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Universidad Nacional Autónoma

de México
Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel
Sur

Desarrollo económico en
México

Almazán Aguilar Luis


Méndez Poblano Eduardo

09/05/2024
El período que abarca desde 1940 hasta la actualidad ha sido
testigo de una serie de transformaciones significativas en la
economía mexicana, influenciadas por una variedad de factores que
van desde políticas gubernamentales hasta eventos mundiales como
guerras y cambios en las tendencias económicas globales. Este
ensayo se propone explorar el desarrollo económico de México a lo
largo de este período, destacando el papel del gobierno, los efectos
de las guerras, los sectores beneficiados y el impacto de las ideas
neoliberales de los presidentes.

El periodo inicial tras la Segunda Guerra Mundial fue testigo del


surgimiento de la política de Industrialización Sustitutiva de
Importaciones (ISI). Bajo esta estrategia, el gobierno mexicano
promovió la creación de industrias locales para sustituir las
importaciones de bienes manufacturados.

La administración de Manuel Ávila Camacho (1940-1946) marcó el


comienzo de esta era, enfocándose en la diversificación económica
y el impulso a la industria nacional. A través de políticas
proteccionistas, como aranceles y subsidios a la producción local, se
buscaba estimular el crecimiento industrial y reducir la
dependencia del exterior.

La introducción de tecnologías modernas en la industria, como la


maquinaria automatizada, permitió un aumento significativo en la
eficiencia y la productividad. Sectores como el textil, la metalurgia
y la industria automotriz experimentaron un rápido crecimiento
impulsado por la adopción de tecnologías avanzadas. Esto no solo
mejoró la competitividad de las empresas mexicanas en el mercado
nacional, sino que también les permitió expandirse hacia mercados
internacionales.
Sin embargo, a pesar de que la industrialización trajo consigo
mejoras, también perjudico el sector de la agricultura, ya que para
este punto ya no era de tanta demanda.

El panorama económico de México se vio sacudido por la crisis del


petróleo de 1973, que tuvo consecuencias significativas en la
economía del país. A pesar de haber descubierto importantes
yacimientos petroleros en décadas anteriores, la dependencia
excesiva de los ingresos petroleros dejó a México vulnerable a los
shocks externos. Durante los gobiernos de Luis Echeverría Álvarez
(1970-1976) y José López Portillo (1976-1982), se implementaron
políticas de gasto público expansivo y nacionalizaciones de la
industria, lo que generó un aumento desmesurado de la deuda
externa. A pesar de la crisis económica, la tecnología continuó
desempeñando un papel crucial en la economía mexicana. Las
empresas buscaron innovar y modernizarse para hacer frente a los
desafíos económicos, adoptando nuevas tecnologías para mejorar la
eficiencia y reducir los costos de producción. La introducción de
sistemas informáticos y de automatización en las fábricas permitió
una mayor precisión y rapidez en los procesos de producción, lo que
impulsó la competitividad de las empresas mexicanas en el mercado
global.

Los presidentes que siguieron a la crisis de 1982, como Miguel de la


Madrid (1982-1988), Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y
Ernesto Zedillo (1994-2000), adoptaron un enfoque neoliberal para
enfrentar los desafíos económicos del país. Ellos tomaron como
base las ideas del Consenso de Washington, en el cual se
implementaron medidas de privatización, apertura comercial y
desregulación con el objetivo de reactivar la economía y atraer
inversiones extranjeras.

Durante este periodo, la tecnología siguió siendo un motor clave del


crecimiento económico en México. La liberalización económica y la
apertura al comercio internacional permitieron una mayor
transferencia de tecnología y conocimientos desde el extranjero.
Las empresas mexicanas aprovecharon estas oportunidades para
modernizar sus procesos de producción y adoptar tecnologías de
vanguardia en sectores como la electrónica, la informática y la
biotecnología.

En el siglo XXI, México enfrenta una nueva serie de desafíos


económicos, incluida la falta de inclusión financiera, la informalidad
laboral y la corrupción.

Los gobiernos posteriores, como los de Vicente Fox (2000-2006),


Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018),
buscaron abordar estos problemas mediante reformas
estructurales en áreas como la educación, la energía y el sistema de
pensiones. El actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha
promovido una agenda de cambio basada en políticas de bienestar
social y una mayor intervención del Estado en la economía. Su
gobierno ha buscado revertir algunas de las reformas neoliberales
implementadas en décadas anteriores, enfocándose en programas
de apoyo a los sectores más desfavorecidos y en la promoción de la
autosuficiencia nacional en áreas clave como la energía y los
alimentos.

En conclusión, el desarrollo económico de México desde 1940 hasta


la actualidad ha sido moldeado por una combinación de factores
internos y externos, incluidas las políticas gubernamentales, los
impactos de eventos mundiales y las tendencias económicas
globales. La tecnología ha desempeñado un papel crucial en este
proceso, impulsando la industrialización, la competitividad
empresarial y la integración de México en la economía global. Sin
embargo, persisten desafíos importantes que requieren soluciones
innovadoras y sostenibles para garantizar un desarrollo económico
inclusivo y equitativo en el futuro.

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