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Tipología Miaja de La Muela

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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TRABAJO ACADÉMICO
“LA TIPOLOGIA DE MIAJA DE LA MUELA”

INTEGRANTES:
DEL AGUILA CURI, ALEXSANDRA, CÓDIGO: 2019125688, (TARAPOTO).
GÁLVEZ VÁSQUEZ, LINDA KAREN, CÓDIGO: 2008202789, (LIMA).
OBLITAS GUEVARA, ROSITA, CÓDIGO: 2019201146, (JAÉN).
NAMOC DÍAZ, JENNIFER BRISETH, CÓDIGO: 2019123390, (TARAPOTO).
SANTACRUZ ESPINOZA, JHON PAUL, CÓDIGO: 2017114259, (CHICLAYO).

ASIGNATURA:
DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

DOCENTE:
DRA. SARA LUISA HUARIPATA LAURENTE

CICLO:
X

SECCIÓN:
03

PERÚ – 2024

1
ÍNDICE
PRESENTACIÓN.............................................................................................................................3
 ANTECEDENTES INTERNACIONALES:....................................................................................5
 ANTECEDENTES NACIONALES:..............................................................................................6
1. LA CALIFICACIÓN..................................................................................................................7
2. LA CALIFICACIÓN Y SUS CLASES............................................................................................7
2.1 CLASES DE CALIFICACIÓN.......................................................................................................9
2.2 CONFLICTOS DE CALIFICACIÓN:............................................................................................14
3. LOS FACTORES DE CONEXIÓN.............................................................................................14
3.1. CLASIFICACIÓN DE LOS FACTORES DE CONEXIÓN SEGÚN MIAJA DE LA MUELA.............16
4. DEFINICIÓN: TIPOLOGÍA DE MIAJA DE LA MUELA..............................................................19
5. LA NACIONALIDAD..............................................................................................................23
6. ADQUISICIÓN.....................................................................................................................27
7. RENUNCIA..........................................................................................................................35
8. DOBLE NACIONALIDAD.......................................................................................................42
9. DOBLE NACIONALIDAD DEL CONSENTIMIENTO ENTRADA DE VIGOR.................................52
CONCLUSIONES..........................................................................................................................54
RECOMENDACIONES..................................................................................................................59
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS..................................................................................................64

2
PRESENTACIÓN

ADOLFO MIAJA DE LA MUELA

Hijo de Francisco Miaja Eguren y María de la Muela Villar, obtuvo su doctorado


en Derecho a los diecinueve años y al año siguiente en Filosofía y Letras.
Realizó sus estudios de doctorado en la Universidad Central, actualmente
conocida como Universidad Complutense de Madrid. Después de esto, en
1932, estudió en la Universidad de París y luego regresó a su ciudad natal en
España para convertirse en Catedrático de Derecho Político en la Universidad
de Valladolid. Sin embargo, después de dos años en el cargo, se presentó a
oposiciones para ser Catedrático de Derecho Internacional Público y Privado
en la Universidad de Santiago de Compostela, donde fue trasladado en 1934.

En 1936, fue acusado y condenado a doce años de prisión por dos motivos.
Primeramente, fue acusado de incitar a la revolución a través de discursos con
tintes marxistas, y, en segundo lugar, se le encontraron en su casa dos armas
de fuego que pertenecían a su abuelo, por lo cual fue acusado de tenencia
ilícita de armas. A pesar de estar en prisión, Adolfo no abandonó su vocación
de docente y dio clases a sus compañeros. Finalmente, el 20 de junio de 1941
se le concedió la libertad condicional, pero se dio cuenta de que tenía
dificultades para retomar su carrera, por lo que se dedicó a la enseñanza
particular.

No fue hasta 1948 cuando se le permitió ingresar al Colegio de Abogados de


Valladolid, ya que previamente había sido rechazado debido a su condena. En
1951, se fundó el Instituto Hispano-Luso-Americano de Derecho Internacional,
y Adolfo fue nombrado socio fundador y luego miembro. Un año después, fue
restituido como catedrático por decisión del ministro de Educación, Joaquín
Ruiz Giménez. En 1953, fue asignado a la cátedra de la Universidad de
Valencia, donde impartió clases hasta su jubilación.

3
Trayectoria

Miaja, después de estudiar Derecho en la Universidad Central, se convirtió en


profesor en la misma institución. Luego, obtuvo la Cátedra de Universidad y se
trasladó a la Universidad de Valencia en 1957 como profesor y catedrático. Es
conocido por su destacada labor docente, que incluye influencia a través de
escritos, artículos, libros y publicaciones sobre derecho internacional público y
derecho internacional privado. Uno de sus alumnos más destacados fue el
Embajador de España, Vicente Blanco Gaspar, con quien tuvo una relación
cercana como profesor en la Facultad de Derecho, tutor de su tesis doctoral y
autor del prólogo de su libro "El voto ponderado", publicado en 1981, el año en
que falleció.

En 2008, con motivo del centenario del nacimiento de Miaja de la Muela, se


realizó un evento de homenaje en su honor, organizado por la Cátedra de la
Universidad de Valencia que lleva su nombre. Los sucesores del Derecho
Internacional en esta cátedra reconocieron su destacada labor como profesor y
su influencia en los expertos en derecho internacional en España.

Se destaca la importancia de Adolfo Miaja en el ámbito del Derecho


Internacional, tanto público como privado. Se resalta su conocimiento en
Historia y Derecho, lo que lo convirtió en una figura destacada en España.

El 12 de diciembre de 2008 se le rindió un homenaje en recuerdo de Adolfo


Miaja en la Universidad de Valencia. Este homenaje fue organizado por el
Departamento de Derecho Internacional de dicha Universidad, el cual lleva el
nombre oficial de "Departamento Adolfo Miaja de la Muela".

Durante el evento, se llevó a cabo una mesa redonda moderada por Manuel
Díez de Velasco, en la que participaron algunos de los alumnos directos de
Miaja. Durante la reunión se destacó el legado de Miaja como maestro y su
conocimiento en el campo del Derecho Internacional.

4
 ANTECEDENTES INTERNACIONALES:

El Código Sánchez de Bustamante y la Convención Interamericana sobre


domicilio de las personas físicas en el Derecho Internacional Privado son dos
documentos legales que abordan el tema del domicilio político de las personas
en el ámbito del Derecho Internacional Privado. Estos instrumentos establecen
las diferentes formas en que se determina el domicilio de las personas según
sus circunstancias individuales, como su participación en negocios, su
capacidad legal, su estado civil, o si residen en diferentes países.

Según Guillermo Cabanellas en su “Diccionario Jurídico Elemental” se refiere a


un ente que no es una persona natural, pero que puede adquirir derechos y
obligaciones. Además, se destaca que las personas jurídicas suelen formar
parte de un grupo social con una finalidad común y tienen un estatuto jurídico
específico. Luego, se plantea la interrogante de si las personas jurídicas
pueden tener una nacionalidad, considerando que son entes ficticios. Algunos
autores argumentan que no es posible que las personas jurídicas tengan una
nacionalidad y que en su lugar se debería hablar de que cuentan con un
domicilio.

Por ejemplo, en el hijo de un español nacido en un país extranjero que, llegado


el momento oportuno, y a fin de conseguir algún tipo de mejora en su situación,
decide hacer el servicio militar en ese país. Estamos claramente inmersos en
una de las circunstancias que, según el artículo 24 del Código civil, implicarían
la pérdida de la nacionalidad española. Sin embargo, podría tratarse de un
español de origen y, por lo tanto, según el artículo 11-2. 1 de la Constitución, no
podría ser privado de su nacionalidad

5
 ANTECEDENTES NACIONALES:
Según Hauriou: « [...] (1925, p. 9), se plantea que existen dos conceptos de
nacionalidad: uno basado en hechos y otro basado en derechos. La noción de
nacionalidad de hecho no se basa en criterios absolutos, sino en la presencia
continua de una cierta población en un territorio determinado, lo que genera
una mentalidad colectiva. Este enfoque implica que la nacionalidad se
construye a través de la historia y la convivencia en un lugar específico. Es
decir, se adquiere una nacionalidad de hecho al vivir de forma continua en un
territorio y compartir una identidad colectiva relacionada con ese lugar.

Por lo tanto, según el autor mencionado, se ha sugerido que existen dos


conceptos de nacionalidad: uno basado en hechos y otro basado en
derechos. En realidad, el concepto de nacionalidad no se basa en criterios
absolutos, sino en la presencia continuada de una determinada población en
un territorio determinado, dando lugar a una mentalidad colectiva. Este
enfoque implica que la nacionalidad se construye a través de la coexistencia
histórica y específica de un lugar. Es decir, la nacionalidad de facto se
adquiere mediante la residencia continua en un territorio y compartiendo una
identidad colectiva asociada con ese lugar.

6
1. LA CALIFICACIÓN

La calificación en el derecho es un proceso esencial que implica la


interpretación y aplicación de las normas legales a casos específicos. Este
concepto se refiere a la clasificación o determinación de la naturaleza jurídica
de un hecho o situación, lo que influye directamente en la consecuencia legal
que se le atribuye. En este sentido, la calificación se convierte en un elemento
crucial para la correcta administración de justicia y la aplicación coherente de
las leyes.

La calificación jurídica requiere de un análisis exhaustivo de los hechos en


cuestión y la aplicación de los principios legales pertinentes. Los juristas,
jueces y abogados desempeñan un papel fundamental en este proceso, ya que
deben interpretar las leyes y precedentes para determinar la naturaleza jurídica
exacta de una situación. Este análisis no solo implica la identificación de
normas aplicables, sino también la consideración de posibles lagunas legales y
la aplicación de principios generales del derecho.

Es importante destacar que la calificación no siempre es una tarea sencilla, ya


que puede haber interpretaciones diversas de una misma norma legal.
Además, la evolución de la sociedad y la adaptación del derecho a nuevas
realidades plantean desafíos constantes en este proceso. La jurisprudencia y la
doctrina legal son recursos valiosos para guiar la calificación, ya que ofrecen
interpretaciones y argumentos que pueden influir en las decisiones judiciales.

En resumen, la calificación en el derecho es un proceso complejo que involucra


la interpretación y aplicación de las normas legales a situaciones específicas.
La precisión en este análisis es esencial para garantizar la equidad y justicia en
la resolución de casos, y destaca la importancia del conocimiento jurídico, la
jurisprudencia y la constante actualización de las leyes para lograr una
calificación justa y adecuada (Navarro et al., 2020) .

7
2. LA CALIFICACIÓN Y SUS CLASES

En el derecho internacional privado, el termino calificación recibe numerosos


sinónimos para identificarla como lo son el de clasificación, caracterización e
interpretación. De acuerdo a nuestro punto de vista, se busca determinar qué
tipo de relación internacional se está tratando en casos de disputas legales y
jurisdiccionales, para clasificarla en una categoría específica dentro del sistema
legal. Por ejemplo, se analizarían las leyes y regulaciones que aplican a
contratos internacionales, derechos de familia o sucesiones por causa de
muerte.

En el campo del derecho internacional privado, se utiliza el término


"calificación" para referirse a la identificación, clasificación, caracterización e
interpretación de las normas legales aplicables en un caso específico. La
calificación ha sido considerada tradicionalmente como un desafío dentro del
derecho internacional privado, ya que plantea la duda al juez sobre si las
normas de su propio país son las más adecuadas para determinar la ley
aplicable en un caso determinado.

Pues el problema del Juez no consiste solo en averiguar la naturaleza jurídica


de una institución o en definir el contenido de las siguientes categorías
empleadas en la norma, sino también en fijar el ordenamiento jurídico que debe
proporcionar la calificación y de su elección depende la norma de conflicto de
foro aplicable

Diferentes leyes utilizan los mismos términos, pero les dan significados
diferentes. La calificación se refiere a determinar la naturaleza jurídica de
determinadas relaciones y su posición dentro del marco categorial del
ordenamiento jurídico. Esta es una acción prioritaria porque de ella depende la
elección de la norma implícita, es decir determinar la norma jurídica aplicable.

Aún no se ha determinado la ley que podría calificar. La calificación es similar a


la definición e implica presunciones legales y la determinación del verdadero
significado de las palabras contenidas en el supuesto legal y los puntos de
conexión. Gold Schmidt afirmó que la regulación indirecta se basa en diferentes

8
sistemas jurídicos. No importa qué sistema legal examinemos, sus palabras
pueden tener valores similares o diferentes.

A medida que obtenemos los puntos, definimos los conceptos. El juez tiene la
facultad de determinar las calificaciones jurídicas aplicables e interpretar las
palabras en el orden apropiado según diferentes sistemas o combinaciones de
estas calificaciones.

Antecedente Jurisprudencial

La cuestión de la elegibilidad se plantea en la doctrina en el caso “ANTÓN


C/BARTHOL”, decidido por el tribunal de Apelación de Argel. Las cuestiones
que llevaron a la decisión fueron las siguientes: Un matrimonio maltés se mudó
a Argelia después de varios años en su tierra natal, donde el marido adquirió
varias propiedades.

En 1889, tras la muerte de su marido en su tierra natal, una viuda pidió a un


juez que le transfiera una cuarta parte de sus bienes para utilizarlos, un sistema
creado para las viudas indigentes en virtud del Código Rohan (vigente en
Malta). En esta situación de emergencia, es necesario determinar si se trata de
una medida para regular las relaciones patrimoniales de los cónyuges, y en tal
caso, acordar las ventajas de la aplicación del derecho de residencia del primer
matrimonio.

Por el contrario, si fuera parte de un plan sucesorio, el reclamante perdería


el caso, ya que la ley francesa regula la herencia basándose en la ley del último
domicilio del causante en relación con los bienes muebles y la ley francesa.

La ubicación de la situación inmobiliaria, el Código Rohan incluía esta


institución en las relaciones económicas matrimoniales, mientras que el
derecho francés la incluía en el apartado de herencia.

Ante este desacuerdo surge la pregunta: ¿A qué restricciones legales se aplica


esto? El veredicto fue a favor de la viuda y el tribunal calificó la relación jurídica
como relación de propiedad conyugal. En esa decisión, la solución fue
favorable a la aplicación de la legislación provincial.

9
2.1 CLASES DE CALIFICACIÓN
Existen dos clases de calificación:

o Calificación según la lex civilis fori


Contiene instrucciones para ser clasificado según la categoría del
ordenamiento jurídico del juez que conoce del caso. Para ello se dieron las
siguientes razones:

a. La legislación en el foro permite resolver casos en disputa que de otro


modo serían imposibles.
b. Los jueces deben resolver normas contradictorias al calificar su
agencia.
c. Las reglas de calificación (o posicionamiento o posicionamiento) se
basan en la jurisprudencia; las normas de elección de ley son a nivel
nacional. Por estas razones, intentar dar soluciones a los conflictos
jurídicos requiere de un proceso intelectual: emitir definiciones y luego
clasificarlas.

El proceso definido es la clasificación, incluye las leyes del foro, que fueron
creadas por el jurista Niboyer, considerándolas como su anverso y reverso, y
que sería un grave error abolir la ley del foro. Sin embargo, la ley del país del
tribunal no es el único principio que regula el estatuto.

Por lo tanto, si hay un conflicto calificado entre la ley del país de la persona y la
ley de su propiedad, se resuelve de acuerdo con la ley del lugar, no con la ley
del tribunal.

Justificación de la calificación

Según Audit, se discute sobre el argumento principal en la calificación lege


causae, que se refiere a que cada ley debe aplicarse con sus propias
calificaciones. Se ejemplifica con la ley francesa, que establece que el estatus
personal de un extranjero se rige por su propia ley nacional, lo que incluye
todas las condiciones contenidas en esa ley, incluso aquellas que caen bajo
una categoría diferente según la ley francesa.

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El enfoque teórico de Carrillo Salcedo sobre la causalidad civil, el cual destaca
la complejidad de la calificación y su objetivo de definir el alcance y significado
de los conceptos utilizados. También se señala que el fin último de la
calificación es determinar las normas de elección de ley que aplicará el tribunal
o las instituciones extranjeras con acuerdos relevantes.

Según Batiffol y Lagarde como autores que fundamentan la calificación lege fori
en dos tipos de razones:

a. Se plantearon dudas sobre la interpretación de las normas de


conflicto de leyes, dejando a los jueces franceses determinar el
significado de las normas de conflicto de leyes francesas. No hay
duda de que el significado de las normas francesas sobre
elección de ley sólo puede darse al derecho francés y, en
general, se puede concluir que para todos los jueces es
su derecho interno el que determina la extensión de las
categorías que utilizan; es que las calificaciones son
inseparables del significado de las normas de elección de ley.
b. La segunda razón para justificar la clasificación con el derecho
civil es la siguiente: quienes pretenden clasificar conceptos
jurídicos que declaran competencia basándose en reglas de
elección de ley caen en un círculo vicioso porque para saber qué
ley es competente, es necesario en el primer lugar, calificar para
el certificado. Si la legislación no ha sido sometida previamente a
una prueba de calificación, será difícil otorgar competencia de
calificación.
o Calificación según la lex civilis causae

Esta teoría es la calificación por el derecho aplicable, por lo que a veces se


llama estatuto eficaz y con más frecuencia lex civilis causae, contienen
disposiciones que pueden clasificarse según la categoría del sistema jurídico al
que pertenecen. La ley que finalmente determina el fondo del caso.

11
Maury, se refiere a una teoría presentada por Despagnet en oposición a las
ideas expuestas por Bartin. Despagnet utiliza el ejemplo de un testamento
hecho en Francia por un holandés y argumenta que, según el derecho
internacional privado francés, la capacidad debe regirse por la ley nacional del
interesado, es decir, en este caso, por el derecho holandés.

Sin embargo, también resalta que uno de los problemas que el legislador debe
resolver al tratar la capacidad es definir qué aspectos deben considerarse
dentro de esta cuestión y cuáles deben ser excluidos. En base a esto, el
derecho internacional privado francés admite la competencia del derecho
holandés para determinar la capacidad de los súbditos holandeses y establecer
qué se entiende por capacidad. Por lo tanto, la calificación corresponde al
derecho competente en cada caso particular, es decir, al derecho nacional del
individuo afectado.

Moris recuerda que esta teoría fue propuesta originalmente por Despagnet
contrariamente a la opinión de Baltin. Para ello utilizó el ejemplo de
un testamento holográfico elaborado por los holandeses en Francia.

Se señaló que, según el derecho internacional privado francés, la capacidad


debe regirse por la ley nacional de la parte interesada; en este caso, la
jurisdicción se rige por la ley holandesa.

El primer problema obvio que los legisladores deben abordar al abordar


cuestiones de capacidad es comprender qué se incluye en la cuestión de la
capacidad y qué se debe excluir.

Dado que el derecho internacional privado francés reconoce así la


competencia del derecho holandés con respecto a la capacidad de los súbditos
holandeses, también reconoce que esta ley definirá el concepto de
"capacidad" y sólo eso aclarará su comprensión del mismo.

Esta calificación está sujeta a la ley competente, en particular a la ley nacional


del interesado.

El Código Bustamante y la conferencia de la haya:

12
El Código Bustamante reconoce que pueden existir situaciones o casos legales
que no están específicamente regulados en el propio código. En tales casos,
cada Estado miembro del código tiene la autoridad para decidir cómo aplicar su
propia legislación y calificaciones jurídicas a esas situaciones. Es decir, cuando
surge un caso no contemplado por el Código Bustamante, cada Estado tiene la
libertad de interpretar y aplicar su propia ley interna para resolverlo, que deben
corresponder a las leyes mencionadas en el artículo 3.

La Conferencia de La Haya de 1925 estableció que en caso de disputas sobre


quién debe ser considerado comerciante en un proceso de quiebra, se debe
aplicar la clasificación según la ley del país donde se lleva a cabo el proceso
legal (lex fori). Esto significa que cada país tiene la potestad de definir quién es
considerado comerciante según su propia legislación nacional.

De manera similar, los convenios entre Alemania y Rusia (1925) y entre


Alemania y Turquía (1930) establecen reglas especiales de clasificación en
casos de sucesiones, con una distinción específica entre bienes muebles e
inmuebles en el caso de Alemania y Turquía. Es decir, la ley del país donde
ocurre la sucesión se aplicará para determinar si los bienes son considerados
muebles o inmuebles.

En cuanto a la jurisprudencia, los tribunales franceses han tomado la postura


de utilizar la clasificación según la ley del país donde se realiza el proceso
legal, es decir, la lex fori. Esta decisión se considera lógica, ya que las reglas
de conflicto de leyes son nacionales y los conceptos que las componen deben
interpretarse según la legislación nacional.

Sin embargo, en algunas situaciones, los tribunales franceses también pueden


tener en cuenta la ley extranjera para determinar la calificación de un caso.
Esto se debe a que el principio de orden público internacional permite a los
tribunales franceses aplicar la ley extranjera si consideran que la aplicación de
la lex fori llevaría a un resultado contrario a la justicia o a los principios
fundamentales del orden jurídico francés.

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Asimismo, es decir, por la ley del país donde se encuentra ubicado el inmueble.
Esto se debe a que el derecho sobre los inmuebles está directamente
relacionado con su ubicación física.

a) En materia de derechos reales sobre bienes muebles, también se aplica la


ley del lugar de ubicación del bien (lex rei sitae). La exclusión de la
competencia de la lex fori en materia de autonomía privada se refiere a que la
ley del país donde se lleva a cabo un proceso legal no tiene autoridad sobre la
decisión o el acuerdo entre las partes en lo que respecta a su autonomía
privada. En otras palabras, las partes tienen libertad para decidir cómo
regularán sus relaciones jurídicas, incluso si dicha decisión va en contra de la
ley del país en el que se encuentra el tribunal. Esto se debe a que los derechos
reales sobre bienes muebles están directamente vinculados con su situación
física.

b) En materia de obligaciones contractuales, la competencia de la lex fori


puede ser excluida si las partes han acordado aplicar la ley de otro país (lex
voluntatis). Esto se conoce como la autonomía de la voluntad de las partes,
que les permite elegir la ley aplicable a su contrato, siempre y cuando no sea
contraria al orden público.

2.2 CONFLICTOS DE CALIFICACIÓN:

Según la información proporcionada, la ley peruana no aborda específicamente


los conflictos de calificación. Sin embargo, en el derecho chileno, se puede
observar que la Corte Suprema ha optado por aplicar la "lex Fori" (ley del foro)
para calificar aspectos como la "muerte civil" y la nacionalización en un país
extranjero. En el ámbito del derecho tributario, se ha tratado el tema de la
calificación para determinar los impuestos a aplicar sobre las rentas.

En el caso de los Estados Unidos de Norteamérica, hubo una situación en la


que se debía decidir si un derecho real de hipoteca constituido en Cuba y
perteneciente a un ciudadano estadounidense estaba exento o no de pagar
impuestos sobre la propiedad de acuerdo con las leyes estadounidenses. El
tribunal decidió que sí debía pagar impuestos, ya que, según la ley
estadounidense, una hipoteca constituye una carga real y no implica un

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compromiso personal. Se puede decir que en estos casos donde no hay una
regulación clara en una determinada legislación nacional, los tribunales tienen
la autoridad para interpretar y aplicar las leyes existentes según su propia
jurisprudencia y criterios.

3. LOS FACTORES DE CONEXIÓN

Los factores de conexión en el derecho son elementos fundamentales que


determinan la aplicabilidad de una norma legal a un caso específico cuando
existen elementos de extranjería o relaciones plurilocalizadas. Estos factores
buscan establecer vínculos relevantes entre la situación en cuestión y la
jurisdicción competente, ya sea a nivel territorial, personal o material.

En primer lugar, el factor territorial se refiere a la ubicación geográfica de los


hechos y su relación con la jurisdicción del tribunal competente. Este factor
busca evitar conflictos de leyes y garantizar que la normativa aplicada sea la
más adecuada a la realidad espacial del caso. Además, se busca evitar la
aplicación extraterritorial injustificada de las leyes.

El factor personal, por otro lado, se centra en la conexión entre las partes
involucradas y la jurisdicción que debe resolver el conflicto. Puede incluir
consideraciones como la residencia de las partes, su nacionalidad o la
ubicación de sus bienes. Estos elementos son esenciales para determinar la
competencia del tribunal y asegurar una justicia que tome en cuenta las
circunstancias particulares de las personas involucradas.

El factor material se relaciona con la naturaleza del litigio y su conexión con la


jurisdicción competente. Por ejemplo, si un contrato fue celebrado en un país
específico, el tribunal de esa jurisdicción puede ser competente para resolver
disputas relacionadas con dicho contrato, los factores de conexión en el
derecho son herramientas clave para establecer la jurisdicción y la ley aplicable
en casos que involucran elementos extraterritoriales o relaciones complejas.
Estos factores buscan equilibrar la justicia y la eficiencia al garantizar que la
normativa aplicada sea la más pertinente a las circunstancias particulares del
caso, ya sea en términos territoriales, personales o materiales. Su adecuada

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aplicación contribuye a la coherencia y la equidad en el sistema jurídico
(Bello Arellano, 2023)
.

Los factores de relación reconocidos por el Derecho Internacional Privado con


el objetivo de vincular a una persona, cosa, situación, relación jurídica, etc., con
un ordenamiento jurídico nacional específico que las regule. Estos factores
también son conocidos como puntos de contacto o puntos de conexión. Se
refiere a los criterios utilizados por el Derecho Internacional Privado para
determinar qué sistema legal se aplica a una situación específica.

Los factores de conexión en el ámbito jurídico internacional son aquellos


elementos externos a una relación jurídica que permiten la aplicación de dos o
más legislaciones nacionales diferentes, lo que a su vez genera un conflicto y
lo convierte en un tema de ámbito internacional.

En otras palabras, cuando hay una relación jurídica que involucra a dos o más
países y cada país tiene su propia legislación, los factores de conexión son los
elementos que se toman en cuenta para determinar qué legislación se aplicará
en ese caso específico. Estos factores de conexión pueden ser diversos, como
la nacionalidad de las partes involucradas, el lugar de celebración del contrato,
etc.

En el ordenamiento jurídico peruano, existen factores de conexión que


determinan la igualdad de derechos para peruanos y extranjeros. Estos
factores están respaldados por el artículo 2046 del Código Civil peruano. El
artículo establece que los derechos civiles son iguales para peruanos y
extranjeros, con excepción de las restricciones y limitaciones que se establecen
por motivos de nacionalidad para los extranjeros y las personas jurídicas
extranjeras.

La doctrina y el derecho comparado reconocen una serie de factores de


conexión de general aceptación que permiten a los tratados esbozar una serie
de clasificaciones atendiendo a distintos criterios. Una de las clasificaciones
más aceptadas es la del profesor español Miaja de la Muela.

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3.1. CLASIFICACIÓN DE LOS FACTORES DE CONEXIÓN SEGÚN MIAJA
DE LA MUELA
Punto de conexión personal

Se determina a partir de:

o Nacionalidad de una persona

La nacionalidad es un punto de conexión personal mutable, pues permite la


posibilidad de cambio. Este punto de conexión se originó en el artículo 3, inciso
3 del Código Civil francés de 1804, principalmente debido a la posición de
Pascual Estanislao Mancini (1817-1877). Mancini, al enseñar un curso en la
cátedra de Derecho Público Externo e Internacional Privado en la Universidad
de Turín en 1854, presentó su teoría sobre la nacionalidad como base del
Derecho Internacional.

Mancini, un jurista que en 1874 plasmó definitivamente su teoría durante la


inauguración del Instituto de Derecho Internacional. La nacionalidad se
constituye a través de varios elementos, a saber, geográfico, étnico, lengua,
costumbres, leyes, historia, tradiciones, creencias religiosas, etc.

También Mancini sostenía que, para por formar parte de la Comunidad


Internacional, las naciones debían respetar tres principios, la libertad la
nacionalidad y la soberanía. La doctrina de la nacionalidad, que se aplica en el
ámbito del Derecho público, tiene un impacto significativo en el Derecho
privado. El Estado, con el objetivo de consolidarse, decide aplicar su legislación
a sus ciudadanos, lo cual es crucial en el ámbito del Derecho privado. Esto
puede deberse a razones políticas u otras motivaciones. En resumen, el Estado
reserva el Derecho estatal para sus ciudadanos como una parte esencial del
Derecho privado.

La mayoría de los países de emigración utilizan el principio de la nacionalidad


para aplicar su derecho a sus ciudadanos en otros países, mientras que los
países de inmigración aplican su propio derecho a todos los habitantes de su
territorio, independientemente de su nacionalidad. En resumen, los países de

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emigración usan el principio de nacionalidad y los países de inmigración utilizan
el principio de domicilio para aplicar sus leyes a sus respectivos ciudadanos y
habitantes.

o Domicilio

Federico Carlos Savigny, entendiendo que la aplicación de un derecho debía


hacerse en función de la naturaleza esencial de la relación jurídica, le atribuyo
el domicilio la mejor conexión con esta, sosteniendo que la ley del domicilio
debía regular todo lo relacionado con la capacidad de la persona.

Story, por su parte en su obra “Comentarios sobre los conflictos de leyes”,


afirma que la ley que rige la capacidad de las personas es la del domicilió,
siguiendo esta línea los Tratado de Montevideo de 1889 optan por el sistema
del domicilio en este sentido.

La aceptación del sistema domiciliario se basa, principalmente, en que si bien


la nacionalidad es el vínculo jurídico que utiliza un Estado para constituir su
población, a decir de Betha Kaller de Orchansky es un concepto totalmente
extraño al Derecho Internacional Privado, porque:

Se argumenta que la nacionalidad no es una medida adecuada para determinar


la capacidad e incapacidad de una persona en el ordenamiento jurídico. En
cambio, se sostiene que el domicilio es más apropiado, ya que implica una
relación real y efectiva con el sistema legal privado de un país.

La nacionalidad se refiere a la pertenencia de una persona a un determinado


Estado y suele ser adquirida por herencia o nacimiento en ese país. Sin
embargo, esta idea plantea que la nacionalidad no es suficiente para establecer
una vinculación directa y concreta de una persona con el ordenamiento jurídico
privado de ese mismo país. En otras palabras, el hecho de tener una
nacionalidad no garantiza que una persona esté íntimamente familiarizada con
las leyes y regulaciones privadas de su país.

Por otro lado, se argumenta que el domicilio es una mejor medida de


vinculación con el ordenamiento jurídico privado de un lugar. El domicilio se
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refiere al lugar donde una persona establece su residencia principal y lleva a
cabo su actividad como sujeto de derechos y obligaciones. El domicilio implica
una relación más directa y vinculante con las leyes y regulaciones privadas, ya
que se basa en la presencia física y la interacción diaria con el sistema legal de
ese lugar.

o Residencia Habitual

La residencia es un contacto de índole personal que vincula a los sujetos con


un sistema legar determinado y cuya utilización se ha dado, preferentemente,
para regular las diferentes causas del denominado estatuto personal
(capacidad, estado, entre otros).

Apareció en escena en el siglo XX y paulatinamente fue tomando protagonismo


a la par de los tradicionales contactos personales; domicilio y nacionalidad,
para complementarlos de forma alternativa o subsidiaria y también para
desplazarlos.

Su concepción y crecimiento se fue dando esencialmente en el seno de la


conferencia de la haya desde donde, casualmente se omitió definiría con la
intención de brindar amplitud al ámbito de aplicación de los diferentes tratados
que la han receptado.

4. DEFINICIÓN: TIPOLOGÍA DE MIAJA DE LA MUELA

Esto se refiere a los diversos elementos que el Derecho Internacional Privado


reconoce para lograr su objetivo principal, que es establecer una conexión
entre una persona, cosa, situación o relación legal con un sistema legal
nacional específico que los regule. Estos elementos también son conocidos
como puntos de contacto o puntos de conexión.

Los factores de conexión se refieren a los elementos externos a una relación


jurídica que permiten la aplicación de diferentes leyes nacionales, lo que a su
vez genera un conflicto y lo convierte en un asunto de carácter internacional.
Esto implica que existen diversas leyes que pueden ser aplicables y que se
deben considerar para resolver el conflicto de manera adecuada.

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Podemos decir que el artículo 2046 del Código Civil fundamenta la conexión
entre los factores en nuestra legislación nacional, al señalar que los derechos
civiles son iguales para peruanos y extranjeros, excepto en aquellas
restricciones y limitaciones que se establezcan por motivos de nacionalidad
para los extranjeros y las personas jurídicas extranjeras.

La clasificación más aceptada es la del profesor español Miaja de la Muela ya


que proporciona un marco para determinar la ley aplicable en situaciones de
derecho comparado, teniendo en cuenta factores espaciales, personales y
materiales. Esta clasificación ha sido ampliamente aceptada y utilizada por los
tratadistas y juristas en el estudio y aplicación del derecho comparado.

Según (Francisco, 2021), sugiere que la nacionalidad y la ciudadanía son dos


conceptos distintos, pero relacionados. La nacionalidad se refiere a la
pertenencia a una determinada sociedad civil, mientras que la ciudadanía se
refiere a la pertenencia a la sociedad política (Balladares & Buenaño, 2022).

Según la interpretación de Marín López, el punto de conexión o elemento de


extranjería se utiliza para determinar qué ley extranjera se aplica en un caso
específico. Este elemento identifica la consecuencia legal y verifica la
existencia de un derecho extranjero aplicable utilizando criterios de
localización. Sin embargo, la relevancia de este punto de conexión solo se da si
cumple con ciertos requisitos previamente establecidos (Villa, 2020).

La ciudadanía se considera valiosa porque condiciona el disfrute y ejercicio de


los derechos políticos. Aunque a menudo una persona puede tener tanto la
nacionalidad como la ciudadanía de un mismo país, esto no significa que
siempre sea así.

La tipología de Miaja de la Muela es una clasificación de las normas del


Derecho internacional privado (DIP) en función de su contenido y de su función.
Esta tipología fue desarrollada por el jurista español Adolfo Miaja de la Muela
en su obra "Introducción al Derecho internacional privado", publicada en 1956.

Según Miaja de la Muela, las normas del DIP pueden clasificarse en tres
grandes grupos:

20
 Normas de conflicto: Son las normas que determinan qué ley se aplica a
un determinado supuesto de hecho. Por ejemplo, la norma que
establece que la ley personal de una persona es la ley del país de su
nacionalidad.

 Normas materiales: Son las normas que regulan directamente los


derechos y obligaciones de las personas. Por ejemplo, la norma que
establece que el matrimonio es un contrato entre dos personas.

 Normas materiales autolimitadas: Son normas materiales que contienen


una cláusula de remisión a una ley extranjera. Por ejemplo, la norma que
establece que la capacidad para contraer matrimonio se rige por la ley
personal de cada contrayente.

La tipología de Miaja de la Muela ha sido muy influyente en la teoría del DIP


española y latinoamericana. Sin embargo, también ha sido objeto de críticas,
principalmente por su carácter excesivamente formalista.

A continuación, se presenta una explicación más detallada de cada uno de los


grupos de normas mencionados anteriormente:

Normas de conflicto

Las normas de conflicto son las normas que determinan qué ley se aplica a un
determinado supuesto de hecho. Estas normas se encuentran en los códigos
civiles de los distintos países y, en algunos casos, también en tratados
internacionales.

Las normas de conflicto se caracterizan por ser normas de aplicación indirecta.


Esto significa que no regulan directamente los derechos y obligaciones de las
personas, sino que se limitan a determinar qué ley extranjera se debe aplicar.

Las normas de conflicto se pueden clasificar en función de diferentes criterios.


Uno de los criterios más utilizados es el criterio de la conexión. Según este
criterio, las normas de conflicto pueden clasificarse en:

21
 Normas de conexión personal: Estas normas se basan en la conexión
personal de la persona con un determinado Estado. Por ejemplo, la
norma que establece que la ley personal de una persona es la ley del
país de su nacionalidad.

 Normas de conexión territorial: Estas normas se basan en la conexión


territorial de un determinado hecho con un determinado Estado. Por
ejemplo, la norma que establece que la ley aplicable a un contrato es la
ley del lugar donde se celebró el contrato.

 Normas de conexión mixta: Estas normas se basan en una combinación


de conexiones personales y territoriales. Por ejemplo, la norma que
establece que la ley aplicable a la sucesión de una persona es la ley del
lugar donde la persona tenía su domicilio habitual al fallecer.

Normas materiales

Las normas materiales son las normas que regulan directamente los derechos
y obligaciones de las personas. Estas normas se encuentran en los códigos
civiles, en las leyes especiales y en los tratados internacionales.

Las normas materiales se caracterizan por ser normas de aplicación directa.


Esto significa que regulan directamente los derechos y obligaciones de las
personas, sin necesidad de acudir a una ley extranjera.

Las normas materiales se pueden clasificar en función de diferentes criterios.


Uno de los criterios más utilizados es el criterio de la materia regulada. Según
este criterio, las normas materiales pueden clasificarse en:

 Normas de derecho civil: Estas normas regulan las relaciones jurídicas


entre particulares, como el matrimonio, el divorcio, la herencia, etc.

22
 Normas de derecho mercantil: Estas normas regulan las relaciones
jurídicas entre empresarios, como los contratos mercantiles, las
sociedades mercantiles, etc.

 Normas de derecho penal: Estas normas regulan las conductas


delictivas y sus consecuencias.

 Normas de derecho administrativo: Estas normas regulan las relaciones


entre los particulares y la Administración Pública.

Normas materiales autolimitadas

Las normas materiales autolimitadas son normas materiales que contienen una
cláusula de remisión a una ley extranjera. Estas normas se caracterizan por ser
normas de aplicación mixta. Por un lado, son normas de aplicación directa, ya
que regulan directamente los derechos y obligaciones de las personas. Por otro
lado, son normas de conflicto, ya que remiten a una ley extranjera.

Las normas materiales autolimitadas se utilizan en una gran variedad de


supuestos. Por ejemplo, se utilizan para determinar la capacidad para contraer
matrimonio, la capacidad para testar, la capacidad para ser tutor, etc.

La tipología de Miaja de la Muela es una herramienta útil para comprender la


estructura del Derecho internacional privado. Sin embargo, es importante tener
en cuenta que esta tipología no es la única posible (Torres Osorio, 2021) .

5. LA NACIONALIDAD

La nacionalidad es un concepto central en el ámbito legal y político que


establece la afiliación de una persona a un Estado soberano, confiriéndole
derechos y deberes específicos. Este vínculo jurídico y social es esencial para
la identidad individual y colectiva, y es determinante en aspectos cruciales
como el acceso a servicios públicos, la participación política y el ejercicio de
derechos fundamentales.

Desde hace bastante tiempo, voces aisladas, procedentes las más de las
veces del campo de los juristas teóricos, clamaron por una reforma de la

23
legislación española en materia de nacionalidad. Ni eran perfectos los artículos
que el Código civil dedicaba a tan fundamental problema, ni podía resultar
satisfactoria la manera de rellenar las lagunas de sus preceptos por decretos y
órdenes ministeriales que, respondiendo casi siempre a la satisfacción de
necesidades ocasionales, prolonguen su vigencia cuando aquellas
necesidades habían dejado de estar presentes.

Dos veces en fecha reciente, en la Constitución de 1931 y en el Fuero de los


Españoles, aparecieron nuevas normas reguladoras del vínculo nacional. En
cuanto discrepaban de las anteriores, estas reglas no podían por menos de
constituir un elemento perturbador, mientras, se encuentran carentes del
necesario desarrollo en preceptos jurídicos de rango inferior.

Cuando hablamos de nacionalidad, ¿a qué nos referimos? Como ya he


advertido, es un tema complejo y que puede enfocarse desde distintos puntos
de vista. Podría definirse, como lo hace el profesor Puy, como «la peculiar
condición o carácter de los individuos o grupos sociales que componen una
nación, o el ente administrativo que los organiza autónomamente dentro de una
organización territorial más extensa.

Desde el punto de vista de un internacionalista, por el contrario, cabrían


definiciones como las del profesor Espinar Vicente, que afirma que «la noción
de nacionalidad posee contenido conceptual polivalente de distintas
proyecciones jurídicas». La primera de ellas hace relación a «una colectividad
de personas que se individualiza con base a un origen común, una misma
lengua y una tradición compartida». Ahora bien, observamos que esa
comunidad no tiene por qué coincidir exactamente con la del Estado.

Continúa diciendo este mismo autor, que también puede definirse este
concepto en su segunda dimensión como «el vehículo que liga a cada individuo
con un determinado Estado». Y, por último, una tercera imagen concibe la
nacionalidad como «una cualidad que convierta a quien la ostenta en
destinatario primario de sus normas de Derecho privado».

24
Hemos dicho que la nacionalidad es un derecho fundamental, y como tal
parece regulado en nuestra Constitución de 1978 en el título I, capítulo 1, que
lleva por común denominación de los españoles y los extranjeros. En efecto, el
artículo 11 del citado texto legal, en su párrafo 1° dice que «la nacionalidad
española se adquiere, se conserva y se pierde de acuerdo con lo establecido
en la ley».

Ante tal redacción cabe preguntarse, lo establecido, ¿por qué ley? En los
trabajos previos de elaboración de la Constitución, distintos juristas apuntaron
la conveniencia de especificar que esta ley hacía referencia a la Ley civil.

Sin embargo, después de discutido ese extremo, se acordó la supresión de ese


calificativo. Esa decisión en tanto en cuanto si bien es cierto que muchos de los
temas relativos a la nacionalidad están regulados por el Código civil, también lo
es que en cuestiones de pérdida de nacionalidad se acude al Código penal y
en otros supuestos habría que atenerse a las leyes administrativas, mercantiles
o militares. Eso por no mencionar distintos tratados internacionales y leyes de
extranjería, lo cual aumenta significativamente el campo normativo de
referencia.

El Código civil, en relación con este tema, dice que se perderá la nacionalidad
española por residencia continuada fuera de España durante un cierto tiempo,
por sentencia firme, cuando se entre voluntariamente al servicio de las armas
para una potencia extranjera o cuando se ejerza un cargo público en un Estado
extranjero contra la prohibición expresa del Gobierno. Estos supuestos son
claros y hay que ponerlos en relación con el artículo 11-2 ° de la Constitución,
que dice que «ningún español de origen podrá ser privado de su nacionalidad».

Por tanto, hemos de suponer, para evitar contradicciones, que los casos a los
que se refiere el Código civil no hacen relación a los españoles de origen. De
todos modos, es indudable que la regulación no es del todo clara, ya que se
han pasado por alto el problema de la renuncia voluntaria del derecho a la
nacionalidad.

La nacionalidad es un derecho subjetivo del individuo, y como tal puede ser


objeto de renuncia siempre que no esté en abierta contradicción con el interés

25
general o con intereses particulares ajenos (en algunos casos). Así, teniendo
en cuenta esta nueva aportación, parece que el Código civil merecería una
regulación un poco más cuidada. Hay que tener en cuenta que podrían
producirse, en la práctica, problemas de difícil solución

La adquisición de la nacionalidad puede ocurrir de varias maneras, siendo el


nacimiento en un territorio específico (ius soli) o la descendencia de
ciudadanos (ius sanguinis) los principios más comunes. Las leyes de
nacionalidad varían significativamente entre los Estados, reflejando su
diversidad cultural, histórica y política. Este matiz en la regulación crea
situaciones complejas, como la doble nacionalidad, que plantea desafíos
legales y diplomáticos en algunos casos.

El concepto de nacionalidad también tiene implicaciones éticas y filosóficas, ya


que influye en la percepción de la identidad y la pertenencia. En muchos casos,
la nacionalidad es un criterio fundamental para la determinación de derechos y
privilegios, y puede dar lugar a situaciones de discriminación o exclusión. El
derecho internacional aborda estas cuestiones, estableciendo normas y
principios para garantizar la igualdad y la no discriminación en relación con la
nacionalidad.

La pérdida de la nacionalidad y la adquisición de una nueva nacionalidad son


aspectos dinámicos que reflejan las transformaciones sociales y políticas.
Además, la migración y la globalización han generado debates sobre la
necesidad de reformas en las leyes de nacionalidad para abordar las
realidades cambiantes de la ciudadanía y la movilidad humana (Morales, 2016) .

Principios de la nacionalidad:

 Ius Soli: Este principio establece que la nacionalidad se adquiere por el


lugar de nacimiento. Es decir, si una persona nace en el territorio de un
país, automáticamente se convierte en ciudadano de ese país,
independientemente de la nacionalidad de sus padres.
 Ius Sanguinis: Este principio sostiene que la nacionalidad se hereda a
través de la ascendencia. Los individuos obtienen la ciudadanía del país
de origen de sus padres, independientemente de su lugar de nacimiento.

26
Naturalización

La naturalización implica la adquisición de la nacionalidad de un país por parte


de individuos extranjeros, este proceso suele requerir el cumplimiento de
ciertos requisitos, como residencia continua, buena conducta y otros criterios
establecidos por la legislación nacional.

La naturalización es un proceso mediante el cual individuos extranjeros


adquieren la nacionalidad de un país distinto al de su origen. Este fenómeno
tiene profundas implicaciones legales, sociales y culturales que afectan tanto a
los individuos como a las naciones involucradas.

Desde una perspectiva legal, la naturalización implica la aceptación formal de


un individuo como ciudadano pleno de un país, otorgándole derechos y
responsabilidades equiparables a los de aquellos que han nacido en ese
territorio. Este proceso suele requerir el cumplimiento de ciertos requisitos,
como la residencia continua, la demostración de buena conducta y, en algunos
casos, la renuncia a la nacionalidad de origen.

Desde el punto de vista social, la naturalización puede ser vista como un


enriquecimiento de la diversidad cultural de un país. Los nuevos ciudadanos
aportan sus experiencias, tradiciones y perspectivas, contribuyendo a la
creación de una sociedad más inclusiva y heterogénea. Sin embargo, también
puede generar tensiones y desafíos, especialmente en contextos donde la
inmigración es un tema controvertido.

Culturalmente, la naturalización plantea interrogantes sobre la identidad


nacional y la integración de los recién llegados. ¿Cómo se mezclan las diversas
identidades en el tejido cultural existente? ¿Cómo afecta esto la cohesión
social? Estas preguntas resaltan la importancia de políticas y prácticas que
fomenten la inclusión y el respeto mutuo.

La naturalización es un proceso complejo que va más allá de la mera obtención


de un pasaporte. Implica la convergencia de aspectos legales, sociales y
culturales, y su impacto varía según el contexto nacional y las actitudes hacia la
inmigración. A medida que las sociedades enfrentan desafíos relacionados con

27
la diversidad, la naturalización emerge como un tema crucial que requiere un
enfoque reflexivo y equilibrado.

6. ADQUISICIÓN

La adquisición en el derecho es un concepto fundamental que aborda la


obtención de derechos, propiedades o estatus jurídicos por parte de individuos
o entidades. Este proceso es clave en diversas ramas del derecho, desde el
derecho civil hasta el comercial o el internacional, y abarca una amplia gama
de situaciones que van desde la adquisición de bienes hasta la obtención de la
ciudadanía.

En el ámbito del derecho civil, la adquisición de derechos de propiedad es un


tema central. La transferencia de bienes, ya sea por compra, herencia o
donación, implica la adquisición de derechos sobre esos bienes por parte del
receptor. Los contratos y las transacciones legales son instrumentos comunes
en este contexto, y la validez y legalidad de dichos acuerdos son esenciales
para determinar la legítima adquisición de derechos de propiedad
(Ortega Giménez, 2023)
.

En el ámbito comercial, la adquisición puede referirse a la compra de empresas


o activos. Las fusiones y adquisiciones son procesos complejos que implican la
transferencia de control y propiedad, y están sujetos a estrictas regulaciones
legales y financieras. La adquisición de empresas puede tener implicaciones
significativas en términos de competencia, empleo y derechos de los
accionistas.

En el contexto del derecho internacional, la adquisición de la ciudadanía es un


tema relevante. Los criterios y procesos para obtener la ciudadanía varían
entre los países, y la adquisición de la nacionalidad puede tener implicaciones
importantes en términos de derechos civiles y políticos
(Figuera Vargas & Robles Arias, 2019)
.

La adquisición de la nacionalidad es un proceso legal mediante el cual un


individuo se convierte en ciudadano de un país específico. Este fenómeno es
de gran relevancia, ya que establece el vínculo jurídico entre el individuo y el

28
Estado, otorgándole derechos y responsabilidades fundamentales. Las
modalidades de adquisición varían entre los Estados y pueden basarse en
principios como el Ius Soli (derecho del suelo), Ius Sanguinis (derecho de
sangre) o procesos de naturalización.

El ius Soli implica que la nacionalidad se adquiere por el simple hecho de nacer
en el territorio de un país, independientemente de la nacionalidad de los
padres. Por otro lado, el ius Sanguinis se refiere a la adquisición de la
nacionalidad a través de la ascendencia, donde los hijos obtienen la ciudadanía
de sus padres. La naturalización, por último, permite a individuos extranjeros
obtener la nacionalidad después de cumplir con ciertos requisitos, como
residencia continua y demostración de buena conducta.

La adquisición de la nacionalidad puede tener implicaciones significativas en la


vida de las personas, afectando aspectos como el acceso a servicios públicos,
derechos políticos y la posibilidad de residir en el país de manera permanente.
Además, puede influir en cuestiones de identidad y pertenencia cultural.

Es fundamental que los procesos de adquisición de la nacionalidad sean


transparentes, justos y accesibles. La legislación al respecto debe ser clara y
equitativa, evitando discriminaciones injustificadas. La globalización y la
movilidad humana han generado discusiones sobre la necesidad de adaptar

estas leyes para reflejar la diversidad y complejidad de la sociedad


contemporánea.

La adquisición de la nacionalidad es un componente esencial de la relación


entre el individuo y el Estado, y su análisis requiere considerar la diversidad de
enfoques legales y sociales en diferentes partes del mundo. Un enfoque
equilibrado y justo en este proceso contribuye a la construcción de sociedades
inclusivas y respetuosas de los derechos individuales.

La adquisición de la nacionalidad española

Los convenios con los países hispanoamericanos establecen que la obtención


de la segunda nacionalidad debe seguir las leyes y regulaciones del país donde
se encuentre el domicilio de la persona interesada. Esto significa que, para
29
adquirir la nacionalidad de un país hispanoamericano, se deben cumplir con los
requisitos y procedimientos establecidos por ese país.

La adquisición de la segunda nacionalidad puede requerir cumplir con ciertos


requisitos, como la residencia continua en el país, la demostración de un
vínculo familiar o matrimonial con un ciudadano del país, la inversión en el país,
entre otros. Además, muchos países tienen requisitos adicionales para adquirir
la ciudadanía, como la residencia legal durante un período determinado, tener
buenos antecedentes penales, demostrar conocimientos básicos del idioma o
aprobar una prueba de ciudadanía. Algunos países permiten la doble
nacionalidad, mientras que otros requieren renunciar a cualquier otra
ciudadanía antes de otorgar la suya.

Por lo tanto, es importante investigar y comprender las leyes y regulaciones


específicas del país en el que se busca adquirir la ciudadanía. Esto puede
incluir consultar las páginas web de las autoridades migratorias y consulares,
buscar asesoramiento legal especializado o ponerse en contacto directamente
con las embajadas o consulados del país en cuestión.

Los convenios entre países hispanoamericanos buscan facilitar el proceso de


adquisición de la nacionalidad para los ciudadanos que tienen vínculos o
conexiones con otros países de habla hispana. Estos acuerdos permiten a las
personas obtener la doble nacionalidad y disfrutar de los derechos y beneficios
que ello conlleva, como el derecho a residir, trabajar y estudiar en ambos
países.

Es importante tener en cuenta que cada país tiene sus propias leyes y
procedimientos, por lo que es necesario investigar y cumplir con los requisitos
específicos establecidos por el país donde se desee obtener la segunda
nacionalidad. Por tanto, tratándose de extranjeros de países contratantes que
se encuentren en España habrán de adaptarse a las prescripciones del Código
civil, el cual determina para éstos un régimen de residencia excepcional, que
constituye un derecho siempre que se esté domiciliado durante un plazo
señalado por el texto legal, pues como dice el artículo 22 del Código civil:

30
Art. 22, par. 2: Este artículo establece que aquellos que sean nacionales de los
países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal, o
sean sefardíes y acrediten su condición, podrán obtener la residencia en
España por un tiempo de 2 años. Este tiempo de residencia es suficiente para
poder solicitar la nacionalidad española. Sin embargo, el párrafo final del
artículo aclara que la concesión o denegación de la nacionalidad sigue estando
sujeta a la vía judicial civil, es decir, que una persona puede recurrir a los
tribunales si considera que su solicitud de nacionalidad ha sido injustamente
denegada.

Para solicitar la nacionalización en España, es necesario cumplir con varios


requisitos. Uno de ellos es haber residido legalmente en el país durante al
menos dos años, de forma continua e inmediatamente antes de solicitar la
nacionalización. Además, el peticionario debe poseer buena conducta cívica y
carecer de antecedentes penales tanto en España como en su país de origen.
También se requiere demostrar un conocimiento básico de la lengua española,
así como de la cultura y sociedad españolas. Los requisitos subjetivos incluyen
que el solicitante sea mayor de dieciocho años o se encuentre emancipado.

En cuanto a los requisitos formales, el solicitante debe cumplimentar


adecuadamente todos los formularios y documentos necesarios para la
solicitud de nacionalización. Además, debe pagar las tasas correspondientes y
presentar toda la documentación requerida, que puede incluir certificados de
nacimiento, matrimonio, empadronamiento, entre otros.

Es importante destacar que estos requisitos pueden variar dependiendo de la


legislación vigente en cada momento, por lo que es fundamental estar
informado de los requisitos actualizados al momento de realizar la solicitud de
nacionalización.

Según el artículo 66 de la Ley del Registro Civil, se establecen los requisitos


formales a cumplir para la inscripción en el Registro Civil en relación a la
condición jurídica de ser español, nacional de país iberoamericano o de
Filipinas, de acuerdo a los convenios existentes para los ciudadanos de estos
países.

31
En este sentido, se deben inscribir las declaraciones y otros hechos que
afecten a la condición jurídica de ser español o ciudadano de país
iberoamericano o de Filipinas, en caso de que los correspondientes convenios
otorguen estos derechos a los nacionales de estos países o a los españoles.

Para llevar a cabo dicha inscripción, es necesario cumplir con los requisitos
establecidos por el Registro Civil, como, por ejemplo, presentar la
documentación requerida, realizar los trámites pertinentes y cumplir con los
plazos establecidos.

Estos informes, junto con el expediente completo de la solicitud, serán


remitidos al Ministro de Justicia, quien resolverá sobre la concesión o
denegación de la nacionalidad española por residencia.

En este sentido, es importante destacar que la concesión de la nacionalidad


por residencia es un acto discrecional por parte de la Administración, quien
valorará diversos aspectos como la integración del solicitante en la sociedad
española, su conducta cívica, su arraigo familiar o laboral, entre otros.

Una vez concedida la nacionalidad, se realizará la inscripción en el Registro


Civil correspondiente y se expedirá el correspondiente certificado de
nacionalidad española (art. 220).

Cabe mencionar que el proceso de solicitud de la nacionalidad española por


residencia puede variar en función de la situación de cada solicitante,
existiendo distintas vías de acceso en función de diversos supuestos, como la
residencia habitual, la nacionalidad de origen, entre otros.

En este sentido, el tratado establece un régimen especial para los ciudadanos


de Guatemala y España, permitiéndoles adquirir la nacionalidad del otro país
de manera automática si cumplen con los requisitos mencionados.

Es importante destacar que esta disposición solo aplica a los ciudadanos


españoles y guatemaltecos, y no a ciudadanos de otros países. Para aquellos
que no cumplan con estos requisitos, deberán seguir las disposiciones
generales establecidas por el régimen convencional para solicitar la
nacionalidad española.
32
Sin embargo, para el resto de los ciudadanos extranjeros, la adquisición de la
nacionalidad española sigue sujeta a las disposiciones generales, que incluyen
requisitos como la residencia legal y continuada en el país por un determinado
tiempo, la renuncia a la nacionalidad de origen (en algunos casos), la
superación de pruebas de conocimiento del idioma y cultura española, entre
otros.

Además, se prevé la recuperación de la nacionalidad de origen desde el


momento en que regresen a su país y establezcan domicilio (art. 4). Así este
convenio, en opinión del profesor L.I. Sánchez Rodríguez, constituye un
ejemplo excelente de lo que puede ser el futuro de un sistema sencillo, eficaz y
directo de lograr la doble nacionalidad, puesto que en el mismo no se exige a
los interesados la renuncia a su nacionalidad originaria.

A esta reglamentación añadía la resolución de la Dirección general de los


registros y del notariado de 5 de abril de 1965 que la declaración necesaria
para constituir domicilio en España y adquirir la nacionalidad se promoverá
ante el encargado del Registro civil del pueblo de residencia y en consecuencia
es inútil la tramitación de expediente especial de adquisición de la procedencia
por residencia de los ciudadanos guatemaltecos por origen, exigiendo trámites
no establecidos.

Los efectos de la adquisición de la nacionalidad española comienzan desde la


inscripción en el Registro civil conforme a la obligación impuesta por el artículo
66 citado de su ley. La anotación de doble nacionalidad deberá hacerse constar
al margen de la inscripción de nacimiento de la persona, según aclara la
resolución de 21 de octubre de 1963:

"1° Que, en efecto, en el Registro civil español deben inscribirse las


declaraciones y demás hechos que afecten a la condición de nacional de país
iberoamericano de la cual gozan los españoles conforme a convenios
especiales (art. 66 de la ley de Registro civil); 7° Que tales hechos, como todos
los relativos a la nacionalidad, se inscribirán al margen de la correspondiente
inscripción de nacimiento (art. 46 de la ley) que habrá de constar en el Registro
del lugar en que el nacimiento aconteció".

33
De acuerdo con el Código civil español, los ciudadanos de los países
iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial y los sefardíes tienen la
posibilidad de obtener la nacionalidad española de manera más sencilla que los
ciudadanos de otros países.

Además, aquellos que ya poseen la nacionalidad española no la perderán si


deciden adquirir la nacionalidad de alguno de los Estados mencionados
anteriormente. En otras palabras, no se les exige renunciar a su nacionalidad
española al obtener la de otro de estos Estados.

El objetivo principal de este régimen es fomentar la integración y la relación


entre España y los países mencionados, así como preservar los lazos
culturales e históricos que existen entre ellos.

Es importante destacar que el Código civil establece ciertos requisitos y


procedimientos que deben cumplirse para obtener o retener la nacionalidad
española en estas circunstancias. Cada caso puede variar, por lo que es
recomendable buscar asesoramiento legal específico si se está interesado en
adquirir o conservar la nacionalidad española en este contexto.

Esto ha encontrado apoyo no sólo en el sistema convencional sino en la propia


Constitución de 1978, cuando en la norma transcrita permite estipular
convenios de doble nacionalidad con aquellos países o con los que haya
habido o haya una particular vinculación con España.

El artículo 11 de la Constitución española, que permite la naturalización de


españoles en otros países sin perder su nacionalidad de origen. Se destaca
que esta disposición ha sido incorporada también en el artículo 23, párrafo 4
del Código Civil, aunque con algunas diferencias respecto al texto
constitucional. Se resalta que la novedad de este sistema radica no solo en
permitir la adquisición privilegiada de la nacionalidad española, sino también en
asegurar que los españoles no pierdan su nacionalidad al ser naturalizados en
los países mencionados.

En ese sentido, la nacionalidad no efectiva no proporciona ninguna protección,


ya sea en términos legales o diplomáticos. Aquellos que poseen una

34
nacionalidad no efectiva no tienen derechos ni obligaciones en relación con su
Estado de origen, lo que implica que carecen de los beneficios y
responsabilidades que conlleva la ciudadanía.

Además, el vínculo con el Estado de origen se encuentra debilitado, ya que no


hay una conexión real o tangible entre el individuo y su país de origen. Por lo
tanto, aquellos con una nacionalidad no efectiva no pueden contar con la
protección diplomática de su Estado, ni están sujetos a las leyes y regulaciones
que emanan de su país de origen.

En contraste, los nacionales que residen permanentemente en el extranjero y


que están protegidos por los convenios internacionales disfrutan de los
derechos y beneficios otorgados por su Estado, así como de la protección
diplomática en caso de necesitarla. Estas personas están sujetas a las leyes y
regulaciones de su propio Estado, lo que implica que su vínculo con su país de
origen es mucho más fuerte que aquellos con una nacionalidad no efectiva.

Al margen de los convenios bilaterales, la pérdida de la nacionalidad española


se produce por los motivos enumerados en los artículos 23,24 y 25 del Código
civil.

El supuesto que ahora interesa recordar es únicamente el que se debe a la


pérdida por adquisición voluntaria de otra. La solución contenida en el convenio
europeo sobre reducción de los casos de pluralidad de nacionalidades y sobre
las obligaciones militares en caso de pluralidad de nacionalidades de 6 de
mayo de 1963 1 4 (arts. 1 y 2) y en el protocolo de 24 de noviembre de 1977,
que modifica el convenio y en otro de la misma fecha adicional al mismo1 5 es
que la adquisición voluntaria de la nacionalidad de un Estado contratante
originará la pérdida de la nacionalidad anterior.

Hasta la reforma del Código Civil español de 1954, la Dirección General de los
Registros y del Notariado (DGRN) había admitido la posibilidad de que una
persona que poseía la nacionalidad española y otra de acuerdo con las leyes
de otro país pudiera renunciar a la primera. Esta cuestión se refería a la
pérdida de la nacionalidad española por renuncia expresa. Esta posibilidad está
hoy reconocida en el artículo 23 del Código civil:

35
"Cuando se trate de españoles que ostentan desde su menor edad,
además una nacionalidad extranjera, sólo perderán la nacionalidad española
si, una vez emancipados, renunciaren expresamente a ella en cualquier
momento" (par. 3°).

En resumen, la adquisición en el derecho aborda el proceso mediante el cual


los individuos o entidades obtienen derechos, propiedades o estatus jurídicos.
Este concepto es central en diversas áreas legales y subraya la importancia de
la claridad y legalidad en las transacciones y procesos que involucran la
obtención de derechos y recursos. La adquisición, por lo tanto, representa un
aspecto esencial para entender la dinámica de las relaciones jurídicas y
contractuales en sociedades y sistemas legales
(De Derechos Humanos, 2019)
.

7. RENUNCIA

La renuncia a la nacionalidad es un acto jurídico por el cual un individuo decide


voluntariamente dejar de ser ciudadano de un país específico. Este proceso,
que puede variar en sus requisitos y procedimientos según las leyes de cada
nación, tiene implicaciones significativas tanto a nivel personal como legal.

A nivel personal, renunciar a la nacionalidad puede implicar un cambio en la


identidad y sentido de pertenencia del individuo, así como en su relación con la
cultura y la sociedad de su país de origen. Además, puede tener implicaciones
familiares y afectar las relaciones con parientes que aún sean ciudadanos de
ese país.

A nivel legal, la renuncia a la nacionalidad puede tener consecuencias en


diversos aspectos, tales como el derecho al voto, el acceso a servicios y
beneficios sociales, el permiso de residencia en el país, entre otros. También
puede tener implicaciones en términos de impuestos y obligaciones
monetarias, al perderse las responsabilidades y beneficios fiscales asociados a
la ciudadanía.

36
El proceso de renuncia a la nacionalidad generalmente implica presentar una
solicitud ante las autoridades competentes, que evaluarán si se cumplen los
requisitos legales para llevar a cabo dicho acto. Estos requisitos pueden incluir
haber adquirido la ciudadanía de otro país, demostrar una residencia estable
en este último, contar con medios económicos suficientes, entre otros.

En algunos casos, la renuncia a la nacionalidad puede ser irreversible, es decir,


una vez que se renuncia, no es posible recuperarla. Sin embargo, en otros
países, existe la posibilidad de solicitar la recuperación de la ciudadanía
perdida en ciertas circunstancias.

Es importante destacar que la renuncia a la nacionalidad es un acto individual y


voluntario, que debe ser considerado cuidadosamente, ya que puede tener
consecuencias importantes en la vida del individuo. Es recomendable
asesorarse adecuadamente y conocer las implicaciones legales y prácticas
antes de tomar una decisión de esta naturaleza.

En muchos casos, la renuncia a la nacionalidad es el resultado de


circunstancias específicas, como la adquisición de la nacionalidad de otro país
o la búsqueda de beneficios legales asociados con la ciudadanía de una
jurisdicción diferente. Algunos individuos eligen renunciar a su ciudadanía
original para cumplir con requisitos legales o para facilitar procesos migratorios,
como la obtención de visas o residencia en otro país.

Podemos afirmar, que la persona que realice la renuncia a su nacionalidad es


porque busca obtener una nueva nacionalidad la cual satisfaga sus intereses
propios, el cual debe cumplir con ciertas formalidades para su realización con
las autoridades pertinentes.

La renuncia es un acto en el que una persona toma la decisión de retirar un


derecho, facultad, pretensión o reclamación sobre su patrimonio. Sicault
menciona que existen dos formas de este acto unilateral: los positivos, que
implican obligaciones de realizar alguna acción, y los negativos, que implican
obligaciones de no realizar alguna acción. está argumentando que los actos
unilaterales son una forma de crear una obligación, mientras que la renuncia es
una forma de extinguirlas. En otras palabras, cuando alguien realiza un acto

37
unilateral, como hacer una promesa o comprometerse a hacer algo, se está
creando una obligación para cumplir con esa promesa. Por otro lado, cuando
alguien renuncia a una obligación, está poniendo fin a esa obligación y
liberándose de ella.

El acto de renunciar unilateralmente a una obligación no tiene validez legal.


Esto se debe a que una obligación es un deber que se debe cumplir y no puede
ser simplemente renunciada. Solo se pueden renunciar derechos que no son
indispensables para cumplir con una obligación.

Por ejemplo, imaginemos que tienes una obligación legal de pagar una deuda.
No puedes renunciar unilateralmente a esa obligación, ya que estás legalmente
obligado a cumplirla. Sin embargo, podrías renunciar a ciertos derechos sobre
el pago de esa deuda, como renunciar a una reducción de intereses o a algún
tipo de beneficio adicional. Estos derechos son opcionales y no son esenciales
para cumplir con la obligación de pagar la deuda.

La conceptualización de la renuncia como un acto unilateral y a la relación


entre la renuncia y la promesa en el ámbito legal. Según algunos autores, como
Del Castillo y Gattini, la renuncia puede entenderse como un acto unilateral que
implica la promesa de no ejercer un derecho existente o la limitación de su
alcance.

Del Castillo sostiene que la renuncia puede considerarse una forma específica
de promesa, donde el sujeto renunciante se compromete a abandonar un
derecho o limitar su ejercicio. En este sentido, la renuncia se subsume dentro
del concepto más amplio de promesa, siendo una modalidad particular de la
misma.

Gattini también contribuye a la comprensión de la renuncia al hacer una


distinción importante. Señala que es necesario diferenciar entre la pérdida de
un derecho como consecuencia de la renuncia y la renuncia al derecho de
hacer valer ese derecho. En otras palabras, la renuncia puede implicar la
renuncia al ejercicio futuro de un derecho o incluso la renuncia a la existencia
misma de ese derecho.

38
Estas conceptualizaciones resaltan la naturaleza unilateral de la renuncia y
cómo se puede entender en el contexto más amplio de las promesas y
compromisos legales. Cabe destacar que estas interpretaciones pueden variar
según la jurisdicción y la evolución de la legislación y la jurisprudencia.

Lo que planteas destaca la distinción crucial entre la renuncia y la promesa en


términos legales, según la perspectiva de Gattini. En su opinión, afirmar que la
renuncia es simplemente una promesa de no hacer valer un derecho sería
incorrecto, ya que la renuncia, en sí misma, implica la extinción de un derecho,
mientras que la promesa genera una obligación hacia otro.

La idea fundamental es que la renuncia conlleva la pérdida o extinción del


derecho en cuestión, mientras que la promesa implica una obligación futura.
Esto subraya la naturaleza específica de la renuncia como un acto que afecta
directamente al estatus legal de un derecho.

Además, tu observación sobre la necesidad de que la renuncia y la promesa


sean expresadas de manera clara y no presumidas es relevante. Dado que
estas acciones implican la limitación de la libertad y soberanía de los Estados,
se requiere que las partes involucradas comuniquen de manera explícita su
voluntad de renunciar a un derecho o comprometerse a realizar o abstenerse
de ciertas acciones.

En el contexto internacional y en las relaciones entre Estados, la claridad y la


expresión expresa de la voluntad son esenciales para evitar malentendidos y
garantizar el respeto mutuo de las obligaciones y derechos. Estas
consideraciones son fundamentales en el ámbito del derecho internacional y
las relaciones entre Estados soberanos.

La renuncia a la nacionalidad a menudo implica una cuidadosa consideración


de las consecuencias legales y prácticas. Por ejemplo, en algunos casos, la
renuncia puede llevar a la pérdida de derechos y beneficios asociados con la
ciudadanía, como el derecho al voto o la asistencia consular en el extranjero.
También puede afectar la herencia y las obligaciones fiscales.

39
Las leyes internacionales y los tratados bilaterales pueden influir en el proceso
de renuncia a la nacionalidad. Algunos países pueden imponer restricciones o
condiciones específicas para la renuncia, y la comunidad internacional
reconoce el principio de evitar la apátrida (estado de no tener nacionalidad)
como una preocupación humanitaria.

La renuncia a la nacionalidad, por lo tanto, es un tema complejo que involucra


aspectos legales, personales e internacionales. La decisión de renunciar a la
ciudadanía es única para cada individuo y se ve influenciada por una variedad
de factores, desde consideraciones prácticas hasta motivaciones personales.

La regulación adecuada de este proceso es esencial para garantizar que se


respeten los derechos y las garantías de los individuos, y para abordar las
complejidades que puedan surgir en el ámbito de las relaciones internacionales
y los derechos humanos (Sánchez Raza & Rhea Almeida, 2020) .

La renuncia de la nacionalidad de origen puede ser exigida de diferentes


maneras y está sujeta a la legislación y políticas específicas de cada Estado.
Algunos países requieren que la renuncia se lleve a cabo ante la autoridad del
propio país del cual proviene el migrante, mientras que otros permiten que este
acto se realice ante la autoridad del país de adopción.

En el ejemplo que proporcionas sobre Alemania, es cierto que este país, en


algunos casos, exige que la renuncia a la nacionalidad de origen se realice
ante la autoridad alemana. Alemania, al igual que algunos otros países, busca
asegurarse de que la renuncia se realice de manera formal y documentada
según sus leyes y procedimientos internos.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que las políticas sobre la renuncia
de la nacionalidad pueden variar considerablemente entre los Estados. Algunos
países permiten la doble nacionalidad, lo que significa que un individuo puede
poseer simultáneamente la nacionalidad de más de un país sin la obligación de
renunciar a ninguna. Otros países, como Alemania en algunos casos, pueden
exigir la renuncia de la nacionalidad de origen como requisito para adquirir la
nacionalidad alemana.

40
Antes de tomar decisiones relacionadas con la renuncia de la nacionalidad, es
fundamental consultar las leyes y regulaciones específicas de cada país
involucrado y, en caso de duda, buscar asesoramiento legal especializado.

En muchas jurisdicciones, si una persona desea adquirir voluntariamente la


nacionalidad de un país, la autoridad competente de ese país puede exigir que
el individuo demuestre de manera efectiva que ha renunciado a su nacionalidad
de origen. Esto forma parte del proceso de naturalización y cumple el propósito
de que la adquisición de una nueva nacionalidad sea un acto voluntario y
consciente, sujeto a las leyes y regulaciones de ese país en particular.

En el caso específico de Alemania, como mencionas, no se obliga a las


personas a adquirir la nacionalidad alemana, pero si alguien elige hacerlo, debe
seguir los procedimientos y requisitos establecidos por las leyes alemanas.
Esto puede incluir la renuncia a la nacionalidad de origen como uno de los
pasos necesarios para completar el proceso de naturalización.

Se trata, puesto de una exigencia soberana del Estado alemán, independiente


completamente de la legislación del país del solicitante. Efectivamente, la forma
en que los países abordan la renuncia de la nacionalidad y la adquisición de
una nueva nacionalidad varía en función de las leyes y políticas específicas de
cada Estado. Además, como mencionas, algunas decisiones pueden basarse
en consideraciones humanitarias más que en un supuesto respeto a la
legislación del país de origen del migrante.

En el caso de Estados Unidos, como señalas, la legislación exige que los


solicitantes declaren, bajo juramento, su renuncia completa y absoluta a toda
lealtad y fidelidad a su antigua nacionalidad. Esto refleja la política
estadounidense de la renuncia de otras lealtades para obtener la ciudadanía
estadounidense.

La idea fundamental que abarca sobre el cambio de nacionalidad como un


proceso que implica dos actos sucesivos: el abandono de una nacionalidad y la
adquisición de una nueva, es clave para entender la lógica detrás de los
requisitos de renuncia en algunos países. Este enfoque busca asegurar que el

41
individuo ha tomado una decisión consciente y voluntaria de cambiar su lealtad
nacional.

La posibilidad de renunciar a la propia nacionalidad es un requisito fundamental


para poder cambiar de nacionalidad y poder ejercer el derecho humano de
hacerlo. Y este es, precisamente, el derecho que el artículo 53 de la
Constitución peruana les garantiza a sus ciudadanos. La importancia del
derecho a la nacionalidad y del derecho a cambiar de nacionalidad como
componentes fundamentales de los derechos humanos. Es cierto que la
regulación de la adquisición y pérdida de la nacionalidad es una prerrogativa
soberana de cada Estado, pero esta prerrogativa debe ser ejercida en
consonancia con el derecho internacional y los derechos fundamentales de las
personas.

La Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto de San José son


instrumentos internacionales que reconocen el derecho a la nacionalidad como
un derecho humano. La cuestión de los apátridas, es decir, personas que no
son consideradas nacionales por ningún Estado, pone de relieve la importancia
de garantizar este derecho para una vida plena en sociedad.

El derecho a cambiar de nacionalidad también es reconocido como un derecho


humano, reflejando el impulso primigenio a migrar en busca de mejores
condiciones de vida. La posibilidad de renunciar a la nacionalidad es un
requisito esencial para ejercer este derecho. Sin embargo, como señalas
correctamente, este derecho no equivale a un supuesto derecho a tener
múltiples nacionalidades, y esta distinción es fundamental en el ámbito del
derecho internacional.

Es crucial garantizar que el ejercicio del derecho a renunciar a la nacionalidad


no exponga al individuo al riesgo de convertirse en apátrida. Este equilibrio es
esencial para proteger los derechos y la seguridad jurídica de las personas que
toman decisiones respecto a su nacionalidad.

La renuncia a la nacionalidad a menudo implica una cuidadosa consideración


de las consecuencias legales y prácticas. Por ejemplo, en algunos casos, la
renuncia puede llevar a la pérdida de derechos y beneficios asociados con la

42
ciudadanía, como el derecho al voto o la asistencia consular en el extranjero.
También puede afectar la herencia y las obligaciones fiscales.

Las leyes internacionales y los tratados bilaterales pueden influir en el proceso


de renuncia a la nacionalidad. Algunos países pueden imponer restricciones o
condiciones específicas para la renuncia, y la comunidad internacional
reconoce el principio de evitar la apatridia (estado de no tener nacionalidad)
como una preocupación humanitaria.

La renuncia a la nacionalidad, por lo tanto, es un tema complejo que involucra


aspectos legales, personales e internacionales. La decisión de renunciar a la
ciudadanía es única para cada individuo y se ve influenciada por una variedad
de factores, desde consideraciones prácticas hasta motivaciones personales.
La regulación adecuada de este proceso es esencial para garantizar que se
respeten los derechos y las garantías de los individuos, y para abordar las
complejidades que puedan surgir en el ámbito de las relaciones internacionales
y los derechos humanos (Sánchez Raza & Rhea Almeida, 2020) .

8. DOBLE NACIONALIDAD

La disposición sobre la doble nacionalidad en la Constitución española de


1931. La inclusión de disposiciones sobre la doble nacionalidad es un aspecto
importante en las constituciones y leyes de muchos países y puede variar
significativamente a lo largo del tiempo y en función de las relaciones
bilaterales con otros estados.

La disposición destaca la posibilidad de otorgar la ciudadanía a los naturales de


Portugal y países hispánicos de América, incluido Brasil, a base de
reciprocidad. Además, en estos casos, no se pierde ni se modifica la
ciudadanía de origen. También menciona la posibilidad de que los españoles
puedan naturalizarse en esos países sin perder su nacionalidad de origen,
siempre que las leyes locales lo permitan.

La disposición refleja una política de reciprocidad y reconocimiento de la doble


nacionalidad en ciertos casos específicos. Cabe señalar que las disposiciones
sobre la doble nacionalidad pueden cambiar con el tiempo debido a factores

43
políticos, sociales y legales, y las constituciones pueden ser modificadas para
adaptarse a las circunstancias cambiantes y a las relaciones internacionales.

Es interesante ver cómo las disposiciones sobre la doble nacionalidad han


evolucionado a lo largo de la historia en diferentes jurisdicciones y cómo han
respondido a las cambiantes dinámicas globales y regionales. En estos mismos
países, si sus leyes no lo prohíben, podrán naturalizarse los españoles sin
perder su nacionalidad de origen".

Este sistema de reciprocidad diplomática se basaba en la idea de que los


Estados hispanoamericanos otorgarían el mismo trato diplomático y de
protección a los Estados ibéricos que estos otorgaban a los
hispanoamericanos. Pero el Congreso no adoptó ningún acuerdo sobre la
ponencia, aunque influyó mucho en la exposición de motivos de la ley de 15 de
julio de 1954, que modificó el Código civil en cuestión de nacionalidad y que
ahora establece ya con carácter positivo en su artículo 22 que:

"Establece que, a pesar de las disposiciones generales sobre la pérdida de la


nacionalidad española al adquirir otra nacionalidad, existe una excepción para
los ciudadanos de países iberoamericanos o de Filipinas. Si se ha convenido
expresamente con el Estado de la nacionalidad adquirida, la adquisición de la
nacionalidad de uno de estos países no implicará la pérdida de la nacionalidad
española. De manera similar, si existe un convenio que lo establezca
expresamente, la adquisición de la nacionalidad española no implicará la
pérdida de la nacionalidad de origen si esta es la de un país iberoamericano o
de Filipinas." (par. 4°).

Este artículo se refiere tanto a la adquisición de la nacionalidad extranjera por


españoles, que no origina la pérdida de la española, como a la adquisición de
ésta sin perder su procedencia, el legislador español está permitiendo a los
extranjeros acceder a ciertos derechos y beneficios, ya que es la legislación
que rige a los extranjeros la que debe determinar si se cumple con los
requisitos necesarios. La necesidad de establecer un acuerdo con otro país, el
cual requiere la voluntad de dicho país, restringe en gran medida la capacidad
del legislador español para utilizar la competencia nacional.

44
a) La Constitución española de 1978. el Código Civil, hay una norma que no ha
sido modificada por la ley del 2 de mayo de 1975, la cual sí modificó otras
reglas relacionadas con el derecho de la nacionalidad. Pero el cambio de
régimen constitucional en España ha originado que la Constitución de 1978
tenga ya un principio base que legitime la doble nacionalidad.

"El artículo 11 establece que el Estado español tiene la capacidad de


establecer tratados de doble nacionalidad con países iberoamericanos o con
aquellos que hayan tenido una conexión especial con España. Bajo estos
tratados, los ciudadanos de estos países podrán obtener la nacionalidad
española sin perder su nacionalidad de origen, incluso si su país no ofrece un
derecho recíproco para sus propios ciudadanos. Esto significa que los
ciudadanos de estos países pueden adquirir la nacionalidad española sin
renunciar a su nacionalidad original." (par. 3).

Esta regla debe adaptarse en correlación, tal como propone el catedrático J.D.
González Campos sobre el artículo 42 de la Constitución española. La
interpretación sostiene que este artículo impone al Estado la responsabilidad
de velar especialmente por la salvaguardia de los derechos económicos y
sociales de los trabajadores españoles en el extranjero. Esto significa tanto el
respetar la voluntad de naturalizarse el español en un país extranjero como el
conservar el vínculo de la nacionalidad española, salvo que el interesado
renuncie expresamente a ella al adquirir una nacionalidad extranjera.

La vinculación que se menciona en un artículo específico. Esta vinculación


puede ser de naturaleza histórica o puede ser una situación actual que surge a
través del proceso de emigración de trabajadores. Aunque no haya
reciprocidad con el país en cuestión, como lo exigía la Constitución de 1931,
todavía puede desarrollarse una conexión entre las personas o grupos
afectados por la migración. Esto tiene su razón de ser en el hecho de que
muchos extranjeros en países de inmigración están en peligro de expulsión o
de pérdida de su puesto de trabajo si no se adquiere la nacionalidad del Estado
de residencia. Además, frente al sistema convencional anterior a la
Constitución, la llamada por algún autor doble nacionalidad automática, coloca
a ambas, la española y la adquirida, en la misma situación de efectividad.

45
El sistema convencional, por el contrario, presuponía la nacionalidad efectiva
del domicilio de la persona. Según lo establecido en la Constitución, en el Art.
23, párrafo. 4 o del Código civil, después de su modificación por la ley 51/1982
de 13 de julio afirma que: "La adquisición de la nacionalidad de países
iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial y Portugal o de aquellos
con los que se concierte un tratado de doble nacionalidad, sólo producirá
pérdida de la nacionalidad española de origen cuando el interesado así lo
declare expresamente en el Registro civil una vez emancipado".

La doble nacionalidad se refiere a la situación en la que un individuo ostenta la


ciudadanía de dos países simultáneamente. Este fenómeno ha ganado
relevancia en un mundo cada vez más globalizado, donde las migraciones, los
matrimonios interculturales y otros factores propician la coexistencia de
múltiples identidades nacionales en una sola persona.

Desde un punto de vista legal, la doble nacionalidad puede ser reconocida por
algunos países, mientras que otros la prohíben o imponen restricciones. Las
leyes que rigen este aspecto varían ampliamente y pueden tener implicaciones
significativas en términos de derechos, obligaciones y beneficios asociados con
la ciudadanía. La aceptación de la doble nacionalidad a menudo depende de
acuerdos bilaterales entre los países involucrados.

La doble nacionalidad también plantea cuestiones prácticas y administrativas,


especialmente en lo que respecta a impuestos, servicios sociales y derechos
de residencia. La gestión de estas complejidades requiere coordinación y
cooperación entre los gobiernos, y pueden surgir conflictos cuando las políticas
de un país entran en conflicto con las de otro.

Desde un punto de vista social, la doble nacionalidad refleja la diversidad


cultural y la complejidad de las identidades individuales en un mundo
interconectado. Puede ser un factor facilitador en términos de integración y
comprensión entre diferentes comunidades, pero también puede generar
tensiones cuando las diferencias culturales se vuelven motivo de conflicto.

En resumen, la doble nacionalidad es un fenómeno multifacético con


dimensiones legales, administrativas y sociales. Su aceptación y gestión

46
requieren un enfoque cuidadoso y considerado por parte de los Estados
involucrados. A medida que la movilidad global continúa aumentando, la doble
nacionalidad se convierte en un tema relevante que refleja la complejidad y la
interconexión de las identidades en el siglo XXI.

Derechos y Deberes

Los derechos y deberes son elementos fundamentales en la construcción y


mantenimiento de la cohesión social dentro de una nación. La nacionalidad
implica una conexión legal y cultural entre un individuo y un Estado específico,
y tanto los derechos como los deberes desempeñan un papel crucial en esta
relación.

En términos de derechos, la nacionalidad confiere a los individuos una serie de


prerrogativas y protecciones legales específicas en el país al que pertenecen.
Estos derechos pueden incluir la participación en elecciones, acceso a
servicios públicos, y la protección contra la discriminación. La nacionalidad
también suele otorgar el derecho a la protección diplomática cuando se
encuentran en el extranjero.

Por otro lado, los deberes asociados a la nacionalidad implican


responsabilidades hacia la comunidad y el Estado. Esto puede abarcar el
respeto a las leyes y regulaciones, el pago de impuestos, el servicio militar (en
algunos países), y la contribución al bienestar general. La participación activa
en la vida cívica, como votar y respetar los derechos de los demás, también se
considera parte de los deberes ciudadanos.

La relación entre derechos y deberes en el contexto de la nacionalidad es


recíproca. Mientras los derechos aseguran la protección y la participación plena
en la vida del país, los deberes buscan garantizar que esta participación sea
constructiva y compatible con el bienestar colectivo. Este equilibrio es esencial
para el funcionamiento efectivo de una sociedad, evitando el abuso de
privilegios individuales en detrimento de la comunidad.

La educación cívica desempeña un papel vital en la comprensión y


cumplimiento de estos derechos y deberes. Fomentar la conciencia ciudadana

47
contribuye a la formación de sociedades informadas y comprometidas, capaces
de abordar los desafíos colectivos de manera ética y responsable, los derechos
y deberes en el contexto de la nacionalidad son pilares esenciales para la
convivencia y el desarrollo de una sociedad justa y equitativa.

Su comprensión y aplicación efectiva son esenciales para construir


comunidades que valoren la diversidad y promuevan el bienestar común.

Artículo 9:

Este artículo establece que las personas nacidas en Perú que decidan adquirir
la nacionalidad de otro país podrán conservar su nacionalidad original, a
menos que expresen su renuncia de manera explícita ante la autoridad
competente.

Esta disposición busca garantizar el principio de dualidad de nacionalidad,


permitiendo a los peruanos tener la posibilidad de adquirir otra nacionalidad sin
perder la suya propia. De esta manera, los ciudadanos peruanos que se
conviertan en ciudadanos de otro país aún podrán mantener su vínculo con
Perú.

Sin embargo, es importante destacar que, para conservar la nacionalidad


peruana, aquellos ciudadanos que adquieran otra nacionalidad deben
renunciar de forma explícita. Por lo tanto, es necesario realizar un trámite de
renuncia ante la autoridad competente para formalizar esta decisión.

Esta disposición puede tener diversas implicancias para aquellos peruanos que
decidan adquirir otra nacionalidad. Por un lado, les permite disfrutar de los
derechos y beneficios que ofrece la nueva nacionalidad sin perder su relación
con Perú. Por otro lado, también pueden tener la ventaja de poder regresar a
su país de origen y ejercer sus derechos como ciudadanos peruanos en caso
de ser necesario.

Artículo 10:

48
Establece que las personas con doble nacionalidad deben ejercer sus
derechos y cumplir con sus deberes de acuerdo con la nacionalidad del país
donde residan de manera habitual.

Esto significa que, si una persona tiene dos nacionalidades, deberá seguir las
leyes y regulaciones del país donde resida habitualmente. Por ejemplo, si una
persona tiene la nacionalidad de dos países pero vive en el país A, deberá
acatar las leyes y pagar los impuestos en el país A.

Este artículo busca evitar conflictos de leyes y garantizar que las personas con
doble nacionalidad cumplan con las responsabilidades de cada uno de los
países a los que pertenecen. Además, también busca asegurar que estas
personas puedan acceder a los derechos y beneficios que corresponden a su
nacionalidad de residencia.

Artículo 11:

[…] La posesión de doble nacionalidad por parte de extranjeros naturalizados


no les otorgará derechos exclusivos reservados para los ciudadanos peruanos
por nacimiento. Además, los ciudadanos peruanos por nacimiento que
mantengan doble nacionalidad conservarán los derechos exclusivos
garantizados por la Constitución […]

[…] Es fundamental destacar que, según el Artículo 2 del Reglamento de la Ley


de Nacionalidad (Decreto Supremo No. 004-97-IN), la Dirección General de
Migraciones y Naturalización del Ministerio del Interior es la entidad encargada
de ejercer la jurisdicción y competencia en asuntos administrativos
relacionados con migración, nacionalidad y naturalización […].

Convenio sobre doble nacionalidad entre España y Perú

Según el Jefe de Estado Español y su Excelencia el presidente de la República


del Perú Consideran sobre el convenio de la doble nacionalidad que:

Art. 1:

49
[…] Los ciudadanos españoles y peruanos tienen la posibilidad de obtener la
nacionalidad peruana o española, respectivamente, según las condiciones y
procedimientos establecidos por la legislación vigente en cada una de las
partes contratantes. Esta adquisición no implica la pérdida de su nacionalidad
original, a menos que hayan obtenido la nacionalidad por naturalización, en
cuyo caso no podrán beneficiarse de las disposiciones de este Convenio. La
condición de nacional se verifica mediante documentos que la autoridad
competente considere necesarios […].

Art. 2:

[…] Ciudadanos españoles que adquieran la nacionalidad peruana y peruanos


que adquieran la nacionalidad española, manteniendo su nacionalidad original,
deben ser registrados en la Oficina de Nacionalización peruana y en el
Registro Civil español correspondiente a su lugar de residencia,
respectivamente. Las autoridades competentes comunicarán estas
inscripciones a la Embajada de la otra parte contratante. A partir de la fecha de
inscripción, disfrutarán plenamente de su condición de nacionales, conforme a
las leyes y disposiciones de ambos países […]

Art. 3:

[…] Para aquellos sujetos mencionados en el artículo anterior, el otorgamiento


de pasaporte, la protección diplomática y el ejercicio de derechos civiles y
políticos se rigen por la ley del país de residencia. No pueden estar
simultáneamente sujetos a las legislaciones de ambos países, sino solo a la
del país de residencia. El cumplimiento de obligaciones militares se regula por
la legislación del país de residencia. Los derechos civiles y políticos no tendrán
efecto en el país de origen si violan sus normas de orden público […]

Art. 4:

[…] El domicilio, a efectos de este Convenio, se entiende adquirido en el país


donde se inscribe la nacionalidad. Este domicilio solo puede cambiarse en
caso de traslado de residencia al otro país contratante y de inscripción en el
Registro Civil correspondiente. En caso de traslado a un tercer Estado, el

50
domicilio se entenderá como el último registrado. Aquellos con doble
nacionalidad no pueden tener más de un domicilio para los efectos de este
Convenio […].

Art. 5:

Este artículo establece un compromiso entre las dos partes contratantes de


comunicarse a través de sus embajadas en un plazo de sesenta días. La
finalidad de esta comunicación es informar sobre las adquisiciones y pérdidas
de nacionalidad, cambios de domicilio y actos relacionados con el estado civil
de las personas beneficiadas por el Convenio. Esto asegura que ambas partes
estén informadas y puedan tomar las medidas necesarias en relación con
estos cambios en la situación de las personas afectadas.

Art. 6:

[…] Ciudadanos que hubieran renunciado previamente a su nacionalidad de


origen para adquirir la nacionalidad peruana o española podrán recuperar su
nacionalidad original mediante declaración ante las autoridades respectivas, y
se les aplicarán las disposiciones del Convenio a partir de esa fecha […].

Art. 7:

[…] Ciudadanos españoles en Perú y peruanos en España no acogidos a los


beneficios del Convenio conservarán los derechos y ventajas otorgados por las
legislaciones respectivas. Podrán viajar, residir, establecerse, adquirir bienes,
ejercer actividades laborales y profesionales, y acceder a autoridades y
tribunales, sujetos a la legislación del país donde ejerzan esos derechos […].

Art. 8:

[…] Ambos gobiernos se consultarán periódicamente para interpretar y aplicar


el Convenio, así como para estudiar modificaciones y adiciones, especialmente
en temas como seguridad social, validez de títulos profesionales y académicos,
y la duplicidad de deberes fiscales […].

Art. 9:

51
[…] El Convenio será ratificado por ambas partes y las ratificaciones se
canjearán en Lima. Entrará en vigor desde el intercambio de ratificaciones y
continuará vigente indefinidamente, a menos que una de las partes anuncie
oficialmente a la otra, con un año de antelación, la intención de dar por
terminado el Convenio […].

La norma original del Código civil, que ha sido modificada a lo largo del tiempo.
La mayoría de estos convenios sigue el modelo establecido por el hispano-
chileno de 1958, aunque los acuerdos alcanzados con Guatemala, Argentina y
Colombia presentan ciertas características novedosas. La base de estos
convenios puede hallarse en los cinco puntos siguientes:

Comunidad de tradición, cultura y lengua: La existencia de una comunidad


de tradición, cultura y lengua es uno de los fundamentos para la posibilidad de
doble nacionalidad. Esto implica que los ciudadanos de los países involucrados
no se sienten extranjeros entre sí.

Base en el Código Civil y Constituciones: La posibilidad de doble


nacionalidad se basa tanto en el Código Civil español como en las
constituciones de los países con los cuales se han establecido los convenios.
Este marco legal proporciona la fundación para la negociación y
establecimiento de acuerdos sobre la doble nacionalidad.

Restricciones a la doble nacionalidad: Los tratados no buscan establecer


dos nacionalidades simultáneas, sino una en activo y otra en reserva. La
efectividad de una nacionalidad está condicionada por la inscripción en el
Registro Civil, según lo establece el artículo 66 de la ley correspondiente.

Inscripción en el Registro Civil: Varios tratados, como los firmados con Chile,
República Dominicana y Colombia, requieren la inscripción en los Registros
Civiles de los países contratantes. Además, en algunos casos, esta inscripción
tiene un carácter constitutivo, lo que significa que es esencial para la
efectividad de la nacionalidad.

52
Procedimiento según el Código Civil: El sistema no otorga un privilegio en la
adquisición de la nacionalidad. Se debe seguir el procedimiento previsto por el
Código Civil, en línea con el artículo 22, párrafo 2, lo que implica que la
adquisición de la nacionalidad española no es automática.

9. DOBLE NACIONALIDAD DEL CONSENTIMIENTO ENTRADA DE VIGOR

La doble nacionalidad es un fenómeno jurídico que permite a un individuo


ostentar la ciudadanía de dos o más países simultáneamente. El
consentimiento para la entrada en vigor de la doble nacionalidad implica la
aceptación explícita de esta condición por parte de los Estados involucrados.
Este proceso suele regirse por acuerdos bilaterales o disposiciones legales
específicas que establecen los términos y condiciones bajo los cuales los
ciudadanos pueden adquirir o retener la nacionalidad múltiple.

El consentimiento para la doble nacionalidad es fundamental para garantizar


una relación armoniosa entre los Estados implicados y evitar conflictos legales.
Los tratados y acuerdos internacionales suelen regir este aspecto,
estableciendo los derechos y responsabilidades de los individuos con doble
nacionalidad, así como los límites de la cooperación entre los países en
cuestión. La entrada en vigor de la doble nacionalidad, por lo tanto, está sujeta
a la voluntad soberana de los Estados, que pueden acordar condiciones
específicas para su reconocimiento.

La doble nacionalidad puede surgir por diversas razones y circunstancias. Aquí


se mencionan algunos de los motivos comunes:

Derecho de suelo (ius soli): En algunos países, la nacionalidad se otorga


automáticamente a cualquier persona nacida en su territorio,
independientemente de la nacionalidad de sus padres. Este principio se conoce
como ius soli y puede dar lugar a la doble nacionalidad si el país de nacimiento
y el país de origen de los padres tienen leyes que permiten la doble ciudadanía.

Derecho de sangre (ius sanguinis): La nacionalidad también puede derivarse


de la ascendencia. Si uno o ambos padres son ciudadanos de un país en
particular, el hijo puede tener derecho a la nacionalidad de ese país, incluso si

53
nace en otro lugar. Este principio se conoce como ius sanguinis y puede
conducir a la doble nacionalidad si ambos países permiten este tipo de
ciudadanía.

Adquisición voluntaria sin renuncia: Algunos países permiten a los


individuos adquirir voluntariamente su ciudadanía sin requerir la renuncia a su
nacionalidad original. Esto puede ocurrir a través de procesos de naturalización
o por otras vías legales. En estos casos, una persona puede mantener su
nacionalidad original mientras adquiere una nueva.

Es importante destacar que las leyes de nacionalidad varían significativamente


entre los países, y las regulaciones específicas pueden cambiar con el tiempo.
La posibilidad de tener doble nacionalidad y los requisitos para adquirirla a
menudo dependen de la legislación de cada país involucrado.

Este fenómeno refleja la complejidad de las relaciones internacionales y


destaca la importancia del consentimiento mutuo entre Estados para regular la
doble nacionalidad de manera justa y equitativa. La entrada en vigor de la
doble nacionalidad a través del consentimiento implica un delicado equilibrio
entre la autonomía estatal y el reconocimiento de la diversidad y movilidad de
la población global. La claridad en los acuerdos bilaterales y la definición
precisa de los derechos y obligaciones asociados son esenciales para
garantizar una implementación efectiva y evitar posibles conflictos legales en el
ámbito de la doble ciudadanía (Saca Balladares & Pérez Buenaño, 2022) .

54
CONCLUSIONES

 El problema de las calificaciones puede afectar cualquier aspecto de la


norma indirecta. Puede estar relacionado con el tipo legal, es decir,
cómo se clasifican las calificaciones en términos legales, o con los
puntos de conexión, es decir, cómo se relacionan las calificaciones con
otros elementos o conceptos dentro de la norma. Los términos o
categorías jurídicas (domicilio, capacidad, derechos de familia, bienes
inmuebles, forma de los actos) son utilizados con diferente alcance o
extensión en los distintos ordenamientos jurídicos. Calificar es
precisar su significado o su extensión.

55
 La calificación en el derecho internacional privado es un proceso crucial
para definir y precisar los términos utilizados en la norma, especialmente
aquellos que están relacionados con factores de conexión. Los
conceptos jurídicos que son utilizados en diferentes ordenamientos
jurídicos pueden tener diferentes alcances o extensiones y, por lo tanto,
deben ser interpretados y calificados de acuerdo con el sistema legal
aplicable. Algunos factores de conexión son objetivos y no requieren
calificación jurídica previa, mientras que otros son conceptos jurídicos en
sí mismos y necesitan una definición precisa antes de ser aplicados. En
estos casos, la calificación debe realizarse de acuerdo con las normas
del sistema legal del foro donde se está llevando a cabo el proceso.

56
 Algunos factores de conexión, como la estancia en un lugar o la ley del
lugar donde se lleva a cabo un proceso legal (lex fori), son hechos
objetivos que no necesitan ser evaluados o clasificados previamente por
ningún sistema legal. Esto significa que su importancia o relevancia no
depende de la interpretación jurídica, sino que se consideran hechos
establecidos. Los conceptos en el ámbito jurídico, como la nacionalidad,
el domicilio y el lugar de celebración de un contrato entre ausentes, son
conceptos en sí mismos y requieren una definición y calificación previa.
Además, se indica que cuando se utiliza un concepto jurídico como
factor de conexión en un caso, este debe interpretarse y calificarse de
acuerdo con las normas legales del país en el que se lleva a cabo el
proceso legal, en este caso, el ordenamiento jurídico peruano. Esto
significa que la legislación peruana tiene autoridad para definir y aplicar
estos conceptos en casos que se resuelvan dentro de su jurisdicción.

57
 La nacionalidad es un concepto jurídico esencial que otorga derechos y
deberes a los individuos en relación con un Estado específico. La
adquisición de la nacionalidad implica diversos procesos, como el
nacimiento en un territorio, descendencia o naturalización, y puede tener
implicaciones significativas en términos de identidad y participación en la
sociedad. Por otro lado, la renuncia a la nacionalidad es un acto
voluntario que puede estar motivado por razones personales, migratorias
o legales.

58
 En conclusión, la Constitución Política del Perú de 1993 establece
claramente las condiciones para la adquisición de la nacionalidad
peruana, incluyendo el reconocimiento de aquellos nacidos en el exterior
de padres peruanos y la posibilidad de obtener la nacionalidad por
naturalización u opción. Además, el artículo 53 destaca que la
nacionalidad peruana no se pierde, excepto por renuncia expresa ante
autoridad peruana.

59
RECOMENDACIONES
 Hacer un estudio exhaustivo de las diferentes legislaciones en conflicto:
Es importante analizar detenidamente las distintas leyes nacionales que
están en conflicto, prestando especial atención a las calificaciones que
cada una de ellas adopta para determinar la naturaleza jurídica de las
instituciones. Entender las diferencias en las calificaciones permitirá
identificar las posibles contradicciones y puntos de conflicto.

60
 Identificar y analizar los factores de conexión: Una vez se comprendan
las potenciales contradicciones entre las diferentes leyes, es
fundamental identificar y analizar los factores de conexión involucrados.
Estos factores pueden incluir elementos como la nacionalidad de las
partes, el lugar de celebración del contrato, el lugar de cumplimiento de
las obligaciones, entre otros. Estos factores son los que
internacionalizan el conflicto y hacen posible la aplicación de
legislaciones nacionales distintas.

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 Aplicar métodos para resolver el conflicto de calificaciones: Una vez se
hayan identificado los factores de conexión relevantes, es importante
aplicar métodos y técnicas para determinar cuál es la ley aplicable al
caso concreto. Hay diferentes enfoques o métodos para resolver el
conflicto de calificaciones. Algunas de estas aproximaciones son el
método de la lex fori, que implica aplicar la ley del foro o lugar donde se
está resolviendo el conflicto, y el método de la lex causae, que pretende
aplicar la ley del lugar donde se celebró el contrato. Hay otros métodos
disponibles también. La elección del método dependerá en gran medida
de la legislación nacional y de las normas y tratados internacionales
aplicables.

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 Las personas ciudadanas que desean renunciar a la nacionalidad deben
hacerlo mediante un poder por escritura pública en las oficinas
consulares, es la única forma y a la vez, puede recuperarla siempre y
cuando sean peruanos de nacimientos.

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 Las regulaciones relacionadas con la nacionalidad sean claras y justas,
abordando las complejidades de la ciudadanía en un mundo cada vez
más globalizado. Además, se sugiere una consideración cuidadosa de
las implicaciones legales y prácticas de la adquisición y renuncia a la
nacionalidad, garantizando que los derechos fundamentales de los
individuos sean respetados y que se evite la apatridia. Un enfoque
equilibrado y transparente en estas cuestiones contribuirá a un sistema
legal que refleje la diversidad de la sociedad y proteja los derechos y
responsabilidades asociados con la nacionalidad.

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