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Cooney-2008-Dos Décadas de Neoliberalismo en México

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Novos Cadernos NAEA

v. 11, n. 2, p. 15-42,dez. 2008, ISSN 1516-6481

Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados


y retos
Paul Cooney – Investigador del Programa de Postgrado en Economía (PPGE) del
Instituto de Ciencias Sociales Aplicadas. Universidade Federal do Pará (UFPA). Correo
electrónico: pcooney@ufpa.br

Resumen Abstract
Este estudio evalúa el cambio al neolibera- This paper evaluates Mexico’s shift toward
lismo en México después de considerar su neoliberalism after considering its experi-
experiencia con el modelo de la industria- ence with import-substitution industrial-
lización por sustitución de importaciones ization (ISI), including the liberalization
(ISI), incluso las aperturas comercial y of trade and finance and privatizations.
financiera y las privatizaciones. La primera The next section assesses NAFTA and the
sección evalúa el NAFTA y la creciente inte- growing integration of Mexico’s economy
gración con los EE.UU., y el papel particular with the US, and the particular role of
de la industria maquiladora en el contexto the maquiladora industry in the context
de la estrategia del desarrollo de México. La of Mexico’s development strategy. The
siguiente sección presenta los resultados de next section presents the results of two
las dos décadas de políticas neoliberales en decades of neoliberal policies in Mexico,
México, considerando el impacto para los considering the impact on workers, the
trabajadores, el medio ambiente y la pobla- environment and the Mexican population
ción mexicana en general, y, en especial, la overall, with particular emphasis on the
crisis del peso en 1994-95. Los resultados peso crisis of 1994-95. The main results
principales por el período neoliberal son for the neoliberal period are the following:
los siguientes: tasas de crecimiento del PIB GNP growth rates are roughly half of the
son aproximadamente la mitad del período level for the ISI period; real manufacturing
de la ISI; salarios reales manufactureros wages in 2004 are only 70% of their level
de 2004 son solamente 70% del nivel de in 1980; and unemployment and poverty
1980; y desempleo y miseria aumentaron clearly increased. Finally, the attempts to
de manera clara. Finalmente, los intentos de challenge the specific neoliberal model that
desafiar el modelo neoliberal específico que Mexico has been pursuing are presented
México sigue buscando son presentados y and discussed.
discutidos.

Palabras-llave Keywords
Desarrollo, capitalismo, neoliberalismo, Development, capitalisme, neoliberalism,
NAFTA NAFTA

15
Paul Cooney

1. Introducción
Con el comienzo de la crisis de la deuda en 1982, se inició un cambio
profundo no sólo para México sino también para muchos otros países en
desarrollo. Queda claro que el modelo de desarrollo que había prevalecido en
la mayoría de los países de América Latina en las décadas anteriores a los 80,
específicamente la industrialización por sustitución de importaciones (ISI), había
alcanzado su límite y muchos economistas la consideraron agotada. Desde entonces
el modelo de desarrollo apoyado por el FMI y el Consenso de Washington pasó a
ser el neoliberalismo, es decir, un retorno a la economía de laissez-faire y a la presión
permanente a favor de las economías ‘abiertas’. Los tres pilares de este modelo son
la liberalización del comercio, la desregulación financiera y las privatizaciones.1
El inicio de la implantación de políticas neoliberales en México y, a la vez,
su creciente experiencia de integración económica con los EE.UU. se reflejan en el
tratado de 1986, seguido por el establecimiento del TLCAN en 1994. De manera
que en este presente estudio se argumentará que el cambio llevado a cabo por
México de un modelo de desarrollo de política económica basado en la ISI hacia
otro de tipo neoliberal estaba fuertemente vinculado con el esfuerzo de las empresas
transnacionales (TNCs)2 estadounidenses para lograr una mayor competitividad.
Este hecho se hace muy evidente con la expansión de la industria maquiladora,
especialmente el fuerte crecimiento después de la implementación del TLCAN.
En particular, esto provocó la aparición de una estructura productiva bipolar en la
economía mexicana, con una concentración de la industria doméstica en el centro
del país asociada a la industria manufacturera establecida en la época de ISI, y un
nuevo polo a lo largo de la frontera entre México y los Estados Unidos, donde está
concentrada la industria maquiladora. La forma particular del modelo neoliberal
que está impulsando México se caracteriza por una creciente dependencia de la
economía mexicana respecto a la expansión de las TNCs, principalmente empresas
estadounidenses, en la zona fronteriza.
En el presente trabajo, empezaremos con una presentación del período de
ISI, seguida por una exposición en la que se muestra la transición al neoliberalismo
y el cambio de forma de inserción de la economía mexicana con el mercado mun-
dial. Tras la evaluación crítica de los resultados de dos décadas de neoliberalismo
en México, particularmente después de la crisis del peso en 1994, seguida por la
crisis profunda de 1995, comprobaremos que este nuevo modelo no alcanzó los
resultados prometidos para la gran mayoría de los mexicanos y, en consecuencia,
su viabilidad pasó a ser cuestionada. A continuación, tendremos en cuenta los
1
Seria posible considerar que la flexibilización del trabajo constituye un cuarto pilar.
2
TNCs: siglas en inglés para Transnational Corporations.

16
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

diferentes intentos realizados para desafiar al neoliberalismo y la dependencia


con relación a los EE.UU. y sus TNCs. Además, consideraremos las luchas de
los trabajadores y de las comunidades mexicanas, así como las luchas nacionales,
como las del grupo que alía a los deudores – El Barzón –, los campesinos, y los
Zapatistas, y también las luchas por los derechos laborales y ambientales en la
zona fronteriza. A pesar de las dificultades para desafiar el TLCAN y otras políti-
cas neoliberales, especialmente dada la proximidad y el nivel de integración con
los EE.UU., se observan nuevas señales de movilización en oposición al modelo
neoliberal que México implantó.

2. El período de la industrialización por sustitución


de importaciones
Después de varias décadas de revuelo político, el gobierno de Lázaro Cárde-
nas, cuyo período fue de 1934 a 1940, estableció bases para un nuevo modelo de
desarrollo en México. Se trata de la industrialización por sustitución de importa-
ciones (ISI). Éste también fue el caso de otros países latinoamericanos como Brasil
y Argentina, que procuraban lograr una mayor autonomía económica tras de la
2ª Gran Depresión de los años 1930 que redujo el protagonismo de los EE.UU.
y Europa a nivel internacional.
La idea básica de la ISI es para países subdesarrollados, y consiste en
impulsar la industrialización a través de la reducción de las importaciones de bienes
manufacturados y producirlos internamente. Entre 1940-1950, México transfirió
una gran porción del superávit agrícola a la industria a través de subsidios. Por
ejemplo, en 1945 establecieron la Ley de Industrias Nuevas y Necesarias, que
permitió hasta un 40% de excepciones de impuestos por ingreso empresarial y
una exención completa para aranceles de importación de máquinas, equipamiento
y materias primas para empresas domésticas. De hecho, el estado Mexicano
fue responsable en un 40% de la inversión durante los años 50. Otro cambio
significativo es que la inversión extranjera directa (IED) no fue permitida para las
industrias estratégicas, como el petróleo, la química, la electricidad o las industrias
llamadas “básicas” y “semibásicas”, como la minería y los fertilizantes.
Inicialmente, durante las dos primeras décadas de la ISI, se logró un éxito
en la sustitución de importaciones de bienes de consumo no-durables, y luego,
durante los años 60, las importaciones de bienes de consumo durables comenzaron
a reemplazarse por producción local. Durante el período 1950-1970, la producción
manufacturera se cuadruplicó como resultado del modelo ISI en sólo 20 años, y
se sextuplicó la producción de hierro y acero, productos metálicos, papel, caucho,

17
Paul Cooney

máquinas y equipamientos electrónicos y vehículos. El período 1970-1981 experi-


mentó una tasa de crecimiento medio anual del PIB de 6.7%, y lo que es aún más
impresionante, una tasa de crecimiento medio anual de la industria manufacturera
de 9.4% (Dussel, 1997: 136).
Sin embargo, un problema creciente es que la industria liviana, principal-
mente la de bienes de consumo no-durables, tiene requerimientos de insumos y
maquinaria importados, que tienden en general a superar en valor a las exporta-
ciones mexicanas. Se ha de destacar que las empresas TNCs que operan en México
fueron las principales responsables por el aumento de importaciones de máquinas
y otros bienes de capital: 48.9% del déficit comercial en 1970 y 115% en 1980
(Dussel, 1997:126)3. En consecuencia, las ventajas anticipadas por la reducción
de importaciones de bienes de consumo no-durables fueron eliminadas, cuando
la caída fue superada por el aumento de importaciones de máquinas usadas para
la producción de las industrias sustituidas.
Durante los años 70 se implementaron algunas leyes que parecieron tener
metas contradictorias. El caso más significativo fue el de la Ley para Promover la
Inversión Mexicana y Regular de la Inversión Extranjera en 1973, que impuso el
requisito de que todas las empresas nuevas debían ser de propiedad mexicana como
mínimo en un 51%. La intención era que los inversores extranjeros establecieran
sus fábricas en áreas menos industrializadas. En contraste, la Ley de Industrias
Nuevas y Necesarias y la Regla XIV fueron revocadas en 1975. Sin embargo, en
1979, se implementó el Plan Nacional de Desarrollo Industrial (PNDI). Tal plan
no consideraba la promoción de exportaciones y la ISI como contradictorios,
sino como complementarios, y fue establecido entre 1979-82 con la intención de
resolver la dependencia financiera con el FMI a través de los ingresos generados
por el petróleo.
Hacia finales de los 70 se observó lo que se puede denominar “petrolización”
de la economía mexicana, que estuvo vinculada en un sentido doble a la expansión
de la deuda de México, la cual creció de casi $US 6 mil millones en 1970 a más
de $US 70 mil millones en 1981. El auge petrolero generó un notable aumento
de ingresos en este país, hecho que estimuló un clima de confianza favorable al
endeudamiento. Además, el FMI alentaba a los países a aceptar más préstamos
debido al exceso de petrodólares circulando a escala mundial.
A lo largo del período 1970-1981, el déficit de cuenta corriente y de la
balanza comercial eran US $ 52.1 y US $ 28 mil millones, respectivamente, y estos

3
En 1980, el déficit comercial total para México fue US $ -3,058 millones, y las TNCs realizaran
un déficit comercial de US $ -3,517 millones, que corresponden a 115% del déficit comercial total
de México.

18
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

datos fueron indicados como una evidencia de los problemas del modelo ISI.
No obstante, el creciente problema del déficit y la deuda estaban más vinculados
con la liberalización de las importaciones incentivadas por el FMI – las importa-
ciones crecieron de $US 5.7 mil millones en 1977 a $US 23.9 mil millones en 1981
(Dussel, 1997: 140-141) – y con el hecho de que las importaciones de las TNCs
que operaban en México superaban a aquellas que precisaban los productores
domésticos. Al mismo tiempo, las TNCs en México estaban repatriando una cifra
record en concepto de ganancias y México se acercaba al abismo de la famosa crisis
de la deuda de 1982. Sin duda, el vuelco de 180 grados dado por el FMI en 1981
cambió las reglas del juego y ni México ni cualquier otro país estaban preparados
para afrontarlo. La opinión general es que el modelo ISI fue agotado, pero una más
clara consideración de los hechos, indica que fue una forma particular de dicho
modelo la que estaba agotada, al menos en el caso de México.
Hacia finales de los 70 y comienzos de los 80, se vivió el ascenso de la
teoría monetarista y la vuelta a la ideología laissez-faire, especialmente después de
la elección de jefes de estado conservadores como Reagan y Thatcher. Dado que
México entró en una crisis profunda en 1982, tenía que acomodar las demandas
del FMI para mantener su solvencia y evitar así un default. De ese modo México
fue forzado a aceptar las exigencias del FMI y otras instituciones internacionales;
el cambio del modelo ISI por el modelo neoliberal había comenzado.

3. Transición desde la ISI al modelo de desarrollo


Neoliberal
Primero con el Presidente Miguel de la Madrid en 1982 y luego con Sali-
nas de Gortari en 1988, México hizo un gran esfuerzo para implementar políticas
neoliberales: liberalización de comercio, desregulación financiera y privatizaciones.
Esto fue seguido por una apertura hacia los EE.UU. y un gradual abandono de
la ISI, evidenciado por el cambio de énfasis en los distintos planes de desarrollo
implementados. Por ejemplo, durante el gobierno de López Portillo, el Plan Nacio-
nal de Desarrollo Industrial (PNDI) intentó combinar la ISI con un crecimiento de
las exportaciones. El gobierno de Miguel de la Madrid introdujo un plan que fue
similar al Plan Nacional de Desarrollo (PND) llevado a cabo durante el período
de 1983-1988. Según este gobierno, se buscaba profundizar la ISI junto con el
crecimie nto de las exportaciones, tratando de aprovechar la ventaja de bajos
salarios y de una fuerza de trabajo grande y joven.
Sin embargo, la administración de Miguel de la Madrid implementó un
programa económico que fue completamente distinto al PND. El gobierno llevó
a cabo el Programa Inmediato de Reordenación Económica (PIRE), que consistió

19
Paul Cooney

en un grupo de medidas ortodoxas con la meta principal de reducir la inflación,


restaurar la estabilidad fiscal y cambiaria, y asegurando el pago de la deuda. En
otras palabras, la ortodoxia del FMI se introdujo en los planes económicos de
México y la transición al modelo neoliberal alcanzó una nueva fase.

3.1 Liberalización del comercio


Uno de los principales pilares del neoliberalismo es la liberalización del
comercio. Pese a que México redujo algunas restricciones a las importaciones hacia
finales de los 70, hubo una fuerte presión por parte de los EE.UU. para expandir
el comercio entre los dos países. Es interesante resaltar que entre 1940-1970 un
70% de las exportaciones de México fueron dirigidas a los EE.UU. y 70.3% de las
importaciones provinieron de este país, pero la participación de los EE.UU. en el
comercio de México cayó al 53.9% en 1981.4 En 1985, México firmó un acuerdo
bilateral con los EE.UU. sobre subsidios y obligaciones aduaneras y luego entró
en el GATT (organización precursora de la OMC) en 1986 después de muchos
años de resistencia. Esto implicó la necesidad de eliminar algunas políticas que
protegían a productores mexicanos de la competencia de las TNCs extranjeras,
con las cuales estaban en desventaja. No obstante, los cambios más significativos
con respecto a la liberalización del comercio vinieron con el TLCAN.
Los cambios más significativos a las barreras aranceles y no-aranceles fueron
implementados con el TLCAN y tenía tres categorías dependientes de los bienes y
servicios con diferentes programas. Algunos aranceles fueron eliminados a partir
del uno de enero 1994, otros en cinco etapas entre 1994-1998 y una tercera categoría
tenía diez etapas entre 1994-2003. Según el TLCAN original, todos los aranceles,
con pocas excepciones, deberían estar eliminados entre los tres países miembros
antes del uno de enero de 2003, pero, como resultado de la presión política, los
casos de maíz, leche y azúcar mantienen protección hasta 2008.5
El caso de México fue uno de los más fuertes en términos del creciente
papel de comercio internacional durante los últimos años. Por ejemplo, el comercio
internacional como porcentaje del PIB creció desde 28.1% por el período 1980-
85 a 37% en 1985-93 y hasta 75.7% entre 1994-20016. A pesar de este avance,
según los defensores del libre comercio, México ha tenido problemas de un déficit
comercial durante los últimos catorce años7.

4
Un factor importante f ue la diversificación de exportaciones de petróleo al Japón y a Europa
Occidental.
5
Véase la discusión que se plantea en sección 6.1.
6
Véase el Gráfico 1.
7
Véase el Cuadro 1, en la página 21.

20
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

Gráfico 1: Comercio Internacional sobre el PIB (%) – México 1980-2001.

Fuente: Banco Mundial, 2003.

3.2 Desregulación financiera


Históricamente, el siguiente paso significativo hacia el neoliberalismo fue
la nueva ley de mayo de 1989, que supuso grandes cambios para la inversión
extranjera en México. Implicó la eliminación de muchas regulaciones diseñadas
para proteger a la industria doméstica, impuestas desde 1973 cuando la “Ley para
Promover la Inversión Mexicana y Regular la Inversión Extranjera” fue establecida.
Muchas de las regulaciones que se eliminaron en 1989 estaban predominantemente
relacionadas con la propiedad y las restricciones para la repatriación de ganancias
y regalías. Una vez cambiadas las reglas de inversión en 1989, la discusión del
TLCAN comenzó a plantearse en términos más comprometedores, y el impacto
en la industria maquiladora se hace evidente8.
México también experimentó un aumento de la inversión extranjera directa
(IED) durante los últimos años, creciendo de menos de $US 2 mil millones por
año durante la primera mitad de los años 80 hasta un promedio de $US 17 mil
millones desde 2000 con un auge de $US 27 mil millones en 2001.
Este auge está fuertemente vinculado con el aumento de la inversión en el
sector financiero y con la demasiada inversión de cartera, cuyo aumento se hizo
notar después de la desregulación financiera que fue un factor importante en la
crisis de peso de 1994.
8
Véase el Gráfico 3.

21
Paul Cooney

Gráfico 2: Inversión Extranjera Directa en México: 1980-2004

Fuente: Secretaría de Economía, 2005

3.3 Privatizaciones
Desde mediados de los 80, el FMI y otras instituciones internacionales
impulsaron a muchos países del tercer mundo a privatizar empresas públicas, con
el argumento de que no eran eficientes y de que los ingresos percibidos por las
ventas ayudarían a mejorar las cuentas fiscales. Ciertamente, este efecto solamente
puede ser provisional, porque una vez vendidas todas las empresas o recursos
públicos no subsiste un flujo de ingresos futuros, más allá de los impuestos. Tales
ventas sólo ayudaron a pagar los servicios de la deuda durante algunos años a los
bancos extranjeros. Según un informe del Banco Mundial, un total de $US 31.4 mil
millones fueron recibidos por las privatizaciones mexicanas entre 1990 y 1998.
Entre 1982 y 1995, México pasó de tener unas 1.155 empresas estatales
a tan sólo 185. Las empresas vendidas incluyeron ferrocarriles, teléfonos, gas
natural, proveedores de energía eléctrica, administración de satélites y puertos,
aeropuertos, refinerías de azúcar y bancos. Una gran desventaja que llevó consigo
las privatizaciones fue el aumento del desempleo causado por el despido de traba-
jadores estatales. Por ejemplo, durante el período 1982-1993, las empresas públicas
redujeron el número de puestos de trabajo pagados por 429 mil y despidieron
a 765.730 trabajadores. Después de 1993, añadieron muchos más trabajadores a
esta lista9.

9
Véase Ortega (2002).

22
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

Más allá de privatizar las empresas públicas, México también privatizó su


sistema de seguridad social. La decisión fue aprobada en 1995 y a partir de 1996
los sistemas de jubilaciones y pensiones, el Instituto Mexicano de Seguro Social
(IMSS), y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del
Estado (ISSSTE), también fueron privatizados. Así que 36.487 contribuyentes
que tienen el IMSS, inicialmente, fueron afectados y, después, unos 9 millones 42
mil contribuyentes del ISSSTE también lo fueron. En total, más del 50% de la
población de México fue afectada por esta decisión.
Finalmente, las privatizaciones significaron que las empresas públicas
y los recursos mexicanos que estaban bajo control estatal fueran subastados a
los intereses privados, con empresas extranjeras dominando las adquisiciones.
El resultado final fue la creciente tendencia hacia la dominación foránea de la
economía mexicana.10

3.4 TLCAN (Tratado del Libre Comercio de América


del Norte)
Aunque el TLCAN está asociado al comercio, más del 50% del docu-
mento trata sobre cuestiones de inversión y en consecuencia refleja las políticas
neoliberales favorables a la liberalización del comercio y las finanzas. El TLCAN
es un marco legal que fortaleció significativamente al cambio neoliberal que se
está llevando a cabo en México, pero en especial formalizó el creciente grado de
integración económica que se viene desarrollando entre México y los EE.UU.
Los principios fundamentales del TLCAN tratan de la liberalización del comercio
mediante sustanciales reducciones de aranceles (véase arriba), la eliminación de
barreras no-arancelarias y una mayor flexibilidad para la inversión extranjera, lo
que refleja el énfasis del TLCAN en los derechos de las corporaciones, a menudo
en perjuicio de los derechos de los ciudadanos. En la próxima sección se mostrará
como el marco otorgado por el TLCAN fue esencial para facilitar la expansión
de la industria maquiladora.

3.5 El papel de las TNCs y la inserción de México en


la economía global
Como hemos visto anteriormente en otro lugar, después de la crisis de
1982, México cambió de un modelo de desarrollo basado en la ISI hacia uno
arraigado en una economía laissez-faire o neoliberal. De hecho, el período actual

10
Por ejemplo, la lucha sobre la privatización de PEMEX perseguido por Calderón a pesar de
fuerte oposición en 2008 corresponde al último capítulo en la historia de las privatizaciones.

23
Paul Cooney

puede describirse como dominado por la globalización neoliberal, pues ocurrieron


muchos cambios y, por todo el planeta, se reflejaron las necesidades de acumu-
lación de las TNCs más que el desarrollo o la cualidad de vida de las poblaciones
del tercer mundo.
El período desde los 80 experimentó una creciente tendencia de uso de
las líneas de montaje internacional en múltiples países. Esta tendencia aportó al
desarrollo de varias zonas del ‘Libre Comercio’ o EPZs11, que se está instalando
en muchos países, mientras tanto las TNCs aprovechan un ambiente más pro-
capital, a través de salarios más bajos, menos regulaciones, y menos barreras de
comercio e inversión.
Un ejemplo destacable es el desarrollo de la industria maquiladora ubicada
en la zona fronteriza con los EE.UU, pues dicha industria posee una fuerza de
trabajo bastante cualificada, resultando, en algunas condiciones de producción
una de las más competitivas del mundo, con la particular importancia para las
TNCs estadounidenses. A pesar del significativo crecimiento durante los años
recientes, esta zona de libre comercio fue establecida en 1965, por lo que merece
una descripción breve sobre su historia antes de que analicemos el papel actual
de las maquiladoras.

4.1 Historia de la industria maquiladora


Después de que el programa bracero12 finalizara en 1964, un nuevo pro-
grama para las TNCs estadounidenses con vistas a emplear trabajadores mexicanos
baratos comenzó en 1965, conocido como el Programa de la Industrialización
de la Frontera (PIF).13 Este programa involucró el establecimiento de las fábricas
de asambleas extranjeras, conocidas como maquiladoras en la zona fronteriza de
México. Con una estructura semejante a muchos otros EPZs, importan las piezas
y los productos semiterminados de los EE.UU., y, tras el montaje, exportan los
productos finales de nuevo al país de importación, pagando sólo impuestos por
el valor agregado de los trabajadores mexicanos. El gobierno de México renunció
a los derechos aduaneros y a las restricciones de las importaciones de las materias
primas y las piezas de los EE.UU., con la condición de que los bienes finales fueran
exportados de nuevo a los EE.UU.14

11
EPZs, sigla en inglés para Export Processing Zones.
12
El programa bracero comenzó durante la Segunda Guerra Mundial por la escasez de trabaja-
dores estadounidense, lo que implicó la contratación de trabajadores mexicanos por los EE.UU,
que les prestaron a fincas privadas. Este programa siguió mucho más allá de la guerra.
13
En inglés fue conocido como – Border Industrialization Program (BIP).
14
Ésta condición fue relajada después del comienzo del TLCAN.

24
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

Cuando comenzó el PIF, existían unas preocupaciones legítimas por parte


del gobierno mexicano respecto a los productos de las maquiladoras que podrían
estar siendo vendidos en México en vez de exportados a los EE.UU. Significaría
menos divisas generadas de las exportaciones y una socavación de productores
mexicanos. Además de las exenciones arancelarias, México permitió la inversión
de propiedad extranjera en un 100% para las empresas estadounidenses, que fue
una excepción mayor a la Ley sobre la Inversión Extranjera de 1973, mencionada
arriba.
Un problema mayor es la clara desventaja para las empresas domésticas
cuando están tratando de competir con las TNCs, especialmente, por el hecho de
que éstas son las dueñas y controlan el acceso a la más avanzada tecnología mundial.
En general, las TNCs tienen una ventaja mucho más grande si las comparamos,
y además el gobierno mexicano exacerba el problema, permitiendo a las TNCs
más flexibilidad en el aspecto de no pagar impuestos, aranceles y muchas veces
les dan ventajas que ni los productores domésticos reciben.

Gráfico 3: Establecimientos y Personal Ocupado-1965-2004

Fuente: INEGI 2005

El sector maquiladora comenzó como producción marginal, principalmente


el textil, y no recibió mucha atención en la escena nacional en México durante
sus primeras dos décadas. Sin embargo, la importancia del sector creció bastante
durante los 80 y aún más durante el auge de los 90, cuando el TLCAN comenzó,
diversificando en automóviles, semiconductores, electrónicas, muebles, etc. con

25
Paul Cooney

tasas de crecimiento promedio de más de un 18% durante los 90. Este sector entró
en auge, creciendo desde aproximadamente 1.800 establecimientos en 1990 hasta
más de 3.700 en el año 2.000; y los empleos crecieron desde los 500.000 hasta
casi 1.3 millones de puestos del trabajo durante el mismo período (Cooney, 2001:
60-61). De hecho, antes de la recesión en 2001, la fuerza de trabajo maquiladora
constituyó aproximadamente un tercio de la fuerza de trabajo manufacturera de
todo México15.
Financieramente, el sector maquiladora ha crecido en importancia nacional
y corresponde a la segunda fuente más importante de divisas después del petróleo
para México.16. Dicho sector es muy importante en cuanto a la necesidad de las
divisas para pagar el interés por la deuda, que alcanzó más de $US 170 mil mil-
lones en 2001 y bajó hasta los $US 158 mil millones en 2006, siendo así la cuarta
deuda más grande del mundo después de EE.UU., Brasil y China.
En gran medida, la expansión de la industria maquiladora refleja la necesidad
de las TNCs estadounidenses para mejorar su competitividad en los mercados
internacionales a través de la explotación de condiciones de producción que son
claramente más ventajosas que las de los EE.UU. Las condiciones más importantes
son los salarios más bajos (aproximadamente 1/12 comparado con los EE.UU.17),
leyes ambientales mucho menos restrictivas y que apenas se cumplían, un nivel
de control en las fábricas mucho más “libre” de sindicatos luchando por los
derechos de los trabajadores, y entonces permitiendo más control por la gerencia
para obtener más alta productividad, más largos jornales y semanas de trabajo,
más intensidad y menos beneficios para los trabajadores.

4.2 El papel de la industria maquiladora en la


estrategia del desarrollo de México
La concentración de la industria en México ha logrado tener dos centros
o polos principales. Según describe Alegría et al. (1997),

(...)la reestructuración industrial en México está sendo consti-


tuido en dos diferentes espacios o regiones territoriales, y en un
15
Véase los Gráficos 3 y 4.
16
La contribución de la industria maquiladora al saldo comercial ha crecido de la mitad del petró-
leo
en 1991 hasta más que el petróleo en 1999, aunque éste la ultrapasó de nuevo (Cooney, 2001: 69-
70).
17
Esa diferencia corresponde a 1/16 si se está comparando salarios manufactureros entre México
y los EE.UU. por el período de más fuerte crecimiento.

26
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

sentido, 2 trayectorias de desarrollo independiente: el espacio


territorial de la industria establecido durante la época de ISI en
la zona metropolitana en el centro del país y un nuevo espacio
territorial en el norte del país (Alegría et al., 1997).
El polo maquiladora, que es el nuevo lugar dinámico industrial, experimentó
un aumento de empleo industrial yendo de un 11% de empleo industrial nacional
en 1988 a un 25% en 1997 y hasta aproximadamente un 33% en el 2000.18 Después
del año 2001, el porcentaje de personal ocupado en las maquiladoras disminuyó
y sólo a partir de 2004 comenzó a crecer de nuevo. De todas maneras, es difícil
saber hasta qué punto este porcentaje de empleo manufacturero crecerá en el fu-
turo dado que el polo fronterizo mostró un dinamismo más fuerte y su relevancia
para la economía nacional creció. El énfasis en el crecimiento impulsado por las
exportaciones dió origen a un cambio general para priorizar las condiciones de
las TNCs extranjeras y facilitar una integración más profunda con los EE.UU., lo
que resultó en una dependencia mayor con la economía de este país. En concreto,
la economía mexicana es cada vez más dependiente de la integración con las
cadenas de producción globalizadas estadounidenses, lo que significa que es más
susceptible a las recesiones económicas de los EE.UU. Ha de señalarse el impacto
de la recesión en los EE.UU. a México en el 2001, donde el crecimiento del PIB
alcanzó sólo un 0.1% en este año, comparado con un 7% del año anterior (INEGI,
2005).19 Ésta tendencia esta confirmado de nuevo con la crisis de 2008-2009 en
los EE.UU. causando un impacto bien peor en México, que esta experimentando
una crise pior de los años 94-95.
Una preocupación mayor para la economía mexicana es que el sector más
dinámico está asociado con las maquiladoras que son dominadas por las TNCs,
por lo tanto, las decisiones claves de reinversión y el control de ganancias no están
en las manos de los mexicanos, sino que son las propias TNCs las que toman estas
decisiones. En otras palabras, aunque el excedente o la plusvalía son generados en
México, se puede relocalizar en el momento de reinversión, si las condiciones no
quedan suficientemente propiciadas para el capital. Esto no es una mera especu-
lación sobre un ‘worst case’ escenario; considerando lo que se llevó a cabo cuando
los trabajadores de las maquiladoras comenzaron a reclamar salarios más altos y se
organizaron mejor a mediados de los 70: fue una reducción fuerte de la inversión
de las TNCs funcionando en la zona fronteriza (Peña, 1997).

18
Evidentemente, con la ubicación de las maquilas en otras provincias, sólo la mayoría, y no todo,
del empleo está en la zona fronteriza. Véase el Gráfico 4.
19
Otro factor fue la pérdida de los puestos de trabajo de las maquilas que se trasladaron a China
(véase en la siguiente página).

27
Paul Cooney

Durante 2001, hubo una pérdida de entre 200 y 250 mil puestos del tra-
bajo . El factor principal era que muchas de las fábricas y los puestos de trabajo
20

se trasladaron a China, porque no recebieron los beneficios como las empresas


que corresponden a América del Norte (México, EE.UU. y Canadá). Además
hubo otros factores como la recesión de los EE.UU. y un esfuerzo de los traba-
jadores por mejorar los salarios. De todos modos, el aspecto decisivo es que las
condiciones fueron más competitivas en otros lugares, donde los salarios fueron
aún más bajos21: México no tiene control sobre las plantas industriales situadas
en su propio territorio, sino que está a merced de las estrategias de las TNCs.
Como hemos comprobado, en las crisis recientes de México, Argentina y de otros
países del tercer mundo, los impactos desestabilizados de cambios repentinos en
la inversión especulativa o IED siguen siendo una preocupación muy seria para
las economías nacionales. Por ejemplo, la creciente importancia de la IED para
México y también para las TNCs estadounidenses es evidente, y casos como el
súbito (‘spike’) en 2004 son desconcertantes22.
Evidentemente, el modelo neoliberal que está impulsando México no tiene
la meta de mejorar las vidas de la población mexicana, sino que es más vinculado
con los intereses del FMI y de las TNCs estadounidenses y su estrategia de mejorar
su competitividad en una economía mundial siempre más globalizada. Por el grado
de los intereses de las TNCs reflejados en el énfasis de la industria maquiladora,
predominantemente en el norte, pero presente cada vez más en todo el país,
está evidente que en México está impulsando un modelo neoliberal específico.
Aunque es tentador referirse a él como un modelo de desarrollo maquilador neo-
liberal, parece que es una tendencia que, sin embargo, no es dominante en todo
México en la actualidad. En la próxima sección, examinaremos los impactos de
las políticas neoliberales en general y los impactos específicos por la población
mexicana, comparados con las predicciones de los defensores del “libre comercio”
y neoliberalismo.

5. Resultados de 2 décadas del modelo de desarrollo


neoliberal en México
Esta sección presenta una evaluación del modelo de desarrollo particular
que se estaba impulsando en México durante las últimas dos décadas. Aunque
enfatizamos los años más recientes para evaluar el impacto de las políticas neo-
liberales, también son útiles las comparaciones con el período anterior dominado
20
Véase el Gráfico 3.
21
En el caso de China, estaban pagando sólo un promedio de $US 0.22 por hora en las fábricas.
22
Véase el Gráfico 2.

28
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

por la ISI para poner las cosas en perspectiva. Es muy común para los economistas
“mainstream” atribuir importancia al corto plazo solamente, puesto que se refieren
sólo a los cambios más recientes como los del último trimestre del año, cuando,
de hecho, una perspectiva a largo plazo podría presentar una visión muy distinta
y más completa.
Cuanto más impulsó México un modelo neoliberal de desarrollo hacia las
exportaciones, más creció su integración con la economía mundial. Por ejemplo,
la proporción mexicana de las exportaciones mundiales dobló, creciendo en un
0.9% en 1980 a un 1.8% en 1996 y en el caso de las importaciones mundiales,
aumentaron de un 1.1% en 1980 a un 1.5% en 1996 (Guillén Romo, 2002: 75).23
A pesar de este avance respecto a la proporción del comercio mundial, el balance
del comercio para México sigue problemático durante los quince años entre 1991-
2004, acumulando un déficit de casi $US 95 mil millones24. Desafortunadamente,
esto es un resultado anticipado del TLCAN y de la liberalización del comercio.
Los únicos años en que existió un superávit comercial fueron de 1995 a 1997,
y esto fue claramente un resultado de la crisis y la devaluación, lo que dejó las
importaciones por debajo de las exportaciones después de la crisis del peso de
1994. La crisis es una de las peores manifestaciones de lo que se tiene que esperar
con el modelo neoliberal.

Cuadro 1- Saldo Comercial Externo de México (millones de US$ )


Año Saldo Externo
1991 -7,279
1992 -15,934
1993 -13,480
1994 -18,464
1995 7,089
1996 6,531
1997 624
1998 -7,834
1999 -5,613
2000 -8,337
2001 -9,617
2002 -7,633
2003 -5,779
2004 -8,530
Total -94,256
Fuente: INEGI, 2005

23
Para comprobar la importancia del comercio para México, véase también el Gráfico 1.
24
Véase el Cuadro 1.

29
Paul Cooney

5.1 La crisis del peso

Gráfico 5: Salario Real Manufacturero 1980-2004 (1993=100)


Fuente: INEGI, 2005

En 1994-95, México experimentó su segunda peor crisis económica en su


historia cuando el PIB disminuyó más de un 6% y el PIB per capita en un 8.6%
en 1995. Durante este período de crisis, el consumo y el crédito cayeron bastante
y resultó en un aumento de muchas quiebras. Según La Botz (1997), hasta dos
tercios de los mexicanos fueron desempleados o subempleados en 1995 y sólo
9.37 de 36 millones de la población económicamente activa tenía trabajo perma-
nente a tiempo completo. Había una disminución de los salarios reales de un 27%
entre 1994 y 1996, y aún fue 37% más debajo del nivel de 1980 (EPI, 1997: 14).
Afortunadamente, había alguna recuperación de los salarios reales, pero el salario
real manufacturero en 2004 es sólo 70% del nivel de 1980.25 Entre 1988-2004,
el salario real en las maquilas quedó entre 70-80% del salario real manufacturero
no-maquiladora, y el salario mínimo fue aún más bajo. La combinación de una
creciente economía informal con el desempleo y con los salarios disminuyendo o
estancados producía una situación donde mucha gente vivía en la miseria o en una
situación muy precaria. El punto más crítico de esta crisis fue cuando un 75% de la
población se quedó en la penuria tras la crisis del peso (Barkin y Rosen, 1997: 24)
y 40.8% de mexicanos en la miseria extrema o indigencia (UNDP, 1996). Después
25
La serie de datos de salario real fue construido con los datos de INEGI (2005) y con los datos
de Valle Baeza y Martínez González (1996). Véase el Gráfico 5.

30
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

de la crisis del peso la situación mejoró, pero en el año 2000 más de un 50% de
la población mexicana se encontraba en la pobreza todavia y 20% estaban en la
miseria extrema (Brown, 2004: 4). Aunque la cifra se redujo hasta 39.4% en 2002
(CEPAL, 2004), hubo un debate sobre el cambio de la medición de pobreza e
indigencia que hizo el gobierno de Fox, lo que se conoció como el problema de
la medición de la tasa de desempleo.26
La crisis del peso tenía varias causas, pero en general fue el resultado de
un período extendido de sobre-especulación de ambos inversores domésticos y
extranjeros. Esto fue facilitado por la desregulación financiera que comenzó en
1989. El problema inmediato fue las reservas de divisas que cayeron de $US 26
mil millones a apenas $US 2 mil millones durante el año 1994. Contribuyendo
al problema fue el acumulado déficit comercial que alcanzó $US 55 mil millones
entre 1991-9427. Por lo tanto, la combinación de la especulación financiera, el dé-
ficit comercial empeorando y una deuda creciendo dió origen a la crisis a finales
de 1994 y forzó al FMI y a los EE.UU. a producir un paquete de rescate sin prec-
edentes de $US 50 mil millones. La administración Clinton aún tenía que usar una
entidad oscura del Tesorero estadounidense llamado el Fondo de Estabilización de
Cambio – Exchange Stabilization Fund – (Henwood, 1995: 3). Este caso fue un
ejemplo bien claro de la importancia de México para los EE.UU. y especialmente
para las TNCs estadounidenses; un fuerte contraste con la respuesta a la crisis en
Argentina en 2001-2002.
Desde la crisis de la deuda en 1982, la economía mexicana hizo un cambio
claro hacia las políticas neoliberales con las transformaciones más fuertes asocia-
das con la entrada al TLCAN con los EE.UU. y Canadá. En muchos sentidos, la
industria maquiladora facilitó los cambios de las reglas de la inversión que fueron
más generalizadas con el TLCAN. Cláusulas que han existido para la protección
de la industria local fueron removidas o reducidas a lo largo del tiempo. En con-
secuencia, fue cada vez más difícil para los productores locales a competir con las
TNCs extranjeras, principalmente estadounidenses, lo que implicó que algunas
empresas de la industria ubicada en el centro metropolitano cerca de la Ciudad de
México, tuvieran que competir con las maquiladoras predominantes en el norte
del país o con las importaciones. Desafortunadamente, el TLCAN no llevó a un
aumento del uso de insumos domésticos en las maquiladoras, sino quedaron entre
2-3% máximo, perdiendo, así, una oportunidad de integración más fuerte entre
26
Véase Alianza Social Continental, (2003).
27
Véase Cuadro 1.

31
Paul Cooney

la industria manufacturera doméstica con las maquiladoras. Tales cambios son


mínimo para el avance del desarrollo en México.28

5.2 La industria maquiladora


La industria maquiladora epitoma el impacto del TLCAN para México, y
aunque el sector maquiladora constituya apenas alrededor de un tercio del em-
pleo manufacturero dentro de México, sus implicaciones van mucho más allá de
la zona fronteriza. Primero, la industria es extremadamente estratégica para los
EE.UU. y, además, es vista por muchos de la élite mexicana como una estrategia
para el desarrollo nacional, puesto que la consideran como el polo más relevante
y dinámico de la economía, contrastando con la industria tradicional del centro
del país. Sin embargo, cada día la concentración geográfica se trasladaba más al
sur, con lo qual el porcentaje de maquilas en la zona fronteriza cayó del 90% en
1990 al 76% en 2003 (INEGI, 2005).
Asimismo existía la preocupación puesto que los salarios y condiciones del
sector maquiladora estaban provocando que los salarios y las condiciones en el
sector manufacturero doméstico empeoraran, de manera que los patrones podían
usar este hecho como amenaza a los trabajadores manufactureros tradicionales,
y los salarios en las maquiladoras estaban consistentemente por debajo de los
salarios de la industria doméstica, a pesar de que el trabajo era el mismo. Carillo
(1994) presenta el ejemplo de la reducida presencia de los sindicatos en la industria
automovilística en México como ilustrativo del proceso que este autor llama la
“maquilización” de México.
Si el futuro del trabajo mexicano está reflejado en lo que ocurrió en las
maquiladoras desde que comenzó el TLCAN, el horizonte del porvenir no es
muy atractivo, puesto que las TNCs que operan en la región no tenían un buen
“record” hasta ahora. Las TNCs violaron una serie de derechos laborales relacio-
nados con salarios, control de taller de trabajo, tiempo extra y otros beneficios,
protección del abuso físico y sexual y también los asuntos de salud y seguridad.
Como ejemplos de los peores casos de gerencia son: el acoso sexual, pues los
trabajadores eran forzados a acomodar aumentos de la intensidad de trabajo, se
les negaba el derecho de ir al baño o tomar agua, eran forzados a trabajar horas
extras, etc. (Peña, 1997). Aunque las leyes en México son más fuertes que en los
EE.UU., en algunos aspectos, el nivel de ejecución de las leyes es notablemente

28
Para una buena discusión sobre las maquilas y desarrollo, véase el libro de Sklair (1993: 18:21).

32
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

menor. Pese a la existencia del acuerdo lateral de trabajo, ninguno de los trabaja-
dores involucrados con quejas oficiales manifestadas al ANACT29 – más de 200
en total – fueron reinstalados o compensados por las serias violaciones de sus
derechos laborales (Brown, 2004: 1).

Otro tema importante se refiere a los abusos de discriminación por género.


Aunque el porcentaje ha caído por debajo del 60%, la mayoría de los trabajadores
en las maquiladoras son mujeres. Además, la mayoría de ellas están en sus veintes
y son hijas solteras que ayudan en el sostenimiento de sus familias. De igual man-
era, como las otras quejas y asuntos de trabajo, el acuerdo lateral del trabajo está
visto como un fracaso respecto al confronto del problema de discriminación por
género. Todos los meses, las maquiladoras administraban las pruebas de emba-
razo, y en el caso que fueran positivas, las mujeres eran despedidas de inmediato,
aunque esto era ilegal.30
Como previeron muchos ambientalistas, las TNCs no tienden a mantener
los mismos estándares del medio ambiente para las mismas fábricas que usan
los EE.UU. y tampoco lo hacen, lo que implica que las TNCs se aprovechan de
una situación mucho más relajada, o sea, no proveen el equipamiento básico de
seguridad, como los guantes y las mascaras, o los sistemas de ventilación, lo que,
consecuentemente, pone en riesgo la salud y la seguridad de los trabajadores (Support
Committee for Maquiladora Workers Newsletter, 1996-98). Las empresas tampoco son
rigurosas en cuanto a las necesidades del control de contaminación: el tratamiento
de desechos tóxicos o simplemente el uso de procesos de bajo coste que generan
más desechos tóxicos y contaminación para el medio ambiente que se encuentra a
su alrededor. En resumen, la situación del medio ambiente ha empeorado bastante
desde que el TLCAN fue inaugurado, y el gobierno mexicano está dando a los
TNCs un guiño ya que éstos siguen cometiendo violaciones de leyes laborales y
ambientales sin impunidad.
Los que más se beneficiaron de la expansión de la industria maquiladora
fueron las TNCs que operaban principalmente en las fábricas de la zona fronteriza.
En menor grado, el gobierno mexicano se benefició de las divisas generadas por
las maquiladoras. Las TNCs se beneficiaron más porque, como empresas capital-
istas, su meta principal – la acumulación – lograba maximizar su rentabilidad. En
cuanto a las fábricas maquiladoras dominadas por las TNCs, el sumo de lucros
29
El Acuerdo Norteamericano de la Cooperación del Trabajo (ANACT) es el acuerdo lateral del
TLCAN para el trabajo.
30
Aunque siguen común, estas pruebas disminuyeron bastante como resultado del informe de
Human
Rights Watch (1996).

33
Paul Cooney

y pérdidas estaba favoreciendo mucho comparado con los intereses de la clase


obrera mexicana.

5.3 Crecimiento del PIB


Sobre todo, a pesar de algunos resultados positivos del cambio del modelo
de desarrollo ISI al modelo neoliberal con un nivel mucho alto de integración con
la economía estadounidense, especialmente con las TNCs, el resultado principal fue
un gran paso hacia atrás para el desarrollo de México. Aunque usando la medida
dominante por los economistas neoliberales: el crecimiento del PIB, el contraste
entre el período de la ISI y el período neoliberal, resulta bien claro. Las décadas
conocidas como el fracaso de la ISI tenían tasas de crecimiento promedio anual
del PIB de 6.26% entre 1950-59, 6.61% entre 1960-69 y 6.41% entre 1970-79. Los
resultados por el período neoliberal son aproximadamente la mitad del período da
la ISI: 2.26% entre 1980-89, y 3.32% entre 1990-1999 y 3.12% entre 2000-2005.
La ventaja en términos de crecimiento del PIB en el período de la ISI comparado
con el período neoliberal queda bastante evidenciada en el siguiente gráfico:
Como muchos otros países, un cambio a un modelo, cuyo fundamento
principal es laissez-faire (pour capital), en general, resulta el fortalecimiento de los
fuertes y el debilitamiento de los débiles, lo que favorece capital sobre trabajo,
principalmente a las TNCs estadounidenses, y empeora la desigualdad dentro y
entre países. No debería ser una sorpresa que las poblaciones de México y los
otros países de América Latina reconocen el fracaso del modelo neoliberal para
mejorar la calidad de vida de la gente común. Todos los resultados – salarios más
bajos, aumento de desempleo, pobreza, precariedad de trabajo y vida, hasta tasas
del crecimiento bajas y problemas de déficit comerciales y creciente deuda – sig-
nifican un modelo fracasado aún en sus propios términos. El hecho de que los
políticos mexicanos siguen comprometidos a perseguir las políticas neoliberales, sea
Salinas, Zedillo, Fox, o Calderón y que Washington no va a dejar a México salirse
del rumbo actual sin luchar, significará un desafío inmenso para los mexicanos
comprometidos con un porvenir mejor.

6. Desafíos al TLCAN y el modelo Neoliberal en


México
Una meta clave para las élites mexicanas y estadounidenses que sería difícil
cambiar o revertir, aún con mucha crítica y oposición, era establecer un marco

34
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

legal obligatorio con el TLCAN. De todas maneras, antes de la confirmación del


TLCAN, varias organizaciones ya hicieron campañas en los tres países, tratando
de prevenir la aprobación del Tratado o asegurar un papel más fuerte de la par-
ticipación ciudadana. Desafortunadamente, muchos defensores del TLCAN
argumentaron en defensa del libre comercio, e hicieron propaganda diciendo que
el TLCAN iba a mejorar la situación económica y el medio ambiente de los países.
Como un resultado de las luchas sobre los asuntos de trabajo y el medioambiente,
dos acuerdos laterales fueron añadidos al TLCAN, pero sirvieron básicamente
de fachada y contribuyeron a la complacencia y apatía en cuanto a los problemas
que se debían de tratar.

6.1 Nacionalmente
Tras la implementación del TLCAN, las quiebras registradas – en solamente
tres años – se estimaban en 28,000 (EPI, 1997: iii), aunque el total ha crecido sig-
nificativamente mucho más desde entonces. Dos de las principales razones de las
quiebras fueron la falta de crédito a causa de la crisis del peso en 1994 y las tasas
extraordinarias de interés. En su momento, los más afectados fueron los granjeros
y las empresas pequeñas y medianas. Si bien había señales del desorden social en
este sector desde 1993, los movimientos como El Barzón – entre los cuales existían
muchos granjeros – ganaron fuerza y exigieron la renegociación de sus deudas.
Dichos movimientos pusieron en marcha una estrategia inteligente, protestando
en Washington, para revelar y mostrar a los mexicanos donde queda el poder
que afecta a sus vidas. Además del Barzón, la Asociación Nacional de Industrias
Transformativas (ANIT), que representa manufactureras de tamaño pequeño o
mediano, hizo críticas a los excesos neoliberales desde la crisis del peso, dado que
este sistema experimentó muchas quiebras y dificultades económicas. Ambos, El
Barzón y ANIT, han continuado siendo una fuerza de oposición con una base
principalmente compuesta por la clase media mexicana.
Las importaciones agrícolas del maíz tuvieron un impacto devastador en
el sur de México, donde los campesinos y los pequeños granjeros tienen mucho
más bajos niveles de productividad comparados con las TNCs de ‘agribusiness’. Por
ejemplo, las importaciones de maíz y semillas oleaginosas crecieron de 8.8 millones
de toneladas en 1993 a 20.3 toneladas en 2002, causando un fuerte aumento del
desempleo rural y perdiendo la seguridad alimenticia.
Según Public Citizen, hasta ahora, al menos 1.5 millones de mexicanos que
trabajan en agricultura han perdido su trabajo gracias al TLCAN. Sólo en 2002, se
estima que 600 mexicanos fueron obligados a salir de su tierra cada día. Negado

35
Paul Cooney

su sustento, la mayoría de los granjeros desplazados tuvieron pocas opciones y


muchos de ellos migraron a las ciudades norteñas buscando trabajo escaso en las
maquilas o, en desesperación, tratando de cruzar la frontera y entrar en los EE.UU.
Más de 1600 mexicanos emigrantes murieron al intentar entrar en los EE.UU.
durante los últimos cinco años (Public Citizen, 2005: 3-4).

Cuando estaba negociando el TLCAN, el maíz era la más importante cosecha


de México, correspondiendo al 60% de toda la tierra cultivada, con 3 millones de
productores (aproximadamente el 8% de la población mexicana) constituyéndose
un 40% de todos mexicanos trabajando en agricultura. En este período, el TLCAN
permitió un período de 15 años para eliminar gradualmente las cuotas del maíz;
sin embargo, después este proceso fue reducido a sólo 30 meses. Así que para
posponer la crisis social en el campo, el gobierno mexicano mantenía controles de
los precios de tortillas y subsidios para los molinos del maíz hasta finales de 1998.
No obstante, al mismo tiempo que los precios para la canasta básica crecieron un
257% entre 1994-2002, los precios que pagaban los agricultores sólo incrementaron
un 185% (Alianza Social Continental, 2003: 31).
Como consecuencia de los cambios de los precios del maíz y los subsidios,
muchos productores y campesinos se dedicaron a hacer más activas las críticas
en contra de la política del gobierno. De hecho, una de las manifestaciones más
grandes en contra del gobierno de Fox se llevó a cabo en el Zócalo, en la que
participaron miles de productores y campesinos de todas partes de México, pero
especialmente del sur.

6.2 La zona fronteriza


Durante los años 90, la industria maquiladora creció bastante y, a su vez,
hubo un abanico de luchas, principalmente sobre los temas del trabajo y el me-
dio ambiente. Aunque esas luchas ya existían antes del TLCAN, muchas de ellas
emplearon el marco legal de los acuerdos laterales del TLCAN. El esfuerzo de
grupos de la comunidad y ‘grassroots’, constituyentes del trabajo y medio ambiente,
en México, EE.UU. y Canadá eran los responsables de hacer llegar al público
estos temas.
Algunos de los ejemplos más sobresalientes fueron: la alianza UE/FAT31,
el Comité Fronterizo de Obreras (CFO)/Comité de Servicio de Amigos Ameri-

31
United Electrical, Radio and Machine Workers of América / Frente Auténtico del Trabajo.

36
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

canos (AFSC)32, La Mujer Obrera, el Comité del Apoyo para los Trabajadores de
los Maquiladoras33, la Coalición para Justicia en las Maquiladoras (CJM), y la Red
Mexicana de la Acción Confrontando el Libre Comercio (RMALC), etc.
Particularmente, la alianza formada entre el UE y el FAT, que es una fed-
eración de sindicatos independientes en México, luchó por los derechos laborales
que fueron violados por General Electric en Ciudad Juárez. Hubo muchos casos
de trabajadores luchando por el derecho a formar sindicatos independientes, lo
que generó confrontaciones violentas a pesar de las regulaciones de la OIT, leyes
mexicanas y el acuerdo lateral sobre trabajo.34
Otro ejemplo es el CFO, que desde el año 1980, ha confrontado con las
TNCs, exigiendo el respeto de los derechos laborales y ganando muchos resultados
concretos que han mejorado las vidas de los trabajadores y las comunidades. El
CFO se formó a través de la expansión hacia finales de los 70 por el AFSC.
Además de los asuntos y luchas laborales, existían muchas organizaciones
trabajando en el tema del medio ambiente, bien dentro de las fábricas bien, en
muchas ocasiones, en las comunidades de los alrededores de las fábricas. Por
ejemplo, la Coalición para Justicia en las Maquiladoras (CJM) fue responsable
de llamar la atención pública sobre el medio ambiente a lo largo de la frontera,
durante el debate del TLCAN, incluso las altas tasas de partos encefálicos en la
área Brownsville/Matamoros. Junto con los líderes comunitarios, la CJM denun-
ció algunos contaminadores específicos de “chemical row’ en Matamoros. Estas
campañas provocaron la clausura de dos plantas, que redujo significativamente la
contaminación en las colonias adyacentes durante mediados de los 90.
En la zona fronteriza, los problemas ambientales han crecido en consecuen-
cia de la presencia y el comportamiento de las TNCs que operan en esta región.
Muchos trabajadores de las maquiladoras viven en comunidades vecinas o en la
proximidad de las plantas. La infraestructura básica, las carreteras, el servicio de
transportes, el servicio sanitario, las escuelas, etc. a menudo son inadecuados. En
el pasado, concedieron exenciones significativas de los impuestos para las plantas
maquiladoras y así aumentaron el cargo de financiación de los servicios básicos a
los trabajadores, aunque algunos alcaldes de las ciudades fronterizas comenzaron
a impulsar las TNCs a pagar impuestos. Este tema es un creciente problema dado
que la población en los estados fronterizos ha crecido bastante, de 2.967.543 en
1980 a 6.347.055 en 1996 (Canales, 1999: 1-4), y hasta 18.199.504 en 2005, (INEGI,

32
American Friends Service Committee (AFSC).
33
Support Committee for Maquiladora Workers (SCMW).
34
Después de 35 años, el caso de Han Young, fue el primero sindicato independiente establecido
en la industria maquiladora y solamente después de una lucha prolongada.

37
Paul Cooney

2007), lo que constituye un aumento de 187% entre 1996 y 2005, exacerbando,


así, los problemas de la infraestructura.
Evaluando la gama de respuestas que desafiaron el modelo neoliberal, tal
vez la más reconocida fue la aparente estratégica de los Zapatistas, cuando súbita-
mente irrumpieron en el escenario pública internacional en la Selva Lacandón el
primero de enero de 1994, que fue el primer día de la vigencia del TLCAN. Desde
entonces, su lucha por mejorar las vidas de la población indígena de Chiapas y
sus demandas para una democracia más amplia han tenido sus subidas y bajadas.
Aunque los Zapatistas recibieron diversas críticas, su lucha para llamar la atención
sobre los asuntos y las preocupaciones de la población indígena del sur de México
y, en general, de las poblaciones pobres de México, fueron muy importantes..
El TLCAN y otras políticas neoliberales deberían haber mejorado la calidad
de vida y llevar prosperidad a todos mexicanos, sin embargo, en general, México
experimentó todo lo contrario, pues hubo un aumento de desigualdad social, así
como un aumento de la miseria. Cuanto más crecía la desigualdad dentro del país,
mayor era la miseria en el sur de México.
Todas las luchas que trataron de desafiar la ortodoxia neoliberal y el aban-
dono de la soberanía mexicana a los intereses de los EE.UU. y sus TNCs, se
encontraban en una situación muy difícil, aunque con varios avances. Una gama
de organizaciones involucradas con los desafíos al modelo neoliberal en México,
sean las trabajadoras de las maquiladoras, mujeres, deudores, campesinos y pro-
ductores agrícolas, se pusieron en defensa de varios asuntos respecto al medio
ambiente, a los derechos laborales y a la democracia en las comunidades. El nivel
de descontento con el modelo neoliberal en México ha crecido bastante en los
últimos años y es evidente que la población mexicana está dispuesta a romper con
los dos partidos dominantes actuales, el PRI y el PAN. La mayor reivindicación
para estas organizaciones contra los poderes y la élite son las posibilidades de
que las luchas no se queden aisladas, sino que podría constituirse un movimiento
naciente desafiando el modelo de desarrollo neoliberal en México y una global-
ización dominada por los intereses de las elites y las TNCs en vez de los intereses
de la mayoría de la población.

7. Conclusión
Después de la crisis de 1982, México comenzó un cambio en la política
económica, de un modelo basado en la ISI hacia un modelo de desarrollo neolib-
eral. Este trabajo comenzó examinando la economía mexicana durante la época
dominada por la ISI y los problemas que surgieron durante los años 70, no todos

38
Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

atribuibles al agotamiento de la ISI. A lo largo de los años 80, México implementó


las políticas económicas que corresponden a los tres pilares principales del neolib-
eralismo: liberalización de comercio, desregulación financiera y privatizaciones de
las empresas estatales y, posteriormente, firmó el TLCAN en 1994. En gran medida,
por el tema de la geografía, México adoptó un modelo neoliberal específico, por
el grado en que está integrado con la economía de los EE.UU. y sobre todo con
las TNCs estadounidenses que, predominantemente en la industria maquiladora,
jugaron un papel mayor en los cambios de la economía mexicana hacia una ori-
entación basada en las exportaciones de los productos de las maquiladoras.
La evaluación del nuevo modelo para la mayoría de los mexicanos no fue
favorable, como se ve reflejado en la crisis del peso, el impacto a los salarios, el
empleo y el aumento de la miseria. Además, cuando tratamos la variable más citada
al respecto de desempeño económico, el PIB durante el período neoliberal creció
a cada década entre 2.26-3.32%, aproximadamente la mitad del período 1950-80,
creciendo entre 6.26-6.61% cuando el modelo de desarrollo ISI estaba aún vigente.
También, al respecto del nuevo y dinámico polo industrial en el norte, en cuanto al
tema del trabajo y el medio ambiente, la evaluación queda muy lejos de ser favor-
able: uno de los problemas es la falta de articulación entre los dos polos dentro
de México, reflejado por la falta de integración de las maquiladoras con el resto de
la industria manufacturera en México. Una mayor preocupación es el temor de la
maquilización del manufacturero mexicano tradicional; una decadente presencia
sindical que resultó en la reducción de los sueldos y en las condiciones de trabajo
en el centro metropolitano del país, como en el sector maquiladora.
Dado que los últimos gobiernos lograron implementar las políticas neolib-
erales y la inevitabilidad aparente de la continuidad del TLCAN, las posibilidades
de una ruptura con el modelo neoliberal parece muy difícil. De todas maneras,
durante las décadas recientes, y antes del TLCAN estuviera vigente, una serie de
esfuerzos de los movimientos de base, los sindicatos independientes, y las orga-
nizaciones del trabajo y medio ambiente que organizaron las campañas sobre los
temas de los derechos laborales, ambientales y comunitarios estaban avanzando.
Estas luchas representan un desafío al neoliberalismo y al modelo de desarrollo
particular que predomina en México hoy en día. Los resultados de estas luchas
fueron una combinación de éxitos y fracasos, en cuanto a las batallas en que esta-
ban involucrados, ya sea cerrando un depósito tóxico o estableciendo un sindicato
independiente en una maquiladora. Era evidente que la resistencia a muchos de
los excesos del neoliberalismo no sólo involucraba a los trabajadores explotados,
sino que también involucraban a deudores, como el caso del movimiento Barzón,
campesinos y productores agrícolas en el sur de México, que fueron amenazados

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Paul Cooney

por la invasión de importaciones baratas, y sin mencionar que una gran parte de
la clase media mexicana experimentó una deterioración económica.
En conclusión, es importante evaluar críticamente el proyecto neoliberal
en México y la particular forma del desarrollo enfocado en las exportaciones,
que es dominada por los intereses de las TNCs estadounidenses, en contra de
los intereses del pueblo mexicano. A pesar de la tarea aparentemente colosal de
desafiar los poderes dominantes, en los últimos años, varias mobilizaciones del
pueblo mexicano son alentadoras. De hecho, López Obrador del PRD (Partido
Revolucionario Democrático) casi ganó las elecciónes de 200635 ¡Ojalá que tales
avances del pueblo mexicano sigan estando presente en el futuro para que los
mexicanos puedan imaginar que otro mundo es posible a pesar de que esté lejos
de Dios y tan cerca del imperio estadounidense!

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López Obrador (AMLO) representa un partido de la izquierda que crítica el neoliberalismo y el
NAFTA, y dado que los resultados eran tan apretados, muchos mexicanos acusaron el gobierno de
fraude en las elecciones de 2006.

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Dos décadas de Neoliberalismo en México: resultados y retos

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