Antropologia - La Ecologia Cultural
Antropologia - La Ecologia Cultural
Antropologia - La Ecologia Cultural
Curso: Segundo.
Año - 2024
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INTRODUCCION
DESARROLLO
1. Nociones generales
La ecología cultural estudia las relaciones entre una sociedad dada y su medio
ambiente, las formas de vida y los ecosistemas que dan soporte a sus modos de
vida. La ecología cultural implica el estudio de la conducta, además de una
ciencia biológica y de una ciencia social, pues forma no simples aglomeraciones,
sino asociaciones compuestas de diversas especies que se interrelacionan en
modos regulares y cuyos miembros están organizados también de forma regular
(ecosistema).
Antes de hablar más a fondo sobre la ecología cultural debemos entender qué se
entiende por ecología. Esta es la ciencia biológica que intenta estudiar y
comprender la función de los sistemas en los que se encuentran conjuntos de
seres vivos, que interactúan entre ellos y tienen relación directa con el entorno
físico. El conjunto de seres vivos conforman un ecosistema, y los ecosistemas del
planeta, como lo son los bosques, los ríos, los lagos y los arrecifes, constituyen lo
que llamamos la biosfera.
El ser humano puede considerarse como un animal cultural por el simple hecho
de que tiene la capacidad de generar cultura, algo fundamental para su desarrollo
y supervivencia. Mediante ella hemos podido diseñar herramientas, estrategias y
acciones que han permitido aprovechar los recursos naturales dados, modificando
el entorno natural en función de nuestras necesidades, por muy aparentemente
inmutable que este pudiera parecer. Por ejemplo, la explotación de las montañas
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Entendido todo esto podemos dar paso a explicar qué es la ecología cultural, la
cual trata del estudio de la relación de una cultura y su medio natural e
histórico. Se estudia una cultura en concreto, teniéndose en cuenta sus
adaptaciones al ecosistema en el que se han asentado y viendo cómo a lo largo
de su historia se han ido moldeando a los obstáculos del ambiente, sabiendo usar
provechosamente aquellos recursos que les ofrecía. La respuesta cultural varía
en función de cómo sea el medio ambiente, tratando de superar sus limitaciones.
Es importante resaltar entonces que la ecología cultural afirma que los patrones
de comportamiento culturales permiten la adaptación del hombre al ambiente
mediante una serie de interacciones dinámicas poniendo especial atención en las
reacciones y respuestas emitidas por los seres humanos a través de lo que
conocemos como cultura, la cual nos permite comprender y explicar los procesos
de cambio social y las adaptaciones.
3. Ecología
Eugene P. Odum (1993) por su parte señala que el interés de la ecología va más
allá del estudio de los organismos como individuos. Esta ciencia se interesa,
señala el autor, más por los sistemas-población y sistemas-comunidad que por los
sistemas genéticos, celulares u orgánicos. Sin embargo, aunque se ocupa del
estudio de los sistemas macroscópicos, la ecología no descuida los de mayor
escala. Atiende, por decirlo al modo del autor, a la "familia íntegra" (Odum 1993,
11 y ss).
4. Origen
Steward sostenía que, en primer lugar, cada cultura debe entenderse como
una estrategia adaptativa al ambiente natural e histórico en el que se
desarrolla. Es decir, la cultura es una respuesta a las características del entorno
natural, tratando de sobrevivir a él. En segundo lugar se debe entender que la
base ambiental condiciona el desarrollo cultural. Esto introduce al ambiente como
un factor creativo y a la cultura como un hecho super orgánico.
Para realizar sus estudios y demostrar sus teorías, la ecología cultural hace uso
de todo tipo de herramientas como el análisis de suelos, la arqueometría, los
isótopos de carbón, el desarrollo de mapas con elementos geográficos y
geológicos, sistemas de información geográfica, georadares para identificar
asentamientos y disminuir a mano alzada los riesgos de excavar.
6. Características
a estudiar las relaciones existentes entre las sociedades y sus bases materiales
de subsistencia.
CONCLUSION
El ser humano y la naturaleza y medio ambiente, nos guste más o menos, deben
formar una pareja estable y bien avenida. Por tanto, hemos de acomodar nuestra
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cultura a una clave ecológica que tienda al equilibrio de la actividad del hombre
y la mujer en este planeta.
Así pues, nuestros rasgos culturales deben ir encaminados a algo más que
mantener el sistema social. Más allá de las necesidades de grupo, también han
de cumplimentar las exigencias psicogiológicas del ser humano en el medio
ambiente.
Igual que cuidamos nuestro cuerpo para estar cada día más sanos, debemos
hacer lo propio con el medio ambiente. Y es que, por más que físicamente
estemos saludables, si el aire que respiramos no lo está, tampoco nosotros
podremos alcanzar nuestro estado óptimo.
A este detalle se debe sumar una mente sana. Se decía antaño que un cerebro
saludable se encontraba en un cuerpo sano. Para todo ello, el aire que
respiramos también ha de ser óptimo, y esto es algo que solo se consigue con un
equilibrio exquisito que procede de nuestro respeto por la naturaleza y el
medioambiente.
Por todo ello, la ecología cultural o humana es cada día más importante.
Necesitamos aprender a respetar la naturaleza y cuanto nos rodea, pues es parte
de nosotros y de nuestro bienestar.
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BIBLIOGRAFIA
Garreta, J., Bellelli, C., Bonaparte, R., Abramoff, E., Acosta, A., Cañas, L.,
Carballido, M., Di Fini, M., Fernández, P., Garreta, M., Gómez, H., Ondelj,
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Textos de antropología y arqueología. Ediciones caligraf. Buenos aires,
Republica de argentina, pp. 143- 144.
Harris, M., Bordoy, V., Revuelta, F., & Velasco, H. M. (1998). Antropología
cultural. Alianza editorial, pp. 183- 184.
Smith, T. & Smith, R. (2007). Ecología. Sexta edición, Pearson educación, Madrid.
Capítulo 1, p.5.