Tema 3
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B) Protagonismo Hispano
Hacia el año 367, cuando Flavio Teodosio fue nombrado magíster equitum de
Valentiniano I, Hispania pasaba de nuevo al primer plano de la vida política y militar del
Imperio, del que había quedado relegada desde hacía al menos dos siglos. Pero en el
último cuarto del siglo IV, dos generales hispanos y sus hijos vistieron el púrpura:
Teodosio (379-395) y Magno Máximo (383- 388). De nuevo, Hispania adquiría el
protagonismo político como “cuna de emperadores”, que la había caracterizado en la
historia del Imperio.
Flavio Teodosio murió en Cartago ejecutado por orden imperial tras un juicio. Su
hijo se retiró a sus posesiones en Hispania con su mujer. Poco después en el año 378 las
tropas imperiales sufrieron una clara derrota en Adrianápolis donde además de muchos
soldados, también murió el propio emperador Valente, con lo que el trono imperial de
oriente quedaba vacante. Graciano como único emperador llamó a Teodosio,
proclamándolo emperador de Oriente en el año 379, iniciando lo que se ha llamado la
época teodosiana que duraría hasta mediados del siglo siguiente. El nombramiento de
Teodosio pudo deberse a la influencia del clan hispano en la administración y en el
ejército, a los que habría que incluir al grupo eclesiástico niceno. Pero también pudo
deberse como una compensación por la muerte de su padre. Teodosio dedicó mucha
atención al problema religioso en su gobierno. El año 380 promulgó el edicto de
Tesalónica en el que se reafirmaba el credo niceno frente a todos los demás. Declaró al
cristianismo como única religión imperial legítima prohibiendo la adoración pública de
los antiguos dioses, erradicando los últimos vestigios del paganismo.
Teodosio mantuvo una gran rivalidad con Ambrosio obispo de Milán por la
destrucción de una sinagoga en Callinicum y por la masacre del circo de Tesalónica.
También terminó con los subsidios que iban dirigidos al paganismo grecorromano. El
fuego del Templo de Vesta fue extinguido y las vírgenes vestales fueron disueltas. Las
personas que celebraban auspicios o la práctica de ritos paganos serían castigados. El
Senado pidió a Teodosio restaurar el Altar de la Victoria del Senado, negándose a aceptar
y poco después también canceló los Juegos Olímpicos por considerarlos paganos.