Antologia de Poemas para 2do Año
Antologia de Poemas para 2do Año
Antologia de Poemas para 2do Año
EMOCIONES Y SENTIMIENTOS
DECLAMANDO POEMAS
SITUACIÓN SIGNIFICATIVA: En el
contexto de seguir desarrollando
nuestras habilidades orales, en esta
oportunidad tenemos el reto de
declamar el poema que más nos
gusta.
COMPETENCIA: Se comunica
oralmente en su lengua materna.
FECHA DE PRESENTACIÓN: la
semana del 13 A 17 de noviembre
A continuación, se te presentan una colección de poemas de los cuales podrás elegir uno para
declamarlo, aunque, por otro lado, tienes la opción de elegir otro poema diferente y que no
forme parte de esta antología.
RECUERDA: Que debe de ser un poema de acuerdo a tu grado.
ANTOLOGÍA DE POEMAS
ÍNTIMA
Yo te diré los sueños de mi vida
En lo más hondo de la noche azul...
Mi alma desnuda temblará en tus manos,
Sobre tus hombros pesará mi cruz.
Las cumbres de la vida son tan solas,
Tan solas y tan frías! Y encerré
Mis ansias en mí misma, y toda entera
Como una torre de marfil me alcé.
Hoy abriré a tu alma el gran misterio;
Tu alma es capaz de penetrar en mí.
En el silencio hay vértigos de abismo:
Yo vacilaba*, me sostengo en ti.
LO INEFABLE
Yo muero extrañamente... No me mata la Vida.
No me mata la Muerte, no me mata el Amor;
Muero de un pensamiento mudo como una herida...
¿No habéis sentido nunca el extraño dolor
De un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida,
Devorando alma y carne, y no alcanza a la flor?
¿Nunca llevasteis dentro una estrella dormida
Que os abrasaba enteros y no daba un fulgor*?...
¡Cumbre de los Martirios!... ¡Llevar eternamente,
Desgarradora y árida, la trágica simiente*
Clavada en las entrañas como un ardiente feroz!...
¡Pero arrancarla un día en una flor que abriera
Milagrosa, inviolable!... ¡Ah, más grande no fuera
Tener entre las manos la cabeza de Dios!
Yo lo soñé impetuoso*, formidable y ardiente;
Hablaba el impreciso lenguaje del torrente;
Era un mar desbordado de locura y de fuego,
Rodando por la vida como un eterno riego.
Luego soñelo* triste, como un gran sol poniente
Que dobla ante la noche la cabeza de fuego;
Después rió, y en su boca tan tierna como un ruego,
Sonaba sus cristales el alma de la fuente.
Y hoy sueño que es vibrante, y suave, y riente, y triste,
Que todas las tinieblas y todo el iris vieron;
Que, frágil como un ídolo y eterno como Dios,
Sobre la vida toda su majestad levanta:
Y el beso cae ardiendo a perfumar su planta*
En una flor de fuego deshojada por dos...
*Bravo, acelerado, rápido
*Lo soñé
*Pies
*Luz
*Semilla
Amor
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
LA ESCUELITA
A cocachos aprendí
mi labor de colegial
en el Colegio Fiscal
del barrio donde nací.
Juguetón de nacimiento,
por dedicarme al recreo
sacaba Diez en Aseo
y Once en Aprovechamiento.
De la Conducta ni cuento
pues, para colmo de mal
era mi voz general
“¡chócala pa la salida!”
dejando a veces perdida
mi labor de colegial.
POEMA 20
PABLO NERUDA
MASA
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "No mueras. te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitieron:
"No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien mil, quinientos mil,
clamando: "Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
España, aparta d
POEMA «BLASÓN»
De Jose Santos Chocano
II
III
IV
La sangre es española e incaico es el latido;
y de no ser Poeta, quizá yo hubiera sido
un blanco aventurero o un indio emperador.
EL MAR:
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá? Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera!
(Rafael Alberti)