
Ley 100 de 1993, la prestación por muerte tiende es a solventar
y suplir el estado de necesidad en que quedan expuestas las
personas que individual y directamente dependían
económicamente del trabajador o pensionado fallecido al dejar,
por ese hecho, de percibir los ingresos económicos con que
aquél atendía su sostenimiento. Y como en este caso no hay

SCLAJPT-10 V.00
46
Radicación n.° 94309

discusión en que la recurrente es empleada judicial, afiliada a


la seguridad social, con las prerrogativas que tal situación
laboral apareja, no erró el Tribunal al considerar que su
alegación de ser madre o mujer cabeza de familia no era
suficiente para obtener la prestación reclamada.

3.3 Calificación de la dependencia

El propósito normativo de establecer el requisito de


acreditar la dependencia económica contiene un fin válido,
dirigido a que la prestación llegue al real beneficiario del
hijo fallecido, que no es otro que aquel, ante la pérdida de
su hijo, se vea de tal manera abandonado que atenta contra
su subsistencia.

La dependencia parte de la necesidad de la protección


del padre que se encuentra subordinado al ingreso que el
hijo le procuraba para salvaguardar sus condiciones de
subsistencia, con lo cual la ayuda económica del hijo se
torna imprescindible para asumir los gastos ordinarios de
los padres, ante la imposibilidad material de los mismos de
costearlos para subsistir.

Ha sido claro que la imposibilidad material de los


padres de suministrarse los medios para su propia
subsistencia no implica, como se señaló, el encontrarse en
estado de mendicidad o la carencia total de recursos, por lo
que la determinación de esta imposibilidad conlleva un
juicio de autosuficiencia; entendida como aquella
autonomía de generar fuentes de recursos que permitan la
atención de necesidades básicas.

SCLAJPT-10 V.00
47
Radicación n.° 94309

Como consecuencia de ello, resulta pertinente efectuar


la calificación de la dependencia para lo cual, esta Sala ya
ha indicado los parámetros que deben seguirse a efectos de
establecer la existencia de dependencia económica de un
afiliado o pensionado fallecido, partiendo de la premisa de
que, si bien la dependencia no debe ser total y absoluta, la
entrega de recursos a los familiares no puede ser tenida
«como prueba determinante» de la dependencia (CSJ
SL14539-2016 y CSJ SL1921-2019). Esto implica que la
colaboración económica por parte de un hijo a sus padres
no consagra una presunción de dependencia de los padres
y, por lo tanto, debe verificarse la magnitud de dicho aporte.

Lo expuesto nos lleva a los criterios que deben ser


analizados para calificar la dependencia, también abordado,
entre otras, en las sentencias anotadas que reprodujeron la
línea de pensamiento fijada en 2014, por esta Sala en la
sentencia CSJ SL14923-2014, rad. 47676 y, que se
recuerdan:

a) La dependencia económica debe ser:

Cierta y no presunta:

se tiene que demostrar efectivamente el suministro de recursos


de la persona fallecida hacia el presunto beneficiario, y no se
puede construir o desvirtuar a partir de suposiciones o
imperativos legales abstractos como el de la obligación de
socorro de los hijos hacia los padres.

Regular y periódica:

de manera que no pueden validarse dentro del concepto de


dependencia los simples regalos, atenciones, o cualquier otro
tipo de auxilio eventual del fallecido hacía el presunto
beneficiario.

SCLAJPT-10 V.00
48
Radicación n.° 94309

Significativa, respecto al total de ingresos de beneficiarios:

se constituyan en un verdadero soporte o sustento económico


de éste; por lo que, tales asignaciones deben ser
proporcionalmente representativas, en función de otros ingresos
que pueda percibir el sobreviviente, de tal manera que si, por
ejemplo, recibe rentas muy superiores al aporte del causante,
no es dable hablar de dependencia.

Y, en decisión CSJ SL18980-2017, se reiteró que las


contribuciones que configuran la dependencia deben ser
significativas, respecto al total de ingresos de los
beneficiarios, de manera que se constituyan en un
verdadero soporte o sustento económico de este; por lo que
tales asignaciones deben ser proporcionalmente
representativas en función de otros ingresos que pueda
percibir el sobreviviente (CSJ SL529-2020 y CSJ SL704-
2021), de tal manera que si, por ejemplo, recibe rentas muy
superiores al aporte del causante o equivalentes al salario
mínimo legal mensual vigente, no es dable hablar de
dependencia.

En consecuencia, los padres deberán, mediante los


medios de convicción, acreditar, además, de i) su
imposibilidad de autosuficiencia en la generación de fuentes
de ingresos, ii) la sujeción material a los ingresos del hijo
fallecido al momento del óbito del mismo.

Así, al momento de estudiarse por parte de las


entidades de seguridad social y, el mismo juez, se deberá
adelantar la calificación de la dependencia bajo el estudio
de los parámetros fijados por la Corte a efectos de
determinar la existencia o no de la misma.

SCLAJPT-10 V.00
49
Radicación n.° 94309

Gastos por terceros dependientes del pretendido


beneficiario no son objeto de inclusión en la
dependencia de los padres.

Ha surgido una fuerte línea argumentativa de la


posibilidad frente al padre o madre que busca el
reconocimiento de su condición de beneficiario por
dependencia económica, incluir en los gastos aquellos que
corresponden a la cobertura de vida de terceros. Lo que,
conforme con el estatuto pensional no es viable.

Se dice ello, por cuanto son los gastos de


sostenimiento y subsistencia de los progenitores lo que
ampara la seguridad social, por ende, si con los recursos
que en vida proporcionaba el hijo se ayudara con el coste de
terceros, como en el caso que nos ocupa, una menor que ha
sido cobijada por la familia como medida necesaria e
inminente de protección, este coste especifico no
constituye fundamento para aumentar la necesidad
inminente del aporte del afiliado. Dicho argumento
extiende el concepto de beneficiarios en la medida que los
hermanos solo ostentan tal calidad, ante la falta de padres
y si son dependientes económicos en situación de invalidez.
Al respecto la sentencia CSJ SL, 11 dic. 2011, rad. 35991,
al estudiar si la condición de madre cabeza de familia
responsable de la manutención de los hermanos del
causante, la hacía beneficiaria, determinó:

SCLAJPT-10 V.00
50
Radicación n.° 94309

Así las cosas, el estatus de mujer o madre cabeza de familia no


trasluce por sí mismo la condición de dependiente económico, y
menos del causante de la prestación por muerte; y a su través
no es tampoco dable que quienes de ella dependen, como lo
pueden ser, entre otros, los hermanos del causante, aspiren a la
obtención de la pensión de sobrevivientes, por ser claro que en
los órdenes de beneficiarios a que alude el artículo 47 de la Ley
100 de 1993, los hermanos sólo pueden pretender la prestación
directamente y siendo inválidos, “… a falta de cónyuge,
compañero o compañera permanente, padres e hijos con derecho
…’.

En este punto es importante nuevamente parar


mientes en el concepto del deber de alimentos y su
procedencia conforme a la ley civil que en su artículo 411
define frente a que personas y quiénes son sus deudores,
pues no puede llegarse al punto de hacer nugatoria esta
regulación y trasladar tal obligación a un afiliado o
pensionado que fallece sin, como paso indispensable,
buscar la verdad real frente a quien se es dependiente para
el sistema general de pensiones.

Así las cosas, en el caso que nos ocupa, si bien la


causante podría haber dado recursos que permitían cubrir
determinados gastos, este solo dicho no desvirtuaba la no
supeditación de la progenitora y, adicionalmente, con ellos
ayudara con gastos de una menor cobijada en el seno de la
ascendiente como medida de protección, tampoco
constituye fundamento para aumentar la necesidad
inminente del aporte de la afiliada. Dicho argumento
extiende el concepto de beneficiarios a un tercero que,
desde el punto de vista de la seguridad social, no era
beneficiario de la afiliada.
Al respecto, la sentencia CSJ SL, 11 dic. 2011, rad.

SCLAJPT-10 V.00
51
Radicación n.° 94309

35991, que al estudiar si la condición de madre cabeza de


familia responsable de la manutención de los hermanos del
causante, la hacía beneficiaria, razonó:

Así las cosas, el estatus de mujer o madre cabeza de familia no


trasluce por sí mismo la condición de dependiente económico, y
menos del causante de la prestación por muerte; y a su través
no es tampoco dable que quienes de ella dependen, como lo
pueden ser, entre otros, los hermanos del causante, aspiren a la
obtención de la pensión de sobrevivientes, por ser claro que en
los órdenes de beneficiarios a que alude el artículo 47 de la Ley
100 de 1993, los hermanos sólo pueden pretender la prestación
directamente y siendo inválidos, “… a falta de cónyuge,
compañero o compañera permanente, padres e hijos con derecho
…’.

Nótese como, aún en el caso de hermanos menores


dependientes de la progenitora, esta corporación ya había
advertido la imposibilidad de extender por esta vía los
beneficiarios de la pensión de sobreviviente.

Finalmente, no sobre insistir en que la protección de la


seguridad social no está estructurada para cubrir cuando
se «ha desmejorado la calidad de vida de ella», ya que su
objetivo es menguar las consecuencias económicas del que
es dependiente, que ve en riesgo su mínimo vital.
La sentencia CSJ SL, 11 dic. 2011, rad. 35991, así lo
reconoció cuando explicó que:

Desde ya se advierte que el Tribunal no incurrió en los yerros


jurídicos que le atribuye la censura, cuando aseveró que el
artículo 47 de la Ley 100 de 1993 no preveía el mejoramiento
del nivel de vida del grupo familiar, “porque se limita a la
subsistencia de los padres, sin otro alcance, sin otra filosofía
distinta de los parámetros objetivos del mínimo vital (…), la
órbita de protección del efecto de sustitución pensional se
circunscribe a los progenitores. Es lamentable que la familia sea
pobre, pero no es ese estado de cosas el que pretende solucionar

SCLAJPT-10 V.00
52
Radicación n.° 94309

la norma. No verlo así sería tanto como desvirtuar por completo


su sentido, sería como convertir a la persona sustituta en un
puente para que la pensión, en realidad, beneficie a otros
miembros de la familia no cobijados como órbita de protección
por el artículo 47”.

De allí las razones para apartarme de la providencia y


salvar el voto.

FERNANDO CASTILLO CADENA

SCLAJPT-10 V.00
53
[i]

También podría gustarte